La Ciencia Política Como Crítica e Instrumento de Poder. Kurt Lenk.

11
LENK, Kurt: “La ciencia política como crítica e instrumento de poder: visión histórico- dogmática.” Contenido en: W. Abendroth y K. Lenk: Introducción a la ciencia política. Edit. Anagrama. Barcelona, 1971. 1. La importancia de la teoría política. En tanto la vida política, social y cultural es ante todo una realidad concreta, se ha considerado constantemente que la acción política se acerca más a la realidad que a la teoría política. Sin embargo, la importancia del estudio de la historia de la formación de la teoría política radica en la necesidad de desarrollar un conocimiento acerca de las condiciones históricas en las cuales se producen los elementos normativos que han orientado al pensamiento político. Es por eso que, debido al carácter transitorio de los fenómenos políticos, la politología debe trascender el horizonte de la experiencia cotidiana si no quiere caer en una generalización a-crítica de los puntos de vista particulares. El análisis crítico de las condiciones históricas de del conocimiento imprime a la teoría política una doble función, a saber: a) ser un instrumento de poder y; b) ser una crítica a las condiciones políticas del poder. (K. Lenk: 1972; pp. 29-33). 2. Elementos fundamentales de la teoría política. 2.1. Elemento normativo. Desde los albores de la cultura occidental, la reflexión sobre la convivencia humana le ha apostado a la razón en la constitución del orden político. Por lo tanto, la teoría política contiene necesariamente elementos utópicos normativos tendientes hacia condiciones sociales ideales. (K. Lenk: 1971; pp. 29-30). 2.2. Elemento dialéctico. La teoría política tiene como objeto la realidad concreta, esto es, la realidad material y consciente de una sociedad en un determinado momento histórico. De este modo, el campo de las ideas políticas y el orden de la acción política se encuentran necesariamente conectados debido a que operan en una misma realidad. (K. Lenk: 1971; pp. 30). 2.3. Elemento ideológico. El pensamiento crítico en la teoría política refleja el movimiento de la realidad política produciendo así un conocimiento orientado a la transformación de dicha realidad. Por el contrario, el

Transcript of La Ciencia Política Como Crítica e Instrumento de Poder. Kurt Lenk.

Page 1: La Ciencia Política Como Crítica e Instrumento de Poder. Kurt Lenk.

LENK, Kurt: “La ciencia política como crítica e instrumento de poder: visión histórico-dogmática.” Contenido en: W. Abendroth y K. Lenk: Introducción a la ciencia política. Edit. Anagrama. Barcelona, 1971.

1. La importancia de la teoría política. En tanto la vida política, social y cultural es ante todo una realidad concreta, se ha considerado constantemente que la acción política se acerca más a la realidad que a la teoría política. Sin embargo, la importancia del estudio de la historia de la formación de la teoría política radica en la necesidad de desarrollar un conocimiento acerca de las condiciones históricas en las cuales se producen los elementos normativos que han orientado al pensamiento político. Es por eso que, debido al carácter transitorio de los fenómenos políticos, la politología debe trascender el horizonte de la experiencia cotidiana si no quiere caer en una generalización a-crítica de los puntos de vista particulares. El análisis crítico de las condiciones históricas de del conocimiento imprime a la teoría política una doble función, a saber: a) ser un instrumento de poder y; b) ser una crítica a las condiciones políticas del poder. (K. Lenk: 1972; pp. 29-33).

2. Elementos fundamentales de la teoría política.

2.1.Elemento normativo. Desde los albores de la cultura occidental, la reflexión sobre la convivencia humana le ha apostado a la razón en la constitución del orden político. Por lo tanto, la teoría política contiene necesariamente elementos utópicos normativos tendientes hacia condiciones sociales ideales. (K. Lenk: 1971; pp. 29-30).

2.2.Elemento dialéctico. La teoría política tiene como objeto la realidad concreta, esto es, la realidad material y consciente de una sociedad en un determinado momento histórico. De este modo, el campo de las ideas políticas y el orden de la acción política se encuentran necesariamente conectados debido a que operan en una misma realidad. (K. Lenk: 1971; pp. 30).

2.3.Elemento ideológico. El pensamiento crítico en la teoría política refleja el movimiento de la realidad política produciendo así un conocimiento orientado a la transformación de dicha realidad. Por el contrario, el pensamiento dogmático en la teoría política se abstrae de la realidad política idealizando sus elementos y ocultando sus aspectos negativos inherentes con el fin de ampliar y consolidar el poder de los grupos dominantes. De acuerdo con ello, lo que diferencia el pensamiento dogmático del pensamiento crítico es que le primero se produce como clausura de un grupo particular sobre sí mismo mientras que en el segundo se producen formas de proyección hacia lo social como universal concreto. En consecuencia, lo que constituye la ideología es justamente la subordinación es justamente la subordinación del valor del conocimiento a la justificación del dogma. (K. Lenk: 1971; pp. 32).

2.4.Elemento crítico. En la teoría política, la complejidad de la realidad política está constituida tanto por un núcleo subjetivo como

Page 2: La Ciencia Política Como Crítica e Instrumento de Poder. Kurt Lenk.

por un núcleo objetivo mutuamente mediatizados por la totalidad. En éste sentido, la simplificación de la diversidad del objeto, la cual es un proceso esencial del conocimiento científico, exige que el pensamiento crítico analice las condiciones históricas de dicho proceso. (K. Lenk: 1971; pp. 32).

2.5.Elemento paradójico. La estabilidad de las formas del poder político aumenta su posibilidad en tanto disminuya el control continuo de los análisis críticos. Sin embargo y pese a que toda teoría política corre el riesgo de convertirse en su contrario, el contenido de la teoría política busca siempre evitar su funcionalización en favor de la manipulación de las masas. (K. Lenk: 1971; pp. 32-33).

3. Niccolo Machiavelli. La teoría política moderna tiene sus inicios durante finales del siglo XV e inicios del siglo XV con Niccolo Macchiavelli. Desde entonces, ha comprendido una amalgama de elementos críticos y elementos dogmáticos, en efecto, el pensamiento político de Macchiavelli, orientado hacia los métodos de obtención y conservación del poder, ha sido valorado en la historia del pensamiento político moderno tanto positiva como negativamente. El pensamiento político de Niccolo Macchiavelli está constituido por dos elementos fundamentales: 1) la orientación de la acción política a la obtención y conservación del poder y; 2) la estabilización del poder estatal centralizado como objetivo inmanente de la acción política. (K. Lenk: 1972; pp. 33-34). Tales elementos obtienen como desarrollo teórico:

3.1. Teoría de las formas de gobierno. Para Macchiavelli ninguna forma de gobierno es eterna, por lo tanto, la sucesión de las distintas formas de gobierno se encuentra determinada por un ciclo de leyes naturales inherentes a la evolución histórica el cual consiste en: monarquía-tiranía-aristocracia-democracia-anarquía. Este ciclo se repite infinitamente. (K. Lenk: 1971; pp. 34)

3.2. Teoría de la causalidad cíclica. El transcurso cíclico de la historia de las formas políticas se basa en la regularidad del acontecimiento, correspondiéndose con el transcurso causal inherente a la historia de la naturaleza descrita por Galileo Galilei. (K. Lenk: 1971; pp. 35).

3.3. Teoría del Estado autoritario. La autoridad sólo puede sostenerse firmemente en su relación con los subordinados si es capaz de ocultar los intereses arbitrarios del poder. De acuerdo con ello, debe separar radicalmente en su ejercicio la formalidad del discurso y la materialidad de las prácticas de Estado. (K. Lenk: 1971; pp. 36).

De acuerdo con los desarrollos enunciados, las consecuencias históricas del pensamiento político de Macchiavelli se ven consumidas por la ideología. La causalidad cíclica, en tanto pretende caracterizar la historia total de la humanidad haciendo imposible concebir la posibilidad de lo nuevo, revelando con ello su constitución ideológica. Esta forma de lo eterno aparece como la tendencia estructural mediante la cual la teoría política burguesa interpreta la historia y la sociedad. Esto explica por qué,

Page 3: La Ciencia Política Como Crítica e Instrumento de Poder. Kurt Lenk.

tanto en Hegel como en Marx, se desarrolla una comprensión crítica e histórico-dialéctica de la praxis política justamente en contra de la causalidad cíclica. (K. Lenk: 1971; pp. 35-36).

4. Thomas Hobbes. Thomas Hobbes sobrepasó el pensamiento político de Macchiavelli al partir de la relación entre las necesidades sociales del hombre y los fenómenos de la acción política para llegar a construir un sistema de despotismo ilustrado. En éste sistema el Estado es considerado como derivado de la naturaleza humana desarrollando así el axioma fundamental del pensamiento político que orientaría a la Ilustración burguesa. (K. Lenk: 1971; pp. 36-37).

4.1. Teoría del Estado. Hobbes desarrolla la teoría política del Estado Absolutista. En esta teoría justifica el nacimiento del Estado como respuesta a la necesidad humana de superar el “estado de naturaleza”, estado de guerra total permanente entre los individuos. Este reconocimiento del carácter insociable de la naturaleza humana hace del Estado absolutista el mejor gobierno posible al concentrar la ley y el gobierno en el monarca absoluto y al encuadrar al individuo en la estructura del Estado. El Estado tendría la función de mantener la paz interna y la defensa de los ciudadanos frente al poder de otros Estados. (K. Lenk: 1971; pp. 37).

4.2. El contrato de Estado. Señala la identidad entre la voluntad del Estado y la voluntad del soberano. En tanto el soberano es responsable ante Dios y la Razón humana por el cumplimiento del contrato, no es necesario el control político pues, obedeciendo al instinto elemental de conservación, al acordar el contrato colectivamente se hace de él un hecho irrevocable. En tanto el Estado se deriva de la naturaleza humana es siempre justo que sólo a través de él sea posible superar el “estado de naturaleza” y, por lo tanto, toda resistencia debe ser considerada como una amenaza para la paz del Estado. (K. Lenk: 1971; pp. 38).

4.3. El iusnaturalismo. Plantea como fundamento del pensamiento político la racionalidad del individuo. Esta realidad se caracteriza por concebir como fundamento del orden político y legal el “derecho natural” de individuo y su instinto de auto-conservación, los cuales se encuentran orientados hacia la constitución de una soberanía absoluta capaz de garantizarlos. De acuerdo con ello, el soberano representa el derecho natural que el conjunto de los individuos ha transferido al poder público. Esta transferencia se fundamenta en el objetivo del contrato el cual implica la conservación de los individuos y, por lo tanto, la identidad entre voluntad humana individual y razón de Estado. (K. Lenk: 1971; pp. 39).

El pensamiento político de Macchiavelli y Hobbes constituyen la base del principio de autoridad en el pensamiento político moderno. En tal principio, al no remitir el poder a un origen divino se hace necesario un control continuo y una sanción permanente de la naturaleza humana. Este principio iusnaturalista está presente en Hobbes, Locke y Rousseau los cuales representan las grandes concepciones del Estado. Asimismo, el pensamiento político de Hobbes, Locke y Hegel descuidan el análisis de la naturaleza constitutiva del poder público en la medida en que plantean

Page 4: La Ciencia Política Como Crítica e Instrumento de Poder. Kurt Lenk.

dogmáticamente el Estado como principio supremo de la moral. (K. Lenk: 1971; pp. 38-39).

5. John Locke. El pensamiento político de John Locke ha ejercido una profunda influencia en procesos políticos como la revolución de 1688 en Inglaterra, la declaración de independencia norteamericana de 1776 y, a través de Montesquieu, en la revolución francesa de 1789. Sus planteamientos constituyen la base de iusnaturalismo liberal el cual comprende la integración de los derechos del hombre y la separación de poderes en el programa político de las democracias liberales. (K. Lenk: 1971; pp. 40).

5.1. Pensamiento político. Toma como punto de partida el “estado de naturaleza” para llegar a la necesidad del contrato. Sin embargo, la relación contractual que plantea implica un control político del pueblo sobre el soberano ya que éste último tiene como función reconocer y salvaguardar los derechos y la propiedad de cada uno de los individuos. En éste sentido, el contrato que pone fin al “estado de naturaleza” no suprime el derecho natural de los hombres sobre la vida, la propiedad y la libertad personal, por el contrario, contribuye a su confirmación. Los individuos, primeramente conectados por las relaciones de intercambio, se asocian posteriormente con el fin de obtener garantías para la propiedad. (K. Lenk: 1971; pp. 40).

5.2. Consecuencias históricas. El Estado de Locke contribuye a la fundamentación del bienestar del individuo y a la conservación de la sociedad burguesa. En efecto, Locke se convirtió en el intérprete de la clase media poseedora al plantear como prioridad del orden público la protección de la propiedad individual frente a la arbitrariedad del Estado. En este sentido, al igual que el “derecho natural teológico” de la Edad Media, el “derecho natural racional” del siglo XVII muestra la legitimación de intereses diversos e incluso contradictorios. El pensamiento político de Locke contribuyó a la ampliación de los derechos de la economía privada frente al poder público pues, reivindicando la apropiación mediante el trabajo mediante el trabajo en tanto constitutivo de la naturaleza humana, reduce la función del Estado a la protección de tal apropiación. (K. Lenk: 1971; pp. 40-42.).

6. Charles Secondat de Montesquieu. El pensamiento político de Locke y Montesquieu, tomando como punto de partida una reflexión acerca de los límites y funciones del poder político, ligados a la protección del individuo frente a las tendencias arbitrarias de la autoridad, contribuyen al desarrollo de una gobierno parlamentario favorable a las clases altas de Inglaterra durante el siglo XVIII. Fundamentado en la separación de poderes, constituyen la base del Estado de Derecho que más tarde desarrollarán Kant y Humboldt, así como el liberalismo político del siglo XX. (K. Lenk: 1971; pp. 43-44).

6.1. Pensamiento político. Charles Secondat de Montesquieu desarrolla la teoría de la separación de las ramas del poder público

Page 5: La Ciencia Política Como Crítica e Instrumento de Poder. Kurt Lenk.

otorgando la categoría de “programa político” al sistema de gobierno inglés. Las remas de poder público que deberían ser equilibradas son: a) el poder ejecutivo y; b) el poder judicial. Separándose del pensamiento iusnaturalista, Montesquieu sostiene que el análisis del iusnaturalismo contiene una justificación empírica para el sistema constitucional. De acuerdo con ello, frente al Estado Absolutista, Montesquieu favorece el fortalecimiento de la aristocracia para garantizar la unión entre el monarca y el pueblo, limitando así la arbitrariedad de soberano mediante la implantación de cámaras que promoviesen los intereses estamentales. (K. Lenk: 1971; pp. 43-44).

7. Jean Jacques Rousseau. Jean Jacques Rousseau representa la teoría de la democracia radical la cual se fundamenta en la soberanía del pueblo y en la voluntad general. Esta teoría de la democracia radical influyó de manera muy importante en la Revolución Francesa. (K. Lenk: 1971; pp. 44).

7.1. Pensamiento político. El carácter intransferible de la soberanía del pueblo contradice toda forma de constitución representativa. De acuerdo con ello, los diputados se encuentran sujetos a la voluntad del pueblo. La voluntad general como fundamento de la democracia radical sólo se entiende la interior de comunidades pequeñas en las cuales las leyes se construyen por la participación directa del pueblo. La voluntad general designa entonces el contenido normativo de la autodeterminación democrática de los hombres libres. (K. Lenk: 1971; pp. 44-45).

7.2. Consecuencias históricas. El carácter incomprendido del pensamiento político de Rousseau se debe a la desaparición del carácter revolucionario e ilustrado de la burguesía, la cual, dejando a un lado la democracia radical, apunta a la conservación de sus privilegios de clase. (K. Lenk: 1971; pp. 45).

8. La teoría política clásica. El pensamiento político absolutista (Macchiavelli y Hobbes), liberal (Locke), constitucionalista (Montesquieu) y democrático (Rousseau) tienen en común el desarrollo de una interpretación racional de los procesos políticos a través de métodos tanto inductivos como deductivos. La racionalidad inherente al pensamiento político de la modernidad clásica, fundamentada en un análisis tanto psicológico como sociológico, favoreció la emancipación de la burguesía frente a la autoridad tradicional del monarca y la Iglesia. El pensamiento político de la modernidad clásica efectúa un tránsito del absolutismo al constitucionalismo liberal para llegar finalmente a delinear los fundamentos decisivos de los movimientos democrático-igualitarios del siglo XX. (K. Lenk: 1971; pp. 45-46).

9. Pensamiento romántico-conservador. Los teóricos de todo el liberalismo como del romanticismo político plantearon una ruptura con el mundo del absolutismo pues, pese a sus diferencias, coinciden en una ruptura con el pasado hacia una ruptura con el pasado hacia una teoría política explícita. Sin embargo, la influencia de Burke y el romanticismo alemán contribuirán al retorno del absolutismo en las corrientes

Page 6: La Ciencia Política Como Crítica e Instrumento de Poder. Kurt Lenk.

conservadoras del siglo XIX. Tres elementos importantes: a) los teóricos alemanes del romanticismo político son en su mayoría literatos; b) las teorías romántico-conservadoras se remite a un origen orgánico en oposición tanto al contractualismo como al iusnaturalismo y; c) el romanticismo político naturaliza el pensamiento político conservador y el orden social feudal en oposición al pensamiento político conservador y el orden social feudal en oposición al pensamiento político liberal y a la Ilustración. (K. Lenk: 1971; pp. 48-49).

9.1. Edmund Burke. El conservadurismo y el romanticismo alemán influyeron a partir de 1815, provocando una fuerte reacción contra los idearios del racionalismo y la Ilustración que marcaron la revolución de 1789. En el pensamiento político de Burke, a través de una particular concepción de Estado, realiza una crítica negativa de la revolución francesa y del racionalismo del siglo XVIII. Para él el Estado se deriva de la continuidad del proceso histórico y, por lo tanto, de la tradición. De acuerdo con ello, la libertad política sólo es posible gracias a las fuerzas públicas del orden, a saber: a) la familia; b) la aristocracia y; b) la Iglesia. (K. Lenk: 1971; pp. 46).

9.2. Friedrich Julius Stahl. Desarrolla una concepción romántico-conservadora del Estado planteándola en un doble sentido: a) como pensamiento político pasivo y contemplativo a pesar de su polémica contra el progresismo racionalista y; b) considerando la política como manifestación de un ser superior el cual no cesa de sustraerse a todo pensamiento conceptual. (K. Lenk: 1971; pp. 48-49).

9.3. Romanticismo político y la escuela histórica del derecho: La polémica entre Savigny y Thibaut que inaugura la escuela histórica del derecho gira en torno al carácter polémico de ciertas categorías como “organismo”, “pueblo” e “historia”. Dirigidos por el romanticismo político a la autonomía individual, conciencia política y racionalidad en tanto aspiraciones del humanismo ilustrado. (K. Lenk: 1971; pp. 49). Para desarrollar este planteamiento es preciso tener en cuenta que la escuela histórica del derecho considera: a) La libertad personal en su conexión con el conjunto del Estado; b) la doctrina del nacionalismo como negación de los derechos inalienables del Hombre anteriores al Estado; c) que se confirma la legalidad de los privilegios tradicionales de los estamentos y; d) el rechazo a los sistemas de partidos debido a su carácter antiparlamentario. (K. Lenk: 1971; pp. 50).

10. El pensamiento político marxista. Para interpretar el pensamiento político marxista hay que tener en cuenta los siguientes elementos: 1º) que el desarrollo de las fuerzas productivas del hombre orienta la totalidad de los medios de producción en el proceso de trabajo hacia la conquista de la naturaleza; 2º) que el estado de desarrollo de las fuerzas productivas determina las relaciones sociales de producción manifestando así un proceso contradictorio en el cual las primeras exceden alas segundas; 3º) que en los momentos revolucionarios de la historia, el desarrollo de las fuerzas productivas produce una transformación radical de las relaciones sociales de producción elevando a la clase subordinada como portadora de

Page 7: La Ciencia Política Como Crítica e Instrumento de Poder. Kurt Lenk.

la historia; 4º) que en tanto el movimiento histórico está determinado por la libertad de acción y de conciencia, la historia humana no se concibe según leyes naturales y; 5º) que el marxismo constituye la crítica del modo de producción capitalista pues, enfocando las contradicciones y los antagonismos que se desarrollan en su interior, revela el carácter ideológico de la sociedad burguesa caracterizada fundamentalmente por la contradictoria apropiación privada del trabajo socialmente producido. (K. Lenk: 1971; pp. 50).

10.1. La cuestión social. En el siglo XX, la pregunta por la cuestión social derivada de la crítica al modo de producción capitalista, fue materia de enfoques reformistas y revisionistas del socialismo y del liberalismo social. Entre las distintas corrientes del pensamiento político que asumieron el marxismo y su concepción de la lucha de clases y de la emancipación revolucionaria del proletariado, generalmente coinciden en sustituir las concepciones iniciales por tendencias reformistas. (K. Lenk: 1971; pp. 51-52).

10.2. Marx, Engels y el capitalismo industrial. Tanto Marx como Engels desarrollan la teoría del capitalismo industrial del siglo XIX inspirándose en el pensamiento dialéctico de Hegel. Su teoría del desarrollo social sobre la base del conflicto entre las clases y la teoría revolucionaria que se desprende de ella, han influido fuertemente en el pensamiento sociológico y politológico. (K. Lenk: 1971; pp. 50-51).

11. El pensamiento político de Pareto y Mosca. En tanto el pensamiento político del siglo XX se caracteriza por su heterogeneidad, el pensamiento político de Gaetano Mosca y Vilfredo Pareto se caracterizan por su escepticismo con respecto al proceso de la Ilustración.

11.1. Gaetano Mosca. En todas las épocas y en todas las sociedades los hombres se dividen en dos capas. Por un lado, en una capa mayoritaria sin poder político y, por otro lado, una capa minoritaria con poder político. A su vez, la capa minoritaria con poder político. A su vez, la capa minoritaria se subdivide en: a) una élite gobernante y; b) una élite no gobernante. (K. Lenk: 1971; pp. 52).

11.2. Vilfredo Pareto. Con la teoría de la circulación de las élites pretende construir una ciencia política en sentido estricto, esto es, susceptible de ser comprobada empíricamente; la ley de la circulación de las élites consiste en que en el transcurso del tiempo la capa gobernante, sometida al cambio, da origen al nacimiento de nuevas élites. El debilitamiento de las élites gobernantes puede producir el ascenso de las clases subordinadas al gobierno. (K. Lenk: 1971; pp. 53).

12. Robert Michels. A partir de la concepción de las élites desarrollada por Mosca y Pareto, Robert Michels desarrolla un análisis sociológico de los partidos de masas. El núcleo de dicho análisis constituye la relación problemática entre dirigentes y funcionarios del partido y sus miembros.

Page 8: La Ciencia Política Como Crítica e Instrumento de Poder. Kurt Lenk.

De acuerdo con ello, sostiene que la estructura rígida del partido es incompatible con los principios democráticos. (K. Lenk: 1971; pp. 53-54).

12.1. Ley de la oligarquía. En los partidos políticos de masas se hace manifiesta la delegación de unos delegatarios por delegados mismos hasta el punto de provocar una inmovilización de las élites.

12.2. Consecuencias históricas. La férrea ley de las oligarquías conduce a la imposibilidad de la democracia en tanto esta última es entendida como poder directo del pueblo. La ley de la oligarquía, en tanto es postulada por Michels como una ley de naturaleza histórica, constituye un discurso apologético respecto del dominio de las élites. (K. Lenk: 1971; pp. 54).

13. Max Weber. A partir de una teoría comprensiva de las interacciones individuales, pretende comprender el comportamiento social y político de los individuos y grupos en situaciones históricas concretas. (K. Lenk: 1971; pp. 54-55). Los elementos básicos de este trabajo teórico son:

13.1. La comprensión. Devela la intención racional que orienta la razón y la acción humana, en tanto método que permite investigar: a) el comportamiento individual; b) la acción política de los grupos humanos y; c) el significado subjetivo de la realidad social y política. (K. Lenk: 1971; pp. 54).

13.2. Tipos puros de poder. Según Weber existen tres tipos básicos para la legitimación del poder político: a) tradicional; b) carismático y; c) racional-legal. Estos tres tipos de autoridad son los que permiten el conocimiento de las formas reales del poder en la historia. (K. Lenk: 1971; pp. 55).

14. La teoría política en la actualidad. La teoría política en la actualidad se interroga por: a) la moderna sociedad de masas; b) las instituciones democráticas; c) los partidos políticos y; d) los movimientos sociales. En esta perspectiva la elaboración teórica del material empírico desafía las fronteras disciplinares. (K. Lenk: 1971; pp. 56).