La maldición de la tierra, el control de costes y el ...

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D ecíamos ayer: estimados lec- tores me gustaría contarles una breve historia sobre un nuevo, y no tan joven, agricultor man- chego que por avatares de su propia existencia comienza una actividad profesional que nos es propia: la acti- vidad agrícola. Créanme si les digo que conozco bien a nuestro personaje. Sé que en estos momentos, cuando vuelve la vis- ta atrás ve ilusiones, miedos y... ¡Vér- tigo! ¿Que qué quiero decir?, Intenta- ré explicarme mejor. Su caso es del hi- jo, nieto y descendiente general de fa- milia de por siempre agricultora. Fa- milia que un día se plantea y decide sobre la necesidad de que el hijo debe estudiar para escapar de la llamada de la tierra. ¿Por qué?, Pues porque en aquellos años la agricultura repre- sentaba un punto sin vuelta atrás. Pa- ra los no iniciados, imagínenlo como el famoso “punto de no retorno”. Aquel niño decide que lo mejor para no romper con la tradición secular de la familia, es estudiar algo relaciona- do con su entorno y su vida: estudia para ingeniero agrónomo, que por aquel entonces además era un título rutilante (perdón a los nuevos ofendi- dos). Pasan los años y se forma, a duras penas, el ingeniero. Tiene sus prime- ras experiencias profesionales y se le calman los entonces urgentes ecos del dinero. Ahora, ¡terror!, resurgen vie- jas voces. No hay miedo, el protago- nista decide oír la llamada de la tierra, se cree capaz de enfrentarse a sus fan- tasmas. La solución es el método “científico”: ¿Qué es lo que no funcio- na en la agricultura española?, ¿Por que el sacrificio constante?, ¿Por qué la relegación en el plano social?, ¿Por qué la falta de oportunidades?, en de- finitiva el por qué de los españoles de “segunda” (no debemos tener miedo de reconocer que nuestro hombre ru- ral es un hombre con frustraciones la- tentes). La respuesta cree encontrarla en sus propios números. Piensa que la dife- rencia entre el agricultor y el empre- sario es que aquel no se considera tal. El agricultor sigue pensando (aún hoy) que está en el túnel de no salida, la salida es solo hacia delante. Se si- gue atravesado el punto del no retor- no. Nuestro protagonista piensa que La maldición de la tierra, el control de costes y el tractor sostenible [ COMPETITIVIDAD ] [ Dossier ] Han pasado ya dos “FIMAS”, ¡varios años! Aquellos “pensamientos en voz alta” de un “recién llegado” a la aventura agrícola, plasmados en una de las revistas del sector, y hoy, desde las páginas de AGRICULTURA, el autor quiere contrastarlos con la actualidad. Así retoma las viejas ideas y estudia cómo han evolucionado los miedos, ilusiones, anhelos, retos, del “joven agricultor”. Algunos se han concretado, otros siguen vigentes y otros han aparecido nuevos. Parece interesante retomar aquellos pensamientos y que sirvan de introducción al análisis de costes de utilización de la maquinaria agrícola. Agricultura Febrero 08 I 124 CONTROL DE COSTES Helio Catalán Doctor Ingeniero Agrónomo

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Decíamos ayer: estimados lec-tores me gustaría contarlesuna breve historia sobre un

nuevo, y no tan joven, agricultor man-chego que por avatares de su propiaexistencia comienza una actividadprofesional que nos es propia: la acti-vidad agrícola.

Créanme si les digo que conozcobien a nuestro personaje. Sé que enestos momentos, cuando vuelve la vis-ta atrás ve ilusiones, miedos y... ¡Vér-tigo! ¿Que qué quiero decir?, Intenta-ré explicarme mejor. Su caso es del hi-jo, nieto y descendiente general de fa-milia de por siempre agricultora. Fa-milia que un día se plantea y decidesobre la necesidad de que el hijo debeestudiar para escapar de la llamadade la tierra. ¿Por qué?, Pues porqueen aquellos años la agricultura repre-sentaba un punto sin vuelta atrás. Pa-ra los no iniciados, imagínenlo comoel famoso “punto de no retorno”.

Aquel niño decide que lo mejor parano romper con la tradición secular dela familia, es estudiar algo relaciona-do con su entorno y su vida: estudiapara ingeniero agrónomo, que poraquel entonces además era un título

rutilante (perdón a los nuevos ofendi-dos).

Pasan los años y se forma, a duraspenas, el ingeniero. Tiene sus prime-ras experiencias profesionales y se lecalman los entonces urgentes ecos deldinero. Ahora, ¡terror!, resurgen vie-jas voces. No hay miedo, el protago-nista decide oír la llamada de la tierra,se cree capaz de enfrentarse a sus fan-tasmas. La solución es el método“científico”: ¿Qué es lo que no funcio-na en la agricultura española?, ¿Porque el sacrificio constante?, ¿Por quéla relegación en el plano social?, ¿Porqué la falta de oportunidades?, en de-finitiva el por qué de los españoles de“segunda” (no debemos tener miedode reconocer que nuestro hombre ru-ral es un hombre con frustraciones la-tentes).

La respuesta cree encontrarla en suspropios números. Piensa que la dife-rencia entre el agricultor y el empre-sario es que aquel no se considera tal.El agricultor sigue pensando (aúnhoy) que está en el túnel de no salida,la salida es solo hacia delante. Se si-gue atravesado el punto del no retor-no. Nuestro protagonista piensa que

La maldición de la tierra, el controlde costes y el tractor sostenible

[ COMPETITIVIDAD ]

[Dossier ]

Han pasado ya dos “FIMAS”,

¡varios años! Aquellos

“pensamientos en voz alta”

de un “recién llegado” a la

aventura agrícola,

plasmados en una de las

revistas del sector, y hoy,

desde las páginas de

AGRICULTURA, el autor

quiere contrastarlos con la

actualidad. Así retoma las

viejas ideas y estudia cómo

han evolucionado los

miedos, ilusiones, anhelos,

retos, del “joven agricultor”.

Algunos se han concretado,

otros siguen vigentes y otros

han aparecido nuevos.

Parece interesante retomar

aquellos pensamientos y

que sirvan de introducción al

análisis de costes de

utilización de la maquinaria

agrícola.

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CONTROL DE COSTES

Helio CatalánDoctor Ingeniero Agrónomo

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conclusión está clara, el agricultor de-be ser, es de hecho, un empresario. Enuna empresa, lo más importante, y encada momento, es “saber donde se es-tá”. En la empresa agrícola, igual queen cualquier otra empresa, el “saberdonde se está” significa conocer los“números” de la explotación. Perono sólo eso, hay más, mucho más:evolución de mercados, oportunidadde negocio, política económica…

Quizá todo esto supera, en mucho, alagricultor medio español. La activi-dad agrícola es una empresa nada fá-cil de manejar; de ahí tantos fracasose intentos vanos: agricultores, sin pre-paración, que fracasaron y no pudie-ron seguir adelante, empresarios deotros sectores llegados a la agriculturay que abandonaron tras algunos años.Múltiples factores, quizá más que enninguna otra actividad empresarial,afectan a la empresa agrícola. Pero detodos los factores, al menos, los nú-meros de su explotación si debe con-trolarlos. Debe saber como “actuar”sobre ellos.

Una de las formas más factibles parael agricultor de “actuar” sobre sus nú-meros es la reducción de costes. A suvez, la reducción de costes más facti-bles de controlar es, precisamente, so-bre la mecanización:

• El agricultor puede actuar median-te la reducción del número de opera-ciones realizadas en el cultivo.• Actuación en el dimensionado ouso adecuado del parque de maqui-naria de la explotación.• Decisión acerca de realizar o nouna inversión en maquinaria segúnsus costes de utilización y/o eficien-cia energética de la misma.

la solución estriba en guerrear contralas propias frustraciones, de luchar enel mismo campo de batalla que el res-to del mundo económico: el agricul-tor como empresario agrícola,como gestor de su propia explotación.Una empresa si no es rentable se cie-rra, con la agricultura debe pasar lomismo (por supuesto se deben consi-derar también los beneficios sociales).Los años pasan, termina la etapa filo-sófica, la realidad sociológica de la Es-paña actual y de la agricultura en par-ticular le empuja al ruedo. Nuestro“guerrero” se enfrenta a sus propiasideas.

Ahora es cuando los problemas seacumulan, el “estrés” de las decisio-nes se acrecienta. Los campos de deci-sión son numerosos: el mundo de lassubvenciones, de la PAC, de acuíferossobreexplotados, de salarios y de con-tratos, de linderos listillos, de “hemo-rragias” dinerarias (que él, para ani-marse, trata como inversiones), de la“presión sociológica” de los agriculto-res tradicionales.

Las dudas le asaltan, el vértigo leaparece, y una noche y la otra tam-bién empieza a maldecir lo que ha lle-gado a llamar la maldición de la tie-rra, el virus de sus raíces. Sufrido pro-tagonista, no te preocupes, tus proble-mas no han hecho sino empezar. Aho-ra debes hacer frente a las decisionestécnicas (¡sí! a aquellas que tu pensa-bas que dominabas): elección demaquinaría, mantenimiento co-herente, optimización de utiliza-ción. No, no has terminado, no olvi-

des los problemas propios de la agro-nomía y, claro, ¡los climatológicos!

El osado nuevo agricultor parchealas soluciones a velocidad de vértigo,improvisa, se equivoca, acierta, cae yse levanta: las dosis de abonado em-piezan a menguar, las R1 pasan a serR2, las desinfecciones de suelo care-cen de importancia, las labores cultu-rales se relajan, los tractores de10.000 h de uso son ahora “jóvenes”,las rejas alargan de forma misteriosasu vida útil. La lógica se difumina, lasesperanzas se concretan o se pier-den... Estimados lectores ¿acaso lesda lástima nuestro protagonista?,¿Acaso están pensando que el estadode ánimo de aquel agricultor nuevo yno tan joven está por los suelos?

No se equivoquen, en definitiva eseagricultor siempre pensará que es unprivilegiado. Ha podido, ha sido capazde empezar una labor que otras per-sonas sin la maldición de la tierra nohubiera podido empezar o si lo hicie-sen tendrían un coste considerable-mente mayor. La historia se escribedía a día y seguro que en la próximaFIMA volveremos a reescribirla, al finy al cabo les aseguro que nuestro nue-vo agricultor es también un jovenagricultor.

Costes de utilización dela maquinaria agrícola

¿Es actual la lectura introductoriaanterior?, ¿acaso algún lector se hasentido identificado?, ¿está en lo cier-to el autor de dicha reflexión? Una

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Una de las formas más factibles para el agricultor de “actuar” sobre susnúmeros es la reducción de costes. A su vez, la reducción de costes másfactibles de controlar es, precisamente, sobre la mecanización.

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La historia se escribe

día a día y seguro que en la

próxima FIMA volveremos a

reescribirla, al fin y al cabo les

aseguro que nuestro

nuevo agricultor es también

un joven agricultor

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No es una “actuación” fácil, la di-versidad de las distintas condicionesde trabajo “enmarañan” la toma dedecisiones.

Cálculo de costesunitarios de utilizaciónde aperos

En este mismo número, especialFIMA, de AGRICULTURA se ha pre-sentado la Plataforma del Conoci-miento del MAPA. Dicha Plataformaestá intentando donar al agricultorde una herramienta que le ayude enla toma de decisiones referente alcontrol de costes (Figura 1). La sec-ción correspondiente de la páginaWeb del MAPA intenta guiar al agri-cultor o técnico agrícola. El MAPApretende que la consulta se conviertaen una herramienta que facilite la

gestión y toma de decisiones bajounos criterios de buenas prácticasen la agricultura: decidir sobre la po-tencia, elección adecuada de la com-binación tractor-apero, etc.

El usuario seleccionará una pro-vincia y posteriormente el cultivodeseado de los que aparecen en lalista. La aplicación le proporcionalas labores normalmente asociadasal cultivo y el coste medio de las mis-mas (Figura 2). Cada apero, además,tiene asociado una hoja de Excel quemuestra el cálculo de los costes deutilización del apero. En esa hojapuede modificar aquellos paráme-tros de cálculo que más se ajustan asu caso (Ejemplo 1).

Posteriormente, se ha pensado,ofrecer una mayor libertad al usua-

rio. Se podrá decidir sobre las laboresescogidas de la lista que aparece, tam-bién podrá decidir si repetir labores yasignar superficie a los diferentes cul-tivos. De esta forma podrá ir confec-cionando de forma más aproximadala situación real de su finca. De mo-mento no se ofrecen cultivos de porteleñoso pero la idea del MAPA es tam-bién donar esta alternativa.

Las hojas Excel tienen muchos“cálculos” detrás, entre otras cosasse ha debido analizar el valor de ad-

quisición, la tasa de interés banca-rio, consumo de combustible, costesde mantenimiento y reparación e in-cluso gastos de los locales para suprotección, seguros. Los costes deutilización referidos a hora trabaja-da, en las máquinas agrícolas quecubren superficies, se pueden con-vertir en costes por hectárea, lo cualpermite ciertas comparaciones entremáquinas con distinta capacidad detrabajo, en función del grado de uti-lización anual (Tabla 1).

[Dossier ]

Agricultura Febrero 08I126

CONTROL DE COSTES

Figura 1: Página Web del MAPA. Cálculo de costes

Figura 2: Página Web del MAPA. Cálculo de costes. Ejemplo práctico

El MAPA pretende que la

consulta se convierta en una

herramienta que facilite la

gestión y toma de decisiones

bajo unos criterios de buenas

prácticas en la agricultura:

decidir sobre la potencia,

elección adecuada de la

combinación tractor-apero, etc

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[Dossier ]

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CONTROL DE COSTES

El tractor sostenible

Una vez que el empresario agrícolaha llegado a la toma de decisión acer-ca de comprar o no una máquina agrí-cola, debe decidir cual es la más ade-cuada. Por supuesto no es objeto deeste artículo orientar a nadie sobreello. Sin embargo si que se ha intenta-do poner un ejemplo de cómo un agri-cultor debe guiarse a la hora de laelección. El ejemplo elegido ha sido eltractor, rey indiscutible de la meca-nización agrícola y quizá la máquinaagrícola más difícil de escoger. Si vaa comprar un tractor, el agricultordeberá analizar muchos parámetros(Ejemplo 2) para conseguir la elec-ción más adecuada (ver AGRICUL-TURA, diciembre 07). En el presenteartículo, con tintes claramente enfo-cados a la sostenibilidad ambiental,a los costes, a la agricultura sosteni-ble, el agricultor debe analizar cual

es el tractor más eficiente para eltrabajo que desea hacer.

Evaluación energética delos tractores

El comportamiento del tractor de-pende del tipo de trabajo que realizaasí como del apero que acciona. Porello el tractor en si es una máquinaenergéticamente incompleta. Un mis-mo tractor realizando una operacióncon un apero de una anchura o de otravariará, sensiblemente, el coste de laoperación.

1. El consumo:

El tractor medioambientalmente“sostenible” será aquel que menosconsuma (¿o no?). No será fácil al fu-turo comprador decidirse por dichoparámetro, entre otras cosas porquelos boletines oficiales de homologa-

ción de la OCDE no dan como obliga-torio los ensayos de consumo. Una al-ternativa es utilizar las referencias delos consumos específicos (g/kWh) apotencia máxima de los motores (Di-rectiva 97/68/CE) que aparece en lahomologación de tipo. También pare-ce que en la revisión del código OCDEse introduce un ensayo, voluntario,que sirva para definir el comporta-miento del motor en relación con elconsumo específico de combustible apartir de la medida de las prestacio-nes en seis puntos representativos. Lamedida se hará midiendo sobre la to-ma de fuerza y eso, ya se sabe, acarreaalgún problema: tipo de transmisiónentre motor y eje de la t.d.f, cambiosen carga, transmisiones complejas.

¿Y por qué la afirmación anterior?Pues porque en ensayos de campo,aquellos tractores, con transmisionescomplejas y cambios en carga saldránfavorecidos, pero no lo harán en aque-llos ensayos a “tractor parado”. Porello las transmisiones automáticasque gestionan el motor y la transmi-sión al mismo tiempo o las cajas CVTnecesitan que se les “pondere” de al-guna forma.

2. Las transmisiones:

Resulta, pues, evidente, que lastransmisiones son otro factor que re-sulta determinante a la hora de elegirel tractor más “eficiente”. En suelosen los que las condiciones de resisten-cia varían frecuentemente (diferentestipos de terreno o cambios de pen-diente) una caja con un buen escalo-namiento sacará mucha ventaja a unacaja “simple”. Los cambios en cargapermiten reducir el consumo respectoa una transmisión convencional, in-cluso aquella con relaciones sincroni-zadas. Los HI-LO son una opción co-mún y loable en nuestro mercado. Sibien en un suelo homogéneo y llano,una caja bien escalonada pero sencillapuede dar unas cifras iguales a unacon cambio en carga. Una vez más sepone de manifiesto de la enorme im-portancia que el agricultor sepa per-fectamente lo que necesita.

Igual ocurre a la hora de elegir o nouna transmisión automática CVT. Endichas cajas, una vez seleccionada laestrategia de conducción, la electróni-ca se encarga de conseguir los mejo-res ajustes, automáticos, entre motor

Ejemplo 1: Ejemplo de hoja de cálculo de costes de un arado de vertedera

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y transmisión para lograr que el mo-tor trabaje permanentemente en laszonas de mínimo consumo específico.Pero la pregunta es la misma ¿a queagricultor le puede interesar? El agri-cultor debe analizar sus necesidades,su finca, la heterogeneidad de sus te-rrenos, el trabajo a realizar y en con-secuencia, elegir. Además queda laprofesionalidad del tractorista, de suforma de “pilotar”. Un buen tractoris-ta con una caja bien escalonada y conatención constante en su trabajo pue-de “emular” a las cajas más sofistica-das y automáticas.

3. Toma de fuerza económica:

Se deberá evaluar su existencia debi-do a que en algunas ocasiones será un

sobrecoste que no interesa pagar, enotras permitirá trabajar en régimendel motor en el que el consumo decombustible es óptimo. En resumen,la evaluación energética de una trans-misión depende del tipo de trabajoque realice el tractor, de las condicio-nes de operación y, por supuesto, dela habilidad del tractorista.

4. Eje delantero, la dobletracción y diferencial:

Se podría afirmar que en general,los tractores de doble tracción sonenergéticamente más eficientes quelos de simple tracción. Sin embargo,en el caso de realizar operaciones li-geras (por ejemplo entre viñas o fru-tales) u operaciones de transporte,

sucede todo lo contrario. La automa-tización de la conexión, y descone-xión, de la doble tracción, el bloqueodel diferencial, con su parafernaliade automatismos, pueden mejorarsensiblemente la eficiencia energéti-ca. Igualmente disponer de un ejedelantero con suspensión puede re-ducir el deslizamiento.

5. Neumáticos y lastre:

El consumo de combustible en tra-bajos de tracción es función de la ade-cuada elección de los neumáticos, dela presión de inflado y del lastrado(puede producir variaciones en el con-sumo de combustible de hasta un 30-40 %).

La masa del tractor debe estar con-dicionada por el esfuerzo de tracciónque deba realizar. Para un determina-do esfuerzo, si la masa es reducida,aumenta el deslizamiento y consi-guientemente el consumo. Si la masase aumenta también se aumenta la re-sistencia a la rodadura y ¡el consumo!¿Entonces que hacer?, bien, pues lode siempre, buscar una solución decompromiso.

Valorar energéticamente unos neu-máticos de forma general es imposi-ble pues dependerá del uso que hagael tractor y del tipo de suelo que pise.El usuario como mucho lo que puedehacer es elegir los neumáticos entre lagama que le proporciona el fabricantey discernir acerca de si los neumáticospropuestos son escasos o sobredi-mensionados.

[Dossier ]

Agricultura Febrero 08I130

CONTROL DE COSTES

Los tractores de doble tracción

son energéticamente más eficientes que los de

simple tracción, pero en operaciones ligeras

(por ejemplo entre viñas o frutales) u operaciones

de transporte, sucede todo lo contrario

Tabla 1:

EquipoDesgaste

horasDesuso

añosAlojam

m2mant-repar

€/ha

Capacidad de trabajo

ha/h h/ha

Vertedera trisurco reversible 3000 20 4 6 0,5 2

Chisel 7 brazos 3000 20 8 1,2 0,67 1,49

Grada de 24 discos 3000 20 12 0,7 0,83 1,2

Cultivador 9 brazos 3000 20 7 1 1 1

Rodillo liso 3 m 3000 20 8 0,5 1,33 0,75

Rotocultor eje horizontal 2,5m

1500 20 8 650 0,67 1,49

Abonadora centrífuga 8000 L 800 20 4 50 2,5 0,4

Sembradora Chorrillo 4 m 1200 20 10 75 1,33 0,75

EquipoDesgaste

horasDesuso

añosAlojam

m2Consumo

combus (L)Mant/repa

€/h *

Tractor 2 RM 40-60 CV 12000 20 6 3,5 40

Tractor 4 RM 61-80 CV 12000 20 10 7 48

Tractor 4 RM 121-130 CV 12000 20 15,5 12,5 48

(*) Por litro de combustible consumidoFuente: Maquinaria para la preparación del suelo, la implantación de los cultivos y la fertilización. Luis Márquez. B&H Editores

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7. La gestión electrónica encabeceras:

Con este dispositivo se puede redu-cir los tiempos en vueltas, tiemposmuertos aumentando la capacidad detrabajo.

Conclusiones

En conclusión, no se dispone de in-formación relacionada con la eficien-cia energética global del tractor. Untractor no es un automóvil. En estecaso es más fácil pues el consumo serealiza en tres situaciones diferencia-das: autopista, carretera y ciudad.Con el tractor no es posible. Sin em-bargo ¿Cómo valora el agricultor di-cha mejora?, son realmente difícilesde valorar dichas especificaciones.

Deben ser los propios usuarios, y pa-ra ellos deben estar suficientementeformados e informados, los que valo-ren lo que ofrecen los diferentes fabri-

cantes en sus modelos y son los pri-meros que deben entender que la má-xima eficiencia y el menor consumolos conseguirán con una buena com-patibilidad del tractor con los aperosque utiliza en su explotación. Pero nose olvide que incluso habiendo la elec-ción perfecta del equipo tractor-ape-ro, todavía queda en las manos deltractorista mucho por hacer. Una con-ducción económica significa que ade-más de llevar un buen equipo se hahecho correctamente el mantenimien-to del motor, la adaptación del régi-men del motor y de la marcha, el man-tenimiento de los neumáticos y co-rrecta presión de inflado, además dela utilización de la doble tracción y delbloqueo del diferencial.

Para ello el plan ambicioso del MAPAen su Plataforma del Conocimiento nosparece de lo más acertado y ojala pue-dan llevarla a término con éxito. Des-de aquí les brindamos todo nuestroapoyo y colaboración. •

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Ejemplo 2: Ejemplo de hoja de cálculo de costes de tractor

6. Enganche tripuntal trasero ydelantero:

La respuesta del enganche tripuntalcon respecto a las variaciones de car-ga (control de carga) permite mejorarla eficiencia y reducir el deslizamientodel tractor. No existe ensayo de labo-ratorio para verificar el comporta-miento de los sistemas existentes enel mercado. Al igual que en el caso dela transmisión en suelos homogéneosla capacidad de ajuste es menos im-portante que en suelos con resistenciaespecífica muy cambiante. La existen-cia o no del enganche frontal puedeser una opción interesante para algu-nos agricultores. Su disponibilidadpermite realizar operaciones combi-nadas, mejorando el aprovechamien-to de la potencia del motor.

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Enganche tripuntal trasero

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