José María Arguedas - Agua

7/18/2019 José María Arguedas - Agua

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Agua

Cuando yo y Pantaleoncha llegamos a la plaza, los corredores estaban todavía

desiertos, todas las puertas cerradas, las esquinas de don Eustaquio y don Ramón singente. El pueblo silencioso, rodeado de cerros inmensos, en esa hora fría de la maana, parecía triste.

!"an #uan se est$ muriendo !di%o el cornetero!. &a plaza es corazón para el pueblo. 'ira nom$s nuestra plaza, es peor que puna.

Pero tu corneta va llamar gente. !('entira) Eso no es gente* en &ucanas sí hay gente, m$s que hormigas. +os dirigimos como todos los domingos al corredor de la c$rcel.El varayo- había puesto ya la mesa para el repartidor del agua. Esa mesa amarilla

era todo lo que eistía en la plaza* abandonada en medio del corredor, sólita, daba laidea de que los saqueadores de "an #uan la habían de%ado allí por inservible y pesada.

&os pilares que sostenían el techo de las casas estaban unos apuntalados controncos, otros torcidos y próimos a caerse* sólo los pilares de piedra blanca

permanecían rectos y enteros. &os poyos de los corredores, desmoronados por todas partes, derrumbados por trechos, con el blanqueo casi completamente borrado, daban pena.

!/gua, nio Ernesto. +o hay pues agua. "an #uan se va a morir porque don0raulio hace dar agua a unos y a otros los odia,

!Pero don 0raulio, dice, ha hecho com1n el agua quit$ndole a don "ergio, a doaElisa, a don Pedro...

!'entira, nio, ahora todo el mes es de don 0raulio, los repartidores sonasustadizos, le tiemblan a don 0raulio. 2on 0raulio es como zorro y como perro.

&legamos a la puerta de la c$rcel y nos sentamos en un etremo del corredor.El sol d3bil de la maana reverberaba en la calamina del caserío de 4entanilla, mina

de plata abandonada hacía muchos aos. En medio del cerro, en la cabecera de una largalengua de pedregal blanco, el caserío de 4entanilla mostraba su puerta negra, hueca,abierta para siempre. 5ran mina antes, ahora servia de casa de cita a los cholosenamorados. En los días calurosos, las vacas entraban a las habitaciones y dormían ba%osu sombra. Por las noches, roncaban allí los chanchos cerriles.

Pantacha miró un rato el pedregal blanco de 4entanilla. !/ntes, cuando habían minas, san%uanes eran ricos. /hora chacras no alcanzan

para la gente. !Chacra hay, Pantacha, agua falta. Pero me%or hagas llorar a tu corneta para que

venga gente.El cholo se llevó el cuerno a la boca y empezó a tocar una tonada de la hierra.En el silencio de la maana la voz de la corneta sonó fuerte y alegre, se esparció por

encima del pueblecito y lo animó. / medida que Pantacha tocaba, "an #uan me parecíacada vez m$s un verdadero pueblo* esperaba que de un momento a otro aparecieranma-tillos6, pasas7 y comuneros por las cuatro esquinas de la plaza.

/legremente el sol llegó al te%ado de las casitas del pueblo. &as copas altas de lossa1cos y de los eucaliptos se animaron* el blanqueo de la torre y de la fachada de laiglesia, refle%aron hacia la plaza una luz fuerte y hermosa.

6 'a-ta8 hombre %oven. 'a-tillo8 muchacho, diminutivo de ma-ta.7 Paia8 mu%er %oven.



El cielo azul hasta enternecer, las pocas nubes blancas que reposaban casi pegadasal filo de los cerros* los bosques grises de -erus y -antus que se tendían sobre losfalderíos, el silencio de todas partes, la cara triste de Pauta león cha, produ%eron en mi$nimo una de esas penas dulces que frecuentemente se sienten ba%o el cielo de la sierra.

!9tra tonada Pantacha* para tu "an #uan.

!Pobre lla-ta :pueblo;.Como todos los domingos, al oír la tocata del cholo, la gente empezó a llegar a la plaza. Primero vinieron los escoleros :escolares;8 4ictucha, #os3, 0ernaco, <royi$n,Ramoncha... Entraban por las esquinas, algunos por la puerta del coso. /l vernos en elcorredor se lanzaban a carrera,

!(Pantacha, ma-ta Pantacha) !(+io Ernesto)=odos nos rodearon* de sus caritas rebosaba la ale>gria* al oír tocar a Pantacha se

regoci%aban* en todos ellos se notaba el deseo de bailar la hierra.&a tonada del cornetero nos recordaba las fiestas grandes del ao* la cosecha de

maíz en las pampas de ?te- y de @anas* e) escarbe de papas en =ile, Papa>chacra,

A-ollpapampa. &a hierra de las vacas en las punas. 'e parecía estar viendo el corralrepleto de ganado* vacas all-as, pillas, moras* toros gritones y peleadores* vaquillasreci3n adornadas con sus crespones ro%os en la frente y cintas en las ore%as y en el lomo*

perecía oír el griterío del ganado, los a%os roncos de los marcadores. !(Bierra) (Bierra)"alt3 a la plaza, atacado de repente por la alegría.

!('a-tillos, zapateo, ma-tillos) !(@aque) (@aque)

=odos los escoleros empezamos a bailar en tropa. Est$bamos llenos de alegría pura, placentera, corno ese sol hermoso que brillaba desde un cielo despe%ado.

&os pantalones rotos de muchos escoleros se sacudían como espanta>p$%aros.Ramoncha, <royl$n, co%eaban.

Pantaleón se entusiasmó al vernos bailar en su delante* poco a poco su corneta fuesonando con m$s aire, con m$s regoci%o* al mismo tiempo el polvo que levant$bamosdel suelo aumentaba. / nuestra alegría ya no le bastó el baile, varios empezaron acantar8

...Kanrara, Kanrara,

cerro grande y cruel,

ere» negro y molesto;

te tenemos miedo,

Kanrara, Kanrara.

!Eso no. =oca D?te-pampa, Pantacha.Pedí ese canto porque le tenía cario a la pampa de ?te-, donde los -er-ales y la

caa de maíz son m$s dulces que en ning1n otro sitio.

Utek’pampa

Utck’pampita:

tus perdices son de ojos amorosos,

Tus calandrias engañadoras cantan al robar,

tus torearas me enamoran

utek’pampa

utek’pamrñta.

Fnter%ección de entusiasmo.



&a corneta de Pantaleoncha y nuestro canto reunieron a la gente de "an #uan. =odoslos indios del pueblo nos rodearon. /lgunos empezaron a repetir el Gayno en voz ba%a.'uchas mu%eres levantaron la voz y formaron un coro. /l poco rato, la plaza de "an#uan estuvo de fiesta.

En las caras sucias y flacas de los comuneros se encendió la alegría, sus o%os

amarillosos chispeaban de contento. !("i hubiera traguito) !4erdad. Pisco nom$s falta.Pantacha cambió de tonada* terminó de golpe D?te>pampa y empezó a tocar el

Gayno de la cosecha. !(Cosecha) (Cosecha)

Taytakuna, mamakuna4:

los picalores re!erberan en el aire

los toros est"n pelando en la pampa

las palomas dicen: #tinyay tinyay$

por%ue &ay alegr'a en sus pec&itos.Taytakuna, mamakuna.

!"an%uanuna8 est$n haciendo rabiar a =aytacha 2ios con el baile. Cuando la tierraest$ seca, no hay baile. Bay que rezar a patrón "an #uan para que mande lluvia.

El tayta 4ilas resondró desde el etremo del corredor8 acababa de llegar a la plazay la alegría de los comuneros le dio cólera.

El tayta 4ilas era un indio vie%o, amiguero de los mistisH principales. 4ivía con sumu%er en una cueva grande, a dos leguas del pueblo. 2on 0raulio, el rico de "an #uan,dueo de la cueva, le daba terrenitos para que sembrara papas y maíz.

/ don 4ilas le respetaban casi todos los comuneros. En los repartos de agua, en ladistribución de cargos para las fiestas, siempre hablaba don 4ilas. "u cara era seria, su

voz medio ronca, y miraba con cierta autoridad en los o%os.&os escoleros se asustaron al oír la voz de don 4ilas* como avergonzados se

reunieron %unto a los pilares blancos y se quedaron callados. &os comuneros subieron alcorredor* se sentaron en hilera sobre los poyos, sin decir nada. Casi todas las mu%eres sefueron a los otros corredores, para conversar allí, le%os de don 4ilas. Pantaleoncha pusosu corneta sobre el empedrado.

!2on 4ilas es enemigo de nosotros. 'írale nom$s su cara* como de misti es,molestoso.

!4erdad, Pantacha. 2on 4ilas no es carioso con los ma-tillos* su cara es comode toro peleador* así serio es.

@o y el cornetero seguimos sentados en el filo del corredor. Ramoncha, =eófanes,<railan, #acinto y 0ernaco, conversaban en voz ba%a, agachados %unto al primer pilar delcorredor* de rato en rato nos miraban.

!"eguro de don 4ilas est$n hablando. !"eguro.&os comuneros charlaban en 49I ba%a, como si tuvieran miedo de fastidiar a

alguien. El vie%o apoyó su hombro en la puerta de la escuela y se puso a mirar el cerrodel frente.

El cielo se hizo m$s claro, las pocas nubes se elevaron al centro del espacio e iban poni3ndose cada vez m$s blancas.

!/ ver, re%onero !ordenó don 4ilas.

J =ayta8 padre, seor* mama8 madre, tenora. Auna8 forma el plural* cha, el diminutivo.H +ombra a la persona de la clase dominante, cualquiera que sea su raza.



!>@o estoy de re%ón, tayta !contestó <elischa. !Corre donde don Córdova, pídele el re%ón y mata a los chanchilos mostrencos.

Boy es domingo. !Est$ bien, tayta.<elischa tiró las puntas de su poncho sobre el hombro y se fue en busca del re%ón.

!"i hay chancho de principal, mata nom$s !gritó Pantacha cuando el re%onero yaiba por el centro de la plaza.4olteamos la cara para mirar a don 4ilas8 estaba rabioso.

!(Ku3 dices tayta) !le habló Pantacha. !(Principal es respeto, ma-ta cornetero) !Pero chancho de principal tambi3n orina en las calles y en la puerta de la iglesia.2espu3s de esto le dimos la espalda al vie%o de 9r-otuna.Pantacha levantó su corneta y empezó a tocar una tonada de las punas. 2e vez en

cuando nom$s Pantacha se acordaba de sus tonadas de Lanaupampa. Por las noches ensu choza, hacia llorar en su cometa la m1sica de los comuneros que viven en las altasllanuras. En el silencio de la oscuridad esas tonadas llegaban a los oídos, como los

vientos fríos que corretean en los pa%onales* las mu%ercitas paraban de conversar yescuchaban calladas la m1sica de las punas.

!Parece que estamos en nuestra estancia de A-oani !decía tambi3n la mu%er dedon 0raulio.

/hora, en la plaza del pueblo, desde el corredor lleno de gente, la corneta sonaba deotro modo8 %unto a la alegría del cielo, la m1sica de las punas no entristecía, parecía m$s

bien m1sica de forastero. !Pantacha toca bien puna estilo !di%o don 4ilas. !Es pues nacido en Lanau, &os Ganaupampas tocan su corneta en las maanas

y atardeciendo, para animar a las ove%as y a las llamas. !&os Ganaus son buenos comuneros.Pantacha tocó largo rato.2espu3s puso el cuerno sobre sus rodillas y recorrió con la mirada las faldas de las

montaas que rodean a "an #uan. @a no había pasto en los cerros* sólo los arbustossecos, pardos y sin ho%as, daban a los falderíos cierto aire de vegetación y de monte.

!/sí blanco est$ la chacrita de los pobres de =ile, de "ano y de todas partes. &arabia de don 0raulio es causante, =aytachaM no hace nada, nio Ernesto.

!4erdad. El maíz de don 0raulio, de don /ntonio, de doa #uana est$ gordo,verdecito est$, hasta barro hay en el suelo. N@ de los comunerosO "eco, agachadito,umpu :endeble;* casi no se mueve ya ni con el viento.

!(2on 0raulio es ladrón, nio)

!N2on 0raulioO !'$s todavía que el ato- :zorro;."e hizo rabioso el hablar de Pantaleón./lgunos escoleros que estaban cerca, oyeron nuestra convenación. 0ernaco se vino

%unto a nosotros. !N2on 0raulio es ladrón, PantachaO !preguntó, medio asustado.Ramoncha, el chistoso, se paró frente al cornetero mostr$ndonos su barriga de

tambor. !NRobando le has encontradoO&os dos estaban miedosos* disimuladamente le miraban al vie%o 4ilas.

M 2ios, #esucristo.



!N2ónde hace plata don 0raulioO 2e los comuneros pues les saca, se roba el agua*se lleva de frente, de hombre, los animales de los endios. 2on 0raulio es hambrientocomo galgo.

0ernaco se sentó a mi lado y me di%o al oído8 !Este Pantacha ha regresado molestoso de la costa. 2ice todos los principales son

ladrones. !"eguro es cierto, 0ernaco. Pantacha sabe./l ver a 0anucha y 0ernaco sentados %unto al cor>netero, todos los ma-tillos se

reunieron poco a poco en nuestro sitio.Pantacha. nos miró uno a uno* en sus o%os alumbraba el cario.

!('a-tillos) ('a-tillos)&evantó su corneta y comenzó a tocar el Gayno que cantan los san%uanes en el

escarbe de la acequia grande de A-ocha.En los o%os de los cholillos se notaba el enternecimiento que sentían por Pantaleón*

le miraban como a hermano grande, como al dueo del corazón de todos los escolerosdel pueblo.

!Por Pantaleoncha yo me haría destripar con el barroso de doa #uana. N@ t1, nioErnestoO

!=1 eres maula, Ramón* t1 llorarías nom$s como becerro encorralado. !(#a%ayllas)Q

/l ver la risa en su cara de sapo panzudo, todos los escoleros, olvid$ndonos delvie%o, llenamos el corredor a carca%adas.

Ramoncha daba vueltas, sobre un talón, agarr$ndose su barriga de hombre vie%o. !(Ramoncha) (Lisa)"ólo el vie%o no se reía* su cara seguía agestada, como si en el corredor apestase un

perro muerto.

&os comuneros de =ini se anunciaron desde la cumbre del Aanrara. Parados sobreuna piedra que mira al pueblo desde el abra, gritaron los tinis imitando el relincho del

potro. !(=iniuna) (=iniuna)Corearon los escoleros. =odos los indios se levantaron del poyo y se acercaron al

filo del corredor para hacerse ver con los tinis."opló el cuerno con todas sus fuerzas para que oyeran los comuneros, desde el

Aanrara.Basta Puquio habr$ llegado eso !di%o Ramoncha, haci3ndose ei asustadizo.

!"eguro hasta +azca se habr$ oído !y me reí.&os tinis saltaron de la piedra al camino y empezaron a ba%ar el cerro a galope. Por

ratos, se paraban sobre las piedras m$s grandes y le gritaban al pueblo. &as quebradasde 4iseca y /-ola contestaban desde le%os el relincho de los comuneros.

!4iseca grita m$s fuerte. !(Claro pues) 4iseca es quebrada padre* el tayta Chitulla es su patrón* de /-ola

es Aanrara nom$s. !NAanraraO =ayta Aanrara le gana a Chitulla, m$s rabioso es. !4erdad. Punta es su cabeza, como re%ón de don Córdova. !N@ ChitullaO / su barriga seguro entran cuatro Aanraras.&os indios miraban a uno y otro cerro, los comparaban, serios, como si estuvieran

viendo a dos hombres.Q Fnter%ección de burla, de orgullo.



&as dos montaas est$n una frente a otra, separadas por el río 4iseca. El riachuelo/-ola quiebra al Aanrara por un costado, por el otro se levanta casi de repente despu3sde una lomada larga y ba%a. 'irado de le%os, el tayta Aanrara tiene una epresiónmolesta.

!/l río 4iseca le resondra para que no cante fuerte !dicen los comuneros de "an

#uan.Chitulla es un cerro ancho y elevado, sus faldas suaves est$n cubiertas de tayales yespinos* a distancia se le ve negro, como una hinchazón de la cordillera. "u aspecto noes imponente, parece m$s bien tranquilo.

&os indios san%uanes dicen que los dos cerros son rivales y que en las nochesoscuras, ba%an hasta la ribera del 4iseca y se hondean ahi, de orilla o orilla.

&os tinis entraron por la esquina de la iglesia. 4enían solos, sin sus mu%eres./vanzaron por el medio de la plaza, hacia el corredor de la escuela. Eran como cien*todos vestidos de cordellate azul* sus sombreros blancos y grandes y sus o%otas lanudas,

se movían acompasadamente. !(=inis, de verdad comuneros) !di%o el cornetero.2on 4ilas despreciaba a los tinis* al verlos en la plaza, levantó su cabeza,

%actancioso, pero los siguió con la mirada hasta que llegaron al corredor* les teníamiedo, porque eran unidos y porque su varayo-, cabo licenciado, no respetaba mucho alos mistis.

2on Lallpa, varayo- de los tinis, subió primero las gradas. !0uenos días taytauna, mamauna!saludó."e acercó a don 4ilas y le dio la mano* despu3s vino donde el cornetero, los dos se

abrazaron. !(2on Lallpa, taytay)

!('a-ta Pantacha) !2e tiempo has regresado de la costa. !"eis meses, tayta.&os dos tinis hicieron lo mismo que don Lallpa* saludaron a todos, le dieron la

mano a don 4ilas y abrazaron a Pantaleón./l poco rato los escoleros y el m1sico nos vimos rodeados de los tinis. @o mir3

una a una las caras de los comuneros8 todos eran feos, sus o%os eran amarillosos, su pielsucia y quemada por el frío, el cabello largo y sudoso* casi todos estaban rotosos, suslo-os :sombreros; de%aban ver los pelos de la coronilla y las o%otas de la mayoríaestaban huecas por la planta, sólo el correa%e y los ribetes eran lanudos. Pero teníanme%or epresión que los san%uanes, no parecían muy abatidos, conversaban en voz altaton Pantaleón y se reían.

&os escoleros se fueron, uno por uno, de nuestro grupo* varios se subieron a los pilares blancos* otros empezaron a %ugar en la plaza. En medio de los tinis m$s quenunca me gustó la plaza, la tor recita blanca, el eucalipto grande del pueblo. "entí quemi cario por los comuneros se adentraba mis en mi vida* me parecía que yo tambi3nera tini, que tenía corazón de comunero, que había vivido siempre en la puna, sobre las

pampas de ischu. !0ernaco, Nte gustaría ser liniO !(Claro) =ini es hombre.

Pa%a dura de las regiones altas.



Pantaleón tambi3n parecía satisfecho conversando con los tinis, sus o%os estabanalegres. Primero habló de +azca* de los carros, de las tiendas, y despu3s de los patronos,abusivos en todas partes.

!N+o vesO 2e otro modo ha regresado el Pantacha, est$ rabioso para los platudos !me di%o a la ore%a el dansa- :bailarín; 0ernaco.

!N/casoO En la costa tambi3n, el agua se agarran los principales nom$s* losarrendatarios lucaninos, Gallhuinos, nazqueos, al 1ltimo ya riegan, %unto con los quetienen dos, tres chacritas* como de caridad le dan un poquito, y sus terrenos est$n consed de ao en ao. Pero principales de +azca son m$s platudos* uno solo puede comprar a "an #uan con todos sus maizales, sus alfalfares y su ganado. Casi gringos nom$s sontodos, cara%eros, como a =aytacha de iglesia se hacen respetar con sus peones.

!4erdad. /sí son nazcas !di%o el varayo- Lallpa. !Como en todas partes en +azca tambi3n los principales abusan de los %ornaleros

!siguió Pantaleoncha!. "e roban de hombre el traba%o de los comuneros que van delos pueblos8 "an #uan, Chipau, "antiago, LallGa. "eis, ocho meses, le amarran en lashaciendas, le retienen sus %ornales* temblando con terciana le meten en los caaverales,

a los algodonales. 2espu3s le tiran dos, tres soles a la cara, como gran cosa. N/casoO +i para remedio alcanza la plata que dan los principales. 2e regreso, en 5aleraspampa, en=ullutaa, en todo el camino se derrama la gente* como criaturitas, tiritando, se muerenlos andamaras, los chilles, los sondondinos. /hí nom$s se quedan, con un montón de

piedra sobre la barriga. NKu3 dicen san%uanunasO !(Carago) ('itis son como tigre) !(Comuneros son para morir como perro)"an%uanes y tinis se malograron. Rabiosos, se miraban unos a otros, como

pregunt$ndose. &os o%os de Pantacha tenían el mirar con que en el Gar-tayS hacíanasustar a todos los indios badulaques de "an #uan* brillaban de otra manera.

=odos los comuneros se reunieron %unto a la puerta de la c$rcel para oír aPantaleoncha8 eran como doscientos. 2on 4ilas y don Fnocencio conversaban en otrolado* el vie%o se hacía c) disimulado* pero estaba allí para oír, y cont$rselo despu3s todoal principal.

El cornetero subió al poyo del corredor* les miró en los o%os a todos los comuneros,estaban como asustados,

!Pero comununa somos tanto, tanto* principales dos, tres nom$s hay. En otra parte dice, comuneros se han alzado* de afuera a dentro, como a gatos nom$s, los hanapretado a los platudos. NKu3 dicen comununaO

&os san%uanes se pusieron asustadizos, los tinis tambi3n. Pantactia hablaba dealzamiento, ellos tenían miedo a eso, acord$ndose de los chavias. &os chavias botaron

ocho leguas de cercos que don Pedro mandó hacer en tierras de la comunidad* locorretearon a don Pedro para matarlo. Pero despu3s vinieron soldados a Chavia yabalearon a los comuneros con sus vie%os y sus criaturas* algunos que se fueron a lasalturas no>m$s se escaparon. Eran como mu%er los san%uanes, le temían al alzamiento.

+unca en la plaza de "an #uan, un comunero habla hablado contra los principales.&os domingos se reunían en el corredor de la c$rcel, pedían agua lloriqueando y despu3sse regresaban* si no conseguían turno, se iban con todo el amargo en el corazón,

pensando que sus maizalitos se secarían de una vez en esa semana, Pero este domingoPan tacha gritoneaba fuerte contra los mis>tis, delante de don 4ilas resondraba a los

principales. !(Principales para robar noni$s son, para reunir plata, haciendo llorar a gente

grande como a criaturitas) (4amos matar a principales, como a puma ladrón)S &ucha a zurriago entre solteros, en carnavales.



/l principio don 4ilas disimuló, %unto con don Fnocencio* pero al 1ltimo, oyendo aPantacha hablar de los mistis san%uanes, se vino apurado donde los comuneros, mirórabioso al cornetero y gritó con voz de perro nazqueo8

!(Pantacha) ("ilencio) (Principal es respeto)"u hablar rabioso asustó a los san%uanes. Pero el ma-ta levantó m$s la cabeza.

!(=aytay, como novillo vie%o eres, ya no sirves)2on 4ilas empezó a empu%ar a (os indios para llegar hasta donde estaba elPantacha.

!(Carago, all-o) :perro;.2on Fnocencio le rogó, %al$ndole del poncho8

!2e%ay don 4ilas* Pantacha es hablador nom$s. !=e voy a faltar, tayta !le gritó el cornetero./l oír la amenaza de Pantaleón, don Fnocencio su%etó al vie%o.

!+o enrabies don 4ilas, (por gusto)9yendo la bulla, algunos comuneros y las mu%eres, que estaban en los otros

corredores, se vinieron %unto a la puerta de la c$rcel, para ver la pelea.

Bombres y mu%eres hablaban fuerte. !(4ie%o es respeto) !decían la mayor parte de las mu%ercitas. !N'achuO 2on 4ilas es abusivo. N/casoO DEndio nom$s es, igual a san%uanea

!grit3, desafiando, donLallpa, varayo- de =ini, vie%o como don 4ilas.

!(Lallpa) i 'aula Lallpa)2on 4ilas se paró, desafiante, mirando de frente al varayo- de =ini.

!"I quieres, solo a solo, como toros en la plaza !habló don Lallpa. !/nda tayta, ca%3ale en la barriga !le di%eron los tínis a su autoridad.2on Lallpa se quitó el poncho, lo tiró sobre sus comuneros y salió a la plaza. "e

cuadró allí como toro padrillo. !(@aque, don 4ilas)&e llamó con la mano.Poro las mu%ercitas su%etaron al vie%o. "i no, el Ga>rayo- le hubiera hecho gritar

como a gallo cabestro.Pantacha se rió fuerte, mirando a don 4ilas.

!(#a%ayllas)"e puso el cuerno a la boca y tocó el Gayno chistoso de los Ganaupampas8

(kakllo de los pedregales,

bullero pajarito de las peñas;

no me engañes akakllo.

(kakllo pretencioso,misti ingeniero, te dicen

#)ajayllas akakllo$

mu*strame tu barreno

#jajayllas akakllo$

mu*strame tus papeles.

El vie%o 4ilas se enrabió de veras, botó a las mu%eres que le ata%aban y salió a la plaza* pero no fue a pelear con don Lallpa, ni resondró a Pantacha, siguió de frente,hacia la esquina de don Eustaquio. Casi del centro de la plaza volteó la cabeza paramirar a los comuneros, y gritó8

!(4er$s con don 0raulio) !(#a%ayllas novillo)



El vie%o llegó casi corriendo a la esquina de don Eustaquio, y torció despu3s a lacalle de don 0raulio, principal de "an #uan.

2on 4ilas subió otra vez al corredor. !('aula) Para lamer a don 0raulio nom$s sirve !habló el varayo-.Pero los san%uanes ya estaban miedosos* se separaron de los tinis y se fueron con

don Fnocencio a otro corredor. !"an%uanea son como don 4ílas8 (maulas) !le di%e al dansn- 0ernaco. !Con las balitas que don 0raulio echa por las noches en las esquinas, est$n

amu%erados. !4amos a ver qu3 dice el sacrist$n. 2isimulando, nos acercamos alcorredor de los san%uanes. El sacrist$n estaba asustado, a cada rato miraba la esquina dedon Eustaquio.

&os san%uanea conversaban, miedosos* como queriendo ocultarse unos tras de otros,se %untaban alrededor del sacrist$n Fnocencio, pidiendo conse%o.

!("an%uanuna) !habló don Fnocencio!. 2on 0raulio tiene harta plata, todos loscerros, las pampas, es de 3l. "i entra nuestra vaquita en su potrero, le seca de hambre ensu corral* a nosotros tambi3n nos latiguea, si quiere. 4amos defender m$s bien a don

0raulio. Pantacha es cornetero nom$s, no vale. !("igoro) !+o sirve contra don 0raulio.&os san%uanes eran como gallo forastero, romo vizcacha de la puna8 cuando el

principal gritaba, cuando a%eaba fuerte y reventaba su balita en la plaza, san%uanes nohabían, por todas partes escapaban, como chanchos cerriles.

&os comuneros estaban separados ahora en dos bandos8 los san%uanes con donFnocencio y los tinis con Pantaleón y don Lallpa. &os san%uanes eran m$s.

&os tinis hablaban en la puerta de la c$rcel, formando grupo. !4amos a contarle a Pan tacha lo que ha dicho don Fnocencio !di%e. !4amos, +os encaminamos con 0emaco hacia el corredor de la c$rcel.Cuando estuvimos atravesando la esquina, salió a la plaza, por la puerta del coso,

don Pascual, repartidor cic semana. !(2on Pascual) !>gritó 0ernaco. !(2on Pascual)=odos los indios hablaron alto el nombre del repartidor.Pantacha le hizo sea con la corneta a don Pascual. El semanero se fue derecho al

corredor de los tinis.&os san%uanes corrieron otra vez hacia el corredor de la c$rcel, para hablar con el

semanero* de%aron solo al sacrist$n.

&os comuneros de todo el distrito se apretaron rodeando a don Pascual. !("an%uanuna, ayalayuna, tiniuna !oí la voz de Pantaloncha!, don Pascualva dar -ocha6T agua a necesitados. "eguro don 0raulio rabia* pero don Pascual es

primero. NKu3 dicenO2e un rato, Pascual subió al poyo.

!Con m1sico Pantacha hemos entendido. Esta semana -ocha agua va a llevar don/nto, la viuda #uana, don #es1s, don Patricio... 2on 0raulio seguro cara%ea. Pero unavez siquiera, pobre va agarrar agua una semana. Principales tienen plata, pobre necesitam$s sus papalitos, sus maizalitos... =ayta Fnti :sol; le hace correr a la lluvia* -ocha aguanom$s ya hay para regar8 -ocha va a llenar esta vez para comuneros.

El hablar de don Pascual no era rabioso como el de Pantacha* parecía m$s bien

humilde, rogaba para que los comuneros se levantasen contra don 0raulio.6T Estanque, laguna.



!(Est$ bien don Pascual) !(Est$ bien)Contestaron primero los tinis.

!2on Pascual, reparte seg1n tu conciencia.2on "a-sa, de /ylay, habló primero por los san%uanes.

!("eg1n tu conciencia, tayta) !("eg1n tu conciencia) !2on 0raulio abusa de comuneros. Comunidad vamos hacernos respetar. (Para

endios va ser -ocha agua)&os san%uanes no se asustaban con el hablar de don Pascual* le miraban tranquilo,

parecían carneros mirando a su dueo. !(+o hay miedo san%uanuna) !gritó el ma-ta Pantacha!. / mu%er nom$s le

asusta el revólver de don 0raulio. !"eguro don 0raulio cara%ea. N/casoO 4amos esperar* aquí en su delante voy dar

agua a comuneros...&os ma-tas se miraron, consult$ndose. Reci3n entendían por qu3 Pantacha, don

Lallpa, don Pascual, se levantaban contra el principal, contra don 4ilas y donFnocencio.

!4erdad compadre8 en nuestro pueblo, dos, tres mistis nom$s hay* nosotros, tantos,tantos... Ellos igual a comuneros gentes son, con o%os, boca, barriga. (A-ocha agua paracomuneros)

!N/casoO 'ama>allpa :madre tierra; bota agua, igual para todos.&os san%uanes tambi3n se hicieron los decididos. 2e tres en tres, de cuatro en

cuatro, se %untaron los comuneros. Pantacha y don Pascual, uno a uno les hablaban, parahacer respetar al repartidor.

&a comunidad de "an #uan estaba para pelear con el principal del pueblo, 0raulio<3li.

&os domingos en la maana los mistis iban a buscar a don 0raulio en su casa. &eesperaban en el patio, dos, tres horas, hasta que el principal se levantaba. #unto a una

pared había varios troncos vie%os de eucalipto* sentados sobre esos palos se soleaban losmutis mientras don 0raulio acababa de dormir. El principal no tenía hora paralevantarse* a veces salía de su cuarto a las siete, otras veces a las nueve y a las dieztambi3n* por eso los mistis se iban a visitarle seg1n su alma* unos eran m$s pega%osos,m$s sucios, y tempranito estaban ya en el patio para hacerse ver por los sirvientes dedon 0raulio* otros, de miedo nom$s iban, para que el principal no les tomase a mal*llegaban m$s tarde, cuando el sol ya estaba alto* otros calculaban la hora en que don0raulio iba a salir para convidar el trago a los san%uanes, por borrachos nom$scorte%aban al principal.

&os domingos, don 0raulio se desayunaba con aguardiente en la tienda de donBeraclio8 la tiendecita de don Beraclio est$ en la misma calle del principal. Como loco,don 0raulio hacía tomar caazo a uno y a otro, se reía de los mistis san%uanes, les haciaemborrachar y les mandaba cantar Gaynos sucios. Basta media calle salía don 0raulio,ri3ndose a gritos8

!(0uena don Cayetano) (2on <ederico, buena)&os mistis borrachos se sacaban el pantalón* se peleaban* golpeaban por gusto sus

cabezas sobre el mostrador.

/l mediodía, don 0raulio iba al corredor de la c$rcel para la repartición del agua8los mistis le seguían. 2e vez en vez, el principal se mareaba mucho y no se acordaba delreparto. Entonces don Fnocencio, sacrist$n de la iglesia, hacia tocar la campana a (as dos



o tres de la tarde* al oír la campana, don 0raulio, seg1n su humor, se quedaba callado, osi no, saltaba a la calle y echando a%os iba al corredor de la c$rcel. <ueteaba acualquiera, encerraba en la c$rcel a dos o tres comuneros y reventaba tiros en elcorredor. =odos los mistis y los indios escapaban de la plaza* los borrachos searrastraban a los rincones. El corredor quedaba en silencio* don 0raulio hacia retumbar

la plaza con su risa y despu3s se iba a dormir. 2on 0raulio era como dueo de "an #uan."eguro este domingo el principal estaba mareado, y por eso no venía. 2on 4ilas,don Fnocencio, de miedo se habrían quedado en la puerta de la tienda, esperando lavoluntad del principal.

@a era tarde. El tayta Fnti quemaba al mundo. &as piedras de la mina 4entanilla brillaban como espe%itos* las lomas, los falderíos, las quebradas se achicharraban con elcalor. Parecía que el sol estaba quemando el corazón de los cerros* que estaban secando

para siempre los o%os de la tierra. / ratos se morían los -er-ales y las retamas de losmontes, se agachaban humildes los grandes molles y los sauces cabezones de lasacequias. &os pa%aritos del cementerio66 se callaron, los comuneros tambi3n, de tantohablar, se quedaron dormidos, Pan tacha, Pascual, don Lallpa, veían, serios, el camino,

a Puquio que culebreaba sobre el lomo del cerro 4entanilla.El tayta Fnti quería, seguro, la muerte de la tierra, miraba de frente, con todas sus

fuerUas. "u rabia hacía arder al mundo y hacía llorar a los hombres.El blanqueo de la torre y de la iglesia reventaba en luz blanca. &a plaza era como

horno, y en su centro, el eucalipto grande del pueblo aguantaba el calor sin moverse, sinhacer bulla. +o había ya ni aire* parado estaba todo, aplastado, amarillo.

El cielo se reía desde lo alto, azul como el o%o de las nias, parecía gozoso mirandolos falderíos terrosos, la cabeza pelada de las montaas, la arena de los riachuelosresecos. "u alegría chocaba con nuestros o%os, llegaba a nuestro adentro como risa deenemigo.

!(=ayta Fnti, ya no sirves) !habló don "a-sa, de /yalay. En todo el corredor seoyó su voz de vie%o, triste, cansada por el Fnti rabioso.

!(/yarachicha) (/yarachi)67

Pantacha se paró en el canto del corredor, mirando o%o a o%o al Fnti tayta* y sopló bien fuerte la corneta de los Ganaupampas. /hora sí, la tonada entraba en el $nimo delos comuneros, como si fuera el hablar di8 sus sufrimientos. 2esde la plaza caldeada, enesa quebrada ardiendo, el ayarachi subía at cíelo, se iba le%os, lamiendo los -er-ales ylos montes resecos, llev$ndose a todas partes el amargo de los comuneros malogrados

por el Fnti rabioso y por el principal maldecido. !Pantaleón ruega a =aytacha 2ios para que le resondre al Fnti.2e repente, don 0raulio entró a la plaza. &os mistis san%uanes venían en tropa, %unto

al principal.4icenticha, hi%o del sacrist$n, corrió a la torre, para tocar la campana grande.Comuneros y mu%eres se pararon en todos los corredores. Como si hubiera entrado untoro bravo a la plaza, de todas partes, la gente corrió a la puerta de la c$rcel* parecíanhambrientos.

!("an%uanuna, pobrecitos) !habló don "a-sa.2on Lallpa, Pascual, Pantacha, se reunieron.

!Rato se ha esperado don 4ilas, sentado como perro en la puerta de don Beraclio. !2on Fnocencio tambi3n. !Principal cuando toma, no hace caso.

66 Buerta que, en muchas aldeas de la sierra, rodea a la iglesia.67 '1sica f1nebre.



&os tinis se %untaron alrededor de don Lallpa* los san%uanes, callados, sinllamarse, se entroparon en otro lado.

!+o hay confianza* comuneros no van parar bien !di%o Pantacha, mirando a lagente separarse en dos bandos.

!(Comununa) !gritó! (-ocha agua para en dios) 4oltearon la cabeza los

san%uanes para mirar al ma-ta* no había hombría en sus o%os* como carnero triste erantodos* los tinis tampoco parecían muy seguros. !2on Pascual, firme vas a parar contra el principal* seguro cara%eo. !N/casoO como tayta Aanrara voy a parar8 don /nto, don #es1s, don Patricio, don

Roso...&a campana del pueblo sonó fuerte. /hora la plaza parecía de fiesta. Bulla en todas

partes, sol blanco, cielo limpio, campanas* sólo el $nimo no era para alegría, loscomuneros miraban la tropa de los mistis, recelando.

2on Pascual, Lallpa y Pantaleón, se pararon a un costado de la mesa, mirando laesquina de don Eustaquio* los san #uanes en el lado de la c$rcel, sus mu%eres tras deellos y los tinis %unto a la puerta de la escuela* los escoleros trepados en los pilares de

piedra blanca.2on 0raulio ya estaba chispo* venía pateando las piedrecitas del suelo* su pauelo

del cuello con el nudo %unto al cogote* y el sombrero puesto a la pedrada. =enía lasmanos en los bolsillos del pantalón y la hebilla de su cinturón brillaba* a un lado se veíala funda del revólver. Ro%o, como pavo nazqueo, venía apurado, para despachar pronto.&os otros principales, seguro estaban borrachos* don Cayetano Rosas andabatambale$ndose.

En medio de la plaza, %unto al eucalipto, don Cayetano gritó8 !(Kue viva don 0raulio) !(Kue viva) !le contestaron todos* don 0raulio tambi3n./l 1ltimo, ocult$ndose, venían don Fnocencio, sacrist$n del pueblo, y don 4ilas.#unto a mi pilar estaba el dansa- 0ernaco.

!Estoy asustadizo, capaz hay pelea nio Ernesto. !"eguro hay pelea 0ernaco* Pascual y Pantacha est$n molestosos. !Pero Pantacha est$ valiente. !'írale a don 0raulio. "eguro hay pelea. Capaz don 0raulio ha traído su

revolvercito. !(+o digas, nio Ernesto) 2on 0raulio revolvea nom$s, es como loco.2on 0raulio subió las gradas del corredor.

!(0uenos días, taytay) !saludaron todos los comuneros al principal del pueblo. !0uenos días !contestó don 0raulio!. 2erecho se fue %unto a la mesa* se paró

con la espalda a la pared* los mistis, don 4ilas y don Fnocencio, se arrimaron a su lado.&os indios miraban a don 0raulio* unos asustadizos, con o%os brillantes, otrostranquilos, algunos rabiando. Pantacha se acomodó bien la correa que su%etaba el cuernosobre su espalda* en su cara había como fiebre 2on 0raulio parecía chancho pensativo*miraba el suelo con las manos atr$s* curvo, me mostraba su cogote ro%o, lleno de pelosrubios.

(2on 0raulio me hacía saltar el corazón de pura rabia)"ilencio se hizo en toda la plaza. El eucalipto del centro de la plaza parecía sudar y

miraba humilde al cielo. !("emanero Pascual, -allary) :comienza; !ordenó el principal.2on Pascual saltó sobre la mesa* desde lo alto miró al cornetero, a don Lallpa, a

don "a-sa, y despu3s a los comuneros. !(A-allary)



!&unes para don Enrique, don Beracleo* martes para don /nto, viuda #uana, donPatricio* mi3rcoles para don Pedro, don Roso, don #os3, don Pablo* %ueves para...

Como si le hubieran latigueado en la espalda se enderezó el principal ( sus ce%as selevantaron parecido a la cresta de los gallos peleadores* y desde adentro de sus o%osapuntaba la rabia.

!4iernes para don "a-sa, don Laman... !(Pascualcha* silencio) !gritó don 0raulio.&os comuneros de don "a-sa se asustaron, movieron sus cabezas, se acomodaron

para correr ahí mismo* los tinis m$s bien pararon firmes. !(2on 0raulio, -ocha agua es para necesitados) !(+o hay dueo para agua) !gritó Pantacha. !(Comununa es primero) !habló don Lallpa.El principal sacó su arma.

!(<uera, cara%o, fuera)&os san%uanes se empu%aban atr$s, se caían del corredor a la plaza. &as mu%eres

corrieron primero arrastrando sus rebozas.

2os, tres balas sonaron en el corredor. &os principales* don Fnocencio, don 4ilas,se entroparon con don 0raulio. &os san #uanes se escaparen por todas partes* novolteaban siquiera, corrían como perseguidos por ios toros bravos de A-oani* lasmu%eres chillaban en la plaza* los escoleros saltaron de los pilares* los de /yalay seatracaban en la puerta del coso, querían entrar de cuatro en cuatro, de ocho en ocho.Pantacha gritaba como diablo8

!(Autirimuychic ma-tauna) :(4olved hombres, volved);.En vano* los comuneros se perdían en las esquinas, en las puertas. /lgunos tinis

nom$s quedaron en el corredor, serios, tiesos, como los pilares de piedra blanca.2on /ntonio tambi3n había traído su revólver, seguro le prestó don 0raulio* estiró

su brazo el alcalde y le echó dos tiros m$s al aire. &os 1ltimos san%uanes que sacaban sucabeza por las esquinas se ocultaron.

2on Pascual se ba%ó callado de la mesa al suelo.Principales y comuneros se miraron o%o a o%o, separados por la mesa. 2on 0raulio

parecía de verdad loco* sus o%os miraban de otra manera, derechos a Pan>tacha*venenosos eran, entraban hasta el corazón y lo ensuciaban. =ras del principal, los mistisy don 4ilas esperaban temblando.

!(Carago) ("ua) :(&adrón); !gritó el ma-ta. 'ata nom$s, en mi pecho, en micabeza.

&evantó alto su corneta. Como el sol de mediodía su mirar quemaba, ra%aba loso%os. 0rincó sobre el misti maldecido... 2on 0raulio soltó una bala y el ma-ta

cornetero cayó de barriga sobre la piedra. !(/ la c$rcel)Como baldeados con sangre, don Pascual, don Lallpa y los tinis, cerraron los o%os.

"e acobardaron* ya no valían, ya no servían, se malograron de repente* se ahumildaron,como gallo forastero, como novillo chusco* ahí nom$s se quedaron, mirando el suelo.

!(/ la c$rcel Ganaus) !mandó don 0raulio con hablar de asesino.2on 4ilas abrió la puerta de la c$rcel !era carcelero! como chascha :perro

pequeo;, temblando, don Lallpa entró primero* Pascual parecía viuda en desgracia,mirando el suelo, humilde, derecho se fue tras el varayo-.

!&os dem$s carneros, a sus punas. (<uera)"e escaparon los tinis* gan$ndose unos a otros, recelosos todavía, volteaban la

cabeza de rato en rato.



En la plaza se hizo silencio* nadie había. En un rato se acabaron la bulla, las rabias,los comuneros* se acabó Pantacha, el ma-ta de corazón, el ma-ta valiente. &os mististambi3n se callaron mirando a Pantaleón, tumbado en el suelo, como padrillo re%oneado.2on 4ilas y don Fnocencio, parados en la puerta de la c$rcel, tenían miedo, no podíanir a ver la sangre del m1sico.

!Ci3rrenlo en la c$rcel hasta la noche !mandó don 0raulio. +o podían, don Fnocencio, don 4ilas, !Fndios (arr$strenlo)Por gusto mandaba, como a fantasma le temían.

!(+u taytay, nu taytay)&e rogaban con hablar de criaturitas.

!?sted, don Cayetano. !(Claro) (@o sí)El vie%o borracho se acercó al cornetero* de una pierna empezó a %alarle,

!(Caray) En la cabeza había sido.4iendo arrastrar al Pantacha, me enrabi3 hasta el alma.

!(Liuero all-o) :Perro cazador de vicuas; !le grit3 a don 0raulio."alt3 al corredor. Bombre me creía, verdadero hombre, igual a Pantacha. El arma

del aui Aanrara me entró seguro al cuerpo* no aguantaba lo grande de mi rabia.Kuerían reventarse, mi pecho, mis venas, mis o%os.

2on 0raulio, don Cayetano, don /ntonio... me miraron nom$s* sus o%os, comovidrios redonditos, no se movían.

!"uauna) :&adrones; !les grit3.&evant3 del suelo la corneta de Pantacha, y como Giullo la tir3 sobre la cabeza del

principal /hí mismo le chorreó sangre de la frente, hasta llegar al suelo. (0uena manode ma-tillo)

&os principales acorralaron a su papacito, para atenderlo. !(=aytay, mu3rete* perro eres, para morder a comuneros nom$s sirves) !le di%e. !(0alas, cara%o, m$s balas)En vano gritaba* el fierro de la corneta le mordió en la frente, y su sangre corría,

negra, como de culebra. !(2on /ntonio* m$telo)Rogaba por gusto, su hablar ya no era de hombre* su sangre le acobardaba como a

las mu%eres. !(=aytacha, ac$bale de una vez, para morder no>m$s sirve)'ir3 la fachada blanca de la iglesia.(#a%ayllas) =aytacha 2ios no había. 'entira es8 =aytacha 2ios no hay.

2on /ntonio me hizo sea con el pie para que escapara. 'e quería el alcalde, porque era amiguero de sus hi%os. !('$telo, don /ntonio) !rogó don 0raulio otra vez.&a voz del principal me gustaba ahora* me hubiera quedado* su gritar me quitaba la

rabia, me alegraba, la risa quería reventar en mi boca. !('u3rete, taytay, all-o)Pero don /ntonio pateó en el empedrado y despu3s me apuntó con su revólver. "e

enfrió mi corazón con el miedo* salt3 del corredor a la plaza* tras de mí sonó la bata dedon /ntonio.

!(=aytay, /ntonio)/l aire abaleó seguro el /lcalde, para disimular.



&os comuneros de ?te-pampa son me%ores que los san%uanes y los tinis de la puna. Fndios lisos y propietarios, le hacían correr a don 0raulio. Cuando traía soldadosde Puquio no m$s, el principal se hacía el hombre en ?te-, atropellaba a los comunerosy hacía matar los animales de la pampa, para escarmiento.

"ólo en la plaza de "an #uan era valiente don 0raulio, pero llegando a ?te- se

acababa su rabia y parecía buen principal.Por eso, cuando escap3 de la plaza, me acord3 de los ma-tas ute-.&os san%uanes se habían asegurado en sus casas, chanchos nom$s encontr3 en las

calles. &as puertas, como en media noche, estaban cerradas. +o par3 hasta llegar al morra de "anta 0$rbara* de donde se ven la pampa y el

pueblito de ?te-.0ien aba%o, %unto al río 4iseca, ?te-pampa se tendía, como si fuera una grada en

medio del cerro "anta 0$rbara. +unca la pampa de ?te- es triste* le%os del cielo vive8 aunque haya neblina negra,

aunque el aguacero haga bulla sobre la tierra. ?te-pampa es alegre.Cuando los maizales est$n verdes todavía, el viento %uega con los sembríos* mirada

desde le%os, la pampa despierta cario en el corazón de los forasteros. Cuando el maízest$ para cosecharse, todos los comuneros hacen chozas en la cabecera de sus chacras.&as tuyas, los loros y las torcazas ladronas vuelan por bandadas en todo el campo* pasansilbando por encima de los maizales, mostrando sus pechitos amarillos, blancos, verdes*a veces cantan desde los mollales que crecen %unto a los cercos. 2esde los caminosle%anos ?te-pampa se ve llena de humo, como si todo fuera pueblo. 2espu3s de lacosecha, la pampa se llena de anímales grandes* toros, caballos, burros. &os padrillosgritan todo el día, desafi$ndose de le%os* los potros enamorados relinchan y se hacen oír en toda la pampa. (?te-pampa8 indios, mistis, forasteros o no, todos se consuelan,cuando la divisan desde lo alto de las abras, desde los caminos)

!(?te-pampa mama)Fgual que los comuneros de =ini llam3 a la pampa* como potrillo, relinch3 desde el

morro "anta 0$rbara* fuerte grit3, para hacerme oír con los ma-tas ute-. (Peromentira) 4iendo lo alegre de la pampa, de los caminos que ba%an y suben del pueblito,m$s todavía creció el amargo en mi corazón. @a no había Pantacha, ya no habla donPascual, ni Lallpa* don 0raulio no>m$s ya era* con su cabeza rota se pararía otra vez,

para a%ear, patear y escupir en la cara de los comuneros, emborrach$ndose con lo querobaba de todos los pueblos.

"ólito, en ese morro seco, esa tarde, llor3 por los comuneros, por sus chacritasquemadas con el sol, por sus animaV i tos hambrientos. &as l$grimas taparon mis o%os* elcielo limpio, la pampa, los cerros azule%os, temblaban* el Fnti, m$s grande, m$s grande...

quemaba al mundo. 'e caí, y como en la iglesia, arrodillado sobre las yerbas secas,mirando al tayta Chitulla, le rogu38 !=ayta8 (que se mueran los principales de todas partes)@ corrí despu3s, cuesta aba%o, a entroparme con los comuneros propietarios de

?te-pampa.

:6SH;

José María Arguedas - Agua

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