La Casa Habitacion Novohispana en La Ciudad de Mexico
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO POSGRADO EN HISTORIA DEL ARTE FACULTAD DE FILOSOFA Y LETRAS
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTTICAS
LA CASA HABITACIN NOVOHISPANA EN LA CIUDAD DE MXICO EN MANOS DE CRISTBAL DE MEDINA VARGAS
ENSAYO DE INVESTIGACIN QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE:
MAESTRA EN HISTORIA DEL ARTE
PRESENTA: ISABEL CERVANTES TOVAR
DR. EDUARDO BEZ MACAS INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTTICAS
DR. HUGO ANTONIO ARCINIEGA VILA INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTTICAS
DRA. RAQUEL PINEDA MENDOZA INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTTICAS
MXICO, D. F. NOVIEMBRE 2012
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UNAM Direccin General de Bibliotecas Tesis Digitales
Restricciones de uso
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PROHIBIDA SU REPRODUCCIN TOTAL O PARCIAL
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ndice
Introduccin.3
Memoria y condicin de obra ...11
Casa de panadera, Santsima Trinidad ....19
Conclusiones casa de panadera ...35
Casa en Sto. Domingo...39
Conclusiones casa de Sto. Domingo ....57
Casa en la Calle de Pramo ..59
Conclusiones casa de Pramo ..69
Constantes ....70
Importancia de Cristbal de Medina Vargas en la arquitectura novohispana....73
Reflexiones Finales ...76
ndice de imgenes ....82
ndice de planos ........99
Apndice documental ......105
Bibliografa .....................................................................................................................155
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Introduccin
En las ciudades novohispanas del siglo XVII, especialmente en la Ciudad de Mxico,
bulla la vida. Eran ciudades construidas a partir de la traza espaola y se caracterizaban
por las acequias, sobre las cuales puentes estratgicamente ubicados, daban paso a
peatones, animales de carga y carruajes.1 Las acequias fueron simultneamente vas de
navegacin y conductos de desechos que ofrecieron al habitante novohispano, as como a
quienes escribieron sobre la ciudad, el elemento distintivo y caracterstico de esta urbe:
fueron hitos en la historia de la capital novohispana.
Surgieron adems, las plazas como sealamientos urbanos: la Plaza Mayor y otras
plazas dentro de la ciudad se convirtieron en puntos de referencia: para orientarse, los
habitantes novohispanos localizaban la Plaza de Santo Domingo, la del Marqus o la del
Volador, etctera.2
En el espacio pblico de la ciudad de Mxico, durante el siglo XVII, se ofrecan a
propios y extraos todo tipo de mercancas. Se desarrollaba una gran actividad comercial
pues tambin era punto de transacciones para toda la Nueva Espaa. Los productos de la
tierra y los objetos manufacturados provenientes de otras latitudes, se ponan a
disposicin del pblico en espacios destinados para tal fin, como mercados, tianguis y
accesorias. Estas ltimas son interesantes puntos de referencia en las construcciones
urbanas, pues se hallan mencionadas en los contratos de obra de ese periodo histrico.
1 Guadalupe De la Torre Villalpando, Las calles de agua de la ciudad de Mxico en los siglos XVIII y XIX en Boletn de Monumentos Histricos, 3. poca, Nm. 18, Mxico, INAH, enero-abril 2010, p. 66. 2 500 Planos de la Ciudad de Mxico 1325 1933. Mxico, Secretara de Asentamientos Humanos y Obras Pblicas, Impresora Formal, 1982, p. 64.
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Ha habido varios estudios que se ocupan de la traza urbana de la Ciudad de Mxico.3
Entre ellos, hay quienes defienden los vnculos de la traza novohispana con las ciudades
romanas; otros la relacionan con ideas urbanas renacentistas o sencillamente le atribuyen
su diseo al reflejo de la ciudad prehispnica que encontraron los conquistadores
espaoles, tal como lo seala Alain Musset.4
Alejndome de estas ideas puristas, considero que el desarrollo de un fenmeno
urbano como la ciudad de Mxico responde a diversos factores, todos ellos importantes,
en diversos grados, en el proceso de integracin de una novedosa ciudad. Recordemos
que el diseo de la nueva ciudad consisti en la creacin de dos espacios urbanos: la calle
y la plaza. La traza original sealaba un mbito dedicado nica y exclusivamente para uso
y beneficio de los espaoles, mientras que la zona circunvecina era para los habitantes
indgenas.5 La observancia de esta norma slo fue acatada en los primeros aos del
periodo novohispano.
Las principales calles (llamadas calles reales), iban de la plaza Mayor hacia las
afueras de la ciudad. Estas arterias representaban un espacio que permita la libre
circulacin de mercancas y carruajes. Agustn de Vetancurt menciona que se
3 Edmundo OGorman, Reflexiones sobre la distribucin urbana colonial de la Ciudad de Mxico. Mxico: XVI Congreso Internacional de Planificacin y de la Habitacin, 1938. Ramn Gutirrez, Arquitectura y urbanismo en Iberoamrica. Madrid: Manuales Arte Ctedra, 1983. Manuel Toussaint, Federico Gmez Orozco, Justino Fernndez. Planos de la Ciudad de Mxico, siglos XVI y XVII, Estudio Histrico, urbanstico y Bibliogrfico. Mxico, UNAM, DDF, IIE, XVI Congreso Internacional de Planificacin y de la Habitacin, 1990. Richard Kagan L. Imgenes urbanas del mundo hispnico 1493-1780. Madrid, Ediciones El Viso, 1998. Alain Musset, Ciudades nmadas del Nuevo Mundo, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 2011. 4 Alain Musset, Ciudades nmadas, op.cit., p. 44-47. 5 Hugo Arturo Cardoso Vargas, El paseo del pendn: la fiesta patronal, civil y religiosa en la ciudad de Mxico en Autores y actores del mundo colonial, Nuevos enfoques multidisciplinarios. Quito, Universidad San Francisco de Quito, CASO, Georgetown University, 2008, p. 28.
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caracterizaban por su derechura y eran de superficie pareja, con un ancho de catorce varas
(12 m.).6
Las calles de la Ciudad fueron escenario de episodios personales, familiares y
comerciales en los que no contaba la condicin social de los actores, pues albergaron a
gachupines, criollos e indios sin ninguna distincin social. Sin embargo, no todas las
calles eran iguales: las ms cercanas a la Plaza Mayor, a algn recinto religioso o una
plaza, otorgaba status social y econmico. Por tal motivo, los inmuebles fueron valuados
a partir, no slo de lo edificado, la ubicacin era un elemento determinante.
En estas vas urbanas las edificaciones determinaron la identidad de los habitantes y
fueron el escenario de sus trabajos, enfrentamientos (an culturales) y accin econmica.
A la fecha muchas edificaciones religiosas del Centro Histrico de la Ciudad de Mxico,
erigidas durante el periodo novohispano, se encuentran en pie.
De algunas de estas construcciones se poseen suficientes datos sobre sus autores,
constructores y habitantes; es decir, son abundantes los estudios sobre arquitectura
religiosa. No sucede lo mismo con la arquitectura civil: se han estudiado pocos aspectos
de su desarrollo.
Uno de los arquitectos que realiz obras eclesisticas, civiles y urbanas durante la
segunda mitad del siglo XVII fue Cristbal de Medina Vargas Machuca, examinado en el
arte de la albailera y cantera el 14 de julio de 1659.7 Entre las distinciones que recibi
6 Agustn de Vetancurt, et. al., "Tratado de la ciudad de Mxico y sus grandezas que la ilustran despus que la fundaron espaoles", en La ciudad de Mxico en el siglo XVIII (1690-1780) tres crnicas, Mxico, CONACULTA, 1990, p. 45. Vara Medida castellana de longitud, dividida en tres pies o cuatro palmos y, equivale a 835.9 mm. Vocabulario Arquitectnico Ilustrado. Mxico: Secretara de Patrimonio Nacional, 1975, p. 450. 7 Martha Fernndez, Cristbal de Medina Vargas y la arquitectura salomnica en la Nueva Espaa durante el siglo XVII. Mxico: UNAM, IIE, 2002, p. 19. El albail es el maestro en el arte de construir edificios con ladrillo, piedras u otros materiales. Fernando Garca Salinero, Lxico de alarifes de los siglos
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este constructor, destaca el nombramiento de maestro mayor de la fbrica material de la
Santa Catedral y su desempeo como veedor del gremio de arquitectos. Su labor ces el
12 de agosto de 1699, fecha de su muerte.8
Cristbal de Medina realiz avalos, presupuestos y obras para los principales
conventos de la Ciudad; de igual manera, llev a cabo valuaciones en Coyoacn,
Chapultepec, San Jacinto y en San Agustn de las Cuevas. Particip en el reconocimiento
y en la realizacin de diferentes obras para el Ayuntamiento de la Ciudad de Mxico;
como el examen que hizo al Real Desage de Huehuetoca en 1682, en compaa del
virrey Conde de Paredes.9 Entre muchos otros trabajos, Raquel Pineda menciona que
nuestro arquitecto arregl la caja de la fuente de la Mariscala,10 y en 1685 realiz la
reconstruccin de la caja principal del Acueducto de Santa Fe.11
Tuvo una destacada labor dentro de la arquitectura civil, ejecutando innumerables
avalos y obras para casas habitacin propiedad de particulares y de rdenes religiosas, el
nmero de trabajos efectuados en este ramo indican su amplia labor. A diferencia de su
prctica en la arquitectura religiosa; la mayora de sus obras civiles no se han estudiado,
por ello se desconoce cuntas de ellas se mantienen en pie.
La fama y la reputacin de Medina Vargas se manifest en la forma en que suscribi
ante la sociedad (Fig. 1), se notaba orgulloso del nombramiento: yo, el maestro Cristbal
de oro. Madrid: Real Academia Espaola, 1968, p. 32. Su reglamentacin estuvo regida a partir de las primeras Ordenanzas de Albailera en la Nueva Espaa establecidas en 1599. 8 Glorinela Gonzlez Franco, Catlogo de artistas y artesanos de Mxico, Mxico, Instituto Nacional de Antropologa e Historia, 1986, p. 61. 9 Glorinela Gonzlez Franco, et. al. Artistas y Artesanos a travs de fuentes documentales, Volumen I, Ciudad de Mxico, Mxico, Instituto Nacional de Antropologa e Historia, 1994, p. 264. 10 Raquel Pineda Mendoza, Origen, vida y muerte del acueducto de Santa Fe. Mxico: UNAM, IIE, 2000, p. 78. 11 Martha Fernndez,Cristbal de Medina y el Acueducto de Santa Fe, en Estudios acerca del arte novohispano. Homenaje a Elisa Vargaslugo, Mxico: UNAM, 1983, pp. 43-59.
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de Medina Vargas que lo soy por su majestad del arte de arquitectura de todas las
provincias de la Nueva Espaa y alarife Mayor de esta ciudad, palabras que denotan
seguridad.12 Gracias al desempeo de su trabajo profesional, obtuvo el nombramiento de
veedor de arquitectura, designacin honorfica que lo posicion como uno de los
arquitectos ms fecundos de la segunda mitad del siglo XVII.13
Existen diversas publicaciones que han abordado la figura de este arquitecto. De stas
slo una de ellas constituye un trabajo monogrfico; otras obras slo le destinan algunas
pginas. El primero de estos trabajos es Arquitectura y gobierno virreinal, los maestros
mayores de la ciudad de Mxico siglo XVII,14 de Martha Fernndez, publicado por el
Instituto de Investigaciones Estticas en 1985. Un ao despus sale a la luz el trabajo de
Glorinela Gonzlez Franco, Catlogo de artistas y artesanos de Mxico,15 obra editada
por el INAH en 1986. De esta misma autora en 1994 el INAH publica Artistas y
Artesanos a travs de fuentes documentales, Volumen I, Ciudad de Mxico.16
En las investigaciones mencionadas se considera el trabajo profesional del arquitecto
novohispano como uno de los ms prolficos desarrollados por los alarifes del virreinato.
Sin embargo, estas referencias en ocasiones slo cuentan con la inclusin de algunos
fragmentos de sus contratos, o bien el documento se menciona en forma genrica; a veces
12 Biblioteca del Instituto Nacional de Antropologa e Historia, Coleccin Eulalia Guzmn. (En adelante BINAH-CEG), 1 de abril de 1682, Leg. 79, No. 21, f. 1r. 13 El cargo de veedor era exclusivamente honorfico en un doble sentido: no reciban remuneracin por ejercerlo y no se traduca como un grado ms elevado que el maestro. Era un compromiso adquirido con su sociedad gremial que los beneficiaba en lo individual y les conceda un rango dentro del gremio vigilaban el cumplimiento de los contratos y examinar a los candidatos a la maestra. Martha Fernndez, Arquitectura y gobierno virreinal. Los Maestros mayores de la Ciudad de Mxico siglo XVII, Mxico, UNAM, Imprenta Universitaria, 1985, p. 46. 14 Fernndez, Arquitectura, op. cit. 15 Gonzlez Franco, Catlogo, op. cit. 16 Gonzlez Franco, Artistas, op. cit.
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se omiten los datos de archivo de los documentos localizados, imposibilitando su
consulta.
La tesis doctoral de Martha Fernndez: Cristbal de Medina Vargas y la arquitectura
salomnica en la Nueva Espaa durante el siglo XVII,17 editada por el IIE en 2002, es un
estudio monogrfico sobre Medina Vargas. A pesar de ello, la obra en cuestin solamente
aborda el trabajo profesional de nuestro arquitecto dentro de la arquitectura eclesistica.
Por tales motivos, existen diversos aspectos del trabajo arquitectnico pendientes de
estudiar, de manera especial la labor desempeada en el mbito de casa habitacin y sus
relaciones con quienes lo contrataban.
Por otro lado la casa habitacin novohispana ha generado diversas publicaciones. De
ellas destacan las destinadas a palacios nobiliarios, es decir a las casas habitacin
propiedad de los altos estamento sociales.18 La mayora son investigaciones monogrficas
colectivas o individuales que ubican a una edificacin especfica. Como la que aborda las
reparaciones encomendadas a Cristbal de Medina para la casa del Capitn de
17 Martha Fernndez, Cristbal, op. cit. 18 Manuel Romero de Terreros, La Casa Colonial, Mxico, Anales del Museo Nacional de Arqueologa, Historia y Etnologa, 1913; Manuel Romero de Terreros, Residencias coloniales en Mxico, Mxico, Monografas Mexicanas de Arte, Oficina Impresora de Secretara de Hacienda, Departamento Editorial, 1918; Carlos Flores Marini, Casas virreinales en la ciudad de Mxico, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1970; Ignacio Gonzlez-Polo, El palacio de los Condes de Santiago de Calimaya (Museo de la Ciudad de Mxico), Mxico, DDF, Coleccin Distrito Federal, 1983; Ricardo Prado Nez, El palacio de Manrique y la Canoa. Una casa mexicana del siglo XVIII, Mxico, UNAM, Facultad de Arquitectura, 1983; Josefina Muriel, Casas de vecinos y palacios en la poca colonial en Vida cotidiana en la Nueva Espaa, Espacios recientemente rescatados del Museo de El Carmen, Mxico, CONACULTA, INAH, Sociedad de Amigos del Museo de El Carmen, Museo Franz Mayer, 1997; Gustavo Curiel, "Dos ejemplos de arquitectura habitacional del siglo XVI en la ciudad de Mxico: Las casa de Alonso de Villaseca y la de Juan Guerrero en la calle de Moneda" en Muchas Moradas hay en Mxico, Mxico, UNAM-INFONAVIT, 1993, pp. 29-51; Clara Bargellini, Et. al., La casa del Conde del Valle de Schil, en Casas seoriales del Banco Nacional de Mxico. Mxico: Fomento Cultural Banamex, 1999, pp. 126-152; Gustavo Curiel, El Palacio del mayorazgo de la Canal en Casas seoriales del Banco Nacional de Mxico, Mxico, Fomento Cultural Banamex, 1999, pp. 210-242. Luis Ortiz Macedo, Palacios nobiliarios en la Nueva Espaa, UNAM y CONACULTA, Mxico, 2009 (la ms reciente versin). El Palacio del mayorazgo de la Canal en Casas seoriales del Banco Nacional de Mxico, Mxico, Fomento Cultural Banamex, 1999, pp. 210-242.
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Avendao.19 En este artculo, Gustavo Curiel toca algunos aspectos asentados en la
escritura que se realizaran en una casa, que por sus caractersticas habitacionales, como
por su dueo, fue propiedad de un personaje perteneciente a los estamentos sociales ms
altos de la Nueva Espaa.
En los estudios anteriormente mencionados surgen visiones derivadas de variadas
disciplinas, como la arquitectura, la historia, la historia del arte y los novedosos estudios
sobre ajuares domsticos.20 En dichos trabajos destacan aportaciones funcionales como
datos histricos de la edificacin y sus ocupantes, reconstrucciones arquitectnicas y en
un nuevo abordaje de la historia del arte, reconocen y plantean, entre lneas, la vida activa
y palpitante de un palacio novohispano.
Sin embargo, la casa habitacin de los estamentos sociales medios ha sido abordada
de manera genrica, tanto en las dependencias que la conformaron como en sus usos, sin
detenerse especficamente en el trabajo de un arquitecto o en un inmueble.21
19 Gustavo Curiel, Cristbal de Medina Vargas Machuca y las reparaciones de la casa del capitn de Avendao (1672) en Anales del Instituto de Investigaciones Estticas. Vol. 58, Mxico: UNAM, IIE, 1987, 187-195. 20 Gustavo Curiel, El ajuar domstico del tornaviaje en Mxico en el mundo de las colecciones de arte. Mxico: Editorial Azabache, 1994; El efmero caudal de una joven noble: inventario y aprecio de los bienes de la marquesa doa Teresa Francisca Mara de Guadalupe Retes Paz y Vera (Ciudad de Mxico, 1695) Anales del Museo de Amrica. Madrid: 2000; Ajuares domsticos de la Ciudad de Mxico: los rituales de lo cotidiano. Siglo XVII, en Pilar Gonzalbo Aizpuru, Historia de la Vida Cotidiana, Mxico: El Colegio de Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 2005; Biombo: entrevista de Corts y Moctezuma y las Cuatro Partes del Mundo. Imgenes. Mxico: UNAM, IIE, 2009. 21 Enrique Ayala Alonso, La casa mexicana: evolucin y rupturas en La odisea iberoamericana. Arquitectura y urbanismo. El quinto centenario: aventura y desventuras de la arquitectura iberoamericana, Mxico, UAM-Xochimilco, Divisin de Ciencias y Artes para el Diseo, 1995, pp. 89-96.; Carlos Gonzlez Lobo, La vivienda en Iberoamrica y su arquitectura en La odisea iberoamericana. Arquitectura y urbanismo. El quinto centenario: aventura y desventuras de la arquitectura iberoamericana, Mxico, UAM-Xochimilco, Divisin de Ciencias y Artes para el Diseo, 1995, pp. 81-88. Enrique Ayala Alonso, La casa de la Ciudad de Mxico, Mxico, CONACULTA, 1996; Martha Fernndez, La casa en la Nueva Espaa en Casas seoriales del Banco Nacional de Mxico, Mxico, Fomento Cultural Banamex, 1999, pp. 16-44. Enrique Ayala Alonso, Casas barrocas, Mxico, CONACULTA, Crculo de Arte, 2005; Enrique Ayala Alonso, Antologas. Habitar la casa: Historia, actualidad y prospectiva, Mxico, UAM, 2010; Francisco Garca Gonzlez, La vivienda novohispana en Zacatecas, en: Casas, viviendas y hogares en la historia de Mxico, Mxico, El Colegio de Mxico, 2001, pp. 207-
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Particularmente, el trabajo de nuestro arquitecto, en este rubro, no ha sido estudiado. En
ello estriba la importancia y novedad del presente trabajo, y su pertinencia.
Del universo documental que he localizado y en el que el arquitecto Cristbal de
Medina Vargas interviene, he privilegiado para este trabajo varios contratos para
edificacin o reparacin, documentos que contienen las memorias y condiciones de
obra y que fueron elaborados en el periodo de 1668 1688.
La mayora de ellos se encuentran acompaados de la escritura suscrita ante los
escribanos por las partes. Sin embargo, existe el caso en el que solamente he localizado
las memorias y condiciones de la obra. Todos ellos los he utilizado para establecer un
mejor perfil del inmueble estudiado, sus ocupantes y las relaciones comerciales que se
originan de ellos. Estos folios, son nuevas opciones ante el desconocimiento que se tiene
del ejercicio de la arquitectura durante el siglo XVII.
La pertinencia de este ensayo responde a una revisin de lo anteriormente
mencionado bajo dos lneas de investigacin. La primera de ellas se refiere al trabajo
profesional del arquitecto Cristbal de Medina Vargas en la arquitectura civil; la segunda
se enfoca hacia el anlisis de la casa habitacin novohispana, de manera particular, las
construcciones de este arquitecto en dicho rubro.
Considero que en los estudios de Historia del Arte sobre arquitectura habitacional son
necesarios los anlisis especializados sobre el quehacer arquitectnico; estas
investigaciones darn luz sobre importantes temas de la sociedad novohispana. Un mayor
230. Sonia Lombardo de Ruiz, La vivienda en una zona al suroeste de la plaza mayor de la ciudad de Mxico en Casas, viviendas y hogares en la historia de Mxico, Mxico, El Colegio de Mxico, 2001, pp. 109-146. Rosalva Loreto Lpez, La casa, la vivienda y el espacio domstico en la Puebla de los ngeles del siglo XVIII en Casas, viviendas y hogares en la historia de Mxico, Mxico, El Colegio de Mxico, 2001, pp. 109-146.
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comprensin de esta sociedad puede surgir de conocer los espacios que habitaron sus
dueos, sus relaciones con los constructores, y sus gremios y el mundo relacionado con la
construccin, los materiales, las leyes que regan la relacin entre propietario y
contratados; las normas constructivas y las necesidades de los dueos e inquilinos.
A travs de la presente investigacin me interesa establecer la relacin que persiste
entre la casa habitacin y la sociedad novohispana; debe reconocerse la vivienda
edificada, durante el periodo que me ocupa, como uno de los productos sociales, en el
que el arte arquitectnico muestra la intencionalidad del artista y de sus dueos, para
responder a las problemticas del momento. Creo que el tipo de casa de los estamentos
medios permite conocer la cultura de las clases subalternas.22
Memorias y condiciones de la obra
Tomando en cuenta que una de las caractersticas que han determinado la seleccin de
estos corpus documentales son las memorias y condiciones de obra, me interesa hacer
algunas precisiones sobre este tipo de documentos. stas contenan la descripcin del
proyecto arquitectnico o parte de l;23 tambin se utilizaba a manera de proyeccin, para
indicar la obra a realizar o partes de la misma.
Las memorias y condiciones suscritas por de Medina Vargas sealan, sin ser
exhaustivo el texto, aspectos como medidas de los solares, de los paramentos, de los
corredores y de las alturas; pero genricamente omiten mencionar el nmero de
habitaciones y su distribucin. Pero hay espacios, soluciones o detalles de las obras que
menciona cabalmente como: medidas de algunos elementos arquitectnicos, materiales y
22 Carlo Ginzburg, El queso y los gusanos. El cosmos segn un molinero del siglo XVI. Barcelona: Ediciones Pennsula, Ocano, 1976, p. 10. 23 Vocabulario Arquitectnico Ilustrado, Mxico, Secretara de Patrimonio Nacional, 1975, p. 296.
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tcnicas. Por ello considero que estos documentos, en cada caso, dan luz sobre el trabajo
de nuestro arquitecto, los tipos de casa habitacin que edific y las dependencias que
integr a sus edificaciones.
Estos escritos eran elaborados en papel comn y, en la mayora de los casos
revisados; fueron adosados a la escritura para comprometer el trabajo del arquitecto.24 En
estos folios se establecan las obligaciones para que la obra fuera cabalmente realizada;
en su defecto, el arquitecto debera modificar las condiciones, corregirlas y terminarlas
conforme al compromiso establecido, todo a su costa, o bien pagar las rentas que los
propietarios dejasen de recibir por retraso en su entrega.
En el expediente que forman las memorias y condiciones y la escritura, se establecan
las circunstancias econmicas y legales, y, a stas, quedaban sumadas las arquitectnicas.
As, se constituyen las condiciones de pago, las sanciones por incumplimiento del
arquitecto, las garantas que aporta y el fiador u obligado solidario.25 Las condiciones que
nuestro edificador acataba lo llevaron a hipotecar sus casas como garanta.26 Los
propietarios tambin firmaban la escritura;27 sin embargo, en la suscrita por las religiosas
de Balvanera, todas estamparon su rbrica, lo que muestra la instruccin que reciban.
24 Acervo Histrico del Archivo General de Notaras del Distrito Federal. (En adelante AHN), Notario 382 Juan de Marchena, Libro 2533, 13 de julio de 1685, f. 134v. 25 Fiador Se aplica al que responde por otro. Se aplica a diferentes cosas o dispositivos que sirven para asegurar algo. Mara Moliner, Diccionario de uso del espaol. 2Vols., Madrid: Gredos, 2007, p. 1352. 26 El arquitecto incluso lleg a solicitar la firma de su cuado Juan Snchez de Cuenca el mozo, como fiador; en otras ocasiones la presencia de su esposa, la que no sabiendo escribir pidi que un testigo lo hiciese a su nombre, como si hubiera sido un acto de fe 27 En caso de no saber firmar, poda hacerlo un testigo, como sucedi con la propietaria de la casa ubicada en la calle de los Mesones, Doa Mara de Campos. AHN, Notario No. 383 Diego de Marchena, Libro 2541, 19 de diciembre de 1684, f. 163v.
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En el momento de la firma de la escritura, el arquitecto mostraba las memorias y
condiciones, realizadas previamente, y la planta y montea,28 que en algunos ttulos
tambin ha sido llamado mapa.29 Este ltimo documento, que ocasionalmente fue
firmado por el escribano y los contratantes, quedaba en manos de los propietarios, como
en los folios de la casa ubicada en la calle de Mesones.30 Este pliego serva para validar y
hacer entendible la obra a realizar; era la proyeccin de una realidad virtual que satisfaca
a los contratantes.31 Los propietarios, al trmino de la fbrica podran consultar con otro
arquitecto sobre la calidad de la obra entregada por Medina Vargas; en caso de
observaciones, nuestro constructor realizara sin algn otro pago las correcciones
solicitadas.
Son diez los corpus documentales que sustentan esta investigacin, es decir, son diez
los inmuebles que renen las caractersticas documentales que he mencionado. En el
entendido de que el anlisis e identificacin de cada uno de estos folios me ha llevado a
constituirlos en un corpus documental.32 Los siete primeros ofrecieron informacin que
ayudan a sustentar el anlisis de los ltimos tres. He privilegiado stos ltimos porque no
slo detallan las memorias y condiciones de la obra: adems aportan riqusima
informacin del inmueble, de su arquitecto y de sus poseedores.
28 Planta 1) Figura que forma sobre el terreno la cimentacin de un edificio, 2) Dibujo de esta figura. Seccin horizontal de los muros de un edificio o indicaciones sobre un plano de proyeccin horizontal, de la situacin relativa de muros y tabiques con los diversos huecos, tales como los de las puertas y ventanas, salientes y entrantes, chimeneas, columnas, pilastras, etc. Vocabulario Arquitectnicoop. cit., p. 346. Montea Dibujo geomtrico al trazo, que representa el plano, corte, elevacin y detalles de un edificio. Vocabulario Arquitectnicoop. cit., p. 306. 29 AHN, Notario No. 383 Diego de Marchena, Libro 2541, 20 de noviembre de 1684, f. 161v. 30 Ibid., 19 de diciembre de 1684, f. 162. 31 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2499, 21 de mayo de 1668, f. 126v. Cabe mencionar que la produccin grfica de ese momento era poca y la posibilidad de un dibujo representaba un importante avance. 32 Luciana Duranti, Diplomtica: usos nuevos para una antigua ciencia. Sevilla: S&C ediciones, 1996, p. 152.
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Las primeras obras que detallo, son cinco propiedades de particulares. Buen ejemplo
es la casa de Doa Mara de Campos, viuda del capitn Don Matas de Cuenca, ubicada
en la calle que viene de los Mesones al hospital de Jess Nazareno. Esta obra requiri
diversas reparaciones y adaptaciones pero los dos instrumentos que he localizado sobre
esta edificacin no aportan los elementos necesarios para conocer, ni la ubicacin exacta
de la obra, ni las medidas del solar.33 Por las memorias y condiciones de obra realizadas
el del 20 de noviembre de 1684,34 y escriturada el 19 de diciembre del mismo ao se sabe
que en la propiedad en cuestin exista una casa principal, una casita que el arquitecto
describe como de la calle y una casita accesoria con tienda y trastienda.35
A pesar de que nuestro arquitecto realiz dos obras para el capitn Cristbal Tamariz
de Carmona, heredero de mayorazgo por la muerte de su to el capitn Don Diego de
Vasconcelos y Paz, es reducida la informacin al respecto. La primera escritura fue
suscrita el 13 de julio de 1685 para construir una casa en la esquina de la cacaguatera
que est en la calle de San Agustn.36 En el contrato asienta que la obra quedara
concluida en cuatro meses con un costo de mil cuatrocientos pesos, durante este tiempo la
accesoria de la esquina deba permanecer desocupada por el arrendatario. Resalta el
hecho de que el arquitecto debera recibir parte del pago de manos de terceras personas,
quienes tenan libranzas a favor del capitn Tamariz.37 La segunda escritura se firma el 9
33 Dato publicado en Mina Ramrez Montes, Catlogos de documentos de arte. Archivo de Notaras de la ciudad de Mxico, Protocolos I. Mxico: UNAM, IIE, 1993, p. 18. 34 AHN, Notario No. 383 Diego de Marchena, Libro 2541, 20 de noviembre de 1684, fs. 160r.-161v. 35 Ibid., 19 de diciembre de 1684, fs. 162r-163v. AHN, Notario No. 383 Diego de Marchena, Libro 2541, 20 de noviembre de 1684, f. 160r. 36 AHN, Notario No. 382 Juan de Marchena, Libro 2533, 13 de julio de 1685, fs. 134r.-135v. 37 Libranza Orden de pago que se da, ordinariamente por carta, contra alguien que tiene fondos a disposicin de quien la expide, la cual, cuando es a la orden, equivale a la letra de cambio. http://lema.rae.es/drae/?val=libranza. Diccionario de la Lengua Espaola. Consultado 4 de octubre de 2012
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de octubre de 1688,38 ahora por la construccin de una parte de una casa en la calle de
Capuchinas. En ambos casos se elaboran memorias y condiciones de la obra,39 pero la
documentacin se encuentra incompleta y carece de datos suficientes para su ubicacin
exacta.
De las reparaciones que Medina Vargas realiz en la casa ubicada en la calle que
viene del colegio de las nias al Convento de Regina Celi, propiedad de Hernando
Gutirrez Layado y de doa Ana de Bribiesca, su mujer, solamente he encontrado las
memorias y condiciones de obra. Esta es una situacin atpica, ya que forma parte de uno
de los libros del Notario No. 6 Jos de Anaya. Este documento de fecha 29 de junio de
1672 no aporta medidas del solar; slo menciona que tena una casa principal y una casita
de alquiler que daba a la calle.40
Otro contrato para la reparacin de una casa en la calle de Donceles qued registrado
el 31 de octubre de 1676.41 Este documento est firmado por Cristbal de Medina y el
licenciado Fulgencio Zapata y Vique, y aunque se encuentra incompleto nos permite
concluir que las reparaciones tendran un costo de mil seiscientos pesos.
Adems de los cinco inmuebles mencionados, localic dos conciertos ms, los cuales
corresponden a obras realizadas para congregaciones religiosas. Por ejemplo, la firmada
el 5 de julio de 1673 por los padres del Oratorio de San Felipe Neri y Cristbal de
Medina, que corresponde a la reparacin de una casa que posean en la calle del guila
38 AHN, Notario No. 382 Juan de Marchena, Libro 2535, 9 de octubre de 1688, fs. 114-116v. 39 Dato publicado en Ramrez Montes, op. cit., p. 38-39. 40 AHN- Notario 6 Jos de Anaya, 29 de junio de 1672, f. 273r.-274v. Este documento es mencionado en Fernndez, Arquitectura, op. cit., p. 138. 41 AHN, Notario 382 Juan de Marchena, Libro 2528, 31 de octubre de 1676, fs. 121v.-125v. Dato publicado en Ramrez Montes, op. cit., p. 34.
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(hoy Cuba).42 Los folios indican que la propiedad tena de frente doce varas de largo, las
cuales corran de Oriente a Poniente en la que haba una casa principal y una accesoria;
en la traza de la ciudad de Mxico puede apreciarse que el lado mayor de las manzanas
corra en este sentido.43 Una constante en las casas-habitacin de nuestro arquitecto es el
espacio comercial, paradigma que repite en estos trabajos, bajo diferentes
interpretaciones.
El documento referente a una ltima propiedad de este grupo de siete, afirma que las
memorias han sido exhibidas por el arquitecto ante el escribano y que queda insertada en
la escritura. Este inmueble perteneca a los frailes del convento de San Agustn. El folio
se firm el 16 de junio de 1677.44 En este caso, de Medina Vargas edificara una casa alta
en la esquina de la calle del Arco, que da vuelta a la ermita de Monserrat, que por la
cantidad de ocho mil pesos la entregara en dieciocho meses. El solar tena diez y seis
varas y dos tercias de Norte a Sur y treinta y siete varas de fondo de Oriente a Poniente.
Por lo que de las memorias se infiere, se trata de una casa con cochera cuya portada
principal quedara frente a la capilla de San Agustn, adems habra una accesoria en la
esquina, dotada de tres habitaciones, en una de las cuales se establecera una
cacaguatera.45
42 AHN, Notario 382 Juan de Marchena, Libro 2527, 5 de julio de 1673, f. 116v.-119v. Dato publicado en Ramrez Montes, op. cit., p. 33. 43 Fernndez, La arquitectura de la ciudad, op. cit., 1987, p. 59. 44 AHN, Notario 382 Juan de Marchena, Libro 2529, 16 de junio de 1677, fs. 189r.-195. Dato publicado en Ramrez Montes, op. cit., p. 35. 45 De lo anterior deseo mencionar que el censo de 1689 registra que en esta accesoria Esteban Valero de Alfaro tena una cacahuatera. Ignacio Rubio Ma, Gente de Espaa en la ciudad de Mxico, Ao de 1689 en Boletn del Archivo General de la Nacin, Segunda Serie, Tomo VII, Nms. 1-2, Mxico: Secretara de Gobernacin, AGN, Palacio Nacional, 1966, p. 29-30. Una cacahuatera antiguamente era una tienda de comestibles. Eduardo Bez Macas, Planos y censos de la Ciudad de Mxico 1753 en Boletn del Archivo General de la Nacin, Segunda Serie, Tomo VII, Nms. 1-2, Mxico: Secretara de
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Los tres corpus documentales restantes imponen diferentes anlisis y abordajes. La
informacin que arrojan me ha permitido organizarlos bajo dos hilos conductores. Esto se
debe a que no slo otorgan informacin del inmueble y su constructor, sino que de igual
manera me han llevado a reconocer a sus propietarios, a quienes habitaban o trabajaban
en esos espacios, a analizar el desempeo profesional de nuestro arquitecto y, en un par
de casos, a identificar su ubicacin.
Estos dos hilos conductores, columnas de este ensayo, responden a intereses distintos.
El primero es el anlisis de una casa unifamiliar propiedad de particulares, en la que se
sitan espacios para un establecimiento comercial y alberga accesorias para renta. Las
otras propiedades pertenecen a rdenes religiosas y el encargo que hacen al arquitecto
responde a la intencin de edificar casas que, por sus caractersticas, sern rentadas a
estamentos medios-altos de la sociedad. Por la informacin que aportan, he privilegiado
estos conjuntos documentales porque son, desde mi punto de vista, tres interesantes micro
historias. Cabe sealar que estos inmuebles son el vehculo por el que transitar con la
intencin de responder a las hiptesis de esta investigacin.
Considero que el anlisis de las relaciones entre la casa habitacin y la sociedad
novohispana son fuente de conocimiento e informacin para reconocer el medio social
del siglo XVII virreinal. Pretendo que la documentacin que he seleccionado para esta
investigacin revele situaciones bsicas y puntuales que soporten las diferentes hiptesis
que planteo.
De manera especfica, las memorias y condiciones de obra que abordan el trabajo de
Cristbal de Medina contienen las soluciones arquitectnicas que plane para cada Gobernacin, AGN, Palacio Nacional, 1966, p. 409. El sitio ha sido identificado pero lamentablemente la edificacin ha desaparecido y en su lugar se encuentra un edificio que aloja en la planta baja una cafetera.
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edificacin. De igual manera sealan los compromisos adquiridos por el constructor y las
penas a las que sera acreedor en caso de incumplimiento. Otro documento relevante fue
la planta y montea, que ofreci nuevas posibilidades para la mejor comprensin de las
propuestas del arquitecto.
Los paradigmas constructivos que de Medina Vargas desarroll para la vivienda
media ofrecieron novedades en las casas habitacin. Alejado de solares de gran tamao y
de importantes caudales, este tipo de casa resolvi con restricciones econmicas y
espaciales, las necesidades de una sociedad inmersa en crisis econmica y en crecimiento
poblacional, que requera espacios para vivir.
El arquitecto tuvo que tomar precauciones para la salvaguarda de sus edificaciones.
Su constante labor profesional en obras religiosas, civiles y para el Ayuntamiento de la
Ciudad, lo hacan consciente de los problemas ocasionados por temblores e inundaciones.
Los mltiples materiales de los que ech mano el arquitecto tenan caractersticas que
respondieron a las necesidades especficas del sitio en el que se colocaban. En ellos se
privilegiaba la calidad y la economa.
Las habitaciones y servicios de la vivienda fueron distribuidos conforme a los
requerimientos de los ocupantes, privilegiando la planta noble para los dueos. La
inclusin de accesorias en las propiedades respondi a demandas habitacionales y
econmicas, siempre a favor de los propietarios. Ellos mismos buscaron destacarse a
travs de ornamentaciones, soluciones arquitectnicas o la pintura de sus fachas, siempre
tras el prestigio y el reconocimiento social.
Este conocimiento se revelar a partir de conocer las pautas establecidas en los
contratos de obra, las relaciones laborales, la responsabilidad del arquitecto, las sanciones
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y penas por incumplimiento, los materiales, los costos de obra y las garantas que el
inmueble ofreca al particular, tanto en condiciones mercantiles como inmobiliarias.
Infiero que estas fuentes aportarn luz sobre la utilizacin de materiales y tcnicas nuevas
para ese momento. Esta informacin ser el camino para la identificacin de elementos
que sirvan para restaurar, datar y atribuir obras de las que no tenemos informacin.
Uno ms de los aspectos que me parece fundamental considerar son las
transformaciones ornamentales y de elementos arquitectnicos que aparecen o se omiten
en los inmuebles, tales como nichos y espacios para renta, entre otros. Analizar la
inclusin y desaparicin de elementos en la vivienda nos habla de manifestaciones
ideolgicas y sociales. Buen ejemplo de ello est referido a la expresiva religiosidad de la
sociedad novohispana.
Casa de la panadera, Santsima Trinidad
Para entrar en materia, iniciar con una casa de particulares con giro comercial. Este
corpus documental se refiere a la propiedad de Juan de los Reyes y Mara de Castaeda
su mujer, vecinos de esta ciudad quienes el 21 de mayo de 1668,46 firmaron escritura
con Cristbal de Medina Vargas, para construir una casa de panadera, con un costo total
de siete mil cincuenta pesos de oro comn en reales.47
Una casa de panadera en el mundo novohispano, generalmente era propiedad de
espaoles peninsulares o de sus descendientes dedicados al pequeo comercio, sin formar
parte de los grupos ms acaudalados. Sin embargo, el trabajo operario de una panadera
46 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2499, 21 de mayo de 1668, fs. 125v. 134v. 47 La mayora de los residentes espaoles, criollos o gachupines, no eran ricos; muy pocos de ellos posean algn inmueble. Pilar Gonzalbo Aizpuru, La vida en la Nueva Espaa en Historia mnima de la vida cotidiana en Mxico. Mxico, El Colegio de Mxico, 2010, p. 64.
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estaba en manos de indios y mestizos, 48 estos ltimos eran los conocedores del oficio, es
decir, los verdaderos panaderos.49
Los panaderos formaron un gremio y su produccin predominantemente era
artesanal.50 Sin embargo, en algunas panaderas, por el nmero de operarios que
trabajaban, la alta produccin y la organizacin para la venta y distribucin, sus
productos llegaban a ser, en cierta forma, industriales.51 Un promedio de 14 operarios
trabajaban en cada panadera;52 produciendo tanto pan de basto (ordinario o tosco), como
pan floreado (hecho con la flor de la harina).53
La casa de panadera que Cristbal de Medina deba construir para Juan de los Reyes
se ubicara, segn los documentos, a las espaldas de la iglesia de La Santsima Trinidad
en la calle que viene del convento de religiosas de la Seora Santa Ins (hoy calle de
Emiliano Zapata). El arquitecto dice que sobre esta calle, el solar mide: en todo su largo
treinta y siete varas [30.8 m.] que corren de oriente a poniente; y para la otra parte y calle
48 Con la instalacin de los primeros molinos de trigo en el siglo XVI, inici la operacin de las incipientes panaderas bajo la reglamentacin gubernamental. Ernestina Arreola Izquierdo, De oficio panadero. (Testimonios de panaderos michoacanos). Morelia: CONACULTA, D.G.C.P.I, 2003, p. 24. 49 Virginia Garca Acosta, Las panaderas, sus dueos y trabajadores. Ciudad de Mxico. Siglo XVIII. Mxico, DF: Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologa Social, Ediciones de la Casa Chata, 1989, p. 69. 50 Jos Antonio de Villaseor y Snchez, Theatro americano. Descripcin general de los reinos, y provincias de la Nueva Espaa, y sus jurisdicciones. Mxico: Editora Nacional S. A., 1952, Libro 1, p. 58. 51 Garca Acosta, op. cit., p. 34 52 Ibid., p. 150. 53 En esta mercanca existan diferencias en el precio, as como en el pblico consumidor al que estaba destinado. Por ello el pan floreado era el que se venda en las panaderas y el pan comn era remitido para su venta a las pulperas. Las panaderas se localizaban ms bien hacia el centro de de la ciudad, donde resida la poblacin con mayores recursos [] Las pulperas [] estaban diseminadas en la ciudad, encontrndose en la periferia, donde viva la gente pobre. Garca Acosta, op. cit., pp. 27-30.
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que atraviesa a la acequia,54 tiene treinta y dos varas [26.72 m.] de largo que corren de
norte a sur;55 es decir, una superficie de 825.38 m2.
El Plano de localizacin de bienes inmuebles histricos publicado en el Catlogo
de monumentos histricos INAH (Fig. 2),56 ha sido uno de los instrumentos que he
utilizado para tratar de ubicar la obra. Este documento me ha permitido establecer una
posible localizacin del inmueble en materia. La Planta de Mxico de Juan Gmez de
Transmonte realizada en 1628 (Fig. 3),57 seala el espacio objeto de este anlisis, sin
ninguna edificacin y slo es posible distinguir la acequia que corre al lado del solar. Por
otra parte, el Plano General de la Ciudad de Mxico (Fig. 4), 58 corrobora que al lado del
predio, ya ocupado, sigue pasando a un costado la acequia. El precio de este sitio debi
ser bajo, comparado con los solares aledaos a la Plaza Mayor; por situarse hacia el
Oriente de la ciudad y en direccin hacia la laguna de Texcoco.59 Pero dentro de su
mbito espacial, la ubicacin en esquina y a lado de la acequia, elevaba el precio de
venta o de alquiler.60
Infiero que la casa de panadera que Medina Vargas edific se encuentra, bajo la
nomenclatura actual, en la esquina que forman la calle de Emiliano Zapata y la Calle de
San Marcos, en el centro histrico de la Ciudad de Mxico. Las diferencias que surgen
54 Las acequias, calles de agua formaban parte del entramado urbano de nuestra ciudad. 500 Planos de la Ciudad de Mxico 1325 1933, op. cit., p. 18. 55 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2499, 21 de mayo de 1668, f. 126 v. 56 Catlogo nacional de monumentos histricos inmuebles: Centro Histrico de la Ciudad de Mxico: Permetro A, 3 Vols., Mxico, INAH, 1988, p. 10-11. 57 Este documento actualmente se encuentra en la Biblioteca Mendicea Laurenziana en Florencia 58 Plano General de la Ciudad de Mxico, editado por Debray en 1875, Archivo Histrico del Distrito Federal. 59 Villaseor y Snchez, op. cit., p. 60. 60 Pilar Gonzalbo Aizpuru, Familias y viviendas en la capital del virreinato en Casas, viviendas y hogares en la historia de Mxico. Mxico: El Colegio de Mxico, 2001, p. 87.
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entre el documento en cuestin y la actual edificacin posiblemente responden a los
mltiples acontecimientos que la edificacin ha enfrentado a travs del tiempo.
Esta propiedad ha sido catalogada como monumento histrico por el INAH. Por tal
motivo, estn disponibles algunos datos del inmueble. Ellos me han dado a conocer que,
la superficie del solar sealada por nuestro arquitecto y la que muestra esta publicacin
son similares, es decir el predio no ha sido fraccionado (Fig. 5). Asimismo, me ha sido
til para saber que en la actual edificacin los paramentos maestros miden 80 cm. Por su
parte, Cristbal de Medina seal en su documento que estas paredes tendran el grosor
de una vara; una vara son 83.5 cm. Esta medida est especificada solamente para los
paramentos de la planta baja, ya que los del primer nivel sern ms angostos, midiendo
tres cuartos de vara (62.5 cm.).
Pero el sustento de la edificacin, en correspondencia con los paramentos maestros,
son los cimientos. La importancia de estos elementos constructivos es fundamental
porque ellos deben soportar y distribuir el espeso del edificio sobre el terreno.61 Por tal
motivo si las dimensiones del muro maestro eran de una vara, el cimiento sera de una
vara y cuarta (1 m. aproximadamente) y la profundidad del mismo de vara y media (1.20
m. aproximadamente).
Por otra parte, despus de la Gran Inundacin de 1629 se hizo necesaria la
reedificacin de la mayora de los edificios de la Ciudad.62 Con tal experiencia, las
nuevas construcciones requeran una alta previsin en su factura. Esta inundacin aneg
la ciudad por cinco aos, trayendo como consecuencia el abandono y derrumbe de un
61 ngel Hidalgo Bahamontes, Construccin de cimientos. Barcelona: Ediciones CEAC, 1991, p. 5. 62 Ayala, Casas, op. cit., p. 12.
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75% de sus casas.63 Poco tiempo despus de la tempestad, muchos viviendas que estaban
an en pie, amenazaban con derrumbarse;64 por tal motivo, algunas construcciones
tuvieron que ser demolidas.
Sobre esto ltimo, nuestro arquitecto indic una solucin que salvaguardara sus
obras. El recurso que otorg ante el peligro de inundaciones, fue la elevacin de los
cimientos de los paramentos maestros. El documento indica que los cimientos seran
media vara (41.5 cm.) ms altos que el nivel de la calle;65 solucin que tambin registr
en las memorias y condiciones de la obra de la calle del Arco.66 Los desbordamientos que
haban hecho estragos en la Ciudad, llevaron a Medina Vargas a preveer que el agua no
entrase en sus obras, especialmente en la edificada a un costado de la acequia.
Musset considera que estos fenmenos llevaron a que desde el siglo XVI se
construyeran casas tipo fortalezas, con cimientos slidos y muros anchos;67 esta
condicin es palpable en la casa de panadera. Adems de los slidos cimientos, el muro
de la esquina presenta un engrosamiento desde el nivel de la banqueta y hasta dos tercios
de la altura. Es decir, el punto de unin de los dos paramentos maestros que hacen
esquina, presentan una solucin de mayor fortaleza a manera de contrafuerte (Fig. 6).68
De vital importancia es la distribucin de las cargas sobre el solar, con la intencin de
equilibrar el peso de la edificacin buscando la menor fatiga del terreno y por lo tanto
63 Flores Marini, op. cit., p.25-26. 64 Richard Everett Boyer, La gran inundacin. Vida y sociedad en Mxico (1629-1638). Mxico: Sep setentas. 1975, p. 28. 65 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2499, 21 de mayo de 1668, fs. 127r. 66 AHN, Notario 382 Juan de Marchena, Libro 2529, 16 de junio de 1677, fs. 190v. 67 Musset, op. cit., p. 129-130. 68 Deseo agradecer los valiosos comentarios del Dr. Hugo Antonio Arciniega sobre ste y otros puntos de este ensayo.
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menores hundimientos.69 Sin embargo, los cimientos de los atajos mediran tanto de
ancho como de profundo, tres cuartas (62.62 cm.) de vara dimensiones menores que los
de los paramentos maestros y seran estacados con cedro.
En este espacio Medina Vargas se comprometi a fabricar [] una casa principal de
trato de panadera; y accesorias a ella, cinco casitas de alquiler con los cumplimientos que
se contienen.70 La conjuncin de los documentos ha sido vital para esta atribucin, con
el apoyo de fotografas del Catlogo del INAH y visitas a la edificacin, podemos
suponer que las casas de alquiler que define Medina Vargas se pueden identificar (Fig. 7).
As, como qued asentado en el contrato, de las cinco casitas accesorias que edificara,
tres de ellas caeran hacia la calle que viene de Santa Ins (Emiliano Zapata), las cuales
deban ser entregadas en un plazo de seis meses. Las dos casitas restantes seran
entregadas al ao de la firma de la escritura; de modo que se ubicaran hacia la actual
calle de San Marcos. Estas casas accesorias tendran sala, recmara, pasillos y aposentos.
Derivado de los espacios, este tipo de vivienda sera destinada tambin para comercio
o taller, en el que los arrendatarios pudieran vivir. Las rentas de estas viviendas
generaran importantes ingresos; su ubicacin e independencia de la casa principal, por la
puerta y ventana que daba a la calle, les otorgaban un alto valor. 71
El arquitecto menciona que en las dos fachadas que caeran hacia la calle, los vanos
de puertas y ventanas deban ser de piedra de cantera. Con ello existe una coincidencia
ms para la atribucin del inmueble sealado, ya que mantiene vanos para puertas y
ventanas en este material aunque no es el original. Ello me permiti ubicar tres 69 Hidalgo, op. cit., p.7. 70 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2499, 21 de mayo de 1668, fs. 126v. 71 Gisela von Wobeser, "Dime en qu patio vives y te dir quin eres" en Muchas Moradas hay en Mxico. Mxico: UNAM-INFONAVIT, 1993, p. 55.
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casitas sobre la calle que viene de Santa Ins y dos sobre San Marcos; hoy en da estos
lugares son accesorias en servicio, que alojan comercios.
La casa principal tendra al centro, el patio enmarcado por los corredores que
comunicaran a cada una de las viviendas. Uno de los puntos que me genera duda sobre la
edificacin es que en la actualidad la casa principal no permanece, en el rea en la que
debi estar edificada, slo se encuentra un amplio patio (Fig. 8). Confo en que la
investigacin posterior aportar ms datos sobre el inmueble.
Son trescientos cuarenta y cuatro aos los transcurridos desde el momento que
Medina Vargas suscribi estas memorias y condiciones, lapso en el que invariables
cuestiones pudieron llevar a la desaparicin de la casa principal. Como las diversas
necesidades de los habitantes por lo que pudo ser demolida o posiblemente haya sido
afectada por fenmenos naturales, como inundaciones o temblores.72
Siguiendo con los espacios edificados, la planta baja inclua: una habitacin para el
mayordomo, aposento de harinas y amasijo con su cama para el tendido del pan; rea en
la que se colocara el horno envigado y tres habitaciones como viviendas para los
indios.73 Es decir: a un lado de los lugares de trabajo, estaban los sitios que habitaran los
72 Un evento de esta naturaleza llev al derribo de una casa de panadera. sta se ubicaba en la segunda cuadra de la calle de las Damas (hoy Bolvar). El incidente se refiere de esta manera: la casa se haba cuarteado en todas direcciones [] y desplomado considerablemente el ltimo piso, por lo que se dispuso, entre otras cosas, que se mudaran los harineros. Concepcin Amerlinck, Relacin histrica de movimientos ssmicos en la Ciudad de Mxico (1300-1900). Mxico: Desarrollo Social, SOCICULTUR, 1996, p. 78. 73 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2499, 21 de mayo de 1668, f. 129r.
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indios.74 Ya fuera en calidad de trabajadores o esclavos, la cantidad de habitaciones
destinadas a ellos indica que era un grupo numeroso.75
Dentro del conjunto de trabajadores, existan los voluntarios que se contrataban por
un salario, y los forzados; stos eran reos o condenados enviados por las autoridades
competentes a cumplir condenas, trabajando en las panaderas, previo pago por parte del
dueo de stas.76 A los reos que no merecan pena capital se les venda, por periodos de
ocho a diez aos por la cantidad ciento y ochenta pesos, y de cincuenta a los que tenan
culpas menores;77 estos trabajadores no reciban pago, solamente los alimentos. 78
El establecimiento de una panadera requera lugares e instalaciones especializadas.
En el caso de que fuese instalada en una casa particular, era denominada generalmente:
casa-panadera. En ella deberan instalarse uno o varios hornos, tener un buen abasto de
agua y espacios suficientes para la sala de tornos o cernidor; el amasijo; el patio con el
horno; una o dos bodegas para la lea, harina y aperos, conocidas tambin como leero y
74 En estos sitios podra haber esteras de palma u hojas de tule como lechos para dormir. Federico Gmez de Orozco, El mobiliario y la decoracin en la Nueva Espaa en el siglo XVI. Mxico: UNAM, IIE, 1983, p. 34. 75 Esto indica el lugar que los indios ocupaban dentro de la sociedad novohispana y su forma de consideracin; seala la baja estima de que eran objeto; al grado de que fueron denominados en muchas ocasiones: perros u otros apelativos denigrantes. Relacin del obispo-virrey Juan de Ortega Montanz a su sucesor (1696), en Ernesto de la Torre Villar, Instrucciones y memorias de virreyes. Mxico: Porra, 1991, p. 660. Sin ser considerados dentro de las castas (Gonzalbo, La vida en la nueva , op. cit., p. 62.) resultado del mestizaje, eran sealados como gente melanclica y pusilnime, pero atroz, vindicativa, supersticiosa y mendaz: sus torpezas, robos y barbaridades dan pocas prendas de su aprovechamiento espiritual. Relacin que de orden del rey dio el virrey de Mxico Don Antonio Sebastian de Toledo, Marqus de Mancera (1664-1673) a su sucesor el excelentsimo Seor Don Pedro Nuo Coln, Duque de Veragua en 22 de octubre de 1673 en Torre Villar, op. cit., p. 585. 76 Garca Acosta, op. cit., p. 80. 77 Garca Acosta, op. cit., p. 81, Apud, Martn, Norman F. (prlogo y notas). Instruccin del Virrey Marqus de Croix que deja a su sucesor Antonio Mara de Bucareli, Mxico, D. F: Editorial Jus, S. A., 1960, p. 63. 78 As como los convictos, de igual manera fueron reclutados mendigos de la calle, por tal motivo tanto a los reos y mendigos se les encerraba para trabajar. Por lo anterior reciban trato de prisioneros, asegurndolos con grilletes de fierro. Exista otra condicin de trabajadores dentro de las panaderas, estos eran los retenidos por deudas; muchos de ellos fueron encerrados en calidad de esclavos, pagando sus compromisos con trabajo. Garca Acosta, op. cit., p. 76-82.
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harinero y sitio para la vivienda del dueo y operarios, y la accesoria para la venta del
pan.79 Esta edificacin como otras del mismo giro, tenan las reas productivas en la
planta baja;80 posiblemente alguna parte fue destinada para la venta del pan.81
En la planta alta, sobre el cuarto del mayordomo, se incluira espacio para oratorio
escritorio,82 tres habitaciones para la familia y, sobre los cuartos de los indios cocina con
fogn y chimeneas, as como los aposentos para las mozas.83 La azotea estara situada
sobre el cuarto de harinas, para que en ella la chimenea desalojara los humos. Cabe
sealar que, el que una casa familiar tuviese oratorio indicaba que sus poseedores podan
realizar ritos dentro de su hogar, adems de contar son suficientes recursos econmicos,
para pagar la merced o concesin por estas celebraciones.
Por otro lado, todos los vanos de la casa recibiran un tratamiento especfico. A los
destinados a ventanas del piso superior, que daban a la calle, les seran colocadas
contraventanas o lo que el arquitecto denomina puertas falsas, las cuales seran sujetadas
con bisagras y aldabas.84 El documento en cuestin indica que en algunas de ellas, se
instalaran balaustres de cedro torneados. De igual manera, seala que en las ventanas de
la sala principal sobre las puertas del primer nivel se debera poner un balcn volado de
fierro de dos varas y media de largo (2.08 m.). En esta misma habitacin se haran dos
alacenas con puertas de cedro, cerraduras y llaves.
79 Ibid., p. 55-56. 80 Wobeser, op. cit., p. 56. 81 Lombardo, op. cit., p. 131. 82 Escritorio s. XVI al XX. Aposento donde tienen su despacho los hombres de negocios. Martn Alonso Pedraz, Enciclopedia del idioma. Diccionario histrico y moderno de la Lengua Espaola (Siglos XII al XX). Madrid: Aguilar, 1958. Tomo II, p. 1822. 83 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2499, 21 de mayo de 1668, fs. 129r.-129v. 84 Contraventana Postigo que cierra el hueco de una ventana por la parte de fuera. Puerta-ventana que se pone en la parte de afuera para mayor resguardo de las ventanas y vidrieras. Vocabulario Arquitectnicoop. cit., p. 144.
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Otro lugar en el que se colocara puerta con llave era el aposento de pajar o del
salvado, sitio que se ubicara debajo de la escalera. En el arranque de sta misma, se
instalara puerta con cerradura y llaves. La instalacin de una puerta al inicio de la
escalera indica que se buscaba salvaguardar los espacios que se encontraban detrs de
sta, ya sea de robo o de presencias inoportunas, situaciones probables ante la constante
actividad de diferentes personas dentro de la casa. En cierta manera la escalera era la
frontera entre los ocupantes principales y quienes vivan en los bajos. 85
Pero no slo las descripciones de los espacios de las accesorias coinciden, entre el
documento y la edificacin en pie. De igual manera, los acabados y ornamentaciones se
encuentran a la par. El documento tambin indica que los vanos de la fachada, tanto de
puertas como de ventanas, deberan ser elaborados con piedra de cantera; as como los
canales que llevaran las aguas a la calle, y stos ltimos, con sus caones de plomo.86
Del mismo modo, se anota que el pretil sera de dos tercias de vara de alto, y embebidos
en l, estaran los canales de desage, elementos presentes en la casa ubicada en Emiliano
Zapata No. 74 (Fig. 9).
Actualmente la fachada de la casa mantiene un cornisamiento que se arquea a la
altura de cada canal de desage, la descripcin de esta solucin por parte de Cristbal de
Medina, va de esta manera: encima de dichos pretiles se han de echar sus arquillos de
ladrillo; con declaracin que se entiende que dichos arquillos ha de ser slo a la parte que
cae a la calle, echndoles encima sus remates.87 Los arquillos que el arquitecto menciona
se colocaran a la altura de cada canal, conectndose uno a otro a travs de una cornisa.
85 Ayala, Antologas, op. cit., p. 45. 86 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2499, 21 de mayo de 1668, fs. 127r.-127v. 87 Ibid., 21 de mayo de 1668, f. 128r.
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Estos elementos ornamentales estaran sobre los enmarcamientos de cantera de la fachada
y sealaran la jerarqua de los habitantes de la casa dentro de una sociedad
estratificada.88 Considero que estos recursos ornamentales dotan de lujo a la edificacin,
ellos son elementos arquitectnicos suntuarios.
Sumado a lo anterior, el arquitecto menciona que la casa debera ser pintada de
colorado, blanco y azul.89 Sin detallar los espacios a cubrir con cada color, esta
informacin revela algunos datos. Entre ellos, que el total de los acabados estaba en
manos de los arquitectos; en este caso, los paramentos exteriores deberan ser pintados y
no se pide sean cubiertos con tezontle. Las paredes de las casitas accesorias, y de las
habitaciones de la planta alta deberan ser encaladas y blanqueadas, con sus cenefas de
almagre.
Enrique Ayala,90 establece dos soluciones para los acabados de los paramentos de este
periodo: uno de ellos, a partir de ajaracas de diversas geometras, o los enlucidos con
mortero de cal y pintados.91 De ste ltimo modelo es el paradigma indicado por nuestro
arquitecto; solucin que destaca Juan Manuel de San Vicente al relatar su permanencia en
la Ciudad, al sealar que las casas estaban hermosamente pintadas por lo interior y
exterior.92 Como ya he sealado, los exteriores de la casa fueron responsabilidad del
88 Ayala, Casas, op. cit., p. 13. 89 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2499, 21 de mayo de 1668, f.128r. 90 Ayala, Antologas..., op. cit., p. 20. 91 Enlucido - Capa de yeso, estuco u otra mezcla, que se da a las paredes de una casa con objeto de obtener una superficie tersa. http://lema.rae.es/drae/?val=enlucido, Diccionario de la Lengua Espaola. Consultado 21 09 12. 92 Juan Manuel de San Vicente. Exacta descripcin de la magnfica, corte mexicana, cabeza del nuevo americano mundo, significado por sus esenciales partes, para bastante conocimiento de su grandeza en Agustn Vetancurt, et. al., La ciudad de Mxico en el siglo XVIII (1690-1780,) tres crnicas, Mxico, CONACULTA, 1990, p. 163.
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arquitecto; de igual manera, el contorno de la propiedad qued bajo su trabajo, por ello
debera empedrarla hacia uno y otro lado de la calle con un ancho de tres varas.93
Otra coincidencia vital es el remate que se hara en la esquina principal para que en
l vaya su cruz vidriada.94 Por su parte el catlogo del INAH seala que: Se perdi la
cruz que estaba en la esquina (Fig. 10).95 El terminado de la esquina hoy es un pequeo
chafln, en la parte alta, coronado por un remate mixtilneo, que bien pudo recibir una
cruz de cermica vidriada; en la que an se advierte el pequeo rostro de un felino.
Esta ornamentacin o remate es equiparable a los nichos que ornamentaban y
ornamentan an las casas habitacin de los estamentos sociales ms altos. Elemento
distintivo que dotaba de una particular presencia a la edificacin dentro de la Ciudad; as
como a sus poseedores de cierto resalto social. Las caractersticas de la esquina en esta
edificacin cumplieron la funcin de referente urbano en la ciudad. No hay que olvidar
que la mayora de las casas en los cruces de las calles tenan nichos con imgenes,96
elementos que las destacaba; marcando diferencias sociales, las que adems hablaban de
religiosidad. Una solucin como la mencionada, era indicativa de que el inmueble era
propiedad de personas que se hacan notar en el espacio urbano, en la sociedad y en la
comunidad religiosa.
Actualmente sobre la calle de San Marcos no slo existen las dos casitas accesorias
que probablemente construy Medina Vargas en ese solar, sino tambin nuevas
93 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2499, 21 de mayo de 1668, f. 131r. Pocos aos despus Juan de Viera resalta los materiales de las calles: lozas y piedras que ofrecan gran comodidad. Juan de Viera, Breve compendiosa narracin de la ciudad de Mxico corte y cabeza de toda la Amrica septentrional", en La ciudad de Mxico en el siglo XVIII (1690-1780,) tres crnicas, Mxico, CONACULTA, 1990, p. 193. 94 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2499, 21 de mayo de 1668, f. 128r. 95 Catlogo nacional, op. cit. p. 552. 96 Gustavo Curiel, Et. al., Pintura y vida cotidiana en Mxico 1650 1950. Mxico: Fomento Cultural Banamex, A. C., CONACULTA, 1999, p. 53.
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accesorias y una entrada para autos; pero, claramente se distinguen diferentes del periodo
constructivo del siglo XVII. Esta reflexin encuentra apoyo en el documento
novohispano en el que se indica que: las dos casitas de la vuelta que han de caer junto a
la acequia no se doblan de presente sino que quedan entresoladas; es decir, despus de la
construccin de las dos casitas accesorias que daran hacia la acequia, el solar tendra un
espacio sin edificar.97
En este caso, el costo de la obra se estableci en siete mil y cincuenta pesos de oro
comn. El primer pago sera de tres mil y cincuenta pesos y el importe restante sera
cubierto a razn de cincuenta pesos semanales.98 Esta cantidad, inclua todos los
materiales de cal, arena, piedra, tezontle, canteras, adobes, maderas, ladrillos, puertas,
ventanas, de igual manera el pago por todos los oficiales de albailes, peones, canteros,
carpinteros, empedradores. En esta cantidad tambin qued considerado el pago que se
le hizo al arquitecto por: el trabajo e inteligencia que ha de tener durante la dicha
fbrica.99
El plazo para la entrega total fue de un ao y seis meses. Al final del ao entregara la
casa principal y las tres casitas que caeran sobre la calle que viene de la Santsima y las
otras dos, seis meses despus.100 Al incumplimiento de la fecha de entrega, Medina
Vargas o Juan Snchez de Cuenca su fiador, pagaran a sus contratantes las sumas por los
alquileres que dejaran de recibir durante el tiempo de retraso. A pesar de que el plazo
para la entrega fue corto, el arquitecto cumpli su compromiso.
97 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2499, 21 de mayo de 1668, fs. 125v. 134v. 98 Ibid., 21 de mayo de 1668, f. 133r. 99 Ibid., 21 de mayo de 1668, f. 127r. 100 Ibid., 21 de mayo de 1668, f. 132r.
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Pero la informacin sobre este inmueble no termina; he localizado una escritura
suscrita por los mismos actores del documento de 1668. Cuatro aos despus, el 15 de
mayo de 1672,101 nuestro arquitecto fue contratado para reparar la misma casa y no es por
dems, mencionar que este escrito enriquece lo analizado anteriormente.
Este documento indica la ubicacin del inmueble en la: calle que atraviesa por detrs
de la iglesia de la Santsima Trinidad y va a dar a la acequia de Santa Cruz.102 S que es
muy aventurado proponer que la cruz en la esquina de la casa pudo nombrar este tramo
de la acequia; pero me parece interesante apuntar que en el primer documento no era
sealada bajo ningn nombre. Considero que esta es una forma de la creacin de hitos en
nuestra ciudad. Lugares y arquitecturas que marcan una referencia en el entramado
urbano, en este caso creado por la sociedad civil y no por ninguna entidad gubernamental.
Quiz estos hitos, son las referencias netamente populares que perduran y tienen un
mayor arraigo en la sociedad. Los hitos daban nombre a las calles: Puerta falsa de San
Andrs, Rinconada de San Diego, Calle de la Cruz Verde, etctera.
Dentro de los trabajos que le fueron solicitados, est la fabricacin de dos hornos con
sus troneras para que saliera el humo por ellas.103 Estos vanos mediran tres cuartas de
alto y una cuarta de abertura.104 Las chimeneas deban elevarse dos metros de los techos
para que el humo no molestara; estaba prohibido inundar el vecindario del tizne de los
hornos de las panaderas.105 Considero que esta condicin es indicativa de crecimiento
comercial, ya que no es una reparacin de los primeros hornos, sino la construccin de
101 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2503, 15 de mayo de 1672, fs. 275v.-279v. 102 Ibid., 15 de mayo de 1672, f. 275v. 103 Tronera.- Ventana angosta y pequea por donde escasamente entra la luz. Sinn. Aspillera, saetera. Vocabulario Arquitectnico, op. cit., p. 438. 104 AHN, Notario 379, Baltazar Morante, Libro 2503, 15 de mayo de 1672, f. 276r. 105 Gonzalbo, La vida en, op. cit., p. 149.
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dos ms de ellos. Lo anterior, sumado al compromiso econmico suscrito por los
aderezos, mejoras y reparos solicitados, seala que la panadera poda cubrir los pagos
semanales a los que se comprometi.106
En esta fecha le pidieron que el paramento de la fachada despus de encalado, se
deba: vallar de listas blancas y negras segn y como las casas de Juan de Esquivel
Santiago y se le ha de echar las canales de cantera con sus chiflones de plomo y han de
ser como las de la otra casa de enfrente.107 Lo anterior me lleva a considerar que la
forma de pintar esta fachada no era nica, posiblemente el modelo a seguir marc una
pauta que se buscaba imitar, por reconocimiento o estatus. Es necesario apuntar que la
casa de la que se toma el modelo, era un hito de nuestra ciudad. A ello hay que sumarle
que, el desear que los canales sean a semejanza de otros, indica que se contaban con
recursos para elegir y pagar por soluciones o trabajos especficos; los cuales puedan ser
signo de la bsqueda de prestigio y distincin, o simplemente de gusto.
Tanto la colocacin de cerrojos y las puertas con llave son acciones que sobresalen y
encuentran una posible explicacin con estas palabras: al corral se ha de fortalecer los
pies derechos y echarle su puerta de madera con su llave para la seguridad de que no se
huyan los indios.108 Ya ha sido sealado que las tres habitaciones para los indios estaban
en la planta baja, los cuales, pienso, trabajaban en la panadera. Lo que no he podido
determinar es si todos los indios eran esclavos o solo algunos de ellos. La condicin en la
que estas personas se encontraban en el inmueble es palpable, al indicar el cuidado para
106 AHN, Notario 379, Baltazar Morante, Libro 2503, 15 de mayo de 1672, f. 276r. 107 Ibid., 15 de mayo de 1672, f. 277r. Otro hito de la ciudad novohispana de la segunda mitad del siglo XVII fueron las casas de Juan de Esquivel Santiago, referencias que se utilizaron como otra alternativa a manera de nomenclatura. (Nota de la autora) 108 Ibid., 15 de mayo de 1672, f. 277v.
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que no escapen. A esta reflexin es necesario sumarle la peticin que se le hace al
arquitecto para que construya paramentos a lo largo y ancho de la propiedad, quiz con el
afn de colocar barda para controlar el acceso y la salida. Es decir, que, dentro del
inmueble habitaban personas contra su voluntad las que seguramente eran objeto de
explotacin.109
Por otra parte, un aspecto que resalta en las memorias y condiciones son algunas
especificaciones de los materiales. En ellas, en ocasiones se indica que tipo de material se
usara en un lugar especfico y sus razones para ello, o seala sus calidades. Por ejemplo
para la casa de panadera se utilizara tezontle nuevo en los: paramentos maestros;110 de
igual manera seala que las paredes que no lleven carga, sern de adobe blanco con el
mismo grueso de los paramentos de piedra y tezontle.111 Aunado a ello hace hincapi en
la calidad de materiales, al sealar que: las maderas [] han de ser cortadas en buen
monte y de toda satisfaccin, y la piedra [] ha de ser piedra dura.
Tambin se ocupa de indicar las mezclas y las tcnicas constructivas. Por ejemplo,
seala que los cimientos deban ser elaborados con tres tantos de arena, dos de tierra y
dos de cal.112 La alta presencia de cal en esta parte de la casa, muestra que se busc
proteger el cimiento de la humedad. Sin embargo, en la elaboracin de lo que llama
109 Sin ser privativo el mal trato para los esclavos, los trabajadores en s, eran presa de injusticias y abusos. Las ordenanzas del gremio de panaderos no establecan horarios especficos, es hasta 1762 que se prohibi el trabajo nocturno, prctica comn para obtener el doble de produccin. Una referencia sobre la valoracin de stos, como trabajadores en una panadera, procede de Juan Manuel de Lara, administrador de la panadera de la Compaa de Jess durante 12 aos, quien declaraba: los operarios cada vez tienen menos respeto [] siendo necesario para que trabajen, adelantarles dinero conforme a la anticuada costumbre del pas a esta gente perversa, pues en otra manera es casi imposible el conseguirlo y al ms leve descuido desertan. Garca Acosta, op. cit., p. 85. 110 AHN, Notario 379 Baltazar Morante, Libro 2499, 21 de mayo de 1668, f. 131r. 111 Ibid., 21 de mayo de 1668, f. 132r. 112 Ibid., 21 de mayo de 1668, f. 130v.
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mezcla fina,113 los tantos de los ingredientes son cinco de arena y dos de cal,
combinacin que utiliza para las paredes. Cubrir las paredes con cal serva para sellar la
superficie de cualquier agente daino que pudiera afectar a los habitantes; adems
permeaba y secaba el paramento y lo alejaba de la humedad, amn de recibir los
pigmentos.
El pago total por estas reparaciones fue de mil setecientos pesos, con un anticipo a la
firma de la escritura de cuatrocientos; con pagos semanales de cincuenta hasta completar
mil pesos y los trescientos restantes al finalizar la obra.114 Sobre la forma de pago y las
ganancias del arquitecto falta mucho por investigar. En este caso Medina Vargas indica
que el anticipo lo destinara para comprar materiales. Creo que las entregas semanales
cubriran el pago de salarios y quiz, el importe final sea la ganancia que el arquitecto
reciba de la obra.
Slo a manera de referencia deseo sealar que, el arquitecto cobr la cantidad de ocho
pesos con cincuenta y cuatro centavos por cada metro cuadrado edificado de la casa de
panadera. Sin embargo, esta cantidad y el importe pagado por las reparaciones
representan un problema por analizar. El tema econmico no es menor, por ello considero
que nuevas y mayores luces sobre este aspecto fundamental, ser uno de los objetivos de
la continuacin de estas investigaciones.
Conclusiones sobre la casa de panadera
El anlisis de la unidad que forman los documentos de la casa de panadera edificada por
Medina Vargas detrs de la iglesia de la Santsima Trinidad, ofrece la posibilidad de
estudiar una edificacin bajo dos opciones que se entrelazan y permiten nuevas visiones 113 Ibid., 21 de mayo de 1668, f. 131r. 114 AHN, Notario 379, Baltazar Morante, Libro 2503, 15 de mayo de 1672, fs. 278r. 278v.
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sobre la sociedad novohispana. Por un lado, tenemos la arquitectura descrita, la cual
proviene de los datos y referencias que el arquitecto proporciona; por otro lado, tenemos
arquitectura edificada que se mantiene en pie. Lo anterior nos lleva a inferencias y
concepciones espaciales con mayor veracidad.
Sin tener la certeza de que un edificio estudiado personalmente fue una obra dirigida
por Medina Vargas; es un hecho que algunas caractersticas responden a las
especificaciones consignadas en el documento analizado. Lo que permite la posibilidad
de conocer alguno de los trabajos de nuestro arquitecto pues indica que las soluciones
arquitectnicas ejecutadas en esta fbrica son un ejemplo comn en las edificaciones
novohispanas. Sin embargo es necesario sealar que una de las coincidencias que resalta
entre lo detallado por Medina Vargas y lo que se observa son las dimensiones del solar.
Sobre todo, porque dentro de las manzanas en las que se encuentra y las cercanas, las
reas de los predios se diversifican y hasta el momento no he localizado alguna que tenga
una superficie semejante.
Esta obra fue una garanta de inversin. Cubra las necesidades de los contratantes,
como el espacio de vivienda familiar, las reas para la instalacin de la panadera, los
aposentos para la servidumbre y los trabajadores, y las casas accesorias para renta. Es
decir, la casa de panadera ofreca a sus poseedores la posibilidad de ingresos constantes
y suficientes. La edificacin respondi a las previsiones que el arquitecto tom,
especialmente por el lugar en que se encontraba, privilegiando la fortaleza de paramentos
y cimientos. Al mismo tiempo busc salvaguardar la edificacin de inundaciones,
otorgndole una elevacin sobre el nivel de la calle y reforzando el punto de unin de los
paramentos maestros, ante la proximidad de la acequia.
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Las descripciones de las dependencias de la casa nos dejan ver una vida ordenada,
donde los espacios se construan con un destino especfico, es decir, son espacios
especializados para llevar a cabo en ellos alguna actividad definida, como los amasijos,
las cocinas, las habitaciones de mozas e indios. No haba cuartos para ser ocupados
indistintamente por trabajadores y servidumbre. Los diferentes elementos y soluciones
arquitectnicas que encontramos en esta edificacin como el balcn volado y la
ornamentacin, fueron elementos de status y superioridad, distintivo de presencia y
reconocimiento.
El punto de separacin de ambos mundos fue el arranque de la escalera, a la que se le
coloc puerta con llave. Ante la presencia de indios, quiz en calidad de trabajadores o de
esclavos, fue necesaria la separacin y control, tanto ms por la forma en que era
considerado este grupo social, el cual distaba de aceptacin y confianza. Sin olvidar las
precarias situaciones en las que laboraban y vivan los trabajadores de la panadera, entre
ellos los esclavos. Es necesario reconocer que dentro de la casa, el patio fue el espacio
favorable de intercambio y contacto entre los diferentes estamentos sociales.
Son casi cuatro aos el tiempo entre una y otra escritura relativas a los trabajos que
Medina Vargas realiz en esta casa. Pero en realidad fueron dos aos y medio entre la
conclusin de la primera obra y el inicio de la segunda. Con este lapso de tiempo, una
edificacin con alta actividad requiri modificaciones en los sitios que tenan mayor
desgaste. As lo muestra la solicitud relativa al recalzamiento de las paredes de los
aposentillos de los indios [] por de dentro y fuera en todo su largo de cal y canto hasta
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donde esta carcomido.115 Lo anterior me lleva a inferir que era un grupo numeroso de
personas quienes trabajaban y vivan es este inmueble. Sin olvidar los estragos que la
humedad causaba a la edificacin por la proximidad de la acequia.
Los documentos que abordan las obras de Medina Vargas en esta casa dejan entrever
aspectos como crecimiento econmico, que redundan en materiales de buena calidad,
mejoras habitacionales, mantenimiento de la edificacin y la bsqueda de reconocimiento
y presencia a travs de acabados y detalles en la fachada del inmueble.
A pesar de que la casa se localizaba hacia las orillas de la traza urbana, el barrio
comercial en el que se ubic garantizaba xito econmico. Aunado a ello, una propiedad
en esquina tiene mayor valor. Sobre todo en este caso, porque gracias a las cinco casitas
accesorias se abrieron tiendas comerciales. Quiz una de las causas por la que se conserva
parte de la edificacin, es que esta zona fue de difcil acceso, tanto por el comercio, como
por la delincuencia. Slo las ornamentaciones y los canales, prohibidos por desahogar las
aguas hacia la calle, son los fieles custodios que saben lo que aconteci en el inmueble.
Esta edificacin debi sealar el espacio urbano de manera especial, por encontrarse
al lado de la acequia, por la elaboracin del pan y por las ornamentaciones que le fueron
colocadas a la obra. Sumado a estos elementos, otros que propiciaron la construccin del
hito fueron los que propios y extraos encontraban en el sitio. Imagino que fue el
escuchar el movimiento del agua de las canoas que navegaban en la acequia, las
campanadas de las iglesias cercanas (la Santsima Trinidad y la Santa Cruz) y el olor que
impregnaba el ambiente, el pan recin horneado.
115 Ibid., 15 de mayo de 1672, f. 276v.
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Casa en Sto. Domingo
El segundo hilo conductor de este trabajo son los ejemplos de casa habitacin edificada
para rentarse, una constante de estos inmuebles es que fueron propiedad de rdenes
religiosas. El modelo de casa habitacin que propone el arquitecto responder a las
necesidades de sus contratantes. El primer corpus documental de esta serie lo encontr en
el Archivo Histrico del INAH, situacin que deton esta investigacin. A diferencia de
los dems documentos que apoyan este ensayo, los cuales fueron localizados en el
Acervo Histrico del Archivo General de Notaras del Distrito Federal.
El conjunto de documentos que dan noticia de la construccin de la obra
perteneciente a los religiosos del Colegio de Seora Santa Ana llega a nosotros a travs
de las memorias y condiciones de obra de fecha 1 de abril de 1682.116 Este documento y
los recibos de pago entregados por el maestro de Medina Vargas, integran un conjunto de
instrumentos que ofrecen varios aspectos de la historia de una casa que se construy para
rentarse, buscando con esta edificacin el mayor ingreso econmico para sus poseedores.
Las memorias y condiciones fue registrada en papel comn; en ella, Medina Vargas
se comprometi con los carmelitas descalzos a edificar: cuatro casas principales []
dejndole a cada una, una cochera;117 de igual forma menciona que la: tienda de
esquina ha de tener tres piezas. A partir de lo anterior es posible imaginar la fbrica que
propone, la cual considera conveniente para ser habitada por comerciantes o seores
prebendados,118 por su cercana a la plaza, a la catedral y a los comercios, y que stas no
116 BINAH-CEG, 1 de abril de 1682, Leg. 79, No. 21, f. 1r.-3v. 117 Ibid., 1 de abril de 1682, Leg. 79, No. 21, f. 1r 118 Prebenda: Oficio, empleo o ministerio lucrativo y poco trabajoso. Diccionario de la Lengua Espaola. http://www.rae.es/rae.html, Consultado el 30 de julio de 2012.
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las apetecern seores togados.119 As, el arquitecto seal el grupo social al que
estaban destinadas, quiz lo que podramos denominar un estamento social medio. Al
decir que no seran apetecibles a seores que usan toga,120 las establece fuera de los
intereses de magistrados, catedrticos o quiz ministros de la Real Audiencia.121 Esta
edificacin tendra un costo de quince mil pesos y sera entregada en dos aos.122 Estas
condiciones fueron tomadas en cuenta por nuestro constructor para realizar un tipo de
vivienda especfica, como se ver ms adelante.
La ubicacin de la obra fue la siguiente: un sitio que es en esta ciudad en la calle del
convento de Santo Domingo y dan vuelta para el convento de religiosas de nuestra Sra.
de la Encarnacin [] y dicho sitio y casas viejas tocan y pertenecen al Colegio de
Seora Santa Ana de religiosos de Carmelitas descalzos.123 Manuel Ramos menciona
que en el siglo XVI los carmelitas compraron una propiedad,124 para lo cual tomaron el
dinero que tenan para alimentos.125 Este inmueble perteneca a Juan Maldonado
Montejo, y se ubicaba junto a las casas de los Donceles, sitio en el que establecieron el
colegio a pesar de las protestas de los dominicos. En el ao de 1603 recibieron la
119 BINAH-CEG, 1 de abril de 1682, Leg. 79, No. 21, f. 1r. 120 Toga: Traje principal exterior y de ceremonia, que usan los magistrados, letrados, catedrticos, etc., encima del ordinario. http://www.rae.es/rae.html, Diccionario de la Lengua Espaola Consultado el 30 de julio de 2012. 121 Villaseor, op. cit., p. 37. 122 BINAH-CEG, 1 de abril de 1682, Leg. 79, No. 21, f. 3v. 123 Ibid., 1 de abril de 1682, Leg. 79, No. 21, f. 1r. 124 Manuel Ramos Medina, El Carmelo Novohispano. Mxico: Centro de Estudios de Historia de Mxico, CARSO, 2008, p. 127. 125 Agustn de la Madre de Dios, fray. Tesoro escondido en el Monte Carmelo Mexicano. Versin paleogrfica, introduccin y notas Eduardo Bez Macas, Mxico: UNAM, 1986, p. 233.
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autorizacin para levantar en este lugar colegio con iglesia, la cual haba de ser cerrada,
sin puerta a la calle [] ni haba de haber campanario.126
De ello se desprende que el Colegio de Seora Santa Ana estaba ubicado en la
manzana que comprende hacia el Norte la actual calle de Luis Gonzlez Obregn, hacia
el Sur, la calle de los Donceles, al Este, la calle de Argentina y al Oeste la calle de Brasil.
(Fig. 11) Ms tarde, los carmelitas trasladan el Colegio de Santa Ana a la Villa de
Coyoacn, cansados de los conflictos con los dominicos.127
Santo Domingo fue uno de los barrios en donde el comercio y la cercana a la plaza
mayor y a importantes conventos determinaron el precio de los solares. Los inmuebles de
esta rea, solamente se encontraban un poco ms abajo que los ubicados en las zonas ms
costosas de la ciudad, como la Pl