La Imagen de Lo Invisible. Pedro Azara.

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ieptculo de dioi o de desteils divinos, sino una i"gen l.$iiim"d" . por habet rido cleada por Dios a imagen y semja;; t.' i No vamos 3 {esarlollar en qste pn_g 9or!g. lg h ima e cris_

rerr,",";l"Til::l..;"ffi :'J:i*#";,'"?*','"Xl:

haban ^paft,'do de Dios, y por tanto no existlan como obras conformadas o santificadas sino como obras opacas, matricas, cuya degradacin y alejamiento de Dios se velan incrementadas po, .t hecho de que hablan sido tocadas por la mano impura del hombre. Las estatuas paganas enga aban dos veces, o pof dos razones: porque no eran sino una ilusoria aproximacin a lo que deberla ser y es una verdadera imagen divina (en este sentido, las condenas de clemente y agustiniana eran de orden platnico), y porque dicha ilusin, adems de vana e intil (como postulaban-ls tradiciones evemerista y estoica recogidas por ros padres de la lglesia), era, al modo de los textos blblicos, pero por distintos motivoi peligro sa,y^ que, lejos de conducir hacia un falso dios (un hombre pi. dra), " """ apartaba el alma del verdadero dios, como sostena clemen, alen_ tando hacia un verdadero esprritu sobrehumano, apattado del cielo y opuesto a 1. !{,q-,obsrante,los padres no negaban la posibilidad de la imagen, r-. i " si bien sta no

En el af Len III ;T"salco o el tr* , i ' _ -

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glofla, y qu( forme.' Acababa efect-in6 im46reslig

"inis, curiosamqnte no par justificar .i ;;i*_ t" rvira imagen artlstica, sinor. por el contrario p?ta legitimar la > necesaria del igqno' P' gra -!lue se p-rodrrr.f este camb3J isteci1 srvo' los telogos bizantinos debern dejar de considerar la insfi_ guracin de cristo como el paradigma de la revelacin de riios'a los llombres, porque en verdad el Hijo se ocult a los ojos de los hombres cegados por el brillo de su faz rcsplandeciente, y d.b.ra; rar no la crucifixin, como en la Ed4d Media de occidente,'sino ""r" la Encarnacin, el momento en que Dios se hizo visible a los'ojoi del alma y del cue{po.

tianffies rt; A+eg;;; io' todo su esplend, si;;;; .,,

Las prirr Pertenecen trata de im el pelo corto seguro que I Roma (siglo adulto, barba de extensas Fue dur

e-Ian-4i. en fGsAA l$glto*Le"l "d

oriffihs

c) La iconoclastiabizantina (siglos vn y vrrr)Si alguien se atreve, mediante colores materiales, a en_ tender la divina impresin de la palabra de Dios de acuerdo con su encarnacin, r no de ofrecede la adoracin que Le corresponde -a t que est por encima del

reemp*lazad3 una de sus c, con ms o m, q9g, _desqi,e las imgenes -emba Si un residuo d profundos. El hecho las imgenes ser aducido

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existlan como obras confor)acas,matricas, cuya degraincrementadas por el hecho :o impura del hombre. s veces, o por dos razones: macin a lo que deberla ser ste sentido, las condenas de platnico), y porque dicha > postulaban las tradiciones ladres de la Iglesia), eta, aI tintos motivos, peligrosa, ya s (un hombre o una piedra), no sostenla Clemente, alen:humano, apattado del cielo la posibilidad de la imagen, rortal. La vterdaditidgn r,. al modo platnid,'n resino una imagen l9_gltimda ien y semejanza suya. de 14qor-a l4 imageg glil su esplendol en. BiTggc9, y justificar el rechazg . {e-_la para legitimar la necesaria produzc a este camU!!:iiar de considerar la^'T,ransfi: la revelacin de Dlqr a los :ult a los ojos de los homandeciente, y deberln valovfedia de Occidente, Jio la ;e hizo visible a los ojos del

brillo del sol y est sentado a la derecha de Dios Padre en lo ms alto de un trono glorioso- con los ojos del esplritu y con todo su corazn, que seqflS_miz3rdb.IlPIFANIO,

Actas del II Concilio de Nicea, VI, 336 e. En el ao 726, el emperador del Imperio Romano de Oriente, el moLeriiT-dii" 1o Cf.Sitio), brdeno q,te fuera d.tt*io palacio imclcado sobre la puerta principal del ffitffieisqo que cont.rri" .rtt^ i*"g.n . Cristo n Q p?ia -b""rt""tinopla t {S ' 0, v t/

\'-'-rimagen crucidgli,,y qe fuese rcemplazadopor una cruz o una forme. *-ffi"b"ba de estallar la primera fase de la iconoclastia, cuyo ,, r' efecJllEifit6';- ma; dard. fu-"ti*ileitruccin de tdas'ls i@ees lgufl ti':Oiie"t hstael iiiunfo de la Ortodoxia en o"8'4. r-fiitia iconoclsticall"g hasta !?l p"nto que slo -icoos oiGn!tes qgl--igiosgs ;-qce @|"q"!

vrrr)nte colores materiales, a enr de la Palabra de Dios de r, y no de ofrecerle la adoraa l que est por encima del

Las primefas representaciones de Jesucristo que se conservan pertenecen a Occidente y datan ya de finales del siglo II, pero se trartade imgenes en las que el Hijo de Dios, ioven, imberbe y con el pelo cofto, es fcilmente confundible con Orfeo u Apolo, y no es seguro que los retratos de Cristo del mausoleo de Constantina en Roma (siglo Iv), ms acordes con la iconografla cannica (un Cristo adulto, barbado, con el pelo largo y lacio), no sean sino el rysultado de extensas restauraciones de finales del siglo vu. -/.ffl) cuando Justini4no ll,.'ePeradq: --de Fue durante estg s_rg,lo Oriente, tigi t; imag el Pantoc rtot como motiv,g plgt*l.p-mo"S emba rgo, po steri imenqe .{tfg.f--o, "Ief rad ?L {r-tp i dle'd. #t monedas con el signo de la cruz inscrito en cada re,eplAza{.p pgr na de sus carai-.*Era e-l p,1gludio de n guerra ffsicamente cruenta, VlIl y lX*las perscuciorrtre Ios sigi"os con ms o menos i",.tti"d g-9 destlerros e incluso asesinatos ent; dfeoi y .""igos d9 figurativas se sucedieron durante un siglo. las --' imgenes Srn--embargo,las destiucciones de la imagineda, iuzgada como un residuo de prcticas mgicas, se apoyaban en anlisis teolgicos t (profundos. El hecho de que los iconoclastas justificaran la destruccin de dT Nv"Tsfamento, podla las imgenes con t.*torf,lb*&*i"no ,..ono clan la venida de ser aducido como l" proeii t E "

19Jer9le"e"-4ig9_ylI:

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Cristo, y gue, Por io tanto, eran hetticos, -Pero1a mayor parte de los textos de los Padres (de Orgenes y Tertuliano a Clemente y san gustn), de Oriente y Occidente, de formacin helenstica, romana o juda, tambin haban condenado las imgenes figurativas. Por el contrario, euienes actuaron con mala fe fueron los iconoduls que tuvieron que silenciar la evidente iconoclastia patrstica y afenarce a los escassimostextos de los Padres que defendan las imgenes, sacndolos a menudo de contexto. El icono, que presentaba, figurativa o mimticamente (aunque no de maneta realista), al hijo de Dios de cara, se justificaba por el hecho de que Cristo, al contrario que su Padre, no haba sido simplemente entrevisto de espaldas, sino que se haba hecho visible a los ojos fsicos de los hombres enca.rnndosey naciendo de una mujer. Todo el problema de la pertinencia o no de la imagen divina radicaba en el estatuto de la encarnacin: quin et^, y cmo estaba sustancialmente constituido Jesucristo?Cmo poda realizarse semejante identidad entre formas o entes tan dismiles e incomparables, lo humano y lo divino, unidos en la persona del Hijo de Dios? O si eran comparables se poda representar Ia divinidad hecha carne en un dibujo delimitado y finito? Si, como defendan los iconoclastas, se crea que toda imagen se confunda con el modelo, qu le ocurra a la divinidad infinita, despusde que su rostro hubiera sido reproducido en el plano limitado de un icono? Los problemas teolgicos y artsticos no se planteaban si, por un lado, no se crea en la consustancialidad o la identidad mgica entre el modelo divino y su imagen (como hicieron los iconodulos),--osi no se creia en la inconmensurabilidad o la infinidad de Dios (como les ocurra, afumaban los iconoclastas, a los defensores de la imagen). E-l Hfjo de Dios, Jesucristo, Dios Encarnado en la tierca, es una (personD) (prosopdn),una figura con una identidad y unas caractersticas propias, entre las que destacasu historiedad, es decir su nacimiento en un lugar concreto y en un da sealado,su irrupcin en el tiempo y el espacio que m^rca-con su cuerpo presente y por los que es marcado visiblemente. Como afumaba san Ireneo, el Hiio de Dios, por haber nacido y muerto, por haber crecido en el tiempo, era un hombre, y un hombre verdadero que padeci y se comPlaci en (carne> propia lo que padecen y aquello con lo que se complacen 78

los sereshur cadas de ) Dios, si es que Cristo era Dios? el estalutg del modelo se podr de9b-y,a-lt*tt"ts,-g*!p'-4g!?l-^g.lo -i"

finir el de su ig3gq"_^g.g Sl.,Lqe+g,

p"t" un iconodulo, slo si Dios es representable, inconmensurable de manera mesurada y visiblemente invisible, slo entonces el estatuto del icono podr ser fundado, porque ser la imagen de algo que muestra y ofrece una imagen perceptible (de su invisibilidad), sin que lo que revele est en contradiccin con lo que permanece oculto por el velo sobre el que se revela lo invisible. En un principio era Dios; un solo Dios, solo en sl mismo. En el Antiguo Testamento, Dios es una Voz o unaLuz que ordena, se escucha y se pefcibe a travs de (pero no se eflc fna en) slmbolos terrestres sonoros y luminosos (truenos Por un lado y fue$o, rayos, centellas, por otro), si bien se anuncia constantemente..la llegada i*-(i"', '..,i iif, t"' profetizadade su Hijo. ' no estaba. entonces? En un principio, el Hijo Dios no fue creado, sino que es la'causa de toda creacin (el tiempo y el espacio, entr.e-otas -cftimau). Por el contrario, su hiio, por ser hijo suyo, fue Qleado y apareci en el tiempo. Si lo que cafucteriza a Dios es su Sei fuera del tiempo y de la creacin, libre de principio y final, su Hijo, Cristo, no puede ser Dios, iustamente porque ha amanecido un dla sealado, ha muerto y ha ascendido al cabo de cierto tiempo para volver a reencontfarse con Dios. Es ms, antes de haber creado, Dios slo era Dios. No era Padre, porque no tenla Hijo (ni hiios, los hombres, que son sus hiios, creados a imagen suya). Para poder tener hiios, tenla que hacerse Padre, lo que slo poda ser teniendo un Primer Hiio. Por ello, Dios

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Ise hizo Padre, engendrando a su Hijo, el Logos, el cual a su vez, siguiendo las rdenes de su padre, dio forma a los hombres. Dios es creador, creador del Hijo. El Hijo, a su vez, es creador o salvador de los hombres, pero respecto de su padre es una criatura, al igual que los hombres respectodel Hijo. Por lo tanto, el Hijo, aunque superior a todos los seres vivos, es una potencia divina emanada de Dios, cuya raz6n de ser consiste en setvir de instrumento a las rdenes de Dios, semejanteal Alma neoplatnica que serva para fecundar la Tierca y enlazarla a Ia vez con el Nous. Al no ser Dios, el Hijo no goza de las virtudes divinas, invisibilidad e inconmensurabilidad. 'i-De algn modo es limitado, como toda criatvr^,y puede ser pintadoen una imagen delimitada.

.. ,r,, Esta bella tesis (considerada thertica por la Iglesia), cercana al hrmetismo, fue defendida por Aigo, un dicono libio que ejerca en Alejandra a principios del siglo tv. El xito del arrianismo fue tal que el emperador Alejandro tuvo que convocar en el ao 324 eI Primer Concilio de Nicea, a fln de definir el estatuto omnipotentemente divino del Hijo (cuiiosamente, el Segundo Concilio sirvi para definir el estatuto de la imagen del Hijo), y-esripular que las diferencias que existen entre el Padre y el Hijo son del orden de lo relacional, no de lo fundacional, sustancial o modal. Dichas diferencias deben existir, de lo contrario, por qu hablar del Hijo y del Padre? y, adems,cmo ha,brapodido el Hijo hablar con su Padre durante el Calvario, y recriminarle? Si se rechaza,como ocurri, la