LA ESCUELA Y LA ENSEÑANZA:CURRÍCULO- NUEVAS

ALFABETIZACIONES - TICS

Grupo de trabajo colaborativo: Graciela M. , Mara F. , Mónica S. , Olga J. y Sandra C.

Nuestra escuela…¿Es la que necesitamos?

“No nos podemos contentarcon dar de beber a quienes yatienen sed. También hay quedar sed a quienes no quieren

beber”. (Philippe Meirieu)

Enseñar sigue siendo un enigma. Nos enfrenta con ciertos misterios de lo humano: ¿cómo educar?, ¿por qué?, ¿a quién?, ¿con qué?, ¿para qué

sociedad?, ¿pensando en que presente y en qué futuro?, ¿para que país?

Las transformaciones sociales, políticas y económicas nos obligan a repensar el sentido de la escuela en este

momento histórico particular.

“Las condiciones de vida actuales han venido a transformar este mundo hasta tal punto que nuestras certezas han quedado

desconcertadas, sorprendidas, confundidas. Nuestras instituciones apabulladas, oscurecidas, descalificadas y nuestra labor se enfrenta a

diario con desafíos que parecen más ser del orden del absurdo y lo fantástico que de lo pedagógico o escolar.” - C. Bixio

Acordamos con Bauman que la fluidez o liquidez son metáforas adecuadas para caracterizar nuestro contexto social general.

Sin embargo también sabemos que hoy la escuela cumple, más que nunca, una función social irrenunciable y que el valor de los

conocimientos que la escuela les puede ayudar a construir a niñas/os y jóvenes son y serán herramientas valiosas.

Pero la escuela sigue, a pesar de todo, asumiendo una estrategia defensiva de resistencia nostálgica y orientada

al pasado (institución cascarón). Todavía hoy se mantienen vigentes las prácticas

estandarizadas, la homogeneización, la resistencia al cambio, incorporación de las tic´s, distintos criterios de

evaluación, aulas cerradas, disciplinamiento, poca flexibilidad en la vida escolar en general (organización de diferentes espacios y tiempos, planificación de proyectos

institucionales e inter-institucionales…)

Pensamos que la escuela hoy está intentando ser inclusiva pero todavía no logra encontrar la forma, el camino de despertar el deseo de aprender, el interés por formular

interrogantes respecto del medio que nos rodea, ni tampoco halla la manera de asegurar el éxito en ese

proceso de búsqueda.

La posmodernidad ha generado nuevas condiciones sociales:

● Adultos cuyos roles se han desdibujado, padres ausentes, poco contenedores. Ausencia de referentes adultos. Escaso compromiso.● Niños muy informados, interesados en las nuevas tecnologías de la

comunicación pero con dificultades para establecer vínculos, expresarse oralmente, con pobre vocabulario, poco interesados en aprender.● Grandes períodos de exposición frente a la tv, pc, que genera

individualismo y soledad, con poca motivación interna.● Límites desdibujados, pocos hábitos adquiridos en el hogar y gran

necesidad de afecto.● Escasa resistencia a la frustración, inquietos y con cortos períodos de

atención.

Creemos que es nuestra responsabilidad contemplar las transformaciones sociales y culturales y analizar su impacto en la institución escuela para luego detenernos a pensar sobre las

“nuevas alfabetizaciones” (I.Dussel)

Por ello, la escuela se debe vincular al exterior a fin de hacer posible la consideración e inclusión de cada alumno

con sus experiencias y modos de percibir y entender la realidad existente en su mundo cotidiano.

Todo ese bagaje cultural, que se recrea día a día cuando el niño se encuentra fuera de la escuela en su “realidad”,

es basamento fundante de aprendizaje.Los contenidos de lo que se aprende no son inculcados, sino “creados y conformados” desde la vida del niño y

resignificados en la actividad escolar.

Acordamos con Inés Aguerrondo cuando afirma que las transformaciones que se hacen en educación parecieran ser sólo superficiales, teniendo en cuenta un mundo donde todo cambió y sigue cambiando sustancialmente, o sea, remiten siempre al viejo modelo de cómo se hacen las cosas.Es real que estamos siendo testigos de una profunda transformación, de un nuevo paradigma, organizado en torno a las tecnologías de información y comunicación. Es necesario reconceptualizar, rediseñar el proceso de enseñanza, revisar la cultura organizacional de nuestras instituciones. Entonces, “un cambio profundo” implicaría hacer una educación que responda a las necesidades actuales. Una institución que lo produzca con los datos del contexto, que pueda innovar pero no en la “soledad” de alguno de sus actores sino en el “trabajo reflexivo y consciente de todos sus miembros”

El marco normativo y las políticas educativas actuales orientan nuestra práctica a partir del reconocimiento de los derechos humanos, de justicia social, currricular y escolar.

“La escuela debe brindar calidad en la enseñanza de los aprendizajes e igualdad de oportunidades de acceso al mismo”

Para ello es necesario, que en nuestras escuelas trabajemos para:● Generar nuevas y mejores condiciones para el logro de

aprendizajes relevantes y significativos. (trayectorias educativas)

● Renovar tiempos, espacios y dinámicas escolares para ampliar el universo cultural de los estudiantes y ofrecer diferentes posibilidades de participación en diversas actividades (arte, juego, deporte, ciencias, tic´s).

● Promover la participación democrática en la toma de decisiones de todos los actores institucionales.

Freire nos enseñó que la transformación de las escuelas pasa por vencer las desigualdades sociales y económicas, producidas por un sistema injusto. Nos ha dejado una enseñanza que debemos ser capaces de recordar y reproducir en cada una de nuestras instituciones, en cada una de las prácticas educativas:

La educación es lucha y esperanza.

“Había una vez una escuela…Pero no como cualquier escuela. Era un

espacio social de experiencias culturales y lúdicas compartidas.

Era una Casa Grande que luego fue una huerta, luego fue…”

(Bixio – Pogliotti)