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Orria z./ Hoja n.352 15/11/2014 Travesía – Zeharkaldia.

Ainhoa - Artzamendi - Bidarrai

Hora de salida: 6:00 Dificultad: larga Duración Aproximada: 8:30 Desnivel: 1.600 Distancia: 28 km. Material recomendado: calzado y vestimenta de montaña.

Cara oeste de Artzamendi-Iguzkimendi, por encima de Peñas de Itxusi. Detrás: Iparla e Irubelakaskoa. Estas montañas, son para verlas al revés de lo acostumbrado. De Norte a sur. Asimismo, el relato también irá al revés de la marcha. (Un día cruzado lo tiene cualquiera)

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Al norte de Baztán, entre tierras navarras, bajonavarras y lapurtanas, lejos de la vida cotidiana de las tres provincias, siguen sobreviviendo (aunque con heridas) las montañas de Hartzamendi y Mondarrain. Por el sur, desde el puerto de Otsondo, pocos montañeros se aventuran en tierras desconocidas que nos separan de las pequeñas poblaciones de Iparralde: Ainhoa (posiblemente el pueblo más “coqueto” de Lapurdi), Ezpeleta, Itsasu , Luhoso y Bidarrai. Todos ellos al sur del señorial Kambo, que se permite acoger el museo de Arnaga, con sus famosos jardines (dignos de visitar en temporada). A los montañeros navarros, nos son familiares las pantallas situadas en la cima de Artzamendi, pues las vemos cercanas desde Iparla o Gorramendi, montañas muy visitadas y también, más cerca, desde Irubelakaskoa, que en los últimos años ha conseguido entrar en los objetivos de los montañeros del sur.

Luces y sombras hacia el sur. Desde la lejanía, Hartzamendi, no es un monte provocador de visitas, ni tan siquiera las preciosas peñas de Itsusi, en sus laderas, llaman nuestra atención. Desde el sur, el sol se encarga de empastar estas laderas y oculta toda su belleza, precisamente por exceso de luz. Solamente quienes las han visitado y observado de cerca, han conseguido mostrar con imágenes, un paisaje irreal y fantástico, lleno de luces y contraluces impresionantes, que alberga una amplia colonia de buitres visibles casi a cualquier hora, haciendo piruetas, despegando y aterrizando en las aristas de las peñas, donde mantienen sus nidos y cuidan de sus polluelos. El espectáculo está garantizado. Por si fuera poco, dos cascadas de cerca de 150 metros animan el paisaje. Sólo se pide respeto a todos los buitres, cabras y yeguas, que encontraremos diseminados por estas peñas.

En la parte baja de estas peñas se sitúan varios caseríos, que durante muchos años han vivido casi aislados y que en la actualidad disponen de pistas que facilitan su integración en la vida”moderna”.

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Por encima de esta falda rocosa, grandes extensiones de pastos han sido aprovechados desde la prehistoria por los pastores vascos, que han dejado multitud de monumentos que confirman su presencia. El collado Mehatse, entre Iguzkimendi y Hartzamendi, es especialmente rico en monumentos, albergando varios dólmenes, túmulos, cromlech y cercano también, un precioso menhir de 4,20 m. y alrededor de 4 toneladas de peso. Especialmente bello es el cromlech situado a un centenar de metros del collado y que alberga en su interior la muga nº 81, punto de encuentro de las tres provincias. Navarra, Lapurdi y Baja Navarra, se reparten el “honor” de este vandálico acto de colocación de dicha muga. El propio collado Mehatze, ha sido testigo de la profanación de sus monumentos, por la carretera de acceso a las antenas, que ha estropeado varios de estos monumentos. El resto de la montaña también alberga dólmenes y cromlech, aunque con menos densidad que en esta zona.

Menhir Collado Mehatze

Cromlech nº 6. Detalle de la cista central. Fotos megalitos: J. Blot

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En nuestro recorrido por Artzamendi, podremos disfrutar (a pesar de las construcciones cimeras) de un precioso panorama que se estira hasta el cantábrico, dándonos la sensación que podemos remojarnos los pies en la playa de San Juan de Luz simplemente con estirar un poco las piernas.

Cima y panorama desde Hartzamendi. En la cara este de esta montaña una preciosa explanada de pastos, conocida como Pateau Vert, da paso hacia el norte a una zona de barrancos y cascadas que harán disfrutar a quienes no hagan ascos a las dificultades y a los itinerarios fuera de sendero. Hacia el sur, algo parecido en el barranco Zarkanbide, aunque aquí es necesario utilizar cuerdas y material de descenso. Cercano al final de nuestro recorrido hacia Bidarrai, antes del famoso puente del Infierno (Donde el diablo se tiró a las turbulentas aguas por no haber podido aprender el “vasco”), encontraremos la base de otra leyenda de la zona: la cueva de Harpekosaindua, a unos metros de la senda, donde hay una estalagmita blanca antropomorfa que suda un agua sanadora de enfermedades y en busca de la cual se hacen peregrinaciones y se hacen ofrendas a lo que algunos llaman “el santo que suda”. Pueden parecer muchas leyendas, pero aún nos queda la más famosa, al otro lado de la montaña, camino de Itsasu: La leyenda del Paso de Roldan, que de retirada con su ejército tras la derrota de Roncesvalles, vio su paso cortado por una roca, en la orilla de La Nive y sacando su espada, hizo un agujero en ella, por el que pudo pasar su ejército. Dejando las leyendas, cercano a este lugar se encuentra un curioso y bello lugar: El nacedero de Laxia, que separa el monte Hartzamendi de su vecino Mondarrain. En las cercanías del nacedero se explotaron unas minas y todavía hoy se pueden encontrar piritas en sus cercanías.

Paso de Roldan Nacedero de Laxia. Por fin vamos llegando al comienzo. Para muchos, Mondarrain (Arranomendi), es la montaña más bella de Lapurdi (con permiso de Larrun). A pesar de su modesta altitud (749m.) es una montaña altiva, con su corona de rocas (cuarcita), bien apreciada por los escaladores, que encuentran en una excelente calidad de roca, vías cercanas a los 50 metros totalmente verticales, y de alta dificultad. Nosotros accederemos por lugares menos complicados para disfrutar del panorama que ofrece su cima.

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Como puede imaginarse, una cima con estas protecciones, fue aprovechada como fortaleza por los romanos, que, como anécdota diremos que “perdieron” una medalla de oro, que fue llevada a Itsasu y posteriormente fue robada en el siglo XVIII. Quizás alguno tengáis la suerte de encontrar otra. (si no es así, procurad al menos, no perder nada)

Hartzamendi e Itxusi. . Mondarrain Croquis: M. Angulo

Calvario de Ainhoa

Para terminar: Iniciamos la subida de Ainhoa a Mondarrain, por el Via Crucis de Nuestra Señora de Aubépine, que comienza en la iglesia y nos lleva por una empinada pendiente, con suelo cementado, hasta la ermita. Precioso lugar, con vistas al mar, donde podemos tomar aliento y aprovechar para sacar “la foto” del famoso calvario, que últimamente ha sido reforzado con multitud de estelas, ofreciendo un campo insólito, en medio de la montaña.

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Desde el norte, itinerario previsto de derecha a izquierda

Campo de estelas junto al calvario. Al fondo el monte Larrun y el mar. Fotos y texto: F. Pla