Wallerstein Immanuel (Coordinador) Abrir Las Ciencias Sociales
Immanuel Wallerstein
-
Upload
tania-rivera -
Category
Documents
-
view
2.158 -
download
3
Transcript of Immanuel Wallerstein
Immanuel WallersteinIMPENSAR LAS CIENCIAS SOCIALESMinuciosa crítica del legado de las ciencias sociales del siglo XIX al pensamiento social de finales del siglo XX. En vez de las ideas incorporadas al concepto de 'desarrollo', Wallerstein subraya las transformaciones en tiempo y espacio, que no deberían de considerarse como influencias externas sino como aspectos clave para lo que es la transformación social. Se presenta también un análisis crítico de algunos personajes como Marx y Braudel, cuyas ideas han ejercido influencias en el planteamiento del autor.Título original: Unthinking social science: the limits of nineteenth century paradigms Publicación: 1991 (ed. Siglo XXI, 1998, trad. Susana Guardado) Editorial: ISBN:
IMPENSAR LAS CIENCIAS [...]
Editorial:ISBN:Fecha: 1991 (ed. Siglo XXI, 1998, trad. Susana Guardado)
El trabajo coordinado por Immanuel Wallerstein, “Abrir las ciencias sociales”,
constituye un buen esquema general para la creación de escenarios de discusión
académica que nos permita entender con mayor precisión el papel que los
investigadores tienen en el contexto de la modernidad, así como la posibilidad de
generar nuevas teorías que profundicen las existentes y se concrete un avance, en
términos de Edgar Morin, hacia la superación de obstáculos en ese inmenso mar de
complejidades en que está inmerso el mundo civilizatorio.
En el “Abrir las ciencias sociales”, Informe de la Comisión Gulbenkian para la
reestrucción de las ciencias sociales, intervinieron opiniones de Juma, Fox Keller,
Kocka, Lecourt, Mundimbe, Mushakoji, Prigogine, Taylor y Trouillot; sus aportes no
sólo muestran la evolución del conocimiento hacia ese plano de organización que
hoy conocemos como ciencias sociales, sino que es un claro proyecto de
actualización y fortalecimiento del camino, que al criterio de ellos, deberían tomar
las investigaciones en ciencias sociales.
El informe se divide en cuatro puntos: 1.- La construcción histórica de las ciencias
sociales desde el siglo XVIII hasta 1945; 2.- Los debates en las ciencias sociales de
1945 hasta el presente; 3.- El tipo de ciencia social que se requiere actualmente; y
4.- La reestructuración de las ciencias sociales como conclusión al aporte.
1.- La construcción histórica de las ciencias sociales desde el siglo XVIII hasta 1945.
Todo comenzó cuando los filósofos sociales empezaron a hablar de “física social” y
los pensadores europeos comenzaron a reconocer la existencia de múltiples tipos
de sistemas sociales en el mundo, cuya variedad requeriría una explicación. Es en
este contexto, y ante la necesidad de que una figura institucional liderara estas
nuevas ideas de conocimiento, que las universidades vuelven a ocupar espacio en
la sociedad como principal centro de producción del nuevo conocimiento.
Los nuevos tiempos ameritaban organizar y racionalizar el cambio social, es
entonces cuando la práctica de la ciencia social busca enfocar su interés hacia una
visión particular, en donde el conjunto de estructuras espaciales se convirtieron en
territorios soberanos que colectivamente definían el mapa de conocimiento en el
mundo.
Las ciencias sociales, en ese proceso de independencia y particularidad, que las
lleva a un proceso concreto de institucionalización como disciplinas, definiendo
nuevas tablas de contenido para el estudio de las realidades sociales. En el mismo
momento en que las estructuras institucionales de estas ciencias sociales se
instalan y delinean sus caminos de investigación, las prácticas científicos sociales,
en especial después de la Segunda Guerra Mundial, empezaron a cambiar creando
una brecha entre dichas prácticas y las posiciones intelectuales de los
investigadores, y por otro lado, se apreció un claro deslinde de intereses entre éstos
y las organizaciones formales de las ciencias sociales.
2.- Los debates en las ciencias sociales de 1945 hasta el presente. Después de 1945
varios procesos afectaron la estructura la institucionalizada ciencias sociales: a.- El
cambio de la estructura política del mundo; b.- El crecimiento demográfico y de la
capacidad productiva después de 1945, arropó todas las relaciones en sociedad; y
c.- La expansión extraordinaria, tanto cuantitativa como geográfica, del sistema
universitario en todo el mundo, lo que condujo a la multiplicación del número de
científicos sociales profesionales.
Después de los eventos de la Segunda Guerra Mundial que determinaron un nuevo
mundo social y positivista, la estructura institucional de las ciencias sociales
requirió de una gran inversión para su consolidación. Los países triunfadores de la
Guerra, encabezados por EE.UU. e Inglaterra, tomaron la batuta en las líneas de
investigación que, a su juicio, eran las que requería el mundo para alcanzar el
anhelado orden y progreso.
Es entonces cuando hay consecuencias puntuales que le dan a las ciencias sociales
un marco metodológico ideal para encarar los estudios e investigaciones en
tiempos de replanteamiento de la modernidad. Estas consecuencias se resumen en:
1.- La validez de las distinciones entre las ciencias sociales, a través de la creación
de los estudios de áreas, cuya idea básica era tomar una zona geográfica grande
que supuestamente tenía alguna coherencia cultural, histórica y frecuentemente
lingüística, para crear en las universidades centros de investigación adaptados a la
realidad de cada país o región, pero en un mapa general coherente con unidades de
pensamiento pre-establecidas en el rigor de la comprobación científica; 2.- El grado
en que el patrimonio heredado es parroquial, es decir, que los fenómenos sociales si
bien suelen ocurrir en comunidades o localidades delimitadas, sus elementos
constitutivos tienen proyección universal. Cualquier percepción en este sentido
proporciona un medio ideas de comparación y traducción con otras realidades,
desencadenando respuestas determinadas por la naturaleza de lo universal
dominante, dejando la senda marcada de un pluralismo universal como alternativa
ideas para captar la riqueza de las realidades sociales en que vivimos y hemos
vivido; 3.- La realidad y la validez de la distinción entre las dos culturas. Es decir, no
se puede hablar de un verdadero acercamiento entre múltiples expresiones de las
dos (o tres) culturas, pero los debates han hecho surgir dudas acerca de la claridad
de las distinciones y parecería que avanzamos en direcciones y parecería que
avanzamos en dirección a una visión menos contradictoria de los múltiples campos
conocidos. Hoy día las ciencias sociales ya no son un pariente pobre, de alguna
manera desgarrado entre dos clanes polarizados de las ciencias naturales y las
humanidades: más bien has pasado a ser sitio de su potencial reconciliación.
3.- El tipo de ciencia social que se requiere actualmente. Hay una interrogante que
resume esta intención: ¿cuáles son las implicaciones de los múltiples debates
ocurridos desde 1945 dentro de las ciencias sociales para el tipo de ciencia social
que debemos construir ahora? La respuesta, siguiendo el recorrido histórico de la
evolución de las ciencias sociales, nos devela que las implicaciones de los debates
no son del todo consonantes con la estructura organizacional de las ciencias
sociales que heredamos. De este modo, al mismo tiempo que intentamos resolver
las incógnitas intelectuales, tenemos que hacerlo a nivel de su organización, la cual
si no es estructurada en razón de criterios de una ética a toda prueba, podría
desencadenar una gran influencia sobre el aspecto intelectual que distorsionaría
cualquier programa o ruta en el cual se aspira llevar las ciencias sociales
institucionalizadas.
Ahora bien, la idea de un cambio o actualización de los valores intelectuales y
organizacionales de las ciencias sociales, pasa por una redefinición de categorías en
cada región. La perspectiva que se presenta es de dispersión organizacional con
una multiplicidad de nombres, similar a la situación que existía en la primera mitad
del siglo XIX, es decir, que entre 1850 y 1945, el proceso de establecimiento de las
disciplinas consistió en reducir el número de categorías en que podía dividirse las
ciencias sociales.
En esta búsqueda de una reinterpretación de los valores y principios de las ciencias
sociales, persisten tres problemas teórico-metodológicos centrales entorno a los
cuales es necesario construir nuevos consensos heurísticos: 1.- Fortalecer la
relación entre el investigador y la investigación; 2.- Reinsertar el tiempo y espacio
como variables constitutivas internas, y no sólo como realidades físicas invariables
dentro de las cuales existe el universo social; 3.- Superar las separaciones
artificiales erigidas en el siglo XIX entre los reinos de lo político, lo económico y lo
social.
¿Qué se puede concluir acerca de los pasos que podrían darse para “abrir las
ciencias sociales”? Que se hace necesario generar un debate colectivo y hacer
algunas sugerencias sobre los caminos por los cuales quizá se podría llegar a
soluciones. Esto nos lleva al último punto del Informe: 4.- La reestructuración de las
ciencias sociales como conclusión al aporte. Hay cuatro clases de procesos
estructurales que los administradores de estructuras de conocimiento de las
ciencias sociales deberían alentar, como vías útiles hacia la clarificación intelectual
y la eventual reestructuración más completa de las ciencias sociales:
a.- La expansión de instituciones, en el marco de las universidades, para que
agrupen estudiosos para trabajar en común y por un año en torno a puntos
específicos urgentes; b.- El establecimiento de programas de investigación
integrados dentro de las estructuras universitarias, cortando transversalmente las
líneas tradicionales, con objetivos intelectuales concretos y fondos para períodos
limitados; c.- Nombramiento conjunto con los profesores de las líneas de orientación
que ha de llevar el debate inter-institucional acerca de la actualización de las
ciencias sociales; y d.- Comprometer a los estudiantes de postgrado en el área de
las ciencias sociales, a fortalecer las líneas de investigación y a crear volúmenes
significativos e aportes teóricos y prácticos para la ratificación de la importancia y
trascendencia del área en el ámbito de las políticas de desarrollo regionales.
Lo más importante, expresan los autores del Informe, es que los problemas
subyacentes se discutan con claridad, en forma abierta, inteligente y urgente. Esta
percepción entra en la visión de Miguel Martínez M. cuando expresa que el
“paradigma emergente” es la “emergencia” por debatir cómo resolver asuntos e
incógnitas propias de la sociedad desde una metodología que valores el lenguaje y
la razón de forma sistemática y coherente.
Immanuel Wallerstein
Immanuel Wallerstein en la European University de San Petersburgo, mayo 2008.
Nombre Immanuel Wallerstein en 2008.
Nacimiento 28 de septiembre de 1930, 80 años
Estados Unidos, Nueva York
Nacionalidad estadounidense
Ocupación sociólogo, profesor
Immanuel Wallerstein (Ciudad de Nueva York, 28 de septiembre de 1930) es
unsociólogo y científico social histórico estadounidense. Principal teórico del análisis
desistema-mundo.
Contenido
[ocultar]
1 Educación y vida profesional
2 Líneas teóricas esenciales
o 2.1 El moderno sistema-mundo
o 2.2 El Centro Immanuel Wallerstein
3 Citas de Immanuel Wallerstein
o 3.1 El cambio social y la justificación de El moderno sistema mundial
o 3.2 El origen de la economía-mundo capitalista
o 3.3 Sobre el origen del Estado moderno y el absolutismo
o 3.4 Sobre la Revolución francesa
o 3.5 Sobre Karl Marx
o 3.6 Sobre las ciencias sociales
4 Obra publicada
o 4.1 Obras de Inmanuel Wallerstein
o 4.2 Bibliografía sobre Immanuel Wallerstein
o 4.3 Artículos en prensa y Comentarios
5 Referencias
6 Véase también
7 Enlaces
[editar]Educación y vida profesional
Immanuel nació en Nueva York, realizó sus estudios en la Universidad de Columbia,
donde se graduó en 1951. Obtuvo su maestría en 1954y el doctorado en 1959;
después trabajó como conferencista hasta 1971, año en que se hizo profesor de
sociología en la Universidad de McGill. En 1976 se hizo profesor de sociología de
la Universidad de Binghamton (SUNY), puesto que ocupó hasta que se retiró en 1999.
Fue director del Centro Fernand Braudel de estudios económicos, sistemas históricos
y civilización. Wallerstein ocupó diversos puestos entre ellos el de profesor visitante en
diferentes universidades alrededor del mundo; fue premiado con múltiples títulos
honoríficos. También fue el director de estudios asociados en la Escuela de Altos
Estudios en Ciencias Sociales (École des Hautes Études en Sciences Sociales)
enParís, y fue presidente de la Asociación Sociológica Internacional de 1994 a 1998.
Es presidente de la Comisión Gulbenkian para la restauración de las ciencias sociales,
encargada de una reflexión sobre el presente y el posible futuro de las ciencias
sociales, pues muchos especialistas aseguran que no deben ser enseñadas por
separado, porque todas ellas persiguen al final un mismo objetivo: la percepción de la
realidad ( ya sea en el pasado, presente o futuro) del ser humano relacionado con su
entorno social.
[editar]Líneas teóricas esenciales
Wallerstein inició como un experto en asuntos post-coloniales africanos, a lo que
dedicó casi todas sus publicaciones hasta principios de los setenta, cuando empezó a
distinguirse como un historiador y teórico a nivel macroeconómico de la economía
capitalista global. Su reciente crítica al capitalismo global y su influencia en los
movimientos anti-sistémicos lo han convertido en una eminencia en el movimiento
antiglobalización junto con Noam Chomsky y Pierre Bourdieu. Su obra y presidencia
del Fernand Braudel Center de la State University of New York constituyen uno de los
principales puntos de referencia y producción historiográfica a nivel mundial. Es
posible distinguir, por el desarrollo de una teoría global y sus aportaciones a
la historia como ciencia social, una línea directa entre Karl Marx, Fernand Braudel y
Wallerstein. También tiene empatía intelectual con Ilya Prigogine, Marc Bloch, Paul
Sweezy y Franz Fanon. Trabajó e investigó junto aGiovanni Arrighi quien recoge el
corpus del sistema-mundo de Wallerstein para desarrollar y perfeccionar la teoría de
los ciclos económicos. Ambos son exponentes del desarrollo global de las ciencias
sociales.
El científico social mexicano Carlos Antonio Aguirre Rojas -uno de sus principales
discípulos- en el prólogo a La crisis estructural del capitalismo (Editorial
Contrahistorias, 2005) planteó que sus aportes teóricos se pueden esbozar en cuatro
líneas principales:
a) la explicación histórica-crítica de la historia, el desarrollo y los mecanismos
globales y funcionales del capitalismo desde el siglo XVI hasta nuestros días
mediante la colectivamente aceptada teoría del sistema-mundo (world-system).
b) el análisis crítico de los hechos y realidades del largo siglo XX y su influencia en
los procesos históricos en los que estamos inmersos.
c) el análisis histórico-crítico de los hechos coyunturales y el ejercicio de
escenarios prospectivos del actual sistema-mundo, resaltando que éste vive la
fase B de un ciclo de Kondratiev iniciado posterior a 1945 y experimenta una crisis
estructural que iniciará su fase final hacia 2050.
d) la reflexión epistemológica-crítica de la urgente necesidad de reconfigurar y
replantear la estructura parcelada de las ciencias sociales actuales y encaminarlas
hacia una perspectiva unidisciplinar.
[editar]El moderno sistema-mundo
Su obra más importante, El moderno sistema-mundo (The modern world-system) ha
aportado a la ciencia histórica un nuevo modelo teórico-interpretativo. Apareció en tres
volúmenes en 1974, 1980 y 1989. En ellos, Wallerstein se basa en tres influencias
intelectuales: Karl Marx, el historiador francés Fernand Braudel, la Teoría de la
dependencia, en su experiencia práctica obtenida en su trabajo en la África post-
colonial y las varias teorías acerca de las naciones en desarrollo. Un aspecto de su
trabajo por el cual se merece crédito fue el anticipar la importancia del
creciente Conflicto Norte-Sur el cual estaba ya en la cima durante la Guerra Fría.
Wallerstein rechazaba la noción de un “Tercer Mundo”, afirmando que había solo un
mundo conectado por una compleja red de relaciones de intercambio económico.
Wallerstein localiza el origen del moderno sistema-mundial en el noroeste de Europa
del siglo XVI. Una pequeña ventaja en la acumulación de capital en Gran
Bretaña y Francia, debido a circunstancias políticas específicas al final del periodo
del feudalismo, pusieron en movimiento un proceso gradual de expansión, como
resultado: la red mundial, o sistema de intercambio económico que existe en la
actualidad. Para Wallertstein, la transición al capitalismo se llevó a cabo durante el
"largo" siglo XVI con la previa "crisis" del modo de producción feudal, que englobaba a
causas climáticas, demográficas, políticas e incluso culturales, lo que obligo a los
señores feudales de Inglaterra y del norte de Francia a convertirse en capitalistas. Lo
anterior llevó a la conformación de la economía-mundo capitalista que llegó a ocupar
América y a convertirla en la periferia del sistema mundial, y consecuentemente
desecha la idea de "revolución burguesa" arraigada en el marxismo ortodoxo. En este
sentido, Wallerstein se pregunta que cuál es el sentido de afirmar que la Revolución
francesa fue una "revolución burguesa" si el capitalismo como tal ya estaba
consolidado desde hace dos o tres siglos atrás, por lo que, llega a mencionar que la
Revolución francesa fue en realidad una "revolución anticapitalista" -con lenguaje
antifeudal- y además, fue el acontecimiento en donde la superestructura ideológica se
pone por fin al mismo nivel que la estructura económica; es decir: que a partir de tal
suceso las ideologías expresan transparentemente los intereses de las clases al
interior del sistema-mundo. Pero, en modo alguno, según Wallerstein, representó un
cambio estructural profundo. Con esta última idea, Wallerstein ensalza a la Revolución
francesa y baja el perfil a la Revolución rusa de 1917.
Un mayor avance ocurrió durante la época del imperialismo, el cual puso en contacto a
cada rincón de la tierra con la economía capitalista al estilo europeo.
El sistema-mundial capitalista se encuentra lejos de la homogeneidad en términos
culturales, políticos y económicos; está caracterizado por profundas diferencias en el
desarrollo cultural, acumulación del poder político y capital. Wallerstein concibe las
diferencias en las teorías de la modernización y capitalismo como una división
duradera del mundo en el núcleo, semi-periferia y periferia.
En 2011, Immanuel Wallerstein publicará el cuarto tomo del Moderno sistema mundial,
cuyo subtítulo es "el triunfo del liberalismo centrista" y cuyo período va desde 1789
hasta 1914. Esta cuarta entrega se encargará de continuar la idea de "geocultura" en
tanto que ideología dominante del sistema-mundo capitalista en su conjunto. Ahí se
verá cómo surgen las ideologías modernas ante el desafío que representó la
"Revolución francesa" con las consecuencias que aquella trajo: 1) el cambio político es
normal, y 2) la soberanía reside en el pueblo. Pues bien, las ideologías "modernas" se
encargan de ambos problemas en que surgió el conservadurismo, el liberalismo y el
radicalismo/socialismo, cada una poniendo distintos énfasis en cuanto a la "velocidad"
y "profundidad" de los cambios sociales que deseaban. Y el tomo cuatro tratará de
cómo la ideología liberal centrista triunfó por sobre el conservadurismo y el
radicalismo/socialismo en orden de asegurar la acumulación de capital a largo plazo,
para Gran Bretaña, Francia y los demás capitalistas de la economía-mundo.
[editar]El Centro Immanuel Wallerstein
El centro Immanuel Wallerstein fue fundado en San Cristóbal de las
Casas, Chiapas, México, en 2004.
[editar]Citas de Immanuel Wallerstein
[editar]El cambio social y la justificación de El moderno sistema mundial
El cambio es eterno. Nada cambia jamás. Los dos tópicos son "ciertos". Las estructuras son los
arrecifes de coral de las relaciones humanas, que tienen una existencia estable durante un
período relativamente largo de tiempo. Pero las estructuras también nacen, se desarrollan y
mueren. Wallerstein, I. - El moderno sistema mundial I1
Lo que aquí es relevante es que así me hice consciente del grado en que la sociedad como
abstracción quedaba grandemente limitada a sistemas político-jurídicos como realidad
empírica. Era una perspectiva falsa el adoptar una unidad como la "tribu" e intentar analizar su
funcionamiento sin hacer referencia al hecho de que, en una situación colonial, las instituciones
gobernantes de una "tribu", lejos de ser "soberanas", estaban seriamente circunscritas por las
leyes (y las costumbres) de una entidad mayor de la cual formaban parte indisociable, léase la
colonia. De hecho esto me llevó a la generalización más amplia de que el estudio de la
organización social era en su mayor parte deficiente debido a la muy extendida falta de
consideración del marco legal y político en el que tanto las organizaciones como sus miembros
operan. Wallerstein, I. - El moderno sistema mundial I 2
¿Cómo podía uno decir que la Francia del siglo XVII era en algún aspecto equivalente a la India
del siglo XX? Los legos podrían considerar tal afirmación absurda. ¿Estarían acaso tan
equivocados? Está muy bien y es muy cómodo eso de apoyarse en las fórmulas de los libros
de texto acerca de las virtudes de la abstracción científica, pero las dificultades prácticas de la
comparación parecían inmensas. Wallerstein, I.-El moderno sistema mundial I 3
Si determinadas sociedades atravesaban "etapas", es decir, tenían una "historia natural", ¿qué
sucedía entonces con el propio sistema mundial? ¿Acaso no tenía "etapas", o al menos una
"historia natural"? Si así fuera, ¿no estaríamos estudiando evoluciones comprendidas dentro de
otras evoluciones? Y de ser ese el caso, ¿no se estaría convirtiendo la teoría en algo
ligeramente sobrecargado en epiciclos? ¿No estaría pidiendo a voces algún toque de
simplificación?. Wallerstein, I.-El moderno sistema mundial I 4
[editar]El origen de la economía-mundo capitalista
A finales del siglo XV y principios del XVI, nació lo que podríamos llamar una economía-mundo
europea. No era un imperio, pero no obstante era espaciosa como un gran imperio y compartía
con él algunas características. Pero era algo diferente y nuevo. Era un tipo de sistema social
que el mundo en realidad no había conocido anteriormente, y que constituye el carácter
distintivo del moderno sistema mundial. Es una entidad económica pero no política, al contrario
de los imperios, las ciudades-Estado y las naciones-Estado. De hecho, precisamente
comprende dentro de sus límites (es difícil hablar de fronteras) imperios, ciudades-Estado, y las
emergentes "naciones-Estado". Es un sistema "mundial", no porque incluya la totalidad del
mundo, sino porque es mayor que cualquier unidad política jurídicamente definida. Y es una
"economía-mundo" debido a que el vínculo básico entre las partes del sistema es
económico. Wallerstein, I. - El moderno sistema mundial I5
[editar]Sobre el origen del Estado moderno y el absolutismo
Pero ¿por qué surgieron tales regímenes políticos en este tiempo en particular? Una respuesta
clásica se nos da en términos de los fenómenos centrífugos presentes en los nuevos Estados,
argumento utilizado frecuentemente para los nuevos Estados del siglo XX. El empuje inicial de
los "restauradores del orden" del siglo XV surgió de la "crisis del feudalismo". La presión
económica sobre los señores había llevado a un incremento de la explotación de los
campesinos y, consiguientemente, a rebeliones de éstos. También había llevado a guerras
internas entre la nobleza. Los debilitados nobles se volvieron a los reyes para que les
preservaran de aún mayores desórdenes. El rey se benefició de las circunstancias para
aumentar sus riquezas frente a esta misma nobleza. Wallerstein, I.- El moderno sistema
mundial I6
¿Cómo hicieron los reyes, que eran los directores del aparato de Estado en el siglo XVI, para
fortalecerse? Utilizaron cuatro mecanismos fundamentales: burocratización, monopolización de
la fuerza, creación de legitimidad y homogeneización de la población súbdita. Wallerstein, I. - El
moderno sistema mundial I7
[editar]Sobre la Revolución francesa
No creo que debamos intentar preservar la imagen de la Revolución francesa como una
revolución burguesa para preservar la de la Revolución rusa como una revolución proletaria.
Pero tampoco creo que debamos tratar de crear la imagen de la Revolución francesa como una
revolución liberal con el fin de empañar la de la Revolución rusa como una revolución totalitaria.
Ninguna de estas categorías -burguesa o liberal- clasifica bien lo que de hecho
ocurrió. Wallerstein, I.-El moderno sistema mundial III8
La Revolución francesa tal vez no fue una "revolución burguesa" puesto que en la economía-
mundo capitalista en la cual se ubicaba Francia, el comportamiento económico de la clase
dominante era "capitalista". En ese sentido, los "capitalistas" no tenían necesidad de una
revolución política en estados particulares con el fin de obtener el droit de cité [derecho de
alternancia] o buscar sus intereses fundamentales. Wallerstein, I.-Impensar las ciencias
sociales9
Estos "levantamientos" por supuesto podrían asemejarse de manera analítica a las recurrentes
revueltas por comida y alborotos campesinos de los siglos anteriores. Creo que la burguesía
del mundo percibió que algo diferente estaba ocurriendo, que a esos "levantamientos" podrían
catalogárseles mejor como los primeros disturbios verdaderamente antisistémicos (es decir, en
contra del sistema capitalista) del mundo moderno. No es que esos levantamientos
antisistémicos tuvieran mucho éxito, sino que al menos se habían suscitado y por lo tanto
presagiaron un importante cambio cualitativo en la estructura del sistema-mundo capitalista, un
punto de cambio en sus políticas. Wallerstein, I.-Impensar las ciencias sociales10
[editar]Sobre Karl Marx
Marx tenía un defecto importante. Era excesivamente smithiano (la competencia es la norma
del capitalismo, el monopolio una distorsión) y schumpeteriano (el empresario es el agente del
progreso). Numerosos marxistas del siglo XX no comparten ya estos prejuicios, aun cuando
creen que eso es porque el capitalismo ha evolucionado. Sin embargo, una vez que se
invierten estos supuestos, el uso de un marco dialéctico y materialista para el análisis obliga a
hacer una lectura muy diferente de la historia de los siglos XVI a XVIII, incluso del XIX, de lo
que el mismo Marx hizo la mayoría de las veces. Wallerstein, I.-El moderno sistema mundial
III11
Es en cambio al otro Marx, al que veía la historia como una realidad compleja y sinuosa, al que
insistía en el análisis del carácter específico de los diferentes sistemas históricos, al Marx que
era, por tanto, crítico del capitalismo como sistema histórico, a quien debemos devolver en el
primer plano. ¿Qué encontró Marx cuando examinó a fondo el proceso histórico del
capitalismo? Encontró no solo la lucha de clases, que a fin de cuentas era el fenómeno de
"todas las sociedades existentes hasta el presente", sino también la polarización de las clases.
Esta fue su hipótesis más radical y atrevida y, por consiguiente, la más criticada. Wallerstein, I.-
Raza, nación y clase12
[editar]Sobre las ciencias sociales
La ciencia social es una empresa del mundo moderno; sus raíces se encuentran en el intento,
plenamente desarrollado desde el siglo XVI y que es parte inseparable de la construcción de
nuestro mundo moderno, por desarrollar un conocimiento secular sistemático que tenga algún
tipo de validación empírica. Wallerstein, I.-Abrir las ciencias sociales13
Puesto que la presión por la transformación política y social había adquirido una urgencia y una
legitimidad que ya no resultaba fácil contener mediante la simple proclamación de teorías sobre
un supuesto orden natural de la vida social. En cambio muchos –sin duda con esperanzas de
limitarlo- sostenían que la solución consistía más bien en organizar y racionalizar el cambio
social que ahora parecía inevitable en un mundo en el que la soberanía del “pueblo” iba
rápidamente convirtiéndose en la norma. Pero para organizar y racionalizar el cambio social
primero era necesario estudiarlo y comprender las reglas que lo gobernaban. No sólo había
espacio para lo que hemos llegado a llamar ciencia social, sino que había una profunda
necesidad de ella. Además parecía coherente que si se intentaba organizar un nuevo orden
social sobre una base estable, cuanto más exacta (o “positiva”) fuese la ciencia tanto mejor
sería todo lo demás. Wallerstein, I.-Abrir las ciencias sociales14
El hecho de que las ciencias sociales construidas en Europa y Estados Unidos durante el siglo
XIX fueran eurocéntricas no debe asombrar a nadie. El mundo europeo de la época se sentía
culturalmente triunfante y en muchos aspectos lo era. Europa había conquistado el mundo
tanto política como económicamente, sus realizaciones tecnológicas fueron un elemento
esencial de esa conquista y parecía lógico adscribir la tecnología superior a una ciencia
superior y a una superior visión del mundo.Wallerstein, I.-Abrir las ciencias sociales15
[editar]Obra publicada
[editar]Obras de Inmanuel Wallerstein
1971 - El estudio comparado de las sociedades nacionales (Con Terence K.
Hopkins). Valparaíso, Ediciones Universitarias de la Universidad Católica de
Valparaíso
1978 - The 'crisis of the seventeenth century' en New Left Review I, Nº 110,
Julio/Agosto
1979 - El moderno sistema mundial. La agricultura capitalista y los orígenes de la
economía-mundo europea en el siglo XVI. Madrid : Siglo XXI Editores.
1983 - Dinámica de la crisis global. Con Samir Amin, Giovanni Arrighi y Andre
Gunder Frank. Ciudad de México: Siglo XXI Editores
1984 - El moderno sistema mundial II. El mercantilismo y la consolidación de la
economía-mundo europea, 1600-1750. México, Siglo XXI Editores
1988 - The Bourgeois(ie)as Concept and Reality en New Left Review I, Nº 167,
Enero/Febrero
1988 - El capitalismo histórico. Ciudad de México, Siglo XXI Editores
1991 - Raza, nación y clase. Las identidades ambiguas. Con Étienne Balibar.
Madrid: Iepala Textos
1996 - Abrir las ciencias sociales. Madrid : Siglo XXI Editores
1996 - Después del liberalismo. Madrid : UNAM : Siglo XXI Editores : IIS-UNAM
1997 - El futuro de la civilización capitalista. Barcelona: Icaria
1998 - El moderno sistema mundial III. La segunda era de gran expansión de la
economía-mundo capitalista, 1730-1850. México, Siglo XXI Editores
1998 - Impensar las Ciencias Sociales. Madrid : UNAM : Siglo XXI Editores : IIS-
UNAM
1998 - Utopística. O las Opciones Históricas del Siglo XXI. Madrid : UNAM : Siglo
XXI Editores : IIS-UNAM
1999 - Movimientos antisistémicos. Con Giovanni Arrighi y Terence K. Hopkins.
Madrid: Akal
2001 - Conocer el mundo, saber el mundo. El fin de lo aprendido. Madrid : Siglo
XXI Editores, 2001
2003 - Saber el mundo, conocer el mundo. Una nueva ciencia de lo social. Madrid :
UNAM : Siglo XXI Editores : IIS-UNAM
2004 - Las Incertidumbres Del Saber. Gedisa
2005 - Estados Unidos confronta al mundo. Madrid : Siglo XXI Editores
2005 - La decadencia del poder estadounidense. Estados Unidos en un mundo
caótico. Santiago de Chile. Lom Ediciones
2005 - La crisis estructural del capitalismo. México : Editorial Contrahistorias
2006 - Análisis de sistemas-mundo. Una introducción. Madrid : Siglo XXI Editores
2006 - La trayectoria del poder estadounidense en New Left Review, Nº 40,
Septiembre/Octubre, Akal
2007 - Geopolítica y geocultura: ensayos sobre el moderno sistema mundial.
Barcelona : Kairos
2007 - Universalismo europeo. El discurso del poder. Madrid : Siglo XXI Editores
2009 - Leer a Fanon en el siglo XXI en New Left Review, Nº 57, Julio/Agosto, Akal
2010 - Crisis estructurales en New Left Review, Nº 62, Mayo/Junio, Akal
2011 - The Modern World-System IV: Centrist Liberalism Triumphant, 1789-1914,
California, University of California Press
[editar]Bibliografía sobre Immanuel Wallerstein
Göran Therborn From Marxism to Post-Marxism? (Verso, 2008)
Beverly J. Silver Fuerzas de trabajo. Los movimientos obreros y la globalización
desde 1870 (Akal, 2005)
Carlos Antonio Aguirre Rojas . Immanuel Wallerstein: Crítica del sistema mundo
capitalista (Estudio y entrevista a Immanuel Wallerstein). (Editorial Era, 2004)
Leslie Sklair Sociología del sistema global (Gedisa, 2003)
Giovanni Arrighi y Beverly J. Silver Caos y orden en el sistema-mundo
moderno (Akal, 2001)
Jaime Osorio Fundamentos del análisis social (Fondo de Cultura Económica, 2001)
Steve J Stern Feudalism, Capitalism and the World-System in the Perspective of
Latin America and the Caribbean (American Historical Review, Nº93, 1988)
Eric Wolf Europe and the people without history, (University of California Press,
1982) (Europa y la gente sin historia, Fondo de Cultura Económica, 1987)
Anthony Brewer Marxist Theories of Imperialism. A Critical Survey (Routledge &
Kegan Paul, 1980)
Ernesto Laclau Política e ideología en la teoría marxista: capitalismo, fascismo,
populismo (Siglo XXI Editores, 1978)
Robert Brenner The Origins of Capitalist Development. A Critique of Neo-Smithian
Marxism (New Left Review I/104, July-August 1977, pp. 25-92)
Theda Skocpol Wallerstein's World Capitalist System: A Theoretical and Historical
Critique (The American Journal of Sociology, 1977)
[editar]Artículos en prensa y Comentarios
Wallerstein escribe artículos en numerosos medios, tanto prensa escrita como en red.
Entre ellos destacan:
Agence Global - 'by Immanuel Wallerstein'.16
Le monde diplomatique .17
Sin Permiso .18
Comentario - Escritos mensuales sobre algún aspecto de la situación mundial en el
sitio del Fernand Braudel Center. Son traducidos a más de veinte idiomas.19 En
español son traducidos y publicados por el diario La Jornada.20
[editar]Referencias
1. ↑ Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes
de la economía-mundo europea en el siglo XVI, p. 7
2. ↑ Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes
de la economía-mundo europea en el siglo XVI, pp. 9-10
3. ↑ Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes
de la economía-mundo europea en el siglo XVI, p. 12
4. ↑ Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes
de la economía-mundo europea en el siglo XVI, p. 12.
5. ↑ Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes
de la economía-mundo europea en el siglo XVI, p. 21)
6. ↑ Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes
de la economía-mundo europea en el siglo XVI, pp. 189-190
7. ↑ Wallerstein, I., El moderno sistema mundial I. La agricultura capitalista y los orígenes
de la economía-mundo europea en el siglo XVI, p. 191
8. ↑ Wallerstein, I. El moderno sistema mundial III. La segunda era de gran expansión de
la economía-mundo capitalista, 1730-1850, p. 70
9. ↑ Wallerstein, I., Impensar las ciencias sociales. Límites de los paradigmas
decimonónicos, p. 11.
10. ↑ Wallerstein, I., Impensar las ciencias sociales. Límites de los paradigmas
decimonónicos, p. 17-18.
11. ↑ Wallerstein, I. El moderno sistema mundial III. La segunda era de gran expansión de
la economía-mundo capitalista, 1730-1850, p. 71
12. ↑ Wallerstein, I., Raza, nación y clase. Las identidades ambiguas, p. 198
13. ↑ Wallerstein, I., Abrir las ciencias sociales, p. 4
14. ↑ Wallerstein, I., Abrir las ciencias sociales, p. 10-11
15. ↑ Wallerstein, I., Abrir las ciencias sociales, p. 57
16. ↑ Contradictions in the Latin American Left, 15/8/2010
17. ↑ Le monde diplomatique.es
18. ↑ Sin permiso - información por autor
19. ↑ Comentarios -binghamton.edu-
20. ↑ Immanuel Wallerstein. Opciones imposibles en una depresión mundial, 19/7/2010
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA
UNIDAD IZTAPALAPA
“Casa abierta al tiempo”
División: Ciencias Sociales y Humanidades
Licenciatura: Filosofía
UEA: Filosofía de las Ciencias Sociales II
Profesor: Rubén García Clark
Estudiante: Benjamín Romero Ureiro
Matrícula: 204329505
Trimestre: 09P
Lugar y fecha: México, D. F., 3 de agosto de 2009
Crítica a las ciencias sociales en Immanuel Wallerstein
El objetivo de este ensayo es exponer y clarificar la crítica de Immanuel
Wallerstein a las ciencias sociales del siglo XIX y su respectiva propuesta
alternativa para abordar el estudio de las mismas. Para intentar lograr nuestro
propósito nos apoyaremos en su obraImpensar las ciencias sociales, cuyo
subtitulo es Limites de los paradigmas decimonónicos.
Immanuel Wallerstein es un científico social norteamericano. Nació el 28
de septiembre de 1930 en la ciudad de Nueva York. Es el principal teórico del
análisis del sistema-mundo, un enfoque metodológico aplicado al estudio de las
ciencias sociales. Los pensadores que más han influido en su formación
intelectual han sido el filosofo alemán Karl Marx y el historiador francés
Fernand Braudel. La vida y obra del pensador que nos ocupa se ha desplegado
en partes del siglo XX y XXI, toda vez que el sociólogo norteamericano aún se
encuentra con vida.
Immanuel Wallerstein nos aclara en la introducción de su obra la
diferencia que existe entre “repensar las ciencias sociales” e “impensar las
ciencias sociales”. La primera actitud se lleva a cabo cuando las teorías
necesitan ajustarse o cambiarse, ya que las nuevas evidencias obligan a
repensar las premisas establecidas. Por el contrario, la segunda actitud tiene
que ver con el análisis crítico de los presupuestos que subyacen en las ciencias
sociales. Dichas suposiciones son caracterizadas como engañosas y
constrictivas, además de que se han convertido en dogmas que imposibilitan la
comprensión cabal de la realidad social. Por estas razones, se hace necesario
el planteamiento de “impensar las ciencias sociales” para superar sus
presupuestos y dar cuenta del carácter limitado de los mismos.
Ahora bien, es menester aclarar que a nuestro autor le interesa de
manera específica la crítica de las ciencias sociales del siglo XIX, pues
considera que ahí tienen su origen los paradigmas que deben ser criticados y
superados. Sin embargo, nuestro pensador también nos advierte que no está
proponiendo un nuevo paradigma desde el cual se pueda estudiar las ciencias
sociales desde un nuevo enfoque o perspectiva, pero sí busca propiciar, con su
reflexión, el debate y la construcción de un nuevo paradigma para las ciencias
sociales de nuestro tiempo.
Immanuel Wallerstein sostiene que es en el siglo XIX cuando surgen tres
nuevas instituciones que son claves para entender nuestra actual realidad
social. “Estas tres instituciones fueron las ideologías, las ciencias sociales y los
movimientos, y comprenden la gran síntesis intelectual/cultural del “largo” siglo
XIX, los fundamentos institucionales de lo que a veces se denomina en forma
inadecuada “modernidad”.[1] En efecto, es en este siglo cuando emergen y se
consolidan el conservadurismo, el liberalismo y el marxismo como ideologías
sistémicas mundiales. Ellas expresan diferentes intereses clasistas y su función
principal es hacer frente al problema del cambio social. Para que una ideología
sea útil en el cambio social (ya sea para obstruirlo, retardarlo o catalizarlo)
necesita de las ciencias sociales, ya que estas áreas del saber son las que
proveen el análisis científico de la realidad social.
Las ciencias sociales son definidas, en el siglo XIX, como el estudio
empírico del mundo social. Su objetivo es comprender el desarrollo de la
sociedad e influir en su curso. Por ello, se dice que las ciencias sociales no
fueron producto de pensadores sociales solitarios, sino la creación de elites
altamente especializadas en el marco de estructuras específicas con miras a
lograr fines específicos.[2] Parece ser que fueron las clases dominantes las que
principalmente se interesaron por el fomento de las ciencias sociales, ya que
desde su concepción estas servirían como un instrumento para la consecución
de sus intereses, esto es, mantener su hegemonía en la sociedad.
Wallerstein también nos dice que el principal modo de institucionalizar
las ciencias sociales fue mediante la diferenciación en la estructura
universitaria tradicional europea. La organización tradicional de las
universidades europeas consistía en dividir las áreas del saber en cuatro
facultades, a saber, teología, filosofía, derecho y medicina. Durante el siglo XIX
y con el impulso de las ciencias sociales se crearon nuevas universidades y
surgieron nuevas disciplinas con nuevos nombres. Las disciplinas emergentes
y sus nombres fueron producto del triunfo de la ideología liberal, la ideología de
la burguesía, la que es y ha sido base teórica del sistema social capitalista, hoy
expandido casi a nivel planetario.
Un presupuesto fundamental de la ideología liberal era que la vida o el
mundo social podían dividirse en tres dimensiones perfectamente delimitados.
Es así como se postulaban tres esferas de la realidad social que eran el
mercado, el Estado y la sociedad. Por ello, las ciencias sociales que se
consolidaron en base a este supuesto subyacente de la ideología liberal fueron
la economía, la ciencia política y la sociología. Una cuarta disciplina que se
redefine en el siglo XIX, gracias a la obra de Ranke, es la historia. Lo primero
que podemos comentar del supuesto epistemológico, arriba mencionado, es
que se trata de un criterio que escinde la realidad social en diferentes parcelas
del conocimiento y crea objetos de estudio muy estrechos que no dan cuenta
de la realidad social como totalidad. El sociólogo norteamericano cuestiona
este supuesto y plantea una restauración de las ciencias sociales, es decir,
volver a unir las ciencias sociales y dejar de estudiarlas y enseñarlas por
separado, ya que la ciencia social es una sola y su objetivo supremo es la
investigación del ser social y su realidad circundante compleja.
Por su parte, el científico social mexicano Carlos Antonio Aguirre Rojas -
uno de los principales discípulos del autor de La crisis estructural del
capitalismo- considera que uno de los aportes teóricos del maestro es “la
reflexión epistemológica-crítica de la urgente necesidad de reconfigurar y
replantear la estructura parcelada de las ciencias sociales actuales y
encaminarlas hacia una perspectiva unidisciplinar”. Como se ve, el
planteamiento wallersteiniano parece abogar por la unificación de las ciencias
sociales, toda vez que ellas tienen la misma finalidad; estudiar la realidad social
desde diferentes perspectivas. Por consiguiente, la ciencia social que ha de
construirse debe tomar en cuenta una reestructuración de las ciencias sociales,
puesto que el actual fundamento racional de las mismas ha entrado en crisis.
Es deseable, entonces, pensar en nuevos fundamentos racionales y en nuevos
criterios de demarcación, o bien, en la posibilidad de una ciencia social
unificada.
Por otra parte, con respecto a la alternativa que ofrece el maestro
Wallerstein para el estudio de las ciencias sociales, podemos decir que su
propuesta metodológica denominada análisis de los sistemas-mundo equivale
a su mayor esfuerzo intelectual por contribuir a la construcción de un
paradigma. Como se sabe, el análisis de los sistemas-mundo es una
perspectiva contemporánea del mundo social, un marco teórico que nuestro
autor aplica al estudio de las ciencias sociales. Dicha perspectiva -nos dice
Wallerstein- concede gran importancia al estudio del cambio social a largo
plazo y a gran escala. Este enfoque teórico también es presentado por nuestro
autor de la siguiente forma:
El análisis de los sistemas-mundo pretende ser una crítica a las
ciencias sociales del siglo XIX, aunque más bien es una critica
incompleta, porque no ha logrado encontrar la forma de corregir el más
resistente (y confuso) legado de las ciencias sociales del siglo XIX –la
división del análisis social en tres áreas, tres lógicas, tres “niveles”: el
económico, el político y el sociocultural. Esta tríada se encuentra en
medio del camino obstaculizando nuestro progreso intelectual. Muchos
la consideran insuficiente pero, en mi opinión, no hay nadie aún que
haya encontrado la manera de eliminarla del lenguaje y sus
implicaciones, algunas de las cuales son correctas pero quizá la
mayoría no.
Tal vez el mundo deba cambiar un poco más antes de que los
académicos puedan teorizar esta tríada de manera más útil. Sin
embargo, estoy convencido de que este acertijo, más que ningún otro,
es el que debe preocuparnos, y que superar esta aporía, resolver este
misterio, impensar esta metáfora, resulta esencial para reconstruir las
ciencias sociales históricas.[3]
Queda claro pues, que el análisis de los sistemas-mundo es una crítica a
la forma en que estructuraron las ciencias sociales desde sus orígenes a
mediados del siglo XIX. El método que surgió de dicha estructuración está
constituido por un conjunto de supuestos que deben ser cuestionados, ya que
estos han tenido el efecto de cerrar las interrogantes más importantes e
interesantes. Por esto, es necesario ir en pos de un nuevo paradigma que nos
permita realizar la tarea social más importante, a saber, “mostrar en términos
racionales las verdaderas alternativas históricas ante nosotros”.[4]
El análisis de los sistemas-mundo es una protesta moral y política y un
desafío al método y a los supuestos tradicionales de las ciencias sociales. A
continuación se esbozan algunos presupuestos epistemológicos que el
sociólogo norteamericano critica y que llama a superar:
1.- Las ciencias sociales se constituyen de diversas “disciplinas”
que son agrupaciones intelectualmente coherentes del objeto de estudio
diferentes entre sí.
2.- La historia es el estudio, la explicación, de lo particular como
en realidad sucedió en el pasado. Las ciencias sociales son la
enunciación del conjunto de reglas universales que explican el
comportamiento social de los seres humanos.
3.- Los seres humanos se organizan en entidades que podemos
llamar sociedades, las cuales constituyen los marcos sociales
fundamentales en los cuales se vive cada vida humana.
4.- El capitalismo es un sistema basado en la competencia entre
libres productores que utilizan el libre trabajo en la producción de libre
mercancía, y “libre” significa que está disponible para su compraventa
en un mercado.
5.- El final del siglo XVIII y el comienzo del XIX representan un
cambio crucial en la historia del mundo, en el sentido de que los
capitalistas al fin alcanzaron el poder estatal-social en los estados clave.
6.- La historia de los seres humanos es, inevitablemente,
progresiva.
7.- La ciencia es la búsqueda de reglas que resumen de manera
sucinta por qué todo es como es y cómo suceden las cosas.[5]
Por último, Immanuel Wallerstein nos aclara que el análisis de los
sistemas-mundo es un llamado a construir una ciencia social histórica que
contribuya a la transformación del mundo. “Dicho análisis no es un paradigma
de las ciencias sociales históricas, es un llamado a un debate sobre el
paradigma”.[6] Ciertamente, los planteamientos teóricos del científico social
estadounidense apuntan a la critica de los paradigmas en la investigación
social que hemos heredado del siglo XIX, los cuales hoy en día resultan
limitados y más aún, obsoletos e inoperantes para los fines de una ciencia
social crítica y liberadora. Se trata de aprender a desaprender las “verdades”
sagradas que nos ha inculcado la tradición, de subvertir los dogmas que hemos
interiorizado, de construir un nuevo paradigma que conciba la realidad social
como una totalidad, es decir, una dimensión que deba estudiarse de manera
transdisciplinaria, compleja, sistémica y holista.
[1] Immanuel Wallerstein. Impensar las ciencias sociales. México: Siglo XXI, 2007. p. 18.
[2] Immanuel Wallerstein. Op. cit. p. 21.
[3] Op. cit. p. 6.
[4] Op. cit. p. 257.
[5] Op. cit. pp. 258-275.
[6] Op. cit. p. 277.