LA INDUSTRIA EN ESPAÑA: CARACTERÍSTICAS … · 2010-05-12 · Los minerales son sustancias...

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LA INDUSTRIA EN ESPAÑA: CARACTERÍSTICAS GENERALES Y DISTRIBUCIÓN TERRITORIALEsquema 1. Factores de la actividad industrial: materias primas, fuentes de energía, capital, espacio, medio ambiente. 2. Etapas del proceso de industrialización en España. 3. Distribución territorial de la industria en España: las áreas industriales.

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“LA INDUSTRIA EN ESPAÑA: CARACTERÍSTICAS

GENERALES Y DISTRIBUCIÓN TERRITORIAL”

Esquema

1. Factores de la actividad industrial: materias primas, fuentes de energía, capital,

espacio, medio ambiente.

2. Etapas del proceso de industrialización en España.

3. Distribución territorial de la industria en España: las áreas industriales.

1. Las materias primas son recursos que nos ofrece la naturaleza para satisfacer las

necesidades de la población. Son un recurso imprescindible para la industria.

Hasta el presente, las materias primas que han tenido más importancia en la industria han sido

las de origen mineral; puede decirse que algunas de ellas, particularmente el hierro, han sido

fundamento de la industrialización contemporánea y, junto con las fuentes de energía, factor

clave de la localización industrial.

Sin embargo, en la actualidad los modelos de localización industrial han variado con relación al

pasado, dependiendo ésta en mayor medida de otros factores como los económicos, políticos,

ecológicos, de consumo…

Materias primas de origen mineral

Los minerales son sustancias inorgánicas de composición homogénea que se hallan en la

superficie terrestre o en las diversas capas que componen la corteza del globo. Su extracción

se realiza en canteras (cielo abierto) o en minas (galerías).

España ha sido un país de gran tradición minera y sus yacimientos se han explotado desde la

Antigüedad. La sobreexplotación de que fueron objeto desde mediados del siglo XIX para

abastecer a la industria europea dejó esquilmados nuestros principales yacimientos.

Las materias primas de origen mineral acostumbran a clasificarse en cuatro grandes grupos:

- Minerales energéticos: como el carbón o el uranio, utilizados como fuentes de

energía.

- Minerales metálicos: hierro, cobre… abastece a las industrias metalúrgicas,

químicas y de transformación.

- Minerales no metálicos: cuarzo, arcilla… se utilizan en la construcción y en la

industria química.

- Rocas industriales: pizarra, granito… su ubicación coincide con mapa litológico.

Se destinas a la construcción.

Las materias primas de origen orgánico

- De origen forestal: abastecen de madera

- Producciones agrarias: objeto de consumo directo pero el desarrollo de la

sociedad urbana, han pasado a abastecer a la industria agroalimentaria.

- De origen pesquero: industria de alta mar y conservera y congeladora.

La naturaleza nos ofrece materiales minerales que pueden convertirse en energía: son las

denominadas fuentes de energía.

Según su naturaleza podemos distinguir dos tipos de fuentes de energía: aquellas cuyo

consumo conlleva la desaparición de las mismas (no renovables) y las que su existencia

indefinida está asegurada por el propio funcionamiento del planeta (renovables)

De acuerdo con su potencialidad a efectos de obtención de energía, distinguimos entre

fuentes de energía primaria, que son las que contienen una energía que no puede utilizarse

directamente, sino mediante transformación (carbón, gas…) y las fuentes de energía

secundaria, o energía propiamente dicha, que se manifiesta en forma de luz, calor,

electricidad…

La producción y consumo de energía ha experimentado un crecimiento continuo, consecuencia

de la industrialización, de la urbanización y de la consolidación de una sociedad cuyo bienestar

es dependiente de un elevadísimo consumo de energía.

En la actualidad las fuentes de energía primaria utilizadas son:

- el carbón, energía básica de la Revolución industrial

- el petróleo, principal fuente de energía, hasta el punto de que de él procede más

de la mitad de la energía consumida en España;

- el uranio, más abundante en el subsuelo, aunque precisa de un enriquecimiento

previo para el que no disponemos de medios. Tuvo un crecimiento espectacular

hasta que su consumo se estabilizó a raíz de la decisión tomada por el gobierno

en 1984 de no poner en funcionamiento nuevas centrales nucleares

- el gas natural, ha cobrado gran pujanza por ser limpia y barata pero es

necesaria su importación

- la energía hidroeléctrica: obtenida a partir del agua embalsada en los pantanos.

Depende del clima, por lo que el potencial energético máximo se da en las

cuencas del norte de España

Cada día se concede mayor atención a las denominadas fuentes de energía renovable,

que ofrecen en cuanto a su limpieza, inagotabilidad… Sin embargo, su contribución a la

producción de energía en España es todavía reducida y algunas de ellas no han pasado

de la fase de experimentación. Destacamos:

- energía solar: en zonas de mucha insolación para producción de calor y

electricidad.

- energía eólica: aprovecha el viento

- energía por biomasa: combustión de residuos

- energía geotérmica

- energía mareomotriz

Una buena parte de las fuentes de energía se consume en la producción de energía

eléctrica.

La producción y consumo de electricidad tuvieron un fortísimo crecimiento a partir de

la

Guerra Civil, aunque el salto espectacular se produjo en los años 60 del siglo XX.

La electricidad se produce en centrales hidroeléctricas, renovables, centrales térmicas y

centrales nucleares.

España y la Unión Europea han aumentado la conciencia de la dependencia energética

con relación a los países productores de energía primaria, de las implicaciones

medioambientales del actual modelo energético y, de su insostenibilidad

Para ello, la Unión Europea en 2007 planteó la necesidad de adoptar una política

energética común, con los objetivos básicos de combatir el cambio climático, reducir

la dependencia de las importaciones y garantizar el suministro a los ciudadanos.

Entre estos objetivos destacan la disminución del uso de combustibles fósiles y el

aumento de las energías limpias, producidas y usadas localmente.

2. La industria consiste en el proceso de transformación de materias o productos o

aptos para el uso o consumo directo en otros productos que sí pueden ser consumidos o

usados por la población o utilizados en nuevos procesos industriales. El punto de partida

es la materia prima que se debe transformar mediante la aplicación de una determinada

cantidad de energía, conforme a la tecnología disponible y en las instalaciones

construidas al efecto.

Etapas

1. Los antecedentes de la industrialización

Desde finales del siglo XVIII ilustrados y reformistas alzaron su voz a favor del

desarrollo e industrialización del país. España reunía condiciones favorables para su

implantación: diversa y rica producción artesanal, con las Reales Fábricas, con materias

primas de origen mineral y orgánico… Si bien, como factores negativos para la

instauración acusaba los problemas de la insuficiencia energética (carbón), la escasez de

recursos tecnológicos y humanos, una excesiva mentalidad rural y la debilidad del

mercado interior.

Con todo, en la primera mitad del siglo XIX se construyeron los altos hornos en

Marbella, Málaga, Barcelona, la inauguración del primer tramo de ferrocarril en 1848 o

la instauración del vapor en las fábricas textiles de Cataluña.

2. Los inicios del despegue industrial

En la segunda mitad del siglo XIX se consolidó en Europa la Revolución Industrial.

En España, junto a la industria siderúrgica y textil, el logro más importante fue el

tendido de una amplia red ferroviaria que en su mayor parte eran construidos por

empresas y capital extranjero (británico, belga, francés). España era el primer productor

de hierro, que se exportaba principalmente a Gran Bretaña por el puerto de Bilbao, los

barcos regresaban con carbón que precisaba la industria siderúrgica vasca. Esta facilidad

para el abastecimiento de energía y la proximidad de los yacimientos de hierro hicieron

florecer la industria siderúrgica vasca en detrimento de núcleos de otros lugares como

Málaga.

La industrialización española avanzó bajo los signos del proteccionismo y a un ritmo

lento por el acusado fondo rural, la ausencia de una burguesía emprendedora, la

incapacidad tecnológica y la configuración como país periférico que exporta materias

primas e importa capital y bienes de equipo.

El mapa industrial comenzó a adquirir unos trazos en los que se advertía la polarización

en Vizcaya, Barcelona y Madrid.

3. El crecimiento industrial hasta la Guerra Civil

Durante el primer tercio del siglo XX la industria española tuvo una notable

progresión. La

I Guerra Mundial permitió el incremento de las exportaciones agrarias e industriales a

los países contendientes, lo que permitió una capitalización muy beneficiosa para

nuestra industria. Mejoró la productividad industrial y se dio un notable impulso a la

construcción de obras públicas en la dictadura de Primo de Rivera, particularmente

carreteras, que resultó fundamental para la conexión de los mercados interiores.

El mapa industrial se consolidó sobre el germen de los focos anteriores, empezando a

manifestarse los desequilibrios territoriales que alcanzarían su plenitud en las décadas

posteriores.

4. La reconstrucción industrial de la posguerra

La Guerra Civil truncó la fase expansiva de la industria española. A su término hubo

de proceder a su reconstrucción en un contexto de autarquía. Se creó en 1941 el Instituto

Nacional de Industria (INI) sobre la base de una fuerte participación de capital estatal en

los sectores básicos de la industria (siderúrgica, naval, petroquímica) Junto a éste sector

se desarrolló otro integrado por pequeñas y medianas empresas, de capital privado,

dedicado a las industrias de transformación y bienes de consumo.

A partir de 1950 la situación fue cambiando, mejoró la situación de la posguerra, se

pone fin al aislacionismo y España se integró gradualmente en la economía

internacional, al tiempo que las inversiones extranjeras comenzaban a llegar.

Desde el punto de vista espacial, la política industrial favoreció la consolidación de

Cataluña, País Vasco y Madrid.

En 1959 se abordó el desarrollo industrial bajo las directrices del Plan de Estabilización.

5. El impulso industrializador de los años 60

El periodo comprendido entre 1959 y 1975 supuso un crecimiento económico sin

precedentes, al cual contribuyeron la expansión de la economía capitalista, la llegada de

capital extranjero, la instalación de grandes multinacionales… Al tiempo llegaron

divisas que aportaban los turistas y emigrantes, con las que se hizo frente a la compra de

petróleo, a la importación de bienes industriales y a la nivelación de la balanza de

pagos.

El Estado puso en marcha los Planes de Desarrollo y una política regional basada en los

Polos de Desarrollo y de Promoción.

Desde un punto de vista espacial, el desarrollo industrial se concentró en los espacios

con tradición industrial y adyacente (Cataluña, Madrid, País Vasco) lo que agravó los

desequilibrios regionales.

Al final del periodo asistimos a una crisis, al ser tributaria en exceso de sus deficiencias

estructurales y de la dependencia energética.

6. Crisis y reestructuración de la industria española

La crisis industrial sacudió el mundo occidental a partir de 1973

En lo que a España se refiere las causas fueron las siguientes:

Las causas externas: crecimiento del precio del petróleo del que dependemos, la

globalización de la economía, la emergencia de nuevos países industriales, la III

Revolución Industrial, caracterizada por las nuevas tecnologías…

Las causas internas: fragilidad por la dependencia energética y tecnológica, dimensiones

inadecuadas, endeudamiento… A esto se une el ocaso del franquismo y el complicado

camino hacia la transición democrática. La crisis se agravó por la retirada de inversiones

expectantes de la evolución política

La respuesta a la crisis fue la reestructuración de la industria en 1984:

- Reconversión industrial: en los sectores maduros de nuestra industria:

siderúrgica, naval, textil… Se pretende racionalizar la producción adaptando la

oferta a la demanda, adecuar el tamaño, sanear las finanzas, nuevos sistemas de

gestión, modernizar la industria.

Una segunda dimensión fue la apuesta por los sectores dinámicos: automoción,

química y agroalimentaria.

Los procesos fueron eficaces aunque al llevarlos a cabo desaparecieron puestos

de trabajo que exigía los planes de viabilidad.

- Programas de reindustrialización: se crearon Zonas de Urgente

Reindustrialización (ZUR). Se pretendía la dinamización industrial sobre la base

de la modernización tecnológica y de implantación de nuevas actividades de

futuro.

A partir de 1991 asistimos a una nueva reconversión industrial, impuesta por

Europa y, desde mediados de la década de los 90, a una recuperación económica

bien perceptible sobre unas bases nuevas y con el referente de la globalización

económica

7. La industria en el contexto de la globalización

La globalización es un fenómeno que consiste en la integración de las economías

nacionales en una economía de mercado a escala mundial. Se producen fuertes

interdependencias entre las distintas áreas y sectores industriales que superan el ámbito

nacional. En este nuevo esquema pierden vigencia los antiguos factores de localización

industrial (proximidad a las materias primas, mercado, situación geográfica) y los

cobran otros que son expresivos de la III Revolución Industrial.

La integración en los mercados internacionales supuso el abandono del proteccionismo

de los años anteriores. Ante el reto de la competitividad se pusieron en evidencia

problemas estructurales: tamaño reducido de las empresas, escasa disponibilidad de

capital, poco esfuerzo en investigación…

La apertura al exterior tuvo su respuesta inmediata en el comercio: crecieron los

intercambios pero el balance importación-exportación fue negativo

Las inversiones extranjeras en España aumentaron considerablemente, principalmente

de la Unión Europea

Ello ha conllevado sobre nuestra industria consecuencias de todo tipo: descentralización

de la producción, concentración de decisiones que afectan a la industria, del volumen de

negocio, de las estrategias…

El actual mapa industrial de España es reflejo de la trayectoria seguida a través de los

tiempos y de los recientes procesos de ocupación del espacio. Sobre él se advierten los

siguientes rasgos:

- Consolidación de Madrid y Barcelona: como centros de la industria

española. Sus respectivas áreas metropolitanas han consolidado una potente y

diversificada industria.

- Declive de los espacios tradicionales de la industria, particularmente los

situados en la cornisa cantábrica, que se hallan en proceso de mutación por la crisis que

afectó a los sectores: metalurgia, petroquímica, naval de gran implantación.

- Espacios industriales en expansión: destacamos las áreas periurbanas al

amparo de la proximidad a los centros urbanos, accesibilidad a los mercados y centros

de distribución, facilidades de instalaciones, situación estratégica de las vías de

comunicación, dotación de suelo…

- Ejes de desarrollo industrial: resultado de los procesos de difusión

espacial de la industria a lo largo de corredores que comunican áreas industrializadas.

Los ejes más dinámicos son el del Ebro (entre el País Vasco y Cataluña) y el

Mediterráneo (desde Gerona hasta Murcia) Acoge una industria muy diversificada que

se beneficia de las altas densidades de población del litoral. Existen otros ejes

secundarios.

- Los espacios de industrialización escasa: se corresponden con los

espacios interiores, con escasa tradición industrial, baja densidad de población y otras

circunstancias desfavorables que les confiere un lugar secundario entre los nuevos

factores de atracción industrial

Vocabulario

Central termoeléctrica: es una instalación empleada para la generación de

energía eléctrica a partir de la energía liberada en forma de calor, normalmente

mediante la combustión de combustibles fósiles como petróleo, gas natural o

carbón. Este calor es empleado por un ciclo termodinámico convencional para

mover un alternador y producir energía eléctrica. Este tipo de generación

eléctrica es contaminante pues libera dióxido de carbono.

Energía hidroeléctrica: el aprovechamiento de la energía potencial acumulada

en el agua para generar electricidad es una forma clásica de obtener energía. Es

la suministrada por la generación de energía de cataratas (saltos de agua)

Alrededor del 20% de la electricidad usada en el mundo procede de esta fuente.

Es, por tanto, una energía renovable pero no alternativa, estrictamente hablando,

porque se viene usando desde hace muchos años como una de las fuentes

principales de electricidad. Es especialmente indicado para zonas lluviosas o por

las que circulan ríos caudalosos, poco variables aunque en el caso de ríos con

caudales oscilantes se pueden usar los embalses para el almacenamiento de agua

en tiempos de sequía. En España hay centrales de producción hidráulica en la

mayoría de las Comunidades Autónomas; la que tiene mayor potencia instalada

es la de Aldeadávila en el Río Duero (Provincia de Salamanca) seguido por el

embalse José María de Oriol en el Tajo (Cáceres).

Energías renovables: es la energía que se obtiene de fuentes naturales

inagotables, su utilización no compromete su existencia futura ya que está

asegurada por el propio funcionamiento del planeta: solar, eólica, hidráulica,

biomasa y geotérmica.

Fuente de energía: son las materias minerales ofrecidas por la naturaleza que

pueden convertirse en energía, es decir tienen capacidad de transformación en

trabajo. Las fuentes de energía primarias son aquellas que contienen una energía

que no puede utilizarse directamente, sino que es desprendida cuando se

transforma: carbón, petróleo, gas, uranio... y fuentes de energía secundarias es la

energía propiamente dicha, que procede de la transformación de la energía

primaria, se manifiesta en forma de luz, electricidad, calor...

Materias primas: recurso natural, animal, vegetal o mineral, que se transforma

en la industria en producto elaborado o semielaborado.

Polo de desarrollo: política regional basada en el desarrollo y promoción de

zonas como Huelva, Córdoba, Granada, Burgos… Entre 1964 y 1972 se crearon

once polos con el fin de corregir los desequilibrios regionales provocados por la

polarización industrial.

Reconversión industrial: es la reestructuración de la industria con el fin de

racionalizar la producción industrial adaptando la oferta a la demanda, sanear las

finanzas, adecuar el tamaño, modernizar la industria... La reconversión Industrial

está enmarcada dentro del programa de desarrollo y transformación tecnológica

en los sectores industriales.

También se puede definir como el proceso de reajuste de la estructura industrial

de un país para adaptarla a las nuevas condiciones técnicas del mercado. Puede

ser espontáneo u obligado por los poderes públicos. Ejemplo: España 1984

Prácticas

Práctica 1

El mapa representa la estructura espacial y densidad industrial de España en 1975.

Analícelo y responda a las siguientes preguntas:

a) Diga el nombre de las Comunidades Autónomas que tienen más de 16 trabajadores/Km2

.

(Hasta 1 punt0)

b) Identifique y diga el nombre de las ciudades con más de 50.000 empleos situadas en las

Comunidades Autónomas de Galicia, Asturias, Aragón, Castilla y León y Andalucía (Hasta 1

punto)

c) Explique los principales rasgos de la distribución espacial de la industria en España. (Hasta 2

puntos)

(Valoración: hasta 4 puntos)

a) Comunidades Autónomas con más de 16 trabajadores por Km2 son:

entre 16 y 30: Comunidad Valenciana

más de 30: País Vasco, Cataluña y Madrid. b) Ciudades con más de 50.000 empleos en:

Galicia: Vigo (Pontevedra)

Asturias: Oviedo-Gijón-Avilés

Aragón: Zaragoza

Castilla-León: Valladolid

Andalucía: Sevilla

c) Rasgos de la distribución espacial de la industria en España

El actual mapa industrial de España es reflejo de la trayectoria seguida a través de los

tiempos y de los recientes procesos de ocupación del espacio. Sobre él se advierten los

siguientes rasgos:

- Consolidación de Madrid y Barcelona: como centros de la industria

española. Sus respectivas áreas metropolitanas han consolidado una potente y

diversificada industria.

- Declive de los espacios tradicionales de la industria, particularmente los

situados en la cornisa cantábrica, que se hallan en proceso de mutación por la crisis que

afectó a los sectores: metalurgia, petroquímica, naval de gran implantación.

- Espacios industriales en expansión: destacamos las áreas periurbanas al

amparo de la proximidad a los centros urbanos, accesibilidad a los mercados y centros

de distribución, facilidades de instalaciones, situación estratégica de las vías de

comunicación, dotación de suelo…

- Ejes de desarrollo industrial: resultado de los procesos de difusión

espacial de la industria a lo largo de corredores que comunican áreas industrializadas.

Los ejes más dinámicos son el del Ebro (entre el País Vasco y Cataluña) y el

Mediterráneo (desde Gerona hasta Murcia) Acoge una industria muy diversificada que

se beneficia de las altas densidades de población del litoral. Existen otros ejes

secundarios.

- Los espacios de industrialización escasa: se corresponden con los

espacios interiores, con escasa tradición industrial, baja densidad de población y otras

circunstancias desfavorables que les confiere un lugar secundario entre los nuevos

factores de atracción industrial

Práctica 2

El mapa representa la estructura espacial y densidad industrial en 1975. Analícelo

y responda a las siguientes preguntas:

a) Diga el nombre de las Comunidades Autónomas que figuran en cada uno de los

intervalos de Trabajadores/Km2.

b) Explique los contrastes industriales existentes entre el centro y la periferia españoles.

c) ¿Ha cambiado sustancialmente esta situación a partir de 1975? Explíquelo.

a) Comunidades Autónomas:

Más de 30: País Vasco, Comunidad de Madrid. Cataluña.

De 16 a 30: Comunidad Valenciana

De 8 a 15: Asturias, Cantabria, Baleares.

De 4 a 7: Galicia, Navarra, La Rioja, Andalucía, Comunidad de Murcia,

Canarias

Menos de 4: Castilla-León, Aragón, Extremadura, Castilla-La Mancha

b) Contrastes entre en centro y la periferia

Es un contraste muy acusado. El interior del país presenta una escasa industrialización

por razones diversas: baja densidad de población, ausencia de tradición industrial…

Desde la segunda mitad del siglo XIX que empieza la industrialización en el país se

advierte ya una polarización que se agudiza en los años 60 a pesar de la política de

desarrollo industrial basada en los Polos y Planes de Desarrollo que pretendían corregir

los desequilibrios regionales. La emigración de estas zonas hacia las más

industrializadas incrementó las diferencias.

En la periferia la situación fue contraria. La industrialización comenzó en el País Vasco

donde se localizan las materias primas, principalmente el hierro. En la primera mitad del

siglo XIX se construyen los altos hornos vizcaínos. En Barcelona, con una fuerte

presencia de burguesía emprendedora comienza la industria textil, Madrid contaba con

condiciones favorables, su condición de Capital, Reales Fábricas…

La expansión por la costa mediterránea se debió al encarecimiento del suelo industrial,

congestión que provocó la difusión espacial a partir de las zonas más industrializadas.

La mejora de las vías de comunicación desembocó en la aparición de ejes de desarrollo,

el más importante el eje Mediterráneo, con una diversificación industrial, además de la

expansión de otros sectores económicos como el turismo.

c) ¿Ha cambiado la situación desde 1975?

El actual mapa industrial de España es reflejo de la trayectoria seguida a través de los

tiempos y de los recientes procesos de ocupación del espacio. Sobre él se advierten los

siguientes rasgos:

Consolidación de Madrid y Barcelona: como centros de la industria española.

Sus respectivas áreas metropolitanas han consolidado una potente y

diversificada industria.

Declive de los espacios tradicionales de la industria, particularmente los situados

en la cornisa cantábrica, que se hallan en proceso de mutación por la crisis que

afectó a los sectores: metalurgia, petroquímica, naval de gran implantación.

Espacios industriales en expansión: destacamos las áreas periurbanas al amparo

de la proximidad a los centros urbanos, accesibilidad a los mercados y centros

de distribución, facilidades de instalaciones, situación estratégica de las vías de

comunicación, dotación de suelo…

Ejes de desarrollo industrial: resultado de los procesos de difusión espacial de la

industria a lo largo de corredores que comunican áreas industrializadas. Los ejes

más dinámicos son el del Ebro (entre el País Vasco y Cataluña) y el

Mediterráneo (desde Gerona hasta Murcia) Acoge una industria muy

diversificada que se beneficia de las altas densidades de población del litoral.

Existen otros ejes secundarios.

Los espacios de industrialización escasa: se corresponden con los espacios

interiores, con escasa tradición industrial, baja densidad de población y otras

circunstancias desfavorables que les confiere un lugar secundario entre los

nuevos factores de atracción industrial

Por tanto podemos decir que básicamente la situación no es muy diferente en cuanto a

Madrid, Barcelona con una fuerte concentración industrial y un interior de escasa

industrialización y poca densidad de población aunque en los últimos años han

aparecido factores nuevos que, como hemos explicado han modificado el mapa de

industrialización desde 1975.