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  • Introduccin

    En la Sierra de Guadarrama aparece una de las re-presentaciones ms importantes de pino albar de lapennsula Ibrica (Rojo y Montero, 1996), a pesar de

    lo cual estas masas han sido objeto de pocos estu-dios botnicos, debido a que, histricamente, han si-do consideradas como masas repobladas. Lejos deesta idea, los datos paleobotnicos e histricos de losque se dispone han demostrado la presencia de for-maciones naturales de pino silvestre en todo el Sis-tema Central, cuya extensin habra ido disminu-yendo progresivamente a causa de la deforestacin

    Invest Agrar: Sist Recur For (2006) Fuera de serie, 111-123

    Estudio comparado de la diversidad florstica en masas de origen natural y repoblado de Pinus sylvestris L.

    en la Sierra de Guadarrama (Sistema Central)

    L. Jimnez Bailn1*, F. Martnez Garca2 y M. Costa Tenorio31 Centro de Investigaciones Ambientales de la Comunidad de Madrid Fernando Gonzlez Bernldez.

    Almendro, 1. 28791 Soto del Real (Madrid). Espaa2 Instituto Pirenaico de Ecologa CSIC. Avda. Regimiento de Galicia, s/n. 22700 Jaca (Huesca). Espaa

    3 Departamento de Biologa Vegetal I. Facultad de Ciencias Biolgicas de la Universidad Complutense de Madrid.Jos Antonio Novais, 2. 28040 Madrid. Espaa

    Resumen

    El presente estudio tiene como objetivo principal el anlisis de las consecuencias ecolgicas de las repoblacionesforestales de pino albar desde una perspectiva botnica. Con ello se pretende, adems, aportar valiosa informacinque pueda servir como un elemento ms de base para la gestin y restauracin forestal encaminadas a alcanzar obje-tivos de sostenibilidad.

    A partir de la informacin existente se han delimitado con precisin las masas naturales y de origen repoblado depino albar (Pinus sylvestris L.) en la Sierra de Guadarrama. Se ha diseado un dispositivo de muestreo contemplan-do ambas situaciones con el fin de estudiar su diversidad, tanto florstica como estructural.

    En el presente trabajo se ofrecen los resultados relativos al estudio comparado de la composicin florstica de losdos tipos de masas forestales, los cuales apuntan a una mayor diversidad sistemtica global de los pinares naturales,as como a una mayor complejidad estructural.

    Palabras clave: Pinus sylvestris, flora, repoblacin, restauracin, gestin sostenible.

    Abstract

    Comparative study of floristic diversity in original and reforested woods of Pinus sylvestris L.in the Guadarrama mountains (Sistema Central Range)

    The main aim of this study is to analyse the ecological consequences of reforestation with Scots pine from a botanicalstandpoint. We also attempt to provide valuable information to be used in forest management and restoration basedupon criteria of sustainability.

    Using the available information, we accurately demarcated the natural and reforested woods of Scots pine (Pinussylvestris L.) in the Guadarrama mountains. We designed a sampling device taking into consideration both types ofpopulations in order to study the floristic and structural diversity thereof.

    This paper provides the results of a comparative study of the floristic composition of both types of forests, whichwould appear to indicate greater global systematic diversity of the natural pine forests and a higher degree of structuralcomplexity.

    Key words: Pinus sylvestris, flora, reforestation, restoration, sustainable management.

    * Autor para la correspondencia: [email protected]: 19-04-06; Aceptado: 11-10-06.

  • provocada por actividades humanas (Martnez Gar-ca, 1999).

    La idea clsica apoyada por Rivas-Martnez (1987)del origen artificial de las masas de Pinus sylvestrispresentes en cotas inferiores a, aproximadamente, 1700m.s.n.m. contrasta con la tesis sostenida y demostra-da por Martnez Garca (1999) de la existencia de ma-sas de origen natural de pino albar en cotas ms bajas.

    Adems de las formaciones naturales, en la Sierra deGuadarrama existe una gran extensin de masas de ori-gen antrpico originadas por sucesivas campaas de re-poblacin. Las primeras fueron de escasa relevancia,hasta las efectuadas a finales del siglo XIX y a lo largodel XX. A partir de la dcada de los sesenta del sigloXX la mecanizacin de las labores forestales repercu-ti en una mayor eficacia en las tareas repobladoras(Groome, 1990). Como consecuencia se produjo un in-cremento en la superficie de las masas artificiales. Lamayora de estas repoblaciones se realizaron en reasen las que principalmente haba pasto o piorno (Cytisusoromediterraneus), ya que haban sido previamente des-arboladas como consecuencia de las actividades antro-pozogenas tradicionales (Martnez Garca, 2002).

    De todo lo anteriormente expuesto puede deducir-se que la eleccin de la especie utilizada para repoblarfue correcta, si bien realmente no se han realizado es-tudios botnicos exhaustivos en el rea mediterrneaencaminados a evaluar las consecuencias y la evolu-cin de estas masas artificiales, y si se ha conseguido,con estas actuaciones, un bosque maduro (Arrechea,2002). Actualmente, trascurrido ms de medio siglo,podemos evaluar sus repercusiones y saber cmo hasido la evolucin de estas masas en un periodo de tiem-po suficientemente amplio.

    La repoblacin forestal ha sido la prctica de res-tauracin a gran escala ms extendida en la mayorade los pases mediterrneos (Vilagrosa, 2005). Ac-tualmente, las nuevas perspectivas en restauracin ygestin del bosque en el rea mediterrnea consideranel estudio de la respuesta de los ecosistemas foresta-les desde el punto de vista ecolgico, y ms concreta-mente el anlisis de la biodiversidad y la estructura delos ecosistemas, aspectos que necesariamente han deser tenidos en cuenta a la hora de evaluar el impactode las repoblaciones forestales (Zavala et al., 2004;Hofstede et al., 2002). De este modo, los estudios bo-tnicos realizados en masas artificiales constituyen unelemento importante de cara a su gestin presente yfutura as como frente a prximas actuaciones en re-as de condiciones ecolgicas anlogas.

    Adems, parte del rea de estudio ha sido propues-ta por las comunidades de Castilla y Len y Madridpara formar parte del Espacio Natural Protegido Sie-rra de Guadarrama (BOCL, 2003; BOCM, 2002). Porello, al tratarse de un posible espacio protegido en elque la gestin forestal debe estar especialmente enca-minada a la conservacin de los ecosistemas (Arrechea,2002), el estudio de las consecuencias ecolgicas delos pinares artificiales en la Sierra de Guadarrama ad-quiere mayor relevancia, especialmente si se tiene encuenta que las masas de pinares de Pinus sylvestris sonla formacin ms abundante de todo el rea.

    Por ello, en este contexto, el principal objetivo delpresente estudio es analizar, desde el punto de vistaflorstico y ecolgico, las consecuencias y evolucinde las masas forestales repobladas con Pinus sylves-tris en reas de distribucin natural de la especie. Es-tos resultados aportarn valiosa informacin que sir-va de base ecolgica para el diseo de estrategiasencaminadas a una gestin sostenible de las masas re-pobladas preexistentes as como para nuevas actua-ciones restauradoras.

    Material y Mtodos

    El rea de estudio se localiza en el centro del Siste-ma Central espaol, en la Sierra de Guadarrama. Hansido muestreadas las masas de Pinus sylvestris de lasvertientes sureste y noroeste de dicha sierra, pertene-cientes administrativamente a las provincias de Ma-drid, Segovia y vila.

    Geolgicamente est constituida por rocas de ca-rcter cido, dominadas por granitos y gneises. Des-de el punto de vista fitoclimtico, el rea de estudiopertenece a los subtipos VI (IV)2 o Nemoromediterr-neo genuino, en las zonas de media montaa; VIII (VI)u Oroborealoide subnemoral, en zonas ms elevadasque el anterior y X (IX)2 u Oroborealoide termoxri-co, en reas de cumbre (Allu, 1990). Altitudinalmentese localiza entre los 1.240 y los 1.940 m.s.n.m., quecorresponde con parte de los pisos supramediterrneoy oromediterrneo.

    Para la identificacin de masas repobladas y natu-rales de Pinus sylvestris se ha seguido el criterio pre-sentado por Martnez Garca (1999), en el cual se par-te de la cartografa forestal elaborada por Ceballos etal., en 1966. En ella se distinguen las masas conside-radas tanto naturales como artificiales por gran partede la comunidad cientfica (Martnez Garca, 1999).

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  • Por otro lado, el origen artificial de las masas consi-deradas como repobladas ha sido cotejado mediantelos proyectos de ordenacin y el II Inventario Nacio-nal Forestal (varios autores, 1995a, 1995b, 1995c), en-tre otros.

    Muestreo

    Se ha realizado un muestreo diferenciando a prio-ri, masas de pinares naturales y repoblados. El traba-jo de campo se llev a cabo en parcelas cuadradas de20 m de lado. En stas se ha recogido informacin bi-tica, que consiste en el listado completo de las espe-cies de plantas vasculares que vivan en el interior dela parcela. A cada una se le asign un valor de cober-tura, utilizando el ndice de abundancia-dominancia,segn la escala propuesta por Braun- Blanquet (1979).

    La eleccin de la ubicacin de los inventarios en ca-da tipo de pinar se realiz sobre el terreno, intentandorecoger la mxima representatividad en cuanto a la di-versidad fisonmica de los pinares as como a la pro-porcionalidad en cuanto a la superficie ocupada. El

    procedimiento seguido para la eleccin de las parce-las puede otorgar cierta subjetividad, si bien este in-conveniente se ha tratado de paliar realizando un n-mero elevado de inventarios.

    En total se han recogido 252 inventarios de vegeta-cin, de los cuales 137 corresponden a pinares natu-rales y 115 a masas de repoblacin (Fig. 1). Los reali-zados en pinares repoblados se efectuaron durante losmeses de primavera y verano del ao 2001, y los per-tenecientes a masas naturales han sido extrados de latesis doctoral de Martnez Garca (1999).

    Para la determinacin del material herborizado hasido utilizada como obra de referencia Flora Ibericavols. I-VIII, X y XIV (Castroviejo et al., 1986-2005),para aquellas familias recogidas en los tomos ac-tualmente publicados. Para las restantes se ha seguidoprincipalmente el criterio de Flora Europaea vols. I-V(Tutin et al., 1964-1980), as como Flore de France(Guinochet, 1973-1984), Flora dItalia (Pignatti,1982), Flora der Schweiz (He et al., 1967-1972) oFlora Vascular de Andaluca Occidental (Valds et al.,1987), entre otras. Asimismo, han sido utilizadas di-versas revisiones de gneros. Adems, la inestimable

    Consecuencias ecolgicas de las repoblaciones de pino albar en la Sierra de Guadarrama 113

    Figura 1. Localizacin de los inventarios de los pinares naturales y de repoblacin realizados.

    Mirafloresde la sierra

    Matabuena

    San Ildefonso

    El Espinar

    La Acebeda

    Braojos

    Sotosalbos Gascones

    Lozoya

    Canencia

    Bustarviejo

    Rascafra

    Peguerinos

    NavacerradaCercedilla

    Torrecaballeros

    Navafra

    Prdena

    Guadarrama

    Parcelas de pinares de repoblacin

    Parcelas de pinares naturales

    San Lorenzode El Escorial

    Palazuelosde Eresma Alameda

    del Valle

  • colaboracin de especialistas, ha hecho posible la iden-tificacin del material de grupos con problemas taxo-nmicos.

    Anlisis de los datos

    En un primer apartado se ofrecen los resultados re-ferentes tanto a la distribucin altitudinal como geo-grfica en masas naturales y repobladas.

    Por otro lado, se ha elaborado un listado completocon todos los txones identificados en las 252 parce-las muestreadas. En primer lugar se realiza un anli-sis florstico, en el cual se valoran la diversidad flo-rstica y los espectros taxonmico y corolgico; y ensegundo lugar se lleva a cabo un anlisis estructural.

    El anlisis de la diversidad se elabora por un lado apartir de la riqueza de especies y por otro mediante elndice de diversidad de Shanon-Weaver (ver expre-sin 1), calculado en funcin de la cobertura de las es-pecies (Hcobertura) (Cabello et al., 1998), expresin par-ticularmente adecuada para el estudio de la vegetacinen trminos de cobertura (Margalef, 1991).

    Hcobertura = pi lnpi[1]cisiendo pi =

    Cisiendo:ci = cobertura de la especie i en el inventarioCi = cobertura total del inventario

    Los espectros taxonmico y corolgico se analizandesde un punto de vista tanto cualitativo como cuan-titativo. El primero hace referencia al nmero de t-xones, mientras en el segundo, se analiza la abundan-cia, calculada como el sumatorio de los valores decobertura de cada taxon.

    La estructura de la formacin se ha analizado a par-tir de los valores de cobertura de todos los txones. Pa-ra ello, la escala de Braun-Blanquet ha sido transfor-mada asignando a cada ndice el valor medio delintervalo que comprende, as al ndice + (coberturamenor de 1%), se le asigna 0,5%; a 1 (entre 1 y 10%),se le asigna 5%; a 2 (entre 10 y 25%), se le asigna17,5%; a 3 (entre 25 y 50%), se le asigna 37,5%; a 4(entre 50 y 75%), se le asigna 62,5% y finalmente alndice 5 (entre 75 y 100%), se le asigna 87,5% (Gou-not, 1969).

    En este anlisis se evalan las coberturas de Pinussylvestris, as como las de los txones que forman par-te del cortejo florstico del pinar en cada inventario.

    Adems, se realiza un anlisis por estratos y por bio-tipos en aras de detectar, de una manera ms precisa,las diferencias estructurales existentes entre ambos ti-pos de masas.

    Resultados y Discusin

    Anlisis de la distribucin altitudinaly geogrfica

    La distribucin altitudinal de las masas de Pinussylvestris pone de manifiesto, por un lado una mayoramplitud en el rango de distribucin altitudinal de lasmasas naturales muestreadas (Fig. 2). Por otro lado, seobserva que las masas artificiales muestreadas se pre-sentan con mayor frecuencia en cotas altitudinales su-periores, existiendo, adems, una diferencia signifi-cativa para la altitud media a la que aparecen (naturales= 1.555,29 m.s.n.m.; repoblados = 1.608,30 m.s.n.m.;,t = 2,83; p = 0,005).

    Estos resultados indican que dichas repoblacionesse han llevado a cabo reas de distribucin natural dePinus sylvestris. Sin embargo, Rivas-Martnez (1987),considera las repoblaciones de pinar en altitudes en-tre los 1.200 y 1.700 m.s.n.m., aproximadamente, co-

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    0 5 10 15 20 25

    1200-1250

    1250-1300

    1300-1350

    1350-1400

    1400-1450

    1450-1500

    1500-1550

    1550-1600

    1600-1650

    1650-1700

    1700-1750

    1750-1800

    1800-1850

    1850-1900

    1900-1950

    N. de inventarios por rango altitudinal

    Ran

    go a

    ltitu

    din

    al (m

    )

    Repoblados Naturales

    Figura 2. Nmero de inventarios por cada rango altitudinal enpinares naturales y artificiales.

  • mo posiblemente negativas. Dado que los muestre-os pueden considerarse cuantitativamente representa-tivos, los resultados que subyacen del anlisis altitu-dinal de las masas muestreadas refutaran esta teora.Por tanto, la localizacin de las masas artificiales delrea de estudio en zonas de distribucin natural de pi-no albar, no supone un impedimento de cara a su inte-gracin en el paisaje vegetal de la Sierra de Guada-rrama.

    En cuanto a la distribucin geogrfica se observaun predominio de las masas de repoblacin en la zonaNE de la sierra, aproximadamente a partir del Puertodel Reventn, mientras que las naturales predominanhacia el SO del mismo.

    Anlisis florstico

    Anlisis de la diversidad

    En total han sido identificados 404 txones, de loscuales 403 han sido identificados a nivel infragenri-co, mientras que uno Taraxacum Weber, debido a la di-ficultad en la determinacin de parte del material her-borizado, hemos credo ms riguroso tratarlo a nivelgenrico.

    En los pinares repoblados, el nmero de txones en-contrados suma 288, mientras que en las masas natu-rales 342, es decir 54 especies ms que en los ante-riores. Sin embargo, si tenemos en cuenta el nmerode txones presentes por inventario no existen dife-rencias estadsticas significativas para un test de la tde Student (t = 0,34; p = 0,73) (Fig. 3), siendo los va-

    lores medios para esta variable 29,53 para naturales y30,11 para repoblados.

    El hecho de que la riqueza global de los pinares na-turales sea mayor que la de los repoblados, pero los va-lores por parcela sean semejantes entre ambos tipos demasas, indicara que dentro de las masas naturales apa-rece una variabilidad florstica mayor. Este hecho es-tara asociado a una mayor heterogeneidad ambientalpresente en las masas naturales.

    En el anlisis de la diversidad se constataron dife-rencias estadsticas signif icativas (t = 4,46; p= 0,000012), siendo mayor la diversidad en masas na-turales, cuyo valor medio es de 2,08, frente al de re-poblados que es de 1,82 (Fig. 4). Esta menor diversi-dad en masas repobladas estara relacionada con laabundancia de los txones, ya que no se han detecta-do diferencias significativas en cuanto a la riqueza deespecies por parcela. Segn Margalef (1991) existe unacorrelacin negativa entre la diversidad y la manifes-tacin de dominancia de algunos txones. As, la do-minancia en trminos cuantitativos de unos pocos t-xones frente al resto de especies que componen elcortejo florstico en masas repobladas, explicara lamenor diversidad de stos en comparacin con las ma-sas naturales.

    Adems se ha comprobado que existe un efecto es-tadsticamente significativo de la cobertura de pino al-bar sobre la riqueza de especies (F = 3,52; p = 0,015) ysobre la diversidad florstica (F = 61,86; p < 0,001). Enambos casos el efecto de la cobertura de pino es ne-gativo, siendo mucho ms acusado en coberturas de depino silvestre entre el 75 y el 100%. Estos resultadosconcuerdan con las teoras sostenidas por Navarro Re-

    Consecuencias ecolgicas de las repoblaciones de pino albar en la Sierra de Guadarrama 115

    Grfico de valores medios

    -5

    5

    15

    25

    35

    45

    55

    65

    R N

    1,00 * Std. Dev. 1,96 * Std. Dev. Mean

    Figura 3. Comparacin de valores medios del nmero de t-xones por inventario en masas repobladas (R) y naturales (N).

    Grfico de valores medios

    0,6

    1,0

    1,4

    1,8

    2,2

    2,6

    3,0

    R N

    1,00 * Std. Dev. 1,96 * Std. Dev. Mean

    Figura 4. Comparacin de valores medios de diversificacinde Shannon-Weaver en masas repobladas (R) y naturales (N).

  • yes (1998), Huesa et al. (1998) entre otros, que consi-deran la elevada densidad de plantacin de pinos co-mo uno de los factores que determina la prdida de di-versidad en estos ecosistemas.

    En este sentido, el manejo de estas masas artificia-les encaminado a alcanzar un modelo estructural si-milar a las formaciones naturales adultas, cuya cober-tura de pino albar es menor, podra atenuar ladiferencia en cuanto a la diversidad florstica, exis-tente entre ambos tipos de masas. Esta menor diversi-dad, es una de las principales consecuencias ecolgi-cas de las repoblaciones forestales estudiadas, ya queeste parmetro ha sido reconocido como un importan-te criterio para valorar la sostenibilidad del manejo fo-restal (Castillo et al., 2003).

    Espectro taxonmico

    En la Tabla 1 se relacionan, por orden descendente,las familias mejor representadas cuantitativamente,tanto en los pinares de repoblacin como en los natu-rales. A partir de estos datos se desprende que cuanti-tativamente no existen diferencias significativas entreambos tipos de pinar.

    En ambos casos, destacan Pinaceae, Gramineae, Le-guminosae y posteriormente Hypolepidaceae como las

    familias ms importantes en la estructura de las ma-sas. Tanto en masas naturales como en repobladas Pi-nus sylvestris y Pteridium aquilinum son los txonesde mayor relevancia cuantitativa de las familias Pina-ceae e Hypolepidaceae respectivamente. Lo mismoocurre con las gramneas, en las que destacan Des-champsia flexuosa y Festuca gr. rubra. Para Legumi-nosas, Cytisus oromediterraneus es el taxon que ma-yor cobertura ocupa, seguido de Genista florida enmasas naturales y Adenocarpus hispanicus en repo-bladas.

    Cualitativamente, las familias ms diversas corres-ponden a Compositae, Gramineae, Leguminosae yCaryophyllaceae, si bien el orden de stas, en cuantoal nmero de txones que aporta cada una vara lige-ramente.

    Espectro corolgico

    Con objeto de poner de manifiesto la participacinde los diferentes elementos corolgicos en los dos ti-pos de pinares muestreados se ha realizado un anli-sis de la distribucin geogrfica de las especies. Paraello se han agrupado todos los txones identificadosen ocho unidades corolgicas. Por un lado se ofrece elnmero total de txones presentes en cada uno de los

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    Tabla 1. Valores cuantitativos y cualitativos de las familias ms representativas de pinares naturales (N) y repoblados (R)

    Cobertura N. de txones

    Familia N % N R % R Familia N % N R % R

    Pinaceae 7.105,0 33,89 7.637,5 45,35 Compositae 48 14,04 39 13,54Gramineae 3.666,5 17,49 2.963,5 17,60 Gramineae 45 13,16 45 15,63Leguminosae 3.052,5 14,56 1.079,5 6,41 Leguminosae 30 8,77 21 7,29Hypolepidaceae 1.796,0 8,57 810,5 4,81 Caryophyllaceae 28 8,19 24 8,33Cuppresaceae 770,5 3,68 697,0 4,14 Rosaceae 24 7,02 19 6,6Juncaceae 525,0 2,50 554,0 3,29 Scrophulariaceae 16 4,68 10 3,47Caryophyllaceae 461,0 2,20 567,5 3,37 Lamiaceae 14 4,09 15 5,21Compositae 433,0 2,07 431,0 2,56 Rubiaceae 12 3,51 10 3,47Fagaceae 507,5 2,42 128,5 0,76 Umbelliferae 11 3,22 5 1,74Rubiaceae 395,5 1,89 211,0 1,25 Cruciferae 10 2,92 11 3,82Cistaceae 534,0 2,55 2,5 0,01 Crassulaceae 9 2,63 6 2,08Polygonaceae 245,0 1,17 272,5 1,62 Campanulaceae 7 2,05 4 1,39Ericaceae 307,5 1,47 125,5 0,75 Violaceae 6 1,75 6 2,08Lamiaceae 244,5 1,17 174,5 1,04 Cistaceae 6 1,75 3 1,04Scrophulariaceae 170,5 0,81 206,0 1,22 Liliaceae 5 1,46 6 2,08Rosaceae 189,0 0,90 177,5 1,05 Geraniaceae 4 1,17 4 1,39Cruciferae 83,5 0,40 185,0 1,10 Ranunculaceae 4 1,17 5 1,74

    Total 20.963,0 100 1.6840,0 100 Total general 342 100 288 100

  • grupos y por otro el sumatorio de sus coberturas co-rrespondientes. Adems se muestran los valores por-centuales relativos a cada tipo de pinar (Tabla 2 yFigs. 5 y 6).

    Tanto cualitativa como cuantitativamente no se handetectado diferencias importantes entre ambos tipos depinares. Cualitativamente, y como caba esperar, el ma-yor nmero de especies presentan una distribucin me-diterrnea: alrededor del 50% de los txones de cada ti-po de pinar son mediterrneos (175 txones paranaturales, lo que supone un 51,2% y 141 en repoblados,lo que supone un 49,0% del catlogo). El elemento eu-roasitico es el segundo en nmero de especies, 80 pa-ra naturales o el 23,4% y 70 txones en repoblados loque supone el 24,3% del catlogo. Los pinares natura-les presentan ms txones circumboreales que los pina-

    res repoblados, si bien en repoblados aparecen ms cos-mopolitas, mediterrneo-atlnticos y paleotemplados.

    Cuantitativamente, al contrario de lo que ocurre conel nmero de especies, es el elemento euroasitico elms abundante en ambos casos. Esto es debido prin-cipalmente a los valores de cobertura de Pinus sylves-tris, y en menor medida Juniperus communis subsp.alpina, si bien la abundancia de este elemento, y enespecial de estos txones, es mayor en masas repobla-das. A continuacin sigue el elemento mediterrneo,que es ligeramente superior en pinares naturales, aligual que los elementos circumboreal, cosmopolita ymediterrneo-atlntico. Como txones importantescuantitativamente del elemento mediterrneo apare-cen, en repoblados: Deschampsia flexuosa, Cytisusoromediterraneus, Luzula lactea, Avenula sulcata y

    Consecuencias ecolgicas de las repoblaciones de pino albar en la Sierra de Guadarrama 117

    Tabla 2. Valores cualitativos y cuantitativos de cada uno de los elementos corolgicos presentes en pinares naturales (N) yde repoblacin (R)

    Elemento corolgicoCobertura N. de txones

    N % N R % R N % N R % R

    Euroasitico 8.930,5 42,6 9.052,0 53,8 80 23,4 70 24,3Mediterrneo 7.713,5 36,8 5.247,0 31,2 175 51,2 141 49,0Circumboreal 1.288,0 6,1 568,0 3,4 25 7,3 14 4,9Cosmopolita 2.083,0 9,9 1.172,5 7,0 15 4,4 16 5,6Mediterrneo-Atlntico 443,5 2,1 320,0 1,9 14 4,1 16 5,6Paleotemplado 445,5 2,1 426,0 2,5 26 7,6 26 9,0Paleotropical 13,0 0,1 20,0 0,1 2 0,6 1 0,3Otros 46,0 0,2 34,5 0,2 5 1,5 4 1,4

    Total 20.963,0 100,0 1.6840,0 100,0 342 100,0 288 100,0

    N. de taxones

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    60

    Por

    cent

    aje

    Repoblados Naturales

    Med

    iterr

    neo

    Eur

    oasi

    tic

    o

    Circ

    umb

    orea

    l

    Cos

    mop

    olita

    Med

    iterr

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    -A

    tlnt

    ico

    Pal

    eote

    mp

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    o

    Pal

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    opic

    al

    Otr

    os

    Figura 5. Anlisis corolgico cualitativo.

    Anlisis cuantitativo

    0

    10

    20

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    Por

    cent

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    Repoblados Naturales

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    opic

    al

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    os

    Figura 6. Anlisis corolgico cuantitativo.

  • Cerastium ramosissima, y en naturales: Cytisus oro-mediterraneus, Deschampsia flexuosa, Genista flori-da, Genista cinerascens, Quercus pyrenaica, Luzulalactea y Cistus laurifolius. El elemento circumboreales ms abundante en naturales debido a que los valo-res de Festuca gr. rubra alcanzan el doble en natura-les que en repoblados. Con el elemento cosmopolitasucede lo mismo, Pteridium aquilinum presenta unacobertura de casi el doble en naturales.

    Para el nmero de endemismos, la diferencia entreambos tipos de pinares no es sustancial, si bien es al-go mayor en masas naturales (Tabla 3).

    Los datos anteriores muestran una tendencia de lasmasas naturales a presentar un mayor nmero de t-xones relictos, principalmente circumboreales, as co-mo endmicos, y una menor cantidad de especies cos-mopolitas. Este hecho podra explicarse por losrequerimientos ecolgicos de este tipo de especies.As, los txones relictos y endmicos suelen requerirambientes ecolgicamente ms conservados. Este se-ra el caso de las masas naturales, que presentan unmayor grado de madurez y una menor alteracin delmedio que las de origen artificial. No obstante, al noexistir diferencias significativas, resultara reveladorun anlisis de distintos grupos de edad y tipos de ma-

    nejo de las masas repobladas que pueda reflejar si s-tas presentan una tendencia, en cuanto al enriqueci-miento de este tipo de txones.

    Anlisis estructural

    En cuanto a la cobertura de pino, s aparecen dife-rencias estadsticamente signif icativas (t = 6,025;p < 0,001) (Fig. 7), siendo la cobertura media por in-ventario en las masas naturales de 51,55 y en las re-pobladas de 66,24. Esto se debe por un lado al eleva-do nmero de pies por hectrea que habitualmente seplantan en las repoblaciones, y por otro a la ausenciaen muchos casos de las labores selvcolas posterioresencaminadas a obtener masas de menor densidad depino albar.

    La cobertura del cortejo florstico tambin presen-ta diferencias signif icativas (t = 4,88; p < 0,001)(Fig. 8), siendo la media de 101,46 para naturales y80,20 para repoblados. Adems, la menor importanciacuantitativa del cortejo en masas artificiales se refle-ja en que un 22,6% de los pinares repoblados presen-tan una cobertura de cortejo menor del 50%, mientrasque en los naturales esto ocurre slo en el 3% de losinventarios.

    Por otro lado se ha comprobado que existe un efec-to estadsticamente significativo de la cobertura de pi-no albar sobre la cobertura del cortejo florstico(F = 20,17; p < 0,001). El efecto de esta variable es ne-gativo, siendo mucho ms acusado en coberturas depino silvestre entre el 75 y el 100%. Las elevadas den-sidades de pino existentes en general en las repobla-ciones dan lugar a una disminucin drstica de la ra-

    118 L. Jimnez Bailn et al. / Invest Agrar: Sist Recur For (2006) Fuera de serie, 111-123

    Tabla 3. Porcentaje de txones endmicos en cada tipo depinar

    Endemicidad Repoblados Naturales

    Endemismo de la Pennsula Ibrica + Endemismo Ibero-Francs + Endemismo Norteafricano 19.4% 20.76%Endemismos de la Pennsula Ibrica 13.54% 14.33%

    Grfico de valores medios

    10

    30

    50

    70

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    130

    R N

    1,00 * Std. Dev. 1,96 * Std. Dev. Mean

    Figura 7. Comparacin de valores medios de cobertura de Pinus sylvestris L. en masas repobladas (R) y naturales (N).

    Grfico de valores medios

    -20

    20

    60

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    140

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    R N

    1,00 * Std. Dev. 1,96 * Std. Dev. Mean

    Figura 8. Comparacin de valores medios de cobertura del cor-tejo florsico en masas repobladas (R) y naturales (N).

  • diacin solar que penetra bajo el dosel arbreo. Estehecho impide el establecimiento y supervivencia delas plntulas, lo que provoca una disminucin en cuan-to a la abundancia de txones as como una disminu-cin en la diversidad (Navarro Reyes, 1998).

    Esta simplificacin en la estructura de las masas re-pobladas frente a las naturales, junto a la prdida dediversidad y riqueza, es uno de los impactos de mayorrelevancia en este tipo de reforestaciones. No obstan-te, para poder explicar las diferencias detectadas en-tre ambos tipos de masas, sera conveniente estudiarla relacin de estos parmetros con otras variables ta-les como la edad de la masa o los trabajos selvcolasrealizados, entre otras.

    Analizando ms exhaustivamente las diferencias es-tructurales se comprueba que existen 65 txones cuyascoberturas presentan diferencias estadsticas signifi-cativas entre ambos tipos de masas. De ellos, 33 espe-cies presentan mayor cobertura en masas artificiales y32 en naturales. Sin embargo, las diferencias de co-bertura son mucho ms notables en los txones cuan-titativamente ms relevantes en masas naturales. As,estos txones presentan coberturas hasta un 13% ma-yores en masas naturales que repobladas, mientras queen el caso de los txones ms abundantes en repobla-ciones, el incremento en cobertura no supera el 1,6%.

    Algunos ejemplos de especies significativamentems importantes en pinares naturales son Quercuspyrenaica, Genista florida subsp. florida, Genista ci-nerascens, Cistus laurifolius, Pteridium aquilinumsubsp. aquilinum y Festuca gr. rubra. Los txones msabundantes estadsticamente en repoblaciones son en-tre otros, Cerastium ramosissima, Arrhenatherum al-bum y Juniperus communis subsp. hemisphaerica.

    Espectro de biotipos

    Un anlisis cuantitativo por estratos del cortejo flo-rstico nos permite ver realmente donde se encuentranlas diferencias estructurales entre los dos tipos de pi-nares. En la Tabla 4 se presentan los datos de cobertu-ra de estos grupos, diferenciando adems, los valorescuantitativos de cada biotipo (Figs. 9 y 10).

    Los pinares artificiales presentan una mayor cober-tura en el estrato arbreo, lo cual se debe a la mayorabundancia de pino albar, ya comentada anteriormen-te. Si eliminamos del anlisis la especie Pinus sylves-tris, la diferencia se invierte, de manera que cuantita-tivamente este estrato es ms de 2 veces ms abundanteen masas naturales, siendo las coberturas medias porestrato de 2,14 en repoblados y 4,78 en naturales. Es-ta diferencia se debe a una mayor abundancia de txo-nes tales como Quercus pyrenaica, Quercus ilex subsp.ballota, Ilex aquifolium, Sorbus aucuparia y Acermonspessulanum, si bien nicamente el melojo pre-senta diferencias estadsticamente signif icativas encuanto a la abundancia en ambos tipos de pinares (co-

    Consecuencias ecolgicas de las repoblaciones de pino albar en la Sierra de Guadarrama 119

    Tabla 4. Cobertura, expresada como la suma de porcentajes de cada parcela procedentes de la transformacin de la escalade Braun-Blanquet, por biotipo y estrato en masas naturales (N) y repobladas (R)

    BiotipoCobertura total Cobertura media Cobertura media por estratos

    N R N R N R

    Fanerfito 7.717,00 7.862,00 56,33 68,37 Arbreo 56,33 68,37Nanofanerfito 4.407,50 1.971,00 32,17 17,14 Arbustivo 35,93 19,27Camfito 515,50 244,50 3,76 2,13Hemicriptfito 5.523,00 4.512,50 40,31 39,24 Herbceo 60,75 58,80Gefito 1.911,50 991,00 13,95 8,62Camfito-Hemicriptfito 22,00 20,00 0,16 0,17Hemicriptfito-Terfito 77,00 143,50 0,56 1,25Terfito 789,50 1.095,50 5,76 9,53

    Total general 20.963,00 16.840,00 153,01 146,43 Total 153,01 146,43

    Anlisis cuantitativo por estratos

    0

    20

    40

    60

    80

    Arbreo Arbustivo Herbceo

    Por

    cent

    aje

    Repoblados Naturales

    Figura 9. Anlisis cuantitativo por estratos.

  • bertura media repoblados = 1,09; naturales = 3,55;t = 2,54; p = 0,012). Adems en masas naturales apa-recen otros txones como Taxus baccata, Prunus aviumy Malus sylvestris, ausentes en masas artificiales, queindican un mejor estado de conservacin del ecosiste-ma, ya que son especies ecolgicamente ms exigen-tes, muchas de ellas de lugares hmedos y protegidos.

    Existen algunas especies arbreas ms abundantesen las masas artif iciales, si bien la mayora de stashan sido introducidas junto al pino albar en las re-poblaciones, como Pseudotsuga menziesii, Pinus uncinata y Tilia cordata. Este hecho tiene ciertas im-plicaciones si se pretende llevar a cabo una gestin sos-tenible de estas masas, ya que, segn Navarro Reyes(1998), estos txones deberan ser eliminados, por tra-tarse de especies alctonas del Sistema Central.

    En cuanto al estrato arbustivo, este es cuantitativa-mente mucho menor en masas artificiales, siendo suvalor medio de cobertura 19,27 frente al 35,93 en na-turales.

    Esto se debe a que tradicionalmente se ha conside-rado a la vegetacin arbustiva presente en la zona a re-poblar como un factor de competencia con el plantnsembrado (Zavala et al., 2004), por lo cual era siste-mticamente eliminado. Adems, la escasez de luz enel interior de estas masas ya adultas, acta como fac-tor limitante para este tipo de txones. En este senti-do, el mantenimiento de un estrato arbustivo supon-dra una minimizacin del impacto ecolgico de lasrepoblaciones. Por un lado, como parte integrante dela estructura del pinar ms conservado, como reflejael anlisis estructural de masas naturales, y por otro

    lado como elemento protector edfico ante la erosin.Adems, la realizacin de trabajos selvcolas encami-nados a obtener masas de menor densidad de pino al-bar, podra atenuar las diferencias estructurales exis-tentes entre las masas artificiales en comparacin conlas naturales.

    Analizando estadsticamente los valores cuantitativosde cada una de las especies del estrato arbustivo, se ob-serva que presentan una cobertura significativamente di-ferente en ambos tipos de pinares Genista florida subsp.florida, Genista cinerascens, Cistus laurifolius, Hali-mium umbellatum subsp. viscosum, Cytisus scopariussubsp. scoparius, Rubus ser. discolores, Rubus ulmifo-lius, Rosa micrantha y Juniperus communis subsp. he-misphaerica. Los seis primeros txones son estadstica-mente ms abundantes en masas naturales, y nicamentelos tres ltimos lo son en masas repobladas.

    Cualitativamente se observa que hay 21 txones au-sentes en masas artificiales, tales como Cistus lauri-folius, Arctostaphylos uva-ursi, Rubus ser. discolores,Cistus ladanifer, Adenocarpus complicatus, Rosa squa-rrosa, Rubus ser. hystrix, Rosa blondaeana, Rubus ra-dula, Rosa agrestis, Rumex suffruticosus, Thymus xbractichina, Thymus x viciosoi, Rosa sicula, Daphnegnidium, Helianthemum nummularium x apenninum yArtemisia campestris subsp. glutinosa, lo que otorgamayor riqueza de arbustos a los pinares naturales. ni-camente Rosa canina, Vaccinium myrtillus, Teucriumpolium subsp. capitatum, Dianthus pungens subsp.brachyanthus y Helichrysum stoechas subsp. stoechasno aparecen en los pinares naturales.

    En cuanto a los valores de cobertura del estrato her-bceo, no aparecen diferencias significativas, si bien,desglosando este estrato en los distintos biotipos s-tas s que se aprecian. Las principales diferencias seencuentran tanto en gefitos como en terfitos. La im-portancia cuantitativa de los gefitos es mayor en pi-nares naturales, donde encontramos una cobertura me-dia de 13,95 frente a 8,62 en masas artificiales. Estassuelen ser especies ms exigentes, de sustratos ms ri-cos y evolucionados y con mayor humedad edfica,caractersticas todas ellas ms tpicas de bosques na-turales que de masas repobladas. En cambio, son losterfitos las herbceas que ms dominan en los pina-res repoblados, presentando una cobertura media de9,53 frente a 5,76 en pinares naturales. stas son es-pecies que caracterizan los pastizales anuales, menosexigentes desde el punto de vista edfico y con unamayor afinidad a los terrenos menos hmedos y es-tructurados. Segn Hofstede (2002), se han encontra-

    120 L. Jimnez Bailn et al. / Invest Agrar: Sist Recur For (2006) Fuera de serie, 111-123

    Anlisis cuantitativo

    0

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    Por

    cent

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    Repoblados Naturales

    Fane

    ffit

    o

    Nan

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    erf

    ito

    Cam

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    Hem

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    rfit

    o

    Ter

    fito

    Figura 10. Anlisis cuantiativo del espectro de biotipos.

  • do ciertas tendencias que muestran que los suelos ba-jo repoblaciones son ms secos y menos orgnicos, loque explicara la mayor relevancia cuantitativa de losterfitos en este tipo de masas.

    Pteridium aquilinum es el gefito ms abundante,y cuya cobertura es signif icativamente diferente enambos tipos de pinar, presentando cerca del doble decobertura en masas naturales. Adems Conopodiumpyrenaeum, Conopodium subcarneum, Hepatica no-bilis y Senecio adonidifolius presentan una coberturasignificativamente mayor en pinares naturales.

    En cuanto a los terfitos, son Cerastium ramosissi-ma, Teesdalia nudicaulis, Cynosurus elegans, Galiumaparine, Geranium lucidum, Senecio sylvaticus, Vero-nica hederifolia subsp. hederifolia, Filago lutescenssubsp. lutescens, Alyssum minutum y Geranium mollelos txones cuya importancia cuantitativa es mayor enmasas repobladas. Slo Leontodon saxatilis subsp. his-pidus, Petrorhagia nanteuilli, Hispidella hispanica,Vicia angustifolia, Crucianella angustifolia y Anth-riscus caucalis presentan coberturas signif icativa-mente mayores en masas naturales.

    Estos datos muestran que los pinares naturales pre-sentan una mayor complejidad estructural, con los es-tratos arbreo, arbustivo y herbceo bien definidos. Laelevada cobertura de pino presente en masas artificia-les aumenta la competencia e impide que la formacinaumente su complejidad estructural, as como reper-cute negativamente en su diversidad florstica.

    La implementacin de labores selvcolas encami-nadas a reducir las elevadas coberturas de pino albarpodran atenuar las diferencias entre masas naturalesy repobladas que demuestran los datos obtenidos en elpresente estudio. Para ello, es necesario realizar nue-vos estudios encaminados a analizar la tendencia deestos parmetros en funcin de la edad y de las labo-res selvcolas aplicadas.

    Conclusiones

    En la Sierra de Guadarrama se observa que lasmasas de repoblacin se encuentran principalmente enreas de distribucin natural de Pinus sylvestris, fue-ra del dominio del melojar (Quercus pyrenaica).

    La diversidad florstica es mayor en masas deorigen natural frente a masas de origen artificial.

    En el estudio de los espectros corolgico y sis-temtico no se detectaron diferencias importantes en-tre las masas estudiadas.

    Las masas repobladas presentan una menor com-plejidad estructural frente a las masas naturales.

    Se ha comprobado que elevadas densidades dePinus sylvestris repercuten negativamente en la diver-sidad florstica, la riqueza de especies y la compleji-dad estructural de estas masas.

    En el estrato arbreo se detecta una mayor co-bertura del mismo en masas artif iciales, debido a laabundante presencia de pino albar, as como un em-pobrecimiento en especies de ambientes ecolgicosbien conservados.

    En el estrato arbustivo se observa una menor ri-queza y abundancia de txones con respecto a las ma-sas naturales.

    En el estrato herbceo aparecen diferencias encuanto a la importancia cuantitativa de los biotipos quelo componen. En masas naturales son los gefitos losque adquieren mayor relevancia en la estructura, mien-tras que en masas artificiales los terfitos son el bio-tipo dominante.

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