ISAL

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forjando04.pdf El aporte de Iglesia y Sociedad en América Latina (ISAL) ISAL estuvo integrada y recibió colaboraciones de personalidades re- presentativas del quehacer religioso latinoamericano pertenecientes a varias confesiones de fe: doctor Julio de Santa Ana, Luis Odell, Richard Shaull, doctor Julio Barreiro, pastor Rubem Alves, Hugo Assmann, Hiber Conteris, Héctor Borrat, pastor Miguel Brun, Mauricio López, pastor Oscar Bolioli, entre otros. ISAL fue investigada y perseguida por la dictadura uruguaya. Va- rios de sus miembros fueron encarcelados, otros marcharon al exilio e incluso uno de ellos, Mauricio López, argentino, de la Iglesia de los Hermanos Libres, figura en la lista de los detenidos-desaparecidos. Desarrollo aquí el relato que el doctor Julio de Santa Ana hace sobre el proceso de ISAL en sus distintas etapas: Breve síntesis sobre Iglesia y Sociedad en Latinoamérica y Uruguay (ISAL) (1959-1973) Antecedentes Los acontecimientos siempre forman parte de un proceso. Los que corresponden a la historia del Cristianismo no son excepción. Ese pro- ceso está relacionado a un contexto. Por lo tanto, hay que tratar de discernir cuáles son los elementos que influyen sobre la marcha de los hechos. Cuando se busca comprender el origen de Iglesia y Sociedad en América Latina (ISAL) se observan dos corrientes de fenómenos his- tóricos que se amalgaman: la más importante corresponde a la historia de América Latina; la otra tiene que ver con la “Iglesia”. La sociedad es como un puente que sirve de vía de comunicación entre el proceso latinoamericano y la evolución de las Iglesias. ISAL surgió a comienzos de la década de 960. En ese período, el elemento dominante del proceso latinoamericano era la revolución cu- bana, ésta precipitó una toma de conciencia antiimperialista que bus- có cambios radicales en la vida económica, social, política y cultural de nuestros países. La juventud latinoamericana fue un sector social que vivió con un interés particular las expectativas promovidas por los sucesos desencadenados en Cuba a partir de 959. En las Iglesias Evangélicas esos acontecimientos causaron una po- larización de opiniones. Por un lado, hubo una mayoría que continuó apoyando a los estadounidenses y su política contraria a los cambios sociales, económicos y políticos. Por otro lado, una pequeña minoría acompañó la causa cubana. Este grupo se hizo notar también por su simpatía hacia el movimiento ecuménico, que en ese tiempo empezaba a ser conocido entre las Iglesias sobre todo por su preocupación social.

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Historia de ISAL

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    El aporte de Iglesia y Sociedad en Amrica Latina (ISAL)

    ISAL estuvo integrada y recibi colaboraciones de personalidades re-presentativas del quehacer religioso latinoamericano pertenecientes a varias confesiones de fe: doctor Julio de Santa Ana, Luis Odell, Richard Shaull, doctor Julio Barreiro, pastor Rubem Alves, Hugo Assmann, Hiber Conteris, Hctor Borrat, pastor Miguel Brun, Mauricio Lpez, pastor Oscar Bolioli, entre otros.

    ISAL fue investigada y perseguida por la dictadura uruguaya. Va-rios de sus miembros fueron encarcelados, otros marcharon al exilio e incluso uno de ellos, Mauricio Lpez, argentino, de la Iglesia de los Hermanos Libres, figura en la lista de los detenidos-desaparecidos.

    Desarrollo aqu el relato que el doctor Julio de Santa Ana hace sobre el proceso de ISAL en sus distintas etapas:

    Breve sntesis sobre Iglesia y Sociedad en Latinoamrica y Uruguay (ISAL) (1959-1973)

    Antecedentes

    Los acontecimientos siempre forman parte de un proceso. Los que corresponden a la historia del Cristianismo no son excepcin. Ese pro-ceso est relacionado a un contexto. Por lo tanto, hay que tratar de discernir cules son los elementos que influyen sobre la marcha de los hechos. Cuando se busca comprender el origen de Iglesia y Sociedad en Amrica Latina (ISAL) se observan dos corrientes de fenmenos his-tricos que se amalgaman: la ms importante corresponde a la historia de Amrica Latina; la otra tiene que ver con la Iglesia. La sociedad es como un puente que sirve de va de comunicacin entre el proceso latinoamericano y la evolucin de las Iglesias.

    ISAL surgi a comienzos de la dcada de 960. En ese perodo, el elemento dominante del proceso latinoamericano era la revolucin cu-bana, sta precipit una toma de conciencia antiimperialista que bus-c cambios radicales en la vida econmica, social, poltica y cultural de nuestros pases. La juventud latinoamericana fue un sector social que vivi con un inters particular las expectativas promovidas por los sucesos desencadenados en Cuba a partir de 959.

    En las Iglesias Evanglicas esos acontecimientos causaron una po-larizacin de opiniones. Por un lado, hubo una mayora que continu apoyando a los estadounidenses y su poltica contraria a los cambios sociales, econmicos y polticos. Por otro lado, una pequea minora acompa la causa cubana. Este grupo se hizo notar tambin por su simpata hacia el movimiento ecumnico, que en ese tiempo empezaba a ser conocido entre las Iglesias sobre todo por su preocupacin social.

  • Ambas corrientes (de carcter vanguardista) se cruzaron de varias maneras para generar a ISAL. El impacto de la revolucin cubana tras-cendi los lmites de la propia isla, dinamiz la discusin ideolgica. A partir de la definicin de Fidel Castro de que la revolucin era mar-xista-leninista muchos, que tenan una conciencia progresista, to-maron la decisin de adoptar ideas socialistas. En las Iglesias Evan-glicas, la minora ecumnica que se expresaba a travs de la Unin Latino Americana de Iglesias Evanglicas (ULAJE) y de los Movimientos Estudiantiles Cristianos afiliados a la Federacin Mundial de Estu-diantes Cristianos (MEC/FUMEC), tom partido con entusiasmo por la revolucin cubana.

    Este cruzamiento de orientaciones se concret, adems de otros procesos, en la celebracin de la . Consulta de Iglesia y Sociedad en Huampan, Per (96), donde se fund la Junta Latinoamericana de Iglesia y Sociedad (ISAL). Los miembros de la Junta eran representan-tes de las Federaciones o Consejos de Iglesias (Evanglicas). El obispo Almir dos Santos (metodista de Brasil) fue nombrado presidente, Luis E. Odell (tambin metodista) era secretario ejecutivo. Hiber Conteris y Gerardo Pet fueron sus colaboradores en el secretariado. Localizar la sede de ISAL en Montevideo fue una de las decisiones que influyeron para que en el Uruguay no se percibiese claramente la diferencia entre ISAL como organismo latinoamericano y sus acciones orientadas espe-cficamente al servicio de las Iglesias y de la sociedad uruguaya.

    El programa inicial de ISAL

    Desde 96 hasta 965 el programa que intent cubrir ISAL tuvo los siguientes componentes:

    a) promover la accin ecumnica entre las Iglesias (principalmente las Evanglicas) en asuntos relacionados con la Iglesia y la sociedad; b) desarrollar estudios sobre cuestiones de Iglesia y sociedad (por ejem-plo: Bases para la accin social del cristiano) y otros ms especiali-zados (Fe cristiana e ideologas, La Iglesia: comunidad, institucin o movimiento?) que estuvieron a cargo de grupos ecumnicos interna-cionales; c) publicaciones (varios libros y la revista Cristianismo y Socie-dad) que sirvieron para difundir un pensamiento renovador en teologa, asuntos polticos y sociedad; d) formacin de laicos mediante institutos que funcionaron en diversos pases de Amrica Latina.

    Se puede apreciar que ISAL se encamin al principio de su exis-tencia a travs de lneas de trabajo en el campo terico. Algunos de sus miembros entendan que su trabajo deba ser ms comprometido con la realidad latinoamericana. Tuvo lugar entonces (abril de 965) el movimiento del coronel Caamao en Repblica Dominicana, que fue duramente reprimido por los Estados Unidos. Caamao intent devol-ver una legitimidad democrtica al pas, y busc devolver el poder al

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    Presidente Juan Bosch, que haba sido derrocado por una coalicin de fuerzas reaccionarias. La proximidad de Cuba y la influencia revolu-cionaria que irradiaba la revolucin cubana fueron factores que deben tenerse muy en cuenta para entender cmo la opinin de los pueblos latinoamericanos se enardeci cuando Caamao desembarc en Re-pblica Dominicana y los Estados Unidos reprimieron duramente ese intento de liberacin.

    ISAL apoy la lnea revolucionaria, fue una minora aislada entre las Iglesias Evanglicas de Amrica Latina. ISAL se enfrent entonces con el poderoso Comit de Cooperacin de las Iglesias Norteamericanas con Amrica Latina (CCIAL) que decidi suspender el apoyo financie-ro que daba a ISAL. Fue entonces que el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), que colaboraba financieramente, asumi la responsabilidad del sostn necesario para que ISAL implementase sus programas.

    Esos hechos condujeron a ISAL a una actitud antiimperialista y, concomitantemente, a una posicin revolucionaria, que creca en la sociedad latinoamericana. Fue un proceso que culmin en enero de 966, cuando tuvo lugar la Consulta en El Tabo, Chile. Varios Conse-jos de Iglesias tomaron distancia de ISAL (se adhirieron a UNELAM, el Comit Pro Unidad Evanglica en Amrica Latina, que en 978 tom la decisin de crear el Consejo Latino Americano de Iglesias (CLAI)).

    Estos acontecimientos precipitaron una segunda poca en la accin de ISAL (966-967). Durante la misma, adems de hacer evidente la actitud antiimperialista y el compromiso revolucionario (que se tradujo en un acercamiento muy claro de la reflexin teolgica que realizaba ISAL al pensamiento marxista), comenzaron a aparecer algunos movi-mientos nacionales de ISAL. Por ejemplo, en Uruguay tuvieron lugar dos encuentros (en mayo de 967 y en febrero de 968): el primero en el Centro Emmanuel de Colonia Valdense, y el segundo en el Parque 7 de febrero. Hoy sabemos que gente de la Polica estuvo presente en el segundo encuentro. Desde entonces ISAL Uruguay fue considerado por el Departamento de Inteligencia de la Polica como parte de la sub-versin organizada.

    En el transcurso de ese breve lapso, otros movimientos naciona-les comenzaron su accin en Brasil, Colombia, Mxico, Bolivia, Puerto Rico. Una de sus caractersticas continu siendo la de grupos peque-os, que sin embargo tuvieron cierta influencia sobre sus entornos respectivos. La militancia antiimperialista fue muy clara a partir de la publicacin del pequeo libro de Pablo Franco: La influencia de los EE.UU. en Amrica Latina; era una referencia clara y aglutinante de los grupos de ISAL. Estos se reunieron, al mismo tiempo que UNELAM convocaba a los Consejos de Iglesias, a las mujeres evanglicas y a la juventud, en el mismo lugar, (Piripolis) en diciembre de 967.

    Luego de ese encuentro, se inici la tercera poca de la breve historia de ISAL (1968-1971). Fueron encaminadas tres cosas muy importantes:

  • En primer lugar, se articul ms claramente la reflexin teolgica que desarroll ISAL. Hasta entonces la teologa que expuso el movi-miento era de tipo radical; se puede decir que era una prolongacin de las ideas de Bonhoeffer que Richard Shaull fue el primero en intro-ducir en Amrica Latina. (La influencia de Shaull sobre las pequeas comunidades de estudiantes y los grupos de ISAL fue evidente). Sin embargo, fue Rubem Alves (discpulo de Shaull) quien sistematiz la reflexin teolgica. Tom una posicin ms radical, que convergi con el pensamiento de otros telogos latinoamericanos (Gustavo Gutirrez, Juan Luis Segundo, Hugo Assmann que fue Secretario de Estudios de ISAL a nivel continental a partir de 97), que dieron formacin a lo que se conoce como teologa latinoamericana de la liberacin. Todos ellos y Alves entendieron que la reflexin teolgica es un acto segundo que sigue a la praxis: lo ms importante es la ortopraxis, la teologa viene despus. Se perciba una innovacin de la praxis cristia-na en Amrica Latina, tanto entre catlicos como entre grupos como los de ISAL. Alves, Gutirrez, Segundo y otros la caracterizaron como praxis de liberacin (el primer libro de Rubem Alves se llam Teologa de la esperanza humana, pero fue registrado como tesis en la Facultad de Teologa de Princeton como Teologa de liberacin y la esperanza). Alves fue el primero en darle esa apelacin. Gutirrez fue ms preciso cuando dijo que era una reflexin teolgica a partir de una praxis de liberacin. Juan Luis Segundo formul un pensamiento radical en su Liberacin de la Teologa. Assmann escribi Opresin -liberacin: desa-fo a los cristianos. Tanto el libro de Alves como el de Assmann fueron publicados por ISAL.

    Cabe sealar que esta lnea de reflexin teolgica era la que se ofre-ca en los cursos o institutos que organizaba ISAL.

    En segundo lugar, la prioridad que se dio a la praxis tuvo que ser confirmada no slo en lo individual, sino en lo comunitario. Esto se rea-liz mediante la posicin de ISAL a favor de la educacin popular, que encontr en el pensamiento de Paulo Freire su maestro. Paulo Freire haba publicado La educacin como prctica de la libertad, y sus ideas merecieron la censura de los militares que haban institucionalizado la dictadura en Brasil; fue transitoriamente preso y, al recobrar su liber-tad, se exili en Chile. En la reunin que ISAL realiz en Piripolis, al mismo tiempo que se decidi iniciar un nuevo programa (Educacin para la justicia social), se pens que Paulo Freire podra ser asesor del mismo. Una de las primeras acciones de ese programa (EPJS) fue publi-car un manuscrito de Freire: Pedagoga del oprimido; otra fue organizar una serie de Cursos de Formacin para animadores de los crculos de educacin popular en varios pases de Latinoamrica. Estas acciones iniciaron un proceso que puso a ISAL en el mapa de Amrica Latina.

    En tercer lugar, en tanto la Iglesia catlica en Amrica Latina organi-z la Segunda Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Medelln,

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    Colombia (968), donde prevaleci una concepcin de la evangelizacin que dijo que la opcin preferencial de Dios es por los pobres, UNELAM organiz la 3 Conferencia Evanglica Latinoamericana (3. CELA, Bue-nos Aires, 969). ISAL intent dar a conocer un documento en el que ex-pres una posicin eclesiolgica, que fue prcticamente rechazado (has-ta cierto punto, tambin censurado) por UNELAM. Se hizo muy evidente la posicin crtica a las Iglesias Evanglicas por parte de ISAL, as como la posicin de las Iglesias frente al movimiento. Las Iglesias ms conser-vadoras, previamente a la 3. CELA, se haban reunido en Cochabamba para tomar posicin contra los movimientos progresistas latinoamerica-nos y condenaron a ISAL. Algunos miembros de ISAL fueron denunciados por dirigentes de UNELAM a los organismos represores de Brasil, Uru-guay, Paraguay, etctera. ISAL procur, desde su posicin muy crtica, construir puentes de comunicacin con las Iglesias y para eso public un nmero de la revista y un libro. Estos no tuvieron el eco esperado. La intencin de ISAL de llegar a ser un grupo intermedio entre la Iglesia y la sociedad no lleg a concretarse. Antes bien, ISAL fue como un mos-quito que pica y molesta a las instituciones eclesisticas.

    Poco a poco se inici la cuarta poca de la historia de ISAL: desde finales de 1971 hasta 1975, cuando ISAL tom la decisin de dejar de ser y transformarse en ASEL (Accin Social Ecumnica Latinoameri-cana). Hay dos orientaciones que prevalecieron en este perodo: por un lado, un nfasis en la participacin popular. El perodo en el que prevaleci una praxis de educacin popular llev a una nueva toma de conciencia; se pens entonces en que era necesario que ISAL se lanzase a la accin popular (segn el lenguaje de ese tiempo: a estar con las masas). Una nueva reunin del movimiento a nivel latinoamericano se desarroll en aa, Per, en 97. El ejemplo de lo que se entenda necesario hacer lo dio el grupo de ISAL en Bolivia, donde tuvo lugar una experiencia radical: la Asamblea Popular, en cuyo seno ISAL desem-pe una funcin de reflexin ideolgica. Cuando las fuerzas reaccio-narias, conducidas por el general Bnzer, dieron el golpe de Estado de agosto de 97, hubo varios miembros de ISAL que murieron, en tanto que la mayora no tuvo otra opcin que la del exilio. Lo que ocurri en Bolivia, con menos intensidad, se produjo con los grupos nacionales en otros pases de la regin.

    Por otro lado, arreci la represin contra ISAL (en toda Amrica La-tina tomaban el poder los militares y los militantes progresistas eran asesinados, desaparecidos, llevados a la crcel, exiliados, etctera) y en el movimiento hubo necesidad de defenderse. Fue poco lo que pudo ser salvado: la revista Cristianismo y Sociedad (que continu siendo publicada) y la editorial Tierra Nueva.

    En 975, ISAL decidi terminar su ciclo. En marzo de ese ao se ini-ci uno nuevo a partir de un encuentro que se llev a cabo en Alajuela, Costa Rica.