Lc 13,22-30. En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusa-lén, recorría ciudades y aldeas enseñando. Uno le preguntó: -Señor, ¿serán pocos los que se salven? Jesús les dijo: -Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos inten-tarán entrar y no po-drán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo: «Señor, ábrenos» y él os replica-rá: «No sé quiénes sois.» Entonces comenzaréis a decir: «Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nues-tras plazas.» Pero él os replicará: «No sé quiénes sois. Alejaos de mí, mal-vados.» Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios y vosotros os veáis echa-dos fuera. Y vendrán de Oriente y Occidente, del Norte y del Sur y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos.Palabra del Señor.

Próxima semana: Si 3,17-18.20.28-29 / Sal 67 / Heb 12,18-19.22-24a / Lc 14,1.7-14

Domingo XXI del Tiempo Ordinario

(Semana 1ª del Salterio)

hojaparroquial22 de agosto de 2010Semanario de la Diócesis de Segorbe-CastellónNº 2.530

Rutas de Fe y Cultura Alto Mijares

El Evangelio del Domingo

Embalse de Montanejos desde el Calvario de Puebla de Arenoso

2 // Hoja Parroquial de la Diócesis de Segorbe-Castellón

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Sta. Bárbara de Puebla de Arenoso. Siguiendo el curso del Mijares, por una carretera sinuosa que bordea el embalse de Montanejos, se llega a Puebla de Arenoso. Recibe al visitante la ermita de la Virgen de Loreto, asentada sobre un tradicional Calvario. Al otro lado de la población, -fotografía- se encuentra la ermita de Santa Bárbara, cuya primera mención es el informe de una visita pastoral de 1818.

Montán. Desde Montanejos, sale una carretera hacia Montán, un pequeño pueblo que concentra la animación vesper-tina en la plaza de la Iglesia parroquial, de-dicada a San Bernardo Abad, y regada en su base por una fuente con varios caños.

-fotografía- se encuentra la ermita de Santa Bárbara, cuya primera mención es el informe de una visita pastoral de 1818.-fotografía- se encuentra la ermita de Santa Bárbara, cuya primera mención es el informe de una visita pastoral de 1818.-fotografía- se encuentra la ermita de Santa Bárbara, cuya primera

Ermita de la Virgen de los DesamparadosMontanejos. Montanejos es una vi-lla termal, que cuenta entre sus monumen-tos la torre y el castillo árabe, varios puentes, la iglesia parroquial de Santiago (s.XVIII), y la ermita de la Virgen de los Desamparados (s.XVIII). Ésta se en-cuentra en barrio de la Alquería, a un kilóme-tro de Montanejos en dirección hacia Onda.

Hoja Parroquial de la Diócesis de Segorbe-Castellón // 3

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Argelita. Retomando la CV21 dirección Onda, pasamos por Argelita. Junto a la iglesia parroquial dedicada a Santa Ana (s.XVII), se conservan dos torres del antiguo palacio del último gobernador almohades, el rey Zeit-Abu-Zeit, (s.XII) que se convirtió al cristianismo.

Ermita del Sto. Sepulcro en Fanzara. Dejando por un momento la CV21, se toma la CV194 hasta Fanzara. Entrando en el pueblo, se advierte un calvario sobre el que está construida la ermita dedicada al Santo Sepul-cro. Se llega así al punto fi nal de esta ruta por el Alto Mijares. Luego se puede volver hacia la Plana por Onda.

Santuario de Santa Ana en Zucaina. Dirigiéndose hacia el Maestrat, se llega a Zucaina. Justo antes de que las agrestes montañas dejen un poco más de espacio, a 4 kilómetros de la población, nos encontramos con el Santuario de Santa Ana. El complejo cuenta con unos porches, y está junto a un río. Ideal para un pic-nic en la sombra y el fresco.

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hojaparroquial

POR JUAN MANUEL GIL

La religión, algo que vale la pena ¿o no?Parece una pregunta un poco inútil, pero certifi co que no es así. Muchas veces, a través de la historia, han apa-recido personas que dicen que Dios es una invención del hombre, para que le defi enda del miedo que siente ante el dolor y la muerte. Otros han dicho que es una proyección del deseo del hombre para ser poderoso. Otros han defendido la idea de que Dios fue creación de los ricos para hacer callar a los pobres con mensajes de resignación. En nuestros tiempos de fundamentalismos crueles, se ha llegado a utilizar la religión como baluarte de guerras, incluso como de-fensora del orden establecido, como arma de represión o medio de explota-ción.

A los que tenemos fe y procuramos vivirla responsablemente, nos parecen tales opiniones auténticos disparates. Me agrada mucho más la opinión de un psicólogo que en un escrito muy atinado hablaba de la religión en estos términos: “La religión está en el mismo proceso evolutivo de la persona y de la

humanidad. No podríamos entender-nos sin ella”.

Maravillosa opinión que eleva a tal altura a este valor que la Providencia nos ha dado, y que cuando leemos la historia podemos ver al punto que en las etapas en que la religión, sea la que sea, mucho más la cristiana, ha sido apreciada y vivida a tope, ha moldeado personas de tal valía moral, de tan eleva-da santidad, que se necesita ser inviden-te para no querer aceptar la cantidad de bien y de paz que reporta a la sociedad y a cada persona, si la acepta y la vive. Podría citar ejemplos no sólo de santos y santas cristianos, sino también de per-sonas santas apoyados quizás en funda-mentos diversos que admiran e invitan a proclamar las grandezas de Dios, que se prodiga a favor de los hombres de mil modos y maneras.

La religión es encuentro con alguien a quien llamamos Dios, Creador, tras-cendente y protector de futuro desde el Amor. La religión nos ayuda a descu-brir y aceptar los propios límites desde

la vivencia de sentirse querido por Dios. Esa aceptación personal nos lanza al en-cuentro con el otro, tanto si nos resulta similar como si lo encontramos distin-to. La religión está en el mismo proceso evolutivo de la persona, hemos admiti-do antes: ciencia, cultura, arte, atencio-nes a todo el que nos necesite, forman parte de ella. Muchos hombres y muje-res han dado su vida y la siguen dando al servicio del necesitado, partiendo del compromiso con su Dios.

La religión nos impulsa a querer ser mejores, a comprometernos saltando toda suerte de barreras, porque hemos encontrado en ella el gran motor que impulsa nuestras vidas. Eso no quita el que seamos respetuosos y tolerantes con aquellos que piensan y sienten de forma diferente. El respeto debe ser hilo conductor de la vida social, y nonos podemos permitir el lujo de perderlo. Al contrario. Desde el respeto hemos de saber abrir puertas a dos grandes huéspedes: el encuentro fraternal y el diálogo.

29 DE AGOSTOLa Costa

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