La lucha contra ladesertificación

Los compromisos alemanes en el ámbito

de la Convención de las Naciones Unidas

de Lucha contra la Desertificación

¿Qué es la desertificación?

Las zonas secas cubren más de la tercera parte de la

superficie de la tierra. Forman el hábitat y la base de

la existencia de gran parte de la población mundial:

Sólo en las áreas rurales de las zonas secas viven

unos mil millones de personas. Se ven enfrentados a

inmensos retos, ya que la base de su existencia está

amenazada.

El término „desertificación“ a menudo se relacionaequivocadamente con la extensión de desiertos ya exis-tentes. En realidad se trata de la degradación de tierrasfértiles como resultado de la explotación excesiva, porpersonas y animales, de los recursos naturales en laszonas secas del planeta. Y el clima y el cambio climáticointensifican aún más este fenómeno.

Un rebaño de cabras en un hoyo de agua en Malí

La desertificación tiene dimensiones globales. El 70 porciento de todas las zonas secas está actualmente amena-zado por la desertificación, lo que equivale a 36 millonesde kilómetros cuadrados (aproximadamente cuatroveces el tamaño de China). Hasta una quinta parte de laszonas secas ya es fuertemente afectada por la desertifica-ción.

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La ganadería no controlada - aquí en la Argentina- daña la

capa de césped y provoca la desertificación

Principal causa de la desertificación es un uso demasiadointensivo y no sostenible de las zonas secas.

• Los métodos técnicos para el manejo de la tierra amenudo no están lo suficientemente bien adaptados alos ecosistemas frágiles;

• las políticas agrícolas nacionales fomentan sobre todolos monocultivos y una economía agraria orientada ala exportación, mientras que faltan un ordenamientoterritorial y planes de uso del suelo que favorezcan eluso sostenible de la tierra;

• estrategias y métodos tradicionales de manejo de latierra a menudo ya no resultan apropiados ante elfuerte crecimiento demográfico y la creciente deman-da de tierras agrícolas.

Otros factores también conducen a la desertificación:

• Insuficientes conocimientos técnicos de la población;

• la falta de seguridad jurídica de los usuarios/las usua-rias de la tierra;

• un entorno económico mundial desfavorable.

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Las consecuencias de la desertificación son dramáticas:

• El peligro de hambrunas y desastres naturales va cre-ciendo;

• en interacción con el cambio climático la desertifica-ción intensifica la pobreza de la población;

• años de sequía adicionales agravan la miseria debido ala falta de alimentos y provocan el éxodo rural y con-flictos.

A lo largo de los últimos 20 años la dimensión e intensi-dad de la degradación de los suelos han ido creciendo.Aunque también hay países industrializados afectadospor la desertificación, son en particular los países endesarrollo los que sufren de la degradación de la tierra ylos recursos: Los 50 países menos desarrollados sonparticularmente afectados por la desertificación. Enestos países las zonas secas cubren aproximadamente lasdos terceras partes del territorio nacional. Sus habitantesestán entre los más pobres del planeta, y su nivel demortalidad infantil es el más alto. En la actualidad, lasupervivencia de 250 millones de personas está directa-mente vinculada a la desertificación. En África y Asia un40 por ciento de la población total vive en zonas amena-zadas por la desertificación, en Sudamérica la problemá-tica afecta a un 30 por ciento de la población.

En las zonas secas la agricultura constituye la base de laseguridad alimentaria de la población local, con lo queestá entre los sectores económicos más importantes. Sinembargo, se ve expuesta a inmensos retos. En muchasregiones es grande el peligro de verse atrapado en elcírculo vicioso de la desertificación:

• En los últimos 40 años se abandonó la tercera parte delas superficies agrícolas del mundo, que habían perdi-do su productividad debido a la erosión de los suelos.

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Año tras año vienen agregándose 20 millones de hectá-reas más de tierras degradadas a nivel mundial. Elcrecimiento demográfico, el retroceso de las tierrascultivables y los efectos del cambio climático agravanel problema.

• Con el cambio climático aumentan las sequías al igualque las inundaciones, suben las temperaturas extre-mas y disminuye la disponibilidad de agua en muchasregiones. Con ello, incrementa la presión sobre lastierras cultivables disponibles, lo que lleva en el largoplazo a una explotación excesiva y una intensificaciónde la degradación.

• Además, la situación económica de la población se veagravada por la evolución de los precios de los alimen-tos en el mercado mundial. Entre 2005 y 2008 losprecios de arroz, trigo y maíz han más que duplicado.Según estimaciones del Banco Mundial, en los próxi-mos años la actual crisis sumirá en la pobreza absolutaa 105 millones de personas más en el mundo.

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El uso no regulado de leña contribuye a la desertificación, Malí

Las mujeres asumen a menudo gran parte de la responsabili-

dad por la producción y comercialización agrícolas, Guatemala

Sin ayuda externa, la población se ve casi inevitable-mente ante la elección entre la migración y el pastoreoexcesivo, así como la tala y la explotación excesiva de losúltimos recursos naturales existentes.

Las mujeres son particularmente afectadas por esta diná-mica ya que – debido a sus múltiples tareas en la agricultu-ra, la tenencia de ganado, así como el hogar y la familia –juegan un papel clave en las áreas rurales de los países endesarrollo. Aun así, en regla general, las mujeres rarasveces tienen derechos de propiedad de la tierra, del suelo,de los árboles o del agua y, además, sus derechos en mate-ria de participación y decisión a menudo están limitados.Ello se debe a que el poder decisorio en la política, la ad-ministración y la familia, así como el derecho de propiedadde la tierra y de los animales está, en estas sociedades,tradicionalmente en manos del „jefe de familia“ y forman a menudo parte del derecho consuetudinario local.

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Los habitantes de las zonas secas de los países en desa-rrollo representan ya gran parte de la población delplaneta afectada por la pobreza. Y en muchas partes, eldinamismo de la política agrícola internacional agravaaún más la situación.

Un ejemplo concreto es la creciente demanda de agro-combustibles, tales como etanol o biodiésel. En los paísesen desarrollo existe el peligro de que – debido a la inten-sificación del cultivo de cultivos energéticos – las tierrasdisponibles para plantas útiles disminuyan cada vez más. Otro ejemplo, aplicable tanto a países en desarrollo comoa países industrializados, es la venta y el consumo defrutas y verduras procedentes de áreas secas, tales comotomates de Túnez y España o frutas tropicales del valledel Jordán. Ello genera divisas para los países producto-res, pero a la vez el agua utilizada para el cultivo ya noestá disponible para el consumo propio de la población.En el largo plazo esta situación contribuye a la escasez deeste recurso tan valioso que es el agua.

La desertificación afecta sobre todo a los pequeños cam-pesinos y los ganaderos nómadas. Sin embargo, la esca-sez de agua y el descenso de la producción alimentariatambién repercuten en la población pobre urbana. Conello, el uso sostenible de los recursos naturales contribui-ría también substancialmente a la mejora de las condi-ciones de vida de estas personas. Para resultar exitosas ala larga, las medidas deben cubrir diferentes áreas de lavida y ser coordinadas a nivel nacional e internacional.

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La Convención

de las Naciones Unidas

de Lucha contra

la Desertificación

En 1992 se celebró en Río de Janeiro la Conferencia

de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el

Desarrollo. El resultado más importante fue la adop-

ción de las tres „convenciones de Río“ relativas al

cambio climático, a la diversidad biológica y la lucha

contra la desertificación.

Gestión sostenible de pastos en la alta montaña de Kirguistán

– asegurar un futuro intergeneracional

La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra laDesertificación (CNULD) entró en vigor en 1996 y fuefirmada desde entonces por 193 países. Entre ellos están

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países en desarrollo, en transición e industriales afecta-dos por la desertificación, pero también países donantescomo Alemania, que no están afectados por el problema.Desde enero de 1999, la Secretaría de la Convención tienesu sede permanente en Bonn, a partir de 2006 en elcampus de las NNUU de esta ciudad.

En la Convención, de derecho internacional vinculante,la comunidad internacional se compromete a usar demanera responsable y sostenible los recursos naturales(suelo, agua, biodiversidad) en las regiones del planetaamenazadas por la desertificación. No sólo se trata dealcanzar el objetivo global de mantener la productividadde las tierras cultivables, sino también de mejorar lascondiciones de vida de la población, de permitir a lospaíses afectados un desarrollo sostenible, así como decombatir la pobreza.

Dentro de la Convención, dos principios son de especialimportancia: Los países donantes y los Estados afectadosestán llamados a cooperar en un espíritu de asociación ya intercambiar continuamente sus experiencias. Lasorganizaciones no gubernamentales también han deintegrarse en pie de igualdad en esta asociación (prin-cipio de asociación). Además, debe asegurarse la parti-cipación efectiva, en todas las medidas, de la poblaciónde las regiones afectadas (principio de participación).En este sentido, la CNULD es la única convención multi-lateral mundial a destacar expresamente el papel parti-cular de las mujeres en el manejo sostenible de los recur-sos naturales.

Los efectos generados por la Convención desde su entra-da en vigor son múltiples: El problema de la desertifica-ción es globalmente reconocido, y a nivel internacional

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se están elaborando y aplicando crecientemente en-foques de solución. En la mayoría de los países, la Con-vención ha creado una base institucional y jurídicamentevinculante para la lucha contra la desertificación.

El instrumento más importante para la aplicación prácticade la Convención son los programas de acción naciona-les de lucha contra la desertificación. Estos programasabarcan las directrices de acción para todos los sectoresrelevantes para el uso sostenible de la tierra (por ejemploagricultura, silvicultura, gestión de los recursos hídricos,ordenamiento territorial y planes de uso del suelo, asícomo estrategias generales de lucha contra la pobreza).Hasta la fecha, 102 países han elaborado un programa deacción nacional. Además, existen programas de acciónsubregionales y regionales. La aplicación consecuente deestos programas es un factor decisivo para el logro de losObjetivos de Desarrollo del Milenio 1 „Luchar contra lapobreza“ y 7 „Proteger el medio ambiente“.

La CNULD es también un instrumento importante para laprotección del clima y la adaptación al cambio climático.Dada la pérdida histórica de carbono y la gran superficieque cubren a nivel mundial, las áreas secas tienen un granpotencial de captación de carbono. La vegetación y lossuelos captan el carbono y lo absorben de la atmósfera.

Numerosas medidas de lucha contra la desertificaciónfomentan la captación de carbono, entre ellos

• la reforestación

• la rehabilitación de superficies degradadas,

• una mejor gestión del pastoreo,

• la gestión apropiada de tierras agrícolas y la proteccióncontra la erosión.

Asimismo, el uso sostenible de la tierra contribuye tam-

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bién a la adaptación al cambio climático, que afecta conespecial gravedad a las zonas secas. Por consiguiente, laCNULD puede aportar una contribución sustancial a laelaboración y aplicación de estrategias para la adapta-ción al cambio climático y la protección del clima.

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Gestión común del bosque por los usuarios locales del bosque

y la autoridad forestal nacional: En el futuro los recursos fores-

tales se protegerán, desarrollarán y explotarán de manera sos-

tenible gracias a contratos de arrendamiento individuales y

colectivos, Tayikistán

Contribuciones de la

política alemana de

desarrollo a la imple-

mentación de la CNULD

Tras las graves sequías que sufrió el Sahel en los años 1970 y1980, la lucha contra la desertificación se ha convertido enuna importante área prioritaria de la política alemana dedesarrollo. Con la firma de la Convención, Alemania se hacomprometido a apoyar su aplicación. El Ministerio Fede-ral de Cooperación Económica y Desarrollo es, dentro delGobierno Federal Alemán, el ente titular en la materia ycoopera estrechamente con la Secretaría de la CNULD encuestiones técnicas y políticas. Alemania apoya a la aplica-ción de la CNULD directamente a través de sus respectivascontribuciones a las Naciones Unidas, los recursos del„Fondo Bonn“, creado para la organización de eventos yconferencias importantes para la CNULD, así como sucooperación bilateral para el desarrollo.

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Estabilización de dunas en Asia Central: La población fija las

dunas de arena con plantas del desierto y esteras de paja para

proteger sus casas contra el enarenamiento

Para apoyarlo en estas tareas y prestar asesoría técnica, elBMZ encargó en 1999 a la Deutsche Gesellschaft für Tech-nische Zusammenarbeit (GTZ) la ejecución del „ProyectoConvención de Lucha contra la Desertificación“ (en breve:proyecto CLD). Por una parte el proyecto asesora a contra-partes en África, América Latina o Asia por ejemplo en laelaboración y aplicación de programas de acción naciona-les, por otra apoya estrategias y programas internaciona-les de lucha contra la desertificación, ejecutados pororganizaciones como el Banco Mundial o la Unión Euro-pea.

Alemania es el tercer donante más importante en estecampo, apoyando a nivel mundial 679 proyectos /programas con un volumen total de aproximadamente1.8 millones de euros (situación: 2006). Estos proyectos /programas son ejecutadas por agencias ejecutoras guber-namentales y no gubernamentales de la cooperaciónalemana para el desarrollo y contribuyen sustancialmentea la lucha contra la desertificación y la mejora sosteniblede las condiciones de vida de la población afectada por elproblema.

Para que estas medidas de la política alemana de desa-rrollo resulten exitosas en el largo plazo, tienen que actuaren todos los niveles:

• Introducción y fomento de medidas técnicas destina-dos a proteger el suelo contra la erosión, tecnologíasapropiadas de riego o una planificación común del usode la tierra;

• Mejora el marco general, apoyando por ejemplo a lapoblación en la comercialización de sus bienes y produc-tos. Ello incluye también la seguridad jurídica de latenencia de la tierra y del suelo y la creación de fuentesalternativas de ingresos;

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• Participación de la población (y, en particular, de lasmujeres) en todas las planificaciones y decisiones quele afecten;

• Fortalecimiento de las capacidades de acción de lapoblación, las entidades estatales y las estructuras de lasociedad civil mediante asesoría y capacitación.

Las inversiones en la lucha contra la desertificaciónson eficientes. En el Sahel se puede comprobar que losesfuerzos de los campesinos, apoyados por inversionesnacionales y la cooperación para el desarrollo, han per-mitido en muchos lugares la recuperación de los suelosdegradados, la reforestación de grandes superficies ymejores rendimientos de la cosecha. Ello significa para lapoblación mayores ingresos y una mejor alimentación ypara el medio ambiente una estabilización de los recur-sos hídricos y la conservación de los suelos, así como unamenor vulnerabilidad ante cambios climáticos. Loslogros de la cooperación alientan además a los campesi-nos a actuar de manera autónoma: En Níger, por ejem-plo, se han planteado a lo largo de los últimos 30 añosmás de 5 millones de hectáreas de árboles, gran parte deellos por los mismos campesinos.

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Dos mujeres riegan arbustos de saxaul, planteadas para esta-

bilizar las dunas en el desierto Karakum, Turkmenistán

Para más informaciones

sobre el tema, véase

www.unccd.int

www.bmz.de/de/themen/umwelt/boden/index.html

(en alemán)

www.gtz.de/desert (en alemán)

www.desertifikation.de (en alemán)

www.gtz.de/desertification (en inglés)

La cd-rom „Lucha contra la desertificación“ (© BMZ2008) da un amplio resumen del tema y abarca un docu-mental en alemán e inglés que muestra la problemáticade la desertificación, así como enfoques de solución.

Para la versión online de los contenidos de la cd-rom,véase la página web www.desertifikation.de.

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Edición

Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ)

Sede BonnDahlmannstraße 453113 BonnTel. + 49 (0) 228 99 535 - 0Fax + 49 (0) 228 99 535 - 3500

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poststelle@bmz.bund.de www.bmz.de

Redacción Karin Foljanty División „Desarrollo rural, alimentación mundial“

Gaby Hollederer División „Educación e información sobre la política de desarrollo“

Responsable Dr. Stefan SchmitzDivisión „Desarrollo rural, alimentación mundial“

Klaus KrämerDivisión „Educación e información sobre la política de desarrollo“

Diseño F R E U D E ! design, KölnFotografías Portada y págs. 2, 5: Michael Martin; pág. 3: Werner

Moosbrugger; pág. 6: Sylvia von dem Busche; pág. 8:Ilka Starrost; pág. 11: Kerstin Kastenholz; pág. 12: A. Kat-chaturian; pág. 14: Helga Winckler

Impresión Schloemer Gruppe, DürenImpreso en papel certificado FSC

Situación Agosto de 2009