Inta 4 problemas alimentacion chilenos

3
1 Inta: Los cuatro grandes errores de alimentación en los trabajadores Programa del Inta hizo un diagnóstico en ambientes laborales para saber en qué fallamos al alimentarnos. 1. SALTARSE DESAYUNO Por dormir unos minutos de más, ya se ha convertido en una costumbre entre los chilenos: no tomar desayuno. Estudios realizados por el propio Inta revelaban en 2009 que uno de cada cuatro chilenos no lo hacía, cifra que subía a uno de cada tres en Santiago. No es la única comida que se saltan. En el diagnóstico realizado por el programa Proat, del Inta, en diversos ambientes laborales, se constató que el almuerzo también es dejado de lado. “Estos son los peores hábitos de los trabajadores y tiene implicancias fisiológicas, porque si no comen bien, disminuye el rendimiento laboral”, explica Astrid Caichac, nutricionista del Inta. La experta dice que el tema no es menor. La frecuencia alimentaria debe ser cada tres o cuatro horas (cinco comidas diarias pequeñas). Si se produce un ayuno prolongado, (que ya se da en quienes no toman desayuno y agrava en quienes no almuerzan), bajan los niveles de insulina y glucosa, dando origen a fatiga y problemas como pérdida de concentración, baja del estado de alerta, menos atención, dificultades de memoria y menor velocidad de reacción. ¿La razón? El cerebro, al igual que los músculos, es sensible en el corto plazo a la falta de nutrientes. 2. EXCESO DE CALORÍAS Cada cultura organizacional es distinta, señala Caichac, y por eso no es fácil que un menú común de casino sirva a todos los trabajadores. Aun cuando las empresas ofrezcan este servicio, la elección final será siempre del trabajador. El debe guiar al personal de casino en las cantidades, pues un oficinista, que es más bien sedentario, no puede comer lo mismo que quien realiza trabajos de fuerza.

Transcript of Inta 4 problemas alimentacion chilenos

Page 1: Inta 4 problemas alimentacion chilenos

1

Inta: Los cuatro grandes errores de alimentación en los trabajadores

Programa del Inta hizo un diagnóstico en ambientes laborales para saber en qué fallamos al alimentarnos.

1. SALTARSE DESAYUNO

Por dormir unos minutos de más, ya se ha convertido en una costumbre entre los chilenos: no tomar desayuno. Estudios realizados por el propio Inta revelaban en 2009 que uno de cada cuatro chilenos no lo hacía, cifra que subía a uno de cada tres en Santiago. No es la única comida que se saltan. En el diagnóstico realizado por el programa Proat, del Inta, en diversos ambientes laborales, se constató que el almuerzo también es dejado de lado. “Estos son los peores hábitos de los trabajadores y tiene implicancias fisiológicas, porque si no comen bien, disminuye el rendimiento laboral”, explica Astrid Caichac, nutricionista del Inta.

La experta dice que el tema no es menor. La frecuencia alimentaria debe ser cada tres o cuatro horas (cinco comidas diarias pequeñas). Si se produce un ayuno prolongado, (que ya se da en quienes no toman desayuno y agrava en quienes no almuerzan), bajan los niveles de insulina y glucosa, dando origen a fatiga y problemas como pérdida de concentración, baja del estado de alerta, menos atención, dificultades de memoria y menor velocidad de reacción. ¿La razón? El cerebro, al igual que los músculos, es sensible en el corto plazo a la falta de nutrientes.

2. EXCESO DE CALORÍAS

Cada cultura organizacional es distinta, señala Caichac, y por eso no es fácil que un menú común de casino sirva a todos los trabajadores. Aun cuando las empresas ofrezcan este servicio, la elección final será siempre del trabajador. El debe guiar al personal de casino en las cantidades, pues un oficinista, que es más bien sedentario, no puede comer lo mismo que quien realiza trabajos de fuerza.

Según Caichac, un hombre con peso normal que realiza un trabajo frente al computador requiere un máximo de 2.000 a 2.200 calorías al día, pero un obrero o una persona que realiza esfuerzo físico como parte de su trabajo, requiere unas 400 calorías diarias más (algo así como un plato normal de tallarines extra).

Pero no lo es la norma, dice. Los oficinistas pueden llegar a consumir 3.500 calorías al día, mil más de las que necesitan. Además del consumo de snacks como alfajores o galletas a mediodía y en la tarde, y de almuerzos poco sanos (como dos completos y una bebida azucarada), suman una gran comida en la noche (siempre acompañada con bebida y pan) que sólo añaden azúcar y grasa al cuerpo.

Page 2: Inta 4 problemas alimentacion chilenos

3. MUCHOS SNACKS

El programa del Inta intervino a un grupo de trabajadores de la minería descubriendo que como colación de media mañana recibían lo que en ese rubro se denomina como “choca”. Esta está compuesta por dos latas de bebidas, té o café con azúcar o endulzante, dos sándwiches, un paquete de galletas, un postre o un chocolate de 40 grs. Un aporte energético que sobrepasa sus necesidades, ya que gran parte de sus tareas son automatizadas.

En los trabajadores con labores sedentarias (oficinistas, callcenter, informáticos), las colaciones son también un problema. Muchos hacen sus comidas habituales, pero tienen equivocado el concepto de colación y en lugar de comer a media mañana y

media tarde algún lácteo o fruta consumen dulces, galletas y bebidas, agregando azúcar y calorías a la dieta. Quienes tienen puestos ejecutivos o de gerencia son los que más deben enfrentar esta tentación. La mayoría de las reuniones de trabajo, a este nivel, incluyen té, café, bebidas, jugos y galletitas. Caichac, dice que muchas veces estos alimentos es lo único que comen durante el día, esto es, sólo hidratos de carbono y azúcar.

4. TICKET DE ALMUERZO

Cuando el trabajador es quien elige qué comer, generalmente se queda con la alternativa más barata, dice Caichac.

Es lo que pasa cuando las empresas entregan vales o tickets canjeables por almuerzo. “Hemos visto que en las empresas que depositan el dinero de la colación junto con el sueldo, los trabajadores lo toman como parte del salario y no comen con el. Generalmente, como almuerzo comen un completo, sopaipillas, una promoción de sándwiches, o galletas para pasar el hambre”, dice.

En el caso de los ticket o los juntan para canjearlos por mercadería o los usan para almorzar, pero la oferta más calórica que siempre es tentadora.

Para ayudar en este último caso, el plan del Inta intervino restoranes que tenían el servicio de los tickets de almuerzo. Capacitados los chefs para la preparación de comidas más sanas y los garzones para que ofrecieran el menú modificado, se comprobó un cambio de hábito en los trabajadores. Lo importante es saber, dice la experta, que la opción de ahorrar el dinero del almuerzo es un camino seguro a la obesidad, la que según la última Encuesta Nacional de Salud ya afecta al 25% de los adultos en el país.