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Compilado de textos de profesionales del entorno de la Salud Alternativa y oficial críticos con la teoría médica hegemónica de la Hepatitis C

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  • EL TIMO DEL VIRUS DE LA HEPATITIS C

    Voces de profesionales disconformes frente

    a la teora vrica de la Hepatitis C.

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    Notas respecto a la Hepatitis C Por el Doctor Francisco Javier Martnez Ruz (Mdico,

    Microbilogo, Epidemilogo).

    El llamado Test serolgico de la Hepatitis C no demuestra su carcter

    vrico ni infeccioso.

    El llamado 'test serolgico de la Hepatitis C' lo nico que detecta es la presencia

    de anticuerpos que se producen medio ao despus de aparecer ciertos pptidos

    anmalos presentes en los afectados1.

    En abril de 1989, investigadores de Chiron Co. publicaron un artculo cientfico

    que afirmaba haber descubierto el presunto virus causante de la Hepatitis NoA-

    NoB, identificndolo como un RNA-virus monocatenario no-circular de unos

    9400 nucletidos.

    La misma Corporacin Chiron que descubri en 1990 el supuesto RNA-virus de

    la Hepatitis C, dijo casi a continuacin haber desarrollado (Choo, Kuo et cols) un

    test para analizar la presencia de Anticuerpos frente a un componente estructural

    del 'virus', un polipptido de 527 aminocidos llamado C100 test que por supuesto

    patentaron internacionalmente. Mejoras ulteriores del Test del supuesto Virus de

    la Hepatitis C aadieron a la deteccin del polipptido C100, los polipptidos C33

    y la C22. Ciertas mejoras del test se han producido en los 2 ltimos aos.

    Tras la multimillonaria comercializacin de los test de confirmacin de la

    Hepatitis C patentados por la Chiron Corporation (al ao siguiente de la deteccin

    del supuesto virus de la Hepatitis C) se observo que dicho test resultaba positivo

    en el 90 % de las hepatitis post-transfusionales y el 40 % de las espordicas2.

    Pero no es un RNA-virus el que se detecta directamente en los test serolgicos,

    sino dichos 'pptidos anmalos', que son fragmentos de 'protenas recombinantes'

    (sin estructura terciaria). El origen de dichos 'pptidos anmalos' (patentados por

    Chiron Co.) sugiere por otra parte que los mismos deben ser considerados ms

    bien como 'marcadores de estrs celular' de cualquier tipo, que detectores de

    partes de verdaderos virus:

    Los investigadores de Chiron Co. obtuvieron un fragmento de RNA (que no

    1 Harrison, Principles of Internal Medicine, 1991; Francisco Javier Panadero Carlavilla: Revisin: Actualizacin en Hepatitis C, en Panorama Actual del Medicamento, nmero 18 (175), pp.296-299, editado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacuticos, 1994. 2 M. Hombrados, J. Santos (Servicio del Aparato Digestivo del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Badalona): Hepatitis C: Primera dcada, Siete Das medico, nmero 371, 19 de Junio 1998, pp. 63-70, Estado espaol.

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    tenia porque ser necesariamente un virus) de un chimpanc que tena una

    infecciosidad extraordinariamente elevada de la entonces llamada hepatitis No A,

    No B; infecciosidad que, a su vez, haba sido obtenida por la inyeccin de plasma

    proveniente de otro chimpanc infectado, que haba sido inoculado a su vez por

    un hemoflico afectado de hepatitis No A, No B, el cual haba recibido

    repetidamente hemoderivados concentrados de factor VII de coagulacin

    procedentes de otras personas3.

    En realidad lo que dichos investigadores obtuvieron fue una muy heterognea

    poblacin de molculas RNA cuyo intervalo de tamao 'aproximado' fue

    'estimado' entre 5000 y 10000 nucletidos. Algn artculo ha hecho conjeturas

    acerca de dos 'formas' presentes en dicha mezcla heterognea, 'formas' que los

    autores denominan 'virus-like' (parecidas a virus).

    A falta de realidades, se sugiere, sin concretar ms, estas entidades cuasi-

    fantasmales 'virus-like'. Juegos de palabras: Como muy bien sabe un virlogo, las

    partculas 'virus-like' son muy conocidas y relativamente frecuentes, y no son

    virus. La realidad es que, 27 aos despus de haber designado la Hepatitis NoA-

    NoB, y 8 aos despus de presentarlo a bombo y platillo en sociedad, el supuesto

    Virus de la Hepatitis C ni ha podido ser aislado, ni cultivado, ni clonado, ni

    fotografiado jams; ni se sabe en qu lugar de la clula se pueda producir el

    supuesto virin o las partculas que se atribuyen. Difcilmente podr en el futuro

    aislarse, cristalizarse, cultivarse, fotografiarse, etc. si es que realmente dicho virus

    no existe.

    En una de las formas virus-like parecera que el supuesto 'virus' habra sido

    identificado mediante inmunomicroscopia electrnica, como icosaedros no

    envueltos de 27 nm. aproximadamente de dimetro, 'parecidos a' los calicivirus.

    En otra de las formas parecera que el supuesto 'virus' fuera de mayor tamao, con

    un genoma de RNA monocatenario, 'asemejndose' a un togavirus o a un

    flavivirus. De esta muy heterognea poblacin se escogi una muy determinada

    secuencia nucletida, de la que se obtuvo un clon de ADN complementario.

    De este clon de ADN complementario, que es simplemente un fragmento de

    'material gentico' (no necesariamente un virus), se obtuvieron sinttica o

    recombinantemente mediante transcriptasa inversa4 los pptidos involucrados en

    3 Harrison, Principles of Internal Medicine, 1991; Francisco Javier Panadero Carlavilla; J. Manzana: Las hepatitis virales: A mas investigacin, mayor numero de interrogantes, publicado en la revista Sistole, Suplemento 'La investigacin en Gastroenterologa', Estado espaol. 4 M. Castro Pazos, et alters: Hepatopata crnica secundaria a Hepatitis por virus C en Atencin Primaria, publicado en la revista de Salud Rural, Estado espaol, Segunda Quincena de Abril de 1995, pp. 15-22.

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    los test de la Hepatitis C. Esta larga y anmala procedencia sugiere que dichos

    polipptidos son, sobre todo, eficaces marcadores o testigos de altos niveles de

    estrs biolgico e inmunolgico presentes en alguna parte del organismo que es

    testado.

    En sus artculos publicados, los autores se limitaron entonces a decir que dichos

    polipptidos estaban fuertemente 'asociado' o relacionado ('closely associated')

    con las hepatitis 'NoA-NoB'. Sin embargo, por un conocido (y nada corregido)

    abuso del lenguaje, la divulgacin cientificosanitaria ulterior lo ha presentado de

    facto (pero injustificadamente) como una 'protena' del 'virus' 'causante' de la

    Hepatitis 'C'.

    Adems, los polipptidos y protenas (Antgenos y Anticuerpos) involucradas

    en los test de las hepatitis tienen aparentemente miles de aminocidos, pero

    cuando en los test reaccionan, en realidad solo lo hacen por locus llamados

    'epitopos' que constan muy pocos aminocidos (unos 4-10 generalmente), siendo

    adems estos epitopos fisicoqumicamente muy lbiles.

    Dichos polipptidos y protenas pueden tener adems muchas otra

    interpretaciones distintas a la de ser, forzosamente, partes procedentes de un

    'virus' causal. El enorme parecido clnico de la Hepatitis B y la Hepatitis C (cuyos

    virus 'oficiales' son tan diferentes) suscita a este respecto dudas inmediatas. Como

    hemos dicho es lgico pensar que pueden ser productos o marcadores de

    determinado estrs, envenenamiento e inmunodestruccin celular (especialmente

    de los hepatocitos, o de sus (intoxicadas) mitocondrias)... cuyo origen industrial,

    yatrognico y/o narco-adictivo todos sospechamos. O, a lo sumo

    microorganismos (uno o varios) oportunistas que proliferan como consecuencia

    de una patologa desvitalizadora previa comn y que serian efectos, no causas.

    Los polipptidos y protenas que detectan los test podran tener su origen en

    nuestro propio organismo. Un ejemplo histrico de este error interpretativo lo

    tenemos en las famosas p80 y p120, que se crean 'polipptidos vricos' detectados

    en los Test del SIDA y que, al final, resultaron simples polmeros de la actina, que

    es un pptido de unos 40 aminocidos universalmente presente en los msculos.

    Se sabe incluso que en nuestras clulas, en determinadas circunstancias pueden

    producir protenas cuyo origen no dependa en ltima instancia de ningn gen

    existente en nuestros DNA y/o RNA: aunque no hay aun modelo para explicar

    esto, los hechos son as.

    Se han inventariado hasta 70 causas distintas (entre ellas enfermedad crnicas,

    entre las que se encuentran las Hepatitis crnicas) que generan protenas nuevas

    que son nuestras, pero anmalas; y que generan, por tanto respuestas de nuestros

    Anticuerpos (que son un tipo de auto-anticuerpo) contras esas nuestras nuevas

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    protenas. Hepatitis totalmente no infecciosas, como la hepatitis crnica

    autoinmune o enfermedades en las que aparecen elevaciones importantes de

    inmunoglobulinas pueden dar falsos positivos a estos test5.

    Los fragmentos de 'material gentico' que estn involucrados en estos test son

    de tipo RNA y, al contrario de los verdaderos virus (que son notablemente

    estables), demuestran una extraordinaria variabilidad6 y no guardan ninguna

    homologa con el VHA, VHB, ni con ningn retrovirus u otro virus de hepatitis

    conocidos7.

    El supuesto virus causal de la Hepatitis C nunca ha sido demostrado.

    El conocimiento del supuesto virus de la Hepatitis C es muy reciente: hasta

    1988 se desconoca su existencia y hasta 1990 no se descubri un test serolgico

    para detectarlo [Referencia 1]. A diferencia del virus de la Hepatitis A

    (visualizado en 1973) y Hepatitis B (visualizado en 1970), el supuesto virus de la

    Hepatitis C jams ha sido cultivado, ni replicado in-vitro, ni visualizado, ni

    fotografiado, ni cristalizado, ni clonado, ni ha sobrepasado las pruebas

    elementales que en virologa se exigen para confirmar la existencia de un nuevo

    virus, ni se tiene idea del lugar o proceso en el que se forman las supuestas

    partculas vricas8.

    Un apriorismo (probablemente no tan ingenuo o accidental como pudiera

    parecer) ha querido que la causa y criterio principal de clasificacin de las

    hepatitis tenga que ser forzosamente infeccioso, solo porque en las dos primeras

    5 M. Castro Pazos, et alters: Hepatopata crnica secundaria a Hepatitis por virus C en Atencin Primaria, publicado en la revista de Salud Rural, Estado espaol, Segunda Quincena de Abril de 1995, pp. 15-22. 6 J. Manzana: Las hepatitis virales: A mas investigacin, mayor numero de interrogantes, publicado en la revista Sistole, Suplemento 'La investigacin en Gastroenterologa', Estado espaol; Pei-Jer Chen, Meei-Hua Lin, Su-Jen Tu, Ding-Shinn Chen: Isolation of a Complementary DNA Fragment of Hepatitis C Virus in Taiwan revelated Significant sequence variations compared with other isolates, Hepatology, volumen 14, nmero 1, 1991. 7 Harrison, Principles of Internal Medicine, 1991; Francisco Javier Panadero Carlavilla. 8 Jaime Miranda: Puesta al da en Cannes sobre las Hepatitis Virales: El mayor problema de Salud Publica del Mundo, publicado en Previsin, nmero 75, pginas 34-35, Estado espaol; J. Manzana: Las hepatitis virales: A mas investigacin, mayor numero de interrogantes, publicado en la revista Sistole, Suplemento 'La investigacin en Gastroenterologa', Estado espaol; Pei-Jer Chen, Meei-Hua Lin, Su-Jen Tu, Ding-Shinn Chen: Isolation of a Complementary DNA Fragment of Hepatitis C Virus in Taiwan revelated Significant sequence variations compared with other isolates, Hepatology, volumen 14, nmero 1, 1991.

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    (Hepatitis A y Hepatitis B) se encontr y demostr (con fotografas,

    cristalizacin, cultivos, clonacin y secuenciacin) sendos marcadores vricos.

    En el caso de la Hepatitis C, esta 'deba' ser infecciosa y, concretamente 'vrica'

    a pesar de que no se demostr (y sigue sin ser demostrado, segn los criterios

    admitidos en virologa) existencia de virus alguno, nunca; y se espero los aos

    que fuesen necesarios hasta encontrar el o los virus 'causantes', denominndose

    hasta entonces dicha hepatitis negativamente, como 'No A-No B', debido a que

    resultaba negativa toda serologa frente a la Hepatitis A y Hepatitis B y debido a

    la imposibilidad de detectar el ms mnimo rastro no ya vrico, sino de simple

    material gentico (DNA, RNA o sus fragmentos) en la sangre de los afectados, a

    pesar de los poderosos medios de la virologa, los microfiltros y la microscopia

    electrnica existentes en las dcadas de los 60, 70 y 80.

    Lo mximo que ha llegado a constatarse en la Hepatitis C es que existen

    elementos involucrados en dichas hepatitis que son 'filtrables' y pueden

    transmitirse dichas hepatitis por inyeccin de sangre infectada, o de sus derivados.

    Esto no indica que dichos elementos filtrables y transmisibles tengan que ser

    forzosamente virus, pues los micoplasmas, las protenas y muchas otras

    macromolculas, tambin son filtrables y transmisibles, y no son virus.

    El origen de la Hepatitis C puede ser txico.

    Sin necesidad de acudir a ningn virus o a algn otro microorganismo,

    numerosas situaciones y sustancias pueden producir y de ordinario producen

    hepatitis (incluyendo la No A-No B) y dao celular (con salida de fragmentos de

    material gentico, entre ellos RNA) y liberacin de protenas anmalas

    detectables ambas por test serolgicos de Antgeno-Anticuerpo.

    Pueden documentarse perfectamente al respecto el dao heptico y las hepatitis

    producidas por: alcohol, antibiticos, anestsicos, antiepilpticos,

    antihipertensivos, diurticos, laxantes, antidepresivos, antiinflamatorios,

    antifngicos, antivirales, antagonistas del calcio, inmunosupresores,

    hipolipemiantes. Asimismo, producen colestasis los esteroides anabolizantes,

    anticonceptivos, antitiroideos, antidiabticos, tranquilizantes, anticancerosos, e

    inmunosupresores. Situaciones psicosomticamente asociadas con la aparicin

    ulterior de hepatitis y alteraciones biliares incluyen estrs, contrariedades

    territoriales, rencor, etc.

    La llamada prueba RNA-VHC.

    Desde hace unos pocos aos una nueva y cara tcnica se est utilizando

    crecientemente para demostrar, segn nos dicen, la presencia del supuesto Virus

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    de la Hepatitis C, as como su cantidad en sangre. Se trata de la determinacin de

    la 'carga viral' mediante la tcnica del PCR.

    La llamada prueba de RNA-VHC por Reaccin en Cadena de la Polimerasa

    (PCR) detecta (y pretende cuantificar) pequeas secuencias concretas de dicho

    material gentico tipo RNA. Da positivo en el 90 % de los pacientes con Hepatitis

    C, lo cual es automtica (pero injustificadamente) interpretado como prueba de

    'virus activo'. Esta prueba es sin embargo muy utilizada porque se suele

    'negativizar' transitoriamente en el transcurso de los (potentes, caros y agresivos)

    tratamientos con Interfern, si es que el paciente resiste tales tratamientos y

    cuando dichos tratamientos logran bajar las transaminasas.

    Los investigadores de Chiron Corporation, mediante la deteccin de secuencias

    'RNA-VHC' por PCR (ntese el abuso del lenguaje), indican que los pacientes

    seropositivos al llamado Test del Virus de la Hepatitis C tienen elevada

    'probabilidad' de ser 'RNA-VHC' positivos (que ellos llaman 'virmicos'). Sin

    embargo, el hecho contradictorio de encontrar casos de 'RNA-VHC' positivos

    (virmicos) en pacientes seronegativos al llamado Test del Virus de la Hepatitis C

    pone en entredicho la validez de ambos test.

    Por otra parte Kary Mullis (el propio descubridor de la tcnica de la PCR, y por

    la cual recibi el Premio Nobel de Qumica de 1993) dice claramente que esta

    tcnica NO sirve para la medicin cuantitativa del material gentico o de los virus

    presentes en un tejido.

    La moderna tcnica de la PCR no puede replicar virus: solo puede ir duplicando

    trozos de aproximadamente 200 letras genticas. Pero como el supuesto Virus de

    la Hepatitis C dicen que tiene 9400 letras genticas: solo por eso no puedo

    cuantificar ese supuesto virus. Por eso la PCR en realidad tampoco sirve para

    medir cualitativamente su existencia, dado que lo que a lo sumo amplifican es una

    porcin muy minscula de material gentico, cuya naturaleza, origen y

    vinculabilidad con un supuesto virus... solo podemos especular.

    La propia tcnica de duplicacin sucesiva hace muy poco fiable el uso de la PCR

    como medidor:

    Cuando un (trozo de) RNA debe duplicarse sucesivamente mediante la tcnica

    de la PCR, debe primero copiarse a ADN, pero con ello aparecer el 90 % de

    'exones' (tramos genticos sin informacin relevante), con lo que se copia es en

    realidad algo muy raro.

    Las uniones de los exones con los 'intrones' (tramos genticos con informacin

    relevante) tienen determinadas caractersticas. Los diseadores de las pruebas de

    PCR intentan escoger secuencias iniciadoras (que suelen tener una longitud de

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    unas 20 letras genticas) tal que su primera mitad corresponda al inicio de un

    exon y una segunda mitad corresponda al inicio de otro exon, del supuesto virus

    supuesto Virus de la Hepatitis C.

    Muchos test de la PCR que daran negativo al trabajar con semimitades de 2

    exones distintos (o aun ms si lo comparamos con el ARN original, en el que los

    intrones se mezclan con los exones), daran positivo si trabajaran con un solo

    exon. Adems, 20 letras genticas como trozo de arranque pueden encajar en

    numerosos tramos del ARN, mxime si cambiamos la temperatura, pH, carga

    inica, etc.

    El ADN obtenido en la moderna tcnica de la PCR, debera despus copiarlo

    decenas de veces, duplicando cada vez, y parando cuando llega aproximadamente

    a unas 10.000 copias de unas 200 letras de longitud. El proceso de duplicacin

    est sometido a un gran margen de variacin (si hay mas uniones C-G fallar

    menos que si hay ms uniones T-A; y/o si se baja la temperatura se unirn mas; y

    el proceso depender de los iones minerales presentes, etc.). Esto conlleva un gran

    margen de error, que se amplifica sucesivamente a cada duplicacin automtica

    que se realiza en la PCR.

    Los resultados de la PCR son tan amplios como contradictorios: La moderna

    tcnica de la PCR da resultados que de ordinario indican que en un milmetro

    cubico existieran miles de 'copias' (de unas 200 letras genticas cada una) que se

    asocian al supuesto Virus de la Hepatitis C. Pero si tal concentracin de virus

    fuese cierta, entonces cualquier bilogo de primer curso lo aislara sencillamente,

    mediante las conocidas tcnicas virolgicas convencionales, sin necesidad de

    acudir a la tcnica de la PCR.

    A pesar de todo ello, la PCR se usa cada vez ms para amplificar fantasmas

    polinucletidos ('copias') que se presentan tcitamente como 'virus' o 'carga viral'.

    La determinacin de dicha 'carga viral' se ha convertido en un gigantesco

    maquillador tcnico y lingustico de los especulados, polmicos e indemostrados

    'virus'; y, adems, en un gran negocio, ya que una carga viral cuesta 10 veces lo

    que costara un test de anticuerpos tradicional.

    Pronstico de la Hepatitis C.

    La peligrosidad de las hepatitis en general y, especialmente, de la hepatitis C

    est siendo exagerada, quizs por intereses farmacuticos y tambin por los

    fenmenos de amplificacin que se producen en los mass-media y la opinin

    pblica.

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    En un anlisis retrospectivo realizado en 1997, el 80-90 % de los que

    padecieron Hepatitis C espordica y el 50 % de los portadores atendidos

    convencionalmente por Hepatitis C no evolucionaron a hepatitis crnica heptica,

    la cual solo puede ser diagnosticada fehacientemente mediante biopsia (y, aunque

    se produzca, no es contagiosa).

    La evolucin de una hepatitis C crnica, si es que se produce, requiere varias

    dcadas y en muchos pacientes la evolucin es tan lenta que no llega a producir

    un incremento de la morbilidad-mortalidad9. Aunque se produzca una hepatitis

    crnica con el transcurso de los aos, el 80 % de los atendidos no evolucionan a

    cirrosis heptica, no es contagiosa), y el 95 % (en nuestro pas ms del 99 %10) no

    formarn en toda su vida un cncer de hgado (que, aunque llegase a producirse,

    no es contagioso)11. Otros estudios confirman estas cifras12.

    De ocurrir, la evolucin hacia la cirrosis se produce al cabo de varias dcadas13,

    sobre todo en pacientes que siguen tomando alcohol o drogas; aun as la

    supervivencia de los cirrticos no descompensados es superior al 90 % a los 5

    aos; solo un 5 % de los cirrticos compensados se descompensan cada ao y

    solo un 1-2 % de los cirrticos por el supuesto virus de la Hepatitis C

    desarrollaran un hepatocarcinoma cada ao14.

    Est confirmado que el supuesto virus de la Hepatitis C por s mismo no tiene

    capacidad oncogentica15.

    9 M. Hombrados, J. Santos (Servicio del Aparato Digestivo del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Badalona): Hepatitis C: Primera dcada, Siete Das medico, nmero 371, 19 de Junio 1998, pp. 63-70, Estado espaol. 10 .T. Gmez Senz, et alters: Hepatitis C en Atencin Primaria, publicado en la revista de Salud Rural, Estado espaol, Enero de 1998, pp. 47-56. 11 Estudio realizado en la Red de Vigilancia Epidemiolgica 'Sentinelles' por del grupo de especialistas de la Unidad 444 del INSERM, patrocinado por la Direction Gnrale de la Sant francesa, publicado en el Bulletin pidemiologique hebdomadaire, nmero 23, 1997, citado por Jean-Yves Nau en diario Le Monde, 22-JUN-1997, p. 10. 12 Harrison, Principles of Internal Medicine, 1991; Francisco Javier Panadero Carlavilla: Revisin: Actualizacin en Hepatitis C, en Panorama Actual del Medicamento, nmero 18 (175), pp. 296-9, editado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacuticos, 1994. 13 Jaime Miranda: Todos contra la Hepatitis C, publicado en Previsin, nmero 112, p. 37, Estado espaol. 14 M. Hombrados, J. Santos (Servicio del Aparato Digestivo del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Badalona): Hepatitis C: Primera dcada, Siete Das mdico, nmero 371, 19 de Junio 1998, pp. 63-70, Estado espaol. 15 Jaime Miranda: Puesta al da en Cannes sobre las Hepatitis Virales: El mayor problema de Salud Publica del Mundo, publicado en Previsin, nmero 75, pp. 34-5, Estado espaol.

  • 10

    Hepatitis C. Realidad o Invento?. Padre Csar Fernndez de la Pradilla (Sacerdote, misionero,

    bilogo y naturpata experimentado)

    Revista Memorndum. Nmero 10, invierno de 1997/1998.

    Sobre la medicina y la curacin.

    Despus de haberse publicado en el nmero precedente de Memorndum el

    sugestivo cuento: El reino envenenado por el que se entrev el poder

    apabullante de los sistemas de decisin sobre la poblacin indefensa, en lo

    que a enfermedades y remedios se refiere, yo quisiera ser ms concreto

    respecto de la denominada HEPATITIS C, antes no-A, no-B.

    Ya desde los aos 80, al discutir entre colegas, tenamos muy claro que el

    origen de esta hepatitis era txico (alcohol), bautizado como HEPATITIS C

    porque, finalmente, se habra descubierto el virus que la causa. Yo no soy

    quin para pronunciarme sobre la autenticidad de ese supuesto virus. Me fo

    del reputado virlogo alemn STEFAN LANKA quien ha demostrado que el

    virus de la HEPATITIS C no existe. Lo que s existe en ciertos organismos

    son protenas estresadas, molculas o trozos de ARN provenientes de

    mltiples virus, o lo que es ms probable, de nuestro propio material gentico

    estresado.

    Los tests actuales no detectan ningn virus sino la presencia de ciertas

    protenas anmalas que se interpretan errnea o tendenciosamente como

    pertenecientes a tal o cual virus. Nada!, que es lo mismo que est ocurriendo

    con el SIDA: que no hay virus VIH y que los tests solo evidencian protenas

    anmalas.

    En general, cuando un paciente viene con un diagnstico de HEPATITIS C,

    tiene una deficiencia heptica; pero a veces ni eso. No es el hgado el

    responsable sino los riones, lo cual nos lleva a concluir que los tests

    hepticos no son tan fiables. Me imagino que el proceso es el siguiente:

    1. Descubren en el seor X unas transaminasas elevadas. 2. Suponen que estas transaminasas vienen del hgado. 3. Indagan por ver si se trata de una hepatitis A o B y ante la negativa

    concluyen que es la C.

    Digo esto porque hemos tenido varios casos diagnosticados de HEPATITIS

    C con transaminasas elevadas en los que hemos constatado el buen

    funcionamiento del hgado pero el mal funcionamiento de los riones. Sin dar

  • 11

    ningn tratamiento para el hgado pero s para los riones, hemos constatado

    que las transaminasas se normalizan, lo cual nos lleva a concluir:

    1. Que hay diagnsticos de HEPATITIS C errneos, en el sentido de que el hgado carece de patologa y,

    2. Que unos riones deficientes pueden hacer subir las transaminasas, lo que no se tiene en cuenta en la actual prctica mdica.

    En los pacientes de HEPATITIS C en los que constatamos una deficiencia

    heptica y renal con transaminasas elevadas, stas no se suelen normalizar

    hasta que los riones funcionen correctamente, a veces al cabo de varios

    meses.

    Los mdicos hospitalarios dirn a un paciente diagnosticado de HEPATITIS

    C que tiene un 20% de posibilidades de desarrollar una cirrosis y

    posteriormente un cncer de hgado. Pero algn mdico va ms all. Uno

    afirm a uno de nuestros pacientes que desarrollara una cirrosis y un cncer.

    Este paciente nos confes: Si no fuera porque soy creyente me hubiera

    suicidado ante ese veredicto.

    Nosotros que tratamos con gente no solo del Estado espaol sino de

    Amrica, frica, Europa, todos nos dicen lo mismo: Me han diagnosticado

    una HEPATITIS C y el mdico me dijo que poda degenerar en cirrosis y

    cncer. Me hicieron una biopsia y me dieron interfern. Que todos los

    mdicos del mundo reciten la cartilla uniformemente ante un caso de

    HEPATITIS C no es casualidad. Responde a una estrategia lanzada desde

    Estados Unidos para vender el interfern y pronto otro antivrico asociado.

    Cada paciente que acepte el tratamiento ingresar en las arcas de los tan

    necesitados Estados Unidos aproximadamente un milln de pesetas al ao.

    Pero si realmente el interfern curara!, hace ms de 10 aos que se est

    utilizando y su eficacia en la HEPATITIS C est todava por demostrar. Por lo

    menos a los cientos de pacientes que nos visitan no solo no les ha ayudado

    sino que muchos sufren de sus efectos secundarios. Todos nos preguntamos:

    Cmo es posible que un producto tan caro e intil se mantenga en el mercado

    durante tanto tiempo? La respuesta es fcil de encontrar. Sabis que los

    beneficios a los tratamientos de la HEPATITIS C superan ya 20 veces a los

    del sida?

    De seguir as, dentro de unos aos media humanidad ser declarada

    seropositiva respecto al virus de la HEPATITIS C. Ya no interesar el SIDA

    como fuente de ingresos y por tanto podr ir desapareciendo. Los dbiles

    estados manipulados por las multinacionales tendrn que dedicar cada vez ms

    fondos a sanidad... hasta que se produzca un crack o se descubra el fraude.

  • 12

    (A propsito de una hepatitis C).

    Una paciente cuenta: Antes de comenzar he de decir que como esta seora no he encontrado

    muchas. Tiene la carrera de Magisterio pero no ejerce y ensea piano.

    Presenta buen aspecto y aparentemente no se la considerara enferma.

    Sus sntomas son los siguientes: cierto cansancio; a veces cefleas pasajeras;

    molestias en zona lumbar; dificultad en conciliar el sueo; hormigueos y

    manchas en piernas; dos dedos de la mano empiezan a deformarse. En aos

    pasados tuvo cistitis de repeticin y litiasis.

    Se le ha detectado una hepatitis C desde hace 15 aos. Pero si hace 15 aos

    todava no se haba descubierto el virus C!, le dije. Bueno -respondi ella-

    entonces se le llamaba no A no B.

    Ahora le diagnostican una hepatitis C crnica.

    Le propusieron hacerse una biopsia pero ella se negaba, intuyendo que no le

    iba a servir para nada. Ante los ruegos de su familia tuvo que ceder y

    someterse a ella y lo pas muy mal. Jur que, en adelante, pasara lo que

    pasara, ya no se la hara ms.

    Despus de la biopsia le propusieron el interfern. Como consecuencia de

    la primera inyeccin tuvo una reaccin brutal: todo el cuerpo se le hinch y se

    le puso rojo, las manos se le agarrotaron, tena dificultad en respirar y el

    corazn le lata tan fuerte que hasta acostada su cuerpo daba saltos al ritmo

    cardaco. Tuvo que ser ingresada en urgencias. Notific lo sucedido a su

    mdico, quien en vez de consolarla y animarla le ri y la responsabiliz de lo

    sucedido por estar mentalizada que el interfern le sentira mal. Su mdico

    le advirti que el 20% de los casos se maligniza, que puede degenerar en

    cirrosis o en cncer pero le respondi: y por qu quiere Ud. que me site en

    el grupo de los 20%?. Yo ser de los 80% y seguir bien!.

    No pudiendo recibir el interfern se le recomend que estuviera en cama

    las 24 horas del da, a lo cual tambin se neg. Cmo es posible que una

    mujer tan activa como yo, con cuatro hijos, y sin dolencias aparentes me

    quede inmovilizada de continuo? Entonces s que me hubiera entrado una

    depresin a fuerza de pensar en mi estado y hubiera sido mil veces peor para

    m!.

  • 13

    De mi reconocimiento he deducido que su problema no le provena del

    hgado (oh, sorpresa!) sino de los riones. De hecho, los sntomas actuales

    apuntan ms a una patologa renal que heptica: molestia en zona lumbar,

    insomnio, hormigueos y manchas en piernas y deformacin de dedos por una

    acumulacin de toxinas que los riones no han sido capaces de expulsar!

    El tratamiento que recibe se encamina a remediar una deficiencia renal

    importante, probablemente desde hace muchos aos. Le calculo que los

    riones le funcionan al 50% en tanto que el hgado al 80%.

    Conclusin: hay personas que a pesar de no tener una informacin especial,

    intuyen lo que les conviene. Ella no era favorable ni a la biopsia, ni al

    interfern, ni a considerarse en los 20% de casos problemticos. Ha

    adoptado una posicin optimista que la ha mantenido en buen estado relativo.

    Padre Csar Fernndez de la Pradilla

  • 14

    Hepatitis C?

    Hepatitis C: Verdad o manipulacin?

    A propsito de la supuesta epidemia de hepatitis C en Valencia (1)

    Los medios de comunicacin estn dedicando espacio a una supuesta

    epidemia de hepatitis C detectada en Valencia. La mayora simplemente

    atacan al anestesista culpado por la Conselleria de Sanitat de la Generalitat

    valenciana, e insisten en que es inaceptable que ocurra algo as e instan a los

    afectados a actuar legalmente contra el responsable y quienes lo han tapado.

    Pocos sealan algo tan elemental como que el que casi dos tercios de los

    afectados no hayan sido operados por el equipo cirujano del que formaba parte

    el anestesista culpado, es suficiente para descartarlo por completo como

    causante de la epidemia. Todos coinciden en insistir en que es importante

    no crear alarma social y tranquilizar a los ciudadanos, con lo que indican

    cual es el criterio estrecho con que se enfoca el tema. Y slo algunos

    tmidamente apuntan que debe haber una explicacin, aunque no piden

    sugerencias al respecto. Pero aunque no inviten a formular explicaciones

    alternativas, he aqu algunos elementos de un enfoque distinto para

    comprender qu es eso llamado hepatitis C, enfoque que permite deducir

    otras interpretaciones.

    La cuestin clave de la que partir radica en las pruebas que se utilizan para

    diagnosticar lo llamado hepatitis C, pruebas que nadie cuestiona. Lo decisivo es entender que lo que convierte en enfermo de hepatitis C a una persona absolutamente asintomtica o a otra que tiene simplemente cansancio o

    algunos problemas de salud cuyo origen no le detectan, es el dar positivo en

    unas pruebas que le hacen. Los resultados de estas pruebas son aceptados

    como totalmente ciertos tanto por los pacientes como por los mdicos que los

    llevan. La pregunta clave es: Son fiables estas pruebas de la hepatitis C? Para responder correctamente es preciso entrar en los detalles tcnicos. Lo

    primero es preguntar: de qu clase de pruebas se trata? Si son unos tests,

    qu tipo de tests? Por ejemplo, son tests de anticuerpos? Si efectivamente

    son tests de anticuerpos, de qu subtipo son: ELISA, Western Blot,...? Se

    usa slo un tipo de test de la hepatitis C, o ms de uno? Para cada tipo, hay

  • 15

    slo una marca o ms de una? Qu criterios de interpretacin se utilizan para

    afirmar que el resultado es positivo o negativo? O indeterminado, y cmo se acta en este caso? Si hay diferentes marcas, usan los mismos

    criterios? Qu grado de homologacin de criterios existe entre los distintos

    tipos y las diferentes marcas?

    Y lo que es decisivo para poder hablar de fiabilidad de un test, sea del tipo

    que sea, es: Cmo se ha comprobado su validez? Cmo ha sido validado? Cul ha sido lo que tcnicamente se llama su gold standard? Cuando se trata de un test de anticuerpos ante un virus, el nico gold standard correcto es la comprobacin directa. Esto quiere decir que en un nmero significativo

    de personas en las que el test da positivo (es decir, el test detecta los

    anticuerpos que se supone son especficos para el virus de que se trate), debe

    poderse aislar en su cuerpo el propio virus (en este caso, el virus de la hepatitis C); y que, por el contrario, en aquellas personas en las que el test da negativo, aplicando las mismas tcnicas de aislamiento no se pueda aislar el

    virus (en esta caso, el virus de la hepatitis C). Slo un test que hubiese pasado este gold standard para el virus de la hepatitis C estara validado, y por lo tanto sera susceptible de ser autorizado y de ser correctamente utilizado

    para diagnosticar si una persona est infectada por el virus de la hepatitis C al dar positivo dicho test, o para diagnosticar que no est infectada por el

    virus de la hepatitis C al dar negativo dicho test. Y aqu tropezamos con el mayor escollo para poder hablar propiamente de la

    existencia de una enfermedad llamada hepatitis C: los especialistas oficiales saben que el virus de la hepatitis C nunca ha sido aislado. Y si un virus no ha sido aislado, no se puede afirmar que exista (y menos an poner en titular que

    consume el hgado: La Vanguardia, 25-4-98) o culparle de provocar cirrosis, cncer,... Y si el virus de la hepatitis C no ha sido aislado, no se conocen cuales son las protenas de su envoltura ni la secuencia de letras genticas que

    forma su genoma . Solicito a quien considere que el virus de la hepatitis C s que existe, que presente las pruebas cientficas de su efectiva existencia, es

    decir, las pruebas de su aislamiento. Todo lo restante es ciencia y medicina de indicios indirectos, de suposiciones, de aproximaciones y de asociaciones estadsticas que en ningn momento deberan utilizarse para establecer causalidades y, menos an, para hacer diagnsticos. Y mucho

    menos si estos diagnsticos sentencian a tener algo que es pblicamente presentado (y, claro est, credo!) como una grave enfermedad... Si el virus de la hepatitis C nunca ha sido aislado, resulta que tampoco ha podido ser validado ninguno de los tests empleados para diagnosticar a

  • 16

    alguien como enfermo de hepatitis C. Entonces, en qu consiste esta llamada enfermedad hepatitis C? Una enfermedad realmente existente se define por una serie de sntomas y

    caractersticas, lo que los mdicos llaman clnica. Cul es la clnica de la supuesta hepatitis C? Esta es otra pregunta que (casi) nunca se plantea. Y lo poco que aparece son generalidades como un aumento de las transaminasas y una inflamacin del hgado (La Vanguardia, 25-4-98). Cuntos medicamentos, enfermedades, comestibles y bebidas, situaciones, tensiones,

    etc. pueden producir aumento de transaminasas? Y qu significa la palabra

    hepatitis sino precisamente inflamacin heptica? (Habra que recordar que lo definido no puede entrar en la definicin...). Adems, mdicos consultados

    me han dicho que la hepatitis C no tiene sntomas especficos... Pero resulta que casi un milln de espaoles sufre hepatitis C. Cunta razn tiene el subttulo la mayora la adquiri en el medio hospitalario! (La Vanguardia, 25-4). Slo que no por lo que se da a entender (que fue en los

    propios hospitales donde se les inocul el virus de la hepatitis C), sino porque en los hospitales se aplican los tests que, caso de dar positivo, son

    aceptados como segursimos indicadores de infeccin por el nunca aislado

    virus de la hepatitis C... Si es cierto lo que apunto en este breve artculo , lo que hace sufrir a casi un

    milln de espaoles es que han sido incorrectamente diagnosticados como

    enfermos de la peligrosa hepatitis C. Quienes estaban perfectamente asintomticos cuando recibieron el diagnstico (por ejemplo, tras ser

    operados, dar a luz o donar sangre), probablemente comenzaron a encontrarse

    mal al recibir el diagnstico y romperse su equilibrio psicosomtico y entrar

    en una situacin de estrs. Y quienes tenan algn problema (cansancio, falta

    de energa, dolores difusos,...), creyeron errneamente que la causa es el temible virus de la hepatitis C, y seguramente empeoraron... El hgado es el nico rgano que puede regenerarse totalmente. Ojal que el

    debate a partir de la epidemia de hepatitis C de Valencia permita tambin regenerar una medicina virtual equivocada! Ojal la bsqueda de la verdad se

    imponga a una manipulacin que est costando no slo muchos miles de

    millones de pesetas sino lo que es ms grave: miedo y muerte a numerosas

    personas!

    Barcelona, 29-4-1998

    Llus Botinas, Coordinador de Plural-21. Asociacin para el cuidado de la

    vida en un planeta vivo. Vas de recuperacin de la armona.

  • 17

    Hepatitis C?

    Cmo se construye un Enfermo de Hepatitis C?

    A propsito de la supuesta epidemia de hepatitis C en Valencia (2)

    Una persona pasa a ser un enfermo de hepatitis C si se cree al equipo

    mdico hospitalario cuando le dice: Ud. tiene la hepatitis C. Esta persona se

    lo cree porque confa en las titulaciones de los facultativos y en que el hospital

    tiene la tecnologa ms avanzada posible. A dicha persona, como que confa

    en lo que le dicen en el hospital, ni se le ocurre cuestionar nada, por lo que

    acepta plenamente el diagnstico y se marcha a casa convencida de que tengo

    la hepatitis C. Probablemente queda preocupadsima por ello, ya que le han

    dicho que la hepatitis C es la ms peligrosa, que se cronifica en la mayora

    de casos y que en una parte de ellos evoluciona hacia una cirrosis o incluso

    hacia un cncer heptico. Y tambin probablemente se rompa su equilibrio

    psicosomtico si exista, o se agudice su desequilibrio si ya estaba

    desequilibrado. Total, o empezar a encontrarse mal si se encontraba bien, o

    se sentir peor si ya se senta mal. Queda claro que, hasta ahora, la persona

    que va a buscar el resultado est indefensa, y es suave arcilla en manos de sus

    mdicos.

    Lo decisivo ahora es precisar cundo un mdico hospitalario le dice a

    alguien que tiene una hepatitis C, y es lo decisivo ya que transmitir este diagnstico es lo que en realidad crea un enfermo de hepatitis C. Para que el mdico se atreva a afirmar convencido que la persona que tiene en frente est

    enferma de hepatitis C, la condicin necesaria, y desgraciadamente casi siempre suficiente, es que haya dado positivo a un test que han hecho en el

    laboratorio a la sangre de dicha persona, y cuyo resultado el mdico se limita a

    leer. El mdico tiene completa confianza en que el test indica de manera

    totalmente cierta si la persona es o no un caso de hepatitis C, en que los cientficos que han diseado el test tienen todos los elementos necesarios para

    ello (probablemente el mdico ignora, por ejemplo, que el virus de la hepatitis C nunca ha sido aislado) y en que el laboratorio ha hecho impecablemente su trabajo (probablemente el mdico desconoce que, por

  • 18

    ejemplo, cada test suele tener distintos criterios de interpretacin, y que con un

    criterio puede darse como positivo mientras que con el criterio de al lado sera

    dado como negativo). En consecuencia, el mdico se cree el resultado que le

    llega escrito, y asume la responsabilidad no siempre fcil de leerlo y

    transmitirlo al ya paciente. El mdico probablemente no tiene idea ---ni casi

    nunca le interesa ni se molesta en tenerla--- de qu test se ha utilizado, cmo

    funciona, cmo se interpreta, de qu marca es, si est validado o no, etc. La

    mayora de mdicos no quieren complicarse la vida y se limitan a cumplir con su trabajo. En muchas ocasiones, esto significa leer el resultado, transmitirlo mecnicamente y quedarse tan tranquilo... aunque la persona que

    ha recibido el diagnstico se marche sin saber dnde pisa. Y el mdico a final

    de mes recibe su sueldo...probablemente mayor que el de los enfermos de hepatitis C que ha contribuido a fabricar. Porque efectivamente es una fabricacin de enfermos de hepatitis C lo que tiene lugar con estos mecanismos. Los tests se hacen de una forma tan

    abundante y sistemtica (antes y/o despus de una operacin o de dar a luz,

    tras donar sangre,...) que ya se afirma que la prevalencia de la hepatitis C es del 2 % de la poblacin, y que casi un milln de espaoles estn enfermos de hepatitis C... Adems, sin quererlo las vctimas de este engranaje contribuyen a

    consolidarlo.

    Por un lado, ayudan a reforzar la creencia en la existencia de un virus de la hepatitis C y de sus supuestas vas de contagio. En efecto, como que les han dicho y se han credo que tienen hepatitis C y que el virus de la hepatitis C se transmite sobre todo por sangre y quiz por va sexual, lo primero que hacen tras recibir el diagnstico es buscar cundo tuvo lugar el contagio. Revisan su historial mdico -en particular, quirrgico-, sus partos, sus

    transfusiones, y, si hace falta, su historial sexual. Y como que casi toda

    persona ha pasado por el hospital o ha tenido relaciones sexuales, la mayora

    concluyen: Tuvo que ser entonces. Es la explicacin ms lgica. Aunque seguro que hay excepciones, es decir, supuestos casos de hepatitis C que nunca han sido operados, que nunca han recibido una transfusin de sangre,

    que nunca han dado a luz, que se casaron vrgenes y no han estado con otra

    persona que su pareja no infectada, o que incluso an son vrgenes. Son la encarnacin viva de que la supuesta hepatitis C y su supuesto virus de la hepatitis C son artefactos de laboratorio, son construcciones ficticias, son hijos de la tecnologa empleada y de las concepciones errneas que presiden

    tanto la utilizacin como la interpretacin de estas tcnicas tan adelantadas y sofisticadas. Son la prueba definitiva de que la supuesta hepatitis C y su

  • 19

    supuesto virus de la hepatitis C son el resultado de una serie de convenciones pseudocientficas adoptadas entre una serie de

    superespecialistas y algunos grandes laboratorios farmacuticos ,

    convenciones que hacen suya acrticamente los cientficos y mdicos no

    especialistas, reproducen ciegamente los medios de comunicacin masivos y,

    claro est, son credos por la poblacin. Confo en que estas vctimas pronto

    reaccionen, comprendan lo ocurrido, se atrevan a testimoniar y ayuden a

    terminar con este sinsentido.

    Por otro lado, la mayora de diagnosticados contribuye involuntariamente a

    crear la supuesta gravedad de la hepatitis C. Al aceptar lo que se les dice, hacen suyo el pronstico, y, lgicamente, caen en desmoralizaciones,

    depresiones, etc., que pueden tener graves repercusiones en su salud. Y

    lamentablemente son medicadas con grandes cantidades de interfern que

    producen reacciones autoinmunes y perturbaciones del sistema nervioso, y

    tambin con peligrossimos supuestos antivirales de entre los que son

    desgraciadamente utilizados en el campo de eso llamado SIDA. El estrs psicolgico, emotivo y txico que esta situacin conlleva pueden tener graves

    consecuencias a medio plazo. Pero, claro, la responsabilidad es cmodamente

    atribuida al nunca aislado virus de la hepatitis C... Pero resulta que el peligrossimo tratamiento hospitalario es evaluado por

    medio de una denominada carga viral medida con la tcnica PCR, que su propio inventor, el Premio Nobel de Qumica de 1993 Dr. Kary Mullis,

    explica que no es apta para medir carga viral alguna, y menos de un virus que

    nunca ha podido ser aislado. Como que lo que es interpretado como carga viral del virus de la hepatitis C puede disminuir tras empezar el tratamiento por razones que nada tienen que ver con el inexistente virus de la hepatitis C, al paciente se le dice que el tratamiento le sienta muy bien y que ha mejorado aunque en realidad casi siempre se sienta fsicamente peor... Y para que todo el invento hepatitis C tenga su lgica interna, se le esconde al enfermo de hepatitis C que el hgado es el nico rgano humano que puede regenerarse al cien por cien. Por el contrario, se le hace creer que su

    hgado slo puede ir a peor, y que es probable que le aparezca una cirrosis

    heptica o incluso un cncer de hgado. As, si efectivamente ocurre que la

    persona empeora como consecuencia de la medicamentacin y de su

    desnimo, el paciente (nunca mejor dicho!) lo aceptar como consecuencia de la actividad destructiva del peligroso virus de la hepatitis C. E incluso pueda ser que aumente su confianza en el mdico, que ya le haba advertido de

    lo que ocurrira...

  • 20

    Entendidos estos mecanismos, no es difcil vaticinar que en la medida que

    ms cientos de personas -en particular, mujeres- sean llamadas en Valencia a

    hacerse las pruebas de la hepatitis C, inevitablemente una parte de ellas van a dar positivo. Y ya habr ms vctimas, pero no del anestesista acusado sino

    de este siniestro pero rentable engranaje pseudocientfico-pseudomdico...

    Barcelona, 4-5-1998

    Llus Botinas, Coordinador de Plural-21 Recopilado, corregido y fanzineado por la Distribuidora Peligrosidad Social. Madriz, junio de 2015.

    www.distribuidorapeligrosidadsocial.wordpress.com [email protected]

    No nos convence ni el sistema de sanidad estatal, ni las movilizaciones en su defensa, por lo que tampoco nos convencan las movilizaciones contra los perjuicios concretos a pacientes de Hepatitis C. stas, con toda razn, han enfocado buena parte de su crtica al negocio poltico y econmico que determinados poderes econmicos vienen haciendo con las medicinas, la gestin mdica, etc. Sin embargo, no acostumbrar a ir a la raz del problema, como s parecen haber ido estos textos que, aunque lamentablemente slo vengan desde mbitos mdicos y no de personas diagnsticadas, dan una luz sobre el tema poco habitual y que apreciamos como muy til y destacable.