La Educacion Nazi Como Metodo de Formacion Ciudadana
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Manuel Muñoz Isla
Estudiante de 4° año de Pedagogía Media en Historia y Geografía
Universidad San Sebastián.
La educación Nazi como método de
formación Ciudadana.
Resumen.
La educación racista impartida en Alemania bajo el régimen nazista tiene como
base la formación ciudadana, basada en una exaltación de la raza aria como
superior, tomando en consideración todos los aspectos de la educación, en
asignaturas como la Historia y la Filosofía es más explícito a la hora de generar la
base idónea en los jóvenes alemanes para implementar esta ideología, pero
también se utilizó a las matemáticas en este servicio. Es por aquello que
afirmamos que la educación racista fue uno de los pilares fundamentales del
régimen Nazi, utilizándola como formación de ciudadanos, por ende es ideal
comprender el rol que tiene la educación y el análisis del contexto histórico en el
que se encontraba la sociedad alemana. Para estos objetivos, la revisión y
análisis de fuentes primarias, como el texto de Adolf Hitler, Mi Lucha son
esenciales, al igual que revisar bibliografía para entregar una descripción de
nuestros conceptos claves.
Conceptos Claves: Nazismo, Educación, Conductismo, Formación Ciudadana,
Racismo.
2
1. Índice.
Contenido……………………………………………………………………….N° de Página.
1. Índice……………………………………………………………………………………….…2
2. Introducción……………………………………………………………………………….3
3. Contexto Histórico…………………………………………………………………….5
3.1 La República de Weimar………………………………………………….5
3.2 El Ascenso del Nazismo…………………………………………………….7
4. Nazismo………………………………………………………………………………………9
4.1 Concepto e Importancia de Hitler……………………………………9
4.2 La sociedad alemana frente al Nazismo……………………….10
4.3 Las características del Nazismo…………………………………….12
5. Educación Nazi…………………………………………………………………………14
5.1 Formación Ciudadana…………………………………………………….14
5.2 Conductismo y la Educación Nazi………………………………….15
5.3 La Educación Racista………………………………………………………17
6. Conclusión…………………………………………………………………………………19
7. Bibliografía……………………………………………………………………………….21
3
2. Introducción.
Una de las características más importantes del nazismo fue la manipulación, a
base de la propaganda y la educación, de la ideología de los ciudadanos. Desde
pequeños, los alemanes eran educados para convertirse en verdaderos nazis.
La importancia de estudiar un tema relevante dentro de la historia occidental,
como lo fue el Nazismo, es la forma en que utilizo varios aspectos de la vida de
los alemanes, estableciendo casi un nuevo paradigma de leyes sociales, que
criticables o no, lograr convertir a Alemania en la década de 1930 en una de las
grandes potencias del mundo.
Uno de estos métodos de manipulación es la educación, en donde afirmamos que
la educación alemana fue uno de los pilares fundamentales del régimen nazi, ya
que se utilizó como método de formación ciudadana, concepto de ciudadanía que
tiene claras diferencias con lo que conocemos hoy al respecto, una de las
diferencias tangibles es la capacidad que tiene hoy un estado liberal
comparándolo con este estado totalizador son las libertades humanas y el
respeto a los derechos de los humanos, cuestiones casi inexistentes en el régimen
nazi.
Un propósito de nuestra investigación es analizar cuáles eran las circunstancias
en las que se encontraba la sociedad alemana para que el régimen nazi
implementara de forma eficaz, a través de la educación, ideas racistas, base de
la formación ciudadana, por lo que realizaremos un recorrido por la historia
alemana, desde la derrota en la Primera Guerra Mundial, que trajo consigo la
caída del Imperio Alemán y la creación de una república, hasta la instalación
definitiva del Nacionalsocialismo como ideología única y a Hitler como su líder
máximo. El presente trabajo se guiara por diferentes tópicos, uno de ellos es
revisar el concepto de nazismo, sus características principales, la importancia de
Hitler y su relación directa con la sociedad. Después haremos un repaso por lo
más importante del método empleado en la educación para implantar en los
niños y jóvenes las ideas nazis, como asignaturas como la historia o la filosofía
4
eran fácilmente manipulables, pero como incluso las ideas racistas llegaban
desde las matemáticas.
Se ha hecho una gran revisión bibliográfica, que ha dejado en claro que el tema
del nazismo, en nuestros días, sigue siendo importante en las investigaciones
historiográficas.
5
3. Contexto Histórico.
3.1 La República de Weimar.
Tras la derrota sufrida por Alemania durante la Primera Guerra Mundial, extinto
el imperio y sumida la nación germana en una terrible crisis económica, todavía
tendría que enfrentar enormes cambios sociales y políticos durante los primeros
treinta años del siglo XX. En noviembre de 1918, Guillermo II, emperador de
Alemania se vio obligado a abdicar dejando sin liderazgo a una golpeada nación.
Dos meses después, en la ciudad de Weimar, tuvo lugar una asamblea nacional
constituyente para celebrar elecciones, en las que se decidió, perdido el
imperio, fundar la República de Weimar, con la idea de constituir la primera
democracia parlamentaria germana. En febrero, asamblea eligió a Friedrich
Ebert para ocupar el cargo de presidente de la república.
La naciente república estuvo constituida por una mayoría parlamentaria de
tendencia socialdemócrata, con presencia del Partido Democrático Alemán y el
Partido centralista. Con todo, la república de Weimar era una nación muy frágil
en términos políticos, enfrentándose a grandes dificultades económicas propias
de una posguerra.
Pese a ser, de manera oficial, una democracia, la república de Weimar heredó
las viejas formas monárquicas, al grado que el cargo del gobernante era de
presidente del imperio (Reich) con facultades propias de un emperador. Con
todo, la joven república estaba condenada al fracaso cuando, medio año
después, tuvo que enfrentar la firma del Tratado de Versalles.
Tras la firma del tratado, Alemania se vio restringida en todos sentidos, con
buena parte de sus territorios perdidos, deudas de guerra y estrictas
prohibiciones respecto a su política exterior. Todo ello contribuyó a exacerbar el
espíritu nacionalista de los alemanes que se sentían humillados tras la firma de
dichos acuerdos. La peor parte era la prohibición sobre la posible unificación de
Austria con Alemania.
6
Con los tratados de Locarno en 1925, la situación cambió y Alemania, ya más
recuperada en el plano económico, comenzó a ser tratada de manera igualitaria
en el campo de la política internacional. En 1926, la república de Weimar fue
aceptada como miembro de la Sociedad de las Naciones, antecesora de la actual
ONU. Esta década fue particularmente brillante para la república: las artes, la
ciencia y la cultura alcanzaron un punto altísimo.
Estados Unidos había a apoyado financieramente la reconstrucción alemana
durante los años veinte, pero esta ayuda llegó a su fin cuando en 1929
Norteamérica vivió una de las peores crisis económicas de su historia. El golpe
repercutió en el mundo y particularmente en la frágil república de Weimar.
Los años del fin se acercaban: en marzo de 1930, Hermann Müller, del partido
socialdemócrata, encabezó el último gobierno mayoritario tuvo una disputa con
los demás partidos que no lograban llegar a acuerdos en temas de empleo. Estos
desacuerdos fueron la causa del desmoronamiento político. Tras la ruptura de
esta unión partidista conocida como “gran coalición”, le sucedió en el poder un
gobierno burgués liderado por Heinrich Brüning, del Partido Alemán del Centro,
que sostuvieron en el poder al mariscal Paul von Hindenburg, como presidente
del Reich.
En septiembre de 1930, el parlamento (Reichstag) tuvo elecciones y
sorpresivamente el partido nacionalsocialista (NSDAP) fue uno de los que más
votaciones obtuvieron. Su guía, un oscuro pero carismático líder llamado Adolf
Hitler se había popularizado atrayendo las simpatías de la clase trabajadora y
cierta ala burguesa a la que le gustaban sus radicalismos de derecha. Los
socialdemócratas se sintieron presionados y modificaron estatutos para permitir
la presencia del partido de Brüning en el gabinete y frenar, de alguna manera, la
presencia de la derecha radical en el poder.
Sin embargo, muchos de los nuevos estatutos limitaron el poder del Reichstag y
los partidos de derecha e izquierda, antiparlamentarios, ganaron adeptos y
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simpatizantes. Hitler se presentó a sí mismo y a su partido, como la única
alternativa a los “peligros” del marxismo.
3.2 El Ascenso del Nazismo.
La estrategia tendría resultados: en las votaciones de 1932, los nazis obtuvieron
la mayoría en el Parlamento y el ala conservadora logró convencer a Hindenburg,
segundo presidente de la República, de darle la cancillería al ya políticamente
poderoso Hitler. Heindenburg cedió, creyendo que con un parlamento
multipartidista, Hitler estaría controlado. El 30 de enero de 1933 se nombró
Káiser (canciller) a Adolf Hitler, quien al poco tiempo cambió su título por el
Führer (conductor) del Tercer imperio (Reich) acabando con la efímera República
de Weimar.
El ascenso al poder de los Nazis provocó el fin de la Republica Weimar, una
democracia parlamentaria establecida en Alemania después de la Primera Guerra
Mundial. Siguiendo el nombramiento de Adolf Hitler como canciller, el estado
nazi (también referido como el Tercer Reich) rápidamente se transformó en un
gobierno en el cual los alemanes no tenían ningún derecho básico garantizado.
Después de un incendio sospechoso en el Reichstag (el Parlamento alemán), el 28
de febrero de 1933, el gobierno promulgó un decreto que suspendió los derechos
civiles constitucionales y creó un estado de emergencia en el cual decretos
oficiales podían ser promulgados sin confirmación parlamentaria.
En los primeros meses de la cancillería de Hitler, los Nazis instituyeron una
política de “coordinación”, el alineamiento de individuos e instituciones con los
mismos objetivos de los nazis. La cultura, la economía, la educación y la ley,
todos vinieron bajo control de los nazis.
Una propaganda extensiva fue usada para difundir los objetivos e ideales del
gobierno. Con la muerte del presidente alemán Paul von Hindenburg en agosto de
1934, Hitler asumió los poderes de la presidencia. El ejército prestó juramento
de lealtad personal a Hitler. La dictadura de Hitler dependía sobre su puesto
8
como Presidente del Reich (director del estado), Canciller del Reich (director del
gobierno), y Fuehrer (director del partido nazi). Según el “principio Fuehrer”,
Hitler estaba fuera del estado legal y él mismo determinó cuestiones de política.
Hitler determinó la legislación doméstica y asuntos exteriores. La política
exterior de los nazis fue guiada por la creencia racista que Alemania era
biológicamente destinada a expandir al este por fuerza militar y que una
población ampliada y racialmente superior debería establecer una autoridad
permanente en Europa oriental y en la Unión Soviética. Aquí las mujeres tenían
un papel importante. La política de población agresiva del Tercer Reich animó
mujeres “racialmente puras” a tener cuantos niños arios posibles.
Dentro de este sistema, las personas “racialmente inferiores”, como los judíos y
los gitanos, serían eliminadas de la región. La política exterior de los nazis se
dirigió desde el inicio para hacer una guerra de aniquilación contra la Unión
Soviética, y los años de paz del gobierno nazi fueron pasados preparando el
pueblo alemán para la guerra. En el contexto de esta guerra ideológica, los nazis
planearon y llevaron a cabo el Holocausto, el asesinato masivo de los judíos, que
eran considerados el enemigo “racial” principal.
9
4. El Nazismo.
4.1 Concepto e importancia de Hitler.
El nazismo es comprendido como una ideología principalmente política, sin dejar
de lado lo económico y por sobre todo lo social (Hoffman, 1991). Fundada por
Adolf Hitler en la década de 1920, en gran medida como consecuencia de la
humillante situación que había sido puesta Alemania tras la firma del armisticio
que dio fin a la Primera Guerra Mundial, el Tratado de Versalles. Este tratado
impuso a Alemania unas condiciones tan drasticas -casi vengativas- que hacia
que el pais tuviese que destinar un enorme porcentaje de sus ingresos nacionales
al pago de daños e indemnizaciones, principalmente a Francia y Gran Bretaña,
con lo cual resultaba imposible recuperarse economicamente despues del
desastre que la guerra habia significado. Más allá de las dificultades que
entrañaran los dispositivos legales, la República de Weimar “carecía fatalmente
de legitimidad desde el principio. Fueron la Asamblea Nacional y el gobierno
revolucionario los que aprobaron los términos del Tratado de Versalles (…) La
propaganda nazi pudo aprovechar el descontento general con [éste] para
convencer a muchos de que el carácter democrático y los orígenes
revolucionarios de la República estaban fatalmente vinculados a la humillación
nacional” (Evans, 1991). Es sobre este campo que germinarán los pequeños
grupos nacionalistas radicales. “El movimiento nazi comenzó su andadura formal
en Münich el 9 de enero de 1919, con la fundación del Partido Obrero Alemán
por el mecánico ferroviario Anton Drexler.” (Evans, 1991). Surge como partido
de extrema derecha en la convulsión de la Baviera de la revolución y reacción de
posguerra. En 1920 cambia su nombre por el de Partido Obrero Nacional
Socialista Alemán, buscando el apoyo de los trabajadores, combinando ideas de
anticapitalismo, pangermanismo y antisemitismo. Adolf Hitler ingresa al partido
el 12 de setiembre de 1919. Gracias a su capacidad oratoria, ganó protagonismo
para convertirse en agosto de 1921 en dirigente principal del partido. “Según
algunos oyentes, proyectaba un hechizo hipnótico sobre su audiencia: la
10
asistencia a uno de sus mítines producía a menudo una exaltación que sólo podía
compararse con la conversión religiosa” (Evans, 1991).
Varios autores muestran un rasgo destacable del debate que se ha dado en en
seno de la historiografia a el lugar que desempeñó la personalidad y la actuación
de Adolf Hitler en el fenómeno del nazismo; contraponiendo los análisis que
ponderan a los líderes políticos por sobre las condiciones estructurales vigentes
en las sociedades, a la hora de dar explicaciones tentativas a los procesos
históricos. En palabras del investigador Norbert Frei (1993):
“Los intencionalistas interpretan al Tercer Reich como una dictadura
totalitaria determinada básicamente por el poder ilimitado (despótico)
del Führer; según ellos Hitler pudo desarrollar el programa político que
ya había anunciado en Mi lucha, de un modo previsible. Los
estructuralistas remarcan la existencia de grupos de poder que compiten
entre sí, que habrían obligado a Hitler a asegurarse una y otra vez su
poder a través de pactos y de la constante radicalización de sus
posiciones. La investigación no ha dejado lugar a dudas sobre los
paulatinos resquebrajamientos y dispersión del poder a lo largo de la
guerra, así como tampoco ha dejado lugar a dudas de que la carismática
fuerza aglutinante de Hitler le permitió tener de su parte prácticamente
hasta último momento al sistema y a la sociedad alemanas.”
4.2 La sociedad alemana frente al Nazismo.
Escribió el propio doctor Konrad Adenauer que:
“el Nacionalsocialismo no hubiera accedido al poder en Alemania, si no
hubiera encontrado en amplias franjas de la población, un terreno
cultivado para su dosis de veneno. No es correcto decir que los altos
militares o los grandes industriales fueron los únicos culpables. Amplias
franjas del pueblo, del campesinado, de las clases medias, de los
11
trabajadores e intelectuales, carecieron de una correcta actitud
intelectual” (Goodrick-Clarke, 2005)
Los estudios de Norman Cantor (1973) se detienen en la incapacidad del
Gobierno de Weimar para inspirar confianza en la mayoría de los segmentos de la
sociedad alemana. Sus instituciones eran depositarias de las frustraciones
producto del Tratado de Versalles, la inflación y las reparaciones a las potencias
aliadas. Era determinante su incapacidad para lograr la creación de mística
alguna. “En Alemania el republicanismo no tenía raíces ni tradiciones a las
cuales recurrir. En la historia alemana no había barricadas que pudieran servir
de inspiración al Gobierno; ni himnos republicanos, ni divisas como „libertad,
igualdad, fraternidad‟. Todas las tradiciones alemanas iban a repelo del
republicanismo”. (Cantor, 1973)
El desprecio carcomía a la República, como andamiaje incapaz de inspirar lealtad
o entusiasmo. Un pueblo alemán políticamente desilusionado halló en el Nazismo
el ideal de la empresa común; una nueva dignidad. Muchos activistas del
movimiento nazi, eran personas que en tiempos normales, se hubieran mantenido
al margen de la política y de la vida pública, sino hubieran sentido amenazada su
vida familiar, convicciones religiosas y normas morales. “El carisma de Hitler
ofreció a quienes todavía no estaban vinculados estrechamente a un entorno
político aglutinador la oportunidad de encontrar la integración y la seguridad en
unos momentos de gran crisis política, social, económica y cultural” (Evans,
1991)
Ante los trabajadores, Hitler insistiría conque la lucha de clases era un fraude
invento de judíos y bolcheviques. Su propia experiencia le demostraba que el
espíritu de lucha, la tenacidad y la fuerza de voluntad bastaban para sortear
cualquier obstáculo; y se constituirían como base de la doctrina política, que
inculcó a sus seguidores, homogeneizándolos. “El hombre alemán era un
Prometeo sin cadenas; y en la conquista estaba la prueba de la virtud. Tal era su
credo: confianza en sí mismo, deseo de triunfar; la ruta burguesa el éxito,
hinchada hasta lo grotesco” (Cantor, 1973)
12
Aparece interesante la puntualización de Evans sobre la capacidad de
trascendencia generacional del régimen. Los veteranos sin trabajo y los
estudiantes alienados llevaban su agua al molino del nazismo. “Lo que el nazismo
ofrecía era una versión modernizadora y actualizada de los resentimientos
nacionalistas radicales en la que el deseo de cambio dinámico y renovación de
los jóvenes pudo combinarse con el anhelo de orden, autoridad y estabilidad de
los ancianos”. (Evans, 1991)
4.3 Las características del Nazismo
Entre sus principales características, como las plantea Hoffman, son las de; un
Régimen totalitario, suprimiendo derechos y libertades individuales;
Militarización del País, a causa del sentimiento de venganza y revanchismo hacia
quienes los habían humillado luego de perder en la Primera Guerra Mundial;
Racismo y Antisemitismo, sosteniendo que la raza aria o indoeuropea era la única
raza superior por proceder de antiguos griegos, romanos y germanos y que era de
total urgencia limpiarla de toda sangre no aria, en especial la de los judíos;
Imperialismo, olvidando todo lo pactado en el Tratado de Versalles, los nazis
ordenaron armar a la población, establecer el servicio militar obligatorio y
cumplir con la anexión del Espacio Vital Alemán, que incluía territorios en la
Cuenca del Ruhr, Austria y Checoslovaquia, Polonia. Tal fue el éxito de este
regimen totalitario fascista que:
“Sin el triunfo de Hitler en Alemania no se habría desarrollado la idea del
fascismo como movimiento universal, como una suerte de equivalente en
la derecha del comunismo internacional, con Berlín como su Moscú. Si
Alemania no hubiera alcanzado una posición de potencia mundial de
primer orden, en franco ascenso, el fascismo no habría ejercido una
influencia importante fuera de Europa” (Hobsbawm, 1994)
Tal triunfo se explica, en palabras de Richard Evans (1991) por tres factores
importantes, a partir de los cuales describir y explicar el ascenso y triunfo del
nazismo en Alemania:
13
El primero de estos refiere al poder carismático de Führer, Adolf Hitler.
El segundo subraya la debilidad política de la República de Weimar y sus
defensores.
El tercero encuentra en la crisis del capitalismo surgida en 1929, un
incentivo para soluciones dictatoriales a los problemas económicos.
A estos tres factores, se incluirá a la educación.
14
5. Educación Nazi.
5.1 Formación Ciudadana.
Los nazis sabían que la educación era lo que garantizaba el control absoluto ya
que “adiestraban” a los niños para tener jóvenes con entrenamiento militar y con
entendimiento y obediencia a la ideología nazi. (Rodero Anton, 2004)
Por eso se impartía una educación especial, basada en la formación de un
ciudadano ideal, si tomamos en cuenta que el estudio en si del ciudadano es una
preocupación reciente, de hecho, el ciudadano, la nación, las elecciones, el
régimen representativo, la igualdad ante la ley, los derechos del hombre, y
muchos otros elementos constitutivos de nuestros modelos políticos actuales son
realidades nuevas. Pero no debemos dejar de lado, que para Hitler y su
ideología, la razón fundamental de su educación era la formación de ciudadanos
ideales, capaces de enfrentar de manera óptima las necesidades requeridas
desde el Estado, por lo que es un elemento de vital importancia para entender
los procesos que viven los países.
En la investigación no logramos encontrar un concepto ideal de formación
ciudadana que tenga relación con el Nazismo en sí, ya que como mencionábamos,
el estudio sobre la ciudadanía es algo reciente, pero al contextualizar este
concepto reciente con la ideología nazi, encontramos la perspectiva de Dueñas
(2001), quien entiende la ciudadanía, como un concepto formado por diversas
dimensiones, las cuales dan origen a diferentes modos de ejercerla; esta puede
ser política, social, individual, emancipatoria, cultural y comunicacional. Con
esto, entenderemos a la ciudadanía siempre ligada a un contexto histórico
particular que determina una serie de valores, actitudes y principios éticos que
guían la manera en que el individuo actúa y se desenvuelve en un espacio social.
Bajo estas circunstancias, vemos claramente reflejado la hipótesis de nuestro
trabajo al mencionar que la educación fue uno de los pilares del régimen Nazi, ya
que se utilizó como método de formación ciudadana, ya que como lo explica el
autor, busca entregarle al individuo una serie de valores, actitudes y principios
15
éticos que guiaran la manera en que las personas se desenvolverán en la
sociedad, ahora nos falta dilucidar que método se utilizó para llevar a cabo este
ciudadano ideal.
5.2 Conductismo y la educación Nazi.
Esta educación, en la cual tenían las mismas asignaturas que actualmente se ven
en los colegios pero con un enfoque diferente, por ejemplo, en historia se les
enseñaba que Alemania había perdido la Primera Guerra Mundial por deslealtad
de los judíos; en ciencias aprendían las características físicas que probaban que
la raza aria era superior; en geografía aprendían que para que los ciudadanos
tuviesen espacio suficiente tenían que conquistar más territorios. En educación
física debían desarrollar su fuerza y la capacidad de soportar el sufrimiento, esta
materia era una de las más importantes pues definía si el muchacho continuaba o
no en el colegio, en matemáticas los ejercicios iban encaminados a sembrar el
odio. A las niñas se les educaba para ser madres y esposas. A los judíos se les
excluía de la educación. (Rodero Anton, 2004)
Para tales contenidos, el método de enseñanza recurrente en la educación nazi
era el Conductismo, que es una rama de la psicología que estudia el
comportamiento mediante conductas observables en respuesta a estímulos no
necesariamente consientes, El manifiesto de Watson (1913) comienza diciendo:
“La psicología, tal como el conductista la ve, es una rama puramente objetiva y
experimental de las ciencias naturales. Su objetivo teórico es la predicción y el
control de la conducta. La introspección no es parte esencial de sus métodos ni
depende el valor científico de sus datos de la prontitud con la que se presten a
interpretación en términos de conciencia. El conductista, en sus esfuerzos por
lograr un esquema unitario de la respuesta del animal, no reconoce divisoria
entre el hombre y éste. La conducta del hombre, con todos sus refinamientos y
complejidad, es sólo una parte del esquema total de investigación del
conductista”.
16
Hay una frase muy conocida de Watson, que da cuenta de sus fuertes
convicciones, dice: “Denme cien chicos sanos y mediante inadecuado
condicionamiento, podré hacer de ellos, de uno un sacerdote, de otro un ladrón,
de otro un artesano eficaz”. Queda claro que estaba realmente convencido de
que el ambiente y la educación en general, logran influir en forma determinante
sobre las personas. Esta concepción, plantea problemas respecto de cómo
entender el tema de la libertad humana, los valores, la responsabilidad y la
ética, temáticas recurrentes en el tipo de educación y la formación ciudadana
que planteaba el régimen nazi.
Pero, a mi juicio, la etapa del conductismo que se acerca más a lo desarrollado
por la educación alemana es el condicionamiento clásico. Pavlov, uno de sus
máximos referentes, nos plantea que tal es el condicionamiento que se puede
ejercer sobre un individuo, que se llega a lograr entender cómo se condicionan y
se pueden condicionar ciertos aprendizajes, a través de un proceso de estímulo y
respuesta. (Camacho, 2002) Es de sobra conocido que las escuelas nazis
educaban políticamente a los niños para que no estuvieran en contra de Hitler
con asignaturas como la historia o la filosofía, muy fácilmente manipulables,
pero ¿de verdad era posible usar también una asignatura como las matemáticas
con ese objetivo? Pues sí, y nada mejor que ver un ejemplo de la época:
"Un loco cuesta cada día 4 marcos, un inválido 5'5 marcos, un criminal 3'5
marcos. En muchos casos, un funcionario no cobra más que 4 marcos, un
empleado 3'6 marcos, un aprendiz 2 marcos. Calculad cuánto cuestan
anualmente los 300000 locos y epilépticos de Alemania.
¿Cuánto se ahorraría el estado si estos individuos fueran eliminados?
¿Cuántos préstamos de 1000 marcos podríamos conceder a matrimonios si
pudiéramos economizar ese dinero?" (Sin Referencia)
El mensaje que hay tras ese sencillo problema de matemáticas está claro,
plantar una semilla de odio hacia todo lo que "sobraba" en la Alemania nazi. De
esta forma, se conseguía que los jóvenes se indignaran ante el alto precio que
17
costaba mantener a enfermos mentales o parados, y que, al mismo tiempo,
pensaran que si éstos eran eliminados, este dinero se podría invertir en fines que
los beneficiaban a ellos, como concediendo préstamos a jóvenes matrimonios. Es
natural que con este tipo de argumentos, los estudiantes y jóvenes, empezaran
a desarrollar el odio del que hacían gala sus gobernantes, por lo que podemos
evidenciar que desde muy pequeños, los líderes de la Alemania Nazi empleaban
el condicionamiento a sus alumnos.
5.3 La Educación Racista.
Esta educación basada en el racismo y antisemitismo, estaban planteadas en el
texto en el cual Hitler dejo en claro sus ideas, (Mi Lucha, 1924), "La culminación
de toda labor educacional del Estado racista consistirá en infiltrar instintiva y
racionalmente en los corazones y los cerebros de la juventud que le está
confiada, la noción y el sentimiento de raza. Ningún adolescente, sea varón o
mujer, deberá dejar la escuela antes de hallarse plenamente convencido de lo
que significa la puridad de la sangre y su necesidad.". Acá se evidencia lo que el
Führer quería para su estado, infiltrar instintivamente en los corazones y
cerebros de los jóvenes alemanes las ideas del racismo y antisemitismo.
Durante años, antes de convertirse en canciller de Alemania, Adolf Hitler estuvo
obsesionado con ideas sobre la raza. En sus discursos y en sus escritos, Hitler
difundía su creencia en la "pureza" racial y la superioridad de la "raza germana",
lo que él llamaba una "raza aria superior". Declaró que su raza debía permanecer
pura para poder tomar el control del mundo algún día. Para Hitler, el ideal "ario"
era rubio, de ojos azules y alto. (Rodero Anton, 2004)
Cuando Hitler y los nazis llegaron al poder, estas creencias se convirtieron en la
ideología del gobierno y se difundieron en pósteres exhibidos públicamente, en la
radio, en las películas, las aulas y los periódicos. Los nazis comenzaron a poner
en práctica su ideología con el apoyo de científicos alemanes que consideraban
que la raza humana podía ser mejorada mediante la limitación de la
reproducción de aquellas personas que consideraban "inferiores". A partir de
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1933, a los médicos alemanes se les permitió realizar esterilizaciones forzadas,
cirugías que hacían imposible que las víctimas tuvieran hijos. Entre los blancos
de este programa público se encontraban los romaníes (gitanos), una minoría
étnica que contaba con una población de alrededor de 30.000 en Alemania y
personas discapacitadas, entre otras, quienes tenían problemas mentales, así
como aquellos que habían nacido sordos y ciegos. También fueron víctimas unos
500 niños afro-alemanes, la descendencia de madres alemanas y soldados de las
colonias africanas pertenecientes a los ejércitos aliados que ocuparon la región
del Rin alemán después de la Primera Guerra Mundial.
Hitler (1924) y otros líderes nazis consideraban a los judíos no como un grupo
religioso, sino como a una "raza" venenosa que "vivía a costa" de otras razas y las
debilitaba. Después de que Hitler llegara al poder, los maestros nazis en las aulas
de las escuelas comenzaron a aplicar los "principios" de la ciencia racial. Medían
el tamaño de la cabeza y el largo de la nariz, y registraban el color del cabello y
los ojos de sus alumnos para determinar si los estudiantes pertenecían a la
verdadera "raza aria". Los estudiantes judíos y romaníes (gitanos) muchas veces
eran humillados durante este proceso.
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6. Conclusión.
Al concluir esta investigación, debemos mencionar la importancia que aún tiene
el seguir otorgando interrogantes a un tema central que marco la vida, en varios
aspectos de la sociedad, no solo alemana, sino mundial como lo es el nazismo y
su líder, Adolf Hitler, quien criticable o no sus ideas y el método de llevarlas a
cabo, es uno de los grandes ideólogos y oradores de la historia occidental.
Con respecto al contexto histórico de mi investigación, deja en claro que
cuestiones como el Tratado de Versalles, que dio fin a la Gran Guerra, es un
factor relevante en la posterior concepción de la ideología nazi en la sociedad
alemana, la cual contribuyo enormemente en la propagación de estas ideas,
claro con un poco de manipulación, pero no del todo, por lo que podemos
concluir que es incorrecto solo llamar culpables a los altos jefes militares nazis
de las barbaries de su régimen.
Con respecto al tema central de mi investigación, podemos afirmar que gracias a
la bibliografía revisada, nuestra hipótesis es correcta, ya que la educación fue
uno de los pilares fundamentales del régimen nazi, en la formación de
ciudadanos ideales para el Tercer Reich. Desde muy pequeños, con textos como
DER GIFTPILZ, que es un libro de cuentos infantiles, que constituye una clara
propaganda antijudía en el que se emplea la forma de cuento para llegar hasta la
audiencia más joven e inculcarles el sentimiento racista propios de los nazis, el
cual debe estar presente en el ciudadano alemán, el cual además, debía ser
capaz de enfrentar de manera óptima las necesidades requeridas desde el
Estado.
Otra conclusión de nuestro trabajo, es que el método de enseñanza que utilizo el
régimen nazi para educar a su sociedad fue el una rama del conductismo llamada
condicionamiento clásico, y la utilización de todas las asignaturas que veían en
las escuelas, incluso la matemática.
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Y el tercer punto en cuestión sobre la educación es el racismo, el cual era
objetivo la labor educacional del estado alemán, que consistía en infiltrar
instintiva y racionalmente en los corazones y los cerebros de la juventud la
noción y el sentimiento de raza.
La pregunta que me nace después de finalizada esta investigación es entender
como una persona, demostrando tener una gran oratoria y convencimiento en sus
ideas, logra transformar a casi toda una sociedad, quizás fue el contexto
histórico el que le ayudo, pero de una u otra forma, las ideas que planteo Hitler
hace más de 90 años, siguen estando presentes en nuestra sociedad, no con la
violencia de los nazis, pero si conservando ideas conservadoras que no van en
ayuda de cumplir el derecho más importante de la humanidad, la libertad.
21
7. Bibliografía.
Camacho, J. (2002). Apologia del Conductismo. Madrid.
Cantor, N. (1973). La era de la protesta. Oposición y Rebeldía en el siglo XX.
Madrid: Alianza Editorial.
Dueñas, C. (2001). ¿Como promover la ciudadania juvenil? Los Grupos y
asociaciones juveniles como un espacio de educacion ciudadana. Santiago:
Disponible en : www.interjoven.cl.
Evans, R. (1991). Ascenso y Triunfo del Nazismo en Alemania en "Europa en
Crisis" (1919 - 1939). Madrid.
Frei, N. (1993). Reflexiones sobre el Nacionalsocialismo. Ediciones Trilce.
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