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HISTORIA Y CONCIENCIA HISTORICA DEL MEXICO CONTEMPORANEO movimientos sociales Y cultura politica Jesus Galindo El acontecimiento mds importante de los (iltimos tiempos en el medio analitico de las formaciones socia- les es el acercamiento entre la tradici6n del anilisis his- torico y la tradiciOn del analisis social. Y no es que este diSIogo no existiera, lo que ha sucedido es que la curiosi- dad de unos hacia otros ha aumentado en forma equita- tiva. Hoy, el campo de trabajo sobre lo social-historico tiende a conformar una unidad, que ni es homogenea ni simple. Parte del importante suceso se dehe a la enun- ciaci6n de los problemas de investigacion, parte de los nucvos problemas se debe a la aparicion de nuevos feno- nienos que replantean las eosas. Y si a esto se agrega la necesidad de revisar lo anterior a la luz de los recientes planteamientos, el cuadro resultante es de una producti- vidad y vitalidad impresionantes. El recurso del orden, de la rcflexi6n metodolOgica es la Ifnea a seguir. En el pequeno umbral cntre las tareas propias del trabajo con los datos y la reflexion teorica sobre su evaluacion e in- terpretaci6n, ahf es donde se promueve el espacio de constnicci6n de una nueva perspectiva de analisis socio -bist6rico. El asunto radica en gran parte en la voluntad de 53

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HISTORIA Y CONCIENCIAHISTORICA DEL MEXICO

CONTEMPORANEOmovimientos sociales

Y cultura politicaJesus Galindo

El acontecimiento mds importante de los (iltimostiempos en el medio analitico de las formaciones socia-les es el acercamiento entre la tradici6n del anilisis his-torico y la tradiciOn del analisis social. Y no es que estediSIogo no existiera, lo que ha sucedido es que la curiosi-dad de unos hacia otros ha aumentado en forma equita-tiva. Hoy, el campo de trabajo sobre lo social-historicotiende a conformar una unidad, que ni es homogenea nisimple. Parte del importante suceso se dehe a la enun-ciaci6n de los problemas de investigacion, parte de losnucvos problemas se debe a la aparicion de nuevos feno-nienos que replantean las eosas. Y si a esto se agrega lanecesidad de revisar lo anterior a la luz de los recientesplanteamientos, el cuadro resultante es de una producti-vidad y vitalidad impresionantes. El recurso del orden,de la rcflexi6n metodolOgica es la Ifnea a seguir. En elpequeno umbral cntre las tareas propias del trabajo conlos datos y la reflexion teorica sobre su evaluacion e in-terpretaci6n, ahf es donde se promueve el espacio deconstnicci6n de una nueva perspectiva de analisis socio-bist6rico.

El asunto radica en gran parte en la voluntad de

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construcci6n de un nuevo punto de vista y un nuevo ob-jeto de estudio, y tambi^n en la necesidad de ambos ele-mentos. El trabajo del investigador socio-historiador seplantea entre ambos aspectos. Por un lado la composi-cion logico-metodolopca no tiene respuegta a todas laspreguntas que se le hacen, se requiere por tanto un nue-vo cuerpo de conceptos y reglas de relaci6n. Por otrolado, los acontecimientos contemporitneos exigen mar-cos de la lectura y explicacion, marcos que se internanen la complejidad de la actual arganizacion social y en elorigen de su configuraci6n actual. Si alguna propuestapuede hacerse se ubicara en los margenes de la necesidady la voluntad, que los investigadores son actores socialesmuy cercanos del nucleo forjador de la historia, su res-ponsabUidad y compromiso es bacer frente a tan privile-giada situaci6n.

La decision de por donde empezar puede aparccercomo una tarea sumamente compleja o muy sencUla; loque inclinara la balanza sera el criterio con el cual se pre-tenda la decision. Aqui se propone una h'nea de trabajo.^Por d6nde empezar?, muy sencillo, por lo que se tieneenfrente, por la oposici6n basica entre lo conocido y lodesconocido, por la relaci6n entre lo cercano y lo lejano.Y no se propone esta gufa de trabajo como la linica,existen otras; lo que se enfatiza es la necesidad de empe-zar por alguna parte, principio que conectara al todo porlas partes, a lo particular con lo general, a lo inmediatocon lo abstracto, a lo cotidiano con lo estructural.

La nueva investigaci6n socio-historica empieza hoyy aquf. Los pardmetros del trabajo cientifico socio-bis-torico marcan ambitos de su desarrollo, estos flmbitos seubican en el tiempo y en el espacioj el primer tiempo esaliora, el primer espacio es aqui. Sin ir mas lejos en estaproposicion, en pocas palabras, el analisis socio-historicoempieza en el.entorno inmediato del investigador, en elmedio donde este se encuentra ubicado. A partir de ahi

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los ambitos crecen y se diversifican; sabiendo el investi-gador desde donde mira y cuestiona, podra relacionar alas partes de la totalidad con mayor precision. Esta pers-pectiva apunta al desarroUo de estudios socio-bistoricosdel orden de lo local, de lo r^onai, sectorial, y desdeahi bacia lo general. /Solo con la eonciencia de lo parti-cular y cotidiano se puede ascender a la eonciencia de togeneral y extrano; el investigador socio-historiador si-guiendo esta ruta estara mas cercano que nunca del co-nocimiento practico, popular, de la entrafia de la vidasocial misma./

^Como se verifica esta proposicion?. Precisamenteeste trabajo es un ensayo de respuesta a esa pregunta.Respuesta que se sintetiza en dos conceptos: movimien-tos sociales y cultura polftica. Respuesta que se localizaen el coraz6n mismo de la pregunta por la bistoria, losactores sociales y su eonciencia del movimiento social,del cambio, de la composicion de la organizacion globaly particular. La pregunta por la bistoria toma forma ypresencia cuando se consiQera en su constituci6n al ac-tor de la historia, al actor particular y anonimo de la vi-da social, a la relaci6n entre el actor y su historia. Aquise plantea esta condici6n como primaria e irremplazable.

1. Movimientos sociales e historia.

J) Historia regional contempomnea e historia no-cionai de los sigios XIXy XX.

La composici6n social se debe a los movimientossociales, bueno, pero en el caso de Mexico ^cuaJ ha sidola relaci6n entre composiciOn social y movimientos 8o-eiales? Para resolver esta cuesti6n se requiere una presi-ci6n previa, ^cual Mexico? Mexico se constituye como

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entidad a partir de la independencia; el siglo XIX y el si-gio XX son el lapso en el cual se compone el Estado na-cional qiie denominamos como Mexico. Y bueno ^porque preguntarse por Mexico? Sencillo, porque existe,porque lo tenemos ante los ojos todos los dias, porquees una realidad palpable. Es deeir, al plantearse la pre-gunta por la lustoria de Mexico, se presentan de inme-diato una serie de consideraeiones que necesitan de unaaclaracion, para no eaminar con suposiciones sino conposiciones.

Entre todos los considerandos posibles que atrae lapregunta por la historia de Mexico, se requiere privile-giar algunos para ordenar el trabajo de analisis y la tomade decisiones. Aqui se proponen dos como basieos:

lo.- La relacion importante para el pensamientohistoriador entre el Mexico contemporaneo ysus origenes, es decir, entre el hoy y el cursoque va de la independencia y las ideas Uberaleshasta el siglo XX y la actualidad. Importanteante cualquier pregunta por la historia de Me-xico es empezar por el Mexico contempora-neo.

2o.- La relacion entre la historia regional y la his-toria nacional. Siendo la oposicion una rela-cion de ambitos, de magnitudes, de extension,la situacion no termina ahi, habla tambien dela composieion de la nacionalidad, de la cons-titueion del Estado nacional. Esta construc-cion se Ueva a cabo desde lo particular, desdela parte, y de parte en parte conforma csa glo-baUdad compleja que incluye la concepcion"Mexico".

Privilegiar al Mexico eontemporaneo es una posi-cion ante el trabajo del historiador, proponer la relacionrep;ional-naeional como elemental para el analisis histori-co de Mexico, es una prospectiva metodologica compro-metida. Se propone estudiar la historia desde lo parti-cular y a partir de la actualidad.

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Empecemos por los hechos, M6xico existe, pregun-temonos por Mexico. Las primeras observaciones sonevidentes, ^qu^ es Mexieo hoy?, ^cuales son los antece-dentes de este Mexico contempordneo?, en este sentido^hacia donde se dirige Mexico?. Sin lugar a dudas lastres preguntas se atan en la historia, son objeto del tra-bajo del historiador. ^Por donde empezar?, tal y comose ha apuntado, por este mismo momento y este lugar.iEn que direecion andar?, en la que marca la relaciondesde el ambito particular al general y viceversa. Es de-cir, el principio es por el medio y la historia inmediatas,el primer techo general es la historia de la formacion so-cial mexicana en su totalidad. Aqui se propone un me-dio techo, cl siglo XIX y el siglo XX.

Siguiendo esta forma de trabajo es contundente lanecesidad de dar un lugar de privilegio a la historia regio-nal, en el proceso general de comprension de lo que esMexico. No hay sentido historico cabal de la historia ru-cional. sin una rica y abundante historia regional. No sepuede entender lo general sin la comprension de la com-posici6n particular. Asi pues, el programa de trabajo dela elaboraciOn de una bistoria nacional, de una memoriay conciencia de lo general, principia en el fort ale cimien-to de las historias regionales, de las memorias y concien-cias de lo particular.

2) Movimientos sociales e historia, la micro y lamacro composicidn.

En nuestro medio siempre existen por lo menosdos historias, la versi6n oficial nacional, y la otra, la par-ticular y generalmente descalificada. Hay otras historias,varios niveies de un edificio de varios pisos y largos pasi-llos. El edificic se ha ido legalizando, en la parte mAs al-ta estan los historiadores y las historias oficiales; en la

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parte baja, en los sotanos, los grandes olvidos volunta-rios e involuntarios. La profesion de historiador se haoficializado, se ha especializado, se ha separado en granparte del curso de la memoria y el discurso espontaneo yno tanto de la gente ordinaria. Miles de versiones quetienden a uniformarse unicas versiones qiae se difundenmasivamente. La historia es un asunto delicado, y eomootros eomponentes de la suhjetividad social, se ha con-vertido en objeto de trabajo particular de los centros delpoder.

Las dos historias se perfiian en dos ordenes, el or-den de lo general y el orden de lo particular. En el pri-mero se localiza la legitimidad basada en el gran poder,en el segundo la legitimidad del poder local, uno y otrose miran a diario frente a frente, en ocasiones se confun-den, en otras se oponen con violencia, ambos existen yse requieren para el orden general. La historia del podergrande sigue un camino :jue hoy se identitica con los li-bros de texto, con los programas de educacion, ios gran-des medios de comunicacion. La historia del poder pe-queno camina por las veredas de la vida cotidiana, de loscontactos informales de la tradicion oral, y en ocasionegse monta en programas de dimensiones mayores por mo-tivos politicos o economicos de diferente especie, e in-cluso por intenciones centralmente ideologieas. El casoes que las dos historias existen y coexisten en el seno dela vida social y sus contradicciones y situaciones especi-ficas.

La historia esti viva, vive en la matriz de las relaeio-nes sociales, forma parte de las fuerzas que constituyendi'a a dia a la totalidad social. La subjetividad social estacargada de historia. El oficio de historiador no monopo-Uza la idea de historia ni la materialidad historiea, tam-poco es el poseedor linico del discurso hist6rico,el histo-riador oficial posee la legitimidad solo desde cierto lugary en el sentido de cierto marco del discurso del poder.

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iQue 8ucede entonces con el discurso de la historia queno proviene de la eima erudita de la academia y el po-der? Esta es la pregunta por la relacion entre la otra his-toria y la nueva historia de los nuevos historiadores.

La relacion entre la otra historia, la historia del noespeeialista historiador. y la nueva historia de los histo-riadores, es la relacion entre la macro y la miero/compo-sicion. Por supuesto que existen otros elementos queatraviesan esta situaeion, pero en cualquier sentido setendra que hacer referencia al discurso de lo particulary al diseurso de lo general y los discursos de sus transitosy articulaciones. ^En que consiste esta relaeion?

La Mstoria esta viva porque existe en los actores so-ciales vivos. Para proceder a su elaboraeion explieita ytextual se requiere de un metodo de escritura y lecturaque involucra al historiador espeeialista y al actor porta-dor y ejeeutor de la liistoria. Este presenta de inmediatoel problema de los dmbitos de referencia del discursoliistorico. Para el aetor social no espeeialista el ambitomas rico y para el eual el es un espeeialista es el de lamiero-eomposicion, el marco que se mueve en tomo dela autobiografia. Para el historiador espeeialista todoslos ambitos estan presentes, desde lo micro hasta lo ma-cro social. En el contaeto que se puede dar entre actorsocial no espeeialista e historiador espeeialista todos losambitos estan presentes, dos logicas los ordenan, dospuntos de vista los enfoean; el resultado es un productoen cierto formato academieo y otro produeto involu-crado con la memoria, la eonciencia historiea y la aceiondel actor no espeeialista. El proeeso de esta relacion esun asunto importante y medular para la redefinieion delofieio del historiador y de la eomposicion del discurgode la historia.

Pero la historia tiene una vocacion de generalidadinnegable, y aunque el procedimiento de elaboraeion desu discurso, bajo el eonsiderando de su vitalidad genera-da por dicursos vivos, trabaja desde el ambito de lo par-

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ticular, el objetivo final es de un tinte de colectividad,de totalidad, sea esta totalidad una region o la nacioncompleta. Se requiere una trama de lasacciones concre-tas en una red general. /La trama de las acciones indivi-duales en la red de la historia social son los movimien-tos sociales./

Los movimientos sociales cubren a la aeeion socialen su dimension colectiva, ellos conforman los parame-tros generates de la gigantesca matriz de las accionesindividuales. El analisis historico requiere de la perspee-tiva del cambio, de la ondulacion y la transformacion so-ciales. necesita deseribir, ordenar y entender a los movi-mientos sociales, a las acciones que conforman a la ma-cro-com posicion, a la historia en un sentido general ytotal.

Lo que arma la relacion entre la macro y la microcomposicion, en la relacion de historiador y actores so-eiales no especialistas, es la ubicaeion de uno y otrosfrente y dentro de los movimientos soeiales, movimien-tos que se localizan en el presente, se proyectan al futu-ro, y tienen sus rai'ces en el pasado. Entonces la histo-ria tiene un sentido claro de relacion con la vida cotidia-na, el contacto entre lo general y lo particular verificadoen el proceso mismo del analisis.

3) Movimientos sociales durante el sigh XX, lastres revoluciones en Mexico.

El analisis de los movimientos sociales es el hiloconductor del trabajo del historiador de nuevo tipo. En-sayando esta tesis en el caso de'Mexico el metodo sefialaque se necesita la relacion entre los grandes movimientossociales generates, si los hay, y los movimientos socialeslocales y regionales, que siempre los hay. Esta perspecti-va mostrara la articulacion entre micro y macro-compo-sicion. Concretamente una gui'a de hipotesis sobre la

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composicion del Estado nacional mexicano es de unaunidad preciosa.

En la configuracian del Estado nacional mexicanolos antecedentes se remontan hacia La Colonia y la eons-titucion de los Estados nacionales europeos y los EE.UU., pero con mayor precision el fenomeno se ubica enel siglo XIX y el siglo XX. Y es el siglo XX el de la con-solidacion de esta forma general de organizacion social.Para el presente trabajo el siglo XX puedc dividirse ana-liticamente en cuatro tramos dc veinte anos, y en el am-bito de la composicion nacional general. Para esta divi-sion es clave el orden social surgido de tres grandes fe-nomenos sociales revolucionarios, que traen consigo susrespectivos movimientos sociales. La propuesta quedariaasi:

ler.penodo 1900-1920Al final de este pcriodo se verifica una revolu-cion pohtica de enormes proporciones.

2o.periodo 1920-1940El pais se consolida politieamente, se confor-man las condiciones para una sociedad capita-lista dependiente. Entre este periodo y el si-guiente se verifica la revolucion industrial me-xicana.

3er. periodo 1940-1960El modelo cconomico eon definitiva presenciadel Estado adquierc cuerpo y figura.

4o. periodo 1960-1985Durante este periodo se verifica la revolucionurbana, el proceso de urbanizacion derivadodel periodo anterior da sus frutos, el resulta-do es una sociedad urbana sumamente com-pleja y gigantesca.

Las tres revoluciones marcan la historia general delpais en este siglo, la politica, la Industrial y la urbana.Las tres traen aparejados movimientos sociales previos

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y posteriores, las tres ligan cien afips de vida nacional,las tres ligan a la nacion y la region. El estudio detenidode las particulares relaciones entre los tres grandes mo-mentos, y entre Xo nacional y lo regional durante su de-sarroUo, puede dar las pistas para la composicion de undiscurso sobre la historia de Mexico mascompleto.maspreciso, mas ordenado.

Los movimientos sociales que se enmarcan entrelas tres revoluciones son de distinto caracter y composi-cion, y adquieren caracteristicas regionales peculiareareapecto a su dimension a nivel nacional. El movimientoprivUegiado es el que se inicia con la revohicion de prin-cipios de siglo. Con la revolucion de 1920 el pais sufreuaa modificacion sustantiva en su composicion, el efec-to del movimiento armado no es igual en todo el territo-rio, ni las condiciones de su formacion son homogeneasen todas las regiones, pero lo que si sucede como perfilgeneral es la promocion del movimiento geografico y so-cial. La migracion, movimiento de grandes cuerpos deactores sociales y la movilidad social, el eambio dc sta-tus, son fenomenos que la revolucion armada impulsavigorosamente, su efecto se contimia hasta nuestrosdi'as.

Con la paz social y la consolidacion de una socie-dad politica centralista y fuerte, llega el capltalismo de-pediente y la industrializacion y urbanizacion del pais;el movimiento social se intensifica. La culminacion decsta catapulta economica es la revolucion urbana^ losmovimientos sociales urbanos son los mas importantes,en contraposicion a lo que sucedia a principios de siglo.

Todo esto tiene su contraparte regional, su versionparticular. El asunto no e^ obvio ni evidente. La comple-ta y total historia del siglo XX esta por explicitarse. Lapeculiar relacion entre la memoria particular y colecti-va con el proyecto que la aclara y la precisa, es una tareaque hoy ocupa a los mexicanos de todas las regiones

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de este pai's.

II. Cultura poli'tica e historia.

1) La composicion y ia organizacion social delMexico contempordneo.

El Mexico contemporfineo coincide con la historiade la formacion social mexicana del siglo XX. La con-temporaneidad puede ser definida en terminos de la re-lacion directa con los acontecimientos que pueden serrecordados por los actores sociales mismos. Asi, sepueden recoger tcstimonios sobre lo sucedido en Mexi-co de boca de los propios actores desde una fecha quedificilmente pasara del siglo XX. Testimonios vivos de losucedido cii el siglo XIX son practieamente imposiblesde recoger. Asi pues, el historiador actual es un privile-giado, cuenta con los actores vivos que han vivido lastres revolucioncs que eonforman el Mexico dc hoy.

La historia del Mexico contemporaneo puedc serdaborada en texto con una riqueza de detalles enormes;conviviendo en el Mexico de hoy se encuentran variasgeneracioncs cargando la experiencia de todo el siglo,son los actores de hoy y de mafiana, lo fucron del ayerreciente. La rclacion entre accion y conciencia de lahistoria es un impulso espontaneo unificado. La tareadel historiador de aproximarse a la historia, al tiempoque se relaciona con los aetores de ella es un hecho po-sible y deseable, neeesario.

^Cuales podrian ser los grandes rasgos de esta his-toria contemporanea por claborar al lado de sus acto-res?. Sc requiere dc un cuerpo de hipotesis que consi-deren la trama general del Mexico de los liltiinos ochen-ta anos. Con estc cuerpo de hipotesis el accrcamiento ala historia viva se facilita, un orden de premisas prima-rio es adecuado hacia el principio de una labor como

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la que aqui se propone. Este cuerpo de premisas debeeonsiderar los elementos de composicion general de laorganizacion social de Mexieo en el tiempo. El ordenpara proponerlas puede seguir la logiea de las tres ma-cro-composiciones: lo economico, lo politico y lo ideo-logieo.

Sobre los aspeetos economicos el mareo de defi-nicion es relativamente clarcT, Mexico ha recorrido du-rante estos ochenta aiios el camino de una socicdad eeo-nomicamente subordinada a la logiea del gran capital.Las formas de capitalismo por las que puede pasar ana-liticamente el Mexico del siglo XX coineiden en granparte con los modelos que sobre capitalismo dependien-te se han elaborado. Las peculiaridades que nuestro paistiene al respeeto son objeto del trabajo al dctalle, ni to-do el pais es homogeneo, ni el capitaHsta ha sido el mis-mo durante casi un siglo.

Los aspeetos pohticos van muy relacionados eonlos economicos. La formacidn del Estado ha marcadola historia del siglo XX mcxicano. Asi, tanto en lo estric-tamente politico de la organizacion del territorio y de lavoluntad social en un Estado nacional controlado desdeel centro, como en la gestion y administracion eeonomi-ca del pais, el paeto social que compone al Estado enMexico, es el fenomeno mas importante de todos losque se pueden sefialar. Lo que el PRI-gobiemo ha signi-ficado para Mexico es algo de tan grandes proporeionesque aun falta una descripcion detallada del proceso quelo ha hecho posible, asi como de los aspeetos y peculia-ridades que este eje ordenador del todo social presentaa nivel regional.

En lo que respeeta a lo ideologico la situacion esbien interesante. Por una parte tenemos la obra desarro-Ilada por parte del gobierno surgido de la revolucion de1920 a traves del aparato de la Secretari'a de EducacionPublica; el efccto es impresionante. Por otra parte esta

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la principal herencia colonial para el Mexico de hoy, Lareligion catolica y su iglesia. La identidad mexieana ledebe mas a la religion que a ninguna otra forma de com-posicion y organizacion ideologica. Y finalmente el prin-cipal evento de los ultimos veinte anos, los medios decomunic3ci6n colectiva, con la radio y la television alfrente, sin olvidar el rol que jugo el cine en los veinteanos anteriores, y el rol que juega el comic para la cuitu-ra contcmporanea. Asi pues la eomposicion ideologicaes compleja, el estudio de las particularidades se antojauna empresa superlativa y necesaria, ahi se localiza eldiscurso de la historia espontanea, ahi se ubica la con-ciencia particular y colectiva. El fenomeno ideologieoarticulado al politico y el eeonomico, configura la tramasobre la cual el analisis de historiador actuara al enfren-tar el discurso del actor social, es por tanto sumamenteimportante su manejo con exactitud y precision.

Con un marco semejante al enunciado se inicia eltrabajo de elaborar la historia del Mexico contempora-neo junto con el actor que la hace. A un marco inicialcomo este se le agregaran y quitaran matices y premisas^de cierto lo que le sucedera es que se ira modificandoa lo largo de la labor, y que al final de eada etapa de tra-bajo el esquema sera cada vez mejor.

2) Lo particular y lo general en la historia. Losniveles de composicion,

Obtenido un marco general de apoyo analitico, elpaso siguiente es ir a lo particular y empezar el trabajocon el discurso de los actores sociales vivos, pero previoa estc paso se requiere un mapa de analisis etnografico-geografico para hacer manejable la informacion que elactor social va enunciando. El mapa no es sencillo deelaborar, y en todos los casos se debe adaptar a las carac-teristicas regionales del lugar donde se realice el trabajo

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de analisis historico.El hilo que teje la construccion del mapa es la rela-

cion entre lo particular y lo general. Si por un lado setienen los grandes marcos de eomposicion, y por otraparte se tienen los elementos de la micro-co mposicionobtenidos del diseurso sobre lo particular, la preguntaes ^se puede construir la b^toria regional y nacionai conestos dos niveles de eomposicion?. La respuesta es si, pe-ro existe un matiz, si se tuviera la capacidad analitica detrabajar con todos los niveles intermedios posibles quevan de lo general a lo particular, eso seria lo mas adecua-do. De ahi entonces que la meta del mapa es la proposi-cion sobre la mayor cantidad de niveles de eomposicionposibles para el analisis y elaboracion de la historia.

Las partes que eomponen al mapa son fundamen-talmente las mismas que constituyen una buena guia et-nografica, es decir, apuntan hacia la descripcion exhaus-tiva de la eomposicion social, enfatizando la relacionentre la micro y la macro-compoaicion. Un enfasis ha-bn'a que liacer a este marco, las situaciones en las queparticipa la gente, las interacciones en las que se ven in-volucrados los actores, los lugares y los tiempos por losque transitan, estos deben ser los elementos claves deltrabajo etnografico que apoya al analisis historico.

Seria a partir de las situaciones que se pueden orde-nar los niveles de eomposicion social. En el primer nivelestan las situaciones concretas, le siguen las secuenciasde situaciones y el entramado en el tiempo y el espacio,y asi hasta Uegar a los grandes marcos sociales y susmovimientos gencrales. El actor social tiene referenciali-dad al mundo segun los lugares por los que transita y eltiempo que se relaciona con ellos. En esos lugares le pa-san cosas, le sucede la vida, se escenifican las situaciones.Estos lugares forman una gran red de relaciones posiblesy probables, estos lugares definen el rol y el status delactor social. Los vineulos entre lugares, tiempos y aeto-

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res conforman niveles de organizacion social. La tareadel bistoriador es reconstruir los patrones de accion einteraccion entre los actores sociales, definir los motivosy objetos de accion, ordenar los marcos de relacion ge-neral entre tipos de actores y de acciones, basta llegaral nivel de los movimientos sociales.

El ordenamiento que tales procedimientos permi-ten, busea retomar la espontaneidad del diseurso parti-cular del acto social armandola en un tejido formal quepermita su aniUsis. Y en otro sentido propuestas asiconsiguen subir la escalera de lo particular bacia lo gene-ral sin perder escalon alguno. Hay que tomar en consi-deracion que el trabajo se inicia en una descripcion delo presente, y de ahi se mueve bacia atras. Este movi-miento anali'tico es complejo y requiere de un metodicoy sistematico ejercicio de la imaginaeion y la 16gica.gica.

3) El actor social, la historia contempordnea y lacultura politica.

El actor social particular es el centro del procesode elaboracion de la historia del Mexico contempora-neo; entender su roi dentro del analisis y formacion deldiseurso sobre la historia es una necesidad basica.

La pregunta por el actor soeial en este proceso tie-ne dos aspectos rclevantes. El primero apunta hacia lapraxis, el actor como el bacedor de la historia. El segun-do apunta hacia el analisis, el actor como sujeto de me-moria y conciencia de la historia. Los dos aspectosse relacionan entre si en la unidad de la eomposicionsocial, ante el historiador se separan y funcionan en for-ma relativamente independiente.

Los actores sociales actuan su cotidianeidad y eom-ponen al mundo social, en este movimiento se entrela-zan factores subjetivos y objetivos. El movimiento pue-

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de ser observado desde su fase exterior, registrandoselas relaciones que se verifican en la composicion objeti-va, de ahi pudieran inferirsc algunas regularidades yUegar incluso a una modelizacion de la vida social. Laotra perspectiva es la que aqui intcresa, la historia comoel ejercicio de voluntades y de puntos de vista, la accionsocial como producto dc cicrtas fuerzas subjetivas, la ac-cion social como promotora de condiciones objctivas,imaginadas de cierta manera con anticipacion. No esque la decision sea tajante en la opcion entre una y otraperspectiva, de hecho las dos se mezclan siempre, lo quese subraya, es el enfasis en la composicion subjetiva delmundo social, en la concepcion del mundo como unmundo imaginado y representado ademas dc sentido.

Y bien, si los actores sociales ban construido elmundo contemporaneo, si lo han heeho en mcdios eape-cificos y con ciertas relaciones particulares, es sencillopensar que de todo eilo tienen alguna idea, imagen, vi-sion, recuerdo, de la misma manera que tienen una pros-pectiva, expectativas del mundo por venir, de la socie-dad futura. Este es el orden con di cual el historiador sepone en contacto en el pioceso que aqui se ha venidopresentando.

^Cual es el lugar analitico que ocupa el actor socialen todo este asunto?. Para responder a esta prcgunta elconcepto de eultura politica es util. En el contexto deestas proposiciones, se enticnde por cultura politica ala conciencia que de la organizacion social y de la his-toria de esa organizacion social tionen los actores socia-les. Esta conciencia se arma en un lugar concreto, enciertas practicas particulares. en refercncia con objetos ypersonas espfTi'ficas. El concepto de cultura politica se-nala la relacion que los actores sociales tienen de formaindividual y coloctiva con su niedio mediato e inmedia-to, la relacion del actor con <;1 ordon y el ordenamiento,la relacion futura que hay entre la subjetividad particu-

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lar y grupal-sectorial con el orden social de lo particu-lar y lo general.

Si para elaborar el discurso sobre la historia con-temporanea los actores en particular son los elementoscentrales, un marco de conceptualizacion de la relaeionentre ellos y el mundo general es util,* el eoncepto decuLtura politica tiene este rol dentro del trabajo delhistoriador de frente a la subjetividad particular de losactores.

Lo particular y lo general vuelven a apareeer eomola oposicion-relacion fundamental. Fl nombre de estarelacion es el nombre de la relacion entre el individuo yla sociedad, entre la vida cotidiana y la organizacion so-cial ^obal. El primer nivel de trabajo en esta relacion esel sincronieo, la explicitacion de la situacion y la posi-cion de los individuos en la organizacion social de hoy.Para este nivel el trabajo propiamente etnografico essuficiente. El segundo nivel es el historico, el individuoante su memoria y conciencia de lo sucedido, el mundode hoy como cspejo a veees claro y a veees borroso delo que fue ayer. Para este nivel el asunto de la liistoriaindividual y la historia general tiene complieaciones ex-tras.

Reconstruir la historia regional y nacional a partirde historias de vida tiene algunos problemas, todos ellosvinculados a la duda por la expresion de la subjetividad,por la objetivacion de una objetivacion previa interiori-zada. El metodo propone aqui trabajar con la relacionsocial y la asociacion colectiva. Si los individuos parti'ci-pes de los acontecimientos por reconstruir elaboran con-juntamente un discurso sobre ello, en el transito de laprimera evocacion al aeuerdo sucederan otras cosas, tanvaliosas como es el efecto que sobre la conciencia deneel ordenamiento de informacion. El trabajo de analisishistorico adquiere asi una composicion prcnada de ac-tualidad y de futuro. En todo el proceso el historiador

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funciona como promotor y como oLservador, de hechose dan dos procesos paralelos y complementarios, el quese verifica en el grupo y el que se verifica en el historia-dor.

La elahoracidn historica es una tarea political ad-quiere 1t)da su dimension con la paiticipacion de los ac-tores sociales, escritores directos en la practica del hacerdiario. El trabajo del historiador es una labor de frente ala accionf no solo la aecion pasada sino la aecion de hoyy la por venir. El rol del historiador tiene una importan-cia muy grande en el proceso de toma de conciencia delos actores sociales de su propia historia, y por tantoen la configuracion de nuevas formas de conciencia y deorganizacion sodal.

m . Modelo de analisis de la historia contemporanea deMexico. (Apuntes hacia una nueva practica en laelaboracion del discurso historico).

I) Actores contempordneos. el pasado y elfutu-TO. La conciencia y la aecion en el tiempo yen el espacio.

Para un analisis historico la primera preocupaciones por la dimension temporal de la composicion social.La temporalidad social se elabora en diversos ritmos, ea*dencias, logicas, y al mismo tiempo es una inmensa olamoviendose en un solo compas. Al intentar una recons-truccion historica las temporalidades regionales y parti-culares se cruzan con una gigantesca temporalidad quecubre a la totalidad social. En este momento un sectorsocial es contemporaneo de todos los demas en un senti-do, y no lo es en otre. Las actividades se relacionan unascon ptras, los actores sociales forman parte de pequenasy grandes redes de interacciones, la vision del todo tieneuna presencia innegable, pero tambien esta la particula-

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Jesus Galindo

ridad, la referenda a lo unico e irrepetible, el eurso de lavida individual y local. La historia total es un espectacu-lo de miles de formas y colores diversos, casi innombra-bles. La vision del todo y de las partes, el orden de logeneral y de lo particular, el antes y el despues movi^n-dose a distintas escalas e intensidades.

La temporalidad se ordena en marcos especi'ficos,su configuracion depende del tipo de aetores y sus res-pectivas rutas de vida. Al nombrar la historia generalnombramos un nivel de composicion de la temporali-dad, los distintos niveles dependen de los distintos orde-nes en los cuales los actores sociales se ven involucrados,ordenes internaiizados en forma particular y que confi-guran de manera heterogenea el campo general de lacomposicion temporal de lo social.

Los actores contemporaneos estan distribuidoe se-gun cieitos patrones de composicion espacial y tempo-ral, no es solo que vivan en lugares distintos, tambienviven temporalidades distintas. El ordenamiento espa-cial responde a multiples factores y no es dificil de cons-tatar, e^ evidente; unas gentes viven aqui, otras alia. Elordenamiento temporal es un poco mas complicado deentender, se liga con la composicion subjetiva de Io so-cial. Fisicamente todos los actores sociales viven el mis-mo en el veinte de mayo de 1985; subjetivamente no,para unos es un veinte de mayo, para otros, otro. Estose descubre en el analisis historico desde 16 regional. Co-nocer y ordenar analiticamente estas diferencias y simi-litudes es una tarea primordial del nuevo historiador.

2} Actor y media. Historia y geografia regionaly nacionai.

El espacio es la segunda dimension de la eomposi-cion social importante para el trabajo de elaboracionde la hlstoria regional y nacionai contemporanea. Me-

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hiitoria y conciencia histdrica. . .

xico es un territorio espacialmente muy grande, las re-giones que lo componen se definen por criterios de di-versa I'ndole. Por ejemplo, la orografia y composicionfi'sica definen ciertos poblamientos, los intereses colo-niales definieron otros, los actualcs polos de desarroUodefinen a todos. Como podra inferirse, la composicion

'demografica es elemental para el trabajo de un historia-dor, detras de estas descripciones se encuentran una grancantidad de factores de diversa importancia.

La unidad ecologica entre actor y medio marca lahistoria de cada lugar y de cada sujeto social. Un histo-riador debera estar atento a las caracteristicas del mcdioen cl cual el actor social se desenvuelve, este medio pue-de ser una campiHa verde y productiva, un desierto du-ro e intransigente, o una ciudad con millones de habitan-tes y miles de calles de peculiaridades unicas. El mediotambien narra una historia, a su modo, en un lenguajeque se cifra en objetos y arquitectura, en rasgos natura-les y cultura. El actor expresa en si mismo su transitopor el medio que lo ha envuelto, la relacion de actor ymedio constituye la materiaJidad objetiva de la cual seforma el discurso sobre la historia.

I,a relacion entre el actor y el medio es la clave dela distancia entre el nivel nacional y regional de la his-toria. El medio puede ampUarse o reducirse segiin elmomento y el lugar. Por ejemplo, el sistema nacional deciudades se constituyo hasta hace unos pocos anos entoda la extension del territorio nacional, antes el con-tacto de lugar a lugar se mediaba demasiado por la au-sencia de relaciones comerciales y de vias de comunica-cion; en sentido estricto solo estaba conectado el centrodel pai's a traves del eje Mexico-Veracruz y Mexico-fron-tera norte. Hoy el sistema nacional existe, pero aun sonmuchas las regiones poco comunicadas. El que una zonaejste mas o menos comunicada por infraestructura en ca-rreteras, ferrocarril o puertos, o que tenga una defi-

Jea&a Gatindo

ciente relacion con la sociedad nacional a traves de losmedios de comunicacion, hace la diferencia. El pais esuno antes de la comunicacion, otro despues. Lo que unactor social percibe de su medio en un momento y otroes muy diferente, la relacion con su medio inmediato semodifica, la relacion con el mediato tambien, la historiase transform a por consecuencia.

3) La sociedad nacional y la conciencia histdricaen el sigio XIX y el siglo XX.

El proceso que se ha propuesto se ubica dentro deuna investigacion mayor que podria titularse, "Socie-dad, nacion y conciencia historica". Durante el si^oXIX y el siglo XX se ha ido componiendo la nacionali-dad mexicana y el Estado nacional de Mexico, lo que hasucedido durante esos mas de ciento cincuenta aflos eneste pai's con la gente que lo ocupa, ea la pregunta porla historia de Mexico, y particularmente lo que ha suce-dido durante el siglo XX es la pregunta por la historiacontemporanea de Mexico.

^Cuai es el Mexico que la gente esta viviendo hoyY,;,de donde viene esa concepcion, esa idea, ese sentimien-to?, ^cuantos M^xicos existen y en donde?. Estas yotras preguntas son las gui'as del trabajo por La historiade Mexico que un historiador se hace prospectivamente,en Una relacion cercana con los actores direetos de lahistoria actual y sobre todo del futuro. Su materialidadde trabajo es el discurso de la gente, la manifestaciondiscursiva de la objetividad interiorizada, la version di-recta de lo que el mundo actual, pasado y futuro es pa-ra la gente.

El analisis de la cultura politica —conciencia de laorganizacion social y de la historia— y su vinculacion ala accion social y los movimientos sociales en un sentidoanalitico permite una gran riqueza de comprension y ex-

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historia y eondenda htst^Hca—

plicacion, evidentemente un paso superior es la vincula-cion no solo analitica sino practica, lo cual es relativa-mente sencillo, por lo menos en cuanto intencion, yaque la forma de trabajo implica una relacion muy cer-cana con los actores sociales mismos. Es decir, el ana-lisis de la historia de nuestra formacion social junto conlos actores direetos da maiden a actividades restringidasde la practica de la historia como ciencia convencional.

4) Recordar para transforms: Informacion ycomunicacion en el proceso de relacion con-deneia-prdctiea de la Historia.

Pendiente de un hilo en toda esta proposicion estael asunto de las redes de informacion-comunicacion, es-to por varias razones. Por un lado los actores sociales almoverse en ciertas redes estan delimitados en el accesoa cierta informacion, es decir, su saber ae d e ^ e por lasfuentes de informacion de que disponen* no todo es ex-periencia directa. Por otra parte, al despegar el procesode elaboracion del discurso sobre la historia region^ ynacional, el asunto de las redes se tCHna en crucial, serapor ellas que los actores difundan lo que estan actuali-zando, sera por ellas que los actores ampli'en su marcode conocimiento, sera por ellas que tomen decisionessobre tal o cual version. Asi' pues, las redes de comunica-cion-informacion cumplen ciertas ^nciones antes y du-rante el proceso de analisis historico.

En todo esto el historiador cumple un rol impor-tanto. M llegar a la gente la situacion a proposito de lamemoria y la conciencia de la historia puede presentardistintas configuraciones; a partir de la llegada el feno-meno adquiere otras proporciones, el historiador propo-ne como objeto de atcncion detenida a la historia delactor social. Con la llegada del historiador el actor so-cial adquiere el rol de historiador, este fenonieno impul-

Jesua Galindo

sa el oficio de escribir la historia, dje haccrla exphcitade manera extraordinaria. Lo que sucede a partir de laformacion de esta comunidad de analisis historico quedadcfinido por la direccion que siga el curso cotidiano apartir del hecho mismo de la toma de conciencia histo-rica.

El proceso pudiera subtitularse "recordar para trans-formar ', pero no necesariamente, las relaciones entre laconciencia y la practica pasan por la evaluacion de lasnecesidades percibidas por los sujetos sociales; el caso esque tomar conciencia de lo que sucede y de sus antece-dentes no lleva por necesidad a la iniciativa de transfor-marlo en la practica. De cualquier modo, lo que sucedede hecho cs que se promueve con esta propuesta la tomade conciencia historica —es decir, de la liistoria, es decir,la cultura politica 7, y este hecho no cs secundario,coadyuvara a la identidad, al fortalecimiento de la vo-luntad popular, cualesquiera que sean los objetos que es-ta tome comQ necesarios de desarrollar.

Conclusion.

A manera de conclusion y no como conclusion pro-piamente, pueden senalarse dos ideas que han ido para-ielas a lo larjio de toda la argumentacion. Las dos ideasno deben tomarse como sintesis, para ello se requeririade otros elementos, son mas bien recursos del enfasis,subrayados, claves de ordenamiento que podri'an ser liti-Ifis para regrcsar sobre todo lo dicho. En algunas lineaslas dos ideas son las siguientes:

la. - Los movimientos sociales y la cultura politica(conciencia de la organizacion social y de lahistoria) son elementos del analisis de la com-position social ([uc estan vivos, existen en latrania at^tual de las relaciones sociales, formanparte de ellas. El mundo siempre se presenta

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historia y condencia hlstdrica. ..

ordenado en cierto modo; el que un especia-lista en el ordenamieiito de lo social compartay aeuma la difusion de sus instrumentos de co-nocer y aprehender el mundo, es un aconteci'miento de enormes proporciones. El historia-dor es un especialista en esta situacion, cum-plir su rol es su oficio y su compromise ine-ludible.

2a.— La historia empieza por la historia contempo-ranea. El analisis historico principia por elpunto de vista de los actores soeiales que es-tin haciendo la historia en la practica. El tiis-toriador no puede dar vuelta a esta situaciorieludiendo al presente y al futuro. El oficio delhistoriador mira en principio haeia el ftituro,esto lo hace de frente al presente dirigiendocon cuidado su reflexion y su vision hacia elpasado. El historiador siente, imagina y pien-sa; nadie como el para acercar el ritmo decomposicion de nuestro tiempo con la parti-tura de organizacion de todos los tiempos.

Lo que aqui se ha querido decir es, como sucede enestos easos, realmente muy poeo. El interes manifiestoen sacar a la historia de los marcos de la exclusiva eru-dieion y/o el cireulo de la legislatura ofieial. Para ellose propone mirar a lo particular, retoniar la vida (del am-bito de lo local y regional, la composicion social) de locotidiano actual y anteeedente. Para ello se sugiere rea-lizar la escritura de la historia con la gente y no solo so-bre la gcnte. Quiza no es del todo claro y oportuno; loque es definitivo es que pide una toma de posicion.

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Notasy rcfcrencias bibliograficas

DE CERTEAU, MichelLa escritura de la historia,Universidad Iberoamericana,1985, Mexico.

GALINDO, Luis JesusDiscurso, conciencia e historiadel Movimiento Urbano Popu-lar,Universidad de Colima-UAM-X(en prensa), Mexico.

HELLER, AguesSociologia de lavida cotidiana,Ediciones Peninsula, 1977,Barcelona.

SAA1UEL, Raphael (ed.)Historia popular y teoria socia-lista.Editorial Cri'tica, 1984, Barce-lona.

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