La Cerca Nueva de Salamanca en El Cerro de San Vicente

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Informe de la intervención arqueológica realizada sobre los cuerpos de fábrica pertenecientes a la muralla de Salamanca, sitos en el Cerro de San Vicente. La restauración fue realizada por la empresa vallisoletana ERCOSA, y dirigida por el arquitecto zamorano D. Julio Brualla. El trabajo arqueológico aquí expuesto no fue realizado por requerimiento del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla la Mancha en Salamanca. Se trata de una iniciativa exclusiva de la dirección facultativa y de la empresa constructura, que la acogieron con un enorme agrado y disposición. Por cortesía se depositó una copia en el citado organismo. No estuvo en ningún momento sujeto a un permiso de control arqueológico, ya que se juzgó como no necesario al no concurrir movimiento de tierras alguno. Por tanto, tampoco es pertinente el beneplacito de la Junta de Castilla y León para su publicación. Esta obra ha sido incluida en el Registro General de la Propiedad Intelectual en Cuenca (Glorieta Sánchez Palencia S/N). La metodología empleada es Arqueología de la Arquitectura o Lectura de Paramentos. Aclaramos que desde el grupo de investigación Laboratorio de Arqueología Medieval de la Universidad de Salamanca, no se mantenían contactos con otros colectivos que practicaban la misma disciplina. Mi formación sienesa en italiano y este aislamiento, hicieron que libremente tradujese conceptos como unidad estratigráfica muraria UEM por UME, o formulase en concepto de TOMA por lo que en realidad es una lectura estratigrafíca parcial. El Doctor D. Luis Caballero Zoreda adivirtió en el Vº Congreso de Arqueología Medieval Española del año 1999 de la "babel terminológica" que puede condicionar el normal desarrollo de esta rama del saber arqueológico. Ello nos hizo tomar conciencia del problema y en lo sucesivo desechamos las nomenclaturas aludidas. El plano final se hizo a mano sobre poliester, algo que hemos acabado sustituyendo por el CAD o programas informáticos de imagen más sencillos. .

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L.A.M. Laboratorio de Arqueologa Medieval. Universidad de Salamanca.

Junta de Castilla y Len. Consejera de Fomento.

La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.Informe Arqueolgico a Propsito de la Fase G de Restauracin de la Muralla de Salamanca (1997-98).

- Miguel ngel Muoz Garca. -

L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

Restauracin de las Murallas de Salamanca. Fase G. Ficha Tcnica.

Promotor: Fomento, Restauracin Arquitectnica.

Consejera Programa y

de de

Coordinacin del Estudio: D. Luis Serrano Piedecasas

Recuperacin

(Profesor Titular de Historia Medieval) y Miguel ngel Muoz Garca (Arquelogo). Redaccin de Informe: Miguel ngel Muoz Garca.

Presupuesto: 44.331.004 pts. Contratista: ERCOSA. Arquitecto: D. Julio Brualla. Arquitecto Tcnico: D.

Documentalista

Historiador:

Esperanza Snchez. Estudio Histrico Arqueolgico: Laboratorio de Arqueologa

Fernando Garca Paricio. Alzado Estratigrfico: Muoz Garca. y Miguel Anlisis ngel

Medieval de la Universidad de Salamanca (L.A.M.).

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Indice.

Introduccin ............................................................................................... 4. 1.Resea Histrica ..................................................................................... 6. 1.1. La Cerca Nueva Salmantina ................................................... 8. 1.2. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente. ....................... 13. 1.3. Visicitudes de la Cerca Nueva en el S.XVIII ........................ 18. 1.4. La Guerra de la Independencia ............................................ 21. 2. Metodologa ........................................................................................... 27. 3. Anlisis Estratigrfico. 3.1. Los Cuerpos de Fbrica Conservados en el Cerro de San Vicente...................................................................................................... 31. 3.2. Fases Constructivas .............................................................. 33. 3.3. Fbricas .................................................................................34. 3.4. Estratigrafa ...........................................................................36. 4. Conclusiones ....................................................................................... 42. 5. Bibliografa ......................................................................................... 49. Apndice. Las Unidades Murarias Estratigrficas ................................. 51.

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Fig. 0. Aspecto Final de la Muralla tras su Restauracin.

INTRODUCCIN.Entre Julio de 1997 y Junio de 1998, se ha llevado a cabo la Fase G del proyecto de Restauracin de la Muralla de Salamanca, promovido por la Consejera de Fomento de la Junta de Castilla y Len. Esta contemplaba la recuperacin de los deteriorados lienzos de la Cerca Nueva, que se encontraban sobre el Cerro de San Vicente. Siendo los tcnicos, el arquitecto zamorano D. Julio Brualla y la aparejador Da. Esperanza Snchez, la Empresa constructora ERCOSA, con sede social en Valladolid, ha sido la responsable de conducirla a buen puerto. Toda labor de restauracin implica necesariamente una transformacin, en la cual, dependiendo del programa previsto, se corre el riesgo de perder una serie de valores histricos, inherentes al objeto a restaurar. Y donde ms

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implacablemente se materializa este hecho, es en el campo de la Restauracin Arquitectnica. De ah que la actuacin ms bsica en este tipo obras, sea documentar con el fin de preservar para el futuro, no slo aquellos elementos que el proceso condena, sino tambin el estado previo en que se encontraba la construccin histrica. Fieles a este propsito, D. Enrique Pascual Gil, responsable de ERCOSA, y D. Julio Brualla, contactaron con el Laboratorio de Arqueologa Medieval (L.A.M.) de la Universidad de Salamanca, que bajo de la direccin del Profesor Titular de Historia Medieval Luis Serrano Piedecasas, desarrolla desde el ao 96, el estudio de este monumento desconocido que es la Muralla de Salamanca. Sendas intervenciones en la Cuesta de San Juan de Alczar - tambin realizada por la empresa ERCOSA - y la Plaza de los Nios del Coro, avalan esto. El objetivo del presente estudio es nicamente documentar , con el fin de preservar todos la informacin histrica, que guardaban los restos de cerca conservados en el Cerro de San Vicente. Hoy por hoy, la lectura estratigrfica de la arquitectura es el mtodo ms eficaz para el conocimiento, y documentacin de la misma. Y fieles a este proceder, Miguel ngel Muoz Garca, arquelogo integrado en el L.A.M., ha procedido a aplicar esta metodologa sobre los lienzos hoy restaurados, mientras Fernando Paricio Alonso ha realizado las labores de recopilacin histrica, necesarias para la satisfactoria comprensin de esta parte del monumento. Ambas acciones han sido sancionadas por la supervisin del Profesor Titular de Historia, D. Luis Serrano Piedecasas, director del Laboratorio de Arqueologa Medieval de la Universidad de Salamanca. Una ltima puntualizacin antes de comenzar, nos lleva a indicar que los cuerpos de fbrica analizados, nos son la totalidad de los conservados sobre el Cerro, sino nicamente los contemplados en la Fase G. Adems debemos decir, que cuando fuimos convocados, los trabajos de restauracin ya haban comenzado, habindose aadido alguna que otra estructura, que ha sido reseada en la estratigrafa, como la ltima fase de construccin de los presentes lienzos de la Cerca Nueva.

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1.RESEA HISTRICA.Fig. 1. Puerta de Villamayor. Dibujo de Vargas de Aguirre.

La muralla en ciudad medieval y moderna, desempeaba no solamente funciones militares, sino tambin fiscales e higinicas, sin olvidarnos de la alta carga simblica que sus muros encerraban. Garantizaban defensa y proteccin en caso de ataque. Sus puertas eran excusa para el cobro de portazgos; recordemos el caso de la puerta de Villamayor, donde tena un lugar y medidas destinadas al peso de las harinas1. Adems contribuan a la higiene pblica, preservando a la ciudad de epidemias y maleantes, pues sus accesos eran los filtros, que retenan a pcaros y apestados. El bagaje simblico que conlleva una muralla urbana define a la misma ciudad, pues marca la diferencia entre esta y el campo; de ah que la cerca materialice la frontera entre dos mundos: El urbano, interior, un espacio altamente valorizado y determinado, y el exterior el rural est subordinado al anterior, vive y trabaja para la ciudad, la prepara y la ofrece, o mejor dicho est obligado a ofrecerla hombres, productos y paisajes2. En las Partidas de Alfonso X el Sabio, las defensas perimetrales de una poblacin son de hecho las que otorgan el grado de ciudad, al afirmar que es todo aquel lugar que es cercado de los muros, con los arrabales et los edificios que se tiene con ellos3. La confirmacin visual de esto la

A.C.S., caj 2, leg . 1, num 11-1, ao 1476. Tomado de GONZALEZ GARCA M. Salamanca: La Repoblacin y la Ciudad en la Baja Edad Media. Centro de Estudios Salmantinos. Salamanca 1973. DE SETTA, C. Las Murallas, Smbolo de la Ciudad. En La Ciudad y sus Murallas, coordinacin de Cesare de Seta y Jacques Le Goff. Madrid 1991.3 2

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Partidas VII, ttulo XXXIII, ley VI. 6

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encontraremos en otra de las obras del crculo de Alfonso X, las miniaturas de las Cntigas de Santa Mara (ver figura 2). En cualquier ciudad representada aparece en primer trmino las torres, puertas y dems cuerpos de fbrica de su muralla; y constituyendo, por tanto, el escaparate externo de la poblacin. De hecho, la mentalidad plenomedieval lleg hasta el punto de sacralizarla; en otro de los prrafos de las Partidas se lee: Santas cosas son llamadas los muros et las puertas de las cibdades e de las villas4.

Fig. 2. Una Ciudad del S. XIII. Notese como se remarcan murallas, puertas y torres. Miniatura de las Cntigas de Santa

Adems la muralla jugar un papel decisivo en la organizacin interna del espacio urbano, pues sus puertas definirn calles y vas, por la que se desarrollar la circulacin interna de la ciudad. En otras palabras, no podramos entender el urbanismo medieval, sin la interaccin que las defensas murales ejercen con vas, calles y cuantos edificios integran la propia ciudad. Pero independientemente de las funciones que las circunstancias histricas impongan sobre las murallas medievales, en las villas y ciudades de Duero, estas van a tener una funcin eminentemente militar, dada la situacin blica, que presupone la defensa con respecto a Al-Andalus, y su posterior expansin a costa del viejo enemigo musulmn.

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Partida III, ttulo XXVIII, ley XV.

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1.1. LA CERCA NUEVA SALAMANTINA. Centrndonos en el caso de Salamanca, sabemos de dos cercas, la vieja y la nueva. La ms antigua, en gran parte heredera de la supuesta muralla bajo-imperial, abarcaba prcticamente el Teso de las Catedrales. Supuestamente fue levantada por los repobladores de los S.X. y XII. No entraremos en el estudio de los sistemas defensivos de ambos momentos de repoblacin, puesto que la cerca nueva, es producto de posteriores cronologas. Por otro lado, las diversas fases constructivas de la muralla ms antigua, todava se encuentran en proceso de anlisis, por parte del Laboratorio de Arqueologa Medieval. Sealamos tambin que algunos autores hablan de una tercera muralla, construida en 1145, para fortificar la iglesia de San Cristbal, o para cercar las pueblas que se formaron en torno a esta parroquia y la de Sancti Spiritus5. El origen de la Cerca Nueva es una iniciativa real de Alfonso VII el Emperador; hecho nada extrao, pues nuevamente las Partidas, sealan al rey la obligacin de velar por la defensa y prestigio de las ciudades del reino; en una de leyes se dice: Honor debe facer el rey su tierra, et sealadamiente en mandar cercar las cibdades , et las villas, et los castiellos de buenos muros de buenas torres, ca esto le face seer ms noble et ms honrada et ms apuesta6. El mandato regio data de 1147, cuando los alcaldes procedieron a reparar la Cerca evidentemente la vieja -, y construir una nueva en el arravalde. As dice el artculo n 172 del Fuero de Salamanca que lleva por ttulo De fazer el muro de la villa:

Esta salude vieron los alcalles que eran de Salamanca quando el emperador fue a Almera: que fagan el muro et cuando fuer fecho el muro de la ciudat fagamos otro muro en la arravalde per vieren por bien los alcaldes e los iurados de conceio.RUPEREZ ALMAJANO, Nieves. Urbanismo de Salamanca en el S.XVIII. Salamanca 1992.6 5

Partida II, ttulo XI, ley II.

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Et los de la iudat affen a los de la arravalde que quando fecho fuer el muro de la cidat que los aiuden a feer el muro de la ravalde; e los omnes que los alcaldes vieren por bien pora en estos servicios seer e non quesieren peche C moraveds cada uno delos e entren en aquel servicio.

El ncleo de las repoblaciones era un espacio reducido, que qued angosto en la segunda mitad del XII. Ello motiv que los habitantes del Concejo, formasen nuevos ncleos extramuros, muy cercanos entre s, y organizados en torno a parroquias. Los nuevos espacios urbanos no solamente necesitan de proteccin, sino la misma Salamanca reclama como propios estos nuevos terrenos, que son susceptibles de traer consigo beneficios fiscales; y acaso existe mejor modo de manifestar la propiedad, que rodendolos con los brazos, que suponen sus nuevas defensas?. Sin embargo las obras nunca fueron todo lo deprisa que cabra esperar, pues medio siglo despus, en 1206, el Rey Alfonso IX, exime del pago de ciertos pechos a aquellos, qui solent laborare in aliqua erta civitate aut aliquo erto castello dent ad laborem ipsius castelli. Quiz la guerra fronteriza entre los Reinos de Len y Castilla, a la muerte del Emperador, no dejase fondos y energas para la finalizacin de las obras. Tengamos que presente que la cerca vieja ya era suficiente garante de seguridad. La centuria de 1200, en general se mostrar ms propicias en cuanto a obras militares se refiere. Julio Valden seala en el XIII, una nueva etapa en el desarrollo de las murallas urbanas de Castilla la Vieja y Len7. Desaparece el peligro de las razzias musulmanas, pero se abre un periodo no menos conflictivo, con enfrentamientos entre monarqua y nobleza, ofensiva seorial contra las ciudades, guerras de banderas etc... Si bien Salamanca no permanece la margen de estos conflictos, no es este el caso de la Cerca Nueva. Es nuevamente Valden quien nos apunta el crecimiento demogrfico, como factor decisivo en la construccin de nuevos tramos de

VALDEN, Julio. Reflexiones sobre las Murallas Urbanas de la Castilla Medieval. En La Ciudad y sus Murallas, coordinacin de Cesare de Seta y Jacques Le Goff. Madrid 1991.

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muralla, en Salamanca, Burgos, Valladolid, Len o Palencia8. En este siglo, Zamora tambin ve erigirse un nuevo cinturn, fabricado en sillera escuadrada9. Recordemos, a causas econmico-sociales, casi siempre van asociadas motivaciones de prestigio, sea este real, seorial o concejil. Y ello se acusar especialmente en las entradas a las ciudades. La puerta no deja de ser el puente que une los dos mundos, el rural y urbano; de ah que junto a la ereccin de nuevas cercas, tambin se reformen accesos preexistentes. Citaremos los ejemplos de las Puertas de Herreros y el Sol en Almazn (Soria), y la de Olivares de Zamora. La nueva muralla encerraba una extensin de 110 Ha, y sirvi de incentivo a nuevos habitantes, movidos por la seguridad nacida de la defensa material y por la pujante vida ciudadana10. El amplio solar no solamente acoger viviendas organizadas en torno a parroquias, sino tambin tierras de labranza y terrenos donde albergar el ganado en caso de asedio. La construccin de la nueva muralla, no slo ofreci proteccin a los salmantinos sino que tambin atrajo otros habitantes. Adems, la existencia de las nuevas Puertas de Zamora y Toro, revelan una especial predileccin por el control de estas vas de comunicacin. El permetro de la cerca tena un permetro de 6.266 pasos, cerca de una legua, segn Dorado11. Su ronda exterior segua casi exactamente la actual carretera de circunvalacin de la ciudad: desde la plaza del Ejrcito (todava conocida por "Puerta de Zamora"), Avenida de Mirat, Plaza de Espaa, Paseo de Canalejas, Paseo de San Vicente, Paseo de Carmelitas y Avenida de Alemania (ver figura 3). Presentaban una forma irregular, con numerosos quiebros, adaptada a los accidentes del terreno en que se alzaba la ciudad, ms ancha en el sur, donde la vieja muralla se prolonga a ambas partes, para

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VALDEN, ver nota anterior.

GUTIRREZ GONZLEZ, J.A. Fortificaciones y Feudalismo en el Origen y Formacin del Reino Lens (S.IX-XIII). Valladolid 1995.10

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GONZALEZ GARCA, Ver nota anterior.

DORADO, B. Compedio Histrico de la Ciudad Salamanca.... Salamanca 1776. Ed. fascimil 1985.

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englobar el cerro de San Vicente y el de San Cristbal, y con acusada curvatura en el norte, lo cual le conferir, en planta, un aspecto ovoide12.

Fig. 3. Trazado de la Cerca Vieja (interior) y Cerca Nueva.

Constructivamente, la nueva muralla se fabrica con mampostera concertada. Est tcnica es segn J. Avelino Gutirrez Gonzlez desde el S. XI; citemos en esta fecha los ejemplos de Zamora, Len, Astorga, y Sabero13. En el contexto provincial ms contempornea a nuestra Cerca Nueva, aludimos la primera fase constructiva de la muralla de Monlen14,

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RUPEREZ ALMAJANO, Ver nota anterior. GUTIRREZ GONZALEZ. Ver nota anterior.

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MUOZ GARCA, M.A. I Campaa de Excavaciones Arqueolgicas y Lectura de Paramentos en Monlen (Salamanca). Agosto de 1996. Informe indito depositado en la Delegacin de Cultura de la Junta de Castilla y Len.

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A.

B.

C.

Cuadro 3.

Los Cubos de la Cerca Nueva.Ampliacin a partir de la Vista de Salamanca de Anton Van Wyngaerde (1572), con los cubos defensivos sealados con una flecha . A. Aspecto Este de la Ciudad. B. Aspecto Central; al fondo se distingue un cubo entre la Puerta de Zamora y la deToro. C. La Cerca Nueva sobre el

Cuadro 2.

Plano de Salamanca y sus Alrededores. Juan Marcelino de Sagarvinaga (1804).

Cuadro 1.

Plano de Salamanca y sus Paseos. Jernimo Garca de Quiones (1784).

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en la provincia de Salamanca. Todava hoy son apreciables, las mamposteras del tramo del Cerro de San Vicente, la medianera de la recientemente inaugurada Plaza de los Nios del Coro (ver figura 4), y el actual Paseo de Canalejas. Precisamente en este ultimo lugar, donde se conservan las nicas almenas puntiagudas que antao coronaron toda la muralla salmantina. Aparte de la tcnica mencionada, seguramente se utilizaron otro tipo de aparejos constructivos, ms vistosos en las puertas. Los trazos del dibujo de Vargas de Aguirre, que corresponden a la PuertaTorre de Santo Toms, insinan una fbrica de sillera escuadrada (Vargas de Aguirre, Antiguas Fortificaciones y Castillos de Salamanca, 1995)

Fig. 4. Medianera en la Plaza de los Nios del Coro, que se asienta sobre la antigua Cerca Nueva, donde enlazaba con la Cerca Vieja.

Asimismo, nuestra Cerca Nueva era defendida por un foso o cava en sus puntos ms vulnerables, los ms llanos, que constituan los aledaos de la Puerta de Toro, Zamora o Villamayor15. Gmez Moreno, Gonzlez Garca y Ruperez Almajano insistieron en su da, en la ausencia de cubos defensivos, exceptuando los que protegan los accesos. Los planos

histricos realizados por Jernimo Garca de Quiones en 1784 (ver Cuadro 1) y Juan Marcelino de Sagarvinaga en 1804 (ver Cuadro 2), as parecen

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demostrarlo. Sin embargo, ello entra en abierta contradiccin con la vista de Salamanca de 1572, realizada por el artista flamenco Antn Van Wyngaerde. En la misma, desde la Puerta de San Pablo a la de Santo Toms se aprecian al menos dos, y otro par desde el ltimo punto reseado hasta la Puerta de Sancti-Spiritus (ver Cuadro 3A); tambin es perceptible otro entre esta puerta y la de Zamora (Ver Cuadro 3B).

1.2. LA CERCA NUEVA VICENTE.

EN EL CERRO DE SAN

Siguiendo con el documento que nos leg nuestro buen dibujante Wyngaerde, se pueden ver dos estructuras, que podran corresponder a cubos, a la altura del Cerro de San Vicente. No obstante, aunque la leyenda inferior no indique nada, probablemente alguno de ellos corresponder a la histrica Puerta de San Vicente. ( ver Cuadro 3C ). Gonzlez Dvila dice que su nombre se deba a estar por la parte de adentro pegada al Convento de San Vicente, de religiosos de San Benito16. Sobre cubos y bastiones volveremos ms adelante, pues es cuestin que atae directamente al anlisis estratigrfico. Continuemos ahora con nuestra resea histrica Precisamente el devenir histrico de los lienzos defensivos del Cerro de San Vicente, se halla estrechamente vinculado a la historia del Convento del mismo nombre. La primera referencia escrita acerca del mismo, es la confirmacin que hace Alfonso X de Castilla, de los privilegios concedidos por su antecesor Alfonso IX de Len al mencionado Convento de San Vicente, por el que otorga para repoblar una parte de la ciudad, que iba desde la Puerta de San Hilario, posteriormente conocida como Puerta Falsa, situada en la calle Espejo, hasta la iglesia de Santo Domingo de Silos, por el norte, y hasta la muralla por el sur.

GOMEZ MORENO, M.: Catlogo Monumental de Espaa. Provincia de Salamanca .Valencia 1967. La noticia de la cava o foso ha quedado conservada en A.C.S., caj. 2, leg. 1, num. 11-1., ao 1746.16

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GONZLEZ DVILA, G: tomado de A.C.S., Caj. 2, leg.1, num 11-1, ao

1476.

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Durante la mayor parte de su etapa como cenobio dependiente de la abada de Cluny, su existencia fue ms bien msera17, si exceptuamos los primeros aos despus de su concesin por parte del rey Alfonso VII en 1143 a la abada borgoona, que por aquel entonces rega Pedro el Venerable. De este documento se deduce que la iglesia ya exista anteriormente a esta concesin, y que en ella haba cannigos. Los comienzos de este monasterio en Salamanca fueron lustrosos. De ello da fe el que, segn el fuero, el Prior de San Vicente se convirtiera en el regidor perpetuo de la ciudad, y por tanto estuviera obligado a asistir a las sesiones del concejo, por lo que se dicta en el citado libro: El prior de San Vicente non salga de la casa s non por mandado de conceio e de fuero. Para advertir el estado del priorato apenas un siglo despus de su establecimiento, nicamente nos hace falta conocer que de los doce monjes establecidos, en 1247 solamente dispona de prior y dos monjes. En 1274 se acusa al prior de negligencia en la administracin de hacienda y en 1276 los prelados han alienado los bienes del monasterio. A finales del siglo XIV se halla San Vicente, segn los informes oficiales, in totali destructione et desolatione et alienatione. Por esta carencia econmica, es bastante improbable que el monasterio acometiera obras de reparacin por su cuenta en el tramo de muralla que serva para delimitar sus posesiones. Al pasar el gobierno del priorato a manos de los Reformados de San Benito de Valladolid por deseo de los Reyes Catlicos y por mandato de Julio II con fecha 15 de Junio de 150418, el monasterio tiene un esplndido resurgir, especialmente en lo que a construccin se refiere. Dice Antonio de Yepes en su Crnica General de la Orden de San Benito, publicada en 1621 en Valladolid: todo lo que est edificado ha sido con acrecentamiento, porque claustros altos y baxos, celdas, refectorio, librera y particularmente las escaleras son de lo muy bueno y vistoso de Salamanca y de mejor architectura. De esta obra existen unos grabados publicados por Joaqun

GARCA M. COLOMBS, M. B. Orgenes y primer desarrollo del Colegio de San Vicente de Salamanca, en Salmanticensis, n 7. Universidad Pontificia de Salamanca, 196018

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GARCIA M. COLOMBS. Ver nota anterior.

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Cuadro 4.

La Cerca Nueva sobre el Cerro de San Vicente.Ampliacin a partir de la Vista de Salamanca de Anton Van Wyngaerde (1572); en amarillo la muralla, mientras el rojo seala las tapias del Monasterio de San Vicente.

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de Vargas y Aguirre reproduciendo otros anteriores desaparecidos de Celaya y Huerta, que representan la portada y el claustro (ver figura 5).

Fig 5. Interior del Claustro del Monasterio de San Vicente, tras la francesada. Dibujo de Vargas de Aguirre, a partir de otro de Celaya.

Quadrado vio el convento pocos aos antes de su destruccin, y as lo describa: que an alcanz a ver el anillo de su cpula, los cinco arcos de su nave, el arco de medio punto de sus capillas, las portadas dricas del crucero y la principal decorada con dos cuerpos de estriadas columnas, obra toda de hermosa sillera y de severo estilo, casi desnudo de ornato; Vimos tambin, aade, su encarecido claustro, si bien no justificaba ser una de las tres maravillas de Salamanca, y cuya diferencia de la otra mitad no hallo tan marcada; nosotros recordamos confusamente las bvedas ojivales de ornamentacin varia en sus claves; de mayor relieve y ms gallardamente esculpidas las de una mitad que las de la otra; los prticos del claustro a que correspondan estas bvedas eran grecorromanos. La Comisin de Monumentos posee dos copias del claustro, debidas a los15

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seores Celaya y Huerta. En algunos altares y paredes de la iglesia haba pinturas de fray Juan Rizi, monje benedictino, hijo del pintor italiano Antonio Rizi y hermano del madrileo Francisco. Era tambin notable la imagen de la virgen de la Esclavitud, del escultor Alejandro Carnicero19. A pesar de este resurgir, es significativo que Antonio Ponz20 no le dedique ms que unas pocas lneas a este convento de los Benitos. Siendo Abad de este monasterio fray Vctor de Njera, se adquiri el sitio que llamaban del Castro, sitio admirable, pues se extenda sobre una pea cortada a pico sobre el Tormes, que lo baaba por los lados de medioda y de poniente21. El 16 de mayo de 1597, contrat este Abad al arquitecto Juan del Ribero Rada para la realizacin de diversas obras en el monasterio, siguiendo la moda clasicista, que impuso el Real Monasterio del Escorial. Estas eran la construccin del claustro (Alto y Bajo), la de la escalera del claustro, la realizacin de un mirador de cinco arcos en el sobredicho lugar del Castro, y la reparacin de la cerca del convento. De la existencia de esta ltima es testimonio fiel, la propia Vista de Wyngaerde, que refleja su existencia 25 aos antes (ver Cuadro 4). El documento que habla de la reparacin de la cerca del convento dice as:Condiciones del reparo de la cerca. Primera condicin: que la zerca se forme en todos los lugares que est cayda de quatro pies de grueso. Con el qual grueso se levante fasta el alto de dos pies encima del pavimento suelo veladero donde se incluye el poyo o asiento para los moxes, el cual doy por asiento en los lugares que le aya pueda aber ser de piedra de Villamayor bien labrado y asentado a nivel. Segunda condicin: que todo el largo que ay desde la casa, nuevamente se de formar fasta zerca del vodegn que est junto de la puerta de la ciudad. Se forme una paredilla para el tiro o antepecho del mirador de pie y medio de gruesso y se levantar encima del poyo o asiento la cantidad de dos pies y medio de buena y pulida mampostera y encima por fin y rematte llevarn todo su largo una cubierta de Villamayor de un pie de grueso o dos pies de ancho segn lo ensea el alado, y

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QUADRADO. J.M. Salamanca, Avila y Segovia. Barcelona 1884. PONZ, Antonio. Viaje por Espaa , tomo XII. Madrid, 1988.

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Fr. ANTONIO DE YEPES. Crnica general de la Orden de San Benito, tomo III, p. 362. B.A.E., Madrid 1960.

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L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente. encima desta cubierta llevara una orden de bolas de piedra de Villamayor de dos pies menos y cuarto de dimetro, las cuales se asentarn distantes una de otra cantidad de diez pies de vara de medir poco ms o menos, y en la dicha cubierta del antepecho en el lugar donde aya de venir cada una de las bolas se ar una caja de media vara el quadrado y un quinto de pie de ondo para all encajar la dicha bola para que los monxes ni la saquen... no las puedan ofender ni derribar desta losa. Pararriba tendr de alto las dichas bolas y su peana y garganta 3 pies y medio poco ms o menos segn lo ensea el perfil que va sealado con la letra a=, dejndolo todo ello muy bien labrado y asentado rrebocado y puesto en rran segn contiene a semejante obra. Terzera condicin: que la distancia que subiere desde la dicha casa que nuevamente se ha de deshacer fasta el pedao de zerca que est levantada sobre la calle de los Milagros, se aga la zerca asientos antepechos y sus cubiertas tal que partimiento de bolas en la forma y con la materia que arriva va dicho sin en cosa ni parte alguna zeder de lo traado y capitulado pues es todo lo conveniente al bien, fuerza y gala de la obra.22

De esto se deduce que el monasterio, ya anteriormente al siglo XVII, haba tomado conciencia de propiedad sobre la muralla, a pesar de que el edificio principal del monasterio nunca lleg a apoyarse en ella; as se puede ver en el Plano de los Fuertes de Salamanca(ver cuadro 7), realizado por los ingenieros franceses en 1812. Aunque es posible que el documento refiera la reparacin de las tapias intramuros del monasterio, el Mirador necesariamente ha de asentarse sobre la cerca, si bien ello no implica su derribo. Adems actuaba como reparador sobre una propiedad terica del Concejo, como es muralla defensiva de la ciudad. Esta es una de las intervenciones sobre este tramo de la cerca de la que s tenemos constancia, y seguramente no fue la nica, puesto que en ocho siglos y medio de existencia, por necesidad, debi de sufrir mltiples recomposiciones. A mediados del siglo XVII se pide por Orden Real al Concejo que exponga la situacin de las murallas, tramos a reparar, casas adosadas, tramos cados, etc.23 De esto se deduce que ya entonces deban de tener problemas con la apropiacin del paso de ronda por particulares. Cuando la

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A.H.P.S. Protocolo 3.881 fol. 168 A.M.S. Doc. R/144

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documentacin del Archivo Municipal sea catalogada, o siquiera accesible para los investigadores la no catalogada, tendremos la respuesta a estas y a otras muchas preguntas, pero lo ms probable es que ya por esta fecha, y en otra mucho anterior, como ya hemos visto anteriormente, el convento de San Vicente ya se habra apropiado del tramo de muralla correspondiente a su cenobio, para delimitar su propiedad y aprovechar en su beneficio este espacio que en teora dependa del Concejo.

1.3. VISICITUDES DE LA CERCA NUEVA EN EL S.XVIII. En poca Moderna las viejas cercas medievales dejaron de lado el papel defensivo que tuvieron en tiempos, pues se muestran poco eficaces ante la nueva tecnologa de la plvora. Persiste su papel higinico y fiscal, mientras nace un aspecto funcional ldico propio de la cultura de la Ilustracin; en el 1786, Quiones Lesme Gaviln dibuja el Plano parcial de la Muralla y sus Paseos de los alrededores de Salamanca, que testimonia la funcin recreativa24 (ver Cuadro 5). Durante la Guerra de Sucesin, tras los hechos del pillaje del convoy aliado en el convento de San Jernimo, y por temor a las represalias, el Gobernador de las Armas de Castilla la Vieja, el General Don Antonio de Vega y Acebedo, en 1706, mand reforzar las murallas, levant parapetos y construy revellines en las puertas de San Pablo, Santo Toms, San Bernardo y Zamora. Es probable que en esta reparacin rpida el tramo que nos trae a cuento no fuese reforzado por encontrarse en una situacin privilegiada, por estar la ciudad defendida naturalmente por este sector, y si acaso, habra sido recrecido. Seguramente tampoco fue afectado este sector por el ataque del ejercito aliado partidario de Carlos III, realizado entre los das 15 y 20 de Septiembre de 1706, puesto que el grueso del ataque se realiz en el lado totalmente contrario de la ciudad, entre la puerta de Santo Toms y la de Toro.

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RUPEREZ ALMAJANO. Ver nota anterior.

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Despus del ataque anglo-portugus, en marzo de 1707, el marqus de Bay ordena la composicin de la cerca, dado que todava exista una amenaza cercana. En Mayo, a punto de la conclusin de la obra, ya se llevan gastados cerca de 30.000 reales, superando con creces lo que la ciudad quera gastarse en su reparacin, que finalmente fue ms endeble de lo que en un principio se deseaba. Respecto a las intervenciones que se realizan en los sectores prximos de la muralla nos informa Nieves Ruprez Almajano. Demostrando la costumbre de apropiarse de los terrenos de la ronda interior por parte de particulares, en 1716 el Colegio del Arzobispo pide licencia al Concejo para cerrar un trozo de esta ronda al que daban las luces de su hospedera, por estar apartado del comercio e inmediato para hacer ofensa a Dios y otras indecencias (...) Para evitar los inconvenientes escandalosos estar mejor cerrado de pared, desde la esquina de la hospedera hasta la muralla, del grueso y alto que se necesite para su perpetuidad y resguardo, y se comprometa a cerrarlo a su costa a cambio de que el lugar quedase para usufructo del Colegio. El Concejo no tiene ningn problema en cederlo pues no tiene utilidad para la ciudad y puede ser de mucha al colegio25. Con la concesin del usufructo de este terreno, se ceda la obligacin de reparar el muro de la ciudad, asunto que ya desde antiguo vena dando problemas. En 1704, el administrador del Seminario de Carvajal se niega a reedificar un pedazo de muralla con la excusa de que esto era materia del Concejo. ste responde copiando la protesta que hizo en su da Jusepe de Vera al Concejo en 1598, similar a la del Seminario, a la cual se contesto: respecto de las consecuencias de otros edificios que... estn sobre el muro, los cuales cuando uvieron la permisin de la ciudad ycieron escripturas de tener reparado el muro respecto a que se aprovechan de l, y si la ciudad cumpliese agora el acuerdo que tiene fecho pretenderan los dems a costa de la ziudad aderezar qualquier dao que tubiese en la parte del muro que les tocase, lo cual no se debe consentir porque sera en grave perjuicio de los que sin tener aprovechamiento del muro, que son todos los vecinos deRUPEREZ ALMAJANO, ver nota anterior. P. 68. Informa en esta misma pgina de otras concesiones de la ronda para corrales. 1925

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esta ciudad, ayan de contribuir en fisco e en gastos que se hacan en aderezos de semejantes que tocan a particulares a que estn obligados. En aos sucesivos, el Concejo sigue manteniendo su postura: es obligacin no slo de ste sino de todos los dueos de las casas contiguas a las murallas componerlas y reedificarlas a su costa, pues la ronda que deban dejar paso para comn la aprovechan, habiendo hecho corrales o jardines al sitio que corresponda a cada casa. Se les exige a continuacin la reparacin o bien que dejen la ronda libre y entonces ser la ciudad la que se haga cargo de la reparacin. El dejar la reparacin de la cerca en manos de particulares indica el escaso valor defensivo que sta poda tener. Durante todo el siglo XVIII, las solicitudes de reparacin de la muralla son numerosas, puesto que la reconstruccin de 1707 se haba realizado, como ya se indic, con materiales de psima calidad. Nieves Ruprez Almajano, en la pgina 69 de su obra acerca del urbanismo de Salamanca en el siglo XVIII, nos informa de varias reparaciones de la cerca, entre las que destacan por su abundancia, los socalzos en muchos tramos de su recorrido. Entre los que menciona, habla de una serie de ellos entre la puerta Falsa y la de San Vicente, muy prximos a nuestra zona. En esta zona las inclemencias meteorolgicas son bastante ms rigurosas que en la mayor parte de la muralla, por encontrarse en una elevacin muy prxima al ro. Tambin nos informa de los materiales que empleaban en las reparaciones, que solan ser reaprovechados de los derribos, y en los cimientos y en las primeras hiladas se usa la piedra tosca, en tizones de tres o cuatro pies de largo, asentados con cal. Tambin se suele emplear en los socalzos, de tamao grande, para poder recibir con ms seguridad la piedra menuda de la muralla. En el resto, unas veces utilizaban tapias de barro, en las que se solan incluir dos o tres tizones de piedra franca o tosca, y para disimular y reforzar el material se revocaba la pared con cal, tanto por la parte interior como por el exterior. En otras ocasiones, para mayor permanencia de la obra, se emplea la mampostera de piedra franca o tosca, macizado todo con cal de buena mezcla. Tampoco es extrao encontrar algunas lascas de pizarra. 1.4. LA GUERRA DE LA INDEPENDECIA.20

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La Guerra de la Independencia desgraciadamente se ceb con esta ciudad, a la cual Araujo se referira, como Reina del Tormes. La posicin estratgica de Salamanca qued de manifiesto, al ser el paso que abra Madrid y la Meseta a las fuerzas anglo-portuguesas, y por contra Portugal, al ejrcito francs. As lo relata Villar y Macas: Con el objeto de dominar el paso del Tormes por el puente, y con el de tener refugio seguro en la ciudad para la guarnicin no muy numerosa, que en ocasiones quedaba en ella, por el continuo moverse de su ejrcito, fortificaron los franceses los sitios de San Vicente, San Cayetano y la Merced Calzada, llamados as por el monasterio y conventos de estos nombres que all se alzaban, todos sobre el ro, aunque a gran elevacin de l. Era el fuerte principal el de San Vicente, colocado como exactamente dice el conde de Toreno, en el vrtice del ngulo anterior de la antigua muralla, sobre un peasco perpendicular al ro. Haban los franceses tapiado y aspilleado las ventanas del edificio, y undole por cada lado con el antiguo recinto, tirando unas lneas que amparaban foso y camino cubierto con escarpas y contraescarpas, revestidas de mampostera. No resultaba dentro de aquellas el ngulo entrante del convento, y por eso le cubrieron con una batera de faginas, protegida de una pared muro atronerado, que tena adems por delante una empalizada. Fortificaron despus (1812) a San Cayetano y la Merced, con escarpas verticales, fosos profundos y contraescarpas acasamatadas, e hicieron tambin varias construcciones a prueba de bomba y otras obras; obligando a contribuir a ellas a los vecinos de Salamanca, ya con su dinero, ya con su trabajo personal. [...] Mientras tanto, no quedando ya al ingeniero militar Mr. Gerard ms edificios pblicos, ni casas que demoler, a pretexto a veces y otras con justificada razn de hacer menos atacables sus fortificaciones, derrib el 8 de junio la muralla entre la Puerta Falsa y la de San Vicente. [...]Tomaron por su parte, diversas precauciones los sitiadores de los fuertes (los aliados), desarmaron las bateras y pasaron los caones al otro lado del ro. Sin embargo, el 22 levantaron una nueva con intento de apoyar la gola de San Cayetano, y con la esperanza de apoderarse de esta obra, cuya ocupacin facilitara la toma de San Vicente, la primera y ms21

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importante de todas. Maltratado el parapeto y la empalizada de San Cayetano, resolvieron los sitiados escalar el fuerte el 23, como asimismo el de la Merced, ms se les malogr la tentativa, pereciendo en ella ciento veinte hombres y el mayor general Bowes. El propio da Marmont, que ansiaba introducir socorro en los fuertes, vari de posicin, tomando otra oblicua, de que se sigui quedar alojada su izquierda en Huerta de Tormes, su derecha en las alturas de Cabezabellosa, y el centro en Aldearubia. Lord Wellington, para evitar que al favor de este movimiento se pusiesen los enemigos en comunicacin con los fuertes por la izquierda del Tormes, mud tambin el frente de su ejrcito, prolongando la lnea, de forma que cubriese completamente a Salamanca, y pudiese ser acortada en breve, caso de una reconcentracin repentina: se extendan los puestos avanzados a Aldealengua. El 24, antes de la aurora, diez mil infantes franceses y mil jinetes cruzaron el Tormes por Huerta; contrapsoles Wellington su primera y sptima divisin, que pasaron tambin el ro, al mando de Sir Thomas Graham, juntamente con una brigada de caballera; se apost lo restante del ejrcito ingls entre Castellanos y Cabrerizos. Hora de medioda sera cuando avanz el enemigo hasta Calvarrasa de Abajo; ms vislumbrando a sus contrarios apercibidos, y que stos le seguan en sus movimientos, parose, y torn muy luego a su estancia el 23. Entre tanto, recibieron los ingleses el 26 las municiones y artillera que aguardaban de Almeida, y renovaron el fuego contra la gola del reducto de San Cayetano, en la que lograron romper brecha a las diez de la maana del da siguiente: al propio tiempo consiguieron tambin incendiar, tirando con bala roja, el edificio de San Vicente. En tal apuro, los comandantes de todos los fuertes dieron muestra de querer capitular, pero sospechado Wellington que era ardid, a fin de ganar tiempo y apagar el incendio, slo les concedi cortos minutos para rendirse, pasados los cuales, orden que sin tardanza fuesen asaltados los reductos de San Cayetano y la Merced. Se apoderaron los aliados, del primero por la brecha de la gola; del segundo por escalada. Entonces el comandante de San Vicente pidi ya capitular, y Wellington accedi a ello, si bien enseoreado de una de las obras exteriores. Qued prisionera la guarnicin y obtuvo los honores de la22

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guerra. Cogieron los ingleses vestuarios y muchos pertrechos militares, pues los enemigos haban considerado por muy seguros aquellos depsitos. El 27, a las once y media de la maana, se rindieron los fuertes: encerraron la guarnicin prisionera en San Bernardo, de donde la llevaron aquel mismo da; y al siguiente an arda el fuerte de San Vicente, que se haba vuelto a incendiar a las nueve de la anciana del 27;... Arteche describe as las fortificaciones francesas en Salamanca: "Gruesos y elevados parapetos, anchos y profundos fosos, cuarteles, almacenes a prueba, cuanto se considera necesario para mantener un puesto importante, se haba ejecutado en tres ao de dominacin tranquila que contaban all los franceses, y especialmente en los ocho ltimos meses se haba puesto el mayor esmero en preparar los tres fuertes... Presidan los fuertes 800 hombres y la gente necesaria para los servicios de 30 piezas de artillera que montaban las murallas26. Pero la mejor descripcin nos la dan los planos francs e ingls de los fuertes (ver figura 5 y 6). En los mismos se reconocen sistemas de balaustres u orejones, apoyados por trincheras o fosos, segn muestran los ngulos y lneas de defensa representados en el sector oriental y septentrional del cerro, con menores condiciones de defensa naturales. Igualmente parecen reconocerse muros y fosos que cubran los sectores noroccidental, occidental y meridional, con mejores defensas naturales y la muralla medieval. Todava se levanta un muro situado en la zona meridional de la terraza superior del cerro. En planta cubre el ngulo que conformaban la cruja Este del Claustro del convento y parte del muro sur del Ala oriental del mismo. Este espacio hoy se encuentra ocupado por viviendas y patios, algunas de las cuales ya han sido demolidas. Su fbrica, difiere del resto de los muros considerados originales del convento, por la trabazn en seco del mampuesto, que ha sido claramente reutilizado con materiales procedentes del convento.

GMEZ ARTECHE Y MORO: Guerra de la Independencia. Historia Militar de Espaa de 1808 a 1814, Madrid 1868.

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Fig. 6. Detalle del Fuerte de San Vicente. Plano de los Fuertes de Salamanca de 1812.

Del resto de las obras defensivas, como las abaluartadas del sector nordeste del cerro y los sistemas de trincheras y fosos que circundan la cima sobre la muralla, algunas han desaparecido como consecuencia de la instalacin del actual barrio de San Vicente, mientras que otras permanecen, descubiertas o cubiertas por las viviendas y los escombros. El informe del abad de San Vicente, Antonio de Limia (1814-1818) muestra el estado miserable en que qued el monasterio tras la guerra y la posterior explosin del almacn de plvora: "se hallaba lleno de escombros; los monjes no tenan casa propia; el pueblo robaba los sillares; ..." (A.V.C., T. 33, f. 417-423). Para evitar la completa ruina se pens en su restauracin, y en 1818, los distintos conventos de la orden, repartieron buenos dineros para ese fin. Sin embargo, los monasterios estaban exhaustos y las obras avanzaban muy lentamente.

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Fig. 7. Detalle del Fuerte San Vicente, tomado de los planos del sistema defensivo francs en Salamanca, levantados por los ingenieros ingleses de Welington.

En cuanto a la vieja muralla medieval, abolida su funcin fiscal, al suprimirse las aduanas urbanas a partir de 1836, se convirti en un

obstculo para los habitantes de Salamanca. En ese mismo ao se derriba la Puerta de Toro, y en el 55 le toca el turno a la de Zamora. La fiebre por el derribo de fortificaciones llegara a afectar incluso al mismo puente romano, que vera como su castillete y almenas desaparecan en 1852. En todos estos asuntos, la Comisin de Monumentos hizo gala de una ignorancia supina. La labor fue tan concienzuda, que lo hoy conservado de la Cerca Nueva, apenas llega al grado de representacin simblica. El corazn del Cerro de San Vicente no volvi a poseer edificaciones hasta, por lo menos, principios de siglo. No obstante, si se comenzaron a adosarse viviendas al exterior del cerca; de hecho, hoy todava podemos apreciar una apoyada al pie de los lienzos restaurados. A mediados del presente, comenz a edificarse la residencia para estudiantes de la25

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Universidad Pontificia Ntra. Sa. de Guadalupe, que usa parte del muro para delimitar sus terrenos. Ya en esta dcada, y con motivo de la remodelacin de la zona, se derruyeron varias viviendas adosadas a la cerca y comenz su actividad una Escuela-taller que mantuvo su actividad durante tres aos, de 1994 a 1996, la cual obtuvo interesantes resultados, al descubrir, por orden cronolgico inverso, parte de las fortificaciones francesas, el convento de poca moderna, los restos medievales del mismo, restos y estructuras altomedievales y parte del poblado del hierro que all estuvo establecido.

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2. METODOLOGA.Fig. 8. Equipo Fotogrfico.

La anterior resea histrica ha dejado demostrado que la muralla urbana era un elemento vivo. De ah que salvo excepciones, estuviera en continua transformacin. Unas veces la vieja cerca resultaba inadecuada para proteger a una ciudad que haba crecido a gran velocidad. En otras era preciso adaptar la muralla a los progresos de la poliorctica. En todo momento haba que restaar las heridas que sin cesar se producan en las cercas de las ciudades y villas, y, como mnimo mantenerlas en buen estado de conservacin. As pues la muralla era, por lo general, una construccin permanente y un motivo de constante preocupacin27. La historia de la misma, por tanto, podr estudiarse a travs de los deterioros, reparaciones, reformas y destrucciones que ha sufrido a lo largo de su existencia, desde su fundacin hasta el presente; o tambin, hasta su extincin definitiva, caso de haberse producido. El mtodo ms eficaz para conseguir la total lectura de la fortificacin, - o cualquier edificio que nos propongamos analizar recibe el nombre de Lectura de Paramentos o Lectura Estratigrfica de lo Elevado". Consiste en diferenciar, ordenar y datar las fases por las que han pasado los edificios hasta llegar a su estado actual, analizando todos los elementos que los componen y que se les fueron aadiendo histricamente, y27

VALDEN, J. Ver nota anterior.

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analizando las distintas actividades y procesos destructivos y constructivos que sufri28. La nueva forma de entender la arquitectura, a travs del anlisis de estructuras y paramentos, es heredera directa de la cultura estratigrfica, que trae el pensamiento arqueolgico de Baker y Harris29 en los aos 70. Su esencia no es otra que la individualizacin de unidades estratigrficas, como si de excavacin arqueolgica tradicional se tratase. La Unidad Estratigrfica Muraria (U.M.E. para abreviar) es el resultado menor de una accin constructiva; a efectos prcticos lo ms irreducible de los distintos elementos que conforman el edificio. Estas unidades, como las terrestres - conocidas como U.E. -, pueden ser positivas (adicin) o negativas (sustraccin). Las negativas ms conocidas por unidades interfaciales, son referidas en nuestro estudio, con el numeral seguido por una i mayscula. Tambin las relaciones entre las U.M.E, son idnticas a las individualizadas en la trinchera arqueolgica. Su concepto nicamente vara en el origen de las mismas, pues mientras las unidades de deposicin terrestre pueden ser de origen natural o antrpico, en las terrestres casi siempre sern producto directo o indirecto de la mano del hombre30. El procedimiento operativo ms bsico obliga a numerar, despus de individualizar las unidades murarias estratigrficas, con el fin de facilitar su clasificacin. Posteriormente sern representadas en una matriz "Harris", en la cual primar la cronologa, sobre la localizacin especifica en la que se halle una determinada U.M.E. Aclaremos que las unidades representados en el diagrama matriz, no tienen porque guardar el orden de numeracin matemtica, por lo que la asignacin de un numeral puede ser algo absolutamente arbitrario. En cuanto a los criterios para individualizar las U.M.E., son los siguientes:CABALLERO ZOREDA, Luis. Mtodo para el Anlisis Estratigrfico y Construcciones Histricas o Lectura de Paramentos, en Caballero y Latorre (coods) Leer el documento Construido. Monogrfico de Informes de la Construccin 46. 1995.29 24

CARANDINI, Andrea. Historias en la Tierra. Barcelona 1997

Un derrumbe de una estructura de vigas en un edificio abandonado, puede ser producto directo de las inclemencias del tiempo. Sin embargo, indirectamente, tambin se debe a la falta de mantenimiento de su ltimo inquilino.

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- Tipo de materiales. - Tamao y forma de los mismos. - Tipo de aparejo constructivo. - El grosor y tipo de los ligantes. - La composicin de las argamasas. - La existencia de suturas en los muros. - Y, por ltimo elementos arquitectnicos (puertas, ventanas etc..). Sobre las relaciones temporales expresadas en la matriz, estas sern enumeradas seguidamente:

1. Contemporaneidad: con las secuencias "igual" y "se une". 2. Anterioridad: "se le apoya", "cubierto por", "cortado por" y "rellenado por". 3. Posterioridad: "se apoya", "cubre a", "corta a" y "rellena a".

Para la satisfactoria comprensin de anlisis, es aconsejable que vaya acompaado de un buen levantamiento grfico, a caballo entre la representacin objetiva y la seleccin subjetiva de la realidad31. Para ello el Laboratorio de Arqueologa Medieval cuenta con su propio sistema de representacin. Denominado Toma, que es autntico sondeo arqueolgico elegido en un paramento32. Su nomenclatura deriva del instrumento fotogrfico, que tanto partido saca el L.A.M., y su objeto es unir levantamiento grfico con anlisis estratigrfico. Y ello se logra al representar las unidades murarias individualizadas sobre la arquitectura dibujada, con su correspondiente matriz al lado. Este trabajo incluye una nica Toma, que comprende todos los lienzos tratados en la Fase G, de la Restauracin de la Muralla de Salamanca. En ella tambin se incluye una Matriz de Muestra de Paramentos. Este instrumento tambin ha sido ideado por el Laboratorio de ArqueologaPARENTI, Roberto. La Lettura Stratigrafica delle Murature in Contesti Architettonico. Restauro e Citta 2, 1985. SERRANO PIEDECASAS, Luis y MUOZ GARCA Miguel Angel. San Felices de los Gallegos. Anlisis Estratigrfico de la Cerca Vieja. STUDIA STORICA, Historia Medieval 12, 1994.32 31

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Medieval, inspirndose en una de las sugerencias de Harris, la matriz de artefactos, que pretenda sintetizar materiales y cronologas33 . La necesidad de elaborar muestras de paramento a escala, es algo indispensable para la comprensin de tcnicas, materiales y aparejos, y as ha sido reseado por autores como Parenti, Caballero y Brogiolo. La matriz de paramentos, adems de ofrecer un eficaz instrumento comparativo, da al estudio de los aparejos una dimensin cronolgica, enriqueciendo de este modo la visin de la arquitectura histrica. El trabajo riguroso y exhaustivo de lectura de paramentos debe ir acompaado de una ficha por unidad estratigrfica muraria. Este tipo de registro cumplir similar funcin al de las fichas U.E. de deposicin

terrestre, y se justifica por su carcter ms exhaustivo y especfico. La ficha U.M.E. recoger ms informacin histrica, al centrarse en aspectos puramente constructivos normalmente obviados en las fichas ordinarias U.E. Por su agilidad, hemos utilizado sobre el campo, la Ficha de Archivacin Rpida (FAR), propuesta por el Profesor Brogiolo34. No tan completa como la ordinaria de unidad muraria, pero efectiva para los objetivos aqu propuestos. El apndice final del informe recoge redactada, la

informacin de cada ficha elaborada en el campo.

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HARRIS, Edward C. Principios de Estratigrafa Arqueolgica. Barcelona

1992.34

BROGIOLO, Gian Piero. Archeologa dellEdilizia Storica. Como 1988. 30

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3. ANLISIS ESTRATIGRFICO.Fig. 9. Trabajos de Restauracin.

3.1. LOS CUERPOS DE FBRICA CONSERVADOS EN EL CERRO DE SAN VICENTE.La zona del Cerro de San Vicente, donde se encuentran los escasos metros de Cerca Nueva, que ha recuperado la fase G., se encuentra en la actualidad degradada; de hecho los aledaos a la misma, han sido utilizados como escombrera hasta fechas muy recientes. El estado de los dos lienzos conservados, clamaba por una intervencin, pues buena parte de los mismos, haban perdido su paramento externo. La piedra se encontraba adems muy degradada; al estar en un alto, acusaba especialmente las incidencias climticas. Por si ello fuera poco, los restos de la cerca soportan la presin extra, las tierras asentadas en el cerro, apoyan en su paramento interno. Los lienzos conservados han sido denominados Cuerpo de fbrica 11 y 12 (C.F. 11 y 12). La numeracin responde a los preceptos, que el Laboratorio de Arqueologa Medieval, desarrolla en su proyecto de estudio de las murallas de Salamanca. El C.F. 11 no presentaba su paramento externo completamente libre, puesto que todava hoy se le adosa una humilde vivienda de un slo piso (ver figura 10). Naturalmente no ha sido estudiado ntegramente, puesto que el proyecto, no prevea restaurar todo este lienzo (ver figura 11).

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En total, la fase G consolida una extensin de aproximada de 68,25 m. en planta (ver alzado). Del cuerpo de fbrica 11 se ha restaurado unos 9,5 m; levanta del suelo unos 5 m. Presenta una fbrica de sillera escuadrada en granito, que rodea a otra ms grosera, de forma ms o menos rectangular. El cuerpo de fbrica 12 abarca los 58,75 m restantes, y es el que presenta la perdida del paramento exterior, sobre gran parte de su zona central. Ello, adems de plantear los correspondientes problemas tcnicos a la hora de consolidar, tambin supone importantes interrogantes histricos, pues, los dos extremos de paramento conservado tienen diferentes fbricas, sin que a priori podamos definir su relacin material estratigrfica, pues no exista conexin fsica entre ambos. El paramento externo derecho mide en planta mide 20,7 m, y alcanza una altura media de 6.6 m; adems acoge un pequeo elemento de soporte (U.M.E. 418), que levanta 60 cm. El paramento izquierdo tiene unos 24,4 m, alcanzando en altura 5,5 m.

Fig. 10. Vivienda de carcter popular, adosada al Cuerpo de Fbrica 11.

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Fabricas Contemporneas.

Fabricas Modernas de Sillera Escuadrada.

Zonas Descarnadas de Paramento. Fabricas Modernas de Sillera Apiconada.

LIENZOS DE LA CERCA NUEVA EN EL CERRO SAN VICENTE. EXENTOS DEL LA FASE G Alzado de Fabricas, a partir de plano del Arquitecto D. Julio Brualla. Miguel Angel Muoz Garca (Arquelogo).

Fabricas Plenomedievales. S.XIII.

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Estructuralmente la muralla no difiere de construcciones homlogas, pues se compone de dos paramentos exterior e interior -, rellenados con un ncleo central de cal y cascotes. Los materiales tampoco son diferentes a los constatados en otros tramos de la muralla. Son piedras locales fciles de conseguir por su cercana; identificamos las areniscas opalina

(popularmente conocida como Arenisca de Sangre de Cristo) y de Villamayor, tradicionalmente utilizadas en la ciudad de Salamanca. Asimismo tambin observamos el uso del granito; acaso procedente de Ledesma?.

Fig.11. Parte del C.F. 11, exento de la Fase G.

3.2. FASES CONSTRUCTIVAS.El anlisis estratigrfico expresado en la Toma del presente informe, comprende 35 unidades estratigrficas muraria (U.M.E.), y una estratigrfica tradicional (U.E.), que corresponde a la roca madre natural. En total han sido cuatro las fases constructivas detectadas. A priori sorprende que las escasas cuatro unidades estratigrficas murarias, de poca medieval, sean de tan poca entidad. Veamos las fases:

1. Fase Medieval, 1147-1504 (U.M.E. 425I, 415, 417, 437): Fechada entre 1147, ao que como vimos, Alfonso VII el Emperador manda construir una cerca en el arrabalde, y la reforma de la Orden de San Benito de 1504, que marcara el inicio de la mejor poca del Monasterio de San Vicente.

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2 Fase Moderna, 1504-1812 (U.M.E. 429I, 421I, 416, 430, 420, 433, 416, 422I, 413, 419I, 418, 403, 461I, 407, 408, 401, 405, 409, 404). Abarca prcticamente toda la Edad Moderna, siendo su colofn la Guerra de la Independencia. 3 Fase Contempornea, 1812 1997 (U.M.E. 412I, 423I, 410I, 434I, 435I, 402I). Es la etapa de abandono y deterioro. Dos son las fechas que marcan ambos fenmenos. La primera la destruccin del Monasterio de San Vicente en la francesada; ello afectara tambin a sus propiedades, que como poco comenzaran a abandonarse; entre ellas estara este fragmento de Cerca Nueva que tenan bajo a su tutela. En cuanto a la segunda, es el ao 1836, en que se firma la sentencia de muerte de la muralla salmantina al suprimirse las aduanas urbanas. 4 Fase de Restauracin Reciente, 1997 (U.M.E. 424, 428, 414 y 440). Corresponde las unidades estratigrficas, adheridas por la restauracin, en el momento de comenzar nuestro estudio.

3.3. LAS FBRICAS.Su representacin grfica se ofrece dentro de la Matriz de Paramentos, que se incluye dentro de la Toma de este Informe. Puntualizamos que en este apartado solamente se reflejan paramentos,

dejando de lado ncleos interiores y el elemento de soporte del C.F. 12. El aspecto homogneo de los primeros, hace que sean imposibles de distinguir por otro mtodo que no sea su propio contexto estratigrfico, ya que tampoco ha sido posible realizar anlisis de argamasas. Entre las fbricas se distinguen cuatro tipos; todas ellas aparejadas con mortero de cal. El primero pertenece a la fase medieval, mientras los tres restantes ya son de cronologa moderna. Vemoslas con detalle a continuacin:

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Fbricas Medievales:

Fig.11 Fbrica Medieval (Inferior), de Mampostera Concertada

A. Muestra 1. (U.M.E.415, Fig. 11). Es fbrica de mampostera concertada con ripias, y sus elementos son sillarejo de arenisca y opalina, tallado en la cara vista. Sus piezas oscilan entre 60 x 30 cm, 45 x 20 cm o 50 x 30 cm; la junta mide entre los 5 y 8 cm.

B. Fbricas Modernas:

Fig. 12. Fbrica Moderna de Sillera Escuadrada.

B. Muestra 2. (U.M.E.420, Fig. 12). Compuesta a base de sillares granticos, bien escuadrados, y aparejados con alguna ripia o teja partida. Mide 4,55 x 3.85 m aproximadamente, y la sillera oscila entre 90 x 39, 65 x 30 o 100 x 35 cm. Su junta se encuentra entre 2 y 4 cm, sin superar en ningn caso los 5 cm. C. Muestra 3 (U.M.E.433. Fig 13) y Muestra 4 (U.M.E. 413). Fbrica de mampostera concertada con ripias, similar a la medieval, aunque elementos de menor tamao. Estos son sillarejo de

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opalina y arenisca, con tamaos que oscilan entre los 45 x 30 y 25 x 10 cm. La junta mide entre los 4 y 8 cm.

Fig. 13. Fbrica Moderna de Mampostera Concertada, antes de la Restauracin.

D. Muestra 5 (U.M.E. 403, Fig. 14). Sillarejo con abundante material reaprovechado (sillares y un tambor de media columna). Se utiliza la ripia con gran profusin, las juntas en muchos casos superan los 10 cm. Entre los materiales se entremezcla el granito con la arenisca y la opalina. Tampoco se aprecia un inters por proporcionar los tamaos del sillarejo, aunque obviamente los mismos se acomodan al ancho de la hilada.

Fig. 14. Fbrica Moderna de Mampostera Grosera.

3.4. ESTRATIGRAFA.En este apartado se expondr la interpretacin de las unidades que componen los cuerpos de fbrica del Cerro San Vicente, centrndonos exclusivamente en las relaciones estratigrficas que existen entre ellas. Dejaremos aspectos formales y descriptivos, para las fichas que forman el apndice final de nuestro informe.36

L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

Las U.M.E. 425 I, 415, 417, 437, representan a la fase I medieval. La primera es la interfaz que rompe la roca madre natural del Cerro (U.E. 0), mientras U.M.E. 415 corresponde al paramento de mampostera concertada con ripias; recordamos que este es similar al que se encuentra en los restos de Cerca Nueva, sitos en el Paseo de Canalejas y la Plaza de los Nios del Coro. Este se forma parejo a U.M.E. 437, que constituye el ncleo interior o ripio, formado por piedra menuda y cal. U.M.E 417 (ver figura 15), es de similar composicin, lo cual demuestra que en fue

diseada para ser cubierta por un paramento. Ello descarta la posibilidad de que estemos ante un hipottico acceso cegado en un momento indeterminado. Por otro lado, no se aprecian restos de dintel o arco; es ms los sillares de la moderna U.M.E. 420, se le apoyan directamente.

421.I.

U.M.E 417

U.M.E. 417

420

430. 424. U.E. 0.FIG. 15. Anlisis Estratigrfico Parcial. U.M.E. 417 en numeral negro.

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L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

La forma rectangular de 4,8 x 2,1 m, nos conduce a interpretar nuestra U.M.E. 417, como el antiguo ncleo interior de un cubo desaparecido de la Cerca Nueva. Ahora bien, no dejaremos de ser conscientes, que slo la excavacin arqueolgica de su permetro circundante, lo confirmara con total certeza. Y ello, desgraciadamente, es imposible. La roca sobre la que se asienta, fue cortada por la interfaz contempornea U.M.E. 423I, seguramente con el fin de buscar espacio para alguno de los corrales, que se asentaron entonces sobre el Cerro de San Vicente. El paso a la fase II moderna viene dado por la Interfaz U.M.E. 429I, que rompe U.M.E. 415, y U.M.E. 437. A la izquierda, sobre la primera apoyaron U.M.E. 416, y a su vez, la misma soporta en su lateral a U.M.E. 430. Ambas unidades son calzos dispuestos para sostener la sillera escuadrada de la ya aludida U.M.E. 420. Esta rodea completamente a la medieval U.M.E. 417, y las dimensiones sus sillares, en torno a los 70 x 40 cm, son idnticas a las utilizadas en edificios modernos como el paramento exterior izquierdo del Templo de la Clereca o los sillares exteriores que asoman en el mismo Convento de San Esteban. La ejecucin de esta sillera contrasta con los otros aparejos de mampostera ledos, y con toda seguridad responde a un proyecto que trasciende la mera reforma de la Cerca Nueva. Sobre esta ultima unidad muraria estratigrfica se apoya U.M.E. 433 que adems cubre a U.M.E. 415. A su vez, la primera es cubierta por U.M.E 413, que por cierto tambin apoya en los sillares de la unidad adyacente recurdese U.M.E. 420 -. Ya vimos en el estudio de fbricas, que tanto la medieval U.M.E. 415, como las modernas U.M.E. 433 y 413, tienen en comn el uso de mampostera concertada, siendo menor el tamao de sillarejo en las dos ltimas. Centrndonos en U.M.E. 413, hemos de

indicar, que se diferencia de la unidad inferior, primero por la existencia de una unidad interfacial U.M.E. 422I, y en segundo lugar, por la curiosa disposicin de su primera hilada, que monta sillarejo de granito, en vez de las habituales opalina y arenisca. Respecto a U.M.E. 436, es el ripio de cascotes y cal que enmascara el paramento U.M.E. 433, mientras U.M.E. 401, correspondera al ncleo de U.M.E. 413.

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L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

Adems otra interfaz corta U.M.E. 413. Se trata de U.M.E 419I, que corta las hiladas de mampostera en su extremo izquierdo. Esta unida negativa es rellenada por U.M.E. 418, con forma cuadrangular, que

seguramente constituye una estructura de base para soportar un elemento indeterminado. Se compone de cuatro hiladas de mampuesto, y dos superiores con pequeos sillares de granito. Sobre esta U.M.E. 418 y U.M.E. 413, se apoya una hilera de sillares granticos muy deteriorados, que parecen querer rematar la mampostera concertada de las fbricas inferiores. Esta unidad muraria recibe el nombre de U.M.E 411, y se prolonga sobre la parte central del C.F.12, que ha perdido el paramento.

Fig. 16. Sillar Reaprovechado en U.M.E 403

Cambiemos ahora nuestro punto de atencin al paramento conservado en el extremo derecho. Comenzaremos diciendo que la mayor parte del mismo, se forma con la U.M.E. 403. Esta unida muraria, compuesta de mampostera irregular, que usa ripias con gran profusin y material reaprovechado (ver figura 16), ya fue descrita en la muestra 5 del anlisis de fbrica. Acoge a los huecos U.M.E. 405, 409, y 404 (ver figura 17), que son interpretados como mechinales; posiblemente ideados para apoyar los andamios que levantaron este paramento. Adems la U.M.E. 403, es cortada por la interfaz U.M.E. 406I, que se rellena con U.M.E. 407, unidad muraria formada por cuatro hileras de pequeos sillares granticos. A su vez acoge esta misma, acoge otra unidad de apertura: la U.M.E 408, que por su posicin estratigrfica, en medio de los sillares, desempeara algo ms que un simple apoyo de viga. El hueco mide unos 15 x 25 cm, y es idntico a otras bocas de desage, localizadas en el tramo de la Cerca Vieja, contiguo a la Casa Lis (ver figura 18). No obstante slo la exploracin del39

L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

paramento interno, - hoy cegado por las tierras del Cerro de San Vicente confirmara nuestra hiptesis.

408. 407. 406.

409.

U.M.E. 403.

Fig. 17. Unidades Estratigrficas Murarias acogidas en U.M.E. 403.

La fase III contempornea de abandono y deterioro est compuesta exclusivamente por interfaces de destruccin. La U.M.E 432I, forma un hueco en la parte baja de la construccin al cortar a la medieval U.M.E. 415. Tambin huecos forman U.M.E. 434I y 435I al cortar a U.M.E. 433. A esta ltima unidad, junto a U.M.E. 413 y 411, les corta U.M.E. 412I, en la derecha. U.M.E. 423I corta U.E. 0 es decir la roca natural -, y los bajos de U.M.E 417. Como ya se aludi, probablemente es resultado de la accin constructiva que ejerce sobre la muralla, la edificacin de casas populares a finales del siglo pasado y principios de este. La interfaz U.M.E 410I, afecta a la parte central que perdi el paramento; adems corta a U.M.E. 411. Ya U.M.E 402I es unidad que corta a U.M.E. 403.

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L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

Fig. 18. Desage en el Tramo de Cerca Vieja contiguo a la Casa Lis.

La fase IV, correspondiente a la presente restauracin arquitectnica, insistimos que nicamente recoge aquellas unidades estratigrfica murarias, aadidas en el momento de comenzar nuestro informe. Con el numeral de U.M.E 440 se menciona genricamente a las piedras repuestas junto a los rejuntados aplicados, que comprenden resinas al interior de la junta, y mortero bastardo al exterior, que da una tonalidad ocre. En cuanto a U.M.E. 424 y 428, son mampuestos colocados en los bajos de la cerca, a modo de recalzos. Por ltimo UM.E 414, representa los sillares repuestos en la moderna U.M.E. 411.

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L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

4. CONCLUSIONES.Fig. 19. Estado Final del Tramo del Cerro de San Vicente, desde el Paseo del mismo nombre

La Vista de Salamanca de Antn Van Wyngaerde es un documento preciso y categrico, que prueba como la Cerca Nueva, - aparte de los que guardaban los accesos -, tambin integr cubos defensivos en su trazado. La ausencia de los mismos en los planos de Garca de Quiones y Sargarvinaga, debemos explicarlo en el contexto cultural de la poca. El papel de la muralla como muro perimetral que define los lmites de la ciudad, y de escaso potencial defensivo frente a agresores pertrechados de artillera, hace que los viejos bastiones medievales se conviertan en elementos obsoletos, frente a revellines y baluartes modernos. Quiz por ello fueron simplemente ignorados al ser estructuras que carecan de relevancia funcional. Este no era el caso de las Puertas de la Ciudad, pues las torres all existentes remarcaban el valor simblico de las mismas. Ahora bien entonces por qu se representan torres y cubos sitos en la Cerca Vieja?. La respuesta debemos encontrarla tambin en el uso que tenan. Las torres del antiguo Alczar, quiz ya tuvieran un significado simblicohistrico, o simplemente se integraban en las dependencias del Convento de los Padres Cayetanos, fundado a principios del S.XVII. En cuanto al cubo existente entre la Puerta de San Juan del Alczar y la del Ro, integraba un mirador propiedad del Convento de la Merced. Tambin mirador, a juzgar por su disposicin actual debi ser el cubo cuadrado, existente a continuacin del ltimo acceso nombrado (ver figura 20).42

L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

Fig. 20. Restitucin de los aledaos de Pea Celestina, a partir del Plano de Salamanca y sus Paseos (Garca de Quiones, 1784), segn Rperez Almajano. Obsrvense los cubos de Alczar, el de la Merced y el adyacente a la Puerta de Anibal.

Por otro lado, si observamos con detalle el Plano parcial de la Muralla y sus Paseos de los alrededores de Salamanca de Lesmes Gaviln, veremos una estructura de planta triangular entre la Puerta de Santo Toms y la Puerta de Sancti-Spiritus (ver figura 21). Otra similar se constata en el Plano de Salamanca y sus Paseos de Andrs Garca de Quiones; aunque esta vez situada entre la Puerta de San Bernardo y la de Villamayor (ver cuadro 1). Su forma en pico nos remite claramente a poliorctica moderna. Vimos que D. Antonio Vega mand hacer obras de fortificacin, en las puertas de Santo Toms y San Bernardo, hacia 1706. Es posible que tales formas se deban a estas, u otras obras emprendidas en el S.XVIII. Sin embargo, lo ms curioso es que la situacin de estos tringulos adosados a la cerca nueva, es la misma donde Wyngaerde dibuja algunos de los cubos, reseados en el estudio histrico; acaso en la centuria de 1700, se aprovecharon viejos cubos medievales para conseguir formas abaluartadas?.

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Cuadro 5.

Plano Parcial de la Muralla y sus Paseos de los alrededores de Salamanca. Lesme Gabilan (1786).

L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

Fig. 21. Ampliacin del Plano Parcial de la Muralla y Paseos de Alrededores de Salamanca, por Lesmes Gabiln Sierra.

En este contexto interpretamos nuestra U.M.E 417 (ver figura 15), como uno de los cubos vistos en la Vista de Salamanca de 1572, sobre el Cerro de San Vicente (ver cuadro 3 y 4). Seguramente corresponde al situado ms a la derecha en el dibujo de Wyngaerde. El otro ms bien se integrara en la Puerta de San Vicente, que segn el Plano de Salamanca y sus Alrededores de Juan Marcelino de Sagarvinaga (ver figura 22), se muestra con un cubo flanqueando su lado derecho. El anlisis estratigrfico ha demostrado que la mayor parte del tramo conservado pertenece a poca moderna, y debemos, por tanto, ponerla en relacin con el resurgir del Monasterio de San Vicente a partir de 1504. La sillera escuadrada de U.M.E. 420, no es aparejo habitual en la reparacin de una muralla de mampostera, y ms cuando se le estn apoyando, unidades estratigrficas (U.M.E. 433 y 413) realizadas con esta tcnica; posiblemente muy similares a la buena y pulida mampostera,44

L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

que menciona el documento de reparacin, adjuntado en nuestra resea histrica. Es ms razonable pensar que la fbrica de sillares pertenece a un proyecto ms ambicioso que una mera reforma en un fragmento de cerca nueva.

Fig. 22. Ampliacin de la Puerta de San Vicente. Plano de Salamanca y sus Alrededores (Sagarvinaga 1804).

Concretamente el Plano de los Fuertes de Salamanca de 1812 (ver figura 23), se aprecian una serie de construcciones pertenecientes a la propiedad del Monasterio de San Vicente, pero adosadas a la cerca en el lado E. Futuras excavaciones arqueolgicas podrn confirmar, s la U.M.E. 420 perteneci a una de las estructuras, dibujadas por los ingenieros franceses. Documentalmente sabemos que el arquitecto Ribero de Rada construy un mirador, sobre la muralla, que rodeaban el Cerro de San Vicente. Accin constructiva, por otro lado, nada extraa en poca moderna, pues a finales del XVI, el Palacio Episcopal de vila se levant sobre las estructuras y cubos (ver figura 24), de la histrica fortificacin del XII. En esta lnea queremos tratar la curiosa estructura de soporte que bautizamos como U.M.E. 418. Su misin podra ser la de sostener uno de los motivos herrerianos que alude el contrato de reforma de la zerca monasterial, cuando se dice que llevara una orden de bolas de piedra de45

L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

Villamayor. Sin embargo su anchura de ms 1,7 m, parece excesiva para ser el soporte de una elemento ornamental de estas caractersticas. Resulta ms razonable pensar que fuera el arranque de la estructura de cubierta, de alguno de los edificios constatados en el citado plano francs.

Fig. 23. Ampliacin del Monasterio de San Vicente fortificado, en el Plano de los Fuertes de Salamanca de 1812. Ntense los edificios de la fundacin benedictina, pegados a la Cerca Nueva.

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Cuadro 6.

Plano de los Fuertes de Salamanca (1812).

L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

La diferencia de fbricas que se da entre los dos extremos del paramento conservado recurdese la mampostera de U.M.E 433 y 413 (extremo izquierdo, ver cuadro 6), con respecto a U.M.E. 403 (ver Toma) -, como poco nos est certificando la existencia de dos procesos de ejecucin diferentes. Carecemos de toda certeza a la hora de establecer que proyecto se realiz primero, debido a la perdida del paramento central, que como indicamos en su momento, imposibilita leer sus relaciones estratigrficas. No obstante, el uso de materiales reaprovechados en U.M.E 403, unido a su fbrica ms grosera, no la hacen muy acorde con la poca que reform el Monasterio de San Vicente, y vio las empresas proyectadas por el maestro Ribero de Rada. Afinemos ms y puntualicemos que el descuidado aparejo de esta, difcilmente podr ser relacionado con esa buena y pulida mampostera, que se mencionaba en los contratos del arquitecto clasicista. Seguramente, esta unidad muraria, es producto de cronologas posteriores a fines del S.XVI y principios del XVII. Su tcnica poco esmerada, sugiere un momento de reforma, ejecutado con celeridad, por causas que ahora mismo se nos escapan.

Fig. 24. Palacio Episcopal de vila, con estructuras apoyadas sobre la muralla.

Por ltimo, no quisiramos terminar sin aludir a la incidencia que tuvo la Guerra de la Independencia sobre los cuerpos de fbrica analizados. Concretamente nos referimos a las U.M.E. 434I y 435I; su forma

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L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

redondeada y su posicin aislada de grandes grietas, no parecen ser fruto del simple abandono. Es ms recuerdan a impactos de artillera como los existentes en la Torre de la Catedral de Ciudad Rodrigo, o la Iglesia Parroquial de Gallegos de Argan. En el Plano de los Fuertes de Salamanca se distinguen perfectamente los baluartes que construy Wellington en el Convento de San Bernardo y el Hospital Civil (ver Cuadro 7). Las bateras all existentes estaran en ngulo de alcanzar los lienzos, que han sido analizados en este trabajo.

*

*

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L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

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L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

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L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

APENDICE.

FICHAS DE UNIDADES MURARIAS ESTRATIGRFICAS (U.M.E.).

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Cuadro 7.

Individualizacin Estratigrfica ParcialUME en Rojo: Fase I Medieval del S. XIII, en Azul: Fase II: Moderna, en Verde: Fase III, Contempornea., y en Morado: Fase IV: Restauracin del 1998.

L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

I. FASE MEDIEVAL (1147-1504). (U.M.E 425 I, 415, 417, 437).

U.M.E. 425I. Corte practicado en laroca natural (U.E. 0) para allanar la superficie sobre la que levanta la muralla. Se cubre con U.M.E. 416, 437 y 417, de la fase medieval. Fig. 25. Seccin de la muralla practicada durante los trabajos de Restauracin.

U.M.E. 415. Unidad tipoParamento, seguramente consecuencia directa de la construccin de la Cerca

Nueva a partir de 1147. Apenas quedan cinco hiladas en la parte inferior de la misma, Fig. 26. U.M.E. 415, inferior. que miden 13,25 x en

aproximadamente 1,75 m. Esta

ejecutada

mampostera concertada con ripias, y sus elementos son sillarejo de arenisca y opalina, tallado en la cara vista. Sus piezas oscilan entre 60 x 30 cm, 45 x 20 cm o 50 x 30 cm; entre el sillarejo destaca una pieza excepcional por su tamao. Se trata de un enorme sillar apiconado de opalina que mide 1,10 x 0,45 m. Las juntas son oscilan entre los 5 y 9 cm. La unidad U.M.E 415 apoya directamente sobre la Roca Madre (U.E. 0), y es cortada por U.M.E. 429 I y U.M.E. 432I; asimismo se le apoyan U.M.E. 433 y U.M.E. 416: Estas ltimas unidades son de la Fase II Moderna. Por otro lado es coetnea a U.M.E. 437.

52

L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

U.M.E.

417. Es unidad

constituida por una antiguo ncleo interior de cal y cascotes. Por su posicin y forma de rectngulo vertical, es posible que perteneciera a un cubo medieval, desaparecido por avatares histricos

indeterminados. Sus dimensiones son de 4,8 x 2,1 m. Sus materiales corresponden a los mencionados Fig. 27. U.M.E. 417. cascotes y cal, que hoy se

entremezclan con las ripias producto de la reciente restauracin. Estratigrficamente apoya directamente sobre la Roca Madre (U.E. 0), es cortado por la interfaz U.M.E. 421I, y se le apoyan las unidades murarias

U.M.E. 437. Ncleo interior de la Cerca Nueva, formado por ripio de cascote y cal.Apoya sobre la roca madre natural (U.E. 0), y es coetnea a U.M.E. 415 y 417. Posteriormente es cortada en poca contempornea por U.M.E. 432I.

II. FASE MODERNA (1500-1812) .U.M.E. 429I, 421I,416, 430, 420, 433, 416, 422I, 413, 419I, 418, 403, 411, 407, 408, 401, 405, 409, 404).

U.M.E. 429I. Unidad interfacial que rompe la UM.E. 415 medieval. Dibuja un lneahorizontal que mide 13,20 m. Se le apoyan las U.M.E. 416 y 433.

U.M.E. 421I. Unidad interfacial que marca la transicin a poca moderna de U.M.E.417. Es coetnea a la reforma que introduce los sillares de U.M.E. 420. De hecho esta ltima unidad se le apoya.

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L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

U.M.E. 416. Paramento irregular que sirve de calzo a las U.M.E. modernas 420, 430,433. Recientemente se le apoyar la UM.E. 428, producto de la actual restauracin. Mide 4,25 x 2,04 m aproximadamente. Su composicin es un mampuesto irregular de sillarejo de diverso tamao y ripias. La composicin de mismo es la habitual composicin de arenisca y opalinas. Apuntamos algunos tamaos de las piedras: 70 x 30, 65 x 53, 32 x 9, 20 x 19, 25 x 10 o 35 x 14 cm.

U.M.E. 430. Paramento formado por dos hilerasque se apoya en directamente sobre la roca madre (U.M.E. 0), y a la derecha en U.M.E. 416; tambin esta unidad muraria sirve de calzo a U.M.E. 420. Mide 4,25 x 0,70 m, y los elementos son sillarejo de opalina y arenisca, junto algn granito.

Fig. 28. U.M.E. 430.

U.M.E.

420.

Paramento

de

sillares

granticos, bien escuadrados, y aparejados con alguna ripia o teja partida. Mide 4,55 x 3.85 m aproximadamente, y la sillera oscila entre 90 x 39, 65 x 30 o 100 x 35 cm. Su junta se encuentra entre 2 y 4 cm, sin superar en ningn caso los 5 cm. Se apoya sobre la roca, en U.M.E. 416, U.M.E. 417, y U.M.E. 430; se le apoyan las U.M.E. 433 y U.M.E. 413.

Fig. 29. U.M.E.420.

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L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

U.M.E. 433. Paramentode mampostera concertada con ripias. Sus elementos son sillarejo de opalina y arenisca, con tamaos que oscilan entre los 45 x 30 y 25 x 10 cm. Se apoya en la roca madre, y en la medieval U.M.E. 415. Esta unidad se realiza con posterioridad a U.M.E. 420, puesto que se apoya sobre la misma, y es coetnea a U.M.E. 436, que corresponde a su ripio interior. Despus se le apoya U.M.E. 413 Fig. 29. U.M.E. 433. y, en poca contempornea es cortada por las interfaces U.M.E. 412I, 434I y 435I.

U.M.E. 436. Ncleo interior de cascotes ycal. Es coetneo a U.M.E. 433, y apoya sobre U.M.E. 437, y la roca madre U.E. 0.

Fig. 30. Nucleo interior en pleno proceso de

U.M.E. 422I. Interfaz que marca un momento de reforma en el que se levanta la U.M.E. 413, sobre la U.M.E. 433. Esta unidad marca una horizontal de 15,5 m.

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L.A.M. La Cerca Nueva en el Cerro de San Vicente.

U.M.E. 413. Paramentode similar composicin a U.M.E. 433, sobre el cual se apoya. De hecho se compone concertadas de con

mamposteras

ripias, conformadas a base de sillarejos de opalina y arenisca. Unicamente se marca por la hilera inferior que apareja piezas

irregulares de granito. Esta unidad estratigrfica mide unos 15,5 Fig. 31. U.M.E. 413. x

2,20 m y sus piedras oscilan 39 x 20, 30 x 25 0 45 x 20 cm.

Tambin se calza sobre los sillares de U.M.E. 420. En poca moderna es cortado por la interfaz U.M.E. 419I, y sobre los S.XIX y XX por la U.M.E. 412I.

U.M.E. 401. Ncleo interior de cascotes y cal, coetneo al paramento U.M.E. 413.Se apoya en U.M.E. 436.

U.M.E. 419I. Interfaz que rompe U.M.E. 413, para se rellena para disponer elsoporte que supone U.M.E. 418.

U.M.E. 418. Soporte, quiz para motivo herrerianode bola que se mencionaba en la documentacin. Sus dimensiones son de 2 m de ancho por 1,80 de altura. Se compone de tres hileras superiores de granito, siendo las inferiores, a base de mampostera de arenisca con ripias. El tamao de los sillares es de 60 x 30 cm, 60 x 20 y 25 x 20 cm. Rellena a la interfaz U.M.E. 419I, que como vimos arriba cortaba a U.M.E. 413. Debido a los trabajos de restauracin Fig. 32. U.M.E. 418. presentes, se le apoya la U.M.E. 414.

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Fig. 33. Parte de U.M.E. 411, rotulada en negro.

U.M.E. 411. Unidad fragmentada de funcionalidad dudosa. Sobre U.M.E. 411forma una sla hilera grantica que remata la muralla. Se compone de sillares apiconados alargados, cuyas dimensiones oscilan entre 72 x 25, 30 x 25 y 60 x 20 cm. Se apoya sobre U.M.E. 413 y U.M.E. 418. Sobre el ncleo de U.M.E. 401, los deteriorados sillares granticos abarcan 16,5 x 0,75 m. Aqu, sus medidas oscilan entre 65 x 30, 30 x 20 cm y 45 x 40 cm.

U.M . E.Paramento mampostera,

403.de que

c o n s e r v a aproximadamente una extensin de 14 x 5,4 m. Aunque dentro de la fase moderna,

seguramente pertenece Fig.. 34. Detalle de U.M.E. 403, sin resturar. a un

proyecto diferente que las U.M.E. 420, 433 y

413, pues su fbrica es diferente a las mamposteras de estas dos ltimas unidades murarias. Se compone de sillarejo, entre el que se aprecia abundante material reaprovechado (sillares y un tambor de media columna). Se utiliza la ripia con gran profusin, las juntas en muchos casos superan los 10 cm. Entre los materiales se entremezcla el granito con la arenisca y la opalina.

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Tampoco se aprecia un inters por proporcionar los tamaos del sillarejo, aunque obviamente los mismos se acomodan al ancho de la hilada. En la parte baja se aprecia un sillar reaprovechado, trabajado con

puntero y gradina, que mide 105 x 65 cm. Desconocemos que relacin tuvo con las unidades arriba comentadas, pues al haber

desaparecido el paramento de la parte central, imposibilita

cualquier lectura de relaciones estratigrficas. Toda esta

irregularidad del fbrica quiz est sealando a un proyecto realizado con mucha celeridad. La presente unidad muraria estratigrfica

apoya directamente sobre la roca natural recurdese U.E. 0 -, y acoge a los mechinales U.M.E. 405, 400 y 408. En poca moderna e e s Fig. 35. U..M.E. 403, durante el proceso cortado por la interfaz U.M.E. 406I, en ya de restauracin. n los siglos XIX o XX, por U.M.E. 406I.

U.M.E. 404. Mechinal de funcin desconocida, que mide 48 x 45 cm. Es acogidodentro de U.M.E. 403.

U.M.E. 405. Mechinal de funcin desconocida, que mide 48 x 45 cm. Es acogidodentro de U.M.E. 403.

U.M.E. 409. Mechinal de funcin desconocida, que mide 20 x 25 cm. Es acogidodentro de U.M.E. 403.

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U.M.E 406I. Interfaz que rompe U.M.E. 403, y se rellena con los sillares granticos de U.M.E. 407.

U.M.E. 407. Reforma del paramento exterior que rellena a la interfaz anterior. Abulta 3,4 x 0,85 m, y se compone de cuatro hileras sillares granticos aparejados con alguna ripia. Las piezas son tamao menor a las vistas en U.M.E. 420; sus dimensiones son de 65 x 25, 40 x 15 0 75 x 20 cm. Creemos a la unidad producto de alguna reforma, cuya explicacin se nos escapa. Tal vez el mechinal que acoge (U.M.E. 408), sea la boca de un desage que justificara la aplicacin de los sillares?.

U.M.E. 408. Mechinal de 15 x 25 cm, acogido en la U.M.E. 407.

III

FASE

CONTEMPORANEA

(S.XIX

y

XX).

Abandono y deterioro. U.M.E. 412I, 423I, 410I, 434I, 435I,

U.M.E. 412I. Interfaz que rompe los paramentos U.M.E. 413 y 433, de poca

U.M.E. 410I. Interfaz que rompe las U.M.E. 401 y 411, pertenecientes a la fasemoderna.

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U.M.E. 423I. Interfaz que dibuja una lnea horizontal en los bajos de la U.M.E.417. Corta la roca natural (U.E. 0). Probablemente sea consecuencia de los corrales y viviendas que se suceden en el Cerro de San Vicente, en los siglos XIX y XX.

U.M.E 432I. Interfaz que forma un hueco, que corta el paramento medieval de laU.M.E. 415. Posiblemente resultado de la falta de mantenimiento.

U.M.E. 434I. Interfaz de destruccin,que forma un hueco en el paramento de U.M.E. 433. Quiz por la forma corresponda a un impacto de artillera, sucedido durante la Guerra de la Independencia. Fig. 37. U.M.E. 434.I

U.M.E. 435I. Como la anterior, interfaz de destruccin, que forma un hueco en elparamento de U.M.E. 433; y posiblemente tambin producto de los bombardeos a los que fue