INTELIGENCIA EMOCIONAL
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Inteligencia Emocional
1
LA
INTELIGENCIA
EMOCIONAL
2
INDICE
INTRODUCCION ................................................................... 4
CAPITULO 1........................................................................... 6
1.1 Definición y Orígenes .............................................. 7
1.2 Coeficiente Intelectual ............................................. 9
1.3 Inteligencias en Relaciones Sociales ........................... 11
1.4 Lugar Del Cerebro en Donde se Almacena la
Inteligencia Emocional ...................................................... 13
CAPITULO 2......................................................................... 17
2.1 Inteligencia Emocional en el Trabajo .......................... 18
2.2 Inteligencia Emocional en la Educación ..................... 25
2.3 Inteligencia Emocional en la Familia .......................... 32
2.4 Desarrollo de la Inteligencia Emocional en la Infancia
........................................................................................... 36
CAPITULO 3......................................................................... 40
3.1 Condiciones para un Buen Desarrollo Emocional ...... 41
3.2 Las 7 “S” para ser Competitivo .................................. 46
3.3 El MATEA y lo que nos Permite la IE ......................... 49
3.4 Medición de la Inteligencia y el CI .............................. 51
3.5 Competencia Emocional .............................................. 54
CAPITULO 4......................................................................... 61
3
4.1 Consejos para una Buena Inteligencia Emocional ...... 62
4.2 Maneras para Manejar la Inteligencia Emocional ...... 64
4.3 La Inteligencia Emocional en la Resolución de
Conflictos ........................................................................... 68
4
INTRODUCCION
Al hablar de Inteligencia Emocional podríamos desarrollar
personalmente un ejercicio de reafirmación y re – dirección de
Visión, Misión y Valores Personales, Familiares,
Profesionales y Ciudadanos, a través de preguntas activas
simulaciones y visualizaciones de las cosas que influyen
filosóficamente en nuestra vida, sueños y principios sobre las
cuales basamos nuestro actuar.
En esta época de grandes y constantes cambios en todas las
esferas de nuestra existencia en la que se nos exige estar
preparados para enfrentarlos, ya que estos cambios cada día
son mayores, más rápidos, más violentos, mucho más
traumáticos, más ligados a un ambiente de gran incertidumbre,
de una competitividad que no se había tenido antes motivada a
la globalización que le impone todo tipo de exigencias a las
organizaciones, ocasionando riesgo a su personal a veces sin
tomar conciencia de él, nuestra salud física y emocional,
buscando el Desarrollo y Talento como tal, podríamos
llamarlo el tema clave dentro de las organizaciones
protagonistas.
Recordando que ante todo somos seres humanos, que tenemos
necesidades y metas, las aceptemos, o no racionalmente. Una
de las necesidades principales es El Vació Personal de
emociones, sentimiento y caricias que deben ser llenados, ya
que esto determina y organiza todos los procesos mentales y
comportamiento total direccionado con motivación al logro.
5
Dentro del contexto también estaremos analizando el
mantenimiento físico, seguridad, competencias,
reconocimientos, poder, éxito, esperanza, habilidades,
destrezas, entrenamientos, desde luego esta no es una lista
completa de las necesidades físicas, psicológicas y espirituales
del ser humano, pero si representan factores que son comunes
en el trabajo.
Últimamente se les ha dado a los factores emocionales la
importancia debida en el tiempo y espacio incluyéndolos en el
óptimo desempeño de las actividades profesionales, donde las
personas como individuos, como gerentes y como líder donde
cada uno de ellos tienen sus diferencias en muchos aspectos y
áreas, pero que como ser humano está dentro de los Principios
de la Inteligencia Emocional
6
CAPITULO 1
La Inteligencia
Emocional
7
1.4 Definición y Orígenes
1: Surgimiento de ideas
La inteligencia emocional sale a luz en la sociedad
norteamericana ante determinadas problemáticas sociales,
especialmente en el sector educativo, la violencia en la
escuelas hizo reflexionar a muchos sobre lo que estaba
pasando, de cómo las emociones llevaban a muchos
escolares al borde del abismo, fuera de lo racional,
acabando con sus propias vidas y la de los demás.
Evidentemente faltaba algo en estos que les impedía
lograr un equilibrio interno y relaciones sociales
adecuadas, en otras palabras, no poseían inteligencia
emocional. Desde entonces los sentimientos y emociones
fueron ganando en importancia por su implicación en
todos los ámbitos de la vida.
Se considera al psicólogo de la Universidad de Stanford,
Lewis Terman como el principal creador del test para
8
determinar el CI. Millones de personas han sido
clasificados mediante este tipo de test. Esto ha conducido
durante varias décadas, a la suposición de que la gente es
inteligente o no lo es. Es una forma de pensar que todavía
impregna amplias capas de nuestra sociedad la idea de que
la inteligencia es una capacidad genética e innata y que
poco se puede hacer para cambiar las cosas, es decir que
el destino de las personas se halla de antemano determinad
por el CI.
Los conceptos de inteligencia se han desarrollado durante
los últimos cien años. El Coeficiente intelectual (CI) se
remonta a 1900 en que Alfred Bidet comienza a examinar
a niños franceses; en 1918 se efectúa la gran primera
administración de exámenes de CI a soldados
norteamericanos durante la primera guerra mundial y no
es hasta 1958 en la que Davis Wechsler desarrolló el
WAIS (la escala de Wechsler de inteligencia adulta).
También a lo largo de todo ese tiempo fueron surgiendo
otros términos que hacían referencia a algunos factores en
el plano de las emociones que intervienen en el éxito de
una tarea como lo fue el concepto de inteligencia social
acuñado por el psicólogo Edward Thorndike (1920) quien
la definió como "la habilidad para comprender y dirigir a
los hombres y mujeres, muchachos y muchachas, y actuar
sabiamente en las relaciones humanas".
Para Thorndike, además de la inteligencia social, existen
también otros dos tipos de inteligencias: la abstracta –
9
habilidad para manejar ideas- y la mecánica- habilidad
para entender y manejar objetos.
1.5 Coeficiente Intelectual
2: Hemisferios Cerebrales
El Cociente Intelectual se ha convertido en el referente de
este ideal, el cual se sustentó en la relación positiva que
existe entre este parámetro de comparación de los
estudiantes y su rendimiento académico: los estudiantes
que más puntuación obtuvieron en los tests de CI suelen
conseguir las mejores calificaciones en la escuela. Para los
profesores, era imprescindible seguir las pautas que el CI
marcaba para detectar las "cualidades" de los estudiantes,
sin atender a "cuando el tonto es listo".
El CI determinó que los padres o apoderados de niños o
jóvenes a los que los profesores dijeron que su nivel de
inteligencia era más bajo del requerido para continuar con
sus estudios académicos o profesionales, no los apoyaran
10
para seguir esforzándose en superar sus limitaciones, y,
más bien, alejarlos del sistema escolar, creando de esta
manera seres inconformes y resentidos con la sociedad; y,
obviamente, aumentando a futuro la mano de obra no
calificada, barata y subempleada.
Esta visión ya atrasada ha entrado en conflicto porque:
Los que triunfaron y triunfan permanentemente en todo
ámbito de relación social son los que supieron conocer sus
emociones y cómo gobernarlas de forma apropiada. Son
los que cultivaron las relaciones humanas y que
conocieron los mecanismos que motivan y mueven a las
personas, los que se interesaron más por las personas que
por las cosas y que entendieron que la mayor riqueza que
poseemos es el capital humano.
La inteligencia académica no es suficiente para alcanzar el
éxito profesional: Los profesionales que ganan más, no
son necesariamente los más inteligentes de su promoción
escolar.
La inteligencia no garantiza el éxito en nuestra vida
cotidiana: La inteligencia no facilita la felicidad ni con
nuestra pareja, ni con nuestros hijos, ni que tengamos más
y mejores amigos. El CI de las personas no contribuye a
nuestro equilibrio emocional ni a nuestra salud mental.
Son otras habilidades (competencias) emocionales y
sociales las responsables de nuestra estabilidad emocional
y mental, así como de nuestro ajuste social y relacional.
11
Es en este contexto en el que la sociedad se ha hecho la
pregunta: ¿por qué son tan importantes las emociones en
la vida cotidiana? La respuesta no es fácil, pero ha
permitido que estemos abiertos a otros ideales y modelos
de personas.
En momentos de crisis como los actuales ya no sirve el
ideal exclusivo de la persona inteligente y es cuando surge
el concepto de inteligencia emocional IE (GOLEMAN,
DANIEL: 1996) como una alternativa a la visión clásica.
1.6 1.3 Inteligencias en Relaciones Sociales
3: Entendimiento de Otros
Existen 2 tipos de relaciones que a su vez se afianzan a la
vida de las personas de una manera interna y externa. De
esta manera podremos diferenciarlas y saber cómo actuar
en cada uno de conflictos que nos encontremos, estas son:
La Inteligencia Intrapersonal
La primera que desarrolla la habilidad del conocimiento
individual personal, su identidad, su autoestima.
12
La inteligencia intrapersonal consiste, según la definición
de Howard Gardner, en el conjunto de capacidades que
nos permiten formar un modelo preciso y verídico de
nosotros mismos, así como utilizar dicho modelo para
desenvolvernos de manera eficiente en la vida.
La Inteligencia Interpersonal
La segunda en el manejo con la gente que nos rodea, el
reconocimiento de emociones ajenas.
La inteligencia interpersonal es la que nos permite
entender a los demás. La inteligencia interpersonal es
mucho más importante en nuestra vida diaria que la
brillantez académica, porque es la que determina la
elección de la pareja, los amigos y, en gran medida,
nuestro éxito en el trabajo o e el estudio.
La inteligencia interpersonal se basa en el desarrollo de
dos grandes tipos de capacidades, la empatía y la
capacidad de manejar las relaciones interpersonales.
13
1.7 Lugar Del Cerebro en Donde se Almacena
la Inteligencia Emocional
4: División del Desarrollo del Cerebro
El sistema límbico, también llamado cerebro medio, es la
porción del cerebro situada inmediatamente debajo de la
corteza cerebral, y que comprende centros importantes como
el tálamo, hipotálamo, el hipocampo, la amígdala cerebral (no
debemos confundirlas con las de la garganta).
Estos centros ya funcionan en los mamíferos, siendo el asiento
de movimientos emocionales como el temor o la agresión.
En el ser humano, estos son los centros de la afectividad, es
aquí donde se procesan las distintas emociones y el hombre
experimenta penas, angustias y alegrías intensas
El papel de la amígdala como centro de procesamiento de las
emociones es hoy incuestionable. Pacientes con la amígdala
lesionada ya no son capaces de reconocer la expresión de un
rostro o si una persona está contenta o triste. Los monos a las
que fue extirpada la amígdala manifestaron un
14
comportamiento social en extremo alterado: perdieron la
sensibilidad para las complejas reglas de comportamiento
social en su manada. El comportamiento maternal y las
reacciones afectivas frente a los otros animales se vieron
claramente perjudicadas.
Los investigadores J. F. Fulton y D. F. Jacobson, de la
Universidad de Yale, aportaron además pruebas de que la
capacidad de aprendizaje y la memoria requieren de una
amígdala intacta: pusieron a unos chimpancés delante de dos
cuencos de comida. En uno de ellos había un apetitoso
bocado, el otro estaba vacío. Luego taparon los cuencos. Al
cabo de unos segundos se permitió a los animales tomar uno
de los recipientes cerrados. Los animales sanos tomaron sin
dudarlo el cuenco que contenía el apetitoso bocado, mientras
que los chimpancés con la amígdala lesionada eligieron al
azar; el bocado apetitoso no había despertado en ellos ninguna
excitación de la amígdala y por eso tampoco lo recordaban.
El sistema límbico está en constante interacción con la corteza
cerebral. Una transmisión de señales de alta velocidad permite
que el sistema límbico y el neocórtex trabajen juntos, y esto es
lo que explica que podamos tener control sobre nuestras
emociones.
Hace aproximadamente cien millones de años aparecieron los
primeros mamíferos superiores. La evolución del cerebro dio
un salto cuántico. Por encima del bulbo raquídeo y del sistema
límbico la naturaleza puso el neocórtex, el cerebro racional.
15
A los instintos, impulsos y emociones se añadió de esta forma
la capacidad de pensar de forma abstracta y más allá de la
inmediatez del momento presente, de comprender las
relaciones globales existentes, y de desarrollar un yo
consciente y una compleja vida emocional.
Hoy en día la corteza cerebral, la nueva y más importante zona
del cerebro humano, recubre y engloba las más viejas y
primitivas. Esas regiones no han sido eliminadas, sino que
permanecen debajo, sin ostentar ya el control indisputado del
cuerpo, pero aún activas.
La corteza cerebral no solamente ésta es el área más accesible
del cerebro: sino que es también la más distintivamente
humana. La mayor parte de nuestro pensar o planificar, y del
lenguaje, imaginación, creatividad y capacidad de abstracción,
proviene de esta región cerebral.
Así, pues, el neocórtex nos capacita no sólo para solucionar
ecuaciones de álgebra, para aprender una lengua extranjera,
para estudiar la Teoría de la Relatividad o desarrollar la
bomba atómica. Proporciona también a nuestra vida
emocional una nueva dimensión.
Amor y venganza, altruismo e intrigas, arte y moral,
sensibilidad y entusiasmo van mucho más allá de los rudos
modelos de percepción y de comportamiento espontáneo del
sistema límbico.
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Por otro lado -esto se puso de manifiesto en experimentos con
pacientes que tienen el cerebro dañado-, esas sensaciones
quedarían anuladas sin la participación del cerebro emocional.
Por sí mismo, el neocórtex sólo sería un buen ordenador de
alto rendimiento.
Los lóbulos prefrontales y frontales juegan un especial papel
en la asimilación neocortical de las emociones. Como
'manager' de nuestras emociones, asumen dos importantes
tareas:
En primer lugar, moderan nuestras reacciones
emocionales, frenando las señales del cerebro límbico.
En segundo lugar, desarrollan planes de actuación
concretos para situaciones emocionales. Mientras que la
amígdala del sistema límbico proporciona los primeros
auxilios en situaciones emocionales extremas, el lóbulo
prefrontal se ocupa de la delicada coordinación de
nuestras emociones.
Cuando nos hacemos cargo de las preocupaciones amorosas
de nuestra mejor amiga, tenemos sentimientos de culpa a
causa del montón de actas que hemos dejado de lado o
fingimos calma en una conferencia, siempre está trabajando
también el neocórtex.
17
CAPITULO 2
La Inteligencia
Emocional Aplicada en
Diferentes Ámbitos
18
2.1 Inteligencia Emocional en el Trabajo
5: Ámbito Laboral
La falta de inteligencia emocional puede repercutir de forma
negativa en las personas e incluso arruinar sus carreras
profesionales. Es preciso aclarar que este tipo de inteligencia
no se establece al nacer, se crea y se alimenta con el desarrollo
de nuestras vidas.
El que dirige debe ser capaz de manejar situaciones complejas
de relaciones y comportamientos humanos para lo cual es
necesario, entre otras habilidades, saber establecer una
relación de comprensión y confianza entre la gente que dirige,
saber escuchar, ser capaz de persuadir en forma convincente, y
de generar entusiasmo y compromiso en la gente.
Pero, para lograr esto, es necesario que antes sea capaz de
identificar su estado de ánimo, conocer sus fortalezas y
debilidades, para explotar las primeras y neutralizar las
segundas, controlar sus emociones y ser capaz de motivarse
con lo que hace. Si uno no es capaz de sentir entusiasmo por
lo que hace, difícilmente podrá generar entusiasmo en los que
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lo rodean. Cuentan que León Tolstoi, el famoso escritor ruso,
dijo en una ocasión "La felicidad no está en hacer lo que uno
quiere, sino en querer lo que uno hace".
Tras estudiar cientos de empresas, Goleman llegó a la
conclusión de que las habilidades de inteligencia emocional
aumentan cuando más se asciende en la organización. Cuanto
más alto sea el puesto, menos importantes resultan las
habilidades técnicas y más importantes son las aptitudes de la
inteligencia emocional.
Este científico reconoce que algunos puestos de trabajo, como
los de dirección, requieren de al menos un mínimo de
conocimientos para garantizar cierto desempeño, sin llegar a
la excelencia, pero que el mayor porciento de factores para
lograr el éxito en la tarea corresponde a factores emocionales
y de forma particular a lo que él llama competencias
emocionales. Se plantea que los profesionales más brillantes
además de su propia inteligencia académica, son hábiles a la
hora de reconocer sus propios sentimientos y los de los demás.
Son capaces de controlar sus estados de ánimo, impulsos y
recursos internos.
Los componentes de la inteligencia emocional,
separadamente, han estado presente desde hace años en las
ofertas de programas de capacitación de directivos. Un
análisis de estos componentes, con un enfoque en sistema, que
es el aporte que hacen los especialistas en inteligencia
emocional, permite identificar comportamientos y aptitudes
que pueden propiciar un liderazgo efectivo y constituir una
herramienta muy útil para la conducción de grupos de
20
personas y de procesos organizacionales. Sin embargo, en los
primeros libros publicados sobre el tema, a mediados de los
años noventa, no prevalecía este enfoque.
Las habilidades emocionales rara vez aparecen aisladas y para
que un individuo alcance una actuación notable en el trabajo
o en la sociedad necesita dominar y aplicar un amplio número
de competencias emocionales, definidas estas como el grado
de destrezas que somos capaces de alcanzar en el dominio de
nuestras facultades, tanto sensitivas como intelectuales. La
Competencia Emocional en sí es la muestra de hasta qué punto
una persona ha sabido y ha podido trasladar ese potencial a las
acciones de su vida cotidiana.
"La Inteligencia Emocional comprende una serie de
habilidades que el Dr. Daniel Goleman caracteriza como
genéricas, jerárquicas e interdependientes. En otras palabras,
cada una requiere de las otras para desarrollarse, se sirven de
base unas a otras y son necesarias en distintos grados según
los tipos de trabajo y las tareas que se cumplan."
Esencialmente, la Inteligencia Emocional proporciona a las
personas capacidad y habilidad para regular sus fuerzas e
impulsos emocionales contraproducentes, muchos de ellos
inconscientes, los cuales boicotean sus relaciones (personales,
familiares, sociales) y calidad de vida.
Reconoce que una persona posee una inteligencia emocional
determinada por cualidades como: autocontrol, empatía,
entusiasmo, persistencia, motivación, destreza, autoconciencia
y confianza.
21
Es decir que para alcanzar cierta inteligencia emocional no
solo es preciso conocer que se necesita para ello, se extiende
más allá de esto, es necesario ponerlas en práctica en aras de
lograr determinadas competencias emocionales.
Las personas que muestran una buena competencia emocional,
disfrutan de una situación ventajosa en los diversos dominios
y dimensiones de la vida, por ello se siente más satisfechos
consigo mismo y resultan más eficaces en las tareas que
emprenden.
Por consiguiente las emociones determinan, el nivel de
rendimiento de que somos capaces, en estado de equilibrio o
desequilibrio emocional, así como determinan qué tipo de
relación mantendremos con nuestros subordinados (liderazgo),
con nuestros superiores (adaptabilidad) o con nuestros pares
(trabajo en equipo). Las emociones determinan cómo
respondemos, nos comunicamos, nos comportamos y
funcionamos en el trabajo y/o la empresa.
En su libro, "Trabajando con inteligencia emocional",
Goleman identifica las competencias que dependen de los
estados de ánimo y que determinan un desempeño exitoso en
el trabajo. Se trata de 25 habilidades que se derivan de cinco
áreas -autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y
habilidades sociales- de la teoría formulada por Salovey y
Mayer (1990).
22
Estas capacidades son:
Área 1. Autoconciencia (implica reconocer los propios
estados de ánimo, los recursos y las intuiciones):
Conciencia emocional: identificar las propias emociones y
sus posibles efectos.
Correcta autovaloración: conocer las fortalezas y limitaciones
propias.
Autoconfianza: un fuerte sentido del valor y capacidad propia.
Área 2. Autorregulación (manejo de los propios estados de
ánimo, impulsos y recursos):
Autocontrol: mantener vigiladas las emociones y los
impulsos.
Confiabilidad: mantener estándares adecuados de honestidad
e integridad.
Conciencia (compromiso consigo mismo): asumir las
responsabilidades del propio desempeño laboral.
Adaptabilidad: flexibilidad en el manejo de las situaciones de
cambio.
Innovación: sentirse cómodo con la nueva información, las
nuevas ideas y las nuevas situaciones.
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Área 3. Motivación (intensidad y dirección de las emociones
que guían o facilitan el cumplimiento de las metas
establecidas):
Impulso hacia el logro: esfuerzo por mejorar o alcanzar un
estándar de excelencia laboral.
Compromiso: alinearse con las metas del grupo u
organización.
Iniciativa: disponibilidad para reaccionar ante las
oportunidades.
Optimismo: persistencia en la consecución de los objetivos, a
pesar de los obstáculos y retrocesos que puedan presentarse.
Área 4. Empatía (conciencia de los sentimientos, necesidades
y preocupaciones de los otros):
Comprensión de los otros: percibir los sentimientos y
perspectivas de los compañeros de trabajo.
Desarrollo de los otros: estar atentos a las necesidades de
desarrollo de los otros y reforzar sus habilidades.
Servicio de orientación: anticipar, reconocer y satisfacer las
necesidades reales del cliente.
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Diversificación: cultivar las oportunidades laborales en los
distintos tipos de personas.
- Conciencia política: ser capaz de captar y comprender las
corrientes emocionales del grupo, así como el poder de las
relaciones entre sus miembros.
Área 5. Habilidades sociales (inducir respuestas deseadas en
los otros):
Influencia: idear y realizar adecuadamente tácticas efectivas
de persuasión.
Comunicación: saber escuchar abiertamente al resto y
elaborar mensajes convincentes.
Manejo de conflictos: saber negociar y resolver los
desacuerdos que se presenten dentro del equipo de trabajo.
Liderazgo: capacidad de inspirar y guiar a los individuos y al
grupo en su conjunto.
Catalizar el cambio: iniciador o administrador de las
situaciones nuevas.
Construir lazos: alimentar y reforzar las relaciones
interpersonales dentro del grupo.
25
Colaborar y cooperar: trabajar con otros para alcanzar metas
compartidas.
Trabajar en equipo: ser capaz de crear sinergia para la
consecución de metas colectivas
2.2 Inteligencia Emocional en la Educación
6: Ámbito Escolar
Si nos detenemos a analizar el tipo de educación implantada
en años atrás, podremos observar cómo los profesores
preferían a los niños conformistas, que conseguían buenas
notas y exigían poco (de esta forma se estaba valorando más a
los aprendices receptivos más que a los aprendices activos), y
de hecho respondiendo a las ideas de alienación que se
implantaba en nuestra educación y por tanto en nuestra
sociedad, de ir siempre por la "Ley del menor esfuerzo"
(Parece aberrante esta afirmación pero a lo largo de nuestra
tarea docente hemos verificado en muchas instancias estas
prácticas).
26
De este modo, no era raro encontrarse con la profecía
autocumplida en casos en los que "el profesor espera que el
niño saque buenas notas y éste las consigue", quizá no tanto
por el mérito del niño en sí, sino por el trato que el profesor le
daba en la calificación de sus tareas, pruebas, etc. También se
encontraban casos de desesperanza aprendida, producida por
el modo en que los profesores respondían a los fracasos de sus
estudiantes.
Este orden de cosas ha cambiado o deberían cambiar, pues los
docentes nos debemos comprometer en que la escuela sea la
formadora de personas inteligentemente emocionales,
creativas y productivas.
Hoy, con la apertura del mercado global, necesitamos
desarrollar soluciones desde las aulas de clase hacia las
necesidades de producción de nuestra gente, respetando
nuestras raíces culturales y nuestra identidad, pero tolerando
lo foráneo, adaptándonos en lo posible con rapidez a los
cambios que se dan en la ciencia y la tecnología y por tanto en
la sociedad.
Para lo cual, se debe replantear el currículo escolar o por lo
menos el de aula en el que se brinde herramientas académicas
básicas como el manejo efectivo del lenguaje, el trabajo
empático y en equipo, la resolución de conflictos, la
creatividad, el liderazgo emocional, el servicio productivo…
La educación de las emociones denominada "Alfabetización
Emocional" (también, escolarización emocional), pretende
27
enseñar a los niños a modular su emocionalidad desarrollando
su Inteligencia Emocional.
Los objetivos que se persiguen con la implantación de la
Inteligencia Emocional en la escuela, serán los siguientes:
Detectar casos de pobre desempeño en el área
emocional.
Conocer cuáles son las emociones y reconocerlas en
los demás
Clasificar sentimientos, estados de ánimo.
Modular y gestionar la emocionalidad.
Desarrollar la tolerancia a las frustraciones diarias.
Prevenir el consumo de drogas y otras conductas de
riesgo.
Adoptar una actitud positiva ante la vida.
Prevenir conflictos interpersonales
Mejorar la calidad de vida escolar, familiar y
comunitaria
Aprender a servir con calidad.
Para conseguir esto se hace necesaria la figura de un nuevo
Profesor, con un perfil distinto al que estamos acostumbrados
a ver normalmente y que aborde el proceso de "Alfabetización
Emocional" de manera eficaz para sí y para sus estudiantes.
28
Para ello es necesario que él mismo se convierta en modelo de
equilibrio de afrontamiento emocional, de habilidades
empáticas y de resolución serena, reflexiva, creativa y justa de
los conflictos interpersonales, como fuente de aprendizaje
ejemplar para sus estudiantes. Este nuevo Profesor debe saber
transmitir modelos de afrontamiento emocional adecuados a
las diferentes interacciones que los niños tienen entre sí.
Por tanto, no planteamos solamente la existencia de un
Profesor que tenga un conocimiento óptimo de las Áreas y/o
Asignaturas que dicte en el aula de clase, sino que además sea
capaz de transmitir una serie de valores y desarrolle
competencias a sus estudiantes, como la Competencia
Emocional.
Funciones que tendrá que desarrollar el nuevo Docente:
Orientación Familiar en el contexto de familias disfuncionales
o mononucleares, producto de la migración, del
individualismo o cultura light.
Percepción de necesidades, intereses y problemas de los niños,
en concordancia con las necesidades, intereses y problemas
del medio inmediato (familia y escuela) y mediato (barrio,
comunidad, etc.).
El establecimiento de un clima emocional positivo, ofreciendo
apoyo personal y social para aumentar la autoconfianza y
autoestima de los niños que se atiende en el aula de clases:
Ayuda a los niños a establecerse objetivos personales
con sujeción a sus proyectos de vida.
29
Facilitación de los procesos de toma de decisiones y
responsabilidad personal.
La orientación personal del niño que propenda su
desarrollo emocional.
La escolarización de las emociones se llevará a cabo
analizando las situaciones conflictivas y problemas cotidianos
del contexto familiar, escolar y comunitario, que generan
tensión y propiciar el desarrollo de las competencias
emocionales en los niños.
Por último, vamos a puntualizar que para que se produzca un
elevado rendimiento escolar, el estudiante debe contar algunos
factores importantes en el ámbito intra y extra escolar:
Confianza en sí mismo y en sus capacidades
Curiosidad por descubrir
Solución de problemas familiares y escolares
Intencionalidad, ligado a la sensación de sentirse
capaz y eficaz.
Autocontrol
Relación con el grupo de iguales
Capacidad de comunicar
Cooperar con los demás y trabajar en equipo
30
De este modo, debemos resaltar que para una educación
emocionalmente inteligente lo primero será que los padres y
maestros de los futuros niños escolarizados proporcionen ese
ejemplo de Inteligencia Emocional, para que una vez que éstos
comiencen su educación regular, estén provistos de un amplio
repertorio de esas capacidades emocionalmente inteligentes.
La inteligencia intrapersonal determina en gran medida el
éxito o el fracaso de nuestros estudiantes. Desde el punto de
vista del profesor es también tremendamente importante
porque de ella depende que acabemos el curso en mejor o peor
estado anímico. Para los estudiantes es importante porque sin
capacidad de auto - motivarse no hay rendimiento posible.
Cualquier aprendizaje supone un esfuerzo. El control de las
emociones es importante no sólo durante un examen, sino en
el día a día. Cualquier aprendizaje de algo nuevo implica
inevitables periodos de confusión y frustración y de tensión.
Los estudiantes incapaces de manejar ese tipo de emociones
muchas veces se resisten a intentar actividades nuevas, por
miedo al fracaso.
La inteligencia interpersonal es importante para cualquier
estudiante, porque es la que le permite hacer amigos, trabajar
en grupos, o conseguir ayuda cuando la necesita. El
aprendizaje es una actividad social en gran medida.
La inteligencia interpersonal es todavía más importante desde
el punto de vista del profesor, porque sin ella no podemos
entender a nuestros estudiantes, sus necesidades y sus
motivaciones.
31
Además la empatía no sólo me permite entender al otro,
cuando me pongo en el lugar del otro y aprendo a pensar como
él puedo entender, entre otras cosas, la impresión que yo le
causo y eso es crucial para un profesor, porque es lo que me
permite ir adaptando mi manera de explicar hasta encontrar la
más adecuada para ese estudiante o grupo de estudiantes.
Todos los profesores tenemos grupos de estudiantes con los
que nos es más fácil el trabajo que con otros. Las mismas
pautas de comportamiento de los grandes comunicadores nos
pueden ayudar a extender nuestro radio de acción.
A principios de curso muchas veces mi objetivo prioritario,
sobre todo con grupos que no conozco es establecer y crear un
ambiente de trabajo. La misma interrupción por parte de un
estudiante puede ocasionar una explicación sobre las normas
de funcionamiento en el aula a principios de curso y un airado
reproche a finales de curso, después de todo un año trabajando
juntos y cuando el objetivo principal es acabar el programa a
tiempo.
32
2.3 Inteligencia Emocional en la Familia
7: Ámbito Familiar
La personalidad se desarrolla a raíz del proceso de
socialización, en la que el niño asimila las actitudes, valores y
costumbres de la sociedad. Y los padres son los encargados de
contribuir en esta labor, a través de su amor y cuidados, de la
figura de identificación que son para los niños (son agentes
activos de socialización). Es decir, la vida familiar es la
primera escuela de aprendizaje emocional. También influye en
mayor número de experiencias del niño, repercutiendo éstas
en el desarrollo de su personalidad. De tal manera que los
padres contribuyen al desarrollo de la cognición social de sus
hijos al motivar, controlar y corregir la mayor parte de sus
experiencias.
Partiendo del hecho de que los padres son el principal modelo
de imitación de los hijos, lo ideal es que, como padres,
empecemos a entrenar y ejercitar nuestra propia Inteligencia
Emocional para que a la vez, nuestros hijos adquieran dichos
hábitos en su relación intrafamiliar. Aquí cabe la máxima de
nuestros mayores:
33
"Se enseña con el ejemplo…".
"Trate a sus hijos como le gustaría que les tratasen los
demás".
Si analizamos esta regla podemos obtener cinco principios en
la relación emocional Padres e Hijos:
Sea consciente de sus propios sentimientos y el de sus
hijos.
Muestre empatía y comprenda los puntos de vista de
sus hijos
Haga frente de forma positiva a los impulsos
emocionales y de conducta de sus hijos y regúlelos
permanentemente. Recuerde que los niños aprenden
inicialmente por medio del ensayo error o la
repetición constante de las reglas de interrelación
social.
Plantéese conjuntamente con sus hijos objetivos
positivos y trace proyectos de vida con alternativas
reales para alcanzarlos
34
Utilice las dotes familiares y sociales positivas a la hora de
manejar sus relaciones con sus hijos. Insistimos, los niños
aprenden de manera repetitiva y por medio del ensayo-error.
Estos cinco principios son básicamente los cinco componentes
de la Inteligencia Emocional.
Para poder resolver cualquier situación problemática de
ámbito familiar, sería aconsejable contestar una serie de
preguntas antes de actuar:
¿Qué siente usted en esa determinada situación?
¿Qué sienten sus hijos?
¿Cómo interpreta usted lo que está pasando? ¿Cómo
cree que lo interpretan sus hijos? ¿Cómo se sentiría
usted si estuviera en su lugar?
¿Cuál es la mejor manera de hacer frente a esto?
¿Cómo lo ha hecho en otras ocasiones? ¿Ha
funcionado realmente?
¿Cómo vamos a llevar esto a cabo? ¿Qué es preciso
que hagamos? ¿Cómo debemos abordar a los demás?
¿Estamos preparados para hacer esto?
35
¿Contamos con las aptitudes necesarias? ¿Qué otras
formas pueden existir de resolver el problema?
Si nuestro proyecto de vida se encuentra con
imprevistos, ¿Qué haremos? ¿Qué obstáculos
podemos prever?
¿Cuándo podemos reunirnos para hablar del asunto,
compartir ideas y sentimientos y ponernos en marcha
para obtener el éxito como familia?
Debemos enfatizar en los inadecuados posicionamientos de
los padres frente a sus hijos, los cuales no se deben dar el la
relación padres-hijos:
Ignorar completamente los sentimientos de nuestros
hijos, pensando que sus problemas son triviales y
absurdos
El "dejar hacer - dejar pasar" no es una buena
respuesta a la formación de lo hijos.
Los padres se dan cuenta de los sentimientos de sus
hijos, pero muchas veces no le dan soluciones
36
emocionales alternativas, pensando que cualquier
forma de manejar esas "emociones inadecuadas", es
correcto en su formación (por ejemplo, pegándoles o
retándoles con gritos, humillándolos, etc.), o peor
aún, ignorándolos a pretexto de que "los niños se
trauman si se les reprende en su libertad de hacer las
cosas que desean".
Menospreciar o no respetar los sentimientos del niño
(por ejemplo, prohibiéndole al niño que se enoje o
llore; o, siendo severos si se irritan).
1.8 2.4 Desarrollo de la Inteligencia
Emocional en la Infancia
8: Ámbito Parvulario
Es transmitida de padres a hijos como lo hemos mencionado,
sobre todo a partir de los modelos que el niño se crea de sus
padres.
Tras diversos estudios se ha comprobado que los niños son
capaces de captar los estados de ánimo de los adultos (en uno
de estos se descubrió que los bebés son capaces de
37
experimentar una clase de angustia empática, incluso antes de
ser totalmente conscientes de su existencia). El conocimiento
afectivo está muy relacionado con la madurez general,
autonomía y la competencia social del niño.
El estudio de las emociones de los niños es difícil, porque la
obtención de información sobre los aspectos subjetivos de las
emociones sólo puede proceder de la introspección, una
técnica que los niños no pueden utilizar con éxito cuando
todavía son demasiados pequeños.
Pero, en vista del papel importante que desempeñan las
emociones en la vida del niño no es sorprendente que algunas
de las creencias tradicionales sobre las emociones, que han
surgido durante el curso de los años para explicarlas, hayan
persistido a falta de información precisa que las confirme o
contradiga.
Por ejemplo, hay una creencia muy aceptada de que algunas
personas al nacer son más emotivas que otras. En
consecuencia, ha sido un hecho aceptado el de que no hay
nada que se pueda realizar para modificar esa característica.
Aunque se acepta que puede haber diferencias genéticas de la
emotividad, las evidencias señalan a las condiciones
ambientales como las principales responsables de las
diferencias de emotividad de los recién nacidos y que se han
atribuido, en parte, a las diferentes tensiones emocionales
experimentadas por sus madres durante el embarazo.
Hay también pruebas de que los niños que se crían en un
ambiente excitante o están sujetos a presiones constantes para
38
responder a las expectativas excesivamente altas de los padres
o docentes de escuela, pueden convertirse en personas tensas,
nerviosas y muy emotivas.
La capacidad para responder emotivamente se encuentra
presente en los recién nacidos. La primera señal de conducta
emotiva es la excitación general, debido a una fuerte
estimulación. Esta excitación difundida se refleja en la
actividad masiva del recién nacido. Sin embargo, al nacer, el
pequeño no muestra respuestas bien definidas que se puedan
identificar como estados emocionales específicos. Por
ejemplo: Podemos notar que cuando mamá y papá discuten en
casa, el niño se pone intranquilo y hasta da berrinches sin
explicación. Esta reacción afirma lo descrito.
El patrón general emocional no sólo sigue un curso predecible,
sino que también pronosticable, de manera similar, el patrón
que corresponde a cada emoción diferente. Por ejemplo, los
"pataleos" o "berrinches" llegan a su punto culminante entre
los 2 y 4 años de edad y se ven reemplazados por otros
patrones más maduros de expresiones de ira, tales como la
terquedad y la indiferencia.
Aun cuando el patrón de desarrollo emocional es predecible,
hay variaciones de frecuencia, intensidad y duración de las
distintas emociones y edades a las que aparecen. Todas las
emociones se expresan menos violentamente cuando la edad
de los niños aumenta, debido al hecho de que aprenden cuáles
son los sentimientos de las personas hacia las expresiones
emocionales violentas, incluso la de alegría y otras de placer.
39
Las variaciones se deben también, en parte, a los estados
físicos de los niños en el momento en que se tratan y sus
niveles intelectuales; y, en parte, a las condiciones
ambientales. Estas se ven afectadas por reacciones sociales a
las conductas emocionales. Cuando esas reacciones sociales
son desfavorables, como en el caso del temor o la envidia, las
emociones aparecen con menos frecuencia y en forma mejor
controlada de lo que lo harían si las reacciones sociales fueran
más favorables; si las emociones sirven para satisfacer las
necesidades de los niños esto influirá en las variaciones
emocionales citadas previamente.
Los niños, como grupo, expresan las emociones que se
consideran apropiadas para su sexo, tales como el enojo, con
mayor frecuencia y de modo más intenso que las que se
consideran más apropiadas para las niñas, tales como temor,
ansiedad y afecto. Los celos y berrinches son más comunes en
las familias grandes, mientras que la envidia lo es en las
familias pequeñas.
40
CAPITULO 3
Técnicas que Ayudan en
la I.E
41
1.9 3.1 Condiciones para un Buen Desarrollo
Emocional
9: Aptitudes y Actitudes
Los estudios de las emociones de los niños han revelado que
su desarrollo se debe tanto a la maduración como al
aprendizaje y no a uno de esos procesos por sí solo. La
maduración y el aprendizaje están entrelazados tan
estrechamente en el desarrollo de las emociones que, algunas
veces, es difícil determinar sus efectos.
Describimos a continuación estos dos aspectos:
Papel de la Maduración:
El desarrollo intelectual da como resultado la capacidad para
percibir los significados no advertidos previamente y el que se
preste atención a un estímulo durante más tiempo y la
42
concentración de la tensión emocional en un objeto. El
aumento de la imaginación, la comprensión y el incremento de
la capacidad para recordar y anticipar las cosas, afectan
también a las reacciones emocionales.
Así, los niños llegan a responder estímulos ante los que se
mostraban indiferentes a una edad anterior. El desarrollo de
las glándulas endocrinas, es esencial para la conducta
emocional madura. El niño carece relativamente de productos
endocrinos que sostienen parte de las respuestas fisiológicas a
las tensiones. Las glándulas adrenales, que desempeñan un
papel importante en las emociones, muestran una disminución
marcada de tamaño, poco después del nacimiento. Cierto
tiempo después, comienzan a crecer; lo hacen con rapidez
hasta los cinco años, lentamente de los 5 a los 11 y con mayor
rapidez en la pubertad hasta llegar a la juventud.
Papel del Aprendizaje:
Hay cinco tipos de aprendizaje que contribuyen al desarrollo
de patrones emocionales durante la niñez. Seguidamente se
explican esos métodos y el modo en que contribuyen al
desarrollo emocional de los niños.
Aprendizaje por ensayo y error: Incluye
principalmente el aspecto de respuestas al patrón
emocional. Los niños aprenden por medio de tanteos a
expresar sus emociones en formas de conductas que
les proporcionan la mayor satisfacción y abandonan
43
las que les producen pocas o ninguna. Esta forma de
aprendizaje se utiliza a comienzos de la infancia.
Aprendizaje por Imitación: Afecta tanto al aspecto del
estímulo como al de la respuesta del patrón
emocional. Observar las cosas que provocan ciertas
emociones a otros; los niños reaccionan con
emociones similares y con métodos de expresiones
similares a los de las personas observadas, que por lo
general es su entorno familiar inmediato.
Aprendizaje por Identificación: Es similar al de
imitación en que los niños copian las reacciones
emocionales de personas y se sienten excitados por un
estímulo similar que provoca la emoción en la persona
imitada.
Condicionamiento
Significa aprendizaje por asociación. En el condicionamiento,
los objetos y las situaciones que, al principio, no provocan
reacciones emocionales, lo hacen más adelante, como
resultado de la asociación.
Adiestramiento o aprendizaje con orientación y supervisión:
Se limita al aspecto de respuesta del patrón emocional. Se les
enseña a los niños el modo aprobado de respuesta, cuando se
provoca una emoción dada. Mediante el adiestramiento, se
estimula a los niños a que respondan a los estímulos que
fomentan normalmente emociones agradables y se les disuade
44
de toda respuesta emocional. Esto se realiza mediante el
control del ambiente, siempre que sea posible.
Podemos decir entonces que tanto la maduración como el
aprendizaje influyen en el desarrollo de las emociones; pero el
aprendizaje es más importante, principalmente porque se
puede controlar. También la maduración se puede controlar
hasta cierto punto; pero sólo por medios que afectan a la salud
física y por medio del control de las glándulas cuyas
secreciones se ven estimuladas por las emociones.
El control sobre el patrón de aprendizaje es una medida tanto
preventiva como positiva. Una vez que se aprende una
respuesta emocional indeseable y se incluye en el patrón del
niño, no sólo es probable que persista, sino que se haga
también cada vez más difícil de modificar a medida que
aumente su edad.
Como ejemplo citaremos la frecuente motivación negativa que
brindamos los padres a nuestros hijos en la ingestión de
alcohol o consumo de drogas o cigarrillo en su presencia. Los
niños lo miran como natural: si sus padres lo hacen, ¿Por qué
ellos no…?
El aprendizaje negativo puede persistir incluso hasta la vida
adulta y necesitar ayuda profesional para modificarse. Por esto
se puede decir con justicia que la niñez es un "período crítico"
para el desarrollo emocional, en donde la familia, la escuela y
la comunidad tenemos un papel fundamental.
Rasgos característicos de las emociones de los niños:
45
-Emociones intensas: Los niños pequeños responden con la
misma intensidad a un evento trivial que una situación grave.
-Emociones que aparecen con frecuencia: Los niños presentan
emociones frecuentes, conforme al aumento de su edad y
descubren que las explosiones emocionales provocan
desaprobación o castigos por parte de los adultos.
-Emociones transitorias: El paso rápido de los niños pequeños
de las lágrimas a la risa, de los celos al cariño, etc.
-Las respuestas reflejan la individualidad: En todos los recién
nacidos es similar, pero gradualmente dejan sentir las
influencias del aprendizaje.
Cambio en la intensidad de las emociones: Las emociones que
son muy poderosas a ciertas edades, se desvanecen cuando los
niños crecen, mientras otras, anteriormente débiles, se hacen
más fuertes.
Emociones que se pueden detectar mediante síntomas
conductuales: Los niños pueden no mostrar sus reacciones
emocionales en forma directa; pero lo harán indirectamente
mediante la inquietud, fantasías, el llanto, las dificultades en el
habla, etc.
46
1.10 3.2 Las 7 “S” para ser Competitivo
10: Esfuerzo por una Meta
Saludable: Cuida su salud, se ejercita y alimenta
adecuadamente para contar con la energía requerida en su
trabajo intelectual, emocional y físico. Realiza un chequeo
médico frecuente para prevenir y atender cualquier potencial
afección. Está lleno de vitalidad y contagia energía.
Sereno: Gerencia las respuestas emocionales que generan sus
sentimientos y estados de ánimo, es firme cuando ha de serlo,
pero emplea auto – control, paciencia y tacto en su actuar.
Evita que su amígdala cerebelo produzca arranques de ira que
afecten sus relaciones humanas. Disfruta de la tranquilidad y
domina técnicas de auto – relajación.
Sincero: Actúa en sus conversaciones y acciones basado en la
ética, honestidad y justicia. Es abierto para expresar sus
puntos de vista, empleando su verdad asertiva y
47
respetuosamente, con franqueza y firmeza pero con
consideración.
Sencillo: Se maneja en sus relaciones personales y
profesionales con humildad y simplicidad, no deja de conocer
su valor y sus logros, pero reconoce que puede aprender de
todo ser humano y que sus éxitos se los debe a otras personas.
Evita la pompa y los lujos excesivos, pues sabe darle el justo
valor a lo material, dentro de un clima de abundancia y
prosperidad.
Simpático: Es cortés, amable, educado en su hablar, evita los
vicios comunicacionales del cinismo, sarcasmo, burla,
humillación, discriminación, generalización y juicios sin
sustentación. Busca ser asertivo, pero considerado y
respetuoso del clima de sus conversaciones, fluyendo con
buen humor, alegría y disfrute en su interacción humana.
Servicial: Emplea el poder de la retribución y del servicio para
llegar dentro de las necesidades de otros, haciéndose cargo de
las inquietudes de quienes le rodean en su familia, trabajo y
veracidad. Sabe que a través del servicio logra una elevación
espiritual que le beneficia en otros ámbitos de su vida, por lo
que ve al servicio como algo honroso y valioso para su vida y
la de los demás.
48
Sinérgico: Coopera y crea climas de cooperación y ayuda
mutua en sus equipos de trabajo, tanto en la familia, el gremio
o la empresa. Se maneja a si mismo como una parte clave de
un equipo y no como una pieza indispensable. Esto le hace
tomar consciencia de la importancia de la coordinación, el
apoyo, al humildad para aprender, la visión común, la
creatividad y la libertad para generar impecabilidad en las
acciones que toman los diferentes equipos humanos a los que
pertenece.
La competitividad de una persona, depende de su equilibrio
intelectual – lingüístico, emocional y corporal, de manera que
el desarrollo de estas 7 s pueden contribuir a elevar los niveles
de perfección en nuestros procesos diarios, ayudándonos a
vivir la vida que merecemos y deseamos.
49
1.11 3.3 El MATEA y lo que nos Permite la IE
11: Conexión de las Neuronas
La Inteligencia emocional está basada en como cada ser
humano vive sus emociones: Habla de las cinco emociones
básicas que desde su punto de vista destacan y que son las
reacciones primitivas que el ser humano comparte con los
mamíferos, con la diferencia de que nosotros los humanos
somos conscientes de ellas, sabemos que sentimos. Tales
emociones vienen a cubrir unos objetivos de supervivencia,
Manejo de Sentimientos Básicos (MATEA):
Miedo: el objetivo es la protección y el cuidado
Afecto: el objetivo es la vinculación;
50
Tristeza: el objetivo es el retiro. Cuando sentimos tristeza
nuestro organismo nos está diciendo "retírate de ahí y
vuelve a estar contigo";
Enojo: el objetivo es la defensa;
Alegría: su objetivo es la vivificación. Viene a ser la
batería de nuestra existencia.
Actualmente vivimos en un mundo donde cada día perdemos
sensibilidad ante nuestro entorno y las personas que nos
rodean, muchas veces debido a que nos es difícil hacer
contacto con nuestros sentimientos. De ahí la importancia de
tener una educación emocional que nos permita hacernos
conscientes de aquello que sentimos, es decir poder
convertirnos en nuestros propios observadores para ir
analizando descubriendo y por lo tanto controlando aquello
que nos mueve a actuar, y tener cada vez mayor control de
nuestras respuestas.
La inteligencia emocional nos permite:
Tomar conciencia de nuestras emociones.
Comprender los sentimientos de los demás.
Tolerar las presiones y frustraciones que soportamos
en el trabajo.
Acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo.
51
Adoptar una actitud empática y social que nos
brindará mayores posibilidades de desarrollo personal.
Participar, deliberar y convivir con todos desde un
ambiente armónico y de paz.
1.12 3.4 Medición de la Inteligencia y el CI
12: Desarrollo del Cerebro
No existe un test capaz de determinar el «grado de inteligencia
emocional», a diferencia de lo que ocurre con los test que
miden el coeficiente intelectual (CI). Jack Block, psicólogo de
la universidad de Berkeley, ha utilizado una medida similar a
la inteligencia emocional que él denomina «capacidad
adaptativa del ego», estableciendo dos o más tipos
teóricamente puros, aunque los rasgos más sobresalientes
difieren ligeramente entre mujeres y hombres:
«Los hombres que poseen una elevada inteligencia emocional
suelen ser socialmente equilibrados, extrovertidos, alegres,
poco predispuestos a la timidez y a rumiar sus preocupaciones.
Demuestran estar dotados de una notable capacidad para
52
comprometerse con las causas y las personas, suelen adoptar
responsabilidades, mantienen una visión ética de la vida y son
afables y cariñosos en sus relaciones. Su vida emocional es
rica y apropiada; se sienten, en suma, a gusto consigo mismos,
con sus semejantes y con el universo social en el que viven».
«Las mujeres emocionalmente inteligentes tienden a ser
enérgicas y a expresar sus sentimientos sin ambages, tienen
una visión positiva de sí mismas y para ellas la vida siempre
tiene un sentido. Al igual que ocurre con los hombres, suelen
ser abiertas y sociables, expresan sus sentimientos
adecuadamente (en lugar de entregarse a arranques
emocionales de los que posteriormente tengan que lamentarse)
y soportan bien la tensión. Su equilibrio social les permite
hacer rápidamente nuevas amistades; se sienten lo bastante a
gusto consigo mismas como para mostrarse alegres,
espontáneas y abiertas a las experiencias sensuales. Y, a
diferencia de lo que ocurre con el tipo puro de mujer con un
elevado CI, raramente se sienten ansiosas, culpables o se
ahogan en sus preocupaciones».
«Los hombres con un elevado CI se caracterizan por una
amplia gama de intereses y habilidades intelectuales y suelen
ser ambiciosos, productivos, predecibles, tenaces y poco dados
a reparar en sus propias necesidades. Tienden a ser críticos,
condescendientes, aprensivos, inhibidos, a sentirse incómodos
con la sexualidad y las experiencias sensoriales en general y
son poco expresivos, distantes y emocionalmente fríos y
tranquilos».
«La mujer con un elevado CI manifiesta una previsible
confianza intelectual, es capaz de expresar claramente sus
53
pensamientos, valora las cuestiones teóricas y presenta un
amplio abanico de intereses estéticos e intelectuales. También
tiende a ser introspectiva, predispuesta a la ansiedad, a la
preocupación y la culpabilidad, y se muestra poco dispuesta a
expresar públicamente su enfado (aunque pueda expresarlo de
un modo indirecto)».
Estos retratos, obviamente, resultan caricaturescos pues toda
persona es el resultado de la combinación entre el CI y la
inteligencia emocional, en distintas proporciones, pero ofrecen
una visión muy instructiva del tipo de aptitudes específicas
que ambas dimensiones pueden aportar al conjunto de
cualidades que constituye una persona.
Daniel Goleman también recoge el pensamiento de numerosos
científicos del comportamiento humano que cuestionan el
valor de la inteligencia racional como predictor de éxito en las
tareas concretas de la vida, en los diversos ámbitos de la
familia, los negocios, la toma de decisiones, el desempeño
profesional, etc. Citando numerosos estudios Goleman
concluye que el Coeficiente Intelectual no es un buen
predictor del desempeño exitoso. La inteligencia pura no
garantiza un buen manejo de las vicisitudes que se presentan y
que es necesario enfrentar para tener éxito en la vida.
Según Goleman la inteligencia emocional puede dividirse en
dos áreas:
54
Inteligencia intrapersonal: Capacidad de formar un modelo
realista y preciso de uno mismo, teniendo acceso a los propios
sentimientos, y usarlos como guías en la conducta.
Inteligencia interpersonal: Capacidad de comprender a los
demás; qué los motiva, cómo operan, cómo relacionarse
adecuadamente. Capacidad de reconocer y reaccionar ante el
humor, el temperamento y las emociones de los otros.
1.13 3.5 Competencia Emocional
55
13: Trabajo en Grupo
Derivado del tema de inteligencia emocional en diversos
escenarios, incluido el educativo, actualmente se habla de
competencias emocionales, las cuales han revolucionado la
concepción que se tenía de los alumnos, así como también de
los problemas que enfrentan durante la vida académica.
Para comenzar a definir lo que refiere “competencia
emocional” primero hay que retomar el termino competencia y
es que existe una fuerte controversia alrededor del mismo, no
existe una definición que se tome por correcta, diversos
autores han tratado de definirla sin embargo no se ha aceptado
ninguna como definitiva.
En este sentido, para adentrarnos en el tema, es importante y
necesario definir en primer lugar a las competencias, ¿cómo se
originan? y ¿cómo se definen?
Origen de las Competencias
Jacques Delors, europeo, de nacionalidad francesa, presidió la
Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI.
Al finalizar su cargo en la Comisión, presentó un informe
como respuesta a los grandes desafíos que enfrentaba el
entorno global e implicó la implementación de acciones. Es
decir, sus propuestas se convirtieron en políticas públicas,
obligando a los sistemas educativos transformar la forma de
educar. Es importante mencionar, que el informe Delors surge
56
desde una perspectiva económica, por lo tanto las
competencias son un constructo, es decir, una categoría
constituida por conceptos y son históricas, no esenciales. En
este sentido, las competencias dan respuesta a un momento
histórico, un espacio temporal.
Delors (1997) presenta el informe a la UNESCO, del cual se
derivan los cuatro pilares de la educación, Aprender a
Conocer, Aprender a Hacer, Aprender a Vivir Juntos y
Aprender a Ser. Convirtiéndose en la parte medular de las
competencias.
¿Qué es una competencia?
El termino competencia según la real academia de la lengua
española lo define como una palabra de origen latín
competentĭa; cf. Competente, Pericia, aptitud, idoneidad para
hacer algo o intervenir en un asunto determinado. Sin embargo
esta palabra adquiere un significado distinto según sea el caso
en el que se utilice, es decir, es aplicable como autoridad,
capacitación en algo, función, idoneidad, rivalidad
empresarial, competencia entre personas o incluso en alguna
actividad deportiva.
Tobón, Pimienta y García (2010) indican que las
competencias no solo son una forma de pensar, implican un
hacer, un actuar en la realidad. Definen a las competencias
57
como “actuaciones integrales ante actividades y problemas del
contexto, con idoneidad, compromiso ético, integrando el
saber ser, el saber hacer y el saber conocer en una perspectiva
de mejora continua”
Por otro lado, Perrenoud (2004), define a las competencias
como la movilización de conocimientos, habilidades o
actitudes. Implican procesos mentales complejos que permiten
al sujeto movilizar los recursos antes mencionados para
solucionar un problema específico, dentro de un contexto
específico. Por lo tanto, el hacer cotidiano de las
competencias, brinda cierta experiencia para que el sujeto
busque opciones más eficaces para enfrentar situaciones
problemáticas.
Siguiendo la idea de Perrenoud, las competencias se adquieren
a través de la formación, permiten la adaptabilidad del sujeto a
los cambios vertiginosos del entorno. En un principio, en los
orígenes de la humanidad, el hombre se adaptó para
sobrevivir, evolucionar y desarrollarse. Tal parece que en
pleno siglo XXI el hombre se desadaptó a adaptarse. Las
competencias permiten desarrollar en el sujeto la capacidad de
adaptación a través de acciones inteligentemente diseñadas
para movilizar una serie de recursos.
58
Ambos autores convergen en varios puntos, las competencias
implican un hacer, una formación, construcción de situaciones
específicas para que el sujeto actúe y movilice recursos. Por
tal motivo, la escuela es el principal escenario en donde se
pueden fusionar dichos elementos. Favoreciendo el elemento
cognitivo, procedimental y actitudinal.
Actualmente es la base pedagógica del sistema educativo de
varios países tal es el caso de México, sustentado en fuentes
teóricas psicológicas, lingüísticas, sociológicas, laborales y
filosóficas.
En este punto es donde surge el aspecto emocional, ya que las
competencias poseen una dimensión social, en donde el ser
humano para poder actuar se debe insertar a un grupo social,
construir redes sociales con la finalidad de solucionar
problemas, participar de la vida productiva y democrática.
Competencia e Inteligencia Emocional
Ahora bien, ¿Cómo es que se relacionan las competencias con
la inteligencia emocional?, dentro de la psicología
encontramos la psicología cognitiva, que es la que se ha
encargado de realizar aportes para poder definir el término tan
controversial, esta teoría afirma que “las competencias se
forman a través de estructuras cognitivas que pueden
modificarse por influencia de experiencias y aprendizajes”
59
(Tobón, 2005) y que para formar una competencia se necesita
potencial de aprendizaje, este potencial es el que permite
desarrollar conductas inteligentes valiéndose de las funciones
cognitivas a través del sistema nervioso central.
Según esta teoría, todo acto mental tiene tres fases:
Entrada.- Se recibe la información e manera verbal, a través
de los sentidos desde el medio interno o externo.
Elaboración.- La información recibida se analiza y se
organiza mediante funciones mentales de memoria a corto,
mediano o largo plazo.
Salida.- Se da cuando el conocimiento se utiliza para realizar
una tarea o resolver un problema.
Luego entonces si hablar de inteligencia emocional, “es la
habilidad para tomar conciencia de las emociones propias y
ajenas para regularlas” (Bisquerra, 2011).
Es preciso para llegar a este punto el haber realizado los
procesos mentales descritos con antelación, la diferencial de la
competencia emocional con las competencias cognitivas es
que parte de la autorrealización personal, aprendiendo a
regular las emociones.
60
Durante la primera infancia no se nos exige cumplir con
ciertas normas, el niño puede decir lo que piensa y cualquier
cosa que diga se le aprueba justificándolo por su edad, a
medida que pasa el tiempo la exigencia para su modo de
actuar se vuelve mayor, pero no se trata de censurar al niño sin
razón aparente y con autoritarismo, se trata de hacerlo
consciente de la importancia que tiene autorregularse para la
sana convivencia con el medio de modo que adquiera la
capacidad de resolver conflictos de manera pacífica.
Modelos de Competencias:
Conciencia emocional. Conocer las emociones propias y las
de los demás.
Regulación de las emociones. Responder de manera apropiado
cuando alguien experimenta alguna emoción. Es importante
no confundirla con la represión.
Autonomía emocional. Que los estímulos externos no afecten
de manera drástica a la persona. Ser sensibles pero con cierto
auto blindaje.
Habilidades socioemocionales. Ser capaces de construir redes
sociales.
Competencias para la vida y el bienestar. Favorecen una sana
convivencia social y personal.
61
CAPITULO 4
Métodos para Poner en
Practica la I.E.
62
1.14 4.1 Consejos para una Buena Inteligencia
Emocional
14: Capacidad de Autocontrol
Sin duda, la inteligencia emocional te ayuda a ser más feliz en
tanto que eres más consciente de tus deseos, emociones y
sentimientos. La vida no es razón absoluta, sino también,
sentir. Por ello, aquí tienes algunos consejos prácticos para
desarrollar todo tu potencial. En primer lugar, cultiva la
amistad. Por muy importante que sea el trabajo en la vida de
una persona, es una auténtica tragedia emocional, caer en la
adicción al trabajo porque implica una soledad absoluta.
Del mismo modo, encuentra el equilibrio entre el idealismo y
el pensamiento negativo: sé realista a la hora de marcar tus
metas. En este sentido, existe un aprendizaje importante:
aprende a aceptar las cosas tal y como son, en vez de como te
gustaría que fuesen. En este contexto, una de las cosas más
63
difíciles en la vida es entender que las personas, en pocas
ocasiones, se comportan tal y como a nosotros nos gustaría.
Disfruta de la vida. Disfruta de los detalles más sencillos, no
dejes que pase el tiempo como si fuese nada porque en
realidad, el milagro de estar vivo aquí y ahora resulta
sorprendente. Entra en contacto con la naturaleza y observa la
belleza del universo y el orden que hay en él.
Aprende a ser agradecido para valorar lo que tienes. Pero
aprende a darte las gracias también a ti mismo. De hecho,
buena parte de tu inteligencia emocional tiene que ir destinada
a mejorar la relación que tienes contigo porque lo ideal es que
seas tu mejor amigo. Además, para poner en práctica tu
inteligencia emocional, escucha tu razón pero también tu
corazón para no matar los sentimientos que forman parte del
camino hacia el éxito y hacia la felicidad. Pide ayuda cuando
la necesites, ya que este es un gesto de sabiduría práctica.
64
1.15 4.2 Maneras para Manejar la Inteligencia
Emocional
15: Enfrentamiento a los Problemas
No huyas de tus sentimientos.
Si los sentimientos son incómodos no huyas de ellos.
Párate por lo menos una vez al día a reflexionar y
preguntar: “¿Cómo me siento?”
No juzgues ni edites tus sentimientos con demasiada
rapidez.
Trata de no castigar tus sentimientos antes de tener la
oportunidad de pensar en ellos. Hay algunas
emociones negativas que pueden ayudarnos a crecer si
sabemos manejarlas. Debemos analizarlas como si
65
fuéramos un observador externo, con curiosidad,
preguntándonos por qué están ahí, qué daño nos
hacen, qué es lo bueno que podemos extraer de ellas.
Encontrar las conexiones entre tus sentimientos.
Cuando surja un sentimiento difícil, pregúntate:
“¿Cuándo he sentido esta sensación anteriormente?”
Intenta recordar cómo superaste esa sensación, qué
mecanismos utilizaste.
Aprende a gestionar sentimientos contradictorios.
Muchas veces nuestros sentimientos se contradicen
unos con otros. Eso es normal. Escuchar a tus
sentimientos es como escuchar a todos los testigos de
un caso judicial. Sólo admite las pruebas que te
llevarán a lograr un mejor veredicto.
Escucha a tu cuerpo.
Un nudo en el estómago mientras conduces hacia el
trabajo puede ser un indicio de que tu trabajo es una
fuente de estrés. Un aleteo en tu corazón cuando ves a
una chica/o podría ser el comienzo de algo grande.
Controla tu nivel de estrés.
66
Si tu nivel de estrés es alto es fácil que tengas
sentimientos abrumadores. Una habilidad clave de la
inteligencia emocional es la capacidad de calmarse
cuando te sientes abrumado. Esta habilidad de la
inteligencia emocional ayuda a mantener el equilibrio
mental.
Usa el humor y el juego para hacer frente a los desafíos.
El humor, la risa y el juego son los antídotos naturales
a las dificultades de la vida. Aligeran nuestras cargas y
nos ayudan a mantener los acontecimientos en
perspectiva. Una buena carcajada reduce el estrés,
eleva el estado de ánimo y re-equilibra nuestro sistema
nervioso.
Resuelve tus conflictos de manera positiva.
Los conflictos y desacuerdos son inevitables en las
relaciones. Dos personas no pueden tener las mismas
necesidades, opiniones y expectativas en todo
momento.
67
Sin embargo, esto no tiene por qué ser algo malo.
Resolver conflictos de manera sana y constructiva
puede reforzar la confianza entre las personas. Cuando
el conflicto no se percibe como una amenaza o
castigo, favorece la libertad, la creatividad y la
seguridad en las relaciones.
Escribe tus pensamientos y sentimientos.
La investigación ha demostrado que escribir los
pensamientos y sentimientos puede ayudar
profundamente a las personas.
No revolcarse en los sentimientos negativos.
Los estudios han demostrado que alentar a las
personas a analizar demasiado los sentimientos
negativos puede aumentar dichos sentimientos. La
inteligencia emocional implica no sólo la capacidad de
mirar hacia adentro, sino también estar presente en el
mundo que te rodea.
68
1.16 4.3 La Inteligencia Emocional en la
Resolución de Conflictos
16: Mediación
Las emociones y los conflictos.
Todo conflicto y conducta agresiva llevan consigo un núcleo
esencial que son las emociones.
Dos personas pueden tener diferentes intereses, necesidades
insatisfechas; pero si no hay emociones en juego no hay
conflicto.
Ramón Alzate Sáez de Heredia, en su libro Resolución del
conflicto (2000), expresa que las emociones afectan al
conflicto de diversas maneras:
Cuando las emociones están fuera de control.
Las emociones pueden intensificar los conflictos, una vez que
estas comienzan a aumentar.
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Las mismas emociones nos motivan a querer o no resolver un
conflicto.
A la hora de resolver la mayoría de los conflictos debemos
expresar y encauzar las emociones.
Las emociones y la mediación.
Pueden existir y de hecho existen discrepancias entre
profesionales de la mediación; ya no tanto al respecto de si las
emociones están presentes en la mediación, que entiendo que
todos estaremos de acuerdo que de una u otra manera van a
estarlo.
Entiendo que el debate de fondo gira más al respecto de la
importancia que debemos darle a esta área de análisis e
intervención dentro del proceso de mediación.
Algunas de las tesis detractoras de emocionalizar todo
proceso de mediación; nos llevan a pensar en esos conflictos
entre grandes empresas, cuyas mediaciones pueden incluso
desarrollarse a través de representantes de las partes, en las
cuales la importancia de los aspectos sustantivos del conflicto
superaría ampliamente a esos aspectos relacionales y
emocionales.
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Incluso compartiendo estos planteamientos y reconociendo,
como ya se ha expuesto que los conflictos pueden tener una
mayor dimensión relacional o sustantiva, nos atrevemos a
afirmar de manera rotunda que del mismo modo que las
emociones están presentes en los conflictos también van a
aparecer cuando nos disponemos a trabajar con ellos en
mediación.
Por dar una visión global de la realidad emocional subyacente
en la mediación, una buena perspectiva de acercamiento
pudiera consistir en pensar en el aspecto emocional de la
mediación en tres niveles:
Las emociones de las partes
Las emociones de las partes indirectamente implicadas que
aun sin estar presentes en la sala, pueden estar influyendo en
ella.
Acercamiento a la realidad emocional de la mediación
Esta perspectiva de acercamiento a la realidad emocional de la
mediación es una buena oportunidad para replantear nuestra
percepción de lo observado y aumentar nuestro nivel de
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consciencia al respecto de la realidad inter personal que
transcurre en la mesa de trabajo. De este modo podremos
dirigir nuestro aprendizaje hacia mayores niveles de
competencia profesional.
La mediadora Sacramento Bárbara Maroto, en la revista
mundo mediación, ya nos habla implícitamente de la
importancia de dos competencias fundamentales de la
Inteligencia Emocional, como son las competencias de
Autoconocimiento y Autorregulación. O dicho de otra manera
de la importancia que tiene para la persona mediadora el ser
capaz de reconocer y gestionar sus propias emociones en la
mediación:
“(…)Al inicio de mi trabajo como mediadora desde luego que
no me hacía estos planteamientos, ya que estaba más
pendiente de seguir todos los pasos adecuadamente, escuchar
atentamente para que no se me escapara ningún dato, de no
equivocarme en las informaciones que pudiera dar y en seguir
al pie de la letra las técnicas… En fin, de esto han pasado ya
dos décadas y con el transcurso de los años no sólo he
desarrollado todos los aspectos para ejercer como mediadora
sino que también he enseñado a otros las técnicas y
habilidades mediadoras. Al final me he dado cuenta que esto
es relativamente sencillo, sin embargo el proceso interno del
mediador ante los conflictos, lo que siente y cómo lo gestiona
me parece una labor fundamental y que no se puede aprender
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ni enseñar como un mero manual de instrucciones al uso, ya
que es algo vivencial y que el mediador ha de trabajar
internamente (…)”.
"Nuestras emociones nos acompañan en el proceso de
mediación, y estas no las podemos manejar, a no ser que sea
desde nuestro interior".
Las personas mediadoras llegamos con un nivel de activación
o estrés determinado al proceso, que si es excesivo puede
resultar en ritmos comunicativos muy rápidos, llegando
incluso a cortar los mensajes de las partes y no permitir que se
expresen cómodamente. Esto puede resultar en una imagen de
falta de competencia. Así mismo niveles de activación
excesivamente bajos pueden dar la sensación de falta de
atención, desinterés, aburrimiento o cansancio.
De este modo podemos hablar de un estrés adaptativo,
entendido como la energía o nivel de activación necesario para
responder a una situación concreta con todas nuestras
capacidades mentales. Pero también podemos hablar de un
estrés negativo, que es lo que habitualmente entendemos
cuando hablamos de estrés y que nos dificulta adaptarnos de
manera eficaz a la tarea que llevamos a cabo. En estos casos,
nuestro grado de activación es excesivo y merma nuestras
capacidades cognitivas.
A través de la campana de Gauss, que se utiliza para tratar de
explicar muchos aspectos de la conducta humana, podemos
ver la relación entre el nivel de estrés y el rendimiento.
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Campana de Gauss: Relación entre estrés y rendimiento
Un nivel de estrés muy bajo aburre al cerebro, mientras que
un estrés excesivo genera ansiedad, cuyos efectos negativos
los conocemos todos a los que los nervios nos han podido
traicionar en un examen.
Por lo tanto, como personas mediadoras, es importante
detenernos a observar y a regular nuestro propio estado
emocional antes de iniciar una sesión con las partes. De este
modo tenderemos a mantener ese ritmo comunicativo que
como directores del proceso y expertos en comunicación se
espera de nosotros.
El Rapport y la mediación.
Las personas mediadoras tampoco quedamos al margen de los
acontecimientos ni del clima afectivo que aparece en la
mediación. De este modo, nuestras propias reacciones
emocionales de sorpresa, miedo, o frustración ante conductas
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de las partes y acontecimientos imprevistos, aunque tratemos
de camuflarlas, van a salir al exterior por un breve lapso de
tiempo a través de la comunicación no verbal y para verbal.
Reacciones emocionales que de manera inconsciente y a
través de la vía inferior van a ser recibidas por las partes en
conflicto, en un proceso de contagio emocional.
Contagio emocional 1
Así mismo, las personas mediadoras también
podemos ser presa del contagio al respecto de las
emociones que presentan las partes llevándonos a
actuar de manera reactiva en esos instantes del
proceso.
Contagio emocional 2
Sabemos por la literatura sobre Inteligencia
Emocional, así como por nuestra propia experiencia,
de la existencia de “las neuronas espejo”. Éstas, de
manera inconsciente y automática nos contagian del
estado emocional de nuestros interlocutores. Las
neuronas espejo ofrecen un mecanismo neuronal que
explica la tendencia de una persona a adoptar las
emociones de otra con la que interactúa.
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Especialmente cuando se trata de emociones de alta
intensidad.
Existen estudios en los que a un grupo de personas se le
muestra una fotografía de otra con expresión facial de angustia
y a los pocos segundos de ver la expresión se registra la
misma emoción de angustia en sus rostros. Han sido
contagiados.
Otro estudio analiza el efecto del contagio emocional a través
de crear dos equipos de trabajo en una empresa con actores
infiltrados. Los actores integrados en uno de los equipos
tienen la misión de adoptar un rol negativo y los incluidos en
el otro la de adoptar uno positivo. El estudio observa una
incidencia significativa de los actores en el clima resultante
en los grupos.
De cualquier manera esto es algo que resulta facial de
comprender dado que lo experimentamos de manera cotidiana
cuando interactuamos con personas que muestran emociones,
tanto positivas como negativas, de alta intensidad.
Con esta idea en mente parece importante permanecer en
contacto con nuestras emociones especialmente en momentos
del proceso de mediación, que como los siguientes, pueden
poner a prueba nuestra capacidad de regular nuestras
emociones
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Las partes pueden dirigir su IRA hacia nosotros y sentimos la
necesidad de defendernos.
Tras varias sesiones de colaboración entre las partes, estas
pueden nuevamente cerrarse en sus posiciones, y volver a
comportamientos adversariales.
Asesores y abogados de las partes ponen trabas al acuerdo,
produciendo nuevamente una desconfianza de estas respecto
de la cooperación.
Tras varias sesiones de mediación conocemos que una de las
partes no representa de manera legítima al grupo que en la
primera sesión afirmaba representar.
En todos estos casos, resulta saludable para el proceso darse
un tiempo, entre el estímulo (la situación o actitud ante la que
nos predisponemos a responder impulsivamente) y nuestra
respuesta. De este modo podemos transformar nuestra
reacción automática en respuesta serena y planificada que
resulte constructiva para el proceso. Se dice que las personas
necesitamos alrededor de 90 segundos para recomponernos
del estrés emocional, tiempo en el que es importante trabajar
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en la regulación de nuestras emociones, antes de tomar un
cauce determinado de acción.
Resulta interesante recordar la metáfora que William Ury
utiliza de “subir al balcón”. A través de esta metáfora Ury nos
alerta sobre la necesidad de regular nuestros impulsos
emocionales, no dejándonos arrastrar por ellos perdiendo la
perspectiva de lo que realmente es importante en la mediación.
Ury nos relata en uno de sus videos, como en un momento de
las negociaciones se vio tentado a entrar en una discusión con
el presidente Hugo Chávez, y como tras subir
metafóricamente al balcón desde el que tomó perspectiva
respecto de lo que está ocurriendo en ese instante en la mesa
de negociación, pudo racionalizar el hecho de que dejarse
llevar por la emoción y entrar a discutir con el presidente no
iba a ayudar a resolver el conflicto.
Todas las personas no somos emocionalmente iguales,
algunos somos más o menos reactivos ante situaciones que
sentimos como una amenaza o una frustración, a otros se nos
hace más fácil o difícil hablar de nuestras emociones y de las
de los demás, etc. Por lo tanto el profesional que quiera ayudar
a los demás a resolver sus conflictos debería iniciar un proceso
introspectivo, si es que no lo ha iniciado ya, al respecto de sus
propios sentimientos y reacciones emocionales. El objetivo es
que nuestras intervenciones en el conflicto sean tendentes a
desescalar el conflicto, y no a escalarlo o aumentar su
intensidad y complejidad.
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Pero si los mediadores somos seres emocionales, no menos
cierto es que las partes también los son. Es lógico pensar que
en el origen del conflicto, las partes hayan tenido percepciones
diferentes respecto del mismo y que en muchas ocasiones en
vez de comunicarse optaron por gritarse, agredirse, o dejar de
dirigirse la palabra.
Así cuando llegan a nosotros pueden ser portadoras de
emociones que dificultan la comunicación cara a cara, motivo
por el que se hace especialmente relevante la intervención de
una persona mediadora.
En este sentido el proceso de mediación, ya tiene en cuenta la
necesaria “ventilación de emociones de las partes”,
entendiendo que, de existir emociones intensas, hasta que
estas no sean expresadas, un enfoque más racional centrado en
el logro de acuerdos no puede ser comenzado.
Ya nos contaba William Ury respecto de esa reunión con el
presidente Hugo Chávez, como si tratamos de utilizar la lógica
y el raciocinio con una persona que está siendo presa de
fuertes emociones no llegaremos a ningún sitio; ya que antes
tenemos que permitir esa ventilación emocional, esa expresión
de emociones de alta intensidad.
GLOSARIO Neo córtex: denominación que tiene el Cerebro Racional
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Cualidades: Características que distinguen y definen a las
personas.
Capital Humano: Conjunto de las capacidades productivas
que un individuo adquiere por acumulación de conocimientos
generales o específicos.
Tálamo: Parte del encéfalo situada en la zona central de la
base del cerebro
Hipotálamo: Parte del encéfalo situada en la zona central de
la base del cerebro
Altruismo: Tendencia a procurar el bien de las personas de
manera desinteresada.
Lóbulo frontal: es un área de la corteza cerebral de los
vertebrados.
Cerebro límbico: Sistema formado por varias estructuras
cerebrales que gestionan respuestas fisiológicas
Entusiasmo: Sentimiento intenso de exaltación del ánimo
producido por la admiración apasionada de alguien
Liderazgo: Influencia que se ejerce sobre las personas y
permite incentivarlas
Intuición: Habilidad para reconocer, comprender o percibir
algo de manera clara e inmediata
Excelencia: Superior calidad o bondad que hace digna de
aprecio y estima una cosa
Estimulo: Agente capaz de estimular un órgano o una función
orgánica
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Motivación: Cosa que anima a una persona a actuar o
realizar algo.
Vitalidad: Actividad o energía para vivir o desarrollarse
Paciencia: Capacidad de sufrir y tolerar desgracias y
adversidades o cosas molestas u ofensivas
Integración: Acción y efecto de integrar o integrarse