La iupi y los fetiches: para continuar el dialogo

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Nahomi Galindo Malave El Nuevo Dia 26 de abril de 2010

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La iupi y los fetiches: para continuar el dilogo

Por Nahomi Galindo Malav

Algunas personas han criticado el supuesto fetiche de los estudiantes con el paro y la huelga. Por otro lado, algunas de esas personas tienen fetiches con los portones de la Universidad, incluso a pesar de estar solidarios con el movimiento estudiantil actual. Algunos de los argumentos que plantean es que quieren participar de actividades, de foros, charlas.

Parafraseando a Arcadio Daz Quiones, recuerdo que a veces la memoria se va por el roto de la historia. Al parecer, por ese mismo roto se va la memoria de aquellos que reclaman el derrumbe y apertura de los portones.

Durante la huelga de la dcada del ochenta la dinmica era distinta. Los estudiantes huelguistas sacaban a las personas de los salones cada vez que era necesario. No es que la huelga de antes o la de ahora sean mejores o peores, si no que se dieron en coyunturas y en contextos diferentes. La historia no se repite.

Coincidimos en que ciertamente los portones estn cerrados por el receso administrativo (lockout). Sin embargo, existen las crticas atinadas y existen las crticas desinformadas. Primero, desconocen y subestiman los objetivos de los estudiantes en haber permanecido all a pesar del cierre administrativo. Segundo, estn desinformados de que ya todas esas actividades que anhelan estn organizndose por el mismo movimiento estudiantil. Este espera con muchas ansias la participacin de todas las personas, incluso a aquellas personas preocupadas. A esas personas preocupadas les aviso que estn cordialmente invitadas a cualquiera de los portones tanto a participar como a crear actividades.

Actualmente, estoy en proceso de finalizar mi tesis para graduarme. En la Biblioteca Lzaro tienen libros que necesito para la tesis. A pesar de esto, mi solidaridad est plenamente con el movimiento estudiantil. All he estado. He visto el compromiso y las actividades.

Quizs esos fetiches con derribar los portones se deban a una nostalgia, pero es que precisamente los tiempos han cambiado. Siempre los estudiantes dieron ctedra. Si no estuviesen los portones, igual se realizaba la huelga, cuando as lo decidiera la asamblea; pero el fetiche de algunos profesores sera otro. Finalmente, no podemos olvidar la paradoja de que por un lado se han cerrado los portones, pero, por otro lado, se han abierto caminos de esperanzas en un pas que ante tanto atropello, antes de la huelga, prcticamente no estaba pasando nada.