Juan Ramón Jiménez. Antología Poética 1

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  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 1

    JUAN RAMN JIMNEZ - ANTOLOGA POTICA

    Es prototipo del poeta consagrado enteramente a su obra, que dedica A la minora, siempre, por su dificultad creciente a lo largo de las distintas etapas en que se divide. Su poesa se caracteriza por su sed de belleza, sed de conocimiento

    y sed de eternidad (posesin de la Belleza y de la Verdad; Dios identificado con

    la Naturaleza, con la Belleza absoluta1 o con la conciencia creadora). Podemos

    distinguir varias etapas, que l mismo explica:

    Vino, primero, pura,

    vestida de inocencia.

    Y la am como un nio.

    Luego se fue vistiendo

    de no s qu ropajes.

    y la fui odiando sin saberlo.

    Lleg a ser una reina,

    fastuosa de tesoros...

    Qu iracundia de yel y sin sentido!

    ...Mas se fue desnudando.

    Y yo le sonrea.

    Se qued con la tnica

    de su inocencia antigua.

    Cre de nuevo en ella.

    Y se quit la tnica,

    y apareci desnuda toda...

    Oh pasin de mi vida, poesa

    desnuda, ma para siempre!

    Segn estos versos, su trayectoria se puede resumir en:

    1) Poesa sencilla, inocente, en sus comienzos (1898), con influencia de

    Bcquer: Ninfeas, Almas de violeta, Rimas, Arias tristes, Jardines lejanos,

    Pastorales, Baladas de primavera. Sencillez de formas, sentimientos de soledad,

    melancola, el paso del tiempo, la muerte, contemplados desde un intimismo

    simbolista, con ciertas notas modernistas. Son versos octoslabos con rima

    asonante, lenguaje sobrio y musicalidad tenue.

    2) Etapa modernista (1908-1915): Elejas, Las hojas verdes, Baladas

    de primavera, Pastorales, La soledad sonora, Poemas mjicos y dolientes,

    1 Su bsqueda de la Belleza y de lo Absoluto sirvi de modelo a los componentes de la Generacin del 27 y a otros muchos poetas posteriores, como los novsimos.

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 2

    Sonetos espirituales, Platero y yo. Se caracteriza por la utilizacin del color, la

    adjetivacin brillante, los versos largos (alejandrinos) y el intimismo.

    3) Etapa de depuracin progresiva: Esto, Diario de un poeta recin

    casado, obra clave, Eternidades, Piedra y cielo, Poesa, Belleza, La estacin

    total. Supresin de lo ornamental, octoslabos, asonancias o rima libre, poemas

    breves, concentracin conceptual y emotiva. Su dificultad va creciendo, buscando

    penetrar en la realidad (etapa intelectual la llam el autor). l mismo define su concepto de sencillez: Lo conseguido con menos elementos; es decir, lo neto, lo apuntado, lo sinttico, lo justo. Por lo tanto, una poesa puede ser sencilla y

    complicada a un tiempo. Su ideal aparece en este poema:

    Intelijencia2, dame

    el nombre exacto de las cosas!

    ...Que mi palabra sea

    la cosa misma,

    creada por mi alma nuevamente.

    Que por m vayan todos

    los que no las conocen, a las cosas...

    Intelijencia, dame

    el nombre exacto, y tuyo,

    y suyo, y mo, de las cosas!

    4) Etapa final, poesa desnuda, definitivamente depurada, llamada por

    el poeta etapa suficiente o verdadera. Comprende desde su exilio en Amrica (1936) hasta su muerte (1958): En el otro costado y Dios deseado y deseante.

    Aparece un anhelo de Dios identificado con la Belleza y la conciencia creadora.

    Son versos libres, escritos con un lenguaje hermtico, concentrado y muy difcil.

    El dios es siempre al fin,

    el dios creado y recreado y recreado

    por gracia y sin esfuerzo.

    El Dios. El nombre conseguido de los nombres.

    2 Respetaremos, como es habitual, la particular ortografa de Juan Ramn Jimnez: escribir

    j cuando la g tiene este sonido, s en lugar de x si no es intervoclica y reduccin de algunos

    grupos consonnticos (conciente).

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 3

    1) PRIMERA ETAPA. POESA SENCILLA.

    Comprubese el tono melanclico, la sencillez de la versificacin, la adjetivacin

    y el contenido influido por el romanticismo: la muerte, el misterio de la identidad,

    la noche, la naturaleza).

    1. (De Rimas)

    Aquella tarde, al decirle

    que me alejaba del pueblo,

    me mir triste, muy triste,

    vagamente sonriendo.

    Me dijo: Por qu te vas?

    Le dije: Porque el silencio

    de estos valles me amortaja

    como si estuviera muerto.

    -Por qu te vas? He sentido que quiere gritar mi pecho,

    y en estos valles callados

    voy a gritar y no puedo.

    Y me dijo: Adnde vas?

    Y le dije: A donde el cielo

    est ms alto y no brillen

    sobre m tantos luceros.

    La pobre hundi su mirada

    all en los valles desiertos

    y se qued muda y triste,

    vagamente sonriendo.

    2. (De Arias tristes)

    Mi alma es hermana del cielo

    gris y de las hojas secas;

    sol enfermo del otoo,

    mtame con tu tristeza!

    Los rboles del jardn

    estn cargados de niebla:

    mi corazn busca en ellos

    esa novia que no encuentra;

    y en el suelo fro y hmedo

    me esperan las hojas secas:

    si mi alma fuera una hoja

    y se perdiera entre ellas!

    El sol ha mandado un rayo

    de oro viejo a la arboleda,

    un rayo flotante, dulce

    luz para las cosas muertas.

    Qu ternura tiene el pobre

    sol para las hojas secas!

    Una tristeza infinita

    vaga por todas las sendas,

    lenta, antigua sinfona

    de msicas y de esencias,

    algo que dora el jardn

    de ensueo de primavera.

    Y esa luz de ensueo y oro

    que muere en las hojas secas

    alumbra en mi corazn

    no s qu vagas tristezas.

    3. YO ME MORIR (De Arias tristes)

    Yo me morir, y la noche

    triste, serena y callada,

    dormir el mundo a los rayos

    de su luna solitaria.

    Mi cuerpo estar amarillo,

    y por la abierta ventana

    entrar una brisa fresca

    preguntando por mi alma.

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 4

    No s si habr quien solloce

    cerca de mi negra caja,

    o quien me d un largo beso

    entre caricias y lgrimas.

    Pero habr estrellas y flores

    y suspiros y fragancias,

    y amor en las avenidas

    a la sombra de las ramas.

    Y sonar ese piano

    como en esta noche plcida,

    y no tendr quien lo escuche

    sollozando en la ventana.

    4. (De Jardines Lejanos)

    Soy yo quien anda esta noche

    por mi cuarto, o el mendigo

    que rondaba mi jardn

    al caer la tarde...? Miro

    en torno y hallo que todo

    es lo mismo y no es lo mismo...

    la ventana estaba abierta?

    yo no me haba dormido?

    El jardn no estaba blanco

    de luna...? El cielo era limpio

    y azul... Y hay nubes y viento

    y el jardn est sombro...

    Creo que mi barba era

    negra... yo estaba vestido

    de gris... y mi barba es blanca

    y estoy enlutado... Es mo

    este andar? tiene esta voz

    que ahora suena en m, los ritmos

    de la voz que yo tena?

    Soy yo...? o soy el mendigo

    que rondaba mi jardn

    al caer la tarde...? Miro

    en torno... Hay nubes y viento...

    El jardn est sombro...

    ...Y voy y vengo... Es que yo

    no me haba ya dormido?

    Mi barba est blanca... Y todo

    es lo mismo y no es lo mismo...

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 5

    5. LA ROSA AZUL (De Arias tristes)

    Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las haca!

    Se me torna celeste la mano, me contagio de otra poesa

    Y las rosas de olor, que pongo como ella las pona, exaltan su color;

    y los bellos cojnes, que pongo como ella los pona, florecen sus jardines;

    Y si pongo mi mano -como ella la pona- en el negro piano,

    surge como en un piano muy lejano, mas honda la diaria meloda.

    Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las haca!

    me inclino a los cristales del balcn, con un gesto de ella

    y parece que el pobre corazn no est solo.

    Miro al jardn de la tarde, como ella,

    y el suspiro y la estrella se funden en romntica armona.

    Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las haca!

    Dolorido y con flores, voy, como un hroe de poesa ma.

    Por los desiertos corredores que despertaba ella con su blanco paso,

    y mis pies son de raso -oh! Ausencia hueca y fra!-

    y mis pisadas dejan resplandores.

    6. PARQUE VIEJO (De Primeras poesas (1898-1902) )

    Me he asomado por la verja

    del viejo parque desierto:

    todo parece sumido

    en un nostljico sueo.

    Sobre la oscura arboleda,

    en el transparente cielo

    de la tarde, tiembla y brilla

    un diamantino lucero.

    Y del fondo de la sombra,

    llega, acompasado, el eco

    de algn agua que suspira,

    al darle una gota un beso.

    Mis ojos pierdo, soando,

    en el vaho del sendero:

    una flor que se mora,

    ya se ha quedado sin ptalos;

    de una rama amarillenta,

    al aire trmulo y fresco,

    una plida hola mustia,

    dando vueltas, cae al suelo.

    Ramas y hojas se han movido,

    no s qu turba el misterio:

    de lo espeso de la umbra,

    como una nube de incienso,

    surje una rosa fantstica,

    cuyo suavsimo cuerpo

    se adivina, eterno y solo

    tras mate y flotante velo.

    Sus ojos clava en los mos,

    y, entre las brumas huyendo,

    se pierde, callada y triste,

    en el irse del sendero Desde el profundo boscaje,

    llega, montono, el eco

    de algn agua que responde,

    Al darle una gota un beso.

    Y all sobre las magnolias,

    en el traslcido cielo

    de la tarde, brilla y tiembla

    una lgrima lucero

    El jardn vuelve a sumirse

    en melanclico sueo,

    y un ruiseor, dulce y alto,

    jime en el hondo silencio.

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 6

    7. YO NO VOLVER (De Arias tristes) Yo no volver. Y la noche

    tibia, serena y callada,

    dormir el mundo, a los rayos

    de su luna solitaria.

    Mi cuerpo no estar all,

    y por la abierta ventana

    entrar una brisa fresca

    preguntando por mi alma.

    No s si habr quien me aguarde

    de mi doble ausencia larga,

    o quien bese mi recuerdo

    entre caricias y lgrimas.

    Pero habr estrellas y flores

    y suspiros y esperanzas,

    y amor en las avenidas,

    a la sombra de las ramas.

    Y sonar ese piano

    como en esta noche plcida,

    y no tendr quien lo escuche,

    pensativo, en mi ventana.

    8. (De Arias tristes)

    Mi alma es hermana del cielo

    gris y de las hojas secas;

    sol enfermo del otoo,

    mtame con tu tristeza!

    Los rboles del jardn

    estn cargados de niebla:

    mi corazn busca en ellos

    esa novia que no encuentra;

    y en el sueo fro y hmedo

    me esperan las hojas secas:

    si mi alma fuera una hoja

    y se perdiera entre ellas!

    El sol ha mandado un rayo

    de oro viejo a la arboleda,

    un rayo flotante, dulce

    luz para las cosas muertas.

    Qu ternura tiene el pobre

    sol para las hojas secas!

    Una tristeza infinita

    vaga por todas las sendas,

    lenta, antigua sinfona

    de msica y de esencias,

    algo que dora el jardn

    de ensueo de primavera.

    Y esa luz de ensueo y oro

    que muere en las hojas secas,

    alumbra en mi corazn

    no s qu vagas tristezas.

    9. ESTOY TRISTE, Y MIS OJOS NO LLORAN (De Jardines lejanos) Estoy triste, y mis ojos no lloran

    y no quiero los besos de nadie;

    mi mirada serena se pierde

    en el fondo callado del parque.

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 7

    Para qu he de soar en amores

    si est oscura y lluviosa la tarde

    y no vienen suspiros ni aromas

    en las rondas tranquilas del aire?

    Han sonado las horas dormidas;

    est solo el inmenso paisaje;

    ya se han ido los lentos rebaos;

    flota el humo en los pobres hogares.

    Al cerrar mi ventana a la sombra,

    una estrena brill en los cristales;

    estoy triste, mis ojos no lloran,

    ya no quiero los besos de nadie!

    Soar con mi infancia: es la hora

    de los nios dormidos; mi madre

    me meca en su tibio regazo,

    al amor de sus ojos radiantes;

    y al vibrar la amorosa campana

    de la ermita perdida en el valle,

    se entreabran mis ojos rendidos

    al misterio sin luz de la tarde...

    Es la esquila; ha sonado. La esquila

    ha sonado en la paz de los aires;

    sus cadencias dan llanto a estos ojos

    que no quieren los besos de nadie.

    Que mis lgrimas corran! Ya hay flores,

    ya hay fragancias y cantos; si alguien

    ha soado en mis besos, que venga

    de su plcido ensueo a besarme.

    Y mis lgrimas corren... No vienen...

    Quin ir por el triste paisaje?

    Slo suena en el largo silencio

    la campana que tocan los ngeles.

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 8

    10. (De Pastorales)

    Los caminos de la tarde,

    se hacen uno, con la noche.

    Por l he de ir a ti,

    amor, que tanto te escondes.

    Por l he de ir a ti,

    como la luz de los montes,

    como la brisa del mar,

    como el olor de las flores.

    11. (De Elegas)

    Desde este prado en flor, que el sol nimba de oro,

    mi corazn se rompe hacia ti, tristemente.

    La tarde va cayendo, el aire est sonoro,

    una ilusin antigua palpita en el poniente Y como la locura de mi herida me hace

    inmenso y claro y de oro, como un mar sin consuelo,

    vuelvo otra vez a ti, en la noche que nace,

    inflamado de sol, perfumado de cielo.

    12. PRIMAVERA AMARILLA (De Poemas mjicos y dolientes) Abril vena, lleno

    todo de flores amarillas:

    amarillo el arroyo,

    amarillo el vallado, la colina,

    el cementerio de los nios,

    el huerto aquel donde el amor viva.

    El sol unja de amarillo el mundo,

    con sus luces cadas;

    ay, por los lirios ureos,

    el agua de oro, tibia;

    las amarillas mariposas

    sobre las rosas amarillas!

    Guirnaldas amarillas escalaban

    los rboles: el da

    era una gracia perfumada de oro,

    en un dorado despertar de vida.

    Entre los huesos de los muertos

    Abra Dios sus manos amarillas.

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 9

    13. MADRIGAL DE AUSENCIA (De Poemas mjicos y dolientes)

    Flor blanca, tibia al sol,

    Msica de mi alma,

    adnde miran los dos ojos negros

    de aquella cara iluminada y plida?

    Tus races estn

    En mi vida clavadas;

    cada vez que te alejas, siento, rosa,

    que se me parten las entraas!

    No me dejes dormido,

    tan slo con mi sueo; ablanda

    mi corazn, del que me tira el tuyo,

    amor, trayndoselo. Blanca

    sea, cual t, la pesadilla de mi vida,

    luminosa, serena y aromada!

    14. ADOLESCENCIA (Primeras Poesas (1898-1902)

    En el balcn, un instante

    nos quedamos los dos solos.

    Desde la dulce maana

    de aquel da, ramos novios.

    - El paisaje sooliento

    dorma sus vagos tonos,

    bajo el cielo gris y rosa

    del crepsculo de otoo.-

    Le dije que iba a besarla;

    baj, serena, los ojos

    y me ofreci sus mejillas,

    como quien pierde un tesoro.

    - Caan las hojas muertas,

    en el jardn silencioso,

    y en el aire erraba an

    un perfume de heliotropos.-

    No se atreva a mirarme;

    le dije que ramos novios,

    ...y las lgrimas rodaron

    de sus ojos melanclicos.

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 10

    2) SEGUNDA ETAPA. ETAPA MODERNISTA.

    Ntese que el sentimiento de soledad y de tristeza se reviste ahora con un

    lenguaje refinado, sensorial, con valores pictricos. Aparecen los versos

    alejandrinos agrupados en serventesios.

    1. (De La soledad sonora)

    Agua verde y dormida, que no quieres ninguna

    gloria, que has desdeado ser fiesta y catarata,

    que cuando te acarician los ojos de la luna

    te llenas toda de pensamientos de plata...

    Agua limpia y callada del remanso doliente,

    que has despreciado el brillo del triunfo sonoro,

    que cuando te penetra el sol dulce y caliente,

    te llenas toda de pensamientos de oro...

    Triste y profunda eres, lo mismo que mi alma;

    a tu sombra han venido a pensar los dolores,

    y brotan, en la plcida delicia de tu calma,

    los ms puros ensueos y las ms bellas flores...

    2. (De La soledad sonora)

    Pjaro errante y lrico, que en esta floreciente

    soledad de domingo, vagas por mis jardines,

    del rbol a la yerba, de la yerba a la fuente

    llena de hojas de oro y cados jazmines...

    qu es lo que tu voz dbil dice al sol de la tarde

    que suea dulcemente en la cristalera?

    eres, como yo, triste, solitario y cobarde,

    hermano del silencio y la melancola?

    Tienes una ilusin que cantar al olvido?

    una nostaljia eterna que mandar al ocaso?

    un corazn sin nadie, tembloroso, vestido

    de hojas secas, de oro, de jazmn y de raso?

    3. (De La soledad sonora)

    Las antiguas araas melodiosas, temblaban

    maravillosamente sobre las mustias flores...

    sus cristales, heridos por la luna, soaban

    guirnaldas temblorosas de plidos colores...

    Estaban los balcones abiertos al sur... Era

    una noche inmortal, serena y transparente...

    de los campos lejanos, la nueva primavera

    mandaba, con la brisa, su aliento, dulcemente...

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 11

    Qu silencio! Las penas ahogaban su ruido

    de espectros en las rosas vagas de las alfombras...

    el amor no exista... tornaba del olvido

    una ronda infinita de trastornadas sombras...

    Todo lo era el jardn... Moran las ciudades...

    Las estrellas azules, con la vana indolencia

    de haber visto los duelos de todas las edades,

    coronaban de plata mi nostaljia y mi ausencia...

    4. (De La soledad sonora)

    Le he puesto una rosa triste

    a la flauta melanclica:

    cuando cante, cantar

    con msica y con aroma.

    Tendr una voz de mujer,

    vacilante, arrulladora,

    plata con llanto y sonrisa,

    miel de mirada y de boca.

    Y ser cual si unos dedos

    finos jugasen con sombra

    por los leves agujeros

    de la caa melodiosa...

    Tonada que nunca llega,

    oda una tarde en la fronda,

    tonada que iba a cogerse

    y que hua entre las hojas!

    Para ver si no se iba,

    la enga con una rosa:

    cuando llore, llorar

    con msica y con aroma.

    5. EL VIAJE DEFINITIVO (De Poemas agrestes)

    ... Y yo me ir. Y se quedarn los pjaros

    cantando;

    y se quedar mi huerto, con su verde rbol

    y con su pozo blanco.

    Todas las tardes, el cielo ser azul y plcido;

    y tocarn, como esta tarde estn tocando,

    las campanas del campanario.

    Se morirn aquellos que me amaron;

    y el pueblo se har nuevo cada ao;

    y en el rincn aquel de mi huerto florido y encalado,

    mi espritu errar, nostljico...

    Y yo me ir; y estar solo, sin hogar, sin rbol

    verde, sin pozo blanco,

    sin cielo azul y plcido...

    Y se quedarn los pjaros cantando.

    6. AMOR (De La frente pensativa)

    No has muerto, no.

    Renaces,

    con las rosas, en cada primavera.

    Como la vida, tienes

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 12

    tus hojas secas;

    tienes tu nieve, como

    la vida Mas tu tierra,

    amor, est sembrada

    de profundas promesas,

    que han de cumplirse aun en el mismo

    olvido.

    En vano es que no quieras!

    La brisa dulce torna, un da, al alma;

    un da dulce de estrellas,

    bajas, amor, a los sentidos,

    casto como la vez primera.

    Pues eres puro, eres

    eterno! A tu presencia,

    vuelven por el azul, en blanco bando,

    tiernas palomas que cremos muertas Abres la sola flor con nuevas hojas

    Doras la inmortal luz con lenguas nuevas Eres eterno, amor,

    como la primavera!

    7. (De El silencio de oro)

    Tarde ltima y serena,

    corta como una vida,

    fin de todo lo amado;

    yo quiero ser eterno!

    -Atravesando hojas,

    el sol, ya cobre, viene

    a herirme el corazn.

    Yo quiero ser eterno!-

    Belleza que yo he visto,

    no te borres ya nunca!

    Porque seas eterna,

    yo quiero ser eterno!

    8. PUREZA NEGRA (De Idilios) Me puso sus dos ojos sobre

    mis dos ojos. Y todo

    lo vi ya negro Las estrellas enlutaron, con el jazmn de agosto,

    en un fondo infinito de Sevilla,

    Giraldas, con crespones alegricos.

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 13

    Sombra que encandilaste

    mi corazn! Serenos, negros ojos

    que, en un tranquilo juego de osadas

    y dulzuras, trocasteis el tesoro

    mejor del mundo!

    Ojos, lo puro

    es ahora negro, por vosotros!

    9. OCTUBRE (De Sonetos espirituales)

    Estaba echado yo en la tierra, enfrente

    del infinito campo de Castilla,

    que el otoo envolva en la amarilla

    dulzura de su claro sol poniente.

    Lento, el arado, paralelamente

    abra el haza oscura, y la sencilla

    mano abierta dejaba la semilla

    en su entraa partida honradamente.

    Pens arrancarme el corazn, y echarlo,

    pleno de su sentir alto y profundo,

    al ancho surco del terruo tierno;

    a ver si con romperlo y con sembrarlo,

    la primavera le mostraba al mundo

    el rbol puro del amor eterno.

    10. (De Sonetos espirituales)

    Se entr mi corazn en esta nada,

    como aquel pajarillo que, volando

    de los nios, se entr, ciego y temblando,

    en la sombra sala abandonada.

    De cuando en cuando, intenta una escapada

    a lo infinito, que lo est engaando

    por su ilusin; duda, y se va, piando,

    del vidrio a la mentira iluminada.

    Pero tropieza contra el bajo cielo,

    una vez y otra vez, y por la sala

    deja pegada y rota, la cabeza En un rincn se cae, al fin, sin vuelo,

    ahogndose de sangre, fra el ala,

    palpitando de anhelo y de torpeza.

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 14

    3) TERCERA ETAPA. POESA DESNUDA.

    Versos sin rima ni medida exacta, sin adjetivacin sensorial. El poeta se funde

    amorosamente con la naturaleza y desea un conocimiento profundo de las cosas,

    con un lenguaje escueto y aparentemente simple.

    1. MAR (De Diario de un poeta recin casado)

    Solo un punto!

    S, mar, quin fuera,

    cual t, diverso cada instante,

    coronado de cielos en su olvido;

    mar fuerte -sin cadas!-,

    mar sereno

    -de fro corazn con alma eterna-,

    mar, obstinada imajen del presente!

    2. (De Diario de un poeta recin casado) No s si el mar es, hoy

    -adornado su azul de innumerables

    espumas-,

    mi corazn; si mi corazn hoy adornada su grana de incontables

    espumas-,

    es el mar.

    Entran, salen

    uno de otro, plenos e infinitos,

    como dos todos nicos.

    A veces, me ahoga el mar el corazn,

    hasta los cielos mismos.

    Mi corazn ahoga el mar, a veces,

    hasta los mismos cielos.

    3. (De Diario de un poeta recin casado) Qu dbil el latido

    de tu corazn leve,

    y qu hondo y qu fuerte su secreto!

    Qu breve el cuerpo delicado

    5 que lo envuelve de rosas,

    y qu lejos, desde cualquiera parte tuya

    -y qu no hecho-,

    el centro de tu alma!

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 15

    4. (De Diario de un poeta recin casado) Te deshoj, como una rosa,

    para verte tu alma.

    y no la vi.

    Mas todo en torno

    -horizontes de tierras y de mares-,

    todo, hasta el infinito,

    se colm de una esencia

    inmensa y viva.

    5. SOLEDAD (De Diario de un poeta recin casado)

    En ti ests todo, mar, y sin embargo,

    qu sin ti ests, qu solo,

    qu lejos, siempre, de ti mismo!

    Abierto en mil heridas, cada instante,

    cual mi frente,

    tus olas van, como mis pensamientos,

    y vienen, van y vienen,

    besndose, apartndose,

    en un eterno conocerse,

    mar, y desconocerse.

    Eres t, y no lo sabes,

    tu corazn te late, y no lo siente Qu plenitud de soledad, mar solo!

    6. CIELO (De Diario de un poeta recin casado)

    Te tena olvidado,

    cielo, y no eras

    ms que un vago existir de luz,

    visto -sin nombre-

    por mis casados ojos indolentes.

    Y aparecas entre las palabras

    perezosas y desesperanzadas del viajero,

    como en breves lagunas repetidas

    de un paisaje de agua visto en sueos...

    Hoy te he mirado lentamente,

    y te has ido elevando hasta tu nombre.

    7. DESNUDA (De Eternidades)

    Vino, primero pura,

    vestida de inocencia;

    y la am como un nio.

    Luego se fue vistiendo

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 16

    de no s qu ropajes;

    y la fui odiando, sin saberlo.

    Lleg a ser una reina,

    fastuosa de tesoros Qu iracundia de yel y sinsentido!

    Mas se fue desnudando. Y yo le sonrea.

    Se qued con la tnica

    de su inocencia antigua.

    Cre de nuevo en ella.

    Y se quit la tnica,

    y apareci desnuda toda Oh pasin de mi vida, poesa

    desnuda, ma para siempre!

    8. (De Eternidades)

    Intelijencia, dame

    el nombre exacto de las cosas!

    Que mi palabra sea la cosa misma

    creada por mi alma nuevamente.

    Que por m vayan todos

    los que no las conocen, a las cosas;

    que por m vayan todos

    los que ya las olvidan, a las cosas;

    que por m vayan todos

    los mismos que las aman, a las cosas Intelijencia, dame

    el nombre exacto, y tuyo,

    y suyo, y mo, de las cosas!

    9. Yo no soy yo (De Eternidades)

    Soy este

    que va a mi lado sin yo verlo;

    que, a veces, voy a ver,

    y que, a veces, olvido.

    El que calla, sereno, cuando hablo,

    el que perdona, dulce, cuando odio,

    el que pasea por donde no estoy,

    el que quedar en pie cuando yo muera.

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 17

    10. (De Eternidades)

    Est tan puro ya mi corazn

    que lo mismo es que muera

    o que cante.

    Puede llenar el libro de la vida

    o el libro de la muerte,

    los dos en blanco para l,

    que piensa y suea.

    Igual eternidad hallar en ambos.

    Corazn, da lo mismo: muere o canta.

    11. Estoy triste y mis ojos no lloran (De Eternidades).

    Estoy triste, y mis ojos no lloran

    y no quiero los besos de nadie;

    mi mirada serena se pierde

    en el fondo callado del parque.

    Para qu he de soar en amores

    si est oscura y lluviosa la tarde

    y no vienen suspiros ni aromas

    en las rondas tranquilas del aire?

    Han sonado las horas dormidas;

    est solo el inmenso paisaje;

    ya se han ido los lentos rebaos;

    flota el humo en los pobres hogares.

    Al cerrar mi ventana a la sombra,

    una estrena brill en los cristales;

    estoy triste, mis ojos no lloran,

    ya no quiero los besos de nadie!

    Soar con mi infancia: es la hora

    de los nios dormidos; mi madre

    me meca en su tibio regazo,

    al amor de sus ojos radiantes;

    y al vibrar la amorosa campana

    de la ermita perdida en el valle,

    se entreabran mis ojos rendidos

    al misterio sin luz de la tarde...

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 18

    Es la esquila; ha sonado. La esquila

    ha sonado en la paz de los aires;

    sus cadencias dan llanto a estos ojos

    que no quieren los besos de nadie.

    Que mis lgrimas corran! Ya hay flores,

    ya hay fragancias y cantos; si alguien

    ha soado en mis besos, que venga

    de su plcido ensueo a besarme.

    Y mis lgrimas corren... No vienen...

    Quin ir por el triste paisaje?

    Slo suena en el largo silencio

    la campana que tocan los ngeles.

    12. (De Piedra y cielo)

    No ests en ti, belleza innmera,

    que con tu fin me tientas, infinita,

    a un sinfn de deleites!

    Ests en m, que te penetro

    hasta el fondo, anhelando, cada instante,

    traspasar los nadires ms ocultos!

    Ests en m, que tengo

    en mi pecho la aurora

    y en mi espalda el poniente

    -quemndome, transparentndome

    en una sola llama-; ests en m, que te entro

    en tu cuerpo mi alma

    insaciable y eterna!

    13. EL NUEVO DA (De Piedra y cielo)

    Ignota mina de los sueos

    -solo un aroma vago, un

    color desvanecido,

    un acento sin nombre-,

    a cuyo oro

    nunca llegan los pozos de la aurora!

    Sueos de otro hemisferio

    de lo infinito!

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 19

    14. (De Piedra y cielo)

    Mariposa de luz,

    la belleza se va cuando yo llego

    a su rosa.

    Corro, ciego, tras ella...

    5 La medio cojo aqu y all...

    Solo queda en mi mano

    la forma de su huida!

    15. (De Piedra y cielo)

    Eternidad, belleza

    sola, si yo pudiese,

    en tu corazn nico, cantarte,

    igual que t me cantas en el mo,

    las tardes claras de alegra en paz!

    Si en tus stasis ltimos,

    t me sintieras dentro,

    embriagndote toda,

    como me embriagas todo t!

    Si yo fuese inefable-, olor, frescura, msica, revuelo

    en la infinita primavera pura

    de tu interior totalidad sin fin!

    16. (De Poesa)

    Esta es mi vida, la de arriba,

    la de la pura brisa,

    la del pjaro ltimo,

    la de las cimas de oro de lo oscuro!

    Esta es mi libertad, oler la rosa,

    cortar el agua fra con mi mano loca,

    desnudar la arboleda,

    cojerle al sol su luz eterna!

    17. CENIT (De Belleza)

    Yo no ser yo, muerte,

    hasta que t te unas con mi vida

    y me completes as todo;

    hasta que mi mitad de luz se cierre

    5 con mi mitad de sombra,

    y sea yo equilibrio eterno en la mente del mundo:

    unas veces, mi medio yo, radiante;

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 20

    otras, mi otro medio yo, en el olvido.-

    Yo no ser yo, muerte,

    hasta que t, en tu turno, vistas

    de huesos plidos mi alma.

    18. NOSTALGIA (De La obra desnuda) Al fin nos hallaremos. Las temblorosas manos

    apretarn, suaves, la dicha conseguida,

    por un sendero solo, muy lejos de los vanos

    cuidados que ahora inquietan la fe de nuestra vida.

    Las ramas de los sauces mojados y amarillos

    nos rozarn las frentes. En la arena perlada,

    verbenas llenas de agua, de clices sencillos,

    ornarn la indolente paz de nuestra pisada.

    Mi brazo rodear tu mimosa cintura,

    t dejars caer en mi hombro tu cabeza,

    y el ideal vendr entre la tarde pura,

    a envolver nuestro amor en su eterna belleza!

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 21

    4) CUARTA ETAPA. LA ETAPA FINAL.

    Dios deseado y deseante es un libro casi mstico, en el que Dios se identifica con

    la Belleza absoluta, no con el Dios cristiano.

    1. EL OTOADO (De La estacin total)

    Estoy completo de naturaleza,

    en plena tarde de urea madurez,

    alto viento en lo verde traspasado.

    Rico fruto recndito, contengo

    lo grande elemental en m (la tierra,

    el fuego, el agua, el aire), el infinito.

    Chorreo luz: doro el lugar oscuro,

    trasmino olor: la sombra huele a dios,

    emano son: lo amplio es honda msica,

    filtro sabor: la mole bebe mi alma,

    deleito el tacto de la soledad.

    Soy tesoro supremo, desasido,

    con densa redondez de limpio iris,

    del seno de la accin. Y lo soy todo.

    Lo todo que es el colmo de la nada,

    el todo que se basta y que es servido

    de lo que todava es ambicin.

    2. ES MI ALMA (De La estacin total)

    No sois vosotras, ricas aguas

    de oro las que corris

    por el helecho, es mi alma.

    No sois vosotras, frescas alas

    libres las que os abrs

    al iris verde, es mi alma.

    No sois vosotras, dulces ramas

    rojas las que os mecis

    al viento lento, es mi alma.

    No sois vosotras, claras, altas

    voces las que os pasis

    del sol que cae, es mi alma.

    3. LA TRANSPARENCIA, DIOS, LA TRANSPARENCIA (De Dios deseado)

    Dios del venir, te siento entre mis manos,

    aqu ests enredado conmigo, en lucha hermosa

    de amor, lo mismo

    que un fuego con su aire.

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 22

    No eres mi redentor, ni eres mi ejemplo,

    ni mi padre, ni mi hijo, ni mi hermano;

    eres igual y uno, eres distinto y todo;

    eres dios de lo hermoso conseguido,

    conciencia ma de lo hermoso.

    Yo nada tengo que purgar.

    Toda mi impedimenta

    no es sino fundacin para este hoy

    en que, al fin, te deseo;

    porque ests ya a mi lado,

    en mi elctrica zona,

    como est en el amor el amor lleno.

    T, esencia, eres conciencia; mi conciencia

    y la de otros, la de todos,

    con forma suma de conciencia;

    que la esencia es lo sumo,

    es la forma suprema conseguible,

    y tu esencia est en m, como mi forma.

    Todos mis moldes, llenos

    estuvieron de ti; pero t, ahora,

    no tienes molde, ests sin molde; eres la gracia

    que no admite sostn,

    que no admite corona,

    que corona y sostiene siendo ingrave.

    Eres la gracia libre,

    la gloria del gustar, la eterna simpata,

    el gozo del temblor, la luminaria

    del clariver, el fondo del amor,

    el horizonte que no quita nada;

    la transparencia, dios, la transparencia,

    el uno al fin, dios ahora slito en lo uno mo,

    en el mundo que yo por ti y para ti he creado.

    4. EN LO DESNUDO DE ESTE HERMOSO FONDO (De Dios deseado)

    Quiero quedarme aqu, no quiero irme

    a ningn otro sitio.

    Todos los parasos

    (que me dijeron) en que t hablabas,

    se me han desvanecido en mis ensueos

    porque me comprend mejor este en que vivo,

    ya centro abierto en flor de lo supremo.

    Verdor de primavera de mi atmsfera,

    qu luz podr sacar de otro verdor

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 23

    una armona de totalidad ms limpia,

    una gloria ms grande y fiel de fuera y dentro?

    Esta fue y es y ser siempre

    la verdad:

    T odo, visto, comprendido en este paraso mo,

    t de verdad venido a m

    en lo desnudo de este hermoso fondo.

    5. TAL COMO ESTABAS (De Dios deseado y deseante) En el recuerdo ests tal como estabas.

    Mi conciencia ya era esta conciencia,

    pero yo estaba triste, siempre triste,

    porque an mi presencia no era la semejante

    de esta final conciencia

    Entre aquellos geranios, bajo aquel limn,

    junto a aquel pozo, con aquella nia,

    tu luz estaba all, dios deseante;

    t estabas a mi lado,

    dios deseado,

    pero no habas entrado todava en m.

    El sol, el azul, el oro eran,

    como la luna y las estrellas,

    tu chispear y tu coloracin completa,

    pero yo no poda cogerte con tu esencia,

    la esencia se me iba

    (como la mariposa de la forma)

    porque la forma estaba en m

    y al correr tras lo otro la dejaba;

    tanto, tan fiel que la llevaba,

    que no me pareca lo que era.

    Y hoy, as, sin yo saber por qu,

    la tengo entera, entera.

    No s qu da fue ni con qu luz

    vino a un jardn, tal vez, casa, mar, monte,

    y vi que era mi nombre sin mi nombre,

    sin mi sombra, mi nombre,

    el nombre que yo tuve antes de ser

    oculto en este ser que me cansaba,

    porque no era este ser que hoy he fijado

    (que pude no fijar)

    para todo el futuro iluminado

    iluminante,

    dios deseado y deseante.

  • Pilar Mrmol Jimnez. 2 Bachillerato. 24