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Inicio > Artículos > Infancia: juegan mas, rinden mas. Los riesgos de instrucción académica temprana Infancia: juegan mas, rinden mas. Los riesgos de instrucción académica temprana El Tiempo (Piura), La Industria (Trujillo y Chiclayo), Correo (Tacna y Huancayo), Arequipa al Dia, 22 Dic 2002 1185 visitas 0 inShare La frustración por los bajos logros escolares de los alumnos ha llevado en muchos países a un debate sobre la reforma educativa, presionando cada vez más a los nivles de educación inicial para que instruyan lo antes posible a los niños en las habilidades académicas básicas, especialmente en los sectores populares. Esta escalada académica ha llevado a un aumento en las exigencias tempranas de habilidades formales en lectura y matemática, lo que ha afectado el perfil de los programas pre escolares y ha aumentado las retenciones de grado en Kínder (Lilian Katz en Eric Digest ED438928, Febrero 2000, “Otra perspectiva sobre lo que los niños deben estar aprendiendo”). El estudio de Katz revela que la introducción del trabajo académico en el currículo de niños pequeños produce resultados positivos en las evaluaciones estándares sólo en el corto plazo, no así en el largo plazo. En cambio, el trabajo más lúdico, menos orientado didácticamente hacia desarrollar habilidades académicas, el avance más cuidadoso de los currículos para optimizar la adquisición simultanea de conocimientos, habilidades, buena disposición al trabajo y sentimientos de comodidad resulta más provechoso para el buen desempeño escolar del alumno en el largo plazo. Es razonable asumir que entre más pequeño sea el niño más informal debería ser el ambiente de aprendizaje, porque ello estimula los juegos espontáneos en los cuales los ninos son cautivados por las actividades disponibles que les interesan. Los currículos pre-escolares basados en enfoques académicos usualmente adoptan un método pedagógico que se basa en el cumplimiento de los contenidos de los libros de trabajo, el adiestramiento y la práctica de las habilidades discretas, lo cual contrarresta la disposición innata de los niños por aprender, o al menos de aprender lo que las escuelas quieren que aprendan. En cambio los enfoques más centrados en el desarrollo natural de los niños sin presiones evita que aquellos que son más lentos se sientan incompetentes, con el consecuente daño a su autoimagen, ya que muchas veces se consideran a si mismos estúpidos y actúan de acuerdo a ello. Uno de los estudios más significativos sobre el efecto que tienen los modelos pedagógicos del pre escolar en el desempeño posterior de los alumnos en primaria lo hizo Rebecca Marcon, quien realizó un monitoreo de 6 años en niños desde que tenían 4 años de edad hasta llegar a 3ero y 4to grado de primaria. Lo hizo en colegios urbanos, cuyo alumnado estaba conformado por 96% de afroamericanos, 73% procdentes de hogares

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Infancia: juegan mas, rinden mas. Los riesgos de instrucción académica tempranaEl Tiempo (Piura), La Industria (Trujillo y Chiclayo), Correo (Tacna y Huancayo), Arequipa al Dia, 22 Dic 2002

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inShareLa frustración por los bajos logros escolares de los alumnos ha llevado en muchos países a un debate sobre la reforma educativa, presionando cada vez más a los nivles de educación inicial para que instruyan lo antes posible a los niños en las habilidades académicas básicas, especialmente en los sectores populares. Esta escalada académica ha llevado a un aumento en las exigencias tempranas de habilidades formales en lectura y matemática, lo que ha afectado el perfil de los programas pre escolares y ha aumentado las retenciones de grado en Kínder (Lilian Katz en Eric Digest ED438928, Febrero 2000, “Otra perspectiva sobre lo que los niños deben estar aprendiendo”). El estudio de Katz revela que la introducción del trabajo académico en el currículo de niños pequeños produce resultados positivos en las evaluaciones estándares sólo en el corto plazo, no así en el largo plazo. En cambio, el trabajo más lúdico, menos orientado didácticamente hacia desarrollar habilidades académicas, el avance más cuidadoso de los currículos para optimizar la adquisición simultanea de conocimientos, habilidades, buena disposición al trabajo y sentimientos de comodidad resulta más provechoso para el buen desempeño escolar del alumno en el largo plazo. Es razonable asumir que entre más pequeño sea el niño más informal debería ser el ambiente de aprendizaje, porque ello estimula los juegos espontáneos en los cuales los ninos son cautivados por las actividades disponibles que les interesan.Los currículos pre-escolares basados en enfoques académicos usualmente adoptan un método pedagógico que se basa en el cumplimiento de los contenidos de los libros de trabajo, el adiestramiento y la práctica de las habilidades discretas, lo cual contrarresta la disposición innata de los niños por aprender, o al menos de aprender lo que las escuelas quieren que aprendan. En cambio los enfoques más centrados en el desarrollo natural de los niños sin presiones evita que aquellos que son más lentos se sientan incompetentes, con el consecuente daño a su autoimagen, ya que muchas veces se consideran a si mismos estúpidos y actúan de acuerdo a ello.Uno de los estudios más significativos sobre el efecto que tienen los modelos pedagógicos del pre escolar en el desempeño posterior de los alumnos en primaria lo hizo Rebecca Marcon, quien realizó un monitoreo de 6 años en niños desde que tenían 4 años de edad hasta llegar a 3ero y 4to grado de primaria. Lo hizo en colegios urbanos, cuyo alumnado estaba conformado por 96% de afroamericanos, 73% procdentes de hogares unipaternales y 75% de pobres, con derecho a la alimentación subsidiada en la escuela. (Early Childhood Research and Practice Spring 2002 Volume 4 Number 1 Rebecca Marcon, “Moving up the Grades: Relationship between Preschool Model and Later School Success”).Marcon examinó registros de notas, libretas, tasas de repitencia, remisiones a educación especial, para 160 niños hasta el final del 3er grado y otros 183 niños hasta el final del 4to grado. Estos niños habían experimentado uno de tres tipos de modelos de enseñanza pre escolar: la centrada en el niño (que respeta sus intereses y ritmos sin presionarlo), la centrada en el programa académico (prsionando al niño para que alcance las competencias pre establecidas), o una combinación de ambos. Los resultados mostraron que los niños que pasaron por un pre escolar con un enfoque más académico repitieron menos de año, sin embargo, al final del 6to año de monitoreo (estando en el 4to grado de primaria) obtenían notas significativamente más bajas que las de quienes asistieron a pre escolares menos formales y académicamente rigurosos. Parece ser que su mejor desempeño

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posterior se veía reforzado con experiencias infantiles más activas y lúdicas que evitaban saturarlos tempranamente con experiencias de aprendizaje más formales. La investigación mostró que las ganancias académicas de corto plazo serán opacadas por la caída en la motivación y deseo de autoaprendizaje de los niños en el largo plazo.Por su parte, los profesores de primaria dijeron que los niños que procedían de pre escolares con programas académicos rigurosos tenían peor conducta y hábitos de estudio, eran más distractibles, menos motivados, tenían menores deseos de seguir instrucciones, eran menos prosociales.El éxito escolar posterior de los niños parece deberse a una experiencia educativa inicial más libre, activa, automotivada y niño-céntrica. Presionar académicamente a los niños demasiado temprano puede ser contraproducente para cuando el niño avance hacia la educación primaria en la cual se demandará de él un pensamiento más independiente y que tome mayores responsabilidades por su propio proceso de aprendizaje.  

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El colegio de grandes: un manual para que los padres no nos volvamos locosPor mamacitas Hace 8 meses. Repostéalo o comenta este post.

Paola Ugaz*

El ingreso al “colegio de grandes“ así bautizó la Frejola sin adjetivos grandilocuentes y sin advertencias previas de ese camino empedrado y cuesta arriba, donde el estrés y la falta de brújula se hace presa de los padres cuando sus hijos dejan el nido de sus amores.

“Que las vacantes son de 380 a 5 ingresantes este año“; “que vuelva el otro año porque aquí ya no hay sitio salvo para los de tal nacionalidad o los hermanitos de los alumnos“; “debió pre-inscribirlo a los 2 años y luego inscribirlo a los 3 años“; “nosotros no informamos sobre los resultados de los exámenes, que no es nuestra política“; “que si no vino a la visita guiada pierde puntos en el examen de ingreso“ y así, y de otras frases está compuesta la infinidad de inconvenientes que rodean a los atribulados padres de hijos postulantes.

Y estoy hablando de colegios laicos, no tocaré el tema de los colegios religiosos porque esa -que duda cabe- es otra película.

La experiencia es tortuosa porque uno se pregunta una y otra vez: ¿qué se evalúa en un niño de 3 ó 4 años que lo sitúe en mejor posición que otro?.

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Desgraciadamente el Estado en este tema no ha entrado pero debería hacerlo para regular que los examenes sean al mismo tiempo en todos los colegios, hecho que tendría como consecuencia inmediata que los padres tengamos más opciones para escoger; así como también que nos informen -en caso de no ingresar- porque razones no sucedió y se conozcan los criterios de admisión, a veces más difíciles de conocer que encontrar el santo Grial.

Mi experiencia fue dura -y sé que no soy la única- y dentro de las anécdotas que no olvidare está cuando nos sentaron a cerca de 20 padres y madres a esperar a que nuestros hijos salgan del examen y en esas tres horas de espera: una mamá se puso a llorar espontáneamente porque su hijo no había ingresado al colegio donde estudio toda su familia; un papá confesó que no había dormido esa noche por la tensión del examen; que uno de los colegios “más pedidos“es famoso por no informar porque tu hijo no ingreso y sin embargo, ostenta el título de tener el examen mas caro.

Otra de las preguntas que nos hicimos dentro de este grupo objetivo de padres ansiosos fueron: ¿Hay pocos colegios de calidad?, ¿hay un mini-baby boom desde el 2007 en Perú?, ¿por qué nos tocó a nosotros?.

Al salir de allí parecía que hubiera estado dentro de un grupo de ayuda de alcohólicos o algo parecido.

En otro de los colegios donde postuló la Frejola, vi que a uno de los niños lo acompañaba una profesora que lo estaba guiando minutos antes del examen llenándolo de preguntas y transmitiendo una inconmensurable presión a un niño de 4 años, quien respondía automáticamente y sin terminar de entender donde estaba ó hacia donde iba ante su entrenadora.

Es por esa razón, que decidí buscar tratar este tema en mamacitas con especialistas en educación y que nos puedan aclarar todo ese mar de dudas a los padres, cómo, por ejemplo: ¿sabía usted padre de familia que los criterios para calificar a los colegios en Perú se basan en tres categorías: rendimiento académico, seguimiento emocional y nivel de bullying?.

¿O sabía que en otros países (como Gran Bretaña, por ejemplo), se publica la lista del 1 al 100 de los mejores colegios?, y luego se analiza uno a uno, los criterios por los cuales dichos colegios estan ubicados en ese ranking.

¿No debería ser pública la lista de colegios y el ranking en que se ubican y que maneja el Ministerio de Educación bajo 7 llaves, para saber cuál es el colegio donde hay más bullying en Lima, por tomar un ejemplo?.

En fin, les dejo algunos consejos luego de mi pesadillesca experiencia:

-Haga un cronograma (de acuerdo a los colegios que ha escogido), para que no se le pase la fecha (cómo me pasó a mí), de inscribirlo, de asistir a las visitas guiadas, etc, etc. Ese cronograma será de gran ayuda a la hora del proceso de admisiones.

-Nunca transmita tensión a su hijo – o deje que su pareja lo haga- sobre el ingreso a los colegios, bajo ninguna circunstancia. Esta es la regla de oro.

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-Escoja pensando en su hijo, no en usted, pensando que pudo haber estado en X o Y colegio o “qué paja pudo ser haber estado en ese colegio en la época de secundaria“. Esta es la regla de cobre.

-Visite el colegio a la salida y vea a los papas recogiendo a sus hijos y pregúntese: ¿quiere compartir con ellos la experiencia de acompañar a su hijo durante 11 años?, luego lo verá todo más claro. Esa es la regla de plata.

- Escoja pensando en que si su hijo no se adapta, toca pensar en cambiarlo a un colegio en el que su niño sea feliz. Esta es la regla de diamante. Su hijo debe ser feliz.

Este post será un especial en dos partes sobre el tema de ingreso a los colegios. En este primer post entrevistaré a la educadora Patricia Bello, directora del nido Los Tulipanes, que sigue el método Montessori y a la psicóloga infantil, Joan Hartley.

*HABLA Patricia Bello del Nido ”Los Tulipanes“Patricia Bello se dedica a la enseñanza desde 1965. Se especializó en el Método Montessori y dirige el Nido Los Tulipanes donde aplica exitosamente esta metodología desde 1992. Fue profesora en el colegio Markham durante 27 años. Es mamá de 3 hijos y abuela de 6 nietos.¿Por qué las fechas de los exámenes de ingreso a los colegios de “grandes“, es decir pre-kinder y kinder, no están sincronizadas para que los padres puedan tomar una decisión más elaborada?Cada colegio ve por sus propios intereses, hay mucha competencia y creo que el momento de los exámenes es tan estresante para los colegios como es para las familias. Algo muy injusto es que por la fecha del examen algunos padres se deciden por un colegio (por no perder la vacante) antes de que les contesten de otro que era una opción mejor para ellos. Pienso que debería haber un poco más de tolerancia a la hora de pagar la cuota de ingreso.

¿Qué evalúan los colegios a niños de 3 y 4 años?Las evaluaciones son variadas. En algunos casos les exigen a los niños pasar por pruebas que no están en edad de ejecutar. Hay mucha competencia y el nerviosismo de los padres de familia hace que los niños sean sometidos a terapias o clases especiales para prepararlos. Lo mejor sería que fueran evaluados con criterios que encajen con el desarrollo natural y adecuado para su edad.

¿Por qué es tan pequeño el número de vacantes y, con el paso de los años, sigue haciéndose mas difícil postular?Creo que se debe a una falta de oferta educativa que comienza con la pésima educación estatal. El efecto del crecimiento económico hace que los padres busquen mejores colegios para sus hijos, el número de niños ha aumentado significativamente más que la oferta educativa de calidad.

Como padres, ¿cómo manejar la presión para no trasladársela a tus hijos?Cualquier situación que genere estrés en la familia genera también estrés en el niño, los padres deben tomar en cuenta lo difícil que se ha vuelto el ingreso a los colegios por lo que deben investigar con tiempo las opciones de colegios para que el proceso sea ordenado y manejable. Lo peor es dejarlo para último minuto.

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¿Hay alguna entidad estatal a la que se pueda acudir para poder encontrar información confiable sobre los colegios como existen en otros países?Existen las Unidades de Gestión Educativa (UGEL) pero no creo que sean los lugares adecuados o confiables. Cada nido puede dar información general sobre los colegios. Creo que lo principal es que los padres sepan cuáles colegios pueden brindar la educación adecuada a las cualidades de sus hijos y no sólo buscar el “mejor” colegio.

¿Qué consejo le daría a los padres antes de empezar el proceso de postular a sus hijos a los “colegios de grandes“?Creo que hoy en día los padres deben investigar sobre los colegios desde que sus hijos nacen, desde leer en internet hasta acercarse y pedir una cita con la persona encargada de los ingresos. Saber con tiempo qué es lo que ofrece cada colegio y cuáles son los que se adecúan a lo que quieren para sus hijos. También es importante ver cuales son los intereses de los propios niños y de acuerdo a eso elegir el colegio.

¿Cómo poder evaluar desde fuera el “Rendimiento académico, el nivel de bullying y el seguimiento emocional” de los colegios a los que queremos enviar a nuestros hijos?Es difícil esa evaluación, muchas veces los padres nos cuentan sobre su experiencia en tal o cual colegio pero no debemos olvidarnos que la experiencia personal (ya sea positiva o negativa) no es suficiente para calificar un colegio, creo que la mejor forma es ir personalmente y hacerse una idea a partir de lo que vemos y lo que nos dice el personal del mismo colegio. No dejarse influenciar por los amigos.

El rendimiento académico si se puede medir y hay estadísticas (pruebas de rendimiento a nivel nacional y exámenes internacionales); el bullying es un problema que siempre ha existido y me alegro que hoy en día en muchos colegios se hagan esfuerzos por minimizarlo; el seguimiento emocional depende de la política de cada colegio, algunos se preocupan más que otros.

¿Considera que se podría reorganizar el sistema para que todos: colegios, padres e hijos, salgan ganando?Creo que cualquier sistema se puede perfeccionar, no creo que se dé en el corto plazo porque no está integrado, cada colegio tiene su propio sistema, sus exigencias y su forma de evaluar. Posiblemente con el tiempo crezca la oferta de colegios o vaya mejorando la calidad educativa de los que ya existen y haya más de dónde escoger.

¿Qué busca al llevar adelante su proyecto de vida, el Nido Los Tulipanes?Mi vocación es muy fuerte, me dedico a esto hace casi 50 años y sigo disfrutando de enseñar. Inicié el Nido Los Tulipanes porque creí en la filosofía Montessori y quise darle a los niños la oportunidad de aprender a construirse a si mismos, descubrir sus habilidades, relacionarse con el medio ambiente y sacar de la naturaleza su fuerza creativa. Creo que los niños que aprenden a ser libres respetando a los otros disfrutan del proceso de aprendizaje y son felices que es lo más importante.

¿Qué tipo de niños necesita Perú?El Perú necesita niños que aprendan que la base de una comunidad armónica es el respeto por los demás, por la propiedad privada y el espacio público. Necesita niños que aprendan tolerancia y comprendan la importancia de las reglas para una convivencia feliz.

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HABLA Joan Hartley*En primer lugar, me gustaría decir que respondo estas preguntas como profesional pero al mismo tiempo como mamá de dos hijos que acaba de pasar por este difícil proceso.

¿Por qué las fechas de los exámenes de ingreso a los colegios de “grandes“, es decir pre-kinder y kinder, no están sincronizadas para que los padres puedan tomar una decisión más elaborada?Sí, existe una falta de sincronización en las fechas de los exámenes de admisión de los colegios privados de Lima. Esta realidad afecta nuestras decisiones como padres de muchas maneras.

Para empezar, afecta la oportunidad para postular de nuestros hijos. Por ejemplo, si dos colegios de nuestra preferencia tienen las mismas fechas de exámenes y estos no nos ofrecen la posibilidad de modificarlas, entonces nos vemos obligados a elegir una de estas dos alternativas, aún cuando quizás ambas opciones sean verdaderamente preferentes para nosotros. También afecta, nuestra oportunidad como padres de tomar una decisión más elaborada en torno a qué colegio elegir para nuestros hijos/as. Una vez que los colegios cuentan con los resultados de su proceso de admisión, ofertan las vacantes disponibles a los padres de los niños seleccionados. Usualmente los colegios determinan un plazo definido para confirmar la vacante de  nuestro hijo/a, confirmación que se sella –por decirlo de alguna manera – con el pago de la cuota de ingreso (en la mayoría de los casos monto no reembolsable). Como las fechas de entrega de resultados son tan variables, hoy en día nos sucede como padres que no necesariamente optamos por la que pensamos es la mejor alternativa educativa para nuestro hijo/a, sino por aquella alternativa que nos ofrezca la vacante en primer lugar, la vacante disponible. Pienso que este último punto merece una reflexión mucho más amplia y profunda, reflexión que podría ser motivo de otro post.¿Por qué existe una falta de sincronización en las fechas de los exámenes de admisión a los colegios privados de Lima?Creo que existe una amplia singularidad en los procesos de admisión a estos colegios lo cual genera una gran variabilidad en las postulaciones. Mirando las cosas de manera más amplia, en mi opinión falta establecer una mayor uniformidad y orden en los procesos de admisión, uniformidad y orden que sin perder de vista las necesidades que los colegios tienen, por encima de todo, apunten a brindar una experiencia de postulación más saludable para niños y padres.

¿Qué evalúan los colegios a niños de 3 y 4 años?Tal como sucede con las fechas de los exámenes de ingreso, los criterios de evaluación también varían ampliamente de colegio a colegio.  De forma particular, mi hijo tuvo dos experiencias de examen completamente diferentes debido a la forma como cada uno de los dos colegios a los que postuló organizó su evaluación. De uno, salió feliz, encantado, dichoso, radiante, con muchas ganas de regresar. Del otro, salió tranquilo y contento.

Cuando recibimos los resultados de sus evaluaciones, como padres pudimos constatar que cada colegio no sólo tiene su propia forma y método de evaluación sino que las exigencias que se les imponen a los niños son también diferentes. De forma general, los colegios evalúan el nivel de madurez de los niños. A nivel socio-emocional, se espera que los niños de 3 a 4 años (que es la edad a la que postulan), puedan desprenderse de sus cuidadores, enfrentar una situación completamente nueva y atípica y responder

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adaptativamente a la experiencia. Se evalúan también áreas como la de motricidad fina, gruesa, comunicación y lenguaje, con mayor énfasis en una u otra dependiendo nuevamente del criterio individual de cada colegio. Sin embargo, todos los colegios en general, toman en cuenta la capacidad del niño para adaptarse a la situación, atender y seguir las consignas dadas, obedecer las reglas y respetar los límites que se le planteen. Pienso que este punto, es decir, qué se espera de los niños de 3 y 4 años de edad y como sociedad a dónde estamos conduciendo a nuestros niños, requiere una mayor reflexión y profundización. Será para otro momento pues hay mucho que decir al respecto.

¿Por qué son tan pequeños el número de vacantes y con el paso de los años, sigue haciéndose más difícil postular?Actualmente, en el ámbito privado, la demanda por una vacante es tres veces mayor que la oferta educativa en los colegios de prestigio (Diario El Comercio, Domingo 01 de Julio del 2012, Suplemento Mi Hogar, páginas 12 y 13). Dicho esto, estamos frente a un problema de oferta y demanda en el que existe una desproporción y escasa correspondencia entre ambos aspectos claves del mercado educativo actual. Este año, en particular, los colegios refieren haber recibido bastante más postulantes que años anteriores con lo cual el nivel de competencia y la dificultad de ingreso se han incrementado. Además, muchos colegios ofrecen prioridad en su postulación a los hermanos de los alumnos, a los hijos del personal, a los hijos de ex-alumnos, entre otros. Así, el número de vacantes ofertadas a las nuevas familias, como suelen llamarnos, es cada vez más limitado.

Como padres, ¿cómo manejar la presión para no trasladársela a tus hijos?Creo que es imposible no trasladar algo de esta presión a nuestros hijos, lamentablemente. Puedes estar muy segura de tu hijo/a y de su desarrollo, muy segura de todo lo que les has dado como madre (tu forma de cuidarlo, estimularlo, de jugar con él/ella, etc.), puedes recibir un feedback muy positivo del nido, en fin. Sin embargo, el proceso de postulación de tu hijo/a, tal como lo he vivenciado este año en particular, es altamente estresante especialmente para nosotros los papás. Y es altamente estresante no sólo por las características del mercado educativo actual en el que la demanda es tres veces mayor que la oferta, sino porque creo que hay una distorsión en lo que estamos exigiéndoles a nuestros niños. Las exigencias del sistema – que postule a los 3 años, que logre cierto nivel de madurez, entre otros – impactan profundamente en la forma cómo nos sentimos y nos vemos como padres y, a su vez, en la forma cómo nos relacionamos con nuestros hijos, a quienes les pedimos correr con su desarrollo. Creo que una buena comunicación entre la pareja de padres es esencial, conversar y apoyarse mutuamente a lo largo del camino, para alejar lo más posible la presión de los hijos. Evitar la palabra examen, así como evitar hablar del tema frente a ellos y ofrecerle a nuestro hijo/a una mirada considerada y cuidadosa de la experiencia que va a tener es importante. Como mamá, mi objetivo fue hacer que la experiencia de postulación fuera lo más significativa posible para mi hijo. Contar con un espacio de diálogo y orientación en el nido de nuestros hijos es también importante.¿Hay alguna entidad estatal a la que se pueda acudir para poder encontrar información confiable sobre los colegios como existen en otros países?No cuento con mucha información al respecto. Dentro del Ministerio de Educación, existe una Dirección Nacional de Educación Inicial con la cual se puede concertar algún tipo de diálogo que, entiendo, ya se está llevando a cabo para justamente buscar soluciones a tan grave problema.

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¿Qué consejo le daría a los padres antes de empezar el proceso de postular a sus hijos a los colegios de grandes?En primer lugar, evaluar este tema con mucha antelación. Hoy en día, algunos colegios, colocan el deadline para la recepción de suscripciones de admisión mucho antes de manera que puedan controlar en cierta medida el número de postulantes, especialmente cuando el número de vacantes que ofrece son escasas. En segundo lugar, involucrarse ambos padres en el proceso de selección de colegios y en todo el proceso en general para que este camino sea un camino donde ambos sean igualmente responsables y  se acompañen mutuamente. En tercer lugar, realizar una selección cuidadosa de los colegios a los que su hijo/a va a postular revisando nuestras razones más profundas así como tomando en cuenta las limitaciones de la realidad. También sugiero hacer uso del apoyo y orientación que el nido de sus hijos pueda brindarles pues éste cuenta con mucha y valiosa experiencia en este asunto.¿Considera que se podría reorganizar el sistema para que todos: colegios, padres e hijos, salgan ganando?Por supuesto. Quizás reorganizando las cosas no se logre cubrir la brecha de oferta versus demanda que existe actualmente pero estoy convencida que siendo reflexivos y creativos podríamos favorecer que los colegios cubran sus necesidades y, en especial, padres y niños tengan acceso a una mejor experiencia.

¿Qué buscas al llevar adelante tu proyecto de vida, en el tema educativo?Soy psicóloga clínica de formación con una especialidad en niños y adolescentes desde un marco psicoanalítico y evolutivo. Siempre he tenido un interés muy profundo en la infancia y, de forma especial, en la articulación de la psicología, el psicoanálisis y la educación. He desarrollado seminarios sobre este punto y creo que hay mucho más por hacer. Responder esta entrevista ha sido una linda oportunidad de comunicar y, con suerte, de informar y ayudar.

¿Qué tipo de niños necesita Perú?Increíblemente creativos. La creatividad es un recurso humano infinito y es elemental para enfrentar el  mundo actual. Lamentablemente, esto es algo que los colegios no evalúan.

*Joan Hartley es  licenciada en Psicología Clínica de la Pontificia Universidad Católica del Perú con maestría en Psicología Evolutiva Psicoanalítica del Centro Anna Freud de Londres y University College London.Especialista en desarrollo temprano visto desde el paradigma de la psicología evolutiva, el paradigma psicoanalítico y la teoría del apego. Promotora de la incorporación de conceptos psicoanalíticos en la educación temprana a través de seminarios especializados. Experiencia en el trabajo con padres de familia a través de la consulta privada así como de charlas y conferencias sobre temas primordiales del desarrollo infantil. Experiencia docente en diversas instituciones tales como la Pontificia Universidad Católica del Perú, la Escuela del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima (CPPL), el Centro de Psicoterapia Psicoanalítica Clínica y Aplicada (EPCA). Experiencia en investigación sobre trastornos de la alimentación y la relación temprana madre-hijo en Perú e Inglaterra.Miembro del Grupo Carretel y anterior colaboradora de La Casa de la Familia, ambas instituciones dedicadas al trabajo psicoanalítico con niños y sus padres. Anterior conductora del programa “Mamá por siempre” del canal FEM.* Mamacita residente

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