La Fotografía Como Expresión Del ConceptoArlindo Machado
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La fotografa como expresin del conceptoArlindo Machado
Arlindo Machado
Pontifcia Universidad Catlica de So Paulo
De tanto en tanto, la discusin sobre la naturaleza ms profunda de la fotografa vuelve
a la superficie con insistencia. En esas ocasiones, todo lo que pareca slido se disuelve en
el aire. Dentro de algunas dcadas, la fotografa cumplir los dos siglos de existencia y,
todava entonces, estaremos tratando de entenderla. Estas dificultades tienen buenos
fundamentos. La fotografa es la base tecnolgica, conceptual e ideolgica de todos los
medios contemporneos y, por ese motivo, comprenderla, definirla, es un poco tambin
comprender y definir las estrategias semiticas, los modelos de construccin y percepcin,
las estructuras en las que se sustenta toda la produccin contempornea de signos visuales y
auditivos, sobre todo de aqulla que se hace a travs de mediacin tcnica. Cada vez que se
introduce un medio nuevo, ste sacude las creencias establecidas anteriormente y nos
obliga a volver a los orgenes para revisar las bases a partir de las cuales edificamos la
sociedad de los medios. La televisin y, por extensin, la imagen y sonido electrnicos, ya
nos hicieron encarar esa indagacin
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hace algunas dcadas. Ahora, el procesamiento digital y la modelacin directa de la
imagen en la computadora nos enfrentan a nuevos problemas y nos hacen mirar
retrospectivamente, en el sentido de revisar las explicaciones que hasta entonces
sustentaban nuestras prcticas y teoras. En un momento como ste, en que la imagen y
tambin el sonido pasan a ser sintetizados a partir de ecuaciones matemticas y de modelos
de la fsica, en un momento en que hasta el mismo registro fotogrfico puede ser
memorizado en forma numrica, es necesario revisar buena parte de nuestros paradigmas
tericos.
Hablando en trminos de la teora de los signos de Charles S. Peirce, la fotografa ha
sido habitualmente explicada ya poniendo nfasis en su iconocidad (Cohen, 1989: 458;
Sonesson, 1998), o sea, tanto en su analoga con el referente u objeto, como en sus
cualidades plsticas particulares; ya enfatizando su indexicalidad (Dubois, 1983: 60-107;
Schaeffer, 1987: 46-104), es decir, basndose en su conexin dinmica con el objeto (es el
referente lo que causa la fotografa); o bien aceptando finalmente ambos nfasis al mismo
tiempo (Santaella y Nth, 1998: 107-139; Sonesson, 1993: 153-154). A pesar de eso,
incluso admitiendo que muchos de los elementos codificadores de la fotografa pueden ser
considerados arbitrarios y convencionales, prcticamente no existe una reflexin
sistemtica sobre la fotografa como smbolo, en el sentido peirceano del trmino, es decir,
como la expresin de un concepto general y abstracto. Aunque algunos analistas hayan
alertado ya sobre la necesidad de concebir la fotografa, sobre todo la contempornea,
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haciendo intervenir, de manera simultnea (y no exclusiva) las tres categoras peirceanas
(Carani, 1998), la verdad es que la concepcin de la fotografa como ley o norma
generalizadora constituye un desafo terico. La nica voz discordante en medio del
consenso general parece haber sido la de Vilm Flusser, un pensador de la tcnica que, ya
en 1983, en una obra fundamental escrita bajo el impacto del surgimiento de las imgenes
digitales, asegur que la fotografa, ms que simplemente registrar impresiones del mundo
fsico, en verdad traduce teoras cientficas en imgenes. El pensamiento de Flusser, en ese
sentido, es radical y sin concesiones: la fotografa puede tener muchas funciones y usos en
nuestra sociedad, pero la razn de su existencia est en la materializacin de los conceptos
de la ciencia o, para usar palabras del propio autor, ella transforma conceptos en escenas
(Flusser, 1985: 45). El objetivo de este artculo es discutir, partiendo de la consideracin
inicial de Flusser y basndonos en las nuevas referencias apuntadas por las imgenes
digitales, algunos de los argumentos y razones que
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a nuestro entender autorizan el reposicionamiento de la fotografa en ese terreno que
Peirce clasific como tercero en su escala semitica, el terreno del concepto.
Durante un viaje que hice a la Patagonia argentina, hace algn tiempo, me llam la
atencin la increble e infinita variedad de verdes del paisaje. Jams poda imaginar que ese
simple color que llamamos verde pudiera abarcar una gama de sensaciones cromticas
tan exuberante, al punto de dar la impresin de que cada rbol en particular, o que cada
parte de un rbol, exhibiera un matiz de verde completamente diferente de los otros. De
regreso a casa, despus de revelar y de ampliar los negativos fotogrficos sacados en la
Patagonia, pude constatar, bastante frustrado, que todo aquel espectculo cromtico de la
naturaleza se haba reducido drsticamente. A pesar de haber utilizado una cmara
profesional, fotmetro independiente y pelcula de un amplio espectro de respuesta, la
variacin de verdes del paisaje fotografiado me pareci demasiado pobre, adems de banal
y previsible. Comparando posteriormente mis fotos con otras obtenidas en los mismos
lugares por un colega, con quien haba compartido el viaje, percib que, pese a que los
resultados parecan igualmente limitados en trminos de respuesta cromtica, l haba
obtenido algunos tonos de verde que no existan en mis fotos. Luego, pude saber la razn
de ello: mi colega haba utilizado otra marca de negativo y otro tipo de papel para la
ampliacin.
Esta singular experiencia personal me ayud bastante a entender algunas de las
estrategias operativas de la fotografa. Lo que llamamos color, en verdad, es el resultado
perceptivo del comportamiento fsico de los cuerpos en relacin con la luz que incide sobre
ellos y, como tal, una propiedad de cada uno de esos cuerpos. Cada planta, de acuerdo con
sus constituyentes materiales, absorbe y refleja de una manera particular los rayos de luz y,
por eso, produce su propia gama de verdes. Y las emulsiones fotogrficas, por estar
compuestas de otros materiales, producen otra gama de verdes. Por esa razn, resulta casi
imposible tener en una foto exactamente los mismos colores de un paisaje. El color
fotogrfico ser siempre, por el contrario, una interpretacin del color visto, a partir de los
componentes materiales propios del film. Ciertamente, la palabra color se refiere
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habitualmente a dos modalidades distintas de fenmenos. Por un lado, un color es una
cualidad particular (en trminos fenomnicos) o una sensacin particular (en trminos
perceptivos), por lo tanto un hecho de primeridad en trminos peirceanos. Por otro lado, un
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color puede tambin ser un concepto, una categora, una abstraccin del pensamiento,
establecida de manera enteramente convencional. Damos el nombre verde a una cierta
gama de extensiones de ondas luminosas (expresadas en nanmetros), que resultan de
determinadas propiedades reflexivas de los materiales. Pero como el espectro cromtico
visible es continuo, la categorizacin de los diversos colores no es slo imprecisa (en las
fronteras entre los colores, algunos vern amarillo o azul lo que otros ven verde),
sino tambin arbitraria, lo que explica el hecho de que diferentes culturas clasifiquen de
modo distinto las mismas cualidades (los esquimales, por ejemplo, clasifican el nico color
que llamamos blanco en ms de una decena de colores).
En nuestro caso, el corolario inevitable de esa constatacin es que la pelcula
fotogrfica slo puede corresponder al paisaje enfocado con la gama de colores que ella es
capaz de producir. La cantidad de verdes que se puede encontrar en la naturaleza es
probablemente infinita, porque infinitos son los cuerpos fsicos con sus diferentes
propiedades reflexivas, pero un determinado patrn fotogrfico -digamos un film
Kodakolor de 100 ASA, fabricado en la sucursal mexicana de la Kodak y revelado
rigurosamente de acuerdo con las instrucciones del fabricante- produce una gama de verdes
no slo finita, sino tambin tipificada, regular y fija. La totalidad de las imgenes
producidas con esa pelcula mostrarn siempre la misma gama de verdes,
independientemente del hecho de que el referente sea la Patagonia argentina o las estepas
rusas. Los verdes Kodakolor no son, por lo tanto, simples cuali-signos de esa exuberante
experiencia cromtica que llamamos verdor, pero s colores-tipos, clasificables en
catlogos de colores (y, de hecho, los laboratorios de revelado son calibrados a partir de
categoras cromticas), por lo tanto algo cercano al concepto peirceano de legi-signo. Un
film Kodakolor nunca lograr producir un verde singular, como aqul que se puede
encontrar slo en las hojas de una melissa officinalis, observada en la orilla de un lago de la
Patagonia, durante una determinada tarde de primavera, luego de haber parado de llover, o
como aqul que se puede ver solamente en determinado fresco del Giotto, producido con
una tinta fabricada por el propio pintor, a partir del procesamiento de plantas encontradas
en la periferia de Florencia. Por el contrario, los verdes Kodakolor se repiten de forma
regular y previsible en todas las fotos obtenidas en las mismas condiciones-tipo y es esa
regularidad lo que vuelve utilizable a la fotografa, en situaciones de reproducibilidad
industrial, para distribucin a escala masiva.
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Parte de los problemas relacionados con la comprensin de la fotografa derivan de su
encasillamiento tradicional en la categora peirceana de ndice, un encasillamiento que
podemos considerar, como mnimo, problemtico. Lo que registra la pelcula fotogrfica no
es exactamente una accin del objeto sobre ella (no hay contacto fsico o dinmico del
objeto con la pelcula), sino el modo particular de absorcin y reflexin de la luz por un
cuerpo ubicado en un espacio iluminado, tal como una emulsin sensible lo interpreta,
basndose slo en aquella parte de los rayos de luz reflejados por el objeto que pudieran ser
captados por la lente y filtrados por los dispositivos internos de la cmara. Se trata de un
proceso extraordinariamente complejo, que se encuentra a algunos aos-luz distante de la
simplicidad franciscana de los ndices visuales clsicos, como la pisada dejada en el suelo
por un animal o la impresin digital. En el lmite, es posible fotografiar (es decir, registrar
en la pelcula) los rayos de luz directamente de su fuente, sin que hayan sido reflejados por
objeto alguno. Esto significa que se puede tener fotografa sin objeto, a menos que
consideremos, incluso con toda pertinencia, que el verdadero objeto de la fotografa es la
luz y no el cuerpo que la refleja. Pensemos en las siguientes paradojas de la fotografa
astronmica:
1) La explosin de una estrella, fotografiada en este momento por una cmara acoplada
a un telescopio, sucedi, en verdad, varios siglos antes. Lo que ocurre es que la luz emitida
por la estrella moribunda tuvo que recorrer una buena parte del universo antes de llegar
hasta nuestra emulsin.
2) Por lo menos hay un referente que jamas podr ser fotografiado: el agujero negro,
toda vez que no absorbe ni refleja rayos de luz o cualquier otro tipo de onda. De ah que
una prueba material de la existencia de un agujero negro es imposible.
La fotografa es un proceso enteramente derivado de la tcnica, entendindose aqu por
tcnica aquello que Simondon (1969: 12) define como gesto humano fijado y cristalizado
en estructuras que funcionan. En su forma industrial y masiva, la tcnica es concebida
como un modo de automatizacin o de tipificacin, en el mismo lmite del estereotipo. En
su acepcin ms sofisticada, en la investigacin cientfica y en la experimentacin artstica,
por ejemplo, la tcnica puede ser tambin un detonador heurstico, en la medida en que
posibilita
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al pensamiento ir ms all de aquel otro que la engendr. Si un dispositivo tcnico
prev cierto margen de indeterminacin, como afirma Simondon (1969: 11), puede
volverse sensible a una informacin exterior. De cualquier manera, siempre es un
conocimiento cientfico el que, materializado en los medios tcnicos, hace existir la
fotografa, considerando que, al contrario de las pisadas y de las impresiones digitales, las
fotografas no se forman naturalmente, por la mera casualidad del encuentro fortuito entre
un objeto y un soporte de registro. La fotografa existe slo cuando hay una intencin
explcita de producirla, por parte de uno o ms operadores o poseedores del know how
especfico, y cuando se dispone de un inmenso dispositivo tcnico para producirla (cmara,
lente, film, iluminacin, fotmetro incluido o separado de la cmara, cuarto oscuro de
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revelacin, baos qumicos, cronmetros diversos para la marcacin del tiempo, etc.),
dispositivo desarrollado despus de varios siglos de investigacin cientfica y producido en
escala industrial por un segmento especfico del mercado.
La definicin clsica de fotografa como ndice constituye, en realidad, una aberracin
terica, pues si consideramos que la esencia ontolgica (expresin tomada de Andr
Bazin, 1981: 9-17) de la fotografa es la fijacin del trazo o del vestigio dejado por la luz
sobre un material sensible a ella, tendremos obligatoriamente que concluir que todo lo que
existe en el universo es fotografa, ya que todo, de algn modo, sufre la accin de la luz. Si
me acuesto en una playa para tomar sol, la piel de mi cuerpo registrar la accin de los
rayos de luz bajo la forma del bronceado o de la quemadura. Si apoyo mi disco predilecto
en una mesa junto a una ventana, donde por azar a una determinada hora del da da la luz
del sol, el disco se torcer como el ptalo de una rosa y podremos entonces llamar
fotografa a ese disco deformado, pues de algn modo sa es su manera de registrar, en
definitiva, la accin de la luz del sol sobre l. Incluso una simple hoja de papel olvidada en
el suelo, expuesta a la luz del sol, despus de algn tiempo, se amarillear. Pero cuando
tomo una fotografa, lo que veo all no es slo el efecto de quemadura producido por la luz.
Ms bien veo una imagen extraordinariamente ntida, intencionalmente moldeada,
encuadrada y compuesta, una cierta lgica de distribucin de zonas de foco y fuera de foco,
una cierta armona del juego entre claro y oscuro, sin hablar de una inequvoca intencin
expresiva y significante, que no encuentro jams en el cuerpo bronceado, en el disco
deformado o en el papel amarillento.
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El trazo grabado por la cmara fotogrfica (en este caso, la luz reflejada por el objeto)
depende de un nmero extraordinariamente elevado de mediaciones tcnicas. En lo que
respecta a la cmara, tenemos: la lente con una especfica distancia focal, la abertura del
diafragma, la abertura del obturador, el punto de foco. En lo que respecta a la emulsin
fotogrfica: la resolucin de granos, la mayor o menos latitud, la amplitud de respuesta
cromtica, etc. En lo que respecta al papel de ampliacin o de impresin: su rugosidad,
propiedades de absorcin, etc. Esto quiere decir que una foto no es solamente el resultado
de una impresin indicial de un objeto, sino tambin de las propiedades particulares de la
cmara, de la lente, de la emulsin, de la(s) fuente(s) de luz, del papel de reproduccin, del
bao de revelado, del mtodo de secado, etc. Claro que, como observ correctamente
Sonesson (1998), tambin una pisada es resultado de una interaccin variable entre la pata
de un animal y el suelo (diferentes tipos de suelo permiten imprimir diferentes tipos de
pisadas de un mismo animal). Sin embargo, una pisada, aunque tenga apariencias diferentes
conforme al tipo de suelo, ser siempre una pisada, pudiendo ser reconocible como tal por
un interpretante, mientras que una fotografa slo ser realmente una fotografa si la
totalidad de las condiciones tcnicas fueran cumplidas con el rigor exigido por los
dispositivos mecnico, ptico y qumico.
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En ese sentido, a diferencia de la pisada, de la impresin digital e incluso de la pintura
y del dibujo, la fotografa es el resultado de clculos complejos y matemticamente
precisos, automatizados en el diseo de la cmara y de la pelcula. El hecho de poder
fotografiar sin conocer necesariamente estos clculos no es muy diferente del hecho de
poder modelar formas, de darles textura y brillo, con una computadora, sin tener necesidad
de saber programar, pero slo utilizando programas comerciales. La fotografa es una
actividad tcnica de extrema precisin, basada en la medicin (de la distancia y velocidad
del objeto, de la cantidad de luz que penetra en la cmara, del paralaje entre el visor y la
ventana del film, del margen de profundidad de campo, del tiempo de revelado, etc.). El
fotmetro mide la cantidad de luz que incide en el objeto o que se refleja para la cmara; el
termocolormetro mide la temperatura del color, para adecuar el tipo de film al tipo de
iluminacin; el diafragma y el obturador deben ser ajustados en una relacin de
compensacin mutua (cuanto ms se abre uno, ms se cierra el otro), de acuerdo con el
valor obtenido por el fotmetro y an de acuerdo con el grado de sensibilidad de la
pelcula. Un error de clculo,
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por mnimo que sea, y adis fotografa, por ms que el referente est all y bien
iluminado. El mismo razonamiento sirve tambin para el clculo de la profundidad de
campo, que establece la cantidad de foco y fuera de foco de una foto, y que es determinado
a partir de una compleja ecuacin, incluyendo: 1) la distancia del objeto en relacin a la
cmara; 2) el grado de abertura de diafragma y obturador; 3) la cantidad de luz que ilumina
la escena; 4) la distancia focal de la lente utilizada. Los buenos fotgrafos siempre traen en
sus bolsos un manual con tablas de profundidad de campo, que es necesario consultar cada
vez que surgen dudas sobre si una imagen aparecer en foco o no. De ah, por qu una
fotografa puede ser considerada, sin vacilar, un signo de naturaleza predominantemente
simblica, perteneciente prioritariamente al dominio de la terceridad peirceana, porque es
imagen cientfica, imagen informada por la tcnica, tanto como la imagen digital, no
obstante un cierto grado de indicialidad presente en la mayora de los casos. En otras
palabras, fotografa es, antes que nada, el resultado de la aplicacin tcnica de conceptos
cientficos acumulados por lo menos a lo largo de cinco siglos de investigaciones en los
campos de la ptica, de la mecnica y de la qumica, as tambin como de la evolucin del
clculo matemtico y del instrumental para hacerlo operacional.
En tanto smbolo, segn la definicin peirceana, la fotografa existe en una relacin
tridica entre: el signo (la foto, o, si se quiere, el registro), su objeto (la cosa fotografiada) y
la interpretacin fsico-qumica y matemtica. Esa interpretacin es un tercero, pudiendo
ser leda (por otra parte, sa es la nica lectura seria de la fotografa) como la creacin de
algo nuevo, de un concepto puramente plstico respecto del objeto y su impresin. La
verdadera funcin del aparato fotogrfico no es, por lo tanto, registrar una impresin, sino
interpretarla cientficamente. Esto quiere decir que la impresin fotogrfica, cuando existe,
no nos es dada en estado bruto y salvaje, sino ya inmensamente mediada e interpretada por
el saber cientfico. Obsrvese cmo el aparato tcnico de captacin de seales, en ciencias
rigurosas como la medicina y la astrofsica, est programado para interpretar y codificar la
impresin indicial en elementos sensibles o perceptibles que puedan ser ledos por el
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analista: por ejemplo, ciertos colores pueden representar, por mera convencin,
determinadas temperaturas del cuerpo o determinadas propiedades de los materiales. Eso
quiere decir que se pueden codificar visualmente, como resultado del registro fotogrfico,
valores obtenidos a travs de la medicin termodinmica o del anlisis fsico-qumico.
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A decir verdad, tanto el remote sensoring en astrofsica, como el examen no invasivo
del interior del cuerpo humano en medicina, modalidades ms rigurosas de fotografa para
uso cientfico, son procesos tan codificados que slo un especialista puede descifrarlos, ya
que slo el especialista detenta el modelo, la clave interpretativa, la convencin-patrn.
Esas fotos cientficas exigen un trabajo de desciframiento difcil y altamente
especializado, en parte realizado por el propio dispositivo tcnico, en parte por el cientfico
que lo opera. Aun as, la ambigedad y el error son inevitables, por la simple razn de que
nunca se pueden inferir con seguridad las cualidades de un objeto al cual no se tiene acceso
directo, sino slo a travs de investigacin instrumental. En ese sentido los astrofsicos
pueden interpretar equivocadamente determinadas seales de los astros y los mdicos
pueden interpretar mal las respuestas del cuerpo a las ondas de sondeo emitidas por las
mquinas. El error es siempre una posibilidad inevitable en estos medios porque el
investigador trabaja no con muestras reales, sino con interpretaciones tcnicas de las
seales emitidas por los cuerpos animados o inanimados, por lo tanto con ndices
degenerados, transfigurados por la mediacin tecno-cientfica. Por ese motivo, un buen
mdico no hace nunca un diagnstico apoyndose slo en los resultados obtenidos en una
radiografa, una ecografa o una tomografa computada, pero s basndose en un examen
completo, al que deben agregarse todava los exmenes de laboratorio de las muestras
reales del cuerpo, para despus confrontar e interpretar los diferentes resultados. Por lo
tanto, la decisin del mdico no es dictada por lo que dice una supuesta evidencia indicial,
considerada imprecisa y deformada por la mediacin tcnica, sino por la interpretacin del
mayor nmero posible de evidencias dadas por el cruzamiento de exmenes de distinta
naturaleza.
Un ndice -dice Peirce (1978: vol. 2: 315)- implica siempre la existencia de su
objeto. Pero en el mundo no existe una inmensa cantidad de elementos que pueden
encontrarse en una fotografa. Por ejemplo: el borrn que deja un cuerpo en movimiento
rpido; el temblor de la cmara; la descomposicin en forma de arco iris de los rayos de
luz que entran en la lente directamente de la fuente; el estrechamiento o la disminucin de
tamao de los objetos que se distancian de la cmara (efecto de perspectiva renacentista), el
punto de fuga; el fuera de foco; el recorte o moldura del cuadro (rectangular en la mayora
de las veces, circular en los casos de las lentes ojo de pescado); la exclusin de lo que
est fuera del cuadro; la alteracin de la escala; la granulacin, la saturacin, la
homogeneidad y el contraste
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de la emulsin de registro; la inversin de tonos y colores producida por el negativo; la
deformacin ptica producida por ciertas lentes como el gran angular o el teleobjetivo; el
blanco y negro; el punto de vista de la cmara; el movimiento congelado; la
bidimensionalidad del soporte de registro; el sistema de zonas (Ansel Adams); la
deformacin lateral (en las cmaras pinhole); la anamorfosis de las figuras planas; la
anamorfosis producida por obturadores de plano local; el filtrado de los reflejos por
polarizacin; el brillo u opacidad del papel de reproduccin, y as prosigue, para quedamos
slo en los aspectos visuales del enunciado. Todos estos elementos icnicos y simblicos,
introducidos por el aparato tcnico, no son slo agregados que se sobreponen al ndice, a la
impresin del objeto, sino tambin agentes de transfiguracin, deformacin e incluso
borramiento del trazo. La historia de la fotografa est repleta de ejemplos de fotos cuyo
referente, por las ms variadas razones tcnicas o expresivas, no puede ser identificado, ni
siquiera genricamente. En este caso, se perdi la impresin, aunque haya quedado la
fotografa con toda su elocuencia icnica y simblica.
Hay todava otro aspecto de la cuestin: la fotografa viene siendo hoy ampliamente
utilizada, en el plano de los medios grficos o electrnicos, como signo genrico, que
designa a una clase de imgenes. Vase el ejemplo de los bancos de imgenes (analgicas o
digitales) que alimentan en la actualidad la mayor parte de las publicaciones y producciones
icnicas. Normalmente, las imgenes, en esos bancos, son solicitadas por lo que ellas tienen
de poder de generalizacin, no por su singularidad. Si una revista, por ejemplo, pretende
publicar un artculo sobre deportes de invierno, necesita para ilustrarlo imgenes de gente
esquiando. Poco importa quin est esquiando, cundo, dnde o por qu. Lo que importa es
una imagen que signifique genricamente la accin de esquiar en la nieve. Cuanto ms
indefinidos y no identificables sean el modelo, el escenario y la ocasin, tanto mejor para la
foto, pues tendr mayor poder de generalizacin. Los bancos de imgenes guardan hoy
varios millones de fotos clasificadas no por epgrafes descriptivos, sino por temas visuales
genricos e identificadas slo por nmeros de orden. Prcticamente todos los temas pueden
ser encontrados en esos bancos: nios, selvas tropicales, establecimientos ganaderos,
intervenciones quirrgicas, reptiles, bibliotecas, nubes, piscinas, lo que se quiera. Esta
nueva demanda ha incentivado el desarrollo de otro tipo de fotografa, no documental, en
el sentido habitual de la palabra, sino una fotografa que busca, a travs de una imagen
singular, simbolizar una clase, una norma o una ley dotada de sentido generalizador.
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El presente documento se encuentra en su versin impresa en: Signa: Revista de la Asociacin
Espaola de Semitica, ISSN 1133-3634, N 10, 2001 , pgs. 99-110
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