La Intervencion Profesional en Relación a La Cuestion Social

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www.ts.ucr.ac.cr 1 LA INTERVENCION PROFESIONAL EN RELACIÓN A LA CUESTION SOCIAL: ESCENARIO EMERGENTES Y ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN EJE TEMATICO No.5: Formación e intervención en trabajo social Dra. Margarita Rozas Pagaza Mail [email protected] Argentina. Este pretende analizar la relación entre cuestión social e intervención profesional mediada por el proceso socio-histórico en el marco de los tipos de Estado que la instituyeron. En este capítulo trataremos de explicitar la perspectiva teórica de la intervención profesional y las modificaciones que adquiere en tanto campo problemático para lo cual es importante problematizar los términos de la lógica en la cual se estableció la intervención como actividad socio-ocupacional en el proceso de división social del trabajo. Desde esta perspectiva la intervención profesional es un proceso que se construye a partir de las manifestaciones de la cuestión social y que dichas manifestaciones son las coordenadas que estructuran el campo problemático. El concepto de coordenada está pensado en el sentido de apropiarse de elementos y datos necesarios referidos a las manifestaciones de la cuestión social que nos posibilita definir un punto de partida en la direccionalidad de la intervención. Es decir que atendiendo al origen de la cuestión social, en tanto relación contradictoria entre capital / trabajo, consideramos que la particularidad que adquiere dicha relación en sus manifestaciones específicas en cada momento histórico, constituye el punto de partida que permite desentrañar las condiciones en las cuales se explicita la cuestión social y, por lo tanto, su relación con el campo problemático. Al mismo tiempo, dichas manifestaciones se expresan en la vida cotidiana de los sujetos generando un conjunto de tensiones que afectan sus condiciones de vida y que se constituyen en obstáculos para el proceso de reproducción social. Entendemos la intervención como campo problemático en la medida que ella se constituye en el escenario cotidiano donde se objetivan las manifestaciones de la cuestión

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    LA INTERVENCION PROFESIONAL EN RELACIN A LA CUESTION

    SOCIAL: ESCENARIO EMERGENTES Y ESTRATEGIAS DE INTERVENCIN

    EJE TEMATICO No.5: Formacin e intervencin en trabajo social

    Dra. Margarita Rozas Pagaza

    Mail [email protected]

    Argentina.

    Este pretende analizar la relacin entre cuestin social e intervencin profesional

    mediada por el proceso socio-histrico en el marco de los tipos de Estado que la

    instituyeron. En este captulo trataremos de explicitar la perspectiva terica de la

    intervencin profesional y las modificaciones que adquiere en tanto campo problemtico

    para lo cual es importante problematizar los trminos de la lgica en la cual se estableci la

    intervencin como actividad socio-ocupacional en el proceso de divisin social del trabajo.

    Desde esta perspectiva la intervencin profesional es un proceso que se construye a

    partir de las manifestaciones de la cuestin social y que dichas manifestaciones son las

    coordenadas que estructuran el campo problemtico. El concepto de coordenada est

    pensado en el sentido de apropiarse de elementos y datos necesarios referidos a las

    manifestaciones de la cuestin social que nos posibilita definir un punto de partida en la

    direccionalidad de la intervencin. Es decir que atendiendo al origen de la cuestin social,

    en tanto relacin contradictoria entre capital / trabajo, consideramos que la particularidad

    que adquiere dicha relacin en sus manifestaciones especficas en cada momento histrico,

    constituye el punto de partida que permite desentraar las condiciones en las cuales se

    explicita la cuestin social y, por lo tanto, su relacin con el campo problemtico. Al

    mismo tiempo, dichas manifestaciones se expresan en la vida cotidiana de los sujetos

    generando un conjunto de tensiones que afectan sus condiciones de vida y que se

    constituyen en obstculos para el proceso de reproduccin social.

    Entendemos la intervencin como campo problemtico en la medida que ella se

    constituye en el escenario cotidiano donde se objetivan las manifestaciones de la cuestin

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    social y que atraviesan la vida cotidiana de los sujetos. Este punto de partida nos diferencia

    de aquellas posiciones que han entendido la intervencin desde una perspectiva

    instrumentalista o de instrumentacin de tcnicas; y, en su forma aggiornada, la de

    gerenciamiento de lo social, el que es llamado de manera eufemstica el capital potencial

    del profesional que se lanza al campo de operaciones para solucionar lo llamados

    problemas sociales. Esta es una visin de externalidad en la consideracin de lo social

    para la intervencin profesional; en esta direccin se seala que, ... su tarea es

    considerada autnomamente en la prestacin de los servicios de personas, grupos o

    comunidades particulares- Vale decir, se ve apenas al asistente social y a las funciones

    que desempea en relacin a los usuarios, a los destinatarios de su intervencin; no se

    consigue visualizar, en esta perspectiva, el papel del Servicio Social en relacin a la

    institucin empleadora de este profesional y en relacin al orden socioeconmico y

    poltico. (Montao, 1998:19)

    Estas diversas miradas sobre la intervencin profesional responden a una

    racionalidad instrumental de la accin social del Estado y es reproductivo de la relacin

    recurso-demanda en la cual se inscribe la comprensin fragmentada de lo social sustanciada

    por su institucionalidad. Dicha institucionalidad se organiza a partir de los dispositivos que

    permiten operacionalizar acciones de intervencin social y que, a su vez, tienen relacin

    con la forma cmo se construyen los problemas sociales en tanto ellos expresan la

    fragmentacin y la sectorializacin de lo social.

    Los llamados problemas sociales surgen cuando se instala la cuestin social en la

    esfera pblica y es legitimada por la accin social del Estado. Ello es problematizado en

    tanto el Estado como instancia de fuerzas sociales, al mismo tiempo, desarrolla acciones de

    carcter coercitivo y de consenso. Este juego contradictorio es la dinmica que adquiere la

    atencin de la cuestin social en distintos momentos histricos. Esta es una caracterstica

    constitutiva del Estado capitalista y tambin importante para la consolidacin de un sistema

    de relaciones sociales en el cual la visibilidad de lo social, en tanto cuestin social, siempre

    tiene como base la existencia de la diferencia y la desigualdad propios de dicho sistema.

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    En consecuencia las acciones del Estado en materia social se basan en una tendencia a

    puntualizar, a clasificar y a establecer de manera esttica los problemas sociales. Dicho

    de otro modo, el reconocimiento pblico de las desigualdades sociales como problemas

    sociales puntuales direcciona la institucionalidad del Estado en tanto existen definiciones

    y decisiones para la jerarquizacin y solucin de dichos problemas y en tanto ella no

    afecta las condiciones de reproduccin del capital. Esta concepcin parte de la

    consideracin que la cuestin social es apenas una disfuncin superable y que por lo tanto,

    las desigualdades sociales no constituyen un producto de la forma de organizacin de la

    sociedad, es decir, no comprometen el funcionamiento del sistema como tal; por ello se les

    atribuye un carcter transitorio y pueden ser solucionables en ese lmite.

    Por otro lado el carcter esttico o de estatizacin de los problemas sociales,

    tomados de manera transitoria, ha sido subalternizado, minimizado y secundarizado, al

    mismo tiempo que la desigualdad social es naturalizada, partiendo del supuesto que una vez

    instalados los problemas sociales en la agenda poltica del Estado ellos son reabsorbidos

    por las virtudes del propio sistema. Por lo tanto ello implicara la posibilidad de solucin de

    los mismos, tal como ocurri de manera parcial en el Estado de Bienestar.

    La direccin que toma la solucin de los problemas sociales tiene como punto de

    partida las prioridades establecidas por los sectores dominantes en funcin de garantizar la

    reproduccin del capital; y por la accin de las luchas de la clase obrera organizada y otros

    sectores subalternos de la sociedad. Este proceso marca de manera permanente el carcter

    secundario que ha tenido y tiene lo social; en este contexto la intervencin profesional es

    producto de estas reglas de juego teniendo como funcin la implementacin de acciones

    que contribuyan a las condiciones necesarias al proceso de reproduccin de las relaciones

    sociales. Al respecto se seala que La produccin y reproduccin capitalista incluye,

    tambin una gama de actividades, que no siendo directamente productivas son

    indispensable o facilitadores del movimiento del capital. Son funciones que, con el

    progreso de la divisin del trabajo, se desmembraron de otras adquiriendo una existencia

    independiente, substantivados como funcin especfica de determinados agentes a los

    que est directamente encomendada. (Iamamoto, 1984:89)

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    Junto a este proceso de secundarizacin de lo social y aparente independencia del

    profesional se conjuga una prctica institucionalizada de carcter rutinario y pragmtico

    que reproduce la misma lgica de comprensin y atencin de dichos problemas sociales;

    la solucin que plantea el profesional tambin tiene un lmite porque la intervencin es

    parte de esas reglas de juego establecidos por el Estado.

    En este sentido la solucin de los llamados problemas sociales no depende de la

    voluntad individual de los profesionales justamente porque la intervencin es parte de un

    trabajo colectivo en el marco del conjunto de las relaciones sociales marcado por su

    carcter de asalariados cuya relacin contractual exige la prestacin de determinados

    servicios. En tal sentido lo que el profesional debera tener como herramienta es la

    competencia terica para comprender los trminos en las cuales se desarrolla su

    intervencin. Este proceso de comprensin vinculado al anlisis de la cuestin social le

    posibilitar rescatar el carcter poltico que toda intervencin social tiene, condicin que

    facilitar las bases de otra lgica de intervencin profesional. En esta direccin rescatamos

    el concepto de instrumentalidad que Yolanda Guerra palntea, ... nos referimos a las

    propiedades y capacidades socio-histricas que el profesional va adquiriendo en

    confrontacin entre las condiciones objetivas y las posiciones teleolgicas de sus agentes

    profesionales y de sus agentes sociales que demandan el ejercicio profesional, entre las

    respuestas profesionales y las demandas colocadas a la profesin las cuales le atribuyen

    determinados significados y reconocimiento social que precisan ser comprendidos

    (Guerra, 2000:6, la traduccin es nuestra)

    Fundamentamos que la intervencin como campo problemtico invierte la lgica de

    una perspectiva individual, pragmtica, rutinaria y autonomizada del conjunto de las

    relaciones sociales. Este proceso de inversin implica una ruptura con la lgica de su

    constitucin ;a su turno; ella se funda en bases tericas que cambian los trminos de dicha

    constitucin; al mismo tiempo, restituye el carcter poltico de lo social que es necesario

    para toda accin profesional. Dichas bases tericas han sido explicitadas a lo largo de este

    trabajo; ellas sealan que la cuestin social debe ser analizada como producto del modo de

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    organizacin y funcionamiento de la sociedad capitalista y que tiene una implicancia

    directa en la vida de los sujetos a travs de los cuales se desarrolla la intervencin.

    Esta postura permite comprender que las manifestaciones de la cuestin social

    constituye el despliegue de un conjunto de contradicciones que dicho sistema no resuelve,

    siendo el lmite en el cual transcurre y se potencian dichas manifestaciones; stas son las

    coordenadas que se entrecruzan en la intervencin profesional; ellas se complejizan en la

    medida que dicha cuestin social se agrava y constituyen la forma como el neoliberalismo

    asume dicha cuestin. En tal sentido consideramos que estas manifestaciones operan a

    modo de coordenadas y que definen los trminos en la que se debe problematizar las

    trayectorias de los sujetos que transcurre desde el empobrecimiento hasta los procesos de

    exclusin.

    A partir de esta compresin la intervencin profesional debera salir de los marcos

    clasificatorios, de puntualizacin y de naturalizacin de los problemas sociales

    construidos desde la lgica de transitoriedad; de lo contrario, se seguir en el registro

    positivista de ocultamiento y fragmentacin de la cuestin social, as como la del

    conocimiento y la accin, rutinizando una prctica sin horizonte terico y poltico.

    Entendemos que las manifestaciones potenciadas por su nivel de gravedad de la

    cuestin social contempornea pone en evidencia paradjicamente el ocultamiento de lo

    social. Esta contradiccin se ha agudizado, en tanto se ha magnificado la centralidad que

    el mercado adquiere en el marco del modelo neoliberal as como por la justificacin de

    aquellos que han fundamentado dicha centralidad. A su turno, dicho ocultamiento se

    objetiva en el debilitamiento de las decisiones que el Estado toma para actuar sobre la

    cuestin social; pero, al mismo tiempo, ese debilitamiento es la forma cmo se construye

    hoy el lugar de lo social en la instancia pblica; la evidencia de su presencia en la vida

    social fortalece la conviccin que este rumbo que ha tomado la sociedad puede rebasar las

    condiciones de su capacidad para mantener los lazos sociales. Asimismo, en la medida en

    que el campo de intervencin social del Estado se debilita hay un proceso de

    refilantropizacin de la sociedad por el crecimiento del voluntariado y por la accin de un

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    conjunto de instituciones privadas que asume las contingencias derivadas de la cuestin

    social.

    Las manifestaciones de la cuestin social contempornea como la vulnerabilidad, el

    empobrecimiento, la fragmentacin, la marginalizacin, la desocupacin, la precarizacin

    del trabajo y la marginalizacin, analizadas en el tercer captulo, forman parte de la

    estructura social argentina en tanto constituyen un cmulo de desventajas que afectan a

    grandes segmentos de la sociedad y alteran significativamente sus condiciones de vida. En

    este contexto el actual escenario est cruzado por las trayectorias que conducen a los

    sujetos a la pobreza, a la vulnerabilidad y a los procesos de desafiliacin que impactan en

    la frustracin , la desesperanza y la desintegracin social. Estas ltimas dimensiones

    deberan ser incorporados por los Trabajadores Sociales en tanto coordenadas que no

    corresponden a la esfera material de subsistencia de los sujetos; pero que son

    fundamentales para la construccin del campo problemtico hoy.

    El sealamiento anterior respecto al actual escena rio social ha modificado

    sustancialmente las relaciones sociales, cuya direccionalidad a veces se presenta confusa y

    contradictoria . La aprehensin particular de este escenario permite caracterizar el campo

    problemtico y asimismo problematizar el conjunto de las tensiones sociales a nivel de la

    sociedad y sobre la particularidad que ella adquiere en la trama microsocial. No es nuestra

    intencin dividir lo macrosocial y lo microsocial, como instancias separadas; por el

    contrario, entendemos que el campo problemtico es la textura misma de la conflictividad

    que adquiere la cuestin social cuando se encarna en la vida cotidiana de los sujetos. El es

    el lugar donde se explicitan las trayectorias que llevan a la pobreza, a la desocupacin, a la

    marginalizacin y a la exclusin y que se manifiestan como demandas individuales y

    autnomas de sus relaciones mutuas. Dichas trayectorias, por otro lado posibilitan

    comprender su complejidad, sobre todo cuando se incorporan al conocimiento la

    perspectiva historia y la experiencia social de los sujetos. En estas trayectorias histricas se

    reconocen los daos y las marcas de una fractura social con caractersticas irreversibles. La

    visibilidad que adquieren esas marcas se van acrecentando por la magnitud y la cantidad

    de las contradicciones cada vez ms agudas de una sociedad que est organizada en base a

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    la desigualdad social. En esta direccin la actual cuestin social como expresin pblica

    recorre el camino inverso a su reconocimiento anterior en tanto problemas sociales.

    Esto nos lleva a ratificar las condiciones de la cuestin social contempornea,

    encarnada en la vida de los sujetos que marcan las coordenadas del campo problemtico

    en Trabajo Social, cuyas manifestaciones deben ser aprehendidas en toda su complejidad.

    En esta direccin la intervencin no es sobre los problemas sociales o sobre la

    realidad; es, por el contrario, el desentraamiento de las manifestaciones de dicha

    cuestin social y es la reconstruccin analtica de esas manifestacio nes en la particularidad

    que adquiere la relacin contradictoria entre los sujetos y sus necesidades. Entendemos que

    dichas necesidades no se reducen a la crisis de la materialidad de los sujetos sino tambin a

    las marcas ms significativas de la degradac in de la condicin humana. A nuestro juicio

    esta es la modificacin sustancial que debera alcanzar la intervencin profesional en

    relacin a la cuestin social contempornea.

    1. La definicin de la Cuestin Social Contempornea

    Denominamos cuestin social contempornea a sus manifestaciones agravadas con la

    que se expresa y complejiza la estructura social de hoy en nuestros pases. Desde nuestra

    perspectiva terica sobre la cuestin social nos parece necesario sealar que no existe vieja

    ni nueva cuestin social en tanto ella emerge como tal con el inicio del capitalismo y con

    las particularidades histricas que ella adquiere en cada formacin social. Las

    manifestaciones de la cuestin social contempornea, a nuestro juicio, no pueden ser

    ledas al margen del problema central que la originan: los modos de organizacin de la

    sociedad a partir de la relacin entre capital y trabajo. Las transformaciones que se han

    generado en los sistemas de produccin y en la rotacin y velocidad de recuperacin del

    capital, gracias al desarrollo de la tecnologa y el avance de la informtica, han cambiando

    sin duda las condiciones del trabajo y la reproduccin del capital. Como producto de ese

    proceso de reestructuracin se han generado niveles de precarizacin laboral, desocupacin,

    vulnerabilidad, marginalizacin, empobrecimiento y exclusin.

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    Estas manifestaciones estn complejizadas porque traen aparejado un conjunto de

    contradicciones instalados en el registro de la sociedad capitalista. Vera Da Silva Telles

    explora sobre esas contradicciones a partir del concepto de apora que usa Castel; ella las

    analiza desde la perspectiva de disyuntiva de las diversas dimensiones de la actual

    cuestin social: la cuestin social es una apora que pone en el centro una disyuncin,

    siempre renovada, entre lgica de mercado y dinmica societaria, entre la exigencia

    tica de los derechos y los imperativos de eficacia de la economa, entre el orden legal

    que pretende igualdad y la realidad de las desigualdades y exclusiones tramadas en la

    dinmica de relaciones de poder y dominacin. Apora que en los tiempos que corren se

    refiere tambin a la disyuncin entre las esperanzas de un mundo que valga la pena ser

    vivido, inscriptas en las reinvindicaciones por derechos y el bloqueo de perspectivas de

    futuro para las mayoras afligidas por una modernidad salvaje que desestructura formas

    de vida y hace de la vulnerabilidad y la precariedad formas de existencia que tienden a

    ser cristalizadas como nico destino posible (1999:85).

    En esta perspectiva la misma autora seala que discutir sobre la cuestin social es

    problematizar la sociedad en su historia y en su perspectiva de futuro; es pensar, a

    nuestro juicio, sobre la fractura que ha generado el cambio de un proceso de acumulacin

    hacia otro. Esta gran transformacin, al decir de Polanyi tensiona todos los aspectos de

    la vida social; adems imprime una dinmica diferente a los mecanismos de

    funcionamiento de la sociedad, tal como hemos explicado en el captulo tres.

    Las transformaciones de la vida social y las contradicciones que marcaron su

    constitucin no se remiten a las polticas neoliberales que se aplican hoy; tienen su raz en

    un hecho fundacional, la Revolucin Industrial a finales del siglo XVIII, basado en el

    liberalismo econmico que fue capaz de reducir todo los elementos de la produccin al

    estado de mercancas. En ese sentido Polanyi seala: Los pioneros del absolutismo

    econmico soaron con una sociedad sin trabas para el comercio de modo que viviese al

    ritmo marcado por el desarrollo de un mercado autorregulador. Pero este pilar central

    del credo liberal- que proporciona refuerzo y sentido a otras piezas fundamentales del

    sistema de mercado del siglo XIX tales como el patrn- oro, el equilibrio entre las

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    potencias y el propio Estado liberal- dej a las sociedades a merced de los vaivenes

    imprevisibles provocados por la especulacin, el afn de lucro y la doble competencia en

    los negocios. Por primera vez en la historia de la humanidad, la sociedad se converta en

    una simple funcin del sistema econmico y flotaba sin rumbo en un mar agitado por

    las pasiones y los intereses, como un corcho en medio del ocano. La tierra, los hombre,

    y el dinero se vieron fagocitados por el mercado convertidos en simple mercancas para

    ser compradas y vendidas. La naturaleza y el hombre, como cualquier otro objeto de

    compra-venta sometidos a la ley de la oferta y la demanda... (Polanyi, 1997:15)

    Esta descripcin de Polanyi respecto a lo que significo la Revolucin Industrial, por

    la cual se instal una lgica de organizacin de la sociedad en funcin de un sistema

    econmico, a nuestro juicio acenta el disloque social que implic una inversin de los

    principios fundacionales del proyecto transhistrico de la Ilustracin, tales como libertad y

    autonoma del hombre sobre la base del conocimiento que le permitira controlar la

    naturaleza segn sus deseos y necesidades. Este proyecto encarnado por el capitalismo se

    convirti, por el contrario, en un sistema de explotacin y alienacin del hombre generado

    por un conjunto de contradicciones que dilematizaron la relacin entre lo econmico y lo

    social; lo poltico y lo econmico y lo pblico y lo privado. Asimismo se observa la

    existencia de pobres y ricos, la de desigualdades tnicas y de minoras, la contradicciones

    entre ciudad y campo y entre derechos sociales e individuales, constituyendo las marcas de

    un sistema de injusticia social que hoy aparecen de manera agravada.

    Dichas contradicciones y disyuntivas para Vera Da Silva Telles; disloque para Polanyi

    dinamizaron la vida social considerando los momentos de desarrollo y cierta equidad que

    se establecieron en la edad de oro del capitalismo; ellos son los pilares fundamentales que

    sostuvieron el funcionamiento de la sociedad en la direccin del mercado. Desde esta

    perspectiva la estructura de las reglas de juego y decisiones polticas en la esfera del

    Estado definieron el lugar de lo social entrampado en esta lgica que es funcional al

    sistema. A partir de este hecho fundacional es necesario analizar el desenvolvimiento de la

    cuestin social contempornea y pasada; dicho desenvolvimiento no es lineal y l

    adquiere su particularidad en cada momento histrico, tal como analizamos para el caso

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    argentino. La comprensin de este proceso es la base fundamental e ineludible para definir

    la intervencin en tanto campo problemtico.

    El campo problemtico implica, por lo tanto, la lectura del proceso de la sociedad en

    tanto lgica invertida en la cual se genera la cuestin social; la misma debe ser

    resignificada en el contexto histrico particular. Este proceso de resignificacin permite

    instalar las bases sobre las cuales se define el campo problemtico; a su turno dicho

    campo se nutre de las manifestaciones de la cuestin social expresadas por los sujetos

    como demandas que constituyen el punto de partida de la intervencin. Esta demanda

    siempre fue un componente necesario; con ello no estaramos diciendo nada nuevo, pero

    cambia es el marco de explicacin en la que se dan dichas demandas. Las mismas

    constituyen apenas una expresin inicial de la complejidad de la cuestin social generada a

    partir de la inversin de la lgica en el funcionamiento de la sociedad. Esta posicin terica

    tiene como base la comprensin de los trminos sobre las cuales se estructur la

    intervencin profesional y su relacin con los llamados problemas sociales.

    En tal sentido dicho proceso de comprensin de las demandas como expresin de

    necesidades no resueltas es una lgica invertida que genera la cuestin social, marca la

    diferencia con las tendencias pragmticas e instrumentalistas de la intervencin. A su turno

    la orientacin de las decisiones sobre la comprensin y solucin de esas demandas,

    operacionalizadas desde las instituciones, tiene el sello de su origen, en tanto inversin de

    esa lgica producto de dicha cuestin social. Ello se contrapone a la lectura de las

    decisiones polticas como inquebrantables y naturalizadas respecto al funcionamiento de la

    sociedad e inamovibles respecto a las funciones que se le adjudican a los agentes

    profesionales. En tal sentido nuestra perspectiva terica sobre la intervencin reposiciona

    al profesional, en tanto ste debe incorporar una lectura terica y crtica que le posibilita

    resignificar la demanda en el plano analtico, en sus dimensiones no slo materiales, sino

    sobre todo, en la comprensin de la degradacin humana a la que se ha sometido la vida de

    los sujetos. Esta mirada significa justamente la construccin de una perspectiva autnoma y

    emancipatoria de la intervencin.

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    En definitiva lo que expresamos como intervencin en tanto campo problemtico;

    es el escenario de interelaciones que se entrelazan entre las prcticas de los sujetos y las

    trayectorias que recorren hasta situaciones de pobreza. Dichas trayectorias por las que

    transitan individuos, grupos y familias expresan las modificaciones que se generan en el

    conjunto de las relaciones sociales por la fragmentacin de la cuestin social; poniendo en

    evidencia la falacia de su transitoriedad con la que se pensaba su existencia durante la

    cultura del progreso. Las trayectorias que llevan a la degradacin humana estn instaladas

    en la estructura social. siendo sta la particularidad que adquiere la cuestin social

    contempornea. En tal sentido la lucha de los sujetos por sus condiciones de vida tampoco

    es nueva, lo que cambia es el horizonte posible que ofreca el Estado de Bienestar, con la

    incertidumbre que muestra el modelo neoliberal. La comprensin de este escenario social

    slo es posible si ella se inscribe en una perspectiva terica crtica que permita desentraar

    los trminos en los que se ha planteado el lugar de lo social en relacin al mercado, segn

    el marco de explicacin del neoliberalismo.

    2. La Definicin del Capo Problemtico en relacin a la Cuestin Social.

    .El anlisis de la intervencin como campo problemtico est centrado en la dinmica

    contradictoria que se genera en la relacin sujeto- necesidad como expresin fundamental de

    la cuestin social. En esta direccin el concepto necesidad no se reduce a una demanda, ni

    tampoco a lo que el neoliberalismo plantea en el sentido de equiparar la demandas de los

    consumidores con sus preferencias individuales. Los consumidores de los que habla el

    neoliberalismo son los consumidores de primera referidos a franjas sociales que concentrar

    el mayor poder adquisitivo. En este sentido son unos pocos los que marcan los patrones de

    consumo, por el cual el concepto de necesidad tiene un sentido parcial y autnomo en relacin

    a los derechos mnimos que todos los ciudadanos deberan tener respecto al acceso de bienes

    y servicios que la sociedad produce. Desconocer la necesidad como derecho y condicin

    humana es parte de la visin ms conservadora de lo social, lo cual se ha generado en el origen

    mismo de la cuestin social. La fragmentacin de la necesidad en su sentido puramente

    material es la contracara del carcter universal de las necesidades como derechos sociales.

    Dicha fragmentacin consecuentemente establece el carcter clasificatorio de las necesidades

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    y, al mismo tiempo, define los trminos en los que se sustenta su satisfaccin puntual,

    orientando dicha satisfaccin a partir de la posibilidad del consumo en relacin a las

    oportunidades y preferencias de los consumidores.

    A nuestro juicio la necesidad expresa la condicin humana en tanto es expresin material

    y necesidad de vida social y poltica. Por el contrario el liberalismo clsico y, su versin

    actual, el neoliberalismo, argumentan que la necesidad se reduce a la capacidad de consumo,

    en tanto los ciudadanos se han convertido en meros consumidores de mercancas; y, lo que es

    peor, el patrn de necesidades en tanto jerarqua de la demanda del consumidor se organiza

    teniendo en cuenta solamente a aquellos que concentran la mayor capacidad adquisitiva. En

    tal sentido se polarizan las desigualdades sociales entre los consumidores de mayor capacidad

    adquisitiva y los consumidores al margen de este patrn, quienes no son importantes para la

    reproduccin del capital.

    Hay una tendencia en desvincular la necesidad de su carcter universal y del lugar de

    derechos sociales que ella debe tener; se justifica desde las concepciones naturalistas,

    relativistas y culturalistas de la necesidad. En el primer caso porque la concepcin

    naturalistas o utilitarista reduce las necesidades a deseos o preferencias regulados por el

    mercado al que se supone superior en eficiencia y moralidad a cualquier otro instrumento

    social; el utilitarismo olvida que las necesidades son producidas socialmente con lo que ello

    implica en trminos de desigualdad, diferencias y confl ictos, de fallas del mercado y

    fantasas de libre eleccin individual, ( Doyal y Gough 1994:14)

    En este sentido el neoliberalismo al desconocer el carcter universal de las necesidades,

    acenta la perspectiva individual de la misma y su connotacin puramente biolgica;

    vinculada exclusivamente a las situaciones de pobreza absoluta. Ello ha llevado al Estado a

    justificar la disminucin de sus responsabilidades para enfrentar el dficit existente respecto a

    las necesidades bsicas que, de algn modo, haban sido contempladas en el Estado de

    Bienestar. Al mismo tiempo que ellas son desatendidas por el Estado crece instituciones

    privadas y el voluntariado que se hacen cargo de estas necesidades. An cuando se pueda

    reconocer su importancia relativa respecto a la asistencia que brindan, es necesario remarcar

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    que lo que est en cuestin es la minimizacin del papel del Estado respecto a la atencin de lo

    social; Por lo tanto, ninguna institucin privada podr sustituir esta funcin.

    Heller, por otro lado, seala que el desarrollo de la divisin del trabajo y de la

    productividad, crea junto con la riqueza material, tambin la riqueza y la multiplicidad de

    necesidades; pero las necesidades se reparten siempre en virtud de la divisin del trabajo: el

    lugar ocupado en la divisin del trabajo determina la estructura de la necesidad o al menos

    sus lmites (Heller; 1978:22)

    Nuestra comprensin del concepto de necesidad no es puramente economicista; por el

    contrario sustentamos que ella tiene que ver con las condiciones ptimas de reproduccin

    biolgica y social de los sujetos. En tal sentido existe una proyeccin social y poltica de las

    necesidades como aspectos emancipatorios en la vida de los sujetos. Por ello la reduccin de

    las necesidades a su nivel material es un reduccionismo que empobrece la condicin humana.

    Justamente esta reduccin, como dice Marx, es una expresin de la alienacin en la medida

    que el fin de la produccin no es la satisfaccin de las necesidades sino la valorizacin del

    capital, en la que el sistema de necesidades est basado en la divisin del trabajo y la

    necesidad slo aparece en el mercado bajo la forma de demanda solvente (Heller,

    1978:24-259

    En esta perspectiva consideramos que el campo problemtico es una expresin de

    las manifestaciones de la cuestin social encarnadas en la vida cotidiana que los sujetos

    desarrollan, lo cual adquiere una dinmica de confrontacin permanente con la satisfaccin de

    sus necesidades. Dicha confrontacin no se reduce a la mera subsistencia biolgica sino

    tambin a la bsqueda de posibilidades de cambiar las trayectorias que los lleva a la pobreza,

    a la marginalidad o a la vulnerabilidad, trayectorias que ellos no escogieron y que, por el

    contrario es producto de la fractura social ocasionada por el sistema capitalista. Estas

    trayectorias tienen su origen en la estructura social y econmica desigual que cada vez se

    profundiza ms y abarca a sectores ms amplios de la sociedad; ellas estn entrecruzadas por

    el despliegue agravado de las manifestaciones de la actual cuestin social lo cual debilita los

    lazos sociales y la posibilidad de construccin de nuevas relaciones.

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    El Estado Neoliberal, para el caso argentino, encubre el carcter de gravedad de la

    cuestin social instalando la idea de que el crecimiento econmico ser la garanta de su

    solucin. En consecuencia el discurso conservador insiste en considerar que los problemas

    sociales tienen carcter transitorio y en tal sentido las respuestas son direccionadas de manera

    puntual y, al mismo tiempo, las polticas sociales se focalizan y asistencializan en funcin de

    poblaciones objetivo vinculadas a la extrema pobreza En este contexto entra en crisis la

    base concreta de institucionalidad de la intervencin profesional en el mbito de las polticas

    pblicas del Estado. Dicha crisis es denominada por Rose Serra crisis de materialidad del

    servicio social, en cuanto dicha base concreta se efectiviza por la mediacin de prestacin

    de servicios sociales de las polticas sociales, en especial de asistencia social en la cual ha

    sido histricamente ejecutor por excelencia. Por tanto materialidad se refiere a esa

    particularidad de accin del Servicio Social, esto es a esa modalidad de prctica profesional

    No se refiere ni abarca otras inserciones de la profesin (sector privado empresarial o

    tercer sector o entidades sin fines lucrativos). (Rose M.S.Serra, 2000:20)

    Efectivamente el Estado Neoliberal genera las bases de debilitamiento de las polticas

    sociales alterando las condiciones de la intervencin profesional. Dicho de otro modo, frente a

    la constatacin de la modificacin de la base de institucionalizacin de la intervenci n se hace

    necesaria una ruptura terica con la anterior modalidad de intervencin. Por ello es preciso

    partir de otro registro terico que aporte elementos de anlisis para desentraar la cuestin

    social contempornea, mediado por los procesos histrico-sociales, a fin de poder definir la

    particularidad que adquiere en los nuevos contextos especficos. En esta direccin contribuye

    el campo problemtico como concepto que intenta una ruptura con un tipo de intervencin

    tradicional.

    La particularidad de dicho contexto especfico debe ser resignificado de manera

    permanente a partir de los datos empricos que la intervencin proporciona en el encuentro con

    la realidad. Dichos contenidos recreados permitirn vislumbrar las continuidades,

    discontinuidades y rupturas de la trayectoria de los sujetos como expresin del conjunto de las

    relaciones sociales y, al mismo tiempo, aportara al desarrollo de estrategias pertinentes a

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    dicho proceso. En este sentido, lo social, y la sociedad no son estructuras cerradas, acabadas y

    definidas para siempre como unidad ltima e imposible. Las sociedades son productos

    histricos y, como tales, sistemas de equilibrio entre necesidad y contingencia. De ello deben

    dar cuenta las disciplinas que se ocupan de lo social, as como del tipo de relacin entre los

    campos problemticos, de sus continuidades y discontinuidades y de sus razones histrico -

    sociales." (Puiggrs, 1989:23)

    En esta direccin consideramos que la intervencin entendida como campo

    problemtico en Trabajo Social debe tener en cuenta las siguientes premisas:

    1-Ella se constituye a partir de la comprensin crtica e histrica de la cuestin social

    contempornea cuya particularidad es la expresin agravada de sus manifestaciones que

    desde su origen, responden a la relacin capital-trabajo generada en la organizacin de la

    sociedad capitalista. El rumbo que tom la sociedad constituye una fractura, una apora o un

    disloque social que invierte una lgica y sentido de la sociedad al ponerla al servicio del

    mercado, argumentado en un primer momento por el liberalismo clsico y resignificado por el

    neoliberalismo.

    2- En esa perspectiva, la particularidad que adquiere la cuestin social debe ser

    problematizada y mediada por las condiciones socio -histricas de cada sociedad. Estas

    condiciones constituyen el contexto inmediato que permite reconocer las coordenadas de la

    cuestin social. Al mismo tiempo dichas coordenadas se manifiestan en la vida cotidiana de

    los sujetos que son operacionalizadas como demandas y constituyen la expresin ms

    especfica de la relacin contradictoria sujeto-necesidad, como producto de la lgica

    invertida sobre la que emergi la cuestin social.

    3- la visibilidad pblica que adquiri la cuestin social se fund sobre el reconocimiento de

    las desigualdades sociales existentes a partir de la cual se construyeron los problemas

    sociales vistos de manera esttica y clasificatoria teniendo como base la consideracin de

    su carcter transitorio. Este carcter transitorio, a su vez, es la forma cmo se construyeron y

    entendieron los trminos de la cuestin social; en consecuencia ello define la orientacin de

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    las decisiones, las reglas de juego y las prioridades en la definici n de la importancia de los

    problemas sociales que el Estado debe enfrentar.

    4- En esta perspectiva el vaciamiento del lugar del sujeto como constructor de relaciones

    sociales lo ha convertido en un consumidor y, lo que es ms grave, sin la mediaci n del

    Estado, sometido a la barbarizacin de su existencia. Por otro lado, se va debilitando el

    horizonte emancipatorio y su posibilidad de autonoma al ser sometido a la mera lucha por su

    subsistencia. En tal sentido la ecuacin consumidor-demanda es absolutamente pertinente

    dentro los parmetros que establece el neoliberalismo respecto a las condiciones de

    reconstitucin de la crisis del capitalismo. Los trminos de la integracin desigual de estos

    consumidores al mercado marca un camino peligroso para el funcionamiento de la sociedad.

    5. La comprensin de campo problemtico, en tanto, expresin de las manifestaciones de la

    cuestin social, establece un conjunto de relaciones entre sujetos, instituciones y saber

    profesional. Dichas relaciones establecen miradas diferenciadas sobre la cuestin social; en tal

    sentido, debera incorporarse la lectura poltica de la cuestin social adems, de su

    comprensin terica. Por ello, la definicin tico- poltica y terica es una dimensin central

    que atraviesa el campo problemtico. Esta perspectiva implica, al menos, direccionar la

    intervencin hacia la comprensin de la cuestin social en el lugar de la instancia pblica del

    Estado y la sociedad, an cuando sabemos que ello no significa la resolucin definitiva de

    dicha cuestin social. Pero dejar que ello se pulverice en la refilantropizacin de las acciones

    privadas y aisladas, puede ser an ms peligroso para una gran mayora de la sociedad.

    6- La perspectiva terica que desarrollamos para la comprensin de la intervencin profesional

    en tanto campo problemtico sienta las bases para entender la particularidad de la cuestin

    social como apropiacin terica de la realidad. En tanto tal no existe una lgica interna que se

    formalice en una metodologa de intervencin o en implementacin de modelos de

    intervencin que puedan ser aplicados, su efectividad no depende de la adecuada aplicacin de

    dichas metodologas. Por lo tanto solamente en la medida que exista una apropiacin fiel de la

    realidad, se puede establecer procedimientos operativos que faciliten la intervencin

    profesional. Dicho de otro modo, la preocupacin por racionalizar y normativizar la

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    intervencin a travs de metodologias formalizadas sin el contexto de explicacin al que

    venimos haciendo referencia a lo largo de este trabajo, no aportan a la comprensin del campo

    problemtico. Reconocemos que en los ltimos tiempos recobran importancia los

    procedimientos formales como indicativos de una lgica a seguir para hacer eficiente la

    intervencin profesional.

    7- Las herramientas operativas de la intervencin ser eficiente, y desde luego pienso que es

    necesario que la sea, en tanto constituya parte una perspectiva terica que haga a la

    comprensin del campo problemtico. Es ms, el profesio nal de Trabajo Social, y cualquier

    profesional que trabaje en el campo de lo social necesita incorporar instrumentos operativos;

    sin embargo la consideracin que la intervencin se reduce a ellos es una manera de debilitar

    el campo disciplinar an cuando en lo inmediato pueda tener algn efecto positivo para

    legitimarse en el espacio socio-ocupasional.

    .

    3. Sobre qu, para qu, cmo y con quienes se estructura una

    estrategia de intervencin profesional como Campo Problemtico.

    Frente al carcter difuso con el que se plantea la intervencin del Trabajador Social y

    que la huella persistente de su origen ideolgico nuestra intencin desde la argumentacin

    terica que desarrollamos, es resignifcar los aspectos que estn presentes en la intervencin

    profesional pero que han sido priorizadas en funcin de concepciones conservadoras que

    han acentuado su fragmentacin.

    Dicho de otro modo, la sobrevaloracin del cmo se acta- para referirse a los

    procedimientos instrumentales de la intervencin- ha llevado a la profesin a responder a

    esta cuestin con la formalizacin de metodologas de intervencin y tcnicas diversas,

    acentuando su carcter pragmtico y empirista. En otras ocasiones la sobredeterminacin

    con quines se trabaja ha llevado a los profesionales, basados generalmente en su

    sensibilidad social, a identificar de manera confusa diversos sujetos con los cuales acta

    como el pueblo, los sectores populares o los sectores necesitados. Por otro lado cuando se

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    ha querido definir el sobre qu trata la intervencin se ha acudido, sin mayor

    argumentacin terica, a nombrar la realidad social, los problemas sociales y las

    necesidades sociales; adems de buscar en estas respuestas la especificidad de la profesin

    se ha accedido de manera indiscriminada a teoras y autores que plantean posiciones

    contradictorias sobre la comprensin de lo social. Ello ha agravado el carcter vulnerable

    de la intervencin.

    A partir de esta constatacin consideramos que la intervencin profesional es una

    construccin histrico-social; y afirmamos que dicha intervencin, pensada como campo

    problemtico, se desarrolla a partir de las manifestaciones de la cuestin social que

    afectan directamente a la reproduccin social de los sujetos. Dichas manifestaciones

    adquieren un significado particular para la intervencin en cuanto ellos se encarnan su vida

    cotidiana de los sujetos. Desde esta perspectiva, en los trminos que analizamos en este

    captulo, esas manifestaciones de la cuestin social constituyen las coordenadas que

    aparecen como obstculos a la reproduccin social de los actores sociales cuando stos se

    enfrentan a sus necesidades. Estas necesidades se expresan en demandas puntuales, que es

    la forma cmo se ha institucionalizado la cuestin social en la esfera pblica del Estado.

    Por lo tanto, el sobre qu de la intervencin alude a los fundamentos de la cuestin

    social y las manifestaciones de la misma en la vida de los sujetos sociales; ella se expresa

    desde la racionalidad instrumental del Estado en la relacin rcurso-demanda. En esta

    perspectiva debe ser analizada en otro nivel de abstraccin que de cuenta de la relacin

    sujeto-necesidad. Situar el sobre qu en estos trminos implica un posicionamiento

    terico y poltico en cuanto se entiende la intervencin como parte del conjunto de las

    relaciones sociales y, en tanto tal, se problematice la constitucin de la cuestin social

    como inversin de una lgica que emana de la forma de organizacin de la sociedad

    capitalista.

    Este posicionamiento nos permite sentar la bases tericas sobre las cuales se construye

    un campo problemtico, el mismo est atravesado por las manifestaciones de la cuestin

    social y pensado como parte de los procesos sociales. Desde este lugar el para qu de la

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    intervencin alude a los objetivos y fines de la intervencin que deben ser analizados en

    dos niveles de abstraccin: uno, desde la perspectiva terico- ideolgica que sustentamos, se

    refiere a la construccin de un pensamiento crtico que desentrae el carcter de

    opacamiento de la cuestin social y, las justificaciones de la misma en el marco del

    neoliberalismo y la direcionalidad que asume el proceso de acumulacin capitalista. El

    segundo corresponde a construcciones de objetivos pertinentes en relacin a la estrategia

    profesional ms inmediata, sin dejar de plantear la citada perspectiva anterior, a fin de no

    quedarse en objetivos inmediatistas en los cuales se pierda el horizonte de la intervencin.

    En esta perspectiva la importancia de repensar el carcter social de las necesidades

    vinculadas a los derechos sociales en contraposicin a la individualidad de los satisfactores

    a partir del consumo, permite valorar la significacin de la intervencin en la construccin

    de las relaciones sociales desde los espacios diversos en los cuales ella se desarrolle.

    Respecto al cmo, reconociendo que es importante para la intervencin contar con

    herramientas e instrumentos operativos, es necesario remarcar que ellos derivan de la

    perspectiva terica que fundamenta el campo problemtico. En esta direccin

    consideramos que el cmo es necesario en tanto aporta a la competencia terico-

    metodolgico del Trabajador Social. Cuando decimos que l deriva de la fundamentacin

    del campo problemtico estamos haciendo referencia a que dicho campo expresa, en

    trminos generales, el escenario particular resignificado del Trabajo Social. En

    consecuencia sus procedimientos tcnicos y metodolgicos estn orientados por esta

    comprensin. El cmo desvinculado de esta comprensin responde a un registro terico

    de tendencia instrumentalista.

    La profesionalidad a la que hacemos alusin se refiere a la argumentacin terica del

    campo problemtico, a sus objetivos y a sus procedimientos; por lo tanto, la autoafirmacin

    de la identidad deja de ser una declaracin de principios y la pretendida autonoma de la

    intervencin, as como el vaco terico que existe para argumentar el campo problemtico,

    dejaran de resolverse a travs de la implementacin de metodologas formalizadas que se

    consideran propias del Trabajo Social (caso, grupo y comunidad).

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    Respecto al tema con quines se trabaja responde a la fundamentacin del campo

    problemtico, en el sentido que la direccionalidad del anlisis del campo problemtico

    orienta nuestra intervencin no slo a un nico sujeto, dado que las manifestaciones

    actuales de la cuestin social expresan diversas desigualdades sociales, las cuales se

    multiplican, se diversifican y no slo afectan a la clase trabajadora sino tambin a los

    sectores de la clase media y a los pobres estructurales. Dicho de otro modo, la comprensin

    del campo problemtico direcciona la intervencin en trminos generales a los sectores

    sociales que acumulan mayores desventajas y posiciones de vulnerabilidad. Este

    reconocimiento implica la necesidad de comprender por dnde pasa hoy la cuestin social y

    cules son las coordenadas centrales que la cruzan.

    CONSIDERACIONES FINALES

    La investigacin permiti evidenciar que la modificaciones de la intervencin profesional

    en relacin a la cuestin social estn ntimamente relacionadas con las formas de

    institucionalidad social que el Estado asume en cada momento histrico como producto de las

    transformaciones generadas en los modelos de desarrollo por los que transit la economa de

    nuestros pase La importancia de entender estos procesos histricos constituye la base de

    sustentacin del campo problemtico.

    En esta perspectiva el anlisis de las protoformas que dieron lugar a la

    institucionalizacin de la intervencin profesional evidenciaron que las concepciones sobre la

    cuestin social, as como las prcticas de intervencin del Estado, influenciaron de manera

    significativa la separacin de la intervencin del Trabajo Social con la lectura de los procesos

    sociales particulares y generales. En tal sentido afirmamos que las protoformas que

    antecedieron a la disciplina respecto a la comprensin de la cuestin social estuvieron

    influenciadas por el pensamiento conservador. En l se puede destacar fundamentalmente una

    prctica cuyo objetivo fue incidir en las "patologas del individuo" derivadas de las

    disfunciones provocadas por la instauracin de la sociedad moderna. Las prcticas de

    instituciones de intervencin estatal constituy la base sobre la cual se profesionaliza la

    intervencin del Trabajo Social

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    La particularidad de la cuestin social en esta etapa de constitucin del Estado Moderno

    se manifiesta con la aparicin de la cuestin obrera como fuerza poltica, en tanto, esa clase se

    define como actor poltico y social. En tal sentido la concepcin sobre la cuestin social y los

    modos de intervenir desde el Estado anteceden al origen de la intervencin profesionalizada y

    determinan su desarrollo posterior. Por ello se puede afirmara que la intervencin profesional

    est sustentada en una lgica por la cual la construccin de los problemas sociales tienen un

    carcter transitorio y puntual; en consecuencia sus mecanismos operativos tienen una

    perspectiva parcial de lo social y desvinculada del conjunto de las relaciones sociales.

    La cuestin social en el Estado de Bienestar se articul sobre dos coordenadas: la de la

    integracin social y la de la marginalidad, planteadas sobre todo, en los aos sesenta. Por ello

    hemos definido que los trminos en los que se establece la particularidad de la cuestin social

    en esta etapa, derivan de los procesos de integracin y de la marginalizacin, su dinmica

    conflictiva es producto, por un lado, de las condiciones en la que se ampla la incorporacin

    de los trabajadores al proceso productivo con caractersticas de cierta inclusion y beneficiados

    por la ampliacin de las poltica sociales; y, por otro lado, la existencia de sectores marginados

    y los llamados grupos de alto riesgo esperando ser partcipes de ese proceso de inclusin.

    Estos sectores sociales mencionados eran atendidos por la poltica de asistencia social que

    normativizaba e institua la existencia de dichos grupos.

    La dinmica conflictiva de integracin/marginalidad que puede ser leda como

    inclusin - exclusin es la forma como se manifest la cuestin social y constituye la fractura

    ms importante que se ha generado en esa etapa, la cual se ha agravado con la crisis del

    capitalismo de los aos 70. Dicho proceso de integracin se desarrolla en funcin del pleno

    empleo, la propiedad de bienes y la unidad del mundo socio-cultural, en una sociedad que va

    en direccin al cambio, el que supona la existencia de una lnea en ascenso en la cual los

    individuos y los grupos tienen las posibilidades potenciales de ocupar un lugar en esa

    estructura social. Asimismo, se supona que sta se construa sobre los patrones de estabilidad

    y continuidad. En esta perspectiva el concepto de integracin adquiere un significado central

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    para la intervencin profesional en tanto ella aportara a dicho parmetro de estabilidad y

    continuidad de la direccin que la sociedad de progreso haba tomado.

    Desde esta perspectiva funcionalista la intervencin profesional construye su campo

    problemtico sobre la idea de absorcin de los problemas sociales. Ella responde a la

    necesidad de modificar el comportamiento de los hombres hacia actitudes de cambio para el

    sostenimiento de la cultura de progreso. La modificacin que tiene la intervencin respecto a

    la casustica de la primera etapa, se centra en la importancia que adquiere el Trabajo Social

    Comunitario. En el cual la intervencin profesional tiene como objetivo mantener el

    equilibrio social, necesario para la integracin social. Por ello se considera de que la

    intervencin debe ayudar a regular la rapidez, la asimilacin y la orientacn de los

    cambios, actuando como catalizador de sistemas de vida que lleven a situaciones de

    mayor bienestar.

    En el trayecto de constitucin del neoliberalismo, la de los aos ochenta fue la

    dcada que marc un quiebre profundo en la transformacin de la sociedad, hasta la

    actualidad; para el caso de Amrica Latina y de Argentina tuvo como consecuencias de

    magnitud, el crecimiento persistente de la pobreza y se constituy en el aspecto central de

    la cuestin social. Esta gran transformacin en el sentido de Polanyi, expresa el cambio

    de una economa basada en el modelo de sustitucin de importaciones a otro de apertura de

    comercial impulsado por el denominado Consenso de Washington( 1992).

    El agotamiento del modelo de sustitucin de importaciones se dio fundamentalmente por

    la prdida de dinamismo de la economa que se reflej en la falta de adecuacin de la

    produccin a las nuevas demandas del mercado internacional. Asimismo esa

    transformacin se gener a nivel de la demanda de los productos en relacin al nuevo

    perfil de preferencias de los consumidores. Por otro lado estallaron procesos inflacionarios

    como consecuencia del servicio del pago de la deuda externa que tuvo su origen en la

    crisis de las finanzas del sector pblico y en el dficit de la balanza de pagos.

    El carcter regresivo de las polticas redistributivas generado por la falta de una

    poltica de reestructuracin tributaria perjudic a los sectores ms desprotegidos, donde

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    crecieron el desempleo y el subempleo; a su turno aumento el crecimiento de las

    desigualdades en el sector urbano entre los empleados del sector formal, los del informal

    as como el empobrecimiento general de la sociedad.

    EL contexto anterior crea las bases socio-histricos para entender la modificacin de la

    intervencin profesional en relacin a la cuestin social contempornea cuya particularidad

    es su expresin agravada de las manifestaciones conflictivas que derivan de la relacin capital-

    trabajo, generada en la organizacin de la sociedad capitalista. El rumbo que tom la sociedad

    constituye una fractura, una apora o un disloque social que invierte una lgica y sentido de la

    sociedad al ponerla al servicio del mercado, sostenido en un primer momento por el

    liberalismo clsico y resignificado por el neoliberalismo.

    En esa perspectiva la particularidad que adquiere la cuestin socia l debe ser

    problematizada y mediada por las condiciones socio -histricas de cada sociedad. Estas

    condiciones constituyen el contexto inmediato que permite reconocer las coordenadas de la

    cuestin social. Al mismo tiempo dichas coordenadas se manifiestan en la vida cotidiana de

    los sujetos que son operacionalizadas como demandas y constituyen la expresin ms

    especfica de la relacin contradictoria sujeto-necesidad, como producto de la lgica

    invertida sobre la que emergi la cuestin social.

    Por lo tanto, la intervencin del Trabajo Social debe orientarse, durante la hegemona

    del Estado Neoliberal, a la desmistificar la naturalizacin de la cuestin social fundada en

    un supuesto poder regulador del mercado; y a una preocupacin multifor me por encausar

    las necesidades; desde una perspectiva, no slo material sino tambin de la dimensin

    social y poltica de los sujetos que bajo diversas formas son desposedos de los procesos de

    acumulacin capitalista, de flexibilizcin laboral y de la expulsin del circuito productivo

    formal e informal. En tal sentido, la intervencin pasa por reposicionar a nivel terico,

    poltico y tico el lugar pblico de lo social por lo que se hace necesario recrear la

    intervencin desde el Estado y la Sociedad Civil.

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