L.02.- El Poder de Dios

Estudios bblicos

L: Los atributos de Dios

02.- El poder de Dios

9/oct/14

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Estudios Bblicos

L.02.- El poder de Dios 1. Introduccin

Siglos atrs, Dios le prometi a Abraham y a Sara que tendran un hijo de cuya descenden-cia el mundo sera bendecido. Pero hubo problemas. Abraham y Sara tenan ya sus aos y Sara era estril. Cuando se le dijo que sera la madre del hijo de Abraham, el hijo de la promesa, Sara se ri. Como respuesta a su risa, Dios le dijo lo siguiente a Abraham: Gnesis 18:13-14 Entonces Jehov dijo a Abraham: Por qu se ha redo Sara? Pues dice: Ser cierto que he de dar a luz siendo ya vie-ja? Acaso hay alguna cosa difcil para Dios? Al tiempo sealado volver a ti, y para en-tonces Sara tendr un hijo. Cuando Dios rescat a la nacin de Israel de su esclavitud en Egipto, les condujo por el de-sierto, donde el men fue una provisin milagrosa de man. Pero los israelitas comenza-ron a murmurar porque no podan disfrutar de la variedad de alimentos que haban comido en Egipto. En respuesta a sus murmuraciones, Dios le prometi a esta gran compaa, una dieta de carne por un mes completo. Si alimentar a los 5.000 fue difcil, imagnense ali-mentar a ese inmenso grupo. Moiss tuvo los mismos pensamientos y expres su preocu-pacin a Dios: Nmeros 11:21-22 Entonces dijo Moiss: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy, y t dices: Les dar carne, y comern un mes entero! Se degollarn para ellos ovejas y bueyes que les bas-ten? O se juntarn para ellos todos los peces del mar para que tengan lo suficiente? Pero Dios formul otra pregunta como respuesta a Moiss; una pregunta de vital importan-cia para todo creyente en el da de hoy: Nmeros 11:23 Entonces Jehov respondi a Moiss: Acaso se ha acortado la mano de Jehov? Ahora vers si se cumple mi palabra, o no. La respuesta a esta pregunta es fundamental y la que la Biblia nos da es clara e inequvoca: Salmo 115:3 Nuestro Dios est en los cielos; todo lo que quiso ha hecho! Jeremas 32:17 Ah, Seor Jehov!, t hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendi-do. Nada hay que sea difcil para ti.

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Mateo 19:26 Mirndolos Jess, les dijo: Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible. Isaas 14:24-26 Jehov de los ejrcitos jur diciendo: Ciertamente se har de la manera que lo he pensado; se confirmar como lo he determi-nado: quebrantar al asirio en mi tierra y en mis montes lo pisotear; su yugo ser apar-tado de ellos y su carga ser quitada de su hombro. ste es el plan acordado contra toda la tierra, y sta es la mano extendida contra todas las naciones.

2. Definicin de poder El poder de Dios es la facultad y la virtud por la cual puede hacer que se cumpla todo aque-llo que agrada, todo lo que le dicta su sabidura infinita, todo lo que la pureza infinita de su voluntad determina. A menos que creamos que es, no slo omnisciente, sino tambin omnipotente, no podemos tener un concepto correcto de Dios. El que no puede hacer todo lo que quiere y no puede llevar a cabo todo lo que se propone, no puede ser Dios. l tiene, no solo la voluntad para resolver aquello que le parece bueno, sino tambin el po-der para llevarlo a cabo. As como la santidad es la hermosura de todos los atributos de Dios, su poder es el que da vida y accin a todas las perfecciones de la naturaleza Divina. Qu vanos seran los consejos eternos si el poder no interviniera para cumplirlos! Sin el poder, su misericordia no sera sino una debilidad humana, sus promesas un sonido vaco, sus amenazas alarmas infundadas. El poder de Dios es como l mismo: infinito, eterno, in-conmensurable; no puede se contenido, limitado ni frustrado por la criatura. As dice el salmista: Salmos 62:11 Una vez habl Dios; dos veces he odo esto: Que de Dios es la fortaleza. Una vez habl Dios, no es necesario ms!Cun digna es su majestad divina! Nosotros, pobres mortales, podemos hablar y a menudo, no ser odos; pero cuando l habla, el trueno de su poder se oye en mil colinas. Salmos 18:13-15 Tron en los cielos Jehov, el Altsimo dio su voz: granizo y carbones de fuego. Envi sus saetas y los dispers; lanz relmpagos y los destruy. Entonces aparecieron los abismos de las aguas y quedaron al descubierto los cimientos del mundo: a tu reprensin, Jehov, por el soplo del aliento de tu nariz.



Una vez habl Dios. He aqu su autoridad inmutable. Salmos 89:6 porque quin en los cielos se igualar a Jehov? Quin ser semejante a Jehov entre los hijos de los poderosos? Daniel 4:35 Considerados como nada son los habitantes todos de la tierra; l hace segn su voluntad en el ejrcito del cielo y en los habitantes de la tierra; no hay quien detenga su mano y le diga: Qu haces?. Esto se puso claramente de manifiesto cuando Dios se encarn y habit en el tabernculo humano. l dijo al leproso: Mateo 8:3 Jess extendi la mano y lo toc, diciendo: Quiero, s limpio. Y al instante su lepra desapareci. A uno que haba estado cuatro das en la tumba le llam, diciendo: Lzaro, ven fuera, y el muerto sali. El viento tormentoso y las olas feroces fueron calmados con una simple palabra de su boca y una legin de demonios no pudo resistirse a su mandato autoritario. De Dios es la fortaleza, y de Dios solo. Ni una sola criatura en todo el universo tiene un tomo de poder, si Dios no se lo ha dado. Su poder no puede adquirirse, ni est en las ma-nos de ninguna otra autoridad. Pertenece inherentemente a Dios. El poder de Dios, como l mismo, existe y se sostiene por s mismo. El ms poderoso de todos los hombres no po-dra aadir ni aumentar ni una pequeez el poder del Omnipotente. l mismo es la causa central y el originador de todo poder. El poder es tambin usado como un nombre de Dios: Marcos 14:62 Jess le dijo: Yo soy. Y veris al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder de Dios y viniendo en las nubes del cielo. Aqu Jess hace sinnimos el poder y Dios pues nadie se puede sentar a la par de un po-der. Dios y su poder son tan inseparables que son tambin recprocos. Su esencia es inmen-sa, no puede ser limitada en el espacio; es eterna, no puede medirse en trminos del tiem-po; omnipotente porque no puede ser limitada con relacin a la accin. Job 26:14 Y estas cosas no son ms que los bordes del camino, apenas el leve susurro que omos de l! Pero el trueno de su poder, quin podr comprenderlo?.



Quin es capaz de contar todos los monumentos de su poder? Incluso lo que la creacin visible muestra de su poder, est ms all de nuestra capacidad de comprensin; an menos podemos concebir la omnipotencia misma. En la naturaleza de Dios hay infinitamente ms poder del que todas sus obras revelan. Partes de sus caminos es lo que vemos en la crea-cin, la providencia y la redencin, pero slo una pequea parte de su poder se nos revela en ellas. Esto es lo que, con evidente claridad, nos dice el profeta Habacuc: Habacuc 3:4 Su resplandor es como la luz. Rayos brillantes salen de su mano; all est escondido su poder. Es imposible hallar captulo ms grande y elocuente que Habacuc 3, en el que hallamos tal riqueza de imgenes; sin embargo, nada supera su grandeza a esta declaracin. El profeta vio en visin cmo, en una asombrosa demostracin de poder, Dios desmenuzaba los mon-tes. No obstante, el versculo mencionado dice que esto, lejos de ser una manifestacin de po-der, era una ocultacin del mismo. Qu significa esto? Sencillamente que el poder de la Divinidad es inconcebible, inmenso e incontrolable. Y que las terribles convulsiones que l acta en la naturaleza son slo una pequea muestra de su poder infinito.

3. El Poder de Dios en la creacin La primera manifestacin del poder de Dios, se ve en la creacin del mundo en el que vi-vimos: Romanos 1:20 Lo invisible de l, su eterno poder y su deidad, se hace claramente visible desde la crea-cin del mundo y se puede discernir por medio de las cosas hechas A travs de las Escrituras, la creacin del mundo se cita como un testimonio preciso del poder de Dios. Salmo 19:1-6 Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un da emite palabra a otro da y una noche a otra noche declara sabidura. No hay lenguaje ni palabras ni es oda su voz. Por toda la tierra sali su voz y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernculo para el sol; y ste, como esposo que sale de su alcoba, se alegra cual gigante para correr el camino. De un extremo de los cielos es su salida y su curso hasta el trmino de ellos. Nada hay que se esconda de su calor.



Salmo 33:6-12 Por la palabra de Jehov fueron hechos los cielos; y todo el ejrcito de ellos, por el alien-to de su boca. l junta como montn las aguas del mar; l pone en depsitos los abismos. Tema a Jehov toda la tierra! Tiemblen delante de l todos los habitantes del mundo!, porque l dijo, y fue hecho; l mand, y existi. Jehov hace nulo el plan de las naciones y frustra las maquinaciones de los pueblos. El plan de Jehov permanecer para siempre; los pensamientos de su corazn, por todas las generaciones. Bienaventurada la nacin cuyo Dios es Jehov, el pueblo que l escogi como heredad pa-ra s. La Biblia dice que los cielos testifican la existencia de Dios y Sus atributos, proclamando as, Su gloria. David contina con el tema de la proclamacin de la creacin del carcter de Dios, en el Salmo 33, donde se resalta el poder de Dios. Aqu se deja manifiesto el poder de Dios al crear el mundo, enfatizando que todo eso se llev a cabo slo con Su palabra. Tambin David indica que Dios no slo cre los cielos sino que tambin los controla. Y en los versculos siguientes, David sigue contndonos que de la misma forma, Dios controla el quehacer del hombre; Dios est en control de la historia. Salmo 18:1-19 Te amo, Jehov, fortaleza ma. Jehov, roca ma y castillo mo, mi libertador; Dios mo, fortaleza ma, en l confiar; mi escudo y la fuerza de mi salvacin, mi alto refugio. Invocar a Jehov, quien es digno de ser alabado, y ser salvo de mis enemigos. Me rodearon los lazos de la muerte y los torrentes de la destruccin me atemorizaron. Los lazos del seol me han rodeado, me tendieron redes de muerte. En mi angustia invoqu a Jehov y clam a mi Dios. l oy mi voz desde su Templo y mi clamor lleg hasta sus odos. La tierra fue conmovida y tembl; se conmovieron los cimientos de los montes y se estre-mecieron, porque se indign l. Humo subi de su nariz y de su boca fuego consumidor; carbones fueron por l encendidos. Inclin los cielos y descendi, y haba densas tinieblas debajo de sus pies. Cabalg sobre un querubn y vol; vol sobre las alas del viento. Puso tinieblas por su escondite, por cortina suya a su alrededor; oscuridad de aguas, nubes de los cielos. Por el resplandor de su presencia, pasaron sus nubes: granizo y carbones ar-dientes. Tron en los cielos Jehov, el Altsimo dio su voz: granizo y carbones de fuego. Envi sus saetas y los dispers; lanz relmpagos y los destruy. Entonces aparecieron los abismos de las aguas y quedaron al descubierto los cimientos del mundo: a tu reprensin, Jehov, por el soplo del aliento de tu nariz. Envi desde lo alto y me tom, me sac de las muchas aguas. Me libr de mi poderoso enemigo y de los que me aborrecan, pues eran ms fuertes que yo. Me asaltaron en el da de mi desgracia, pero Jehov fue mi apoyo. Me sac a lugar espacioso; me libr, porque se agrad de m.



El Salmo 18 es una alabanza a Dios por Su fuerza, una fuerza en la que David puede refu-giarse. David estaba muy afligido y Dios lo rescat. Aqu David retrata poticamente, la respuesta de Dios a su llamado de ayuda, como si Dios llamara a todas las fuerzas de la na-turaleza para lograrlo. En una palabra, David le cuenta a sus lectores, por as decirlo, que Dios mover cielo y tierra para rescatar a Sus hijos de la afliccin. Debemos confiar en Dios y encontrar en l un lugar de refugio, pues l es el nico Dios verdadero cuyo poder incluye el control de todas las fuerzas de la naturaleza. La creacin entera confirma el gran poder de Dios y su completa independencia de todas las cosas creadas. Dios mismo invoca su poder creativo al contestar a Job su vedada duda sobre el porqu de sus aflicciones: Job 38:4-6 Dnde estabas t cuando yo fundaba la tierra? Hzmelo saber, si tienes inteligencia! Quin dispuso sus medidas, si es que lo sabes? O quin tendi sobre ella la cuerda de medir? Sobre qu estn fundadas sus bases? O quin puso su piedra angular.. La respuesta a Job toma 4 memorables captulos de su libro pues all Dios detalla con pre-cisin cmo manifest su poder en la Creacin. En un instante Dios pregunta: Job 40:1-2 Adems respondi Jehov a Job y dijo: Es sabidura contender con el Omnipotente? Responda a esto el que disputa con Dios!. Sin duda la respuesta de Job y la nuestra debe ser: No es sabio contender con el Omnipo-tente!. Para trabajar, el hombre necesita herramientas y materiales, pero Dios no; una palabra sola cre todas las cosas de la nada. La inteligencia no puede comprenderlo. Salmos 89:11-12 Tuyos son los cielos, tuya tambin es la tierra; el mundo y su plenitud, t lo fundaste. El norte y el sur, t los creaste... Salmos 33:9 porque l dijo, y fue hecho; l mand, y existi. Quin, mirando el cielo a media noche y considerando el milagro de las estrellas con los ojos de la razn, puede dejar de preguntarse de qu fueron formadas en sus rbitas? Por asombroso que parezca, fueron hechas sin materiales de ninguna clase. Brotaron del vaco mismo. La obra impotente de la naturaleza universal emergi de la nada.



Qu instrumentos us el arquitecto Supremo para ajustar las diversas partes con tal exacti-tud y para dar al conjunto un aspecto tan hermoso? Cmo fue unido todo formando una estructura tan bien proporcionada y acabada? Un simple mandato lo consum. Sea, dijo Dios, y no aadi ms; y en seguida apareci el maravilloso edificio adornado con toda la belleza, desplegando perfecciones sin nmero y declarando, con los seres anglicos, la ala-banza de su gran Creador. Apocalipsis 4:10-11 los veinticuatro ancianos se postran delante del que est sentado en el trono y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Seor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder, porque t creaste todas las co-sas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

4. El poder de Dios en la conservacin Ninguna criatura tiene poder para conservarse a s misma. Job 8:11 Crece el junco donde no hay lodo? Crece el prado donde no hay agua? Si no hubiera hierbas comestibles, tanto los hombres como las bestias moriran y si la tierra no fuera refrescada por la lluvia fertilizadora, las hierbas se marchitaran y moriran. Por tanto, Dios es el Conservador del hombre y el animal Salmos 36:6 Tu justicia es como los montes de Dios; tus juicios, abismo grande. T, Jehov, al hombre y al animal conservas. Hebreos 1:3 l, que es el resplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia y quien sustenta to-das las cosas con la palabra de su poder l sustenta la vida. Qu milagro del poder divino es la vida prenatal del ser humano! El que un ser pueda vivir durante tantos meses, en un lugar tan reducido y sin respirar, sera inexplicable si no fuera por el poder de Dios. Verdaderamente: Salmos 66:9 l es quien preserv la vida a nuestra alma La conservacin de la tierra de la violencia del mar es otro ejemplo claro del poder de Dios. Cmo ese furioso elemento se mantiene encerrado en los lmites en los que l lo co-loc en el principio, continuando all sin inundar y destruir la parte baja de la creacin? La posicin natural del agua es sobre la tierra, puesto que es ms ligera, e inmediatamente de-bajo del aire, porque es ms pesada. Quin refrena sus naturales cualidades? El hombre ciertamente no, ya que no podra. Lo que la reprime es el mandato de su creador:



Job 38:11 Y dije: Hasta aqu vendrs, y no pasars delante, y aqu cesar la soberbia de tus olas. El Seor cre y sostiene a Su creacin porque as lo ha deseado: Apocalipsis 4:11 Seor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder, porque t creaste todas las co-sas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. La conservacin del mundo es un monumento dedicado al poder de Dios.

5. El poder de Dios en el gobierno Tomemos por ejemplo, la sujecin en que tiene a satans. 1 Pedro 5:8 Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como len rugiente, anda alre-dedor buscando a quien devorar. El diablo est lleno de odio contra Dios y de enemistad furiosa contra los hombres, espe-cialmente los santos. El que envidi a Adn en el paraso, envidia la felicidad que significa para nosotros el disfrute de las bendiciones de Dios. Si pudiera, tratara a todos como trat a Job: enviara fuego del cielo sobre los frutos de la tierra, destruira el ganando, hara que un viento huracanado derribara las casas y cubrira nuestros cuerpos de sarna maligna. Sin embargo, aunque los hombres no se den cuenta de ello, Dios lo reprime hasta cierto punto, impidindole realizar sus propsitos malignos y sujetndole a sus rdenes. Asimismo, Dios restringe la corrupcin natural del hombre. El permite suficientes brotes del pecado como para mostrar la tremenda ruina que la apostasa del hombre ha producido, pero, quin es capaz de imaginar los terribles extremos a los que el hombre llegara si Dios retirara su brazo moderador? Todos los descendientes de Adn, por naturaleza: Romanos 3:14-18 su boca est llena de maldicin y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; destruccin y miseria hay en sus caminos; y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos. Cmo triunfaran el abuso y la locura obstinada si Dios no se impusiera y no edificara mu-ros de contencin a las mismas! Salmos 93:3-4 Alzaron los ros, Jehov, los ros alzaron sus voces; alzaron los ros sus olas.



Jehov en las alturas es ms poderoso que el estruendo de las muchas aguas, ms que las recias olas del mar. Observemos el poder de Dios en sus juicios. Cuando Dios hiere, nadie puede resistrsele: Ezequiel 22:14 Estar firme tu corazn? Sern fuertes tus manos en los das en que yo proceda contra ti? Yo, Jehov, he hablado, y lo har. Qu ejemplo ms terrible de ello el que nos ofrece el diluvio! Dios abri las ventanas del cielo y rompi las fuentes del gran abismo, y la especie humana entera (excepto los que se hallaban en el arca), impotente ante el temporal de su ira, fue arrasada. Bien podemos temblar ante tal Dios! Tratar desdeosamente a Aquel que puede aplastar-nos como si furamos moscas, es una conducta suicida. Desafiar al que est vestido de om-nipotencia, al que puede hacernos pedazos y arrojarnos al infierno al momento que lo desee, es el colmo de la locura. Para decirlo de la manera ms clara: obedecer su manda-miento es, cuando menos, actuar con sensatez. Salmos 2:12 Honrad al Hijo, para que no se enoje y perezcis en el camino, pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en l confan! Bien hace el alma iluminada en adorar a un Dios semejante! Las perfecciones maravillo-sas e infinitas de un Ser as requieren la ms ferviente adoracin. Si los hombres poderosos y de renombre reclaman la admiracin del mundo, cunto ms debera llenarnos de asom-bro y reverencia el poder del Todopoderoso: xodo 15:11 Quin como t, Jehov, entre los dioses? Quin como t, magnfico en santidad, terrible en maravillosas hazaas, hacedor de prodigios?

6. El poder de Dios demostrado en el xodo Despus de haber desplegado todo Su poder en la creacin y luego en el diluvio, la siguien-te demostracin del poder de Dios, la podemos ver en xodo: xodo 5:1-2 Despus Moiss y Aarn entraron a la presencia del faran, y le dijeron: Jehov, el Dios de Israel, dice as: Deja ir a mi pueblo para que me celebre una fiesta en el desierto. Pero el faran respondi: Quin es Jehov para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehov, ni tampoco dejar ir a Israel.



La terquedad que demostr Faran, fue un designio divino. Mientras Faran endureca su propio corazn, al mismo tiempo Dios se lo endureca ms an de manera que se le resis-tiera, proveyndole a l la oportunidad de demostrar Su poder a los egipcios, a los israeli-tas y a las naciones que les rodeaban: xodo 7:3-5 Pero yo endurecer el corazn del faran, y multiplicar en la tierra de Egipto mis seales y mis maravillas. El faran no os oir, pero yo pondr mi mano sobre Egipto y sacar a mis ejrcitos, a mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios. Y sabrn los egipcios que yo soy Jehov, cuando extienda mi mano sobre Egipto y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos. xodo 14:30-31 As salv Jehov aquel da a Israel de manos de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. Al ver Israel aquel gran hecho que Jehov ejecut contra los egipcios, el pueblo temi a Jehov, y creyeron a Jehov y a Moiss, su siervo. La nacin de Israel alab a Dios por el poder que despleg al rescatarles de la esclavitud en Egipto. Confesaron que su salvacin comprob que Dios era Dios y que el conocimiento de su rescate provocara el terror en el corazn de las dems naciones. Vieron el rescate como una prueba del poder de Dios y como la seguridad de su entrada a la tierra que Dios les haba prometido. Realmente, el xodo fue una demostracin de la omnipotencia de Dios. Ms tarde, Moiss recordara a la segunda generacin de israelitas, este gran evento y el gran poder de Dios, del cual haba testigos: Deuteronomio 4:32-37 Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el da en que cre Dios al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya odo otra como ella. Ha odo pueblo alguno la voz de Dios hablando de en medio del fuego, como t la has odo, sin perecer? O ha in-tentado Dios venir a tomar para s una nacin de en medio de otra nacin, con pruebas, con seales, con milagros y con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y hechos ate-rradores, como todo lo que hizo con vosotros Jehov, vuestro Dios, en Egipto ante tus ojos? A ti te fue mostrado, para que supieras que Jehov es Dios y que no hay otro fuera de l. Desde los cielos te hizo or su voz para ensearte, y sobre la tierra te mostr su gran fuego, y has odo sus palabras de en medio del fuego. Por cuanto l am a tus padres, es-cogi a su descendencia despus de ellos y te sac de Egipto con su presencia y con su gran poder Y as, en los ltimos libros del Antiguo Testamento, la creacin del mundo y la creacin de la nacin de Israel (por medio del xodo), se convierte en el gran tema.



7. El Poder de Dios en el Nuevo Testamento Las profecas del Antiguo Testamento, relacionadas con el Mesas que haba de venir, in-cluyen el poder de Dios. Fue llamado el Dios fuerte: Isaas 9:6 Porque un nio nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamar su nombre Admirable consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Prncipe de paz. Cuando el nacimiento del Mesas fue anunciado a Mara, se le dijo que este milagroso na-cimiento virginal se llevara a efecto, mediante el poder de Dios: Lucas 1:34-37 Entonces Mara pregunt al ngel: Cmo ser esto?, pues no conozco varn. Respondiendo el ngel, le dijo: El Espritu Santo vendr sobre ti y el poder del Altsimo te cubrir con su sombra; por lo cual tambin el Santo Ser que va a nacer ser llamado Hijo de Dios. Y he aqu tambin tu parienta Elisabet, la que llamaban estril, ha concebido hijo en su vejez y ste es el sex-to mes para ella, pues nada hay imposible para Dios. El poder de nuestro Seor se evidenci a travs de muchos milagros que llev a efecto. El pueblo estaba anonadado por la evidencia de Su poder. Cuando Juan el Bautista comenz a dudar y a tener pensamientos encontrados con respecto a Jess, envi a unos discpulos su-yos a preguntarle a Jess si era quien haba de venir, cuestionando un poco si Jess era el Mesas esperado. Este texto es muy curioso porque lo podemos relacionar con la primera predicacin de Jess en Nazareth donde l lee un texto de Isaas claramente describiendo al Mesas y luego se identifica con l: Lucas 4:17-21 Se le dio el libro del profeta Isaas y, habiendo abierto el libro, hall el lugar donde est escrito: El Espritu del Seor est sobre m, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazn, a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos y a predicar el ao agradable del Seor. Enrollando el libro, lo dio al ministro y se sent. Los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en l. Entonces comenz a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. Nuestro Seor le respondi a Juan con hechos y no con palabras. Es como si le dijera que la profeca anunciada se estaba cumpliendo delante de sus ojos pues el Mesas, de acuerdo al texto de Isaas, deba ejecutar esa clase de milagros mostrando esa clase de poder:



Mateo 11:4-6 Respondiendo Jess, les dijo: Id y haced saber a Juan las cosas que os y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los le-prosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es anun-ciado el evangelio; y bienaventurado es el que no halle tropiezo en m. Jess dej bien en claro que Su poder se extenda ms all del reino fsico. Us Su poder de sanidad, para demostrar que Su poder se extenda al del perdn de los pecados. Juan 10:17-18 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de m mismo la pongo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recib de mi Padre. La mayor demostracin del poder de nuestro Seor, fue Su capacidad de resucitar a los muertos, mostrando as el poder del Padre que luego lo resucitara a l mismo para luego ofrecer la resurreccin a todo creyente. De esta forma validara Su misin de Redentor: Juan 11:37-44 Y algunos de ellos dijeron: No poda ste, que abri los ojos al ciego, haber hecho tambin que Lzaro no murie-ra? Jess, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva y tena una piedra puesta encima. Dijo Jess: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que haba muerto, le dijo: Seor, hiede ya, porque lleva cuatro das. Jess le dijo: No te he dicho que si crees vers la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra de donde haba sido puesto el muerto. Y Jess, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme odo. Yo s que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que est alrededor, para que crean que t me has enviado. Y habiendo dicho esto, clam a gran voz: Lzaro, ven fuera! Y el que haba muerto sali, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jess les dijo: Desatadlo y dejadlo ir. Romanos 1:4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, segn el Espritu de santidad, por la resu-rreccin de entre los muertos.



En Su primera venida, a unos pocos se les dio la oportunidad de vislumbrar el completo poder de nuestro Seor. Pero deja muy en claro, que en Su segunda venida, todos le vern llegar con poder: Mateo 24:27-30 porque igual que el relmpago sale del oriente y se muestra hasta el occidente, as ser tambin la venida del Hijo del hombre. Dondequiera que est el cuerpo muerto, all se jun-tarn las guilas. Inmediatamente despus de la tribulacin de aquellos das, el sol se oscurecer, la luna no dar su resplandor, las estrellas caern del cielo y las potencias de los cielos sern con-movidas. Entonces aparecer la seal del Hijo del hombre en el cielo, y todas las tribus de la tierra harn lamentacin cuando vean al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cie-lo, con poder y gran gloria. El ltimo libro de la Biblia, enfatiza el poder del Seor Jesucristo: Apocalipsis 5:6 Mir, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes y en medio de los ancianos estaba en pie un Cordero como inmolado, que tena siete cuernos y siete ojos, los cuales son los siete espritus de Dios enviados por toda la tierra. Los siete cuernos son smbolo de poder absoluto. El Seor no es ningn Cordero comn. Los siete cuernos son un smbolo de fuerza completa y plena. Los cuernos son smbolo de poder, es por ello que los reyes adheran cuernos a sus cascos de guerra. El nmero siete simboliza lo completo, por tanto siete cuernos simbolizan el poder completo. El poder completo es sin duda un atributo divino llamado omnipotencia o todopoder. En la adora-cin subsiguiente se refuerza este concepto: Apocalipsis 5:11-12 Mir, y o la voz de muchos ngeles alrededor del trono, de los seres vivientes y de los an-cianos. Su nmero era millones de millones, y decan a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabidura, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.

8. El poder de Dios en nuestras vidas Nadie que tome la Biblia seriamente, puede negar el poder de Dios. l es omnipotente; l es Todopoderoso. Esta verdad transform la vida de muchos hombres en el pasado y puede transformar las nuestras hoy. Podemos ver el poder de Dios en nuestras vidas de varias formas: 8.1. Debido a su poder hay que temer, honrar y servirle, solo a l

Josu 4:23-24 porque Jehov, vuestro Dios, sec las aguas del Jordn delante de vosotros, hasta que pasasteis, de la misma manera que Jehov, vuestro Dios, haba hecho en el Mar



Rojo, el cual sec delante de nosotros hasta que pasamos, para que todos los pue-blos de la tierra conozcan que la mano de Jehov es poderosa, y para que temis a Jehov, vuestro Dios, todos los das.

8.2. Reconocer que Dios es infinitamente poderoso

Cuanto nos cuesta realmente creer en el poder de Dios. Le minimizamos tanto que llegamos a minimizar tambin Su poder. Se nos olvida que ese Dios no solamente cre el universo sino que lo sostiene con la palabra de su boca. Ese gran Dios es el mismo que hoy nos llama sus hijos y que espera de nosotros que le creamos y con-fiemos en l. Efesios 1:18-21 que l alumbre los ojos de vuestro entendimiento, para que sepis cul es la espe-ranza a que l os ha llamado, cules las riquezas de la gloria de su herencia en los santos y cul la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, segn la accin de su fuerza poderosa. Esta fuerza oper en Cristo, resuci-tndolo de los muertos y sentndolo a su derecha en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad, poder y seoro, y sobre todo nombre que se nombra, no slo en este siglo, sino tambin en el venidero.

8.3. Nuestra debilidad no es una barrera para el poder de Dios

El reconocer nuestra debilidad es la base para volvernos a Dios, dependiendo as de Su poder que obra en nosotros. As, Dios recibe toda la gloria: 2 Corintios 4:7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros 2 Corintios 12:7-10 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltara, me fue dado un aguijn en mi carne, un mensajero de Satans que me abofetee, para que no me enaltezca; respecto a lo cual tres veces he rogado al Seor que lo quite de m. Y me ha dicho: Bstate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriar ms bien en mis debilidades, para que repose sobre m el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en insul-tos, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy dbil, en-tonces soy fuerte. Cuando funcionamos en el poder de Dios, no necesitamos confiar en nuestras pro-pias fuerzas ni en los mtodos humanos. En realidad, ni nos atrevamos a hacerlo. Por medio de la debilidad de la cruz, Dios trajo salvacin al hombre y por medio de s-ta, proclam Su evangelio.



A travs de mtodos dbiles y poco impresionantes, el evangelio ha sido proclamado confiando en el poder de Dios, para convencer y convertir a los pecadores. De esta forma, los hombres deben dar la gloria a Dios y deben confiar en l y en Su poder: 1 Corintios 1:20-24 Dnde est el sabio? Dnde est el escriba? Dnde est el que discute asuntos de este mundo? Acaso no ha enloquecido Dios la sabidura del mundo? Puesto que el mundo, mediante su sabidura, no reconoci a Dios a travs de las obras que ma-nifiestan su sabidura, agrad a Dios salvar a los creyentes por la locura de la pre-dicacin. Los judos piden seales y los griegos buscan sabidura, pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judos ciertamente tropezadero, y para los gentiles lo-cura. En cambio para los llamados, tanto judos como griegos, Cristo es poder y sabidu-ra de Dios, 1 Corintios 2:2-5 pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a ste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicacin fueron con palabras persuasivas de humana sabidura, sino con demostracin del Espritu y de poder para que vuestra fe no est fundada en la sabidura de los hombres, sino en el poder de Dios. No es esta la forma en que hoy da acta la iglesia. Cuando predicamos, empleamos los mtodos de marketing de nuestros das, que han probado ser exitosos en los re-sultados obtenidos. Empleamos las mismas tcnicas persuasivas del que vende jabn y cereales para el desayuno. Cuando intentamos entrenar y desarrollar lderes, ms bien los entrenamos para ser lderes siguiendo el modelo y mtodo de la cultura se-cular y no les enseamos a ser siervos. La iglesia, cada vez ms se conduce en base a los principios de buenos negocios, que en los principios bblicos.

9. Si realmente creyramos en el Poder de Dios Creer en el poder de Dios bendice nuestras vidas y trae paz y contentamiento a nuestro ser. Cabe preguntarse: Qu haramos diferente si realmente creyramos en el poder de Dios? 9.1. Acudiramos a l en oracin

Si realmente creyramos en la omnipotencia de Dios, primero acudiramos a l en oracin y no como un ltimo recurso despus de haber agotado todos nuestros mto-dos y haber fallado. Nos olvidaramos poner nuestra confianza en los dolos de nues-tros das y confiaramos en l. Humildemente reconoceramos que todas las bendi-ciones que tenemos son un regalo de Su gracia y el resultado de la obra de Su poder. Nuestras oraciones estaran llenas de alabanza y acciones de gracias, considerando a Dios como la Fuente de toda bendicin.



Estaramos llenos de fe y esperanza, sabiendo que ningn propsito de Dios puede ser perverso y que toda promesa que Dios ha hecho, ha sido y ser cumplida en Su tiempo y exactamente en la forma en que l la ha prometido.

9.2. No le daramos tanto crdito a satans Si realmente comprendiramos el poder de Dios, no le daramos tanto crdito a sata-ns. No le veramos tanto como si l y Dios fueran rivales cercanos que han luchado durante siglos. No consideraramos que al final, Dios vencer a este, nuestro enemi-go a muerte. Consideraramos que Dios es el Creador y satans no es ms que una criatura. Sabramos que el poder de Dios es infinito, mientras que el del diablo es fi-nito. No minimizaramos el poder de satans; pero tampoco lo exageraramos. Dios no est luchando con satans, con la esperanza de vencerlo; satans ya es un enemi-go vencido, cuyo deceso final es una realidad.

9.3. No creeramos las mentiras de los evangelistas de buena vida Si verdaderamente comprendiramos y creyremos en el poder de Dios, no creera-mos las mentiras de los evangelistas de buena vida, aquellos mercaderes que arre-glan sus bolsillos, asegurndoles a los dadores que Dios est all con todo Su poder, ansioso por cumplir sus requerimientos. Exigen, basados en el poder de Dios por fe, ciertas posesiones, como dinero y sanidad. Dicen: Dios no quiere que suframos, sino que prosperemos. Si realmente creyeran en el poder de Dios, sabran que ese poder tambin nos puede sostener a travs del sufrimiento y de la afliccin, de la misma manera que puede evitar ese sufrimiento o esa afliccin. Se niegan a aceptar que Dios, con frecuencia, obra a travs del sufrimiento para sostener y purificar a los santos y para mostrarnos Su gracia y poder sobre el mundo perdido.

9.4. No estaramos tan reacios a obedecer Si verdaderamente creyramos en el poder de Dios, no estaramos tan reacios a obe-decer aquellos mandamientos que aparentemente nos dejan vulnerables, como el compartir nuestros bienes con aquellos que estn en miseria. Tampoco nos excusa-ramos por no obedecer esos mandamientos imposibles como: ama a tu enemigo Viviramos nuestras vidas en una forma muchos ms arriesgada si realmente crey-ramos que Dios es omnipotente.

10. En conclusin

Creer en el poder de Dios es creer en sus capacidades. Nada, absolutamente nada es impo-sible para Dios. Si tenemos certeza en Su poder, tendremos certeza en Su cuidado para con Sus hijos. Adicionalmente su poder nos fortalece al comprender que nuestras debilidades solamente complementan el poder divino en nuestras vidas. En Cristo todo lo podemos pues l es nuestra fuerza, es el castillo fuerte, la roca, el cimiento de nuestras vidas. Cuan-



do en verdad creamos que el Dios a quien servimos es omnipotente, o sea, todopoderoso, aprenderemos a descansar en l y aprenderemos a confiar en l. Bien hace el creyente en confiar en un Dios as! l es digno de confianza. Nada le es im-posible. Si el poder de Dios fuera limitado podramos desesperarnos, pero vindole vestido de omnipotencia, ninguna oracin es demasiado difcil para impedirle contestarla, ninguna necesidad demasiado grande para impedirle suplirla, ninguna pasin demasiado violenta para impedirle dominarla, ninguna tentacin demasiado fuerte para impedirle librarnos de la misma, ninguna afliccin demasiado profunda para impedirle aliviarla. Diremos como el salmista: Salmos 27:1 Jehov es la fortaleza de mi vida: de quin he de atemorizarme? Esa fue la oracin de Pablo en nuestro favor: Efesios 3:14-21 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Seor Jesucristo (de quien to-ma nombre toda familia en los cielos y en la tierra), para que os d, conforme a las rique-zas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espritu; que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seis plenamente capaces de comprender con todos los santos cul sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seis llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho ms abundantemente de lo que pedimos o entendemos, segn el poder que acta en nosotros, a l sea gloria en la iglesia en Cristo Jess por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amn.

Basado parcialmente en el artculo El poder de Dios de Bob Deffinbaugh y en el libro Los atributos de Dios de Arthur W.

Pink . Las citas de las Escrituras son tomadas de la Biblia Reina Valera rev. 1995

L.02.- El Poder de Dios

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