Introducción a la semiótica

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Introducción a la semiótica Tanius Karma Tomado del PORTAL DE LA COMUNICACIÓN http://www.portalcomunicacion.com/esp/n_aab_lec_3.asp?id_llico=18&index=0 Este artículo es para mis estudiantes de Semiótica, pero todos son bienvenidos. OJO: Las notas en el original estaban desordenadas. Las acomodé como mejor puede. ABSTRACT El objetivo de esta lección es ofrecer una introducción a los fundamentos de la semiótica y sobre todo en su aplicación a los estudios de comunicación. Es un texto didáctico en el que se presentan algunos conceptos y autores; se resalta el uso del la información como una herramienta útil a aplicarse en distintos objetos de estudios. Es un documento que quiere despertar el interés, promover la curiosidad y mostrar la pertinencia de marcos teóricos como instrumentos que nos da una visión cualitativa distinta de la realidad social y la cultura. Presentación y Objetivos de la lección El objetivo de esta lección es ofrecer una introducción a los fundamentos de la semiótica y sobre todo en su aplicación a los estudios de comunicación. Es un texto didáctico en el que se presentan algunos conceptos y autores; se resalta el uso del la información como una herramienta útil a aplicarse en distintos objetos de estudios. Es un documento que quiere despertar el interés, promover la curiosidad y mostrar la pertinencia de marcos teóricos como instrumentos que nos da una visión cualitativa distinta de la realidad social y la cultura. En esta lección introducimos una mirada de conjunto de algunos aspectos que faciliten la comprensión y uso de la semiótica para los estudios de comunicación social. La intención del trabajo es básicamente didáctica. No se ofrecen ideas ni interpretaciones originales; hacemos una recolección de información que lleva por finalidad facilitar el proceso de ingreso a los estudios de semiótica; si bien tiene como destinatario principal al estudiante de licenciatura, al investigador o estudiante de postgrado puede encontrar alguna utilidad como estrategias explicativas o perspectivas particulares de algún aspecto. Recuperamos una historia necesaria que ayude sobre todo a contextualizar y preconizar los usos y sentidos que tiene para un profesional de la comunicación social el estudio de la semiótica. Este tipo de acercamientos a algunos estudiantes de comunicación que desean ventajas más o menos inmediatas para aplicar a su propia práctica, suele no ser de mucho agrado; sin embargo el caso de estos marcos teóricos es muy necesario, porque ellos permiten después interpretar y profundizar lo que se ve. Nada más útil que una buena teoría, reza el refrán popular. A ello hay que visualizar la teoría como un instrumento que nos ayuda a responder 1

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Introducción a la semióticaTanius Karma

Tomado del PORTAL DE LA COMUNICACIÓNhttp://www.portalcomunicacion.com/esp/n_aab_lec_3.asp?id_llico=18&index=0

 Este artículo es para mis estudiantes de Semiótica, pero todos son bienvenidos. 

OJO: Las notas en el original estaban desordenadas. Las acomodé como mejor puede.ABSTRACTEl objetivo de esta lección es ofrecer una introducción a los fundamentos de la semiótica y sobre todo en su aplicación a los estudios de comunicación. Es un texto didáctico en el que se presentan algunos conceptos y autores; se resalta el uso del la información como una herramienta útil a aplicarse en distintos objetos de estudios. Es un documento que quiere despertar el interés, promover la curiosidad y mostrar la pertinencia de marcos teóricos como instrumentos que nos da una visión cualitativa distinta de la realidad social y la cultura.Presentación y Objetivos de la lecciónEl objetivo de esta lección es ofrecer una introducción a los fundamentos de la semiótica y sobre todo en su aplicación a los estudios de comunicación. Es un texto didáctico en el que se presentan algunos conceptos y autores; se resalta el uso del la información como una herramienta útil a aplicarse en distintos objetos de estudios. Es un documento que quiere despertar el interés, promover la curiosidad y mostrar la pertinencia de marcos teóricos como instrumentos que nos da una visión cualitativa distinta de la realidad social y la cultura.En esta lección introducimos una mirada de conjunto de algunos aspectos que faciliten la comprensión y uso de la semiótica para los estudios de comunicación social. La intención del trabajo es básicamente didáctica. No se ofrecen ideas ni interpretaciones originales; hacemos una recolección de información que lleva por finalidad facilitar el proceso de ingreso a los estudios de semiótica; si bien tiene como destinatario principal al estudiante de licenciatura, al investigador o estudiante de postgrado puede encontrar alguna utilidad como estrategias explicativas o perspectivas particulares de algún aspecto.Recuperamos una historia necesaria que ayude sobre todo a contextualizar y preconizar los usos y sentidos que tiene para un profesional de la comunicación social el estudio de la semiótica. Este tipo de acercamientos a algunos estudiantes de comunicación que desean ventajas más o menos inmediatas para aplicar a su propia práctica, suele no ser de mucho agrado; sin embargo el caso de estos marcos teóricos es muy necesario, porque ellos permiten después interpretar y profundizar lo que se ve. Nada más útil que una buena teoría, reza el refrán popular. A ello hay que visualizar la teoría como un instrumento que nos ayuda a responder cuestiones prácticas, nos ofrece perspectivas distintas para responder a preguntas que nos hagamos sobre la realidad de los procesos de significación.La importancia de la semiótica sobrevino como una parte del “giro lingüístico” esto es la importancia que adquirió en la segunda posguerra el estudio del signo, código, lenguaje en situaciones concretas, en la vida cotidiana. Este “giro” tuvo dos grande momentos: el primero, fue la preocupación y ascenso de la lingüística de un área de conocimiento a una ciencia; el segundo cobra importancia el estudio de la sintaxis y la semántica en su relación con el uso de la lengua, el texto y la conversación en prácticas discursivas concretas. Este movimiento se vio acompañado por una evolución general que veía al mundo sobre todo en su dimensión simbólica. El fenómeno del lenguaje humano se contempló en el aspecto del contenido; entre tanto a partir de los sesenta se desarrolló una conceptualización completamente distinta que con el curso de los acontecimientos sólo más tarde vino a ponerse de moda: Se basaba en avances que a fines del siglo XIX y comienzos del XX se habían realizado en fonología, lingüística y estética. El problema de la interpretación había perdido el brío de proyección audaz y especulativa, cediendo el puesto a la del análisis; los análisis funcionales vinieron a reemplazar la hermenéutica tradicional. Nadie osaba ya preguntar por la esencia del hombre; lo que ahora ocupaba la atención era su función específica en el contexto de determinados grupos culturales. No importaba tanto el aspecto histórico en el mundo del hombre sino el carácter especifico de lo simbólico que se revela como un mundo de signos.La institucionalización de la semiótica comenzó propiamente en los sesenta, como lo demuestra, por ejemplo, la fundación en 1969 de la primera Asociación Internacional de Semiótica[1] (nota 1); supuso un nuevo enfoque y dinamismo a los estudios sobre el signo y el lenguaje que sobre todo se debatían en los estudios de lingüística y la filosofía, pero no en el seno de las disciplinas sociales. El arribo de éstas fue posterior, no antes de los sesenta y fueron en primer lugar la historia y la política que usaron los enfoques lingüísticos y pragmáticos para sus propios objetos, para conocer lo “oculto” de sus prácticas sociales que comenzaron a entenderse como

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“discursivas” también.1.1. ¿Qué es la semiótica?La semiótica se ha perfilado lo mismo como una teoría general de los signos que como el estudio de la significación y el sentido en ciertos contextos y fenómenos de comunicación. Ahí donde hay producción e interpretación de sistemas de signos la semiótica tiene algo que decir. La semiótica es el saber contemporáneo (aun cuando como veremos sus orígenes vienen de muy lejos) que específicamente pretende ocuparse del sentido; en otra acepción también se ve la semiótica como una teoría del signo (Cf. Ducrot y Schaeffer, 1998). Para Greimas y Courtés (1982) la semiótica es aquello que permite las operaciones de paráfrasis (explicar o interpretar “amplificativamente” un texto) o de trascodificación (traducir de un código a otro), aquello que fundamenta la actividad humana en tanto que es intencional.En el estudio de la semiótica es posible encontrar perspectivas más duras (fuertemente ancladas en modelos lógicos, semánticos) y otras más interpretativas y hermenéuticas que consideran al sentido no como dato cuantitativo, sino como una construcción (comunicativa y dialógica); no se trata pues de un objeto, sino de un proceso. En los medios de comunicación se obtuvo un campo muy rico de aplicación de la semiótica[2] (nota 2) al preguntarse sobre los contextos modernos de la comunicación colectiva y muy especialmente en su relación con la cultura; en este enfoque (a diferencia de algunas posturas más duras para las cuales todo el sentido reside sólo en el mensaje mismo), es importante el punto de vista y la posición de los participantes.1.2.Y la semiótica ¿para qué?La semiótica ayuda a obtener un conocimiento cualitativamente distinto de los fenómenos de significación. Es un auxiliar necesario para conocer los procesos de significación de los contextos que nos interese estudiar.Un caso de cómo la perspectiva semiótica alentó y renovó el estudio de la comunicación colectiva es el ejemplo francés resumido muy claramente por Miquel de Moragas (Cf. 1976 1981: 142) el paso de la “ciencia del periodismo” a la “sociología de la información”, los aportes de Cazeneuce sobre la función de los medios y de ahí el salto cualitativo al enfoque semiótico del Centro de Estudios de la Comunicación de Masas (CECMAS) formado en 1960 por el semiólogo Roland Barthes, el sociólogo George Friedmann (quien introdujo muchos aspectos de la sociología de la comunicación y la cultura de masas a Francia) y Edgar Morin, sicólogo y epistemólogo[3] (nota 3). Para este grupo fue muy importante el conocer cómo se incorporan objetos de la vida cotidiana (sobre todo en los estudios del primero), la elección de temas de estudio como la actriz Brigitte Bardot o el “Tour de France”, la publicidad o el cine del sueco Ingmar Bergman. Este primer proceso cristalizó en la formación de la revistaCommunications, la que no hubiese sido realizable sin una perspectiva semiótica que empezó a ser importante para estudiar la comunicación colectiva.” [4](nota 4)Hoy podemos decir que la semiótica ayuda a los estudios de comunicación social como una herramienta, un marco conceptual y metodológico que le permite analizar los procesos de significación de las materialidades que nos interesen (códigos lingüísticos, visuales, auditivos, virtuales…). La semiótica ayuda al profesional de los medios (y de la comunicación en general) a resolver preguntas sobre la estructura de los códigos, los niveles de significación, la articulación de las distintas materialidades, los fenómenos productores de sentido. La comunicación está hecha de signos y sistemas de signos; la semiótica es la disciplina que describe a los signos y sus sistemas, a la manera como se presentan en ciertas prácticas socio-culturales.1.3. Sobre cómo resolver algunos problemas didácticos previos1.       La experiencia didáctica nos muestra que a algunos estudiantes de licenciatura no les gusta, de primera entrada, la semiótica. A manera de hipótesis (sin fundamento empírico) nos atrevemos a suponer que esta actitud prevalece cuando se tiene una perspectiva muy instrumental, utilitaria y práctica de los estudios de comunicación, que llevan a valorar la producción sobre la interpretación, la realización sobre la crítica. Hay que señalar que la semiótica y su contribución ha sido principalmente para la dimensión de la interpretación y decodificación de los mensajes; ello no excluye la producción, pero del conocimiento de la semiótica no necesariamente se hace un buen realizador o productor de mensajes; sí en cambio la semiótica y su conocimiento genera un cambio cualitativo en las actividades del mundo de la comunicación dedicadas sobre todo al procesamiento de información, análisis crítico del contenido de los medios o el diseño de pedagogías para la educación de los medios, por citar algunas áreas. Además el nuevo conocimiento que la semiótica es capaz de producir puede tener una influencia decisiva en la actitud de los analistas sobre sus objetos y prácticas sociales.2.       En América Latina por ejemplo la semiótica no fue bienvenida en un primer momento en las escuelas de comunicación (o mejor dicho, en no pocos estudiantes y profesores). En ocasiones se le asociaba nada más con filosofía o teoría del lenguaje poco clara. Parte de la resistencia hacia la semiótica viene del antiteoricismo en

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una región donde las urgencias sociales demandan soluciones más o menos accesibles y rápidas; o bien en contextos donde la comunicación se asocia casi de manera exclusivas con las industrias culturales de los medios, sus prácticas y necesidades. Este teoricismo influyó (insistimos en algunos casos y situaciones. No podemos generalizar) en la formación de una fobia contra todo lo que oliera a teoría semiótica, por la complicada jerga especializada y los malabarismos conceptuales en los más altos planos de abstracción; este teoricismo nubló las perspectiva en lugar de ofrecer estímulo a la actividad intelectual (Prieto 1984).3.       Ahora bien, la experiencia de trabajo con estudiantes de comunicación en distintos niveles de formación nos ha enseñado que muchas veces los cursos de semiótica aparecen sin los antecedentes previos (como algunas nociones básicas de lingüística o filosofía); es obvio que la tradición teórica y metodológica no ha surgido de los estudios de comunicación, es por ello que para combatir el teoricismo inerte es necesario construir las bases, contar con algunas nociones de filosofía del signo, de lingüística o de filosofía (nota 5). Cualquier manual básico puede dar esos fundamentos cuando no se tenga. De la misma manera es necesaria una pedagogía de lo simple a lo complejo para lograr una familiarización con el lenguaje y modos de articulación, que muestra la pertinencia (nota 6).4.       Otro problema muy común era pensar que usar la semiótica era aprender algunos modelos rígidos y aplicados con exigua utilidad en los objetos. Más allá de la difusión de los textos, marcos teóricos, había un problema de formación en esa primera etapa; las referencias citadas (formalismo ruso, semiótica italiana, etc.) provenían de otra tradición ajena a la preocupación más sociológica o psico-social en algunos estudios de comunicación social; no siempre los estudiantes (ni los profesores en el caso mexicano) tenían una formación suficientemente sólida en lingüística o antropología, en lógica o semántica para usar con pertinencia algunos textos e incentivar el uso creativo de la semiótica.5.       En realidad el “teoricismo" (o también el de la sensación que la teoría no sirve para nada) tiene como pareja la didáctica y la metodología. No hay conceptos inherentemente ininteligibles: sí hay conceptos más o menos complejos, pero nada que cualquier estudiante no pueda comprende y aplicar6.       La experiencia nos ha mostrado excesos, como el de un maestro de semiótica que dejaba leer a sus alumnos del segundo año “El tratado de semiótica general" de Umberto Eco. No queremos decir que no se pueda leer, solo que es necesario tener los fundamentos previos para ir de forma gradual interpretando las premisas básicas del texto y aplicándolas en distintos objetos2. Algo sobre definiciones, marcos y orientacionesEn este primer apartado queremos ofrecer información sobre los orígenes, historias y tendencias para el estudio de la semiótica, de tal manera que el lector vea como el mismo término posee genealogías distintas, horizontes muy diversos y usos diferenciados que puede llegar a confundir a algún lector que se inicia en estos temas. Iniciamos nuestro apartado con una diferencia ya muy superada, pero que por no poco tiempo generó problemas.Semiótica y semiología suelen usarse como sinónimos. Ambos términos designan una joven ciencia interdisciplinaria que está en proceso de constitución y que contiene por una parte el proyecto general de una teoría de los signos —su naturaleza, sus funciones, su funcionamiento— y por otra parte un inventario y una descripción de los sistemas de signos de una comunidad histórica y de las relaciones que contraen entre sí. La diferencia principal proviene de dos tradiciones distintas: para el lingüista Sausurre (y la tradición francófona) usan el nombre ‘semiología’; para Peirce (y la tradición estadounidense y pragmática) es ‘semiótica’. Esas condiciones de la historia del pensamiento hicieron que ambos autores a más de 10 mil kilómetros hablaran de cuestiones parecidas en contextos muy diferentes. La diferencias pueden ser vistas como mayores porque en la concepción del lingüista suizo la semiología es dicotómica; mientras que triádica en la del filósofo estadounidense. Esto genera abordamientos de los objetos de estudio distintos, porque de hecho los métodos que usaron ambos autores no fueron iguales.La palabra “semiótica” proviene del griego semeion y quiere decir ‘signo’, ‘distintivo’ o ‘señal’; la teoría ofrecerá diferencias y especificidades a estos términos. Se entiende por “semiótica” una teoría general de los signos, es decir a la ciencia de las propiedades generales de los signos. Más allá de una teoría pura de los signos, lo que nos interesa en comunicación es ver sus aplicaciones, sus modos de comportamiento; el signo no es solamente un elemento que entra en el proceso de comunicación, sino que es una entidad que forma parte del proceso de significación (Eco, 1994: 22); no se puede estudiar al signo fuera del proceso de comunicación.La semiología quedó en esta tradición circunscrita en el proyecto de una lingüística; mientras que Peirce como filósofo al tener un objeto de estudio más amplio caracterizó su ciencia con un horizonte mucho mayor al de Sausure. De esta forma prevaleció un tiempo referirse a la semiología cuando el objeto eran códigos

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lingüísticos y semiótica cuando no. Los sistemas no lingüísticos son, por ejemplo, señalizaciones ferroviarias, viales, marítimas, alfabeto de sordomudos, rituales simbólicos, protocolos, insignias y un largo etcétera. Eco considera que todos los fenómenos de la cultura puede ser observados como sistema de signos cuya función es vehicular contenidos culturales, por ejemplo: la moda, el culto, la etiqueta, el maquillaje, las fiestas, los juegos, la arquitectura. No siempre los autores que estudian materialidades acústicas, visuales se han independizado de la corriente o jerga lingüística[5] (nota 7) y este es un reto para todos los semióticos que trabajan otras materialidades.2.1. Líneas para el estudio de la semiótica contemporáneaMuchos pensadores y escuelas han hablado del signo, el lenguaje y la semiótica. Aunque algunas han decaído o desaparecido sigue habiendo demasiadas: pragmatistas, analíticas, estructuralistas, formalistas, escuela norteamericana, escuela anglosajona, escuela de Peirce, de Moscú y un largo etcétera. Todo ello impide lograr una mínima unidad, que se ha intentado muchas veces con el resultado frecuente de crear una semiótica adicional. (Cf. Beuchot, 2004: 4)Al iniciar el estudio de los signos observamos que su estudio no corresponde al giro lingüístico que hubo en las ciencias humanas después de la II Guerra Mundial, sino que viene de más atrás: se remonta a la antigüedad y Edad Media que pasa por los griegos (Platón y Aristóteles), los estoicos; en la filosofía medieval San Agustín, Robert Bacon, Santo Tomas y Guillermo de Ockham. Estos antecedentes ayudan y son necesarios, pero cuidado con la “congestión filosófica” que puede desanimar a algunos estudiantes de comunicación que no encuentran una pertinencia en ese bagaje.Tradicionalmente, se podría ubicar el nacimiento histórico de la semiótica en San Agustín, ya que éste propone una distinción entre signos naturales (una nube que anuncia lluvia, una humareda que indica la presencia de fuego) y signos convencionales, así como entre la función de los signos en hombres y animales. Sin embargo, no se puede olvidar que estas preocupaciones por el signo estuvieron presentes desde varios siglos atrás, con Platón, Aristóteles[6] (nota 8) y los Estoicos (habitantes de Estoa) quienes fueron propiamente los primeros en pensar una semiótica como teoría general del signo; además de esto introducen al usuario del signo.En la Edad Media también se formularon ciertas ideas sobre el lenguaje con un claro enfoque semiótico, entre quienes destaca el catalán Raimon Llull con su ideal de una lengua perfecta para que todos los seres humanos pudieran comunicarse. En el siglo XVII, un tratado de los signos del español Poinsot (citado por Ducrot y Schaeffer, 1998: 194) destacó una distinción entre representación y significación; propone que “mientras que un objeto puede representarse a sí mismo, la especificidad de la relación de significación reside en el hecho de que un signo no puede nunca ser signo de sí mismo”. Quien define por vez primera a la semiótica como el “conocimiento de los signos” es John Locke[7] (nota 9), pero el también filósofo angloparlante (solo que estadounidense) Charles Sanders Peirce quien le otorga a la semiótica la categoría de disciplina verdaderamente independiente.En este apartado queremos dar un vistazo a las tradiciones y orientaciones que existen y forman una visión muy amplia, que como hemos señalado no siempre estructuran un todo homogéneo y al interior puede haber diferencias. La primera, la orientación Locke-Peirce-Morris-Sebeok parten de una teoría general de los signos (ya sean naturales o convencionales, humanos o no) cuyo fin es el establecimiento de una reflexión más amplia sobre los hechos de comunicación; para esta orientación el lenguaje humano es un sistema biológico de significación y comunicación, puesto que en él se pueden hacer los análisis de otros sistemas semióticos.La segunda es la orientación lingüística que domina sobre todo Francia y que suele identificar en la práctica el “movimiento estructuralista”. La semiología francesa se ha inspirado en los trabajos del antropólogo Claude Levi-Strauss, la investigación literaria y en menor medida el análisis de las formas sociales que supuestamente funcionan “a la manera de un lenguaje” (como lo que señalamos de Barthes sobre la moda como un sistema); esta semiología se caracteriza generalmente por su estrecha relación con la lingüística estructural.La tercera que se desarrolló sobre todo en los sesenta y setenta en la Unión Soviética, principalmente en la Escuela de Tartu (en Estonia); su contribución se ubica en el campo de los estudios supra-lingüísticos (más allá de los códigos lingüísticos) y el desarrollo de una semiótica de la cultura, del que destacan Yuri Lotman y sus estudios sobre la literatura (la estructura literaria de una obra literaria, aunque no materializada verbalmente) y el cine, los trabajos de Uspenski dedicados al arte. Para Ivanov (citado por Ducrot y Schaeffen, p.200) la semiótica de la cultura es el estudio de la correlación funcional entre diferentes sistemas de signos que ha dado lugar a estudios comparativos muy interesantes.Mención aparte pide la obra de Umberto Eco; su método es sincrético, aunque se ha inclinado del lado peirciano, sus trabajos abarcan los mismos estudios estructurales y permanecen al mismo tiempo atento a la

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reflexión filosófica acerca del problema de los signos. Aunque su interés inicial se centraba en el código, éste ha evolucionado al conceder más importancia a los estudios interpretativos.En el siguiente apartado queremos hacer un resumen de algunos aspectos más importantes de estas líneas sobre las que queremos subrayar su aplicación y pertinencia para los estudios de comunicación.2.2. La orientación anglófona2.2.1. Charles Sanders PeirceLa vida de Charles Sanders Peirce (1839-1914) tuvo rasgos peculiares que corren camino paralelo a su enorme originalidad. Hijo de un célebre catedrático de matemáticas y astronomía en Harvard, Charles fue formado por las normas sociales y científicas de la época; se benefició intelectualmente de haber sido educado en las altas esferas de una sociedad urbana, que entonces estaba siendo forjada por la modernización política, económica y cultural. El pragmatismo fue una corriente de pensamiento que intentó conciliar la ciencia evolucionista con un punto de vista religioso; el lugar de reunión de tal esfuerzo era el Metaphysical Club de Cambridge donde se encontraban Peirce, William James, y otros eruditos. Paradójicamente, los conflictos y dificultades con la comunidad académica explican su poca dedicación al ejercicio de la docencia como tal. En 1914 murió en Pennsylvania, alejado del resto del mundo científico académico; durante las tres últimas décadas de su vida impartió algunas conferencias ocasionales y escribió abundantemente ya que intentaba completar su sistema de semiótica, lógica y ciencia .En los manuales de teoría de la comunicación pueden encontrarse menciones muy generales a unos cuantos aspectos de su obra: definición del signo, su división en tres entidades y su tipología de signos. Peirce escribió artículo de varias ciencias; la tardía recopilación de su obra (hasta los treinta del siglo XX) hace que se conozca póstumamente. Vislumbra que debe existir una ciencias de la comunicación (no la llama así) capaz de dar cuenta de todos los instrumentos que puede utilizar el ser humano para comunicar cosas. Junto con William James funda la pragmática estadounidense; es decir, conduce el análisis de fenómenos de comunicación a formas que sean prácticas: ¿para qué me sirve conocer lo que conozco?, ¿cuál es el uso de lo conocido? Peirce define el significado de la cosa a partir del uso que le damos y abre el camino a autores como Charles Morris (1903-1979), para quien el significado de las cosas es el sentido y uso que hacemos de ellas.Para Peirce la semiótica es una teoría que trata de explicar la apropiación significativa que el hombre hace de la realidad: es una doctrina formal que pasa de la observación de los signos concretos a la abstracción de sus características generales. La noción de triada es central en la semiótica de Peirce .Por ejemplo su definición de signo, concebido como un proceso subdividido en tres términos o dimensiones:Signo o representamen que se mantiene conotro signo, llamado su objeto.La relación entre los dos primeros determina un tercer signo, el interpretante.El representamen es la representación de algo, o sea, es el signo como elemento inicial de toda semiosis. El objeto es aquello a lo que alude el representamen y está en lugar de algo (su objeto); el objeto es la denotación formal del signo en relación con los otros componentes del mismo. Finalmente el interpretante, es lo que produce el signo en la mente de la persona. La noción de interpretante, según Peirce, encuadra con la actividad mental del ser humano, donde todo pensamiento no es sino la representación de otro: "el significado de una representación no puede ser sino otra representación"La forma de pensar triádica se extiende a otros conceptos como los tipos de argumentos (inducción-deducción-abducción), niveles de signos (icono, índice, símbolo), tipos de signos icónicos (imagen, diagrama, metáfora). “Uno”, “dos”, “tres” (entendidos como primeridad, secundaridad y terciaridad) son en principio nombres genéricos: en principio indican solamente una relación de orden entre ellos, pero después designan también propiedades del proceso de significación: a la primeridad pertenecen cualidades sensibles y las apariencias (color, la dureza, las propiedades físicas de las cosas), es la idea de aquello que es tal como es sin consideración a ninguna cosas, es la cualidad. La secundidad le pertenece la experiencia de una acción, del esfuerzo o la reacción sin tomar en cuenta su carácter intencional (por ejemplo la experiencia de un ruido que actúa sobre el silencio); es lo que es con relación al primero, reacción de éste. La terceridad le pertenece los signos, en los que se relacionan tres cosas: el objeto, el signo interpretado y el signo mismo o representamen[8] (nota 10).Peirce rompió con un conjunto de visiones que había en su época en su época (como el funcionalismo y de hecho más tarde con el estructuralismo) pues caracteriza a la semiosis como un proceso complejo e infinito de sucesivo encadenamientos de procesos de significación; cambia las concepciones que tenían la antropología y sociología del conocimiento y la acción social como cuestiones separadas; para Peirce no hay división entre cognición y acción; el conocimiento no es algo previo a la acción, sino que tiene en sí mismo una especie valor

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performativo, todo signo conlleva una acción. (Sánchez Estévez, 2001).La semiótica encabezada por Peirce ha abierto infinidad de vetas en la filosofía de la ciencia y el lenguaje que en principio parecen ser la salida natural de la contribución de este autor en pensadores como Ludwig Wittgenstein (1889-1951) o el gran lingüista Roman Jakobson (1896-1982) quien acredita a Peirce influencia en sus ideas. Otra obra que se ha visto muy influencia por Peirce fue M.A.K Halliday[9] (nota 11) como se lee en El lenguaje como semiótica social. La interpretación social del lenguaje y el significado (1972). De manera más reciente la obra del danés Kart Bruhn Jensen trata recuperar la estructura peirciana para la elaboración de una teoría sobre la comunicación de masas (Ver nota 12)[10].2.2.2. Charles MorrisCharles Morris como hemos señalado recoge muchas enseñanzas de Peirce, también se apega a la psicología y la filosofía. En cuanto a la psicología da un andamiaje funcionalista a la disciplina pues privilegia el conductismo (esta es una diferencia fundamental con Peirce). En cuanto a la filosofía, prefiere la lógica. Su texto básico, escrito en 1938 es la Teoría de los signos en la que expone lo que después aumentará en Signo, Lenguaje y Conducta (1946)[11] .Morris ve a la semiótica como la ciencia de la semiósis o acontecimiento o proceso de signo. La semiótica puede ser pura (elabora la teoría semiótica) o aplicada, que analiza trozos específicos de significación. La primera tiene como cometido esclarecer el fenómeno o acontecimiento.De sus contribuciones principales Morris delimita tres áreas de aplicación para el estudio de los signos. A lo que Peirce llamaba gramática y que estudia las relaciones de lo vehículos de signo entre sí, Morris lo llama sintaxis; a lo que Peirce llama dialéctica, Morris lo llama semántica. A lo que Peirce llama retórica, Morris lo llama pragmática. Quedan así las tres ramas de la semiótica: sintaxis o el estudio de las relaciones de coherencia entre los signos; la semántica o el estudio de las relaciones de corresponden entre vehículo de signo y significados y objetos, y pragmática: relaciones de uso entre los vehículos de signo y los usuarios o hablante. Esto nos permite formular tres grandes preguntas aplicables a cualquier fenómeno de comunicación: por qué los signos se agrupan en ese orden, qué significados y sentidos tienen los signos, qué usos hacen los actores de la comunicación de esos signos.Morris continúa sus investigaciones y aplica sus principios a diversos campos de significado, como el artístico o el religioso. Habla de distintos usos de los signos (informativo, valorativo, incitativo, sistemático), igualmente habla de distintos modos de la significación: designativo, apreciativo, prescriptito y formativo. Este autor tiene el mérito de haber insistido en la pragmática en un momento en que los análisis de los signos y el lenguaje se centraban casi de forma exclusiva en la semántica y sintaxis. Morris explica cómo la pragmática relaciona las dos primeras instancias, y entreve una perspectiva más abarcadora y completa de las ciencias del lenguaje.2.2.3. Thomas SebeokThomas A. Sebeok, nacido en 1920 en Budapest y emigrado a los Estados Unidos en 1936 para estudiar en Cambridge; estudió lingüística bajo el tutelaje de Jakobson quien dirigió su tesis doctoral. Sebeok aborda con maestría el fin del conductismo, del psicoanálisis y del marxismo, la conexión de la semiótica con la ciencia cognitiva, la biología y las demás ciencias, y realiza con magistral sencillez una valoración de las diversas áreas especializadas de la semiótica, dando noticia sopesada de más de quinientos títulos de bibliografía norteamericana reciente y relevante. Su libro más importante es tal vez Signos: una introducción a la semiótica (1994) donde tiene el valor de superar la visión instrumental a la que muchas veces se somete la semiótica para el análisis de los sistemas de signos en determinadas estructuras.Sebeok es uno de los principales impulsores de la institucionalización académica de la semiótica en los EE.UU.; comparte además la intención de producir una teoría general de los signos que se pueda aplicar a todos los fenómenos de significación incluidos en seres humanos y cualquier ser vivo. Él y su grupo hicieron de sus objetos de estudio principalmente a la comunicación humana no verbal, por ejemplo, la gestualidad y la mímica; así como a los modos de interacción espacial, es decir, la proxémica. También efectuaron investigaciones sobre el comportamiento simbólico de los animales.Al combinar distintos niveles de operaciones, Sebeok da las bases para hacer de la semiótica un instrumento más amplio no para estudiar solamente los fenómenos de la cultura, sino la totalidad de la significación en la vida humana: lenguaje, cuerpo, interacción, cultura.El trabajo de Sebeok apunta al conocimiento de los procesos que articulan la codificación de los signos, su transformación en unidades cognitivas, fenoménicas; relacionar la experiencia del mundo corporal con el mundo de la abstracción y el pensamiento, al demostrar en este trabajo que este último es una expansión del primero.

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2.3. La orientación francófonaEsta orientación “semiológica” muy cercana al estructuralismo francés tiene su dominio en Francia y se le identifica con los teóricos del estructuralismo, por lo que algunos especialistas han dado en llamarla “semiología” por la influencia de Ferdinand de Saussure[12]. Sin embargo, se inicia formalmente con los trabajos de Lévi Strauss sobre sistemas de parentesco y se dedica principalmente al estudio de la literatura y de ciertas formas sociales que funcionan a manera de lenguajes, como la moda, los mitos, etc.2.3.1. Ferdinand de SausureNació en Ginebra en 1857. Comenzó a estudiar Ciencias en la Universidad de Ginebra en 1875, pero un año más tarde se trasladó a Leipzig y Berlín para estudiar lingüística. En 1880 se doctoró en Leipzig, con la tesis De l’emploi du génitif absolu en sanskrit, y se trasladó posteriormente a Francia, donde ejerció durante once años como jefe de estudios en la Escuela de Altos Estudios en de París. En 1891 retornó a Ginebra y ocupó hasta su muerte, en 1913, la cátedra de Historia y Lingüística Indoeuropea comparada. Su gran obra, Curso de Lingüística General fue publicada después de su muerte (1916). El libro póstumo se convirtió en una obra difundida en los principales idiomas, editada y corregida numerosas veces es sin duda la base teórica de la corriente estructuralista y el antecedente próximo de la semiología.La lengua para Saussure es una institución social, el autor la ve como un sistema de signos que expresa ideas y que por tanto pueden compararse con la escritura, el alfabeto, las formas de la urbanidad o las señas militares. Una de las principales aportaciones del lingüista Sausurre es haber organizado todo el conocimiento anterior para construir la más coherente y aceptada teoría sobre el signo lingüístico.Hay muchos conceptos y nociones básicas que provienen de Sausurre; la primera distinción importante es la diferencia entre lengua (el lenguaje como sistema social) y habla (el lenguaje como uso diario, individual…); la idea de signo lingüístico como una moneda de dos caras: significado y significante, el primero es la imagen conceptual y el segundo la imagen acústica; es una entidad psíquica de dos caras. Ambas se unen de forma arbitraria es una unión que es indivisible. La relación entre significado-significante es arbitraria; esto es, que, en general, el significante no guarda con el significado más lazo que el que, por convención la comunidad hablante, se ha fijado entre una secuencia de sonidos y un significado. Esto se debe a que la lengua es un convenio, un acuerdo común, inconsciente y colectivo, los dos elementos del signo lingüístico quedan unidos de manera convencional. La lengua es un sistema de signos aprendido inconscientemente. El usuario de la lengua no sabe con exactitud cómo funciona, aunque la emplea sin mayor dificultadLa idea de la dualidad que impera en toda la lingüística saussuriana (significado / significante; sintagma / paradigma; diacronía / sincronía…) le gustaba ilustrarla a Sausurre con el ejemplo de un juego de ajedrez: Hay un sistema llamado “juego de ajedrez”; dos veces dieciséis piezas, cada grupo constituido por unos poderes bien definidos; lo que los jugadores retienen en su mente de cada pieza no es su aspecto exterior, sino su poder, su alcance, su valor y, finalmente su función. Un alfil no es un pedazo de madera de forma más o menos extraña, es una “fuerza oblicua”. La torre es una cierta capacidad de marchar linealmente. La regla del juego es una especie de “gramática”; después, lo que existe, palabras y expresiones concretas, son las situaciones. Cada jugada tiene repercusiones en todo el sistema; al jugador le resulta imposible prever los límites exactos de este efecto. Los cambios de valor que resultarán de ello, serán, según el caso, nulos, muy graves, o de importancia mediana. La imagen del juego de ajedrez, un poco inadecuado pero muy ilustrativo señala lo siguiente: La lengua es un sistema en el que todas las partes pueden y deben ser consideradas en su solidaridad sincrónica (Millet y D'Ainvelle, 1972)De todos los sistemas de comunicación, la lengua es el más importante. Puede por tanto, concebirse una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de la vida social; formaría una parte de la psicología social y la denominaremos semiología. Ella nos enseñará en qué consisten los signos, qué leyes los rigen... La lingüística no es más que una parte de esa ciencia general, las leyes que descubre la semiología serán aplicables a la lingüística, y de este modo ésta se hallará vinculada a un ámbito perfectamente definido en el conjunto de los hechos humanos (Cf. Saussure, 1985: 29)2.3.2. Algirdas Julián Greimas y las bases del análisis semiótico narrativoAlgirdas Julián Greimas (Lituania, 1917-París, 1992) fue un lingüista francés de origen lituano. Desde 1965 fue el director del Departamento de Semántica general de La Escuela de Altos Estudios de París, donde se ocupó de semiótica, semántica, y semiología de la expresión. Greimas es el fundador de los estudios de semiótica estructural. Al año siguiente fundo la revista Langages con Barthes y otros. Y junto con otros semióticos fue miembro del grupo de investigaciones semióticas de Lévi-Strauss en el Collège de France.Una de las principales aplicaciones de la semántica estructural de Greimas a los estudio de comunicación se

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basa en su Modelo Actancial. Las bases de este modelo hay que buscarlas en los trabajos de Vladimir Propp (1895-1970) hizo de los cuentos populares rusos (La Morfología del cuento ruso, 1928) que permitió una comprensión distinta de cómo se organizan los componentes de un texto para significar. Propp influyó no solo a Greimas sino al mismo Levi Strauss que uso parte del método par el análisis de los relatos mitológicos que estudió en Brasil.En La morfología Propp estudia las formas y el establecimiento de las leyes que rigen la estructura. La solución del análisis fue pasar del estudio del personaje, al estudio de la función como unidad. Propp encuentra un repertorio delimitado de siete personajes en tanto que eventuales ejecutantes de esas funciones—: el agresor, el donante, el auxiliar mágico, el mandatario, el héroe, el falso héroe, la princesa (u objeto de búsqueda). Así como el modelo Propp, el modelo actancial de Greimas ha sido extrapolable a infinidad de ejemplos y cuerpos de análisis. Piñuel y Gaytán (1995: 597) presentan algunos usos posibles donde se observa la aplicación de este modelo aparecido originalmente en Semántica Estructural (1964).La semiótica para Greimas estudia todo lo que tiene (o puede tener) sentido para el ser humano; es decir, se encarga del estudio de los sistemas de significación. Un sistema de significación es considerado como todo lo que “tenga sentido”, todo lo que tenga significación; el significado no está enraizado en las cosas o fenómenos, la aprehensión del significado se lleva a cabo en la mente. Por lo tanto los límites de un sistema de significación son bastantes amplios. La hipótesis semiótica postula que “todo universo de sentido, cualquiera que sean sus modalidades o ámbito de expresión, comporta una estructura que remite, en último análisis, a la forma en que el hombre organiza su experiencia (estructura que varía obviamente, de acuerdo a las condiciones socio-culturales de producción y de lectura)El modelo actancial permite conocer la articulación de los distintos actantes en el relato. El concepto de actante es de hecho una forma de ser y estar en el texto; este concepto se refiere a aquel que encarna en un relato particular una o varias formas de ser o hacer, es decir, uno o varios actantes. En el modelo se postula la existencia de una estructura que fija las relaciones recíprocas y el medio de existencia común de los actantes. Por la existencia de esta estructura, cada actante presente en un discurso ocupa necesariamente un lugar en algunos de los ejes presente en toda narración o acontecimiento discursivo.El Modelo actancial representan tres parejas de “actantes” en función de sus relaciones recíprocas.a)       Sujeto (A1) y Objeto (A2): la relación que los une es de deseo (se llama eje del deseo o del querer). Por ejemplo en una leyenda, el héroe (A1) busca el tesoro; en una telenovela, el enamorado (A1) busca el amor de alguien (A2).b)       Destinador (A3) y Destinatario (A4), también llamado eje de la comunicación. Estos Actantes se encuentran unidos entre por la transmisión y la comunicación de un objeto. Por ejemplo en los cuentos fantástico, el Rey (A3) “que manda” al príncipe (A4) a recuperar un tesoro para poderse casar con la princesa. O en el último ejemplo de Piñuel el caso del sistema económico (sus reglas, principios, necesidades, demandas) que sería el destinador y cuyas órdenes o prescripciones recae (destinatario) sobre una empresa en particular.c)       Finalmente el eje del poder formado por la pareja de actantes: el ayudante (A5) y el oponente (A6). Estos actantes define un eje participación circunstancial, en sentido favorable o desfavorable a la acción del deseo o de la comunicación. En el caso de una historia de amor, el ayudante sería un tercero que apoya al sujeto a lograr el amor de su amada; mientras que el oponente, sería por ejemplo el padre de ésta que se opone a la relación entre los enamorados.Dicho modelo actancial es de gran utilidad en el análisis semiótico de los diversos relatos que todos los días transmiten los medios de información, sobre todo porque tiene mucha utilidad para identificar las funciones básicas que se cubren en relatos (telenovelas, anuncios de publicidad, historias de prensa, programas cómicos, cartones…).2.3.3. Roland BarthesRoland Barthes (1915-1980) es un pensador francés cuya obra alcanza los campos de la crítica literaria, la comunicación, la filosofía y la sociología. La publicación de su libro Sobre Racine (1964), suscitó una amplia polémica en el campo académico francés, a la que contestó con el libro Crítica y verdad (1966). Según Barthes, la obra literaria hay que analizarla en el contexto del propio espacio de la obra y no a partir de valores externos a la misma.Las contribuciones teóricas de Roland Barthes le convierten en uno de los pensadores más relevantes de Francia del pasado siglo. Su influencia en el campo teórico de la Comunicación es significativa, especialmente por el papel que adquiere el análisis semiológico, que alcanzan a la fotografía, a la que dedica su último libro, La cámara lúcida (1980), la publicidad, la moda, etc. Todo discurso, su contenido, su referencia a lo real tiene

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connotaciones que le dan significación, le atribuyen valores. Todo discurso puede convertirse en signo, mito. Los mitos no crean lenguajes, pero los ponen al servicio de una ideología, haciendo hablar a las cosas por ella.Roland Barthes en sus Elementos de semiología (1965 ) desarrolla la semiología estructuralista y la sistematiza. También construyó una ciencia de la literatura, pero sobre la semiología; por eso tiene una crítica literaria o mejor dicho, una semiología literaria. Para el autor todos los sistemas de signos, cualquiera que fuere la sustancia y los límites de estos sistemas: las imágenes, los gestos, los sonidos melódicos, los objetos y los conjuntos de estas sustancias, constituyen, si no “lenguajes”, al menos sistemas de significación. (Barthes, 1971: 13). Siguiendo esa tradición “diádica” Barthes organiza este libro desde pares de conceptos (diacronía / sincronía; connotación / denotación; significado / significante…)Barthes —como tantos otros que usan la semiótica— hizo mucha crítica literaria; tiene una teoría interesante, por ejemplo en S/Z (1970)[13] dice que todo texto tiene muchos sentidos; esta obra es un caso raro por único en la bibliografía del autor. Barthes favorece en su teoría literaria la lectura del lector, aun a riesgo de subjetividad; promueve “la muerte del autor”, de manera cercana a Foucault. El lector no siempre comprende pues hay textos que todavía no se pueden leer, aunque se puedan escribir. Son escribibles aunque no legibles. Por eso apoya la literatura de vanguardia, lo que hace que algunos lo consideran pos-estructuralista.Barthes hizo realidad el sueño de Saussure: hacer de la semiología una ciencia del estudio en general, más allá de la lingüística. Un ejemplo lo tenemos en El sistema de la moda (1967) donde usa recursos de estos métodos lingüísticos para describir el lenguaje que opera en las combinaciones de la moda: el vestido es visto como un sistema de signos. El autor explica que dicho sistema es pobre, pero que la función del lenguaje es tomarlo a su cargo para hacer un tipo de lenguaje (poético, imaginario, ideológico), así se unen el entorno social y el texto, formando complejas redes de significación en lo que se centra la obra.Existen otras fuentes filosóficas en la semiótica contemporánea como la fenomenología de Edmund Husserl que desarrolla una teoría general de la intencionalidad la cual se enmarca en una teoría de los signos y de la significación. De cualquier manera nos parece interesante subrayar una fuente que por su complejidad y poca difusión no siempre se le incluye; la Escuela de Tartu (de la Universidad de Tartu en Estonia) y la Semiótica de la Cultura orientación de la semiótica que alcanzó su plenitud con los estudios hechos por los representantes del Círculo de Tartu durante décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado. Aparte de su figura prominente Yuri Lotman cabe mencionar a B.A. Uspenski, V.V. Ivanov y Meletinski .Las investigaciones de esa escuela tratan sobre todo los sistemas modelantes secundarios (SMS) es decir de las prácticas semióticas que se organizan sobre bases lingüísticas (siendo el lenguaje denotativo el “sistema primario”) pero que se constituyen en estructuras complementarias, secundarias y específicas. El lenguaje no sirve solo para comunicar sino para modelizar, para crear modelos; cuando Lotman dice que el arte es un sistema de modalización secundaria lo que quiere decir es que la lengua natural es un sistema de modelización primario y el arte (como otros sistemas de signos) actúa como superestructura de la lengua natural; que el arte sea un SMS no significa secundario respecto a la lengua natural sino que se sirve de ella como material, como modelo; es decir a partir de las lenguas naturales se conforman los sistemas culturales: arte, literatura.Si se revisan los índices de varios libros sobre Lotman y la Escuela de Tartu[14] se identificar cómo existen varios reportes de investigaciones dedicadas a los llamados “sistemas secundarios”, es decir, los sistemas semióticos connotativos, que están basados en el lenguaje, sin ser idénticos a éste. La Escuela de Tartu parte de preocupaciones lingüísticas pero va mucho más allá como lo demuestran los trabajos Uspenski sobre arte, los de Ivanov sobre la estructura de los signos en el cine, los de T.V. Civ’jan en torno a rituales, ceremonias o los de Lotman sobre literatura.Esta Escuela se preocupa por el estudio de los fenómenos culturales lo que ve bajo la perspectiva de los sistemas de signos y fenómenos sígnicos; la idea de signo la extienden a cualquier aspecto de la vida y producción cultural (un libro, un museo, la arquitectura, etc.). La semiótica de la cultura considera los diferentes procesos que se dan en una cultura como sistemas de signos susceptibles de ser, por tanto, desentrañados. Sus trabajos son muy diversos, esta Escuela y Lotman han hecho semiótica del comportamiento humano, de la mitología, de la historia, de la alta edad media, del cine.2.3.4. Yuri Lotman (1923-1993)Era especialista en historia literaria rusa del siglo XVIII y principios del XIX, de Lotman es fundamental su definición de la obra de arte como sistema modelizador secundario (SMS), pues todos los sistemas culturales (literatura, cine, arte, música, religión, mito) son secundarios en relación con el lenguaje natural. Los SMS tienen una estructura más compleja y se subdividen en las series no artísticas (mito, religión y folclor) y en las series artísticas. En los SMS el marco cultural resulta fundamental, entendiendo a la cultura como una compleja

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totalidad semiótica, como totalidad de la información no heredada sino que se acumula, almacena y transmite por varios grupos dentro de la sociedad. La obra de arte constituye un signo en el interior de otro sistema más amplio que es la cultura. La semiótica de la cultura no consiste solo en el hecho que la cultura funciona como un sistema de signos; es necesario subrayar que ya la relación con el signo y la signicidad representa una de las características fundamentales de lo cultural. La semiótica de la cultura estudia los fenómenos culturales como fenómenos signitos, ello supone estudiar los símbolos (expresión exterior arbitraria de un contenido), los rituales (capacidad de dar forma al contenido)La cultura como tal es un subconjunto con una determinada organización; lo cultural no engloba jamás todo. La cultura es un sistema de lenguaje cuyas manifestaciones concretas son textos. Siguiendo la tradición cultural que considera el mundo como texto (el mundo es un libro que espera a su lector, dice Mathauserova), el conocimiento del mundo puede ser asimilado al análisis filológico. Una de las características del discurso de Lotman es su panlingüismo; para él comprender la vida significa “estudiar su oscura lengua”, la actividad cotidiana consiste en traducir un cerito sector de la realidad en una de las lenguas de la culturas (por ejemplo ver una película, ir a un museo, leer un libro, recorrer un parque son equivalente a aprender una lengua). Lotman supone a la cultura, a cualquier cultura, orientada hacia la expresión como un texto constituido por signos de distintos orden; considera al libro como símbolo del mundo (idea utilizada ya desde la Edad Media); “lo cultural son los libros que hay que aprender a leer”, es decir el conjunto de textos (en su sentido más amplio) que una cultura crea para entenderse a sí misma y a la otras. (Lozano, 1979: 24, 25)Junto al concepto de cultura y semiótica de la cultura, otra noción importante es la de texto. Dentro de los problemas teóricos sobre el texto a Lottman le interesó primordialmente la función desempeñada por el texto literario en cuanto signo. El sistema básico del texto es la lengua natural, pero en él se produce una remisión a componentes extra-sistémicos (ideología, convenciones, códigos culturales), fundidos en la estructura lingüística del texto. La relación ente el interior del texto y su contexto sociocultural resulta por lo tanto de carácter estructural. En el texto literario existe un código lingüístico y uno literario, además de varios subcódigos (géneros, periodo histórico, material socio político, creencias religiosas…). Esta complejidad implica que la interpretación representa sólo un intento de aproximarse al texto como conjunto de signos. Como Barthes, para Lotman no se trata de “descifrar el texto” sino de “tratar” con él. (Cf. Araujo y Delgado, 2003, 391-392)Finalmente el concepto de semiosfera que es la agrupación de todos los sistemas de signos; es un determinado funcionamiento semiótico para una colectividad; es el entorno de producción de significados y sentidos. Dentro de los rasgos que Lottman describe de la semiótica uno de ellos es su carácter delimitado, es siempre un sistema de definido de objetos que establece unos determinados modos de interacción entre lo que está dentro y fuera de la frontera semiosfera; por ejemplo el caso que el mismo Lottman analiza, la novela Robinson Crusoe como una forma de interpretar dos fronteras o lugares semióticos: el “civilizado” y el salvaje”. También se puede estudiar el caso de “géneros fronterizos” como universos semióticos que guardan correspondencias, diferencias y se intercomunican mediante variados procesos que un análisis semiótico explicaría detalladamente. La semiosfera al interior es algo muy dinámico con procesos y núcleos; es literalmente un organismo que tiene una vida interna,Como vemos Lotman concibe todo texto como entidad dinámica, vinculada más a lo que Sausurre llamaba habla. Por fortuna una parte de su obra se encuentra accesible en castellano; la primera obra en traducirse fue la Semiótica de la cultura (Cátedra, Madrid, 1979), el primer libro traducido al castellano y desde ahí han seguido Estructura del texto artístico, 1988, Istmo), La semiosfera (1996, Cátedra), Acerca de la semiosfera (1996, Epistemee)[15], entre otros.2.5. El caso aparte: Umberto EcoLos trabajos del italiano Umberto Eco no se incluyen en ninguna de las anteriores, pues su método es sincrético y abreva de varias tradiciones al integrar la teoría estructuralista a la reflexión filosófica sobre el problema de los signos. Nació en Piamonte en 1932, se doctoró en filosofía por la Universidad de Turín con una tesis sobre el problema estético en Sto. Tomás de Aquino. Esto no es casual porque desde aquí Eco se acerca al estudio del problema del arte, y de ahí a la semiótica y la comunicación. En los cincuenta trabaja para la televisión italiana y realiza colaboraciones en varios diarios. Reconocido tanto por sus propuestas semióticas como por sus estudios culturales y consideraciones en torno a la recepción, el filósofo italiano resulta una de las figuras más destacadas para la teoría de la comunicación y tal vez del mundo académico de la comunicación a nivel mundial.En la década de los sesenta dio a conocer Obra abierta (1962) libro con el que inicia reflexiones acerca de la

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significación y la recepción de la obra literaria. Se enfoca en la pragmática narrativa y concede cada vez mayor importancia a los procesos interpretativos que al estudio de los códigos. Este aporte lo consideramos central pero complementario del semiótico, toda vez que en su obra hay elementos para hablar de una semiótica de la recepción.En términos generales el campo específico de la semiótica está compuesto por todos los procesos culturales en los cuales se da un proceso de comunicación; es decir, por todas aquellas manifestaciones en las que están en juego agentes humanos que se ponen en contacto unos con otros sirviéndose de convenciones sociales. Una bibliografía para los estudios en comunicación (por fecha de aparición en italiano) agrupa Obra abierta (1962), Apocalípticos e integrados (1964), La estructura ausente. Introducción a la semiótica (1968), Tratado de semiótica general (1975), Lector in fábula (1979)En La Estructura... Eco plantea los límites de la semiótica. El “nivel más bajo” (umbral inferior) lo constituyen una serie de signos naturales como el estímulo, la señal y la información física. El “nivel más alto” (umbral superior) lo constituye la cultura, tenida por Eco como fenómeno semiótico. Todo fenómeno cultural es un fenómeno de significación y de comunicación. Frente a estos fenómenos hay dos hipótesis: (a) la cultura debe estudiarse como fenómeno semiótico. Esta afirmación está a medio camino entre dos enunciados más, que suelen citarse como mucha frecuencia: “la cultura es sólo comunicación” y “la cultura no es otra cosa que un sistema de significaciones estructuradas”; (b) todos los aspectos de la cultura pueden estudiarse como contenidos de una actividad semiótica. En el fondo lo que Eco quiere decir, no es que toda cultura sea comunicación o sólo significación, sino que ésta puede entenderse mejor si se le ve desde una perspectiva comunicativa o semiótica. Eco añade: “todos los aspectos de la cultura pueden estudiarse como contenidos de una actividad semiótica”.Otra de las contribuciones del autor que nos parece importante resaltar es lo relacionado con sus teorías sobre la interpretación y lectura del texto literario, reflexiones iniciadas desde Obra Abierta en la que explica como todo lector requiere de ciertas competencias para decodificar un texto. La competencia del destinatario no coincide con la del emisor; el texto tiene que ser actualizado por el lector. La comunicación (incluso si es un lector que lee un libro) no es un fenómeno meramente lingüístico, sino que siempre trata de una actividad semiótica en la que confluyen varios sistemas de signos. El lector realiza una serie de paseos inferenciales, detecta las diferentes estructuras de mundos posibles en el texto e identifica sus estructuras. En “Apuntes sobre la semiótica de la recepción” (1990) Eco explica como todo texto tiene tres interpretaciones: la del autor, la del lector y la del texto en sí; en este documento, Eco propone otra precisión entre dos formas de interpretar: interpretación semántica y crítica; la primera se ocupa de llenar de significado el texto, mientras que la segunda intenta explicar las condiciones de significación; asimismo destaca la diferencia entre interpretar un texto y emplearlo, e insiste en la importancia de atenerse a la intención de la obra (intentio operis) y de limitar el poder del lector. Esto constituye un salto cualitativo con respecto a lo dicho en Obra Abierta en el que postulado la total libre interpretación sobre un texto.Eco ha hecho muchas aplicaciones de la semiótica, por ejemplo La estrategia de la ilusión (1986) pretende conformar las bases para una semiótica de la vida cotidiana, una “mirada semiótica” en tanto modo de ver la realidad. Esta perspectiva puede también verse en sus novelas El nombre de la Rosa (1980) y El péndulo de Foucault (1989) donde se construyen tramas en la que los signos y sistemas de significación, su producción y decodificación es importante.Con Eco terminamos un recorrido muy básico que ofrece algunos autores, sus referencias básicas y parte de su contribución.[16]Breve colofón para el estudianteEstudiar semiótica forma parte de un proceso y una disposición de acercamiento a los textos. Por ejemplo no es raro que algún estudiante pueda desanimarse porque algunos aspectos de las lecturas no se comprenden. El estudio de la teoría, como por ejemplo el de los deportes, antes del dominio (por ejemplo mover la raqueta en el tenis o el manejo del balón en el fútbol pide volver una y otra vez (de manera a veces interminable) sobre el texto.Otro problema común es ver a los textos en sí mismos como entidades autónomas. En ese sentido deben considerar los manuales básicos, los libros de historia (en este caso de la filosofía, la lingüística, la filosofía del lenguaje y complementario), los diccionarios especializados como verdaderos auxiliares para al aprendizaje y aplicación gradual de los conceptos. A este primer cuerpo de textos hay que sumar la infinidad de revistas de divulgación o especializadas que presentan buenas serie de ejemplos. A la par en la lectura de cualquier autor, puede buscarse trabajos (desde tesis hasta articulo más concretos) para conocer cómo se ha aplicado; ayuda

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también el tener como referencia complementarias fichas sobre los autores donde pueda tenerse un mapa más amplio del que hemos intentado esbozar en esta lecciónLas formas de aplicación de la semiótica son variadas en su tema, pero también en sus procedimientos; existe al mismo tiempo una gran diversidad de modos y grados. Entrar al campo de la semiótica es hacerlo de una manera pluridisciplinaria (y transdisciplinaria porque el signo, los fenómenos de significación es algo que se encuentra en varias áreas del saber) así que este diálogo con otras áreas de saber es imprescindible y demanda competencias de lecturas, saberes para poder sacar pleno provecho de lo que la semiótica puede ofrecer a cualquier profesional de la comunicación. Todo el bagaje que suele ofrecerse en los cursos para que sea plenamente asimilado solicita aplicación, imaginación para una comprensión cualitativamente distinta de la realidad mediática y socio-cultural. No es solamente conoce modelos y aplicarlos, hay que tener buena dosis de intuición y creatividad para usar la semiótica más que un artilugio de “cosmética conceptual”, una herramienta de degustación de la realidad socio-cultural (sus procesos de producción, sus productos y mensajes, sus mecanismos de interpretación), un visor para conocer la realidad, un modo de habitar y significar el mundo, hacerlo a un tiempo más complejo como quiere Jesús Ibáñez y más humano.BibliografíaAraujo, Nara y Teresa Delgado (2003) Textos de teorías y críticas literarias (Del formalismo a los estudios postcoloniales), Habana / México. Universidad de la Habana, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa.Barthes, Roland (1971) Elementos de semiología. 2ª ed., Madrid, A. Corazón, (Col. Comunicación No. 6).Beristáin, Helena (2000) Diccionario de retórica y poética, 8ª ed. 2ª reimp Porrua, México.Beuchot, Mauricio (2004) Elementos de semiótica, México, FCE.Deladalle, Gerard (1996) Leer a Peirce hoy, Barcelona, Gedisa.Ducrot Oswald y Tzvetan Todorov (1984) Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje, 10ª ed, Siglo XXI. México. [1ª ed. en francés, 1972]Ducrot, Oswald y Jean Marie Schaeffer (1998) Nuevo diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje, Ed. Arrecife, Madrid [1ª ed. en francés 1995]Eco, Humberto(1983) La estructura ausente. Introducción a la semiótica. Barcelona, Lumen, serie Palabra en el tiempo [1ª ed.1968](1977) Tratado de semiótica general. Barcelona, Lumen.(1994) El signo, 2ª ed. Barcelona. Labor [1ª ed. 1973]Greimas Algirdas, Julien (1973) En torno al sentido: ensayos semióticos. Madrid, Fragua, serie Lingüística, epistemología y semiótica, 375 p.Greimas Algirdas, Julien y J. Courtés (1982) Semiótica: diccionario razonado de la teoría del lenguaje. Madrid, Gredos, 474 p.Jakobson, Roman (1975) Ensayos de lingüística general. Barcelona, Seix Barral, 406 p.Lewandowski, Theodor (2000) Diccionario de Lingüística. 5ª ed., Madrid, CátedraLotman, Iuri M.(1982) La estructura del texto artístico. 2ª ed., Madrid, Istmo, 364 p.(1998) La semiosfera. Madrid, Cátedra, serie Frónesis Cátedra Universitat de Valéncia.Lozano, Jorge (1979) “Introducción a Lotman y la Escuela de Tartu” en Lotman y la Escuela de Tartu. Semiótica de la cultural. Madrid. Cátedra, pp.9-40.Millet, Louis y M. Varín d'Ainvelle (1972) El estructuralismo como método, Madrid, EDICUSA, 100 pp. Millán, Antonio (1973) El signo lingüístico, México, ANUIES. 40 pp.Moragas, Miquel de (1976) Semiótica y Comunicación de Masas. Barcelona. Península Moragas, Miquel de (1981) Teoría de la Comunicación. Investigaciones sobre medios en América y Europa. Barcelona. Gustavo Gilli.Morris, Charles William (1984) La estética y la teoría de los signos. Puebla, Universidad Autónoma de Puebla, serie Cuadernos de trabajo, 22 p.Peirce, Charles Sanders (1974) La ciencia de la semiótica. Buenos Aires, Nueva Visión,Peirce, Charles Sanders (1974) La ciencia de la semiótica. Buenos Aires, Nueva Visión, Pérez Martínez, Herón (1995) En pos del signo: introducción a la semiótica. Zamora (México), El Colegio de Michoacán.Piñuel, José Luis y Antonio Gaytán (1995) Metodología general. Conocimiento científico e investigación en la comunicación, Madrid, Síntesis.

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Prieto, Daniel (1984) “Sobre la teoría y el teoricismo en comunicación” en Fernández y Fátima y Margarita Yépes (comps.) Comunicación y Teoría social. México. UNAM. 

[1] 1. Se puede encontrar algunas información sobre International Association for Semiotic Studies en su página web. En línea Agosto 2004.[2] 2. Aunque no creemos que sea el único de pertinencia para el estudiante de comunicación.[3] 3. Algunos rasgos general de su vida y obra [En línea, agosto 2004][4] En la entrevista a Eliseo Veron (que se encuentra en las entrevistas de este Portal de Comunicación), se pueden encontrar detalles a estos primeros años en la historia de la semiótica francesa en la década de los sesenta.[5] 7. Esta afirmación pide matices, como por ejemplo el caso de Roland Barthes quien intitula a su libro Elementos de semiología (que más que un libro proviene de un curso dado en El Colegio de Francia) donde recupera y actualiza las categorías de la semiología sausurriana, solo que algunos de sus estudios no se limitan a códigos lingüísticos.[6] 8. La teoría de platón puede leerse de forma general en su diálogo Cratilo donde se discute el origen del lenguaje, el nombre de las cosas. Aristóteles (discípulo de Platón) en cambio tiene su teoría del lenguaje en el Peri Hermeneias o De interpretatione en donde aboga por la teoría artificista del lenguaje y la arbitrariedad del signo. El signo es el instrumento de la comunicación en la sociedad; en esta obra Aristóteles expone su célebre doctrina de que el signo lingüístico significa la cosa u objeto a través de la idea mental o concepto.[7] 9. Es uno de los padres del empirismo inglés. Su obra más importante es Ensayo sobre el entendimiento humano (1690) en donde encontramos elementos de su “semiótica" con una parte de las ciencias. El inglés se percata que el lenguaje es importante para poder pensar. J. Locke describe lo que el ser humano puede conocer y entender mediante los conceptos. En sentido no desarrolla una semiótica, pero sí habla de una ciencia del signo que abarque al signo lingüístico.[8] 10. El número 21 (febrero-abril 2001) de la revista electrónica Razón y Palabra editada por el ITESM, campus estado de México en México dedicó un número al estudio de varios aspectos en la obra de Peirce. Comunicación y semiótica: Un acercamiento a la obra de Charles S. Peirce.[9] 11. Existen una serie de fichas que el lector puede seguir donde se resumen varios aspectos la semiótica peirciana. En línea agosto 2004.[10] 12. Un resumen de varios de estos aspectos puede leerse en la ficha sobre semiótica que tiene Ducrot y Todorov, 198413. Sobre todo puede verse su perspectiva en Halliday MAK (1982)14. Un resumen del mismo así como una propuesta integrada de la metodología el lector lo puede hallar en: Karam Tanius (2004) “La semiótica de Ch. S. Peirce en el campo de las teorías de comunicación social" en Revista Comunicología Nº 1, México, Universidad Iberoamericana, México [consulta, agosto 2004][11] 15. A partir de aquí el lector encontrará varias fechas que no se encontrarán en la bibliografía general (salvo alguna indicación). Son indicativas para dar una idea de cuando ciertas obras fueron escritas, pero no las hemos consultado de manera específica por las que no las indicamos en la bibliografía.[12] 16. En el sitio Monografía.com el lector puede encontrar un resumen de varios de estos autores.[13] 17. Esta es la fecha de la primera edición en francés; en la bibliografía general el lector encontrará 1971 que la segunda edición en castellano que hemos consultado para las referencias.[14] 18. Para una introducción general a Lotman y la Escuela de Tartu recomendamos la introducción que hace Jorge Lozano (1979).[15] 19. En este mismo Portal puede verse el texto de Jorge Lozano “La semiosfera y la teoría de la cultura". También recomendamos la lectura de la obra donde Lotman (1996) describe el concepto La semiosfera I. Semiótica de la cultura y del texto, Madrid. Afronesis, pp.21-42[16] 20. Cf. Eco, Umberto (1992) Los límites de la interpretación, Barcelona, Lumen, pp.22-45

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1. Semiótica[2] - Saussure:   El 'giro lingüístico'  

En este siglo, la lingüística, el estudio científico del lenguaje, ha visto una expansión bastante extraordinaria. El estudio del lenguaje ha tenido una tremenda fascinación para algunos de los más grandes pensadores del siglo, notablemente Ludwig Wittgenstein y Noam Chomsky cuya influencia se ha sentido mucho más allá de la lingüística.  

Mucho del ímpetu para este interés en lingüística se origina con el lingüista suizo, Ferdinand de Saussure, de cuyo trabajo, el Curso Lingüística General[3], los teórico franceses desarrollaron el estructuralismo, del que  creció (y en parte contra del mismo) el post-estructuralismo; los cuales han tenido una tremenda influencia en el lenguaje y ambos han tenido una influencia formativa en los estudios culturales. Este énfasis en el lenguaje es a menudo llamado el giro lingüístico en la filosofía.  

La visión de Saussure de la semiología  

Como esta sección trata de semiología (también conocido como semiótica, sobre todo en EE.UU.) en lugar de lingüística, nosotros no trataremos lingüística aquí, pero necesitamos mirar a las ideas de Saussure puesto que fue él quién puso la piedra de fundación de semiología. De hecho, fue él quién acuñó el término (qué desarrolló de la palabra griega para signo). Él usó la palabra Semiología para describir una nueva disciplina: 'una ciencia que estudia la vida de los signos en el corazón de la vida social'[4]. Esta nueva ciencia, dijo, nos enseñará 'de qué consisten los signos, qué leyes los gobiernan'. Como él lo vio, las lingüística serían una parte de la abarcadora ciencia de la  semiología que no se limitaría sólo a los signos verbales.  

Comunicación y lenguaje  

Muchos semiologistas (o semiotistas), haciendo un comentario sobre los medios de comunicación, han usado un vocabulario que podría parecerle a Ud. más apropiado al estudio de literatura. Así, para el semiotista, un documental de la TV, una obra de la radio, una canción de Madonna, un cartel en una parada de autobús, son todos textos. Nosotros los usuarios de estos textos somos llamados lectores. Así usted encontrará a Fiske y Hartley que titulan su libro Lecturas sobre la Televisión y Mónaco que llama al suyo Cómo Leer una Película. Semejantemente, algunos semiotistas tenderán a hablar sobre el vocabulario de una película, la gramática de los documentales de la TELEVISIÓ, etc, llevando a cabo una analogía con el lenguaje, aunque algunos comentaristas digan que es fundamentalmente imposible crear analogías entre el lenguaje y el cine o la fotografía.

2. Semiótica: Saussure y el signo

Si usted no ha mirado a través de la sección sobre significar, usted no puede estar familiarizado con la idea de denotación. Puede darle una mirada ahora, si lo desea, pero, brevemente, la idea es que una signo 'denota' o 'se refiere a' algo 'fuera allí en el mundo real'. Supone que las palabras (quedémonos con las palabras, por el momento) son etiquetas pegadas a las cosas, tal como las etiquetas lo están a los artefactos en un museo.

 Parece una idea bastante sensata al principio, quizás - nosotros podemos ver prontamente cómo 'Londres', 'Margaret Thatcher', 'Michael Portillo denota cosas 'que están allí'. Pero en cuanto

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sigamos adelante con 'ciudad', 'mujer', 'hombre', las cosas empiezan a conseguir un poco difíciles. ¿Qué ciudad, mujer, hombre? Y cuando nosotros seguimos con palabras como 'pregunta' o 'tradición', o este simple signo ----->, la relación empieza a caerse en pedazos. Como dijo Wittgenstein: “(la idea de palabras individuales en el lenguaje del nombre de los objetos) envuelve al trabajo del lenguaje con una nube que hace la visión clara imposible”. [5]

Saussure intentó evitar de este problema diciendo que 'el signo lingüístico no une una cosa y un nombre, pero si a un concepto y una imagen legítima' (vea el gráfico). Si consideramos el lenguaje impreso, entonces podríamos decir que una signo consiste en la forma impresa de una palabra y de un concepto; si nosotros consideramos una fotografía en blanco y negro, entonces el signo consiste en un juego particular de formas/sombras y un concepto. El estructuralismo (es decir la filosofía que derivó después de la lingüística de Saussure), pone entre paréntesis a los referentes, en la jerga actual. En otros términos, la cosa referida (el referente) se obtiene del signo-----> relación con una cosa (referente) y se reemplaza por 'el concepto'. Claramente, 'el giro lingüístico' puesto que cualquier cualquier noción de una realidad externo al lenguaje y el concepto es des-enfatizada.

3. Semiótica: Significante\significado  

Saussure vio la división del signo, en imagen del sonido (de la palabra) y concepto, como un poco ambigua. Así que él refinó la idea  diciendo que estaría un poco más clara si nos referimos al concepto como significado y a la imagen de la palabra[6] como significante - esta idea se muestra en el gráfico que intenta mostrar cómo el significante y el significado se unen en lo que llamamos una signo. 

Merece la pena un poco tiempo para considerar el gráfico para que usted lo interiorice. Merece la pena si usted cree que tiene sentido y si es muy útil.  

Significante <> significado: la relación.

Signo

La representación gráfica de un signo, de Saussure, fue hecha de la imagen del sonido (de una palabra) y un concepto

Significante          

Significado

(Image Acústica)       

(Concepto

 Terminología preferida

de Saussure para las

partes componentes de

un signo.

¿Misma imagen acústica - conceptos diferentes?  

Usted podría pensar que la distinción entre la imagen de sonido (el significante) y concepto (significado) no nos lleva muy lejos intentando deducir lo por que queremos decir por 'significando'. Usted tiene razón. Después de todos, no es más fácil decir qué es el concepto de 'el' o 'de', que decir a qué cosa corresponden esas palabras. Y, claro, yo no sé si los conceptos 'ciudad', 'mujer', 'hombre' en su cabeza, es la misma que las que están en la mía. Como dice el lingüista británico, David Crystal:  Algunas palabras tienen significados que son relativamente fáciles conceptualizar, pero, ciertamente, no tenemos imágenes visuales exactas correspondientes cada palabra que decimos. Ni tenemos garantía que el concepto que podría venir a mi mente cuando yo

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uso que la palabra “mesa” va a ser la misma que aquella que se le venga a la mente a Ud., el lector.[7]

Mientras eso es bastante correcto, estos hechos también explican por qué las ideas de Saussure tomaron fuerza. Su noción del signo pone el énfasis en nuestros 'conceptos’ individuales, correspondientes a las imágenes de sonido (de una palabra). Su cuadro mental de un automóvil (de hecho, por todo lo sé, no sólo un cuadro mental, pero también un olor mental, ruido mental o cualquier cosa) no será igual al mío, por una variedad de razones[8].

Saussure cambió el énfasis de la noción que hay algún tipo de 'mundo real' afuera, al que todos nos referimos en palabras, que significan lo mismo para todos nosotros. Bastante obviamente, en nuestra comunidad de lenguaje tenemos mucho de este mundo real en común, de lo contrario no podríamos comunicarnos, pero, por varias razones, el 'el mundo real' qué articulamos a través de nuestras signos, será diferente para cada uno de nosotros.[9]

4. Semiótica: La arbitrariedad del signo 

Saussure enfatizó la arbitrariedad del signo como el primer principio de la semiótica.  

“Hay gloria para ti”.“No se qué quieres decir por gloria”. Dijo Alicia.Humpty Dumpty sonrió socarronamente. “Por supuesto no lo sabrás hasta que te lo diga. Quise decir: Hay un argumento lindo y fuerte para ti”

“Pero gloria no significa un argumento lindo y fuerte”,

objetó Alicia.

Cuando uso una palabra, dijo Humpty, en un tono socarrón 

“significa justo lo que yo quiero que signifique, ni más ni

menos”.

“el problema es, dijo Alicia, si puedes hacer que las palabras

signifiquen muchas cosas diferentes”

“El problema es, dijo Humpty Dumpty, quién es el que

manda, eso es todo”.

Cuando decimos que algo es 'arbitrario', queremos decir que no hay ninguna buena razón para ello. Si usted hace una 'opción arbitraria' entre dos cosas, entonces usted no escoge por ninguna buena razón, y probablemente no le importa cuál escoge. Al decir que las signos son arbitrarios, Saussure estaba diciendo que no hay ninguna buena razón por la cual usamos la sucesión de sonidos 'hermana' para significar a un hermana mujer. Bien pudimos usa 'soeur', 'Schwester', 'ukht' para decir lo mismo. Para ello, bien pudimos usar la sucesión de sonidos: 'hermano'. Por supuesto, como él puntualizó, no tenemos alternativas en esa materia. Si queremos hablar sobre los hermanas mujeres en el lenguaje inglés, podemos hablar de “hermanos mujeres” o “hermanas” - y eso es todoo, no hay ninguna otra opción. Usted no puede hacer de Humpty Dumpty.  

Saussure vio al lenguaje como un sistema ordenado de signos a cuyos significados se llegan arbitrariamente por una convención cultural. No hay una razón necesaria del por qué un cerdo debe llamarse cerdo. Ni se ve ni suena o huele como el sonido 'c-e-r-d-o' de la misma manera que un “plátano”, se ve, huele, sabe o se siente como la secuencia de sonidos “plátano”. Sólo es porque en nuestro grupo del lenguaje estamos de acuerdo que se llama 'cerdo' que esa sucesión de sonidos se refiere tal animal en el mundo real. Usted y su círculo de amigos siempre podrían estar de acuerdo en referirse a los cerdos como 'el squerdlishes' si usted quiere. Con tal de que haya acuerdo general,no es ningún problema - hasta que usted empiece hablando sobre squerdlishes con las personas que no comparten la misma convención.

5. Semiótica: Semiótica y cultura 

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Saussure admite libremente que cuando él está enfatizando la arbitrariedad del signo, está enfatizando algo que es realmente bastante obvio. Como él lo ve, sin embargo, el problema es que las personas no han prestado bastante atención a las implicaciones del hecho de que los sistemas de signos son arbitrarios. 

El caso es que los códigos (vea el Código) que usamos son el resultado de convenciones a las que (alguna vez) llegaron los usuarios de esos códigos, por lo tanto es razonable suponer que los valores de los usuarios de alguna manera se incorporan en esos códigos. Por ejemplo, ellos habrán desarrollado  signos para esas cosas que ellos están de acuerdo que son importantes, ellos habrán desarrollado una serie entera de signos, probablemente, para establecer las distinciones entre esas cosas que son de importancia particular en su cultura.  

En otros términos, usted podría esperar razonablemente que las ideologías prevaleciente en esas culturas estarán incorporadas en los códigos usados:  

... 'la realidad' es siempre codificada, o más bien que la única manera en que podemos percibir y dar sentido a la realidad es a través de los códigos de nuestra cultura. Puede haber una realidad objetiva, empírico allí afuera, pero no hay ninguna manera universal, objetiva, de percibirla y darle sentido a ella. Lo que posa de realidad en cualquier cultura es el producto de los códigos culturales, de manera que 'la realidad' esta siempre encódificada, nunca está como “materia prima”, natural[10].

Los semiologistas generalmente prefieren el término 'lector' ala de 'receptor' (incluso de una pintura, fotografía o película) y a menudo usa el término 'texto' en vez de 'mensaje'. Esto implica que recibir un mensaje (es decir 'leer un texto') es un proceso activo de descifrar (o descodificar) y que ese proceso es social y culturalmente condicionado. 

6. Semiótica:  el paradigma & el sintagma 

Uno de las intuiciones fundamentales de Saussure, entonces, fue que los sistemas de signos son sistemas arbitrarios, un conjunto de convenciones convenidas. Puesto  que no hay ninguna relación simple, natural de la relación, entre signo y cosa, por un lado, y entre sistemas de signos y realidad, por otra, somos nosotros quién somos los fabricantes activos de significados. Los sistemas de signos (o códigos) qué usamos, ya están proporcionándonos conjuntos de significados (el 'siempre ya encodificada” realidad de que habla Fiske). Nosotros activamos los significados dentro del repertorio que el código nos ofrece.  

Saussure puntualiza que el valor (valeur) de los signos es culturalmente específico. El mouton[11] francés pueden tener el mismo significado como la oveja en castellano, pero no tiene el mismo valeur. ¿Por qué? Porque en castellano tenemos la “carne ovina” (para el consumo) y oveja (viva), una distinción que no está disponible en francés. Él da énfasis a que una signo gana su valeur de su relación con otros valeurs similares. Sin esa relación, la significación no existiría  

Sintagma  

Ésta es una visión muy útil en el análisis de signos. El lenguaje es lineal: usted produce un sonido después de otro, las palabras siguen una después de la otra. Cuando nosotros pensamos en signos entrelazados de esta manera (por ejemplo, en el lenguaje, viniendo uno detrás de otro: en

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ella+puede+irse), entonces nosotros estamos pensando este orden lineal en términos de lo que Saussure llama un sintagma. Hay una relación del sintagmática entre ellos.  

El paradigma  

Sin embargo, al mismo tiempo que producimos signos unidos entre si en el tiempo, nosotros también hacemos algo que está fuera de esa sucesión temporal: escogemos una signo desde un rango entero de signos alternativas. Así, cuando un periodista escribe: 

Los terroristas de IRA atacaron un puesto del ejército en Londonderry en Irlanda del Norte

el escoge cada signo de un rango de alternativas. Podría decir: 

'La roña del IRA', unidades activas del 'IRA, 'paramilitares de IRA', ‘luchadores de la libertad IRA, 'locos dle IRA.  

El periodista podría referirse a Londonderry como 'Derry', el nombre más normalmente usado por los nacionalistas; ella podría referirse a Irlanda Norteña como 'Ulster', los Seis Condados, los 'condados ocupados’, etc. 

Cuando vemos este rango de posibilidades, estamos examinando un paradigma. Nosotros estamos examinando la relación paradigmática entre las signos. Sin extrañarse, el sintagma y el paradigma pueden concebirse como dos ejes:     

EJE 

PARADIGATICO  

E J E S I N T A G M Á T I C OEllaYoTuNosotros

Puedepodríadebería

Irvenirirsellegar

 

IRA

TerroristasLuchadores de la libertadGuerrillasunidades activasparamilitares

Atacaronliberaronocuparon

Vaquerovaquera

En jeansen pantalonesen shorts

Criandotrotandogalopandoparado

Potroyeguaburromula

  Las signos significan debido a su valeur que deriva de la relación entre ellos. ¿Cómo puede usted decir que ocurrencias repetidas de la misma palabra son de hecho la misma palabra? Saussure da el ejemplo de llamar reunión al orden gritando 'Señores! ' varios veces: puede haber variaciones significantes entre cada uno de las pronunciaciones, por lo menos tan significantes como las diferencias usadas para distinguir entre dos palabras enteramente diferentes, paro aún así las percibimos como la misma palabra. ¿Cómo es eso? La respuesta es que, lo que está en juego aquí es una identidad relacional. Como un ejemplo de la clase de relación sobre lo que estamos hablando, Sausssure da el ejemplo de dos trenes de las 8.45pm expresos de Ginebra a París, saliendo a intervalos  de 24 horas. Para nosotros, ellos son el mismo expreso del que estamos hablando, nos referimos a la misma entidad cuando nos referimos a él, aunque sus carros, locomotora y personal son probablemente bastante diferentes en las dos ocasiones. Pero no es a

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tales identidades materiales a que nosotros nos referimos cuando hablamos del expreso 8.45 de Ginebra-París'; más bien es la identidad correlativa indicada en el itinerario - éste es el 8.45 expreso de Ginebra-París, porque no es el expreso 7.45 Ginebra-Heidleberg, el 8.45 Ginebra-Turin etc[12]. Podemos examinar los sintagmas y paradigmas en cualquier elemento. En La Publicidad como Comunicación Gillian Dyer da el ejemplo de un signo fotográfico, específicamente, sobre el uso de un semental en un anuncio de Marlboro. El paradigma de donde se toma al potro, incluye potros, asnos, caballos de carretón, mulas, yeguas. ¿Las connotaciones de semental cuentan --cuando Dyer lo pone--  en el conocimiento cultural del lector de un sistema que puede relacionar el semental a los sentimientos de libertad, las praderas abiertas, anchas, masculinidad, virilidad, rusticidad, individualidad, etc.. Por qué se hicieron estas opciones? ¿Qué se comunica por medio de ellos?  

Una manera de examinar el cierre ideológico sugerido por los signos en el mensaje, es ver cómo el mensaje diferiría si otro fura escogido del paradigma pertinente. Yo tendría que decir, sin embargo, que no está exactamente claro para mi cómo se determina qué signos pertenecen al paradigma. ¿Si la yegua, el potro, el asno y la mula forman  parte del paradigma, el caballo de la feria también pertenece a él? ¿El avestruz? ¿La llama? ¿Para esa materia, la silla y el sofá también pertenece al mismo paradigma?

7. La denotación versus la connotación 

Si usted ha terminado la unidad en significar, usted estará consciente que lo que aquí nos preocupa es la diferencia entre lo que llamamos en esa unidad como denotación y connotación. Las frases 'terroristas de IRA y 'luchadores de la libertad del IRA’  denote a las misma gente, pero ellas connotan algo bastante diferente. El signo que  escogemos usar gana mucho de su significado, no tanto de lo que es, pero de lo que no es. Su significado es determinado por el rechazo a todos los otros signos que hemos escogido no usar.  

Puede que encuentre un poco difícil recordar la diferencia entre el sintagma y paradigma. Los estudiantes a veces lo encuentran un poco más fácil si esto:  

El contenido de su ropero = el paradigma

Lo qué usted está vistiendo ahora = el sintagma.

Como usted puede ver en el ejemplo de la imagen anterior, un paradigma es un juego de signos asociadas que son todos miembros de la misma categoría. En el lenguaje, la idea es bastante obvia, pero no olvide que los semiotistas ven otros sistemas de signos, como teniendo las mismas características que el lenguaje. Así, en la TELEVISIÓN el rango de transiciones entre las tomas, cortes, fundidos, disueltos, etc., efectos computacionales de fantasía y así sucesivamente, constituya un paradigma. El efecto de transición que se escoge, significa a través de su oposición a las otras signos en el paradigma. Por ejemplo, imagine esos avisos (publicidad) a cámara lenta, de trasluz, anuncios de champú de suave-enfoque, que tienen fundido de una toma a otra. ¿Qué diferencia habría si en vez de lo anterior tuvieran n saltos y cortes rectos,. instantáneos?. El significado del signo también cambiaría por el género. Imagine el mismo fundido lento en un anuncio de Coke. 

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El análisis paradigmático de un texto de los medios de comunicación involucra mirar la oposición entre las opciones que se hacen realmente y aquéllas que se podrían haber hecho. Este análisis estructuralista de textos tiende a enfocarse en las oposiciones binarias.

El análisis sintagmático de un texto de los medios de comunicación significa estudiarlo su estructura narrativa. Hay una sección separada disponible para narrativa.

8. Semiótica:  los iconos, los índices y los símbolos

Aproximadamente el mismo tiempo que Saussure desarrollaba la semiología, el filósofo americano C. S. Peirce estaba desarrollando la semiótica (como suele ser conocida en los EE.UU. y se conoce ahora en casi todo el mundo).  

Siguiendo a Peirce los semiologistas (o semiotistas) a menudo hacen una distinción entre los iconos, índices y símbolos.  

Los iconos  

Los iconos son signos cuyo significante un fuerte parecido a la cosa a que se refieren. Así puede decirse que una fotografía de mí es altamente iconónica porque se me parece. Una signo carretero mostrando la silueta de un automóvil y una motocicleta es altamente icónico porque las siluetas se parecen una motocicleta y un automóvil. Algunas palabras (las palabras llamadas onomatopéyicas) son icónicas también, como el splash, cucú, crash.  

Los símbolos  

La mayoría de las palabras, sin embargo, son signos simbólicos. Hemos estado de acuerdo en que deben decir (significar) lo que quieren decir (significar) y no hay ninguna relación natural entre ellas y sus significados, entre el significante y el significado.  

En películas que esperaríamos encontrar el signos icónicos - los significantes pareciéndose a aquello a lo que se refieren. También encontramos signos simbólicos, sin embargo, por ejemplo, cuando una escena de cine se disuelve lentamente en otra retrospectiva, del pasado. Ciertamente el 'el mundo real' no se disuelve lentamente cuando recordamos una escena del pasado, de manera que éste es un mecanismo arbitrario que significa 'la escena retrospectiva (del pasado)' porque estamos de acuerdo en que eso es lo que significa. El signo del camino con la motocicleta y el automóvil tiene, tal como hemos visto, elementos  icónicos, pero también tiene elementos simbólicos: un fondo blanco con un círculo rojo alrededor de él. Éstos significan 'algo está prohibido', simplemente porque estamos de acuerdo que ese es lo que quiere decir.  

Los índices  

En cierto sentido, los índices están entre los iconos y los símbolos. Un índice es una signo cuyo  significante hemos aprendido a asociar con un significado particular. Por ejemplo, si vemos a alguien caminando calle abajo con un carro para la venta de maní, de esos que parecen un barco y les encienden fuego por dentro, podemos asociar el botecito rodante con el concepto de 'marinero'.  Podemos ver el humo como un índice de 'el fuego'. Un silbato de barco es un índice de 'la caldera' interna. Peirce da los ejemplos de una giraldilla, un barómetro y un reloj de sol.  

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En las viejas películas, cuando necesitaban mostrar el paso de tiempo, podían mostrar las hojas de los días del mes cayendo de un calendario típico - eso es icónico, porque se ven hojas que se rasgan fuera de un calendario; los números 1, 2, 3 etc., enero, febrero etc. son símbolos - estos son completamente arbitrarios; la sucesión entera es indéxica (índice) del paso de tiempo - asociamos el levantamiento de las hojas con el paso de tiempo.  

No piense, sin embargo, que estas tres categorías son mutuamente exclusivas. Una signo bien puede ser los tres al mismo tiempo. Por ejemplo, la TELEVISIÓN usa los tres al mismo tiempo - un tiro de un hombre que habla (el iconónico), las palabras que él usa (simbólico) y el efecto de lo que se filma (indexico).   (También suele decirse que la figura de Marilyn Monroe constituye los tres tipos simultáneamente).

No piense, eso si, que porque cualquier signo es icónico, entonces es en algún modo, mucho más natural que cualquier otra signo. Con cualquier clase de signo, siempre tenemos que aprender las convenciones culturales involucradas:  

  La convención es necesaria para la comprensión de cualquier signo, por  iconónico o indexico que sea. Necesitamos aprender como entender una fotografía... la convención es la dimensión social de los signos...: es el acuerdo entre los usuarios sobre los usos apropiados de, y las respuestas a, un signo[13].

El signo caminero consiste de: Un signo simbólico /el triángulo), que significa ¡Cuidado! Porque estamos de acuerdo en que significa eso. Es arbitrario, lo mismo podría haber sido u círculo, un cuadrado, octágono o un modelo de un durazno de plástico.

Un signo icónico que se ve como un hombre trabajando. Piense, sin embargo, en hasta dónde esto es determinado por nuestra cultura También hay ciertas convenciones activas aquí: Por ejemplo, podría ser un hombre tratando de poner un paraguas.  En una cultura más ruralizada, podría ser leído como un hombre tratando de apalear guano, en vez de materiales de reparación de caminos, o podría pasar por una mujer apaleando guano.

En este signo, hay dos rectángulos redondeados y la representación icónica de un hombre.  Los rectángulos no son signos, ellos no están significando, puesto que no tenemos un significado acordado para ellos.

El signo del hombre es icónico, puesto que se parece a un hombre, PERO piense en cómo representamos a las mujeres en esos signos: ellas aparecen usando polleras.  En otras culturas, el signo sería interpretado como pareciéndose a un ser humano, pero sería poco claro si es hombre o mujer.  Así es que hay un elemento cultural en nuestro entendimiento de ese signo.  Más aun, no significa normalmente “hombre”, sino mas bien, solo hombre son permitido pasar aquí.  De nuevo un entendimiento que surge porque estamos de acuerdo en que eso es lo que significa.

 

Hay solamente elementos simbólicos en este signo.

Es interesante notar cuán relativamente poco explicito es el signo.  Podríamos, por ejemplo, esperar “30+” con una línea a través

Nuevamente el mismo tipo de elementos:

Significante Significado

El círculo simbólico e un fondo blanco =

Algo está prohibido

El cigarrillo icónico Cigarrillo

Pero hay un elemento adicional, la barra, que es

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del mismo, o “<30”. Como en otros signos no tienen que ser completamente explícito.  Aprendemos lo que significa y eso es todo.

 

 

 

indéxica (un índice)

La barra indéxica Ud. no puede hacer esto

Lo asociamos con una barrera o con cruzar algo. Interesantemente, estos parece ser bastante común en signos, pero no en los signos de los caminos mismos.  Por ejemplo, el signo del camino que significa “Bicicletas no” simplemente tienen una bicicleta y un circulo rojo, el signo que significa “Vehículos no” simplemente tienen un círculo rojo ninguno tiene una barra atravesada (En Europa). ¿Quizás los diseñadores de tales signos de prohibición se sintieron impelidos a no incluir la barra como signo indéxico para no conductores no familiarizados con los signos del camino?

 

9. Semiótica y Significación Significación e Ideología  

Los signos no están “libres de valor”  

Si usted ha leído la sección en Semiótica y Cultura, entonces estará consciente que una cuestión fundamental para la semiótica es la manera que los valores de nuestra cultura (o sub-cultura) está incorporado en los sistemas de signos que usamos. Éste es un tema que se repite una y otra vez en los estudios de comunicación, como usted puede ver en la sección sobre Códigos e Ideología.(en inglés en el original)  

Todas esas demandas se relacionan con el concepto de ideología que usted encontrará particularmente importante para su estudio de los medios de comunicación de masas.  

Los sistemas de signos y “el equipaje cultural”  

Si usted ha leído a través de las secciones anteriores en el semiótica, recordará la referencia a Gillian Dyer a “el conocimiento cultural de un sistema, de lector” que le permite ver el potro en el anuncio de Marlboro, como significante de libertad.  

Los semiologistas han enfatizado que el lenguaje existe como un sistema estructurado de representaciones simbólicas. No vivimos entre, objetos físicos y eventos y relacionados con ellos. Vivimos entre, y relacionados a, sistemas de signos con significado. No nos sentamos en una estructura compleja de madera, nos sentamos en un taburete. El hecho que nos referimos a él como un TABURETE significa que es para sentarse, no es una mesa de café. En nuestras interacciones con otros, no usamos gestos al azar, hacemos gestos para mostrar nuestra cortesía, nuestro placer, nuestra incomprensión, nuestra aversión. Los objetos en nuestro ambiente, los gestos y palabras que usamos, derivan sus significados de los sistemas de signos a que ellos pertenecen.  

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Los sistemas de signos que usamos no son dados o naturales por casualidad. Son un desarrollo de nuestra cultura y por consiguiente conllevan significados culturales y valores, “el equipaje” cultural. Forman la conciencia de individuos, convirtiéndonos en seres sociales.  

El filósofa y psicoanalista francesa, Julia Kristeva, lo expresa esta manera: 

Lo qué semiótica ha descubierto... es que la ley que gobierna... cualquier práctica social está en el hecho que significa; es decir, se articula como un lenguaje[14].

La idea importante en lo que Kristeva dice, es que cualquier práctica social es “articulada como un lenguaje”.   Cualquier práctica social tiene significados que surgen del código que usan. Todo en nuestra vida social tiene el potencial para significar. No todo significa. Usar ropa nuestra sociedad no significa mucho en sí mismo, ¡aunque no usarla ciertamente lo hace!.  Pero qué ropa usar, ésa es una opción que significa algo. En la universidad dónde yo trabajo, los gerentes más antiguos son reconocidos inmediatamente por sus caros trajes  a raya, los profesores de Estudios de la Comunicación, Fotografía y el Arte & Diseño son reconocidos por no usar corbatas, secretarias de departamentos por sus finos tacones altos, y así sucesivamente. Recientemente en Argelia una mujer joven fue muerta de un disparo por los llamados fundamentalistas islámicos.  Su negativa a llevar el velo significó su negativa para aceptar a la ley islámica, y es aconsejable que los hombres argelinos que no desean arriesgarse a ser vistos como habiendo aceptado valores europeos lleven una barba islámica. 

Puesto que los códigos que usamos se localizan dentro de culturas específicas, no debe sorprender que esos códigos expresen y apoyan la organización social de esas culturas. Desde este punto de vista no hay tal cosa como significados que sean independientes de las posiciones ideológicas y políticas dentro de la lengua que se usa. Muchos analistas han llamado la atención sobre la manera en que los códigos  expresan y mantienen las relaciones de poder existentes. El sociólogo francés, Bourdieu, por ejemplo, considera que “todo intercambio lingüístico tiene el potencial para ser un acto de poder”.[15]  Él resalta la manera que la correspondencia íntima entre las estructuras sociales y mental estructura el cumple una función política. Para él los sistemas de símbolos no son meramente sistemas de entender, ellos son sistemas de dominación.  

Así, la significación no es neutra, libre de valores. Por consiguiente, los críticos Marxistas de literatura y los medios de comunicación han puesto mucho énfasis en 'la política de significación'. Si el discurso no es meramente una reflexión de realidad, sino activamente constitutivo de él, entonces aquellos que controlan el discurso, controlan la realidad. Por consiguiente hemos visto grupos subdesarrollados (mujeres, negros, obreros, o sus supuestos campeones los intelectuales Marxistas) comprometidos en un ataque a las prácticas significantes dominantes. Por ejemplo, Eagleton describe el lenguaje de Julia Kristeva como opuesto a todos las significaciones fijas, transcendentales, y puesto que la moderna sociedad de clases, machistamente dominada descansa en tales signos estables de su poder (como Dios, padre, el estado, el orden, la propiedad y así sucesivamente), tal literatura en el reino del lenguaje, se vuelve equivalente al de la revolución. en la esfera de la política[16].  

Roland Barthes y 'la significación del segundo-orden'  

Uno de los practicantes más experto y elegante de la semiótica fue el filósofo francés, Roland Barthes cuyo estilo es inmensamente ingenioso e incisivo. Sus trabajos maestros cubre la semiótica de asuntos tan diverso como los clásicos de Literatura francesa, publicidad de pastas, fotografías de

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revistas, automóviles Citroën y lucha libre.  Durante el curso del desarrollo de estructuralismo, el 'el giro lingüístico' en filosofía, antropología, sociología, etc., fue tan dominante que Barthes estaba preparado para considerar la revertir la clasificación de Saussure y considerar que la semiótica es una parte de la lingüística. Aunque Barthes no fue tan lejos como lo hicieron los post estructuralistas, desarrollando la primacía del lenguaje, su idea subyacente es que la semiótica misma está implicada dentro de las significancias con que está sobrecargado el lenguaje. Así, no puede haber “método” (semiológico, científico, sociológico, lingüístico, o lo que sea) que puede exigir ponerse fuera de los valores, ironías y aporías del lenguaje.  

La connotación  

Barthes establece una importante distinción entre lo que él se refiere a como diferentes órdenes de significación. Por ejemplo, el primer orden es el signo icónico, dónde la fotografía del automóvil significa el automóvil. En el segundo orden de significación hay todo un rango de connotaciones. Barthes, en  “la “Retórica de la Imagen” (1977) sostiene que en la fotografía, el significado denotado (el primero-orden) es realizado a través del proceso mecánico de reproducción. Los significados connotativos (el segundo-orden) son introducidos por la intervención humana: iluminación, poses, ángulo de la cámara, etc.  

Nosotros sabemos inmediatamente que estas tipografías están mal empleadas: 

(Hijos de Drácula)  

(Lo que el viento se l levó )

 

 

    (La vieja Casa de Te)  

(Computadores sin límite)

Tipografía original traducción

Pero en qué sentido están mal? Son equivocadas, porque en nuestra cultura esas fuentes no se usan de esa manera. Cuando miramos connotaciones, miramos la activación de significados arraigado profundamente en nuestra cultura.  

Las connotaciones de signos se vuelven particularmente importantes cuando miramos el uso de signos en anuncios publicitarios. Una fotografía de un automóvil se refiere ciertamente al automóvil significado en el mundo real, pero también puede connotar virilidad, libertad, riqueza, etc. Un anuncio para un whisky caro muestra la botella junto con las gafases de cristal en una mesa delante de un fogón abierto. En la parte de atrás del cuarto, los estantes están llenos de libros empatados en cuero. Estos libros no significan simplemente libros, ellos también connotan un nivel alto de educación y riqueza. Ellos son, por consiguiente, significantes de membresía a una cierta clase social. Esto es a lo que nos referimos como significación de segundo orden.  

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El mito  

La significación del segundo-orden, entonces, es lo que nosotros en otra parte llamamos connotación. Pero también es aquello a lo que Barthes llama mito. EnMitologías[17], Barthes cita el ejemplo de una fotografía en la tapa de la revista París Match.  Es de un soldado negro que lleva un uniforme francés. Él está haciendo el saludo militar y sus ojos están mirando fijamente hacia arriba, sin duda a la bandera  tricolor francesa. Esa, dice Barthes, es el significado de la fotografía. Ése es el significado en términos del  primer orden de significación, eso es lo que la fotografía denota.  

Pero Barthes continúa explicando el significado total de la fotografía. El significado total, el segundo orden de la significación (la connotación) debe surgir de las experiencias que hemos tenido y las asociaciones (las connotaciones) que hemos aprendido para acoplar con las signos. 

1 s ign i f icante 2s ign i f icado  

3 s i g n oII SIGNIFICADO

I SIGNIFICANTE 

III SIGNO

 

 

1 Foto de un soldado negro saludando a la bandera francesa

2 “Soldado negro

saludando a la bandera”

 

3 s i g n oII “GRAN IMPERIO FRANCÉS, TODOS SUS HIJOS IGUALES, ETC.”

I “SOLDADO NEGRO SALUDANDO A LA BANDERA

FRANCESA”

III SIGNO

 

Sin embargo, las tales connotaciones no pueden ser independientes de la cultura en que vivimos y dentro del cual operan nuestros sistemas de signos. La signo de este soldado particular se vuelve el significante de los valores culturales que él representa en la fotografía. Eso nos lleva a lo que Barthes se refiere como el mito. Bajo el funcionamiento de este mito, el signo se vuelve un significante de segundo orden. El significado es: “Francia tiene un gran imperio; todos sus hijos, sin la distinción de color, sirven fielmente bajo la bandera francesa y que no hay mejor respuesta a los críticos del colonialismo que este celo negro sirviendo a sus supuestos opresores.”  

La significación de tercero orden 

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La significación de tercero orden es una cuestión de los significados culturales de los signos. Estos significados culturales derivan no del signo mismo, sino de la manera que la sociedad usa y valora el significante y el significado.  

Deducimos los significados desde un stock de imágenes, nociones, conceptos y mitos que ya están disponibles en la cultura, en un contexto particular y en un momento particular.  

Claramente, Barthes ve la fotografía como ser mucho más de un significante que significa meramente su significó, el soldado saludando negro. Él se preocupa aquí por la importación ideológica de la fotografía. Por la ideología nosotros queremos decir lo que el propio Barthes prefiere referirse a como una mitología más o menos: los juegos de mitos que operan como las estructuras del organising dentro de una cultura, organising los significados que nosotros atamos a las signos. (1957)  

En la visión de Barthes la función del mito es legitimar la ideología burguesa. Su función es presentar ante nosotros una 'realidad' qué sirve los intereses de la burguesía de tal manera que los valores incorporados en esa 'realidad' parecen ser bastante natural, dados por hecho, sentido común (allant de soi).  

El trabajo práctico  

En su trabajo práctico, loa semiotica debe jugar un rol importante, particularmente en la fase dónde usted está analizando los artefactos existentes. No los tome simplemente al valor de uso; intente usar el análisis semiotico para ver bajo la superficie de las signos.  

Digamos, si regularmente muchos miembros de su público leen una revista particular: ¿tome lo que parece ser una página doble típica, extendida, ¿cuáles son los signos en él?, lingüístico, fotográfico, un diseño, mírelos en términos de 'significantes' y 'significados'. ¿Qué se denotó, qué se connotó? ¿Qué mitos se están activando?, los mitos del asunto en discusión, ¿Qué mitos de este grupo de lectores?.

10. Críticas a la semiótica  

Semiotica ha sido enormemente influyente en los estudios culturales. Ofreciendo la perspectiva de un análisis científico de todo el rango de códigos usados en 'la cultura de masas', la cultura 'popular', la cultura 'de consumio', 'subculturas (dependiendo del énfasis del comentarista), el semiotica hecha para   atraer a los críticos culturales y antropólogos. Es fácil ver por qué un método que prometía explicar el lenguaje, el cine, la televisión, la radio, o los periódicos, se volvía tan atractivo. Ciertamente, en el hábil análisis de un Roland Barthes, no puede evitarse la sensación de que uno está presenciando una serie de revelaciones. Pero hay críticas que hacerle al método semiótico, sin importar lo agradable que los trabajos de Barthes pudieran ser (y lo aparente y profundamente impenetrable de otros').  

Quizás la objeción más seria, a mi parecer, es eso aquella hecha por Don Slater, a saber, que el proyecto emprendido por Saussure es  

[describir] la estructura interna de un sistema de significado y en la respuesta a un tipo de pregunta bastante nuevo, no ¿“Por qué ella dijo eso?” ', “¿Por qué BMW es un símbolo de estatus?”,”¿'Por qué en nuestra sociedad la tecnología connota

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masculinidad?”, sino “¿Cómo es que la estructura de un sistema de signos hace posible y ofrece ciertos recursos para ciertas declaraciones, significados y asociaciones y de manera confiable?” ', ¿”Cómo se sostiene en forma ordenada e inteligible el significado?”[18]

Como puntualisa Slater, sin importar lo interesante que pueda parecer este proyecto, no es un proyecto de explicación social. Refiriéndose al análisis de un anuncio de perfume, hecho por Judith Williamson (1970), él puntualiza que aunque la conexión entre cierto tipo de feminidad representado por Catherine Deneuve y Chanel 5 puede ser los antológicamente arbitraria (es decir no hay ningún conexión necesario o natural entre ellos), ciertamente la conexión no es socialmente arbitraria y nosotros no podemos discernir “la compleja historia de acciones sociales y motivaciones a través de los que han sido conectados (el patriarcado, comercio etc.)” simplemente examinando las conexiones de los elementos formales dentro de un texto. Como resultado del intento de los semiotistas hacer justamente eso, “la estructura es [...] tratada como una causa, una respuesta a una cuestión social de por qué, en lugar de una pregunta  estructural  acerca del cómo”. 

Aparte de esos esfuerzos crece lo que Slater llama “arrogancia teórica”, aunque permanece incierto, como puntualiza Slater, por qué la descripción de los semiotistas' acerca de la estructura profunda de los textos deben ser mejor, más fiable, más exacta o más científica que la de nadie más. De hecho, no noto en las lecturas de Barthes acerca de las formas de la cultura popular, o en su lectura del novelista francés Balzac, algo que me golpee como cualitativamente diferente de, digamos, la crítica literaria convencional con la que fui acostumbrado con en la universidad. Hemos tratado esta “arrogancia teórica” en otra parte, por ejemplo en las críticas del acercamiento Marxista a los medios de comunicación o en las secciones en la Investigación sobre la Nueva Audiencia y que me parece una crítica seria y fundamentada.  

Más serio, aunque quizás más académico, es el cargo que el semiotica en primer lugar se estaba escondiéndo de nada, puesto que el estructuralismo y post-estructuralismo derivan de una equivocación fundamental de la relación entre el estudio especializado de la lingüística y las conclusiones filosóficas más generales que pudieron (o no) deducirse legítimamente de ella. De hecho, si uno acepta la visión de Chomsky de la lingüística estructural, entonces las apreciaciones que proporciona son esencialmente muy limitadas. Según Chomsky, la insistencia de Saussure de que los únicos métodos apropiados de análisis lingüístico son la segmentación y la clasificación, significa que este método es inapropiado para descubrir la estructura profunda de lenguaje. En la opinión de Chomsky, “el cuidadoso y serio intenta construir los ‘procedimientos de descubrimiento’, esas técnicas de segmentación y clasificación a que Saussure se refirió.... eran un fracaso, yo pienso que generalmente eso ahora se entiende.” [19]  Chomsky también desafía la presunción subyacente de la semiótica,  que todas las acciones sociales están “estructuradas como un lenguaje”, como se dice a menudo. Haciendo un comentario sobre el trabajo de Lévi-Strauss --el antropólogo francés y mayor figura en el desarrollo del estructuralismo-- él observa que en el estudio de sistemas de parentesco “nada se ha descubierto que sea aproximadamente comparable al lenguaje en esos dominios”. Aunque reconociendo la seriedad y profundidad del trabajo de Lévi-Strauss, Chomsky no “ve qué conclusiones pueden alcanzarse del estudio de sus materiales, más allá del hecho que la mente salvaje intenta imponer alguna organización en el mundo físico, que los humanos clasifican, si es que realizan algún acto mental en absoluto. Específicamente, la crítica muy conocida de Lévi-Strauss en totemismo parece reducirse a poco más que esta conclusión”.

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Para una crítica completa del pensamiento structuralista, recomiendo al lector al acertado libro de  Thomas Pavel, El Feudo del Lenguaje, que analiza la empresa estructuralista y poste-estructuralista en detalles meticulosos, aunque su desprecio es a menudo bastante evidente para un método que “ofreció simplemente esa arremetida formalismo necesaria para crear la impresión de rigor científico; es más su simplicidad permitió una fácil aplicación universal y libertad para modificar los detalles a voluntad”[20].    Critica a Lévi-Strauss por 'la levedad' con que emprendió la tarea de aplicar la lingüística estructural al análisis del mito, y a Barthes por basar su sintaxis narrativa en el trabajo de Hjelmslev que nunca había desarrollado una sintaxis, en primer lugar.  

Según Pavel la oscuridad de mucha escritura en el estructuralismo y poste-estructuralismo es simplemente debido a la incomodidad que los autores sentían al estar tan mal preparados para  confrontar los problemas filosóficos de lenguaje: 'la oscuridad estilística se volvió la marca de un estatus científico del que nadie tenía la competencia o el valor para dudar.”  

Finalmente, esta la pregunta de la presunción subyacente de determinismo lingüístico que apoyan a la mayoría de las investigación sobre estudios culturales, (vea las citas, por ejemplo, en la sección sobre códigos e ideología). Como hemos visto anteriormente, se ha defendido (simplificando un poco) que somos prisioneros de nuestro lenguaje y otros sistemas significantes. Si este argumento puede ser razonablemente sostenido, puede ser cuestionable. (Vea la sección en la hipótesis de Sapir-Whorf.) el Steven Pinker, trabajando sobre la idea de Noam Chomsky de la “lingüística Cartesiana” (es decir, que el cerebro tiene un dispositivo de adquisición de lenguaje con una comprensión de 'la gramática universal' construida en él desde el nacimiento) propone que la adquisición de lenguaje es un instinto. Esto tiene las consecuencias de largo alcance: 

Pensando en lenguaje como un instinto invierte la sabiduría popular, sobre todo como ha sido transmitido en el canon de las humanidades y las ciencias sociales. El lenguaje no es más una invención cultural que lo que puede ser la postura erguida. Usar símbolos, no es una manifestación de una capacidad general: un niño de tres años... es un genio gramatical, pero es bastante incompetente a las artes visuales, en la iconografía religiosa, en los signos de tráfico y todas los otros tópicos del plan de estudios de la semiótica.....  

.... Una vez usted empieza a mirar el lenguaje no como la inefable esencia de singularidad humana, sino como una adaptación biológica para comunicar información, deja de ser una  tentación para ver al lenguaje como un insidioso formador de pensamiento, y como veremos, no lo es.[21]

Como Chomsky[22], Pinker arguye que otras practicas significantes, non-lingüísticas, no pueden   considerarse siendo “estructuradas como un lenguaje”  y de hecho él produce fuerte evidencia de que algunos mecanismos de aprendizaje parecen ser desarrollados para el lenguaje mismo y no para la más general manipulación de símbolos. Si aceptamos eso, entonces el proyecto semiotico entero parece estar muerto en el agua. Más allá, si aceptamos que el lenguaje es un instinto, como Pinker arguye, entonces debemos rechazar la noción de que el lenguaje forma nuestro pensamiento. Puesto que mucho de los  estudios culturales depende de una aceptación de las dos proposiciones  que Pinker rechaza, entonces mucho de los estudios culturales están ciertamente muerto. Como Pinker dice: 

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Chomsky ataca lo que todavía es uno de las fundaciones de vigésimo-siglo la vida intelectual - el 'el Modelo de la Sociología Normal' según que la psique humana se amolda por la cultura circundante[23]

Puede también ser posible extender el argumento de la lingüística Cartesiana a otros aspectos de la mente humana. Como puntualiza Chomsky, un momento de reflexión sugiere que es bastante curioso que nosotros no suponemos que el organismo humano aprende, como resultado de la experiencia, para crecer los brazos en lugar de alas, así que no es inmediatamente evidente por qué debemos suponer que las capacidades mentales no son tambien principalmente genéticamente determinadas. Aunque rechazado por algunos, se aceptan ampliamente los argumentos de Chomsky en el favor de una gramática universal innata. ¿Así, por qué no podemos suponer que el desarrollo de personalidad, los modelos del conductas y las estructuras cognoscitivas se determinan también genéticamente? Chomsky se refiere al argumento de Platón de que no podemos conocer todo lo posiblemente sabemos, simplemente como el resultado de la experiencia. Debemos tener un poco de conocimiento innato. 

Cuestionar eso es tan sensato como suponer que el crecimiento desde un embrión hasta ser un pollo, en lugar de una jirafa, es determinado por datos de nutrición. [24]

El argumento de Platón, de que mucho de lo que sabemos debe recordarse desde una 'existencia anterior' parece elegante, pero, Chomsky sugiere, reemplace “herencia anterior” por “dotación genética”y usted tiene una explicación de conocimiento innato, que es consonante con las explicaciones de biología moderna. Por ejemplo, Pinker demuestra convincentemente que los seres humanos nacen con instinto para interpretar el espacio y las relaciones espaciales, incluso la noción de la identidad misma de un objeto. Eso no es, por supuesto, sugerir que el ambiente y nuestra experiencia no juegan rol alguno. Un niño nacido cataratas permanecerá ciego si no es operado temprano en la vida, aunque su equipamiento físico para ver permanezca intacto; un niño privado de lenguaje durante sus años formativos no adquirirá nada más comunicativo que un tipo de pidgin; un niño nacido con los miembros perfectos desarrollará raquitismo si es malnutrido. Y allí parece haber una convincente evidencia de que un niño que es abusado tiene la posibilidad de ser un abusador cuando adulto, un niño privado de amor encontrará difícil reciprocar el afecto. No obstante, si aceptamos la proposición de que  la adquisición Chomskiana del lenguaje puede extenderse a otras capacidades mentales, como la personalidad y cognición, entonces el rechazo relativista radical de cualquiera de esas nociones como una naturaleza humana esencial (un rechazo generalmente asociado con las demandas del posmodernistas sobre la alteridad y el Otro), entonces mucho del postmodernismo también debe parecer cuestionable. Refiriéndose al ataque del psicolingüista  Jerry Fodor al relativismo, Pinker dice: 

Para Fodor, la percepción un módulo de una sentencia que entrega literalmente una frase del hablante, no distorsionada por los prejuicios del oyente y sus expectativas, es emblemática de una mente humana universalmente estructurada, lo mismo en todos los lugares y tiempos, que permitiría a las personas estar de acuerdo en lo que es justo y cierto como una materia de realidad, objetiva en lugar de gustos, costumbres e interés en si mismo[25]

Como Pniker prontamente confiesa, es “un poco estrecho” proceder de la identificación de un dispositivo de adquisición de lenguaje y una gramática universal par llegar a una proposición tan lejana, pero me parece como si la psicología cognoscitiva y evolutiva y la lingüística están

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dirigiéndose en esa dirección, en el peor de los casos no más especulativamente que las teórico culturales y en el mejor de los casos,  harto más comprensiblemente. 

La evaluación de Pinker de la gravedad del desafío propuesto por el libro 'Modelo de la ciencia Social Estándar  está fuertemente representado en esencialismo del pasaje siguiente: 

... en la vida académica moderna “esencialista” es casi la peor cosa usted puede llamar a alguien. En las ciencias, el esencialismo es equivalente al creacionismo. En las humanidades, la etiqueta implica que la persona se subscribe a creencias dementes como que los sexos no se construyen socialmente, que hay emociones universales, que un mundo real existe, y así sucesivamente. Y en las ciencias sociales, 'el esencialismo' ha unido 'al reduccionismo', 'al determinismo' y 'la reificación' como un término de ofensa lanzado a cualquiera que intenta explicar pensamiento humanos y conductas en lugar de redescribirlas.[26]

11. Estructuralismo y Post-estructuralismo 

La semiótica o el semiología es un ejemplo de la escuela de filosofía social conocido como el estructuralismo. De hecho, pueden verse los semiótica como la forma paradigmática del estructuralismo. La premisa básica del estructuralismo es que pueden analizarse sociedades y prácticas sociológicas o culturales, como sistemas significantes, siguiendo las líneas del lenguaje. Así encontramos los métodos estructuralistas aplicados, no sólo a la lingüística de Saussure, sino también a la más amplia crítica cultural de Barthes, la antropología de Claude Lévi-Strauss y el psicoanálisis de Jacques Lacan. En el estructuralismo, el asunto es el descentralismo, en otros términos, el enfoque central sobre el individuo de mucho del análisis social, es reemplazado por el enfoque sobre las estructuras, en las que el individuo es simplemente otro elemento (vea la sección en el mi mismo descentrado).  

En el post-estructuralismo, del que los trabajos más tardíos de Barthes son un anuncio, se lleva más allá al descentramiento del sujeto, a tal magnitud que el post-estructuralismo puede verse como anti-humanista, y así, al menos potencialmente, opuesto a las grande metanarrativas de la modernidad. Finalmente, desde que en el estructuralismo, el sujeto y la estructura están entrelazados estrechamente, un ataque a la estructura también traer consigo un ataque a la noción del sujeto.  

He escrito anteriormente que usted debe, en su trabajo práctico, “intentar cavar bajo la superficie de las signos”. Ésa es de hecho una posición modernista, una creencia que hay algo detrás de las signos y que si la producción de los medios de comunicación de signos fuera usada responsablemente y honestamente, entonces podría usarse para el beneficio de la sociedad. La crítica Marxista de los medios de comunicación, por ejemplo, analizando el armazón ideológico dentro de que se sitúan los mensajes de los medios de comunicación, presupone que es de algún modo posible ver a través de la representación torcida, a una realidad más allá de la representación. Por ejemplo, el trabajo del Grupo de Trabajo de los Medios de Glasgow, sobre representaciones de disputas industriales por la televisión, comparándolas con otro informes o artículos de prensa, supuestamente más objetivo, asume que es posible hacer, más allá de la representación del televisión, alguna clase de verdad sobre la realidad de esas disputas industriales. Jürgen Habermas, en su teoría de acción comunicativa, o en su presentación de su comprensión de la esfera pública, presume la posibilidad de comunicación no distorsionada.  Barthes, sin embargo, en sus  últimos trabajos, en su fase posestructuralista, arguyó que el lenguaje no es transparente. No podemos

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mirar a través de él, a una realidad más allá del lenguaje. Aunque el post-estructuralismo es, como lo implica el término, de muchas maneras un rechazo al estructuralismo, también puede verse como el desarrollo lógico del mismo. Recuerde que Saussure insistió en que el significado reside, no en una relación entre un significante y sus referentes, en el sentido de alguna cosa “allí afuera”, sino entre el significante y su significado, en el sentido de un concepto duro y también a través de la relación de signos arbitrarias a entre si. Así, el sistema Saussureano ya tiene dentro del mismo, una visión de códigos como sistemas que se refieren a si mismos.  

En cuanto a lo que concierne a la noción de signo, la diferencia significante entre el estructuralismo y post-estructuralismo es el privilegiando del significante en el post-estructuralismo. No hay ninguna correspondencia simple entre el significante y el significado (o referente). Lacan habla de significantes resbalando y patinando, y Derrida acuñó el término de “significantes flotante” para referirse a significantes que tiene una relación indeterminada no mejor que incierta, con cualquier posible realidad extra-lingüística. Simplificando fuertemente, el estructuralismo tiende a asumir un “modelo profundo”, en otros términos, podemos sondear detrás de un texto para encontrar la verdad y al hacerlo, de alguna manera, pararse fuera del lenguaje, por ejemplo usando el “metalenguaje” del análisis lingüístico, sociológico o filosófico. En el contraste, el post-estructuralismo tiende a poner el énfasis en la actividad del lector, en un proceso productivo de comprometerse con los textos y el sujeto mismo; quienes hacen esta clase de compromiso no tienen una identidad estable ni una conciencia unificada, pero el/ella es estructurado por el lenguaje (vea la sección en el yo descentrado). No podemos pararnos fuera del lenguaje, no puede haber ningún metalenguaje, o, en las condiciones de Derrida, “no hay un lado externo del texto'. Ningún significante está nunca libre de cualquier otro significante, todos están unidos juntos en una semiosis infinita. Así ninguna significación está nunca cerrada. (En este conexión, vea también la sección sobre postmodernismo)

[1] http://www.cultsock.ndirect.co.uk/MUHome/cshtml/index.html[2] Note favor: en lo que sigue, nos referiremos frecuentemente a los semiologistas franceses quienes generalmente prefirieron el término semiología a el de semiotica. Sin embargo, generalmente hemos usado el término 'semiotica' que está más extendido en los países angloparlantes.  [3]  Sus conferencias publicadas por dos de sus estudiantes en 1915, después de su muerte.[4]  Saussure, 1979, p.33.[5] Wittgenstein (1958) pág. 4[6] “Imagen de la palabra”o “Imagen acústica” son lo mismo.  Corresponde a la traducción de “sound  image” en inglés, que se leería como “imagen acústica”.  La expresión imagen de la palabra o sonido se refiere a la imagen escrita o al sonido de una palabra, desprovista de su significado (por lo tanto solo “significante”). N. del T.[7] Cristal (1987)  [8] Para una discusión de algunas de esas razones, vea la sección en “Significar”.  [9] Es por esta razón que Saussure vio a la semiótica como una rama de la psicología social. [10] Fiske, 1987 pp 4-5. [11] Que significa simultáneamente carne para el consumo y la oveja viva.[12] Sausssure (1971) pp.151-2[13] (Fiske (1982)[14] Citado en el Billington et al. 1991[15]  (1992).[16] Eagleton (1983: 188) [17] (1957)[18]  (1997: 141) [19] (1968).

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[20] (1989: 132)[21] Pinker, 1994: 18-19 [22] Si le gustara seguir al debate, vea Unofficial Web Page about Steven Pinker - About the Controversy over the Source of Language: Instinct or Culture? http://www.math.tohoku.ac.jp/~kuroki/Pinker/[23] Pinker 1994: 23 [24] Chomsky (1996: 10) [25]  Pinker 1994: 405 [26] Pinker, 1998: 325-6 

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Trabajo Práctico Evaluativo Integrador Nº 1:

Unidades 1, 2, 3 y 4:Unidad 1: La Semiótica como disciplina. Devenir histórico.Surgimiento de la disciplina. Semiótica/Semiología. El signo y sus diferentes concepciones. Semiótica de primera generación: la comunicación y la significación. Semiótica de Segunda generación: la producción de sentido. Crisis del principio de la inmanencia. Semiótica de tercera generación: teorías de la recepción. El giro semiótico.Unidad 2: Fundación europea. De la lingüística a la semiología. El estructuralismoEl modelo binario de significación. La lingüística como ciencia. Lineamientos teóricos de la Lingüística saussureana. Lenguaje, lengua y habla. El signo y sus propiedades. Significación y valor. Relaciones sintagmáticas y paradigmáticas. Saussure y el estructuralismo. Dicotomía naturaleza/historia. La “desnaturalización” del significante. Denotación y connotación. Otros sistemas de significación. Sistema de la expresión y del contenido. Semiótica de la imagen. Unidad 3: Fundación americana. Semiótica y pragmatismo.El modelo ternario de significación. La semiótica lógico-pragmática. Definición ternaria del signo de Pierce. La construcción social de lo real. Faneroscopía. La semiosis infinita. La segunda tricotomía: relación representamen-objeto. Tipos de inferencia: deducción, inducción y abducción. Unidad 4: Teoría del enunciado de Mijail Bajtín. El signo ideológico.El pensamiento bajtiniano: la concepción del signo y la circulación del sentido. El lenguaje social: críticas al objetivismo y al subjetivismo. Dialogismo. Heterología. Géneros discursivos y acumulación del sentido como principio constructivo de la ‘realidad’. Géneros carnavalizados. La palabra viva La otredad y el acto responsable.

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