Introducción a la mediación

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El mediador es un catalizador. Nunca ofrece soluciones. Las soluciones deben encontrarlas las partes en conflicto. El mediador nunca toma partido por nadie.

VOLUNTARIEDAD: Las partes implicadas colaboran sin coacción. Deben venir libremente.

RECONOCIMIENTO DEL CONFLICTO: El problema en cuestión debe ser reconocido por ambas partes.

CAPACIDAD PARA EMPATIZAR Y CEDER: Las partes en conflicto vienen en un momento difícil y tienen que comprender que deben estar dispuestos a realizar un esfuerzo por alcanzar acuerdos. Imprescindible un mínimo en ambos lados.

VIOLENCIA O ABUSO DE PODER: deben entrar las instancias judiciales.

ALCOHOLISMO O TOXICOMANÍAS.

ENFERMEDADES MENTALES O DESEQUILIBRIOS PSICOLÓGICOS.

La mediación no sirve en estos casos. El mediador sólo puede proteger.

Acuerdos para el divorcio.

Revisión de régimen de visitas.

Conflicto con adolescentes.

Recuperación de la relación perdida entre padre o madre no custodio e hijo.

El cuidado de padres ancianos.

Acogimiento del menor en una familia extensa.

Institucionalización/desinstitunalización.

Tradicional. Lineal. (Harvard) A nivel de abogados. No tienen en cuenta lo que ha habido, ,lo que habrá, no problemas derivados.

Transformativo. (Bus y Folger). Cambios en la persona.

Circular-narrativo. (Sara Coob).

Psicosocial.*

Tiene en cuenta los sentimientos de los implicados y trabaja con ellos. Comunicación tridireccional. (Incluye al mediador que tiene en cuenta los

sentimientos de las partes implicadas). Acuerdos satisfactorios. Abre nuevas vías de diálogo. Conocimiento del origen del conflicto. Primeros beneficiados: los hijos. Nuevo contexto relacional. VENTAJAS:

Se evita la excesiva judicialización. Se alcanzan acuerdos más satisfactorios y duraderos.

La verdad, la realidad, es la suma de todas las percepciones que intervienen. A menudo sólo aceptamos como bueno aquello que más se aproxima a nuestra manera particular y precisa de percibir las cosas.

El conflicto no necesariamente debe tener una significación peyorativa, puede ser negativo o positivo según el valor que le asignemos y a uso que le demos a través de su gestión.

La respuesta a personas, instituciones o situaciones que nos generan inseguridad, miedo u ofensa, suele generar una escalada de tensión y el incremento de formas violentas en proceso continuo. De esta forma es difícil concebir que el arreglo de los conflictos pase por la cesión porque existe la mentalidad de ganar o perder, pero es hacia lo único que tiende la mediación. La empatía entre ambas partes para encontrar soluciones satisfactorias para ambas partes en las que todos salen beneficiados.

El miedo es un desencadenante básico a tener en cuenta:

Al dolor. La soledad. El conflicto. Ausencia de libertad. No poder cubrir las necesidades básicas.

El miedo protege pero también paraliza, desorienta, bloquea y deforma la realidad.

El miedo enlaza con la agresividad propia de la supervivencia, en la que se constituye como mecanismo de alarma para la consecución de los mecanismos de prevención y el logro en la satisfacción de las necesidades primordiales. Es un mecanismo de alarma y se asocia con la angustia, el temor, la frustración o el estrés, entre otras.*

En la base de la comprensión de los conflictos está el conocimiento de los mecanismos de supervivencia y el éxito en la búsqueda de su resolución. No basta comprender lo que ocurre y poder describirlo técnicamente, es preciso comprender dichos mecanismos para ir más allá y alcanzar la forma de transformarlos y solucionarlos.

Los conflictos tienen diferentes perspectivas que son las herramientas que nos ayudarán a objetivar el análisis del conflicto: Origen. Fuente. Tipología. Creencias. Posiciones, intereses y necesidades. Escalada del conflicto. Condiciones. …

Cuáles son las partes implicadas. Un individuo. (conflicto intrapersonal) Dos o más individuos entre sí. (Conflicto interpersonal) En un grupo o institución. (Conflicto intragrupal) Entre dos o más grupos o instituciones. (Conflicto intergrupal) Entre combinaciones de estos. (Entre un grupo –familia- y una

institución –escuela-)

Clasificacion de Wall: La interdependencia de las partes. Cuando dos o más personas,

grupos, instituciones, etc., dependen de algún modo entre ellas es inevitable que surja el conflicto.

Las diferencias en cuanto a objetivos. Cuando la persona, grupo, institución, etc., tienen diferentes objetivos la posibilidad de aparición de conflictos es alta. Los objetivos generales no son los que separan sino los específicos.

Las distintas percepciones de los implicados. La cultura, la personalidad, la educación y la formación, creencias, etc., hacen percibir las cosas de forma bien distinta.

Se pueden agrupar los conflictos de varias formas: número de individuos implicados, duración, violencia que generan… Vamos a tomar la clasificación que hace Deutsch: Verídico. Es real, no se resuelve con facilidad. La causa puede que no

sea consciente para los implicados que intentan resolverlo. Contingente. Puede llegar a producirse o quizá no. Desplazado. El conflicto expresado es distinto al conflicto central o

principal. Mal atribuido. Se expresa entre partes que no son a las que

realmente corresponde. Latente. No es aún manifiesto a pesar de existir, está oculto. Falso. No existe pero se percibe como real por falta de comunicación

o conocimiento.

Posición. Postura inicial de las partes. Nos indica lo que creen que quieren las partes. Relacionado con el qué, con la acción. No deja mucho margen para maniobrar y se centra en aspectos muy específicos. (Quiero ir a Londres de vacaciones; pues yo a Petrés)

Intereses. Representan el porqué de la posición de las partes. Se relaciona con los sentimientos. A veces convergen de las posiciones. Aquí se resuelven posiblemente los conflictos. (Conocer un sitio nuevo; ir a ver a la familia que hace más de dos años que no vemos)

Necesidad. Son el contexto dentro del cual se sitúan nuestros intereses. Satisfaciendo las necesidades las necesidades que han dado origen al conflicto se contribuye de forma óptima a su resolución.

El conflicto no es estático, como un ser vivo, tiene un proceso evolutivo.

Conocer la etapa en la que se encuentra es necesario para intervenir de forma efectiva.

Primer peldaño: un problema de comunicación, un malentendido. Una de las partes ha interpretado erróneamente una acción, una actitud, un gesto. Si no se resuelve a tiempo dará paso a un incremento de tensión entre las partes.

Segundo peldaño: Pasado un tiempo se producirá un incremento de la tensión. Posiblemente la autoestima de una de las partes sufrirá una modificación, o quizá la idea que tenemos del otro.

Tercer peldaño: Lo siguiente es el desarrollo de una actitud de rechazo.

Cuarto peldaño: Esto deteriorará las relaciones hasta el punto en el que pueden producirse agresiones o formas de agresión progresivamente más graves.

Otra herramienta útil es observar hasta qué punto en el conflicto que tratamos se están dando las condiciones necesarias para su resolución efectiva.

Esto ayudará a facilitar que dichas condiciones necesarias se produzcan.

Éstas son: Participan en la resolución del conflicto todos los implicados. Todos mantienen una actitud de recuperación entre ellos. Los implicados participan en el proceso de resolución de forma

voluntaria. No se está produciendo ningún tipo de violencia entre las partes. Cada parte implicada se interesa por las necesidades de los otros. El resultado al que llegan es realmente satisfactorio para todos.