LA LITERATURA INFANTIL Y EL PAPEL DEL BIBLIOTECÓLOGO EN LA FORMACIÓN LECTORA DE LOS NIÑOS

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Los factores económicos, políticos y sociales tuvieroncomo consecuencia una gran migración hacia la capital, que inicióen los 70’s y continua hasta ahora. El resultado de dicho proceso esla aparición de violencia y delincuencia infantil. Se plantea que unaacertada formación lectora del niño y adolescente puede contrarrestarla violencia de nuestra sociedad y que repercute en los infantes.

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    LA LITERATURA INFANTIL Y EL PAPEL DEL BIBLIOTECLOGO EN LA FORMACIN LECTORA DE LOS NIOS

    Resumen: Los factores econmicos, polticos y sociales tuvieron como consecuencia una gran migracin hacia la capital, que inici en los 70s y continua hasta ahora. El resultado de dicho proceso es la aparicin de violencia y delincuencia infantil. Se plantea que una acertada formacin lectora del nio y adolescente puede contrarrestar la violencia de nuestra sociedad y que repercute en los infantes. Se resalta, por ello, el papel de la familia, el docente y el biblioteclogo. El biblioteclogo, por su parte, debe no solo fomentar la lectura sino tambin brindar diversos servicios que motiven la lectura. Se describe los inicios de la literatura infantil en el Per y se propone a sta como una herramienta que se debe usar y aprovechar.

    Palabras clave: Literatura Infantil, Lectura, Biblioteca Pblica, Fo-mento de la Lectura.

    Abstract: Economic, political and social factors implied a migration to the capital, which began in the 70s and continues until now. The result of this process is the emergence of violence and juvenile delin-quency. It argues that a successful reading education of children and

    Aldo Giovanni Cruz [email protected] de la Bibliotecologa y Ciencias de la informacin

    Facultad de Letras y Ciencias Humanas

    Universidad Nacional Mayor de San Marcos Per

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    ENSAYOS

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    Introduccin

    Desde la dcada del 50 hasta la actua-lidad, nuestro pas ha evidenciado dis-tintos procesos a nivel social. Pues, en aquella poca, debido a la masiva migra-cin campesina hacia Lima, aparecieron los denominados pjaros fruteros, ni-os sin hogar que deambulaban o sobre-vivan por los alrededores del ex mer-cado mayorista La Parada. En dicho lugar, los pjaros fruteros subsistan alimentndose de frutas que lograban hurtar a los vendedores. Ellos actuaban de da cuando el trajn comercial empe-zaba y por la noche buscaban un lugar donde refugiarse y descansar. Debido a que se desconoca su origen, fueron cali- cados como nios fantasma.

    Los aos fueron transcurriendo y en la dcada del 70 muchos nios ya no hurta-ban, entonces la problemtica era distin-ta. La in uencia de vivir en la calle, los abusos, la violencia, las drogas, y todos los peligros a los que estos nios estaban expuestos, los llev a que del hurto pa-sen al robo. Nios que uctuaban entre 8 y 12 aos se agrupaban en pandillas con el n de conseguir algo de dinero. Debido a la forma violenta con la que conseguan las cosas se les denomin piraitas, trmino que hasta la actua-

    adolescents can counter the violence of our society that affects infants. The role of the family, the teacher and the librarian is highlighted the-refore. The librarian, meanwhile, should not only encourage reading but also provide various services that encourage reading. The begin-nings of childrens literature in Peru is described and proposed this as a tool to be used and exploited.

    Keywords: Childrens Literature, Reading, Public Library, Reading Promotion.

    Cita Bibliogr ca: Cruz, A. (2013). La literatura infantil y el pa-pel del biblioteclogo en la formacin lectora de los nios. Accesbib: revista de bibliotecologa y ciencias de la informacin, 2(3), 69-75. Recuperado de http://accesbib.blogspot.com/p/numero-actual.html

    lidad persiste.

    Actualmente, ya no se ve mucho a estos nios piraitas; sin embargo, la violen-cia permanece en nuestra sociedad y su notoriedad no es ajena a nadie. La vio-lencia no se podr erradicar, porque esta situacin es el resultado de un proceso cclico arraigado en nuestra sociedad. Un problema que es el producto de la in uencia negativa que nuestra sociedad ejerce, fundamentalmente en lo nios y adolescentes, a travs de los medios de comunicacin que difunden los diferen-tes comportamientos inapropiados de ciertos personajes pblicos, tanto polti-cos como de la farndula. Pero cuando se asume la responsabilidad de contra-rrestar y reformar a una persona violen-ta, comienza la tarea de preocuparse por el abusado, quien con seguridad fue mal-tratado por otra persona violenta y, sta, a su vez, tambin debi ser agredida por otro abusador, que del mismo modo fue vctima de otra persona con las mismas caractersticas. Sin embargo, este pro-blema social s se puede controlar y mo-derar, tomando acciones sobre la raz de ese problema social para alcanzar, as, el ideal de una sociedad justa.

    En los hogares y en las escuelas se vive una violencia cotidiana que es difundida

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    profusamente y sin miramientos por los medios de comunicacin. En las escuelas se practica el bullying y otras acciones violentas en las que un nio o joven es abusado por uno o ms de sus compae-ros. En ese sentido, el papel de la familia es esencial, pues los padres deben actuar de manera asertiva para preparar a los hijos ante conductas agresivas. Adems, les inculcar el respeto por s mismo y por sus semejantes. Al nio se le debe educar con la idea de que nadie puede abusar de l y si lo hacen, no debe callar. Por ello, es imprescindible que padres y maestros enseen al nio a controlar sus impulsos y emociones para que logren una mejor convivencia.

    Estas situaciones negativas pueden ser combatidas con una acertada formacin lectora de los ms pequeos, la cual debe ser inculcada por los padres, profundiza-da por los maestros, y difundida y moti-vada por el biblioteclogo.

    Sociedad, tecnologa y lectura

    El acelerado cambio tecnolgico y la gran difusin de informacin traen con-sigo nuevos referentes bsicos de con-vivencia, haciendo que las personas acten de manera egosta e individual. Esta revolucin tecnolgica ha entrado tambin en el campo educativo. Tal ha sido el caso de las dcadas recientes en que las generaciones de estudiantes, pa-dres de familia y maestros han vivido y experimentado las ventajas y desventa-jas, en mayor o menor medida, segn la circunstancia social y cultural en que se desempean, del surgimiento de nuevas herramientas para la comunicacin y la informacin.

    En la actualidad, no se aprovechan pru-dentemente los grandes avances tecnol-gicos que se nos pone a disposicin. Los jvenes de ahora las usan generalmente en cosas nimias. Solo buscan no abu-

    rrirse. Un claro ejemplo del mal empleo de la tecnologa es el acortamiento de las palabras. Las personas al escribir un mensaje de texto en su celular o a travs de una red social suelen usar la menor cantidad de palabras, lo que provoca que el mensaje sea menos expresivo.

    Al respecto, el escritor Mario Vargas Llosa (2012) expresa que vivimos en un civilizacin del espectculo, un mun-do donde el primer lugar en la tabla de valores vigente lo ocupa el entreteni-miento, porque divertirse y escapar del aburrimiento es la pasin universal. Este ideal de vida es perfectamente legtimo, sin duda. Solo un puritano fantico po-dra reprochar a los miembros de una sociedad que quieran dar solaz, esparci-miento, humor y diversin a unas vidas encuadradas, por lo general, en rutinas deprimentes y a veces embrutecedoras. Pero convertir esa natural propensin a pasarlo bien en un valor supremo tiene consecuencias muchas veces inespera-das. Entre ellas, la banalizacin de la cultura, la generalizacin de la frivolidad y, en el campo espec co de la informa-cin, la proliferacin de un periodismo irresponsable que se alimenta de la chis-mografa y el escndalo (p. 33).

    La cuestin no est en menospreciar la tecnologa o pensar que lo pasado fue lo mejor. La tarea consiste en analizar las debilidades y fortalezas de los avances tecnolgicos para lograr un mayor apro-vechamiento competente y e caz.

    El rol de la biblioteca y del bi-blioteclogo

    Sin duda, nuestra reaccin no debe ser menospreciar la poca acogida que tienen nuestras bibliotecas pblicas y escolares, que puede deberse al desinters por parte de los usuarios o por nuestra mala refor-ma educativa en relacin con los hbi-tos de la lectura y la cultura. Por ello, la

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    biblioteca es cali cada como un espacio de aburrimiento. Por lo tanto, ella debe adoptar mltiples formas y estrategias para adaptarse a los nuevos cambios tec-nolgicos y necesidades de los usuarios. En este espacio se debe tener como pie-dra angular la formacin del nio. En-tonces, es fundamental la labor que va a ejercer el biblioteclogo frente a las severas cuestiones y problemticas que aquejan a nuestro pas a nivel nacional, en lo concerniente a la cultura y educa-cin.

    Los diferentes gobiernos no han consi-derado el tema de la Biblioteca Escolar como una poltica de Estado. Los profe-sores no estn bien remunerados. En el Per no se ha forjado una nueva educa-cin, solo se han dado reformas con un modelo educativo que no es acorde a nuestra realidad.

    El biblioteclogo debe buscar involu-crarse en la institucin por medio de diversas actividades y una de ellas es la de motivar al alumno a ser partcipe de concursos amenos de literatura, con un incentivo al ganador correspondiente. Tambin se podra realizar cuentacuen-tos o pequeas exposiciones de los libros ms interesantes que posea la biblioteca. Esta actividad podra desarrollarse du-rante la hora del recreo. Las actividades son mltiples y el campo de accin del biblioteclogo tambin. Queda el em-prendimiento por parte del profesional de la informacin en transformar la edu-cacin y la concepcin de biblioteca es-colar en favor de la sociedad.

    Respecto a la biblioteca pblica esta debe democratizar plenamente sus ser-vicios sin exclusin de ningn tipo, en favor del aprendizaje y la cultura. Puesto que es un servicio pblico que, al igual que la educacin, no puede ser objeto de lucro ni mucho menos de manipulacin. La Unesco (1994) en su Mani esto

    para bibliotecas pblicas proclama la con anza en la biblioteca pblica como fuerza viva al servicio de la enseanza, la cultura y la informacin y como ins-trumento indispensable para el fomen-to de la paz y la comprensin entre los hombres y las naciones.

    La nalidad de la biblioteca pblica se-gn la Unesco (1994) es la siguiente:

    Crear y consolidar el hbito de la lectu-

    ra en los nios desde los primeros aos;

    prestar apoyo a la autoeducacin y la edu-

    cacin formal de todos los niveles; brin-

    dar posibilidades para un desarrollo per-

    sonal creativo; estimular la imaginacin

    y creatividad de nios y jvenes; sensibi-

    lizar respecto del patrimonio cultural y el

    aprecio de las artes y las innovaciones y

    logros cient cos; facilitar el acceso a la

    expresin cultural de todas las artes del

    espectculo contribuir al mejoramiento

    de la capacidad de informacin y de las

    nociones bsicas de informtica; prestar

    apoyo a programas y actividades de alfa-

    betizacin destinados a todos los grupos

    de edad, participar en ellos y, de ser nece-

    sario, iniciarlos. (p.2).

    Literatura para nios en el Per

    La literatura infantil en el Per, como constante campo de investigacin hist-rica y crtica, ha venido desarrollndose a lo largo de la ltima dcada del siglo pasado de manera continua, a pasos se-guros e impulsando a creadores e inves-tigadores que intentan de nir, catego-rizar y valorar esta literatura dirigida a nios y jvenes en la literatura peruana.Segn los crticos de la literatura infantil peruana como Jess Cabel, han a rma-do que decididamente el siglo XX es el siglo de nuestra literatura infantil y juve-nil dentro de un marco todava sujeto a in uencias forneas. (2000, p. 50)

    La literatura peruana que verdaderamen-

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    te va dirigida a los nios se empez a producir alrededor de 1930. La primera obra de esta etapa fue Juguetes (1929) de Alida Elguera. En cuanto al contenido, se nota la in uencia de la literatura ex-tranjera. A pesar de esto, Elguera coloc una de las piedras iniciales de la literatu-ra infantil peruana (Cabel, 2000, p.50).

    Escritores como Francisco Izquierdo Ros, Carlota Flores Scaramutti, Carlota Carvallo, y Julin Huanay, aos despus, escribieron literatura infantil, conscien-tes de que deban expresar las condicio-nes sociales del ambiente peruano.

    A partir de 1960 existe un movimiento ms organizado en torno a la literatura infantil y surgen ms investigaciones y anlisis del tema. Cabe destacar las obras de Rosa Cerna Guardia y Mara Tellera, entre otras escritoras. En los aos 90 surgen diversos congresos re-ferentes al tema de la literatura infantil.

    El Per particip en el Primer Congreso Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil en 1994 en Uruguay.

    Asimismo, se va de niendo la labor y el movimiento de la literatura infantil dentro del campo literario, siendo parte de un crecimiento alimentado por los educadores y concientizadores del tema educativo en la sociedad. Sin embargo, es en esta dcada que la literatura infan-til comienza a generar mayor inters. Instituciones culturales y ministerios comienzan a impulsar la lectura en los nios como parte de una poltica cultural de motivacin (Chaparro, 2009, p. 6-7).

    An falta mucho por profundizar, de-cir e investigar en el mbito de la lite-ratura infantil nacional. En los ltimos aos tambin es notorio el crecimiento y desarrollo de las bibliotecas a nivel de Lima Metropolitana. Sin embargo, dicho crecimiento y desarrollo solo se obser-

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    Imagen N 1Show de tteres para el fomento de la lectura

    Fotografa enviado por el autor.

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    va a nivel de la capital, aunque se diga que el Per es un pas descentralista. En-tonces, apostemos por la creacin de bi-bliotecas en todo nuestro territorio, cuyo papel fundamental sea el acceso, alfa-betizacin y difusin de la lectura hacia los pueblos ms alejados y de pocos re-cursos econmicos. Los biblioteclogos tambin deben de ser parte de esta ingen-te tarea, ya que nuestras competencias y conocimientos tambin podemos apli-carlas en otros lugares de nuestro pas.

    La literatura y la lectura son las herra-mientas que acercan al nio a compren-der el mundo del conocimiento. Si nues-tra sociedad necesita un gran cambio cultural, ese debe ser el acercamiento de nuestros ciudadanos hacia los libros. Si amamos un libro y no lo vemos tan solo como un simple objeto y, empezamos a valorarlo, amaremos tambin la vida, tendremos una mejor convivencia social y desarrollo cultural.

    Conclusiones

    El Estado debe crear e invertir en cen-tros de reinsercin social, para los nios

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    y jvenes en situacin de abandono, su-midos en las drogas y el pandillaje.

    La literatura para nios es un medio de humanizacin y sensibilizacin, que el biblioteclogo debe aprovechar para fo-mentar la lectura.

    Es necesario crear una comisin de tica que regule, controle y norme los contenidos emitidos por los medios de comunicacin que fomente ms los pro-yectos culturales.

    La literatura para nios y la lectura son la base para que los ms pequeos pue-dan desarrollarse y puedan afrontar las di cultades que se le presenten en el fu-turo.

    Biblioteca, sociedad, lectura y tecnolo-ga se deben integrar para conformar el marco sociocultural que se desea cons-truir.

    Se debe avanzar hacia una sociedad de-sarrollada y moderna sin descuidar valo-res que son importantes para una convi-vencia democrtica.

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    BIBLIOGRAFA

    Libros

    Cabel, J. (2000). Derrotero para una historia crtica de la literatura infantil y juvenil en el Per. Educacin y biblioteca, 110, p. 45-52. Recuperado de http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/118608/1/EB12_N110_P45-52.pdf

    Cataln, R y Egaa, M. (2004). Valores, sociedad y educacin: una mirada desde los actores. Santiago de Chile: LOM Ediciones.

    Tejada, L. (2005). Los nios de la calle y su mundo. Lima: Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales, UNMSM.

    Vargas Llosa, M. (2012). La civilizacin del espectculo. Madrid: Alfaguara.

    Tesis

    Chaparro, B. (2009). Hacia una lectura de la literatura infantil peruana como proyeccin de la realidad. Tesis para optar el ttulo de Licencia-da en Lingstica y literatura, Ponti cia Universidad Catlica del Per, Lima. Recuperado de http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/han-dle/123456789/457/CHAPARRO_HUAUYA_BEATRIZ_HACIA_LEC-TURA_LITERATURA.pdf?sequence=1

    He in, D. (1991). La contribucin de la cuentstica de carlota Carvallo a la li-teratura infantil peruana. Tesis para optar el grado de doctor en Filosofa, Universidad de Texas, Texas. Recuperado de http://repositories.tdl.org/ttu-ir/bitstream/handle/2346/19707/31295006957418.pdf?sequence=1

    Web

    La lectura y las tecnologas de la informacin y la comunicacin. (s.f.). Recu-perado de http://dgb.conaculta.gob.mx/Documentos/PublicacionesDGB/ApoyoCapacitacionBibliotecaria/SerieFomentoLectura/LecturaYTecno-logias/LecturaYTecnologias.pdf

    UNESCO. (1994). Mani esto de la Unesco para las bibliotecas p-blicas. Pars: Unesco. Recuperado de http://unesdoc.unesco.org/images/0011/001121/112122so.pdf