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La cruz de Saraís Jordi Badia / Luisjo Gómez Dossier de prensa

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  • La cruz de Saraís

    Jordi Badia / Luisjo Gómez

    Dossier de prensa

  • SINOPSIS

    Tras el éxito obtenido con El legado del valle (RBA, 2011), los autores Jordi Badia y

    Luisjo Gómez nos traen la segunda parte de aquel thriller histórico-conspirativo que

    cautivó a los amantes de las grandes historias. Aunque La cruz de Saraís puede leerse

    de forma independiente, en ella recupera a algunos de los personajes de aquella

    primera entrega y persevera en un argumento que, a buen seguro, debe de haber

    hecho retorcer en sus tronos a gran parte de la curia romana.

    El argumento, que oscila entre el presente y el pasado, recupera a Arnau Miró, el

    protagonista principal de El legado del valle, a quien encontramos nuevamente

    instalado en Uganda. Después de haber descubierto el secreto de El Legado –la

    descendencia sanguínea de Jesucristo- y de haber investigado sobre los misterios

    encerrados en el Valle del Boí (Lleida), y en concreto en el Pantocrator que decoraba el

    ábside de Sant Climent de Taüll, Arnau Miró pretende mantenerse alejado de todo lo

    concerniente a la Sangre Real y a las organizaciones, algunas de corte cátaro y

    templario pero también otras ultracatólicas, que giran en torno a ese secreto. Pero no

    le resultará tan sencillo…

    Sin embargo, Jordi Badía y Luisjo Gómez no se limitan a mostrarnos los secretos en

    torno a la descendencia de Jesucristo, sino que se remontan a la Edad Media para

    explicarnos el origen de una de las misiones más importantes llevadas a cabo por los

    Templarios: la protección de todas las mujeres que, a lo largo de los siglos, han

    permanecido ocultas para que nadie supiera que eran las descendientes de Jesucristo.

    Todas esas mujeres fueron bautizadas como Charité y en esta nueva novela los autores

    relatarán los sufrimientos que padecieron para evitar ser asesinadas por los

    extremistas católicos obsesionados en evitar que el mundo conociera su existencia.

    Así, a lo largo de La cruz de Saraís, los autores nos transportarán a la cruzadas en Tierra

    Santa, a los monasterios ocultos en las montañas del desierto sirio, a la Cataluña

    pirenaica del siglo XIII, a las iglesias donde tuvieron que ocultarse los cátaros durante

    el exterminio de sus miembros ordenado por la curia romana, a los salones secretos

  • del Vaticano y a otro montón de enclaves históricos que encuentran en esta novela un

    hilo conductor: la revelación de que Jesucristo luchó por una cristiandad distinta a la

    que hemos construido. Y es que éste es el trasfondo de esta segunda entrega de los

    autores catalanes: algunas buenas personas intentaron, y todavía intentan hoy,

    acercar nuevamente el cristianismo a los más necesitados, pero algunas malas

    personas se esforzaron, y todavía se esfuerzan hoy, en acumular el poder que ostenta

    esta religión para mantener oprimida y engañada a la población mundial.

    Pero La cruz de Saraís también nos transporta el presente, en concreto a ese Valle de

    Boí que ya nos presentaron en El legado del Valle. En esta ocasión, el sargento de los

    Mossos d’Esquadra Ramón Palau cobra más protagonismo al tener que averiguar qué

    es El Propósito y, sobre todo, qué misterios encierra la cruz de ocho brazos que adorna

    la Iglesia de Sant Llorenç de Saraís. Además, el sargento está convencido de que la

    Orden de la Divina Sepultura, que es una especie de ‘Mafia de Cristo’ llamada a

    defender la gran mentira que el catolicismo romano defiende, no ha desaparecido y

    que continúa haciendo de las suyas en el Valle de Boí. Paralelamente, el abogado

    Feliciano Marest, que ya conocimos en la anterior novela, continúa empeñado en

    matar a Arnau Miró y en robarle cierto pergamino que contiene parte de la gran

    verdad.

    Pero lo más importante de esta nueva entrega ya no es el Legado en sí, sino algo que

    llaman El Propósito y que uno de los personajes define de esta manera: ‘Es algo

    intangible, una amenaza que se cierne sobre nuestra Iglesia y que arranca de los

    primeros días de la cristiandad. Hay quien afirma que un grupo que instigaba ese

    movimiento hereje se asentó en el valle durante el bajo Medievo y que dejó unas

    huellas que ahora tenemos la obligación de borrar. Es nuestro deber’. Y es que El

    Propósito no es otra cosa que la intención de recuperar la esencia del cristianismo –

    generosidad, pobreza, honradez, etc.-, y por eso hay tanta gente empeñada en

    ocultarlo.

  • CONTEXTOS HISTÓRICOS DE LA NOVELA

    -Las cruzadas, siglo XII: Los autores nos trasportan al siglo XII, cuando Ricardo Corazón

    de León, que en esta novela aparece como un guerrero déspota y cruel, se dispone a

    reconquistar el llamado ‘Reino de Dios’. Los templarios participan en la cruzada, aun

    cuando no están en absoluto de acuerdo con la crueldad de dicho rey.

    -Béziers, siglo XIII: Los autores nos trasladan a esta población francesa para

    mostrarnos el modo en que el templario Paul de Tornois salva a una niña llamada

    Charité, descendiente el linaje de Cristo. Felipe Augusto II de Francia y el Papa

    Inocencio III han empezado el ataque contra los cátaros y, además, han ordenado el

    asesinato de Charité.

    -Valle del Bovino, 1250: Charité llega al Valle protegiendo a su hija. Le acompaña

    Georges de Abadía, ‘el caballero templario del inmaculado manto’, que ahora es quien

    se encarga de protegerla.

    -París, siglo XVIII: Charité vive en una taberna del París del siglo XVIII. Pero el Padre

    Gabriel, primera espada de Francia y asesino del Papa, las ha encontrado y va a por

    ellas. Dos templarios hermanos, Pierre y Daniel de Midiville la defienden.

    -El Vaticano, 1883: La camarera del Papa León XIII oye las mentiras que León XIII dice

    sobre los cátaros y recuerda con pesar el exterminio de esos caballeros de Dios.

    -Boí, 1917: El ecónomo de Taüll, Josep Farrero, recuerda cuando el obispo de Urgell

    ordenó destruir algunos fragmentos de los frescos de su iglesia. Es un tipo de censura

    histórica: borrar las pinturas en las que se contaba la verdad.

    -Barcelona, 1943: Un militar franquista recibe la orden de eliminar a una mujer

    llamada Caritat (nombre catalán de Charité), a quien acusan de haber ayudado a los

    rojos.

  • -Ciudad del Vaticano, 1978: Sor Vicenza atiende al Papa Juan Pablo I, llamado el papa

    honrado, que agoniza en el lecho de muerte. Ha sido un Papa honrado y honesto que

    trató de llevar a cabo El Propósito, esto es, la conversión del catolicismo en una

    religión que realmente se preocupe por los más necesitados.

    LA ORDEN DE EXTREMISTAS CATÓLICOS

    La cruz de Saraís vuelve a presentarnos la Orden de la Divina Sepultura, una

    organización de extremistas católicos que quiere acabar con cualquier atisbo que

    pueda demostrar que otra cristiandad es posible. La Orden quiere proteger el status

    quo a toda costa y no duda en asesinar para lograr sus fines. Igualmente, sus

    seguidores harán todo lo posible para impedir que la descendencia de Jesús salga a la

    luz pública.

    ‘Somos su ejército de sombras, y alguien debe hacer este trabajo. Pero no lo dudes, la

    eternidad nos agradecerá nuestros sacrificios como soldados del Señor’.

    En La cruz de Saraís, el nuevo Canciller de la Orden, Monseñor Collvinent, tiene dos

    prioridades absolutas: recuperar el pergamino que custodia Arnau Miró y eliminar a

    Feliciano Marest, el abogado que trabajó para ellos pero que ahora va por libre.

    LOS CÁTAROS Y TEMPLARIOS

    La cruz de Saraís aprovecha los saltos en el tiempo argumentales para lanzar una

    defensa cerrada de las dos órdenes religiosas más misteriosas y fascinantes de la

    cristiandad: los cátaros y los templarios.

    Los templarios son presentados en esta novela como la orden auténticamente

    encargada de proteger a los descendientes de Jesucristo, mientras que los cátaros son

  • mostrados como la orden que sufrió con más virulencia la persecución de la Iglesia

    Romana. Así, los autores dedican páginas y más páginas a la descripción del modo en

    que Inocencio III, por ejemplo, decidió exterminar a una orden que defendía la

    austeridad y que propugnaba el acercamiento del cristianismo al modo en que lo

    concibió el propio Jesucristo.

    ‘Sufrían una nueva cruzada, otra más, decretada por el papa Inocencio III. Esta vez no

    se trataba de recuperar los Santos Lugares, sino que era en aras del sosiego de la

    Iglesia romana, contra otros cristianos y en el mediodía francés. Un año antes, el

    hombre que ceñía la mitra papal en Roma, para oprobio de la fe, había decidido

    suprimir a sangre y fuego la llamada herejía cátara. «Combatid a los cátaros; son

    peores que los sarracenos. Quienes participen en la cruzada tienen asegura-da la

    salvación eterna, el Reino de los Cielos», predicaban por toda Europa fanáticos monjes

    cistercienses en nombre del Papa’.

    Además, La cruz de Saraís también se adentra en uno hecho histórico que sorprenderá

    a muchos lectores: la presencia de los cátaros en la Cataluña pirenaica:

    ‘Existen evidencias de un movimiento cercano al catarismo que surgió en el Medievo,

    alrededor de algunas facciones cristianas como contestación a los poderes católicos.

    Contó con seguidores dentro de la nobleza, y dejó alguna huella en los Pirineos; en

    concreto, en el Valle de Boí. Según la leyenda, a todos sus miembros se les marcaba

    con una cruz de ocho brazos en el pecho. La hacían con cuatro cortes de una espada

    constelada, también llamadas de virtud. Eran unas armas con propiedades invencibles

    que pasaban de generación en generación. Se cuenta que una de ellas llegó al valle de

    manos de Bernat-Unifred, obsequiada por su antecesor, Carlomagno, cuando este le

    encargó liberar los Pirineos de la morisma. (…). Esa espada, al igual que el pergamino,

    está ahora en manos de Arnau’

  • LOS COMPLOTS DE LA HISTORIA

    La cruz de Saraís también repasa una buena parte de las teorías conspirativas que han

    revoloteado a lo largo de la historia entorno a la historia del cristianismo. He aquí

    algunos ejemplos:

    -Asesinato de Juan Pablo I: ‘Hay teorías, incluso dentro del mismo clero, que sostienen

    que Juan Pablo I fue asesinado. La autoría intelectual recaería en la curia romana. ¿El

    motivo? Las profundas reformas que deseaba realizar en la Iglesia y, en concreto, en el

    Vaticano’.

    -Renuncia de Benedicto XVI: ‘Este Papa renunciara: ya lo verá, no resistirá la presión’.

    -Censura artística (Erosión Sistemática e Inteligente): ‘También censuraron los

    genitales de un tullido en pleno acto onanista que se representa en una de las arcadas

    de la iglesia de Sant Joan de Boí. Algo comprensible hasta cierto punto, ¿no cree?’. Y

    ‘La persona que atentó contra la obra perforó los genitales del niño para dar forma al

    anhelo de acabar con el linaje sagrado’.

    -Censura artística (Erosión Sistemática e Inteligente): ‘Mi abuelo descubrió que fue

    profanada a principios del siglo pasado —explicó el cátaro—. Fue un acto que formó

    parte de la E. S. I. (Erosión Sistemática e Inteligente), un proceso de censura de todas

    las representaciones artísticas cuyo mensaje discrepara del canon católico romano.

    Identificó al responsable de tal abominación: el rector de las iglesias del valle durante

    esos años, que, además, desobedeció a las más altas instancias políticas y culturales’.

  • ALGUNOS PERSONAJES IMPORTANTES

    1) PERSONAJES CONTEMPORÁNEOS

    -Arnau Miró: El protagonista de El legado del valle continúa viviendo en Uganda,

    donde regenta un hotel. Sigue preocupado por las implicaciones de lo descubierto en

    su anterior aventura –su pertenencia al linaje de Cristo- y en La cruz de Saraís volverá a

    tropezar con sus antiguos perseguidores.

    -Cita: ‘De modo imprevisto, El Legado llegó a manos de Arnau Miró, quien

    llevaba veinte años fuera de España ejerciendo de empresario en Butiaba, un pequeño

    poblado de Uganda a orillas del lago Alberto. Se trataba de un pergamino legendario

    que señalaba a Arnau como miembro de la estirpe divina, descendiente del linaje de

    Cristo, aunque él jamás compartió esa creencia. No era más que una locura que solo

    dejaba tras de sí ríos de sangre y dolor’.

    -Sargento Ramón Palau: Oficial de los Mossos d’Esquadra destinado en el Valle del Boí.

    Vive obsesionado con lo que llama el ‘caso Boi’, ya que cree que no se ha cerrado del

    todo. Está decidido a descubrir el enigma que encierra el valle.

    -Cita: ‘Me llamo Ramón Palau. Soy sargento de los Mossos d’Esquadra, de la

    dotación de Pont de Suert. Y no, no nos conocemos; soy un buen fisonomista y nunca

    olvido una cara’.

    -Enriqueta: Especie de herborista del Valle de Boí que conoce muchos de los misterios

    que oculta la zona. Proporciona algunas pistas al sargento Ramón Palau sobre los

    lugares históricos que debe investigar.

    -Cita: ‘La mujer, que rondaba los sesenta, siempre vestía de negro, como en

    duelo permanente. Regordeta y de baja talla, su cara oronda le confería un aspecto

    afable. Desde que Carola se marchó del lugar, había sido contratada en la cafetería

    para diversas tareas que compaginaba con las de limpieza de las iglesias del valle,

    donde los domingos ejercía de monaguillo’.

  • -Ongolia: Compañera de Arnau. Durante once años ejerció como esclava sexual en las

    filas de Lord Resistance Army y ahora está bajo la protección del protagonista.

    -Cita: ‘Una lágrima recorría la mejilla de Ongodia y Arnau siguió su curso con la

    mirada a lo largo de su piel morena. Detrás de la mujer adulta siempre había

    vislumbrado a la niña con la infancia quebrada. El de ahora solo era otro sufrimiento

    más en una cadena convulsa de amargos trances sufridos a lo largo de su existencia’.

    -Feliciano Marest: Pese a que la Orden [criminal] para la que trabaja ha decidido

    prescindir de sus servicios, este abogado catalán decide continuar con su plan de

    venganza contra aquellos que guardan alguna relación con El Legado. Es cruel,

    sanguinario y terrible, y además está dispuesto a hacer lo que sea para conseguir su

    objetivo. Se ha sometido a una operación de cirugía estética y ha adoptado una nueva

    personalidad, haciéndose llamar a partir de ahora Tomás Moro.

    -Cita: ‘De mediana edad, baja estatura y prominente barriga, salió del

    aeropuerto sudando a mares dentro de su arrugado traje de poliéster a causa del

    húmedo y asfixiante calor del trópico’.

    -Monseñor Collvinent: Aspirante a canciller de la Orden extremista católica que

    pretende ocultar la verdad sobre la descendencia de Jesucristo.

    -Cita: ‘Collvinent, hombre corpulento de media estatura, con mirada gélida e

    impersonal, era conocido por algunos de los presentes solo por unos oscuros rumores

    que circulaban sobre él. De carácter desabrido y sin escrúpulos, había dejado su impla-

    cable huella en distintas partes del planeta. Se consideraba a sí mismo «el martillo de

    Dios». Formado en Roma, a caballo entre la vida monástica y el hampa, su acento aún

    tenía dejes italianos’.

    -Felip Saludes: Periodista cátaro que está a punto de publicar su primera ensayo: ‘La

    historia secuestrada de los cátaros’.

    -Cita: ‘Un hombre, de espaldas, yacía en el suelo con la cabeza dentro del

    inodoro. Reconoció su americana, la media melena de color castaño. Con rapidez, se

    agachó para comprobar si seguía con vida. Le puso los dedos índice y corazón en el

    cuello ensangrentado, pero no halló ningún latido (…). En cuclillas, procurando mover

  • lo menos posible el cuerpo, giró unos grados el rostro del cadáver. El peso de la cabeza

    hizo que se doblegase hacia un lado y el tajo del cuello se abrió y le salpicó’.

    -Pastor Llorenç: Pastor medio ermitaño que vive en el Valle de Boí y que está

    convencido de que el pueblo de Saraís volverá a ser poblado en un futuro próximo.

    Siempre va acompañado de su perro Tro.

    -Cita: ‘Tenía la tez morena, agrietada por el castigo del tiempo. Su rostro,

    surcado de arrugas y cicatrices, estaba moteado de lunares. Sus marcadas facciones se

    arquearon al sonreír. Parecía llevar días sin afeitar. Cubría su pelo cano con una vieja

    gorra, y se abrigaba con una zamarra de piel gastada’.

    -Gregorio Moreno Solves: Asesino a sueldo que trabaja para la Orden que lucha por

    ocultar la existencia de El Legado. Había formado parte de los Mossos d’Esquadra,

    hasta que un día abandonó el cuerpo repentinamente.

    -Cita: ‘Hijo de emigrantes españoles, se había criado en un oscuro suburbio

    industrial de Belfast. Nacido en el seno de una familia de católicos recalcitrantes,

    desde niño sufrió el conflicto entre ingleses protestantes y católicos irlandeses en el

    Ulster. Recién estrenada la mayoría de edad, trabajó como pistolero a sueldo del IRA’.

    -Berta Hernández: Ex novia de Arnau Miró y experta en la historia del Valle de

    Boí.

    -Cita: ‘Se armó un gran revuelo entre el público masculino cuando Berta

    Hernández, con su larga y llamativa melena pelirroja, entró en la cafetería. Sin

    importarle ser el centro de todas las miradas, fue hasta la barra y examinó el local. Al

    fondo, en una mesa del rincón, descubrió al hombre que buscaba. Bebía una tónica’.

    -Profesor Fevzi Kenan: Profesor universitario de Teología e Historia del Arte que ha

    conseguido relacionar las obras pictóricas del Valle de Boí con otras de distintos

    lugares sagrados del planeta.

    -Cita: ‘Fevzi había relacionado algunos registros de la más emblemática obra

    pictórica del románico del Valle de Boí, el Pantocrátor de Sant Climent de Taüll, con

    otras similares del monasterio sirio de Deir Mar Musa. Además, había dado una nueva

  • interpretación a la configuración rectilínea de los campanarios de las iglesias de tres de

    los pueblos del valle —Erill la Vall, Boí y Taüll—, demostrando que la prolongación de

    su trazo no apuntaba a Roma, como se creía, sino a Tierra Santa, lo cual confirmaba

    que no se trataba de un tributo al catolicismo, sino a los primeros cristianos’.

    2) PERSONAJES DEL PASADO

    -Jean de Badoise: Sargento templario del siglo XI. Tras participar en las cruzadas junto

    al cruel Ricardo Corazón de León, recibe la orden de custodiar y proteger El Legado.

    -Cita: ‘Alto y delgado, Jean le sacaba una cabeza a su camarada de la Orden.

    Habían entrado juntos en el noviciado de la encomienda del Temple en París y viajado

    hasta Chipre, y juntos también habían sido ascendidos a sargentos. Los dos esperaban

    con anhelo consagrarse algún día como templarios. Tras jurar votos de pobreza,

    castidad y obediencia, serían Pobres Caballeros de Cristo, podrían portar armas en

    sagrado, y derramar sangre de infieles en nombre de la fe verdadera’.

    -Paul de Tornois: Mentor de Jean de Badoise. Caballero templario y comendador de

    Chipre y Señor de Becerra.

    -Cita: ‘El templario, dada su pericia con la ballesta, no tuvo ni que encarar el

    arma. Disparó desde la cadera un dardo que se hundió en la garganta del hombre,

    truncando su grito de guerra en un gorgoteo sanguinolento’.

    -Padre Pascuale: Abad de un monasterio enclavado en las montañas del desierto de

    Siria. Amigo de Paul de Tornois desde el noviciado. Es el encargado de proteger el

    Legado.

    -Cita: ‘El sacerdote lo miró con fijeza, estudiándolo. Sobre sus hombros iban a

    recaer serias responsabilidades. Tenían un cometido, y un secreto: El Legado. Debía

    estar seguro de a quién se iba a revelar, de quién asumiría tal honor y a la vez tan pe-

    ligrosa tarea en futuros y decisivos años. Lo besó en ambas mejillas con fervor, como si

    se tratara de un hermano ca-ballero consagrado, para aprobar así la elección de Paul

    de Tornois’.

  • -Rolando del Porto: Artista y guerrero templario que realiza una serie de obras

    pictóricas en el monasterio del desierto sirio donde también se encuentra el Adab

    Pascuale.

    -Cita: ‘Rolando, a pesar de su fortaleza física y sus probadas habilidades como

    combatiente, tenía unas dotes innatas para el dibujo y la pintura. Experto miniaturista,

    sus atrevidas ilustraciones en códices y pergaminos le llevaron a realizar brillantes

    frescos en multitud de capillas que jalonaban el orbe conocido y que daban fe de su

    especial don por toda la cristiandad. La sensibilidad de un niño con un pincel, en el

    musculoso cuerpo de un guerrero’.

    -Maanaraf: Oficial a cargo de un escuadrón de turcópolos que protege a los templarios

    Jean de Badoise y Paul de Tornois.

    -Cita: ‘El turcópolo refrenó su montura y de un salto puso pie en tierra. Se

    dirigió a una de las mulas y descolgó del arreo una ballesta de caballería, que hasta ese

    momento había permanecido oculta por una larga pieza de cuero. Cruzó la distancia

    que lo separaba del templario, que también había descabal-gado, y le tendió el arma.

    Este la sopesó con dos manos, comprobó el estado de tensión del nervio y miró

    inquisitivo a Maanaraf’.

    -Amiel Aicart: Abad cátaro del monasterio del Valle del Bovino al que llega una de las

    descendientes de Jesucristo en el siglo XIII.

    -Cita: ‘Amiel Aicart, descendiente de druidas y trovadores, era hijo del

    Languedoc. Nacido de una familia de leñadores, pasó de niño a hombre con un hacha

    entre las manos para talar árboles. Sostenía que, entre murmullos de hojas y crujir de

    ramas, estos lloraban cuando los cortaba; entonces, afligido, les hablaba para

    implorarles perdón, para contarles que era una obligación impuesta por su padre’.

    -Georges de Abadía: Templario encargado de cuidar de Charité y de la hija que ha

    tenido con Georges de Abadía.

    -Cita: ‘No era una misión de rutina, pero tampoco era acorde al alto cargo que

    el guerrero templario tenía asignado en el seno de la Orden. Pese a su juventud, fue

    nombrado comendador del Temple para el valle poco tiempo después de la muerte de

  • su preceptor. Elegido sobre el terreno, y por orden de la casa madre en París, se

    ratificó la decisión gracias a los informes enviados en secreto por su mentor a lo largo

    de los años, durante los que vivió, amó y sirvió a la causa de la Sangre Real’.

    -Pierre y Daniel de Midiville: Hermanos templarios del siglo XVIII que protegen a

    Charité.

    -Cita: ‘Desde que habían entrado al servicio de la Orden, ambos hermanos,

    Pierre y Daniel de Midiville, habían forjado una sólida amistad con la muchacha,

    haciéndole a la vez de padre, del que la niña carecía. Jamás se habían relajado en su

    custodia, pero también llegaron a pensar en la posibilidad de que sus enemigos

    hubieran cesado el acecho y perdido el rastro de la madre, la hija y el objeto. Ahora

    sabían cuán equivocados habían estado’.

    -Padre Gabriel: Religioso del siglo XVIII, perteneciente de Ducado de Borgoña y

    primera espada de Francia. Es el sicario a quien el Papa acude cuando tiene que matar

    a alguien.

    -Cita: ‘Contrastaba con el resto de gente que abarrotaba la posada. Sentado

    junto a la puerta, apoyaba la espalda en la pared. A pesar de la posición, se adivinaba

    alto y delgado. Sobrio y elegante de ademanes, tenía el pelo oscuro veteado en gris,

    peinado con esmero hacia atrás y recogido con una cinta de terciopelo negro, el

    mismo color de la capa y el traje talar que vestía, símbolo este último de su dignidad

    eclesiástica’.

    -Fiona: Monja vaticana al servicio de León XIII. Defiende con vehemencia la memoria

    de los cátaros y es llamada por un jesuita para que proteja el Legado.

    -Cita: ‘De nombre irlandés y corazón cosmopolita, Fiona era un crisol de

    orígenes. Nacida en el mediodía francés, de padre español y madre gala, había

    destacado de inmediato por su viva inteligencia y su firme carácter’.

    -Mosén Josep Farrero: Ecónomo de Sant Climent de Taül a principios del siglo XX.

    Presenció el modo en que el obispo de Urgell ordenaba la destrucción de las pinturas

    que podían revelar algunas verdades ocultas del cristianismo.

  • -Cita: ‘Acababan de acomodar al obispo y a su séquito en una hospedería de

    Taüll, mientras tres técnicos italianos trabajaban sin descanso en el interior de la

    iglesia de Sant Climent para extraer un fragmento de la milenaria pintura del ábside; se

    trataba de una parte que consideraban herética de la obra recién descubierta, que

    había permanecido escondida tras la cal y un retablo durante más de setecientos

    años’.

    ALGUNOS EXTRACTOS

    -Ricardo Corazón de León: ‘El novel sargento Jean de Badoise había desembarcado en

    Acre lleno de fervor y arrojo, junto a las huestes del Rey Ricardo I de Inglaterra,

    llamado «Corazón de León». ¡Cómo no sentirse orgulloso, si apenas contaba dieciséis

    años e iba a participar en la reconquista de «El Reino de los Cielos» para la Cristiandad,

    la ciudad en la que ningún soberano osaba ceñir sus sienes con corona de oro porque

    Cristo la había llevado de espinas!’

    -Saladino y los mamelucos: ‘Delante de ellos, oculto por el bosque de encinas que se

    extendía al oeste por las colinas abiertas al mar, se desplegaba el ejército de Saladino,

    con treinta mil infantes ligeros, quince mil de infantería pesada y ocho mil jinetes. En el

    centro, como guardia personal del Sultán, se encontraban los temibles mamelucos,

    quienes habían sido comprados de niños a pueblos de origen turco y caucasiano —de

    ahí la palabra mamluc, cuyo significado es «esclavo»—. Obligados a convertirse al

    islam, tras un severísimo entrenamiento militar, se les concedía la libertad solo para

    formar parte de tan selecta tropa de élite’.

    -La fe verdadera de Benedicto XVI: ‘¿Sabe a qué Papa le corresponde este número? Al

    actual, a Benedicto XVI. El próximo, según la profecía, debería ser el antipapa, «Pedro

    el Romano», a quien se le atribuye la caída del catolicismo en tono apocalíptico,

    aunque también podría significar el triunfo de la cristiandad verdadera, toda una re-

    volución. Necesitamos que la veleta gire, y que un nuevo aire llegue a todas las almas

  • del mundo. Este es nuestro anhelo. —Sujetó el tazón humeante para calentarse las

    manos—. Estamos cerca, sargento, los pájaros ya lo anuncian’.

    -Los templarios: ‘El abanderado, que era el caballero que tenía el honor de llevar La

    Beaussante, la sagrada insignia templaria en la que, entre una franja blanca y otra

    negra de los colores de la Orden, brillaba la Cruz Pathé en rojo, la dirigió al suelo dos

    veces para luego elevarla otras tantas al límpido cielo palestino: era la señal para que

    la caballería pesada templaria, ariete principal del ejército cruzado, se encaminara al

    combate al paso’.

    -Bangkok: ‘A miles de kilómetros de allí, en los arrabales de Bangkok, una delgada

    canoa de madera se deslizaba por las aguas limosas de uno de los muchos canales del

    Chao Praya que, como una tela de araña líquida, envuelven la capital de Tailandia. El

    pilo-to gobernaba la chalupa con precisos movimientos del motor fueraborda, que

    hacía las veces de timón. En su extremo, la hélice se hundía en las aguas sucias

    mientras impulsaba la embarcación’.

    -Uso de la ballesta en la Edad Media: ‘La Iglesia trató de suprimirla a instancias de la

    nobleza —dijo, a la vez que se preparaba para el combate que se avecinaba—. Con

    semejante arma, un simple plebeyo, con somero entrenamiento, podría perforar la

    coraza del más noble, poderoso y equipado de los caballeros (…). La esencia de su veto

    radica en que subvierte el orden social. Un simple campesino que haya dejado de

    destripar terrones con su azada para servir en una hueste armada sería capaz de

    hendir primorosas y caras armaduras con un tosco trozo de madera rematado con una

    punta de acero desbastado —dijo mientras calibraba con ojo experto un dardo—.

    ¿Qué emplumado caballero a lomos de brioso corcel admitiría semejante desacato a

    su rango, tamaña osadía a su casta, por parte de un triste peón sin cuarteles de

    nobleza ni hidalguía?’.

    -Los secretos del Valle del Boí: ‘En el barranco de Les Escales hay la tumba de un fraile

    anónimo que hace siglos, como otros muchos clérigos del lugar, plantó cara y

    desobedeció a sus superiores. El monje repartía entre los pobres el dinero que le había

  • dado el obispado para otros menesteres. Por ello, lo condenaron a muerte. Pero tras la

    ejecución, el pueblo, por su cuenta, lo canonizó (…). Pasado un tiempo, las rocas

    cercanas comenzaron a sangrar. Sucedía al atardecer, antes de que las aguas del

    embalse anegaran la tumba. Ni el ganado se atrevía a cruzar el barranco. Por eso, los

    pastores debían pasar la noche en alguna cueva, al amparo de santos y oraciones. El

    miedo los paralizaba y debían taparse ojos y oídos para no ver ni oír los resplandores y

    ecos del sepulcro’.

    -Saraís: ‘Pasado el mediodía, avistó las primeras ruinas de lo que en su día fueron unos

    hogares. La hiedra y la breña cubrían los muros quebrados de piedra. El ambiente era

    desolado; im-peraba un hondo silencio, truncado solo por el susurro de la brisa al

    agitar la arboleda. ¿Cuántas almas habían habitado aquellos parajes? ¿Cuánto tiempo

    llevaban sus recuerdos sin dueño? Era un pueblo muerto. Palau se estremeció cuando

    descubrió, asomando entre los abedules, el mellado campanario de la iglesia, ahora en

    ruinas, otra joya del románico perdida’.

    -La maldición del Valle de Boí: ‘Es parte de la profecía que anuncia el fin de la

    maldición que cayó sobre estas tierras. Una condena que solo remite la noche de san

    Juan y el día de san Félix «El africano», desde que el rey de Aragón dispuso que ese

    fuera «día de tregua del Señor» —cabeceó, apesadumbrado—. Pero el resto del año

    provoca escalofríos. Aparecen los espíritus del Mas de Sant Andreu; provienen del

    monasterio de Lavaix. Por la noche, entre estos muros aún resuenan sus lamentos, el

    entrechocar de espadas contra escudos. Vagan como fríos alientos desde que el valle

    cayó y quedó en ruinas. Algunos monjes fueron emparedados en los muros del con-

    vento para que tuvieran que soportar hasta la muerte el tormento de la gota serena

    sobre sus cabezas. Ánimas que transitan perdidas por el valle en su viaje perpetuo

    hacia el más allá’.

    -El París del siglo XVIII: ‘Era un local popular, cerca de la isla de Saint Louis, a la sombra

    de las torres de Notre Dame. Su clientela habitual estaba compuesta por buhoneros y

    campesinos que llevaban sus productos al mercado. Cenaban, y luego algunos pasaban

    allí la noche para volver al alba a sus hogares. Hombres y mujeres sencillos en una

  • Francia descontenta con el anquilosado poder que los gobernaba. El monarca, Luis

    Capeto, tan absoluto como inepto, estaba rodeado por una camarilla de aduladores,

    nobles ociosos y corruptos, y dominado por una reina, María Antonieta, más atenta a

    los intereses de Austria, su país de origen, que a los de la nación que la había

    entronizado por matrimonio’.

    -Barcelona hoy: ‘Se acercaban las navidades y las calles ya lucían engalanadas con

    guirnaldas y adornos de distintas formas y colores. Ramblas abajo, mientras la noche

    caía sobre Barcelona, un hombre caminaba con paso raudo entre el gentío, las manos

    en los bolsillos. Vestía gabardina beige y un gorro del mismo color. Dejó atrás el

    monumento a Colón y se adentró en el puerto a través del puente levadizo para ir al

    centro comercial Maremágnum. Allí, una multitud de turistas disparaban sus flashes

    para obtener un pedazo digitalizado de la ciudad, mientras una larga cola de chiquillos,

    ansiosos bajo la humedad y el frío vespertino, serpenteaba interminable haciendo

    turno junto a sus padres para entregar las cartas de los Reyes Magos al paje real’.

    -León XIII: ‘El hombre con traje talar blanco avanzó sobre una alfombra rojo sangre por

    el amplio pasillo flanqueado por esculturas y lienzos de reputados maestros

    renacentistas. A pesar de su edad, caminaba erguido y con la barbilla alta, conscien-te

    del poder que ostentaba sin recato en las postrimerías del siglo xix. A su paso, un

    ejército de religiosos y seglares bajaba la cabeza, en señal de obediencia los primeros y

    de respeto los últimos’.

  • LOS AUTORES

    -Jordi Badia Pérez (Barcelona, 1961): Diplomado en Ciencias Empresariales, ejerce

    como empresario y gerente en diversas entidades. En el año 1997 quedó fascinado por

    el Valle de Boí, en la Alta Ribagorça. Desde entonces sus veranos transcurren allí, entre

    investigaciones acerca de la importancia militar del valle en la Edad Media, así como de

    una reinterpretación del mensaje que nos dejó el arte románico.

    -Luisjo Gómez Álvarez (Barcelona, 1961): Ex boxeador y licenciado en Derecho, ejerce

    como abogado penalista. Con reconocida experiencia en la defensa de procesos

    criminales, es un gran aficionado a la lectura y a la historia, algo que le llevó a

    relacionar las inquietudes de su amigo sobre el valle, con determinados pasajes

    históricos. Ambos coincidieron en las aulas de La Salle Bonanova a los catorce años,

    donde iniciaron una estrecha amistad.

  • LA NOVELA ANTERIOR: EL LEGADO DEL VALLE

    La primera novela de Jordi Badía y Luisjo Gómez, ‘El legado del valle’ (RBA, 2011) nos

    presentó a Arnau Miró, un hombre que se ve inmerso en una trama conspirativa para

    ocultar uno de los secretos mejor guardados de la cristiandad: El Legado. La

    investigación llevada a cabo por el protagonista, así como por otros personajes que

    vuelven a aparecer en La cruz de Saraís, transportaba al lector al Valle de Boí, un

    conjunto de valles y sierras del Pirineo catalán. En ese territorio se alza Sant Climent de

    Taül, la iglesia románica en cuyo ábside central fue pintado el famosísimo mural que

    representa al Pantocrator más famoso de la Historia del Arte –hoy en el Museo

    Nacional de Arte de Cataluña-, el cual oculta, según los autores, uno de los secretos

    más importantes de la cristiandad: la existencia de una descendencia sanguínea del

    mismísimo Jesucristo. Lógicamente, dos fuerzas han luchado siempre por ocultar esa

    Verdad: por un lado, quienes desean que dicha Verdad salga a la luz, y por el otro, los

    ultracatólicos que desean silenciarla para que nada reste poder a Roma. En el primer

    grupo, la Orden del Temple ha jugado un importante papel a lo largo de los siglos; en

    el segundo, una organización secreta que asesina en nombre de Dios.

    LA CRÍTICA DIJO SOBRE… EL LEGADO DEL VALLE

    -‘Tremenda novela, vibrante y enigmática’, Cadena Ser

    -‘Un thriller con una base documental muy sólida. Una novela nada convencional que

    entretiene y toca las almas de los lectores’, Cristina Fernández Rovira, El Mundo

    -‘Empezarla es no poder dejarla. Un pedazo de novela que te tiene enganchado el fin

    de semana, sin comer ni cenar’, Punto Radio

    -‘Un thriller histórico-conspirativo que comparte similitudes en su trama con ‘El Código

    da Vinci’ de Dan Brown’, Mónica Bergós, El Correo

  • -‘Administra el suspense, dosifica la información, divierte, entretiene y da saltos a

    través de la historia, alrededor de un secreto escondido en los Pirineos durante el

    último milenio’, Onda Cero

    -‘Un bestseller donde el valle de Boí es un protagonista más’, El País

    -‘Un relato de intriga y crímenes’, La Mañana

    -‘Una historia donde nadie es lo que parece, y que os tendrá en tensión hasta la última

    página… ¿Cual será el legado de los cátaros?’, Blog El Bibliófilo Enmascarado

    -‘Lo mejor de la novela es la crítica al fanatismo y la intolerancia ya que, por muy

    descabellada que sea una creencia, nadie tiene derecho a perseguirla, derramando

    sangre de forma cruel y despiadada, algo que hizo la Inquisición y que siguen

    practicando otras religiones en la actualidad’, Miguel Ángel Gómez Juárez, Blog Me

    gustan los libros

    -‘Enigmático desde la lectura de la sinopsis. Capaz de absorber paulatinamente el

    tiempo del lector sin que éste se de cuenta’, Alex VonKarma, Bloggerizados