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SUPLEMENTO CULTURAL No. 122 - 28 DE OCTUBRE DE 2013 - AÑO 3 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN La exposición Botero, 80 años. Testimonios de la Barbarie, se exhibe desde el pasado viernes en la planta alta del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez en Zacatecas. Las obras -6 acuarelas, 36 dibujos y 25 óleos- de este pintor colombiano nacido en Medellín, Antioquia, el 19 de abril de 1932, pertenecen a la colección del Museo Nacional de Colombia y podrán ser apreciadas hasta el primer día del mes de diciembre. Fernando Botero, Madre e hijo, óleo/tela, 2000 [Foto-galería en páginas centrales]

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SUPLEMENTO CULTURAL No. 122 - 28 DE OCTUBRE DE 2013 - AÑO 3 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

La exposición Botero, 80 años. Testimonios de la Barbarie, se exhibe desde el pasado viernes en la planta alta del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez en Zacatecas. Las obras -6 acuarelas, 36 dibujos y 25 óleos- de este pintor colombiano nacido en Medellín, Antioquia, el 19 de abril de 1932, pertenecen a la colección del Museo Nacional de Colombia y podrán ser apreciadas hasta el primer día del mes de diciembre.

Fernando Botero, Madre e hijo, óleo/tela, 2000

[Foto-galería en páginas centrales]

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La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Carmen Lira Saade / Dir. General

Raymundo Cárdenas Vargas /Dir. La Jornada de [email protected]

Jánea Estrada Lazarín /Dir. La Gualdra

[email protected]

Sandra Andrade Trinidad /Diseño Editorial

Juan Carlos Villegas /Ilustraciones

[email protected]

“El mexicano Amat Escalante exhibió su película Heli, este 15 de mayo, en la Sala Debussy del Festival de Cannes 2013. Con esta película conmovedora y fuerte dio inicio la competencia ofi-cial del festival. El film es agresivo con el espectador, poniéndole en una cons-tante confrontación con el pudor de lo que debe ser visto y no, al menos de una manera tan explícita. Heli, es una bella muestra de la capacidad de dirección en Escalante con sus amplios planos y sus largas secuencias, contadas más por una narración de vistas que por los diálogos de sus jóvenes actores”. Así justamente dice nuestra portada del especial de La Gualda en Cannes, publicada el día 16 de mayo. Desde entonces estuve espe-rando ver la película con la que Amat Escalante ganara el Premio al Mejor Director de dicho festival; y como no hay plazo que no se cumpla, apenas el viernes pasado tuve la oportunidad de ver Heli, que, confieso, no me ha dejado dormir muy bien que digamos. Afirmo que es una película extraordinaria, con un contenido en extremo violento y por desgracia, real. Recuerdo ahora las palabras de Carlos Belmonte, nuestro corres-ponsal de cine en Francia, quien me decía hace unos meses que esta pelí-cula sería recordada durante mucho tiempo por la crudeza de sus escenas –que hizo que durante la proyección en Cannes muchos de los espectadores salieran a mitad de la función-. Pese a haber llegado con la predisposición de que vería una película “violenta”, no imaginaba que me encontraría con una narración cinematográfica tan es-calofriantemente vertiginosa, cruda y llena de belleza. Sí, de belleza… El guión de Escalante y Ga-briel Reyes es muy sencillo, que no simple; sin complicaciones se cuenta una historia nada pretenciosa y desde el inicio el impacto visual es contun-dente, la primera escena nos sitúa en

“Yo vivo en México, no estoy afuera y me voy a hacer películas a México,estoy ahí, y no veo cómo no hacer esta película, tendría que verme forzado

a hacer otra cosas, y me cuesta muchísimo”.Amat Escalante, en el Festival de Cannes 2013

Los wirráricas y la conmemoración indí-gena a los muertospor Martin Letechipía Alvarado

Cuando yo muerapor María Brunereau

Siervo y señor[Conversación que es caricatura]por Gabriel Luévano Gurrola

Botero 80 añosTestimonios de la Barbarie(Foto galería)

El río de superficie inmóvilpor Magdalena Okhuysen

Divina muerte por Vicente Soriano Tlachi

El Picaporte por Simitrio Quezada

Desayuno en Tiffany’s, mon kupor Carlos Belmonte Grey

Diario de Mateopor Mateo Estrada Gaviria

Sueño con Ajmatovapor Edgar Khonde

Poema a la muerte de un elefantepor Roberto Galaviz

Rodando por Pilar Alba

La China Poblanapor Alberto Huerta

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un contexto para todos en México co-nocido y muy cercano –y cuando digo esto, el corazón se acelera nuevamen-te-. “Quise mostrar esta violencia tal como es y filmarla de una forma inédi-ta para atraer la atención del público”, dijo Escalante en Cannes, y créame, estimado lector, que Heli cumple con el este objetivo. Lo terrible del caso es que lo que sucede en la película sucede en Zacatecas, en Durango, en Tamau-lipas, en cualquier estado de nuestro país; uno como espectador desearía que fuera ficción, pero no es así. Mien-tras veía la película pensaba en eso, en la terrible realidad que nos ha tocado vivir en México, en este país donde la vulnerabilidad, el miedo y la incerti-dumbre son el pan nuestro de cada día. Así hay que decirlo porque así es. La dirección de Amat Esca-lante es inmejorable. Logra convertir una serie de sucesos tristemente coti-dianos para los mexicanos en una obra de arte. Heli nos confronta con un Mé-xico hambriento de justicia, lleno de corrupción, de pobreza, de violencia en las calles, de gente torturada, se-cuestrada, colgada, desaparecida. Nos mete la mano en el alma y la desgarra. Aunque suene paradójico, Heli, la pelí-cula, es un retrato bellamente logrado de una de las etapas más duras de este país. Y ya no le cuento más porque no serían suficientes mis palabras para describir el cúmulo de emociones que uno experimenta cuando está frente a la pantalla. Heli se proyectará todavía esta semana en la Cineteca Zacatecas; el próximo miércoles 30 y jueves 31 a las 20:00 Hrs. Si usted es amante del buen cine, le invito a que la vea. No es una película “disfrutable”, pero sí alta-mente recomendable. Lo que sí puede disfrutar, y es-pero que mucho, es su lectura gualdreña.

Jánea Estrada Lazarí[email protected]

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28 DE OCTUBRE DE 2013

Por Gabriel Luévano Gurrola Siervo y señor [Conversación que es caricatura]Todas las cosas tienen un límite. Físi-camente, el cielo y la tierra vistos en la lejanía, encuentran sus límites en la consistencia del color, uno opaco, el otro luminoso. A la línea que los separa bien pudiéramos llamarle orilla aunque en algunos casos ésta no sea completa-mente física o identificable, como en el horizonte el mar y el cielo a determi-nada hora parecen lo mismo. Sabemos que hay una esencia de agua y de va-cío que los divide. La orilla es puente y dique, siempre la línea, el límite que está para que no se derramen Dios y el diablo en los altares, la noche y el día. Así, la orilla de una manzana en mi mano, es paralela a la manzana en la mano de una persona al otro lado del Atlántico, básicamente. La orilla de un corazón que se abre violentado por una bala en el medio oriente es la misma en el lugar donde escribo esto. Y la orilla de la colonia donde ocurre la siguiente conversación puede ser la de cualquier país pobre, asfixiado, confundido: La fábrica de cableados, junto a la tabiquera y el rastro, está coronada por una bruma gris. Dos hombres ca-minan juntos en un patio grande. Por la malla se ve la otra cara de la ciudad, la que viene, construida próximamen-te en esa resequedad sin árboles, esa amplia extensión triste detenida por la cordillera de cerros. Uno es pequeño, delgado, con ojeras que parecen papa-das, viste overol y zapatos rotos. El otro va de traje, es grueso, fuma y no ofrece, no malacostumbra a sus trabajadores. El de overol dispone de quin-ce minutos de su horario de lonche: ya ha terminado de engullir el pedazo de harina y ahora disfruta del privilegio de convivir con la cabeza de la corpo-ración y cree comprender dónde está la orilla entre este hombre que lo pal-mea en la espalda (no como se hace con un amigo sino como un perro). Hace una mueca (aquí no se sabe si de asco por el descubrimiento o por la saliva grumosa de restos de harina que le enferma la boca) y escupe en una hierba. El de traje empieza a hablar. Lamentablemente, no es posible co-nocer a ciencia cierta lo que tratarán en esta casi conversación, pero si cru-zamos la orilla de la máscara decente, la concordia falsa, podremos intuir lo que se dice y lo que se calla, todo ve-rosímil.

- Harás una pira en el patio de tu casa y quemarás, hoja por hoja, pensa-miento por pensamiento, las siguien-tes aberraciones. - ... - El Quijote.- ...

- Gargantúa y Pantagruel. - ... - Pedro Páramo. - ... - El señor presidente-, prosigue. - Ahora las razones: esos libros no son más que mentiras, contrarieda-des. Me explico: El primero habla del poder de la libertad, el segundo sobre el poder de la risa, el tercero aborda el poder de la locura encima del poder desnudo, y el último, bueno, el último daña mi ego, me produce vanidad y eso ya lo hace merecedor de las llamas. Nada puede generar al poder sino el or-den, la seriedad, la cordura que ponen todo y a todos en su lugar a fuer de no convertir este mundo en zafarrancho. La pira redentora será un ejemplo, la se-renidad que todos, tú y yo necesitamos.

El hambre es buena, digo, justificable porque es natural: resultado de las cir-cunstancias establecidas por Dios, por el azar, por nosotros, los mejor enten-didos en estas cosas. El hambre que sientes te purifica y regresa al origen incólume del progreso ¿no te enorgu-lleces? Vuelve existente tu persona, cada uno de tus órganos, destapa al ce-rebro y a los brazos que dicen: “Debo trabajar más duro”... y luego vienen las recompensas. No se puede aspirar a cambiar la naturaleza de nuestra socie-dad sin modificar el orden y con ello, provocar anarquía, roturas, muertes. El desorden es atentar contra Dios y con-tra los que les hemos dado de comer lo exacto, la vivienda necesaria, el licor que los hace olvidar su condición: la felicidad recae en la mesura.

Me besarás las manos. Me besarás los pies. Me besarás las costras áureas de los dedos. Tergiversarás si te lo pido los rayos del sol. Mantendrás la tinie-bla de tu mujer, hijos, amigos, la tuya propia. Al moverte, recibirás palo, ig-nominia. Por el contrario, permane-ciendo y aguantando como hombre, tendrás placeres a la mano. Verás pro-gramas idiotas, pasearás los domingos por el parque y ahí estará la cantina a la vuelta de tu casa. Irás a la feria. Con el ahorro de la semana subirás a tu niño a los caballitos. Escogerás el animal que más se te parezca entre elefantes azules, correcaminos rosas, jirafas despintadas. Y enseguida, abordarás la rue-da de la fortuna. Atisbarás la miseria se-midormida, descansando, aletargada en las miles de lucecitas que te harán feliz recordándote un amor antiguo que be-saste muchos años atrás, para perderlo. Te hipnotizarán las lucecitas: sabrás que hemos cumplido, y tú también.

Verás de lejos a las muchachas, preco-nizarás su belleza, fantasearás, te ren-convenirás por los detalles escabrosos que surjan en tu mente: habrás pecado aunque te sientes mejor. Las vas a ver y dirás: “Qué lindas mujeres” (sin dar-te cuenta que son las edecanes de tu miseria). Se te olvidará el dolor de es-tómago al llegar a tu casa y saludar con un beso en el huesito, otrora cachete, al carcamal que es tu mujer, copia a calca de la fisonomía que esgrimes y heredaste a los hijos: no han comido. Sacrifican cena por ropa, ropa por cuotas, las del cable, el internet. Cree-

rás que eres clase media porque tienes teléfono.

El hombre de traje ha dejado de ha-blar. Ya no se balancea sobre sí mismo, más bien parece congelado espiando con el rabillo del ojo las reacciones de su adoctrinado. Éste mira las ori-llas disolverse en su mirada más allá del monte y dice la última frase, la que hace posible que esto sea conversa-ción y no un monólogo, lo que debió haber preguntado desde el inicio de todo: - ¿Quién es usted, señor?

Literatura

Ana Ivett Valenzuela. Bienal Internacional del Cartel en México. La exposición Buril de Fuego está

actualmente en exhibición en la Ciudadela del Arte.

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LA GUALDRA NO. 122

Por Martín Letechipía Alvarado

Los wirráricas y la conmemoración indígena a los muertos

El 7 de noviembre de 2003 la UNESCO declaró a la festividad indígena de-dicada los muertos en México obra maestra del Patrimonio Oral e Intangi-ble de la Humanidad. Para México es una gran distinción que una de sus ce-lebraciones tradicionales más impor-tantes y arraigadas entre nuestros pue-blos haya quedado registrada en esa categoría, pero esto va acompañado de la obligación de salvaguardar, difundir y promover con dignidad la festividad. México es reconocido a nivel internacional como uno de los más importantes destinos culturales del mundo; la UNESCO reconoce 22 sitios como patrimonio mundial y dentro de todo esto la cultura popular e indígena tiene mucho que ver. Para los grupos indígenas, la conmemoración a los muertos constituye una de las costum-bres más profundas y dinámicas, así como uno de los hechos sociales más representativos y trascendentes de la vida comunitaria. En el imaginario colectivo, las celebraciones anuales destinadas a los muertos representan un momento privilegiado de encuentro no sólo de los hombres con sus antepasados, sino también con los integrantes de la pro-pia comunidad. Los grupos wirráricas cono-cidos también como huicholes (por una deformación lingüística originada en la época colonial) habitan la sierra madre occidental, principalmente en

los estados de Jalisco, Nayarit, Duran-go y Zacatecas. En Zacatecas, habita una cantidad considerable de wirráricas y aunque algunos de ellos emigraron de su lugar de origen a nuestro Estado por necesidad económica, otros na-cieron aquí y son parte importante de nuestra sociedad. Una característica del grupo wirrárica que habita en Zacatecas es el apego a sus costumbres, una de ellas es la conmemoración a sus muertos. Este rito se realiza de diver-sas maneras según la comunidad y el arraigo pero sigue más o menos los siguientes patrones: por una parte se adoptó la costumbre católica de recor-dar a los difuntos el 2 de noviembre, fecha en la que se visita los panteones, se ofrecen comida, velas, flores, licor y música a los finados; por otro lado la tradición antigua del grupo es muy rica y nos recuerda la conmemoración mexica de la apoca prehispánica. Según la costumbre wirrá-rica, la ofrenda a sus muertos no sólo se realiza el 2 de noviembre sino que se aprovechan las fiestas y rituales de todo el año para agradar a sus difuntos. Cuando muere un wirrárica, es costumbre que sea velado al igual que en la cultura occidental; pero a los cinco días el mara’akáme tiene que buscarlo espiritualmente por los sitios sagrados en donde el difunto

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haya quedado con un pendiente, con alguna deuda contraída en vida; los dioses que habitan los sitios sagrados piden una ofrenda, la cual tiene que ser colocada por los familiares en casa del finado, el alma del wirrárica, se convierte en un insecto que sólo en-cuentra descanso cuando los dioses queden satisfechos. Dice Santos Temai: “Des-pués de morir un huichol, una parte de su alma (Iyari) es llevada por el roba-vidas a una gran diversidad de esce-narios; recorre brevemente el plano celeste y el terrestre para finalmente efectuar un largo descenso por el in-framundo, en donde se enfrenta a si-tuaciones variadas”. Las creencias en torno a la muerte wirrárica han sido estudiadas por diversos investigadores, los re-sultados varían y esto puede deberse a la región estudiada y a la época, lo cierto es que existen muchas coinci-dencias las cuales deberían sistemati-zarse. Guadalupe González Ríos por ejemplo nos comparte que cuando un huichol muere, su alma viaja hacia el poniente, al país de los muertos; cinco días después de su muerte, el chamán o mara’akáme debe partir a buscarlo para traerlo de vuelta con sus familia-res. El mara’akáme tiene que seguir los pasos del alma del difunto, este último se dirige primeramente a un cerro en el cual se encuentran las almas de los muertos, el alma del difunto suena

como una campana que da aviso de su llegada. Los elementos con los que se encuentra el muerto son: un chalate, árbol relacionado con las transgre-siones sexuales; luego aparece el kui-temuy, un gusano que toma venganza por el maltrato recibido cuando el muerto estaba con vida; el alma sigue su camino atravesando tierras rojas, azules y amarillas. Al encontrarse con el cuervo tiene que darle una mazor-ca, después tiene que tomar agua de un pozo de agua sucia infestada de gusanos; en este punto el difunto se convierte en mosca, ésta llega a un río en donde pide ayuda a un perro para cruzar, a cambio de esta ayuda le ofre-ce las tortillas que son colocadas en sus manos cuando está siendo velado. Sigue su camino y se encuentra entre dos rocas gigantes que se golpean en-tre sí -nótese aquí la similitud con la creencia mexica-; después de pasar por otras penalidades finalmente lle-ga a su casa, lugar donde la familia ha preparado una gran fiesta. Algunas de las ofrendas para esta ceremonia son un bule con tejuino de maíz, comida, mazorcas, dos velas, alcohol, plátanos y flechas; además en este rito se reali-za un flechazo para que el alma baile, después el alma rescatada y limpia es soltada por el chamán y sube al cielo donde es recibida por la Madre Joven Águila, Tatei Weríka Ulmáli, la dueña del mundo superior.

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28 DE OCTUBRE DE 2013

Por María Brunereau*

Cuando yo muera

Celebrando a la muerte

Una de las investigaciones más antiguas y más profundas en tor-no al concepto de la muerte huichol fue la de Robert M. Zingg, él plantea que los huicholes consideran el rito de la muerte como un rito de iniciación o pasaje, cuyo propósito es conseguir que las personas se marchen al otro mundo; el camino de retorno se clau-sura con ramas espinosas de tusú, este mismo cactus se quema y las cenizas son utilizadas pata tiznar los pies y el rostro de cadáver para que el alma no retorne. El cadáver es colocado con los pies apuntando hacia el este, el difunto recibe donativo de agua en una caña hueca y cinco tortillas; nin-gún miembro de la familia come hasta después del entierro que tiene lugar al amanecer del día siguiente. El difunto se lleva consigo todas sus prendas de vestir, a los cinco días después del de-ceso, se celebra una fiesta en el patio de la casa. En la noche que muere un huichol, un chamán canta dirigiéndo-se a todos los puntos del mundo, en su canto menciona las buenas cuali-dades del muerto y también narra el mito huichol de la muerte. El entierro huichol es muy peculiar, el cadáver se envuelve en una manta y se coloca entre dos palos que se unen con una especia de red; los tenanches traen velas e incensarios, el tropil prepara al cadáver y se inicia la procesión. Al llegar al panteón, el tropil coloca un morral lleno de tortillas en la tumba del difunto, en el momento de echar los terrones de tierra, cada uno de los asistentes dice: “Hemos preparado todo para tu feliz viaje, ahora sigue tu camino y no regreses a causarnos ningún daño”.

¿Verdad que morir es una cosa muy bo-nita?, me pregunta mi hija de cuatro años, me giro y la veo con estupor; an-tes de contestar me detengo un segun-do para intentar comprender mejor su pregunta y luego la interrogo: ¿Por qué crees que morir es una cosa bella? Aurora me contesta que seguramente es maravilloso irse al cielo, poder ver a todos desde muy alto y de un lugar tan bonito. ¿Por qué hemos hecho de la muerte una fábula? La respuesta es muy simple: porque nos asusta. El hombre tiene la exigencia innata de querer dominarla, desea sentir que tiene el control de ésta. Para satisfa-cer esta necesidad, ha inventado ritos y fiestas para celebrarla; a través del tiempo ha utilizado el arte para liberar sentimientos y emociones contrastan-tes sobre la rivalidad de la vida frente a la muerte. Los ejemplos más senci-llos que me vienen en mente son los funerales, la fiesta del Día de Muertos, las pirámides del antiguo Egipto, el Taj

Según las investigaciones de Robert M Zingg se considera que los muertos huicholes viven es la sexta región del mundo, el cielo. Esta región está gobernada por la Madre Águila Tatei Weríka Ulmáli. El mundo celes-tial es concebido como una región montañosa. La mitología revela que este mundo tiene un portón de entra-da y es parecido a un paraíso lleno de vegetación y lluvias. En este mundo hay tres caminos, el tercer camino es el camino sin adornos es el que siguió una raza anterior a la huichol, la de los éawali que se transformaron en los animales y pájaros de la muerte, el zo-rro, la paloma, la lechuza y el pájaro metate. Los éawali son una especie de vampiros que vuelan hacia la tierra para devorar los corazones de los en-fermos. Como podemos apreciar, la mitología huichol es fascinante, nuevas investigaciones podrían arro-jar más datos sobre el concepto de la muerte huichol, por ahora es im-portante apreciar y valorar los ritos de este grupo indígena que como vi-mos tiene similitudes con la creencia mexica en torno a la muerte; México es un país en donde la presencia in-dígena aún se manifiesta de manera activa y precisamente es lo que le da una riqueza digna de consideración; México es un país diverso del cual deberíamos sentirnos orgullosos. Nuestros grupos indígenas deberían ser tratados con más respeto y ad-miración, en Zacatecas los wirráricas esperan a que toda la población les trate de una vez por todas con apre-cio y consideración, pero sobre todo con mucha dignidad.

Mahal, los frescos medievales euro-peos, las esculturas y la poesía azteca en México y tantos otros; el mundo de la muerte es tan basto como su cultura misma. La muerte cierra un ciclo, el de la vida, y todos sabemos que nues-tra muerte, la certeza más grande de nuestra propia existencia, es al mismo tiempo la mayor incertidumbre. La pregunta de mi hija me tomó por sorpresa no sólo porque es difícil hablar de un tema tan comple-jo a una niña de su edad, sino porque es complicado armonizar tres cultu-ras que celebran la muerte de forma tan contrastante (México, Francia e Italia). En este sentido creo que los mexicanos tenemos una ventaja -he-redada de las culturas precolombi-nas- sobre la cultura europea; induda-blemente los sentimientos de fondo son los mismos, pero los expresamos de manera más abierta, quizá la única cosa en que coincidamos es en que los muertos “van al cielo”, explicación re-ligiosa heredada de los españoles.

La muerte es un misterio y por lo tanto despierta temor; yo no sé si morir sea bonito, lo único de lo que puedo hablar a mi hija ahora es de la extraordinaria aventura que es la vida y de las personas que la hace excep-cional, de los retos que se enfrentan y de la importancia del valor y cons-tancia para conseguir lo que se ama. “Al menos flores, al menos cantos”, dice un antiguo poema azteca, eso es lo que quiero dejar, me gustaría heredar al mundo un poquito de luz y belleza a través de mis colores. La vida es en sí misma un sueño, es breve y nos aban-dona inevitablemente, por eso estamos obligados a vivirla con pasión y entre-ga. Lo que detestaría después de mi muerte sería que alguien dijera “dejé-mosla descansar en paz”, estoy segura que si yo la oyera, me volvería a mo-rir. Sin embargo, cuando yo muera, ya nada de todo esto tendrá importancia.

* Artista plástica mexicana. Cerete, Bergamo,

Italia. Pablo Picasso, Cabeza de mujer muerta, 1902

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Arte

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sBotero 80 años Testimonios de la Barbarie

Agonía, pastel/papel, 2002.

Velorio, carboncillo, tinta y lápiz/papel, 2004.

Una madre, óleo/tela, 1999.

Una madre, óleo/tela, 2001.

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28 DE OCTUBRE DE 2013

Artes visuales

La exposición se encuentra en exhibición actualmente en el área temporal, planta alta del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez. Vigencia: hasta el 1 de diciembre.

Un consuelo, óleo/tela, 2000.

Viva la muerte, óleo s.tela, 2001.

El desfile, óleo/tela, 2000.

Sin rumbo, carboncillo y lápiz/papel, 2004. Mujer llorando, carbón y tinta/papel, 2003.

El cazador, óleo/tela, 1999.

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El cine mexicano sirve para mostrar lo que la gente no es, pero al mismo tiem-po para explicar cómo debe uno com-portarse, fue, parafraseado, lo que alguna vez dijera Carlos Monsiváis en sus míticas afirmaciones de la mi-tología cultural mexicana. El discurso cinematográfico ha difundido una actitud social y cul-tural de comportamiento aristocráti-co y burgués, veamos una secuencia que lo ilustra: En una gran sala de sillones blancos en piel y rodeada por ven-tanales que dan al jardín de la casa situada en un barrio residencial, dos parejas (hombre y mujer, como dicta la “normalidad”) toman el aperitivo y beben un vino que empiezan a catar. Entonces, el señor de la casa aborda el asunto de los inmigrantes que lle-gan al país y no son capaces de apren-der la lengua ni de aculturizarse en la nación que los acoge; el invitado –inspector de escuelas en un barrio de inmigrantes- trata de explicar, tí-midamente y en voz baja, que su tra-bajo busca formar a todos los jóvenes

Cuaderno de apuntes [Libreta Jordi Labanda 2002. 100 hojas blancas con rayas de 70 gra-mos. Hecha en España. Miquelrius Mr]. Uno: Ricardo Piglia: El último lector, Barcelona, Anagrama (narrativas his-pánicas), 2005. Son seis ensayos sobre el lector. Dice la reseña de la solapa que pueden ser leídos como tentativas de una autobiografía futura. El referente es Borges. Lo cita en cada apartado. Me gusta cómo utiliza las fo-tografías para recrear las posibilidades de la imagen de un lector. Es una histo-ria imaginaria de los lectores y no de la lectura. No es qué leer, sino quién es el que lee (dónde, por qué, en qué condi-ciones, cuál es su historia). El lector es una condición de existencia de la literatura, y no sólo el escritor. La lectura aísla. El ejerci-cio corta lo real. Leer en una tragedia, no es igual que en una comedia. No es igual, porque los personajes tienen consecuencias diferentes. Piglia es profesor de literatura latinoamericana en Princeton Univer-sity. Me gustan más Roger Chartier y Umberto Eco… Cinco: Moscas, niñas y otros muer-tos, Maritza Buendía y otros, México, UNAM, 2005 [El libro me lo regaló la maestra]. Las historias son de deseo –acaso no puro- y de muerte. Los per-sonajes son complejos. Sus rasgos deben completarse con las sensaciones físicas que alude el narrador. Ellos tocan, ven, respiran y desean. Ninguno es común. Buendía usa, como experta de la lengua, palabras concisas que bien provienen de una poeta, antes que de una narradora: “Pensar enseguida la palabra adecuada, aquélla que describa a la perfección sus sensaciones, aquélla que germine de sus manos. Infinito, no. Infinito, no […] Al violar las hojas de los árboles, el viento trituraba los oídos”. Diez: [Lo leyó en El País, el 2 de ju-lio de 2005. El tigre le recordó La obra maestra de Ramón López Velarde] Al-fonso Pexegueiro: ¿Por qué la historia de la mujer fértil?:

De Niña me gustaban los hombres, Chal.Y el ojo del tigre era grande y me devoraba.El ojo del tigre.Y yo me hice garza, pluma.Y volé sobre el ojo del tigre que era grande.Y me devoraba.Así la Infancia y el Río transcurren calladosHasta las Rocas.De Niña, Chal...¿Por qué la historia de la Mujer Fértil?Ahora mi cuerpo y el horror caminan juntos.Es toda la Historia del mundo.¡Y es el ojo del Niño el que me mira!

Diar

io de

Mat

eoPor Mateo EstradaGaviria

Por Carlos Belmonte Grey

CineDesayuno entiffany’s, mon ku

sin importar procedencia, etnia, raza o religión; sin embargo, el señor de la casa, con voz fuerte y argumentos nacionalistas, consigue imponerse y que el invitado acepte, incluso, que el lugar de la mujer es en la casa aun-que, puede tener ocupaciones fuera de ella si le queda tiempo. Ésa es la secuencia inicial de la cinta francesa La vie domestique dirigida por Isabelle Czajka; estelari-zada por la actriz Emmanuelle Devos en el papel de esposa burguesa recién llegada a un barrio residencial de las afueras de París para vivir en un am-biente de tranquilidad y confort lejos de las aglomeraciones urbanas. La película nos narra la coti-dianidad de un día de una mujer: idas y venidas de la mesa a la cocina para recoger el desayuno, llevada y recogi-da de los niños a la escuela, compras en el supermercado, entrevistas de trabajo infructuosas por problemas de tiempo y preparación de cenas con los vecinos por invitados. El hu-mor negro, la ironía y la asfixia de la cotidianidad cíclica son elementos

La vida domésticaimplícitos durante las 24 horas narra-das por la cinta. Hasta aquí la película no parece exponer nada nuevo, sin em-bargo, al no estar delineada por pers-pectivas maniqueas –el burgués rígi-do vs el obrero relajado- no hay una postura que facilite la simpatía del espectador y los matices pueden pa-sar desapercibidos como parece estar sucediendo por algunos comentaris-tas de cine y el público que comenta los blogs. En realidad, en la cinta no pasa nada: no hay acontecimiento que desencadene la trama; no hay de-rrapones azarosos; no hay momento de inflexión; y por tanto, no hay des-enlace, simplemente el día se termina y la pantalla se va a negros. Definitivamente, para el público mexicano la película po-drá quedar relacionada con La zona (2007) de Rodrigo Plá, que tanto furor sigue causando en el territorio francés, cuando se muestra un urba-nismo que separa, literalmente, las clases sociales.

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28 DE OCTUBRE DE 2013

Río de palabrasPor Magdalena Okhuysen

Por Vicente Soriano Tlachi

El río de superficie inmóvil*

Divina muerte

Preparan los tramoyistas el acto del estanque; saben que Alicia disfruta re-cordando la historia que motivó este truco porque siempre que la cuen-ta añade detalles, datos, objetos que la rodean. Además pareciera que el cuento transita un camino de agua, y las piedras de río que se alisan al fon-do son siempre más suaves, perfectas como diamantes que reflejan la luz que se filtra por la superficie y hablan. Su voz es casi el sol que las baña y las aturde de la música que sólo se escu-cha en medio de ese silencio lleno de variaciones; así hablan las piedras y en el fondo se reúnen los peces a escu-charlas, porque comparten con ellas el secreto de un reino que era de tierra firme y hoy es lodo y escamas. “Ésta es la historia, pero eso no es todo. La primera tarde que la oí, caía ligera la llovizna sobre las tejas de la terraza. Yo imaginaba truenos

Un mono venido de la selva, casi hecho un saco de huesos, entró a husmear al templo del dios-simio Hanuman. Encontró comida en abun-dancia. Al borde de la alegría, sus gri-tos y brincos fueron percibidos por su manada. En pocos minutos varios monos entraron al recinto y tomaron las ofrendas que los hombres habían puesto para Hanuman, inclusive hasta se llevaron la estatua del dios, dejando en solitario a su compañero. También los habitantes del pueblo escucharon un primer grito,

intensos que no sonaron, la catástrofe de ese pueblo en medio de tormen-tas. Mientras, entre los adoquines se formaban pequeños charcos y hacia ellos volaban unas abejas que por ahí andaban sedientas, y en el reflejo de sus cuerpos sobre el agua perdían las alas, de manera que ese reflejo bien podía ser un pez que tomaba su for-ma exacta debido a que las ondulacio-nes creaban una ilusión armoniosa que alargaba las figuras, estilizándo-las; las gotas de la llovizna que seguía cayendo les daban escamas; y en ese charco cercano habitaba un pez, en el de más allá habitaba otro, y los char-cos se poblaban”. “Así parecía entonces la te-rraza el río que me contaban que ha-bía sido encantado, porque los char-cos se unían por los pequeños hilos con los que la llovizna los hilvanaba despacio, poco a poco, despacio, hasta

Debido a un terrible descuido, la semana pasada, en la pág. 11, publicamos este mismo título con un contenido que no le correspondía, publicando un cuento diferente a éste que hoy les compartimos. Ofrecemos una sentida disculpa a los autores.

luego un tremendo barullo. Pensaron en ladrones, en mendigos. Corrieron con apremio a averiguar. Descubrie-ron al mono hurgando en el suelo, se dijeron atónitos: ¡nuestro dios ha regresado! Muchos feligreses de los más remotos rincones de la India se entera-ron del milagro. Comenzaron a visitar el templo. El mono, encadenado, día a día alzaba su manita. Tenía hambre. Los feligreses consideraban el gesto como una bendición. Sin embargo, en menos de quince días, éste murió.

El picaporte“Hubieron”… sólo como verbo auxiliar“Influenciados, quizá, por las conjugaciones regulares, algunas personas insisten con denuedo en utilizar la expresión “hubieron” como plural de “hubo” cuando se habla de la existencia o presencia de algo. Ejemplos:

Hubieron muchas personas en el evento.En el día hubieron muchas fiestas.Hubieron diez quejas durante tu horario.No hubieron más reclamos.

A este respecto, hay quien sentencia, medio en serio medio en broma, que “el hubiera sí existe, lo que no existe es el hubieron”. Éste es el otro extremo.

Por Simitrio Quezada La realidad es que sí existe la palabra hubieron, pero sólo es correcto su uso como auxiliar en la construcción de verbos en tiempo antepretérito, que en nuestro español de México son bastante raros. Propongo dos ejemplos: Veo migajas. Supongo que aquí hubieron comido y se fueron. No están. Hubieron salido temprano. Extrañísimos, recalco. La función que cumple el “hubieron” es similar a la de su singular “he”: he dicho, he prometido, he elaborado. Hasta aquí vamos bien. Por lo demás, vuelvo a lo que debe evitarse: “hubieron” no existe como verbo que denote existencia o presencia. Lo correcto en esos casos es “hubo”, seguido del sustantivo en plural del que hablamos en la oración correspondiente.

* Envíe comentarios y demás inquietudes a: [email protected]

que el cauce lograba desbordarse para que el reino lo ocupara todo, y enton-ces el jardín, los árboles, sus hojas, las nubes y las sombras daban color a los

peces y el sonido del viento su rumor al agua”.* Del libro No soy Alicia, Texere Editores, 2013. www.texere.com.mx

Edvard Munch, Despertando

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LA GUALDRA NO. 122

Del 16 de octubre al 7 de noviembreExposición gráfi ca

POSADADe José Guadalupe Posada

Colección Particular de Luis Salazar MoraSede / Coordina: Casa Municipal de Cultura

Horario de 9:00 a 21:00 horas

Concurso de Altares Típicos de Día de Muertos 2013

Participan: Dependencias Estatales y Federales

Coordina: Patronato Estatal de Promotores Voluntarios

Concurso de Calaveras de Cartón Participan:

Artesanos y público en generalCoordina: Instituto Zacatecano de Cultura

“Ramón López Velarde”Premiación y exhibición de trabajos viernes 1º

de noviembre

Viernes 25 de octubre17:30 Hrs.

Apertura de la ExposiciónBURIL DE FUEGO

Homenaje a José Guadalupe Posada a 100 años de su muerte

Permanencia: Del 25 de octubre al 3 de noviembre

Sala Anexo Hermanos de SantiagoPlanta alta del Centro Cultural Ciudadela del

Arte

20:00 Hrs.Inauguración de la Exposición

BOTERO 80 AÑOSTestimonios de la Barbarie, Colección del

Museo Nacional de ColombiaÁrea Temporal, Planta alta del Museo de Arte

Abstracto Manuel Felguérez.Vino de Honor

Sábado 26 de octubre17:00 Hrs.

Más lectura, un mundo mejorNarrando vida a través de la muerte

Jardín JuárezCentro Histórico

Coordinan: Colegio del Centro e Instituto Zacatecano de Cultura

Lunes 28 de octubre17:00 Hrs.

Taller de cine animaciónUn viaje al Mictlán

Imparte: Martín LetechipíaSala Antonio Aguilar de la Cineteca ZacatecasDel 28 al 31 de octubre de 17:00 a 19:30 Hrs.Coordinan: Instituto Zacatecano de Cultura

Ramón López Velarde, Cineteca Zacatecas y Colectivo Cine Retina.

17:00 Hrs.Inauguración

Exposición documentalMuy sentida es la muerte, crónicas de

ZacatecasCoordina: Archivo Histórico del Estado de

ZacatecasSala Zacatecas del Museo Zacatecano

18:30 Hrs.Teatro Itinerante

Por los viejos… tiemposGrupo La otra cara de la luna

Dirección André RoblesCentro Histórico (Escalinatas del Teatro

Fernando Calderón – Plazuela La Caja – Portal de Rosales – Plaza Miguel Auza – Museo

Zacatecano).

20:00 Hrs.Teatro de leyendas

¿Tienes miedo?Grupo Empirie

Dirección: Guillermo ZapataPatio Central del Museo Zacatecano

21:30 Hrs.Teatro de leyendas

La Hija del Diablo, la maldición de la Antigua Villa de Llerena

Grupo Leyendas de ZacatecasDirección: Moisés López Cid

Patio Central del Museo Zacatecano

Martes 29 de octubre10:00 Hrs.

Inauguración:Ofrenda en homenaje a Mireya Cueto (1922

– 2013)Patio de Acceso al Centro Cultural Ciudadela

del ArteVisitas guiadas del 29 al 31 de octubre de

10:00 a 11:00 horasCoordina: Unidad Estatal de Culturas Popula-

res y Alas y raíces a l@s niñ@s Zacatecas.

20:00 Hrs.“Alma en pena”

Tassarba, Baile FlamencoDirección: Gerardo Valle

Teatro Fernando CalderónEntrada Libre

21:00 Hrs.Teatro

Epitafi os al MictlánGrupo Tierra Madre

Dirección: David Limones RamírezPatio Central del Museo Zacatecano

Miércoles 30 de octubre11:00 Hrs.

Narración OralCuentos del Día de Muertos

Paralibros de Presidencia Municipal de Zacatecas

Coordina: Casa Municipal de Cultura y Bibliote-ca Roberto Cabral del Hoyo

19:00 Hrs.Presentación del libro:

La muerte en Zacatecas en el siglo XVIIIDra. Carola Isaacson Braunstein

Comenta: Georgia Aralú González PérezModera: Héctor Ávila Ovalle

Sala Hermanos de Santiago del Centro Cultural Ciudadela del Arte

Coordinan: Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde y Universidad Autónoma

de Zacatecas

20:00 Hrs.Espectáculo multidisciplinario de poesía, tango

y canto.MÉXICO TANGO

Dirección: Héctor SaucedoAuditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel

Felguérez

21:00 Hrs.Narración Oral

Cuentos oscuros y luz de tenebraCía. de Narración Oral de ZacatecasDirección: María Eugenia Márquez

Patio Central del Museo Zacatecano

Jueves 31 de octubre11:00 Hrs.

Degustación de Monumental Pan de MuertoCoordinan: Universidad de la Vera Cruz e

Instituto Zacatecano de CulturaPlaza Miguel Auza

12:00 Hrs.Lecturas

Calaveras LiterariasBiblioteca Roberto Cabral del Hoyo

Coordina: Casa Municipal de Cultura y Bibliote-ca Roberto Cabral del Hoyo

19:00 Hrs.Mesa redonda

Tradiciones novohispanas: Los túmulos funerarios

Participan: Carmen Fernández Galán Monte-mayor, Bardo Alberto Garma Méndez, Salvador Lira Saucedo, Leticia López Saldaña e Isabel

TeránSala Hermanos de Santiago del Centro Cultural

Ciudadela del ArteCoordinan: IZC Ramón López Velarde y UAZ

19:00 Hrs.Inauguración de la Magna Exposición

CALAVERAS 2013Plaza Miguel Auza

Coordina: Casa Municipal de CulturaNOTA: En caso de lluvia el evento se realizará

en C.M.C.

20:00 Hrs.Espectáculo multidisciplinario

POSADA 100 AÑOSProducción: Instituto Cultural de Aguascalien-

tesTeatro Ramón López Velarde

Entrada Libre

Viernes 1º de noviembre19:00 Hrs.

Conferencia magistral sobre libro:Los recursos de la persuasión, La portentosa

vida de la muerteDra. Isabel Terán

Sala Hermanos de Santiago del Centro Cultural Ciudadela del Arte

Coordinan: Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde, Colegio de Michoacán

y Universidad Autónoma de Zacatecas

18:30 Hrs.Teatro Itinerante

Por los viejos… tiemposGrupo La otra cara de la luna

Dirección Andre RoblesCentro Histórico (Escalinatas del Teatro

Fernando Calderón – Plazuela La Caja – Portal de Rosales – Plaza Miguel Auza – Museo

Zacatecano).

20:00 Hrs.Música tradicionalCanto Cardenche

Músicos participantes: Fidel Elizalde García, Antonio Valle Luna,

Guadalupe Salazar Vázquez y Juan Francisco Cázares Ugarte

Con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Estado de Coahuila de Zaragoza

Patio Central del Museo Zacatecano

21:00 Hrs.Leyenda en dos tiempos

Diálogo entre el niño y la muerte & La LocaGrupo de Teatro SCALA CEA, San Luis Potosí

Dirección: Lucero González AlcaláPatio Central del Museo Zacatecano

Sábado 2 de noviembre18:00 h

II Desfi le de Carros Alegóricos de Día de Muertos

Centro Histórico de ZacatecasCoordina: CANACO SERVYTUR ZACATECAS

19:00 Hrs.Espectáculo Multidisciplinario

Lamento y quejío: cante y poesía del sentir fl amenco

Coordinan: Taller de baile fl amenco del Instituto Zacatecano de Cultura y

Departamento de Fomento a la Lectura de la Biblioteca Estatal

“Mauricio Magdaleno”Auditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel

Felguérez

PROGRAMACION ESPECIAL RADIOZACATECAS 97.9 F.M.

Del 28 de octubre al 2 de noviembreLectura de Calaveras

Coordina: Cristina Escobedo “La mujer de papel”

Diferentes horarios de programación.

Jueves 31 de octubre y viernes 1 de noviembrePrograma Especial del Noticiero Cultural

PARNASOMictecacíhuatl, la muerte en la tradición oral

De 10:00 a 12:00 Hrs.

Jueves 31 de octubre16:30 Hrs.

La muerte en MéxicoPrograma Tierra Mestiza

Productor y conductor: Manuel Díaz Guerrero

Sábado 2 de noviembre12:00 Hrs.

Rituales sonoros para la muerte en América Latina

Programa Cantares de América

PROGRAMACIÓN DE CINETECA ZACATECASEntrada Libre

Lunes 28 de octubre20:00 Hrs.

Alucarda, la hija de las tinieblasDir. Juan López Moctezuma

País: MéxicoAño: 1977 Duración: 85 min.

Martes 29 de octubre18:00 Hrs.

LoboDir. Edín AlaínPaís: MéxicoAño: 2010

Duración: 90 min.

Viernes 1 de noviembre18:00 Hrs.

Hasta el viento tiene miedoDir. Carlos Enrique Taboada

País: MéxicoAño: 1968

Duración: 88 min.

Sábado 2 de noviembre18:00 Hrs.

Constelación de ritos en torno al Día de MuertosDir. Emiliano Menéndez

País: MéxicoAño: 2011

Duración: 53 min.Día de Muertos en Huaquechula y en los valles

centrales de PueblaDirección General de Culturas Populares de

CONACULTAPaís: México

Duración: 28 min.

Sábado 2 de noviembre20:00 Hrs.

Somos lo que hayDir. Jorge Michel Grau

País: MéxicoAño: 2010 Duración: 85 min.

2º Festival de Día de Muertos “Fray Joaquín Bolaños”Del 25 de octubre al 2 de noviembre de 2013

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28 DE OCTUBRE DE 2013

Río de palabras

Por Edgar Khonde

Por Roberto Galaviz[Leerse mientras se escucha: La marcha fúnebre]

Sueño conAjmatova

Poema a la muerte de un elefante

Despierto articulando en ruso, tomo mi libreta de papel piedra y anoto. En-tra una mujer rubia y semidesnuda a mi cuarto, me habla en ruso, le contesto en ruso. Se recuesta a mi lado y me abraza. Sigo soñando, musito. Luego despierto, no hay mujer rubia abrazándome semi-desnuda con sus ojos y su boca en ruso, tomo la libreta de papel piedra y anoto, en español, la frase rusa. Me visto. Sal-go de mi casa hacia la biblioteca, inda-go. Encuentro el dato real que anoté en la libreta: Domodédovo, Moscú, 5 de marzo de 1966, fecha de la muerte de Anna Ajmatova. Entonces comprendo que al-gún mecanismo me arrojó a un caldo de datos con referentes reales dentro de mi sueño; también comprendo que accedí durante el sueño a la facultad universal de hablar cualquier lengua,

puesto que en el sueño hablaba y en-tendía el ruso. Entiendo una tercera cosa, el lugar que habita esa memoria histórica y universal, es también el lugar que habitan los muertos, o de hecho es el lugar adonde se dirigen los muertos. Me planteo un problema, ¿quién me dejó atravesar esa fronte-ra?, me planteo una pregunta, ¿estaré muerto? Recito de memoria estos ver-sos: Молюсь оконному лучу — / Он бледен, тонок, прям/. Сегодня я с утра молчу,/ А сердце — пополам./ На рукомойнике моем/ Позеленела медь,/ Но так играет луч на нем,/ Что весело глядеть./ Такой невин-ный и простой/ В вечерней тиши-не,/ Но в этой храмине пустой/ Он словно праздник золотой/ И уте-шенье мне.

IAsistimos tú y yo al funeral de ese elefantepor la noche todavía nos despierta la imagen violentade las lágrimas que payasos y malabaristas dejaban caersobre aquel enorme féretro

la trapecista y los siamesessilbaban con una tristeza adquirida por años y añosde viajes de carpa una canción que aún lastima

teníamos entonces en todas esas madrugadas en velael rostro y la apariencia de un cementerio en madrugada

una duda multiplicada en un llanto-caleidoscopio

teníamos todo lo abstracto de la noche sujeto a nuestro pecho

una lágrima en llamas que más bien parece un maniquí de nues-tro pasadoy tal parece que no nos damos cuenta.

IISi todo va bien en tu viday aún me recuerdas tirando orquídeasa la fosa del paquidermo, éste es el momento adecuadopara que levantes tu teléfono y me llames...¿Me creerías si te digo que no miento sino que tropiezo con tus ver-dadesy me resultan aún tan absurdas?¿Me creerías si te digo que un día habrás de despertar y no recordarás de mí más que lo que tú misma intentaste inventar?

¿Me creerías si dijera que ese día, estarás más cerca, terriblemente más cerca de ser mía por completo?

IIITendrías que estar dormiday sobresaltarte enel último acorde de una canción con ma-riachio en un corrido de Ramón Ayala

y desatar tu furia de melancolíay tus ganasde volver al circo conmigoyamarnos entre las luces fluorescentes queanunciabannuestro espectáculo de cuchillos,tendrías que pensar enmí mientras recuerdas el filo de las navajascortando tu aire alrededor,y entoncessólo entonces(aunque la espera te parezca largay casi imposible)sabrías quién soy yo

y naturalmentequién no soy

IVSi todo va biensi conservas la silueta delgadaven a mi remolque

ha perdido su color violetalo reconocerás en un tono rosa vivo en la calle de siempre

en la puerta permanece el látigodel domador de leones

(vivía conmigo hasta hace un par de meses,murió indigestado por carne porcina, el mundotiene cosas extrañasya ves)

ven, ven conmigoiremos juntos a la enorme tumba del ele-fantey te besaré una vez más como aquella vezentre el tumulto de polvo y maquillajeque confundió nuestro camino

éramos felices -no podrás decir lo contra-rio-aquella tarde no murió sólo Maní el elefan-temurió toda nuestra ilusión de casarnosuno de esos domingos de lleno total en el circoa mitad de función

nos perdimos en esas veredas del cemen-terio;hoy que el desfile de un nuevo circoatraviesa mi callequiero decir que no te he olvidadoque quiero volver contigo

que yo y mis cuchillossomos tan solitariosque nadie creeríauna sola palabrade nuestra enorme historia.

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LA GUALDRA NO. 122 / 28 DE OCTUBRE DE 2013

Río d

e pal

abra

s

Por Pilar AlbaRodandoY porque la vida es cruel, sí es así. Ma-ñana todo el mundo se levantará tem-prano, tomará un café a medias, trata-rá de compensar el sueño cabeceando en el camión o en el metro. Llegarán a la oficina, a las escuelas, a las empre-sas para hacer cosas importantes, para darle rumbo a un país que se empeña en no ir a ninguna parte. Porque habrá como siempre comentarios hirientes, cuchicheos a las espaldas, pláticas de baño o de pasillos, donde tratarán de hacerse girones, de desprestigiarse unos a otros. Porque sólo pocos, muy pocos serán los que mañana despier-ten con la frente en alto, que caminen despacio sin la necesidad de llegar a

algún lado, de encontrar un consuelo que les alegre la vida; pero ya lo dije, serán pocos, muy pocos y nosotros no estamos entre ellos. Mañana tal vez haremos lo de todo el mundo, cami-naremos con rumbo pero sin ánimo, llegaremos para hacer lo de siempre, lo de todos los días, tal vez en algunos momentos disfrazaremos la tristeza; pero eso sí lo sabemos, será sólo un disfraz que nos hará seguir adelante, seguir luchando. ¿Para qué?, pues para nada porque así somos, así seremos, este mundo seguirá rodando, dando tumbos, desesperado, y nadie, tal vez ni siquiera nosotros, se preocupará por nuestras penas.

Por Alberto HuertaLa China Poblana¿Qué? ¿La China Poblana? ¿Quién? ¿Es una encueratriz? La China Pobla-na. ¿No era comadre de doña Marina, mejor conocida como La Malinche? Una chava bien loca que se cartea-ba allá por los sesentas con Janis Jo-plin y Leonard Cohen. O la secretaria particular de Porfirio Díaz, general y presidente de México. Actriz de te-lenovelas. Cancionera de ranchero. Conductora de televisión. Lideresa de los locatarios del mercado “Porfirio Muñoz Ledo”. Cuatacha del alma de Carmen Mondragón. Regidora por el PT en el H. Ayuntamiento de Las Áni-mas, Zacatecas. Secretaria de Actas y Acuerdos del Sindicato de Productos y Procesados de Frituras de Maíz y Si-milares. Fayuquera. Peor es nada del licenciado Agustín Mayagoitia Ruelas, chicanero radicado en La Chona, Jalis-co. Luchadora enmascarada. Vocalista de un grupo rapero. La China Poblana. Cocinera de un líder cañero. La China Poblana y el Capitán Fantasma tuvie-ron por un tiempo breve, pero inten-so, sus queveres. Anduvo en los Altos de Jalisco toreando mano a mano con María Cobián, La Serranita. Fanática a morir del Púas Olivares. Caponera. Torera en las calles de Seminario. Sexo servidora en San Pablito, allá, por la Merced. Ajonjolí de todos los moles. Luchadora social. Activista de las her-manas del verbo encarnado. Groupie del Tri. Payasita vendedora de globos en los pueblos del Altiplano. La China Poblana tiene triple afiliación política: es priista, perredista y panista, aunque se confiesa simpatizante del PT. Le en-canta el perico, la chiva y el gallo, no le hace ascos a los hongos pajaritos ni a las muñecas. El General, mi General, Francisco Pancho Villa, le tenía ojeri-za, por un pelito y la cuelga de un pos-te del alumbrado eléctrico en Torreón.

Vende videos piratas en los tianguis. Fue muñeca antes de que se inventa-ran las muñecas Barbies. En Puebla de los Ángeles fue vendedora de semitas y tostadas de pata. La China Poblana es una marca registrada de un jabón de lavandería. De ates de guayaba, membrillo, perón y tejocote. De pan-timedias. De hilos de coser. De aceite comestible. Es un mezcal. Charanda. Aguardiente de caña. Una fonda en Torreón, Coahuila. Una miscelánea en el barrio de San Sebastián en San Luis Potosí. Una tortería en Aguasca-

Kees van Dongen, Mujer en el sofá, 1930

lientes. Una tortillería en la colonia Obrera en Zacatecas. Una birriería en Colotlán Jalisco. Una taquería en Je-rez, Zacatecas. Una mercería en More-lia, Michoacán. Una revista literaria en Celaya, Guanajuato. Una mueblería en Arandas, Jalisco. Una cantina en Cu-liacán. Una súper cocina en la Colonia Roma en el D.F. Desde el quinto piso, él, mira hacia abajo, hacia la calle. ¿Qué chingados estoy haciendo por acá? Vuelve a mirar hacia abajo. Ahí está el hombre tumbado en el piso, recargado en la reja metálica. Enfoca

la cámara. Clic. Clic. Dispara. ¿Por qué chingados siempre me estoy metien-do en lo que no me importa? ¿Cuándo carajos se me quitará lo metiche? Ahí está el hombre con el miedo en su ros-tro. Clic. Y todavía ponerme a tomar fotografías. Bueno, ése es mi oficio. Soy fotógrafo. Mejor me baño. ¿Y La China Poblana? No puede ser, me es-toy volviendo loco. Nada más esto me faltaba. Bueno, dicen que sólo los lo-cos pueden ver a las ánimas benditas, a las ánimas en pena. ¡Alabado! ¡Mejor me baño!

Autora: Lydia Lozano. “La muerte niña”. Técnica: ambrotipo digitalizado. 2011.