John Edwer Bernal Buitrago - UdeA
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Significados atribuidos por los profesionales de la psicología al conflicto armado y a la atención
psicosocial a víctimas
John Edwer Bernal Buitrago
Universidad de Antioquia
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
Departamento de Psicología
El Carmen de Viboral
2018
Significados atribuidos por los profesionales de la psicología al conflicto armado y a la atención
psicosocial a víctimas
Jhon Edwer Bernal Buitrago
Trabajo de grado para optar al título de Psicólogo
Asesora
Dra. Nicolasa María Durán Palacio
Universidad de Antioquia
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
Departamento de Psicología
El Carmen de Viboral
2018
3
Agradecimientos
A todos aquellos que estuvieron presentes
en el momento oportuno.
A mi madre, padre, hermana y mi hermano Carlos
A la Universidad de Antioquia.
Al profesor Eduardo Mejía Luna, por su excelencia como docente e ir más allá del deber con sus
alumnos, demostrando la importancia de un acompañamiento en ámbito académico y la
culminación de metas y objetivos.
A la profesora Nicolasa María Durán Palacio por su paciencia, entendimiento, trabajo,
participación como asesora y excelente docente.
A los profesores León Darío Botero y Johny Andrey Villada Zapata, por inculcar el conocimiento
investigativo a sus alumnos y su excelencia como docentes.
A las psicólogas y psicólogos profesionales que han brindado un poco de su tiempo e historia,
para llevar a cabo la culminación de este trabajo investigativo.
A todas aquellas personas que estuvieron presentes en momentos complejos.
… Espero que la muerte no sea el último que recorrer,
y que exista la posibilidad mientas viajamos,
de poder reencontrarnos con esas personas que
hicieron parte de nuestra vida…
Estudio para darle a mi presente un pasado mejor y viceversa…
4
Tabla de Contenido
Pág.
Agradecimientos 3
Tabla de Contenido 4
Resumen 6
Introducción 9
1. Planteamiento del Problema 11
2. Justificación 21
3. Objetivos de la Investigación 23
3.1 Objetivo general 23
3.2 Objetivos específicos 23
4. Referentes Investigativos, y Conceptuales 24
4.1 Antecedentes 24
4.2 Referente Conceptual 36
4.2.1 Conflicto Armado Interno 36
4.2.2 Violencia 40
4.2.3 Víctimas del Conflicto Armado 43
4.2.4 Intervención Psicosocial 45
5. Metodologia 48
5.1. Tipo de investigacion 48
5.2 Diseño metodológico 49
5.3 Población y muestra 50
Criterios de inclusión 50
5.4 Técnicas de recolección de información 51
5.5 Técnica de organización de información 51
6. Consideraciones Éticas 54
7. Hallazgos, análisis y discusión de los resultados 55
7.1 Conflicto armado - C.A. 55
7.1.1 Definición atribuida al conflicto armado. 57
7.1.2 Evolución del conflicto armado 65
5
7.1.3 Intereses de los actores armados 98
7.1.4 Dinámicas de inserción 111
7.2 Intervención psicosocial 143
7.2.1 Introducción 143
7.2.2 Significado atribuido a la atención de víctimas del C.A 144
7.2.3 Atribución a la atención de victimas del C.A. 149
7.2.4 Posición ética frente al trabajo con victimas 172
7.2.5 Significado atribuido a las víctimas del conflicto armado 186
7.2.6 Actividades realizadas en el marco de la atención a victimas 194
7.2.7 Implicaciones de la intervención en contexto de Conflicto Armado Activo. (C.A.A) 197
7.2.8 Posición subjetiva frente a la victimización 207
7.2.9 Significado atribuido a los victimarios del C.A 213
7.2.10 Rol de testigo frente a eventos del conflicto armado 218
7.2.11 Cambios del psicólogo en relación con el otro 222
7.2.12 Retos del psicólogo en la intervención e investigación en el área del C.A. 227
7.3 Posconflicto 236
7.3.1 Reparación económica a las víctimas. (Reparación administrativa) 237
7.3.2 Investigación sobre C.A., y victimas 241
7.3.3 Dinámica de las víctimas en los procesos de reparación y postconflicto 245
7.3.4 Actores responsables de la intervención a victimas 252
7.3.5 Tipos de violencia he intervención 258
7.3.6 Significados atribuidos a los procesos de postconflicto 263
7.3.7 Desarrollo de un posible postconflicto 273
8. Conclusiones 284
Bibliografía 315
Anexos 321
6
Lista de Anexos
Anexo A: Consentimiento informado
Anexo B: Entrevista semi-estructurada
Anexo C: Capítulo 2: Experiencia en investigación y o atención
Índice de gráficos
Grafico 1: Conflicto armado (C.A.) ............................................................................................... 57
Grafico 2: Intervención Psicosocial ............................................................................................ 144
Grafico 3: Postconflicto .............................................................................................................. 237
Índice de esquemas
Esquema circular 1. Evolución del Conflicto Armado – C.A. ............................................................. 90
Esquema circular 2. Panorama del Conflicto Armado – C.A., en Colombia. ......................................... 93
Esquema circular 3: Intereses de los actores armados ....................................................................... 100
Esquema circular 4. Elemento Humano y base del reclutamiento de los actores armados. .................... 126
7
Resumen
“En la vida y en el trabajo lo más interesante es
convertirse en algo que no se era al principio.”
Michel Foucault
La historia de Colombia ha estado mediada por guerras y/o conflictos violentos que ha
cobrado la vida de niños, niña, adolescente, (NNA), mujeres y hombres, dejando millones de
víctimas a su paso; configurando la población rural, urbana y citadina. Así pues, las raíces del
conflicto armado (C.A.), yacen alrededor del año 1.930, o antes; dando por resultado una serie
de transformaciones, en torno a temas políticos y territoriales.
Así, los colombianos en múltiples formas hemos tenido que ver y vivir la tradicional
problemática de intereses políticos, dominio territorial, imposición de modelos económicos;
hasta la sujeción del poder político centrado en familias tradicionales, dando por resultado una
oligarquía (CICR, 2012). Inevitablemente, esta realidad produce inequidad social y
confrontación de poderes entre grupos armados que ejercen violencia tanto legal como ilegal;
por un lado, se encuentra el poder ejercido de la estructura estatal que sirve a intereses oligarcas,
y por el otro, se hayan las fuerzas ilegales operando bajo la égida de la defensa de los intereses
populares.
A partir del 10 de junio de 2011, se dio a conocer en Colombia la Ley de víctimas y
Restitución de Tierras 1448; adquiriendo un lugar importante la intervención psicosocial a
víctimas del conflicto armado interno. Así pues, la intervención psicosocial que brinda el
Estado colombiano, ONG’S, y/o entidades encargadas de estos procesos, se encuentran
8
sujetos a protocolos de intervención que ignoran el estado de salud mental y/o físico de las
personas que han pasado por el amedrentamiento de grupos armados y su violencia.
Los psicólogos profesionales que han trabajado en territorios donde el C.A., ha dejado
su rastro, han construido significados y/o representaciones valiosas, que como instrumento,
permiten crear nuevas estrategias de intervención que vayan acordes a las necesidades del
contexto y de las víctimas.
El objetivo de esta investigación pretende identificar el significado que han construido
las y los psicólogos a partir de su labor profesional en el área del conflicto armado y atención a
víctimas. El diseño metodológico del estudio es de carácter cualitativo, basado en el enfoque
Fenomenológico – Hermenéutico, propuesto por Casilimas, (1996) y Sampieri, (2014), con una
población de siete profesionales en psicología que tengan, o hayan tenido un acercamiento de
intervención a víctimas del conflicto armado y/o investigación en temas afines a los
mencionados.
Palabras clave: Conflicto armando, significados, atención a víctimas, violencia,
psicología, intervención psicosocial, Violencia en Colombia.
9
Introducción
La realidad del otro solo es imaginada hasta que las personas
se ven inmersas y sin explicación en un contexto de guerra.
El inicio de este trabajo investigativo, nació del interrogante por el significado en dos
temas fundamentales para los psicólogos profesionales que han trabajado con población
vulnerable y/o vulnerada por la violencia: primero: el conflicto armado y segundo: la atención a
víctimas; con el propósito de llevar a cabo un estudio crítico y constructivo.
La historia de Colombia ha estado atravesada por una gran cantidad de guerras y/o
conflictos que ha dejados miles de muertos, y uno de los más recientes es situado en el siglo XX
en el año 1930, por Fals Borda , Guzmán Campos , y Umaña Luna, (1980). Una guerra y/o
conflicto que ha sufrido grandes transformaciones; el cual, ha sido motivo de numerosos estudios
en las ciencias sociales y humanas; entre las cuales se encuentra la Psicología. (Blair, 2012)
La psicología social como punto de partida, permite entender la relación sujeto-sujeto
mediado por un objeto, con su naturaleza y diversidad. Esta relación va desde una simple
presencia del otro hasta una verdadera interacción; es decir, puede ser de carácter pasivo o activo
(Navarro Carrascal et al., 2012). Así pues, los psicólogos profesionales han construido un
significado y/o representación en lo que respecta al trabajo con víctimas del conflicto armado;
permitiendo nuevos estudios o formas de intervención, no lesivas o revictimizantes a un
individuo o grupo vulnerado.
La violencia en Colombia como fenómeno social ha dado mucho de qué hablar en el
ámbito académico; por lo cual, se encuentra una gran cantidad de literatura en torno al conflicto
10
armado y la población víctima, en bases de datos, libros y revistas; evidenciando el análisis de
los costos y consecuencias que ha traído la guerra, (Blair, 2012). Por consiguiente, las
investigaciones y/o intervenciones que se realizan desde diferentes áreas de las ciencias sociales
y de la salud, en especial las de la psicología han traído impactos, debido a los diagnósticos que
se emiten a la población víctima.
Con el ánimo de realizar un estudio crítico que permita dar pasó a nuevas formas de ver
la intervención a víctimas y los contextos que aún se encuentra en conflicto; se lleva a cabo, la
siguiente investigación, un pequeño paso para estudios más avanzados sobre el tema de la
violencia, acorde a las necesidades de las victimas sin ocasionar daños lesivos e irreparables a la
población.
11
1. Planteamiento del Problema
“La violencia en Colombia no es un objeto frio de pensamiento abstracto”
(Franco, 1999, p. 1)
La violación del derecho a la vida, se ha vuelto en una variable constante en el territorio
colombiano, trayendo consigo un sin número de problemáticas que han trascendido y
transformado la historia de la población. Así pues, Bushnell (2007), hace un recorrido de
Colombia desde la época precolombina, evidenciando la gran cantidad de guerras que ha tenido
el país. Sin embargo, el último conflicto violento lleva más de medio siglo y es ubicado por
algunos autores como, Fals Borda et al., (1980); desde el año 1930; otros, como Uribe (1978),
lo datan en el año 1940 y posteriormente en el año 1948, con la muerte de Jorge Eliecer Gaitán.
Para la presente investigación se ha planteado como punto de referencia histórico, el año
de 1930, al año 2016; lo que posibilita, entender el conflicto armado y las transformaciones que
lo preceden, con base a las entrevistas realizadas y el acuerdo de paz con uno de los grupos
armados, FARC – EP, (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo).
Este tiempo, es escogido por los cambios que han configurado la población colombiana en torno
a la guerra y/o conflicto armado.
La población colombina ha tenido grandes enfrentamientos en torno a ideales políticos,
esto nos muestra la historia del año 1930 a 1946; una etapa que fue caracterizada por un conflicto
entre liberales y conservadores, desembocando una violencia aberrante, que afecto la dinámica
social del área urbana y rural de toda la república. Esta época es representada por la
12
persecución del movimiento político conservador, que cobro miles de vidas en algunos
departamentos de Colombia. (Fals Borda et al., 1980)
Del año 1946 a 1964, se dio una relación antagónica entre liberales y conservadores,
mediada por una guerra de exterminio que dejo más de 200.000 muertos (Alarcon, 2004).Esta
época es fundamental para entender el conflicto armado, ya que algunos personajes de la
historia encuentran refugio en las montañas; lo que desata, nuevas olas de violencia años más
tarde. (Fals Borda et al., 1980)
Durante la década de 1960, se dio una gran cantidad de migraciones forzadas de
campesinos resultantes de la violencia; además de la conformación de dos grupos guerrilleros:
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – FARC, y Ejército de Liberación Nacional –
ELN. (Bushnell, 2007).
Para la década de 1970, se dio a conocer un nuevo grupo guerrillero: Movimiento 19 de
abril – M-19; además del nacimiento y auge del narcotráfico que cubrió la década de 1980;
dando por resultado, una nueva confrontación armada y terrorista, denominada por Bushnell,
(2007), como la “guerra de la droga” (p. 371). Para finales de la década de los ochenta, y
comienzos 1990; se creó las Fuerzas de Autodefensa Rural, formadas por finqueros, ganaderos,
policía regional y ejército.
En el año 1995, el paramilitarismo o autodefensas, como se hacían denominar; ya era un
grupo y/o actor armado en Colombia; el cual, combatía y hacia frente a la guerrilla con la ayuda
de las fuerzas armadas del estado. Para el siglo XXI, los paramilitares, la guerrilla; el
narcotráfico y el estado, fueron los protagonistas de los nuevos brotes de violencia en zonas
rurales, urbanas y citadinas de algunos departamentos. (Bushnell, 2007)
13
Este breve recorrido histórico permite centrar algunos puntos importantes del
planteamiento del problema, dando cuenta del contexto, actores y las raíces del el conflicto
armado. Así pues, con el pretexto de cambio de gobierno en el año 1930, surgió un conflicto
entre liberales y conservadores, producto de resabios y odios guardados de la guerra de los mil
días; lo que afecto los departamentos de: Santander, Boyacá, Cundinamarca, Antioquia y algunos
lugares del occidente de caldas. Dos ideales políticos que produjeron una rivalidad mediada por
el derramamiento de sangre de parte de los liberales contra los conservadores, lo
automáticamente desencadeno una venganza imposible romper; ocasionando, implacables
sistemas de terror y actos de crueldad evidenciados en los sistemas de comunicación de la época;
donde no pasaba un solo día, sin que los periódicos dieran una noticia o hicieran referencia a
crímenes o asesinatos de familias enteras, mujeres, hombres, adolescentes, ancianos, niños y
niñas. (Fals Borda et al., 1980)
Estos hechos históricos evidencian el primer punto del planteamiento del problema,
basado históricamente en una época de violencia que dejo una cantidad de huérfanos,
adolescentes y familias descompuestas, que fueron víctimas del terror aberrante; lo que creo
odios y deseos de venganza que trascendieron los próximos años por temas políticos.
Para el año 1946, continuaron las luchas políticas, mediadas por una violencia
desmedida en departamentos como: “Nariño, Boyacá, Tolima, Norte de Santander, Bolívar,
Caldas y Antioquia entre otros departamentos” (Fals Borda et al., 1980, p. 29). Este conflicto
y/o guerra política entre liberales y conservadores dejo un saldo de más de “200 mil muertos,
mujeres abuzadas sexualmente y niños huérfanos” (Alarcón, 2004, p. 23).
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Ante estos hechos, como fenómeno social producto de la violencia, los colombianos no se
inquietan, preocupan o se alarman ante las noticias de prensa y/o revistas al referirse por los
enfrentamientos políticos que dejan derramamientos de sangre, cada 24 horas (Fals Borda et al.,
1980). De esta manera, se evidencia el segundo punto del planteamiento del problema.
En el año 1948, las tensiones políticas no caducan y es asesinato el líder del partido
político liberal, Jorge Eliecer Gaitán, hecho histórico denominado El Bogotazo; que desato
nuevas olas de violencia y trajo consecuencias irreparables. Como producto de este evento
histórico, para el año 1964, se habla de la primera y la segunda guerra; que dejo la muerte de
indígenas, campesinos y familias enteras; mientras que en algunas regiones del país, el
campesinado se alza armas y otros personajes buscan refugio en las montañas, dando por
resultado el nacimiento de la guerrilla FARC. (Fals Borda et al., 1980)
Como tercer punto del planteamiento del problema, se encuentra la población colombiana
que evidencio la violencia política, directa o indirectamente, entre el año 1930 y 1964; es
decir, fueron víctimas de actores armados o atestiguaron el terror gracias a los medios de
comunicación masiva de la época. Así pues, las generaciones de las décadas siguientes, se
encuentran formadas en su mayoría por familias monoparentales, compuestas o extensas, las
cuales vienen con resabios de la guerra.
La época comprendida entre el año 1958 y 1978, fue caracterizada por un avance en el
desarrollo social y económico, lo que permitió evidenciar los problemas no resueltos de los
posteriores años; como la desigualdad social y la insurgencia guerrillera de izquierda. Por otra
parte; el frente nacional que perduro hasta mediados de 1970, declaro dos puntos primordiales
para entender el conflicto armado: 1. El partido conservador y liberal compartirían
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igualitariamente y por obligación todos los cargos, y se alternarían la presidencia; 2. Un
corolario natural fue la exclusión de terceros partidos del poder político, lo que restringió una
política democrática. (Bushnell, 2007)
Con solo dos partidos políticos en Colombia, el conservador y liberal, el poder se
dividido 50, 50; permitió una disminución de muertes en temas políticos a nivel general del país;
sin embargo, lo contrario pasaba en algunos municipios donde predominaba más un partido
político que otro. Por otra parte, la división de poderes originó alianzas, con el propósito de
mantener un poder oligarca, con privilegios egoístas y en contra el común de la gente. (Bushnell,
2007)
Para la década de los años sesenta, se debe tener en cuenta; 1. La violencia de los
posteriores años que revelo “la patología de la vida rural del país, incluidos los conflictos que
existían en ciertas áreas a propósito de la posesión de las tierras” (Bushnell, 2007, p. 328); 2.
La falta de educación; 3. El estado general de privación del área rural; que además, ocasionaba
víctimas de una cruel manipulación política; 4. Se creó la Asociación Nacional de Usuarios
Campesinos (ANUC), en todo el país; la cual, fue tomada por la ultraizquierda, lo que provoco
una mayor presión estatal; 5. Se dio un cambio en una parte del campesinado, para adquirir
mayores ingresos; 6. Se creó la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia (CSTC),
con un claro auspicio comunista; y 7. Se crearon organizaciones de carácter marxista. Cabe
resaltar, que el comunismo como partido político se amplió con la CSTC; además de contar con
el apoyo del grupo guerrillero de izquierda FARC, ya que compartían objetivos comunes. Esta
época, también dio a conocer el nacimiento al Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo
guerrillero con un modelo terrorista de izquierda; el cual, reclutaba jóvenes de clase media.
(Bushnell, 2007)
16
A causa de la violencia se dio un gran desplazamiento o migraciones forzadas de
campesinos y arrendatarios; una mayor concentración de las mejores tierras en pocas manos y
una apatía en relación a los procesos políticos. Además, se introdujo dos grupos guerrilleros
FARC y ELN; uno enfocado en adquirir y proteger las tierras, y otro con el ánimo de derrocar a
la oligarquía política; sumado a esto, se encuentra el reclutamiento de campesinos y jóvenes por
actores armados, hecho que se caracteriza como el cuarto punto del planteamiento del problema.
Colombia en el año1970, progreso económicamente y solo algunas zonas ocupadas por
la guerrilla con mensajes populistas se encontraban en conflicto; las cuales, eran ignoradas y
marginadas. Por otra parte, los campesinos colombianos vivían en lo que se definió como la
“pobreza absoluta” (Bushnell, 2007, p. 341). A mediados de los años setenta, se crearon nuevos
movimiento guerrillero, entre ellos se encuentran: el Movimiento 19 de Abril M-19, en alusión a
las elecciones presidenciales de 1970; grupo caracterizado por la toma del palacio de justicia el
año de 1985, y exterminado en este mismo evento, por el ejército colombiano en la
recuperación del edificio; el Ejército Popular de Liberación (EPL), concentrado en bajas tierras
del norte de a Antioquia y el movimiento Quintín Lame que surgió de las comunidades
indígenas, con el ánimo de proteger las tierras de la usurpación al sur de la cordillera central.
(Bushnell, 2007)
Así pues, Bushnell, (2007), presenta algunos puntos importantes en la década 1970,
que contribuyen al planteamiento del problema: 1. Se encuentra Una izquierda fragmentada en
temas políticos; a causa, de los dirigentes gubernamentales que no solo gozan de las ventajas del
sistema, sino, que a la par, son los dueños del sistema de producción; 2. El estado realiza
esfuerzos por desmantelar la izquierda revolucionaria con costos que no estaba en condición de
pagar; 3. Los negocios de zonas guerrilleras son sellados, a causa de la extorsión por insurgentes;
17
debido a esto, los propietarios deben pagar cuotas, para no ser secuestrados o muertos; de tal
manera, que el consumidor, asumiría los gastos de los productos a altos costos; 4. Se encuentra
la polarización e ilegitimidad política; 5. Incapacidad por parte del gobierno para hacer frente a
los grupos revolucionarios; 6. Comienzos del narcotráfico.
El periodo correspondiente entre el año 1978 y 1990, fue caracterizado por un amento de
violencia política, tráfico ilegal de droga y actividad criminal. Así pues, a mediados del año
1985, la economía se alimentaba de “las diferentes clases de violencia y el mal compartimiento
político” (Bushnell, 2007, p. 354), mientras presidentes y congresistas se rotaban el poder por
vía electoral. Para este mismo año se llevó a cabo: la Operación Antonio Nariño por los
Derechos del Hombre liderada por el M-19; donde resultaron muertos la mitad de los
magistrados y todos los integrantes del grupo guerrillero de izquierda en la recuperación del
palacio de justicia.
Para esta época, Colombia ocupaba uno de los primeros lugares en el mundo con un alto
índice de homicidios y terrorismo; mientras el grupo guerrillero FARC, era una de las
organización revolucionaria más grande del país. Por otra parte, se dio nacimiento a un nuevo
movimiento político llamado: Unión Patriótica – UP. Para mediados del año 1989, se habla de la
“guerra de la droga” (Bushnell, 2007, p. 371), donde fue asesinado el líder político Luis Carlos
Galán, por el Cartel de Medellín.
Ante estos hechos, la población colombiana demostró una vez más la adaptación que
tiene a diferentes niveles de violencia; el hablar de tortura, desaparición de simpatizantes o
activistas de la guerrilla, como métodos ilegales para combatir la izquierda revolucionaria,
18
actos terroristas por el narcotráfico, u homicidios por sicarios era parte normalidad en
Colombia para este periodo.
Para la década de 1990, se creó las Fuerzas de autodefensa rurales, con el propósito de
repeler la guerrilla que extorsionaba a los nuevos compradores de grandes propiedades, con
dinero del narcotráfico. De tal manera, que la persona bajo sospecha de colaboración con la
guerrilla corría riesgo de amenaza, muerte, tortura; desaparición o desplazamiento forzado, lo que
despertó una nueva ola de violencia, con ideales de venganza contra la izquierda de parte del
narcotráfico y viceversa; esto cobro numerosas vidas; entre ellas, la masacre y desaparición de la
UP. Para el año de 1995, el paramilitarismo como actor y grupo armado, hacia frente a la
guerrilla desatando nuevos periodos de violencia, protagonizados más arduamente en la primera
la década del año 2000. (Bushnell, 2007).
Para la década de 1990, aun con la historia que trae consigo Colombia, desde la época de
la violencia de 1930; sigue siendo peligros hablar de política o ideales distintos a los establecidos
por las oligarquías o grupos armados; lo que deja consigo miles de muertos de familias
reconstruidas de otras guerras; además del problema de la droga y el paramilitarismo, el cual es
situado como el sexto punto dentro del planteamiento del problema.
Para la primera década del año 2000, los paramilitares o autodefensas continuaron
ejerciendo su poder, lo que dejo de nuevas masacres en todo el país; además de tener nexos
con el narcotráfico y formar alianzas con oficiales del gobierno. Para el año 2006 se desmovilizo
gran parte de las autodefensas; sin embargo retomaron las armas tiempo más tarde bajo otro
nombre. (Bushnell, 2007)
19
Para el año 2012, el gobierno comenzó el proceso de paz con uno de los grupos
guerrilleros más grandes y antiguos de Colombia, FARC, (semana, 2015); el cual, fue firmado
a finales del año 2016; lo que produjo una reducción de la violencia en gran parte del país. Sin
embargo, la población colombiana se encuentra permeada no solo por las secuelas que ha
dejado el conflicto armado; sino, por el significado y los símbolos que se han construido a
alrededor del fenómeno violento.
Del año 1930 al 2016, se han dado grandes cambios en el país, evidenciando algunas
problemáticas que aún se mantienen y manifiestan en el presente. Así pues, cada periodo hace
parte del planteamiento del problema que exterioriza las diferentes formas de violencia por las
cuales ha pasado la población colombiana. Violencia que en algunos años ha sido de mayor
magnitud que otros; pero siempre, con una violencia latente en torno al poder político y la
posesión de tierras.
Pécaut (2001), expone que el último periodo de violencia en Colombia data de 1980 en
adelante, con una cifra de 70 muertes por 100.000 habitantes. Una violencia caracterizada por ser
extrema, organizada y con nuevas formas de terror que ha afectado las dinámicas sociales,
culturales, políticas y económicas de toda la sociedad.
Franco (1999), menciona que las secuelas que ha dejado el conflicto armado se han
convertido en una problemática a la hora de abordar a las víctimas, dado que no hay un cese de
hostilidades entre bandos; por lo tanto, las intervenciones deben llevarse a cabo en contextos
donde la violencia sigue siendo explicita; por lo cual, se hace difícil establecer distancia para la
sistematización y el análisis de las situaciones que se tejen alrededor de este fenómeno violento.
20
El conflicto armado en Colombia ha sido un constante ataque a la población tanto rural
como urbana de algunos municipios, dando por resultado millones de muertes y miles de
desapariciones forzadas. Entre 1980 y 1995 la cifra total supero a las 300.000 víctimas, siendo
Colombia uno de los países con la media nacional de homicidios más elevadas del mundo; así
pues, Blair (2005) cita a la Red Nacional de desaparecidos en Colombia, afirmando que “solo
la tierra que recibe los cuerpos tendrá la certeza de cuántos y quiénes son los colombianos
muertos en la violencia” (p. 118).
La Revista Semana (2013), da a conocer algunos resultado de la ola de violencia que ha
azotado al país; donde expone, que el 11,5 % de población colombiana ha sufrido
directamente al conflicto armado, y las condiciones para ser víctima van desde: Torturas,
amenazas, violencia sexual, Homicidios selectivos, masacres, desplazamientos, víctimas de
minas, ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzosa, secuestro, reclutamiento infantil, y
destrucción de pueblo, entre otros. Por consiguiente, las consecuencias que trae consigo los
diferentes tipos de violencia del conflicto armado pueden llevar años o décadas sin resolverse
(Pécaut 2001).
Las cifras de la guerra y/o conflicto armando para el año 2010 son alrededor de 200.000
víctimas, y garantizar una indemnización, reparación, atención y/o acompañamiento a miles de
personas, producto de la violencia que no ha terminado, se vuelve un fenómeno complejo de
intervenir para las instituciones gubernamentales y no gubernamentales. (Revista Semana, 2013).
Es en este punto, donde el significado que han construido los psicólogos en torno al
conflicto armado y la atención a víctimas cobra importancia en la presente investigación.
21
2. Justificación
Cada periodo o etapa de violencia ha traído consigo una transformación y/o configuración
de la población colombiana; la cual, es desconocida por unos, pero vivida por muchos. Este
desconocimiento por el cual ha pasado la sociedad rural y urbana en torno al conflicto armado
crea revictimización.
Así pues, la representación y/o significado que han construido los profesionales de la
psicología en torno a los temas de investigación es de suma importancia, para no arremeter
contra la cultura y salud de la población que ha sido vulnerada por violencia; además da paso, a
nuevos estudios, formas de intervención, atención y/o acompañamiento que no sea lesivo para
las víctimas, dentro y fuera de un contexto de conflicto armado.
A partir del significado encontrado se podría llegar a entender una posición subjetiva y
compleja de los daños trazados que se encuentran en la intervención a víctimas desde el área de
la psicología; además de encontrar los riesgos a los que se ven enfrentados los psicólogos en
contextos donde los actores armados hacen presencia y aún se encuentran en conflicto.
La historia de Colombia evidencia formas de violencia centrada en la destrucción o
aniquilación del otro, ya sea por su forma de pensar o en buscar un benéfico propio en torno al
poder; y en medio de esta disputa, se encuentra la población (Pécaut, 2001), que ha sido testigo
fiel de las múltiples formas de terror de los actores armados tanto legales como ilegales.
Con el desconocimiento de la historia, su contexto y su significado, difícilmente se
podría llegar hacer una intervención que vaya en pro, de las personas que han sido vulneradas.
Así pues, los profesionales de la psicología que trabajan en torno a las consecuencias que ha
22
dejado conflicto armado en Colombia, constantemente se han visto evocados a desafíos donde el
contexto violento ha dejado consecuencias irrecuperables.
Conocer los costos, consecuencias, condiciones de vulnerabilidad, límites, la
configuración que trae consigo el conflicto armado, y la intervención a víctimas; hace parte del
significado construido por los psicólogos, lo que permite nuevas formas de abordar el problema,
su posterior comprensión y desarrollo conceptual; desde un enfoque fenomenológico-
hermenéutico, que permita una visión amplia de los temas tratados, estableciendo críticas y
aportes constructivos a futuras generaciones del área de la salud, que deseen trabajar con
población víctima.
Esta investigación se llevará a cabo con psicólogos profesionales que hayan o se
encuentren trabajando en la intervención a víctimas con o sin conflicto armado activo, y que
dentro de sus labores esté la atención y/o investigación sobre los temas mencionados en el
Oriente Antioqueño.
23
3. Objetivos de la Investigación
3.1 Objetivo general
Identificar los significados atribuidos por los psicólogos profesionales al conflicto armado y a la
atención a las víctimas, en el oriente antioqueño.
3.2 Objetivos específicos
Describir el significado que los psicólogos profesionales atribuyen al conflicto armado y
a sus formas de violencia.
Reconocer las tensiones profesionales e institucionales de los psicólogos en la atención a
víctimas del conflicto armado en el oriente antioqueño
24
4. Referentes Investigativos, y Conceptuales
La ciencia se hace con palabras; no solo ni principalmente, pero también con palabras. Y como
no son un mero instrumento, gracias a ellas la ciencia demuestra ser algo más que una forma
del razonamiento o de la aplicación de metodologías; puede ser también polémica, conflicto,
emoción y belleza. No solo representar el mundo, recrearlo.
J. I. Franco
4.1 Antecedentes
Los antecedentes de este trabajo se centraron en temas investigativos relacionados con el
conflicto armado y la atención a víctimas, por medio de un rastreo en diferentes bases de datos,
libros del centro de memoria histórica, revistas de universidades, revistas científicas o y/o de
prensa enfocadas en el área de las ciencias sociales y humanas. A continuación se expone
brevemente algunos resultados encontrados que guardan relación con el objeto de estudio.
La historia del conflicto armado en Colombia ha despertado gran interés, por deferentes
autores nacionales e internacionales, aparte de la basta información de los costos, consecuencias
y hechos registrados en las publicaciones y/o informes del Centro Nacional de Memoria
Histórica. Así pues, se encuentra una gran producción y la necesidad de investigar desde un
ámbito académico, teórico y analítico, la violencia y los daños a la población, (Blair, 2012), lo
que permite un mayor análisis de los temas planteados.
A continuación se exponen algunos artículos en torno al conflicto armado y a la atención
a víctimas.
El artículo propuesto por Rosero (2013), hace un recorrido histórico que permite una
revisión teórica y sistemática del conflicto armado en Colombia; utilizando como metodología
cuatro grupos referentes: 1. Investigaciones que hayan abordado las causas originarias de los
25
levantamientos armados, factores de los éxitos y fracasos de las luchas revolucionarias, y/o
acciones bélicas; 2. Enfoques que permitan el análisis de conflictos intra-estatales, post-Guerra
Fría, desde una mirada economía, política y la tesis de la guerra; 3. Trabajos enfocados en el
conflicto que cuenten con variables y alcances a nivel internacional, nacional y regional;
además del número de víctimas, intensidad, carácter y fines de sus actores revolucionarios,
étnicos, religiosos; entre otros; 4. Constituido por la definición de “conflicto armado no
internacional que hace el Derecho Internacional Humanitario, más específicamente el
Protocolo II adicional a los IV Convenios de Ginebra, suscrito por el Estado colombiano e
incorporado a su legislación a través de la ley n° 171 de 1994.” (p.58)
Rosero (2013), Expone algunas situaciones de orden social y político que configuran el
conflicto armado en Colombia, señalando: primero: la falta de control por parte del estado en
contextos de violencia, domino territorial y tributación; la crisis de autoridad y legitimidad
estatal que produce una disolución gubernamental y segundo: la violencia como motivación por
parte de actores políticos y sociales, que reconoce tres periodos fundamentales en la historia: 1.
La guerra de los mil días, del año 1899 al año 1902; 2. La década del cuarenta, que data del año
1948 al año 1958, y 3. La violencia revolucionaria y conformación de Organizaciones
insurgentes, que va desde el año 1964 al año 2010. Así pues, el proceso académico que se ha
llevado en torno al tema de conflicto armado se ve constantemente sometido a revisiones,
presiones y argumentos políticos e ideológicos, lo que hace más compleja una posible
definición. Sin embargo, el autor se acoge al Derecho Internacional Humanitario para explicar
el conflicto armado interno, referenciando el Protocolo II adicional a los IV Convenios de
Ginebra, suscrito por el Estado colombiano.
26
El artículo propuesto por Tawese-smitg (2008), tiene como interés principal, la enseñanza
y experiencia que trae consigo el conflicto y la confrontación armada entre grupos legales e
ilegales; esto, con el ánimo de construir un camino que permita la continuidad de esfuerzos por
conseguir la paz. Así pues, La autora hace un recorrido histórico por el conflicto que ha tenido
Colombia; exponiendo, la conformación de algunos grupos insurgentes, las funciones
económicas de la guerra y el proceso de paz que se llevó a cabo hasta el año 2008, la
inestabilidad política, económica, social y cultural que de algún modo intensifica el conflicto
armado, mientras el Estado pierde control y legitimidad en diferentes territorios nacionales.
Tawese-smitg(2008), hace especial énfasis en el surgimiento y consolidación de los
grupos FARC, ELN y paramilitares, sus orígenes sociales y respectivas ideologías políticas que
se han estructurado en la sociedad civil, permitiendo la humanización del conflicto, la violación
de los derechos fundamentales a la población que se encuentra con alto grado de vulnerabilidad
y modificación de la guerra; así pues, se cita textualmente:
“La violencia no es iniciada por grupos revolucionarios que buscan transformar al
Estado, sino por una variedad de élites que buscan desviar las amenazas a su régimen
político por medio de esta. A esta situación se le suma el hecho de que, en varios casos, la
combinación de miedo, necesidad y avaricia ha aumentado la disposición de la población
civil a movilizarse.” (Tawese-smitg, 2008, p. 283)
Así, la autora expone la aplicación de estrategias financieras con el ánimo de fortalecer
militar y políticamente el país; involucrando la población civil y la violación de los derechos
fundamentales, dando por resultado una transformación del conflicto armado.
27
El artículo propuesto por Rodríguez Takeuchi, (2009), hace parte de un análisis en
algunos municipios sobre: los efectos, efectividad y desempeño de los gobiernos locales que han
sido afectados por la guerra entre actores armados en el año 2005; así pues, citando a Gonzales
(2002), el autor expone el reconocimiento de focos e intensidad de la violencia no
geográficamente homogénea; es decir, la violencia no se manifiesta de la misma manera en las
diferentes regiones, siendo poco los estudios que priorizan una visión municipal.
Rodríguez Takeuchi (2009), expone el concepto de descentralización en Colombia, desde
la región, el desarrollo y la guerra, como:
“la transferencia de poder de decisión, responsabilidad y recursos de diversos tipos
desde el nivel central de gobierno hacia los niveles locales (DNP 2002). Es, en términos
generales, un proceso de delegación desde el gobierno central hacia los gobiernos sub-
nacionales” (p. 98)
Así pues, la descentralización se evidencia en los municipios a la hora solucionar
problemas, necesidades y/o derechos fundamentales insatisfechos de su población; lo que ha
generado críticas respecto a los gobernantes de algunas regiones, quienes han sido acusados de
pereza fiscal, corrupción local, e incapacidad para responder en su administración. De esta
manera, la evaluación del desempeño se encuentra en vía de las funciones y objetivos que van
en pro de la sociedad. Algunos de los resultados evidenciados en el artículo, presentan los costos
y efectos negativos del conflicto armado en el desarrollo social, educación, salud, saneamiento,
participación política, entre otros; presentando como fenómeno principal, la alteración de los
resultados de la política pública en territorios de mayor concentración del conflicto violento, y el
28
deterioro de la descentralización a la hora de administrar los recursos de los municipios, que van
en vía de satisfacer las necesidades de la población. (Rodríguez Takeuchi, 2009)
Cubrir los derechos fundamentales de la población de los municipios es un deber de los
gobernantes, y sobre todo en escenarios donde el postconflicto comienza a ser protagonista; así
pues, el articulo presentado por Ramírez Cardona, Veloza Morales , y López Pereira (2016), se
compone metodológicamente de la revisión de una tesis, un libro, doce informes técnicos,
tres artículos periodísticos y cuatro legislaturas; exponiendo el contexto del conflicto armado y
evidenciando algunas causas políticas, económicas y sociales; que desemboca en un
planteamiento complejo a la hora de definir el conflicto armado y el postconflicto; permitiendo
identificar en estos escenarios, el acceso a la salud de las víctimas.
Ramírez Cardona et al., (2016), citando a Ayala y Hurtado (2007); exponen el
postconflicto, como una mirada que se proyecta en la construcción de paz, con tareas de
inclusión social y refundación del Estado. Sin embargo, el daño ocasionado por la guerra se
evidencia a la hora referirse al tema de víctima en todo el país; el cual, es evidente la
responsabilidad del Estado al ofrecer la reparación de los daños causados a la población, por los
actores armados. A pesar de esto, se encuentran falencias a la hora de responder por los
derechos de las víctimas, en especial el de la salud; identificando barreras de acceso, cobertura,
sostenibilidad de recursos y falta de eficacia a la hora de brindar este derecho. Así mismo, las
autoras citan a Restrepo J. (2013), para exponer el postconflicto como una superación del
conflicto que no se basa solamente en la entrega de armas, la desmovilización, y la firma de la
paz; sino, que incluye una preparación del país que permita afrontar y dimensionar una nueva
29
etapa, desde la mentalidad o forma de pensar de la población que incluya la posibilidad de hablar
de justicia, igualdad, paz y libertad
El artículo propuesto por Becerra (2010), utiliza como metodología un trabajo
investigativo mixto, que explora el concepto de reparación guiado por un análisis “descriptivo,
analítico y explicativo en el contexto del Derecho Colombiano frente a los fallos de la Corte
Interamericana, con técnicas de recolección de información consistente en análisis documental y
jurisprudencial nacional e internacional.” (pp. 220-221); exponiendo la reparación a víctimas
del conflicto armado en Colombia, como “el conjunto de medidas adoptadas para intentar
resarcir los daños que sufren las víctimas como consecuencia directa de los distintos crímenes”.
(p. 223). Además, reconoce como medidas reparación a víctimas: la restitución, compensación,
rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición; donde según el Derecho Internacional
humanitario, es deber del Estado llevar acabo, y no como un acto de caridad de la institución o
sus funcionarios públicos, ya que ha tomado este carácter.
Para el 6 de junio de 2011, el Estado colombiano dio a conocer la ley de víctimas y
restitución de tierras, 1448; como mecanismo de reparación para la población vulnerada del
conflicto armado; sin embargo ¿Es eficaz es este mecanismo? Sanabria y Pérez Forero (2013),
en su artículo, hace un recorrido histórico de Colombia de dos periodos fundamentales en la
evolución del conflicto, el primero va del año 1950 al 1993, y el segundo va desde el año 1994 al
2005; exponiendo como fenómeno principal el desplazamiento forzado a causa de los actores
armados.
Posteriormente, las autoras analizan la ley de víctimas y sus respectivos antecedentes,
estableciendo como conclusión, la creación y desarrollo de la justicia transicional lo que género,
30
un buen panorama ante la aplicación de la ley, en cuanto a su desarrollo relativamente nuevo,
teniendo en cuenta la fecha del artículo citado. En esta medida, las víctimas del conflicto armado,
juegan un papel fundamental en la apropiación y resignificación de la ley como mecanismo
jurídico, (Barón, 2015)
La ley 1448 de 2011, como mecanismo jurídico se ha convertido en un debate a la hora
de establecer y delimitar quienes tienen acceso al derecho de restitución y reparación simbólica
y/o económica, en la población que ha sido vulnerada por el conflicto armado; esto, ha causado
gran inconformidad en las asociaciones de víctimas afines al MOVICE (Movimiento Nacional
de Víctimas de Crímenes de Estado). Así pues, Barón (2015), hace un recorrido por el concepto
de víctima y su resignificación desde la figura de daño, como posición subjetiva; a lo cual,
concluye un rechazo abierto y generalizado por la población vulnerada hacia esta ley, ya que no
representa los intereses, ni reconoce en su totalidad a las víctimas; por lo contrario, se sienten
excluidas, lo que ha causado demandas vinculadas al problema de la restitución de tierras.
Las víctimas como protagonistas del conflicto armado, se han visto silenciadas y
estigmatizadas; así lo mencionan Hernández (2013), en su artículo, derivado de un estudio de
caso, basado en una metodología cualitativa – hermenéutica, con un enfoque de análisis
narrativo holístico, como estrategia de interpretación; además de contar con entrevistas
biográficas a sujetos que han sido víctimas, defensores de derechos humanos y/o testigos
emblemáticos de los horrores de la guerra en Colombia.
Hernández, expone la condición precaria y políticamente inducida que ha traído la
guerra, a algunos grupos vulnerables, como: campesinos, afro-descendientes, indígenas, y
víctimas en general que se encuentran atravesadas por pobreza, hambre, desplazamiento;
31
estigmatización e instrumentalización. Así pues, el Estado colombiano en materia de derechos
humanos, aunque ha dado un reconocimiento jurídico no se ha comprometido en un
reconocimiento social a las víctimas; las cuales, se ven expuestas constantemente a amenazas
desde su condición de vulnerabilidad; en esta medida, el autor cita a Bárcena y Mélich, (2003),
quien expone esta condición, como “profundamente asimétrica y no recíproca” con falta de
apoyo social, económico, y expuesta a una “Violencia cultural”. Citando a Butler, (2010),
Hernández, menciona que Colombia se ha convertido en una representación mediática de
carácter militar, donde no se diluye o separa la realidad material de la guerra y sus sistemas
representacionales, desde la cual opera y racionaliza su funcionamiento.
Las instrumentalización de las víctimas se han visto en función de intereses políticos.
Militares y económicos; así pues, Hernández cita a Días (2009), donde expone que en Colombia
existe una “taxonomía perversa que categoriza a las víctimas como víctimas buenas y víctimas
malas, víctimas pobres y víctimas ricas, víctimas para legitimar y víctimas para ocultar, víctimas
para reparar y víctimas para olvidar” (p. 468). Citando a Butler (2010), el autor expone que las
víctimas se ven enfrentas a un proceso de estatus ontológico que los determinada y comprende
gracias a la política de representaciones mediáticas, que puede ser a causa de la cultura violenta o
del conflicto armado feroz y violento que lleva décadas en varias regiones del país. Así pues, la
guerra y su funcionamiento ha afectado directa e indirectamente el contexto cotidiano y social
de las víctimas que se ven sujetas a influencias, disposiciones morales, percepciones, actitudes y
disposiciones frente a otros que han sido víctimas; por ende, desde la dignidad humana no se ha
dado una reflexión ética que dé respuesta al sufrimiento y demanda de la población vulnerada.
El impacto psicológico que ha causado la guerra y/o conflicto armado a la población
colombiana ha sido devastador, el sufrimiento de las experiencias violentas ha dejado huellas
32
irreparables; así lo menciona el articulo propuesto por Aristizábal Palacio et al., (2012),
resultado de diversas investigaciones centradas en los síntomas y traumatismos psíquicos de las
víctimas y victimarios del conflicto, que han tenido incidencia de experiencias violentas y/o actos
violentos sobre otros. Con una población de 36 sujetos, 20 víctimas y 16 victimarios
participantes, se realizaron consultas psicológicas y programas de reintegración; además, se
realizaron entre 2 y 7 entrevistas a profundidad de acuerdo al interés del proceso. El análisis
contó con una metodología cualitativa, un diseño de comparación multi-caso y un componente
de teoría fundamentada, donde posteriormente fue organizada en categorías y subcategorías
dando cuenta de situaciones psíquicas traumáticas en el encuentro con lo real.
Los resultados obtenidos se dividieron en las subcategorías de: abuso sexual, asesinatos,
métodos brutales, falsas acusaciones y amenazas, desaparición de familiares, retenes y detención
ruidos e imágenes, maltrato a un familiar, culpabilidad, abandono, resistencia y quiebre subjetivo.
Y las categorías en torno a los síntomas se dividieron en: temores y expectativa angustiada,
pensamientos obsesivos y actos compulsivos, tristeza y depresión, trastornos del sueño, impulsos
agresivos, memoria y bloqueos, conducta sexual, y episodio psicótico. Así pues, se evidencia el
aislamiento de eventos traumáticos más frecuentes en víctimas y victimarios, que van desde una
situación de riesgo directo, agresión por colaborar con algún grupo armado, hasta acusaciones
de haber cometido desobediencia en el grupo al que pertenecían; todo, mediado por el temor
infundado a ser asesinados; aún más, cuando se encontraban familiares o personas cercanas
muertas de un grupo o de otro, o como objetivo de violencia.
Cabe señalar, que la rememoración de la violencia en los sujetos de estudio desencadeno
malestar psicológico caracterizado por episodios de tristeza, depresión, miedo, ansiedad,
desolación, desesperanza, depresión asociada a pérdidas y al rompimiento de vínculos afectivos,
33
visualizando un futuro desolador referido al estrés postraumático; lo que dificulta el acceso de
actividades productivas, con una percepción de no recuperar la capacidad y potencialidad que
tenían antes de los hechos victimizantes. Por otra parte, el articulo expone como elemento
singular en víctimas y victimarios la activación de impulsos agresivos, hacia personas cercanas o
familiares, evidenciando un notable cambio de rol en víctimas; es decir, se desencadena acciones
agresivas sobre otros.
Gómez, (2013), en su artículo derivado de un proceso investigativo, y desarrollado en
comunidades del oriente antioqueño, permite una mirada más profunda acerca de los escenarios
de reparación a víctimas del conflicto armado; con un método autobiográfico que recoge 62
relatos de vida, entrevistas a profundidad, y 19 grupos de discusión, que posteriormente fueron
analizados en categorías relacionadas con la transformación subjetiva a nivel emocional,
cognitivo y comportamental; permitiendo evidenciar estrategias de afrontamiento, cohesión
social, y participación en la construcción ciudadana.
Así pues, a través de las voces de víctimas de violencia política; Gómez, expone el
significado de experiencias en torno a la participación de escenarios de reparación, verdad y
justicia, que el Estado colombiano ofrece hasta el mes junio del año 2012; evidenciando las
consecuencias psicosociales que han generado los mecanismos de restauración de derechos,
dando vía abierta a la revictimización. En esta medida, el autor señala la reparación como
prioritaria; según la legislación colombiana, garantizando los derechos de las víctimas. Sin
embargo, está, se ha centrado en la reparación administrativa; es decir, en la indemnización o
ayuda económica; la cual, no logra satisfacer las necesidades mínimas de la población vulnerada.
34
Pero ¿Que significados hay entorno a la indemnización y restitución de tierras? el articulo
propuesto por Villa Gómez y Insuasty Rodríguez, (2015); se centra en esta pregunta, por medio
de un proceso investigativo realizado en el municipio de San Carlos; el cual, se llevó a cabo
bajo un enfoque cualitativo que recoge la voz y experiencia de 170 participantes, 12 grupos
focales, donde participaron 150 personas, 7 entrevistas individuales y 5 entrevistas grupales, lo
que posibilito la triangulación de la información. Este proceso evidencio el contradictorio
discurso oficial, del relato de las víctimas en relación con los procesos de reparación; que en
varios casos, causan indignación por parte de la población vulnerada; teniendo en cuenta, que la
indemnización “no es suficiente frente al daño que se vivió, el tamaño del daño es tal, que el
dinero entregado no compensa lo perdido, ni en términos materiales, ni simbólicos, ni
afectivos”. (p. 169),
Villa Gómez y Insuasty Rodríguez, exponen el impacto negativo en la forma de
suministrar las indemnizaciones, ocasionando cambios culturales, relacióneles, económicos y en
la vida cotidiana de las víctimas, tanto en las comunidades como en el municipio. Por tal razón,
los autores señalan la importancia de acompañar este proceso con acciones suscritas en una
dimensión simbólica y psicosocial.
Por otra parte, Gómez, (2012); expone el incremento de proyectos de intervención social
a víctimas, por parte de algunas ONG o facultades de psicología; estableciendo “intervenciones
marginales, por fuera de los centros del poder/saber y en muchos casos en contravía de estos
mismos centros”. (p.351), lo que constituye un problema ético, el cual esboza más a profundidad
en el artículo. Así mismo, menciona: “la reflexión académica aún sigue siendo escasa, poco
35
clara y repetitiva de concepciones y disquisiciones internas de las disciplinas sociales,
especialmente de la psicología” (p.349).
Gómez, presenta desde su experiencia en procesos de acompañamiento e investigación
psicosocial, un recorrido sobre la importancia de visualizar a las víctimas de la violencia
política, en escenarios sociales y políticos que posibiliten la construcción de paz, por medio de
organizaciones y movimientos regionales, departamentales y nacionales; concluyendo que las
acciones psicosociales, deben tener una visión integral en los procesos, soluciones y marcos de
acompañamiento en vía de un desarrollo a escala en la población.
Por último, Villa Gómez, Arroyave Pizarro, Montoya Betancur, y Muñoz Gaviria,
(2016), presentan en su artículo, derivado de un proceso investigativo, enmarcado en el método
cualitativo, con un muestreo de 32 entrevistas semi-estructuradas a profesionales que trabajan en
intervención psicosocial con víctimas de violencia política, bajo la ley 1448; la experiencia
subjetiva que permite identificar el malestar ético y emocional en torno a la lógica tecnocrática y
burocráticas de los proyectos de la ley. Evidenciando, dificultad en los tiempos de ejecución,
contratación, contextualización, sensibilización y realidad en torno a las comunidades afectadas;
sumado a esto, se encuentra el desconocimiento del contexto por parte de instituciones estatales
u otras entidades; ocasiona una lógica de daño y revictimización de la población vulnerada;
además de la compleja reparación integral en zonas donde aún hay violencia, necesidades
básicas insatisfechas, carencias de salud, trabajo y educación.
36
4.2 Referente Conceptual
Los referentes conceptuales y/o teóricos pretenden dar una explicación y delimitar el
análisis de la investigación; con este propósito, se obtienen algunas definiciones o conceptos
bases, pertenecientes a la psicología social y política, y otras pertenecientes al marco legal del
Estado colombiano.
4.2.1 Conflicto Armado Interno
Restrepo et al., (2005), exponen el conflicto, como la representación de relaciones
objetivas y subjetivas, definidas por intereses y/o necesidades de individuos y/o grupos. Así, el
conflicto es la interacción social en todos los niveles donde se desenvuelve el ser humano; es
decir, va desde la esfera interpersonal, intergrupal, organizacional, hasta la internacional, con
diferente grado y forma de expresión; lo que da por resultado un desarrollo escalar y
transformativo con un carácter de permanencia, o tiende a desaparecer.
Restrepo et al., (2005); establecen el conflicto, como una forma inevitable de la
existencia social, definido por un carácter endémico; el cual, denota una forma lógica y
ordenada con elementos propios y definidos, posibles de leer; de acuerdo, a las estrategias de
confrontación, intereses y relaciones de poder con los involucrados. Igualmente posee símbolos e
imaginarios que reforman las prácticas cotidianas y sociales del ser humano, afectando las
relaciones de convivencia con vías potencialmente destructivas o constructivas. De esta manera
se señala los conflictos que surgen en torno a la distribución y apropiación de recursos escasos;
con valores determinados por grupos sociales y/o reglas establecidas por los gobernantes de un
Estado. Conjuntamente se puede establecer conflictos a nivel micro, por: malos entendidos,
37
informaciones defectuosas, prevalencia de estereotipos y prejuicios; así pues, cada actor o sujeto
inmerso en un conflicto especifico, afecta aspectos estructurales, que lo definen y condicionan
su desarrollo constituyendo una unidad, entre identidad e interés.
Conforme a lo dicho, se puede señalar la multi-causalidad de algunos conflictos de
contenido complejo y carácter social que se entremezclan con causas económicas, políticas,
sociales, territoriales e históricas; los cuales se denominan: supraindividual. Por otra parte, se
encuentra los conflictos de naturaleza interindividual e interpersonal, establecidos en la
confrontación de dos personas, basados en emociones. De tal manera que se puede establecer una
clasificación de conflictos en torno a las necesidades individuales, como: asuntos de poder,
asuntos de aprobación, asuntos de inclusión, asuntos de justicia, y asuntos de identidad. Así
pues, Otras clasificaciones del conflicto van de acuerdo a las condiciones de modalidad, tiempo,
lugar, características objetivas de un problema, sujetos que intervienen y dan forma a las
relaciones y estructuras sociales en vía del ejercicio del poder. (Restrepo et al., 2005).
Restrepo et al., citan Marines Suares, (1996) para definir el conflicto como: un proceso
vinculante interaccional y co-construido, que se da mínimo entre dos partes que se encuentran
en contradicción y/o pugna; las cuales, contribuyen a una situación, desde la percepción de la
realidad; y de acuerdo a las necesidades, motivaciones y valores, se guían particulares
comportamientos. Así, cada parte trata de mostrar e imponer que tiene la razón; por lo tanto se
debe hacer y distribuir los recursos y/o bienes según la manera propuesta de los implicados, lo
que puede desembocar en actos agresivos; de esta manera, las personas se asocian al conflicto
con la violencia, pelea, bandos y guerra, siendo esto, una forma de asumir y tratar el conflicto.
38
Así pues, El conflicto armado es presentado por Restrepo et al., (2005), como un
conflicto de tipo social; y citando a Lederach (1998), exponen, según el número de víctimas la
ubicación y la problemática, tres subcategorías: 1. Conflicto armado menor: el cual se define por
la confrontación de fuerzas armadas donde deja menos de 25 personas muertas en un año y al
menos una de las partes es un Estado; 2. Nivel intermedio: donde se dan más de 100 muertes de
personas y mínimo 25, en un año; 3. Se establece el concepto de guerra para denominar un
conflicto que ha dejado más de 1.000 muertes de personas en un año. Cabe resaltar que para la
categoría de conflictos armado se encuentra una relación con el control del territorio y/o recursos
naturales; además de otros componentes contextuales de tipo económico, social, reconocimiento
político, conformación del Estado y control del mismo.
Por otra parte, se presenta la definición de “Conflicto Armado No Internacional” (CANI),
propuesto por el “Derecho Internacional Humanitario” (DIH); a partir del Convenio de Ginebra
de 1949; el cual se cita textualmente:
“Puede ser un conflicto armado en que participen uno o más grupos armados no
gubernamentales. Según la situación, puede haber hostilidades entre las fuerzas armadas
gubernamentales y grupos armados no gubernamentales o entre esos grupos únicamente.
Dado que los cuatro Convenios de Ginebra han sido ratificados universalmente, el
requisito de que el conflicto armado ocurra "en el territorio de una de las Altas Partes
Contratantes" ha perdido su importancia en la práctica. De hecho, cualquier conflicto
armado entre fuerzas armadas gubernamentales y grupos armados o entre estos grupos
sólo puede tener lugar en el territorio de una de las Partes en el Convenio”. (CICR,
2008. p. 3)
39
La definición presentada se complementa con el Protocolo adicional II, de los convenios
mencionados; la cual, aplica en caso de haber Conflicto armado no internacional:
“que se desarrollen en el territorio de una Alta Parte Contratante entre sus fuerzas
armadas y fuerzas armadas disidentes o grupos armados organizados que, bajo la
dirección de un mando responsable, ejerzan sobre una parte de dicho territorio un
control tal que les permita realizar operaciones militares sostenidas y concertadas y
aplicar el presente Protocolo" (CICR, 2008. p. 4)
Así, para establecer un conflicto armado según el DIH (Derecho Internacional
Humanitario), se toman en cuenta dos criterios fundamentales:
“Por una parte, las hostilidades deben alcanzar un nivel mínimo de intensidad. Puede
ser el caso, por ejemplo, cuando las hostilidades son de índole colectiva o cuando el
gobierno tiene que recurrir a la fuerza militar contra los insurrectos, en lugar de
recurrir únicamente a las fuerzas de policía.
Por otra, los grupos no gubernamentales que participan en el conflicto deben ser
considerados "partes en el conflicto", en el sentido de que disponen de fuerzas
armadas organizadas. Esto significa, por ejemplo, que estas fuerzas tienen que estar
sometidas a una cierta estructura de mando y tener la capacidad de mantener
operaciones militares”. (CICR, 2008. Pág. 4)
Por último el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), expone las siguientes
definiciones de conflicto armado; desde una visión jurídica que predomina actualmente:
40
“Existe un conflicto armado internacional cuando se recurre a la fuerza armada entre dos o
más Estados.
Los conflictos armados no internacionales son enfrentamientos armados prolongados que
ocurren entre fuerzas armadas gubernamentales y las fuerzas de uno o más grupos armados,
o entre estos grupos, que surgen en el territorio de un Estado [Parte en los Convenios de
Ginebra]. El enfrentamiento armado debe alcanzar un nivel mínimo de intensidad y las
partes que participan en el conflicto deben poseer una organización mínima.” (CICR, 2008.
Pág. 6)
4.2.2 Violencia
Para abordar la violencia en Colombia, se debe tener en cuenta los eventos más
representativos de este fenómeno y sus posteriores antecedentes históricos; así, Fals Borda et
al., (1980), hacen énfasis en la interacción entre funcionalidad, disfuncionalidad y deformación
estructural de las instituciones fundamentales que claramente deberían estar organizadas para
alcanzar las metas de un sistema.
Esta interacción entre funcionalidad y disfuncionalidad son manifestadas según los
autores como: intencionadas o conscientes, o latentes; las cuales son nombradas como
mecanismo del sistema social; del cual, se desprende niveles de integración que ejercen
influencia en las instituciones políticas, económicas, religiosas, entre otras; denominados como
vínculos sistémicos, fundamentales para entender el fenómeno de la violencia.
41
Para trazar algunos límites en la presente investigación; Blair (2005), expone el
fenómeno de la violencia como la aprehensión que pasa por cada individuo, grupo social e
institución; manifestada de acuerdo a cada caso en particular, con determinaciones y
expresiones diferenciales; así pues , la violencia supone una “acción que atenta contra los
bienes, la libertad o la vida de una persona” (p. 47). Es decir, un fenómeno que ha estado
presente en la historia de la humanidad. Y en el caso de colombiano específicamente, se ha
evidenciado una violencia inherente a la confrontación armada, definida por la autora como: “El
conjunto de relaciones de fuerza donde el poder esta mediado por las armas y cuyo fin último es
la destrucción física del adversario” (p. 48).
Franco S. (1999), amplifica el concepto de violencia como: “Entiendo por violencia toda
forma de interacción humana en la cual, mediante la fuerza, se produce daño a otro para la
consecución de un fin” (p. 2). Es decir, la violencia es una manera de relacionarse únicamente
entre seres humanos y como conducta contiene razones y efectos, intereses y poderes; ha sido
desarrollada, aprendida y ejercida por instituciones y organizaciones, estableciendo
características en su accionar, como: inteligencia, racionalidad, direccionalidad y pasión. Por lo
tanto, las respuestas violentas son evidenciadas en el tejido relacional humano – humano, en los
niveles individuales y colectivos, como: familia, etnia, nación clase o grupo; es decir, en los
vínculos sistémicos. Así pues, la violencia se construye dentro de una cultura racional,
inteligente y relacionalmente que se transforma, y se manifiesta de diferentes maneras,
estableciendo formas de respuestas, motivación, ideas y pasiones.
Franco S. Señala tres características básicas en una acción violenta: 1. La relación de
fuerza, que produce daño y direccionalidad; 2. La violencia ejercida desde una posición de
mayor fuerza a una menor fuerza en un determinado momento; 3. La relación violenta con un
42
único fin, direccionalidad e intención; la cual culmina con la producción o daño hacia otro. Así
pues, el autor cita a Arendt, (1969), quien expone “la fuerza” como la mayor identidad de la
violencia, ya que sin está, no existiría tal fenómeno; en esta medida, se reconoce dos
modalidades: primero: la aplicación del poder físico o fuerza física; segundo: la aplicación de un
poder moral que da por resultado, el acto de obligar a una persona que asienta o haga alguna
cosa, mediante la aplicación directa de algún instrumento con intensidad y eficacia. Es decir, la
violencia en sus distintas modalidades termina por ocasionar mediante la fuerza un daño o lesión
a otro, como fin último.
El daño e intensidad ocasionada a otro puede llegar a ser cualquier alteración negativa
orgánica, física o psicológica; lo que permite diferenciar y clasificar distintos tipos de violencia,
ejemplo: física, psíquica y sexual; además de existir daños leves, moderados y graves; que van
en vía de la negación o limitación total o temporal de algunos de los Derechos humanos más
reconocidos y/o fundamentales, como la vida (Franco, 1999). Así pues, Franco S, expone la
violencia como resultado del juego cruzado de poderes e intereses del entramado social, que
mediante la fuerza se desea colocar a favor; siendo difícil dilucidar una finalidad, ya que utiliza
lenguajes cifrados y códigos secretos; sin embargo, se establece una repetición que se
contextualiza en los actos violentos aislados, carentes de sentido con un enorme poder de
desconcertó, confusión y terror; solo así, se expone el verdadera finalidad de la violencia.
“Así, puede hablarse, por ejemplo, de violencia política cuando el conjunto de los actos
violentos se inscriben de manera predomínate en el contexto de las luchas de
organización social y por la orientación y el control del estado” (Franco, 1999, pág. 7)
43
La finalidad de los actos violentos determina los actores implicados, su modalidad y
escenario de violencia, lo que permite dar cuenta de aspectos circunstanciales como tipo de arma,
área más afectada y lugar de ocurrencia, para una más adecuada clasificación del fenómeno de la
violencia (Franco, 1999).
4.2.3 Víctimas del Conflicto Armado
Establecer el concepto o definición de víctima puede estar asociado a múltiples variables
que van de acuerdo a un proceso de justicia transicional y/o procesos penales. En el caso
colombiano pasa por un auto reconocimiento de procesos de recuperación y memorias no
oficiales, suscritas al conflicto armado; así mismo, Barón, (2015), expone las múltiples nociones
y elementos que se establecen para el reconocimiento de una víctima. Sin embargo, para efectos
de la presente investigación solo se tendrá en cuenta:
1. La definición de victima propuesta por la ley de víctimas y restitución de tierras 1448
de 2011, citada textualmente:
“ARTÍCULO 3ª, víctimas. Se consideran víctimas, para los efectos de esta ley, aquellas
personas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a
partir del 1ª enero de 1985, como consecuencia de infracciones al Derecho
Internacional Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las normas
Internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto armado
Interno.
También son víctimas el: cónyuge, compañero o compañera permanente, parejas del
mismo sexo y familiar en primer grado de consanguinidad, primero civil de la víctima
44
directa, cuando a esta se le hubiere dado muerte o estuviere desaparecida. A falta de
éstas, lo serán los que se encuentren en el segundo grado de consanguinidad ascendente.
De la misma forma, se consideran víctimas las personas que hayan sufrido un daño al
intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización.
La condición de víctima se adquiere con independencia de que se individualice,
aprehenda, procese o condene al autor de la conducta punible y de la relación familiar
que pueda existir entre el autor y la víctima.” (Pág.1)
2. La definición de víctima emitida y propuesta por la ONU (Organización de las
Naciones Unidas) en el 2005, la cual tomare textualmente:
“A los efectos del presente documento, se entenderá por víctima a toda persona que haya
sufrido daños individual o colectivamente, incluidas lesiones físicas o mentales,
sufrimiento emocional, pérdidas económicas o menoscabo sustancial de sus derechos
fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que constituyan una
violación manifiesta de las normas internacionales de derechos humanos o una violación
grave del derecho internacional humanitario. Cuando corresponda, y en conformidad
con el derecho interno, el término “víctima” también comprenderá a la familia
inmediata o las personas a cargo de la víctima directa y a las personas que hayan
sufrido daños al intervenir para prestar asistencia a víctimas en peligro o para impedir
la victimización”
45
“Una persona será considerada víctima con independencia de si el autor de la violación
ha sido identificado, aprehendido, juzgado o condenado y de la relación familiar que
pueda existir entre el autor y la víctima” (Asamblea General de la ONU, 2005)
4.2.4 Intervención Psicosocial
Para establecer el análisis de la investigación en torno a la atención y/o intervención a
víctimas del conflicto armado, se tendrá en cuenta conceptos teóricos de la psicología social; la
cual, establece como punto de partida, que “todo individuo existe en una red de relaciones y
todo colectivo está compuesto por individuos”(Carrascal, 2012, p. XIII), lo que posibilita una
mirada integradora de los individuos como seres sociales. Esta mirada, implica la idea de una
relación real, imaginaria, material o simbólica; con “algo”, a él mismo individuo, a su entorno
material, a su historia, o a los demás u otros individuos; ya que sin un objeto de por medio no
existiría tal relación. Así pues, la psicología social tiene su primordial interés en la naturaleza y
las características diversas, tanto del objeto como de la relación, que se establece un sentido y
una finalidad. (Carrascal, 2012)
Carrascal, (2012), expone que la relación sujeto-sujeto mediado por un objeto, puede
destacarse por ser estática o dinámica; es decir, tiene carácter pasivo, como las formas de
conformidad a la norma, a modo de obediencia, y/o sumisión a la autoridad; o puede tener un
carácter activo, ejemplo: sujetos o individuos que se implican en proyectos de tipo político y
social, como la influencia ejercida por las minorías. Así pues, Carrascal, citando a Moscovici,
(1984), expone que “la psicología social es el estudio del conflicto entre individuo y sociedad”
46
(p. XV). Una sociedad externa, interna e indisoluble con el individuo, que se representa en
normas, juicios, creencias, imágenes y figuras de referencia identitarias, entre otras.
La psicología social se centra en el estudio de las conductas humanas y los fenómenos
sociales como procesos relacionales; los cuales, se establecen en tres dimensiones constitutivas:
1. Pensamiento; 2. Socialización y 3. Comunicación; además de identificar tres niveles según el
rigor de estudio: 1ro. Definición descriptiva; 2do. Definición conceptual; 3ro. Definición
operacional. (Carrascal, 2012)
Por otra parte, Carrascal, citando a Doise (1982), expone cuatro niveles de análisis de las
relaciones sociales en sus tres dimensiones denominados así: 1. Nivel individual: estudia
mecanismos por los cuales los individuos organizan su experiencia, y el análisis va dirigido a los
procesos internos de un organismo aislable, como: percepción, evaluación, organización del
comportamiento en el contexto social, y categorización; 2. Interindividual o situacional: se
establece a partir de la interacción del sujeto o individuo con su historia en situaciones precisas,
y el análisis va dirigido a los procesos de influencia social, como el estatus o rol; entre otros,
establecidos como lo micro-social; 3. Nivel posicional: se establece según las diferencias de
posiciones sociales en las relaciones entre individuos; los cuales son pensados con una identidad
social, y caracterizados por pertenecer a una categoría social y 4. Nivel ideológico: toma en
cuenta los sistemas culturales como creencias, representaciones, comportamientos, normas
sociales, etc. Que posicionan y mantiene socialmente las relaciones del individuo en un orden.
Así, Martin-Baro, (1990), expone, que los sistemas de interacción humana, los modos
particulares de comunicación, las necesidades de unos y otros, van generando normas explicitas e
implícitas de convivencia. Normas que son fundamentales para entender los conflictos, su
47
estructuración relacional y comportamental; de esta manera, la psicología social y comunitaria
establece focos y niveles de estudio fundamentales para la presente investigación.
Intervención psicosocial y comunitaria: constituye una manera de abordar
problemáticas que van de acuerdo a las necesidades sociales de una comunidad, desarrollando
estrategias de prevención, resolución de problemas y desarrollo de sistemas sociales; así,
pretende conseguir determinado cambio individual y/social teniendo en cuenta un período de
tiempo estimado. La intervención conlleva una mediación entre elementos distintos, una
intencionalidad y se realiza con autoridad; además, contiene un alcance sistémico, una visión
optimista y una concepción democrática; por lo cual, debe de haber una participación activa y
una “implicación personal que no puede parapetarse bajo una supuesta neutralidad ideológica”
(p. 21). Así pues, se establece tres modelos de intervención: primero. Modelo por competencia;
segundo. Modelo de bienestar y tercero. Modelo ecológico. (Hombrados Mendieta, García
Martin, y López Espigares, 2006, p. 21)
48
5. Metodologia
“Saber que se hace cuando se hace ciencia – esta es una definición simple de la
epistemología – significa saber cómo se constituyeron históricamente los problemas,
las herramientas, los métodos, los conceptos que se utilizan”
P. Bourdieu
5.1. Tipo de investigacion
La investigación se enfoca bajo una metodología social cualitativa; la cual, según
Casilimas, (1996), se enmarca en el terreno de las ciencias sociales, ya que establece y
desarrolla distintas miradas de la realidad en el ámbito del ser humano. Así pues, Casilimas
citando a Taylor y Bogdan (1992), expone la metodología, como la manera de dirigirnos a los
problemas y buscar sus respuestas. Es una forma de construir apropiadamente una realidad
epistémica, influida por la existencia de un sujeto cognoscente, que hace parte de la cultura, de
las relaciones sociales y tiene el conocimiento, la comprensión, el análisis de formas de pensar,
percibir, sentir y actuar de otros seres humanos.
Sampieri, (2014), explica la investigación cualitativa como el enfoque que permite
comprender y explicar ciertos fenómenos desde la visión de los participantes de un estudio y/o
investigación, desarrollada en un ambiente neutral y contextual, que posibilita una mayor
profundidad y alcance del fenómeno que se desea comprender. Así pues, la investigación
cualitativa, con carácter inductivo, proporciona un entendimiento de dimensiones internas,
externas, pasadas y presentes; con el ánimo de aprender de experiencias, valorar procesos y
generara teorías fundamentales.
49
5.2 Diseño metodológico
El diseño metodológico de la investigación está planteado bajo un enfoque
Fenomenológico – hermenéutico; que trata de describir la experiencia vivida de los
participantes, con el ánimo de ser valorada tanto en la práctica como en la ciencia; además,
involucra: análisis, descripción, observación, suspensión de creencias o suspensión temporal del
juicio. (Casilimas, 1996)
Así mismo, Sampieri,( 2014), Expone este diseño metodológico con características como
la de entender, describir, analizar los discursos y posibles significados desde el punto de vista de
los partícipes; además de contextualizar las experiencias en términos temporales, espacio,
corporalidad y contexto relacional; lo que permite centrar la interpretación de la experiencia
humana en un producto de interacción dinámica entre: la reflexión, la naturaleza de la experiencia
o temas esenciales, categorías y definición del fenómeno que se pretende estudiar.
La investigación cualitativa con un enfoque Fenomenológico – hermenéutico permite
conocer el significado atribuido al conflicto armado y a la atención a víctimas por psicólogos
profesionales.
50
5.3 Población y muestra
Casilimas (1996), establece dentro de un diseño fenomenológico, un tamaño muestral de
aproximadamente 6 participantes; por tal razón, la presente investigación está conformada por
7 psicólogos profesionales que hayan o se encuentren trabajando en procesos de reparación y/o
investigación del conflicto armado en el oriente Antioqueño.
Tipo de selección: Intencional o basada en criterios.
LeCompte y Goetz, (1984), establecen la selección basada en criterios o muestreo
intencionado, como una exigencia por parte del investigador al referirse a los atributos que
deben poseer las unidades de estudio; ya que constituyen un amplio trabajo de campo, cuya
meta yace en obtener conocimiento previo de las características de una población, lo que permite
identificar nuevos conjuntos, formas de análisis, y vistas del fenómeno que se desea investigar.
Así pues, la muestra se encuentra basada en parámetros elegidos específicamente; donde
los criterios de selección de los participantes no son de representación estadística; sino de
pertinencia; en ella, se busca incluir las características que produzcan mediante su discurso
Criterios de inclusión
Para la inclusión de los participantes en la muestra se tendrán en cuenta los siguientes
criterios
Psicólogos que haya o se encuentren trabajado con víctimas del conflicto armado del
oriente antioqueño.
51
Psicólogos que hayan trabajado mínimo un año con víctimas del conflicto armado
Psicólogos que en su labor profesional hayan o se encuentren haciendo procesos de
intervención psicológica y/o investigación con víctimas del conflicto armando
5.4 Técnicas de recolección de información
La entrevista semi-estructurada en la investigación cualitativa, es un instrumento técnico
que adopta la forma de un diálogo; y se basa en una guía de preguntas, con la posibilidad de
introducir interrogantes adicionales, permitiendo gran flexibilidad al investigador, con el fin de
precisar conceptos y obtener mayor información. (Sampieri, 2014)
Así pues, se diseñó un cuestionario guía precedido de una prueba piloto, donde se
asegure que las preguntas son coherentes, y se pueda dilucidar el significado que los psicólogos
han construido en el área del conflicto armado y la atención a víctimas.
Para la sistematización de la información obtenida mediante esta técnica, se realizará la
grabación y transcripción de cada una de las entrevistas, con previo consentimiento informado,
para su posterior análisis.
5.5 Técnica de organización de información
La construcción de una ruta metodológica permite la organización del trabajo de campo
en el proceso investigativo y el logro de los objetivos planteados; así pues, se proponen los
siguientes pasos para el desarrollo de la investigación:
52
1. Se construirá el diseño de la entrevista semi-estructurada como instrumento de
recolección de información de acuerdo a las características de la muestra seleccionada.
2. Se establecerá contactos con instituciones que realicen actividades con víctimas del
conflicto armado obteniendo información acerca de los profesionales de la psicología
que trabajan en este campo.
3. Se realizó la presentación del proyecto a cada uno de los profesionales de la psicología
acerca de los objetivos y alcances de la investigación; posteriormente se firmarán los
consentimientos informados de quienes decidan voluntariamente participar del estudio.
4. Se realizaron las entrevistas en ambientes fuera de sonidos fuertes que puedan ser
catalogados como distractores para el objetivo de la entrevista, además se establecerá un
espacio cómodo para el entrevistado.
5. Los datos obtenidos fueron analizados y categorizados mediante el programa Atlas ti, el
cual permitió organizar reagrupar y sistematizar la información adquirida.
53
Análisis de los datos
La presente investigación se basa en una metodología social - cualitativa, que obtuvo
información de psicólogos y/o psicólogas, que han trabajado a profundidad en contextos o
situaciones particulares de conflicto armando. Por tal razón, al tratarse de seres humanos, los
datos de interés son: conceptos, percepciones, imágenes mentales, creencias, emociones,
interacciones, pensamientos, experiencias, procesos llevados a cabo en su labor profesional y
vivencias manifestadas, expuestas de manera individual por medio del diálogo.
Así pues, se recolectaron las grabaciones de los participantes con la finalidad de analizar,
comprender y responder a las preguntas de investigación propuestas y establecidas en los
objetivos planteados con el fin de generar conocimiento.
La recolección de datos se realizó en ambientes naturales y cotidianos donde los
participantes pudieron expresar tranquilamente referentes, creencias, sentimientos y
pensamientos, que han venido construyendo en interacción con en el tejido social.
Para la siguiente investigación se hizo uso del programa Atlas ti, desarrollado en la
Universidad Técnica de Berlín por Thomas Muhr; el cual, permite segmentar y codificar datos en
unidades de significado, construir teoría, relacionar conceptos, categorías y temas; utilizando
previamente la transcripción de entrevistas, posibilitando el análisis de la investigación. (
Hernández Sampieri, Fernández Collado, y Baptista Lucio, 2010)
54
Pseudónimo Años de experiencia Escuela psicológica
E.1 4 años Psicólogo (a) social
E.2 9 años Psicólogo (a)
E.3 16 años Psicólogo (a) Social
E.4 39 años Psicólogo (a)
E.5 2 años Psicólogo (a) Social
E.6 5 años Psicólogo (a) Sistémico
E.7 6 años Psicólogo (a) Psicoanalista
Fuente. Elaboración propia. Tabla 1- participantes
6. Consideraciones Éticas
Teniendo en cuenta la ley 1090 de 2006 (por la cual se reglamenta el ejercicio de la
profesión de Psicología, que dicta el Código Deontológico y Bioético y otras disposiciones), se
estipulan los siguientes términos como sustento de la investigación que se va a llevar a cabo con
profesionales de la psicología.
Confidencialidad: Implica la protección de toda información de los participantes; es
decir, la información obtenida se controlará con la debida reserva, bajo promesa de que
esta (la confidencialidad) será mantenida.
Derecho al anonimato: Los psicólogos participantes en la investigación serán
informados de que su identidad personal será protegida durante la investigación.
55
Voluntariedad: Se asume la participación voluntaria como uno de los criterios de
inclusión para la muestra de la investigación.
Consentimiento informado: Con el fin de otorgar autonomía a los participantes sobre la
contribución en el proceso investigativo, ellos deberán firmar un formato de
consentimiento informado, en el cual, se dan a conocer los objetivos, métodos y alcances
de la investigación (ver anexo B).
Devolución de resultados: se realizará una devolución de los resultados de la
investigación a los participantes, a través de un informe o un artículo.
7. Hallazgos, análisis y discusión de los resultados
El análisis de los significados atribuidos por psicólogos profesionales al conflicto armado
y a la atención a víctimas, se organizó en tres grandes categorías: Conflicto armado, intervención
psicosocial y postconflicto. A continuación se presenta y se analiza la información obtenida
durante el proceso investigativo.
7.1 Conflicto armado - C.A.
Las psicólogas y psicólogos entrevistados exponen en sus relatos el conocimiento que
permite comprender la realidad, entender las posibilidades y limitaciones que se llevan a cabo
en el trabajo con víctimas del conflicto armado; evidenciando, problemas de violencia que se
encuentran en todos los niveles, magnitudes y diversidades, en algunas regiones de Colombia.
Así pues, el país ha pasado por numerosas guerras y/o conflictos, que se han venido
56
transformado o evolucionado. El último de estos, ha transcurrido por más de medio siglo entre
mensajes latentes de venganza, actos de crueldad y vías de hecho por la obtención de poder de
los grupos armados y sus representantes.
Desde una visión amplia, el conflicto armado se encuentra mediado por una amalgama
de intereses, que pasa por la apropiación de tierras, recursos naturales y va hasta la retención del
poder estatal y control político en algunas regiones de Colombia; así lo mencionan las y los
entrevistados de la investigación; por tal razón, es necesario retomar algunos antecedentes
históricos que permitan dilucidar las raíces, la evolución y/o transformación que se ha venido
dando en torno a este fenómeno.
El capítulo propuesto como Conflicto Armado, (C.A.), debido a su extensión se
encuentra dividido en las siguientes subcategorías o subcapítulos: Definición atribuida al C.A.,
evolución del C.A., costos y consecuencias del C.A., intereses de los actores armados (legales e
ilegales), y, dinámicas de inserción y reclutamiento de personas a grupos armados (legales e
ilegales).
57
Grafico 1: Conflicto armado (C.A.)
Fuente. Elaboración propia – realizado en el programa atlas ti
7.1.1 Definición atribuida al conflicto armado.
Establecer el punto de partida de lo que se denomina C.A. es crucial en la presente
investigación debido al contenido, carácter, transformación y naturaleza normal o patológica de
esté; además de la importancia que trae consigo la historia a nivel explicativo (Restrepo et al.,
2005).
Así pues, dentro del ámbito laboral las y los psicólogos entrevistados, atribuyen
deferentes definiciones al conflicto armado (C.A.), estableciendo contextos y características
primordiales donde se desenvuelve. Así, lo expone una de las entrevistadas:
(…) son dos palabras las que tenemos ahí; dos categorías: conflictos y armados, cierto;
conflicto es inherente a los seres humanos, el conflicto es el encuentro y la tensión que se
58
genera entre intereses diversos […] tanto los intereses nos generan tensión. Pero
cuando ya viene el tema de armado, es donde yo me hago la pregunta ¿Un conflicto
armado? Ya me está diciendo que el conflicto social, político que tenemos en nuestro país
se está resolviendo ya por la vía de la violencia, porque cuando yo asumo que ese
conflicto no lo resuelvo por la vía democrática, la participación política, la incidencia
política, la propuesta política, sino que asumo las vía de las armas, asumo una vía
violenta, cierto; entonces a mí el conflicto armado como categoría, como concepto me
genera disonancia cognitiva; porque yo entiendo el conflicto inherente en todas las
relaciones humanas de hecho pienso que parte de la educación que requiere el ser
humano es la posibilidad de aprender a tramitar el conflicto en todas sus
dimensiones(…) (E6, 24 de noviembre de 2014)
Desde la conflictología, Restrepo et al., (2005), evidencian el carácter permanente e
inevitable del conflicto en el orden de la sociedad, estableciendo formas de interacción en las
relaciones humanas; donde se instauran componentes y lógicas hasta llegar a la forma más
radical de conflicto, como lo es la guerra. Así pues, los actores juegan un papel fundamental en
la transformación del C.A., el cual, es mencionado en el siguiente relato:
¿Que entiendo por conflicto armado? Pues el conflicto armado, es digamos como una
expresión que se ha venido dando en el país desde hace muchas décadas y donde han
participado diferentes actores armados, actores legales e ilegales. …Es una expresión de
unas necesidades que se han querido gestionar desde la vía armada, contestataria frente
al estado y que han tenido un respuesta digamos; como de oposición y más que de
59
oposición, es como de represión frente a esas cosas por parte del mismo estado y por
parte de actores ilegales, que digamos se han constituido como brazos armados del
estado en contra de lo que inicialmente fueron unas reivindicaciones sociales y políticas
(…) (E2, 17 de julio de 2014)
Conocer los actores o grupos en conflicto y sus ideologías; es esencial para identificar
los interés que se juegan hasta el día de hoy en el C.A., por tal razón, es necesario escudriñar las
raíces de este fenómeno, retomando algunos antecedentes históricos de la violencia del año 1930;
que afecto principalmente el campesinado colombiano y modifico la dinámica social en todo el
país. Así pues, campesinos, policía nacional, los partidos políticos liberal y conservador, fueron
los primeros actores de un conflicto violento de carácter político en la época, que tuvo lugar en
departamentos como Santander, Boyacá, Cundinamarca; Antioquia y algunos lugares del
occidente de Caldas. Lugares, donde se resalta un conflicto mediado por una guerra,
persecución y venganza bipartidista entre liberales y conservadores; dando por resultado una
solución por la vía armada de parte del Estado y sus opositores, evidenciando el fusilamiento
de campesinos en masa, familias, ancianos, niños y niñas; (Fals Borda et al., 1980), acciones
beligerantes con el ánimo de tener reivindicaciones sociales y políticas como se menciona en la
entrevista. Hablar de C.A. y/o violencia después de 86 años, continua siendo un punto álgido en
algunas partes del país, así, se manifestó en otra entrevista a la hora de preguntar por de la
definición de conflicto armado
Es una discusión muy larga, y eso muy complicado, pues de hablar acá; pero digamos
que lo mejor que se puede definir acá en Colombia es que hay un conflicto, que tiene
unas raíces, un conflicto social, político y económico. (E3, 23 de julio de 2014)
60
Ante lo mencionado, se hace referencia a las consideraciones éticas del proyecto, al
evidenciar desconfianza por parte del entrevistado sobre la procedencia de la investigación con el
propósito de continuar la entrevista, acentuando en otras características y/o significados
fundamentales para entender el C.A.
Es una confrontación que tiene sus raíces en diferentes, (clases) sociales, políticas y
económicas; y básicamente en el tema de la tierra que ha derivado en una confrontación
armada por las exclusión histórica y el saqueo histórico de la tierra, la usurpación de la
tierra, de la propiedad de la tierra a grandes capas de la población; y a partir de ahí
vienen sus raíces. (…) Claro que pasa por la apropiación de la tierra, por las élites de
este país; históricamente que han excluido sistemáticamente de la tierra a millones de
campesinos, desde los años 30; los años 40, incluso desde antes; que generó en un
primer conflicto que fue la violencia política de los años 50, con las guerrillas liberales y
que luego se reencaucho a través de toda la inclusión ya del fenómeno marxista, con las
guerrillas. (...) Entonces se genera un conflicto que ya pasa por la vía armada; pero yo
pienso que en Colombia este conflicto estaba presente desde los años 50, y se ha
mantenido; ya ha cambiado a mutado. (…) (E3, 23 de julio de 2014)
Meertens, (1997); expone, que para entender el conflicto social y político de Colombia es
necesario tener en cuenta dos términos esenciales: tierra y violencia; por un lado se encuentra el
tema agrario y las luchas de organizaciones campesinas, y por el otro, el fenómeno violento como
manifestación política de grupos alzados en armas y /o fuerza pública a lo largo del siglo XX.
Siglo que viene con los resabios de guerras civiles donde grandes elites se disputaban:
autonomías regionales, controles territoriales, jefaturas políticas, y participación del aparato
estatal; así, se establece una relación de la tierra con la violencia, la cual servía como “base para
61
el poder social, político y militar” (p.14), donde el campesinado terminaba identificándose y
constituyéndose con un caudillo, un partido político y/o una bandera de guerra, evidenciando una
sociedad fragmentada por lealtades, clientelismo y practicas violentas.
Saravia, (2011), citando a Schmitt, expone la importancia de un espacio en el orden de
las sociedades humanas; la cual se desarrolla en el apoderamiento de la tierra, analizado desde
dos visiones: 1. Interna, que produce una división y distribución en condiciones de posesión y
propiedad; y 2. Externa, donde un grupo ocupante de la tierra, se ve enfrentado con otros
grupos que poseen la tierra; estos actos vienen cargados de unas connotaciones jurídicas y
políticas. Así pues, en Colombia se establece un conflicto social, de carácter ambiental que
tiene que ver con la escases progresiva de recursos naturales y /o tierras aptas para la utilización
económica o cualquier otra motivación (Restrepo et al., 2005). Así mismo, otra entrevista
menciona:
Yo entiendo, por conflicto armado, una manera dijéramos; de ahuyentar intereses
diversos de manera armada; es decir, hay intereses distintos, y esos intereses no se
resuelven con el diálogo y la concertación, sino de una manera de imponer unos intereses
sobre otros; a punta de arma. (E4, 30 de agosto de 2014)
Establecidos algunos significados y características en torno al conflicto armado, surge la
pregunta por lo que se considera guerra en Colombia, donde uno de los relatos expone:
Yo creo que en Colombia hay un conflicto social y político, cierto; eh... que tiene que ver
con la distribución de las tierras, con la distribución de los recursos, con el acceso real
a los derechos de las comunidades, con las estrategias de empobrecimiento que se han
generado sobre muchas comunidades y creo que ese conflicto social y político ha
62
generado guerras, ni siquiera digo guerra, ni siquiera es en singular; desde mi
perspectiva yo creo que aquí han existido diferentes guerras, entonces tenemos la guerra
de los carteles, cierto; que eso también hace parte de nuestro contexto, el conflicto que
hoy vivimos dentro de los diferentes grupos armados ha estado atravesado por una
historia del narcotráfico en nuestro país, cierto; y eso tiene un tinte diferente en lo que
ha sido por ejemplo otros conflictos en otros países, entonces... eh, pensar si conflicto
armado o guerra creo que vuelvo y te lo digo conflicto social y político que ha
degenerado en diversas guerras. (E6, 24 de noviembre de 2014)
Restrepo et al., (2005), establecen el concepto de guerra para denominar un conflicto que
ha albergado más de 1000 muertes en un año; así, Pécaut, (2001), señala que la guerra
colombiana no discrimina en términos de identidad, etnia, región o cultura. En consecuencia,
difícilmente se podría llegar establecer el un número muertes o la verdad de los hechos
ocurridos, desde el año 1930, en un conflicto social y político que se ha transformado con el
tiempo; sin embargo, algunos autores exponen varias cifras de acuerdo al periodo, ejemplo:
Uribe, (1978), expone una base de datos constituida por 236 masacres, registradas entre los años
1949 y 1964; las cuales, carecen de datos cuantitativos; más tarde, Uribe, (2004), señala que el
periodo de la violencia comprendido entre los años 1946 y 1964 dejó un saldo de más de
200.000 muertos, mediado por una guerra de exterminio fratricida entre partidos políticos; así
mismo, Blair, (2005), citando a la Red Nacional de desaparecidos en Colombia, afirma que
“solo la tierra que recibe los cuerpos tendrá la certeza de cuántos y quiénes son los colombianos
muertos en la violencia” (p.118).
Para la época comprendida entre 1980 y 1995 la cifra total de víctimas supero las
63
300.000 personas, siendo Colombia uno de los países con la media nacional de homicidios más
elevadas del mundo; sin embargo, el centro nacional de memoria histórica, muestra
estadísticamente que, entre el año 1958 y 2012, el conflicto armado causó la muerte de 218.094,
personas registradas. De esta manera, el siguiente apartado menciona algunas características de
lo que se podría llegar a considerar guerra en Colombia:
Creo que si tenemos un asunto aquí, tampoco de la sociedad civil, tampoco es una guerra
civil, cierto; porque hay una gran mayoría de la sociedad civil organizada que no ha
optado por las armas, por ejemplo que ha optado por la vía política, que ha optado por
la participación ciudadana; entonces tenemos aquí un... una, yo no sé cómo nombrarlo,
es complejo lo que sucede en el territorio (…) "Elizabeth Lira" una psicóloga chilena
decía: es muy complejo la realidad de ustedes porque aquí hay persecución política
claro, pero no podemos decir que esa es la categoría que une e identifica todas las
víctimas no todas las víctimas han sido perseguidas políticamente, aquí hay víctimas de
todo tipo, entonces es complejo. (E6, 24 de noviembre de 2014)
Establecer las relaciones de la sociedad en torno al C.A., y/o guerra que ha tenido
Colombia es fundamental para entender las dinámicas que se mueven en torno a este fenómeno;
así pues, una de las entrevistas menciona:
(…) Si bien, es cierto que la ciudadanía siente afectos u odios por alguna de las partes
del conflicto, no participa activamente de ninguna de esas partes del conflicto como para
qué pudiésemos; o sea, no está tan polarizada y no estaría tan dispuesta a armarse como
para poder decir que estamos en una guerra interna; sino, más bien por las
características de unos grupos que en su cantidad numérica no alcanzan a marcar una
64
proporción demasiado amplia de la sociedad y por lo tanto no podríamos hablar de una
guerra todavía, lo que pasa es que, las implicaciones del conflicto armado son muy
extensas; eh, y por extensas hay que tratar de abarcar todas ellas para evitar ese
conflicto armado se rearme o, o sigue existiendo. (E5, 21 de octubre de 2014)
En el proceso investigativo se encontraron una gran variedad de opiniones en torno a lo
que se denomina C.A. en Colombia, permitiendo una explicación amplia y detallada según el
contexto que nos acoge; sin embargo, es necesario resaltar “la tierra y la violencia” política a
partir de Meertens, (1997), como los dos elementos que predominan a lo largo del tiempo y que
son los cimientos del conflicto colombiano. Así pues, se propone como segunda subcategoría la
evolución del C.A., con el ánimo de encontrar los eventos más relevantes que permitan
comprender, como se ha transformado o evolucionado la guerra y/o C.A. en el país, según
psicólogos profesionales entrevistados.
65
7.1.2 Evolución del conflicto armado
“En el 30 sembramos. Hoy recogemos,
pero con características diferentes”
(Fals Borda, Guzman Campos, & Umaña Luna, 1980)
La etapa conflictiva del año 1930, tienen lugar en Santander, Boyacá con resonancias en
Cundinamarca, Antioquia y algunos lugares en el occidentes de caldas, donde se produjeron
brotes de violencia ante la pérdida del poder político de los conservadores contra el triunfo de
liberales, ocasionando una persecución de unos contra los otros, desatando un movimiento de
venganzas y odios que sería imposible romper (Fals Borda et al., 1980).
Pero ¿Cuáles son los motivos del conflicto colombiano en esta época? Meertens, (1997),
expone que las décadas comprendidas entre los años 30 y 70, fueron periodos de luchas
campesinas, disputas políticas sobre reforma agraria, intervención del Estado y legislación
agraria; componentes, que estuvieron en “en el centro de la pugna entre diferentes fuerzas
sociales por el modelo de desarrollo nacional” (p.13). Así pues, en una de las entrevistas se
hace referencia a esta época
(...) históricamente que han excluido sistemáticamente de la tierra a millones de
campesinos, desde los años 30; los años 40, incluso desde antes (...) (E3, 23 de julio de
2014
Esta época se caracteriza por la barbarie y sistemas de terror de los partidos políticos,
donde la autoridad civil, como policía nacional y guardias departamentales estaban conformadas
66
por delincuentes y maleantes a sueldo, cuya misión consistía en atacar, perseguir, y ultimar a
aquellas personas que no comulgaban con su pasión política; así pues, se dieron fusilamientos
en masa de campesinos, dejando sus propiedades abandonadas que “eran ocupadas por
tiranos, o compradas a precios irrisorios bajo la amenaza de muerte” (Fals Borda et al., p. 25).
Ante la aberración de los hechos violentos a lo largo siglo XX, en una de las entrevistas
exponen una realidad que acoge el país:
(…) la peor consecuencia es la naturalización de la violencia, porque el culmen de la
naturalización de la violencia como medio de resolución de conflictos, de la eliminación
del otro, de lo ilegal; para lograr mis propios fines, celebra con el Estado cooptado por
ese tipo de pensamientos, por ese tipo de estructuras, por ese tipo de acción que posibilita
que todo el mundo viva con… si ese lo hace. Porque no lo hacemos todos, y que hace que
la sociedad haya entrado en un nivel de degradación ética muy profundo (…) (E3, 23 de
julio de 2014)
Ante este enunciado, Fals Borda, Guzmán Campos, y Umaña Luna, (1980) exponen
citando a José M. Nieto, (1956), un panorama que parece no haber cambiado en 86 años
“apenas transcurre un día sin que los periódicos den cuenta de un crimen horrendo. Lo
más doloroso es que la sociedad parece haberse familiarizado con la producción en
serie del crimen. Nadie se impresiona ante el atentado criminal. Asesinatos en que los
bandidos ultiman a familias enteras, ancianos y niños, venganzas que concuerdan con la
vendetta corsa; actos de crueldad estúpida como desollar a las víctimas y mutilarlas en
forma salvaje; asesinatos de sacerdotes octogenarios, para robarlos; el puñal y el
67
revolver usados en reyertas por centavos; el atraco en pleno día en las calles de la
capital; la inseguridad en las ciudades y los campos” (p. 26).
Encontrar las bases históricas del conflicto armado y/o guerra en Colombia permite
identificar cuáles son las causas y problemas que desde el año 1930, al 2016, se han
mantenido; estableciendo diferencias contextuales en el fenómeno violento, su población y
transformación de la sociedad en torno a los enfrentamientos de los actores armados. Así pues,
Meertens, (1997), presenta algunos de los eventos históricos más sobresalientes de los años 30,
para entender el conflicto actual; los cuales, se basan en: las luchas agrarias, los estudios rurales
que indispensablemente contribuyeron los procesos políticos e institucionales, la transformación
del sistema de hacienda; los cambios de la economía, la usurpación de terrenos cultivados y
valorizados, la expulsión, explotación; avasallamiento o transformación de campesinos en
peones, arrendatarios y servidumbre, lo que genero resistencia y represión, ante los amos;
ocasionando un contexto de permanente conflicto, hasta el punto de tener una especie prisión o
calabozos en algunas haciendas para domar los campesinos alzados. También se encuentra la
denominada “la revolución en marcha” por el intento de romper con la hegemonía terrateniente;
donde se estableció una nueva ley de tierras, intereses y presencia militante en zonas rurales;
además, se permitió la creación de nuevos partidos políticos, entre ellos, el liderado por el
liberal-radical Jorge Eliécer Gaitán denominado UNIR (Unión Nacional de Izquierda
Revolucionaria); se dio una crisis demográfica, y por ultimo las movilizaciones campesinas bajo
tres grandes crisis:
“la crisis demográfica que afecta el equilibrio entre la población y los recursos
naturales, particularmente la tierra, la crisis de los ecotipos que abre el mercado de
68
tierras valorizándolas e integrando la producción campesina a los circuitos comerciales
y la crisis de autoridad que resulta de la convergencia de las dos anteriores y que debilita
el poder de las élites tradicionales y disloca los mecanismos de dominación”. (Meertens,
1997, p. 39)
Los acontecimientos mencionados desde una visión muy amplia, permiten establecer las
bases e inicio de lo que se conoce hasta el día de hoy como conflicto armado; de esta manera,
se establece una relación de lo que se expone, con un apartado de las entrevistas:
(...) es una confrontación tiene sus raíces en diferentes (clases) sociales, políticas y
económicas; y básicamente en el tema de la tierra que ha derivado en una confrontación
armada por las exclusión histórica y el, saqueo histórico de la tierra, la usurpación de la
tierra, de la propiedad de la tierra a grandes capas de la población; y a partir de ahí
vienen sus raíces y que ha tenido dos mutaciones: una, las guerrillas de tipo marxista,
que le dan otras connotaciones al conflicto; y luego con el ingreso del narcotráfico que le
da otras connotaciones al conflicto. Sin embargo, en mi concepto sigue hundiendo sus
raíces en este tema; el tema de una exclusión masi, (masiva) grandísima de
campesinos, además de la exclusión de grandes capas de la población a otros niveles.
(E3, 23 de julio de 2014)
Para el año 1946, se reconocen alrededor de 500 conflictos en todo el país, mediados por
huelgas y paros solidarios bajo una tensión política y social que involucran compañías de
navegación por el rio magdalena, transito de carreteras, ferrocarriles, conflicto de petróleos y el
constante anuncio del paro ilegal de las comunicaciones, lo que genera más tención y zozobra
69
en los habitantes. Así pues, ante los hechos violentos presentados en departamentos como:
Bogotá, Nariño, Boyacá, Tolima, Norte de Santander, Santander, Bolívar, Caldas, Choco y en
Antioquia con localidades en Ebéjico, Abejorral, Maceo, Santo Domingo y el Peñol; el líder del
partido liberal Jorge Eliecer Gaitán, publica “no más sangre” pidiendo la intervención de la
autoridad ejecutiva y los jefes políticos, para colocar fin a la barbarie, mientras apela “a la
unión del pueblo contra las oligarquías liberal y conservadora con su desafiante y característico
grito de "¡A la carga!" creó un clima de agitación social y política sin paralelo en la historia
nacional, insoportable para las clases dominantes.” (Meertens, 1997, p. 84). Para el año 1948, el
panorama violento no cambia; por lo contrario, se agudiza el conflicto con acontecimientos
como: motines, saqueos, tiroteos, huelgas en obras públicas, y de petróleos, sabotean líneas
férreas, destrozan redes telegráficas, amenazan con incendios, estalla una bomba en el ministerio
de gobierno, estudiantes saquean el ministerio de educación, mientras civiles armados atacan
patrullas y en “Venezuela recibe agitadores de Colombia, dinero y armas” (p. 33). Por otra
parte, continúan las luchas entre conservadores y ejército, donde se haya grandes poblaciones
desplazadas en busca de seguridad, mientras alcaldes en estado de embriaguez comenten abusos
de autoridad; al mismo tiempo que se traen armas de Venezuela, para contrarrestar la revolución
que ataca a personajes de la república. Para el 9 de abril de 1948 es asesinado el líder liberal
Jorge Eliecer Gaitán, lo que trajo colosales consecuencias para los próximos años, desatando lo
que se denominó la época o periodo de la violencia en Colombia, donde se reconoce 5 etapas:
primera: creación de la tensión popular, de 1948 a1949; segunda: la primera ola de violencia, de
1949 a 1953; tercera: la primera tregua, de 1953 a 1954; cuarta: la segunda ola de violencia, de
1954 a 1958; y quinta: la segunda tregua en 1958. (Fals Borda et al., 1980)
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Otros autores como Meertens, (1997), reconocen “la época de la violencia” hasta el año
1964; pero ¿porque es importante este periodo para entender el conflicto armado? Es un tiempo
de transición violento donde se evidenciaron las siguientes situaciones: una pasión
multitudinaria hacia campañas políticas donde predomina emoción, desembocando odio,
fanatismo, intransigencia, ambición al dominio, paroxismo como acción de las masas, consignas
de odio y muerte por parte de las empresas a sus enemigos. La población por su parte, habla de
sostener el gobierno, salvar la patria, unir voluntades, reorganizar fuerzas armadas, diezmar al
enemigo, asegurar futuras mayorías electorales; (Fals Borda et al., 1980), dando por resultado,
la creación de juntas revolucionarias, gobiernos populares; milicias campesinas y resistencia
armada rural por parte de algunos fugitivos gaitanistas (Meertens, 1997). Así pues, para los años
1948 y 1949 ya se escuchaban lenguajes en tonos guerrilleros; mientras que, en diferentes
localidades del país se distribuía armas, se sombreaba el terror; muerte, y los campesinos eran
arrastrados a una lucha armada; (Fals Borda et al., 1980); lo que dio por resultado la
conformación de grupos guerrilleros campesinos en distintas regiones del país, aun con la
presión de la oligarquía liberal. (Meertens, 1997). Ante la base de estos sucesos históricos en
una de las entrevistas se menciona
(…)entonces en un momento tuvimos un conflicto armado irregular, que ese es el nombre
técnico que se le da, a lo que es guerra de guerrillas, cierto; eso fue en un primer
momento; eh, luego aparece un conflicto, eh donde parece unos terceros con unas claras,
una clara identificación que son las autodefensas, después los grupos paramilitares,
después lo que son las bandas criminales y esto ha sido un reciclaje de armados porque
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es un reciclaje de hombres y mujeres que han optado la vía de las armas de un lado y del
otro (…) (E6, 24 de noviembre de 2014)
Para el año 1953, el terrorismo es una realidad, que a nivel rural se vivía con el pretexto
de luchar contra aspiraciones democráticas del campesinado y sus ideales liberales gaitanistas y
comunistas; así pues, el Estado se apoyaba en la fuerza pública como la policía chulavita,
complementada con organizaciones paramilitares en localidades del valle, caldas, Antioquia,
Costa Atlántica; donde las muertes podían contarse por centenares de miles, mientras se
evidenciaba de nuevo el despojo de tierras, bienes, asesinato de dueños y amenazas que
obligaban a la venta y desplazamiento forzado, lo que genero filiación partidista, hegemonía
política en veredas, regiones y una coacción física sobre trabajadores rurales descontentos;
provocando un reclutamiento de diferentes grupos armados y constituidos por miembros de una
misma familia (Meertens, 1997). Ante las violaciones, los atropellos, el ataque indiscriminado a
los habitantes, los incendios de casas, robos de animales, asesinatos; la población encuentra
preferible sumarse a la guerrilla y morir luchando. (Fals Borda et al., 1980).
Ante los hechos de violencia en Colombia se hace referencia a una guerra fratricida, así
lo menciona una de las entrevistadas, quien ubica los siguientes sucesos en el Oriente
antioqueño en el año 1998, permitiendo entender que las formas violentas de proceder de los
actores armados dentro del conflicto, no han cambiado desde el año 1950. Lo único que se ha
transformado son los intereses de estos actores tanto legales como ilegales.
(…) en una misma familia no se encontraban personas que estaban unos en la guerrilla,
otros en los paramilitares, y otros eran policías y/o eran del ejército; entonces los
mismos miembros de la misma familia, habían personas pertenecientes a los distintos
72
grupos armados, tanto que no se podía ni encontrar ni en su casa. La mamá se juntaba
con los hijos en un momento y con los otros en otro momento, porque era una guerra
fratricida ¿porque una guerra fratricida? porque, lo que hicieron los comandantes y los,
dijéramos los jefes guerrilleros y paramilitares; fue, eh; recoger dentro de las mismas
comunidades personas que nos vinculaban a sus grupos armados, unos de una manera y
otros de otra, lo que hacían era, lo que se llamaba un reclutamiento forzad, ¿por qué era
forzado? Era forzado porque dijéramos, mmm... reclutaron niños que todavía no tenían
toda la conciencia y no sabían las consecuencias de estar ahí pero les daban, les hacían,
les daban una imagen de la seguridad que ellos tendrían vinculándose a ese grupo;
seguridad, dijéramos de portar un arma, de portar un informe que los poseía, y darles
unos sueldos (…) (E4, 30 de agosto de 2014)
Antioquia fue uno de los departamentos donde la época de la violencia se vivió más
intensamente, siendo uno de los más afectados por los actores armados, que trataron de imponer
ideologías políticas con innegable injusticia en busca de venganza por los compañeros asesinados
por parte de la guerrilla. Así pues, la policía pasó a ejecutar actos de violaciones,
ahorcamientos, asesinatos, masacres, terror, exterminio desorbitado de vidas, poblados
arrasados e incendio de cuerpos e infraestructura en busca de la guerrilla; donde solo
encontraban campesinos que no tenían otro delito que profesar ideas contrarias a las fuerzas
militares. Los agentes por su parte, fusilaban a plena luz del día a niños, niñas, ancianos,
mujeres y hombres, estableciendo formas de tortura con insignias y planes de exterminio contra
cualquier ideología liberal y/o guerrillera. Se trataba de una escena sangrienta donde cientos de
cuerpos sin vida eran arrojados por ríos, despeñaderos y vertientes. Así, la primera ola de
violencia fue igual para todas las regiones del departamento donde se atestiguo crueldad, sevicia,
73
perdida de bienes, hurtos y expoliaciones, desplazamientos y migraciones; mientras altos
funcionarios del gobierno cometían todo tipo de atrocidades en nombre de Dios (Fals Borda et
al., 1980). Antes estos hechos, se establecen una conclusión perturbadora la cual tomare
literalmente de los autores:
“La guerra entre campesinos fue un hecho. Las fuerzas armadas, móviles por esencia, se
marchan una vez alcanzados sus objetivos, dejando a los hombres de la ruralía
entregados a y una mutua vendetta inmisericorde, dentro de sus comarcas;” así pues,
“los conservadores sostiene el gobierno que hacen la violencia, luego deben ser
aniquilados; los liberales hacen la revolución contra el gobierno conservador, luego
deben ser aniquilados” (Fals Borda et al., 1980, p. 96)
La primera ola de violencia fue una guerra a muerte, donde el crimen asfixio el país; lo
que provoco el despojo de tierras, estableció asentamientos de población desplazada de áreas
rurales a ciudades y pueblos aledaños, donde el conflicto no era tan intenso. Sin embargo, la
masacre de varios campesinos el 12 de noviembre del año 1954, reactivo de nuevo la violencia en
el Tolima, Caldas, Valle, Cauca y un sector de Carare; iniciando de nuevo la lucha entre
guerrillas liberares del sur del Tolima, comunistas, fuerzas armadas y grupos de bandoleros; no
obstante, el contexto político no cambia, se continúan viendo actividades clandestinas y
delictivas por parte de los gobernantes. Para esta segunda etapa del conflicto, se pueden
identificar los mismos hechos de la primera ola de violencia con una menor intensidad en algunas
partes del país; pero, haciendo énfasis en el genocidio y un plan de agresión sobre el
campesinado; lo que provoco diversos enfrentamientos, estableciendo una resistencia más fuerte
por parte y parte de los actores que aumentaban cada vez más agresión. Al finalizar la segunda
ola violencia se evidencio: el masivo desplazamiento forzado de campesinos, la desintegración de
74
familias, donde muchos niños no volvieron a saber de sus padres o viceversa y la promesa de
responder por los daños ocasionados por parte del ejército; así mismo, el Estado se dio cuenta
mediante investigaciones que la fuerza pública no pudo dominar el campesinado, encontrando
el país en ruinas; por lo cual, para el verdadero cese al fuego de esta época se realizó alrededor
de 52 pactos de paz, con cerca de 20 mil, entrevistas. (Fals Borda et al., 1980)
El periodo correspondiente entre el año 1958 y el año 1964, fue protagonizado por el
bandolerismo, así lo presenta Meertens, (1997), quien expone el comienzo de los años 60, como
una continuación del conflicto de los años anteriores, ya que se habla de alrededor de 100 bandas
activas y constituidas por grupos de campesinos armados, quienes desconocían los acuerdos de
paz entre los partidos políticos tradicionales; evidenciando 2 consecuencias que se pueden tomar
como las primeras dinámicas del C.A., en las regiones:
“El apoyo militante o pasivo de las comunidades rurales de su misma identidad
partidaria y, segundo, con la protección y orientación de los jefes políticos locales,
quienes los utilizaban para fines electorales, empujándolos a una guerra de exterminio,
debilitamiento o contención de sus adversarios en la estructura de poder local o
regional.” (Meertens, 1997, p. 88)
Las crisis mencionadas, dieron origen de los jefes militantes compuestos de campesinos,
denominados desde el año 1953, como guerrilleros; quienes en un primer momento incorporaron
masivamente a adolecentes a la lucha armada con fines de venganza, por el ambiente de terror,
persecución y masacre de sus familias; con el ánimo de ir contra el poder gubernamental. Sin
embargo, los grupos de insurgencia no contaban con una proyección política nacional o local; lo
que no impidió, que las bandas armadas se extendieran en todo el centro del país, produciendo
75
una persecución oficial a los grupos guerrilleros, por parte del bandolerismo con contribuciones
políticas y económicas determinantes; mientras que, en zonas más centrales se evidenciaba un
proceso de desarrollo capitalista donde las clases dominantes evitaban hablar de temas políticos.
(Meertens, 1997)
Los bandoleros por su parte, conservaban lazos con políticos y algunos jefes de veredales
que organizadamente compartían el café expropiable de forma rentable; mientras el campesino
ocupaba un lugar pasivo a la hora de tolerar o estimular esta conducta, por dichos lazos; así pues,
se constituía una legitimidad y protección que garantizaba impunidad. No obstante, en algunas
localidades eran relaciones a conveniencia, ejemplo: enemigos iniciales, conservadores,
liberales, pobres y ricos que con los años atacaban o vulneraban intereses económicos de sus
propios partidos políticos. Lo que produjo una división de clases dentro de sus redes de apoyo y
un antagonismo social, restringiendo relaciones e impidiendo la ampliación de su base social;
donde se encontró dos tipos de bandoleros: uno político y otro social (Meertens, 1997). En
consonancia con lo expuesto, una de las entrevistas relata:
(…) la legitimación de la violencia es lo que más se ha agravado, por que mira antes de
hecho podemos hablar de una época... de la guerra entre los partidos, la guerra
bipartidista, frente nacional y todo esto, Donde todavía se creía en la institución; pero es
que el proceso de degradación de la guerra además que se ha dado una degradación
impresionante, los crímenes de lesa humanidad en nuestro territorio dan cuenta de eso;
yo no sé si hayan guerras humanizadas. (…)(E6, 24 de noviembre de 2014)
76
Bushnell, (2007), hace énfasis en el periodo correspondiente de 1958, al año 1978; donde
expone, una nueva era de gran avance en infraestructura, desarrollo social, económico y
educacional, lo que hizo imposible ignorar los problemas no resueltos de los años pasados;
encontrando, que no hubo grandes cambios en torno a la desigualdad social; además, el nuevo
problema de insurgencia guerrillera de izquierda.
Por otra parte, se creó el Frente Nacional, que duro hasta el año 1970, con el firme
motivo de no volver a la violencia política; dando por resultado la negación de los principios
democráticos, gracias a las reglas y/o normas impuestas, entre ellas se encuentra: la exclusión de
terceros al poder político y la alternación del poder presidencial entre los partidos liberal y
conservador; los cuales, compartirían igualitariamente y por obligación todos los puestos. Sin
embargo, lo pactado no regía en algunas regiones o municipios donde se encontraba más
predominio de un partido que del otro. Para en esta misma época, se dio la creación del
movimiento político: Alianza Nacional Popular (ANAPO), el cual compartía miembros de los
partidos políticos conservadores y liberales, encontrando alianzas oligarcas que pretendían
mantener privilegios al común de la gente (Bushnell, 2007).
La conformación de las guerrillas tiene sus cimientos en los años 50, donde se habían
consolidad progresivamente en áreas rurales; sin embargo, para finales de la época de la violencia
se desplazaron de la cordillera central a las selvas húmedas de la Cuenca Amazónica, el
Magdalena Medio y la región de Urabá en busca de refugio. De esta manera, los grupos
guerrilleros seguían las migraciones campesinas, mientras colonizaban por vía armada. Así
pues, se dio a conocer uno de los grupos más representativos de la época, las FARC (Meertens,
1997), quienes compartían ideales y objeticos similares con el partido comunista, permitiendo
77
su extensión a varias zonas del país, en especial la cordillera oriental, donde protegían terrenos
privados y colonos de la frontera agrícola (Bushnell, 2007).
En la década de 1960 se constituyó el ELN, como nuevo frente guerrillero, ubicándose
inicialmente en el valle medio del rio magdalena en el departamento de Santander; con un claro
modelo de guerrilla terrorista de izquierda, los cuales reclutaban a combatientes jóvenes de la
clase media. Para la década de 1970 se conformó el grupo guerrillero M-19, con motivo de la
pérdida de las elecciones del partido polito ANAPO en el año 1970; este grupo conservaba
ideales fuertemente nacionalistas, promulgaba la causa de igualdad social y progresivamente fue
cogiendo presencia en zonas rurales. En esta misma época se constituyeron el EPL, quienes
lograron constituir una fuerza guerrillera en la región de las bajas tierras del norte de Antioquia y
EL Movimiento Quintín Lame, surgido de las comunidades indígenas del sur de la cordillera
central (Bushnell, 2007). Ante este breve repaso histórico, una de las entrevistas se menciona:
(…) en el oriente la presencia de la guerrilla lleva son muchos años, muchos años; y era
la presencia de la guerrilla no era un problema para nadie, no era un problema porque
la guerrilla de alguna manera convivía con la gente y como había tanta ausencia de
Estado, entonces dijéramos la guerrilla cumplía con muchos, de los de las funciones que
el Estado tendría que haber cumplido, de control, de apoyo, de ayuda, de
acompañamiento de las comunidades; y vivían con los comunidades sin ningún conflicto,
inclusive las comunidades lo sentían como aliados esos días(… ) (E4, 30 de agosto de
2014)
Para la década de 1980, las guerrillas avanzaron desde zonas remotas, hacia municipios o
regiones con mayor concentración de riquezas, encontrando un acelerado e inequitativo
78
crecimiento económico que excluía parte de la población rural, lo que les permitió una gran
expansión en sus filas; además de utilizar prácticas de secuestro y extorción para la financiación
de los grupos alzados en armas. Esta misma época dio a conocer grupos narcotraficantes y
paramilitares, con el propósito de proteger laboratorios, haciendas y negocios ilícitos; con
órdenes de limpiar las zonas de grupos guerrilleros, evidenciando el exterminio de personas
consideradas cómplices de estos actores armados; dando por resultado, la concentración de tierra
en pocas manos, y un enfrentamiento en casi todas las regiones del país (Meertens, 1997). Este
periodo de violencia modifico y/o transformo a toda la población colombiana, los actores
involucrados, y lo que hasta el día de hoy, se denomina conflicto armado. Ante estos
acontecimientos históricos, una de las entrevistas expone el siguiente relato haciendo énfasis
en el Oriente Antioqueño
(…) cuando llego el paramilitarismo al Oriente, yo los situó por ahí en el 98; cuando
ellos llegan, es cuando yo hablo de agudizar el conflicto armado porque antes no había
conflicto armado, había guerrilla pero no había conflicto armado; y es cuando llegan
estos que se empiezan los enfrentamientos. Inclusive, cuando los paramilitares se
hicieron, se anunciaron con unos volantes que mandaron a tirar por todo el oriente en
unas avionetas más o menos que decía: "eh, ha llegado el momento de decidir; le decían
a las comunidades; o ellos, refiriéndose a la guerrilla, o nosotros, que ellos, decías con
quien quieren estar"; más o menos ser una cosa medio amenazante, intimidante, y
entonces fue donde la gente empezó a ponerse como carne de cañón; porque resulta,
porque los enfrentamientos no se daban entre guerrilla y paramilitares, esa no fue la
forma como aquí se dio el conflicto. (E4, 30 de agosto de 2014)
79
El conflicto que aquí se dio era la estrategia que tenían, era de quitarle lazo social a los
paramilitares, de quitarle la sociedad a la guerrilla, y la manera de quitarle lazo social
era haciendo persecuciones, haciendo asesinatos selectivos, era buscando dijéramos, lo
que para lo que ellos eran los aliados de la guerrilla desaparecieran o los mataran, pero
no había un enfrentamiento directo entre guerrilla y paramilitares; es que eso no lo
hacía, inclusive los campesinos decían que ellos sabían dónde estaban los otros y no iban
a buscarlos para matarlos, no eran a ellos. Esta fue guerra que fue directamente
enfocada a la población civil, para quitarle el lazo social a la guerrilla, y por eso es que
aquí, tanta víctima; aquí hubo tanta víctima es qué que la guerra no era un
enfrentamiento entre grupos armados, sino que era una manera de quitarle los lazos
sociales a un grupo armado y entonces todo, todo se fue contra esa, contra esa
población. Entonces fue en ese contexto de masacres, de muertes selectivas, de
desapariciones; que, que se vio aquí (…) (E 4, 30 de agosto de 2014)
Conforme al relato, Meertens, (1997), expone el C.A., como un escenario de dominio
territorial por la vía violenta, donde no existe espacios neutrales o negociables, siendo las
fuerzas armadas gubernamentales los actores que más ocupan la tierra. Así pues, este contexto
cubre las décadas de 1980 y 1990; donde se establece la presencia de nuevos grupos armados
que privatizan y establecen el control territorial; volviendo el secuestro y la extorción como
mecanismo de financiamiento, mientras se retoma las constantes represalias y/o enfrentamientos
contra la población rural como blanco de las acciones violentas.
Trujillo, (1999), señala que el periodo correspondiente entre el año 1980 y 1993,
80
Colombia fue uno de los países más violentos del mundo, con una tasa de homicidios de
alrededor de 230.000 personas asesinadas, y una cifra registrada de 24.000 muertes violentas al
año. Igualmente menciona que para el siglo XIX hubo alrededor de 14 guerras civiles, y el
siglo XX estuvo atravesado por la violencia de los décadas de 1930, 1950 y 1980; pero con
características y actores diferentes. Así pues, la ola de violencia de los años 80 y 90, fue
protagonizada por: narcotraficantes, paramilitares, grupos civiles armados en conveniencia con
las fuerzas militares y grupos guerrilleros. Ante estos representantes de enfrentamientos,
masacres y formas de terror, uno de los relatos expone:
(…) bueno yo no voy a decir que la guerrilla sea un mal menor en este país y que haya
hecho cosas muy buenas; yo creo que no. Yo creo que todos los grupos han hecho cosas
terribles, pero la llegada del grupo (…) ejemplo del narcotráfico por un lado, y la
llegada de, de estos grupos, de estos brazos armados, de esas grandes elites que vinieron
un poco a reprimir; un poco, no; que vinieron a reprimir digamos la protesta de la gente,
pues eso ha hecho, eso agudizo el conflicto; porque entonces, porque entonces ya,
¡mmm! No era un enfrentamiento entre grupos armados, cierto. Era que estos venían a
quitarle lo que llaman muchos el agua al pez, y que es el agua al pez, es la base social
que había construido la guerrilla, cierto; digamos la simpatía por que esta gente convivía
en los municipios, en los, en los; en las veredas con la gente, cierto; de manera más o
menos tranquila y mucha gente de Cocorná, de San Luis, de otros municipios, mmm...
cuenta que digamos como que la vida con estas personas, ellos los veían los citaban a
reuniones les daban digamos como que; digamos que los orientaban frente a esa
ideología que ellos manejan, pero cuando llega este otro grupo digamos como a socavar
todo eso; entonces ahí entra todo mundo, cierto. (E2, 17 de julio de 2014)
81
Para esta época, Los grupos guerrilleros y paramilitares se disputan la población agrícola
y organizaciones sindicales, con el ánimo de ejercer dominio territorial bajo una conquista
violenta como única expresión de poder, estableciendo una polarización entre las regiones que
son azotadas con masacres, represalias y terror; con el único objetivo de tener el control bajo una
fuerza político-militar (Meertens, 1997). Así pues, el paramilitarismo por su parte tiene el apoyo
de las elites regionales, quienes permitieron una mayor expansión de estos grupos, los cuales
tenían un carácter reactivo, preventivo y oportunista que asedia y ejerce presión a las guerrillas,
que se ubicaban en las mismas zonas de las elites (GMH, 2013). Para las décadas de los años 80
y 90, se vivieron varios sucesos agravantes del conflicto, de los cuales algunos son contados a
partir de la experiencia de los entrevistados:
Yo creo que dos cosas muy graves, el genocidio de los jueces; que, abortó la posibilidad
de cualquier negociación seria con las FARC, porque las FARC no confían en el
establecimiento y por eso para negociar son tan, como dicen por ahí, son tan retrecheras
y así todo lo que hacen. Porque obviamente cuando tuvieron una mejor disposición para
hacerlo; eh, se exterminaron UP, (Unión Patriótica); y entonces la ater-razón de... la
extrema derecha de este país a no permitir transformación de ningún tipo y a mantener
ese poder, cueste lo que cueste, pase lo que pase. Eso me parece que es una de las cosas
graves y que ha exacerbado eso. Y segundo la legitimación, no la creación de grupos
paramilitares porque eso ha sido una estrategia que se ha utilizado en toda América
Latina; sino, la legitimación que alcanzó el paramilitarismo llevando incluso a uno de sus
principales cabecillas al poder ejecutivo este país. Y por lo tanto, y desde ahí ese modelo
narco paramilitar, en el Estado; y por lo tanto la legitimación de los medios mafiosos
para la resolución del conflicto para la gobernabilidad de un país, medios mafiosos
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donde lo que vale en la propia ley, la propia norma. O Mejor dicho, el que manda,
manda aunque mande mal y él es la norma; es decir, es la ley del más fuerte, no es un
Estado, no es una constitución del Estado, es casi que, si uno mira en términos
hobbesianos, es casi un estado de naturaleza, o cuando se constituye digámoslo así un, o
sea, a la ley del más fuerte, y ese impone su ley (...) (E3, 23 de julio de 2014)
Pécaut, (2001), expone la violencia política desde el año de 1985, con la muerte de 700
militantes de la UP, las FARC, y más de más de 200 muertos de la central unitaria de
trabajadores (CUT); para noviembre de este mismo año el M-19 irrumpe en el palacio de justicia
con el ánimo de consagrar el fracaso del proceso de paz, donde todos los del grupo guerrillero y
varias de las personas que se encontraban en el edificio yacían asesinadas; mientras otros eran
desaparecidos por el ejército nacional. Para el año 1986, hubo centenares de desapariciones y
asesinatos a dirigentes o militantes campesinos y miembros de partidos políticos tradicionales;
hechos protagonizados mayoritariamente por la participación de narcotraficantes y paramilitares,
quienes fueron certeros en las masacres de algunas regiones y homicidios selectivos. Así pues,
Pécaut, presenta la complejidad de una “guerra sucia” donde se encuentran unos desafíos
económicos combinados con problemas sociopolíticos, mesclados con una violencia generalizada
que descompone el tejido social de zonas rurales y urbanas, mientras se incorpora
paulatinamente la economía de la droga, por parte de los actores del conflicto. Ante los hechos
presentados, uno de los relatos expone:
El narcotráfico y un personaje como Pablo Escobar... cuando aparece la pregunta por
el conflicto armado ese personaje siempre aparece, es como un cruce de caminos, sí;
parte de la estructura que este hombre que construyó aún pervive, sí; y el narcotráfico me
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parece que ha sido un tema, ha sido uno de los continuos, tal vez el más importante del
conflicto armado (…) (E7, 4 de diciembre de 2014)
Pécaut, (2001) explica, que no se pueden desligar las organizaciones paramilitares del
tráfico de droga, siendo los narcotraficantes los primeros en establecer la primera organización
que hace frente a los grupos guerrilleros. Así pues, se encuentran nexos entre traficantes y
gobierno quienes abren las puertas para el lavado de activos ilegales; además, de financiar la
candidatura de algunos líderes políticos; mientras se implementaba en varias regiones “la
Limpieza Urbana o Limpieza Social”. Entre las organizaciones narcotraficantes se encuentra el
“Cartel de Medellín” liderado por Pablo Escobar, quien organizo numerosas masacres, actos
terroristas y asesinatos, entre ellos el de Luis Carlos Galán, líder político, candidato a la
presidencia; para esta misma época, se habla de una nueva guerra medida por la bonanza
económica de drogas ilegales (Bushnell, 2007). Estos acontecimientos, configuran nuevas
alianzas del C.A., en Colombia, agravando cada vez más el contexto socio político. Así pues,
uno de los relatos manifiesta:
Para mí de, de los más grave es la descomposición de la diligencia política; yo creo, yo
creo que le falta, y se metieron en principios éticos de la convivencia, y quiero decir que
a mí me parece que eso contribuyó enormemente a Álvaro Uribe; porque me parece que
eso de que el fin justifica los medios, y eso de que yo pongo las leyes las organizó a mi
favor como sea, eso rompe con todas las posibilidades dijéramos de, de manejo ético de
la sociedad; entonces yo considera que lo más perjudicado aquí, cuando se ve conflictos
ahí, es violento por naturaleza; eso mentira, no es por naturaleza; por qué no, a un
hombre de esos en una diligencia política, que para imponer sus cosas y para mantenerse
ahí, generó todo tipo dijéramos de componentes y de formas de actuar que acabaron con
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la ICA ( Instituto Colombiano Agropecuario), a mí me parece que es de lo peor que
tenemos, de una institucionalidad pública que se puede desmoronando; ahora tenemos
todos los problemas de las Cortes, no eso no es porque sí, eso tiene todo unas raíces que
se fue gestando con todo esos comportamientos y estos intereses que acabaron con todo
principio gestor de la vida del país, me parece que es lo peor, y el no dejo ver lo que
tenía; con la gente de la mano tendida de que, de la fuerza de la mano tendida, de la
mano en el corazón; esa doble manejo de las cosas donde la gente lo veía como
Salvador; entonces creían en el Dios que los iba salvar pero cierta parte hacia los
manejos más tremendo, al interior del gobierno no le importaba nada, toda la gente que
está en el Congreso y todo su relación con el paramilitarismo porque él también tiene sus
propios intereses ahí, que lo está vendiendo, ¡él es la bandera de una fuerza derecha muy
fuerte que tiene Colombia, y en los comandos a esa fuerza durante mucho tiempo! y ahí
sí, entonces eso es de lo peor que nos ha pasado, y que no le vaya a contar. (E4, 30 de
agosto de 2014)
El periodo correspondiente entre el año 1995 y 2012, está atravesado por lo que ha
denominado GMH, (2013), como: “la guerra en su máxima expresión”, debido a la expansión
de las guerrillas y paramilitares en diferentes regiones del país. Lo que Dejo un rastro de sangre
por el territorio y el poder local; evidenciando en actos de violencia, que se comparan con los
años dantescos de las décadas de 1930 y 1950; cuyos hechos protagonistas se besan en: la
intimidación, terror, agresión, muerte, masacres y destierro; mientras el gobierno da apertura y
legitimidad a las autodefensas, paramilitarismo o convivir (Cooperativas de Vigilancia y
Seguridad Privada), quienes se les atribuyen nexos con el narcotráfico, y la fuerza pública lo que
posibilita su accionar. Así pues, los paramilitares cooptaron la representación de la política local
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y regional demostrando alianzas con sectores económicos, políticos y sociales; evidenciando
estrategias que posibilitaros los resultados de las elecciones presidenciales en el año 2002;
gracias al poder ejercido sobre 250 alcaldías y nueve gobernaciones. Cabe resaltar, que la
presidencia de la república en el periodo correspondiente del año 2002 al año 2010, fue ocupado
por el actual senador Álvaro Uribe Vélez; quien aprobó el accionar de la recuperación del estado
por medio de la vía militar; lo que fomento masivas ejecuciones extrajudiciales, gracias a la
política sistemática y generalizada del ejército, provocando lo que se denominó los Falsos
positivos, un crimen de lesa humanidad, según las Organizaciones de Derechos Humanos. Ante
los acontecimientos expuestos, una de las entrevistas relata un componente agravante dentro de
la sociedad colombiana, que parece no haber cambiado desde el año 1930.
Pues además de ser naturalización de la violencia como, como el poco interés; eh, que la
ciudadanía, que no ha sido muy directamente; eh, tocado por el conflicto, sigue
manifestado. Entonces, en la medida en que la proporción de colombianos que no y
colombianas que no hemos participado directamente en el conflicto; eh, es muy amplia,
pero esa proporción no va, o no hemos sido capaces de articular para presionar a los
actores directos del conflicto para que cambien las reglas de relación entre ellos.
Entonces no hemos sido capaces la ciudadanía común y corriente que no ha tenido
ninguna implicación directa en el conflicto de, de hacer que las partes enfrentadas
cambien su posicionamiento bien sea hacia el centro, obligándolos a que sean
polarizadas; eh, o bien sea; eh, obligándolas a negociar entre ellas para qué aquellas
cuestiones sobre las cuales existe la competencia; eh, o existe la incompatibilidad pues se
lleguen a acordar. (E5, 21 de octubre de 2014)
Para entender la actitud de la población colombiana frente a la violencia presentada en el
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C.A., es necesario tener dos componentes: legitimación y naturalización del fenómeno violento;
así, Benjamín, (1995), expone , la necesidad de distinguir entre la violencia legítima y violencia
ilegítima; estas dos modalidades operan bajo comportamientos, vivencias e historias, que
entretejen el tejido social con acciones crueles, encubiertas, concientizadas o sin concientización
específica; así pues, la violencia legítima es aquella que se ejerce exclusivamente bajo unos
principios jurídicos; es decir, la que está legitimada por el Estado; lo contrario pasa por la
violencia ilegitima la cual es tomada como arbitraria cuando la población opera bajo una
organización militar con un principio de guerra contra un Estado opresor. Así mismo, Arendt,
(2006); hace una crítica de la organización y legitimación de la violencia por medio del poder
político; siendo la violencia por naturaleza instrumental. Por otra parte, Franco (1999); señala el
concepto de la “humanidad de la violencia” como: “una manera de actuar, una conducta, una
opción desarrollada, aprendida y ejercida, en las relaciones entre seres humanos y en las
instituciones y organizaciones que ellos han ido construyendo” (P.3). Ante los postulados
mencionados se establece: una aceptación, admisión o asimilación del fenómeno violento, por
parte de la población que no se ha visto implicada y victimizada en el C.A. Sin embargo, se hace
la claridad, de que la sociedad colombiana padece de violencia, encontrando como principio
fundamental una sobreexposición a este fenómeno; el cual, se encuentra constituido como un
evento natural dentro de los colombianos.
Establecidos algunos componentes y sucesos históricos, que han contribuido a la
agudización de la guerra en Colombia, resulta fundamental preguntar a las psicólogas y
psicólogos entrevistados, por la continuación del C.A., a lo cual responden a partir de su
experiencia:
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Eh... Pues no solamente se ve reflejado en los enfrentamientos armados, en las víctimas,
en las acciones militares tanto de un bando como en otro, como en el otro; eh, sino
también en la actitud de las ciudadanas y ciudadanos que no forman parte de ese
conflicto. Entonces todavía siguen existiendo resentimientos de cara a aquellos; eh, que
se conciben como opositores, bien sea se consideran como opositor a un guerrillero, a
un exguerrillero, a un ex-paramilitar, o incluso a un ex-miembro, o a un miembro del
ejército nacional. Entonces existe muchísima desconfianza; eh, que hace que ese conflicto
armado esté, o esa posibilidad de reactivación del conflicto armado este latente incluso
dentro de la ciudadanía que no ha llegado estar armada. Entonces eso es antecedente de
existencia del conflicto armado que en este momento están en un proceso de negociación
no se van a acabar de un momento para otro, pasarán muchos años antes de que todas
esas emociones y esos bloqueos; eh, psicológicos, eh... y de otros, psicológicos,
cognitivos, emocionales y demás se superen de tantos de lo parte de los actores armados;
eh, incluyendo todos los actores armados como por parte de aquella ciudadanía que no
formo parte de esos grupos. Entonces el conflicto armado seguirá latente durante un
periodo todavía largo, incluso después de firmar un acuerdo de paz. (E5, 21 de octubre
de 2014)
GMH, (2013), presenta numerosos casos de personas que fueron expuestas a la violencia
extrema y denigrante ejercida por los actores armados; evidenciando en los relatos, el
sentimientos de rabia, sufrimiento, resentimientos y dolor. Un resentimiento que configura un
deseo de venganza que ha pasado por generaciones, lo que ha permitido la expansión y
refundación del conflicto, por medio del reclutamiento a nuevos grupos armados.
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Considerando lo expuesto, las y los entrevistados, hacen referencia a otros
componentes en torno a la continuación del C.A., y/o reactivación de nuevas olas de violencia en
torno a la tierra y la minería:
(…) yo creo que es muy probable, yo pienso que aquí hay muchos intereses; yo creo que
el mal menor de este país es la guerrilla; pues, la guerrilla puede firmar con el gobierno
este año o el siguiente, antes de que termine su mandato la paz; pero... eh, digamos hay
otras condiciones que siguen teniendo a este país, como un riesgo. El tema, por ejemplo,
cómo te decía ahorita de las minas, de las, eh... hidroeléctricas. etc. pues es un asunto
que está generando y sigue generando en este país muchas víctimas, entonces yo creo
que, hasta que todo esto no se ponga en orden, hasta que no hayan unas políticas que de
verdad ayuden a que; pues como que a que este país encuentre el ritmo a que la, el rumbo
que la gente tenga condiciones, a que la verdad de verdad, pues como que sea una
realidad que la justicia opere; va a ser muy complejo no pensar en un país en paz;
porque, eso no depende de que la guerrilla se desmovilice. (E2, 17 de julio de 2014)
Massé, (2012), citando a la revista semana, presenta la minería ilegal como el nuevo
combustible de la guerra; así mismo, en otra entrevista se evidencia gran preocupación por el
tema:
Hay un tema que me preocupa muchísimo, muchísimo es la minería ilegal, y creo que... o
sea, no es una estructura, sí; hace poco en granada tuvimos una reunión con región,
para mostrar los resultados de una investigación sobre el tema de la memoria histórica
orientada a las garantías de no repetición, sí; y alguien fue muy afortunada esa
intervención, introdujo una problemática que existe en estos momentos en Granada con
el tema de la minería ilegal, a mí me sorprendió que todo el mundo dejó pasar esa
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pregunta, porque creo que es ahí donde ese discurso de memoria tiene que estar a la
altura de lo que promete; promover garantías de no repetición y hubo un silencio
cómplice(…) (E7, 4 de diciembre de 2014)
Los actores armados han encontrado otras formas de financiación, basadas en el control
territorial y casi total de la minería en varias regiones del país; a través, de métodos violentos
(Defensoria del Pueblo, 2018). Así mismo, GMH, (2013), expone la minería ilegal y el
narcotráfico como la primer razón del reclutamiento en menores por grupos armados; lo que a
ocasiona desplazamiento forzado.
Establecer la evolución del C.A., desde sus cimientos es fundamental, para entender y
evaluar desde una mirada crítica cuales son las características que han cambiado y cuales han
permanecido desde el año 1930, hasta el día de hoy; así pues, se presenta un esquema circular
básico, con el periodo, sus características; los actores armados, y en medio de todos ellos la
población urbana y rural:
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Fuente. Elaboración propia. Esquema circular 1: evolución del Conflicto Armado – C.A.
A partir de los relatos y antecedentes históricos, se permite sacar como característica
fundamental en el C.A., el tema de tierras; sumado a esto, se encuentra algunos aspectos que
prevalecen desde 1930, como: actores armados, que si bien son diferentes en cada época,
obedecen a un círculo violento que pasa por: violencia extrema, violencia latente, cese de
hostilidades; interés políticos, públicos y privados, y reactivación del C.A., y/o guerra; así pues,
se establece un patrón que se repite históricamente basado en: 1 Poder político, tierra y tráfico de
productos 2. Poder político, tierra, narcotráfico, minería legal e ilegal. De modo similar, para el
año 2014, se evidencian en los relatos las siguientes preocupaciones en torno al C.A.
Si, si, si... Porque ahora hablamos de, el tema de tierras; y no me refiero solamente el
despojo; me refiero también a como grupos económicos han contribuido a, han
contribuido a que el conflicto armado se exacerbe en ciertas zonas en la medida en que,
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hay megaproyectos; pero también porque son zonas propicias para el cultivo de, el
cultivo de la coca... y particularmente con el tema del narcotráfico lo planteamos ahora,
eso ha sido un combustible para el conflicto armado por lo menos desde el mediados de
los 90, por lo menos; creo que ese elemento está enquistado por ejemplo el caso de las
FARC, está enquistado, en esa estructura y creo que, eh; no hay un consenso como
grupo, no llegan a la mesa de negociación; como grupo consolidado en torno al tema de
la paz. Con esto lo que quiero llegar, es que no todos, sí; llegamos hacer una
desmovilización no todos se desmovilizarán, para instalarse en la escena de las vías de
derecho. Una porción importante continuarán en el negocio del narcotráfico y esa
dimensión, creo que fortalecerá un nuevo nombre del conflicto armado de las Bacrim; yo
sé que ahí hay unas sutilezas terminológicas, no importa, pero nos veremos enfrentados
a esa nueva escena; pero no sé si nueva, pero parece un acto en el eterno retorno, cada
década es la misma escena pero con actores diferentes. (E7, 4 de diciembre de 2014)
Ante el relato expuesto, se dibuja nuevo panorama en la evolución del C.A., que
involucra a la población rural, urbana y citadina del país. Así pues, en otra entrevista se expone
un nuevo componente o consecuencia de lo que se ha venido presentado en lagunas regiones:
(…) algunos dicen que Centro Americanización en Colombia, ya lo estamos viendo
Medellín es una ciudad que padece mucho de eso. (E3, 23 de julio de 2014)
La centro americanización, hace referencia al problema entre bandas criminales o
delictivas, (Bacrim), que controlan el narcotráfico y micro-tráfico, de estupefacientes en
diferentes partes del país. Este fenómeno es evidenciado en otra de las entrevistas:
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El tramo por ejemplo se exacerba y es donde lo imaginario predomina y lo simbólico no
alcanza a regular esas imágenes, pero lo social que tiene esta misma estructura yo no sé
si… porque al menos en Medellín era muy evidente habían panópticos, sí; habían como
las garitas, los balcones y las terrazas funcionan como garitas, y esa mirada invisible en
algunas ocasiones, los gatos tiene nombre explícito, y digamos que estamos en la
relación imaginaria, quien mira y quienes miran; eso tenía un efecto regulador, pero un
efecto regulador eh, como te digo yo; feroz, oscuro por tu facha, porque eras alguien
extraño para el territorio, eso era suficiente para, para digamos ser expulsado de las
zona, a eso sumándole que hay una; pasamos del como del mapa político administrativo,
al mapa imaginario, es como una construcción es complicado del territorio; las barreras
imaginarias (… ) (E7, 4 de diciembre de 2014)
Otálvaro et al. (2012), Exponen algunas de las actividades de control en los territorios
donde se encuentran diferentes grupos armados ilegales en la ciudad de Medellín; quienes,
además de perjudicar la seguridad de la población, limitan la libertad de movimiento de la
ciudadanía al imponer fronteras invisibles; es decir, definen “espacios vedados a la locomoción
por estar ubicados en territorios en disputa o dominados por un grupo enemigo;” (p.41), lo que
afecta la dinámica social de los habitantes, creando nuevas víctimas; las cuales, muchas veces
guardan silencio. Así pues, las fronteras invisibles o fronteras territoriales ilegales son un nuevo
lugar de confrontación violenta por el control del territorio, impidiendo la circulación de las
comunidades, autoridades y funcionarios públicos; evidenciando vigilancia, control de ingreso y
salida de las personas, el transporte público, peatonal y vehicular. Estas zonas se han convertido
en el nuevo orden del conflicto armado, que se ha desprendido de la década de los 1980. Ante
este panorama se presenta el siguiente esquema circular:
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Fuente. Elaboración propia. Esquema circular 2: panorama del Conflicto Armado – C.A., en
Colombia.
El C.A., Se ha constituido bajo intereses a gran escala, donde los grupos armados rodean
la población urbana, rural y citadina; llevando a cabo, estructuras coercitivas en algunas
regiones del país. Evidentemente, el conflicto ha tomado grandes ramificaciones y
transformaciones en torno a las modalidades de lucro privado en lo público; así pues, la
población civil se encuentra rodeada de una estructura donde los actores armados, sus intereses
y sus formas de violencia vulneran los derechos humanos, retomando el ciclo repetitivo e
histórico, (ver esquema circular, 1,) que se encuentra en expansión por diferentes regiones. Esto
crea de nuevo victimas resentimientos y sentimientos de venganza.
Las fronteras invisibles que han establecido los grupos armados ilegales, evidencian
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enfrentamientos, controles territoriales, altos índices de criminalidad; baja organización social,
temores generalizados, violencia expresada en homicidios y extorsión, entre otras formas de
violencia ( Otálvaro et al., 2012). Según lo presentado, el C.A., en Colombia continuara; sin
embargo se evidencia otra postura en una de las entrevistas:
Continuara por mucho tiempo más, desde mi experiencia por lo que te decía ahora.
Ahora cada vez más yo también voy viendo que nuestro país hay una sensibilidad de la
sociedad civil a reconocerlo, yo a mí; la ley de victimas puede tener muchas dificultades,
la 1448, pero yo la celebro; por que la tenemos, y por qué además sé que es un logro del
mismo movimiento de víctimas; ellas lo han peleado, ellas lo han trabajado y tienen
muchas dificultades todavía, y tenemos mucho que superar, pero llevamos tres años, y en
estos tres años ya mucha gente puede hablar de este tema que no se podía hablar antes;
entonces si estamos ganando, yo creo que si vamos hacia allá pero todavía falta mucho,
todavía nos falta mucho a los colombianos. Además por lo que te decía, la paz no la
encontramos en, con los diálogos de la Habana, la paz no la encontramos con la
reinserción de los paramilitares, la paz la encontramos también trabajando en el corazón
de los colombianos y las colombianas que han legitimado la violencia; por que mire,
muchas familias no han tomado las armas pero han celebrado que otros las hayan
tomado; entonces ahí hay un potencial de guerreros, hay un potencial de violencia que
también hay que sanar y transformar eso nos queda tiempecito para hacerlo. (E6, 24 de
noviembre de 2014)
La ley 1448, regula las medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas
del conflicto armado interno, a partir del primero de enero del año 1985. Por otra parte se
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encuentra los diálogos de la habana que comenzaron entre el 23 de febrero y el 26 de agosto del
año 2012, con el grupo guerrillero FARC, y el gobierno colombiano (Oficina del Alto
Comisionado para la Paz, 2016). Sin embargo, como es expuesto en el relato es necesario una
transformación social en la población colombiana. Con respecto a los acuerdos pactados en La
Habana – Cuba, una de las entrevistadas menciona:
Yo pienso que haber un cambio muy grande, yo creo. Yo en este momento tengo
esperanza en lo que le está pasando en La Habana; no va ser intrascendente, yo creo que
va a tener mucha trascendencia, pero que la trascendencia no está solo por lo que ellos
están hablando que también me parece muy importante, sino porque eso está sacudiendo
al país y lo está poniendo pensar en el país, yo veo que todo el mundo en este momento
como que se está moviendo entender esto que pasó, para dónde va; entonces como que
yo sí creo que esto tiene posibilidades de, de tener un cambio además porque en una
sociedad, porque hay una comunidad internacional que ya no está apoyando aquí los
grupos armados, sino que está apoyando la paz y entonces; yo creo que eso contribuye a
que ya aquí no tenga cabida. Las Bacrim van a seguir, la delincuencia se va a aumentar,
porque todos esos que estaban, y que dónde los van a poner en este país con todo los
que ahí armados y que saben es de eso, ellos van por mucho tiempo, vamos a tener
delincuencia armada muy fuerte, eso es conflicto armado de lo que estamos hablando,
que es un conflicto armado social son dos cosas muy distintas. (E4, 30 de agosto de
2014)
A partir de lo mencionado, se presenta algunos de los procesos y/o diálogos de paz en
Colombia:
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PROCESOS - DIÁLOGOS Y ACUERDOS EN COLOMBIA
GOBIERNO TIEMPO RESULTADOS PRODUCTOS
Belisario Betancur 1982-1986 FARC-Cese de hostilidades Creación de la
Unión Patriótica, UP
(exterminio de la
UP)
Virgilio Barco 1986-1990 Acercamientos-Diálogos Convocatoria
Asamblea Nacional
Constituyente
Cesar Gaviria
1990-1994
1991-1992.Dialogos en
Tlaxcala y Caracas
(Coordinadora guerrillera
Simón Bolívar).
Desmovilización M-19, EPL,
MRT, MAQL.
1992. Comando Ernesto Rojas
(CER).
1994. Corriente de Renovación
Socialista.
1994. Milicias Populares de
Medellín.
1994. Frente Francisco
Garnica.
Constitución Política
1991.
Programas y
Proyectos con cada
grupo.
Andrés Pastrana
1998-2002
“Zona de distensión”
Arremetida paramilitar
(masacres)
Polarización del
país.
Ausentismo de
Estado.
Álvaro Uribe
2002-2010
Desmovilización AUC (2002-
2005)
Diálogos Exploratorios con el
ELN
(Fracasaron en el año 2007)
Ley de Justicia y
Paz.
ACR (DDR)
CNR (Victimas)
“Recuperación del
territorio nacional de
los grupos al margen
de la ley”
Cuadro tomado de la ponencia Rubén Fernández – foro por la paz 2016, Rionegro Antioquia.
Juan Manuel
Santos
2010-2018 Diálogos en la Habana–cuba
con las FARC
2016 - Acuerdos de
paz con las FARC
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Los diálogos entre las FARC, el Estado colombiano fueron concluidos en noviembre de
2016, con los siguientes acuerdos: 1. Reforma rural integral; 2. Participación política: Apertura
democrática para construir la paz; 3. Fin del Conflicto; 4. Solución al Problema de Drogas
ilícitas; 5. Acuerdo sobre las Víctimas del Conflicto; 6. Implementación, verificación y
refrendación; además se implanto la dejación de armas entre otros. (Oficina del Alto
Comisionado para la Paz, 2016),
Por otra parte, las Bacrim son el resultado de la desmovilización de los grupos armados,
AUC y paramilitares, entre el año 2002 al 2005; los cuales, se reorganizaron bajo otros nombres
con características criminales al servicio del narcotráfico (Centro Nacional de Memoria Histórica
, 2014). Así pues, establecida la evolución y avance del conflicto armado en Colombia de forma
muy general; uno de los relatos expone:
(…) un elemento muy grave, aun así hayan bajado el número de muertos, o sea, las cifras
aparentemente bajaron, que no fue tanto tampoco; cierto; (...) pero digamos que bajaron
en relación con lo que paso dentro del 99, y el 2001, pero, pero lo grave del asunto si es
que un Estado que quedó muy aporreado, muy deslegitimado, unas instituciones muy
aporreadas y muy deslegitimadas. (E3, 23 de julio de 2014)
Los hechos descritos y relatos expuestos en el subcapítulo, permiten visualizar algunas
transformaciones del conflicto armado y/o guerra en Colombia, desde el año 1930 al 2016;
como un proceso histórico que no desliga un acontecimiento de otro. Así pues, se evidencian
características que aún permanecen en el tiempo y se transforman en pro, de unos intereses
públicos y privados, por medio de acciones violentas que recaen en la sociedad.
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7.1.3 Intereses de los actores armados
“solo la tierra que recibe los cuerpos tendrá la certeza de cuántos
y quiénes son los colombianos muertos en la violencia.”
Blair (2005)
El C.A., o guerra en Colombia, ha variado de acuerdo a los intereses de los actores
involucrados de cada época; ejemplo: en los primeros años del siglo XX, fueron protagonizados
por hombre y mujeres que se abrían pasó entre montañas, con el ánimo de expandir las fronteras
agrícolas, con un claro papel de colonos; mientras otros, usurpaban el poder y establecían
mecanismos para ampliar sus propiedades. Así pues, ante el desconocimiento de títulos de
propiedad, los hacendados aprovechaban el terreno cultivado y valorizado de los colonos o
campesinos para usurparlo, convirtiéndolos en peones, arrendatarios o servidumbre; lo que
generaba resistencia y represalia, desencadenando un ambiente de zozobra y conflicto; el cual, se
manifestaba por medio de la luchas contra los hacendados (Meertens, 1997).
De esta manera, el panorama de los años 30, reconoce la organización campesina, las
luchas agrarias y la manifestación de violencia política; en la cual, se veían inmiscuidos grupos
alzados en armas y la fuerzas del orden público (Meertens, 1997). Así, la tierra se vuelve el
primer interés de los actores que encarnan la violencia, protagonizada primeramente, por:
campesinos, indígenas y hacendados. Mientras que, en la violencia política participaban actores
armados o delincuenciales, fuerza pública y los partidos políticos liberal y conservador; quienes
pretendían obtener el poder y el control del Estado. (Fals Borda et al., 1980)
99
El periodo correspondiente entre el año 1948 y 1958, se encuentra mediado por nuevo
orden social, producto de las luchas agrarias, campesinas e injusticias contra la población, que
se venían dando en algunas regiones del país; lo que provoco, alianzas y nuevos actores que
intervinieron el periodo de violencia; entre ellos se encuentran: las juntas revolucionarias,
gobiernos populares; las milicias campesinas y la resistencia armada rural gaitanistas denomina
guerrilla campesina, con una clara ideología liberal, que era presionada por los sectores
oligárquicos del mismo partido. Mientras que, en el sector político se hallaban los burgueses y
terratenientes del partido conservador, el partido político liberal, los comunistas y la policía
chulavita en compañía de organizaciones paramilitares o asesinos a sueldo en varios
departamentos; siendo el interés primordial, exterminar aspiraciones democráticas del
campesinado promovido por el liberalismo gaitanistas, el comunismo; y la posesión de tierras en
pocas manos. (Meertens, 1997)
Para el año 1958, se llevó a cabo una asociación entre los partidos políticos tradicionales,
denominada Frente Nacional; acuerdo que duro hasta el año 1970, con el ánimo de no volver a
la violencia de años pasados; sin embargo, excluía del poder a partidos políticos terceros,
negando principios democráticos. (Bushnell, 2007)
No obstante, Meertens, (1997), menciona que los primeros años del Frente Nacional
estuvo mediado por un bandolerismo político; además de contarse con alrededor de 100 bandas
activas constituidas por campesinos armados. Los cuales, desconocían los acuerdos de paz entre
partidos tradicionales, lo que ocasionó una extensión del exterminio entre simpatizantes de los
partidos políticos adversarios en comunidades y regiones. Situación que promovió una
manipulación mediática para fines electorales, por parte de los líderes guerrilleros o jefes
100
militantes de origen campesino; con unos claros intereses por la tierra de algunas regiones del
país y la lucha contra el poder estatal; además de encontrarse un aumento en el bandolerismo
asalariado que cumplía con la expropiación y despojo del campesinado.
Para la década de 1970, se dio alrededor de 300 tomas o recuperación de tierra por parte
del campesinado en todo el país; bajo un desalojo violento que se repetía una y otra vez entre los
terratenientes y los invasores; así pues, los dueños de la tierra eran quienes tuvieran mayor
fuerza o apoyo a nivel regional; provocando una nueva transformación de la sociedad en torno a
las luchas del latifundio y la muerte selectiva de líderes campesinos (Meertens, 1997). Este
periodo de violencia permite evidenciar una problemática que no cambia desde el la década de
1930, evidenciando primordialmente el interés por la tierra. Así pues se presenta el siguiente
esquema circular:
Fuente. Elaboración propia. Esquema circular 3: Intereses de los actores armados.
La población de la década de 1980, atestigua nuevamente la violencia, con unos claros
101
intereses políticos y territoriales, por parte de la guerrilla, el auge del narcotráfico, y las
organizaciones paramilitares; grupos, que hasta el año 2016, se encuentran activos. Sin
embargo, es necesario tener en cuenta cuatro elementos propuestos por Meertens, (1997), para
entender el conflicto armado de los siguientes años: 1. La migración campesina y colonización
de la selva húmeda en condición de pobreza y marginación; 2. La poca presencia del Estado en
algunas zonas del país; 3. Las condiciones regionales que permitieron una amplia presencia
guerrillera, la incursión del narcotráfico, y el surgimiento de los grupos paramilitares con el
ánimo de defender intereses políticos y económicos, y 4. Las asociaciones de prácticas ilícitas del
narcotráfico, enriquecimiento y secuestros por parte de la guerrilla perdiendo contenido
ideológico, desembocando nuevos brotes de violencia en el territorio.
Ante las nuevas dinámicas e intereses que se disputan en el C.A. se hace necesario
preguntar a las y los entrevistados, por la representación que han construido acerca de la
ideología o idea central que tienen los actores armados; a lo cual exponen:
¡Hay! yo no sé si los actores tienen alguna idea; pues uno pensaría desde el ideal que
pudieran tener como una idea política que se especifique como, cada cosa; pero yo creo
que también depende del actor, cierto. Yo pienso que, que no es posible equiparar pues
como las guerrillas a los paramilitares, que ahí abrían como dos, dos visiones; cierto. Yo
creo que en algún momento la idea guerrillera como por lo que uno lee, tenía que ver
más con ese asunto de la reivindicación de los derechos especialmente desde el tema de
los, de lo agrario cierto, en la tierra (…) estos personajes empezaron a, pues como a
aglutinarse en una propuesta, como esas para hacer frente digamos como a ese asunto,
mm... eso después con los años y con la llegada al narcotráfico; pues eso tiene otra, otra,
102
digamos ya cambia dramáticamente y yo no sé, en este momento como cual será, cuando
uno ve de vez en cuando como lo que está pasando en la Habana, pues ahí hay unas
cosas interesantes, cierto; ahí hay unas cosas que me parece que pues, que tienen mucho
sentido. eh... pero yo no, yo pues la verdad es que yo no siento que haya como una
claridad a parte de lo que propone, pues como de lo que uno ha visto como en los
diálogos de la Habana, una claridad, si muy fuerte como, como en la, de la guerrilla en
estos tiempos, uno ve que, que es un grupo que esta, que ha hecho; pues como cosas
atroces, tenaces, que uno dice, pues contra la población civil; que uno dice bueno pues
como donde está, donde está la, como la ideología y la, pues si, como eso en lo que se
sustenta toda la lucha y todo ese montón de cosas de esta guerrilla, cierto; como que uno
lo ve poco coherente, y con respecto a los paramilitares pues muchísimo menos, que ya el
gobierno dice que no existen, dice que no existen... están de otra manera con otros
nombres pero obviamente, pues como que ahí permanecen; yo creo que es un interés
político, político pero no político en el sentido como de la transformación y ¡no! en estar
en esos lugares de poder y de decisión para ... tener beneficios. Eh... en hacer control...
no, yo no sé, seguro que es una cosa ahí, pues como no sé cómo decirlo, pienso que; yo
no siento que haya, hay ninguna ideología, yo siento que es un grupo que se ha aliado,
que se alió con ciertos, con ciertos estamentos, y con, con los militares y con ciertos
personajes importantes de este país para pues como, para darle duro a quienes estaban
hablando más de la cuenta y eso no les convenía. pues pero yo no siento que hallan, que
haya habido nunca ninguna propuesta ni social, ni política en torno a ellos, así Carlos
castaño lo haya dicho en algún momento yo, yo siento que no y mucho menos ahora, son
unos bandidos, pues son delincuentes. (E2, 17 de julio de 2014)
103
El significado expuesto en la entrevista permite articularse a Meertens, (1997), quien
presenta la pérdida de ideología de los actores armados de la siguiente manera:
“Ante los nuevos intereses económicos, la nueva dinámica de enfrentamientos y el rápido
crecimiento de las organizaciones paramilitares, la motivación predominante de las
acciones guerrilleras ha perdido su significado social. A pesar de los discursos que
todavía conservan algunos planteamientos ideológicos sobre injusticia y lucha popular,
el interés real de los grupos guerrilleros radica cada vez más en el dominio territorial, en
una carrera de competencia con el ejército, los paramilitares e inclusive con guerrillas
rivales.” (p.197)
Para entender el C.A., colombiano es necesario tener en cuenta la región, la posición
geográfica y las particularidades del territorio ( Otálvaro et al., 2012). Así pues, en una de las
entrevistadas hace referencia al Oriente Antioqueño tratando de abordar los intereses de los
actores armados.
(…) En el Oriente Antioqueño tiene muchas riquezas, pues ahí; ahí hay algún factor
natural, ahí es de la maldición de los recursos naturales, cierto. Entonces eso también
hace que, las riqueza de esta región, hace que el conflicto se agudice, cierto; los
grandes intereses que hay sobre, sobre el agua, sobre los bosques, sobre las minas en este
momento por ejemplo sobre el tema minero hace que sea un, un lugar en riesgo, cierto;
un lugar en donde nuevamente se pueden levantar brotes de violencia tan agudos como
los que hubieron en esa época. Entonces claro la guerra, el narcotráfico obviamente y
toda la disputa que hay entre esos grupos políticos, la ubicación de la región de ser
corredor estratégico con el Magdalena medio para salir a otros lugares la llegada de
este otro grupo; y los recursos naturales que tiene esta región yo pienso que, pues que
104
han sido como, como las cosas que han como agudizado el conflicto. (E2, 17 de julio de
2014)
El dominio territorial en Colombia es una expresión de poder (Meertens, 1997), y en el
caso más particular de los actores armados es una posibilidad de obtener progresivamente
recursos y/o tierras para la utilización económica de cualquier tipo (Restrepo et al., 2005), aun
tratándose de minería o cultivos de drogas ilícitas. Por consiguiente una de las entrevistas expone
los intereses de otro actor armado:
(…) los paramilitares, el interés era limpiar a las comunidades de guerrilla, eso era;
porque entonces claro, como la guerrilla de alguna manera acechaba los intereses de los
ricos con lo que estaban haciendo, entonces buscaron la manera de apoyar grupos
armados que hicieran el trabajo de acabar con la guerrilla y fueron los paramilitares;
pero además, porque ellos venían con unos intereses dijéramos de controlar territorios,
lo que les interesaba el control de los territorios; entonces digamos que sí, los intereses
de unos eran distintos, pero que los unos y los otros durante todo el tiempo la han
mantenido, sólo que como la guerra se agudiza; ellos que inicialmente buscaban
financiar la guerra, dijéramos con, con extorsiones, después llegó un momento en que se
metieron en los secuestros, después llegaron la coca; decían, para financiar la guerra
tuvieron que recurrir a las cosas más, dijéramos más, más horrorosas dijéramos del
narcotráfico, del secuestro todo para poder sostener la guerra; entonces claro empezaron
a ir contra la misma población, pero sus intereses eran mantener la guerra y ganarle al
otro, y eso lo mantuvieron los dos. (E4, 30 de agosto de 2014)
Para la década de 1980, los paramilitares se consolidaron bajo el mando de empresarios,
ganaderos y hacendados, con proyectos narco paramilitares; los cuales, contaban con el aval y
105
participación de la fuerza pública; además de establecer claras relaciones con el cartel de
Medellín, lo cual, fue determinante para su expansión y accionar contra los guerrilleros,
quitándoles la base social campesina con ataques, homicidios, desplazamientos y amenazas
(Centro Nacional de Memoria Histórica , 2014).
Los intereses económicos juegan uno de los papeles más importantes en la ideología de
los actores armados y la dinámica del conflicto. Ante esta aseveración, uno de los entrevistados
relata:
(…) “difícilmente yo podría decir que algunos de los grupos armados tiene una ideología
muy marcada; eh, en términos políticos porque ese conflicto armado y esa ideología
política se ha visto mezclada con intereses económicos que, que ya no están tan
marcados políticamente; sino, o están más marcados por intereses y por aspiraciones de
otro estilo; eh, que incluso rompen con, con esa ideología política que podría haber
estado en los inicios del conflicto armado. Entonces, pues cada uno de las partes si tiene
unos propósitos, unos intereses, una ideología propia; pero tampoco podría enmarcar
esa ideología como una ideología izquierda, como una ideología de derecha, una
ideología de Centro, en la construcción; eh, que usual y académicamente se conoce
como lo que es una ideología, sé, que cada uno tiene sus propias ideas, sus propios
propósitos, sus propios intereses; cada una de las partes del conflicto; y que todos esos,
esas ideas, intereses, objetivos están en competencia entre cada una de las partes. Y
cuando digo cada una de las partes no me refiero solamente a los grupos que se han
denominado actualmente guerrilleros, y el Estado, institucionalidad colombiana; sino
también, me refiero a otros grupos; eh como los grupos paramilitares. Entonces hay
varios actores que incluso hasta en ese conflicto ha entrado algunos actores económicos
106
vinculados al narcotráfico. Entonces hay múltiples actores ahí, con intereses muy
distintos entre ellos y que hasta que todos esos intereses no sé; eh, consigan conciliar
pues difícilmente se podría transformar esa situación de conflicto.” (E5, 21 de octubre
de 2014)
El Centro Nacional de Memoria Histórica, (2014), expone, citando al CINEP, (2004), la
creación del MAS ( Muerte A Secuestradores), proyecto con claros intereses de atentar contra la
guerrilla, que iba en contra de la acumulación de capital y el negocio del narcotráfico, por medio
del homicidios sistemáticos, desplazamiento y amenazas a la base social campesina. Así mismo
se menciona, como hecho determinante la vinculación de los grupos paramilitares, y actores
armados ilegales pos-desmovilizados en la inserción a la estructura del narcotráfico; lo que
permitió su expansión y fortalecimiento, gracias al control de las rutas y propiedades de gran
productividad ubicadas en sitios estratégicos, las cuales fueron usurpadas y adquiridas por
medios violentos. Conforme a lo dicho, el siguiente relato expone:
“Las FARC tiene un propósito de descansar el poder para establecer un estado de tipo
marxista leninista, que eso es otra cosa. Para eso como fin, buscan medios y cualquiera,
secuestrar, narco-traficar, matar... volar puentes, hay cualquier medio;, una cosa son
los medios y otra cosa es el fin, el fin, es eso supuestamente para una justicia social,
pero ideológicamente pienso que están recogiendo una doctrina que no responde, que
está muy alejada de la realidad de la gente, además no ha demostrado históricamente
que no hay solución en ninguna parte. Y el otro lado, pues claro una ideología, una
ideología antisubversiva, una ideología de acumular poder, acumular riqueza, cierto;
acumular tierra, y desde ahí controlar el poder regional primero, que está controlado el
poder regional, político, económico, social y luego el plan nacional que han tenido una
107
incidencia muy fuerte para poder controlar el plan nacional, hay marcos ideológicos
desde ahí. (E3, 23 de julio de 2014)
La cartilla ideológica propuesta por las FARC (1980), contempla y acoge unas nociones
elementales de antropología, filosofía Marxista leninista y unas categorías de dialéctica
materialista; sin embargo, no responde a los hechos delictivos cometidos, ni a su justificación.
Ante este panorama, una de las entrevistas presenta a los actores armados con un pensamiento
retrogrado o paralizado en el tiempo:
“Aunque te quiero contar una cosa, yo tengo una sensación de que estos grupos armados
congelaron el pensamiento, no fueron evolucionando, su pensamiento inicial se mantuvo
durante mucho tiempo y yo creo, apenas ahora que tienen como medio contactico con la
sociedad, con la jurisdicción y están empezando a ver otras maneras de ver el mundo;
pero lo que defendían en un principio muchas de las cosas de la forma como lo
defendían, y de lo que pensaban me parece que es obsoleto, tienen un pensamiento
completamente congelado que no responde y no respondía realmente a las necesidades
actuales de la sociedad; y para que ellos puedan aportar realmente necesitan estudiar,
meterse, entender, investigar y cambiarlo en su pensamiento, para defender los intereses,
pero para ver el mundo de otra manera, defenderlo de otra manera.” (E4, 30 de agosto
de 2014)
La relación que se ha establecido entre la ideología, los interés de los actores armados, la
población y/o las víctimas, parecen estar en caminos diferentes; pero siempre con una con unas
acciones directas y violentas contra la población rural, urbana y citadina. Así pues, el siguiente
relato expone:
108
“Hay personas que me contaron en algún momento, o mira yo creí que las guerras tenían
una filosofía una ideología, que era para mejorar las comunidades, pero luego vieron
como esas mismas guerrillas los atacaron, los asesinaron, los persiguieron, cierto; eh,
luego cuando pensaron en los paramilitares, los paramilitares vinieron a quitarnos el
mal de las guerrillas, cierto; y entonces las comunidades creyeron, pero luego también
los paramilitares los persiguieron, los asesinaron, los masacraron entonces es muy
complejo, yo siento que acá hay un asunto más de intereses económicos desde la lectura
que vengo haciendo. Creo que algunos emergen con unos intereses pero que luego esos
intereses se transforman en asuntos de orden de poder, de orden de control de territorio,
de los recursos el narcotráfico también dejo completamente des, a mi manera de ver,
despolitizado muchos procesos que tenían otras intenciones por lo menos desde su
historia yo creo que aquí hay más intereses económicos que ideologías.” (E6, 24 de
noviembre de 2014)
GMH, (2013), expone los intereses económicos y militares, como los primeros motivos
de agresión en comunidades y territorios donde se llevan a cabo proyectos agroforestales,
minería, energía, ganadería, agroindustria , e infraestructura; así mismo, se presenta conflictos en
regiones donde hay siembra, procesamiento, tráfico de estupefacientes e instalación de bases
militares; en esta medida, la escasa presencia del Estado Social de Derecho ha propiciado la
cooptación de representantes gubernamentales con grupos armados ilegales y organizaciones
dedicadas al narcotráfico; lo que afecta las instituciones públicas a nivel local y regional; aún
más, cuando las dinámicas de los grupos armados se encuentran en vía de la apropiación de la
tierra y los recursos naturales. Ante el control territorial el siguiente relato expone:
109
(...) Me parece que hay una... uno de los propósitos más importantes es consolidar la
presencia territorial, sí; y la construcción de las estrategias da lugar a enfrentamientos,
por ejemplo: me parece que es paradigmático en ese sentido, o Argelia en las veredas
que limitan con Caldas; un escenario es de estrategia, de las estrategias de guerra de los,
de los grupos armados. Me parece que ése es el pueblito más importante, esa
consolidación del territorio, no sólo para tener un control sobre la población; además
para tener unas formas de explotación económica y, además: Mira esto para mí es, es
todavía inhóspito, pero me han llegado muchos comentarios, hay otra Colombia; me han
llegado así, es uno solo el territorio que las FARC denomina como independiente, sí; y
que opera así. Yo realmente debo confesar que yo ha indagado mucho sobre el tema; si,
pero, hay consolidaciones políticas que, que amputar territorios de la idea de país,
además que es otro tema, no se sí podemos hablar de país; digamos ese nombre que
suponen que sí, se supone que sintetiza todo el territorio a través de unos sentimientos el
país está, que se yo, políticos; yo siento que no opera, que tenemos un cuerpo
fragmentado, que de tiempo en tiempo de las zonas del cuerpo, eh... se manifiestan al
margen de lo que sería el cuerpo social y político del país y que no alcanzamos a, a
construir esa síntesis de país. (E7, 4 de diciembre de 2014)
El relato anterior permite identificar el interés de los actores armados en ejercer control y
poder en la población rural, urbana, y en territorios estratégicos.
Así pues, las últimas décadas de violencia en Colombia dan cuenta de los nuevos
escenarios de dominio territorial, convirtiendo a los actores armados en la única expresión de
poder dentro de una sociedad dividida; resultado de una “violencia política de guerrillas,
110
ejercito, paramilitares, acciones terroristas relacionadas con el narcotráfico, acciones de
autodefensas, por una parte, y milicias populares por otra parte,” “y en medio de todo
criminalidad común” (Meertens, 1997, pág. 195). Este panorama de carácter transformativo se
ve sumido a nuevos actores que ejercen violencia en el C.A. después de la desmovilización de
las AUC; proceso del cual, surgieron algunos grupos emergentes, como: Los Rastrojos, Los
machos, los Arubeños, las águilas negras, los doce del patíbulo y las oficinas de cobro, entre
otros. (Centro Nacional de Memoria Histórica , 2014). A partir de lo anterior una de los relatos
expone:
Pero por ejemplo, ahora que está pasando con la desmovilización de los paramilitares,
ellos movilizaron realmente, y dijéramos como, como grupos con unos fines y unas, y
unos sistemas dijéramos de funcionamiento y con unas intencionalidades, y dijéramos
que eso, que eso desapareció. Pero muchos de ellos que eran los que estaban ya
dijéramos desarrollando su trabajo, dijéramos directo en el campo de batalla por las
armas, muchos de ellos se arman al servicio del narcotráfico; entonces, pero la
intencionalidad de ellos ahora es al mejor postor quien le paga más por el trabajo y yo
me quedo con ellos, pero eso ya no es paramilitarismo; es decir, que muchas personas
paramilitares se haya tomado las Bacrim no significa que ellos ahora, dentro de la
estructura inicial que es paramilitarismo esté funcionando, no tiene la misma
intencionalidad anterior, ahora están en las Bacrim. y están al servicio de los grupos de
poder que les paguen por hacer lo que tengan que hacer; ahora depende la amenaza, y
ese es mi susto, viene la amenaza de donde los proyectos de mineros, e hídricos para esta
esta región y esos grupos están disponibles para quienes tengan esos intereses en el
momento en que lo llamen y les paguen hagan el trabajito de volver a desplazar gente, de
111
volver a sacar la gente pa esto, eso va a ser así y ellos ya saben, si es lo único que
saben hacer; pero también con un agravante me parece a mí, que cuando se dio la
desmovilización de los paramilitares y hubo, no hubo un trabajo completamente lo
suficientemente adecuado desde que entren a la vida civil; y entonces las comunidades lo
rechazaron y eso es lo único que tuvieron que hacer es volverse para los grupos que los
tenían y es donde se sienten bien porque no hay una sociedad que, acoja los que se
reinsertan y esos otro temor, que ahora cuando vengan los soldados y los combatientes
de los grupos armados y de las comunidades , que las comunidades los rechacen, ellos
que la única alternativa es seguir ahí. (E4, 30 de agosto de 2014)
7.1.4 Dinámicas de inserción
En Colombia solo es necesario un gobierno mediado por intereses
Privados e individuales, que vaya en contra del bienestar social,
para que la población arme.
La lucha armada fue provocada por acciones defensivas y ofensivas que produjeron la
violencia entre la población colombiana; sin embargo, quienes constituyen las bases de lo que se
entiende por C.A., en Colombia son: los campesinos, la comunidad desplazada, la guerrilla, el
comando, la cuadrilla, “los pájaros”, el fletero y los mayordomos; además del papel fundamental
que desempeñaron las mujeres y los niños. Así pues, la edad de los actores implicados varía
entre los 14 a los 35 años, quienes salieron a causa del destierro o desplazamiento, lo que
provoco deseos de venganzas, represalias, odios e intereses económicos; mientras se conservaban
ideales de justicia, libertad y/o volver a la parcela; mezclados con el elemento escolar, su
112
historia, sus ideas de honor, tierra, trabajo, autoridad, vida, patria, familia, religión, propiedad,
sociedad y amor. (Fals Borda et al., 1980)
Así pues, del material humano brotan las guerrillas y los bandoleros, mientras la mujer
acompañaba el grupo familiar trashumante, remedaba harapos y servía de ojos y oídos, con una
clara labor de espionaje, hasta el decreto de su exterminio sistemático. Por otra parte, las viudas,
fueron obligadas a unirse a usurpadores o en caso contrario a emigrar a ciudades donde quedaban
esclavizadas al negocio de la prostitución o a la trata de blancas. Y en el caso de los niños, eran el
material perfecto como producto de la guerra y su tragedia “pequeños soldados y futuros jefes;
asesinos y criminales del mañana; clientela de cárceles y estrados judiciales, serán el azote de
una sociedad que los frustro.” (Fals Borda et al., 1980, p. 147)
Fals Borda et al., (1980), exponen, en el caso de los desplazados, al verse perseguidos
sin causa justificada; como se cohesionan a grupos veredales o vecinales que desconocen el lado
de la lucha; con el ánimo de encontrar refugio, respaldo, ayuda y una seguridad perdida, sin
recursos, lastimada y desconcertada; esto origino una acción violenta, mientras se les atribuía
una voluntariedad a los hombres y mujeres por sumarse a las filas guerrilleras, guiadas por el
deseo de lucha y liberación nacional y social; entre ellos se encuentran: soldados, militares, y
jefes políticos. Por otra parte se encuentran las fuerzas del gobierno a quienes se les denomina,
como godo o chulavita; a la misma vez que aparece el “pájaro”, el cual su modalidad más
próxima es la de un sicario. Este panorama no tan lejano es expuesto en uno de los relatos sobre
los modos de inserción y reclutamiento de los actores armados en las décadas de 1940 a 1960.
113
Mmm... Mire eso es un historia compleja cierto pero también tendríamos que pensar en
esos primeros colombianos, haces 60ta 70ta años, que temaron las armas en lo que
conocemos como la historia de las guerrillas, de las primeras güerillas, cierto;
colombianos y colombianas, eh, que estaban siendo expropiados de sus tierras, que no
estaban accediendo realmente a sus derechos en tanto agricultores, cierto. Y entonces
digamos que hay un primer momento donde uno dice; mmm... fue necesario para ellos
desde su perspectiva tomar las armas yo ahí tengo muchas preguntas porque vuelvo y te
digo, nosotros hemos legitimado como única forma de resolver el conflicto, las armas
(…) (E6, 24 de noviembre de 2014)
La expropiación y el desalojo del campesinado, eran una de las modalidades de los
actores armados contratados por los grandes empresarios de las regiones (Meertens, 1997). A
causa de este destierro, surgen grupos armados ofensivos y defensivos; donde los hombres
formaban parte de un ejército que sin saberlo iban directos a la guerra, mientras las mujeres
ocupaban el rol de retaguardia y hacían los quehaceres; en el caso de los niños, actuaban de
microscopio y aprendían a matar, lo que más tarde, con los años se convertiría en un problema
mayor (Fals Borda et al., 1980). A partir de lo mencionado, el siguiente relato expone:
Entonces tenían como ideología revolucionaria, pensaban que, que la única manera de
que, los que están en el poder entiendan es con las armas, ellos no querían, no tenían
dijéramos mecanismos y vías de diálogo y de concertación para para poner otras ideas
distintas a las hegemónicas, entonces tomaron las armas por eso ellos creían en eso. (E4,
30 de agosto de 2014)
Inicialmente los reclutados eran campesinos arrendatarios y trabajadores de los
114
hacendados quienes eran además sus jefes políticos; así pues, los trabajadores se volvieron
soldados de los ejércitos liberales y conservadores (Meertens, 1997); mientras otros buscaban
refugio en las montañas por razones estratégicas y económicas (Fals Borda et al., 1980). Para las
décadas de 1970 al 2000, los modos de inserción a los grupos armados cambiaron, debido a
condiciones contextuales, intereses económicos y territoriales; así lo relata una de las
entrevistadas, sobre las formas de reclutamiento en algunas regiones del país:
(…) pero la mayoría de los soldados rasos, tomaban las armas, como una alternativa
económica, esto es de ellos, ni siquiera sabían qué era lo que estaban entendiendo; ellos
era un empleo, era tener ingreso para su familia, era mucho para ayudar a su familia;
porque las, las condiciones, las condiciones de mayor conflicto se vieron en las zonas
más desprotegidas y más deprimidas, de mayor marginalidad que había; entonces las
condiciones de pobreza tremendas, entonces eso volvió un caldo de cultivo para tener
armados que se vincularan a esos grupos, ellos fueron los que más se distinguieron de
ahí, pero también pasó una cosa y es que muchos se fueron y mujeres también por la
violencia intrafamiliar; eh, la vida familiar , dijéramos del castigo , del enfrentamiento
entre los papás; muchos de esos quisieron escapar de ese ambiente familiar (…) (E4, 30
de agosto de 2014)
A partir de la información encontrada, GMH, (2013), citando a Springer, (2012), expone
que los niños, niñas y adolescentes (NNA), vinculados a los actores armados ilegales se aproxima
a los 18.000; mientras la defensoría del pueblo habla de 6.000, y el tribunal internacional sobre la
infancia y adolescencia afectada por la guerra y la pobreza; estima una cifra, que oscila entre
115
8.000 y 14.000 reclutados en Colombia. Pero ¿cuáles son las razones y/o motivos por los cuales
los NNA, se vincula a grupos armados? El siguiente apartado relata:
pues existen múltiples razones, entonces las investigaciones han detectado un montón de
motivos, motivos desde, desde filiales por ejemplo; que mi hermano estaba en un grupo o
tal o cual y entonces yo también entro porque tal, o porque conoció muchacho o conoce
una muchacha que está en un grupo tal o cual, entonces yo también entro, o porque es
una forma de ganar la vida o porque es una forma de obtener poder y estatus, o porque
me han presionado tanto de forma física con raptándome de mi seno familiar, como de
forma psicológica o ideológica me ha raptado, para apoyar a alguno de los grupos o
simplemente porque no, quitemos el simplemente, simplemente o por qué de alguna forma
he visto las repercusiones del conflicto en mi vida material, económica, entonces se
resulta que ahora no puedo ir a la finca, por qué la finca está en una zona que está
tomado por la guerrilla, entonces yo termino odiando a la guerrilla y podría llegar
incluso a ser capaz de pagar dinero a aquellos que supuestamente me van a defender de
esa guerrilla, llámese paramilitares y de alguna forma estaré apoyando el asentamiento,
el recalentamiento pues de la guerra. (E5, 21 de octubre de 2014)
Springer, (2012), expone que las causas económicas ocupan el tercer lugar de los NNA
reclutados por los grupos ilegales; sin embargo, se menciona que gran parte de ellos no
recibieron ningún salario; pero sí, recompensas como ropa, maquillaje, respeto o visibilidad; ante
esta aseveración, la segunda característica de los reclutados es el desarraigo y la débil formación
emocional, que hace más fácil la deshumanización y sometimiento al discurso de estos actores.
Así pues, mientras NNA, se encuentren en las condiciones más precarias, es más fácil alinearlos
intimidarlos y oprimirlos hasta la obediencia; de esta manera, el primer foco de reclutamiento se
116
encuentra en los hogares más pobres, ya que en la mayoría de los casos no cuenta con una red
de apoyo, y/o se encuentra fuera de la escuela; es decir, son niños , niñas y adolescentes
abandonados; a lo que los grupos armados mencionan: hacer un favor. Por último, Springer
expone que el secuestro y la extracción violenta de los NNA, va en aumento en comunidades
vulnerables, actos que hacen parte de la agresiva adaptación a las dinámicas del conflicto.
Por otra parte, se encuentra la Coalición contra la vinculación de niños, niñas y jóvenes al
conflicto armado en Colombia y la Comisión Colombiana de Juristas, (2009), quienes exponen
el reclutamiento de los NNA por las fuerzas militares de Colombia, pese a ser un delito.
“Los niños se acercan más fácil (…) la Policía Nacional y el Ejercito, les hacen, les
buscan el lado, es decir les hacen unas actividades que les llame la atención, o les dan
comida” (Coalición contra la vinculación de niños, niñas y jóvenes al conflicto armado en
Colombia y la Comisión Colombiana de Juristas , 2009)
Los NNA, son reclutados de manera indirecta por medio de campañas cívico-militares;
los cuales son utilizados en actividades de inteligencia, lúdicas y tareas de apoyo convirtiéndolos
en objetivo militar, exponiéndolos en la confrontación de los grupos armados legales e ilegales.
Este tipo de reclutamiento contribuye a la interiorización de valores militares como una opción de
vida creando familiaridad con insignias, símbolos, uniformes, armas y la figura del héroe desde
los imaginarios de poder, libertad y autonomía, dentro la institución. (Coalición contra la
vinculación de niños, niñas y jóvenes al conflicto armado en Colombia y la Comisión
Colombiana de Juristas , 2009) Históricamente los niños, niñas, y adolescentes han sido
utilizados por los grupos armados, y es un panorama que parece no cambiar en la sociedad
117
colombiana; así se menciona el siguiente relato:
Mm... y que muchos grupos vinieron con esa posibilidad, ofreciendo esa posibilidad a los
muchachos que desprevenidamente se fueron metiendo ahí y como que no dimensionaron
lo que eso significaba; entonces claro yo siento que lo económico en este país tan, tan
complicado, lo que las pocas oportunidades que los muchachos en ese tiempo tenían de
estudiar (…) Yo creo que todas esas cosas van creando ahí como un caldo de cultivo
para que este tipo de ofertas sean, sean también una, una posibilidad; yo pienso que está,
también es una cultura como ¡mojigata y como hipócrita! entonces pues yo creo que,
que... que eso, no sé; es que para mí no es gratuito que en Antioquia, que de Antioquia
sea la gran, una gran cantidad de paramilitares, cierto; entonces yo no sé, una cultura
tan rezandera tan católica, pero que por el otro lado tenga digamos como esa; pues como
esa muestra tan significativa de personas que han estado metidas en este tipo de cosas, yo
creo que también tiene que ver con un rasgo ahí, muy propio de esta cultura; entonces no
sé, yo pienso que son muchas cosas las que se alían ahí para que una persona decida,
decida ir a la guerra; a la venganza también, muchos pelaos se metieron en esto porque,
porque vieron la posibilidad de vengar pues como asuntos que, que tenían ahí pendientes
o que otro grupo les había hecho, tantas cosas, no sé; yo creo que habría múltiples
razones para explicar esto. (E2, 17 de julio de 2014)
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la desigualdad en Colombia ha
118
persistido, pese a su desarrollo y crecimiento económico; siendo una fuente que alimenta el
conflicto (Coalición contra la vinculación de niños, niñas y jóvenes al conflicto armado en
Colombia y la Comisión Colombiana de Juristas , 2009); así pues, la desigualdad social,
económica, política y unas condiciones culturales que no favorecen a la población, permite a los
grupos armados crear diversas formas de reclutamiento; entre ellas, encontrarnos el
reclutamiento forzado y muerte de líderes en una de las entrevistas:
(…) los comandantes y los dijéramos los jefes guerrilleros y paramilitares; lo que
hicieron fue, eh; recoger dentro de las mismas comunidades personas que nos vinculaban
a sus grupos armados diferentes, unos de una manera y otros de otro, lo que hacían era,
lo que se llamaba un reclutamiento forzado ¿Por qué era forzado? Era forzado porque
dijéramos, mmm... reclutaron niños que todavía no tenían toda la conciencia y no sabían
las consecuencias de estar ahí, pero les daban, les hacían, les daban una imagen de la
seguridad que ellos tendrían vinculándose a ese grupo; seguridad, dijéramos de portar
un arma, de portar un informe que los poseía, y darles unos sueldos. Entonces ellos
competían, entonces que la guerrilla no les daba sino comida, informe, y armas; pero
llegaron los paramilitares y les ofrecían 1 millón de pesos, por ejemplo. Entonces ellos
se pasaron de un grupo pa, otro, entonces dijéramos que en las familias se dividieron,
pero en la comunidad nadie podía confiar en el otro vos estabas con uno y mañana
estabas con otro, entonces nadie podía confiar en nadie; y como había persecución a
personas claves y aquí había tanto liderazgo. Porque hacía mucho liderazgo casi que
demasiada gente en la clave y entonces dijeron los que acabaron con muchos de los
líderes que eran las personas referentes de seguridad, de compromiso, de iniciativa
social, los fueron acabando, los amenazaron, se tuvieron que ir; o ellos se vincularon a
119
estos grupos, entonces el tejido social quedo muy resquebrajado, entonces es también
una consecuencia muy grave. (E4, 30 de agosto de 2014)
Springer (2012); expone que los NNA, reclutados por los grupos armados no cuentan con
un criterio o formación intelectual que permita tomar una decisión consciente acerca de la
vinculación a bandas criminales o actores armados ilegales. Así pues, el reclutamiento, es un
acto de fuerza facilitado, debido a la vulnerabilidad social y económica de algunas regiones o
sectores en el país. Así mismo, GMH, (2013), menciona que una de las principales razones por
el cual se da el reclutamiento en los menores de edad, es debido a la mano de obra barata en
actividades económicas como la minería y el narcotráfico. En esta medida, las situaciones
familiares como el abuso, la violencia, el abandono y las faltas de oportunidades de educación
empleo, pobreza, vulnerabilidad, debilidad psicológica, falta de acceso a servicios de salud y
educación, permite una mayor posibilidad de vinculación e identificación con los modelos
guerreristas de los grupos ilícitos.
Por otra parte, se encuentran los líderes sociales o defensores de derechos humanos,
quienes se han visto amenazados por parte de la guerrilla, los grupos paramilitares, y las fuerzas
militares (Coalición contra la vinculación de niños, niñas y jóvenes al conflicto armado en
Colombia y la Comisión Colombiana de Juristas , 2009); un panorama que impone estigmas
evidenciando numerosos hechos de persecución, tortura, muerte y desaparición (GMH, 2013).
Así pues, en el contexto colombiano, sobresale un nuevo componente en las dinámicas de
reclutamiento; el cual, es expuesto en el siguiente apartado:
120
(...) Pues yo creo que... yo creo que eso tiene un contexto, pues yo creo que eso, eso no
va. Yo no creo que eso sea solo un asunto meramente pulsional, cierto; es decir, que vos
naciste ahí como con, con el Tánatos que se yo, alborotado un poco psicoanálisis
silvestre; (risas), o que naciste con la predisposición a, pues como hacer daño, no. pues,
eh... o con una estructura perversa, yo creo que no; yo creo que... hay unas condiciones
sociales y políticas, económicas, culturales también que precipitan esas cosas, cierto. A
veces que se alían con la estructura, pero que a veces ni siquiera es eso. Entonces claro,
yo creo que en un país tan desigual, en un país donde, donde hay una pobreza tenas y
donde hay muy pocas personas que ostentan lo recursos y... eso pues digamos la guerra
por decirlo de esa manera es una alternativa, sí; es una alternativa y fue una alternativa
para muchas de las personas que se fueron para los grupos armados. Mmm... Yo creo
que, que también tiene que ver con esa cultura mafiosa... pues como que, que ha creado
el imaginario de que tener en tal relación en hacer más, si... (E2, 17 de julio de 2014)
Las precariedades económicas, familiares y psicológicas a las que los NNA, se ven
enfrentados; permite una mayor influencia en los procesos de socialización militar y
adoctrinamiento por parte de los actores armados, quienes hace referencia a ellos como “los que
no tienen nada que perder”; por no tener pareja y/o hijos; en esta medida son utilizados por su
agilidad y facilidad para el entrenamiento (GMH, 2013). Estas precariedades son aprovechadas
por los diferentes grupos armados; tanto legales como ilegales, permitiendo una mayor cohesión
y adherencia a la cultura mafiosa, narco o guerrerista en el país.
Así pues, García Villegas y Revelo Rebolledo, (2010), exponen diferentes críticas en el
fortalecimiento de las fuerzas armadas; una de ellas, menciona la consolidación de un proyecto
121
autoritario con el ánimo de legitimar la estructura latifundista, mafiosa y paramilitar que ha
encajado en la sociedad y el mercado, diluyéndose en medio del país; sumando a esto se
encuentra la complicidad de políticos y parte de la población, que permite seguir operando. Ante
este panorama colombiano, se presenta otras características mencionadas en el siguiente
apartado:
Pero hay otro fenómeno que me parece a mí que está debajo de todo esto y es
precisamente el conflicto social que tenemos y que es estructural y que tiene que ver con
la falta de oportunidades, que tiene que ver con la falta de inversión social para el
desarrollo de nuestras comunidades, de nuestros jóvenes; que, que permite que nuestros
jóvenes sean precisamente un caldo de cultivo perfecto para cualquier grupo armado;
llámese guerrilla, llámense paramilitares, llámese Bacrim, llámese combos; no importa
el nombre la falta de oportunidades, la falta de desarrollo que tiene los, nuestros
muchachos y nuestras muchachas; yo creo que es lo que genera es el factor de riesgo tan
alto para que ellos tomen las armas. Ahora en la historia uno si puede mirar, cual es la
historia de las guerrillas, cual es la historia de las autodefensas, cuales son la historia de
los paramilitares, por ejemplo: lo conocemos en las ciudades sobre todo el tema de
muchachos desempleados que hace cooptados por los grupos paramilitares, que les han
ofrecido inclusive una retribución económica que ellos no alcanzan a tener mediante un
empleo digno, porque el tema del salario mínimo en Colombia genera grandes brechas
sociales, cierto; la gente no puede con ese salario mínimo realmente estudiar, tener una
vivienda digna, es complejo; y los muchachos entonces optan por irse a ser mercenarios
del mejor postor de quien mejor les paguen, y finalmente decirte que el tema del
narcotráfico, la cultura del narcotráfico sobre todo en regiones como Antioquia, como
en Cali en el valle; dejo también una cultura, una cultura que es compleja, la cultura del
122
consumismo, la cultura de la moto, la cultura de los súper tenis, la cultura marquillera,
la cultura de la rumba de 2 millones de pesos un fin de semana, que digamos que dentro
de los que son las propuestas sociales de inclusión social al empleo, pues nuestros
muchachos nunca podrán pensar que en un empleo digno van a tener 2 millones de pesos
para feriárselo en un fin de semana; el narcotráfico genero eso, porque los muchachos y
lo han dicho, cierto; yo he escuchado muchachos que frente a los programas que se les
ofrecen dicen cosas como: doctora usted cree que yo voy a dejar de ganarme cuatro
millones de pesos que me los gano en un fin de semana con una vuelta, por irme a ganar
$ 800. 000 en el programa que usted me está diciendo, o cosas como: doctora yo gano
más que usted, usted trabaja como una burra y yo gano mucho más que usted. Entonces
el tema aquí del dinero, el valor del dinero por encima de lo que sea a cualquier precio
genera también, genera una cultura muy compleja en nuestras comunidades. (E6, 24 de
noviembre de 2014)
Los factores económicos y políticos, permitieron la expansión territorial de las guerrillas y
la violencia de los paramilitares; evidenciando cambios de un país cafetero a un país minero y
cocalero, lo que provoco múltiples conflictos sociales que sirven de oportunidad para el
desarrollo e incremento da los actores armados (GMH, 2013), por medio del reclutamiento. Así
pues, en otra de las entrevistas se menciona el interés de los grupos armados por los NNA, de la
siguiente forma:
Entonces empiezan hacer un trabajo de hagamos actividades con los jóvenes, los jóvenes
se vuelven el centro de interés de estas bandas, que eran bandas pues de paramilitares,
pero ahora se vuelven en organizaciones; eh, reconocidas como para trabajar lo social.
123
Entonces el líder de torrente verde viene a mí me dice que de esos grupos están
proponiendo que por cada joven que vincule y que mande para los llanos le da un millón
de pesos; entonces al, él empieza a pensar en su situación económica, en que tiene la
novia embarazada, que él tiene 15 años, que él no va a poder puedes conseguir como
recursos de otra manera, que el grupo le proporciona el mucha satisfacción en términos
de lo que espera lograr pues como a nivel de realización personal, pero que no le da la
capacidad económica para manejar; pues, para la situación que está viviendo; entonces
pues, yo estoy encrucijada y yo necesito, ahí uno se convierte en testigo principalmente
porque es, no es darle la solución, si no en parte mostrarle opciones para que el joven
decida; pero yo no podía, yo no podía, yo era testigo de una situación que estaba
ocurriendo que las agrupaciones, estos grupos que se había dizque desmovilizado
seguían, cooptando a los jóvenes del barrio, cierto; y cooptando es asociando dinero
para mandarlos para los llanos y haciendo. Pues; ellos siguen con sus actividades
delictivas, pero ante el gobierno local estaban solamente haciendo la función social
cumpliendo una, una función social. (E1, 8 de julio de 2014)
Los actores armados, se ha posicionado en lugares estratégicos dentro de las ciudades y/o
regiones de Colombia, evidenciando nuevas formas de reclutamiento; con el ánimo de expandir
sus grupos ilegales, como se ha visto a lo largo de este subcapítulo; así pues, se evidencia
situaciones de represión social donde las comunidades se ven expuestas al estar inmersas dentro
de un contexto de conflicto armado activo, sin necesidad de participar en algún grupo armado
legal o ilegal. Ante esta situación el siguiente relato expone:
124
Pues es que hay una, hay una presión social, hay una situación de estrés, de tensión; de,
del medio los implica a las comunidades y a los diferentes eh, ciudadanos en general,
dan una respuesta frente a una situación de conflicto generalizado, o de una situación de
violencia generalizada y los individuos tienen que responder que, qué lleva a estar ahí,
no; creo que no hay motivaciones personales cierto; ni individuales sino que es una
situación que se presenta, como que la violencia siempre llega y el conflicto armado tiene
la característica de ser el irruptivo, es desconcertante; llega para el individuo, aparece
o emerge y hay una, tiene que haber una respuesta; los individuos no pueden decidir
sobre si participaron o no, en ese; pues estamos hablando de, de la ciudadanía en
general o de la comunidad que se ve inmersa en esa, en el conflicto armado no de los
actores, porque los actores si tienen una decisión y si pueden o tener unas motivaciones;
sino que habla de la ciudadanía en general creo que no tienen posibilidad elección
voluntaria, pues la voluntad no interviene ahí, sino que les toca acoger, pues estar ahí
inmersos en el conflicto. (E1, 8 de julio de 2014)
Los grupos armados como como el ELN, las FARC, los grupos paramilitares y las
organizaciones criminales como las Bacrim; han establecido prácticas de reclutamiento de forma
metódica, sistemática, delibrada y dirigida a la población más vulnerable (Springer, 2012). Sin
embargo, existe un último componente evidenciado en la investigación, que causa controversia
dentro de los grupos armados y/o las bandas criminales, además de ocasionar la muerte de los
reclutados.
… si algo a mí me ha dejado digamos, mm... aprendizaje también este conflicto en el país
y el acompañamiento que he hecho a las comunidades, es que no es tan sencillo llegar a
un municipio a un departamento o a una comunidad y decir los de allí han sido los de
125
este grupo, y los de allí los de este otro grupo, no. Nos damos cuenta que nuestro
territorio los muchachos y muchachas, y hombres y mujeres que han participado de los
grupos armados un día estaban participando vinculados a un grupo, y una semana
después estaban vinculados a, al grupo opositor, cierto. Entonces eso crea un marco muy
complejo para entender el conflicto y una guerra digamos, como se entiende desde, desde
las definiciones internacionales. (E6, 24 de noviembre de 2014)
Los NNA, reclutados por los actores armados y/o bandas criminales, hacen parte de una
alineación psicológica y física; donde, difícilmente pueden llegar a desafiar o resistir las
dinámicas impuestas, y en caso de desobediencia existen castigos ejemplares, como la pena de
muerte por traición en el caso de deserción. (Springer, 2012)
De esta manera, los actores armados establecieron una maquinaria perversa para crear
futuros delincuentes en barrios marginales o población vulnerable de bajos recursos; personas
con una alto índice de analfabetismo y desescolarizad; un caldo de cultivo perfecto para la
expansión de grupos criminales y/o grupos armados ilegales. A continuación se prestan el
siguiente esquema circular exponiendo la base del reclutamiento.
126
Fuente. Elaboración propia. Esquema circular 4- Elemento Humano y base del reclutamiento de los
actores armados.
En primer lugar se encuentran las precariedades familiares, psicológicas y económicas,
como el foco de atención de los grupos armados; es decir, donde se hallan estas condiciones, hay
población vulnerable que esté dispuesta a trabajar en la minería ilegal, el narcotráfico o desde
una posición guerrerista, lo que permite el reclutamiento.
127
Costos
“solo la tierra que recibe los cuerpos tendrá la certeza de cuántos
y quiénes son los, colombianos muertos en la violencia”.
(Blair, 2005)
Las olas de violencia impuestas por los actores armados han dejado un sinnúmero de
masacres a su paso, revelando las modalidades de violencia que traen consigo la guerra para el
país; evidenciando un daño irreparable en varias regiones, como: el municipio de Trujillo, valle
del cauca, el corregimiento del salado, en el Carmen de Bolívar, Segovia, Remedios, Antioquia,
la Rochela, el Magdalena; en Bojayá, y la masacre del Tigre en Valle del Guamuez en putumayo,
entre otras; lugares donde se evidencia los devastadores costos de la guerra en la población
(GMH, 2013).
Según GMH, (2013), entre los años 1958 y 2012; el conflicto armado ha causado
alrededor de 220.000 muertes en Colombia, y las dinámicas que prevalecen son: el anonimato,
la invisibilidad y la imposibilidad de reconocer a todas las víctimas. Sin embargo, el RUV
(Registro Único de Victimas); junto con la Red Nacional de Información (RNI), establece que
por el hecho victimizante de desaparición forzada, se encuentran 168.581, personas; mientras
que por el acto de homicidio se hayan 992.851; teniendo en cuenta que es una cifra
representativa en el tiempo; la cual, puede estar sujeta a cambios. Así pues, se evidencia uno de
los mayores costos en la guerra colombiana el cual es expuesto de la siguiente forma en una las
entrevistas
(…) Sin duda en pérdidas de vidas humanas. (E5, 21 de octubre de 2014)
128
La Constitución Política de Colombia de 1991, expone en su artículo 11, el derecho a la
vida como inviolable; es decir, no hay pena de muerte; así mismo, en el artículo 12; menciona,
que nadie será sometido a desaparición forzada, tortura, tratos crueles o inhumanos y
degradantes. Sin embargo, siendo dos derechos fundamentales, de vital importancia en el país,
son la base de los costos que ha dejado el conflicto armado; es decir, el elemento humano. Ante
estos hechos, una de las entrevistas se menciona:
¡Mmm! no pues... tenaces, pues muchas. Yo creo que, que hay unos costos que son
visibles; cierto, que son los costos humanitarios, que son los costos económicos, la
cantidad de víctimas que hay en este país es impresionante, eh... 25.000 desaparecidos;
por ejemplo: cierto, este pueblo tiene 40.000 habitantes, entonces imagínate que puede
significar 25.000 desaparecidos. No sé exactamente cuál es la cifra de homicidios pero
son demasiados, yo creo que son casi igual a población que tiene el oriente antioqueño o
más; he, entonces claro los costos humanitarios tenaces, los costos económicos. Yo en ese
tiempo viajaba por, por todo el oriente y veía el empobrecimiento de los municipios;
cierto, la gente por ejemplo de San Carlos se fu, se fue más de la mitad de la población y
eso en términos económicos tiene unas consecuencias tremendas; cierto, porque los
campesinos entonces ya no cultivan, porque el estado entonces ya no le entrega el
presupuesto que tiene cada municipio, que eso lo tiene también por la cantidad de
habitantes que tiene, por las acciones que hacían los grupos armados en los municipios
que entonces era carro bombas, que entonces eran, eh... pues como daños a la
infraestructura y, Los humanitarios eso no tiene forma de recuperarse y los económicos
(…) (E2, 17 de julio de 2014)
129
Los costos humanitarios hacen referencia al número de muertos, heridos, personas
desaparecidas y secuestrados; lo que se ha denominado como “la crisis Humanitaria” (Quintero
Carvajal , Gómez Pava, Fernández Niño, y Castañeda Cisneros , 2003). Así pues, en algunas
regiones se evidencia el resquebrajamiento social y cultural de la población tanto rural como
urbana, debido al exorbitante número de víctimas ocasionadas por los actores armados, además
de sus diferentes formas de violencia, lo que produjo el destierro masivo de los habitantes
(GMH, 2013). Ante este contexto social-regional se evidencian otros costos en el siguiente
relato:
(…)Pero además de eso es lo que ha tejido la guerra, es lo que ha destejido la guerra,
en torno a los vínculos, a las relaciones, en torno a la cultura, en torno a los valores, en
torno a manera en que la gente se relaciona, en torno como a los pactos en los que se
fundamenta como la vida en sociedad ¿cierto? en termino de los valores; de los previos
que yo tengo con los otros para poder relacionarme, yo creo que la violencia en este país
ha dejado unas secuelas tremendas, cierto; si uno habla como de la estructura social yo
sí creo que es ahí donde están los costos invisibles y unos costos ahí sí muy tenaces,
porque yo pienso que tendrán que pasar muchos años y también hacer una reflexión un
trabajo muy, muy, muy profundo para que eso como que lo vuelva restructurar porque si
bien en este momento hay mucha cosa que está haciendo el gobierno que en ese tiempo ni
pensábamos; (…)en términos humanitarios, económicos, en términos del tejido social, en
términos; eh, como, como incluso espiritual ¿cierto? lo que le paso a los indígenas por
ejemplo con toda la violencia. (E2, 17 de julio de 2014)
La población civil se ve directamente involucrada en el C.A., por las dinámicas de los
actores armados; evidenciando unos costos sociales que se ven reflejados en la destrucción de
130
organizaciones comunitarias, descomposición de familias, desplazamientos, asesinatos, miedo,
dolor, odio y venganza hacia los victimarios, provenientes de distintos sectores sociales;
estableciendo una sociedad fragmentada por la lógica de la guerra (Quintero Carvajal et al.,
2003). Sin embargo, el discurso de los actores armados justifica el preceder violento hacia la
población civil, ya que de ahí, nace sus bases sociales, auxiliadoras, representantes y
funcionarios; aun así, el gobierno ha tratado por medios jurídicos y políticos de superar el
conflicto armado, obteniendo poco resultado, debido a la mala memoria de colombianos y
colombianas que aprenden poco de sus experiencias. (GMH, 2013)
Los crímenes que han cometido los actores armados, también han destruido creencias y
prácticas fundamentales que dan sentido, función social y cultural a colectivos afrodescendientes
y/o comunidades indígenas (GMH, 2013). Ante estos hechos en una de las entrevistas se
menciona:
… Claro los genocidios lo que significa, pues como, como que los destierran a ellos; no
es lo mismo que a un campesino lo saquen de, de la tierra que ya es terrible, a que
saquen a un indígena o a un afrodescendiente de su tierra, ¿cierto? entonces, bueno yo
creo que en términos políticos, en términos políticos también los costos han sido tenaces
porque que claro este es un país donde se, donde los actores armados por vías; eh, pues
como de amedrentamiento llegaron al poder pero también luego por vías que uno podría
decir legales entre comillas, cierto; la gente termino eligiéndolos, la gente termino he,
incluso poniendo poniéndolos en lugares, pues como benignidad y de salvadores de este
país, entonces bueno como que lo que ha sucedido aquí ha sido una tragedia en todos los
terrenos, en todos los terrenos culturales humanitarios, económicos, políticos, sociales,
culturales. (E2, 17 de julio de 2014)
131
La población que se encuentra más estrechamente relacionada con la tierra, como:
familias campesinas, comunidades indígenas y afrocolombianas; se han visto supeditadas a la
violencia desatada por los actores armados, obligándolas a vender o abandonar sus tierras,
ocasionando desplazamiento forzado; así pues, estas acciones que vulneran los derechos
humanos recae principalmente en las poblaciones más empobrecidas y vulnerables en especial,
las mujeres, niños y niñas. En el caso de las mujeres Indígenas por su condición de liderazgo
tienden a ser víctimas de violencia sexual; mientras que, algunos grupos étnicos tienden ser
víctimas masivas de las minas antipersona; ante este panorama, algunos indígenas aun luchan por
su retorno, autonomía y cultura, ilustrando la afectación y el riesgo de exterminio de sus pueblos
por los grupos armados (GMH, 2013).
Las acciones violentas que han llevado a cabo los grupos armados tienen impacto en las
dinámicas de la política colombiana, ocasionando el cierre de espacios democráticos,
evidenciando limitaciones y riesgos para los líderes regionales; en esta medida, la credibilidad y
legitimada del quehacer político se convierte en una “negociación de desorden social”, donde el
sistema judicial se ve limitado por los actores en conflicto; así pues, las comunidades no pueden
armonizar necesidades, intereses y diferencias, ya que se encuentran sometidas a una
confrontación sectorial de los grupos y redes de poder, que se disputan la riqueza del territorio o
la región, por encima de los intereses de la población (Quintero et al., 2003).
La violencia como estrategia de los actores armados viene cargada de secuestros,
desapariciones, asesinatos de juristas, periodistas, intelectuales, ciudadanos/as, y líderes sociales,
o en el menor de los casos son silenciados/as por amenazas, de tal forma, que han tenido que
huir, por conocer casos de corrupción política, administrativa, contrataciones irregulares o
relaciones ilegales con organizaciones criminales (Quintero Carvajal et al., 2003). Así pues, los
132
actores armados juegan un papel fundamental en la imposición de ideologías políticas y el voto
electoral, con el ánimo de obtener el dominio territorial; esto desacredita la política, cierra
espacios de democracia y en medio del caos, el Estado establece en una lógica guerrista, que
configura las regiones.
Los costos del conflicto armados y/o guerra en Colombia son: humanitarios, sociales,
económicos, psicológicos, políticos, ambientales, espirituales y culturales. Costos que son
irrecuperables y coexisten en la convivencia de la población colombiana.
Consecuencias
“(…) los muertos ya no se van a recuperar, los desaparecidos están muertos,
difícilmente los desaparecidos se van a encontrar vivos (…)” E2
La población colombiana ha tenido que llevar a cuestas las consecuencias de la guerra
por más de medio siglo, evidenciando la magnitud, ferocidad, y degradación de la sociedad; por
los diversos intereses de los actores armados legales e ilegales, que se han extendido en el área
rural, urbana y citadina de todo el país. Así pues, el fortalecimiento militar de las guerrillas, la
expansión nacional de los grupos paramilitares, la crisis del estado, una crisis económica, la
reconfiguración del narcotráfico y el reacomodamiento del conflicto armado (GMH, 2013); hace
que Colombia continúe en un círculo violento, que contribuye a que se prolonguen costos y
consecuencias irreparables. Ante este contexto, las y los psicólogos entrevistados mencionan
las siguientes consecuencias:
133
Secuelas emocionales, sociales; mm... comunidades desintegradas pues por
consecuencias, hay una pérdida de los vínculos, del sentido de identidad, del sentido de
pertenencia; se da una, una relación al lugar al territorio muy; pues, se generan
emociones sociales como... A todos los niveles se genera pues, pues según; desesperanza
que tiene que ver con las emociones sociales, temor, inseguridad, miedo entonces hay
una serie, una desestructuración de esos vínculos sociales que generan todo una
consecuencia a nivel individual y social, cierto, y comunitario (…) hay una pérdida del
sentido de, de sí mismo, pues en general y de relación con los otros, cierto. Pero también
a nivel económico, a nivel de desintegración social, a nivel de... pues a muchos niveles
pero el mayor es en términos humanos de víctimas, pues en procesos de desintegración
del vínculo social y de los, como los lazos sociales en las diferentes municipios y
regiones donde se ha visto afectado (…) (E1, 8 de julio de 2014)
Según lo expuesto, la desintegración social, la perdida de vínculos, de sentido, de
pertenencia, de identidad, a sí mismo y los otros, la relación al territorio, y una perdida a nivel
económico dentro de la región; son algunas de las consecuencias que se evidencian en zonas
donde ha existido el C.A. a causa de las expediciones de los grupos armados legales e ilegales,
en busca de mantener el control territorial, lo que ha promovido el extermino de bandos
contrarios y de los habitantes, ocasionando el desplazamiento masivo de la población (GMH,
2013). Acorde a lo mencionado, otras consecuencias son evidenciadas en el siguiente relato:
Yo creo que las secuelas son un montón de duelos que todavía no han sido resueltos por
la gente de los congelados, el caso de la desaparición forzada; yo pienso que es un
asunto muy complejo; es como, es un reto es un imposible para cualquier persona que se
dirige a este asunto, porque son dolores que no cesan, porque no tener la evidencia de un
134
cadáver y no poder saber qué fue lo que paso y estar todo el tiempo comiéndose la
cabeza, imaginando que le pudo haber pasado, en donde estará, pues como el sufrimiento
de esa persona; y también por el otro lado la esperanza de pensar que tal vez está vivo,
es algo que no le permite a las personas que tenemos familiares desaparecidos como
laborar ese asunto, cierto. (E2, 17 de julio de 2014)
Díaz, (2011), citando al CINEP (Centro de Investigación y Educación Popular), expone
que la desaparición forzada es:
“ejercida como medio de lucha política-social ya sea con el fin de mantener, modificar,
sustituir o destruir un modelo de estado o de sociedad, o también con el fin de destruir o
reprimir un grupo humano con identidad dentro de la sociedad para su finalidad social,
política gremial” (p.42).
La desaparición forzada ha dejado consecuencias devastadoras; donde la incertidumbre,
ausencia, dolor y sufrimiento, son protagonistas en la población que ha atestiguado este hecho
victimizante, evidenciando la imposibilidad de llevar a cabo rituales, mecanismos individuales
y/o colectivos de duelo (GMH, 2013). Así pues, se encuentra un componente fundamental
dentro de las consecuencias del conflicto armado en el siguiente apartado.
Por qué mira hay un asunto que es claro; se ha legitimado la violencia como la única vía
para resolver los conflictos, y cuando hablo de legitimarlo, no solamente en lo social si
no en lo comunitario y en lo, al interior de la familia, en la escuela. Entonces vemos
como esa violencia que es la vía de resolución del conflicto en nuestro país, llega a la
escuela, llega a las familias, y se va atomizando; entonces el aprendizaje permanente es
la violencia como única vía de resolución al conflicto, cierto; entonces los muchachos ya
135
van armados al colegio, los muchachos amenazan a los profesores, al interior de las
familias, he; están los armados maltratando a las mujeres, las mujeres a los hombres, a
los niños, es un tema complejo. Yo pienso que es la mayor consecuencia la legitimación,
la trasgresión del límite, la trasgresión del derecho del otro, del respeto del derecho por
la vida, la vida en nuestro país, ha perdido mucho sentido. (…) (E6, 24 de noviembre de
2014)
Bushnell, (2007), expone, que desde 1970, Colombia está atravesada por una violencia
en medio de la normalidad, donde paulatinamente se ha ido expandiendo en términos de
criminalidad y violencia política, estructurado la sociedad de todo el país. Así mismo, algunos
actores armados ilegales, como los narcotraficantes han entrado al Estado convirtiéndose en parte
del mismo sistema constitucional, haciendo resonar fugazmente la violencia que se vive en el
área rural con la muerte de líderes políticos; de esta manera, Pécaut, (2001); hace referencia a la
“banalización de violencia” a partir de las siguientes premisas:1. Una disminución de visibilidad
en situaciones de terror que vive el país; 2. Las dimensiones heterogéneas del conflicto, que no
permite visualizar un único eje del problema; 3. La compatibilidad del Estado de Derecho con el
mantenimiento y articulación con los actores armados legales e ilegales; lo cual, hace lo menos
posible para impedir que la historia se repita. En esta medida, uno de los relatos expone:
Yo creo que la consecuencia más grave es que este país naturalizó la violencia; y
naturalizo la violencia y es que por aquí ya, aquí ya el normal que cualquier lío de faldas
se resuelva darle un balazo al otro; o echándole un ácido, o lo que sea, cierto; es decir es
natural que cualquier conflicto se resuelva por la vía, por la vía violenta; yo pienso que
en términos psicosociales es la peor consecuencia. (E3, 23 de julio de 2014)
136
Colombia es un país que ha padecido de violencia; y para entenderlo GMH, (2013),
expone dos puntos que pueden ayudar a comprender este fenómeno naturalizado: 1. Es el
resultado de la delincuencia común y de la patología de clases populares y 2. Es una
consecuencia social, de un problema agrario nunca resuelto, articulado con la desigualdad, la
política y la economía de las regiones. Además, es necesario tener en cuenta el desplazamiento
forzado que lleva más de medio siglo ejecutándose, y la sobre exposición a la cultura violenta
desde los medios de comunicación de un modo antiético y antipedagógico. Otras consecuencias
son evidenciadas en el siguiente relato:
Yo pienso que el conflicto armado; eh, género una involución social y política muy
grande, dijéramos que ¡retrasó! el desarrollo; eh... mínimo 20, 30 años, estamos hacia
atrás no hacia adelante; eh... destruyó el tejido social que era él el oriente, el oriente ha
sido el recinto de las regiones de Antioquía, pero también de Colombia que más se ha
caracterizado por sus movimientos sociales, por su dinámica interna; eh, por su pujanza
en todo sentido, entonces la guerra lo que produce y lo que genera a causa dijéramos, de
la forma como se presenta el conflicto aquí; yo no sé si en otras partes se presenta de las
maneras como se presentó aquí, aquí como se presentó. (E4, 30 de agosto de 2014)
Complementado un poco la involución social a la que hace referencia el relato anterior;
en otra de las entrevistas se menciona el retraso que ha traído consigo el C.A., en todo el país:
En términos del desarrollo, obviamente ha retrasado el desarrollo del país; uno
va países como México, y a otros países, países sudamericanos que tienen; la
misma Venezuela tiene por ejemplo a nivel de infraestructura muchísimas más
posibilidades que nosotros; eh... yo creo que, que... No ha permitido también un
137
mayor desarrollo de la gente en posibilidades económicas, en posibilidad de
surgimiento, en posibilidades de desarrollo personal; es que nos ha limitado
espacios y posibilidades, y porque además una buena parte del presupuesto
nacional se va para financiar la guerra, no a, a permitir una inversión social;
todas esas consecuencias es muy grave. Pero pienso en términos psicosocial, lo
peor es la naturalización en el psiquismo colectivo e individual de la violencia
como una forma de resolución del conflicto. (E3, 23 de julio de 2014)
A partir de lo abordado en la investigación, se puede mencionar que el conflicto armado
es una parte de un engranaje mucho mayor; el cual, ha contribuido a la involución social y/o
retraso en el desarrollo del país, en múltiples esferas sociales; como lo mencionan los
entrevistados. Sin embargo, hay otros componentes emergentes, los cuales hacen parte de las
consecuencias y son relatados de la siguiente forma:
(…) el poco interés; eh, que la ciudadanía que no hacía muy directamente; eh, tocado
por el conflicto, sigue manifestando. Entonces, en la medida en que la proporción de
colombianos que no y colombianas que no hemos participado directamente en el
conflicto; eh, es muy amplia, pero esa proporción no va, o no hemos sido capaces de
articular para presionar a los actores directos del conflicto para que cambien las reglas
de relación entre ellos. Entonces no hemos sido capaces la ciudadanía común y corriente
que no ha tenido ninguna implicación directa en el conflicto de, de hacer que las partes
enfrentadas cambien su posicionamiento bien sea hacia el centro, obligándolos a que
sean polarizadas; eh, o bien sea; eh, obligándolas a negociar entre ellas para qué
138
aquellas cuestiones sobre las cuales existe la competencia; eh, o existe la
incompatibilidad pues se lleguen a acordar. (E5, 21 de octubre de 2014)
La forma como asumen los colombianos los problemas sociales del país, en particular el
C.A., se basa en la indiferencia; así también lo expone, GMH, (2013), referenciando el rechazo,
la falta de solidaridad y hostilidad de la sociedad hacia las víctimas, llevándolas a un estado de
soledad, aislamiento, estigmatización y discriminación. Acorde a lo dicho, se puede mencionar
que esa indiferencia de la población permite la reacomodación y reconfiguración del conflicto.
Así pues, el siguiente apartado expone:
(…) de hecho desde el proyecto de salud mental una de las consecuencias más grandes
que vemos en los territorios donde el conflicto se ha agudizado de tal manera, es que el
sentido por la vida ya no solamente se perdió para el armado, si no que la misma
comunidad muchas veces lo ha venido perdiendo, y entonces problemáticas como el
suicidio, cada vez son más, más permanentes, más reiterativas, y cuando vamos a ver
detrás de un suicidio, mira alguien que si quita la vida a sí mismo, que infringe violencia
contra sí mismo, pero cuando vamos a ver la historia de esa persona que se quitó la vida
nos damos cuenta que esa historia está atravesada por múltiples vulneraciones, de sus
derechos, porque está en el marco del conflicto armado que se ha encontrado sin salida,
que se ha encontrado sin apoyo social, sin apoyo de la comunidad, sin apoyo emocional,
sin redes sociales que lo sostengan, entonces la pérdida del tejido social en nuestro
territorio es una perdida grandísima, porque ya no solamente es la pérdida de confianza
entre vecinos y comunidades, es que la confianza entre vecinos y comunidades es lo que
139
facilita el desarrollo, es lo que facilita la construcción del colectivo la organización
comunitaria, y eso ha perdido nuestro país. (E6, 24 de noviembre de 2014)
La guerra y/o C.A., a causados daños irrecuperables que se evidencian en las relaciones
sociales, reconfigurando la forma de vivir de las comunidades, y evidentemente convirtiendo el
derecho fundamental de la vida, en el más violentado y desprotegido en el país. Otras de las
consecuencias presentadas en las entrevistas, se encuentran en torno a la mujer, expuestas en el
siguiente relato:
Y la otra por supuesto que es la que creo yo, que a mí más me duele porque la he sentido
mucho; es como ese conflicto; eh, asesinó o, o dispersó y, hizo ir a tantos hombres de la
región y entonces las mujeres quedaban solas a que nunca habían; ellas aquí las
campesinas dijéramos, tenían una vida más o menos cómoda, y eran los hombres los que
proveían y los que trabajaban como proveedores en el hogar y las mujeres eran en sus
roles tradicionales de amas de casa y de, cuando de ellos los matan, cuando se tienen
que ir, ellos tienen que hacerse cargo del cuidado de sus hijos; y como éste no tenían
experiencia en trabajar para poder darles comida, tuvieron que emplearse en las cosas
más difíciles y más duras del mundo para poderles llevar comida a los hijos; entonces
dijéramos tuvieron que, ellas asumir los roles de esposas y de proveedores, vivían una
situación muy dura porque era como una tensión entre cómo llegó comida a la casa,
pero como dejo a los hijos solos de niños de tres, de cinco años, en la casa solos;
entonces era una tención muy grande en ellas, entonces para mí era una consecuencia
muy grande es el sufrimiento de las mujeres, porque los hombres de todas maneras
estaban en su ley que era la guerra, o si habían tenido que ir, y entonces no tenían que
dijéramos cargar con todo el peso que la familia implicaba para ellos, aunque ellos
140
tenían otras cosas que también en su vida; pero encontrar a esas madres sin saber qué
hacer con sus hijos, fue muy doloroso. (E4, 30 de agosto de 2014)
A partir del relato anterior, las mujeres en Colombia han tenido que llevar a cuestas el
dolor de la guerra al ver sus familias descompuesta por la muerte de sus hijos, esposos y/o
familias enteras; además de sufrir formas particulares de maltrato que trae consigo el C.A., como
violencia sexual, violencia de genero por la cultura patriarcal, inequidad, opresión, humillación,
exclusión de contextos privados, públicos, económicos, políticos y en los casos más extremos la
tortura o la muerte (GMH, 2013). Otra de las consecuencias encontradas en las entrevistas hacen
referencia a la credibilidad institucional:
(…) también como consecuencia me parece a mí en la falta de credibilidad que quedó a
partir de la guerra en la institucionalidad pública. La gente empezó a desconfiar porque
encontraban la alianza de muchos funcionarios con los grupos armados que les hacían
daño a ellos; entonces ellos no se sentían protegidos, ni por el ejército, ni por los
funcionarios, ni por la fuerza, ni por nadie, para la fuerza pública; sentían que ellos
entonces eran víctimas de los grupos armados pero también de quienes debía proteger
que era de Estado se sentían perseguidos, se sentían traicionados por ellos, entonces la
otra consecuencia es la falta de confianza en la vida, porque todo el mundo se les hizo
muy caótico; pero también en las instituciones que los podían ayudar a salir de ahí eso es
para mí esas son las consecuencias grandes de este conflicto. (E4, 30 de agosto de 2014)
El relato anterior permite dimensionar una de los puntos más álgidos del conflicto
armado en torno a la cultura política e institución pública del país; la cual, se ha visto gravemente
afectada a raíz de múltiples eventos históricos; algunos de ellos son mencionados por GMH,
141
(2013), entre los cuales se encuentran: 1. La precariedad y corrupción del sistema penitenciario,
que ha permitido que los narcotraficantes continúen operando desde la cárcel; 2. La agudización
de la práctica del secuestro y la debilidad del sistema judicial traducida en condenas muy bajas; 3.
La complicidad de la autoridad con la criminalidad; 4. La ausencia del estado que contribuyo al
crecimiento de las organizaciones criminales, y a la poca atención, exclusión y muerte sistemática
de la población; 5. La ilegitimidad e incredulidad en gobierno; 6. “La descentralización política
que tuvo como consecuencia no planeada ni deseada el fortalecimiento de la injerencia de los
actores armados en la política local y regional,” (p.148) lo que produjo la presencia,
consolidación y control de estos actores en la población y el territorio. Complementado este
apartado, otra de las entrevistas menciona:
(...) A mí me parece que la más evidente es la ruptura de los vínculos sociales; sobre
todo, la ruptura del vínculo con el Estado, sí; algo de ese orden intenta reelaborarse,
pero aún hay mucha, hay mucha desconfianza en ese vínculo con el Estado. (E7, 4 de
diciembre de 2014)
Establecida la ruptura de la población con el estado, García Villegas y Revelo Rebolledo,
(2010), Exponen, la desconfianza de la población sobre el funcionamiento democrático, debido a:
1. El aumento del caudillismo en menos manos; 2. La concentración del poder ligado a la
reelección; 3. La captura de las elecciones por poderes ilegales; 4. La desconfianza de los
partidos políticos frente al poder ejecutivo; 5. La parapolítica, como el resultado de los vínculos
entre políticos, mafias y paramilitares; la cual fue apoyada por parte de la población y 6. El trato
indiferenciado del gobierno con organizaciones criminales y políticos aliados. Ante este
panorama, en uno de los relatos se expone:
142
Secuelas... dijéramos la sensación de no futuro, la gente ya no cree que está, está siempre
desconfiada de todo lo que venga de (interrupción) el Estado, no hay Estado, lo único que
se ha dedicado es a la guerra, a defenderse como pueda, (…) las Fuerzas Armadas para
defender al Estado, para defenderlo pero no la gente, es para defender el poder (…) No
es el agente sino al poder, entonces esto no tiene ninguna, dijéramos no hay un Estado
que garantice los derechos de los ciudadanos y que esté al servicio del desarrollo de la
posteridad; ¡no! pa mí es de lo peor que tenemos como consecuencia de la guerra. (E4,
30 de agosto de 2014)
Teniendo en cuenta relato anterior, las consecuencias del C.A. tienden a ser más
complejas cuando el Estado no es garante de los derechos humanos; y que por el contrario, se
encuentra al servicio del poder; ante esta aseveración, GMH, (2013), expone el hostigamiento,
la persecución judicial de las organizaciones políticas y sociales opuestas al gobierno,
interceptaciones telefónicas, seguimientos ilegales del Das a dirigentes políticos, periodistas,
magistrados, congresistas y la estigmatización, detención, tortura, desaparición, y asesinatos de
líderes comunitarios y regionales.
143
7.2 Intervención psicosocial
7.2.1 Introducción
La intervención psicosocial y clínica es la base que constituye el abordaje teórico-
práctico de la atención y/o acompañamiento a víctimas del C.A., así pues, dentro de este trabajo
investigativo, es fundamental conocer el significado construido por las y los psicólogos
entrevistados acerca del tema; exponiendo relatos que permitan conocer, comprender y
entender la realidad, posibilidades, limitaciones y consecuencias del trabajo psicológico en esta
ámbito laboral.
De esta manera se busca abordar lo más integrada o completamente posible el tema de
intervención psicosocial a víctimas del C.A. a partir de la información encontrada.
El capítulo propuesto como Intervención psicosocial, se encuentra dividido, a raíz de su
extensión en las siguientes subcategorías o subcapítulos: significado atribuido a la atención de
víctimas del C.A., atribución a la atención de victimas del C.A., posición subjetiva frente a la
revictimización, posición ética frente al trabajo psicológico con víctimas, experiencia en atención
y/o investigación, actividades realizadas en el marco de la atención a víctimas, implicaciones de
la intervención en contexto de C.A.A. (Conflicto Armado Activo), posición subjetiva frente a la
victimización, significado atribuido a las víctimas del C.A. significado atribuido a los
victimarios, rol de testigo frente a eventos del C.A., Cambios del psicólogo en relación con el
otro, Retos del psicólogo en la intervención he investigación en el área del C.A. y Experiencias
significativas (Anexo: capítulo 2).
144
Grafico 2: Intervención Psicosocial
Fuente. Elaboración propia – realizado en el programa atlas ti
7.2.2 Significado atribuido a la atención de víctimas del C.A
Hombrados Mendieta et al., (2006), exponen, el rol que tienen los profesionales a la hora
de actuar en la realidad, con el fin de conseguir un cambio social e individual en ámbitos
personales, psicosociales y estructurales de una población o sujeto en un tiempo particular. Este
postulado permite dar inicio al significado atribuido a la atención de victimas del C.A.,
construido por las y los psicólogos entrevistados quienes en un primer relato exponen:
Eh... Yo creo que la atención a víctimas debería ser un proceso donde se atendiesen
todas las necesidades de esas personas que se consideran víctimas, no sólo aquellas que
la legislación y la institucionalidad considera como víctimas; es decir, si una persona no
145
lleva un año de haberse tenido que salir de su tierra; sino que lleva una semana, pero ya
ha llegado pedir ayuda esa persona, debería tener la atención suficiente como para hacer
socorrido; mm, sin necesidad de entrar dentro del esquema de que tiene que haber
pasado un año hasta, recibir la ayuda humanitaria. Entonces, mm, la atención a víctimas
debería ser un proceso en el que se atienda todo esas necesidades psicológicas,
económicas y sociales de las personas que han sufrido alguna de las consecuencias de las
acciones de los grupos; eh, bien sea alzados en armas, grupos paramilitares o incluso de
la misma labor colombiana a través de su ejército, de su policía o de los miembros de la
administración pública. Entonces todas esas personas que por causa del conflicto han
sufrido alguna clase de agravio deberían tener una atención y proporcionalidad en la, en
la reparación de ese agravio en función de la queja que estén poniendo. (E5, 21 de
octubre de 2014)
Acorde a lo mencionado, Barón, (2015), citando al Movice, (2012), expone las múltiples
dificultades que se han presentado en el proceso de restitución de tierras de orden político,
factico, normativo e institucional; evidenciando una categoría jurídica excluyente en términos de
temporalidad y con algunos grupos, entre ellos: las víctimas de crímenes de Estado y las víctimas
de las Bacrim. Así púes, otro apartado hace referencia a la atención a víctimas como:
Que es la atención a víctimas, pues esas acciones que realiza el estado para brindarles a
las personas que han sido víctimas del conflicto; pues una, orientación, una solución a
las necesidades que se derivaron de ese hecho. (E2, 17 de julio de 2014)
El Estado Colombiano ha dispuesto la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, 1448 del
2011, con las rutas pertinentes que deben seguir las personas vulneradas en el C.A.,
146
evidenciando las entidades a las que les corresponde la tarea de brindar el apoyo a las necesidad
de la población. Por consiguiente, se reconoce algunos puntos primordiales de la atención a
víctimas en el siguiente relato:
Primero es el reconocimiento, es lo primero que hay que hacer. La atención a víctimas
parte del reconocimiento de que hay una víctima, porque, porque hay muchos
funcionarios que están en el lugar de no creer; y eso revictimiza, cuando las personas
vienen con su historia y no les creemos, es lo primero, lo primero es recordar que quien
viene es un ser humano con dignidad. Mira eso el pasito fundamental para atenderlos
realmente, porque si no, lo único que estamos haciendo es vincularlos a un sistema que lo
revictimiza nuevamente, no; cuando yo realmente lo quiero atender, atender es
escucharlo, atender es validarlo atender reconocer su humanidad, atender es acoger su
versión de la historia, atender es recordar que es un sujeto de derechos, que no está
solamente aquí solamente para pedirme ayudas, que inclusive debo de devolverle el
hecho de usted no tiene que pedir ayuda, son sus derechos; atender también es informarlo
adecuada, clara y pertinentemente, todas esas veces que le dicen, no váyase para aquel
oficina, para aquella otra, sin siquiera saber para donde le están enviando, los estamos
re-victimizando, entonces atender también es que el profesional que atiende tenga muy
claro las rutas de atención, cuáles son las competencias de esas entidades que atienden a
las víctimas para que los guíen adecuadamente, y atención finalmente seria dentro de lo
que nosotros esperábamos como los derechos de las víctimas, que se declaró la verdad, la
justicia, la reparación, la rehabilitación, la garantía de no repetición eso sería realmente
atender. (E6, 24 de noviembre de 2014)
La atención por parte del estado puede llegar a ser frustrante y desgastante para las
147
víctimas, debido a las deficiencias y el tipo de respuesta que ofrecen los funcionarios públicos en
las entidades encargadas; evidenciando dolor, maltrato, perjuicio, descalificación y
estigmatización al verse enfrentados a interrogatorios y comentarios denigrantes, lo que crea
revictimización; ocasionando sufrimiento e incapacidad, al no ser escuchados y no poder hacer
justicia, ante la ausencia de una atención idónea (GMH, 2013). Sin embargo, en otra entrevista se
expone:
Ve, La atención a víctimas es como el acompañamiento que las víctimas requieren para
pasar de víctimas a ciudadanas; es decir; es un acompañamiento, la condición de
víctima es una condición que para mí, tiene que ser una condición transitoria de una
situación dijéramos de, de ¡impacto! que les quita todas las posibilidades de pensar, de
actuar, de ser en la vida porque el impacto es muy fuerte; entonces de eso, de pasar de
esa situación a una situación donde restablezca todas sus posibilidades de ciudadana, de
ser social, de ser asertivo; entonces es como todo ese paso, de víctima a ciudadana. La
atención está en cómo lograr generar, atender todas las situaciones de qué pasa, tiene la
víctima hasta llegar a recobrar su autonomía y su capacidad de defenderse, y tener en sí
misma el control de su propia vida, eso la atención. (E4, 30 de agosto de 2014)
De acuerdo al relato, la atención a víctimas debería de ir en pro de la autonomía; de esta
manera, se expone el acompañamiento como la guía, que permite avanzar en el restablecimiento
de derechos y no desde una posición victimizante. Así pues, los siguientes apartados,
mencionan algunas diferencias entre el término de atención y/o acompañamiento:
Sí, sí, sí, sí, sí; porque es que la atención, lo que pasa es que mire en el marco jurídico se
entiende como atención, lo hace encontrar como la atención, listo pero es de lo
148
psicosocial nosotros validamos más el acompañamiento, porque el acompañamiento
implica todo eso que te dije, implica no solamente lo emocional, no solamente lo
psicoterapéutico, implica el tema de derecho el tema de rutas de atención, el tema de
incidencia política; imagínate todo lo que implica y para eso se necesita tiempo, proceso
y eso implica acompañar al otro, y acompañar al otro es no suplantarlo, es voy a tu lado
te voy mostrando pero tú haces no hago por ti, eso también el acompañar al otro. (E6, 24
de noviembre de 2014)
Mire ya la palabra atención, ya de inicio eso no me gusta; porque atención es como
cuando uno va y se acerca a un mostrador y lo atiende un tendero, cierto; es decir yo
creo que eso marca relaciones yo pienso que uno no la gente no necesita atención, (...) se
pierde la intención, la gente necesita, a mí me gusta mucho la palabra acompañamiento
y es vamos a construir a reconstruir con la gente procesos. (E3, 23 de julio de 2014)
El acompañamiento a víctimas del C.A., implica a partir de Gómez, (2012), escuchar,
asumir cada caso, cada historia, los referentes políticos, sociales e históricos de la población,
grupo y/o individuo que se interviene, con un adecuado apoyo jurídico, psicosocial y clínico;
además de realizar un pertinente cierre de los procesos que se llevan a cabo, con las personas o
comunidades, desde la construcción de la propia autonomía. De esta manera, el significado
construido del acompañamiento es relatado de la siguiente manera en uno de los relatos:
Yo creo que hay que estar en el lugar de la gente, acompañar a la gente en sus procesos,
escuchar a la gente, pues y posibilitar que la gente fortalezca sus propios procesos, sus
dinámicas, sus redes sociales, fortalecer los espacios de la gente, para que la gente
pueda reconstruir su vida. (…) yo pienso que ese acompañamiento se trata de eso,
149
caminar con la gente, atender a sus proyectos, atender no es con el sentido de atención,
ahí sí como atender en escuchar ponerse en el lugar del otro, comprender que lo que la
gente vive, como siente, como piensa, en eso que es importante entonces mirar, sus
marcos sociales, sus costumbres y acompañar a los procesos desde lo que la gente
misma vaya proponiendo y la misma gente vaya generando. La lógica de los proyectos
normalmente le dicen a uno lo que uno tiene que hacer con la gente, la lógica del
acompañamiento es una lógica en la cual la gente va proponiendo sus propios proceso y
uno se pone al servicio de los procesos de la gente; fíjese ahí, como profesional trabaje
técnicas que apoyan eso, no impone una técnica para cumplir un objetivo, cuando eso
pasa es algo que es exterior a la gente, que llega donde la gente, que la gente muchas
veces ni alcanza digerir y que vuelve simplemente a un papel o a un producto y usted
tiene que entregar, que usted tiene que entregar a una entidad y no pasa nada y la gente
sigue igual. (E3, 23 de julio de 2014)
Acompañar la población o individuo implica una apropiación de los procesos, donde la
empatía y el respeto van en pro, de una perspectiva transformadora a través de la comunicación,
participación y el vínculo solidario. (Villa Gómez, Barrera Machado, Arroyave Pizarro, y
Montoya Betancur, 2017)
7.2.3 Atribución a la atención de victimas del C.A.
La atribución hace referencia a las creencias otorgadas, que los psicólogos profesionales
le dan a la atención y/o acompañamiento a víctimas del C.A. permitiendo una aproximación más
detallada al significado construido dentro de esta labor. Así pues, Los relatos obtenidos dentro de
la investigación otorgan la posibilidad de criticar constructivamente los procesos de
150
intervención que las entidades gubernamentales, ONG’S o agencias, prestan a la población
vulnerable. De esta manera, una las entrevistas menciona:
La atención a víctimas es un, es una obligación del Estado, cierto; y una responsabilidad
social y una responsabilidad moral. (E1, 8 de julio de 2014)
Establecido el rol del Estado dentro de la atención a víctimas; aparece en otro de relatos
diferentes formas de intervención, desde una posición gubernamental o Estatal y desde las
ONG’S:
¿Pero que hace quién? por qué es que yo creo que es diferente si tú me hablas de la
atención que hace la unidad de victimas que se encarga de ejecutar digamos la ley de
víctimas, a la que hace por ejemplo una ONG, cierto; yo creo que ahí hay una posturas y
unas formas unas, pues cosas muy diferentes, entonces no sé de donde responderte, si te
respondo pues desde el Estado. (E2, 17 de julio de 2014)
Ante la respuesta anterior, ser redirige la pregunta hacia la experiencia que ha tenido en el
ámbito de la atención a víctimas, a lo cual responde:
Si... desde mi experiencia yo siento que la atención a víctimas yo creo que. Vea en este
país, mmm... yo creo que han habido reflexiones, han habido algunos avances
importantes en este tiempo; porque hace unos seis, siete años esas cosas no se hablaban y
eran muy pocas las instituciones que estábamos trabajando en ello, cierto; incluso por
ensayo y error sin saber cómo era la cosa, y entonces después llego el Estado y se
151
encargó de este asunto, se encargó de este asunto; eh... y yo creo que la forma en que el
Estado hace la atención; si bien hay muchas cosas que han mejorado yo creo que es una
forma que ha, como que ha pervertido, la... yo no sé, pues como que ha degradado ese
trabajo; como que en algunos sentidos ha hecho por acceder un bien tal vez han cometido
muchos errores; eh, yo creo que es como te decía ahorita un acompañamiento o una
atención paternalista, yo creo que; eh... mmm... no ha favorecido, aunque esta es la
demanda de la gente, cierto; lo que uno ve pues que se ha centrado mucho en el tema de
la atención en lo económico y que eso a, digamos como... hecho que la gente piense que
la reparación es lo económico, sí; y que haya desvirtuado (…) (E2, 17 de julio de 2014)
Gómez, (2012), expone el problema del Estado y ONG’S, que realizan proyectos de
intervención a la poblaciones víctima, donde se abordan situaciones vitales y complejas, en muy
poco tiempo o de forma intensiva, desconociendo los contextos socioculturales, el tiempo y los
proceso que lleva la población; además, se evidencia la interrupción de la atención o
acompañamiento por motivos presupuestales; lo que puede resultar, en última estancia, en
acciones que pueden llegar a ser más lesivas que reparadoras; mientras, se alardea del gran
trabajo que se realizó por medio de los informes. En cuanto a la indemnización económica y a la
lógica del estado a la hora de brindar el acompañamiento y/o la atención en otra de las entrevistas
se relata:
(…) el estado ahorita está viniendo con programas donde ya no son digamos ya no, no es
un asunto que responde a una necesidad, ya eso ha pasado, pero yo siento que el estado a
veces trata a la gente así, como pobrecita, como desvalida, como que no puede, como que
no sabe, cierto; que la actitud muchas veces de los funcionarios es esa, o una actitud
de que se sienten agotados o cansados, cierto; que son cansones que son perigueños, que
152
son aprovechados que son eh... que son sí que son vivos, picaros, sí; entonces yo siento
que eso también termina lesionando mucho la dignidad de las personas no les da el lugar
que ellos necesitan..., y siento que es una atención que revictimiza; muchas veces
revictimiza, es una atención a veces muy revictimizante, en el sentido de que no
reconocen la dignidad del otro, que no reconocen su potencialidad, en que los ve
solamente con la mano estirada, y por eso es que haya mucha gente con la mano estirada
esperando la indemnización, hay mucha gente; y toda la gente se va a preguntar es por
indemnización económica; pero es que el gobierno se ha encargado de eso; osa el
gobierno ha presentado la reparación como la reparación económica entonces eso es lo
que tiene, cierto; y la gente además tiene un montón de necesidades, cierto; hay gente que
nunca ha tenido esa cantidad de dinero, que es una chichigua pero es una cantidad de
dinero para una persona del campo , entonces claro, la gente con unas necesidades
básicas insatisfechas que nunca ha tenido la posibilidad de tener algo más; el Estado,
entonces la gente lo ve como una ayuda; ni siquiera como la indemnización, la ayuda del
gobierno, sí; entonces eso despolitiza, despolitiza el ejercicio de la reparación, cierto; la
gente no lo siente como un asunto que está ayudando a reparar eso que ella perdió; si no,
una ayudita del gobierno, si en ese sentido, por eso digo que la reparación entonces se
está haciendo el gob (gobierno), no va a tener los aspectos que se necesita que tenga,
por si eso, no se le da un lugar diferente, pues simplemente la gente va a pensar; no el
gobierno es muy bueno y le dio esta platica, y no yo estoy siendo reparado por algo que
no me debió de haber pasado, sí. Y el gobierno está de alguno forma, pues como
reconociendo su responsabilidad así sea una chichigua, pero si no se le da lugar eso no,
eso no va hacer más que una plata, ahí que llego de buena suerte. (E2, 17 de julio de
2014)
153
De acuerdo a lo anterior, algunas entidades estatales que ofrecen el servicio de atención a
víctimas, no tienden a ofrecer éticamente el mejor servicio; por lo contrario, tienden
revictimizar con sus actitudes y proceder. Por otra parte, las víctimas han tenido que soportar
por años el empobrecimiento, abandono y desprotección por parte Estado colombiano;
evidenciando una situación económica precaria, que a veces no alcanza a subsanar con la
reparación administrativa; sin embargo, el abordaje se ha centrado en la posibilidad de inversión,
sin tener en cuenta la experiencia de vida, sus necesidades y su realidad económica; por tal razón
el dinero va dirigido a superar las condiciones de vulnerabilidad (Villa Gómez y Insuasty
Rodríguez, 2015). Para profundizar un poco más en las lógicas de acompañamiento y atenciones
que ha llevado a cabo el gobierno en torno a la reparación de víctimas, una de las entrevistas se
menciona:
(…) yo pienso que, pues el gobierno, uno no sabe pues si tiene una buen intención,
pero digamos que la ley en su, en su marco tiene digamos una intención de la ley
reparación, y las acciones; pero yo pienso que las acciones del gobierno, pero yo pienso
que ahí, hay un problema muy grande de fondo y es que la estructura con la cual
funciona el estado es desde eso, desde la atención, desde el cumplimiento de metas, desde
una lógica de proyectos, desde una lógica que es burocrática, tecnocrática y que esta
atravesaba por una mirada en la cual tiene que cumplir unos objetivos determinados y
esa lógica, es una lógica instrumental de razón instrumental, de razón técnica y los
procesos de acompañamiento de la gente y de reconstrucción no pasan por esa lógicas,
porque al funcionario le corren y le dicen usted tiene que atender 40 personas en un día
y cada persona es una historia, es un mundo; cuando nos ponemos esas lógicas, el
funcionario termina haciendo una de dos cosas, o renunciando porque no aguanta, o
154
atendiendo a la gente a medias para poder cumplir con los 40, cierto. Entonces así haya
una buena intención, esa buena intención no se palpa en las estructuras organizativas ni
en los dispositivos técnicos, y yo no diría técnicos porque ahora mismo estamos
cuestionando la palabra técnica, los dispositivos de eh... acción social que posibiliten
realmente un acompañamiento y una transformación de la gente. Ahora si el Estado es
afectado por intereses sociales y políticos es muy probable que no haya un interés, entre
la gente reconstruyan nada; sino simplemente atenderla, cumplirle con los requisitos que
dice la ley, darle un cheque, una indemnización, un mercado, una carta y que se vaya y
que siga el siguiente, es una lógica instrumental. Yo pienso que hay que construir otro
lógicas que impliquen con la gente, caminar, caminar con la gente, hace progreso con la
gente, y que la gente vaya generando sus dinámicas para hacerlo, como en el Oriente
antioqueño por ejemplo: en el Oriente es una experiencia muy positiva donde se hicieron
muchas cosas, donde la gente pudo caminar, donde la gente pudo desarrollar procesos,
propios autóctonos y muchos de ellos surgieron inicialmente sin la ayuda del Estado, es
más cuando vino la ayuda del Estado y cuando llegó esa lógica, sobre todo la lógica de
los proyectos del Estado, se rompieron muchos de los procesos que habían en el Oriente
, los rompió, porque esa lógica instrumental es una lógica que muchas veces rompen los
procesos colectivos y los procesos humanos que son procesos que no están atravesados
por una dinámica lineal, ni por, por una dinámica de causa efecto; sino por dinámicas
complejas de encuentro, de confianza, de construcción colectiva, de paso a paso, donde
la meta no se tiene que cumplir en tres meses, sino que la vía misma va marcando lo que
se va haciendo. (E3, 23 de julio de 2014)
El apartado anterior, hace referencia a la estructura de reparación a víctimas que ha
155
creado el Estado; la cual, presupone una lógica instrumental por cumplimiento de metas y
objetivos; en esta medida, Villa Gómez et al., (2016), exponen, la complejidad y dificultad de
los procesos sociales, los tiempos de ejecución de los proyectos y la contratación; omitiendo la
realidad de las comunidades afectadas, lo que genera incertidumbre, conflictos y dificultades
para los profesionales que proceden a desarrollar dichos proyectos. Por otra parte, los autores
relatan como la lógica instrumental en los proceso de intervención que impide una adecuada
reparación, olvidando la importancia de construir comunidad, resistencia, paz, y resiliencia ante
los hechos de victimización. Esta forma de intervención psicosocial se le suman las barreras que
hay en torno al acceso de los derechos establecidos en la ley de víctimas, expuestas de en el
siguiente relato:
Huy tenemos muchas dificultades, muchas dificultades; venimos de un evento (…) donde
estuvimos con muchos profesionales que atienden personas víctimas, y ellos. Bueno yo
misma, cierto; sé que tenemos muchas dificultades, tenemos barreras de acceso a los
derechos, la ley digamos con todas sus limitaciones en el papel está bien pero llevarla a
la realidad, operacionalizarla, operativizarla, llevarla a que realmente las personas se
hagan procesos, por ejemplo: el tema, lo que nos corresponden a nosotros como
psicólogos sabemos que las personas requieren procesos de acompañamiento, que
realmente les permitan recuperar sus estados emocionales, el control sobre su vida, sobre
sus recursos, y realmente estos procesos han llevado a la revictimización; primero
porque tenemos funcionarios que no son sensibles, no están formados, no tienen voluntad
política; cierto, no les interesa, entonces digamos que son funcionales a un sistema
disfuncional; y todo el tema... de la revictimización hoy es un tema que tenemos que
seguirnos preguntando, cuestionándonos porque eso pasa también por la humanidad de
156
los funcionarios y los profesionales y por la postura política que tengamos frente al tema.
Yo por ejemplo todo el tiempo les insisto, el tema de los derechos de las víctimas no es un
favor que les hacemos , son derechos; no es que si yo soy buena, querida, amable, no es
que es mi trabajo como, como funcionaria desde Estado garantizarlo, pero cuando
también a los funcionarios los están contratando cada tres meses, cuando ellos mismos
no tienen garantía laboral, cuando ellos mismos se les está saturando, diciendo que tiene
que atender a las personas en veinte minutos, cuando a ellos mismos el sistema los
bloquea, Les amarró las manos para ayudar acompañar realmente como ellos a veces
quisieran, los que sean sensibles, es una cosa muy loca, entonces todo lo que tiene que
ver con el... la burocracia, la tramitología y todos los asuntos que son más
administrativos están impidiendo que el acompañamiento psicosocial se haga como se
debería de hacer. (E6, 24 de noviembre de 2014)
GMH,(2013), presenta el servicio revictimizante que se deriva a causa de la ineficiencia
en la atención por parte del Estado y las entidades que se encargan de intervenir a la población
vulnerada; sobre todo, cuando hay prejuicios, maltrato y descalificación en las respuestas de los
funcionarios que atienden a las víctimas. Así mismo, Villa Gómez et al., (2016), exponen la
lógica instrumental y clientelista en el accionar ineficaz y deshumanizante en las intervenciones a
la población vulnerable; a esto, se le suma las dificultades de orden metodológico, epistémico y
practico de los proyectos elaborados desde el escritorio, donde no tienen en cuenta el contexto; lo
cual, se articula con la contratación de profesionales con falta de preparación en el trabajo con
víctimas. Esta visión lesiva en la intervención, atención y acompañamiento a víctimas es
compartida en el siguiente apartado:
157
(…) uno siente que a pesar de que en el país han habido avances importantes en torno al
tema de cómo trabajar este y como acompañar a las víctimas; todavía uno siente que
muchos profesionales que lo leen como leerían una, un caso normal
que les llega consultorio, cierto; que lo leen con las herramientas que les da la
academia, que les da Freud, que le dé la cognitiva, que les da, sí; yo pienso que, pienso
que hay otra dimensión que tendría que tener otra forma de entenderse de darle
significado, porque si no, yo pienso que se corre el riesgo de patologizar, de medicalizar
el sufrimiento, sí; de individualizarlo y sabe cuál es el peligro de individualizar el
sufrimiento en un contexto de violencia; es que usted está mal porque no tiene los
recursos emocionales, psicológicos para afrontar eso, cierto; usted está enfermo, usted
está mal; y no, digamos se pone el asunto y la responsabilidad que le corresponde. Y el
Estado abre un contexto que ha utilizado, que ha apoyado sufrimiento, y después el
contexto en que tiene que transformarse para qué el sufrimiento de la gente también se
pueda transformar, porque si no, entonces va terminar y haciéndole terapia solamente
al individuo, pero eso es más psicosocial, cierto; la terapia del individuo, pero ese
contexto que es el que ha favorecido en esas circunstancias, digamos como que emerjan
y aparezca, pues sigue intacto, y en ese sentido se está creando un caldo de cultivo para
qué se vuelva pasar de alguna manera, entonces por eso es muy difícil en este país poder
hacerlo, una atención que sea, mmm, conformadora de las personas, sino que sean las
condiciones contextuales, culturales, sociales y políticas que hay, que sí, eso se va hacer;
pero yo no sé cuándo, pero que no es desde el individuo desde donde se tiene que trabajar
necesariamente, si bien hay situaciones que lo ameritan; si bien hay personas que han
desarrollado, mmm... trastornos, cierto; uno va a San Francisco se encuentra a un
montón de gente que ¡está mal! ¡Está loca! hay esquizofrenia, hay psicosis, hay una, hay
158
si hay depresiones tremendas, tú vas a San Francisco y usted se impresiona de la
cantidad personas en situación de que están locos como ¡diría vulgarmente psicóticos! y
muchas veces tienen que ver con esas historias que vivir. Hay personas que claro
necesitan medicalización, que necesitan un psiquiatra, que hay personas necesitan
psicoterapia, pero que el resto de la población necesita otra cosa, y que por eso mirar
esto que pasa con una mirada clínica me parece que es...mmm, en muchos casos
revictimizante y que no apuesta a la solución de la situación. (E2, 17 de julio de 2014)
Patologizar, medicalizar e individualizar el dolor de las víctimas, hace parte de los
procesos de intervención revictimizante mencionados en el anterior relato. Esta visión es
compartida con Villa Gómez et al., (2016) quienes exponen el modelo biomédico desarrollado
como un proceso lineal; el cual, hace referencia a un diagnóstico, unas técnicas de tratamiento
aplicadas y una curación, estableciendo la necesidad de identificar y clasificar los trastornos o
problemas que deberían ser curados, sin tener en cuenta la realidad de la población; de esta
manera, se encuentran profesionales que desconocen el contexto en el que desarrollan su trabajo,
incluso con un vacío en su formación universitaria, los cuales no están preparados para pensar la
actual realidad. Constatado este proceder lesivo en los proyectos de reparación, en otra
entrevista se menciona:
Horrible, horrible, lo que yo sé; lo que voy a decir lo digo porque conozco de la gente
que ha sido víctima y que ha tenido la experiencia de estar atendida; no que lo que yo
conozca directamente de la intervención; que son intervenciones completamente
puntuales, se cree que, que una terapia de tres o cuatro talleres que no son sesiones
terapéuticas específicamente, sino sesiones; son talleres que con eso ya atendieron a las
víctimas entonces no le dan todo el tiempo necesario para que vaya evolucionando de
159
acuerdo al ritmo de cada persona, sino que son programas muy puntuales, muy cortos,
eh, a veces con profesionales sin experiencia, sin asesoría que los contratan para qué
vayan e intervengan tres o cuatro meses en una comunidad no con, vienen de afuera no
conocen la gente, no conocen lo que están viviendo y, van, entonces a hacer una
intervención y los dejan de alguna manera tirados, encartados con sus problemáticas; yo
veo que la mayoría de la gente (…) pienso que hoy, lo de las víctimas del Oriente que me
han contado de su experiencia, pero además no hay cubrimiento, el cubrimiento que se
requiere en todas partes para atender la cantidad de víctimas que tenemos no hay,
entonces es horrible; la gente no está ni con, ni con la cobertura necesaria, ni con el
tiempo necesario; ni con el perfil del psicólogo necesarios, para este trabajo, siento que
formaron en una universidad sin ninguna práctica, sin ningún acercamiento a la
realidad de las víctimas; salen de la Universidad y se vienen a trabajar con víctimas sin
ningún, sin ningún acompañamiento, que (…), como es derecho a atender, pero tiene que
tener acompañamiento y ayuda; pero aquí dos contratos que hacen es el que más barato
trabaje, y el que más barato trabaja y es el que menos aprende, y eso es lo que les
enseñan a las víctimas. (E4, 30 de agosto de 2014)
Los significados encontrados en las entrevistas hacen referencia la revictimización
reiterada por parte de los procesos de intervención que ha llevado el Estado, ONG’S, y algunos
psicólogos profesionales con falta de habilidades y preparación en este ámbito laboral. Sin
embargo, se evidencia procesos asistencialistas relatados de la siguiente manera:
Como es atención a las víctimas del conflicto, muchas veces es, la mayoría de las veces
creo que ha sido, las ha revictimizado, las a apuesto un lugar como de invalidez y no les
160
da un verdadero lugar, y creo que la atención a las víctimas no debe basarse como en
darles o ser muy asistencialistas y generar un, unos procesos de, que no asuman la
conciencia frente a los, frente a lo que les tocó al ser víctima; sino que, qué pues que la
mayoría de intervenciones y de atención a víctimas apuntan es a eso; como a darles, a
reparar, repararles entonces dándoles, y no dándoles habilidades o, o herramientas
para que; psíquicas para que enfrenten sus situaciones o fortalecimiento del
comunitario, para que sepan enfrentar la situación, darles elementos para la resiliencia,
cierto; sino que implica como darles en términos cuantitativos, dinero, indemnizaciones y
esto antes ha afectado, que los ha llevado a revictimizar, a revictimizarse muchas veces,
porque es volverse como dicen los líderes de San Carlos, volverse mendigos, generar;
aumentar la mendicidad, y de desresponsabilizar a la comunidad frente los procesos.
(E1, 8 de julio de 2014)
Villa Gómez et al., (2017) exponen los proyectos asistencialistas como generadores de
dependencia y des-empoderamiento, lo que crea victimas mendicantes, despilfarro de recursos, y
demanda permanente a instituciones y funcionarios que en muchos casos no asumen deberes ni
responsabilidades; además, ubica a las víctimas desde una posición pasiva y cómoda, tanto
personal como colectiva, creando una especie de tiranía cuya única exigencia es la asistencia y
ayudas paliativas a sus necesidades; es decir, esperar mediaciones económicas; lo que implica la
no transformación o construcción ciudadana. Así pues, en el siguiente relato se expresa:
(…) pero esa atención no está favoreciendo una emancipación, está sometiendo; pero
vuelvo, digamos... lo que está más allá de la condición de víctima, también la
responsabilidad de decir como nombrarse, yo he escuchado algo muy bello, yo no soy
víctima, yo soy sobreviviente, sí; además es una posición muy interesante y cuando esta
161
persona me lo decía ,me lo decía en el sentido de yo entiendo que jurídicamente es un
operador necesario el término víctima, es que eso me reduce las posibilidades; resisto, sí.
Entonces hay una forma de atención a la víctima sentimentalista, orientada a que se
identifique a ese lugar que en principio el necesario te mueva, porque eso te conecta
con una serie de escenas políticas; pero algún momento hay que romper esa
identificación también (…) (E7, 4 de diciembre de 2014)
Según lo expuesto, las intervenciones del Estado han colocado a las víctimas en una
posición de vulnerabilidad, consecuente a esto, en la entrevista se menciona:
A mí me parece que la orientación de la ley de víctimas, hacia derechos de primera
generación... ha generado, una forma de vínculo que hay que superar, sí; es un vínculo
que pasa por la necesidad del sentimiento, la necesidad... el tema, las demandas están
orientadas al satisfacción de necesidades y esos correlativo es lógico cuando se plantean
los derechos de primera generación el problema (…) Yo ahora te dije algo, eh. Hay un
predominio de, digamos de la atención a víctimas del conflicto armado estructurada en
fin de derechos de primera función, y es lógico, es lógico porque cuando vos pierdes tus
medios de sustento; cuando los derechos básicos a ellos no tiene exceso... entonces por
lo menos asegurar el acceso a esos derechos fundamentales, pero lo menos a esos
derechos fundamentales, he; pero eso genera una paradoja; genera una demanda
endemoniada, sí; que yo creo que el Estado en algún momento no podrá responder a esa
demanda ahora eso en el plano de la atención, digamos para escuchando el dolor íntimo
de, de la víctima. Tiene precisamente ese efecto, es instalarla en el lugar de la víctima; yo
162
le apuesto a algo que va más allá de la condición de víctima. (E7, 4 de diciembre de
2014)
Según lo expuesto, El Estado y ONG’S, han creado por medio de las intervenciones
asistencialistas una posición de inestabilidad aun mayor, ocasionando una demanda que no se
puede responder.
Por último, dentro de las entrevistas se encuentra el rol que desempeña la población
colombiana en lo que se refiere a la intervención con víctimas del conflicto armado, la cual es de
suma importancia en los procesos de reparación. Así pues, en la siguiente entrevista se evidencia
la revictimización como el proceso que prima dentro de la sociedad.
(...) Yo tengo un, un montón de historias a partir de las cuales; eh, la sensación que me
queda es que esas personas han sido desatendidas, desatendidas por parte de la
institucionalidad y desatendidas por parte de la sociedad colombiana; eh, no le hecho
toda la culpa a la institucionalidad, si no que asumo mi parte de responsabilidad y me
gustaría que, que los conciudadanos asumieran ese resto de corresponsabilidad; pero,
pero... Si siento que esas víctimas no han sido suficientemente mente atendidas en
ninguno de sus aspectos, ni en aspectos psicológicos, ni económicos, ni sociales en
ninguna de las necesidades que estas personas tienen como seres humanos. Entonces;
eh, mi sensación es esa. Historias, muchísimas desde niños, hasta personas mayores que
han tenido que transformar de una manera radical la forma de encontrar sus recursos, la
forma encontrar protección; eh... porque han tenido que, han tenido que salir de sus
tierras, porque han quedado sin sus padres, sin sus madres, porque han quedado con
sus formas de, de subsistencia bien; y han tratado de hacer sus vidas, o de rehacer sus
163
vidas en lugares que tampoco están preparados para acogerlos, entonces son esas
personas que finalmente terminan en los márgenes de las ciudades, que terminan
mendigando para que se les dé una mínima ayuda humanitaria, y que esa ayuda
humanitaria tienen que demostrar por todos los medios que son merecedoras de ella
cuando su situación psicológica, económica y social no debería, no es suficientemente
fuerte como para ser capaces de demostrar; eh, que vivían en una tierra y que ahora no
pueden vivir en esa tierra porque no existe documento para eso, porque no les dio tiempo
de cogerlo porque, existe una cantidad de burocracia que no está preparada para
atender a esas víctimas del conflicto. (E5, 21 de octubre de 2014)
GMH, (2013), expone el rol de la sociedad, como partícipe a la confrontación entre
actores armados por la anuencia, el silencio, respaldo e indiferencia frente a la problemática;
además, se suma la manera cruel como se ha excluido a la población vulnerable, bien sea por
desconocimiento o ignorancia de los acontecimientos, lo que contribuye al rechazo y
estigmatización, falta de solidaridad, aislamiento, y hostilidad hacia las víctimas, entorpeciendo
los procesos de reparación.
Posición subjetiva frente a la revictimización
Según lo encontrado en las entrevistas, la revictimización se encuentra en todos los planos
de intervención a víctimas, desde el Estado como garante de derechos humanos, ONG’S,
profesionales y/o psicólogos que llevan a cabo proyectos de reparación. Sin embargo, indagar
el significado construido por las y los entrevistados, desde una posición subjetiva sobre el tema
164
de revictimización, se vuelve fundamental dentro de la investigación; ya que profundiza los
modos lesivos de la atención y/o acompañamiento a la población vulnerada por los actores del
conflicto; de esta manera, uno de los relatos señala la ley 1448 como el inicio de la
revictimización:
(…) es que la ley de víctimas todo dice muy bonito pero cuando uno va a la realidad,
esas rutas no existen; eso no funciona, eso no es operativo eso, digamos ponen a vivir
muchas veces a la gente de ilusiones, yo pienso que no es que tenga malas intención, yo
pienso que allá hay personas que son serias; yo he trabajado con ellas y sé, que hay
personas que se la han jugado mucho antes de estar en el espacio por las víctimas, y han
tenido, digamos de experiencias laborales muy importantes pero que, pero que en este
país no; cómo decirlo, como todo eso montón de trámites, de papeles, de burocracia,
termina enredando y poniendo solamente en el papel las cosas, en las que la gente tiene
derecho, pero cuando las va a buscar la gente siente nuevamente como engañada
revictimizada. Entonces, pues, yo pienso que, yo pienso que depende, no depende,
debería haber siempre servicios en torno a restablecer las condiciones de la gente de
acuerdo a sus necesidades, y hay gente que tiene muchas necesidades, esas personas que
dicen ya suficiente, no me hable más de eso, yo ya estoy bien estoy luchando mi vida, no
quiero dejar esto atrás y eso, eso está bien. (E2, 17 de julio de 2014)
El relato hace referencia a la ley víctimas, y a las entidades que el gobierno ha
establecido y conformado en el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral; sin
embargo, por inferencia de lo visto hasta ahora, el engranaje que va en vía de la satisfacción de
derechos se puede ver obstaculizado por: el número de personas que deberían de atender según
165
las instituciones, el tiempo, lógica clientelista, y la falta de preparación de los funcionarios y
profesionales que trabajan en pro de la reparación, atención e intervención.
Con relación a lo mencionado, el cumplimiento de la ley 1448, ha generado malestar
dentro de la población por el proceso y las inconsistencias que se han presentado; así lo expone
Villa Gómez y Insuasty Rodríguez (2015), quienes evidencian, problemas como, el cruce de
información en las bases de datos, la sobre intervención en las comunidades o la ausencia de está;
la falta de articulación con la institucionalidad e incoherencia dentro de los procesos, lo que ha
dado por resultado, la pérdida de credibilidad por parte de la población en el desarrollo de las
actividades de reparación. Así pues, el siguiente relato expone sobre la revictimización:
Yo creo en la docta ignorancia, sí; cuando te digo que creó en la docta ignorancia (…)
Hay otra ignorancia que se camufla en la prepotencia en una ilustración artificial, es esa
que dice yo sé que necesita usted, yo se ese dolor cómo se tramita, eso es una acción con
daño. Desde esa posición generamos acciones con daño, primero no alojas el dicho del
otro, hay tantos dolores silenciados por que no encontras un oído para ese dolor, y te
encuentras, te enfrentas una muralla de prepotencia que no te deja ese dolor, eso hace
vínculo y esa prepotencia, no te permite hacer vínculo, no permite que el otro haga
vínculo; transferencia, sí; te lo planteó de este modo para volver al psicoanálisis
confunden el lugar de sujeto supuesto saber con el lugar del sujeto que sabe, es un
supuesto que sabe, no es un supuesto con el que vos debes partir, el otro que supone ese
saber pero que tiene su saber finalmente; es el otro, es quien habla de su dolor solamente
él puede saber de eso, no vos, de ahí surgen una serie de cosas patéticas. (E7, 4 de
diciembre de 2014)
166
El relato permite identificar el modo de abordaje clínico basado en una posición de
experto, omitiendo el dolor subjetivo y el vínculo con la población; esto, puede ser generador de
daño en las acciones de intervención, sobre todo cuando el psicólogo profesional cree saber o
asegurar qué es lo que necesita una víctima en su proceso; o como lo expone el entrevistado
situándose el lugar del SSS, (Sujeto, Supuesto, Saber, concepto propuesto y desarrollado por
Jacques Lacan en el seminario número 11); utilizado de forma equivocada; es decir, manejado
desde posición antiética. Así mismo, otra de las entrevistas menciona:
(…) En Colombia no somos capaces sobre todo desde la profesión de psicólogo de
entender, por qué celosos; de que otra persona que ha pasado toda la vida en una
universidad para ayudar a otros, y yo lo que pienso es que si nosotros entendiéramos que
nuestro papel pudiera ser otro en ayuda psicológica y en ayuda de la salud mental,
tendríamos un papel más importante en el país y dejaríamos que otros puedan hacer un
trabajo que nosotros no alcanzaríamos hacerlo en ninguna parte; no alcanzaríamos de
ninguna manera a cubrir todo lo que se tiene que cubrir, pero si nos pudiéramos en algún
lugar de dijéramos de humildad y de comprensión de lo que hay detrás de esto. (E4, 30 de
agosto de 2014)
Los significantes de prepotencia y celos, hacen a referencia a la actitud de algunos
psicólogos profesionales que se encuentran trabajando con víctimas; sin embargo, hay otros
componentes en la revictimización que son mencionados en el siguiente relato:
(...) Si se efectuó a través de profesionales que no están preparados para hacerlo, es
posible que se dé, esa revictimización; de hecho existen múltiples teorías psicológicas
que, que plantean posicionamientos totalmente opuestos o incluso; eh, pasar por
procesos; eh, de verdad en el caso de ciertas víctimas. Entonces, mmm... en ese sentido
167
pues, por un lado se puede tener profesionales que no sepan cómo evitar esa
revictimización; eh, por otro lado es indudable que cada vez que una víctima tiene que
volver a contar su historia está reviviendo; eh, unos hechos del pasado que le generan
ansiedad, dolor, malestar, y que le generan un estado psicológico alterado y que sobre
ese nuevo proceso de recuerdo hay que volver a trabajar; eh, cuando es necesario.
Entonces y también hay que ser capaces de discriminar a qué tipo de personas; eh, el
recordar su historia o el narrar su historia realmente les alivia y les sirve como un
proceso de reconstrucción de su realidad y no como un proceso de, de revictimización; es
decir, los profesionales en psicología debemos tener claro que las víctimas no son una
masa homogénea, que se mueve exactamente igual en todo los momentos, sino, que son
seres humanos distintos con características personales diferenciadas que algunos seres
humanos podrán tener; eh, ese proceso de contar su historia como una forma de
resiliencia y para otros podrá ser un proceso de revictimización. Por lo tanto creo que
algo fundamental es que no esperemos que las víctimas se comporten de manera
homogénea, sino que, al igual que ocurre con cualquier otro tipo de población humana,
existe tal heterogeneidad y diversidad que para trabajar con ellas deberíamos ser
capaces de diferenciar esa heterogeneidad y ver las necesidades; eh, y procesos que se
dan cada uno de los individuos o incluso si fuera posible de los grupos; es decir, de los
grupos según la edad, según el lugar de procedencia, según sus creencias; porque es
muy diferente las creencias que pueden tener comunidades indígenas a creencias que
pueden tener comunidades afrodescendientes o creencias de comunidades victimizadas
en ciudades y comunidades en victimizadas en el campo. Entonces no podemos esperar
que, que los procesos de intervención en víctimas se den bajo los parámetros o la óptica
de, de quien hace ese proceso; es decir, muchos de los psicólogos hemos sido formados,
168
formadas en universidades; eh, urbanitas, citadinas y no conocemos, no, no
comprendemos; eh, lo que puede significar el desapego rural, lo que fue significar en el
paso de las personas de origen campesino o lo que puede significar para una comunidad
indígena que sus muertos en lugar de ser enterrados hayan sido; eh, descuartizados y
repartidos. Entonces en función de, de las creencias de las comunidades también los
psicólogos, deberíamos y psicólogas deberíamos tener la sensibilidad suficiente para
discriminar qué procesos no van a generar esa revictimización, pero eso también obedece
a, un comportamiento ético que nos permita discriminar qué es lo correcto o lo
incorrecto, no solamente en función de nuestros parámetro; sino, también de las
comunidades y personas con las que estamos trabajando. (E5, 21 de octubre de 2014)
El anterior relato permite indicar algunos de los procedimientos erróneos llevados a
cabo por profesionales que no están preparados para trabajar en la intervención a víctimas, de
forma individual o grupal; evidenciando problemas en torno a la identificación del contexto, la
forma de elaboración del duelo que lleva cada persona individualmente para no ser
revictimizada; además de las diferencias que hacen de cada individuo único en su proceso, como
la cultura y el lugar de origen que lo antecede, etc. Por último, siendo uno de los puntos más
críticos dentro de la intervención realizada por ONG’S, Estado o entidades que prestan el
servicio a población vulnerada, se encuentra la postura ética que se brinda en la atención y/o
acompañamiento; la cual, puede pasar a un segundo plano, cuando de cumplir los objetivos y
evidenciar los resultados de los proyectos se trata. En este orden de ideas, otro significado
encontrado en torno a la revictimización es mencionado de la siguiente manera:
169
(…) y hemos sido seguramente victimarios, hemos re-victimizado muchas veces sin
conciencia en situaciones por ejemplo con entrevistas, o búsqueda de información, o
levantando información documental; muchas veces hemos podido levantar situaciones en
algunas víctimas o personas que están; que puedan haber pues puedan generar
consecuencias a nivel psíquico y a nivel emocional (…) (E1, 8 de julio de 2014)
La revictimización se convierte en un asunto frecuente cuando hay profesionales que no
están preparados, ética, psicológica y profesionalmente para trabajar con víctimas, desde un
enfoque investigativo o terapéutico. De esta manera se retoma lo dicho anteriormente en una de
las entrevistas
(…)los psicólogos, deberíamos y psicólogas deberíamos tener la sensibilidad suficiente
para discriminar qué procesos no van a generar esa revictimización pero eso también
obedece a, un comportamiento ético que nos permita discriminar qué es lo correcto o lo
incorrecto no solamente en función de nuestros parámetro; sino, también de las
comunidades y personas con las que estamos trabajando. (E5, 21 de octubre de 2014)
Así pues, es necesario mencionar que en el caso colombiano, el poder legislativo
determina quién es el victimario y cuál es el delito, y en otros casos, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, de acuerdo a los tratados internacionales; de esta manera, el victimario se
configura según el delito y el dolo; es decir, de acuerdo a la intensión de dañar al otro. Por otra
parte, dentro del ordenamiento jurídico se encuentran delitos por acción u omisión, Ejemplo: los
agentes de Estado o fuerza pública quienes por omisión no protegen a la población; o en el caso
de acción, quienes se alían mancomunadamente con actores armados ilegales, también serían
victimarios.
170
Según lo mencionado, los victimarios son quienes parten de la intención de daño a un
individuo y/o comunidad; por tal razón, los profesionales que trabajan con población vulnerada,
sin bien no se encuentran en la dinámica de este propósito; si pueden llegar a ocasionar daños
irreparables con sus acciones, convirtiéndolos en profesionales revictimizadores cuando no
cuentan con las herramientas necesarias para la intervención en el área clínica o investigativa,
convirtiendo el accionar profesional en un problema ético laboral. En esta medida, otro de los
relatos se menciona:
Claro es que mira, por ejemplo cuando yo como psicóloga no reconozco la dignidad del
otro, no reconozco su historia; cuando estoy en el código de la atención que me dicen los
formatos y cuando no reconozco esa humanidad del otro, cuando no lo escucho para ver
realmente que lo que requiere, cuando yo estoy cerrada en mi lugar de experta de
profesional y anuló al otro, me convierto en victimaria porque revictimizo, porque no y
con esto no quiero decir que entonces los profesionales hagan parte de un grupo armado
que a veces entiende así, no, no, no; sino que estoy del lado de seguir victimizando. (E6,
24 de noviembre de 2014)
Según lo mencionado, el desconocimiento del otro, desvirtuar la humanidad de quien se
interviene y posicionarse como experto, parte de un problema ególatra y psicológico en los
profesionales que atienden a víctimas. Por último, otro problema es evidenciado y mencionado
en el siguiente relato:
171
(…) De que son victimarios de la misma vez, es muy duro y no podríamos decir eso
porque no, hablando de revictimización yo pienso que a veces la psicología como
disciplina se ha constituido desde el individualismo psicológico, desde el individualismo
metodológico, desde la patologización., y desde querer imitar al modelo médico hace
mucho daño a la gente, sí. Porque una persona que tiene un problema muy serio, que es
como sobrevivir después de un problema de victimización... eh y una ruptura del sentido
de vida desde la estructura familiar y todo esto, llega un psicólogo antes le dice que
ahora está enferma, entonces en ese sentido eh, y hay varios autores que yo concibo con
ellos que dicen que el, los psicólogos cuando hacen estas situaciones patologizantes se
ponen del mismo lado ético del victimario, no para la agresión, ¿por qué razón? porque
el victimario busca privatizar el daño, individualizar el daño, separa la persona del
contexto imposibilitarla, paralizarla y no hay nada más paralizante que usted le ponga
una etiqueta de enfermedad mental; lo otro reforzar, hablemos conductistamente,
refuerza la acción educativa, pedagógica conmigo que hizo el victimario, es decirles
usted no puede, o se esté imposibilitado, usted aíslese, usted qué tenía un problema
individual, no es un, un problema colectivo porque el victimario no lo está atacando y
usted por ser una persona solamente, lo está, están pagando porque quiere destruir una
red social, para tener un poder, para ejercer un control, para romper resistencia,
entonces si usted individualiza el daño, usted lo que hace es resoldar lo que el victimario
quiso hacer; por eso, la mirada nuestra de los psicólogos, yo sí creo que perniciosa
cuando hace trabajo desde esas miradas obviamente, esas miradas hace mucho daño a
los procesos colectivos en este tema y en otros, pero este tema es muy claro como lo
plantea el contexto, y yo digo porque lo veo, y por qué lo he visto; he visto como una
persona se postra a un más cuando ve un diagnóstico psiquiátrico, o un diagnóstico
172
psicológico, y además cuando están haciendo esfuerzos, para que la persona, que esa
persona le construya, la persona como que se aferra a ese estigma que se le puso de
enfermedad y se convierte en un pretexto para seguir dando vueltas y patinando no hace
nada, las personas que sólo andan con una enfermedad y que trabajó con estas
experiencias, normalmente tienen un proceso de transformación y de recuperación
funcional, mucho más profundo y duradero. (E3, 23 de julio de 2014)
7.2.4 Posición ética frente al trabajo con victimas
A partir de la sentencia T-760 del 2008 de la Corte Construccional, amplía el concepto de
salud hacia el ámbito psicológico y psicosomático en relación con el derecho fundamental de la
vida digna en individuos, familias y comunidades que han sido victimizadas por manifestaciones
del C.A. estableciendo la conexión con la ley 1448 de 2011 y el PAPSIVI (Programa de
Atención Psicosocial a Victimas del C.A.), como medida de salud y rehabilitación física, mental
y psicosocial. (MINSALUD, IETS, 2017)
Así pues, MINSALUD, IETS, (2017), con base Colegio Colombiano de Psicólogos y ley
1090 del 2006, (Código Deontológico y Bioético), quien regula la profesión psicológica en
Colombia, presenta los siguientes dominios para el trabajo con víctimas: la acción profesional,
las relaciones interpersonales, el contexto, la cultura, diversidad, investigación, ética y valores;
este último dominio, establece competencias en: responsabilidad, confidencialidad,
reconocimiento de los limites en las competencias profesionales, autonomía, respeto y
reconocimiento de derechos y deberes de las personas, familias y comunidades. Así pues, las y
173
los entrevistados establecen una posición ética frente al trabajo con víctimas, la cual es
presentada en las siguientes entrevistas:
Mm... Pues la implicación ética de los profesionales de la psicología; eh, o mejor el
código deontológico con que se tiende a víctimas o a través del cual se recoge
información de víctimas en el caso de los investigadores; mm, puede llegar a tener
implicaciones incluso sobre el mismo escenario de conflicto. Entonces es un terreno
donde las reglas del juego generales son aparentemente claras pero, pero que en un país
en guerra no se pueden poner; eh, de manifiesto del todo; es decir... hubo una época en
ese país donde no se podía, no se podía entregar; eh, dinero por secuestro, ni por
rescates; sin embargo y porque era ilícito hacerlo; sin embargo o por ejemplo, un
psicólogo puede enterarse de la identidad de un, de un victimario y difícilmente va a
poder denunciar la acción de ese victimario legalmente. Entonces considero que debe el
psicólogo ubicarse dentro un marco deontológico, ético; eh, general, pero que también
es respetable que esas personas un psicólogo y psicólogas traten de, de defender su
propia integridad física y personal cuando se trabaja en un terreno o en un territorio que
todavía está en conflicto y que los niveles de impunidad son muy desproporcionados en
donde la justicia o la falta de justicia y la incapacidad del propio Estado; eh, tampoco
puede garantizar que esos profesionales de la psicología; eh, tenga la protección que
requerirían si denuncian, aquellos que se han dado cuenta que han cometido violaciones
de cara a sus víctimas; es decir, consideró que como profesionales tenemos que generar
todo el apoyo a las víctimas en, pero aquellos mandatos de denunciar a las personas que
rompen con la legí, con la legalidad del país; eh, se convierte en algo muy complicado
174
sobre todo cuando la institucionalidad no tiene la capacidad de, de proteger a todos sus
ciudadanos. (E5, 21 de octubre de 2014)
Con base a lo anterior, se evidencia la dinámica violenta que trae consigo el C.A.,
afectando e influyendo de manera directa al observador y/o profesionales que llevan a cabo
procesos de investigación e intervención en pro, de resolver o contribuir a la superación de
conflictos, debido a la confrontación permanente y sangrienta de poderes e intereses (Franco,
1999). Así pues, la lógica que llevan a cabo los actores armados, pueden llegar a quebrantar el
código ético a la hora de querer salvaguardar la propia integridad o la de la comunidad. Sin
embargo, dentro de las entrevistas se evidencia otras posiciones frente al trabajo con víctimas:
No, yo creo que cuando uno trabaja en estas cosas lo ve desde una opción de vida; y
unas, perspectiva de compromiso con su país, con la gente que sufre; con las víctimas
sobre todo… (…) yo siento que la mirada parte desde otros lugares más desde la
construcción del sentido y desde ahí, es con lo que yo me encuentro, más que todo las
consecuencias que están ahí, desde el odio o sufrimiento, es con la resistencia de la gente
y la capacidad que tiene la gente de reconstruir a pesar de destrucción y eso para mí, me
da un sentido nuevo... un sentido enorme a lo que hago, entonces yo creo que, que tiene
un valor; para mí tiene un valor muy positivo de poder trabajar en ese contexto, aunque
no sea, o sea uno quisiera, que eso no existiera; y tener que trabajar en otra cosa. Pero
estar trabajando en esto, me ha sentido en la medida que no me quedo solamente con la
miseria del sufrimiento humano, sino con la grandeza del espíritu humano, es capaz de
levantarse; tan resiliente, resistente e incluso sacar lo mejor de sí, en medio de
175
circunstancias como esa, aunque también veo lo peor obviamente. (E3, 23 de julio de
2014)
Villa Gómez, Arroyave Pizarro, Montoya Betancur, y Muñoz, A. (2015). Exponen
algunos componentes vocacionales en el trabajo con víctimas, encontrando como punto
primordial, una forma y/o visión de vida en esta área “que no se limita al hacer, si no al ser”; la
cual, es atravesada por una construcción de valores, intereses, posición frente al mundo,
capacidad de escucha, fortaleza emocional, sensibilidad y respeto, entre otros; así pues, se
presenta el ejercicio profesional con víctimas, desde la práctica del deseo que va en pro, de una
transformación de contextos y/o realidades concretaras. Ante lo mencionado, los siguientes
relatos mencionan:
Para mi representa una apuesta profesional política, humana, por la paz de este país, yo
creo que es posible desde aquí; desde una postura ética, política, inclusive amorosa, no
me da pena hablar; la academia no se habla de eso, en estos lugares no se habla de eso,
pero yo finalmente lo que he encontrado es que el amor es lo que termina sanando, y es
un amor con los ojos abiertos, no es el amor alcahueta, no es el amor que le queda
callado, no; es el amor es el amor con los ojos abiertos que le dice al otro que es valioso,
que le dice al otro que tiene la posibilidad de reconstruirse, que tiene la posibilidad de
apostarle a otras formas y a otros mundos posibles. (…) es un encuentro de saberes, les
propongo un encuentro de saberes donde es tan importante lo que ellos saben cómo lo
que yo sé. Y eso ha generado cercanías, cercanías de todo tipo, cercanías desde el
respeto de ambas partes, cercanías inclusive con algunas de considerarlas amigas,
cierto; no son las más, pero digamos que en puedo decir que tengo personas mujeres que
176
además se han convertido en excelentes acompañantes psicoterapéuticas de
comunidades, que son mis amigas... es como el tipo de relación, pero siempre, siempre
parte de la confianza el respeto por ellas y ellos, y algunas familias que me ha marcado,
algunas familias que me ha marcado, a las que me han generado un afecto muy grande,
más allá de su historia, es por su historia y victimización, por su historia de resiliencia
hay, yo las veo, y ciento las honro la respeto muchísimo porque digo que familia tan
fuerte, tan bella, tan bonita a pesar de todo lo que les pasó…(E6, 24 de noviembre de
2014)
Mm, representó una posibilidad para conocer mejor la situación de este país en, y no
solamente conocer la situación del país; si no, de armarme de las suficientes energías;
eh, como para tratar de; eh... de transformar sensibilidades en torno al conflicto tanto
desde el ámbito académico como desde el ámbito social y político. Entonces el conocer
las situación de estas personas me permitió seguir trabajando con más energía y con
más ahínco en los temas relacionados con conflicto armado y más particularmente con,
con asuntos relacionados con la transformación constructiva no violenta de ese conflicto
armado y por lo tanto es lo que me ha hecho permanecer así, de investigación en ese
sentido durante los últimos 14 años. (E5, 21 de octubre de 2014)
Los relatos expuestos, presentan la posición que asumen varios profesionales a la hora de
trabajar con víctimas de la violencia sociopolítica, evidenciando: una apuesta profesional, política
y humana desde una postura ética y amorosa; además, como es mencionado “representa una
posibilidad para conocer mejor la situación de este país” (E2), con el ánimo de transformar
desde un ámbito académico los contextos sociales en torno al C.A. Por otra parte, en una de las
entrevistas expone un componente diferente y/o postura frente al trabajo con víctimas:
177
(...) mira mi postura frente a eso es la siguiente uno no trabaja con víctimas como
trabaja con una persona que va a tu consultorio y te dice que tiene un sufrimiento. yo
parto del trabajo con víctimas... de la postura de que en ese caso no se puede
individualizar el sufrimiento, cierto; cuando usted trabaja con una víctima, y usted se ve,
una persona deprimida, una persona con ideas paranoides, una persona bipolar, cuando
usted lo encasilla en esas categorías psicológicas yo creo que... mmm, uno como
profesional está un poco perdido y flaco favor le hace a la gente, cierto; porque... mmm,
porque; eh, lo que paso tiene un contexto, cierto; y si uno no parte del contexto,
entonces ve síntomas, ve cuadros donde no los hay, si... Entonces yo creo que primero, mi
postura para abordar una persona es simplemente, mmm... como legitimar el sufrimiento
entender desde otra dimensión diferente, diferente digamos a la enfermedad, y sentir que
cuando yo a eso, digamos hay muchos asuntos sobre los cuales abordar
terapéuticamente a una persona, cierto. Pero, eh... como te lo digo, pero digamos que la
persona no, que la mayoría de las veces no es, no es sano, no tienen enfermedad mental,
no tiene un problema psicológico, cierto; lo que le ha quedado es un miedo tremendo de
las circunstancias que vivió, lo que le ha quedado en la idea de que, de pronto puesto en
peligro, lo que le ha quedado es un suelo que no ha tenido las condiciones para elaborar,
cierto; lo que le ha quedado es sin nada que las circunstancias se repitan, lo que le ha
quedado es un miedo a que cualquier hombre pueda abusar de ella, porque es que no ha
habido el espacio, no han habido los profesionales, no han habido condiciones políticas,
sociales que permitan que la gente, en la hora eso como se debiera, entonces si uno no, si
uno lo que empieza a ver, a ver es eso, entonces yo pienso que tal vez empieza perdido en
el acompañamiento, sí. (E2, 17 de julio de 2014)
178
De acuerdo a lo mencionado, existen grandes diferencias entre la atención bridada por
demanda en un consultorio psicológico, y el acompañamiento que se lleva a cabo con víctimas
del C.A., evidenciando: 1. La postura a la hora de tramitar el sufrimiento; 2. El contexto, 3. Las
condiciones sociales y políticas que se entretejen en la intervención; así
Pues, otros componentes de la intervención a víctimas se presentan en el siguiente apartado:
(…) yo creo que cuando uno hace un acompañamiento a víctimas uno tratar de, divisar
el contexto, cierto; y no podes llegar a encasillar el sufrimientos de las personas en una
categoría diagnóstica, yo siento que la gente lo que necesita es ser escuchada, porque la
gente tiene esto aquí, porque la gente no quiere ir a hablar, porque la gente todavía tiene
miedo, porque muchas personas sabían lo del contexto similar. Que si no es real, de facto
(de hecho), es una cosa que quedo, que son actores que todavía está ahí, que la gente la
ve como peligros; entonces la gente lo que necesita es ser escuchada, la gente lo que
necesita... es la historia y esa experiencia que tiene sea validada, cierto; porque qué ha
pasado en este país, es que si le tocó por algo sería, que estabas haciendo, quien era tu
hijo… en que estaba metido, con quiénes se estaba relacionando, entonces claro, es que
es una experiencia es vergonzosa para la gente, termina siendo vergonzoso, entonces de
eso no se habla, por eso no se habla, y por eso la gente se calla, lo que han tenido un
facto por un montón de años donde no ha podido sacar eso y donde finalmente en este
momento sido reconocida simplemente con una población que está aprovechando del
Estado, que le está sacando recursos, entonces mira que yo creo que, yo creo que hay
que acompañar a la gente en la elaboración de esos duelos, hay que acompañar a la
gente en, en sentirse sujetos políticos, ciudadanos en que no sólo son los mendigos que le
están estirando la mano al Estado, sino que tienen derechos pero que también tienen
179
deberes, que hay que acompañar a la gente en la reconstrucción de la memoria, reconoce
su valor, en reconocer sus mecanismos de afrontamiento; pues, en poner ese asunto de la
autoestima que llaman los psicólogos, claro. Pues cuando ya ha pasado todo malo, y ha
estado tirado toda la vida, y además no has tenido la ayuda de nadie y además ha sido
señalado, pues eso tiene efecto sobre sobre la propia valía, sobre la propia pues como
autoestima de las personas, y en el caso de la niñez abusada habría más trabajo sobre
género, cierto; el tema género en este país es fundamental, porque también digamos
como que la guerra y todo eso que pasó se arrancaba sobre una forma de ver a los
hombres y a las mujeres, y entonces; yo creo que, yo creo que es como, como sobre
esas percepciones en las que baso yo la idea de cómo cuales, para qué es el
acompañamiento a las víctimas y cómo reconstruir ese lazo, como en ese
acompañamiento individual uno también puede hacer que esos lazos familiares y
colectivos se vayan tejiendo, como en un país es atendido tan polarizado, tan, tan, sin;
tan desconfiado uno pueda hacer que la gente se vaya encontrando para cosas comunes.
(E2, 17 de julio de 2014)
Nota: En la entrevista se hace referencia a los psicólogos que no estudian el contexto,
realizando un trabajo que revictimiza dentro de la intervención; el cual es representado a modo
de significación como "manoseando las víctima." (E2)
Algunos de los elementos encontrados en la entrevista hacen referencia a: leer el
contexto, no patologizar el sufrimiento, hacer un buen ejercicio de escucha que permita validar la
historia y el dolor de las víctimas en pro, de sus derechos y deberes como sujetos políticos; bajo
una base del acompañamiento que permita al elaboración de los duelos, reconociendo los
180
mecanismos de afrontamiento del caso por caso; además de tener en cuenta la reconstrucción del
lazo social, en el área familiar, individual, y colectivos a pesar de la diferencia de ideales. Así
mismo, Villa Gómez et al., (2017), exponen la mirada patologizante y medicalizada que asumen
algunos profesionales en los proyectos de intervención, posición que no transforma las
situaciones de daño de las víctimas, bloqueando el desarrollo de la resiliencia y resistencia. Ante
estos componentes el siguiente relato menciona:
Son cientos de situaciones en las cuales se he visto a la gente, a mí me gusta la palabra
se resucitar; es decir, porque la gente estaba muerta en vida y yo la he visto resucitar;
es decir, volver a vivir. La gente para decirte cómo se encuentra, como nos encontramos
nosotros a muchos en el Oriente antioqueño, encerrados en una casa llorando, a veces
casi sin salir de la pieza, ahí sin ocuparse de los otros hijos, casi que a lo único que
salían era a la misa, eso sí en el oriente que es muy marcado, la misita. Y casi que era el
único espacio que tenían, a veces sin bañarse; a veces cualquier psiquiatra llega y dice
es una depresión. Nosotros encontramos así y no lo llenamos depresión, lo llamamos
postración, en dos sentidos de la palabra(…), el primer sentido es ese, la gente que
postrada, vuelta nada; entonces no quiere bañarse, no quiere; la postración en otro
sentido el actor armado la quiere arrodillar y postrar delante de él, (...), si yo lo llamo
depresión pierdo de vista la otra intencionalidad, (…); o sea, la postración frente al actor
armado, el arrodillarme y el postrarlo se pierde de vista, yo le doy cierto sentido, y
trabajo con esos dos sentidos, y trabajo con la persona al darle que tenga la posibilidad
de pararse y decir, no me voy a postrar yo tengo sueños... y además cuando comprende
que a otros les han hecho lo mismo, esos otros se dan cuenta y dicen como así, nos vamos
a dejar postrar, en el encuentro como los otros te paran, y en ese sentido muchas
181
mujeres literalmente han vuelto a la vida; es decir, algunas hablan, hay una
PROVISME, se habla de que allá en el oriente han sucedido milagros, y ella habla de
milagros porque hay gente que se ha curado de enfermedades del corazón, del cáncer y
un montón de cosas, que yo no puedo comentar aquí, cierto; yo no puedo decir no, no ,
no, ellas hablan de todo eso, Yo lo que creo es que más similares, lo que ha, el milagro
no es que la gente se haya curado de cáncer de todo eso, el milagro es que es que la gente
se ha atrevió a dejar de estar postrada a levantar la cabeza y a mirar hacia delante y
creer que hay futuro y sentido día para ellos, organizarse, luchar y seguir trabajando
por la vida por el futuro por la colectividad por el oriente, por el municipio yo creo que
ese el milagro. (E3, 23 de julio de 2014)
De acuerdo al relato, la posición donde se ubique el profesional en torno al trabajo con
víctimas, puede fomentar el desarrollo de resiliencia o revictimizar a la población, dejando a las
personas en un lugar de postración como es mencionado. Así mismo se evidencia dos
componentes en el siguiente apartado:
(…) yo no pienso que el psicólogo va a aceptar una posición, precisamente creo que eso
es uno de los errores grandes que hay en la psicología para el trabajo con la gente, y es
que uno se pone del lado del profesional no tiene contacto con las personas, la persona
viene a hacer una atención, yo soy neutral, yo estoy en otro lugar como quién sabe no sé
qué lugar, y eso no tiene nada que ver conmigo, para mí cada persona que llega me
afecta, cada persona que llega me mueve y eso me genera mí una acción frente a ella, y
en ese proceso de compartir estamos, por eso cuando te decía lo de cambio y todo eso,
cambio tiempo el tiempo, yo no puedo decir, todo el tiempo uno se está moviendo se está
movilizando; es eso, es dejarse mover, y desde ahí estar al encuentro, al apoyo, y a
182
romper el esquema obviamente hasta cierto punto un psicólogo consultorio.(…) (E3, 23
de julio de 2014)
A partir de lo mencionado, el profesional en el trabajo con víctimas se sitúa desde el
compartir en pro del cambio, y no, desde una posición de experto y/o superioridad desconociendo
el contexto y el saber de la gente (Villa Gómez et al., 2017), Así mismo, se haya otro a factor en
el trabajo con población vulnerable, mencionado en el siguiente relato:
la gente afectada se capacite y se forme, para trabajar con otros afectados en sus
comunidades más lejanas y más marginadas, se llegaría a mucha otra gente y tendría
muchos éxitos, porque tiene la posibilidad de que es alguien y que ya lo he comprobado,
de que es alguien que tiene un lenguaje, unas culturas, unos códigos que el otro se pilla
porque también evade , creo que esta modalidad de atención es demasiado importante y
que en Colombia no somos capaces sobre todo desde la profesión de psicólogo de
entender por qué celosos, de que otra persona que pasado toda la vida en una
universidad para ayudar a otros, y yo lo que pienso es que si nosotros entendiéramos que
nuestro papel pudiera ser otro en ayuda psicológica y en ayuda de la salud mental
tendríamos un papel más importante en el país y dejaríamos que otros puedan hacer un
trabajo que nosotros no alcanzaríamos hacerlo en ninguna parte; no alcanzaríamos de
ninguna manera a cubrir todo lo que se tiene que cubrir pero si nos pudiéramos en algún
lugar de dijéramos de humildad y de comprensión de lo que hay detrás de esto. (E4, 30 de
agosto de 2014)
De acuerdo a lo anterior surge la siguiente pregunta: ¿Hasta qué punto un psicólogo
profesional pude llegar a entorpecer los procesos con la población vulnerada o vulnerable a
183
causa de su ego académico? Teniendo en cuenta lo dicho, aparecen otros componentes en la
intervención, como: la humildad, comprensión y la importancia de capacitar a comunidades
lejanas y/o marginadas que posibiliten llegar a mayor cantidad de personas.
Por otra parte, en torno al tema ético en los procesos con víctimas, las y los
entrevistados, exponen la relación y/o el vínculo que se ha establecido con la población que
intervienen:
Pues yo creo que como, como que... yo creo que por eso te decía al inicio que uno en este
trabajo a veces se hace menos psicólogo de lo que es, cierto; entonces, yo siento que lo
que cura al otro es la relación, es la relación que tú puedas tener con él, es el vínculo; y
yo pienso que esto, que en estos casos es un vínculo que no está digamos mediado por
una relación como de poder o de asimétrica, que; eh... es una relación donde se
instaura la confianza, donde yo que trabajó con una población que tienen unas
características educativas, culturales, sociales me tengo que poner en contexto cierto;
yo no puedo llegar con el zapato de charol, y el vestido de lentejuelas, cierto; al campo,
que me tengo; que mi actitud, mi manera de relacionarme con ellos tiene que coincidir
con esto, para que ellos precisamente, para poder ganarme la confianza de ellos, y siento
que no se convierte más como, más que una pose, pues eso como que se le va uno como
metiendo cierto, como que hace parte ya digamos como del, de la actitud de uno, como de
la postura como, como frente a, cómo frente a los otros, (…) si entonces yo creo que es
una relación fue de mucha confianza, yo siento que yo con la gente, el logro que me, que
me tenga mucha confianza; que es una relación de cariño donde las distancias
profesionales hay cómo que no existen pero si el respeto, y el respeto mutuo, y también
reconocimiento de lado y lado (…) es una, una posición, es una relación de
184
acompañamiento, cierto; lo que tengo lo que se lo pongo a disposición para que el otro lo
tome herramienta para esas cosas que necesita... (E2, 17 de julio de 2014)
(…) Yo diría que es una relación, de acompañamiento donde yo no soy digamos el que
sabe, la que sabe, la que lo va a curar, La que lo, lo va a; sino que es una relación de
encuentro, entre seres humanos que en la medida que se encuentran yo digo si es la,
porque lo admito, me siento muy enriquecido de todos los procesos que he trabajado
con víctimas; cuando por que también, me devuelven cosas que a mí me ayudan a
cambiar. Entonces es una relación digamos de acompañamiento y de... y si claro, yo
tendría una, un elemento que la otra persona no tiene, que no he vivido las cosas que el
otro ha vivido y que desde afuera, las puedo poder pensar, me ayuda a pensarla y a que
las vea, esto es una relación que, qué es como descubrimiento mutuo de las cosas que
están pasando para la reafirmación del otro, pero que yo me enriquezco con ella. (E4, 30
de agosto de 2014)
El vínculo establecido por los entrevistados y las víctimas, se basa en el acompañamiento,
donde se desvanece la distancia profesional, y se establece una relación de respeto, confianza y
reconocimiento por cada una de las partes implicadas, sumándole la disposición de conocimiento
como herramienta en la medida que cada persona lo necesite; así pues, como es mencionado, no
es un vínculo que “está digamos mediado por una relación como de poder” (E2) o asimetría.
Igualmente E4, expone: “Yo diría que es una relación, de acompañamiento donde yo no soy
digamos, la que sabe, la que lo va a curar, sino, que es una relación de encuentro”. A partir de
lo expuesto surge la pregunta por ¿Cuál es el objetivo terapéutico de intervención a una víctima?
A lo cual los entrevistados responden:
(…) Yo pienso que lo que genera transformación subjetiva es la recuperación de la
185
dignidad del sujeto, que la persona; es decir, dejar a un lado o dejar en un segundo plano
la parte sintomática, y centrarse en la persona como sujeto que en realidad, en su
historia de vida en todo lo que le ha permitido llegar hasta donde está, y que la persona
pueda ver todo lo que la persona es y ha sido; y en esa medida reciclar en el propio
relato de vida la experiencia significante, como una experiencia que hace parte del
relato de la historia de vida, y como ese relato de vida puede potenciar nuevas acciones
hacia la transformación del sí mismo y en los demás, y en esa medida hay procesos de
transformación a en la gente; entonces en ese sentido más que un proceso
psicoterapéutico es un proceso psicosocial porque no solamente dirigido a la
transformación subjetiva sino también a la acción social y política de estos sujetos que
posibilite transformaciones en el sujeto colectivo. (E3, 23 de julio de 2014)
El objetivo terapéutico bueno, primero; es importante que retome el control sobre su
vida, es muy importante; porque lo que más han perdido, que reconstruya la confianza,
con el otro; que comprenda que pasó, es un paso fundamental, que comprenda que pasó;
que entiendan los niveles de responsabilidad de grupo de estado y propio si es que hay,
que se reactiven sus recursos internos, esto es una cosa muy importante que siempre se lo
digo a todos los profesionales con los que trabajo, y con las personas, que se reactiven
sus recursos internos porque no más asistencialismo, no más trabajo donde ella se
convierten las víctimas se quedan dependientes de los profesionales, no; es generar
autonomía, es generar procesos claro, de orden emocional que son muy importantes para
restablecer, resignificar todo aquello que les pasó, pero que también se reconoce como
sujetos de derecho, y sujetos políticos, que participen que reconstruyan el tejido social,
que hagan parte de, de la reconstrucción del tejido social, que no se atomicen en sus
186
casas, que vuelvan nuevamente la participación ciudadana. Eso me parece muy
importante. (E6, 24 de noviembre de 2014)
El objetivo terapéutico a partir de los relatos, hace referencia a la recuperación de la
dignidad mediada por una transformación subjetiva, que se traduce en acciones dirigidas a
reactivar los recursos internos que generen autonomía y reconocimiento como sujetos de derecho.
Por último el trabajo con población vulnerada y vulnerable desde una posición ética implica:
(…) Si, pues uno a nivel profesional, a nivel intelectual, a nivel implica pues estudiar
mucho y sí; hay un conocimiento a todos los niveles, pero implica también como generar
nuevas metodologías pensar estrategias de intervención; no, la cosa no es tradicional
sino que implica también, de acuerdo a los contextos, y a las situaciones específicas
moverse como en esa, generar, innovar y generar nuevas formas de pensar los problemas
y, y las formas de incurrir. (E1, 8 de julio de 2014)
7.2.5 Significado atribuido a las víctimas del conflicto armado
Bedoya, (2009), cita a Chomsky y Harman, (1990), para explicar, las implicaciones que
determinan y desempeñan los medios de comunicación en la sociedad, a la hora de enunciar o
crear motivaciones ideológicas. En esta medida, introduce la relación que ha creado los medios
de información en torno a lo que se denomina “victimas dignas y victimas indignas” (p.121), la
primera definida, como: aquellas personas que fueron o son victimizadas a causa de grupos que
proclaman preferencias políticas distintas a las ideológicas del sistema; caso contrario pasa con
las victimas indignas, quienes fueron violentadas por los actores que gozan de simpatías con los
187
grupos de poder del mismo sistema. Así pues, en el caso colombiano se identifican victimas más
dignas que otras y/o victimas invisibles en los casos de desaparición forzada y secuestro, quienes
no gozan del mismo sistema de solidaridad, siendo dos hechos que atropellan por igual, la
dignidad humana (Bedoya, 2009)
La caracterización establecida permite dar cuenta de la posición que tiene el sistema
gubernamental y los medios de comunicación en torno al tema de víctimas; de esta forma se
vuelve fundamental investigar por el significado de las y los psicólogos entrevistados en torno a
la población vulnerada, los cuales relatan:
(…) la categoría me parece bien que lo plantees así, la categoría de víctima. Mira es una
categoría operativa en el terreno jurídico, si porque te permite ingresar en ese discurso y
poder demandar del acceso a unos derechos, mira a mí me parece que la categoría de
víctima es necesario para acceder al discurso jurídico (…) es que mira esto es otro
cuento que he escuchado yo... mira que tan teso es, devolverle la condición de ciudadano,
eso es muy tenso, porque es como si: por el hecho de ser víctima del conflicto armado se
destituyese esa condición de ciudadano. Yo no entiendo eso; yo no entiendo, yo no
entiendo por qué esa condición la destituye el hecho de decir víctima del conflicto
armado, así como lo plantea lo he escuchado a abogadas, no abogados, pues
prácticamente un abogada que yo respeto mucho; pero bien la condición de víctima te da
esa carta para que te dé al discurso jurídico y en la medida acceda al discurso jurídico,
accedes a unos a unos carnets facilitados que nos facilita; es decir, de un ciudadano a
pie que no es víctima no tienen la misma posibilidad para acceder, al tema de salud por
ejemplo, si vos sos víctima de conflicto armado hay una, se prioriza la atención para la
188
víctima, no ocurre lo mismo para alguien que no es víctima del conflicto armado, y
también, también está sometida a una urgencia de salud, entonces digamos eso te da
una, digamos te prioriza en el sistema, ante el sistema de salud, o del sistema educativo,
entonces en ese sentido me parece que es muy importante esa condición de víctima, en el
jurídico, sí; porque te permite, prioriza las acciones de agentes estatales para que
accedas a un goce efectivo de ellos. (E6, 24 de noviembre de 2014)
A partir del relato, se evidencia la representación de la categoría de víctima, como la
posibilidad de ingresar al goce de derechos, dentro del sistema estatutario; encontrando una
priorización en la demanda, en terreno jurídico a causa de la victimización. Sin embargo se
evidencia dos posiciones: una como víctima y otra como ciudadano(a), un antes y un después de
la reparación. Por consiguiente, otro apartado menciona:
(…) Ahora en el tema subjetivo, en la esencia me parece que es catastrófico y es
catastrófico porque genera una dependencia al amparo del Estado, y una dependencia al
amparo del Estado que ésta se sostiene en una dialéctica, en el desamparo en la medida
en que yo este desamparado voy a poder tener, contar con la respuesta del Estado que
empalma y eso tiene, genera rentabilidad subjetiva, la miseria subjetiva; ese es uno de
los riesgos de promover la condición subjetivamente identificadas en el lugar de víctima,
que por eso se vuelven una miseria subjetiva, entre más llevado este mejor porque más
subsidio voy a recibir; eso nivel político, político en el sentido de la emancipación
política, pero también a nivel psíquico que se promueve esa perversión, que genera la
condición de víctima de la perversión que va de la existencia al asistencialismo, y el
asistencialismo, es la perversión de unos efectos a nivel subjetivo, a nivel de digamos lo
189
que vos podes ofrecer a nivel psicosocial que hay que limitar, sí; que hay que oponer una
resistencia eso. (E6, 24 de noviembre de 2014)
Villa Gómez et al., (2017), evidencian la dependencia y desempoderamiento que ha
generado los proyectos de reparación asistencialista, creando una demanda mayor a instituciones
y funcionarios, sin asumir deberes ni responsabilidades, esto ha generado lo que denominan
“tiranía de la víctima” pues su lugar es exigir ayudas que cubran sus necesidades, lo que
imposibilita su transformación y la reconstrucción de la región. Ante este hecho, se relata lo
siguiente:
(…) las víctimas reconocen su... bueno reconocer la importancia de que ellos, desde lo
subjetivo den paso a ese, a esa reparación pero si no hubiera tampoco una parte del
Estado, donde se genera un aval y un apoyo a esos procesos y a esas intenciones que
surgen desde, también pueden no, no suceder pero ha ocurrido también experiencias
negativas con relación al aspecto del Estado, y es que la política en muchos casos, y
como nos dicen algunos en San Carlos, lo que ha generado es limosneros o que la gente
se des-responsabilicen frente al proceso de ,de su participación protagónica en él, en la
reparación y en la solución del conflicto o en el postconflicto y le deje todo al Estado,
cierto. Le exige Estado que sea ellos quienes asuman toda la responsabilidad y se des-
responsabilizan las víctimas como tal y de las comunidades de los procesos.(…) Que es
lo que pasa, yo pienso que el fin del conflicto se da cuando las víctimas asuman su
responsabilidad en el proceso, y cuando el estado también asuma lo que le toque, con los
límites que son, que deben ser, cierto; cuando las víctimas responsabilizándose hasta el
punto y el Estado también dando el apoyo, produciendo más apoyo, que entregándoles
190
todo, porque eso no es posible; cualquier proceso de paz que este centrado desde, para
que el Estado les de todo siempre va a acabar, porque no hay forma de que el Estado
cubra todo el daño que se ha hecho y menos en un país como Colombia con tantas
problemática. (E1, 8 de julio de 2014)
Como representaciones encontradas en el municipio de San Carlos, se establece una
relación entre los proyectos de víctimas por parte del Estado, con la generación de
“limosneros y gente des-responsabilizada” (E1) en los procesos. Sin embargo, el Grupo de
Memoria Histórica, (2011), expone en déficit de atención, por parte de la institucionalidad que ha
generado acciones de disputa y división dentro de población vulnerada, encontrando tensión
entre quienes se desplazaron y quienes se quedaron en el territorio; estos últimos han expresado
y demandado apoyo institucional por haber perdido los medios de subsistencia, disminución de
ingresos y calidad de vida. Ante este hecho el siguiente relato expone:
(…) yo creo que eso sucede; que eso sucede porque en este país las persona tienen unas
condiciones sociales y económicas muy difíciles, y que como ha habido una, un estado tan
ausente que no se hace cargo de las necesidades de la gente, no puede responder o no
responde ante eso, entonces la gente a visto en ser víctimas una posibilidad de obtener
aquello que un Estado de sociedad de derecho le debería de garantizar y que nunca lo ha
hecho, y que ahorita a través de digamos de posicionarse en esa categoría, pues la gente
siente que ahí digamos, puede tener más opciones; pero yo creo que, yo creo que; eh,
pues que nadie se le puede quitar ese lugar, cierto; que ese es un lugar político, es una
palabra que políticamente tiene unas, tienes unas implicaciones que han sido muy
importantes en este país; aunque también subjetivamente a veces tiene también unos,
unas otras implicaciones, cierto; otras implicaciones que son muy, muy complejas; eh,
191
que si hay algunas personas digamos como que hacen uso de eso para obtener asuntos,
pero que también siento que claro un estado ha sido paternalista y que ha impulsado una
política en donde, pues, de esa manera pues, hace que algunas personas vean en eso una
posibilidad y un país donde la gente no tiene garantías, pues e pega de eso para tenerlas.
(E2, 17 de julio de 2014)
A partir del relato expuesto, EL TIEMPO, (2016), presenta a Colombia como uno de los
países con mayor desigualdad en el mundo, según las cifras oficiales del DANE, (Departamento
Administrativo Nacional de Estadística). Referente a esto, la atención brindada por el Estado es
representada de la siguiente manera:
(…) yo creo que a la gente muchas veces se le trata como pobrecita, cierto; como, ese
significado de víctima, desvalido, pobre; eh, pues como, como que no puede, como que
hay que ayudarle como, no desde la potencialidad cierto; no desde la posibilidad, no
desde la resiliencia que han tenido estas personas (…) el Estado a veces trata a la gente
así, como pobrecita, como desvalida, como que no puede, como que no sabe, cierto; que
la actitud muchas veces de los funcionarios es esa, o una actitud de, de que se sienten
agotados o cansados, cierto; que son cansones que son perigueños, que son
aprovechados que son eh... que son sí que son vivos, picaros, sí; entonces yo siento que
eso también termina lesionando mucho la dignidad de las personas, no les da el lugar
que ellos necesitan... y siento que es una atención que revictimiza; muchas veces
revictimiza, es una atención a veces muy revictimizante, muy revictimizante en el sentido
de que no reconocen la dignidad del otro, que no reconocen su potencialidad,(…) los ve
solamente con la mano estirada, y por eso es que haya mucha gente con la mano estirada
esperando la indemnización, hay mucha gente; y toda la gente se va a preguntar es por
192
indemnización económica; pero es que el gobierno se ha encargado de eso; osa el
gobierno ha presentado la reparación como la reparación económica, entonces eso es lo
que tiene, cierto; y la gente a demás tiene un montón de necesidades, cierto; hay gente
que nuca ha tenido esa cantidad de dinero, que es una chichigua pero es una cantidad de
dinero para una persona del campo , entonces claro, la gente con unas necesidades
básicas insatisfechas, que nunca ha tenido la posibilidad de tener algo más; el Estado,
entonces la gente lo ve como una ayuda; ni siquiera como la indemnización, la ayuda del
gobierno, sí; entonces eso despolitiza, despolitiza el ejercicio de la reparación, cierto (…)
(E2, 17 de julio de 2014)
Villa Gómez et al., (2017), citando a Villa y Insuasty, (2016 ), exponen los proyectos
estatales, como acciones insuficientes para la reparación integral, por su publicidad de carácter
falaz, ya que no responden a la problemática que se vive en las regiones; lo que genera
desconfianza, aumentando rabia, indignación, frustración ante las instituciones del Estado y
abandono estatal. Por otra parte, los proyectos de vida se ven sometidos a la red institucional que
no cumple con la promesa de reparar o restituir los derechos adecuadamente, por tanto, “Quedan
insertos en dispositivos de dependencia y desapoderamiento”. A los proyectos con esta lógica,
se le suma la burocracia y la dinámica clientelista de los funcionarios, que cumplen el mínimo de
requerimientos para evidenciar en formatos el alcance de las metas u objetivos; dejando a un lado
la función de acompañar desde una reparación transformadora a las víctimas o población
vulnerada, evidenciando: la poca o nula apropiación de los procesos, irrespeto, distancia social
“malos tratos, desvíos de información, atención precaria y, generalmente, respuestas deficientes
a demandas y preguntas”; así pues, “cuando proyectos de reparación obedecen a lógicas
asistencialistas, generan en la gente un lugar mendicante, dependencia y desempoderamiento”
193
(Villa Gómez et al., 2017) de los procesos. Ante este hecho de dependencia que ha creado el
Estado, o como lo menciona E1, “ha generado es limosneros o gente se des-responsabilizada”,
otro relato expone:
Yo pienso que los seres humanos estamos hechos como de capaz, y pienso que este como
que se aprovecha, ese no es el único problema que tiene; pues no veo distinto al otro,
creo que el que tiene también ese tipo de problemas, también tiene que poder
confrontarlo y cambia también. yo no creo, yo no creo en la gente mala, yo creo que hay
condiciones de la vida que vuelven a la gente a la defensiva, para estar a la defensiva
hacen cualquier cosa, se vuelven agresivos, son capaces de hacer cualquier cosa, por
defenderse del mundo que los ha agredido tanto, donde la gente siente que haya otros que
realmente les ayudan a descubrir su parte dijéramos sana, por decir algo, y es gente que
no los juzgan, que no nos apartan, se reconcilia consigo misma, cuando se reconcilian
cambian, yo creo en eso. (Cuando se le da un lugar a la persona) (…) Y que hay que
tratar de ayudarla también para que salga de eso, yo no; no creería que uno es más
bueno que el otro, no, no que tiene problemas que también tiene que enfrentar, porque lo
que hacen es generar condiciones como pa sacarle el otro que tiene; pues como cada
uno de acuerdo al problema que tiene ha tenido un comportamiento, inclusive, son
dijéramos, como un síntoma más en el concepto para la situación que ya ha aceptado
unirse, no creo que sea al más malo que los demás, ni más bueno; no, que tiene además
esa situaciones y abrir, que si tiene esa ayuda salen de ahí. (E4, 30 de agosto de 2014)
A partir de lo expuesto en la entrevista, surge la pregunta: ¿Cuál es el lugar que le dan los
psicólogos profesionales a las víctimas en los procesos de intervención y reparación? Sin
embargo, como es mencionado en el relato, es una posición que aporta, reconcilia, no juzga y
194
que está en pro, de generar condiciones de resiliencia, o como es mencionado anteriormente,
desde la potencialidad, dando un lugar a las víctimas.
7.2.6 Actividades realizadas en el marco de la atención a victimas
Las actividades realizadas por los psicólogos profesionales en el marco de la atención y/o
acompañamiento a víctimas del C.A., hacen parte de los proyectos que maneja las ONG’S,
Estado y entidades que se encargan de la intervención, con el ánimo de realizar reparación
psicosocial. Así pues, surge la pregunta por estas actividades, permitiendo un mayor
entendimiento de lo que se realiza, en esta área laboral. El primer relato cuenta las acciones que
se lleva a cabo en el área de investigación y apoyo a la comunidad:
(…) actividades de investigación, de recolección de información, realización de talleres y
actividades de intervención como tal, actividades individuales, grupales; asesorías a ese
tipo de actividades (…) Organización de grupos comunitarios, de grupos de apoyo,
redes, vinculación de redes para el trabajo, pues ese es el trabajo. (E1, 8 de julio de
2014)
El relato anterior permite dar cuenta de manera general la participación de los psicólogos
en el área de investigación; evidenciando, algunos de los procesos que se lleva a cabo. Sin
embargo, tratando de profundizar e un poco en las actividades realizadas en el área de
acompañamiento y/o atención; la siguiente entrevista menciona:
Pues hacemos, hacemos atención, así en este último trabajo que he tenido hacia atención
individual, las asesorías que no había tiempo como para hacer procesos, pues como
195
largos psicoterapéuticos y están en manos es como de otros profesionales y, hacíamos,
trabajos, eh... de grupos de apoyo mutuo, mmm, entonces a las víctimas las, pues, como
que las, las reuníamos para hablar en torno a asuntos que pretendieran por la
resignificación de esas experiencias que habían vivido; a ver el reconocimiento, pues
también el tema de tejer lazos, de tejer solidaridades, de tener confianza, en poblaciones
que se están volviendo a, pues a encontrar, porque mucha gente que ha llegado,
retornada, sí. Eh... eso, pues como con esa intención de que la gente se conozca se apoye
encuentre redes de solidaridad, encuentre historias comunes a las que se puede
reconocer, encuentre digamos formas de entender eso que le paso de otra manera, que se,
como que se despersonalice, cierto. Como decirlo, cuál será la palabra técnica; eh, si yo
creo que ponerlo, ayudarlo a ponerlo en un contexto para que después también los
subjetivisen de otra manera, cierto. Y acompañábamos también a organizaciones de
víctimas para su fortalecimiento, para que la gente entendiera que tiene unos derechos,
que hay una ley de víctimas, que hay una, unos asuntos que les ha concedido el gobierno,
que le ha concedido ese lugar de víctimas, que tiene, que hay una ley que los acoge,
bueno como que la gente tenga información, yo pienso que cuando uno tiene, tienen
información también tienen cierto control, cierto: y se posicionan frente al estado de otra
manera... yo creo que no es lo mismo a que yo soy víctima, y porque soy victima
ayúdenme, yo soy víctima y tengo unos derechos, cierto; y cuáles son las cosas que está
haciendo el municipio frente a ellas, entonces el fortalecimiento de las organizaciones
en torno a ella, y en torno a otros temas que permita que la gente se movilice también
como en lo local. (E2, 17 de julio de 2014)
La reconstrucción de los lazos sociales de las víctimas, hace parte del trabajo elaborado
196
por psicólogos profesionales, quienes buscan restablecer los derechos de la población que fue
vulnerada a causa de la violencia del C.A. Dentro de estas acciones, como es mencionado en el
relato, se encuentra el conocimiento y entendimiento de la ley 1448, organización y
acompañamiento. Otra de estas actividades realizadas es mencionada a continuación:
(…) la formación de deberes que contaba ahora, a líderes de las comunidades afectadas
por la guerra para que ellos atienden a otras víctimas, esa la principal; pero también
estoy, trabajo en alianza con otras asociaciones , estamos haciendo un trabajo para ;eh,
formar e impulsar grupos municipales que le trabajan en la construcción de la paz y la
reconciliación; entonces estamos trabajando como en el sentido de que la gente conozca
los acuerdos de La Habana, de que entiende la no violencia, y que medie actividades en
los municipios, que ayuden a aclimatar el post conflicto y a construir la paz, es como el
principal, y estoy trabajando con mujeres como aliada dijéramos de esa reconciliación y
de esa paz. (E4, 30 de agosto de 2014)
Algunas de las actividades llevadas a cabo por las psicólogas y psicólogos entrevistados
en el acompañamiento y/o atención a víctimas del C.A. se basa en la construcción de dinámicas
regionales que permitan la formación académica por medio de talleres y asambleas en pro, de la
participación ciudadana; ejemplo: asociaciones comunales. Además, se establecen estrategias
metodológicas que permitan llevar a cabo la recuperación de la verdad, memoria histórica,
reconciliación y elaboración de duelos (CINEP, AMOR, Conciudadanía, 2007)
Por último y siendo uno de los puntos importantes dentro del acompañamiento, se
encuentra el proceso que se lleva a cabo desde una dimensión proactiva, que permita a las
197
víctimas reconstruir a partir de sus propios recursos el fortalecimiento de la comunidad y el
tejido social; así pues, las formación de las PROVISAME, juega un papel fundamental en el
apoyo de la población vulnerada por el C.A. ( Villa Gómez, Tejada Bermúdez, Sánchez Benítez,
y Téllez Luque, 2007)
7.2.7 Implicaciones de la intervención en contexto de Conflicto Armado Activo. (C.A.A)
La presión que infringen los actores armados en algunas regiones del país, han
demostrado la degradación de la guerra y las diversas modalidades de violencia con el propósito
de castigar, controlar y desterrar a sus habitantes (GMH, 2013). En esta medida, los esfuerzos del
gobierno para proteger los líderes sociales, han sido un fracaso; teniendo en cuenta que no van
más allá de las buenas intenciones y una posición retórica, evidenciado el asesinato de 59
personas a la fecha del 20 de marzo del 2018 (Procuraduría General de la Nación, 2018). Así
pues, los psicólogos entrevistados han construido una representación en torno a la intervención,
donde los actores armados aún se encuentran en conflicto; la cual es expuesta a continuación:
¿Que ha acarreado? Acarrea que es necesario tener, tomar medidas y; eh, trabajar
con unos protocolos establecidos; implica unos protocolos de seguridad claros pues
respecto al tema; eh, implica que, que siempre hay que tener en cuenta esa dimensión de
conflicto que está presente, o sea que no, no podemos intervenir como en la recuperación,
sino que estamos interviniendo es en, en; bajo la consideración que las víctimas
continúan; cierto y que pueden haber procesos de revictimización porque no ha cesado el
conflicto. Entonces en esa medida y a nivel personal, a nivel del profesional implica eso,
pues como tener muy presente los contextos y la, la presión que pueden ejercer los grupos
armados dentro de esos mismos procesos, por eso digo, por eso ahora de protocolos de
198
seguridad para los profesionales.(…) Pues los protocolos implican que uno tenga pues
como, no ir solo, tener, contar con transporte, con vigilancia permanente, con no
meterse en lugares donde el cese que está, pues que hay minas por ejemplo; que está, o
que hay campos de concentración, o que hay retenes militares, o que hay retenes pues
de actores armados; entonces uno tiene que saber en qué momento, como se mueve en
esos terrenos en esos espacios, hay que tener; considerar que, qué hay presencia de
actores que pueden correr el riesgo, pues que puede está en riesgo la vida y la integridad
personal, entonces contar con eso. (E1, 8 de julio de 2014)
El primero relato expone la importancia de las medidas o protocolo de seguridad;
teniendo en cuenta la continuación y/o riesgos que tiene la población vulnerada, vulnerable y los
profesionales que llevan a cabo las acciones de intervención en zonas donde los actores
armados aun hacen presencia. Ante lo dicho, surgen las siguientes preguntas ¿Quién se hace
responsable por la seguridad de las víctimas o población después de terminar un proceso de
intervención y/o formación de líderes, donde los actores armados aun hacen presencia? De
acuerdo a las dinámicas de terror y violencia de los actores armados ¿se están formando líderes
para ser asesinados? En esta medida otra de las entrevistas expone:
Es muy complejo, es muy complejo porque... como defensores de los derechos humanos
tenemos que promover esa defensa, tenemos que promover además que el ciudadano de
a pie, asuma ese derecho y que ese derecho, y que ese dirija en consecuencias concretas;
para, digamos su, para el contexto social al que pertenece, sí; a uno le parece muy
complejo promover es imperativo cuando no hay seguridad, cuando no hay una garantía
de una membrana que protegen al ciudadano de las vías de hecho, sí; a veces los
199
defensores de derechos humanos pueden poner en peligro a la comunidad por promover
es imperativo, o el discurso pierde valor, se convierte en un discurso descafeinado, sí.
(…) Pero también tiene que generar actos concretos y cuando el conflicto está presente y
en ese contexto en el que operamos, si no hay postconflicto, eh... o se pone en peligro la
comunidad, o el discurso de derecho no tiene un efecto concreto; a mí me gustaría pensar
en una tercería para esos dos puntos. Como operar con el discurso de derechos humanos
en un contexto digamos que no se reduzca a esos dos, a esos dos polos; ahí yo creo que
hay un punto muy necesario y es que las autoridades aseguren y les den garantías, les
ofrezca garantías a las comunidades para poder ejercer ese discurso. (E7, 4 de diciembre
de 2014)
Según lo presentado, la seguridad que ofrece el Estado es insostenible a la hora de hablar
de derechos humanos en las regiones donde aún hay confrontación entre actores armados, a esto,
se le suma los crímenes encubiertos por militares como homicidios selectivos y/o falsos positivos
(GMH, 2013). Así pues, el siguiente relato expone:
(…)todo el tiempo están ahí, todo el tiempo tiene influencias, todo el tiempo están
marcando... y lo que yo te decía al principio cuando uno asume posiciones éticas, éticas
en las cuales no respalda soluciones armadas, ni soluciones político armada, uno sabe
que se tiene un lugar, no solamente frente a los actores armados, sino frente a la
conciencia colectiva que respalda esos actores; porque esos actores no tendrían potencia
si no tuvieran respaldo, cierto respaldo, cierto; políticos frente a esos contextos uno tiene
tensiones, tiene dificultades, tiene pues las posturas que lo plantean, entonces en ese
sentido claro, entonces en ese sentido que uno, me ha afectado a mí porque es gente que
200
es sentida y toca tomar decisiones frente a eso, y mi decisión siempre ha sido la de
mantener una posición clara, frente a las opciones armadas, vengan de donde vengan, sí.
Y si bien puedo entender históricamente que el problema de Colombia ha sido marcado
por unas élites que se han apropiado históricamente de la tierra, bajo ninguna
circunstancia legitimo acción armada, aunque pueda comprender que algunas personas
hayan tomado las armas, y aunque trató de comprender por qué otros también se meten
a acciones armadas cuando unos han expedido los límites del bloque, esa excursión
armada podría manifestar en una lucha armada revolucionaria, esas éticas las puedo
comprender, pero no las comparto, ni los justifico, ni mucho menos la apruebo y creo
que precisamente este país nos tiene así, porque precisamente se han construido
demasiadas justificaciones racióneles para este tipo de acciones. (E3, 23 de julio de
2014)
El relato anterior evidencia la presión que tienen los profesionales a la hora de trabajar en
regiones donde los actores armados hacen presencia y cuenta con el apoyo de la población; sin
embargo, como es expuesto, la posición ética del trabajo con víctimas bajo ninguna
circunstancia se legitima por medio de la acción armada y violenta, aun cuando se pueda
comprender los motivos de lucha de los grupos armados. Acorde a lo dicho, el siguiente
apartado expone:
Pues bueno es innegable que hay temor, es innegable para, no solamente para mi si no
para mis compañeros, cierto; hay municipios donde, y lugares, territorios donde uno
llega y se da cuenta que los comandos están ahí, y que no están sencillo ha, hablar de
los, de derechos, empoderar, o buscar el empoderamiento de las comunidades para que
201
reclamen y ejerzan sus derechos, porque tiene miedo, yo creo que ese el, la mayor
consecuencia el temor que genera hacer el trabajo de empoderamiento comunitario,
empoderamiento ciudadano, de la construcción del sujeto político, de tratar de promover
esa construcción del sujeto político, porque precisamente es el sujeto político, es el que
va a reclamar sus derechos, precisamente es el sujeto político es el que no está de
acuerdo con muchos asuntos por la vía de la violencia. (E6, 24 de noviembre de 2014)
La entrevista evidencia temor de los profesionales, líderes sociales y comunidad en
general de algunas regiones a la hora de abordar el tema de derechos humanos, ante la presencia
de los grupos armados. Así mismo, se encuentra otro componente a la hora de intervenir
población vulnerable y/o vulnerada:
Bueno, en mi generaban he... su posible presencia, generaban algo de temor y en los
contextos que trabaje con víctimas, cuando estos actores armados, ex-supuestos actores
armados estaban presentes; las víctimas tampoco se movían con confianza, ni con
tranquilidad, ni comunicaban con tranquilidad y confianza, era imposible recoger
información; cuando ellos están presentes, por eso pude establecer y finalmente pues no,
no he... de una manera informal me dijeron que era, que era dentro de ese trabajo que
está haciendo, dentro de los sitios en donde hacían al reparto de ayuda humanitaria, se
infiltraban personas que presumían que eran miembros de los grupos, de algunos de los
grupos alzados en armas, o alguno de los grupos paramilitares, entonces cuando esos
actores armados logran infiltrarse en muchos escenarios, yo creo que eso convierten lo
hacen mucho más confusa la atención con víctimas; porque esos mismos actores armados
intentan entorpecer cualquier trabajo que emprendan tanto las víctimas como de aquellos
202
que, que intentan colaborar con los procesos que inician las mismas víctimas. (E5, 21 de
octubre de 2014)
GMH, (2013), expone la infiltración de grupos paramilitares en el poder político de
algunos departamentos y en algunas organizaciones sociales, como estrategia en la comunidad
para lograr sus propios fines. Acorde a lo dicho, las acciones de infiltración de los grupos
armados entorpecen los procesos de reparación con víctimas, lo cual es evidenciado en el
siguiente apartado:
(…) en San Carlos yo también tengo otra percepción, cierto; en San Carlos hay gente
desmovilizados... y, la gente siente, mucha gente alguna persona siente que esos
desmovilizados no son garantía de confianza, que todavía ellos siguen existiendo cierto
poder; y yo no sé, si es un poder real o es un poder digamos para la gente de, por decirlo
así, como simbólico, cierto; en el sentido de que ellos fueron quienes tuvieron el poder y
las armas en algún momento, y entonces la gente siente, y en algún momento también
puede volver a pasar lo mismo, pueden volver a hacer lo mismo; entonces no es un
control real,. Yo nunca he sentido ni he sabido de alguien que este digamos en los
procesos que nosotros hacemos; pero uno si siente que eso que la gente siente, que eso
que la gente piensa de esas que están allá, ahora sin armas pero que siguen ocupando el
territorio, que siguen siendo los comerciantes, los que tienen cierto poder en la vida
económica y política de ese municipio la gente se abstiene, se abstiene, si participa se
abstiene de hablar; si habla, habla pasito, cierto; eso que a veces también nos presentan
del proceso de San Carlos, tiene muchas cosas muy positivas y tiene también muchas
cosas que, en las que se tienen que seguir pues como trabajando porque, porque es muy
203
fuerte, el miedo de la gente es muy grande, es muy grande, mucho más de San Carlos
donde pasaron unas cosas tan tenaces. (E2, 17 de julio de 2014)
A partir de lo mencionado, el Grupo de Memoria Histórica, (2011), expone, que aun con
la desestructuración de los grupos paramilitares y el ambiente de seguridad, y/o post conflicto, se
perciben situaciones de tensión y desconfianza por el temor y la posibilidad de alianzas entre la
fuerza pública, ejército y desmovilizados vinculados a redes informantes; esto, debido a los
hechos de victimización como: señalamiento, desplazamiento y maltrato, dentro de la población.
Así pues, como se evidencia en el relato, la población no habla o participa en los procesos por
miedo, garantías de seguridad y el rol simbólico de poder que ocupan los desmovilizados en la
comunidad. En esta medida, surge la siguiente pregunta ¿Qué tan eficaz y/o adecuada es la
reparación y/o resarcimiento de los desmovilizados que se encuentra en municipios donde se
habla de postconflicto, que asegure la tranquilidad de la población vulnerada? Ante los hechos
mencionados el siguiente relato expone:
(…) es como en el sentimiento de juepucha, como ... como ... como, de protecci,
(protección) , como la angustia como por la gente, cierto; la angustia es como porque lo
que uno haga no ponga en riesgo al otro, la angustia es porque lo que uno haga tenga,
tenga sentido, en unos ambientes a veces donde eso no está en las manos de uno, donde
se mueven cosas muy grandes y muy poderosas donde uno dice: yo aquí que puedo
hacer, cierto; más allá de escuchar al otro de darle un lugar como al sufrimiento y a lo
que le pasa a esa persona aportando (...) (E2, 17 de julio de 2014)
Como es mencionado, los profesionales que llevan a cabo procesos de reparación en
contexto donde hay C.A.A. presentan sentimientos de preocupación, y responsabilidad por la
204
población intervenida. Sin embargo, otro componente puede ser fundamental a la hora de llevar a
cabo una intervención en este contexto:
Pues yo creo que una cosa, que en otras partes admiran del oriente, es que hubiéramos
podido seguir trabajando, aún en medio del conflicto; muchas personas (…) les decían
sálganse de esa zona que eso es muy peligroso y nosotros no quisimos salirnos porque
pensábamos, que cómo era posible dejar la gente en el momento que más nos
necesitaba, y si seguimos trabajando. A mi modo de ver, nosotros empleamos una
estrategia; que fue hablar con todos jefes de los grupos armados, directamente pedirles
gestión de hablar con ellos, y fuimos a decirles nosotros estamos trabajando en esta
región, y les contamos el trabajo que estábamos haciendo; porque queríamos no tener
dos cartas, una pública y otra privada; sino que conocieran claramente nuestro trabajo, y
les decíamos queremos que sepan que estamos haciendo, y queremos saber si por estar
haciendo esto tenemos riesgo con ustedes, y ustedes con la gente con la que venimos
trabajando tiene peligro por trabajar con nosotros, entonces yo pienso que eso, generó en
los grupos armados cierto respetico hacia nuestro trabajo nunca, supimos, a bueno
supimos eso sí, que algunos grupos armados de toda la guerrilla en las comunidades; eh,
nos pusieron en etiqueta pública, es decir empezaron a, a juzgar, ponían a que la gente
juzgara nuestro trabajo, y supimos que quienes más nos defendieron fue las comunidades,
las comunidades salían a defendernos porque ellos claro, creían ver como de la derecha
como contrarrevolucionarios, porque no estábamos con ellos el que no está conmigo está
contra mí, entonces nos deberían de haber visto con mucho peligro para ellos también, y
las comunidades supimos, que fueron las comunidades las que en todo momento dijeron
que nosotros éramos sus aliados como comunidades, un poco ahí en la guerrilla;
éramos aliados de las comunidades y que la confianza que ellos tenían en nosotros era
205
total, de nuestro equipo de trabajo, entonces a nosotros nos salvó de esa manera la esa
confianza de las comunidades. Y de nuestro trabajo, y el haber también como estábamos
haciendo sobre el (refiriéndose al trabajo hecho en las comunidades); entonces yo creo
eso ahí nos protegió un poquito, porque nosotros hicimos como personas, eh dijéramos
amenazantes directamente para ellos, sobre todo para la guerrilla y, y bueno; eh, yo
pienso que el haber podido seguir trabajando con la gente en medio del conflicto busco
que la gente no se desmoronara el todo, lo que no se les hubiera pasado si a la gente la
hubiéramos dejado en los momentos. (…) Pero además trabajar en medio del conflicto
nos dio visiones, conocimiento, experiencia, aprendizaje que nos permitió dijéramos y
respondiendo a lo que en cada momento había que hacer. (E4, 30 de agosto de 2014)
Presentar los proyectos de intervención que se van a realizar con las comunidades a los
actores armados; con el ánimo de concertar claramente el trabajo, y no correr riesgos los
profesionales y la comunidad, puede ser una estrategia utilizada en un contexto de C.A.A., sin
embargo, ¿hasta qué punto consentirían los grupos alzados en armas en permitir proyectos con la
comunidad, si estos proyectos incluyen la formación de líderes, conciencia sobre el territorio o
van en contra de sus ideales? Así pues, para este subcapítulo se expone la siguiente experiencia:
En el trabajo que hacía con la campaña colombiana contra el uso de minas en el
departamento de Nariño, eso fue en el 2010, si viví un asunto y eran en una vereda no
voy a nombrar cual, pero en ese departamento, cierto; hubo que pedir permiso para
entrar a hacer atención a las familias teníamos allí cinco niños víctimas de minas anti
personas y necesitábamos hacer la intervención en la comunidad académica, en la
escuela, con los docentes con los otros niños para que comprendieran como acompañar
estos niños a recuperarse de la perdida de sus miembros, cierto; y si nos dieron permiso,
206
íbamos en una camioneta de naciones unidas, y nos dieron permiso para estar hasta la
una de la tarde máximo. Llegamos a hacer nuestra actividad, yo iba con otro equipo
profesional y a las 11 de la mañana llego uno de los... personajes vinculados a este grupo
y nos dicen doctoras, a todo el mundo tratan de doctor, cierto; doctoras no pueden
quedarse hasta la hora que habíamos acordado, tienen que irse ya por qué vamos a
minar la carretera ¡Imagínate lo que siente uno! además fue muy doloroso, el equipo con
el que andaba, yo andaba con un antropólogo, con un artista, más los docentes que nos
dicen, por favor no nos dejen aquí, eran docentes que trabajaban en esa vereda pero que
vivan en el casco urbano; que nos dicen llévenos con ustedes porque si minan y hay un
paro armado puede ser de tres días o de tres meses, de verdad, ese nunca, nunca fue la
amenaza contra la vida propia, cierto; no, pero ese tiene que irse ya, tienen que terminar
por que vamos a minar la vía. Cuando estas atendiendo víctimas de minas antipersona,
cierto; cuando estás viendo lo que deja el dolor que deja, es muy fuerte, es muy duro el
impacto emocional el lograr salir de ahí, además tener que dejar a los niños y a las niñas
y a las familias porque es que es que ese es el territorio, no te los puedes llevar, no
puedes decir vámonos, tienes que dejarlos y ya sabes que viene, que viene una toma
guerrillera; es muy doloroso, impacta muchísimo desmorona el alma. (E6, 24 de
noviembre de 2014)
Ante los hechos relatados, en siguiente la entrevista se menciona el sentimiento de
indefensión a los que se ven enfrentados los profesionales que trabajan en este contexto de la
siguiente manera:
Aterrada, aterrada, sentía que algo más grande que yo tenía un poder inmenso sobre mí,
que yo perdí al poder sobre mi vida; en cualquier momento en esa carretera que era una
207
carretera de tres horas destapada podía explotar una mina, y que todo mi proyecto de
vida podía parar, proyecto de vida con esposos, hijo; proyecto de vida con mi familia
que sencillamente en un instante yo podía desaparecer, y que yo no le había hecho nada
absolutamente nada a nadie, en el término inclusive en el mismo que las víctimas lo
dicen, no entiendo por qué a mí, yo nunca le hice nada a nadie, yo siempre fui una
trabajadora, mi esposo yo, cierto; entonces uno dice es lo mismo, yo decía vine a
trabajar con víctimas para apostarle la paz del país, para decirle ustedes merecen ser
tenidas en cuenta son sus derechos hay que acompañarlas porque además estamos
trabajando con un programa que desde el Estado, cierto; y ahora yo estaba viviendo eso,
entonces sí terror, horror; es difícil yo no sé a veces pienso que las palabras no alcanzan
a describir lo que uno pueda sentir (E6, 24 de noviembre de 2014)
7.2.8 Posición subjetiva frente a la victimización
La dinámica social que se ha construido en torno a los actores armados que habitan en
las regiones, ha permeado con violencia a los defensores de derechos humanos; así lo presenta la
revista Semana, (2018), Exponiendo la muerte de 286 líderes sociales, asesinados desde el año
2016, en territorios de Antioquia, Cauca, Norte del Santander, Nariño, Valle del Cauca y Choco,
como los casos más registrados. Así mismo, los profesionales que trabajan en el área de C.A.A.
se pueden llegar a ver sometidos a hechos violentos, sobre todo, cuando los proyectos van
encaminados a la creación de líderes regionales; en esta medida, establecer cuál es la posición
subjetiva de las y los entrevistados frente a la victimización, permite evidenciar la realidad a la
que se ven expuestos a la hora de trabajar en estos contextos. De esta manera, uno de los relatos
208
menciona:
Pues es que yo creo que los profesionales que trabajamos en el conflicto armado o con
violencia, en general siempre nos hemos sentido parte del conflicto, porque en última
siempre al estar inmersos ahí para analizar o para intervenir, estamos siendo parte,
actores directos del conflicto. Entonces sí hemos sido víctimas también, (E1, 8 de julio de
2014)
A partir del relato, se expone la relación en torno a la labor realizada en el marco del C.A.
y la posición de víctima; la cual, es compartida en otra de las entrevistas de la siguiente forma:
Mira, como todos los colombianos yo no soy victima directa del conflicto armado, dentro
de lo que jurídicamente se entiende, ningún familiar, ninguna persona directa mía ha
sido víctima por ninguno de los grupos, vale. Jurídicamente esto es muy importante
tenerlo claro; eh, pero como todos los colombianos creo que, claro somos víctimas de
este conflicto y precisamente el llamado que siempre estamos haciendo a que nos
sensibilicemos frente al conflicto armado, es que entendamos que todos de alguna
manera lo estamos siendo, ahora ya en el trabajo junto con mis otros colegas psicólogos,
psicólogas, trabajadores sociales, abogados, pues nosotros digamos que siempre estamos
en la atención, pero directamente no. (E6, 24 de noviembre de 2014)
El anterior relato hace referencia precisamente al llamado de los profesionales que
trabajan con víctimas y a la sensibilidad frente a los hechos que trae el conflicto, desde una
posición personal; la cual, es adquirida bajo un contexto de intervención en esta área. De modo
similar a lo expuesto, otro relato expone:
209
En este país cualquiera puede ser víctima los que trabajamos derecho y los que no, usted
sale a la calle y le puede pasar algo (…) El contexto del conflicto armado claro, pues
obviamente al trabajar en esto, se sabe que está corriendo el riesgo; yo con usted, yo no
sé si esto se lo va a ir a llevar a, a quien, no, no; pues yo no sé, por lo tanto cuando
decida hablar con usted, estoy casi corriendo el riesgo, por lo tanto a uno le puede
pasar cualquier cosa, cierto. (…) Pues yo creo que nunca me he llegado a sentir víctima,
acosado por actores armados; pues, en esto uno sabe que hay veces cuando uno está (…)
o importante en las comunidades de paz hay un tema que no le gustaban ni a uno ni a
otros, y yo siempre promovido desde una perspectiva de la no violencia, la resistencia
activa; con comunidades, y con la gente cuando no sea alinea en un país polarizado;
cuando uno no se alinea uno puede tener la posibilidad de recibir desde un insulto hasta
un balazo de cualquiera de los dos lados y lo vemos en este país continuamente, o sea
cualquier cosa, es una opinión que no se alinea en un lado, inmediatamente le caen, le
cae uno al otro, cierto. (E3, 23 de julio de 2014)
A partir de lo expuesto, sobresale una preguntas ¿Cuál es la relación que se establece
entre los profesionales y los actores armados legales e ilegales en procesos de intervención?
Evidentemente lo actores armados buscan alienar a la población de acuerdo a sus ideales, aun
cuando sea por medio de la violencia para obtener el control del territorial; esto puede entorpecer
las intervenciones que se llevan a cabo con víctimas; más aún, cuando los actores armados son
infiltrados en los procesos que dictan los profesionales, (Ver capítulo de postconflicto, p.226), lo
que ocasiona desconfianza y riesgo tanto para la población, como para quien lleva a cabo el
acompañamiento o intervención. Esta realidad es evidenciada en el siguiente relato:
210
Sí, pero lo he tenido que trabajar bastante (risa). No quiero quedarme la condición de
víctima porque no, eso me ha dado fuerza pa trabajar, pero naturalmente,
naturalmente inclusive yo personalmente, está viviendo en Medellín; y una vez una
señora que trabajaba conmigo llegó llorando y me dijo: yo le voy a contar una cosa que
está pasando, y es que a mí me están exigiendo que yo cuente las horas de usted entrada y
salida, y con quien está, y con quien no está, hay un grupo que la está persiguiendo que
la va secuestrar para vendérsela a las FARC. Así me lo dijo, entonces yo en dos días tuve
que salir de allá e irme para alguna otra parte a vivir; por qué la cosa era grabe, era
inminente que en esos días me iban a, a secuestrar para venderme a las FARC; pero
claro, como de alguna manera, como yo soy desprendida de cosas entonces a la, la
misma empleada le daba cosas y todo. Entonces creían que yo tenía plata y me iban a
secuestrar; entonces también hasta en eso, pero no solamente perder, sino que pienso
que es todo lo que están diciendo este país yo lo siento; eso que a mí me afecta
personalmente la desconfianza, la falta de futuro, el dolor de la gente, yo me siento
completamente involucrada en lo que le pasa en el país, yo pienso que el país es víctima
de la guerra, yo me siento muy del país, yo siento que la guerra me ha afectado. (E4, 30
de agosto de 2014)
El relato experiencial permite inferir, que tanto la población que se interviene como los
profesionales que hacen parte del proceso de acompañamiento a víctimas, no se encuentran
exentos de las dinámicas violentas y transgresivas que han instaurado los actores armados en el
país. Sin embargo, la experiencia contada, trasciende en las consecuencias del evento de
victimización de la siguiente forma:
211
Nunca me lo había preguntado; porque yo pienso que esa secuelas para mí, es como una
reacción, me dio mucha energía, me dio mucha energía para transformar esa realidad;
es decir, yo creo que en lo que mi opero, fue contrario a digamos el sentir de la
víctima, esa misma situación del que me puso fue en una condición mucho más activa,
mucho más atenta, a defenderme, yo de resistirme pera poner a la gente en algunas
condiciones; entonces como que yo... no niego que, que lo del secuestro para mí fue muy
duro; pues fue, es amenaza de secuestro, y yo que sé, eso tan horrible, que uno no tenga
una seguridad de ninguna parte; como si como sentimiento de falta de seguridad y de
confianza, y yo también soy víctima de eso, y también me paso. (…) tuve que dejar mí, mi
casa; que me tuve que ir para donde una, para una familia que no era la mía y tuve que
vivir un tiempo primero; como se llama de arrimada, es tan horrible... eh, me implicó
empezar a buscar nuevas formas de ubicarme en otra parte y además me agudizó la
desconfianza, me vi vulnerable, me sentí vulnerable. (…) Me sentí vulnerable... sentí que
había una injusticia de la vida conmigo, porque yo sentía, que yo estaba un poco
maravilla todo, que yo tenía; y como era que yo, que todo lo cómo es que yo me sentía
amenazada (risa), como que qué injusticia de la vida conmigo, entonces; medio como
rabia mucha rabia, de que hubieran personas dedicadas a hacerme daño; que también
tuve sentimiento que dicha a hablar con ellos, pensé en algún momento; que bueno
hablar con ellos y ponernos cara a cara, a que me conocieran yo conocerlos y a
mostrarles dijéramos que eso que estaban haciendo no tenía ninguna razón de ser, mi
sentimiento no fue el de ¡denunciarlos o que se vayan para la cárcel! si no que dicha
cambiarlos no porque el problema fuera hacia mí, sino por lo que podrían estar haciendo
con otros, pero quedaron ni lo hice, ni se me ocurrió decirle en la persona que era
conectada, que estaba conectad, que me pusiera en comunicación con ellos no, no lo hice
212
en ese momento en que estaba aterrada; estaba aterrorizada, pero ahora pienso que me
hubiera gustado hacer era eso. (E4, 30 de agosto de 2014)
A partir de lo mencionado, se evidencia el alto nivel de resiliencia que puede llegar a
tener los profesionales en el trabajo con víctimas; el cual, comprende un proceso interior
expuesto en la continuación de la entrevista:
Huy, es terrible, es terrible; se siente como... el desamparo, como impotencia, como que
uno está en manos de otro, que se hacen con uno lo que les da la gana; entonces que uno,
uno es como un ser sin posibilidades. Pues me fui (risa), me fui de allá y empecé a
buscar sitios que me dieran de pronto seguridad pero también empecé a generar en mí,
formas de intervención con otros que me sacara, dijéramos de, de mi lugar de víctima y
me pusiera más como proactiva y como acción de cambio; como estoy acá. (E4, 30 de
agosto de 2014)
Así pues, los profesionales que han pasado por hechos de victimizantes, cambia su
posición subjetiva en torno al área laboral, su entorno social y familiar; así lo relata la siguiente
entrevista:
Mi familia, yo, yo tengo un tío desaparecido, pues yo crecí con él, viví con el hasta que se
desapareció; entonces, aunque yo frente a la ley no sería digamos destinataria en
ninguna medida de reparación; obviamente emocionalmente, yo siento que, que eso me
afecto y afecto a mi familia; entonces de alguna forma yo siento que sí, que yo soy, que yo
soy víctima del conflicto, independientemente de que la ley me considere como tal.(…) yo
creo que es un asunto que no se cierra, es un asunto que está ahí. Yo creo que uno va
213
con el tiempo y con ese trabajo como resinificando y dándole como otro, pues como otro
sentidos a la muerte, y eso le ayuda a uno digamos como a entenderlo de otra manera,
pero yo siento que en lo familiar, yo no creo que es un asunto que todavía no se ha
saldado, sobre el que hay mucho silencio; mmm... siento que la familia cambio mucho
después de eso, que en la mama, en mi mamita hubo, hubo pues una, pues fue un choque
tenaz para ella, yo creo que eso la, la llevo a enfermarse y a morirse; mm... y yo creo que
claro la vida familiar, la vida personal, el asunto de la culpa, cierto... con, con las
personas desaparecidas es una cosa ahí como que, está ahí como presente. Entonces,
entonces sí, yo creo que, como que eso, eso. (E2, 17 de julio de 2014)
7.2.9 Significado atribuido a los victimarios del C.A
Han sido varios los procesos de desmovilización, deserción, y reinserción a la vida social
de los grupos armados; sin embargo, aún se mantiene el control sobre la población y el territorio
en algunas regiones del país, por los disidentes de estos grupos; encontrando un financiamiento
mediante la economía ilegal, evidenciando una organización con la capacidad de desestabilizar
el contexto donde hacen presencia (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2016). Esta realidad
permea todos los ámbitos laborales que giran en torno a la población más vulnerable,
ocasionando cada vez mayor cantidad de víctimas; por lo tanto, el significado atribuido a los
victimarios se vuelve fundamental en esta investigación. Así pues, uno de los relatos expone:
No, no he hecho investigación con victimarios; eh, solamente con víctimas y... por lo que
yo percibo para las víctimas, los victimarios la percepción que tienen de los victimarios
es igual de negativa independientemente del grupo al que pertenezcan; he, porque las
214
consecuencias sobre ellos han sido iguales de negativas independientemente de si el
victimario fue A, B, o C. Entonces creo que si existe una imagen de victimario muy
negativa e incluso, si es el victimario forma parte de la institucionalidad; eh, una cosa,
una anécdota curiosa es que, curiosa por denominarlo de alguna manera pero, pero no,
o por supuesto no es nada agradable; Eh, una anécdota de una niña que entró en un
ataque de pánico cuando vio que el lugar donde se repartían la ayuda humanitaria
entraba un soldado uniformado; eh, porque el recuerdo que tiene esa niña es que a sus
padres los quemaron delante de ella unos uniformados, ese soldado entró a ese sitio
porque se iba a entrar en un proceso de, de la elaboración de libretas militares a las
personas que están desplazadas; pero esa niña para ella ese actor armado
independientemente de que entre comillas sea de los buenos, para ellas de igual de malo
que aquellos que asesinaron, quemaron vivos a sus padres. (E5, 21 de octubre de 2014)
La percepción negativa de los actores armados, alude a la destrucción que han causado en
algunas regiones del país, siendo muchas veces los victimarios de su propio pueblo. Esto se
evidencia en los relatos de las víctimas que cuenta la forma deshumanizadora que convirtió a
las personas en blancos y objetivos de guerra a causa de envidias o viejos conflictos. (Grupo de
Memoria Histórica, 2011), Así pues, la siguiente entrevista expresa el caso de San Carlos:
(…) en San Carlos yo también tengo otra percepción, cierto; en San Carlos hay gente
desmovilizados... y, la gente siente, mucha gente alguna persona siente que esos
desmovilizados no son garantía de confianza, que todavía ellos siguen existiendo cierto
poder; y yo no sé, si es un poder real o es un poder digamos para la gente de, por decirlo
así, como simbólico, cierto; en el sentido de que ellos fueron quienes tuvieron el poder y
215
las armas en algún momento, y entonces la gente siente, y en algún momento también
puede volver a pasar lo mismo, pueden volver a hacer lo mismo; entonces no es un
control real,. Yo nunca he sentido ni he sabido de alguien que este digamos en los
procesos que nosotros hacemos; pero uno si siente que eso que la gente siente, que eso
que la gente piensa de esas que están allá, ahora sin armas pero que siguen ocupando el
territorio, que siguen siendo los comerciantes, los que tienen cierto poder en la vida
económica y política de ese municipio la gente se abstiene, se abstiene, si participa se
abstiene de hablar; si habla, habla pasito, cierto; eso que a veces también nos presentan
del proceso de San Carlos, tiene muchas cosas muy positivas y tiene también muchas
cosas que, en las que se tienen que seguir pues como trabajando porque, porque es muy
fuerte, el miedo de la gente es muy grande, es muy grande, mucho más de San Carlos
donde pasaron unas cosas tan tenaces. (E2, 17 de julio de 2014)
Los habitantes del municipio de San Carlos, han sufrido de cerca el miedo que ha
acarreado las acciones de los actores armados, debido a la simple sospecha de que algo pueda
pasar; así mismo, los desmovilizados han expuesto las múltiples estrategias que derivaban del
miedo como un factor central para infundir terror, intimidación o desplazamiento en la
población (Grupo de Memoria Histórica, 2011). Sin embargo, es necesario tener en cuenta los
procesos que se lleva a cabo con los excombatientes de estos grupos; parte de esas intervenciones
es contado en la siguiente entrevista:
Más que mi punto de vista tiene que ver con lo que me di cuenta. Yo tuve la oportunidad
también no sólo de trabajar con víctimas, sino con victimarios que llaman; de todos los
grupos. También en este, ese tipo de atención psicosocial. Hemos podido aplicar el
216
modelo de atención psicosocial a combatientes de todos los grupos, y entonces he tenido
la oportunidad de, de darme cuenta porque están ahí; naturalmente te hablo de mi
trabajo que ha sido con soldados rasos de los grupos armados, no con los jefes. (…)
cuando ellos llegaban al proceso, estaban llenos como de una coraza, donde ellos
aparecían fuertes y como que nada los conmovía, y cuando se comienza a ver el proceso
de ellos también en esta formación porque ellos al mismo tiempo también se formaban
para trabajar con desmovilizados, ellos también saben quién era; y cuando digo en
medio del proceso, cuando se trabajó el tema de la guerra, lo que es la guerra y las
víctimas empiezan a hablar de lo que ya se habían vivido en la guerra, ellos estaban ahí
en la formación, se mantienen simultáneamente, pues trabajamos unos poquitos en el
proceso desmovilizados, cuando llegan a una actitud ¡muchos, muchos! de ellos
llorando del daño que habían hecho y no se habían dado cuenta, viendo el daño que
habían hecho, cuando pudieron encontrarse con el dolor de las víctimas, dicen que es
eso tan horrible que yo hice, nosotros creíamos que efectivamente, que lo que estábamos
haciendo era por el bien de la gente; hablando del daño que tanto habían hecho, a mí eso
me conmovió poderosamente y después cuando yo se retiraron, cuando terminó el trabajo
que ya los, uno de comandante del grupo, hace mucho que los volvieron a llamar y no
quisieron volverse, y les iban a cobrar multa en Cartagena de Indias, ya ellos estaban
en otra suerte. Entonces, para mí es impresionante hablar con ellos como hizo que
socialmente era como los monstruos de la guerra, como los malosos dijéramos entre
comillas; los horribles, cuando ellos tienen un proceso personal tienen unos cambios que
yo pensaría que son muchos más, son mucho más fuertes que los que hacen las víctimas,
(…) en cambio el dolor de este (refiriéndose a los combatientes), sacan todo lo malo,
217
sacan todo lo malo, sacan con un deseo de cambio, y de volver a esto, esto para mí sería
la única razón. (E4, 30 de agosto de 2014)
Los procesos de reincorporación a la vida social de los combatientes desmovilizados han
demostrados ser exitosos solo en algunos casos efectuados en Urabá y Medellín, bajo reserva de
la opinión pública, lo que ha posibilitado mantener cohesión en la reinserción y el tránsito a la
vida civil de los excombatientes (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2016). Ante este
hecho, se expone la siguiente experiencia en torno a los procesos con actores armados:
jum... claro, de admiración, de confiar en el ser humano, la capacidad de cambio el ser
humano, pero también te cuento; que mi experiencia de tantos años de psicóloga en el
trabajo clínico y cuando la gente logra sentirse entendida y sentir de alguna manera que
no se le juzga, donde no debería haber venga, sino que puede el mismo o ella misma;
pensarse y retomar situaciones no claras para ella, de una manera clara, (…), como si
cómo ser capaz de mirar a través de esto, la capacidad de cambio del ser humano. (…)
Nunca reproche haber trabajado con la gente que quiere o gente, una cosa también por
qué. Otro desmovilizado, era un grupo de desmovilizados que aparecía con actitud
desafiantes ante todo el mundo, la manera de enfrentar, la manera de particular, de esos
que cuando uno lo ve, dan ganas de pellizcarlo porque no se lo aguanta, me producida
una rabia verle la actitud... y yo con esa cabeza, por eso te digo que creo en el ser
humano, sencillo tengo que sobreponerme de esta situación, que generé un ambiente
poco a poco con ellos; cercanía, cercanía, cercanía, hasta que el tipo se enganchó y
empezó a descubrir, descubrir a descubrir lo que él era, y a partir de toda la situación
que había venido mostrando, podemos conversar sobre eso en el cambio de este tipo, fue
muy impresionante en su manera de acercarse, no sólo conmigo sino con todo el
218
mundo; como se reconcilió con la vida. Entonces mira, yo pienso que cuando uno tiene
una situación, una creencia en el otro, cuando el otro aparece como el dijéramos el
adverso; dijéramos el riesgo, sentimos fácilmente por ejemplo el juicio de no culpar
sino de entender, si no cuando el otro se siente entendido la misma persona cambia, eso
tenga la seguridad misma (E4, 30 de agosto de 2014)
Los elementos encontrados a partir de la experiencia relatada en torno a los procesos de
reinserción de excombatientes, permite comprender el lugar que se le da a los victimarios en los
programas de intervención, centrándose en la capacidad de cambio de las personas, mediante el
entendimiento, la seguridad y el no juzgamiento de las acciones realizadas; esto desde una
postura que implique la atención y/o acompañamiento psicológico.
7.2.10 Rol de testigo frente a eventos del conflicto armado
La intervención a víctimas se vuelve más compleja en contextos donde los grupos
ilegales funcionan organizadamente, evidenciando un conflicto armado activo, (C.A.A.). Así
pues, la dinámica de los actores armados puede mezclarse en los proyectos dictados por el
Estado, ONG’S, o entidades que brinden atención, acompañamiento o estén en proceso de
investigación; ocasionando la interrupción o terminación de dichos proyectos. Así mismo, la ética
profesional de las psicólogas y psicólogos se puede ver comprometida a la hora de cumplir los
objetivos. Ante estos hechos uno de los relatos expone:
(…) uno hace parte del conflicto como víctima. victimario y testigo; puede ocupar esos
roles en diferentes momentos, muchas veces uno se vuelve... parte de situaciones donde
tiene la información y no puede, no puede divulgarla por, por seguridad personal, por
seguridad de grupos, por seguridad a otros niveles entonces ahí usted está ocupando un
219
lugar de testigo conocer información, haber presenciado situaciones, haber presenciado
hechos; cuando le dicen hay un retén más adelante uno tiene que decir que no, porque
sabe que si dice que si entonces colabora con esto o colabora con aquellos; y pueden ser
las cosas más mínimas pero generalmente tienen consecuencias uno ahí tiene una
participación. (E1, 8 de julio de 2014)
En el relato anterior evidencia la representación que se ha construido en torno al rol de
testigo, como aquel profesional que no divulga información para resguardar su seguridad por el
inminente peligro de los actores armados; ante este hecho surge la pregunta ¿hasta qué punto la
ética profesional puede llegar a efectuarse en un contexto de C.A.A.? Así pues, en la entrevista se
relata la experiencia
Por ejemplo la comuna seis parte alta, cuando hice parte de, de un proyecto de conflicto
y construcción de paz, estábamos trabajando, con los grupos juveniles y estando en el
Picacho; la comuna seis parte alta, está controlada por los barrios Picacho, Picachito,
mirador del doce, el progreso, el triunfo; en esos barrios habían varias agrupaciones
juveniles, entre ellas torrente verde; había un líder una persona líder del grupo, que era
un joven con el que estaba haciendo la intervención y realizando trabajo, él había sido
víctima le habían matado la familia; la comuna seis parte alta en esa época, eso era
2003, 2004; había mucho, pues estaban todas las milicias todo el procesos de los
paramilitares, pero paramilitares en las, en las comunas manejando el control del
territorio y manejando el control social en los diferentes barrios y comunidades en lo que
llamamos fronteras invisibles, en esa época la comuna seis parte alta toda estaba
dominada por los paramilitares, en ese momento se viene el proceso de desmovilización,
cierto; y ellos entregan armas, se desmovilizan; entonces el gobierno local quiere darle a
220
los, la posibilidad a esos líderes de grupos que; eh, hagan obra, obras sociales, como
parte de su reinserción, cierto; y de que empiecen a generar como un vínculo diferente al
que tenían con las comunidades y con los grupos sociales; o se es decir, hacer parte de
los barrios, de los mismos barrios, pero ya pasan de ser los paramilitares a hacer los que
trabajan en función de los jóvenes y el trabajo comunitario, pues de los grupos juveniles.
Entonces empiezan hacer un trabajo de hagamos actividades con los jóvenes, los jóvenes
se vuelven el centro de interés de estas bandas, que eran bandas pues de paramilitares
pero ahora se vuelven en organizaciones; eh, reconocidas como para trabajar lo social.
Entonces el líder de torrente verde viene a mí me dice que de esos grupos están
proponiendo que por cada joven que vincule y que mande para los llanos le da millón de
pesos; entonces al, él empieza a pensar en su situación económica, en que tiene la novia
embarazada, que él tiene 15 años, que él no va a poder puedes conseguir como recursos
de otra manera, que el grupo le proporciona el mucha satisfacción en términos de lo que
espera lograr pues como a nivel de realización personal, pero que no le da la capacidad
económica para manejar; pues, para la situación que está viviendo; entonces pues, yo
estoy encrucijada y yo necesito, ahí uno se convierte en testigo principalmente porque no
es darle la solución, si no en parte mostrarle opciones para que el joven decida; pero yo
no podía, yo no podía, yo era testigo de una situación que estaba ocurriendo que las
agrupaciones, estos grupos que se había dizque desmovilizado seguían, cooptando a los
jóvenes del barrio, cierto; y cooptando es asociando dinero para mandarlos para los
llanos y haciendo; pues, ellos siguen con sus actividades delictivas, pero ante el gobierno
local estaban solamente haciendo la función social cumpliendo una, una función social.
Entonces en esas situaciones uno como investigador tiene una encrucijada y es porque
usted tiene que o denuncia o, y muchas veces es necesario como mantener cierta
221
confidencialidad respecto a la ética, respecto a los procesos que se maneja como, y que
no lo ocupa directamente; no lo llevan a cumplir el objetivo de la investigación y de la
intervención; entonces ahí vos tenés una encrucijada pero hay que resolverla, cierto.
Como la resolver uno en parte tomando posición y esa posición es ética, es una posición
también; eh, a nivel profesional que hay tomar y en parte denunció porque es mi deber y
con eso me siento bien y dejo pues la investigación, o salgo de la comuna, o salgo del
sitio; pero hay algo que tengo que hacer pues como frente a la situación. (E1, 8 de julio
de 2014)
El Centro Nacional de Memoria Histórica, (2016), expone la persistencia y capacidad de
los grupos paramilitares y pos-desmovilizados para reclutar nuevas generaciones de combatientes
en zonas rurales, urbanas y citadinas, debido a la alta tasa de desplazados que se encuentra
asentados en barrios populares, a causa al conflicto. Así mismo, GMH, (2013), presenta en el
registro y análisis de menores vinculados a los a los grupos ilegales, los motivos de
reclutamiento basados en la mano obra barata, la minería ilegal, y el narcotráfico. Así pues, la
experiencia anterior, implica acciones laborales relatadas a continuación.
Renuncie y salí de la investigación y terminamos con la investigación en la comuna; pues
si fue cosa concertada, pues con los diferentes instituciones en este proceso y con quien
había; quien estaba financiando la investigación que en ese momento; eso se dejan un
informe y se deja por escrito que estos grupos estaban captando las organizaciones
juveniles, y que estaban quitando el protagonismo pues a otros procesos e importantes,
comunitarios, sociales que habían y culturales que había de la comuna; ellos estaban
222
llevando; pues estaban dañando estaban generando caos a nivel de esos procesos. (E1,
8 de julio de 2014)
Las dinámicas de reclutamiento por parte de los actores armados solo evidencian que “los
paramilitares no viven aislados de la realidad colombiana, ni han surgido por imposición
externa, son jugadores del campo construidos históricamente en el que nacen y, a la vez,
contribuyen a conformar” (Koessl, Manfredo, 2015, p. 196), el conflicto. Así pues, el Estado ha
evidenciado la imposibilidad de hacer frente a un modelo de desarrollo desigual y excluyente
que remplace el éxito de la economía ilegal; además se añade la corrupción estatal como la base
del fracaso de los procesos de desmovilización en el país. (Centro Nacional de Memoria
Histórica, 2016)
7.2.11 Cambios del psicólogo en relación con el otro
Las relaciones que se instauran en el área laboral de la intervención a víctimas pueden ser
diversas; además de tener un carácter estático o dinámico, pasivo o activo; esta última puede
verse en los proyectos de tipo político o social, evidenciando mecanismos de comunicación e
intercambio de información de forma individual o situacional que trasciende al campo
interpersonal, o se queda en lo cotidiano; teniendo en cuenta los sistemas culturales de creencias
y las normas sociales que contribuyen al accionar, (Navarro Carrascal, et al., 2012); de un pueblo
o región. En esta medida, se pregunta por los cambios que han tenido las y los psicólogos
entrevistados en el trabajo con víctimas, a lo cual responden:
Mira yo he trabajado Coca-Cola y uno cambia personalmente, psíquicamente. Es decir,
la vida y la historia, yo no creo que las identidades y el psiquismo ser una cosa fija,
223
sino que se van moviendo en la medida que uno va creciendo y va interactuando con la
gente, y con los; entonces la pregunta tiene que ser más específica o cambiar, sí. (…)
Yo no creo que haya, más que generado cambios, he afianzado es convicciones, formas
de ver la vida, formas de sentir, las formas de, de pensarla; eh, yo creo que más que
cambiar, yo he aprendido mucho de la gente, eh aprendió de la solidaridad, de la
resistencia, de la fuerza, eh aprendió de la esperanza que tiene la gente en medio del
horror, y todas esas cosas me enseñan a mí, no sé qué tanto eso ha implicado cambios
en mi forma de ser o no, pienso que son aprendizajes que uno tiene y que lo va
incorporando a su, a su forma de sentir y vivir. (E3, 23 de julio de 2014)
De acuerdo a lo expresado cualquier tipo trabajo implica un cambio personal y psíquico;
en el cual, se establece un aprendizaje del otro, y en este caso en particular, un afianzamiento de
las convicciones que ya se tiene; sin embargo, otra entrevista expone:
(…)uno se ve afectado, somos sujetos de relaciones de, de vínculos y generalmente uno
se afecta en la relación con el otro; el otro siempre, siempre genera una huella y deja
una secuela a nivel personal y yo pienso que, que una de las cosas más duras ha sido la
guerra y la violencia, pues a nivel de, de nuestros países; ver los niños, ver las familias,
ver las condiciones en que vive la gente ,pues cuando está sometida a situaciones de
violencia generalizada y las formas, los retos que no cuentan con recursos, ni psíquicos,
ni emocionales; pues, ni sociales, ni culturales para responder a situaciones que los
desbordan, pues uno ahí si se ve afectado siempre, pues lo toca como a nivel personal y
a nivel emocional y como seres humanos. (…) Ese cambio es de, de lo que hablaba
ahora, pues de lo emocional, la vivencia el ser, la compasión; no sé, a ser más
224
compasiva, a ser más; reconocer en el otro es como esa condición de humana, y eso que
uno también ve que el otro, pues la maldad que puede generar también alguien, en algo;
pues que puede generar la maldad lo que puede generar en alguien, cierto; pues son
cosas que uno; entienden a nivel de la dimensión; pues de esa dimensión de lo humano
que no reconocemos y que pueda hacer tanto daño, entonces en últimas uno se da cuenta
es de, de lo que es capaz del nivel de maldad, que es capaz el ser humano, que no hay
cosa peor que esa, que el ser humano. (E1, 8 de julio de 2014)
Teniendo en cuenta el relato anterior, los seres humanos se ven afectados a nivel
personal y emocional de acuerdo al vínculo establecido con el otro, evidenciando un cambio en
torno a la relación que se instaura entre el profesional y la población victima que lleva a cobo un
proceso de atención y/o acompañamiento. Este cambio es evidenciado de igual manera en los
siguientes apartados:
(…) este contexto ha permitido que me haga más humana eso, la sensibilidad, sin llegar
a la sensiblería, uno puede fortalecerse mucho, tener templanza para trabajar en esos
territorios; pero, creo que mi conexión con lo humano, yo he estado al lado de seres que
me contado horrores y en ellos he visto la humanidad defendiéndose, manteniéndose el
deseo por seguir viviendo, el deseo por seguir saliendo adelante y eso en mí, a mí me ha
generado transformaciones maravillosas; el poder ver también que esto de la profesión
no solamente es un asunto de ser un buen profesional, esto también es una apuesta
política, ética, humana, por la vida, por las comunidades de las que yo hago parte
además, cierto; no es las comunidades haya lejos, no yo también hago parte de ellas. (E6,
24 de noviembre de 2014)
225
(…) un cambio en mi muy grande, es que yo me volví una mujer no violenta; no
solamente a nivel de las ideas, sino en mi vida familiar, personal; yo empleo, yo busco, al
máximo tener un comportamiento de concertación, de diálogo, de expresión, de las
diferencias pero con respeto, y de concertación, y eso en mí, ha cambiado mi vida
tremendamente; y la otra que cambió es mi compromiso real con la sociedad, yo me di
cuenta que si todos fuéramos conscientes y todo lo que nos influimos unos con otros, y
todos nos comprometiéramos con esa, con ese sentir de cómo influimos todos,
siguiéramos activos, para buscar una sociedad mejor, para buscar una sociedad más
justa, más armónica, más equilibrada, más equitativa, entonces yo creo que también y
compromiso con la sociedad ha mejorado pues ha cambiado. (E4, 30 de agosto de 2014)
Otro de los cambios establecidos en los profesionales que trabajan con víctimas, es
referido a su personalidad, desde una posición más humana y menos violenta encontrando una
congruencia entre el compromiso con sociedad y un estilo de vida personal. Así mismo, el
siguiente apartado expone:
Pues yo creo que yo hubiese sido una persona muy diferente si me hubiera dedicado a
otra área, y no es lo mismo ser psicólogo que hace selección de personales en una
empresa, cierto; pues, eh o ser psicólogo clínico que estar inmerso en este campo de
trabajo; yo creo que esto lo conecta a uno, desde la psicología yo siento que le abre a
uno la mirada, sí; incluso que le ayuda a ser menos psicólogo cada vez, y para mi es una
ganancia, sí; mmm... yo creo que le permite a uno entender las cosas que pasan más allá
de esas estructuras teóricas que son muy importantes en la carrera pa’ uno entender y
pa’ uno irse formando digamos como en ese sentido, pero que terminan también
deshumanizando al otro, cierto; y terminan metiendo por allá en unos, en unas
226
categorías, que son muy estrechas, entonces yo siento que, que le abre a uno la mirada
una forma comprensiva digamos como de, de entender lo que le pasa a las personas. Por
otro lado yo si siento que obviamente esto le, eso mismo hace que se cuestione uno
muchas cosas de la psicología, cierto; el tema de la neutralidad, no se puede ser neutral,
yo pienso que con el tema de los derechos humanos no se puede ser neutral, cierto.
Frente a una persona que sufre de esa manera, uno no puede posicionarse como, pues yo,
no, ¡pues no! yo creo que uno cuando trabaja en esto pues, eso lo obliga a uno a
ponerse, a ponerse de un lado, cierto; a ponerse de un lado porque yo no me puedo
quedar de espectador solamente mirando eso y bueno no sé, mmm... no es posible, yo
pienso que en este trabajo no es posible la neutralidad. Entonces eso claro obliga a
cuestionarse muchísimas cosas que le enseñaron a uno en la carrera; la sensibilidad, el
acercarse a la región y al país de otra manera, yo pienso que en el tiempo en el que yo
formada los psicólogos; eh, salíamos y yo no tenía ni idea de lo que estaba pasando, yo
no tenía ninguna explicación; yo no tenía ninguna, ninguna razón que me permitiera
entender que era lo que estaba pasando, yo veía que todo los días se subían personas en
los buses, o venían personas en los buses en los que yo me subían con sus costales, con
sus niños, con sus caras de terror y de tristeza y yo no le daba ninguna; no, yo no me
inquietaba por eso, entonces sentía que era una formación que lo alejaba a uno de la
realidad, y yo siento que, estar en esto también le permite a uno adentrarse y poder
digamos como estar participando de alguna forma de eso que pasa, que es lo que pasa en
el país, y que te sucede a vos y que me sucede a mí, y que le sucede a todo mundo,
entonces yo siento que es una apropiación diferente del territorio y del espacio donde uno
vive. Eh... y bueno de la forma en que uno escucha al otro, y la forma en que yo no sé; yo
si siento que me ha permitido como acercarme a las personas con las que he trabajado de
227
otra manera, que a mí me parece más, que a mí me gusta más; que a mí me gusta más
que como me lo proponían como yo lo aprendí en ese tiempo; yo siento que ha sido un
desaprender muchas cosas muy interesantes, yo siento que es un trabajo que valora
mucho y que me parece que en términos de la construcción de uno como ser humano me
parece que deja mucho cosas, más que, y más que tu como que acercarte a ellos, al
sufrimiento de la gente de esa manera. Si bien es terrible también, yo creo que le permite
a uno sentir al otro de una manera diferente. (…) cuando me preguntas cómo sobre lo
personal yo pienso que, uno a veces nunca dimensiona lo que esto le hace a la vida de
uno, cierto; en todo lo positivo, pero también en todo lo difícil; porque yo sí siento que
un ser un poco más gris más pesimista, con la vida (…) (E2, 17 de julio de 2014)
Navarro Carrascal et al., (2012), exponen el cambio, como un movimiento que se
produce en un conjunto de relaciones específicas, desde una perspectiva histórica, teniendo en
cuenta, “la condición primordial de las relaciones humanas” (p.117), a partir de cualquier
situación que emerja un conflicto que hay que aprender a transformar, sea, cual sea la perspectiva
asumida. Así pues, el cambio alusivo en la entrevista hace referencia a la posición crítica de la
profesión psicológica desde la academia, en torno a la realidad del trabajo con víctimas; sumado
a esto, se encuentran las situaciones que modifican la personalidad de los profesionales en áreas
laborales con población vulnerada y vulnerable.
7.2.12 Retos del psicólogo en la intervención e investigación en el área del C.A.
Naranjo, (2007), presenta una reflexión acerca de los retos que se llevan a cabo en la
intervención, acompañamiento e investigación con individuos, familias y comunidades en
contextos de violencia política, desde la perspectiva psicosocial; encontrando primeramente el
228
consenso entre profesionales y organizaciones, en tanto se evidencia la pertinencia de entender
comportamientos y emociones de las personas en su contexto. Sin embargo, la atención
psicosocial se traduce a talleres, intervenciones individuales, familiares y grupales, donde se
analizan los participantes, de acuerdo a una mirada patologizante, instaurando una etiqueta que
dificulta e in-visibiliza otros aspectos importantes de las víctimas en su contexto; lo que
conlleva a una desresponsabilización del victimario, centrando la atención en el individuo
violentado.
Naranjo, concreta como segundo reto, la posibilidad de ir más allá en la escucha
emocional y el análisis estructural, desarrollando” investigaciones, publicaciones sobre las
experiencias de las víctimas y de los victimarios, focalizadas en comprender los significados que
estos atribuyen a la violencia y la forma como se ha construido en su contexto social.”(p.257),
diferenciando la responsabilidad penal y subjetiva. Así pues, el último reto expuesto, hace
referencia a reconocer, como afecta las labores realizadas de los profesionales en medio de la
violencia, permitiendo identificar imaginarios, representaciones y prejuicios. Así mismo, otros
retos son evidenciados por, GMH, (2013) en relación a la justicia transicional y la superación del
conflicto armado.
Acorde a lo mencionado, se expone el significado de las y los entrevistados en torno a los
retos en el área de psicología en la intervención e investigación del C.A.
(…) Yo pienso que lo principal es que como no hay una, una dinámica dirigida a una
transformación y a un progreso social, sino ¡a una defensa militar! entonces digamos es
muy poca la posibilidad de unir años de cambio que se puede, que se puede esperar, si
229
no cesa realmente las amenazas de la guerra, las posibilidades de generar procesos de
cambio y de transformación real de la gente en los municipios. (E1, 8 de julio de 2014)
GMH, (2013), expone la transformación política en área local y regional, debido al poder
cooptado por grupos paramilitares que van en busca de asumir el poder nacional, evidenciando
grandes cambios en las regiones donde se haya mas agudamente el C.A. por la disputa de
territorios; esto, ha dejado a un lado la posibilidad de cambio por medio de los procesos sociales.
Por otra parte se presenta la lógica de los proyectos de intervención como reto, en el siguiente
apartado:
La lógica de los proyectos normalmente le dicen a uno lo que uno tiene que hacer con la
gente, la lógica del acompañamiento es una lógica en la cual la gente va proponiendo sus
propios proceso y uno se pone al servicio de los procesos de la gente; fíjese ahí, como
profesional trabaje técnicas que apoyan eso, no impone una técnica para cumplir un
objetivo, cuando eso pasa es algo que es exterior a la gente, que llega donde la gente,
que la gente muchas veces ni alcanza digerir y que vuelve simplemente a un papel o a un
producto y usted tiene que entregar que usted tiene que entregar a una entidad y no pasa
nada y la gente sigue igual. (E3, 23 de julio de 2014)
Villa Gómez et al., (2016), expone el fracaso de los programas implementados por el
PAPSIVI, desarrollados por el Ministerio de salud, la UARIV, o entidades encargadas de la
intervención a víctimas, encontrando incoherencias en el tiempo de ejecución y elaboración de
los proyectos, que en muchas ocasiones no tienen una continuidad que genere acciones
230
transformadoras , lo que desemboca en un desgaste físico, afectivo, crisis éticas y de sentido,
para los profesionales que llevan a cabo las intervenciones, además de generar acciones
revictimizantes. Así mismo se evidencia otro desafío, a la hora de hablar de duelos:
yo creo que las secuelas son un montón de duelos que todavía no han sido resueltos por
la gente de los congelados, el caso de la desaparición forzada; yo pienso que es un
asunto muy complejo; es como, es un reto es un imposible para cualquier persona que se
dirige a este asunto, porque son dolores que no cesan, porque no tener la evidencia de un
cadáver y no poder saber qué fue lo que paso y estar todo el tiempo comiéndose la
cabeza, imaginando que le pudo haber pasado, en donde estará, pues como el sufrimiento
de esa persona; y también por el otro lado la esperanza de pensar que tal vez está vivo,
es algo que no le permite a las personas que tenemos familiares desaparecidos como
laborar ese asunto, cierto. (E2, 17 de julio de 2014)
El Centro Nacional de Memoria Histórica, (2014), presenta, las dificultades en Colombia
a la hora de aproximarse a las cifras reales o registros sobre el hecho victimizante de la
desaparición forzada, debido al temor o amenaza de una nueva victimización; así pues, en
términos de justicia, reparación, esclarecimiento de los hechos y verdad, se sobrepone un
problema mayor, como la ausencia legal, asimilación del delito de secuestro simple, la inhibición
en las investigaciones, juzgamientos e invisibilización de las víctimas. Por consiguiente, se
evidencia un desafió a la hora superar el olvido, promover el debate basado en la reflexión de
tiempo pasado y futuro en la sociedad, debido a los abusos políticos y el terror como estrategia
de los actores armados para entorpecer los proceso de transformación social (Centro Nacional de
Memoria Histórica, 2014).Teniendo en cuenta el contexto, el siguiente relato expone:
231
(…) la comisaria de familia es un ente centralizado y bienestar familiar para que opere
como protector de los derechos de la familia, cierto; usted sabe en cuantos municipios
aun en nuestro territorio antioqueño se buscan los armados para que solucionen los
problemas de las parejas, los problemas con los hijos, entonces ahí hay una del armado
ilegal, cierto; que me parece muy compleja porque eso ya es un asunto de mentalidad, y
ahí los que hacemos trabajo psicosocial que no son solo los psicólogos, si no todos los
que trabajamos en las ciencias humanas y sociales tenemos un reto grandísimo, el
Estado colombiano tiene un reto grandísimo, lograr transformar la mentalidad del
colombiano que no lo hace porque sea malo; la señora que llama al armado para que le
ayude con su problemática o conflicto con la vecina no lo hace porque sea mala,. Es
porque ella no ha tenido un referente institucional que le diga tranquila confié en que
nosotros la acompañamos en esa resolución, no, ella ha estado completamente
abandonada y siempre ha visto que es el armado guerrilla, paramilitares o cualquiera
que sea es el que ha venido a poner solución; claro solución desde la violencia, pero
finalmente es por lo menos hacen presencia; entonces eso es gravísimo en este país. (E6,
24 de noviembre de 2014)
El relato evidencia la relación que se ha instaurado entre la población y los actores
armados como mediadores de problemas sociales, debido a la ausencia institucional; en esta
medida surge la siguiente pregunta ¿Hasta qué punto los actores armados han creado una oferta
de dependencia en sociedad, para la resolución de los problemas? Así pues, como es
mencionado se vuelve un reto establecer una dinámica nueva que cambie la mentalidad de la
población y la presencia de la institucionalidad publica en contextos donde los actores armados
232
tienen el poder. Por otra parte se expone un componente fundamental en el C.A.
(…) el conflicto no va cesar hasta que no, la comunidad no se reconozca, pues como;
perdone realmente la situación y, y... y genere una, un proceso de, de reparación
individual y colectivo, cierto. Que la comunidad misma ejerza los procesos, no solo la
política va a la reparación sino que implica que haya una verdadera intención de cambio
y de, y de reparación. Entonces yo creo que las condiciones es que haya intención y
haya actitud desde los, los grupos sociales de poder dar ese paso al postconflicto (…)
pero también implica un reto a nivel profesional como de generar; eh otras, otras formas
de acceder a la población, de recoger los datos, de intervenir de otra manera, cierto. (E1,
8 de julio de 2014)
GMH (2013), expone la indiferencia de muchos ciudadanos ante los hechos que han
cobrado millares de víctimas, como si fuera un asunto ajeno a su realidad; así pues, pareciera que
se “requiere la condición de parte directamente afectada, interesada, para que el tema de las
responsabilidades frente al conflicto desencadene la acción colectiva.”(p.14). De esta manera, la
participación de la ciudadanía se hace fundamental en la operatividad de los procesos de
reparación, estableciendo un nuevo reto en las dinámicas sociales. Ante este hecho uno de los
relatos expone:
¿Que ha acarreado? Pues yo creo que, que la dificultad, que el trabajo se hace más
difícil, que... que la gente no confía, que la gente tiene miedo que, que las personas...
mm... mantienen también el representante digamos en el trabajo del Estado, que ellos
mantiene la desconfianza pues como, que digamos superar la desconfianza y la
233
ilegitimidad que el gobierno digamos ha; aunque yo pienso que eso ha cambiado mucho,
pues como, que ha tenido durante todo este tiempo es complejo, y bueno y yo creo
también la seguridad; aunque yo creo que también la seguridad, aunque yo creo que
pues que ahora el oriente antioqueño no, pues como que no tiene el grado de peligrosidad
que pudo haber tenido hace 10 o 15 años para las personas que estamos trabajando;
entonces yo siento que si es difícil, es difícil porque, porque... pues porque los actos de
alguna forma, los actores armados siguen de alguna forma la gente sigue comiendo, de
alguna forma la gente siente que lo que decimos no es cierto; pues, yo creo que lograr la
confianza en un ambiente donde todavía hay peligro, hay presencia de ellos, y ellos tiene
cierto dominio sobre los territorios es complejo. (E2, 17 de julio de 2014)
Las acciones de agresión que han traído consigo los actores armados han causado daños
socioculturales a la población colombiana, a esto se le suma: la precariedad democrática, la
desigualdad, la corrupción, el racismo, la pobreza, la exclusión y la desconfianza en las entidades
que alimentan la noción de fuerza por la vía de las armas, como la única manera de obtener
derechos y mejorar condiciones económicas; de esta manera la población experimenta la
sensación de constante amenaza, vulnerabilidad, inseguridad, desconfianza y aislamiento, lo que
modifica las relaciones comunitarias y familiares (GMH, 2013). Así pues, trabajar con víctimas
en medio de la desconfianza e ilegitimidad que han tenido el proceso de reparación llevados a
cabo por el Estado, dificulta, una posible intervención ética; más aún, cuando existe la presencia
de los actores armados en el territorio, imposibilitando trabajar sobre temas de derechos
humanos. Relacionado a lo anterior, el siguiente relato expone:
234
Yo estoy en una paradoja... por un lado destacó que el discurso de los derechos
humanos se enfrenta una impotencia, que no alcanza, que a veces pone en peligro a las
comunidades, que a veces se convierte en un discurso retórico. Sin embargo a mí me
queda otra opción que apostarle a eso. (…) (E7, 4 de diciembre de 2014)
A partir de lo mencionado, el trabajo de los profesionales se puede ver obstaculizado
comprometiendo o colocando en peligro a la comunidad que se interviene. Por otra parte, el
siguiente relato expone:
El narcotráfico y un personaje como Pablo Escobar... cuando aparece la pregunta por
el conflicto armado ese personaje siempre aparece, es como un cruce de caminos, sí;
parte de la estructura que este hombre que construyó aún pervive, sí; y el narcotráfico me
parece que ha sido un tema, ha sido uno de los continuos, tal vez el más importante del
conflicto armado, ha contribuido a que se exacerben (…) El tramo por ejemplo se
exacerba y es donde lo imaginario predomina y lo simbólico no alcanza a regular esas
imágenes, pero lo social que tiene esta misma estructura yo no sé si… porque al menos
en Medellín era muy evidente habían panópticos, sí; habían como las garitas, los
balcones y las terrazas funcionan como garitas, y esa mirada invisible en algunas
ocasiones, los gatos tiene nombre explícito, y digamos que estamos en la relación
imaginaria, quien mira y quienes miran; eso tenía un efecto regulador, pero un efecto
regulador eh, como te digo yo; feroz, oscuro por tu facha, porque eras alguien extraño
para el territorio, eso era suficiente para, para digamos ser expulsado de las zona, a eso
sumándole que hay una; pasamos del como del mapa político administrativo, al mapa
235
imaginario, es como una construcción es complicado del territorio; las barreras
imaginarias (… ) (E7, 4 de diciembre de 2014)
CARACOL RADIO MEDELLIN, (2017), expone, la dificultad que se ha presentado en
torno la movilización de los ciudadanos debido a las fronteras invisibles, en algunos sectores de
Medellín, donde solo tiene acceso los miembros de bandas criminales o combos delincuenciales
que desarrollan actividades económicas ilegales como la venta de estupefacientes, control para la
extorsión, explotación de los NNA y explotación sexual, entre otros. En esta medida surge la
pregunta: ¿Cómo trabajar en el tema de Derechos Humanos cuando el territorio esta cooptado por
bandas criminales (BACRIM), que tienen a la población en constante vigilancia? Ante estos
hechos, el siguiente apartado presenta:
Velos, muchas formas de represión, ahora hablamos de, de esos juegos gramaticales tan
perversos que contribuyen, no a desgarrar el velo sino a darle consistencia, (…) nos
encontramos que las Bacrim tienen la misma estructura. La verdad tiene que enfrentarse a
esos versos, a desgarrarlos y las consecuencias de eso, yo no sé calcularlas; yo no sé en qué
consecuencias pueda traer... si, cuando te digo no sé qué consecuencias tenga es, hay un
poder en la oscuridad; ahora que hablaba y la de la ferocidad del Estado. Hay agentes de
esa oscuridad que están dispuestos a proteger ese velo; yo temo, que la exigencia por la
verdad genere, saque a esos personajes de la oscuridad, que además no sé si esa expresión
sea la correcta, San Carlos como si estuvieran por ahí vacacionando, estacionados; están
ahí moviéndose, pero creo que tenemos que exigir verdad, tenemos que insistir, persistir y no
desistir con el tema de la verdad. (…) (E7, 4 de diciembre de 2014)
236
7.3 Posconflicto
Márquez, (2014) citando a Fride, (2008), expone el postconflicto como el “periodo de
tiempo en el cual las hostilidades del pasado se han reducido a un nivel necesario para que las
actividades de reintegración y rehabilitación se puedan iniciar” (Fride, 2008, P. 1-2). Así pues,
el termino postconflicto refiere un cese de violencia, un acuerdo de armisticio entre las partes de
conflicto, el restablecimiento de la paz, el retorno de los desplazados, un proceso de
reintegración, recuperación de la política y un emprendimiento económico (Márquez, 2014). A
esto se le suma el cumplimiento de las medidas de reparación integral que establece la ley 1448,
nombradas como: restitución, indemnización, rehabilitación, medidas de satisfacción y garantías
de no repetición.
Sin embargo, no siempre se visualiza la distinción entre conflicto y postconflicto, ya que
del primero no se tiene la seguridad de que haya terminado totalmente; por tal razón, existe la
probabilidad de que el conflicto vuelva a resurgir finalizando con hostilidades, así pues, un
escenario de postconflicto debe ser manejado adecuadamente o se vuelve potencialmente
peligroso (Márquez, 2014). De esta manera se busca abordar lo más integrada o completamente
posible el tema de postconflicto; a partir de los relatos encontrados en las entrevistas.
El capítulo propuesto como “Postconflicto”, se encuentra dividido, a raíz de su extensión
en las siguientes subcategorías o subcapítulos: Reparación económica a las víctimas (Reparación
administrativa), Investigación sobre C.A., y víctimas, dinámicas de las víctimas en los procesos
de reparación y postconflicto, actores responsables de la intervención a víctimas, tipos de
violencia e intervención, desarrollo de un posible postconflicto, significados atribuidos a los
procesos de postconflicto.
237
Grafico 3: Postconflicto
Fuente. Elaboración propia – realizado en el programa atlas ti
7.3.1 Reparación económica a las víctimas. (Reparación administrativa)
La ley 1448 y El decreto 1290 de 2008, establece que el Estado reconocerá y pagara a las
víctimas o a los beneficiarios, a título de indemnización administrativa; los derechos
fundamentales que han sido violados; así pues, de acuerdo el hecho victimizante se adquirirá la
suma de dinero a entregar a la persona vulnerada. Ante esta medida de reparación se han creado
representaciones y o significados encontrados en los relatos, los cuales son expuestos de la
siguiente manera:
(…) yo creo que la forma en que el Estado hace la atención; si bien hay muchas cosas
que han mejorado yo creo que es una forma que ha, como que ha pervertido, la... yo no
238
sé, pues como que ha degradado ese trabajo; como que en algunos sentidos ha hecho por
acceder un bien tal vez han cometido muchos errores; eh… yo creo que es como te decía
ahorita un acompañamiento o una atención paternalista, yo creo que; eh... mmm... no ha
favorecido, aunque esta es la demanda de la gente, cierto; lo que uno ve pues que se ha
centrado mucho en el tema de la atención en lo económico y que eso a, digamos como...
hecho que la gente piense que la reparación es lo económico, sí. Y que haya desvirtuado;
claro que eso es de otras medidas de reparación que son fundamentales para no pensar
en un país que se reconcilie y que avances en la paz (…) (E2, 17 de julio de 2014)
Villa Gómez y Insuasty Rodríguez, (2015), exponen, la lógica asistencialista del Estado o
entidades gubernamentales que brindan la atención a víctimas del C.A. desde una posición
asistencialista que se centra mayormente en la indemnización, dejando en un segundo plano el
tema de restitución; esto, evidencia una gran falencia en términos afectivos, sociales, y materiales
que no responden al daño causado. Así mismo, los autores presentan experiencias
revictimizantes cuando no se toma en cuenta la complejidad del contexto, la realidad psicosocial,
sentidos y valores que podría representar la indemnización administrativa; de tal manera que, el
Estado no ha acaparado las necesidades de la población vulnerada. Ante este hecho uno de los
relatos expone:
(…) es una atención a veces muy revictimizante, muy revictimizante en el sentido de que
no reconocen la dignidad del otro, que no reconocen su potencialidad en que los ve
solamente con la mano estirada, y por eso es que haya mucha gente con la mano estirada
esperando la indemnización, hay mucha gente; y toda la gente se va a preguntar es por
indemnización económica; pero es que el gobierno se ha encargado de eso; osa el
239
gobierno ha presentado la reparación como la reparación económica entonces eso es lo
que tiene, cierto; y la gente a demás tiene un montón de necesidades, cierto; hay gente
que nuca ha tenido esa cantidad de dinero, que es una chichigua, pero es una cantidad de
dinero para una persona del campo , entonces claro, la gente con unas necesidades
básicas insatisfechas que nunca ha tenido la posibilidad de tener algo más; el Estado,
entonces la gente lo ve como una ayuda; ni siquiera como la indemnización, la ayuda del
gobierno, sí; entonces eso despolitiza, despolitiza el ejercicio de la reparación, cierto; la
gente no lo siente como un asunto que está ayudando a reparar eso que ella perdió; si no,
una ayudita del gobierno; si, en ese sentido, por eso digo que la reparación entonces se
está haciendo el Gob… (Gobierno), no va a tener los aspectos que se necesita que tenga,
por si eso no se le da un lugar diferente, pues simplemente la gente va a pensar; no el
gobierno es muy bueno y le dio esta platica, y no yo estoy siendo reparado por algo que
no me debió de haber pasado, sí. Y el gobierno está de alguno forma, pues como
reconociendo su responsabilidad así sea una chichigua, pero si no se le da lugar eso no,
eso no va hacer más que una plata, ahí que llego de buena suerte. (…) Entonces yo sí
creo que; pues que no es lo mismo hace 6 años que no había ley de víctimas y ahora hay
una ley de víctimas; yo sí creo que hay una diferencia y que ha sido mucha la gente que
económicamente se ha reparado, que ha reparado el gobierno, cierto; y que han habido
programas que se han creado para eso ¿qué tan efectivos son? Eso es otro asunto,
cierto. Que tan efectivos es ese dinero cuando na hay verdad, no hay justicia, no hay
reparación eso es otro asunto; que tan efectivo es ese dinero cuando la gente tiene esos
duelos ahí, viene el Estado, viene y le dicen: mire esto para que... pues yo creo que, que
tal vez hay, haya necesidad de hacerlo diferente para que eso tenga una significación
diferente en las personas, porque yo he entregaba esa indemnización; y eso lo que hacía
240
era abrir unas heridas tremendas y eso es lo que hacía también era un poco como...
mmm, entrar, en que la familia entrara en conflicto por unos pesos, y también el monto
que da el gobierno también lo que hacía era sentir, hacer sentir a la gente que eso es lo
que valen mi hijo, cierto; pues como, es muy tenaz; pero sí que han habido avances yo
creo que es necesario reconocerlo, yo siento que es necesario reconocerlo; porque,
porque hace mucho tiempo estábamos luchando por una ley que reconociera, ahora la
hay. Pues ya, ya otros dirán que tan efectiva sean, ya las víctimas en algún momento
tendrán que decir, esto sirvió, esto no sirvió pues pero si lo hacen. (E2, 17 de julio de
2014)
En el relato anterior se evidencia la lógica intervencionista que ha creado el Estado, en
los procesos de reparación en torno a la población afectada por el C.A. Así mismo, Villa Gómez
y Insuasty Rodríguez, (2015), explican la relación que se ha instaurado con la indemnización;
siendo está, insuficiente para compensar lo perdido; además de percibirse como una acción poco
reparadora, que no cuenta con un acompañamiento y/o “acciones integrales que posibiliten la
reconstrucción de la vida social y el proyecto de vida de las personas” (p.169). Por tal razón, la
reparación administrativa es representada por las víctimas como “caridad” o “receptores de
una ayuda” (p.167) por parte del Estado, siendo una responsabilidad de estos. Acorde a lo dicho,
el siguiente apartado menciona:
(…) la reparación no solamente es lo que consideramos reparación administrativa, que
tiene que ver con el dinero, que reciben las víctimas; valga la pena aclarar que no
reciben ese dinero para pagarle a sus familiares lo que muchas creen, no ese dinero, es
un dinero por, de hecho el nombre lo clarifica, es reparación administrativa, repara los
241
gastos administrativos que la familia ha tenido o ha incurrido a partir de la
victimización; la pérdida del dinero que ese ser querido que fue asesinado o
desaparecido ingresaba a la familia, creo que esas claridades técnicas ayuden mucha a
que las personas superen muchos asuntos emocionales, estas mujeres por ejemplo aquí en
la Unión decían no queremos recibir la plata porque es que no nos queremos comer a
nuestros hijos y no nos queremos comer a nuestros esposos, a nosotros no nos van a
pagar esos seres queridos con dinero, cuando técnicamente se les explica y ¡esto es real
así esta!, eh... técnicamente fundamentado cuando ellas lo entienden perfectamente,
asumieron ese derecho a recibir ese dinero sin miedo, porque ya sabían que nadie les
estaba intentando pagar a sus seres queridos, porque nunca nadie se los puede pagar y
que tampoco se pretendía con ese dinero silenciar su dolor, porque tampoco es posible,
que era un derecho que tenía por las pérdidas económicas que implica perder un ser
querido, cierto (…) (E5, 21 de octubre de 2014)
La reparación centrada únicamente en lo material implica efectos perjudiciales en la
población vulnerada que manifiesta humillación a la hora de recibir dinero, incrementando
sentimientos de culpa, baja autoestima y desconfianza, lo que impacta negativamente la
identidad, formas de relacionarse, la dinámica social, económica, y la vida cotidiana de la
comunidad. Así pues, la restitución de bienes, tierra, y la posibilidad de trabajar supera las
condiciones de vulnerabilidad y de vida; lo cual, se torna más restaurativo que el dinero de la
indemnización. (Villa Gómez y Insuasty Rodríguez, 2015)
7.3.2 Investigación sobre C.A., y victimas
El Centro de Memoria Histórica, expone una extensa colección de investigaciones
académicas realizadas en torno a la guerra y la paz en Colombia, con el ánimo de realizar
242
pedagogía social a personas que muchas veces ignora, desconoce y/o justifica la tragedia (GMH,
2013). Así mismo, se ha desarrollado gran producción científica en las ciencias sociales y
humanas en el país, alrededor del tema de la violencia, permitiendo reflexionar acerca de las
problemáticas contextuales que se presentan (Blair, 2012). Este subcapítulo pretende abarcar una
pequeña parte que permita conocer la perspectiva de las psicólogas y psicólogos entrevistados
en el tema de investigación en el C.A. y la atención y/o acompañamiento a víctimas; así pues,
uno de los relatos menciona:
En estos últimos años existen mayor financiación para hacerlo, pero financiación en el
sentido de que las políticas de la institucionalidad le puede interesar es decir, digamos
como... no me acuerdo cuantos años, pero cuando hubo el proceso de reinserción o de la
posible reinserción por parte de los paramilitares se buscaba que se hiciera investigación
en reinserción tanto de niños, jóvenes, y personas militares, ahora la financiación está de
cara a lo que la reconciliación, o sea que, qué depende mucho de la agenda política que
haya la financiación para hacer investigación pero no necesariamente esa agenda
política y pública obedece a necesidades reales de los procesos sociales, entonces creo
que hemos cometido errores en cuanto a esas formas de financiar, aquello lo que se
supone, sobre lo que se supone que deberíamos de investigar, es ahí. (E5, 21 de octubre
de 2014)
Como es mencionado en el relato, la inversión en los procesos de investigación parte de la
relación que hay en la institucionalidad política y los procesos que se llevan a cabo en torno a
eventos contextuales, como la desmovilización de las AUC, los diálogos exploratorios con el
ELN, costos y consecuencias de la guerra, número de víctimas; entre otros, y últimamente los
243
Acuerdos de Paz con las FARC, en la Habana Cuba. Por otra parte se encuentra el monto
económico destinado en planes de desarrollo nacional, departamental y municipal para abordar
el problema del C.A., y en el caso de la intervención a víctimas se haya los Planes de acción
Territorial, (PAT).
Así pues, surge la pregunta por la investigación en los temas abordados en las
universidades nacionales, a lo cual, una de las entrevistas responde:
Ah bueno en las universidades es muy incipiente, lo sabemos apenas está como el tema;
apenas es, se está legitimando ahora hace tres años entonces se viene investigando cada
vez más, en la Universidad. Yo trabajo que en la Universidad (…) se vienen haciéndose
investigación muy interesantes y tiene una línea de investigación de las violencias;
entonces ahí se viene haciendo un trabajo interesante yo personalmente participó de un
grupo de acompañamiento a practicantes que se llama práctica integrativa y esa práctica
vincula el ejercicio de la práctica en acompañamiento psicosocial a personas víctimas en
diferentes instituciones, cierto; pero como es integrativa, integra el trabajo de grado, que
es investigación, cierto; con que, con diferentes temas como la resiliencia la resistencia,
el arte al servicio de esas resistencias, como el malestar ético de los profesionales, son
varios temas que se están investigando dentro de la Universidad y en el Estado ahora
también, el Estado se viene vinculando un poco desde, con la academia de estas
investigaciones; por ejemplo, algunas que están haciendo con convenios con la alcaldía
de Medellín, con gobernación, cierto; pero es muy poco, es muy poco, creo que pero
también es por cultura; nosotros en Colombia no tenemos cultura investigativa, entonces
244
también nos hace falta ahí, generar procesos de investigación. (E6, 24 de noviembre de
2014)
De acuerdo a lo expresado, hay una gran falencia en el área de investigativa en los temas
expuestos por parte de la academia; sin embargo, la postura integrativa del Estado y las
universidades puede ser una opción para la búsqueda de soluciones en los temas trabajados,
permitiendo abordar mejor los fenómenos de violencia, siempre y cuando los procesos realizados
se elaboren desde una postura ética y no desde una posición asistencialista como se ha
mencionado en anteriores relatos. Por último, en el área investigativa uno de las entrevistas
señala:
Ahí si me tocaría responderte desde mi terreno, yo trabajo para el Estado como
contratista. En todos los lugares en que he estado alcaldía de Medellín, gobernación de
Antioquía con Secretaría de gobierno y gobernación de Antioquía ahora con seccional
de salud yo he pedido lo mismo; venga hagamos una pausa del camino y por lómenos un
staff psicosocial, a preguntarnos qué estamos haciendo para no estar sometidos al
imperativo de la intervención, entonces eso yo tanteo con el propósito de que
investiguemos, cierto;(…) venga para que hagamos con los intereses algo importante y
no traguemos entero e introduzcamos, creamos, vamos crear y a creer en este cuento,
no hay eco ni desde lo administrativo, totalmente tampoco es del Estado, eso es muy
lamentable y eso envejece el deseo de reducirse en burócrata, que maneja bases de datos
los de Excel, redactar actas. (E7, 4 de diciembre de 2014)
El relato expone una posición crítica frente a los procesos que se llevan a cabo en el
marco de la intervención a víctimas sobre el ¿qué se hace? y ¿Cómo se está realizando? los
245
proyectos de atención por parte del Estado, evidenciando la necesidad de investigar sobre como
abordan los profesionales problemáticas contextuales. En esta medida, Gómez (2012), expone
el incremento de proyectos de apoyo psicosocial después del decreto 1290 de 2008,(reparación
administrativa), y la ley 1448 del 2011, sin tener en cuenta los enfoques, marcos de acción y
formación de los profesionales para el trabajo con víctimas de violencia sociopolítica, lo que
puede ocasionar una revictimización, que es evidenciada en la población que queda con una serie
de trastornos o rótulos patológicos; mientras el Estado desde una posición cómoda manifiesta
una reparación realizada.
7.3.3 Dinámica de las víctimas en los procesos de reparación y postconflicto
Según, MINSALUD, IETS, (2017), las medidas de asistencia a víctimas incluyen
derechos políticos, sociales, económicos y culturares; así mismo, los procesos de reparación
integral comprenden: restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantías de no
repetición. De esta manera, la población vulnerada puede acceder a una o varias medidas y
procesos de acuerdo al hecho victimizante; con el ánimo de favorecer la recuperación de los
daños psicosociales individuales, familiares y en la comunidad, respetando el marco social y
cultural con su respectivo enfoque diferencial; así pues, personas con discapacidad, NNA,
jóvenes, personas adultas mayores; mujeres, hombres, personas con identidades de género y
orientaciones sexuales no hegemónicas; y grupos étnicos, pueden reclamar y hacer parte de las
medidas de asistencia. Sin embargo, surge la pregunta por ¿Cuál es la actitud o las dinámicas
que llevan a cabo las victimas dentro de los procesos de reparación y postconflicto? Con el
ánimo de responder a esta pregunta las y los entrevistados exponen:
246
Hay comunidades que se comprometen mucho con los procesos, y hay otros que no. Pues
eso depende los grupos sociales, de los individuos, de los procesos de cada, de cada una
de las vivencias, como cada uno ha enfrentado la situación; como dice San Carlos, es una
experiencia significativa pero hay otros que son, no les interesa nada de eso o se vuelve
ya, son comunidades sobre intervenidas, son comunidades en lo que el agotamiento de la
base social y cuando hay agotamiento de la base social de tanta intervención, pues no
hay interés tampoco, las comunidades se vuelven apáticas en diferentes frente a los
procesos, porque todos vuelven a repetirle lo mismo. (E1, 8 de julio de 2014)
Según lo expuesto, se evidencia una posición de indiferencia y otra compromiso dentro de
las comunidades, evidenciando el problema de la sobre-intervención; el cual; se evidencia con
Villa Gómez y Insuasty Rodríguez, (2015), quienes exponen el malestar generado por los
procesos de reparación debido a las inconsistencia en las bases de datos, falta de articulación
institucional, población sin atención, o sobre intervenida como es mencionado, y problemas de
organizacionales que hacen del discurso institucional incoherente, lo que genera la pérdida de
credibilidad. En esta medida, uno de los relatos menciona la relación que tiene el Estado con el
proceso de víctimas:
(…) A no, es que sin el Estad, ósea inicia con las víctimas, porque las víctimas
reconocen su... bueno reconocer la importancia de que ellos, desde lo subjetivo dan paso
a esa reparación, pero si no hubiera tampoco una parte del Estado, donde se genera un
aval y un apoyo a esos procesos y a esas intenciones que surgen desde, también pueden
247
no, no suceder por qué ha ocurrido también experiencias negativas con relación a las,
al aspecto del Estado(…) (E1, 8 de julio de 2014)
La participación de víctimas en los procesos de reconstrucción de la memoria histórica es
parte fundamental en diferentes niveles territoriales, sectores públicos y privados, que permitan
contribuir a la no repetición con iniciativas nacionales e internacionales. (Centro Nacional de
Memoria Histórica, 2015.), Así pues la siguiente entrevista hace referencia a los deseos de las
victimas
(…)las victimas quieren verdad, quieren especialmente las víctimas de casos de
desaparición forzada quieren saber la verdad de lo que ha pasado, las victimas quieren
justicia y yo no sé necesariamente una justicia punitiva o que puedan haber otras formas
en las que la gente sienta que el victimario, se compromete con un cambio; pues como
que tiene una función social por eso que hizo, que no quede como si nada; yo creo que
las victimas quieren un, un , pues reconocimiento que su sufrimiento digamos como que
sea, sea como sea reconocido, ciertos; no solamente como estos como piden, como
pobre; si no que... digamos, que eso como que tenga una dignidad igual que la dignidad
de sus familiares cierto; que esto, que las víctimas no terminen siendo acosadas como de
culpables de esos que les paso; Yo creo que eso, y entonces eso también implica un
asunto económico, un reconocimiento es también una obligación del Estado a decir, ve
es que si ese muchacho estuviera vivo tendría 25 años; o tendría 35 años y hubiera tenido
una familia hubiera podido estudiar o fuera un campesino, que se yo; y es que viene
también un valor económico, eso que dejo de hacer, eso que dejo de percibir, eso también
tiene un costo. Entonces yo no creo que sea solamente el dinero por el dinero; yo creo
que detrás de eso hay como una ansiedad de otra cosa, que la gente no ha reconocido que
248
hay por qué no se le ha dado, y entonces termina como significándose en lo económico
que es como lo más; como lo que está a la mano; cierto y obviamente por unas
circunstancias de pobreza por que la gran mayoría de la víctimas de este país; yo creo
que el 80 % es gente pobre, es campesina, es gente que está en una situación económica
muy difícil; y claro es eso, pero yo siento que dé tras de eso también hay otras cosas yo
pienso que no se puede como, pues como rebajar o leer a las víctimas simplemente como
unas aprovechadas de una situación, pues como social que hay ahorita, o política, con el
tema de la ley de victimas (E2, 17 de julio de 2014)
La verdad como derecho determina quienes son los responsables de cometer, encubrir y
apoyar los hechos victimizaste; de esta manera, las victimas exigen claridad, con el ánimo de
conservar la memoria histórica (Bedoya, 2009). Así pues, la representación de la escena social
en ámbitos institucionales y normativos, constituye la necesidad de expandir una mirada que
reconozca el sufrimiento, no como daños colaterales de la guerra, sino, desde una posición que
alcance procesos sociales, políticos e identificables en la sociedad, que permita reconocer,
visibilizar, dignificar, humanizar el dolor y la indignación de la población vulnerada
(GMH.2013). Así pues la siguiente entrevista relata:
(…) si yo le preguntaron una víctima que quiere, lo primero que te dice es que me digan
dónde está el muerto, o por si lo mataron; pues la verdad, lo que más les importa a las
víctimas es la verdad; quizás es, y porque, le pasó lo que le pasó, con su hijo; porque
tampoco lo social no, no lo logra vislumbrar, sino a mí lo que me pasó, porque me pasó.
Yo hice la investigación sobre el ser y el hacer de la mujer madre que vive en zona de
conflicto armado; y tuve la oportunidad en investigación de entender que quieren las
víctimas. Las víctimas lo que les interesa, las víctimas creen que la guerra empezó
249
cuando ellos les afectó; la guerra, la mayoría de las víctimas no tienen la conciencia de,
social de que les pasó a la sociedad; ni eso les interesa mucho, si no a mi hijo, o a mi
mujer, por mi pareja; porque me lo mataron, y quien me lo mató, y de qué manera me lo
mató y por qué; eso lo primero que quiero una víctima para ver lo que pasó a ella,
porque le pasó... eh interesa mucho, la atención psicosocial, a las víctimas de volver a
restablecer su propio ser, les importa mucho; eh, les importa recuperar de alguna
manera la forma de vida que tenían antes de la guerra, tener su finquita, tener su casita, y
gozar de alguna manera de la vida familiar que gozaba; y no como víctima directa, eso
es lo que quieren. (E4, 30 de agosto de 2014)
De acuerdo a los derechos constitucionales de las víctimas, el efecto y alcance de la
reparación debe ser, de manera integral y armónica por los daños ocasionados, alimentados por
el principio de respeto, dignidad humana, justica, verdad, y garantías de no repetición; (Bedoya,
2009), además de cumplir con las medidas de restitución, indemnización, rehabilitación, y
satisfacción estipuladas en la ley. Por otra parte se encuentra otro componente fundamental en
los procesos de atención y/o acompañamiento, relacionado con el deseo de las víctimas
encontrado en las siguientes entrevistas:
(…) ser escuchadas, precisamente por eso nosotros tenemos que estar dispuestos a
escuchar, cierto; ser escuchadas mira, y ser escuchadas es el primer principio, porque;
porque muchas veces les llevamos soluciones que no son las que ellos nos han dicho.
Entonces como no escuchamos no sabemos realmente cómo atenderlos, entonces muchas
veces estamos buscando soluciones jurídicas, para personas que están diciendo no es que
para mí lo jurídico no es tan importante como el tema del dolor que tengo, o al revés
estamos llevándole soluciones de orden psicológico, psicoterapéutico a personas que
250
están necesitando una respuesta jurídica, entonces lo que ellas quieran también es que
las escuchemos, primero para poderlas atender adecuadamente; escucharlas primero. Y
segundo que ellas puedan construir su propia memoria, porque la historia que se ha
construido en este país sobre lo que llamamos conflicto armado es la historia oficial, no
en la historia de ellos y ellas, ellos quieren tener un lugar real en la memoria, su versión,
no podemos decir que la versión de las víctimas entonces es la verdadera y única
tampoco, pero que su versión si se ha tenido en cuenta, que su versión la conozca la
sociedad, que su historia se ha tenido en cuenta, cierto; y finalmente yo también lo he
escuchado de ellas, ellos necesitan la justicia, necesitan la justicia, están dispuestos a
ceder en muchas cosas. (E6, 24 de noviembre de 2014)
Mm... Yo creo que las víctimas quieren ser escuchadas, ser reparadas, ser creídas, ser
consideradas como, como ciudadanas y ciudadanos de pleno derecho; eh, y que no esté
buscando simplemente un, un auxilio económico o un auxilio material; sino más bien un,
una compensación espiritual por sus pérdidas tanto humanas como materiales y por la
pérdida de su propia dignidad a través de las acciones de los actores armados. (…) Pues
yo creo que lo más sobresaliente es el elevadísimo nivel de gratitud que, que tienen las
personas simplemente por ser escuchadas, entonces sin ser un propósito de mi
investigación en muchas oportunidades, mm escuchaba la narraciones de relatos de vida
que esas personas no habían podido expresar en otros momentos y por parte de ellas yo
sentía, y ellos verbalizado una enorme gratitud por haber tenido la oportunidad de ser
escuchadas y ser escuchadas sin ningún deseo de, de sin ningún enjuiciamiento, sin
ninguna crítica, sin ningún, sin ningún propósito, más que, que simplemente escuchar la
verdad de alguien, sin intentar cambiar esa verdad, sin intentan transformarla, entonces
251
yo creo que lo más sobresaliente para mí ha sido esa gratitud por parte de las víctimas,
de ese deseo de colaboración, ese en muchos casos también me ha sorprendido mucho
que, que yo suponía que iban a existir niveles más elevados de, de deseos de venganza,
pero todo lo contrario, que para mí fue sorprendente escuchar que el ruego de la mayoría
de las víctimas iban la dirección de que se acabara el conflicto y la confrontación y no
que se consiguieran acabar con aquellos que fueron sus victimarios, sino que se acabara
la situación de conflicto, no pretendían que el ejército llegara al pueblo para matar a
aquellos que les desplazaron y que supuestamente eran guerrilleros no , o sea todo lo
contrario de lo que pretendían era que todas las situaciones que generaban
enfrentamientos se diluyeran y se acabara, para mí fue sorprendente ver que existían
unos, unos, unos sentimientos de cara a que se transformaran la situación de conflicto
violento en una situación distinta pero sin un deseo de venganza de cara a aquellos que
les hicieron, que les hicieron daño. (E5, 21 de octubre de 2014)
A partir de los relatos, Gómez, (2013), expone la importancia de la escucha en la
trasformación subjetiva de las víctimas; la cual, implica la validación de los testimonios,
memorias, entendimiento, acogimiento en escenarios sociales y reconocimiento público; lo que
ha evidenciado una transformación vital en personas que hacen parte de los procesos
psicosociales; sin ser patologizados o rotulados en un caso clínico. Así pues, la escucha se
vuelve en parte fundamental de la atención y/o acompañamiento a víctimas del C.A. Acorde a lo
dicho uno de los relatos menciona:
Que las dejen en paz, que no las manoseen usando, y que realmente puedan vivir en paz,
y que puedan construir su futuro de una manera distinta, la mejor reparación es la no
repetición, ¿qué quiere la gente? quiere que no haya más grupos armados en el pueblo
252
camuflados o no camuflados, de civil o de; que puedan vivir construir proyectos de vida
con dignidad; lo demás son pendejadas, lo demás son pañitos de agua tibia, lo que
posibilitan estar (...) actos y proyectos colectivos de dignificación, de conciencia de vida,
donde pueda vivir, comer, dar una educación digna a sus hijos a la gente que vive en
comunidad. (E3, 23 de julio de 2014)
7.3.4 Actores responsables de la intervención a victimas
La ley 1448, establece dentro del marco constitucional las rutas de atención, asistencia y
reparación integral a víctimas del C.A. además de exponer las estancias coordinadoras y
competentes a nivel nacional y territorial que brindan el procedimiento inscrito en el estatuto.
Sin embargo, surge la pregunta por los actores responsables de la intervención, desde la mirada
de las y los psicólogos entrevistados; la cual, es expuesta en los siguientes relatos:
Depende de todo eso, es una obligación como le decía ahora, no sólo del profesional,
sino también del Estado y a, a nivel moral, ético; nosotros en un país como Colombia
que ha sido afectado, siempre vamos a tener una obligación moral con las víctimas, y
nosotros como profesionales del campo de las ciencias sociales y humanas. (E1, 8 de
julio de 2014)
En las entrevistas aparece la constantemente responsabilidad del Estado en torno a la
intervención; sin embargo, con el ánimo de ir más allá del compromiso que debe tener
jurídicamente el gobierno, se expone en el relato la obligación moral y ética de los profesionales
que trabajan en el campo de las ciencias sociales y humanas; esto mismo es evidenciado en otra
253
entrevista de la siguiente forma:
(…) el Estado tiene que tener oferta de acompañamiento a víctimas, no cualquier oferta,
porque ahí a veces lo que y son un montón de profesionales en enfoque, cierto; entonces
claro si es una población que está siendo reconocida, pues independientemente de que la
gente llegue o no, debe estar ahí, debe estar, (hace referencia a la oferta de
acompañamiento del estado) deben haber profesionales que se encarguen de eso, deben
haber servicios que atienden en las necesidades que tienen las personas, deben haber
programas que se encarguen de atender las secuelas y las consecuencias que eso, que eso
ha dejado de la población y en la sociedad, yo pienso que es una justi, que debe
pronunciarse digamos la demanda, la demanda de la gente como una oferta del Estado
muy clara, con una oferta real porque yo pienso que lo que ha pasado ese eso, es que la
ley de víctimas todo dice muy bonito pero cuando uno va a la realidad, esas rutas no
existen; eso no funciona, eso no es operativo eso, digamos ponen a vivir muchas veces a
la gente de ilusiones, yo pienso que no es que tenga malas intención, yo pienso que haya
hay personas que son serias; yo he trabajado con ellas y sé que hay personas que se la
han jugado mucho antes de estar en el espacio por las víctimas, y han tenido, digamos de
experiencias laborales muy importantes pero que, pero que en este país no; cómo
decirlo, como todo eso montón de trámites, de papeles, de burocracia termina enredando
y poniendo solamente en el papel las cosas en las que la gente tiene derecho, pero
cuando las va a buscar la gente siente nuevamente como engañada revictimizado.
Entonces, pues yo pienso que, yo pienso que depende, no depende, debería haber
siempre servicios en torno a restablecer las condiciones de la gente de acuerdo a sus
necesidades, y hay gente que tiene muchas necesidades, esas personas que dicen ya
254
suficiente, no me hable más de eso, yo ya estoy bien estoy luchando mi vida, no quiero
dejar esto atrás y eso, eso está bien. (E2, 17 de julio de 2014)
A partir de lo mencionado, Villa Gómez et al., (2017), exponen, las deficiencia de los
procesos de reparación psicosocial en el marco de la ley 1448, evidenciando la exclusión de
víctimas, las acciones no coordinadas entre las instituciones, y la posición burocrática que
afectan las organizaciones comunitarias por la lógicas clientelistas, que no garantizan y
desarrollan a cabalidad procesos, generando revictimización y maltrato a la población vulnerada.
Así pues, continuando con los actores responsables de la intervención otro relato menciona:
A ver, el Estado tiene obligación de reparar las víctimas, dentro de esa reparación de
ofrecer procesos de acompañamiento psicosocial y otros tipos de procesos, pero
obviamente es la persona quien voluntariamente tiene que, para eso si es un trabajo
individual, si es un trabajo colectivo con las comunidades y hay un enfoque psicosocial
pues obviamente tendría que adicionarse para todas las (situaciones), usted no puede
trabajar sin la concurrencia de la otra persona; entonces ellos no saben si no decir
poniéndolo a la gente, un psicólogo, pero no sabe qué hace, usted tiene que ir donde el
psicólogo, a que tiene que ir donde un psicólogo, puede que no la gana, no quiere, no es
el espacio, no es el momento, yo pienso que no, no; se necesita la voluntariedad de la
gente de la persona tanto individual como del colectivo. (E3, 23 de julio de 2014)
El relato anterior evidencia la obligación del Estado en ofrecer procesos de reparación y
acompañamiento psicosocial a víctimas; además de situar a la población vulnerada y vulnerable
desde lo colectivo o individual, como el eje principal de las intervenciones y proceso que se
llevan a cabo. Del mismo modo otro apartado menciona:
255
Creo que depende, primero de ella misma; que tanto demanda y que tanto interés tenga
en pensarse, y en ser de alguna manera apoyada, y de ser cuidada y de ser,
(Interrupción), depende entonces de una parte importante de que las víctimas tengan la
necesidad de ser entendidas y ayudas...Que se ponga en disposición. Primero de ella que
lo quiera hacer (…) depende de que haya dijéramos, ligeramente una Puerta que se
pueda brindar ese apoyo, y en ese sentido la puerta, eh... si es una víctima dijéramos,
dijéramos de marginalidad y pobreza extrema debe ser el Estado el que llegue a, facilite
esas posibilidades, uno está dentro de la ley 1448, y eso debería cumplirse, y si no es una
persona con, con ese tipo de limitaciones económicas, si ella la tiene la persona la que
pueda pagar (interrupción), y también depende mucho, eh; dijéramos de que hayan las
condiciones materiales de todo tipo para sentirse a todo dar, necesita unos mínimos
recursos de espacio, materiales que la persona pueda llegar, pero entonces eso no se
tiene, y entonces se hace pero más largo (…) (E4, 30 de agosto de 2014)
Las víctimas se convierten en el ente dinámico de manera individual o colectiva por
medio de organizaciones o mesas de participación locales, regionales, municipales,
departamentales y la mesa nacional, para exigir las medidas de reparación y restablecimiento de
derechos; sin embargo, la responsabilidad de la intervención tiene otras connotaciones
evidenciadas a continuación:
Bueno en este momento en el país depende de que estén vinculadas a los proyectos de
atención psicosocial que se tienen, entonces por ejemplo en contamos con el proyecto de
atención psicosocial que se llama PAPSIVI, que es digamos el brazo psicosocial de la ley
de víctimas. Entonces la reparación administrativa, está la reparación y la
256
rehabilitación; el PAPSIVI lo hace que las personas estén vinculadas pero también las
direcciones locales de salud tienen programas, los programas en los municipios están
priorizando a las víctimas (…) entonces hay muchas formas en las que ellos y ellas se
vinculan, y de qué depende de que haya voluntad política, de que haya voluntad política
en los municipios, de lo que haya voluntad política en los lugares de articulación, por
ejemplo en los (…); que todos estos actores municipales entiendan que es importante
atender a esta población y esto requiere voluntad política, luego de eso que haya
profesionales formados, porque si no hay profesionales adecuadamente en las mismas
víctimas no se vinculan; por qué no se sienten llamadas, no se sienten acogidas, entonces
los programas están pero ella no se vinculan. Y finalmente también una sensibilización a
ellos y a ellas, muchos de ellos y ellas no conocen los programas entonces poderles dar
información, informarlas para que comprendan que esos espacios están, formar muy bien
a los profesionales para que hagan la atención adecuada de vida desde los derechos y la
voluntad política de los actores municipales. (E6, 24 de noviembre de 2014)
MINSALUD, IETS, (2017), presentan el Protocolo de Atención Integral en Salud con
Enfoque psicosocial a Víctimas del Conflicto Armado – PAPSIVI, como un documento o
herramienta establecida por el gobierno, que describe: fases, etapas, pautas y formatos necesarios
para desarrollar actividades específicas en el marco de las medidas de reparación. Además, se
encuentra la necesidad, como es mencionado en la entrevista, de que la población vulnerada se
encuentre vinculada a los entes territoriales y nacionales que llevan a cabo los procesos de
intervención; sin embargo, se hace referencia a la “voluntad política en los municipios”, y la
articulación de las entidades municipales en pro, de la atención o acompañamiento a víctimas; sin
embargo, como se ha visto en los anteriores subcapítulos el engranaje estatutario conserva sus
257
fallas. Teniendo en cuenta lo dicho, otro de los relatos expone.
(…) la ley crea el escenario para que la víctima demande; pero cuando intenta
satisfacerse esa demanda, ese nombre de goce efectivo de derechos, eso redobla la
demanda, sí; es la paradoja subjetiva. Yo pienso que eso tiene que ser consecuencia de
una construcción social, hay que ir más allá de las necesidades. Emanciparse del
imperativo de la necesidad y emanciparse... eh, digamos, yo creo que hay que acercar el
Estado en este sentido, el Estado de esta época ya no es el Estado consistente, sí; (…)
como promover una ciudadanía que se emancipa de ese anhelo, del Estado consistente
que vaya más allá de la queja, y construya en esas inconsistencias del Estado; ahí donde
ya no es consistente, ahí donde es inconsistente. (E7, 4 de diciembre de 2014)
De acuerdo al relato, el Estado se ha encargado de crear una demanda, por medio de
procesos que no contribuye a la autonomía, y superación de la condición de víctima; esta visión
es compartida igualmente cuando se menciona que “(…) es una atención a veces muy
revictimizante, muy revictimizante en el sentido de que no reconocen la dignidad del otro, que
no reconocen su potencialidad, en que los ve solamente con la mano estirada (…)” (E2). Así
pues, el siguiente apartado expone:
Yo no considero que el desarrollo de la resiliencia sea una obligación meramente de la
institucionalidad, yo creo que es una responsabilidad de una sociedad, por lo tanto
cuando esta sociedad se organiza a través de ONGS, a través de asociaciones de víctimas
incluso, a través de cualquier forma de organización no formal, también está
colaborando con esos procesos de desarrollo de resiliencia por parte de, de las víctimas
también implica que esas personas también se sientan miembros de, miembros con
258
capacidad de actuación dentro de una, dentro de lo que es el ejercicio de la ciudadanía,
no solamente una reparación emocional psicológica a nivel cognitivo social, a nivel de
sus redes sociales, sino también en términos políticos que esa persona se siente partícipe
de esa sociedad y que sus palabras, sus acciones tienen una repercusión y obviamente ese
presupuesto de resiliencia también requiere de que esa persona al igual que debería
ocurrir con todos los casos de toda la ciudadanía, es acompañado de una, de una
adquisición o una atención a unos derechos que son fundamentales para todo el
mundo(…) (E5, 21 de octubre de 2014)
Con lo anterior, no solo se asume la responsabilidad por parte de la institucionalidad
pública o privada; sino también, la creación de estrategias que incluyan la ciudadanía en los
procesos de resiliencia en pro, de la conservación de los derechos fundamentales.
7.3.5 Tipos de violencia he intervención
Franco, (1999), citando a Frantz, (1965), expone la violencia como una forma de
interacción humana; la cual, mediante la fuerza se produce un daño a otro, para la consecución
de un objetivo; en esta medida, el tipo e intensidad del daño permite clasificar las distintas clases
de violencias en: violencia física, psicológica, y sexual; con daños leves, moderados y graves,
teniendo en cuenta, la finalidad, dirección y la intensión determinada con que se aplique; así
pues, la finalidad también permite clasificar los actos violentos; ejemplo, la violencia política
como: el conjunto de actos violentos que se inscriben de manera predominante en el contexto
de luchas de organizaciones sociales, por la orientación y control del Estado. No obstante, las
circunstancias, el tipo de arma, el área afectada y el lugar de ocurrencia del acto violento también
intervienen en la clasificación, siendo preciso señalar cada caso como un objetivo específico que
determina la categorización más adecuada de la violencia. A partir de esta pequeña
259
introducción, las psicólogas y psicólogos entrevistados exponen los diferentes tipos de violencia
que han intervenido con víctimas del C.A.
Todas, todas por que la violencia física me ha tocado traba;(trabajar) pues intervenir en
el caso de, de pues víctimas de minas anti persona, víctimas de, de cómo se llama eso los
ligamentos, violaciones de a nivel físico y a nivel emocional, pues todas; y a nivel
comunitario todos esos procesos destructuración social, de barrios enteros, comunidades
enteras, veredas y que tienen que desplazarse que tienen que dejar las cosas; que
sacaban las, pues todos los vínculos comunitarios que habían, los vecinales, sociales,
entonces en todos; como a todos los niveles se da la violencia, se ha visto pues implica
todo, hasta el territorio; pues la relación del territorio y al lugar, el espacio físico se ve
afectado. (E1, 8 de julio de 2014)
En primera instancia, las diferentes modalidades y formas de infringir violencia por la
cual se han caracterizado los actores armados es encontrada en el área de atención,
acompañamiento e investigación a víctimas, en todos los niveles sociales y contextuales; de esta
manera, otros relatos exponen algunos tipos de victimización encontrada en población vulnerada
y vulnerable.
Pues yo creo que a todas, a homicidios, a desaparición forzada, alguno casos de
violencia sexual, personas que han sido mutiladas; mmm... amenazados, secuestradas...
torturadas, yo creo que con personas que quedaron con lesiones personales
incapacitantes, pero no solamente por minas si no por otros hechos, yo creo que este
trabajo me ha dado la posibilidad como de, de tener como contacto con todos los tipos de
violencia (E2, 17 de julio de 2014)
260
(…) he escuchado narraciones de todo tipo, desde desplazamiento, descuartizamiento,
violaciones, incineración de familiares de la cara de los niños; eh, desapariciones
forzadas; eh, asesinatos... pues creo que todas las categorías de violencia que pueden
existir dentro de la guerra y las violaciones por parte de todos los actores armados y
cuando digo todos, es todos incluso a los que se consideran legales. (E5, 21 de octubre
de 2014)
(…) bueno he acompañado personas víctimas de desaparición forzada, pues familias,
cierto; de tortura, de asesinato selectivo, de masacres, de persecución política, esas son
las personas que he acompañado, de víctimas, de minas antipersona, familias, niños y
niñas, ese tipo de victimizaciones (E6, 24 de noviembre de 2014)
Teniendo en cuenta lo mencionado, el Registro Único de Victimas (RUV), clasifica los
hechos victimizante en: Abandono o Despojo de Tierras, Acto Terrorista/Atentados/ Combates/
Hostigamientos, Amenazas, Confinamiento, Delitos contra la libertad y la integridad sexual,
Desaparición forzada, Desplazamiento, Homicidio, Lesiones Personales o Físicas, Lesiones
Personales Psicológicas, Minas Antipersona/Munición sin explotar/Artefacto explosivo, Perdidas
de Bienes Muebles o Inmuebles, Secuestro, Tortura, Vinculación de Niños, Niñas y Adolescentes
(NNA). Así pues, los psicólogos y psicólogas que se encuentren laborando en el área de C.A., y
atención a víctimas se ven enfrentados a trabajar con cada una de las formas de victimización.
Sumado a esto, se encuentra las formas de operar de los actores armados dentro de la sociedad,
la cual es relatada de la siguiente manera:
El conflicto aquí se dio era la estrategia que tenían, era de quitarle lazo social a los
paramilitares, de quitarle la sociedad a la guerrilla, y la manera de quitarle lazo social
261
era haciendo persecuciones. haciendo asesinatos selectivos, era buscando dijéramos que
para lo que ellos eran, los aliados de la guerrilla desaparecieran o los mataran, pero no
había un enfrentamiento directo entre guerrilla y paramilitares; es que eso no lo hacía,
inclusive los campesinos decían que ellos sabían dónde estaban los otros y no iban a
buscarlos para matarlos, no eran a ellos; esta buena guerra que fue directamente
enfocada a la población civil, para quitarle el lazo social a la guerrilla, y por eso es que
aquí, tanta víctima; aquí hubo tanta víctima es qué, que la guerra no era un
enfrentamiento entre grupos armados, sino que era una manera de quitarle los lazos
sociales a un grupo armado y entonces todo, todo se fue contra esa, contra esa
población. Entonces fue en ese contexto de masacres, de muertes selectivas, de
desapariciones; que, que, que se vio aquí; ese es el contexto que se vio aquí dijéramos
del trabajo con las víctimas y ahí fue donde, cuando eso se dio, esa agudización, que
estábamos en la escuela donde empezamos a ver la necesidad de que aquí hubiera algún
tipo de trabajo con las víctimas por que el Estado no ofrecía ningún trabajo con ellas.
(E4, 30 de agosto de 2014)
Pécaut, (2001), aborda la relación que han construido los actores armados en las regiones,
por medio de estrategias de intimidación y terror que paulatinamente se han instaurado bajo una
dimensión propiamente militar, así pues, la población que se encuentra en medio de estas
disputas son en su mayoría las más vulnerables en cuanto a miseria y desigualdad. Acorde a lo
presenta el siguiente relato expone:
(…) Nosotros los seres humanos si nos organizamos para hacer la guerra, en ese sentido
la guerra es humana, vale; pero cuando aparece disque una guerra humanizada, yo digo
pero es que si la guerra es horror, cierto; pero también vemos que hay guerras que se
262
han deshumanizado de una manera impresionante cuando escuchamos aquí las practicas,
las prácticas de descuartizar con moto cierras, la desaparición forzada, cuando vemos
aquí las prácticas de las guerrillas, las prácticas de los paramilitares, son prácticas que
son oprobiosas, que son realmente .que le han hecho mucho, mucho daño que han
generado un terror impresionante entonces no solamente es para que lo viva
directamente, es para las comunidades, cierto; mujeres a las que les han entregado sus
hijos, voy a utilizar esto es muy fuerte, pero es que son historias que he acompañado,
picados con moto cierra en un costal y que los dejaron ahí para que toda la comunidad lo
viera; esto es un asunto de degradación de lo humano yo siento que en Colombia ya ni
siquiera hay guerreros con honor si es que en algún momento en la historia de la
humanidad hubo guerreros con honor, eso ya no existe; aquí yo no he visto eso, cierto;
cada vez más degradación, cada vez más degradación que va llegando como te digo a
las practicas comunitarias, porque ya no les importa, pues se les hace, lo normalizamos,
lo naturalizamos, ya ni siquiera nos sorprendemos, eso es lo más grave, hemos
naturalizado la violencia y dentro de la violencia el horror de la violencia. (E6, 24 de
noviembre de 2014)
263
7.3.6 Significados atribuidos a los procesos de postconflicto
La verdad, justicia y reparación, como derechos fundamentales de toda persona
victimizada son llevados a cabo, como ejes principales para la construcción de la
reconciliación y la paz, asegurando la protección de los derechos humanos (Bedoya, 2009).
Así pues, Bedoya, (2009), cita a la Corte Constitucional, (2003), exponiendo estos
derechos como bienes cardinales de toda sociedad, para la consecución de un orden justo,
pacífico y de convivencia, ya que “no es posible lograr justicia sin la verdad. No es posible
llegar a la reparación sin la justicia” (p.146). En esta medida, los procesos de postconflicto se
basan en la verdad justicia, reparación y reconciliación, derechos que son representados en los
siguientes relatos:
Justicia, verdad, reparación y reconciliación, yo lo he dicho pues como en toda la, pues
se habla más, en toda la entrevista de la posición, que tengo pues frente a esos procesos,
justicia Colombia... es difícil hablar de justicia y creo que no hay, y con las víctimas ha
sido difícil ha habido mucha impunidad, mucha corrupción, muchas dificultades para
poder que los verdaderos responsables de las... de las violaciones y de los maltratos, de
la violencia contra las comunidades, reconozcan sus crímenes cierto, creo que la
impunidad ha rondado lado del Estado como de los grupos armados pues ilegales, en la,
en la; los paramilitares creo; pues, considero que con esos procesos que hicieron no
reconocieron nunca, cual fue la participación directa en el conflicto. (…) Hay mucha
impunidad, y mientras no haya justicia las víctimas tienen que verse como con esa, esa
264
duda y esa incertidumbre, y ese fantasma de lo que no se sabe qué pasó, cierto; las
desapariciones forzadas llevadas. (E1, 8 de julio de 2014)
A partir del relato, Bedoya, (2009), presenta la impunidad como el camino más seguro a
la arbitrariedad y la injusticia, donde la responsabilidad individual de los criminales se sustrae,
derivando ilegalidad frente a los procesos de reparación y satisfacción de los derechos, al no
conocerse la verdad de los hechos victimizantes. Así pues, las siguientes entrevistas exponen el
significado construido en torno a la justicia
Yo creo que... en términos de la justicia eh, yo creo que es una violencia en que, al
contrario en este país yo creo que acrecienta los dolores de las víctimas; yo creo que es
un asunto en donde las victimas sienten ¡más! profundamente como su impotencia y toda
la rabia que esto genera, que esto genera como contra el Estado cierto, mmm... porque
son muy pocos los casos que se esclarecen; por ejemplo, justicia y paz que fue una
completa; pues, la ley de impunidad; eh, y de beneficio a los victimarios; yo creo que
es muy tenaz uno escuchar a la gente que va a esas versiones libres, buscando algo de
verdad sobre lo que paso y terminan; pues, por un lado que el tiempo de cárcel que le
dan a estos sujetos es irrisorio en proporción a los crímenes que cometieron; entonces,
claro, eso donde no hay un país, donde no existe otras medidas por la cual es una
persona pueda responder por aquello que hizo, que solamente es la medida punitiva pues
eso en la gente, eso crea; pues como una rabia tenaz con toda la razón. Entonces yo
siento que en este país no hay condiciones ¿por qué? porque precisamente es un país que
está conectado en gran medida por, por los, por decirlo así por los interés de los
265
victimarios, cierto; donde los funcionarios son funcional a los intereses de ellos y donde
muy pocos casos, se esclarecen incluso casos donde uno dice; el caso Galán, cierto; el
caso Gerson, como no se esclarecen unos casos que son emblemáticos en este país,
entonces que podrá esperar el campesino, cierto; la persona de a pie entonces yo creo
que, yo si siento mucha desesperanza, yo pienso que han llegado personajes que han sido
importantes en este país y que han podido movilizar un poco esas posturas que está ahí
como; pues, que uno siente que está a favor de quienes les interesan no ser visibilizados
por, pues y no responder a la justicia, y que cuando yo no escucho las victimas claro eso
crea un desazón, una desesperanza, una tristeza, una rabia contra el Estado y eso tiene
repercusiones en la misma posibilidad de elaboración de los asuntos dolorosos de las
personas. (E2, 17 de julio de 2014)
Bedoya, (2009), expone la justicia como el punto de partida para la verdad y la
reparación; sin embargo, el autor, citando al Alto Comisionado de las Naciones Unidas en
Colombia (2005), presenta las penas excesivamente benignas con las personas responsables de
los hechos victimizantes, generando impunidad frente a la norma y la ley. Así mismo, como es
expuesto en el relato, la justica se encuentra mediada por los intereses de los victimarios,
causando y acrecentando los dolores de las víctimas, al verse impotentes ante los procesos de
justicia que se llevan a cabo por saber la verdad. Así pues, los siguientes relatos presentan:
(…) desafortunadamente tenemos una ley que es muy punitiva y pensamos que justicia es
castigar, y creemos que hice la justicia; y yo pienso que la justicia es darle a cada quien
lo que siempre quiere, y lo que necesita, y que cuando alguien por alguna cosa dijéramos
que esas reglas, de las conductas establecidas para la convivencia adecuada, esas
266
personas tengan posibilidades de reparar los daños que hicieron; (…) (E4, 30 de agosto
de 2014)
Yo creo que justicia de la posibilidad de que haya responsables por lo que pasó, o por
los hechos y que haya una sanción social; no sé qué sanción, pero que haya sanción
social, y moral. Que reconozca que no es legítimo nada de lo que paso, es decir no es
legítimo que haya gente que se agarre a dar bala para luchar por los pobres, por la
justicia, por la tierra, por los derechos, y no es legítimo que alguien se agarre a dar bala
porque le mataron al papá, o porque hay unos terroristas, que hay unos bandidos, o
por que extorsionan; es decir, no creo que sea legítimo ninguno de sus discursos, yo creo
que, que la justicia pasa por deslegitimar esos discursos, es bandido tanto el uno como
el otro. (E3, 23 de julio de 2014)
A partir de los relatos presentados, se encuentra una ley punitiva como aquella que solo
infringe un castigo, o las penas resultan ser muy benignas para los victimarios (Bedoya, 2009),
sin la posibilidad de resarcir los daños ocasionados; lo que legitima acciones violentas para
obtener derechos y/o beneficios propios. No obstante, como se ha abordado en el capítulo de
C.A. la venganza y el resentimiento son parte de las dinámicas del conflicto armado que se han
construido a lo largo de la historia. Por otra parte se encuentra el significado construido en torno
al tema de la verdad expuesto en los siguientes apartados:
(…) para para mí la verdad tiene que ver con entender lo que pasó, y por qué pasó,
cual eran los intereses, y cuáles eran los responsables de que esas cosas pasaran, no
para condenarlos a la cárcel, sino para que ellos asuman ante la sociedad su lugar, y
267
que le sepa quiénes son y que les toque enfrentar con la gente la, dijéramos la
responsabilidad de lo que pasó a la otra persona (…) (E4, 30 de agosto de 2014)
En términos de la verdad yo creo que es claro, de que verdad, justicia y reparación eso
va amarrado, si no hay vedad no hay justicia, y entonces en el mismo caso de la ley de
justicia paz, entonces estos manes lo que hacen con la gente; es decir, no es que lo
matamos porque era guerrillero, no es que lo matamos porque no sé qué, pues, todo el
tiempo están justificando y termina siendo las victimas los culpables ¡cierto! entonces
ellos los que vinieron un poco a salvar este país a; pues como limpiarlo; pues o
simplemente perdón, pero la gente, muy poca gante sabe entonces donde están; son el
caso de un, el número de personas que han sido identificadas por justicia y paz en, en
esta concepción especial de personas desaparecidas... ¡no! Falta mucha verdad, falta
mucha verdad, falta demasiada verdad en este país y así es muy difícil el tema de la
reconciliación y de la no repetición. (E2, 17 de julio de 2014)
(…) La verdad, precisamente para que allá responsables, se necesita la verdad y se
necesita que se escuche todas las voces en este país (…) (E3, 23 de julio de 2014)
Determinar los responsables, quienes apoyan, encubren, las motivaciones y las
circunstancias bajo las cuales se dieron los hechos victimizantes y/o crímenes, hace parte del
derecho a la verdad, donde se exige claridad, con el ánimo de resguardar la memoria histórica,
recordar a las víctimas y dar paso a la no repetición de sucesos lesivos para la sociedad,
especialmente en casos donde se evidencia “abusos de poder que facilitan la arbitrariedad y el
terror.” (Bedoya, 2009. P.151). Por otra parte, en el área de reparación el siguiente relato
expone:
268
(…) en la reparación pues yo pienso que si las personas no cambien internamente y se
comprometen a, dijéramos reparar los daños que hacen, si yo meto a la gente a la cárcel
eso con eso no van a cambiar, sino que se ponen peores, entonces justicia para mí no
tiene que ver con lo punitivo, sino darle a cada quien lo que se necesita cuando las
personas salen de ahí; de las convivencias, darle la oportunidad de cambio y la
reformación y la verdad me parece que es necesaria; me parece que, que no puede ser
posible que se sigan pasando, pasando las cosas y que no sepa de dónde proviene.
(…)(E4, 30 de agosto de 2014)
De acuerdo a lo expuesto, la reparación no solo se traduce a un estímulo meramente
económico; por el contrario, incluye medidas individuales y colectivas mediante programas
basados en acciones legislativas y administrativas dirigidas a elaborar, aplicar y evaluar los
programas en torno a los proceso de restitución de derecho; con el ánimo de restablecer los
fundamento de convivencia dentro de la sociedad, saldar la deuda con la justicia; comprender las
medidas de restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición.
(Bedoya, 2009) A continuación, se presenta el significado construido en torno a la reconciliación
en el siguiente relato:
La reconciliación pasa cuando usted puede reconocer lo que pasó, la parte responsable
y hacerse responsable, por lo menos pedir perdón, ofrecer disculpas y la otra parte. El
convenio no solo se hace a nivel interpersonal y destruir la confianza que permita
construir y eso pasa por la verdad; es decir, usted no puede convivir con alguien que
robó su casa, que acaba con su casa, que usted está en su pueblo y el otro está ahí con
su casa y a usted le dicen venga reconciliémonos, hagamos reconciliación para que
todos vivamos bien, y el tipo está en su casa y usted está viviendo en un tugurio, usted se
269
puede reconciliar con ese tipo, a ver qué reconciliación posible es, a la reconciliación
que nos invitan es a eso, a que la gente sigue jodida, que los que se han apropiado de
todo, los que han hecho y deshecho no pase nada con ellos, que empaquen todo, y todo el
mundo tan contento que aquí no ha pasado nada; es un insulto para la gente que ha sido
ofendida, es probable si el que está en la casa, le dice venga yo se la devuelvo; el otro
le diga si, aquí nos reconciliamos, aquí hay confianza; Pero me entra hasta ahí, y fuera
de eso para proteger esta casa que es mía, pone a dos vigilantes a cada rincón de la casa
para que, que no me vaya meter nunca ahí, ni mis hijos; y están armados por aquello no
me meta ahí, y a eso lo llaman seguridad autodefensa, como lo quiera llamar, como
pretende usted que haya reconciliación en un contexto como ese, la gente dice que es que
las víctimas perdonen, que la gente perdonen, mucha gente tienen voluntad de perdonar,
pero si está pasando eso la gente a lo mucho dirá, tengo miedo que esos tipos que están
ahí me maten, más bien me meto mi tugurio y trató de sobrevivir, pero ahí no hay
reconciliación, ahí no hay restitución de confianza, ahí no hay reconstrucción del tejido
social, ahí lo que se está dejando es un caldo de cultivo para qué hijos, o nietos desde
que se tuvo que ir a vivir el tugurio algún día digan, usted porque se negó a hacer eso yo
voy a ir a vengar eso. (E3, 23 de julio de 2014)
A partir de lo mencionado, la reconciliación abarca el tema de justica, verdad y
reparación de los derechos fundamentales; sin embargo, como se evidencia, la dinámica real en
la que se desenvuelve la reconciliación se encuentra tergiversada por las ambiciones de los
actores armados; imponiendo restricciones en la demanda de las víctimas a la hora de conocer la
verdad, devolver lo que fue quitado y restablecer los derechos. Así pues, teniendo en cuenta el
estado de precariedad en que se encuentran algunas víctimas a causa de sus victimarios, sería
270
imposible el perdón y/o la reconciliación. No obstante, otras posiciones son encontradas en los
relatos:
A no pues ese sí es mí, mi banderita, de lo que hay ahora la reconciliación es necesaria
en este país; pienso que todos tenemos que ser capaz de admitir, la parte de culpa que
tenemos con lo que ha pasado, que todos tenemos de alguna manera hay una
responsabilidad; entonces que la, la podamos asumir y que empecemos juntos a construir
una sociedad en la que todos quepamos; para mí reconciliarnos es que todos soñemos
con una sociedad hacia adelante, que no viva con las situaciones del pasado y que nos
podamos tratar y que creamos los unos en los otros y en la posibilidad de cambio que
todos tenemos; y que eso lo podamos manifestar y generar, espacios para el encuentro
desde otro lugar es pensando juntos el futuro. (E4, 30 de agosto de 2014)
(…) la reparación es que sea realmente la gente quiera tener un proceso a través del
cual, intentar reconstruir en medio de lo que allá vivido, del dolor y del sufrimiento y eso
pasa, y es posible y hay algo de verdad. (…) Yo pienso que la reconciliación es posible si
hay vedad, justiciera y reparación. (E3, 23 de julio de 2014)
La reparación se manifiesta en los relatos, como la capacidad de cambio de la población a
la hora de asumir la responsabilidad y construir, desde los hechos victimizantes un proceso en
pro, de la construcción y participación ciudadana, basado en la verdad, justicia y reparación del
otro. Así pues, la siguiente entrevista señala:
271
Yo lo que pienso es que si una cosa sucedió yo, lo que pienso no, yo estoy de acuerdo con
un autor que dice: si esas circunstancias sucedieron en, en un mundo en un contexto
social y político, también es un contexto social y político en el cual se tiene que elaborar
esas circunstancias, obviamente eso pasa por la personal y eso no quiere decir que
entonces las personas no necesiten un acompañamiento psicológico; por eso mujeres,
mujeres que no eran psicólogas pudieron ayudar a sacar a muchas personas que incluso
estaba medicadas, tomando antidepresivos, pero el espacio y la conexión con otras
personas, de compartir, de poder escuchar que ese sufrimiento que ella tenía era como
una inopia, de lo que ni hubiera pasado a mí, también le había pasado a otras y en ese
sentido pudiera ser una comprensión de su experiencia desde otro ángulo que no sea la
enfermedad, que no sea un problema mental, que no sea la depresión, eso tuvo efectos
muy positivos sobre la vida de las personas. (E2, 17 de julio de 2014)
A partir del relato expuesto, los procesos de reparación deben realizarse en un contexto
social y político, que permita la elaboración de los hechos victimizantes, desde lo individual a lo
colectivo con un enfoque de acompañamiento basado en la escucha, la comprensión y la
experiencia. Por último, desde una visión integradora el siguiente relato expone el significado
atribuido a la justicia, verdad, reparación y reconciliación:
Eh, pues son tres procesos distintos; mm, que si bien en la mayoría de los casos están
encadenados; he, no necesariamente el paso final de la reconciliación se consigue; es
decir, tienen relación entre ellos tanto la justicia, como la verdad, como la
reconciliación; eh, pero un proceso de reconciliación incluso se puede dar desde antes
que se dé un proceso de verdad o incluso se puede dar desde antes de que es un proceso
272
de justicia, no lo digo a nivel particular sino lo digo a nivel global, a nivel colectivo.
Decir si, si en Colombia existe un, un sentimiento hacia esa reconciliación se exigirá que
se pasen por procesos de verdad y procesos de justicia, pero la reconciliación no es la
fase final es el proceso general, la verdad y la justicia si son parte que ayudan y
facilitan esa reconciliación; eh... Pero, pero son parte que tienen unos, unos matices que
a veces no somos capaces de percibir. Entonces en muchas oportunidades la gente
piensa que, que en los procesos de justicia tienen que estar ligados a, a una legislación
muy estricta cerrada en donde los crímenes de sangre; eh, se condenen con la cárcel por
ejemplo. Entonces esa justicia se transforma parcialmente durante los procesos de
reconciliación, porque la sociedades somos capaces de darnos cuenta de que si un líder
de un grupo guerrillero, va y hace una declaración de que asesinó o que mandó
asesinar todo grupo paramilitar, mandó asesinar civiles o militares o lo que sea; pues
posiblemente ese proceso de negociación previo a la justicia y a la verdad nunca se va a
dar; porque, eh, en términos de coste-beneficio significaría costos muy altos para ese
guerrillero o para ese paramilitar. Entonces socialmente deberíamos de tratar para
alcanzar ese paso hacia la reconciliación, ser capaces de ser flexibles ante los procesos
de justicia; eh, la verdad también es una fase que es indispensable que se esclarezcan
situaciones pero posiblemente tampoco podemos esperar que sean una verdad al 100%,
ni en todas las situaciones, ni que sea una verdad consensuada, lo que encontraremos
serán diferentes verdades por parte de diferentes autores; eh, que lo que se espera es
que salgan esas diferentes verdades, no que sea una verdad única y una historia
homogénea para todos porque eso no lo vamos a conseguir. (E5, 21 de octubre de 2014)
273
7.3.7 Desarrollo de un posible postconflicto
La población colombiana padece de un grave
problema de memoria histórica, donde no recuerda, ni se recuerda.
Inicialmente se encuentra la defensa de la propiedad de la tierra como motivo de violencia
por parte del Estado que arremete contra la sociedad; posteriormente es la sociedad la que
arremete contra la propiedad en todos los sectores sociales, en particular los más pobres; así pues,
Wielandt, (2005), expone “el cuestionamiento social no solo contra un Estado autoritario y
oligárquico, sino contra la frustración que provoca la insuficiencia de la democracia” (p.17),
que se expresa por medio de violencia social y el crimen. En esta medida, el autor menciona los
acuerdos de paz, negociaciones y canalización de las acciones criminales en determinados grupos
sociales, para establecer una posible salida del conflicto armado; sin embargo, la ausencia de
mediaciones no solo políticas, sino, sociales y comunitarias, complejiza aún más el paso a un
posible postconflicto, sobre todo cuando el Estado se encuentra bajo un mando oligarca.
A continuación se presentan los significados y/o representaciones del desarrollo de un
posible postconflicto en base a los siguientes apartados:
Pues yo creo que, muchas cosas; yo creo que hay unas cosas estructurales que son
menester; y del conflicto armado ha surgido pues porque hay unas condiciones sociales,
políticas, económicas de desigualdad en este país, pues son esas cosas estructurales las
llamadas a transformarse, cierto; que el gobierno tiene que hacer cosas, que la sociedad
civil tiene que haces cosas en torno a cómo transformar esas condiciones que hacen que
el conflicto armado en ese país se haya mantenido por tanto tiempo; mm, pero además
274
de eso yo siento que las víctimas tienen un montón de cosas que hacer; yo creo que son
quienes tienen la historia de lo que ha pasado. Entonces, como poner esa historia, pero
no solamente la historia de horror y de dolor si no también esa historia; esa historia
también de dignidad, de valentía, de cómo el desplazamiento no solamente fue huida por
miedo, sino una huida de resistencia para que los hijos no fueran a la guerra, para que
no se los matara a pesar de todo lo que dejaban. Entonces como poner esa historia no
solamente en libros si no a circular en este país, que la gente no solamente la escuche la
oiga, si no que la pueda sentir en la piel; cierto, y entender, y entender; pues como, como
que el conflicto armado no es porque se esté viendo en los noticieros, cierto; lo que nos
cuentan; si, lo que nos cuentan las noticias, si no que eso paso y que fue muy grave.
Entonces yo creo que darle un lugar a las víctimas en este país, y no de pobrecita, y no de
pordioseras, y no de mendigas, y no de que están estirando la mano, sino un lugar que
requieran que conocen lo que ha pasado. He, brindar posibilidades para que los jóvenes
tengan otras oportunidades, y para que resinifiquen también eso, y hacer un trabajo con
eso, yo no sé cuál será; pues como, de hecho yo creo que para eso faltan muchos años,
yo creo que. Eso que te decía al principio, de esos pactos que se quebraron de esa, de
esos tejido digamos como de valores, por decirlo así aunque eso suena, puede sonar
moral; pero si de... de que, del supuesto sobre lo que se asentaba la convivencia, la
relación con el otro; pues eso es un asunto que, que duraran, pero que es necesario por
qué; pues es que no es gratuito que en este país seamos tan lapsos, con tantas cosas; un
amigo que estaba en argentina me contaba; huy como que... iba un camión lleno de, de
frutas; pues estacionaba la fruta sin; ¡pues sin!, pues al aire libre y nadie los cogía,
cierto. Y en tantas partes como que lo del otro es sagrado, lo del otro es sagrado y eso
aquí no, pues no, aquí nos matamos por todo y por nada ¡jm! Entonces claro tuvo que
275
haber hecho, tuvo que haber pasado muchas veces una cosa, un asunto muy, muy grave
para que eso pasara y para que la vida del otro no valga nada cierto. (E2, 17 de julio de
2014)
Con base al relato, la estructura política, social y económica, impide transformar las
condiciones del C.A., sin embargo, como es expuesto, las victimas juegan un papel fundamental
en las acciones hacia un posible postconflicto; así mismo, GMH, (2013), bajo el marco de la ley
1448, expone la posibilidad de participar en espacios destinados a construir y desarrollar
programas, medidas de reparación integral e implementación de proyectos en el área de la
política pública que vayan en pro, de la construcción de paz en las regiones. Así pues, la
propuesta presentada en la entrevista hace referencia a trascender del ámbito literario de las
historias de victimización a una pedagogía de escucha, además de promover la posibilidad de
oportunidades en los NNA y jóvenes, basado en los valores de convivencia y la relación con el
otro. Ante lo mencionado el siguiente apartado expone:
(…) ese contacto con las víctimas también me ha hecho tratar de buscar estrategias
distintas a simplemente contar la historia de las víctimas para lograr, lograr la atención
de la ciudadanía, para lograr la atención del modelo académico, sino buscar estrategias
mucho más que pueden llegar a ser mucho más persuasivas, porque de alguna forma los
seres humanos tratamos de protegernos frente a estas terribles historias de las víctimas;
de protegernos psicológica y emocionalmente, entonces busco unas formas de
argumentación que no solamente obedezcan a detener la situación de victimización; sino,
exponer como la institucionalidad ha sido responsable, como la institucionalidad, por
ejemplo; cuánto dinero invirtió Colombia en educación en los último o en el gobierno de
tal presidente y el gobierno de tal otro presidente, entonces esa inversión en educación
276
que repercusiones tiene sobre el conflicto, hasta donde la inversión en armamento o en
estrategias de guerra tienen la repercusiones de tal tipo sobre el conflicto, entonces que
no pensemos que el conflicto es responsabilidad mi culpa solamente de aquellos que
están en el monte peleando, sino que también obedece a los ciudadanos que hemos
elegido por los mandatarios y a unos mandatarios que han tomado elecciones
equivocadas, pero que ha sido electos y reelectos por parte de una ciudadanía, que la que
tiene finalmente tienen la soberanía, entonces lo que te quiero decir mi trabajo con
víctimas ha trascendido del trabajo directo con ellas en aras de buscar estrategias que a
un nivel mucho más macro repercutan en la transformación del conflicto y en la
transformación de la situación de esas personas que han sido victimizadas (E5, 21 de
octubre de 2014)
El relato anterior expone la importancia de la academia en el postconflicto, a la hora de
buscar estrategias que permitan contar la historia de forma pedagógica a la ciudadanía; esto, con
el ánimo de concientizar la sociedad frente a los hechos del C.A. además de responsabilizar los
que han aportado a la expansión temporal y agudización del conflicto, de una forma ética frente a
la población. Así pues el siguiente apartado menciona:
Yo creo que para que cese (El C.A.), es demasiado importante generar espacios de
concertación y de diálogo de los pensamientos diferentes, que todos se sientan; se puede
expresar, y que aquí, y que se vayan por los canales políticos establecidos, ya
establecidos en la democracia; entonces que se den los espacios necesarios para que
hallan expresiones de diferentes, de los diferentes puntos de vista expresados en grupos
políticos, en movimientos sociales, que la gente pueda expresar su descontentos y que por
277
eso no sea, dijéramos señalados. Siento que, qué se requiere efectivamente que quienes
están en el poder puedan entender que este país es inviable, mientras no hayan las
reformas políticas y sociales importantes, como la reforma agraria mientras, pienso que
es necesario políticas de desarrollo agrario reales que pongan aquí, el desarrollo
campesino sea viable, pienso que mientras el campesinado no tenga una posibilidad de
desarrollo, el país es inviable, y detrás de lo inviable eso que también genera todo estas
situaciones de, de confrontación armada que hay; y pienso que es necesario un trabajo de
cambio cultural muy grande donde la gente empecemos a mirar que es posible vivir de
una manera desde la no violencia y desde maneras de, de relación no violenta; creo que
eso un trabajo muy, muy fuerte en la gente, información y mucha información de que está
pasando, de análisis de la realidad, de que la gente le entienda la conozca y se meta en
ella. (E4, 30 de agosto de 2014)
La concertación, el dialogo y el respeto por la diferencia de ideologías y/o formas de
pensar en el ámbito político y social, sumado a una reforma agraria que ofrezca la posibilidad de
progreso al campesinado, un cambio cultural en la relación con el otro, desde la no violencia, son
las propuestas presentadas a favor del desarrollo de un posible postconflicto en el apartado
anterior. Igualmente el siguiente relato expone:
(...) Yo pensaría que, primero: partir de que eso no se transforma de un día para otro,
llevamos más de 70 años mucho más, cierto; porque podríamos desde la colonización,
pero digamos que desde lo que se entiende históricamente llevamos alrededor de 60, 70
años cierto con este tema; entonces es partir de que no lo vamos a transformar en tres
años, llevamos tres años de la ley; no es posible transformarlo en tres años. Esto
278
necesita trabajo impor-transgeneracional, cierto; nos va a llevar una dos, tres
generaciones transformarlo, entonces partiendo de ahí, que es lo importante, que
realmente se de una redistribución de la tierra, por que las diferencias que hay en
nuestro país, en todo el territorio frente a la tenencia, ha dejado muchos campesinos sin
posibilidad de seguir desarrollando su vida campesina, cierto; eso es importante. Hay
otro asunto, son las oportunidades a nivel social, en educación, en salud, en cultura, me
parece que eso es vital, eso es vital seguir fortaleciendo socialmente el acceso a los
derechos, un; por ejemplo tenemos ahorita una ley de salud mental, así la ley está muy
bonita, vaya pues mire si hay garantía de acceso al derecho a la salud mental, no;
entonces que se garantice por parte del Estado el acceso a los derechos, que haya una
reforma agraria, que haya reforma tributaria en este país, que realmente nos pensemos
que es el bienestar, que es el bienestar. Hay muchas experiencias a nivel internacional, lo
que pasa es que aquí en Colombia hay una apuesta por un modelo terrateniente, por un
modelo latifundista, que es retrogrado y que precisamente nos tiene en lo que podríamos
llamar el subdesarrollo, pero esto no es un país pobre, este es un país profundamente
rico yo que lo recorro, yo veo la riqueza de estos territorios no solamente de las tierras,
de las aguas, de los sembrados, si no de su gente; este es un país rico, pero así de
empobrecido, empobrecido por los interés económicos de unos pocos. (E6, 24 de
noviembre de 2014)
Como es planteado en la entrevista, a raíz de la temporalidad histórica del C.A. es
necesario un trabajo que pueda transcender generacionalmente, además de evidenciarse
nuevamente el tema de la reforma agraria y tributaria, estableciendo un cambio en la
redistribución de la tierra con la posibilidad de trabajo para el campesinado; sumando a esto, se
279
evidencia la necesidad de oportunidades sociales, educación, salud, cultura y el fortalecimiento
en el tema de derechos humanos. Así pues, es inevitable un cambio en modelo terrateniente y
latifundista que un se preserva en el Estado colombiano. Por otra parte, el siguiente relato
expone
Yo pienso que es fundamental que la negociación; es decir, para resolver cualquier
conflicto lo primero que hay que hacer bajar la intensidad que no la hemos logrado bajar
y en un segundo momento lograr un acuerdo; pero eso es el primer paso, porque de ahí
pasa por cómo lograr una estructura social, menos excluyente, el problema de Colombia
es el alto nivel de exclusión y desigualdad que genera este país, cierto; entonces mientras
en este país se sigan tratando y excluyendo gente de la manera en que se excluye gente,
habrá caldo de cultivos para otras violencias, ya incluso esta ese caldo de cultivo, ya
tenemos todos estos combos, y pandillas, y bandas en todas las grandes ciudades,
nosotros vamos para un escenario parecido al de Centroamérica más o menos, bandas
que controlan territorios. Primero, porque, porque lo hemos alargado tanto, y pensamos
que esto se arregla a bala, pues la gente entiende que a bala todo se resuelve, entonces
cada generación va llegando va es con esa conciencia, yo veo que, queda un camino muy
largo, pero sí creo que es fundamental acabar con el conflicto armado y político con las
FARC, y con las guerrillas, porque por los menos les quitan un pretexto a ciertos
discursos de la extrema derecha para legitimar las cosas que hacen, con base en eso, y
poder mirar otros problemas que tiene el país (…) (E3, 23 de julio de 2014)
A partir de lo expuesto, el nivel de violencia que han ejercido actores armados debe
280
bajar, con el ánimo de lograr acuerdos que permita restructurar la vida social de la población;
además de concertar soluciones para los problemas de exclusión y desigualdad, previniendo
nuevos caldos de cultivos para los brotes de violencia. Acorde a lo mencionado, siguiente relato
expone la negociación del acuerdo de paz con el grupo guerrillero FARC.
Sí, pero ese proceso de negociación que en ese instante se entre las cúpulas de las partes
directamente enfrentadas también tienen que trasladarse a la población civil que no ha
participado; es más, creo que en una de las razones para qué esas partes enfrentadas es
en este momento negociando es porque también la población civil, aunque no en una
gran escala ha hecho cierta presión sobre esos grupos, bien sea conformando
comunidades de paz en donde no se apoya ninguno de las partes en conflicto; eh, bien sea
exigiéndoles el gobierno que empiecen procesos de negociación; eh, bien sea... eh,
negando que sus hijos entren o los mismos jóvenes entren a formar parte del ejército del
país para evitar que, que vayan a la guerra. Entonces creo; eh, un proceso de
negociación requiere de todos los, de que todas las partes; eh, actúen y que es incluso
más trascendental que ese proceso para que sea real desde las bases de la sociedad, no
que se ha impuesto de arriba hacia abajo por parte de los líderes estatales, o el parte de
los líderes alzados en armas; si no que sea un proceso que la base apoye; porque si se
firma un acuerdo de paz la base social está dispuesta a acoger ese acuerdo de paz,
porque de nada nos serviría que tras ese proceso de negociación; eh, pasase por un, un,
unos eventos tan catastróficos como la eliminación que hubo de los miembros de la
unión patriótica; el asesinato de la unión patriótica. Entonces de nada nos serviría
empezar ese proceso, o, de nada nos sirve un proceso como el que se vivió con los
grupos paramilitares en donde hubo un supuesto desarme, pero no estaba ni la sociedad,
281
ni la institucionalidad preparada para ofrecer alternativas distintas que permitieran a
esos miembros de los grupos paramilitares reincorporarse a la vida civil y de la vida
ciudadana. Entonces los procesos tienen que ser tanto de arriba hacia abajo, como de
abajo hacia arriba; siendo aún más importante que el de arriba hacia abajo, el de abajo
hacia arriba, que se va de las bases de la sociedad. (E5, 21 de octubre de 2014)
La sociedad se vuelve uno de los ejes principal en el tema de postconflicto, acuerdos de
paz, y negociaciones con actores armados, a la hora de ejercer presión al Estado, por medio de
organizaciones y/o comunidades de paz, que no apoyen ninguna de las partes y/o ideologías del
conflicto; esto desde un conocimiento pedagógico y transparente que permita la participación
ciudadana sin correr el riesgo de perder la vida, pero además, una sociedad que permita la
oportunidad de reincorporar a los victimarios a la vida civil desde el resarcimiento de los hechos
victimizantes como es mencionado a lo largo de las entrevistas. Así pues, otro relato expone:
mire en estos días escuchaba una entrevista muy interesante y yo decía, estoy de acuerdo
con eso, si vamos a hablar por ejemplo de paz en este país, cierto; quienes hacen la paz,
los enemigos, si usted y yo somos amigos no necesitamos hacer la paz; la paz es entre los
enemigos, cierto; y si la paz es entre los enemigos eso quiere decir que tenemos que ceder
de parte y parte, para que podamos reconciliarnos, cierto; pero que es lo que vamos a
ceder que no degenere en impunidad, porque la impunidad sabemos que es el caldito de
cultivo o las semillas para nuevas guerras, entonces no tiene sentido que digamos perdón
y olvido, porque eso va a generar luego nuevas guerras; nuevas, emociones no
trabajadas se van a reciclar los sabemos los psicólogos, eso va a quedar ahí en la
historia de las familias, y eso va a salir por algún lado, entonces si tenemos que estar
dispuestos a ceder, si tenemos que estar dispuestos a perdonarnos, claro que sí. Pero
282
¿cuáles son los límites que nos van a permitir hacer eso sin que caigamos en la
impunidad? (E6, 24 de noviembre de 2014
Por otra parte, el Estado como garante de derechos debe ofrecer los espacios para la
consecución del postconflicto e intervención; a lo cual, el siguiente relato expone:
Hay bueno, hay una cosa que en estos días me está preocupando muchísimo, muchísimo;
y mire, la, la institucionalidad en Colombia digamos que no ha sido muy fuerte; de hecho
parte de que muchos, muchas comunidades se hayan organizado de forma armada tiene
que ver por qué el estado no tenía presencia, todavía hay lugares donde me dicen es que
el Estado aquí, no hace presencia. Entonces el tema de la institucionalidad, la falta de
credibilidad en la institucionalidad esto es gravísimo porque ahora que si contamos con
una ley como la 1448, que le estamos apostando a la reparación, que le estamos
apostando al derecho de las víctimas, en nuestro país; las comunidades no creen, no
creen en la institucionalidad es muy complejo; ahí tenemos un reto grande. Pero a nivel
social y comunitario yo creo que lo que más nos afecto fue el tejido social, la confianza
de las comunidades, creo que se legitimó la guerra, mire hay comunidades que no
recurren por ejemplo a instituciones que garantizan sus derechos (…) (E6, 24 de
noviembre de 2014)
A la fecha, se encuentran más de ocho millones de víctimas registradas; lo cual, como es
mencionado por E7 (p.160), el Estado ha creado una demanda que no alcanza a abarcar; sumado
a esto, se encuentra los nuevos desplazamientos forzados, y las nuevas víctimas que deja la
violencia por los recursos naturales. Además, como es expuesto, la usencia estatal en el
territorio crea un problema aun mayor, basado en la credibilidad de la institución, desconfianza
283
comunitaria y la posibilidad de que actores insurgentes se adentren en busca de territorio y
material humano para sus tropas, mientras repite la historia dantesca de hechos victimizantes.
Esto mismo es expuesto por Villa Gómez et al., (2017) quienes citan a, González, Bolívar, y
Vásquez, (2002); y Villa, (2014), para exponer la ausencia estatal en algunos territorios,
evidenciando la relación clientelar que maneja militarmente el Estado con caciques regionales,
convirtiendo el territorio en un botín personal; esto dificulta la relación de las instituciones con
las comunidades que no demandan sus derechos y no se establece una relación de ciudadanía.
Por último, el siguiente relato expone una reevaluación de la psicología como profesión en la
intervención a víctimas del conflicto armado:
hay un asunto que tú le apuntas que tiene que ver con la superación, que tiene que ver
con las causas estructurales, porque mire, un problema no se soluciona si se nos recuerde
problema, entonces que podamos hablar de cuáles son las causas estructurales de este
conflicto de todo esa complejidad del conflicto; para poder pensar en su superación o no,
pienso que ahí hay una cosa importante y finalmente también tu pregunta por los
profesionales, pienso que eso es clave la psicología tiene que reevaluarse, la psicología
en particular que es nuestra profesión tiene que replantearse. Los psicólogos tenemos que
salir de ese imaginario, digamos un poco psicoanalítico del diván, el consultor, no; esto
es un asunto de territorio de ir a conocer las dinámicas comunitarias, es la única forma
no hay otra, hay que conocer el contexto y hay que tener una apuesta no sólo profesional
y técnica sino también humana y política, entonces creo que es vital. (E6, 24 de
noviembre de 2014)
284
8. Conclusiones
Los significados encontrados por las y los psicólogos entrevistados, permitieron
profundizar en las dinámicas que se han construido históricamente sobre conflicto armado y la
atención a víctimas; dando por resultado, nuevas preguntas basadas en problemáticas históricas,
modos de intervención y resolución de décadas de violencia, lo cual posibilito concluir los
siguientes puntos:
Conflicto armado
El conflicto armado se ha caracterizado por el amedrentamiento y terror sistemático a la
población rural, urbana y citadina, donde se ven inmiscuidos funcionarios estatales, actores
armados legales e ilegales, delincuencia común y maleantes a sueldo, con un claro objetivo de
imponer una hegemonía ideológica por medio de acciones violentas y armamentistas, que
convergen en beneficios propios de unas elites nacionales e individuales, basados en adquirir en
control territorial, nacional y el poder gubernamental. Así pues se presentan los siguientes ejes
del C.A.
Desplazamiento forzado
Históricamente se evidencia la confrontación armada por el desplazamiento masivo de la
población que se encuentra en territorios donde yacen recursos naturales. Esto ha permitido el
saqueo, usurpación y apropiación de la tierra, por medio de una exclusión sistemática de
campesinos; donde se ven inmiscuidas diferentes clases sociales, políticas y económicas.
Así pues, la población desplazada que posee precariedades económicas termina
alojándose en sitios marginales o límites de áreas urbanas y citadinas, permitiendo la cooptación
285
de los grupos armados legales e ilegales, con el ánimo de reclutar material humano que esté
dispuesto a trabajar en minería ilegal, narcotráfico o desde una posición guerrista. En esta medida
la desigualdad, el resentimiento, los deseos venganza, el reconocimiento, el poder que se obtiene
bajo un uniforme y arma, mesclada con el analfabetismo se vuelven fundamentales para llevar a
cabo estrategias de reclutamiento concentradas fundamentalmente en NNA, y jóvenes.
Guerra y/o conflicto armado
Como es expuesto por Restrepo et al., (2005), el concepto de guerra se establece para
denominar un conflicto que ha albergado alrededor de mil muertes en un año; sin embargo, como
se ha evidenciado, la distribución de la tierra, los recursos naturales, las estrategias de
empobrecimiento y el acceso real a los derechos, configuran el C.A. permitiendo que este se
expanda en el tiempo; lo que ha generado guerras y conflictos de nivel intermedio de alta y baja
intensidad.
Institución gubernamental
La institución pública juega un papel fundamental dentro del C.A. ya que históricamente
sus mandatarios se han visto implicados en las dinámicas violentas, lo que ha creado
desconfianza e ilegitimidad dentro de la población, algunos de los eventos más sobresalientes
son:
a) Los acuerdos de paz establecidos por el Frente Nacional, conocidos por unos y
desconocidos por otros, lo que genero alrededor de 100 bandas activas de campesinos
armados, dando por resultado para la década de 1970, un exterminio de simpatizantes de
partidos políticos adversarios lo que promovió la manipulación política con fines
286
electorales, con unos claros intereses por la tierra en algunas regiones del país, y por el
poder estatal.
b) Las tomas violentas por la recuperación de la tierra por parte del campesinado, contra de
los terratenientes y viceversa, evento que se repetía una y otra vez; donde los dueños del
latifundio eran aquellos que tuvieran mayor fuerza y apoyo en la región, lo que ocasionó
la muerte selectiva de líderes campesinos.
c) Los grupos armados contratados por las elites nacionales para reprimir la protesta
campesina, que se encontraba en regiones con recursos naturales
d) La ausencia de la institución pública en las regiones donde el bandolerismo asalariado
cumplía con la expropiación de la tierra, despojo y desplazamiento del campesinado.
e) Las alianzas entre personajes políticos, la fuerza pública, paramilitares y
narcotraficantes, con la clara idea de quitarle el lazo social a la guerrilla por medio de
asesinatos selectivos, estrategias de miedo y terror en la región, lo que ocasionó la muerte
de un sinnúmero de campesinos, permitiendo la expansión del narcotráfico como
negocio rentable, con el apoyo de sus aliados. Así pues, se evidencian la cooptación de la
población de manera militante, donde los recursos naturales se vuelven un botín personal;
instituyendo legitimidad y protección que garantice la impunidad
f) El establecimiento de un modelo narco paramilitar en la política, instituyendo la
legitimación de medios mafiosos para la resolución de conflictos, permitiendo mayor
287
concentración de riquezas en pocas manos e instaurando una cultura narco dentro de la
población.
g) El avance en la infraestructura, desarrollo social, económico y educacional de las zonas
más centrales, combinado con las brechas de desigualdad en barrios marginales y la
exclusión rural en las regiones; lo que permitió el reclutamiento de NNA y jóvenes, por
los grupos armados.
h) El establecimiento de una oligarquía en el poder político por más de medio siglo, donde
no se evidencia cambios en las actividades clandestinas y delictivas de los gobernantes.
Reclutamiento
El foco de atención del reclutamiento de los actores armados se encuentra dirigido a
regiones, o sitios marginales donde se haya falencias familiares, psicológicas y económicas; es
decir, población vulnerable y vulnerada. De esta manera la desigualdad social y la falta
oportunidades, permite que los NNA y jóvenes, se encuentren más propensos a participar en las
dinámicas del conflicto, lo que cambia el significado de la vida, debido a las múltiples
vulneraciones que han recibido. Así pues, sobresalen los siguientes aspectos del reclutamiento:
a) Varios miembros de una misma familia puedes participar de diferentes grupos armados, o
diferentes bandas criminales, ocasionando conflictos.
b) Los NNA y jóvenes reclutados que cambian de un grupo a otro, se vuelven objetivos
militares por los mismos grupos a los que pertenecían.
288
c) Las precariedades económicas, la falta de educación y el desconocimiento de las
dinámicas del conflicto, hace más fácil el reclutamiento y el adoctrinamiento de los
actores armados.
d) Otras aspectos del reclutamiento se encuentran basadas en: el ejemplo de algún miembro
de la familia, identificación social de los NNA, y jóvenes con reclutados; reconocimiento
social y respeto dentro de su comunidad de pares, idealización del héroe basada en la
familiaridad de valores militares, insignias, símbolos, uniformes y armas; presión de los
grupos armados en las comunidades y/o regiones, despojo violento de los NNA, de sus
familias por actores armados y sentimientos de venganza y/o resentimiento hacia algún
grupo armado y/o banda criminal
Nota: a partir de lo abordado en el área de reclutamiento surge la siguiente pregunta:
¿Qué relación tiene el concepto de familia en el reclutamiento de las Bacrim y/o grupos
armados?
Ideología de los actores armados
A partir de la investigación, se evidencia la transformación ideológica de los grupos
armados ilegales, que en un primer momento se trataba de la reivindicación de los derechos
humanos y la obtención del poder bajo un modelo marxista leninista; el cual, cambio bajo la
dinámica del domino territorial e intereses económicos, estableciendo alianzas convenientes. De
esta manera, se presenta un pensamiento retrogrado de los actores armados, teniendo en cuenta
289
las diferencias de cada grupo. Así pues surgen las siguientes preguntas: ¿Quiénes dentro de los
grupos armados conservan posiciones ideológicas? ¿Quiénes dentro de los grupos armados
comprenden la ideología que defienden? ¿Quiénes dentro de los grupos armados se encuentran
por un beneficio económico?
Sociedad
La población colombiana ha demostrado históricamente la capacidad que tiene para
acoplarse a escenarios violentos, legitimando y/o naturalizando la violencia como único medio
para la resolución de conflictos y lograr fines individuales. Sin embargo surge la siguiente
pregunta: ¿la población colombiana legitimo o naturalizo violencia como único medio para la
solución de conflictos? Esto, teniendo en cuenta la sobre exposición histórica de este fenómeno.
Así pues, se encuentra el resentimiento y la desconfianza de la sociedad hacia los actores
armados legales e ilegales, lo que puede desembocar en un nuevo conflicto.
La minería
Como es presentado, la minería se convierte en el nuevo recurso económico de los grupos
armados ilegales para alimentar y costear el conflicto. En esta medida surgen las siguientes
preguntas ¿A qué se le denomina minería legal y minería ilegal? ¿Cuál es el lugar que ocupa la
población que vive en zonas donde hay minería y grupos armados? ¿Cuál es la relación entre
trabajadores mineros y actores armados? Así pues, los actores armados consolidan presencia
territorial en regiones estratégicas, donde se evidencia un país dentro de otro país, el cual opera
bajo el mandato de los grupos insurgentes.
Conflicto Armado, narcotráfico y desigualdad social
290
A partir de las décadas de 1970, en adelante; se establece la asociación del narcotráfico
con el conflicto. En esta medida, la tierra con zonas propicias para el cultivo de droga ilícita se
vuelve fundamental para la sufragar económicamente la estructura de los actores armados, que
permean todas las esferas sociales de áreas rurales, urbanas y citadinas, donde se consolidan las
nuevas dinámicas del conflicto; entre ellas se encuentran:
a) La presencia del micro tráfico en zonas estratégicas dentro de la comunidad o región,
especialmente donde se evidencia grandes brechas de desigualdad social o zonas
marginales, lo que permite, cooptación de la comunidad por medios de represión y
acciones violentas.
b) El Reclutamiento de NNA, y jóvenes, con claras ideas de venta de estupefacientes,
vigilancia del territorio que es contralado por medio de panópticos y barreras
invisibles, y posición de guerrerista o de lucha en el caso del sicariato, para la
defensa de la zona donde se encuentra la venta droga ilícita. Por otra parte en estas
zonas se establece la cultura del narcotráfico expuesta de la siguiente forma:
(…) la cultura del narcotráfico sobre todo en regiones como Antioquia, como en Cali en
el valle; dejo también una cultura, una cultura que es compleja, la cultura del
consumismo, la cultura de la moto, la cultura de los súper tenis, la cultura marquillera,
la cultura de la rumba de 2 millones de pesos un fin de semana (…) (E6, 24 de noviembre
de 2014)
291
Desmovilizados y disidencias
A partir de las negociaciones, procesos paz y desmovilización de grupos armados
ilegales, se establece:
a) El fracaso de la desmovilización de los paramilitares, al no prever las disidencias
cooptadas por grupos narcotraficantes, lo que genero la creación de numerosas bandas
criminales (Bacrim), al servicio del mejor postor.
b) La sensación de amenaza a causa de las disidencias del paramilitarismo contratadas por
grupos de poder, con intereses en desplazar a la población que se encuentran en
oposición a proyectos mineros e hídricos en las regiones.
c) El poco o nulo trabajo de los desmovilizados al hora de entrar a la vida civil, lo que
provocó rechazo por parte de la sociedad, causando que los integrantes de estos grupos
volvieran a coger las armas, ubicándose como alternativa, seguir en las lógicas de la
guerra.
d) En torno a los acuerdos de paz con las FARC, se presenta: no hay un consenso como
grupo que llegue a la mesa de negociación consolidando la paz, por tal razón se
evidencia disidencias en los procesos; donde varios desmovilizados no harán parte de la
vida civil y/o vías de derecho.
e) Parte de las disidencias de las FARC, continuaran en el negocio del narcotráfico y
minería ilegal, permitiendo la cooptación por parte de otros grupos guerrilleros, las
292
Bacrim o estableciéndose como un nuevo grupo dentro del conflicto; dando por
resultado una nueva escena de violencia.
Retraso social
La guerra y/o conflicto armado ha demostrado los daños en torno a la estructuración de
los vínculos sociales y culturales de la comunidad en diferentes regiones del país, evidenciando
costos y consecuencias imposibles de resarcir, como: la muerte selectiva de líderes, los
genocidios indígenas, la desaparición forzada a campesinos y población en general, los falsos
positivos, el desplazamiento forzado, el daño a la economía rural, la institución del
amedrentamiento de los grupos armados a la población para llegar al poder político, ocasionando
costos humanitarios, una sociedad basada en el miedo, incertidumbre y sufrimiento, el saqueo de
los recursos naturales con fines económicos particulares y una involución o retraso en el
desarrollo social evidenciado en todo el territorio colombiano.
De acuerdo a los puntos anteriormente establecidos, se expone el C.A. con un carácter
dinámico que ha pasado por varias transformaciones; en las cuales, se evidencia una violencia
generalizada hacia la población en medio de la normalidad; encontrando como principios básico
para la extensión histórica del conflicto: la desigualdad social, económica y la falta de
oportunidades que permite ver en los grupos armados una opción financiera viable, en lugares
donde se encuentra ausencia o abandono institucional, como áreas rurales y sectores marginales
de zonas urbanas y citadinas.
Así pues, el Conflicto social que se vive en algunas regiones del país a causa del
narcotráfico y micro tráfico, es el establecimiento de una nueva evolución y/o etapa del C.A. que
293
comienza a expandirse por todo el territorio nacional, y que no se desliga de las alianzas entre
actores armados legales, ilegales, y agentes gubernamentales, donde se establece una cooptación
del poder político por medio de la violencia, el temor y el miedo en la sociedad.
De esta manera, la historia colombiana ha demostrado un tiempo recesivo o de
maduración del conflicto donde se encuentra criminalidad y violencia política, antes de que
nuevos grupos armados emerjan con unos claros intereses de particulares; más aún, cuando
Estado se encuentra al servicio del poder de unas elites. De acuerdo a lo dicho, el siguiente
apartado expone:
Las Bacrim van a seguir, la delincuencia se va a aumentar, porque todos esos que
estaban, y que dónde los van a poner en este país con todo los que ahí armados y que
saben es de eso, ellos van por mucho tiempo, vamos a tener delincuencia armada muy
fuerte, eso es conflicto armado de lo que estamos hablando, que es un conflicto armado
social (…) (E4, 30 de agosto de 2014)
De acuerdo a lo expuesto surge las siguientes preguntas: ¿Qué relación hay entre las
disidencias de los grupos armados ilegales que llevan a cabo procesos de paz y desmovilización,
con actores armados que establecen un cese al fuego y la delincuencia común? ¿Qué rol ocupan
los integrantes de grupos armados que se encuentran recluidos en penitenciarias en las
dinámicas del C.A.?
A partir de lo abordado en la investigación, se concluye que el C.A. Es una maquinaria
funcional, que está diseñada y pensada para incluir a la población colombiana; aun, cuando la
sociedad se encuentre fuera de las dinámicas de los grupos armados. Así pues, las
294
trasformaciones del C.A. y/o guerra en Colombia, se encuentra estrechamente relacionada con
intereses económicos políticos y territoriales, de acuerdo a la institución pública, privada, grupos
al margen de la ley y sus respectivas relaciones. Por su parte, los grupos armados, buscan la
cooptación militar de NNA y jóvenes, convirtiéndolos en los nuevos protagonistas o sucesores
del conflicto, centrándose principalmente en zonas marginales con precariedades económicas,
familiares, y psicológicas, que estén dispuestos a trabajar en el narcotráfico, micro-tráfico,
minería ilegal, vigilancia y posiciones guerreristas. En el caso de los NNA y jóvenes reclutados,
que se convierte en un problema social, son asesinados, desaparecidos y reemplazados por las
nuevas generaciones. Y en medio de esta dinámica violenta, se encuentra una sociedad
indiferente, ajena y resentida frente a los hechos victimizantes que traen los actores armados en
el conflicto y/o guerra.
Intervención psicosocial
El significado atribuido por las y los psicólogos entrevistados sobre la intervención a
víctimas del C.A. y/o violencia sociopolítica, establecen algunas posiciones similares y otras
diferentes, de acuerdo a los temas abordados en la investigación, resaltando nuevas preguntas y
varias problemáticas; las cuales, son expuestas en los siguientes puntos
Intervención psicosocial a victimas
A partir de las entrevistas realizadas, se establece dos formas de intervención de acuerdo
a las entidades institucionales que llevan a cabo proyectos y/o procesos de restitución y medidas
de reparación; las cuales se diferencian en: la atención llevada a cabo por la UARIV (Unidad de
Atención y Reparación Integral a Victimas), encargada de ejecutar las ley 1448, y la atención
295
brindada por ONG’S. Por consiguiente, surge la siguiente pregunta ¿Cuál es la diferencia entre
la atención establecida por diferentes ONG’S y la UARIV?
Así pues, la atención a víctimas del C.A. es definida como: las acciones que lleva a cabo
el Estado, para bridar a la población vulnerada del C.A. una orientación y/o solución a las
necesidades derivadas de hechos victimizantes en el marco de la ley 1448.
Sin embargo, se establece: la atención a víctimas como un proceso que debería satisfacer
las necesidades no solo de población que se encuentra registrada en la legislación e institución;
sino, todas aquellas personas que independientemente del tiempo trascurrido entre la hecho de
victimización por actores armados legales e ilegales, puedan llevar a cabo desde el momento en
que se solicite, un proceso que vaya dirigido a recibir ayuda humanitaria, y resarcir las
necesidades psicológicas, económicas y sociales, de acuerdo a los derecho violentados.
Lógica de los proyectos de intervención
Los proyectos de intervención a víctimas del C.A. son expuestos por las y los
entrevistados desde una lógica instrumental y asistencialista; en la cual, se establece una
dinámica, donde los individuos quedan dependientes a los profesionales y al amparo del Estado;
lo cual, resulta catastrófico, debido a la miseria y rentabilidad subjetiva, establecida como una
dialéctica en la medida “en que yo este desamparado voy a poder tener, contar con la
respuesta” y “entre más llevado esté, mejor porque más subsidio voy a recibir” (E6). Así pues,
se establece los siguientes puntos
a) Los proyectos con lógicas y/o estructuras asistenciales e instrumentales imponen
técnicas, con el ánimo de cumplir objetivos y/o metas desde posiciones burocráticas y
tecnocráticas, expresando lo que se debe de realizar en la intervención a víctimas en
296
tiempos inmediatos; desconociendo el contexto, la experiencia de vida, necesidades y
realidad económica. Por otra parte, la población no asume conciencia frente a los hechos
victimizantes, ubicando a las personas en lugares de invalidez e impidiendo que los
duelos puedan ser llevados a cabo, causando revictimización.
b) Los proyectos y/o programas estatales tienen una lógica asistencialista que no
corresponde a las necesidades de las víctimas, ya que se encuentran fundamentados por
una atención paternalista centrados principalmente en reparar desde la indemnización
económica; lo que no favorece la potencialidad de las personas, ya que no proporciona
habilidades y/o herramientas psíquicas de resiliencia que permitan enfrentar las
situaciones victimizantes y el fortalecimiento de la comunidad.
c) La intervención Estatal mediada por intereses sociales y políticos puede llegar a tener una
lógica instrumental, donde no necesariamente, lo primordial es la construcción de
herramientas que permitan el fortalecimiento de la comunidad y/o individuo; en esta
medida, el interés fundamental es atender a la mayor cantidad de personas, basándose en
los requisitos de la ley. Así pues, este tipo de intervención apoya el sufrimiento, donde la
población vulnerada continua intacta, lo que no favorece a la emancipación,
despolitizando el ejerció de la reparación y degradando la profesión de quienes
intervienen en los contextos de víctimas. A esta problemática se le suma las falencias en
el funcionamiento de las rutas que imposibilita operativización y operacionalización de la
ley, evidenciando barreras en el acceso a los derechos.
297
De acuerdo a los puntos presentados sobre los proyectos de intervención con lógicas
instrumentales y asistenciales surgen las siguientes preguntas: ¿Los proyectos de intervención
que no se encuentran contextualizados a las necesidades de las víctimas y su autonomía, se han
vuelto un negocio rentable para las instituciones que llevan a cabo estos procesos de reparación?
¿Cuál es el lugar que le da el gobierno a las víctimas de actores armados legales?
Categoría de víctima
El término víctima se entiende a partir de las y los entrevistados, como una categoría
opera dentro del discurso jurídico; la cual, es necesaria, ya que permite el acceso a las medidas
de satisfacción y reparación establecidas en la ley 1448. Además de acceder a ciertos derechos
que la población en general no cuenta.
Condición de victima
La condición de víctima es expuesta por las y los psicólogos entrevistados como la
relación que se establece entre las lógicas de intervención asistencialista y las víctimas, donde no
hay una superación y/o autonomía que permita desligar al individuo del Estado y los
profesionales. Así pues, se presenta los siguientes puntos:
a) La ley1448, se encuentra orientada a resarcir y satisfacer de necesidades básicas, lo que
ha generado una demanda constante y repetitiva, por parte de la población que se
posiciona en condición de víctima.
b) Las personas que se posicionan en condición de víctima, se des-responsabilizan de los
procesos y comunidades, exigiendo que el Estado sea quien lleve la responsabilidad de
ellos, por los hechos victimizantes que no les divido de haber sucedido.
298
A partir de los puntos expuestos, se establece la condición de víctima, como una etapa
transitoria, donde las personas pasan por un hecho impactante que imposibilita la capacidad de
pensar y actuar en la vida. En esta medida, los procesos de reparación buscan activar desde la
potencialidad de cada individuo la resiliencia, encontrándose ante los hechos de victimización
personas denominadas como sobrevivientes. .
Por otra parte, se establece las relaciones entre: desigualdad, precariedades sociales,
económicas, y condición de víctima, en lugares donde hay ausencia estatal. Lo que permite ver
en esta condición, la posibilidad de obtener por medio del Estado, las garantías de derechos que
no ha tenido y la institución no ha dado.
Así pues, se concluye: la condición de víctima, es la problemática que se constituye
cuando no se le da el lugar adecuado a la población vulnerable y vulnerada en los procesos de
reparación, producto de necesidades básicas insatisfechas, duelos no elaborados y problemas
psicológicos no resueltos.
Objetivo terapéutico
El objetivo terapéutico de la intervención a víctimas se encuentra basado según las y los
entrevistados en:
a) La generación duelos donde aspectos sintomáticos relacionados al hecho victimizante
puedan ser llevados a un segundo plano y/o curados.
b) La trasformación subjetiva por medio del relato de vida, donde la experiencia de cada
sujeto se vuelva el centro de la realidad; permitiendo que cada historia pueda
resignificarse en pro de la dignidad, de sí mismo y de la compresión de los hechos
299
victimizantes, por medio de la reactivación de los recursos internos (resiliencia) y su
potencialidad, retomando la autonomía y control de la vida.
c) Un proceso psicoterapéutico donde se pueda llevar a cabo una transformación social y
política dentro de la comunidad y/o región, que permita la reconstrucción del tejido social
y la participación ciudadana.
d) La formación de líderes en las comunidades que han sido afectadas por la guerra, con el
ánimo de trabajar desde las asociaciones, la construcción de paz y reconciliación, desde
la no violencia. Sin embargo, teniendo en cuenta el capítulo de conflicto armado surge la
siguiente pregunta: ¿se están formado líderes para ser asesinados?
Funcionarios y Profesionales
La atención ofrecida por parte de algunos funcionarios estatales, es descrita por las y los
psicólogos entrevistados como revictimizante, debido a la falta de formación y voluntad política
frente a los hechos de victimización. En esta medida, la atención a víctimas del C.A. se ha
caracterizada por ubicar a las personas en una posición de pobrecitos, desvalidos que no pueden,
no saben, agotados, cansados, cansones, pertigueños, picaros, limosneros con la mano estirada y
no desde la potencialidad.
Así pues, algunos funcionarios son funcionales en un sistema disfuncional, donde se debe
tener en cuenta que la atención a víctimas no es un favor; sino, un deber que permite resarcir los
derechos vulnerados. Sin embargo, algunos empleados se ven expuestos a las lógicas
300
asistencialistas e instrumentales de las instituciones, evidenciando saturación con la cantidad de
personas que deben ser atendidas en máximo de tiempo; sumado a esto, se encuentra los
contratos por tres meses que no ofrecen garantías laborales que permitan llevar a cabo una
adecuado acompañamiento; así pues, la atención y reparación se encuentra mediada por la
tramitología de asuntos administrativos y burocráticos.
Por otra parte se encuentran psicólogos y psicólogas ejerciendo su profesión en el área de
victimas del C.A. algunos de ellos, interviniendo desde un modelo biomédico, donde leen los
caso de victimización con visión patológica y medicalizada; lo que conlleva a individualizar el
sufrimiento y el dolor en un contexto de violencia. En esta medida se encuentra diferencias entre
las personas que van por decisión propia a un consultorio, y los procesos que se lleva a cabo con
la población vulnerada por violencia sociopolítica.
Así pues, los procesos psicológicos se encuentran mediados por intervenciones
puntuales abordados en tres o cuatro talleres, que no se caracterizan como procesos terapéuticos;
sino, como encuentros que impiden la elaboración de duelos desde la subjetividad de cada
persona, imposibilitando salir de la condición de víctima. Así mismo, Las entidades encargadas
de la reparación, contratan personal sin el perfil psicológico, experiencial y/o profesionales que
cobren más barato, dando por resultado una falta de empatía, desconocimiento del contexto, sus
problemáticas y las necesidades de la población; lo que genera, revictimización.
Acorde a lo mencionado, se encuentran profesionales que se sitúan desde una posición de
experticia y prepotencia, anulando la escucha y alojando el dolor en el silencio de las víctimas,
ocasionado una acción con daño. Así mismo, se hallan psicólogos que se ubican desde una
posición celosa, al percibir que una persona, que no ha pasado por la universidad pueda ayudar
301
mejor a las víctimas del C.A. En esta medida, haciendo referencia a la falta de preparación de
algunos profesionales y a las lógicas asistencialistas de los proyectos de intervención, dos de los
entrevistados exponen el significado de “manoseando las víctima", para definir el carácter
instrumental con que se han llevado a cabo las intervenciones. Así pues, surgen las siguientes
preguntas ¿Cuál es el lugar que le dan las y los psicólogos profesionales a las víctimas en los
procesos de intervención y reparación? ¿Hasta qué punto un psicólogo profesional pude llegar a
entorpecer los procesos con la población vulnerada o vulnerable a causa de su ego académico?
Acorde a lo dicho se exponen los siguientes apartados:
(…) por ejemplo cuando yo como psicóloga no reconozco la dignidad del otro, no
reconozco su historia; cuando estoy en el código de la atención que me dicen los
formatos y cuando no reconozco esa humanidad del otro, cuando no lo escucho para ver
realmente que lo que requiere, cuando yo estoy cerrada en mi lugar de experta de
profesional y anuló al otro (…) revictimizo (...) (E6, 24 de noviembre de 2014)
(…) la psicología como disciplina se ha constituido desde el individualismo psicológico,
desde el individualismo metodológico, desde la patologización., y desde querer imitar al
modelo médico hace mucho daño a la gente, sí. Porque una persona que tiene un
problema muy serio, que es como sobrevivir después de un problema de victimización...
eh y una ruptura del sentido de vida desde la estructura familiar y todo esto, llega un
psicólogo antes le dice que ahora está enferma, entonces en ese sentido eh, y hay varios
autores que yo concibo con ellos que dicen que el, los psicólogos cuando hacen estas
situaciones patologizantes se ponen del mismo lado ético del victimario, no para la
agresión, ¿por qué razón? porque el victimario busca privatizar el daño, individualizar el
daño, separa la persona del contexto imposibilitarla, paralizarla y no hay nada más
302
paralizante que usted le ponga una etiqueta de enfermedad mental; lo otro reforzar,
hablemos conductistamente, refuerza la acción educativa, pedagógica conmigo que hizo
el victimario, es decirles usted no puede, o se esté imposibilitado, usted aíslese, usted qué
tenía un problema individual, no es un, un problema colectivo porque el victimario no lo
está atacando y usted por ser una persona solamente, lo está, están pagando porque
quiere destruir una red social, para tener un poder, para ejercer un control, para romper
resistencia, entonces si usted individualiza el daño, usted lo que hace es resoldar lo que
el victimario quiso hacer; por eso, la mirada nuestra de los psicólogos, yo sí creo que
perniciosa cuando hace trabajo desde esas miradas obviamente, esas miradas hace
mucho daño a los procesos colectivos en este tema y en otros, pero este tema es muy
claro como lo plantea el contexto, y yo digo porque lo veo, y por qué lo he visto; he visto
como una persona se postra a un más cuando ve un diagnóstico psiquiátrico, o un
diagnóstico psicológico, y además cuando están haciendo esfuerzos, para que la persona,
que esa persona le construya, la persona como que se aferra a ese estigma que se le puso
de enfermedad y se convierte en un pretexto para seguir dando vueltas y patinando no
hace nada, las personas que sólo andan con una enfermedad y que trabajó con estas
experiencias, normalmente tienen un proceso de transformación y de recuperación
funcional, mucho más profundo y duradero. (E3, 23 de julio de 2014)
Con base a los resultados encontrados en la investigación, se establecen algunos puntos
importantes a la hora de llevar a cabo una intervención de acompañamiento a víctimas del C.A.
a) El comportamiento ético de las y los psicólogos debería de predominar, a la hora de
diferenciar lo correcto y lo incorrecto, no solo en función de los parámetros establecidos
por las entidades; sino, en fusión de las comunidades y/o individuos que se intervienen.
303
En esta medida, los profesionales deberían estar en capacidad de discriminar cuales
procesos están generando revictimización.
b) Los procesos de intervención deberían tener en cuenta la diversidad y heterogeneidad de
las víctimas, diferenciado las necesidades de cada proceso en cada individuo, según la
edad, lugar de procedencia, cultura y creencias, centrándose en la reconstrucción de su
historia y de la realidad desde una posición de humildad y comprensión.
c) Los vínculo entre los profesionales y victimas que llevan a cabo procesos de reparación,
debería estar mediado por una relación de respeto y confianza, donde las “distancias
profesionales no existen, pero si un reconocimiento por parte de cada lado”. (E2) con
caracterizas educativas, culturales y social de acuerdo al contexto,
d) Los profesionales que llevan a cabo procesos de intervención deberían tener claras las
rutas de atención y entidades que llevan a cabo la orientación en las medidas de
reparación y satisfacción expuesta en la ley.
Componentes de la atención y/o acompañamiento
El termino atención, es establecido por las y los entrevistados, como un concepto dentro
del marco jurídico; así pues, desde el área psicosocial se utiliza el termino acompañamiento para
designar los procesos e intervención que se llevan a cabo en el trabajo con víctima del C.A.
resaltando los siguientes componentes:
304
a) Los procesos psicoterapéuticos deben estar enfocados en la reconstrucción de la historia
desde el reconocimiento de la humanidad de las víctimas, avalando la versión individual
de los acontecimientos victimizantes, basándose en la escucha, la dignidad de la persona,
asumiendo el caso por caso desde las costumbres culturales, referentes políticos, sociales
e históricos y de sentido; esto, atravesando por un apoyo psicosocial y clínico con sus
respectivos cierres dirigidos a la autonomía.
b) El acompañamiento establece una lógica donde los profesionales se coloca al servicio de
los procesos que las victimas van generando, fortaleciendo el progreso en espacios de
comunidad, reconstrucción social, y autonomía colectiva desde la apropiación, respeto,
comunicación y participación del vínculo solidario.
c) El acompañamiento implica realizar asesoría y apoyo jurídico en las medidas de
reparación y satisfacción, rutas de atención e incidencia política desde una postura
adecuada, clara y pertinente.
d) El acompañamiento debe representar una apuesta ética, profesional, política y humana,
atravesada por la reconstrucción de paz, en pro de transformar sensibilidades desde una
postura no violenta.
e) El acompañamiento se encuentra dirigido a la transformación de las víctimas en el
restablecimiento de la ciudadanía, desde el ámbito social y asertivo.
305
A partir de los resultados en la investigación, se encuentra algunos profesionales que
establecen una relación entre ser víctima del C.A. y la pérdida de la condición de ciudadano/a, a
lo cual surge la siguiente pregunta: ¿Qué idea se han construido los profesionales que trabajan
con víctima del C.A. y la pérdida de condición de ciudadano/a?
Atención y/o acompañamiento en contexto de C.A.A.
Los profesionales que llevan a cabo intervención e investigación en contextos donde aún
se encuentran enfrentados grupos armados y/o Bacrim, se ven expuestos quebrantar el código
ético, con el ánimo de salvaguardar la integridad, bienestar propio y el de la comunidad. Así pues
se presentan los siguientes puntos:
a) Los actores armados establecen influencia y presión en los procesos de reparación,
más aun, cuando cuentan con el apoyo y/o respaldo de la población. En esta medida
asumir posiciones éticas que no respalde soluciones político armadas y o violentas
frente a la comunidad puede causar conflictos, tensiones y/o riesgos para los
profesionales y participantes de los procesos. Así pues surge la siguiente preguntas:
¿Quién garantiza la seguridad de la comunidad y profesionales después de haber
terminado los procesos de reparación?
b) Las intervenciones e investigaciones se pueden ver obstaculizadas al develar la
identidad de victimarios y/o alianzas entre actores ilegales y representantes
gubernamentales; en esta medida, difícilmente se puede denunciar legalmente lo que
ocurre, ya que los niveles de impunidad sobrepasan la justicia brindada por el Estado,
evidenciando la incapacidad de la institución para proteger a los ciudadanos.
306
Así pues, los entrevistados asumen protocolos de seguridad basados en la dimensión del
conflicto en las regiones o comunidad, donde se puede presentar la poca o nula posibilidad de
intervenir, y en caso contrario, los procesos se encuentran bajo consideración de las víctimas, lo
que puede desembocar en procesos de revictimización por parte de los grupos armados debido a
intereses individuales.
Los protocolos de seguridad para los profesionales implican: no ir solos a una zona que se
encuentre en conflicto, contar con transporte y vigilancia permanente, establecer lugares donde
hay cese al fuego con la posibilidad de llevar a cabo los procesos y saber moverse en los terrenos
donde se encuentra retenes militares por diferentes grupos armados. En esta medida surge las
siguientes preguntas ¿Cuáles son los protocolos de seguridad que ofrece el Estado y/o entidades
que llevan a cabo procesos reparación, para la comunidad que se encuentra en zonas donde hay
confrontación armada? ¿Qué relación se establece entre los profesionales y los actores armados
legales e ilegales en procesos de intervención? ¿Hasta qué punto la ética profesional puede llegar
a efectuarse en un contexto de C.A.A.? Ante la presión de los actores armados, algunos
profesionales presentan sentimientos de angustia por el riesgo que puede correr la población y
ellos mismos, a causa de la maquinaria del C.A.
Por otra parte se encuentra el empoderamiento comunitario en vía de la reclamación de
los derechos de las comunidades, la creación de sujetos políticos y líderes sociales; sin embargo,
las dinámicas de los actores armados están construidas para infringir temor y miedo, que como
consecuencia, se evidencia una disgregación de los procesos sociales; así pues, surge las
siguientes preguntas ¿Qué posibilidad hay de presentarle a los actores armados los procesos de
reparación, donde quede la certeza de que los profesionales, ni la población corre riesgo de ser
amedrantada por sus dinámicas terror y violencia? ¿Quién garantiza que los procesos reparación
307
después de terminados, continuaran hacia la antinomia de la comunidad y/o región sin la
cooptación de los grupos armados?
Con base a la investigación se concluye: tanto la población que se interviene como los
profesionales que hacen parte del proceso de acompañamiento a víctimas, se encuentran
expuestos de las dinámicas violentas y transgresivas que han instaurado los actores armados en
el país en busca de intereses políticos, económicos y territoriales.
Cambios del profesional en relación al trabajo con victimas
Las y los psicólogos exponen en sus relatos, los cambios que han tenido en relación al
trabajo con víctimas. Así pues, se evidencia una transformación emocional basada en el
reconocimiento propio y el de los demás, desde una posición más humana y de compromiso;
constituido por una apuesta ética, social y política, con una visión de justicia equilibrada y
armónica dentro de las comunidades. Así mismo, expresan cambios basados en una perspectiva
no violenta, en ámbitos personales, familiares, sociales e ideales, permitiendo establecer la
concertación por medio del dialogo, respetando las diferencias en una relación profesional y de
confianza.
Por otra parte, las y los entrevistados expresan cambios que les han permitido fortalecerse
a sí mismos, resignificar duelos y darle otro sentido a la muerte. Igualmente, se han referido a la
obtención de templanza a la hora trabajar en territorios donde se encuentra actores armados en
conflicto; lo que les ha posibilitado cuestionar la psicología y el modelo de intervención con
víctimas. Así pues, el siguiente apartado menciona;
(…) Pues yo creo que yo hubiese sido una persona muy diferente si me hubiera dedicado
a otra área, y no es lo mismo ser psicólogo que hace selección de personales en una
308
empresa, cierto; pues, eh o ser psicólogo clínico que estar inmerso en este campo de
trabajo; yo creo que esto lo conecta a uno, desde la psicología yo siento que le abre a
uno la mirada, sí; incluso que le ayuda a ser menos psicólogo cada vez, y para mi es una
ganancia, sí; (E2, 17 de julio de 2014)
Conocer el país, acercarse a la región, al sufrimiento de la gente, sentir de manera
diferente, evidenciar cambios en la forma de ver la vida, en ámbitos positivos, en lo difícil y de
manera pesimista son otros de elementos expresados por las y los psicólogos entrevistados.
Postconflicto
Con base a los resultados de la investigación, el postconflicto se configura como uno de
los mayores retos para los profesionales y entidades que llevan a cabo proceso de reparación,
satisfacción y garantías de no repetición. Así pues, se exponen los siguientes ejes a manera de
conclusión, con el ánimo de evidenciar numerosos problemas que permitan replantear la forma
como se está llevando a cabo la intervención a víctimas, la concientización de la sociedad en
torno a los hechos del C.A. la manera como se está abordando la desigualdad y las dinámicas de
violencia de los actores armados.
Victimas
Según lo expresado por las y los psicólogos entrevistados las rutas de atención no
trascienden del papel, evidenciando un mal funcionamiento operativo, en lo que respecta, reparar
y satisfacer efectivamente las necesidades de las víctimas, ya que la intervención se ha basado en
tramitología, burocracia, y en resarcir los derechos desde un modelo netamente económico que
no apunta a la autonomía de la población vulnerada; sumando a esto, se encuentran profesionales
309
y funcionarios representantes de las instituciones que llevan a cabo las intervenciones, quienes no
brindan un acompañamiento idóneo basado en la escucha, fortalecimiento y emancipación de la
comunidad desde la resiliencia; lo que ha conllevado a una sobre intervención en diferentes
regiones, causando la sensación de desconfianza e ilegitimidad por parte de la población debido a
las lógicas asistenciales y clientelistas.
Así pues, la reparación no solo debería ser considerada como el monto económico
recibido a causa de los daños ocasionados; sino, la posibilidad de llevar a cabo duelos,
reconstrucción de los vínculos en la comunidad desde el respeto por la diferencia, el
restablecimiento de la economía en la región y creación de líderes sociales que puedan ejercer
política pública en pro de la no repetición, permitiendo crear oportunidades desde la inclusión de
la población en áreas rurales, urbanas y citadinas. En esta medida, las victimas juegan un papel
fundamental en el tema de postconflicto, ya que son ellas las que cuentan con la memoria y la
historia de los sucesos de horror y dolor, pero también con la historia de valentía, dignidad,
resistencia y defensa de otros seres humanos.
Institución pública
La institución pública se va visto gravemente afectada debido a la ausencia, falta de
credibilidad, he historia de impunidad que ha tenido sus representantes; en esta medida, la
voluntad política de los municipios, articulada con las entidades que llevan a cabo procesos de
intervención se vuelve uno de los ejes fundamentales en torno a la reparación e intervención de
víctimas y victimarios en pro, del postconflicto.
310
Así pues, la estructura que se ha mantenido en torno a la desigualdad, precariedades
sociales, políticas y económicas, debe de estar supeditada a una transformación gubernamental,
que permita cambiar las condiciones por las cuales el C.A. se ha mantenido por décadas. En esta
medida, los entrevistados exponen cambios basados en reformas políticas, sociales, económicas
y agrarias que hagan del país un territorio viable para la población centralizada y rural, desde un
trabajo trans-generacional que permita transformar el modelo terrateniente y latifundista
centrado en intereses económicos individuales y privados
Procesos de reparación y satisfacción de derechos
Como es expuesto por las y los psicólogos entrevistados, la justicia, verdad, reparación y
reconciliación; que si bien, son tres procesos distintos y se encuentran encadenados, no
necesariamente se dan de forma lineal. Así pues, la reconciliación puede transcurrir, aun sin
llevar a cabo los tres procesos que la anteceden; sin embargo, son la contribución que facilita a
que este se dé.
Acorde a lo anterior, las negociaciones con actores armados en torno a la justicia y
verdad, se ven entorpecidas debido al costo-beneficio, que puede implicar para los involucrados.
De esta manera, la verdad difícilmente podría verse develada, como en los casos de desaparición
o falsos positivos. A esto se le suma una ley impune, que acrecienta el dolor e impotencia de la
población vulnerada, frente a las acciones que el Estado lleva a cabo, para esclarecer los hechos
de victimización; ya que parte de sus representantes se encuentra cooptados por lo intereses
privados de los victimarios. En esta medida uno de los entrevistados expone:
(…) es decir, usted no puede convivir con alguien que robó su casa, que acaba con su
casa, que usted está en su pueblo y el otro está ahí con su casa y a usted le dicen venga
311
reconciliémonos, hagamos reconciliación para que todos vivamos bien, y el tipo está en
su casa y usted está viviendo en un tugurio, usted se puede reconciliar con ese tipo, a ver
qué reconciliación posible es, a la reconciliación que nos invitan es a eso, a que la gente
sigue jodida, que los que se han apropiado de todo, los que han hecho y deshecho no pase
nada con ellos, que empaquen todo, y todo el mundo tan contento que aquí no ha pasado
nada… restitución de confianza, ahí no hay reconstrucción del tejido social, ahí lo que se
está dejando es un caldo de cultivo para qué hijos, o nietos desde que se tuvo que ir a
vivir el tugurio algún día digan, usted porque se negó a hacer eso yo voy a ir a vengar
eso. (E3, 23 de julio de 2014)
Por otra parte, el papel de muchas víctimas ha demostrado un alto grado de resiliencia al
expresar el deseo dirigido al fin del conflicto y no de una posición de venganza; sin embargo,
según lo expresado por las y los entrevistados, debería existir una posibilidad de resarcir los
daños ocasionados a partir de una sanción, y no desde la ley castigadora por la cual se ha basado
la justicia. Así pues, la reparación es expuesta desde el compromiso, la trasformación y la
oportunidad de cambio, basado en el entendimiento, intereses, verdad y responsabilidad de los
hechos victimizantes.
Mire una señora me decía algo muy bello, vea doctora, ella va y visita a quien sabe que
asesinó a su hijo a la cárcel, va y lo visita me dice: y yo ya lo perdone, y lo perdone
porque está pagando lo que hizo. Haber eso es un asunto bien complejo, porque para ella
el perdón era posible, pero el perdón después de la justicia, cierto. Entonces yo creo que
eso lo que ellos quieren, que les demos un lugar a su historia, que validaremos sus,
también sus aprendizaje (…) (E6, 24 de noviembre de 2014)
312
Sociedad
La sociedad se ha configura como otro de los ejes en el postconflicto, quizás el más
importante, debido a que es la base, a la que va dirigida los actores armados. En esta medida, el
siguiente apartado menciona:
(…) yo estoy de acuerdo con un autor que dice: si esas circunstancias sucedieron en, en
un mundo en un contexto social y político, también es un contexto social y político en el
cual se tiene que elaborar esas circunstancias (…) (E2, 17 de julio de 2014)
Las y los entrevistados exponen la responsabilidad de construir a partir de la sociedad,
un cambio dirigido a la resiliencia, basada no solo en una obligación meramente del Estado;
sino, en la posibilidad de que la ciudadanía pueda organizarse y actuar dentro de la región en
compañía de las víctimas. Sin embargo, lo visto hasta ahora, la conciencia de la población frente
a los hechos victimizantes ha sido poca, evidenciando la necesidad verse principalmente afectada
e implicada frente a los actos violentos por parte de los grupos armados para movilizarse. Así
pues, es necesario un cambio cultural en vía de la resolución de conflictos desde la no violencia;
teniendo en cuenta, la concertación del dialogo, diferencia de ideologías, formas de pensar en
ámbitos sociales y políticos, y los antecedentes históricos que han legitimado la violencia dentro
del territorio.
Victimarios
Según lo expresado por las y los psicólogos entrevistados, la usencia estatal conllevo a
que las comunidades se organizaran de forma armada; en esta medida, como es mencionado en
uno de los apartados, se encuentra una “país dentro de otro país” el cual, se encuentra regido
313
bajo la ley de grupos armados ilegales. Así pues, en muchas regiones del territorio colombiano,
se buscan grupos armados como mediadores en la solución de conflictos sociales y familiares,
por medio de una acción violenta, ya que no se cuenta con una institución centralizada e idónea
que opere como protectora de los derechos fundamentales dentro de la sociedad y la familia. En
esta medida, surge la siguiente pregunta ¿Hasta qué punto los actores armados han creado una
oferta de dependencia en la sociedad, para la resolución de conflictos sociales y familiares a
causa de la ausencia institucional?
Acorde a lo mencionado, se encuentra las dinámicas de los actores armados y
funcionarios estatales que no contribuyen a develar las verdaderas intenciones de los sucesos
que realmente ocurren en el conflicto; por lo contario, ayudan a darle más consistencia a la
estructura de los grupos ilegales. Así pues, la población no recurre a una institución pública que
permita garantizar los derechos, por el miedo y temor que los grupos armados ejercen en el
territorio. Conforme a lo dicho surge la siguiente pregunta ¿Cuáles son los cambios que hay
entre los victimarios de antes y los de la nueva generación?
Por otra parte, bajar la intensidad de los enfrentamientos es fundamental para una
negociación, dialogo y acuerdos que den vía abierta a un posible postconflicto; sumado a esto, se
encuentra una trasformación social en torno a la exclusión, desigualdad y falta de oportunidades,
que no permita la cooptación de los grupos armados a NNA, y jóvenes. Posteriormente se
encontraría el trabajo con victimarios desde un modelo de acompañamiento que permita llevar a
cabo procesos, que les posibilite un lugar dentro de la sociedad, desde el no juzgamiento, pero sí,
desde el resarcimiento de los hechos ocurridos. Así pues, surge la siguiente pregunta ¿Qué tan
eficaz y/o adecuada es la reparación y/o resarcimiento de los desmovilizados que se encuentran
en municipios donde se habla de postconflicto, que asegure la tranquilidad de la población
314
vulnerada? ¿Hasta qué punto consentirían los grupos alzados en armas en permitir proyectos con
la comunidad, si estos proyectos incluyen la formación de líderes, conciencia sobre el territorio o
van en contra de los ideales de estos grupos?
Investigaciones
La investigación en el área de conflicto armado y atención a víctimas se encuentra
supeditada, según lo expresado en las entrevistas, por los interés de la institución política, de
acuerdo a los procesos que se llevan a cabo sobre los temas abordados, obedeciendo a la
financiación y no a las necesidades reales que tiene la sociedad. Por otra parte, la investigación
académica es escasa e insipiente, sin embargo, el proceso de paz, puede ser un motivo de
integración entre las universidades y Estado, que permita abordar el fenómeno del C.A. y la
intervención a víctimas, desde una postura ética y no asistencialista e instrumental.
La presente investigación concluye, las dinámicas de los actores armados legales e
ilegales, estas diseñadas para que el conflicto armado perdure bajo acciones violentas dirigidas a
la sociedad, con una intensidad baja, media y alta, de acuerdo a los intereses económicos,
territoriales y políticos de instituciones privadas, públicas y grupos al margen de la ley.
315
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321
Anexos
Anexo A
Universidad de Antioquia
Programa de psicología
Consentimiento informado de participación en estudio de investigación
Fecha: __________________
Nombre _________________________________________________ Edad _______
Título del proyecto: Significados atribuidos por los profesionales de la psicología al conflicto
armado y a la atención psicosocial a víctimas
Asesora: Nicolasa María Durán Palacio
Investigador: John Edwer Bernal Buitrago
Usted ha sido invitado a participar en el estudio: “Significados atribuidos por los psicólogos
profesionales al conflicto armado y a la atención psicosocial a víctimas”, que se realiza como
trabajo de grado para optar al título de psicólogo en la Universidad de Antioquia - seccional
oriente.
Antes de que decida hacerse participe por favor lea este consentimiento cuidadosamente. Haga
todas las preguntas que tenga, para asegurarse de que entienda los procedimientos de la
investigación.
Este estudio tiene como objetivo el análisis de los significados atribuidos al conflicto armado y a
la atención a víctimas, por los psicólogos profesionales. Es necesario aclarar que su participación
en la investigación es voluntaria y puede darla por terminada en cualquier momento que bien lo
considere.
Su identidad personal será protegida durante el transcurso del estudio, reemplazando su nombre
por otro si es necesario. Se le pedirá información relacionada con el trabajo que, desde la
psicología, tiene o haya tenido en relación con el conflicto armado, y sobre su proceder; en esta
medida se le realizarán una serie de entrevistas individuales con el objetivo de que pueda
comunicar su experiencia, garantizando el anonimato, para procurar su expresión de ideas sin
temor.
322
Para evitar que se pierda información brindada por usted, se propone la utilización de una
grabadora de periodista, o de medios audiovisuales. Las grabaciones serán utilizadas
exclusivamente por el investigador y sólo con la finalidad de recuperar, organizar y entender la
información obtenida. Después de recuperada y organizada la información se eliminarán esas
grabaciones, para así conservar su anonimato.
Este proyecto será ejecutado durante el año en curso. Todo el material audiovisual, verbal y
gráfico obtenido en este periodo, será utilizado única y exclusivamente para el beneficio del
estudio; así como la difusión y la divulgación de sus conclusiones. Los resultados pueden ser
publicados en revistas científicas o ser presentados en talleres o exposiciones de trabajos
investigativos, pero su identidad particular no será divulgada en ningún momento.
Los criterios que se han tomado en cuenta la selección de los participantes son:
Criterios de inclusión:
Para la inclusión de los participantes en la muestra se tendrán en cuenta los siguientes criterios
Psicólogos que haya o se encuentren trabajado con víctimas del conflicto armado del oriente
antioqueño.
Psicólogos que hayan trabajado mínimo un año con víctimas del conflicto armado
Psicólogos que en su labor profesional hayan o se encuentren haciendo procesos de intervención
psicológica y/o investigación con víctimas del conflicto armando
Agradecemos su colaboración y esperamos que las experiencias que nos pueda comunicar sean
muy útiles para la construcción de nuevos conocimientos sobre el tema.
He leído el presente consentimiento, o se me ha leído de manera adecuada. Todas mis preguntas
sobre el estudio y mi participación en el, han sido atendidas.
___________________________________________
Firma del psicólogo participante de la investigación
________________________________
Documento de identificación
323
________________________________
Investigador
Anexo B
Guía de entrevista para psicólogos profesionales.
De ante mando quiero agradecer por la participación y disposición en la entrevista sobre los
“Significados atribuidos por los profesionales de la psicología al conflicto armado y a la atención
psicosocial a víctimas”. La entrevista durara alrededor de una hora, la idea es que sea una
conversación. Quisiera grabarla para no tener que tomar nota, teniendo en cuenta que todo lo que
usted diga será confidencial
¿A qué se dedica actualmente?
¿Ha trabajado en procesos de reparación del conflicto armado?
¿Cuánto tiempo?
¿En qué partes del oriente Antioqueño?
Objetivo general Identificar los significados atribuidos por los psicólogos profesionales
al conflicto armado y a la atención a las víctimas de este en el oriente
antioqueño
Objetivos específicos Entrevista narrativa Preguntas complementarias
Describir el significado que
los psicólogos profesionales
atribuyen al conflicto
armado.
Puede comenzar contadme sobre
cómo comienzo a trabajar con
víctimas del conflicto armado y en
qué contexto, es impórtate que
incluya detalles anécdotas que
considere relevantes
¿Qué entiende usted por conflicto
armado?
¿En Colombia hay conflicto
armado o guerra?
¿Para usted, cuáles han sido las
mayores consecuencias del C.A.?
¿Que ha acarreado el hecho de
trabajar en ámbitos donde el
conflicto armado es explícito o no
ha cesado?
Desde su punto de vista ¿Cuáles
son los motivos que conllevaron
a muchos colombianos a entrar en
el conflicto armado? ¿Por qué?
Desde su perspectiva, ¿Cuáles
eventos se agravaron con el paso
de los años, dentro de C.A?
324
¿Porque?
¿Podría describirme qué tipo de
secuelas ha deja el conflicto
armado? O Si usted se considera
una víctima ¿Qué tipo de secuelas
dejo el C.A en usted?
Desde su punto de vista ¿Cuál es
la idea central que tienen los
actores armados en el C.A?
¿Cuál es su posición frente a estas
ideas?
¿Cree usted que personalmente ha
cambiado debido al trabajo con el
conflicto armado? ¿En qué
consiste este cambio?
A partir de su labor dentro del
C.A. ¿Qué considera usted
necesario para que el C.A. cese?
De acuerdo a lo que responda:
¿Cuál cree usted que es el fin del
conflicto armado?
¿A qué tipos de violencia se ha
visto usted enfrentado (a
intervenir) dentro del C.A.?
¿Cuál es su percepción ante
Justicia, verdad, reparación y
reconciliación? ,
A partir de su experiencia ¿cree
usted que el C.A en Colombia
continúe? ¿Por qué?
Identificar los significados
que los psicólogos
profesionales atribuyen a la
atención a víctimas del
conflicto armado.
Podría contarme usted como
considera que es la atención a las
víctimas del conflicto armado,
detalles, lo que piensa o anécdotas
que considere relevantes
¿Qué es la atención a víctimas?
¿Que representa para usted el
trabajo con víctimas de la
violencia?
Desde su punto de vista ¿Qué
quieren las víctimas?
¿Cuáles actividades has llevado a
cabo en el marco de la atención
víctimas?
¿Que entiende por reparación
dentro del conflicto armado?
Según el contexto: ¿Cree en la
reparación a partir de la
intervención?
¿Que ha acarreado el hecho de
325
trabajar en ámbitos donde el
conflicto armado es explícito o no
ha cesado?
Teniendo en cuenta el CA. ¿Qué
ha representado para usted: La
atención a víctimas?
¿Puede hablar si en algún
momento su vida ha corrido
peligro por las acciones que
realiza con las víctimas?
¿Esto qué significo para usted?
¿Cómo se sintió?
¿Cómo lo enfrento?
¿Qué implicaciones tuvo eso para
usted?
¿Qué influencia tiene sobre usted
tiene los actores armados a la hora
de trabajar con las víctimas?
¿Cuál es objetivo terapéutico de la
intervención a una víctima?
¿Y para qué?
¿De qué depende esta atención a
una víctima?
¿Podría describirme algunas de
las escenas más sobresalientes en
la atención a víctimas que usted
haya intervenido?
¿Cuál ha sido su reacción al
escuchar estas anécdotas de las
víctimas?
¿Qué relación se ha instaurado
usted como profesional con las
víctimas?
Para finalizar la entrevista puede contarme cuál de los temas sobre el conflicto armado que se ha
trabajado, le ha parecido más relevante, ¿quisiera contarme algo más que yo no haya preguntado pero
que lo considere importante para la presente investigación?
326
Anexo c. Capítulo 2: Experiencia en investigación y/o atención
La investigación sobre los Significados atribuidos por los profesionales de la psicología
al conflicto armado y a la atención psicosocial a víctimas, permitido abrir un subcapítulo en
torno al tema de las experiencias, evidenciando elementos contextuales y secuenciales en las
áreas investigadas.
Si bien, no se lleva a cabo el desarrollo de cada una de las experiencias; los relatos
evidencian algunos procesos psicológicos y sus respectivos límites a la hora de intervenir
población vulnerada y/o vulnerable; permitiendo, comprender desde una visión amplia y general,
las dinámicas que se mueven en torno al trabajo con víctimas. Esto con el ánimo de dar
continuidad a la presente investigación desde otros ejes de intervención y comprensión de la
realidad.
Relato experiencial N° 1: Experiencia en atención en zonas de Conflicto Armado Activo
(C.A.A)
Haber, en ese primer momento en una intervención más de tipo institucional y aunque me
encontré directamente con muchas víctimas, y desplazados, y gente que está siendo
afectada por el conflicto; mi trabajo más fuerte digámoslo así, y ya propiamente de
atención psicosocial empezó a principios del 99, cuando tuve que empezar a diseñar el
proyecto de atención psicosocial a las víctimas, a las comunidades del proceso de
comunidades de paz, en el Bajo Atrato chocoano. Yo, empecé a montar el proyecto y
empecé a tener mi primera experiencia de acercamiento antes de montar obviamente el
proyecto; y eh, digámoslo así, una de mis primeras inmersiones en el territorio del
Chocó, coincidido, con una entrada de los paramilitares; la gente, nadie salió, a
327
principios del año 97, había salido en enero del 97; el 1 enero 97, salió desplazada; eh,
masivamente hacía, iban hacia Mutata y fueron detenidos por el ejército en un
corregimiento de Mutata que se llama Pavarando, ahí les tocó hacer el asentamiento, un
asentamiento más o menos de 5000 personas, estuvieron ahí diez meses; y en octubre
noviembre del 97, empezó también un retorno escalonado que duró más o menos hasta
mayo, junio del 99; 98, 99; a mí me tocó empezar a acompañar algunos de sus retornos y
esos procesos de, de llegada; pero en abril del año 99, cuando ya la gran mayoría de
personas había por lo menos retornado unos asentamientos previos sobre el río Atrato y
algunas comunidades previas; eh, los paramilitares ingresaron a las comunidades, y
asesinaron a siete personas y se llevaron a otras 10. Y me tocó trabajar con las
comunidades en ese contexto, quitando las, los siete que se llevaron secuestrados,
estuvieron casi un mes secuestrados; trabajar con las comunidades en ese contexto, para
mí fue pues obviamente una experiencia muy duro muy difícil; la primera noche que
dormí en la comunidad de Villa Hermosa en el Choco, fue una experiencia muy difícil
porque... y que es una cosas que uno aprende cuando trabaja en territorio, y es que
cuando uno trabaja en territorio trabaja las 24 horas; porque uno, aunque este
durmiendo está trabajando; entonces eso es como, como una experiencia muy fuerte; y,
fue muy fuerte porque la segunda noche un muchacho; eh, que era hijo de una señora de
la comunidad pero que era miliciano de las FARC , bajo el monte y le dijo la mamá; y
después la mamá difundió el rumor que nuevamente se dirigía unos 200 hombres
armados paramilitares otra vez detrás de la comunidad; entonces toda la noche en esa
zozobra, y en esa fue una experiencia, así muy fuerte; y una experiencia pues como
también de aprender a, a ser contención y a trabajar con la comunidad, para para
afrontar esa situación. E3
328
Ante la experiencia contada y la forma de llevar a cabo la situación.
Asustado, de la manera que no se asusta. Si puede tener alguna reacciones sintomáticas,
que yo no las considero patológicas sino que son normales frente a esa situaciones; o sea,
que no hacen parte en medio de la noche angustiado y todo ese tipo de cosas que me
parece que son perfectamente normales, horita que me habla de consecuencias me doy
cuenta que eso pasa en un momento y ya, eso no se queda como un como algo que se
quedó ahí, Ósea reacciones normales a una situación de anormal (…) no sabría decir si
mi vida corrió peligro, siento que he visto algunas, algunas situaciones tensas donde me
he tenido que proteger. (…) (E3)
Relato experiencial N° 2: Investigación sobre el conflicto.
(…) Pues el simple hecho de querer; eh, trabajar académicamente el tema del conflicto;
eh, era algo que no se podía cuando yo quise hacer mi doctorado, y estamos hablando
del año 2000 aproximadamente; eh, eso por una parte. Por otro lado cuando ya me
pude acercar a las víctimas del conflicto directamente; eh, dentro de esos grupos de
víctimas existen... existen, personas polar misma confusión del conflicto pueden entrar
dentro de esa misma categoría de víctimas, pero que para otras personas se podrían
perfectamente clasificar como ex -paramilitares, exguerrilleros, exmilitares; ósea,
personas que han sido parte de los grupos directamente enfrentados. Entonces eso
genera dentro de los colectivos de víctimas; eh, también subdivisiones; eh, generan, se
generan temores; incluso dentro de los colectivos de víctimas existe mucha desconfianza
por lo tanto trabajar con ella es una tarea complicada; porque, se exaltan de cuando en
cuando suspicacias de porque se está trabajando con un grupo, y no con otro; y al
329
trabajar, al buscar información por parte de ellas también hay personas que se alertan;
eh, y que han y que han formado parte de esos otros grupos que se identifican como,
como actores armados; no como víctimas sino más bien como victimarios. Entonces
esas personas; eh, entran también en ese juego, y buscan que se exponga un mínimo
posible la información que pueda llegar a existir sobre ellos; entonces sí reviste algo de
inseguridad en mi caso no tanta, por qué yo venía a Colombia conseguía información y
volví a salir del país, con lo cual las posibles amenazas que eran queda siempre muy
veladas nunca nada explícito; eh, se diluían al poco tiempo y con la instancia. (…) Yo
creo que no, que no he corrido peligro, ósea he recibido así sutiles amenazas pero, pero
no algo que sea inminente o que ello esté segura que me podría haber pasado algo no.
(E5)
Ante la experiencia contada y la forma de llevar a cabo la situación.
En realidad fue muy, muy, muy poco días simplemente durante esa persona que me, que
me generó la amenaza después de eso cuando presumía que podía encontrarla dentro del
mismo contexto trataba de ir acompañada, no estar a sola, no proporcione datos a nadie,
que tampoco pudiese otorgar o participar a esa persona, entonces una cuestión de tratar
de guardar algo de seguridad y también de alguna forma hacia algún afrontando o
confrontando a esta personas y diciéndole claramente los las razones de mi investigación,
los intereses que tenía y demostrándole que esos intereses no, no buscaba beneficiar a
ninguno de los actores armados; en sino simplemente recopilar información acerca de lo
que pensaba esa persona.(…) Significó algo de intranquilidad durante un tiempo
específico pero, pero la certeza de que saliendo del contexto físico; salir del país, yo iba
y volvía del país. Entonces al salir del país es amenaza iba a quedar; ya, ya no iba a
330
estar ahí porque la persona no iba a tener como; eh, perseguirme; y en, en mis las
investigaciones en lo que trasciende de las investigaciones que he realizado; eh, tienen
compromiso social y tiene un componente ideológico; he, pero es un componente
ideológico de no violencia con lo cual; eh, difícilmente cualquiera de los actores puede
sentir que estoy en contra de él particularmente, podría estar en contra de cualquiera de
los otros de igual manera. (E5)
Relato experiencial N° 3: Intervención a la población y/o comunidad.
Yo no, yo no sé; pues yo creo que yo recuerdo con mucho cariño un trabajo... que tuve
con una comunidad del Carmen de Viboral, que es un corregimiento que se llama la
Esperanza. En la Esperanza, en el 96 como en un mes desaparecieron como a 19
personas, entre personas de la tercera edad, un señor de sesenta y pico años, hasta un
niño de meses, sí; pesando por adolescentes, jóvenes, mmm... he... el chancero, el que
hacia las cosas de salud, el que visitaba a las familias, el niño; bueno etc., el agricultor.
Entonces para mi encontrarme con esa comunidad fue muy, muy bonito, porque... me
llamaba mucho la atención yo no sé si es porque por el tema de los desaparecidos; todas
esas personas fueron desaparecidas ninguno se ha encontrado, pero a mí me parecía, me
parecían muy especiales como... toda movilización que en esta vereda existía en torno a
eso, cierto. todo lo que esos líderes hacían a donde iban, la forma que hablaban, lo que
decían, lo que hacían dentro de la vereda, un poco para contarle al país y al mundo que
ya había pasado; entonces yo lo que hice allá fue nada, yo acompañe a una organización
de victimas que había allá que se quiso formar; trabaje con algunos jóvenes digamos en
torno a eso, he... y propicie o acompañe algunas movilizaciones en la vereda cuando
habían casos de años y se conmemoraba pues como la desaparición de esas personas. Yo
331
creo que más me enseñaron a mí, como del valor, como de la fuerza, como de la valentía,
de la decisión, mmm... unos campesinos que estaban muchísimo más enterados de la
situación del país y que tenían una mirada muy política acerca de todo eso que había
pasado, cierto. Donde no se lo atribuían ni a dios ni a ellos porque habían sido muy
malos y se habían portado mal, ni al destino que mal, que mala suerte tengo, si no que
tenían muy claro que había pasado; entonces hablar con ellos siempre era una cosa muy
bonita porque, porque eran muy sabios y no solamente porque comprendían lo que había
pasado, sino también por la manera de afrontar. entonces yo siento que este trabajo allá,
este trabajo allá fue muy bello, yo siento que es una comunidad que tiene mucho que
decir, que hizo muchas cosas para visibilizar el asunto, en ese momento donde todavía
era muy peligroso hablar sobre eso, donde Ramón Isaza que era; quien había, pues
como quien se atribuyó esos hechos no estaba en la cárcel donde, donde; entonces para
mi pues como que trabajar con ellos y escucharlos, acompañarlos en esas cosas que
querían hacer cada año para mostrar es que aquí seguimos esperando, y lo que estamos
esperando no es dinero, lo que estamos esperando es saber dónde están, poderlos
enterrar, saber que paso con ellos; para mí era como muy... pues no se me inspiraba
mucho... (E2)
332
Relato experiencial N° 4. Intervención centrada en la mujer como promotora de
intervención
(…) eh, había un programa que se llamaba de la casa a la plaza, para mujeres que
buscábamos que las mujeres pasarán del mundo privado al mundo público; entonces
organizamos en la escuela de formación, de política básica para las mujeres, y cuando
estábamos; eso fue como en el año 2000. Cuando estábamos en el desarrollo de la
escuela, se agudizó el conflicto armado del oriente. Entonces dijéramos que en este, en
ese grupo que eran unas 70 mujeres representante de todos los municipios del oriente, se
empezaron a manifestar situaciones que estaban pasando por el conflicto, las mujeres;
entonces se hablaba de los retenes, de las amenazas, de las muertes selectivas, de las
masacres; y encontrábamos que el Estado no tenía cómo responder a esas situaciones de
ninguna manera. Entonces yo, como soy psicóloga y como he trabajado desde siempre
con grupos, pero además de tener una experiencia con mujeres de apoyo mutuo entre
mujeres; entonces empecé a pensar que era necesario generar una propuesta donde las
mismas mujeres víctimas, pudieron formarse con los elementos mínimos que les
permitieran ir apoyar a otras víctimas en sus comunidades, en sus veredas, en sus
barrios; (…) una propuesta que tiene; eh, dijéramos un proceso de formación pero
simultáneamente un proceso de atención; entonces, son unos encuentros de formación
para estas víctimas, pero que se van formando como promotores de vida y salud mental; y
después ellas, después de cuatro o cinco sesiones, ellas empiezan a hacer el trabajo con
las víctimas en sus municipios y sus veredas; entonces ahí fue donde yo empecé a
meterme con la problemática de las víctimas que yo, no era mi conocimiento; y ahí fue
333
donde empecé a aprender de ellas porque me tocó muy intensamente, entonces esto del
conflicto de ellas. E4
Relato experiencial N° 5. Acompañamiento multidisciplinario e inclusión familiar.
(…) la universidad no alcanza a formarlo a uno en estos asuntos, si bien yo vengo de la
academia con énfasis en psicología social, (…) y allí el énfasis social, digamos que no
me había podido tener fundamentos interesantes en ese sentido y la especialización
también, pero cuando estas en terreno con las víctimas, con la realidad; además una
realidad que no es postconflicto, que es en medio del conflicto, atender a las víctimas en
medio del conflicto con todo lo que ello implica, pues fue toda una escuela para mí,
aprendí muchísimo asuntos importantes. Aprendimos en ese proyecto mis compañeras y
yo que la atención psicosocial, tiene que ir de la mando con lo jurídico, porque cuando
hablamos de verdad, justicia, reparación y dentro de la reparación, la rehabilitación
emocional, y las garantías de no repetición; no podemos pensar que los psicólogos solos
vamos a poder hacerlo, eso requiere un trabajo de la mano como de todos los sectores.
Entendimos también que si bien, son en la mayoría de las veces las mujeres las que
participan, por ejemplo en las asociaciones de víctimas porque nosotros comenzamos con
los trabajos con las asociaciones; es bien importante que los profesionales no se queden
trabajando solo con quien digamos pone la cara ante la asociación, que generalmente
son las mujeres, que también generemos espacios para el resto de la familia, porque para
nosotros fue vital, este proyecto permitió que vinculáramos a las mujeres, que estaban
vinculadas en la asociación pero también a sus hijos e hijas, que no llegaban a la
asociación, pero que los espacios familiares que construimos para trabajar con ellos
334
posibilito realmente, digamos procesos un poco más profundos en lo que fue la
comprensión de lo que les había ocurrido en, el; por el hecho victimizante. (E6)
Relato experiencial N° 6. El rol del psicólogo en el acompañamiento de una
exhumación y el papel de los funcionarios estatales.
(…) yo recuerdo, yo creo que hay una cosa que a mi marco mucho en ese trabajo y fue
asistir a una exhumación, nos fuimos para, para Granada, iban varias personas de la
organización de víctimas que están buscando sus desaparecidos, y la fiscalía ya sabía a
quienes iba a encontrar, pues iba un, un padre que en este momento estaba en San
Rafael buscando a su hermana y al esposo de su hermana; y caminamos tanto, todo el día
yo recuerdo que habían camionetas para todo el personal de fiscalía, pero el fotógrafo
que era Abad, y las víctimas no, no tenían carro, no nos llevaron, no los llevaron, ¡no
nos llevaron!, Ósea todos esos hijueputas se fueron en camionetas, y nos dejaron ahí
tirados, y claro con el afán de que pronto, que esas personas que iban en encontrar
fueran los de ellas; pues nada nos fuimos caminando y este hombre Héctor abad,
¿Héctor abad es que se llama? (Héctor abad Faciolince), Se fue con nosotros, no se quiso
ir en las camioneta y se fue con nosotros; es un hermoso ese hombre, y llegamos, los
alcanzamos; y subimos morros, y faldas, y caminamos, y la gente en chanclitas, y por
eso te digo que la gente lo que está buscando es otra cosa; el dinero lo a recibir todo el
mundo siempre, claro; pero la gente lo que busca es otra cosa, eso está en el lugar de
otra cosa; es como en el psicoanálisis; es simplemente es como lo que se ponen en el
lugar de otra cosa; lo otra o de la verdad, lo otro es poder saber. Y recuerdo que
empezaron, encontraron de la tierra había movida y empezaron a excavar, y empezaron a
excavar; empezó a salir el sombrero del señor, y empezaron a excavar y empezó a salir
335
la placa dental de alguno de los dos, y empezó a salir la chancla, y empezaron a salir
ellos dos. Y para mí fue tan tenaz eso porque era como cositas, como ver la realidad de
lo que nos había pasado, como que esa escena para mí fue cómo resolvemos esto, o sea
como, yo soy capaz... Eso me conmueve mucho; pues de hacerle público; ósea cuando
eso pasa, ósea ya que han pasado, es como unir. Entonces, entonces y claro pues de ese
tipo de cosas que le cuento porque claro, eso le cambiaron la vida; la forma en que ve
en la vida, la forma en que veo, yo sí pienso que, que si lo vuelve aún un poco más gris,
pero también lo vuelve más, más humano, no pienso que lo conecta a uno diferente con la
vida. (…) uno entonces alcanza con los familiares y uno como que dice, cierto; como
que te digo, el padre se encontró con su hermana y el esposo de su hermana ahí en ese
lugar. Entonces después de muchos años, cierto; como ahí también está el limitante de
psicología, pero ya uno siento como eso; ósea tú si tienes un trabajo infantil, que se yo;
tú estás ahí, hay cosas para eso, hay formas de elaborar; ahí en ese momento cuál es;
nada, es el asunto de la solidaridad. Yo no tengo ahí ningún, por lo menos yo no tengo
otro mecanismo, lo simbólico lo ritual, cierto; poderle dar a eso que está pasando ahí,
hay un lugar y poderte acompañar es un asunto de lo humano, no es una técnica, si tú no
estás ahí como ser humano no estás haciendo nada. (…) he asistido a dos exhumaciones
eso sí, creo que ha sido más por la manera, la manera como aparecía, y como parecía
todo, pues y esa cosa previa que te conté, o sea también el tratamiento que hacen los
funcionarios de las víctimas, cierto; pero también como las víctimas por su lado, no
importa porque, me voy caminando, cierto. Yo pues como detrás de, de eso, ósea como
yo sé que lo que me impulsa, yo sé que es que lo que quiero, que lo que estoy buscando,
entonces sí.
336
Relato experiencial N° 7. El rol del psicólogo en el acompañamiento de una
exhumación, el papel de los funcionarios estatales y los efectos de la palabra en las víctimas.
Acompañé una exhumación en un municipio del suroeste; ya el lugar se había ubicado
por el dicho de un desmovilizado de un grupo armado; empiezan a excavar, yo acompañó
la madre del desaparecido y empiezan a aparecer los restos óseos, esos restos tenían un
escapulario; pero algo bizarro, bizarro... ella es una asociación; mi madre ósea la
abuela de, le regaló un escapulario igualito, el funcionario policial se quedó; ─ Este es
su hijo, cuando él dice eso, es el dicho tiene un efecto fulminante sobre ella; pierde el
sentido, se desmaya y cuando se levanta, dice: se pregunta ¿y yo ahora que voy a hacer?.
Y es muy interesante la pregunta por qué había sostenido su existencia, el sentido de su
existencia se a través de la búsqueda de su hijo; pero si la búsqueda cesó, yo ahora que
voy a hacer. Después dice, a mí lo único que me queda es acompañar a otras madres que
han experimentado el mismo dolor y hace parte de un grupo reconocido, que agrupa
madres que, que se han enfrentado a la desaparición de uno de sus hijos; eso para
destacar que el dolor tiene ese efecto político, que el dolor hace vínculo al otro, que eso
da testimonio de la clínica, que hay un vínculo constante con el recuerdo de la ausente,
que en los sueños aparece ese vínculo, y que yo no sé, qué es la rehabilitación, que es lo
terapéutico, todo eso está en crisis por (...), por las consecuencias que ha generado el
conflicto armado, pero que me parece que un efecto político es interrogar eso;
interrogarlo introducir una pregunta sobre eso, porque esos dolores se comportan a
veces como imperativos; o aparecen y vos estas sometidos como un automatismo a esas
voces que aparecen, lo que aparecen en sueños, si lo logras interrogar en infinitivo eso
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puede generar muchos efectos. Entonces, me parece que lo político aparece como yo se
lo pintó de ese modo, interrogando unos imperativos subjetivos. (E7)
Relato experiencial N° 8. Acompañamiento a mujeres en procesos grupales de reparación.
(…) una persona, es como tan difícil; como el trabajo es sobre todo de formación. Pero
bueno ahí está; estamos haciendo un proceso de formación para ellas atender a las
víctimas; ellas son atendidas, de alguna manera también incluye que en el proceso, ellas
participan de su propio proceso de formación. Y hay una mujer de esas que se formó
como PROVISAME, (Promotoras de Vida y Salud Mental), para ayudarle a otras
víctimas, cuando ya estaba muy avanzado, (…) (hace referencia al proceso de
Provisame), que esas mujeres que vivían la prostitución, y era una mujer de esas de
armas tomar, efectivamente de armas tomar; luego me entere de las cosas. Una mujer
con una; yo cuando ella llegó, ella llego porque un criterio de selección era que tuviera
la posibilidad, que fuera víctima que fuera a espacios donde estuvo la organización de
víctimas,(…), entonces por supuesto tenia voluntad de entrar. Y cuando llegó dijéramos
que me llamó la atención la, la capacidad intelectual, su capacidad a recoger, pero
cuando va a haber, me fui metiendo en su vida, la fui conociendo y me cuenta todo el
drama de vida que tenía. Entonces ella era una persona que tenía problemas con, con los
hijos, ella tenía como tres maridos y con uno de ellos había tenido la relación más
sangrienta y horrorosas, y vivían en una cantina que ella tenía, que era alcohólica,
bueno; y con el proceso que le tocó vivir fue lo, lo que se combinaron, fue como víctima
fue en su formación, pero también en la formación que a través este trabajo entrega
para cuidar a otros, me impresiono tanto que estuvo en celebraciones matrimoniales,
dejó las relaciones de amigas de alguna manera que estaban cercanas (hace referencia a
338
las amistades antes de entrar al proceso), cambió, el negocio y dejó la cantina para tener
una tiendita; pero no fue de ninguna manera algo que yo le hubiera propuesto
absolutamente, nada de eso tenía que ver conmigo; porque yo lo vine a saber cuándo yo
estaba viendo los cambios y cuando se terminó el proceso, y que le preguntó a ella, como
se veía ella y como se veía ahora, me impacto y ella pinto un arma; entonces yo le decía,
era una mujer de armas tomar, y después pintar una paloma, y decía yo ahora vuelo,
pero vuelo suave, vuelo tranquila y hoy en día cambia completamente. Entonces ese
testimonio para mí fue impresionante, de la capacidad que tienen esos procesos de
transformar a una persona; (…) (E4)
Relato experiencial N° 9. Acompañamiento a excombatientes y/o reinsertados en procesos
grupales.
(…) ya, también están preguntando por desmovilizados, los combatientes que también son
impresionantes están estos tipos excombatientes. Yo cuando, cuando ellos llegaban al
proceso estaban llenos como de una coraza, donde ellos aparecían fuertes y como que
nada los conmovía, y cuando se comienza a ver el proceso de ellos también en esta
formación como Provisames, porque ellos al mismo tiempo también se formaban para
trabajar con desmovilizados, ellos también saben quién era; y cuando digo en medio del
proceso, cuando se trabajó el tema de la guerra, lo que es la guerra y las víctimas
empiezan a hablar de lo que ya se habían vivido en la guerra, ellos estaban ahí en la
formación se mantienen simultáneamente, pues trabajamos unos poquitos en el proceso
desmovilizados, cuando llegan a una actitud ¡muchos, muchos! de ellos llorando del
daño que habían hecho y no se habían dado cuenta, viendo el daño que habían hecho,
cuando pudieron encontrarse con el dolor de las víctimas, dicen que es eso tan horrible
339
que yo hice, nosotros creíamos que efectivamente, que lo que estábamos haciendo era
por el bien de la gente; hablando del daño que tanto habían hecho, a mí eso me conmovió
poderosamente y después cuando yo se retiraron, cuando terminó el trabajo, uno de los
comandantes del grupo, hace mucho que los volvieron a llamar y no quisieron volverse,
y les iban a cobrar multa en Cartagena de Indias, ya ellos estaban en otra suerte. (…)
Entonces, para mí es impresionante hablar con el como hizo que socialmente era como
los monstruos de la guerra, como los malosos dijéramos entre comillas; los horribles,
cuando ellos tienen un proceso personal tienen unos cambios que yo pensaría que son
muchos más, son mucho más fuertes que los que hacen las víctimas, la víctima le cuesta
salir de su lugar de víctima porque siempre quisiera los efectos secundarios que trae esa
victima; mantener esos, de cómo se va a, a salir de esa condición de lo que me pasó,
mira lo que me paso, la pobrecita a la que hay que hacerle algo. Entonces dijéramos que
sacar una víctima de su estado de victimización no es fácil, en cambio el dolor de este
(refiriéndose a los combatientes), sacan todo lo malo, sacan todo lo malo, sacan con un
deseo de cambio, esto para mí sería la única razón. (E4)
Ante los dos relatos anteriormente expuestos por E4, en la entrevista se hace referencia al
ser humano y la capacidad de cambio de la siguiente forma:
jum... claro, de admiración, de confiar en el ser humano, la capacidad de cambio el ser
humano, pero también te cuento; que mi experiencia de tantos años de psicóloga en el
trabajo clínico y cuando la gente logra sentirse entendida y sentir de alguna manera que
no se le juzga, donde no debería haber venga, sino que puede el mismo o ella misma;
pensarse y retomar situaciones no claras para ella, de una manera clara (…) como si
cómo ser capaz de mirar a través de esto, la capacidad de cambio del ser humano. (E4)
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Relato experiencial N° 10. Acompañamiento a mujeres.
Eh, hay una, una historia muy bella que guardo en mi corazón de una de las mujeres a
propósito de acá de la Unión, de donde estamos y es esta mujer víctima de la
desaparición forzada de su esposo, había participado en muchos espacios de tipo
psicológico, de acompañamiento, pero siempre sentido que no la escuchaban, siempre
sintió que la profesional o profesional que llegaba, llegaba como con un, una guía con
un esquema, con un protocolo, y que realmente no le interesaba escucharla a ella; una
mujer muy callada inclusive su cuerpo hablaba un poco como de su retraimiento, cierto;
el gesto, el lenguaje del cuerpo hablaba mucho de en ella, y es muy bonito por que
durante este proceso que duro un año larguito, es muy bonito porque ella logro expresar
a través de la poesía; porque este proyecto a propósito de mi formación como artista,
tuvo como lenguaje fundamental todas las formas de expresión desde el arte, el dibujo el
cuento la trova, todo lo que para ellos eran formas diferentes de expresión fue tenido en
cuenta; ella descubrió esa poetiza que había en ella y a través de la poesía comenzó a
hacer su proceso de rehabilitación emocional, pero también de reparación, es muy
bonito porque, la reparación no solamente es lo que consideramos reparación
administrativa, que tiene que ver con el dinero, que reciben las víctimas; valga la pena
aclarar que no reciben ese dinero para pagarle a sus familiares lo que muchas creen, no
ese dinero, es un dinero por, de echo el nombre lo clarifica, es reparación administrativa,
repara los gastaos administrativos que la familia ha tenido o ha incurrido a partir de la
victimización; la pérdida del dinero que ese ser querido que fue asesinado o
desaparecido ingresaba a la familia, creo que esas claridades técnicas ayuden mucha a
que las personas superen muchos asuntos emocionales, estas mujeres por ejemplo aquí en
341
la Unión decían no queremos recibir la plata porque es que no nos queremos comer a
nuestros hijos y no nos queremos comer a nuestros esposos, a nosotros no nos van a
pagar esos seres queridos con dinero, cuando técnicamente se les explica y ¡esto es real
así esta!, eh... técnicamente fundamentado cuando ellas lo entienden perfectamente,
asumieron ese derecho a recibir ese dinero sin miedo, porque ya sabían que nadie les
estaba intentando pagar a sus seres queridos por que nunca nadie se los puede pagar y
que tampoco se pretendía con ese dinero silenciar su dolor, porque tampoco es posible,
que era un derecho que tenía por las pérdidas económicas que implica perder un ser
querido, cierto... Esta mujer de la que te estoy hablando en ese proceso logro dar ese
salto y decir a bueno es mi derecho, ya comprendo; y... pero ella sentía que era otra cosa
más, que necesitaba ser reparada y era el buen nombre de su esposo; es un campesino,
trabajando, que fue intersectado por uno de los grupos que operaba por ese momento en
este territorio y que fue desaparecido con otros campesinos, cierto. Mmm... Uno de los
dolores más grandes que tiene las víctimas de la sociedad civil en nuestro país, y en el
oriente Antioqueño en particular que estamos hablando es el señalamiento ese asunto
cultural esa legitimación de alguna manera de la violencia cuando en las creencias
populares; eh, las familias que han sido víctimas de desaparición forzada, asesinato
selectivo, escuchan de la comunidad el "por algo seria". El dolor, lo que genera, ósea el
efecto psicosocial de estas creencias hace que la familia se sienta muy golpeada, y eso
hace parte de la reparación. Esto, para esta mujer era muy importante no solo la
reparación administrativa el acompañamiento que estábamos haciendo a ella a sus hijos,
si no que ella pudiera expresar quien era realmente su esposo, eh; y en varios eventos
que hicimos ya de orden comunitario intentábamos impactar la comunidad ella tuvo un
espacio para, a través de su poesía hablar de sus esposo. Entonces escribió poesía para
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su esposo, eso es muy bonito y es muy emotivo yo todo lo recuerdo y me conmuevo
porque era muy bello algunas no fue capaz de leerla porque se emocionaba tanto que
lloraba; entonces la familia se la leía, pero para ella eso era lo más importante, que lo
dejaran decir a través de su poesía quien era su esposo, el buen esposo, el buen papa, el
hombre trabajador, el campesino, el comprometido con su familia; y eso también me
enseño muchísimo, me enseño hay asuntos de la reparación que pasan primeramente por
lo humano, antes que los asuntos jurídicos, que lo asuntos técnicos... eh, inclusive con las
mismas técnicas psicológicas, digamos eso son herramientas muy importantes para
nosotros y hay que estar muy bien formados, pero poder permitirme, porque fui yo quien
lo permitió darle un lugar a la humanidad de ese ser humano que aflorara eso tan bello
que estaba en ella, ese, ese factor resiliente, ese recurso interno que era la poesía, fue lo
que luego al final cuando termino el proceso logro que ella me dijera, ahora sí, y ahora si
no porque allá terminado todo, porque todavía falta asuntos de verdad, desde la justicia;
cierto desde, por ejemplo su proceso jurídico que se diga la verdad; eh, todavía falta
muchos asuntos por adelantar en esos procesos, pero ella sentía que había cumplido
como con una parte que le correspondía a ella y que había tenido el espacio para
hacerlo, de manera comunitaria, acompañada, eso es muy importante; esa es como la, yo
no diría ve a contar la historia más grande que queda de esa mujer. (E6)
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Relato experiencial N° 11. Intervención y proceso de duelo.
Voy intentarlo, lo que pasa es que son detalles tan lindos, pero bueno; en la finca, con
su padre y su madre; llegaron los hombres a la portada y el papá le dice: escóndase
debajo de la cama. Llegan los hombres hay una discusión y luego estos hombres
empiezan a insultar al padre, tiempo después encienden una motosierra, ella sale de, de
la cama después de; es que es una escena brutal después de escuchar los gritos de su
padre y su madre sale de la cama; tres horas después se atrevía salir, ella me decía:
para mí el mundo se redujo a lo que podía escuchar y cuando sale y se. Y esta afirmación
fue muy importante en el encuentro, yo lo único que vi fue a un padre como si estuviese
crucificado, lo amarraron y lo descuartizaron. Esa escena fue muy importante porque
tiempo después llegó un sueño... en el sueño su mamá le hacía un reclamo, es que usted
no ve como se sacrifica su papá; ella cuando empieza asociar con el sueño, dice:
cuando yo era una niña, yo tenía que proteger unos tomates que había recogido mi papá
de los terrenitos que bajaban, mi papa los llevaba a un terrenito para que comieran, y
después los traía, el ternerito y la vaquita los encerraban, entonces ella tenía que
proteger los, los tomates para que los terneros no se combinan los tomates o las vacas,
ellas se despistó y los terneros se empezarán a comer esos tomates; entonces la mamá
salió indignada y le dice: es que usted no ve cómo se sacrifica su papá por usted. Eso fue
muy importante porque ella tenía pesadillas constantes con esa imagen del padre,
además me parece muy interesante. Lo dijo y así se comportó todo su dolor, su dolor no,
claro dolía la pérdida de su madre pero ella no podía con la pérdida de su papá y sobre
todo con esa imagen del padre crucificado, cuando ella te recuerda eso, además de que
el sueño la pista; este es que usted no ve como se sacrifica su padre, ella comprende la
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escena; ahí no estamos en nada, uno no sabe exactamente eso que quiere decir pero tuvo
un efecto y es que esa imagen se apaciguo, esa escena para mí fue es su madre, (…) con
esta señora, esto le ocurrió que no tenía 14 años, mira que se atrevía a hablar de eso 17
años después, 18 a los 33 años; ella no hablaba de eso no hablaba de eso, primer efecto
que responsabilidad, para mí, a mí tiene autoriza para escuchar ese dolor, y te digo no
son los títulos académicos, no es la experiencia acumulada, lo único que me autoriza
para escuchar ese dolor es que yo he interrogado mis dolores, y que el análisis ha sido un
aliado; eso es lo que me ha autorizado, primero. (E7)
Relato experiencial N° 12. Intervención, caso de Psicosis.
Hay otra escena que es así no nos da tiempo es un caso de psicosis, de esquizofrenia la
fragmentación, o en psicosis después de que presencia la muerte de un joven de su edad;
al joven le pegan un changonaso acá (señala la cabeza) y una semana después el empieza
experimentar lo que vio, entonces se dice yo tengo un hueco acá, eso modificó toda su
imagen corporal, entonces no tragaba por acá ( señala la boca) sino por acá , (señala el
cuello) eso es algo muy importante que bueno que eso se pudiera destacar, por qué mi
mayor preocupación cuando escuchó el dolor de alguien es si estoy frente a una psicosis
o no, hay un prurito frente a la clasificación... pero esa pregunta es muy importante, esa
pregunta es muy importante, porque, que vos no podes ofrecer el mismo lugar a todas
las personas que van a hablar de su vida. Es necesario prudencia, no... No siempre es
prudente decirle al otro hable lo que quiera, sí; y ahí un prurito con clasificaciones
psicoanálisis. (…) si yo pudiera testimoniar como lo estoy haciendo esos momento, de lo
que me he enfrentado escuchando el dolor del otro yo diría, conviene tener psicoanálisis
como una herramienta más y, y despojarse de alguna resistencia, de algunas rivalidades
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teóricas que no sirven para nada, es una herramienta más y puede evitar una catástrofe
subjetiva que vos remabas; vos puedes desentrañar una psicosis perfectamente, pero lo
interesante es que en la escena asistencial no es que tanto te soporte, es muy raro lo
asistencial como que ayuda a, a equilibrar a estabilizar la psicosis, es muy extraño pero
hay que tener cuidado.(…) como hacen para poder insistir en la vida conviviendo con
esas imágenes tan duras, me he encontrado algo muy interesante y es el recurso de la
religión, si es... el recurso a Dios como quien comprende el destino, entonces por algo
medios me puso esta prueba y eso tiene un efecto que apacigua, y ese es otro riesgo el
pasaje al acto, al acto suicida; es otro riesgo cuando escuchas que el dolor que hay,
desde cualquier escena desde la familiar, desde la comunitaria, desde lo individual,
desde cualquiera el pasaje a ese acto; y yo he encontrado en el recurso de la religión un
recurso lo simbólico, sí. (E7)