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QUÉ ES LA HTA
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La hipertensión arterial es la elevación persistente de la presión arterial por encima de los valores establecidos como normales por consenso. Se ha fijado en 140 mm Hg para la sistólica o máxima y 90 mm Hg para la diastólica o mínima.
Uno de sus mayores peligros es que se trata de un mal silencioso, usted puede tener la tensión arterial elevada y no mostrar síntomas.
La hipertensión, por tanto, es la señal de alerta de un mayor " riesgo cardiovascular ": problemas cardíacos (infarto, angina o insuficiencia cardíaca), renales (insuficiencia renal) y cerebrales (hemorragia o infarto cerebral y a la larga demencia), por eso, aunque la persona se encuentre perfectamente, debe tomar medidas para su control. Un tratamiento correcto y mantenido disminuye el riesgo individual.
¿A qué se debe la hipertensión arterial?
En la mayoría de los casos no se han encontrado causas específicas. Sin embargo, existen algunos factores que hacen que se tenga mayor riesgo de padecerla: antecedentes familiares, obesidad, consumo elevado de sal, alcohol, tabaco, falta de ejercicio y estrés, son algunos de ellos.
Alrededor del 90 al 95 por ciento de todos los casos de presión arterial alta constituyen lo que se denomina hipertensión primaria o esencial. Esto significa que se desconoce la verdadera causa de la presión arterial alta, pero existen diversos factores relacionados con la enfermedad:
• La herencia genética, ya que se transmiten de padres a hijos.
• La edad, hay más posibilidades de padecerla cuando más edad se tiene.
• La raza, es más frecuente en raza negra.
• Los hábitos de vida, tales como el sedentarismo, consumo excesivo de sal, grasas saturadas, alcohol, tabaquismo.
• Niveles altos de estrés.
• DIABETES
• Sobrepeso y obesidad
El 5 a 10 por ciento restante de los pacientes con presión arterial alta sufren de lo que se denomina hipertensión secundaria. Esto significa que la presión arterial alta es causada por otros motivos o enfermedades como son trastornos renales, glándulas suprarrenales o ingesta de medicamentos. Lo importante de poder identificar a estos pacientes es que si se trata el problema que la causa la hipertensión arterial se cura.
¿Es frecuente la hipertensión arterial?
Se trata de una enfermedad muy común en todo el mundo que afecta a más del 20 por ciento de los adultos entre 40 y 65 años y casi al 50 por ciento en las personas de más de 65 años.
¿Cuáles son las cifras normales de presión arterial?
Presión arterial sistólica o máxima normal Menor de 140 mmHg
Presión arterial diastólica o mínima normal Menor de 90 mmHg
Cifras de presión arterial en los adultos según el Consenso Europeo de Hipertensión Arterial, 2009
CategoríaPresión arterial sistólica (mmHg)
Presión arterial diastólica (mmHg)
Óptima < 120 < 80
Normal < 130 < 85
Normal alta 130 - 139 85 – 90
¿Qué papel tiene la herencia en la HTA?
La herencia en la hipertensión arterial es multifactorial, lo que quiere decir que lo que se trasmite es una tendencia o predisposición a desarrollar cifras elevadas de tensión arterial lo que unido a diversos factores medioambientales puede desencadenar finalmente su aparición.
Se desconoce su mecanismo exacto, pero la experiencia acumulada demuestra que cuando una persona tiene un progenitor (o ambos) hipertenso/s, las posibilidades de desarrollar hipertensión son el doble que las de otras personas con ambos padres normotensos.
Si usted descubre que en su familia existen parientes consanguíneos que han sufrido ataques cardiacos (infarto de miocardio), a edad temprana (menores de 50 años) o hipertensión arterial, tanto usted como su familia deberán tomarse la tensión con cierta regularidad, pero al menos 1 vez al año.
¿Se tiene siempre la misma presión arterial?
Es muy importante destacar que la presión varía de latido a latido, durante el día y la noche, frente a situaciones cotidianas como caminar, hablar por teléfono o realizar ejercicios. Por lo tanto, la variación de la presión arterial es un fenómeno normal.
La presión arterial, cambia continuamente para adaptarse a las necesidades del organismo en cada momento. Tomas repetidas ofrecen cifras distintas más llamativas en unas personas que en otras en función de la diferente reactividad de cada uno, esto es normal.
¿Hay diferencias en la presión arterial entre el día y la noche?
La tensión no está relacionada con el día y la noche, sino con la actividad y el reposo (el sueño). Las cifras de presión arterial siguen un ritmo a lo largo de las 24 horas, que se reproduce de un día a otro y se llama “ritmo nictemeral de la presión arterial”, de manera que las cifras de presión son más altas durante la actividad y se reducen durante el sueño.
De madrugada la tensión arterial es especialmente baja y posteriormente, en las horas del despertar, la tensión arterial aumenta hasta un valor máximo, necesario para "ponernos en marcha".
Lo importante es que en reposo (durante el sueño), la presión arterial descienda un poco más del 10 por ciento de las cifras medias durante la actividad.
En las horas matutinas, si la tensión arterial no está bien controlada, el riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares es máximo: infartos y accidentes vasculares cerebrales.
¿Existen diferencias según el sexo?
Antes de la menopausia, hay menos mujeres hipertensas que varones. Después de la menopausia, aproximadamente hacia la quinta década de la vida, la mujer aumenta la prevalencia de hipertensión e incluso supera a la de los varones
¿Qué otros factores modifican la presión arterial?
Muchos otros factores influyen en que la tensión arterial cambie de unos momentos a otros, a veces en forma muy acusada: cambios en la postura corporal, variaciones en la temperatura y
humedad ambiente, las comidas, ingesta de ciertas sustancias, incluso el hecho de tomar la presión arterial puede generar una reacción de alerta que tiende a elevarla.
¿La presión arterial varía con las estaciones?
En los meses de calor los valores de presión arterial son más bajos que en los meses de fríos. En verano, con el calor, se produce vasodilatación para favorecer la pérdida de temperatura corporal y como consecuencia la tensión arterial baja.
Si una persona se expone demasiado al sol en verano, sobre todo si no se hidrata adecuadamente, puede sufrir una hipotensión muy grave e incluso con pérdida de conocimiento. Tomar agua, un refresco o una limonada pueden ser medidas preventivas apropiadas para evitar estos efectos de la insolación, aunque no son suficientes si la exposición al sol y a las altas temperaturas es muy exagerada.
En invierno, el frío provoca vasoconstricción (estrechamiento de las arterias) para evitar que se pierda calor por la piel y por eso sube la tensión arterial.
¿La presión arterial varía según el lugar donde estemos?
La altitud (montaña), favorece el aumento de la tensión arterial, mientras que las estancias a nivel del mar reducen la tensión arterial. Por eso no es recomendable el alpinismo para los hipertensos.
En algunos pacientes, la estancia en la playa, pueden reducir la tensión arterial y a veces disminuir la necesidad de medicamentos antihipertensivos.
¿Puede influir el estrés en las cifras de PA?
Existe un grupo de individuos, en los que los cambios de actividad física o mental que tienen lugar durante la vida diaria normal pueden provocar elevaciones reactivas de la PA. En los días de trabajo generalmente aumenta la tensión arterial.
Las emociones fuertes, el dolor, el miedo pueden modificar los niveles de tensión arterial, incluso se describen nuevos cuadros clínicos como es “el síndrome del corazón roto”, más frecuentemente en mujeres, que se produce por una "suelta" de hormonas llamadas catecolaminas ante una situación de estrés emocional , con recuperación total en un corto periodo de tiempo.
¿El esfuerzo físico modifica la presión arterial?
Es normal que el ejercicio físico provoque un considerable aumento de la presión arterial. La exigencia de mayor aporte de oxígeno al sistema muscular durante el ejercicio explica este
aumento. Pero tras el ejercicio se produce una disminución de la presión arterial que es muy beneficiosa.
Sin embargo, no hay que olvidar que hacer ejercicio físico de forma moderada es altamente recomendable y forma parte del tratamiento de la hipertensión arterial por sus efectos beneficiosos sobre la presión arterial y otros factores de riesgo cardiovascular como son a obesidad, diabetes, hipercolesterolemia.
HIPERTENSIÓN ARTERIAL EN EL ANCIANO
¿Existe la hipertensión en el anciano?
Hasta hace algunos años se consideraba normal que los sujetos con más de 65 años presentaran la tensión arterial elevada, pues se suponía que esto era una adaptación del organismo al paso del tiempo.
Sin embargo, se ha demostrado que a cualquier edad, el aumento de la presión arterial daña las arterias de nuestro organismo.
Se considera que toda persona que tenga la tensión arterial por encima de los límites de 140/90 mm Hg debe ser diagnosticada como hipertensa sea cual sea la edad que tenga.
¿Aumenta la frecuencia de hipertensión arterial con la edad?
En los países occidentales, las cifras tensionales diastólicas y sistólicas tienden a elevarse en ambos sexos con la edad, pero mientras que los valores sistólicos continúan haciéndolo de manera progresiva hasta al menos los 70-80 años, los valores diastólicos tienden a estabilizarse en meseta a partir de la quinta década de la vida.
Por encima de los 70-80 años quizá podría apreciarse una lenta reducción de los valores sistólicos en ambos sexos.
¿Cuál es la frecuencia de la Hipertensión arterial en el anciano?
Las tasas absolutas de ancianos hipertensos han pasado de una nada desdeñable tasa porcentual del 40 % hasta cifras absolutas en torno al 60-70 % de esta población, con progresiva mayor prevalencia en función de los sucesivos tramos de edad.
¿A qué se debe la elevación de la presión arterial en el anciano?
En el hombre aparecen modificaciones de la función y estructura del árbol vascular, del sistema cardiovascular y renal con la edad, cuya intensidad aumenta con la presencia de HTA.
Esto es debido a que por la edad las arterias pierden elasticidad, se hacen más rígidas y por tanto tienen menos capacidad para adaptarse a altas presiones, lo que hace que puedan romperse u obstruirse con mayor facilidad.
Por otro lado, el corazón del anciano tiene menos capacidad de soportar el aumento de trabajo que le supone la hipertensión arterial y por tanto más posibilidad de volverse insuficiente.
También en el anciano con la tensión alta, el riñón se afecta con mayor celeridad que en el joven, disminuyendo su capacidad de filtración.
Asimismo, influyen enormemente el estilo de vida (ejercicio, nutrición, hábitos tóxicos) y las enfermedades padecidas.
¿Cuáles son los tipos de hipertensión arterial en el anciano?
La hipertensión en el anciano, al igual que en el joven, se puede clasificar siguiendo distintos criterios. Por la etiología se divide en dos tipos:
Hipertensión arterial esencial o primaria: la causa del 90% de los casos de hipertensión arterial es desconocida. Siendo una afección poligénica y multifactorial.
Hipertensión arterial secundaria: es el resultado de un amplio espectro de enfermedades. Su prevalencia en mayores de 70 años es entorno al 17-18%. La causa más frecuente en el anciano es la hipertensión vasculorrenal. Le siguen en frecuencia otras enfermedades como el hipotiroidismo primario, insuficiencia renal, etc.
¿Cómo se clasifica la hipertensión en el anciano?
Presión arterial óptima: por debajo de 120/80mm Hg
Presión arterial normal: menos de 130/85 mm Hg
Presión arterial normal-alta: 130-139/85-89 mm Hg
HTA en estadio I o ligera: 140-159/90-99 mm Hg
Estadio II o moderada: 160-179/100-109 mm Hg
Estadio III o hipertensión grave: por encima de 179/109 mm Hg.
¿Qué es la HTA sistólica aislada?
Se considera HTA sistólica aislada cuando la PAS es superior o igual a 140 mm Hg con PAD igual o inferior a 90 mmHg, es frecuente en los ancianos y más en ancianas.
La presión arterial sistólica es un mejor predictor de riesgo cardiovascular que la presión arterial diastólica en sujetos ancianos.
Su importancia radica en la comprobación de que la aparición de accidentes cerebrovasculares, cardiovasculares y el deterioro renal es de dos a cuatro veces superior que en la población normal.
¿Cómo se diagnostica la HTA en el anciano?
Debe hacerse tras la toma de múltiples mediciones fiables, siguiendo las recomendaciones y procedimientos estandarizados internacionalmente.
A la hora de realizarlo se debe tener en cuenta la posible presencia de fenómenos que pueden confundir un correcto diagnóstico, como son el pozo auscultatorio, la pseudohipertensión y la hipertensión de bata blanca.
¿Qué es el “pozo auscultatorio” del anciano?
Se produce aproximadamente en el 5% de los ancianos y está en relación con el endurecimiento de las grandes arterias.
Tiene lugar si al medir la presión arterial no se infla el manguito con la suficiente presión como para hacer desaparecer el pulso que habitualmente medimos en la flexura del brazo (pulso braquial). Ello puede producir un error al determinar la presión arterial sistólica por debajo de la real.
Se puede prevenir inflando el manguito por encima de los 250 mm Hg.
¿Qué es la “Pseudohipertensión”?
Se produce en ancianos que tienen una gran rigidez en sus arterias e impide que puedan ser colapsadas por la presión del manguito, lo que conlleva o registros falsamente elevados.
En la práctica debe sospecharse ante una persona mayor con HTA de difícil control que presenta ortostatismo, inestabilidad, desvanecimiento, pérdida de equilibrio o incluso caídas en el curso del tratamiento de la HTA.
Hablamos de pseudohipertensión cuando tras realizar una maniobra que consiste en inflar el manguito por encima de la presión máxima del paciente una vez que se palpa la arteria radial a la altura de la muñeca, se pierde el pulso radial, pero continúa palpándose la arteria, signo inequívoco de un aumento de la rigidez de la pared de la misma.
¿Qué es “Hipertensión de bata blanca”?
La hipertensión de bata blanca se observa en pacientes cuya presión arterial siempre se encuentra elevada al ser medida en la consulta del médico o de la enfermera, pero suele ser normal fuera de la misma.
Esta situación afecta de forma más intensa a la presión arterial sistólica y es especialmente frecuente entre las mujeres de edad avanzada.
El uso de la automedida domiciliaria de la presión arterial (AMPA) es útil para su diagnóstico.
¿Son diferentes los valores de automedida en el anciano?
La automedida (AMPA), es efectiva y fiable en hipertensos ancianos incluso mayores de 75 años con suficiente capacidad cognitiva. Muestra una fiabilidad superior a las mediciones en consulta.
El valor de normalidad de la presión arterial medida mediante AMPA es igual en los pacientes ancianos que en los pacientes más jóvenes (<135/85 mmHg).
¿Qué es la hipotensión ortostática?
Se habla de hipotensión ortostática cuando tiene lugar una caída de la presión arterial con los cambios bruscos de posición. Los pacientes de más edad presentan con mayor probabilidad que los más jóvenes.
La prevalencia en ancianos hipertensos es de aproximadamente un 14,6%. En pacientes diabéticos puede llegar al 19% y en enfermos de Parkinson al 60%.
¿Qué complicaciones tiene la HTA en el anciano?
La hipertensión arterial evoluciona de forma silenciosa durante decenios, por lo que los ancianos sin tratamiento o incumplidores del mismo tienen riesgo de desarrollar lesiones de “órganos diana” por el efecto directo de la tensión elevada o por acelerar y agravar la arteriosclerosis. Las consecuencias son:
Efectos cerebrales: la hipertensión arterial es la causa más importante de accidente vascular cerebral. También existe una estrecha relación entre la hipertensión y el desarrollo posterior de deterioro cognitivo o demencia.
Efectos cardíacos: constituyen la cardiopatía hipertensiva. Su primera y más frecuente repercusión es la hipertrofia del ventrículo izquierdo, responsable de complicaciones como insuficiencia cardíaca, angina, infarto agudo de miocardio, arritmias ventriculares o muerte súbita.
Efectos renales: la hipertensión arterial es tanto una causa como una consecuencia de la nefropatía aguda o crónica, constituyendo también un factor determinante de progresión de la enfermedad renal y del riesgo de insuficiencia renal terminal.
Efectos vasculares: la hipertensión arterial afecta primariamente a las arterias y arteriolas, ocasionando vasculopatía periférica en forma de claudicación intermitente y vasculopatía retiniana con pérdida de visión.
¿Es beneficioso tratar al anciano hipertenso?
Durante mucho tiempo no se efectuaba tratamiento de la hipertensión en el anciano por considerarla un mecanismo fisiológico.
Sin embargo, los estudios realizados en los últimos años han demostrado categóricamente la importancia de tratar la hipertensión en el anciano ya que estos son los que más se benefician de pequeños y controlados descensos de las cifras de presión arterial, por ser la población con más riesgo de complicaciones de los vasos sanguíneos del corazón y del cerebro.
Se calcula que disminuir de 10 a 12 mmHg la presión arterial sistólica y de 5 a 6 mmHg la presión arterial diastólica en los pacientes hipertensos reduce el riesgo relativo de accidente cerebral vascular en aproximadamente un 40%, el de enfermedad cardíaca en aproximadamente un 20% y la mortalidad global en aproximadamente un 15%.
El tratamiento ha de ser individualizado, ya que la hipertensión suele coexistir con otros problemas de salud ligados al propio envejecimiento.
¿Cómo se trata la hipertensión en el anciano?
Es imprescindible la realización de un tratamiento no farmacológico previo o conjuntamente al tratamiento con medicamentos y modificar estilos de vida.
Se recomienda:
Disminuir las calorías de la DIETA PARA PERDER PESO si se tiene sobrepeso u obesidad.
Disminuir la cantidad de sal en las comidas mediante supresión de la utilización del salero en la mesa y evitando tomar alimentos precocinados, enlatados y embutidos. Es preferible su utilización sobre la comida una vez cocinada, en vez de utilizarla durante la cocción.
Aumentar el consumo de potasio (frutas frescas, vegetales y cereales).
Aumentar la ingesta de calcio.
Andar diariamente al menos media hora, si bien, es preferible entre 1 y 2 horas. En las personas no entrenadas, el objetivo se debe alcanzar de forma paulatina.
Disminuir el consumo de alcohol.
En los casos en que las medidas no farmacológicas no sean suficientes, será necesario tomar además medicación para disminuir la presión. Su médico le prescribirá la más indicada a su caso.
El comienzo del tratamiento se hará a dosis pequeñas con aumento progresivo según el objetivo terapéutico a conseguir.
En muchos casos se necesitará más de un fármaco para controlar la presión arterial.
Se deberá estar atento a los efectos secundarios e interacciones que se puedan presentar.
¿Se debe tratar a los pacientes hipertensos muy ancianos?
En los sujetos de 80 años o más, las evidencias de los efectos beneficiosos del tratamiento antihipertensivo no eran concluyentes hasta la publicación del estudio HYVET donde se vio que el tratamiento antihipertensivo en esta población no solo reduce la aparición y la
muerte por complicaciones cardiovasculares sino que también reducía de forma significativa la mortalidad global por cualquier causa, es decir puede influir de forma positiva en la prolongación de la vida.
Educación al Paciente
Hipertensión Arterial, principal factor de riesgo cardiovascularDr. Luis H. Zárate M.
La organización mundial de la salud considera a
la hipertensión arterial como la primera causa de
muerte a nivel mundial. Su elevada y creciente
prevalencia entre 20-50%, su déficit diagnóstico
(solo un 60%) y su bajísimo porcentaje de
pacientes satisfactoriamente controlados (8-
30%) permiten en propiedad comprender su
condición de problema de salud pública.
¿Cuándo hablamos de hipertensión arterial?
Valores de presión arterial sistólica mayores de 139 mmHg y/o presión diastólica
mayores de 90 mm de Hg se califican como hipertensión arterial si estos niveles se
observan en tres días diferentes.
La presencia de valores muy elevados con evidencias de repercusión visceral
(crecimiento de corazón o daño renal), permiten diagnóstico inmediato.
Todo tipo de dolor, estados tensiónales severos o vértigos pueden en ocasiones elevar la
presión en forma transitoria pudiendo inducir a error diagnóstico.
El calor y estados posprandiales inducen descenso de presión. La ingesta de líquidos, el
tabaco, la distensión vesical y el frío elevan la presión arterial en forma transitoria.
En la noche, durante el reposo al dormir se espera un descenso de presión arterial entre
un 10-20%.
El monitoreo de presión arterial de 24 hrs. ha ido ganando terreno en la evaluación del
diagnóstico y del tratamiento del hipertenso, siendo en algunas normas internacionales
una recomendación en la medida que su costo sea abordable.
Mecanismos de desarrollo
La presión arterial normal, con valores menores de 120 mm Hg para la presión arterial
sistólica y menores de 80 mm Hg para la presión arterial diastólica expresa un sistema
cardiovascular funcional y estructuralmente sano. Estos niveles rebelan una adecuada
producción de sustancias protectoras que impiden la proliferación de las paredes
vasculares y mantienen el lumen vascular compatible con adecuada perfusión de los
tejidos. Además reducen el riesgo de trombosis.
La indemnidad de su capa interna llamada endotelio resulta decisiva.
Lamentablemente, factores genéticos y trastornos metabólicos frecuentes tales como un
aumento de la glucosa o del colesterol, obesidad central, tabaquismo, abuso del alcohol
y sedentarismo crean condiciones adversas que dañan dicha estructura conduciendo a la
disfunción endotelial. Se ha puesto en marcha el proceso de daño que lamentablemente
tendrá un perfil progresivo e inicialmente silente.
El aumento de la presión producirá cambios estructurales en toda la vasculatura, en
corazón, riñones, etc.
Tendremos una reducción en la perfusión de los tejidos.
Población de mayor riesgo
Siendo el factor genético muy importante, resulta evidente que las personas con
antecedentes familiares de hipertensión arterial deben realizarse registros de presión
arterial anualmente. En los últimos años se tiende a recomendar mediciones en edades
escolares, especialmente en niños con sobrepeso.
Las personas con afecciones renales y tiroideas tienen mayor riesgo.
Las personas con sobrepeso y obesidad presentan aumento de sus cifras tensiónales.
El uso de anticonceptivos orales, especialmente asociado a antecedentes familiares de
hipertensión arterial.
El uso frecuente o prolongado de anti inflamatorios y descongestionantes.
El tabaquismo (segunda causa de muerte a nivel mundial) induce aumento de la presión
arterial por 30 minutos, siendo muy agresivo además con el endotelio.
Toda persona mayor de 30 años debe hacerse mediciones anuales de presión arterial.
Importancia pronóstica de las cifras de presión arterial
La presión óptima es de 115/75 mmHg. Por cada 2 mm que aumente la presión arterial
sistólica hay un incremento de riesgo de accidente vascular cerebral de 10% y 7% de
riesgo de enfermedad coronaria.
Síntomas y señales de daño
En los primeros años la hipertensión arterial es silenciosa.
Dolores de cabeza, sangramiento nasal, mareos, inestabilidad, zumbidos, bochornos son
síntomas muy frecuente e inespecíficos que dada la alta prevalencia de la hipertensión
arterial pueden coexistir.
En algunas formas infrecuentes de hipertensión arterial de origen suprarrenal pueden
observarse calambres, palpitaciones, cefaleas, etc.
Los síntomas de daño cardíaco, cerebral y renal son muy tardíos.
Por lo tanto, es aconsejable la medición periódica de la presión arterial bajo normas
técnicamente adecuadas.
Recordemos que la presión arterial tiene permanentes fluctuaciones, observándose en
personas normales cambios de la presión sistólica de 50 mm de Hg. Estas variaciones
explican frecuente errores diagnósticos en más o en menos. Una cifra aislada de presión
no permite un diagnóstico seguro.
Existe la hipertensión de bata blanca (presión aumentada en la consulta) y la
hipertensión enmascarada (presión reducida en la consulta).
Es necesario además del examen físico médico, la realización de exámenes de
laboratorio que expresan daños estructurales o funcionales y enfermedades asociadas
que permitirán determinar el riesgo de eventos cardiovasculares de cada paciente y
eventualmente la posibilidad de hipertensión arterial secundaria.
Los expertos mundiales periódicamente van señalando las pautas de evaluación.
Objetivos terapéuticos
En general el tratamiento debe procurar niveles de presión arterial menores de 140/90
mm de Hg. Las exigencias son mayores en personas DIABÉTICAS , en portadores de
daño renal y en pacientes con cardiopatía coronaria.
En general en personas menores de 65 años se debe procurar presiones de 120/80 mm
Hg con el fin de reducir el riesgo de eventos.
En mayores de 65 años se debe considerar la edad biológica evitando descensos mayores
que pudieran inducir hipoperfusión cerebral.
En mayores de 80 años las tendencias mostrarían tolerancia mayor con cifras cercanas a
160 mm Hg.
Estilos de vida
Como parte fundamental del tratamiento se debe optimizar el estilo de vida. El énfasis
en reducciones de calorías en personas con sobrepeso u obesidad, el aporte de frutas y
verduras (ricos en antioxidantes y potasio que es un potente vasculoprotector), uso de
sustitutos de la sal (la restricción de sodio es fundamental en los hipertensos), reducción
de grasas saturadas, limitación de alcohol, el cese tabáquico y realización periódica y
progresiva de actividad física aeróbica.
Un buen estilo de vida puede reducir las necesidades de fármacos y mejorar las
condiciones generales del paciente.
Uso de fármacos
La terapia con un antihipertensivo logra reducir un promedio de 10 mmHg, razón por la
cual la monoterapia no logra un control satisfactorio en más de un 30-40%.
Se hace necesario el uso de dos o más fármacos.
En grandes estudios se observa el uso promedio de tres fármacos antihipertensivos que
permiten obtener las metas recomendadas.
Eficacia de los fármacos
Felizmente los antihipertensivos actuales permiten lograr las metas en un 92% en
relación a la presión diastólica y casi un 65% en la presión sistólica.
En menores de 50 años el énfasis terapéutico radica en la presión diastólica, siendo la
presión sistólica el objetivo en mayores de 50 años. Este cambio se produce como
consecuencia de la progresiva rigidez de las grandes arterias.
Calidad de vida con fármacos:
Felizmente los antihipertensivos modernos son muy bien tolerados con escasos efectos
indeseados en las esferas intelectuales, físicas y sexuales.
Duración del tratamiento
Por ser la hipertensión arterial una enfermedad crónica requiere tratamiento de por vida.
Esta situación habitual se modifica en pacientes que logran un descenso ponderal muy
importante, en personas que habiendo sido bebedores inadecuados o alcohólicos logran
la abstención y en personas que habiendo sido sometidas a un importante stress crónico
logran superar su problemática.
Naturalmente que en ciertos casos de hipertensión arterial secundaria la intervención
precoz permite su curación (afecciones renovasculares, adenoma suprarrenal con
producción excesiva de aldosterona).
Errores habituales de los pacientes
Es frecuente que el hipertenso no tenga síntomas, siendo por lo tanto difícil aceptar esta
condición de enfermo. Al no comprender su altísimo riesgo vital, carece de motivación
para cambiar estilos de vida.
Estudios revelan que sólo un 15-20% son “buenos pacientes”. Además aparece la
necesidad de tomar fármacos de por vida, situación que se puede agravar por la
ocasional aparición de síntomas generados por el tratamiento.
Un 60% de los pacientes suspende parcial o definitivamente el tratamiento o al sentirse
bien toma los remedios en forma irregular.
Importancia del autoregistro
La existencia de presurómetros semiautomáticos de gran confiabilidad por haber sido
validados por organismos internacionales, ayudan a mantener una evaluación periódica
de los niveles de presión arterial del paciente en tratamiento, siendo además de gran
utilidad para el resto de la familia para detectar entre sus miembros la precoz aparición
de prehipertensión o de hipertensión. Arterial. Es importante informar a los pacientes las
condiciones que deben cumplirse para validar las cifras observadas.
Se ha observado que el auto registro mejora el cumplimiento del tratamiento a largo
plazo.
¿QUÉ ES?
La hipertensión arterial es el aumento de la presión arterial de forma crónica. Es una enfermedad que no da
síntomas durante mucho tiempo y, si no se trata, puede desencadenar complicaciones severas como
un infarto de miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral, lo que se puede evitar si se controla
adecuadamente. Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a
medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse
dificultado al paso de sangre a su través. Esto se conoce con el nombre de arterosclerosis.
La tensión arterial tiene dos componentes:
- La tensión sistólica es el número más alto. Representa a tensión que genera el corazón cuando bombea la
sangre al resto del cuerpo.
- La tensión diastólica es el número más bajo. Se refiere a la presión en los vasos sanguíneos entre los latidos
del corazón.
La tensión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHg).
La tensión arterial alta (HTA) se diagnostica cuando uno de estos números o ambos son altos. La tensión
arterial alta también se conoce como hipertensión.
La tensión arterial alta se clasifica como:
Normal: menos de 120/80 mmHg
Prehipertensión: 120/80 a 139/89 mmHg
Estadio 1 de hipertensión: 140/90 a 159/99 mmHg
Estadio 2 de hipertensión: 160/109 a 179/109 mmHg
Estadio 3 de hipertensión: mayor de 179/109 mmHg
CAUSAS
Se desconoce el mecanismo de la hipertensión arterial más frecuente, denominada "hipertensión esencial",
"primaria" o "idiopática". En la hipertensión esencial no se han descrito todavía las causas especificas, aunque
se ha relacionado con una serie de factores que suelen estar presentes en la mayoría de las personas que la
sufren. Conviene separar aquellos relacionados con la herencia, el sexo, la edad y la raza y por tanto poco
modificables, de aquellos otros que se podrían cambiar al variar los hábitos, ambiente, y las costumbres de las
personas, como: la obesidad, la sensibilidad al sodio, el consumo excesivo de alcohol, el uso de
anticonceptivos orales y un estilo de vida muy sedentario. Herencia: cuando se transmite de padres a hijos se hereda una tendencia o predisposición a desarrollar cifras
elevadas de tensión arterial. Se desconoce su mecanismo exacto, pero la experiencia acumulada demuestra que cuando una persona tiene un progenitor (o ambos) hipertensos, las posibilidades de desarrollar hipertensión son el doble que las de otras personas con ambos padres sin problemas de hipertensión.
Sexo: Los hombres tienen más predisposición a desarrollar hipertensión arterial que las mujeres hasta que éstas llegan a la edad de la menopausia. A partir de esta etapa la frecuencia en ambos sexos se iguala. Esto es así porque la naturaleza ha dotado a la mujer con unas hormonas protectoras mientras se encuentra en edad fértil, los estrógenos, y por ello tienen menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, en las mujeres más jóvenes existe un riesgo especial cuando toman píldoras anticonceptivas.
Edad y raza: La edad es otro factor, por desgracia no modificable, que va a influir sobre las cifras de presión arterial, de manera que tanto la presión arterial sistólica o máxima como la diastólica o mínima aumentan con los años y lógicamente se encuentra un mayor número de hipertensos a medida que aumenta la edad. En cuanto a la raza, los individuos de raza negra tienen el doble de posibilidades de desarrollar hipertensión que los de raza blanca, además de tener un peor pronóstico.
Sobrepeso: los individuos con sobrepeso están más expuestos a tener más alta la presión arterial que un individuo con peso normal. A medida que se aumenta de peso se eleva la tensión arterial y esto es mucho más evidente en los menores de 40 años y en las mujeres. La frecuencia de la hipertensión arterial entre los obesos, independientemente de la edad, es entre dos y tres veces superior a la de los individuos con un peso normal. No se sabe con claridad si es la obesidad por sí misma la causa de la hipertensión, o si hay un factor asociado que aumente la presión en personas con sobrepeso, aunque las últimas investigaciones apuntan a que a laobesidad se asocian otra serie de alteraciones que serían en parte responsables del aumento de presión arterial. También es cierto, que la reducción de peso hace que desaparezcan estas alteraciones.
Causas de hipertensión secundaria:
· Las causas renales (2,5-6%) de la hipertensión incluyen las enfermedades del parénquima renal y
enfermedades vasculares renales, como las siguientes:
- Enfermedad renal poliquística
- Enfermedad renal crónica
- Tumores productores de renina
- El síndrome de Liddle
- Estenosis de la arteria renal
La hipertensión renovascular (HTRV) produce el 1,2-4 por ciento de los casos. ya que el experimento seminal
en 1934 por Goldblatt, la RVHT se ha reconocidocada vez más como una causa importante de hipertensión
clínicamente atípica y como una enfermedad renal crónica. La coexistencia de la enfermedad renal arterial
vascular y la hipertensión se define más o menos este tipo hipertensión . Se realizan diagnósticos más
específicos a posteriori cuando la hipertensión ha mejorado tras una intervención intravascular.
· Las causas vasculares incluyen:
- Coartación de aorta
- Vasculitis
-Enfermedades vasculares del colágeno
· Las causas endocrinas representan el 1-2 por ciento e incluyen desequilibrios hormonales exógenos o
endógenos. Las causas exógenas incluyen la administración de esteroides. La forma más común de
hipertensión secundaria se debe a una causa renal (aunque la verdadera prevalencia del hiperaldosteronismo
no es clara).
· Otra causa común endocrina: el uso de anticonceptivos orales. La activación del sistema renina-
angiotensina-aldosterona (RAAS) es el mecanismo probable, porque la síntesis hepática del
angiotensinógeno es inducida por el componente de estrógeno de los anticoncetivos orales.
Aproximadamente el 5 por ciento de las mujeres que toman anticonceptivos orales pueden desarrollar
hipertensión. Los factores de riesgo para la hipertensión asociada con el consumo de anticonceptivos orales
incluyen la enfermedad renal leve y la obesidad. Sería preferible agrupar los anticonceptivos orales y los
esteroides con la hipertensión inducida por fármacos.
Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden tener efectos adversos sobre la tensión arterial.
Estos fármacos bloquean tanto la ciclooxigenasa-1 (COX-1) como las enzimas COX-2. La inhibición de la
COX-2 puede inhibir su efecto natriurético que, a su vez, aumenta la retención de sodio. Los antiinflamatorios
no esteroideos también inhiben los efectos vasodilatadores de las prostaglandinas y la producción de factores
vasoconstrictores, es decir, la endotelina-1. Estos efectos pueden contribuir a la inducción de la hipertensión
en un paciente con hipertensión controlada o normotenso.
· Las causas hormonales endógenas incluyen:
- Hiperaldosteronismo primario
- El síndrome de Cushing
- Feocromocitoma
- Hiperplasia suprarrenal congénita
· Las causas neurogénicas incluyen:
- Tumores cerebrales
- Poliomielitis bulbar
- Hipertensión intracraneal
· Drogas y toxinas que causan la hipertensión incluyen:
- Alcohol
- Cocaína
- Ciclosporina, tacrolimus
- Fármacos antiinflamatorios no esteroides
- Eritropoyetina
- Medicaciones adrenérgicas
- Descongestionantes que contienen efedrina
- Remedios a base de hierbas que contienen regaliz
- Nicotina
· Otras causas:
- Hipertiroidismo e hipotiroidismo
- Hipercalcemia
- Hiperparatiroidismo
- Acromegalia
- Apnea obstructiva del sueño
- Hipertensión inducida por el embarazo
La apnea obstructiva del sueño es un trastorno de la respiración relacionado con el sueño caracterizado por al
menos 10 episodios de apnea y de hipopnea por hora de sueño, lo que produce sueño durante el día. Varios
estudios han mostrado que este trastorno es un factor de riesgo independiente al desarrollo de hipertensión,
tras haber sido ajustado por edad, sexo y grado de obesidad.
Aproximadamente la mitad de los individuos con hipertensión presentan apnea obstructiva del sueño, y
aproximadamente la mitad con apnea obstructiva del sueño padecen hipertensión. La monitorización
ambulatoria revela normalmente una "caída" de la presión arterial de al menos un 10 por ciento durante el
sueño. Sin embargo, si un paciente no experimenta estas "caídas", las posibilidades de que el paciente sufra
apnea obstructiva del sueño son mayores,
Numerosos estudios han demostrado que el tratamiento de la AOS por presión positiva continua (CPAP) o
terapia posición reduce los niveles de presión arterial.
SÍNTOMAS DE HIPERTENSIÓN ARTERIAL
La presión arterial elevada rara vez presenta síntomas. Estar nervioso o tenso, por ejemplo, no es sinónimo
de tener la presión arterial elevada.
DIAGNÓSTICOS
La única manera de detectar la hipertensión en sus inicios es con revisiones periódicas. Mucha gente tiene la
presión arterial elevada durante años sin saberlo. El diagnóstico se puede realizar a través de los
antecedentes familiares y personales, una exploración física y otras pruebas complementarias.
TRATAMIENTOS
La hipertensión no puede curarse en la mayoría de los casos, pero puede controlarse. En general debe
seguirse un tratamiento regular de por vida para bajar la presión y mantenerla estable. Las pastillas son sólo
parte del tratamiento de la hipertensión, ya que el médico también suele recomendar una dieta para perder
peso y medidas como no abusar del consumo de sal, hacer ejercicio con regularidad. Consejos para el
paciente con hipertensión:
Reduce el peso corporal si tienes sobrepeso.
Reduce el consumo de sal a 4-6 gramos al día; consume menos productos preparados y en conserva, y no emplees demasiada sal en la preparación de los alimentos. No obstante, existen pacientes que no responden a la restricción salina.
Reduce la ingesta de alcohol, que en las mujeres debe ser inferior a 140 gramos a la semana y en los hombres inferior a 210 gramos.
Realiza ejercicio físico, preferentemente pasear, correr moderadamente, nadar o ir en bicicleta, de 30 a 45 minutos, un mínimo de 3 veces por semana.
Reduce el consumo de café y no consumas más de 2-3 cafés al día.
Consume alimentos ricos en potasio, como legumbres, frutas y verduras.
Abandona el hábito de fumar.
Sigue una dieta rica en ácidos grasos poliinsaturados y pobre en grasas saturadas. Además de las medidas recomendadas, el hipertenso dispone de una amplia variedad de fármacos que le permiten controlar la enfermedad. El tratamiento debe ser siempre individualizado. Para la elección del fármaco, hay que considerar factores como la edad y el sexo del paciente, el grado de hipertensión, la presencia de otros trastornos (comodiabetes o valores elevados de colesterol), los efectos secundarios y el coste de los fármacos y las pruebas necesarias para controlar su seguridad. Habitualmente los pacientes toleran bien los fármacos, pero cualquier fármaco antihipertensivo puede provocar efectos secundarios, de modo que si éstos aparecen, se debería informar de ello al médico para que ajuste la dosis o cambie el tratamiento.
OTROS DATOS
Existen diversas maneras de medir la presión arterial:
El esfigmomanómetro de mercurio. Es el más exacto y menos expuesto a errores. Para su uso se requiere un fonendoscopio.
El esfigmomanómetro de aire. Es el más utilizado y es también un aparato preciso. Igualmente necesita de un fonendoscopio para su uso.
El aparato electrónico. Se utiliza mucho para realizar el autocontrol, no necesita fonendoscopio porque lleva un detector del pulso incorporado y es de fácil manejo. No obstante, se trata de un aparato muy sensible a los ruidos y a los movimientos, por lo que para que los valores obtenidos sean exactos, es necesario que el brazo no se mueva y que no se hable. Es importante que el aparato esté en buenas condiciones y se revise periódicamente. Además, para medir la presión arterial se requiere cumplir una serie de condiciones:
Para medir la presión arterial debe colocarse el manguito del esfigmomanómetro a la altura del corazón. El
borde superior debe estar como mínimo dos centímetros por encima de la flexura del codo. A continuación se
infla el manguito hasta una presión de 180 milímetros de Hg. Si se sabe que en determinaciones anteriores la
presión sistólica era superior a esta cifra, se infla hasta una presión 20 mm Hg por encima de la última
conocida. Se coloca la campana del fonendo allí donde previamente se ha localizado el latido arterial en la
flexura del codo y se procede a desinflar poco a poco el manguito. El primer latido que se escucha
corresponde a la presión sistólica o máxima y la desaparición del latido a la presión diastólica o mínima. En
los niños y también en algunos adultos, los latidos no desaparecen; entonces se considera como presión
diastólica aquella en la que se modifica la tonalidad de los latidos.
Riesgos. El principal riesgo es el infarto de miocardio. Un hipertenso no tratado tiene, como media, 10 veces
más riesgo de morir de infarto que un individuo con tensión normal. Asimismo, la hipertensión puede producir
trombos o rupturas arteriales, pudiendo dar lugar a hemorragias, daño en las células nerviosas, pérdida de
memoria o parálisis. El riñón también sufre las consecuencias de la hipertensión arterial y entre los pacientes
hipertensos se produce insuficiencia renal con más frecuencia que entre los normotensos. Los pequeños
vasos del fondo del ojo, también se ven amenazados por la hipertensión, que favorece su rotura y las
hemorragias, que puedan llevar incluso a la pérdida de la visión.
Complicaciones. Las complicaciones mortales o no de la HTA se relacionan de modo muy directo con la
cuantía del aumento de la tensión arterial y el tiempo de evolución. Por este motivo, la mejor manera de
prevenirlas es establecer el diagnóstico precoz de la hipertensión.
Hábitos correctos. Es importante según las siguientes pautas: - Ejercicio físico: La práctica de ejercicio físico es altamente recomendable, pues no sólo reduce la presión
arterial, sino que también tiene un efecto beneficioso sobre otros factores de riesgo cardiovascular como laobesidad, la diabetes o el colesterol alto. Sea cual sea su edad, hacer regularmente ejercicio físico moderado es un hábito saludable que reporta beneficios a lo largo de toda la vida. Conviene comenzar a hacer ejercicio con un programa que implique un entrenamiento suave y vaya incrementando su intensidad de forma gradual.
- Consumo moderado de alcohol: Beber alcohol en exceso aumenta la tensión arterial, pero este efecto no se manifiesta si las cantidades de alcohol son moderadas. Es importante señalar que el consumo de hasta 40 gramos diarios, no solo no produce elevación de la tensión arterial, sino que se asocia a una pequeña disminución, aunque al hipertenso que no bebe no se le aconseja empezar a hacerlo. No obstante, hay que recordar que las bebidas alcohólicas tienen calorías, por ello, si estamos sometidos a una dieta baja en calorías se debe restringir su uso. Algunas veces hay que restringir aún más el consumo de alcohol, sobre todo si la hipertensión se asocia a enfermedades metabólicas como DIABETES o al aumento de ciertas grasas en la sangre (triglicéridos).
Hipertensión arterialPara otras acepciones de "hipertensión" o "HTA", véanse Hipertensión (desambiguación) y HTA (desambiguación).
Hipertensión arterial
Proceso de remodelado arterial en la hipertensión arterial
Clasificación y recursos externos
CIE-10 I 10 , I 11 , I 12 , I 13 , I 15
CIE-9 401
CIAP-2 K 86
OMIM 145500
DiseasesDB 6330
MedlinePlus 000468
PubMed Buscar en Medline mediantePubMed (en inglés)
eMedicine med/1106 ped/1097 emerg/267
MeSH D006973
Aviso médico
[editar datos en Wikidata]
La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad crónica caracterizada por un incremento continuo de las cifras de la presión sanguínea en las arterias. Aunque no hay un umbral estricto que permita definir el límite entre el riesgo y la seguridad, de acuerdo con consensos internacionales, una presión sistólica sostenida por encima de 139 mmHg o una presión diastólica sostenida mayor de 89 mmHg, están asociadas con un aumento medible del riesgo de aterosclerosis y por lo tanto, se considera como una hipertensión clínicamente significativa.1
La hipertensión arterial se asocia a tasas de morbilidad y mortalidad considerablemente elevadas, por lo que se considera uno de los problemas más importantes de salud pública, especialmente en los países desarrollados, afectando a cerca de mil millones de personas a nivel mundial. La hipertensión es una enfermedad asintomática y fácil de detectar; sin embargo, cursa con complicaciones graves y letales si no se trata a tiempo. La hipertensión crónica es el factor de riesgo modificable más importante para desarrollar enfermedades cardiovasculares, así como para la enfermedad cerebrovascular y renal.2 Se sabe también que los hombres tienen más predisposición a desarrollar hipertensión arterial que las mujeres, situación que se modifica cuando la mujer llega a la menopausia, ya que antes de esta posee hormonas protectoras que desaparecen en este periodo, a partir de ese momento la frecuencia se iguala, por lo tanto la mujer debe ser más vigilada para esta enfermedad en los años posteriores de la menopausia.[cita requerida]
La hipertensión arterial, de manera silente, produce cambios en el flujo sanguíneo, a nivel macro y microvascular, causados a su vez por disfunción de la capa interna de los vasos sanguíneos y el remodelado de la pared de las arteriolas de resistencia, que son las responsables de mantener el tono vascular periférico. Muchos de estos cambios anteceden en el tiempo a la elevación de la presión arterial y producen lesiones orgánicas específicas.
En el 90 % de los casos la causa de la HTA es desconocida, por lo cual se denomina «hipertensión arterial esencial», con una fuerte influencia hereditaria. Entre el 5 y 10% de los casos existe una causa directamente responsable de la elevación de las cifras tensionales. A esta forma de hipertensión se la denomina «hipertensión arterial secundaria» que no sólo puede en ocasiones ser tratada y desaparecer para siempre sin requerir tratamiento a largo
plazo, sino que además, puede ser la alerta para localizar enfermedades aún más graves, de las que la HTA es únicamente una manifestación clínica.3
Los diuréticos y los betabloqueantes reducen la aparición de eventos adversos por hipertensión arterial relacionados con laenfermedad cerebrovascular. Sin embargo, los diuréticos son más eficaces en la reducción de eventos relacionados con laenfermedad cardíaca coronaria. Los pacientes hipertensos que cumplen su tratamiento tienen menos probabilidades de desarrollar hipertensión grave o insuficiencia cardíaca congestiva.4 En la mayoría de los casos, en los ancianos se utilizan dosis bajas de diuréticos como terapia inicial antihipertensiva. En pacientes ancianos con hipertensión sistólica aislada suele utilizarse como terapia alternativa un inhibidor de los canales de calcio de acción prolongada, tipodihidropiridina. En pacientes ancianos con hipertensión no complicada, aún se están realizando ensayos para evaluar los efectos a largo plazo de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina y los bloqueadores del receptor de la angiotensina-II.4
A la hipertensión se la denomina «la plaga silenciosa del siglo XXI». El Día Mundial de la Hipertensión se celebra el 17 de mayo.
Índice
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1 Historia
2 Epidemiología
3 Clasificación
o 3.1 Clasificación de la hipertensión arterial sistémica según su causa
4 Etiología
o 4.1 Sodio
o 4.2 Renina
o 4.3 Resistencia a la insulina
o 4.4 Diabetes
o 4.5 Peso
o 4.6 Apnea durante el sueño
o 4.7 Genética
o 4.8 Edad
5 Patogenia
6 Lesiones a órganos
o 6.1 Ojo
o 6.2 Sistema nervioso central
o 6.3 Arterias periféricas
o 6.4 Corazón
o 6.5 Riñones
7 Diagnóstico
o 7.1 Anamnesis
o 7.2 Procedimientos para la medición correcta de la presión arterial
o 7.3 Exploración física
o 7.4 Exámenes de laboratorio
o 7.5 Estudios adicionales
8 Tratamiento
9 Prevención
10 Véase también
11 Referencias
12 Enlaces externos
Historia[editar]
Artículo principal: Historia de la hipertensión
Ilustración por William Harvey(1578-1657) de la circulación venosa del antebrazo.5
En el siglo III d. C., el médico indio Súsruta menciona por primera vez en sus textos los síntomas que podrían ser coherentes con la hipertensión.6 En esa época se trataba la «enfermedad del pulso duro» mediante la reducción de la cantidad de sangre por el corte de las venas o la aplicación de sanguijuelas.7 Personalidades reconocidas como el Emperador Amarillo (en China), Cornelio Celso, Galeno eHipócrates abogaron por tales tratamientos.7
La comprensión moderna de la hipertensión se inició con el trabajo del médico William Harvey (1578-1657), quien en su libro de texto De motu cordis fue el primero en describir correctamente la circulación sanguínea sistémica bombeada alrededor del cuerpo por el corazón. En1733, Stephen Hales realizó la primera medición de la presión arterial registrada en la historia.7 Hales también describió la importancia del volumen sanguíneo en la regulación de la presión arterial. La contribución de las arteriolas periféricas en el mantenimiento de la presión arterial, definida como «tono», fue hecha por primera vez por Lower en 1669 y posteriormente por Sénac en 1783. El papel de los nervios vasomotores en la regulación de la presión arterial fue observada por investigadores como Claude Bernard (1813-1878), Charles-Édouard Brown-Séquard (1817-1894) y Augustus Waller (1856-1922). El fisiólogo británico William Bayliss (1860-1924) profundizó este concepto en una monografía publicada en 1923.
En 1808, Thomas Young realizó una descripción inicial de la hipertensión como enfermedad.7 En 1836, el médico Richard Bright observó cambios producidos por la hipertensión sobre el sistema cardiovascular en pacientes con enfermedad renal crónica.7 La presión arterial elevada por primera vez en un paciente sin enfermedad renal fue reportada
porFrederick Mahomed (1849-1884).8 No fue hasta 1904 que la restricción de sodio fue defendida mientras que una dieta de arroz se popularizó alrededor de 1940.7
Cannon y Rosenblueth desarrollaron el concepto de control humoral de la presión arterial e investigaron los efectos farmacológicos de la adrenalina. Tres colaboradores que permitieron avanar el conocimiento de los mecanismos humorales de control de presión arterial son T. R. Elliott, Sir Henry Dale y Otto Loewi.2
En 1868, George Johnson postuló que la causa de la hipertrofia ventricular izquierda (HVI) en la enfermedad descrita por Bright fue la presencia de hipertrofia muscular en las arterias más pequeñas por todo el cuerpo. Nuevos estudios patológicos clínicos por sir William Gull y HG Sutton (1872) dieron lugar a una descripción más detallada de los cambios cardiovasculares producidos en la hipertensión. Frederick Mahomed fue uno de los primeros médicos en incorporar sistemáticamente la medición de la presión arterial como parte de una evaluación clínica.9
El reconocimiento de la hipertensión primaria o esencial se le atribuye a la obra de Huchard, Vonbasch y Albutt. Observaciones por Janeway y Walhard llevaron a demostrar el daño de un órgano blanco, el cual calificó a la hipertensión como el «asesino silencioso». Los conceptos de la renina, la angiotensina y aldosterona fueron demostrados por varios investigadores a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Nikolái Korotkov inventó la técnica de la auscultación para la medición de la presión arterial. Los nombresIrvine H. Page, Donald D. Van Slyke, Harry Goldblatt, John Laragh y Jeremy B. Tuttle son prominentes en la literatura sobre la hipertensión, y su trabajo mejora la actual comprensión de las bases bioquímicas de la hipertensión esencial. Cushman y Ondetti desarrollaron una forma oral de un inhibidor de una enzima convertidora a partir de péptidos de veneno de serpiente y se les acredita con la síntesis exitosa del antihipertensivo captopril.
Epidemiología[editar]
Datos recientes del Estudio Framingham del Corazón sugieren que aquellos individuos normotensos mayores de 65 años de edad tienen un riesgo de por vida aproximado de 90% de tener hipertensión arterial. Desde los años 1980, el número de pacientes no diagnosticados ha aumentado de 25% hasta casi un 33% en los años 1990, la prevalenciade insuficiencia renal aumentó de menos de 100 por millón de habitantes hasta más de 250 por millón y la prevalencia de insuficiencia cardíaca congestiva se duplicó.10
Es más frecuente en las zonas urbanas que en las rurales, y más frecuente en los negros que en los blancos. La incidencia se ha calculado entre 0,4 y 2,5 % anual. La mortalidad por certificado de defunción es de 8,1 por 100 000. Utilizando otros criterios llega a ser de 76 por 100 000. Se calcula entonces entre 8 000 a 9 000 muertes anuales atribuibles a la HTA. Del 66 al 75 % de los casos de trombosis cerebral tiene HTA. El 90 % de las hemorragias intracraneales no traumáticas corresponden a la HTA.[cita requerida]
Clasificación[editar]
Variación de presión en el ventrículo izquierdo (línea azul) y la aorta (línea roja) en dos ciclos
cardíacos («latidos del corazón»), que muestra la definición de presión arterial sistólica y diastólica.
La presión arterial se expresa con dos medidas, la presión arterial sistólica y diastólica, como por ejemplo 120/80 mmHg. La presión arterial sistólica (la primera cifra) es la presión sanguínea en lasarterias durante la sístole ventricular, cuando la sangre es expulsada desde el corazón a las arterias; la presión arterial diastólica (el número inferior) es la presión en la diástole, cuando el corazón se relaja y la presión arterial cae.
Las guías clínicas del manejo de la hipertensión arterial clasifican la hipertensión en fases o estadios (ver tabla), que tendrán distinto pronóstico y tratamiento. Estas clasificaciones se obtienen haciendo la media de las lecturas de la presión arterial del paciente en reposo tomadas en dos o más visitas. Los individuos mayores de 50 años se clasifican como hipertensos si su presión arterial es de manera consistente al menos 140 mmHg sistólica o 90 mmHg diastólica.11 La hipertensión es unfactor de riesgo cardiovascular; el tratamiento antihipertensivo irá enfocado a reducir el riesgo cardiovascular global, por lo tanto, al instaurar el tratamiento se tendrán en cuenta, además de las cifras de presión arterial, la presencia de otros factores de riesgo cardiovascular, como enfermedad renal o cardiovascular establecida, diabetes o síndrome metabólico.12 13
Clasificación de la PA medida en consulta según las distintas guías
Según AHA (2003)11
Según ESC (2007)12 13
Según NICE
en consulta (2011)14
Presión sistólica
(mmHg)
Presión diastólica
(mmHg)
mmHg kPa mmHg kPa
Normal Óptima
Normal
<120 <16 y <80 <10.5
Prehipertensión
Normal120–129
16.0-17.2
ó 80-8410.7-11.2
Normal-alta130-139
17.3-18.5
ó 85–8911.3-11.9
HTA estadio 1 HTA grado 1 HTA estadio 1140–159
18.7-21.2
ó 90-9912.0-13.2
HTA estadio 2HTA grado 2 HTA estadio 2
160-179
21.3-23.8
ó100-109
13.3-14.5
HTA grado 3 HTA grave ≥180 ≥23.9 ó ≥110 ≥14.6
Hipertensión sistólica aislada ≥140 ≥18.7 y <90 <12.0
Clasificación de la PA medida por AMPA o MAPA, según NICE (2011).14
Estadio Sistólica (mmHg) Diastólica (mmHg)
HTA estadio 1 140-159 ó 85-99
HTA estadio 2 160-179 ó 95-109
La presión arterial medida en consulta puede ser mayor a la presión arterial que una persona tiene normalmente, fenómeno que se conoce como hipertensión de bata blanca.15Las guías NCGC-127 del National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) británico,14 del 2011 tienen en cuenta este fenómeno e incluyen las cifras de la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) y de la automedida de la presión arterial (AMPA) por encima de las cuales consideran a la población hipertensa.
El JNC 7 (The Seventh Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure)11 definió como prehipertensión a la presión arterial comprendida entre 120/80 mmHg y 139/89 mmHg. La prehipertensión no es una enfermedad, sino una categoría que permite identificar personas con alto riesgo de desarrollar hipertensión. Esta cifra puede variar de acuerdo al sexo y edad del paciente.
La hipertensión sistólica aislada se refiere a la presencia de una presión sistólica elevada conjuntamente con una presión diastólica normal, una situación frecuente en las personas de edad avanzada.
La hipertensión se clasifica como resistente o refractaria en sujetos tratados con al menos 3 fármacos antihipertensivos a dosis plenas, uno de ellos diurético, con un adecuado cumplimiento de la medicación antihipertensiva, es decir si la medicina convencional no reduce la presión arterial a niveles normales.11 En EE.UU.16 y el Reino Unido17 se han publicado sendas guías para el tratamiento de la hipertensión resistente.
La hipertensión al ejercicio es una elevación excesiva de la presión arterial durante el ejercicio.18 19 20 El rango considerado normal durante el ejercicio para los valores sistólicos es entre 200 y 230 mmHg.21 La hipertensión al ejercicio puede indicar que el individuo tiene riesgo de desarrollar posteriormente hipertensión en reposo.20 21
La lectura de la tensión sistólica tiene predominio sobre la diastólica después de los 50 años, siendo al revés previo a esa edad. Antes de los 50 años de edad la presión arterial diastólica es un potente factor de riesgo de cardiopatía, mientras que la presión arterial sistólica lo es después de los 50 años de edad.11
Clasificación de la hipertensión arterial sistémica según su causa[editar]
Hipertensión arterial sistémica esencial. Corresponde a la inmensa mayoría de los casos.
Hipertensión arterial sistémica secundaria.1 Puede obedecer a múltiples causas que
representan en conjunto un pequeño porcentaje del total.
De causa endocrinológica.
1. Hipertiroidismo
2. Hipotiroidismo (mixedema).
3. Feocromocitoma
4. Hiperfunción de la corteza suprarrenal: síndrome de
Cushing, hiperaldosteronismo primario (Síndrome de Conn), hiperplasia
congénita adrenal, ingestión excesiva de regaliz.
5. Hormonas exógenas: glucocorticoides, estrógeno (incluyendo el inducido por
el embarazo y los contraceptivos orales), alimentos que
contengansimpaticomiméticos y tiramina, inhibidores de la monoamino
oxidasa
6. Acromegalia
7. Hipertensión arterial del embarazo.
De causa parenquimatosa renal: todas las nefropatías parenquimatosas y
tubulointersticiales en fase terminal.
1. Glomerulonefritis aguda
2. Enfermedad renal crónica
3. Enfermedad poliquística renal
4. Tumores productores de renina.
De causa renovascular.
1. Intrínsecas a la arteria renal
2. Aterosclerosis de la arteria renal
3. Masas extrínsecas compresivas de la arteria renal
4. Fibrodisplasia de la arteria renal.
De causa aórtica (vascular).
1. Coartación aórtica
2. Poliarteritis nodosa
3. Aumento del volumen intravascular
4. Aumento del gasto cardíaco
5. Rigidez de la aorta.
De causa neurogénica.
1. Enfermedades bulbares y medulares.
2. Psicogénica: Hipertensión de bata blanca 22
3. Traumatismo craneoencefálico o de médula espinal
4. Hipertensión intracraneal
5. Tumores encefálicos
6. Apnea del sueño
Esclerodermia
Enfermedad de Takayasu-Onishi
Hipertensión secundaria a coartación aórtica
HTA secundaria a endocrinopatías
Acromegalia
Hipercalcemia
Deficiencia de 11-hidroxilasa
Deficiencia de 17-hidroxilasa
Síndrome de Geller . Mutación del gen receptor de mineralocorticoide.
Hipertensión asociada a enfermedades del sistema nervioso central.
Disautonomía
Síndrome de Guillain-Barré
1. Porfiria aguda
Etiología[editar]
Algunos de los factores ambientales que contribuyen al desarrollo de la hipertensión arterial incluyen la obesidad, el consumo de alcohol, el tamaño de la familia, circunstancias de nacimiento y las profesiones estresantes. Se ha notado que en sociedades económicamente prósperas, estos factores aumentan la incidencia de hipertensión con la edad.
Sodio[editar]Artículo principal: Sal (condimento)
El consumo de sal induce y mantiene la hipertensión arterial. La hipertensión sensible a la sal es el tipo más frecuente de hipertensión primaria. La hipertensión sensible a la sal consiste en un incremento exagerado en la presión inducido por el consumo de sal.23 24
Aproximadamente un tercio de la población normotensa y dos tercios de la hipertensa son sensibles a la sal.25 En esa parte de la población, al aumentar la ingesta de sal se aumenta la presión osmótica sanguínea al retenerse agua, aumentando la presión sanguínea.
Renina[editar]
Se ha observado que la renina, secretada por el riñón y asociada a la aldosterona, tiende a tener un rango de actividades más amplio en los pacientes hipertensos. Sin embargo, la hipertensión arterial asociada a un bajo nivel de renina es frecuente en personas con ascendencia negra, lo cual probablemente explique la razón por la que losmedicamentos que inhiben el sistema renina-angiotensina son menos eficaces en ese grupo de población.[cita requerida]
Resistencia a la insulina[editar]
En individuos normotensos, la insulina estimula la actividad del sistema nervioso simpático sin elevar la presión arterial. Sin embargo, en pacientes con condiciones patológicas de base, como el síndrome metabólico, la aumentada actividad simpática puede sobreponerse a los efectos vasodilatadores de la insulina. Esta resistencia a la insulina ha sido propuesta como uno de los causantes del aumento en la presión arterial en ciertos pacientes con enfermedades metabólicas.
Diabetes[editar]
Los pacientes diabéticos tienen, en promedio, una presión arterial más elevada que el resto de la población.
Peso[editar]
Existe una fuerte correlación entre el índice de masa corporal y la presión.
A la inversa, un régimen hipocalórico en un obeso hipertenso está acompañado de una baja de la presión.
Apnea durante el sueño[editar]Artículo principal: Síndrome de apnea-hipopnea durante el sueño
La apnea del sueño es un trastorno común y una posible causa de hipertensión arterial.26 El tratamiento de este trastorno por medio de presión aérea positiva continua u otros manejos, mejora la hipertensión esencial.
Genética[editar]
La hipertensión arterial es uno de los trastornos más complejos con un componente genético asociado a la aparición de la enfermedad. Se han estudiado a más de 50 genes que podrían estar involucrados con la hipertensión.
Edad[editar]
Al transcurrir los años y según los aspectos de la enfermedad, el número de fibras de colágeno en las paredes arteriales aumenta, haciendo que los vasos sanguíneos se vuelvan más rígidos. Al reducirse así la elasticidad, el área seccional del vaso se reduce, creando resistencia al flujo sanguíneo y como consecuencia compensadora, se aumenta la presión arterial.
Patogenia[editar]
La presión arterial es producto del gasto cardíaco y la resistencia vascular sistémica.27 Por lo tanto, los factores determinantes de la presión arterial son factores que afectan al gasto cardíaco y a la fisiología y estructura de las arteriolas. Por ejemplo, el aumento de la viscosidad de la sangre tiene efectos significativos sobre el trabajo necesario para bombear una cantidad dada de sangre y puede dar lugar a un aumento persistente de la presión arterial.28 Las condiciones de maleabilidad de la pared de los vasos sanguíneos (componentes pulsátiles) afectan la velocidad del flujo sanguíneo, por lo que también tienen una potencial relevancia en lo que respecta a la regulación de la presión arterial. Además, los cambios en el espesor de las paredes vasculares afectan a la amplificación de la resistencia vascular periférica en pacientes hipertensos, lo que conlleva a reflexión de ondas en dirección a la aorta y opuestas al flujo sanguíneo, aumentando la presión arterial sistólica. El volumen de sangre circulante es regulada por el Sodio desde el sistema renal y el manejo del agua, un fenómeno que juega un papel especialmente importante en la hipertensión sensible a las concentraciones de Sodio sanguíneas.
La mayoría de los mecanismos asociados a la hipertensión secundaria son generalmente evidentes y se entienden bien. Sin embargo, aquellos relacionados con la hipertensión esencial (primaria) son mucho menos comprendidos. Lo que se sabe es que el gasto cardíaco se eleva a principio del curso natural de la enfermedad, con una resistencia periférica total (RPT) normal. Con el tiempo, disminuye el gasto cardíaco hasta niveles normales, pero se incrementa la RPT. Tres teorías han sido propuestas para explicar este fenómeno:
1. La incapacidad de los riñones para excretar sodio, resultando en la aparición de
factores que excretan sodio, tales como la secreción del péptido natriurético
auricularpara promover la excreción de sal con el efecto secundario de aumento de la
resistencia periférica total.2
2. Un sistema renina-angiotensina-aldoesterona hiperactivo que conlleva a
una vasoconstricción y la consecuente retención de sodio y agua. El aumento reflejo
del volumen sanguíneo conduce a la hipertensión arterial.29
3. La hiperactividad del sistema nervioso simpático, dando lugar a niveles elevados
de estrés.30
También se sabe que la hipertensión es altamente heredable y poligénicas (causadas por más de un gen) y varios genes candidatos se han postulado como causa de esta enfermedad.
Recientemente, el trabajo relacionado con la asociación entre la hipertensión esencial y el daño sostenido al endotelio ha ganado favor entre los científicos enfocados en la hipertensión. Sin embargo, no está del todo claro si los cambios endoteliales preceden al desarrollo de la hipertensión o si tales cambios se deben principalmente a una persistente presión arterial elevada.
Lesiones a órganos[editar]
Los órganos cuya estructura y función se ven alterados a consecuencia de la hipertensión arterial no tratada o no controlada se denominan «órganos diana» e incluyen elsistema nervioso central, arterias periféricas, corazón y riñones, principalmente. La asociación entre la presión arterial y el riesgo de cardiopatías, infarto agudo de miocardio,derrame cerebral y enfermedades renales es independiente de otros factores de riesgo. Por ejemplo, en individuos comprendidos entre las edades de 40 y 70 años de edad, cuando la presión arterial se encuentra entre 115/75 a 185/115 mmHg, cada incremento de 20 mmHg en la presión sistólica o de 10 mmHg en presión diastólica duplica el riesgo de aparición de alguna de estas enfermedades.11
Ojo[editar]
Retinopatía hipertensiva : vasoespasmo, aumento del brillo arterial, cruces arterio-venosos
patológicos (signo de Gunn), hemorragias, exudados, papiledema y trombosis retinianas
venosas.
Sistema nervioso central[editar]Véase también: Escala ABCD²
La hipertensión arterial persistente puede causar un accidente cerebrovascular trombótico o embólico, infartos lacunares o un accidente cerebrovascular
hemorrágico conhematoma intracerebral, entre otros. Tanto la presión sistólica y diastólica elevadas son perjudiciales; una presión diastólica de más de 100 mmHg y una presión sistólica de más de 160 mmHg han dado lugar a una incidencia significativa de enfermedades cerebrovasculares. Otras manifestaciones de la hipertensión incluyen la encefalopatía hipertensiva,lesiones microvasculares cerebral y la demencia de origen vascular como consecuencia de múltiples infartos del sistema nervioso central.2
Hematoma parietooccipital secundario a crisis hipertensiva.
Arterias periféricas[editar]
Disfunción endotelial crónica, con vasoconstricción inapropiada, liberación de especies
reactivas de oxígeno, inflamación, aumento de actividad protrombótica y reducción de
la fibrinólisis.
Remodelado parietal y estrechamiento luminal a expensas de redistribución de músculo
liso de la túnica media arterial.
Arterioloesclerosis con engrosamiento de la túnica media (de Monckeberg).
Ateroesclerosis progresiva de grandes vasos, en especial de vasos cerebrales, aorta,
coronarias y arterias de los miembros inferiores, generando hipoperfusión crónica
subclínica o sintomática.
Aneurismas, complicados eventualmente con disección o ruptura, especialmente a nivel
de aorta torácica.
Corazón[editar]
Hipertrofia ventricular izquierda : en inicio hay engrosamiento parietal sin incremento de la
masa ventricular total (remodelado concéntrico); luego se desarrolla franca hipertrofia
concéntrica, que podría llegar a fase dilatada (hipertrofia excéntrica).
Fibrosis miocárdica, como parte del proceso de hipertrofia, con deterioro de la
distensibilidad parietal y de las propiedades viscoelásticas del miocardio contráctil.
Isquemia microvascular coronaria, principalmente por rarefacción de la red capilar y
disfunción endotelial de los vasos remanentes.
Síndrome coronario agudo : angina inestable o infarto sin onda Q (también conocido como
infarto sin elevación de segmento S-T).
Infarto agudo miocárdico .
Disfunción diastólica ventricular izquierda, a consecuencia de isquemia, hipertrofia y
fibrosis ventricular, que conducen a anomalías regionales y globales de la relajación y, en
fases más avanzadas, de la distensibilidad.
Disfunción sistólica ventricular izquierda, con caída de la fracción de eyección ventricular
izquierda (FE, el porcentaje de toda la sangre que, habiendo llenado
el ventrículo endiástole, es bombeada de manera efectiva fuera de la cavidad).
Insuficiencia cardíaca congestiva (ICC) global; como consecuencia de la falla ventricular
izquierda hay además compromiso secundario del hemicardio derecho, con dilatación de
cámaras e hipertensión arterial pulmonar secundaria.
Valvulopatías calcíficas degenerativas de hemicardio izquierdo, en especial de las
válvulas mitral (insuficiencia) y aórtica (estenosis o insuficiencia).
Fibrilación auricular (arritmia supra-ventricular).
Arritmias ventriculares, como consecuencia de micro-reentrada por fibrosis, lesión o
isquemia.
Ecocardiograma de paciente con hipertrofia concéntrica del ventrículo izquierdo (Eje largo paraesternal).
Riñones[editar]
Microalbuminuria , marcador temprano de nefropatía y factor independiente de riesgo de
morbimortalidad cardiovascular.
Fibrosis tubulointersticial del parénquima renal.
Glomeruloesclerosis focal y difusa con pérdida de nefronas, como consecuencia de
hipertensión intraglomerular crónica.
Isquemia renal crónica debida a ateroesclerosis acelerada de las arterias renales.
Infarto renal, por ateromatosis de arterias renales o embolia.
Reducción de la tasa de filtrado glomerular, por la pérdida de masa de nefronas
funcionales, proceso progresivo que se ve acelerado en hipertensos y más aún en
presencia de diabetes mellitus.
Insuficiencia renal crónica como evento terminal.
Diagnóstico[editar]
Anamnesis[editar]
La historia clínica del paciente hipertenso debe ser recolectada al detalle y enriquecerse con información provista por parientes cercanos, o por otros médicos o personal paramédico que lo hayan atendido en el pasado, si aplica. La hipertensión es la enfermedad asintomática por excelencia, tanto es así que se la ha llamado «la asesina silenciosa», por lo que no resultaría extraño que no se recolecten muchos síntomas en la historia, o que estos síntomas sean poco específicos (dolor de cabeza, mareo y trastornos visuales, por ejemplo). Una vez bien definido el motivo de consulta y habiéndose documentado los datos relevantes de la presente enfermedad, debe hacerse énfasis desde la primera consulta sobre los siguientes datos:
Factores de riesgo cardiovascular, tradicionales y no tradicionales;
Antecedentes familiares de enfermedad, en especial si ha habido muertes de causa
cardíaca en consanguíneos menores de 50 años (de primer grado: padres, hermanos,
hijos);
Condición socioeconómica, cultural y laboral, estatus familiar, acceso a sistemas
de salud, nivel de educación, factores ambientales o situacionales causantes de estrés;
Listado exhaustivo de comorbilidades (generalmente interrogando antecedentes por
sistemas);
Hábitos higiénico-dietéticos: café, té, bebidas
carbonatadas, alcohol, tabaco, sodio, alimentación, actividad física;
Alto nivel de glicemia y alto consumo de glucosa (si la persona tiene Diabetes);
Exposición a fármacos que puedan causar hipertensión
(efedrina, metilfenidato, ergotaminas, entre otras);
Alergias e intolerancias;
Síntomas, cardiovasculares (disnea, ortopnea, disnea paroxística
nocturna, precordialgia, palpitaciones, síncope, edema, claudicación intermitente) o
inespecíficos (cefalea, mareo, acúfenos, trastornos visuales, deterioro
cognitivo, fatiga, cambios del estado de ánimo, disfunción eréctil, por ejemplo);
Eventos previos cardiovasculares: isquemia cerebral transitoria, accidentes
cerebrovasculares, angina de pecho, infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca
congestiva,insuficiencia renal crónica entre otros;
Procedimientos quirúrgicos previos o planeados.
Esta información es vital para la valoración global de riesgo cardiovascular de cada paciente hipertenso. Cada elemento de riesgo o diagnóstico clínico, resuelto o no (tratado o no tratado), cada síntoma, cada antecedente, debería ser incluido en una lista de problemas. Esto ayudará a planear el tratamiento global sin olvidar puntos importantes.
Procedimientos para la medición correcta de la presión arterial[editar]
La toma de la presión arterial en pacientes de alto riesgo debe efectuarse de manera correcta con la finalidad de evadir los falsos negativos e incluso falsos positivos.
El individuo debe estar, preferentemente sentado, con la espalda recostada contra el
respaldo y el miembro superior deberá reposar sobre la superficie del escritorio, el
antebrazo en pronación, a la altura del corazón; las plantas de los pies deben estar
apoyadas sobre el suelo sin cruzar las piernas.
Después de algunos minutos de reposo (preferentemente 5 minutos, quizás durante o al
final del interrogatorio) se coloca un manguito de tamaño apropiado (que cubra 2/3 de la
longitud del brazo) y en buenas condiciones en la parte media del brazo del paciente; no
debe haber ropa entre la piel y el manguito, que deberá estar bien ajustado, pero no tanto
que impida la introducción del dedo meñique entre el mismo y la piel. Si al arremangar la
camisa o la blusa la tela comprime el miembro, deberá mejor retirarse la ropa y pedir al
paciente que se vista con una bata para examen físico. Precaución: en algunos pacientes
no puede emplearse alguno de los brazos para la toma de presión: amputación, historia
de cirugía radical en axila, o presencia de una fístula arteriovenosa, por ejemplo).
Aunque en la actualidad se dispone de diversos medios diagnósticos (como los
esfigmomanómetros aneroides), debe emplearse un tensiómetro de columna de mercurio,
que deberá ser revisado y calibrado periódicamente. La base del tensiómetro y el centro
del manguito deberán estar a la altura del corazón del paciente para evitar errores en la
medición. Si se dispone solo de esfigmomanómetro debe de verificarse que esté bien
calibrado. Debe disponerse de por lo menos tres tallas de manguitos, incluyendo uno para
pacientes obesos y otro pediátrico, que podría ser útil en personas muy ancianas con gran
atrofia muscular o escaso panículo adiposo.
El procedimiento de la toma de cifras tensionales no debe ser incómodo ni doloroso. Se
infla el manguito por lo menos 20-30 mmHg más arriba de la presión necesaria para que
desaparezca el pulso de la muñeca o del codo, o hasta que se haya superado una presión
de 220 mmHg. Luego, aplicando el estetoscopio sobre la arteria braquial, se desinfla con
lentitud hasta que sean audibles por primera vez los ruidos de Korotkoff (presión sistólica).
La desaparición precoz de los ruidos y su ulterior reaparición, el llamado gap o brecha
auscultatoria es frecuente en personas de edad avanzada, por lo que se deberá seguir
desinflando el manguito con lentitud hasta que no haya duda del cese definitivo de los
ruidos (fase V de Korotkoff, presión diastólica). En algunos pacientes los ruidos nunca
desaparecen, por lo que se medirá la presión diastólica cuando cambien de intensidad
(Fase IV). En todo momento los ojos del observador deberán estar al nivel de la columna
de mercurio, para evitar errores de apreciación.
Al desinflar el manguito es de crítica importancia que el miembro del paciente se
encuentre inmóvil.
En la primera consulta sería ideal tomar la presión en ambos brazos y dejar definido en
cuál de ellos se encuentra más elevada, haciéndolo constar en el expediente, pues las
mediciones deberían seguirse realizando en ese mismo brazo. La medición de la PA con
el paciente de pie es muy aconsejable en el adulto mayor, deberá dejarse al paciente de
pie por lo menos durante 1 minuto antes de hacer la medición.
Si se hacen tomas sucesivas, como es aconsejable (incluso se puede hacer una medición
final, antes que el paciente abandone el consultorio), deberá dejarse un intervalo de por lo
menos un minuto entre medida y medida.
Las cifras de presión no deberán redondearse. Con buena técnica puede registrarse la
presión con un nivel de exactitud de 2 mmHg.
Todos los conceptos arriba explicados corresponden también a los tensiómetros
electrónicos disponibles en el mercado. Se deben buscar marcas certificadas por
la FDA(Food and Drugs Administration: Administración de Alimentos y Medicamentos) de
los EE. UU. , u otras instituciones nacionales, preferentemente con manguito braquial. El
médico debe enseñar personalmente a sus pacientes el uso de estos aparatos y la
secuencia correcta de procedimientos para que las mediciones domiciliarias sean
confiables. Se estima que las cifras de presión en el hogar son en promedio
5 mmHg menores que en el consultorio, tanto para la presión sistólica como para la
diastólica.
Exploración física[editar]
Algunas de las exploraciones que pueden realizarse para la evaluación de paciente con hipertensión arterial son las siguientes:
Inspección del aspecto general, en especial de la facies, color de tegumentos, hábito
corporal, estado anímico, nivel de conciencia y orientación;
Antropometría : peso, talla, índice de masa corporal (IMC), perímetro de cintura (PC, medir
a la altura de las crestas ilíacas) y relación cintura/cadera (RCC);
Medición del pulso y de la presión arterial, en posición sentada y después de 5 minutos de
reposo en varias ocasiones. Se considera a la media aritmética o a la mediana de dichas
cifras como el valor representativo para la visita. Es necesario medir la presión en ambos
brazos, registrar el valor más elevado y anotar en el expediente a qué brazo corresponde,
para medirla en ese miembro a futuro. Los procedimientos para la medición correcta se
discutieron previamente. Se recomienda la toma de presión en posición de pie si se trata
de pacientes adultos mayores para descartar ortostatismo, o en caso que se
sospeche disautonomía (diabéticos crónicos, por ejemplo).
Fondo de ojo : tener en cuenta la clasificación de Keith-Wagener de retinopatía
hipertensiva, si aplica, aunque los oftalmólogos no la aplican; se buscarán aumento del
brillo arterial, cruces arteriovenosos patológicos (signo de Gunn), pérdida de la relación
venoarterial, exudados, hemorragias y anomalías de disco óptico y retina periférica. Debe
recordarse que los signos de la retinopatía hipertensiva incipiente (cambios en la relación
arteriovenosa, por ejemplo) son inespecíficos, a excepción de las hemorragias y
exudados. Cada vez es menos frecuente ver papiledema en clínica.
Cuello: Inspección de venas yugulares, palpación y auscultación de arterias carótidas,
valoración de la glándula tiroides;
Exploración cardiopulmonar exhaustiva, describiendo aspecto y expansión del tórax,
ventilación pulmonar, punto de máximo impulso (PMI) del corazón, frémitos y ruidos
cardíacos, tanto los normales como los accesorios o patológicos;
Abdomen: panículo adiposo, presencia de pulsaciones visibles, circulación venosa
complementaria, visceromegalias, tumores;
Exploración de los pulsos periféricos (amplitud, onda de pulso, simetría), del llenado
capilar, temperatura de zonas acrales, redes venosas periféricas;
Exploración neurológica básica, que debería ser exhaustiva en caso de lesión previa o
actual del sistema nervioso central o periférico): pupilas, movimientos oculares, simetría
facial, audición, equilibrio, coordinación, lengua y paladar blando, fuerza de los miembros,
sensibilidad, reflejos osteotendinosos y músculocutáneos, normales o patológicos.
Exámenes de laboratorio[editar]
Se recomiendan los siguientes estudios de laboratorio básicos para todo paciente hipertenso:
Hematocrito o hemoglobina: no es necesario realizar un hemograma completo si solo se
estudia la hipertensión arterial.
Creatinina sérica (nitrógeno ureico en sangre es opcional, pero es necesario en caso de
insuficiencia cardíaca aguda).
Potasio sérico (algunos expertos piden también sodio sérico, para la detección
de hiponatremia, si la clínica la sugiere).
Glicemia en ayunas y 2 horas posprandial (después de comer). Un test de tolerancia oral
a la glucosa (TTG) podría ser necesario
Perfil lipídico: Colesterol total/HDL y triglicéridos (ayuno de 12-14 h), el colesterol LDL
puede calcularse por la fórmula de Friedewald si los triglicéridos son inferiores a 400 mg
%: [(CT - C-HDL) – TG/5].
Ácido úrico en especial si se trata de paciente varón o mujeres embarazadas.
Examen general de orina.
Microalbúmina en orina si el examen general de orina no muestra proteinuria y se
sospecha lesión renal por la cantidad y el tipo de factores de riesgo presentes (diabetes
mellitus, por ejemplo).
Otras pruebas de laboratorio deberán indicarse en situaciones especiales.
Estudios adicionales[editar]
Algunos procedimientos de diagnóstico de gabinete son útiles para el estudio de todo hipertenso. Se busca confirmar el diagnóstico, descartar causas secundarias y determinar la presencia (o hacer seguimiento) de lesiones de órgano blanco y de su grado de gravedad.
Electrocardiograma . Fundamental para el diagnóstico de hipertrofia ventricular izquierda,
evaluación de arritmias, presencia de zonas de necrosis, corrientes de isquemia o lesión,
diagnóstico de trastornos electrolíticos.
Radiografía posteroanterior del tórax; podrán indicarse radiografías laterales en caso
necesario. Se valoran silueta cardíaca, aorta, hilios pulmonares, mediastino, tórax óseo y
el parénquima pulmonar.
Ergometría o test de electrocardiograma de esfuerzo. Ayuda a valorar la condición física,
la respuesta presora al ejercicio en pacientes ya tratados y la presencia o ausencia de
isquemia o arritmias inducibles. No es un estudio de primer nivel de atención pero tiene
aplicación en ciertos pacientes y debe ser tenido en cuenta si hay un elevado riesgo
coronario o en presencia de angina de pecho con ejercicio.
Monitorización ambulatoria de presión arterial de 24 horas. Es un recurso a menudo
subutilizado.
Ecocardiograma dóppler-color. Estudio no invasivo de altísimo rendimiento diagnóstico.
No es un estudio de primer nivel porque requiere de equipo sofisticado y personal
altamente entrenado, por lo que su costo es relativamente alto. No se recomienda la
ecocardiografía de rutina en pacientes con hipertensión sin síntomas o evidencia clínica
de daño orgánico cardíaco.
Otros procedimientos (dóppler de arterias renales, monitorización de Holter, estudios de función autonómica, pruebas de mecánica vascular o función endotelial, estudios demedicina nuclear, tomografía axial computarizada, resonancia magnética nuclear) podrían ser necesarios en ciertos pacientes, pero no se consideran obligatorios para los niveles básicos de atención. Se deberá valorar, al indicarlos, la relación costo/beneficio para cada individuo en particular, independientemente de los recursos disponibles.
Tratamiento[editar]
Artículo principal: Tratamiento de la hipertensión arterial
El tratamiento de la hipertensión arterial está asociado a una reducción de la incidencia de derrame cerebral de un 35-40%, de infarto agudo de miocardio entre 20-25% y deinsuficiencia cardíaca en más de un 50%.11
Se indica tratamiento para la hipertensión a:
pacientes con cifras tensionales diastólicas mayores de 90 mmHg o sistólica mayores de
140 mmHg en mediciones repetidas;
pacientes con una tensión diastólica menor que 89 mmHg con una tensión sistólica mayor
que 160 mmHg;
pacientes con una tensión diastólica de 85 a 90 mmHg que tengan diabetes mellitus o
con arteroesclerosis vascular demostrada.
Los pacientes prehipertensos o que no califiquen para recibir tratamiento específico deben ajustar sus hábitos modificables, entre ellos:
pérdida de peso en pacientes con sobrepeso u obesidad, fundamentalmente con ejercicio
y una dieta rica en frutas, vegetales y productos lácteos libres de grasa (véase:Dieta
DASH);31 32
limitación del consumo de bebidas alcohólicas a no más de 30 ml de etanol diarios en
varones (es decir, 720 ml [24 oz] de cerveza, 300 ml [10 oz] de vino, 60 ml [2 oz]
dewhisky) o 15 ml (0,5 oz) de etanol por día en mujeres o en varones con peso más
liviano;2
reducción de la ingesta diaria de cloruro de sodio (sal común de mesa) a no más de
6 gramos (2,4 gramos de sodio);33 34
Actualmente no se recomiendan los suplementos de calcio, magnesio o potasio como
método para disminuir la presión arterial.35
El Séptimo Comité sugiere, como línea inicial medicamentosa para la hipertensión, las siguientes estipulaciones:
pacientes prehipertensos, es decir, con una presión arterial de 120-139/80-89: no se
indican medicamentos.
hipertensión arterial estadio 1 (140-159/90-99): diuréticos tipo tiazida se recomiendan para
la mayoría de los pacientes. Los IECA, ARA-II, beta bloqueantes, bloqueante de los
canales de calcio o una combinación de éstos puede que sea considerada.
hipertensión arterial estadio 2, con una presión arterial mayor de 160/100: combinación de
dos fármacos, usualmente un diurético tiazida con un IECA, ARA-II, beta bloqueante o
BCC.
Además del tratamiento medicamentoso, en todos los pacientes (independientemente del estadio) se procurará ajustar los hábitos modificables antes señalados.
Prevención[editar]
Si bien no es posible eliminar por completo la hipertensión, varias acciones son muy útiles y necesarias para prevenir su aparición y para evitar el empeoramiento de los síntomas:
incrementar la actividad física aeróbica;
mantener un peso corporal dentro de los estándares correspondientes a la edad y la
estatura, según el sexo, lo que debe estar acorde con el IMC correspondiente;
reducir al mínimo el consumo de alcohol: al día no deben consumirse más de 30 ml
de etanol, que equivale a 720 ml (2 latas) de cerveza; 300 ml de vino (dos copas; un vaso
lleno contiene 250 ml); 60 ml de whisky (un quinto de vaso), en los varones; en las
mujeres, la mitad;
reducir el consumo de sodio.
consumir una dieta rica en frutas y vegetales; lácteos bajos en grasa con reducido
contenido de grasa saturada y total;
privarse de todo tipo de tabaco (cigarro, pipa, habano, etc.).
controlar la glucemia (sobre todo si la persona padece diabetes).
Hipertensión arterial
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La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias, a
medida que el corazón bombea sangre a través del cuerpo. Hipertensión es otro término empleado
para describir la presión arterial alta.
Las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números. El número superior se
denomina presión arterial sistólica y el número inferior, presión arterial diastólica. Por ejemplo, 120
sobre 80 (escrito como 120/80 mmHg).
Uno de estos números o ambos pueden estar demasiado altos.
Una presión arterial normal es cuando la presión arterial es menor a 120/80 mmHg la
mayoría de las veces.
Una presión arterial alta (hipertensión) es cuando la presión arterial es de 140/90 mmHg o
mayor la mayoría de las veces.
Si los valores de su presión arterial son de 120/80 o más, pero por debajo de 140/90, esto
se denomina prehipertensión.
Mire éste video sobre:Presión arterial
Si tiene problemas cardíacos o renales, o si tuvo un accidente cerebrovascular, es posible que el
médico le recomiende que su presión arterial esté incluso más baja que la de las personas que no
padecen estas afecciones.
Causas
Muchos factores pueden afectar la presión arterial, entre ellos:
La cantidad de agua y de sal que usted tiene en el cuerpo.
El estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos.
Sus niveles hormonales.
A usted muy probablemente le digan que su presión arterial está demasiado alta a medida que
vaya envejeciendo. Esto se debe a que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad.
Cuando esto sucede, la presión arterial se eleva. La hipertensión arterial aumenta la probabilidad
de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad
renal o muerte prematura.
Usted tiene un riesgo más alto de sufrir hipertensión arterial si:
Es afroamericano.
Es obeso.
Con frecuencia está estresado o ansioso.
Toma demasiado alcohol (más de un trago al día para las mujeres y más de dos para los
hombres).
Consume demasiada sal.
Tiene un antecedente familiar de hipertensión arterial.
Tiene DIABETES .
Fuma.
La mayoría de las veces no se identifica ninguna causa de presión arterial alta, lo cual se denomina
hipertensión esencial.
La hipertensión causada por otra afección o por un medicamento que esté tomando se denomina
hipertensión secundaria y puede deberse a:
Enfermedad renal crónica.
Trastornos de las glándulas suprarrenales (como feocromocitoma o síndrome de Cushing).
Hiperparatiroidismo.
Embarazo o preeclampsia.
Medicamentos como las píldoras anticonceptivas, PASTILLAS PARA ADELGAZAR y
algunos medicamentos para el resfriado y para la migraña.
Estrechamiento de la arteria que irriga sangre al riñón (estenosis de la arteria renal).
Síntomas
La mayor parte del tiempo, no hay síntomas. En la mayoría de los pacientes, la hipertensión arterial
se detecta cuando van al médico o se la hacen medir en otra parte.
Debido a que no hay ningún síntoma, las personas pueden sufrir cardiopatía y problemas renales
sin saber que tienen hipertensión arterial.
La hipertensión maligna es una forma peligrosa de presión arterial muy alta. Los síntomas abarcan:
Dolor de cabeza fuerte
Náuseas o vómitos
Confusión
Cambios en la visión
Sangrado nasal
Pruebas y exámenes
El médico medirá la presión arterial muchas veces antes de diagnosticarle hipertensión arterial. Es
normal que su presión arterial sea distinta según la hora del día.
Todos los adultos deben hacerse revisar la presión arterial cada 1 o 2 años si ésta
fue menor de 120/80 mmHg en la lectura más reciente.
Si tiene presión arterial alta, diabetes, cardiopatía, problemas renales o algunas otras
afecciones, hágase revisar la presión arterial con mayor frecuencia, por lo menos una vez
al año.
Las lecturas de la presión arterial que usted se toma en su casa pueden ser una mejor medida de
su presión arterial habitual que las que se toman en el consultorio médico.
Cerciórese de conseguir un tensiómetro casero de buen ajuste y de buena calidad. Debe
tener el manguito del tamaño apropiado y un lector digital.
Practique con el médico o con el personal de enfermería para verificar que esté tomando
su presión arterial correctamente.
Lleve el tensiómetro casero a sus citas médicas para que el médico pueda verificar si está
funcionando correctamente.
El médico llevará a cabo un examen físico para buscar signos de cardiopatía, daño en los ojos y
otros cambios en el cuerpo.
También se pueden hacer exámenes para buscar:
Niveles altos de colesterol.
Cardiopatía, mediante exámenes como ecocardiografía o electrocardiografía.
Nefropatía, mediante exámenes como pruebas metabólicas básicas y análisis de orina o
ecografía de los riñones.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es reducir la presión arterial, de tal manera que tenga un menor riesgo
de complicaciones. Usted y su médico deben establecer una meta de presión arterial.
Si usted tiene prehipertensión, el médico le recomendará cambios en el estilo de vida para bajar la
presión arterial a un rango normal. Rara vez se utilizan medicamentos para la prehipertensión.
Usted puede tomar muchas medidas para ayudar a controlar su presión arterial en casa, como:
Consumir una alimentación cardiosaludable, que incluya potasio y fibra.
Tomar mucha agua.
Hacer ejercicio con regularidad, al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico por día.
Si fuma, dejar de hacerlo.
Reducir la cantidad de alcohol que toma a 1 trago al día para las mujeres y 2 para los
hombres.
Reducir la cantidad de sodio (sal) que consume; procure consumir menos de 1,500 mg por
día.
Reducir el estrés. Trate de evitar factores que le causen estrés y pruebe con meditación o
yoga para desestresarse.
Mantener un peso corporal saludable.
Su médico puede ayudarle a encontrar programas para bajar de peso, dejar de fumar y hacer
ejercicio.
Usted también puede pedirle al médico que lo remita a un nutricionista que pueda ayudarle a
planear una dieta saludable para su caso.
Cuán baja debe estar su presión arterial y a qué nivel necesita comenzar el tratamiento es algo
individual, con base en la edad y cualquier problema médico que tenga.
Hay muchos diferentes medicamentos para tratar la hipertensión arterial.
A menudo un solo fármaco para la presión arterial no es suficiente para controlarla, y es
posible que usted necesite tomar dos o más.
Es muy importante que usted tome los medicamentos que le recetaron.
Si presenta efectos secundarios, el médico puede sustituirlos por un medicamento
diferente.
Expectativas (pronóstico)
La mayoría de las veces, la presión arterial alta se puede controlar con medicamentos y cambios
en el estilo de vida.
Cuando la presión arterial no está bien controlada, usted está en riesgo de:
Sangrado de la aorta, el vaso sanguíneo grande que irriga el abdomen, la pelvis y las
piernas
Enfermedad renal crónica
Ataque al corazón e insuficiencia cardíaca
Riego sanguíneo deficiente a las piernas
Problemas con la visión
Accidente cerebrovascular
Cuándo contactar a un profesional médico
Si usted padece hipertensión arterial, tendrá controles regulares con el médico.
Incluso, si no le han diagnosticado hipertensión arterial, es importante hacerse revisar la presión
durante los chequeos regulares, especialmente si alguien en la familia tiene o ha tenido
hipertensión.
Llame al médico de inmediato si el monitoreo en el hogar muestra que la presión arterial aún está
alta.
Prevención
La mayoría de las personas puede evitar que se desarrolle presión arterial alta, haciendo cambios
en el estilo de vida diseñados para bajarla.
La presión sanguínea es la fuerza que se aplica contra las paredes de las arterias cuando el
corazón bombea la sangre al cuerpo. La presión está determinada por la fuerza y cantidad de
sangre bombeada y el tamaño y flexibilidad de las arterias.
La hipertensión es un trastorno caracterizado por presión sanguínea crónicamente alta. Debe ser monitorizada, tratada y controlada con el uso de medicamentos, cambios en el estilo de vida o una combinación de ambos.
La hipertensión es un trastorno caracterizado por presión sanguínea crónicamente alta. Debe ser monitorizada, tratada y controlada con el uso de medicamentos, cambios en el estilo de vida o una combinación de ambos.
Antes de iniciar un tratamiento para presión sanguínea alta se recomiendan pruebas de laboratorio rutinarias para identificar lesiones de órganos o tejidos u otros factores de riesgo. Entre estas pruebas de laboratorio están: análisis de orina, conteo de células sanguíneas, química sanguínea (potasio, sodio, creatinina, glucosa en ayunas, colesterol total y colesterol de proteína de alta densidad y un ECG (electrocardiograma). Se puede recomendar pruebas adicionales con base en la condición del paciente.
Una dieta efectiva para disminuir la presión sanguínea es la denominada “enfoque dietético para
detener la hipertensión” (o DASH, por sus siglas en inglés)
i tu respuesta fue SI más de 4 veces, entonces tienes una alto riesgo de padecer HTA en un futuro.
Entonces, te invito a leer mi post.
Según la OMS, en Latinoamérica se estimó una mortalidad cardiovascular en 990.000 personas para el año 2010, actualmente esa cantidad se ha incrementado, por lo que se considera como una enfermedad no transmisible que se encuentra íntimamente ligada al desarrollos social y mundial, distribuida entre las siguientes patologías:
• 40% por Cardiopatía isquémica. • 38% por Enfermedad Cerebrovascular. • 22% por Cardiopatía hipertensiva.
Por lo que se considera que:
♥Es el factor de riesgo cardiovascular de mayor prevalencia en la población.
♥Presenta un importante impacto en la morbi-mortalidad vascular.
♥Se encuentra al menos en el 20% de los pacientes en la edad adulta de América Latina.
♥El 50% de la población hipertensa desconocen que son hipertensos y solo el 20% están adecuadamente tratados y controlados.
Ahora, para poder entender el tema, es necesario conocer las siguientes definiciones:
PRESIÓN ARTERIAL (PA)
Se define como la fuerza ejercida por la sangre contra cualquier área de la pared arterial y se expresa a través de las diferentes técnicas de medición como PA sistólica, PA diastólica y PA media.
GASTO CARDIACO (GC)
Está determinado por la frecuencia cardíaca y la fuerza de contracción. Estos a su vez están en función del retorno venoso que depende de otros factores como son: la actividad constrictora o dilatadora de las venas, la actividad del sistema renal.
RESISTENCIA PERIFERICA TOTAL (RPT)
Dependerá de la actividad constrictora o dilatadora de las arteriolas, del eje renina angiotensina y de la propia magnitud del GC entre otros.
Ya que, PA es igual al producto de ambas, es decir: PA= GC+ RPT.
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Se define como el aumento progresivo de la presión arterial sistólica > de 140 mmHg y/o la presión arterial diastólica > 90 mmHg.
Es consecuencia desde desbalance entre el GC y la RPT son operadores para el control de la PA.
Epidemiología
Prevalencia de HTA fue 24,7 % en Venezuela, ocupando el segundo lugar con índice más alto, luego de Argentina con el 29%.
Grupo etario 25- 54 años Hombres 27% Mujeres 22%.
55-74 años Hombres 59,9% Mujeres 54,7%.
Donde:
•El 96 % de la población encuestada reporto haberse tomado la presión arterial 1 vez en su vida. •El 72 % eran HTA con diagnostico previo, el 41,3 % seguían el tratamiento no farmacológico y el 48,9% cumplían el tratamiento farmacológico. •El 79,3% no tenía la TA < 140/90 mmHg. •El 49,18 % presenta 1-2 factores de riesgo aparte de la HTA. •El 36,68% presentaba 3 o mas factores de riesgo.
Todo lo anterior nos indica que existe una ALTA MORBI-MORTALIDAD CARDIOVASCULAR donde el 80% de los pacientes hipertensos no están controlados, con alta asociación de factores de riesgo, alta prevalencia de riesgo cardiovascular global y alta prevalencia de ateroesclerosis.
Factores de Riesgo (Factores que aumentan las probabilidad de padecer alguna enfermedad)
♥Edad: • Hombre > 55 años • Mujeres > 65 años
♥DIABETES Mellitus: • Glucosas en ayuna (> 3 oportunidades) > 126 mg/dl • Curva de tolerancia: > 198 mg/dl, 2 horas posta carga de Glu.
♥Dislipidemia: • Colesterol > 190 mg/dl • LDL > 115 mg/dl • HDL hombres < 40 mg/dl y mujeres < 46 mg/dl • Triglicéridos > 150 mg/dl • Glucosas en ayunas: 102 – 125 mg/dl
• Curva de tolerancia a la glucosa ANORMAL. • Obesidad abdominal • Historia familiar (genética)
♥Síndrome metabólico • Con al menos 3 de los siguientes factores de riesgo: • Presión arterial >138/85 mmHG • Obesidad abdominal • Glucosa sérica en ayuna alterada. • HDL- colesterol bajo • Triglicéridos elevados
♥Tabaquismo
♥Sedentarismo
♥ Obesidad IMC > 30
♥Circunferencia Abdominal • Hombres > 102 cm • Mujeres > 88 cm
♥Predisposición genética.
♥Raza.
♥ Consumo elevado de sal.
♥ Descenso nocturno de la PA.
♥Estrés.
♥Ingesta excesiva de alcohol.
♥Uso y abuso de medicamentos como: antiinflamatorios, anticonceptivos, broncodilatadores que contienen efedrina o pseudoefedrina, corticoides.
Presión arterial
La presión arterial (PA) es la presión que ejerce la sangre contra la pared de las arterias. Esta presión es imprescindible para que circule la sangre por los vasos sanguíneos y aporte el oxígeno y los nutrientes a todos los órganos del cuerpo para que puedan funcionar. Es un tipo de presión sanguínea.
No debe confundirse con tensión arterial (TA) que es la presión que los vasos sanguíneos ejercen sobre la sangre circulante.
Índice
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1 Componentes de la presión arterial
2 Presión y tensión arterial
3 Sistemas de regulación de la presión arterial a nivel global
4 Medida de la presión arterial
5 Trastornos de la presión arterial
6 Referencias
7 Bibliografía
Componentes de la presión arterial[editar]
Figura 1. Mediante unesfigmomanómetro se estiman los dos componentes de la presión arterial.
La presión arterial tiene dos componentes:
Presión arterial sistólica: corresponde al valor máximo de la tensión arterial
en sístole (cuando el corazón se contrae). Se refiere al efecto de presión que ejerce la
sangre eyectada del corazón sobre la pared de los vasos.
Presión arterial diastólica: corresponde al valor mínimo de la tensión arterial cuando el
corazón está en diástole o entre latidos cardíacos. Depende fundamentalmente de la
resistencia vascular periférica. Se refiere al efecto de distensibilidad de la pared de las
arterias, es decir el efecto de presión que ejerce la sangre sobre la pared del vaso.
Cuando se expresa la presion arterial, se escriben dos números separados por un guion (Figura 1), donde el primero es la presión sistólica y el segundo la presión diastólica.
La presión de pulso es la diferencia entre la presión sistólica y la diastólica.
Presión y tensión arterial[editar]
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre al circular por las arterias, mientras que tensión arterial es la forma en que las arterias reaccionan a esta presión, lo cual logran gracias a la elasticidad de sus paredes. Si bien ambos términos se suelen emplear como sinónimos, es preferible emplear el de presión arterial. De hecho, su medida se describe en unidades de presión (por ejemplo, mm de Hg).
La relación entre ambas se puede expresar mediante la ley de Laplace:
donde T es la tensión, P es la presión y r el radio de un vaso sanguíneo.
Una presión arterial normal ronda entre los 120/80 mm de Hg,1 mientras que para un atleta puede ser menor y rondar entre 100/60 mm de Hg
Sistemas de regulación de la presión arterial a nivel global[editar]
Sistema renina-angiotensina-aldosterona: Cuando las células yuxtaglomerulares del
riñón detectan una disminución del flujo sanguíneo secretan renina, que transforma
elangiotensinogeno en angiotensina I que es convertida en angiotensina II por la ECA
(enzima convertidora de angiotensina), la angiotensina II es un potente
vasoconstrictor además promueve la secreción de aldosterona que disminuye la
pérdida de agua por la orina. También actúa sobre el órgano subfornical para
inducir sed.
Vasopresina: Cuando las células del hipotálamo detectan un aumento de
la osmolaridad del líquido cefalorraquídeo secretan vasopresina (también conocida
como ADH u hormona antidiurética) que promueve la reabsorción de agua por parte
del riñón y a su vez en un potente vasoconstrictor, este sistema es el causante de que
la sal aumente la presión sanguínea, debido a que aumenta la osmolaridad del líquido
cefalorraquideo.
Adrenalina-Noradrenalina: En situaciones de estrés las cápsulas suprarrenales del
riñón secretan estas dos hormonas que modifican el ritmo y la fuerza de contracción
del corazón, además de provocar vasodilatación o vaso constricción según que zonas
de la red capilar.
Factores nerviosos: en casos de estrés o de peligro se activa el sistema nervioso
simpático que hace aumentar el ritmo del corazón mediante una disminución en la
permeabilidad al potasio y un aumento en la del calcio de las células del marcapasos
del corazón. Esto permite que el voltaje umbral necesario para que se genere un
potencial de acción pueda alcanzarse antes(en las células marcapasos cardíacas el
sodio entra constantemente y cuando la membrana alcanza un potencial umbral se
produce la apertura de canales de calcio, cuyo flujo provoca una mayor
despolarización, lo que permite una excitación más rápida al resto del tejido cardíaco
y la consiguiente contracción. Este movimiento eléctrico es lo que se observa en
el electrocardiograma). En cambio, la disminución del estrés provoca una activación
parasimpática, que se traduce en un descenso de la permeabilidad al calcio, aumento
en la de potasio y consecuente descenso de la frecuencia cardíaca.
Medida de la presión arterial[editar]
La presión arterial es la presión que ejerce la sangre contra la pared de las arterias. Tradicionalmente la medición de dicha presión se ha llevado a cabo mediante la utilización conjunta de un estetoscopio y un esfigmomanómetro (véase la Figura 1) o bien de un manómetro aneroide; hoy se utilizan fundamentalmente tensiómetros automáticos obaumanometros. Para realizar su medida se recomienda que el sujeto permanezca relajado, en una habitación tranquila y con temperatura confortable. El punto habitual de su medida es en el brazo. La presión arterial se expresa normalmente en milímetros de mercurio (mmHg) sobre la presión atmosférica.
Los valores normales de presión arterial varían entre 90/60 y 130/80 mmHg. Valores por encima de 140/90 mmHg son indicativos de hipertensión o presión arterial alta y por debajo de 90/60 son indicativos de hipotensión o presión arterial baja. Estos valores dependen de la edad (se incrementan con el envejecimiento)2 y del sexo (son menores en las mujeres).3 También hay que señalar que estos valores no son constantes a lo largo del día, sino que presenta una gran variabilidad. Los valores más bajos se registran durante el sueño.4
Trastornos de la presión arterial[editar]
Hipertensión arterial : es el aumento de la presión arterial, ya sea de la sistólica o de la
diastólica. La hipertensión, junto con la hipercolesterolemia y el tabaquismo, es uno de
los tres factores de riesgo cardiovascular más importante y modificable. Es una
enfermedad silente, en sus primeros estados.
Hipotensión arterial : es el descenso de la presión arterial por debajo de los límites
normales.
Otros Factores de Riesgo
♥Enfermedad renal crónica. ♥Trastornos de las glándulas suprarrenales (feocromocitoma o síndrome de Cushing). ♥Embarazo ( preeclampsia). ♥Medicamentos como píldoras anticonceptivas, algunos medicamentos para el resfriado y medicamentos para la migraña. ♥Estrechamiento de la arteria que suministra sangre al riñón (estenosis de la arteria renal). ♥Hiperparatiroidismo
Etiologia (Causa de la enfermedad)
Primarias
♥Factores genéticos. ♥Factores alimentarios. ♥Factores ambientales. ♥Factores psicosociales
Secundarias
♥Estos pueden ser por carga de volumen con aumento del líquido extracelular (LEC). ♥Por vasoconstricción que da un aumento de la RPT. ♥Por combinación de sobrecarga de volumen y vasoconstricción.
Fisiopatología
(Como ocurre)
1.El corazón impulsa un mayor volumen de sangre hacia las arterias con cada latido.
2.Las arterias (con la edad y debido a la formación de placas de aterosclerosis) se vuelven rígidas y no se distienden cuando reciben la sangre procedente del corazón.
3.La contracción de las arterias de menor calibre en respuesta a estímulos hormonales, como la "angiotensina II" que es un potente vasoconstrictor secretado por el cuerpo humano.
4.Respuesta a estímulos nerviosos por la acción del sistema nervioso simpático.
5.También un mal funcionamiento renal, que impida la normal eliminación de agua y sal, dará lugar a un aumento del volumen sanguíneo.
Para que se entienda mejor, imaginen una manguera de agua, de la cual sale cierta cantidad de agua con una presión moderada. Al colocar el dedo en la boca de la manguera, deberá salir la misma cantidad de agua, pero por un espacio más pequeño, esto provoca que aumente la presión de agua.
Esto mismo ocurre con nuestras arterias, deberá pasar la misma cantidad de sangre, pero por un espacio más pequeño, debido al la disminución del diámetro de las arterias por obstrucción con placas de ateroma (acúmulos de grasa).