La Maldicion de La Bresahhe

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La vida de Alice cambia por completo cuando es obligada a abandonar el internado en el que vive para trabajar en Kavanagh Hall, una apartada mansión, lejos de la ciudad. Tendrá que hacer frente a un inquietante destino impuesto por la directora, lleno de temores y malos presagios, personificados en la figura de la banshee.L a muerte es una constante amenaza y un amuleto rúnico y una cruz celta, la salvación

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LavidadeAlicecambiaporcompletocuandoesobligadaaabandonarelinternadoenelqueviveparatrabajar en Kavanagh Hall, una apartada mansión, lejos de la ciudad. Tendrá que hacer frente a uninquietantedestinoimpuestoporladirectora, llenodetemoresymalospresagios,personificadosenlafiguradelabanshee.

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JOSEMARIALATORRE

LamaldiciondelaBanshee

Alfaguara

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Sinopsis

LavidadeAlicecambiaporcompletocuandoesobligadaaabandonarel internadoenelqueviveparatrabajarenKavanaghHall,unaapartadamansión,lejosdelaciudad.Tendráquehacer frente a un inquietante destino impuesto por la directora, lleno de temores y malospresagios,personificadosenlafiguradelabanshee.

Autor:Latorre,JoseMaria©2013,AlfaguaraISBN:9788420413792Generadocon:QualityEbookv0.72

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LamaldicióndelaBanshee

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JoséMªLatorre

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ÍNDICEPORTADILLAÍndiceDedicatoriaPrólogoCapítulo1.SorpresasenKavanaghHallCapítulo2.LosgemidosdelabansheeCapítulo3.UnahistoriaaterradoraCapítulo4.AliceenlacasadelhorrorCapítulo5.LacasaabandonadaCapítulo6.AliceredescubrelasoledadCapítulo7.RegresoaKavanaghHallCapítulo8.NochesinfinSobreelautorCréditosGrupoSantillana¿Dedóndeprocedeaquelloquememueve?¿Delaluzodelastinieblas?HugoBallOshablodeunanocheenlaquenohayquedormir.JulienGreenPRÓLOGOEnprincipiofuelabanshee,peroluegollegóalgotodavíamásterrible...Serámejorquecuentepasoapasomihistoria,porquelosdetallestienenimportancia. Mividacambióporcompletodesdequemeenterédequedeberíaabandonarel internadopara iratrabajarcomodomésticaenKavanaghHall,laresidenciadeotoñoeinviernodeunadelasfamiliasdemásabolengodeIrlanda.Losupecuandomedisponíaadesayunaralpuntodeunamañanatanneblinosacomo suelen serlo con la llegada del frío las de Dublín y sus alrededores: la directora, mistressO’Bannon,mehizoirasudespachoparacomunicarmelanoticia,querecibísentadaenunabutacafrenteasumesa.Segúnmedijo,lamíanoibaaserunamarcharepentina,puesteníapordelanteelrestodelasemanahastaeldíadedareldefinitivoadiósalque,hastadondemimemoriaalcanzabaarecordar,habíasidomihogar,perolanoticiamesumergióenunestadodetristezayconfusiónmental,alimentadoporalgunascompañerasconlasqueteníamásconfianza,aquieneslesapenabaquemesepararandeellas.Incluso una de las profesoras, miss O’Connor, no veía con buenos ojos el lugar que me había sidodestinado.

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—¡ContantasmansionescomohayenelpaíshatenidoquetocarteladeunKavanagh!—medijoconelceño fruncido—.Debes saber que lo han decidido sin consultar con nadie...Hablaré con la directoraparaver si aúnestáa tiempodeanularlo;podríaalegar,no sé...,que todavíanoestáspreparadaparadejaresto. No me explicó nada más y de momento me quedé sin saber el motivo de su desagrado, pero suconversaciónconmistressO’Bannonresultóinfructuosa,yaquevinoavermeenseguidaparainformarmedequenohabíanadaquehaceryqueeldomingosiguienteporlamañana,sindilaciónalguna,deberíapartirentrenhaciaWexford,dondesealzabaKavanaghHallenunlugarapartado,lejosdelaciudad.Porsupuesto,deseabasaberaquésedebíasucontrariedad,pueseraconscientedequemiscompañerasyyoestábamos destinadas a dejar algún día el internado para dirigirnos a unos destinos no elegidos pornosotrassinoenconnivenciaentreladirectoraylafamiliaquenosrequería. —Labanshee, queridaAlice, es a causade la banshee—repuso rehuyendomimirada—.Eres unajovencitademasiadoimpresionable,ynomeparececonvenientequevayasapararaunlugarcomoese,marcadoporelsignodelabanshee.Yonuncahabíaoídoesapalabra,ignorabaloqueseocultabatrasella,yporesolepreguntéaquéserefería.Fueunapeticiónhechaenvano.—Cuantomenossepassobrelabansheeserámejorparati...,metemoqueenesacasatendrástiempodesobraparaaprenderlo—repuso,evasiva;ysupequenodebíainsistir.Alvagoreceloquemehabíainspiradotalpalabraseañadióelmalestarquemeproducíadespedirmealafuerzadellugardondehabíacrecidoyhabíasidoeducadaparatrabajaryvivirensociedad.Esciertoque no disponíamos de libertad, pero la vida resultaba grata, o almenos apacible en su rutina, si teolvidabas de los castigos que infligían de vez en cuando, según nuestro modo de ver no siemprejustificados.Alfinalfuerondoscompañeras,LizylaitalianaGina,lasquemeexplicaronalgosobreesabansheequetantoparecíainquietaramissO’Connor.—Esunfantasma—dijoGina.—No,noloes—negóLizasuvez—.Senotaquenoeresirlandesayhablasdeoídas,porquedelocontrarionodiríaseso...Unabansheeesunaaparicióndemoníaca,unespectro...—Bueno,yosoyirlandesayno...—intervine.—Lodicho:unfantasma—seobstinóGina,interrumpiéndome.—Nosetratadequeseteaparezcaalguienqueestámuerto,sinodequeesunsersobrenatural.Surgeporlasnochesoalamanecerenalgunasmansionespertenecientesagrandesfamiliasdesangreceltaparaadvertirde la inminentemuertedealgunodesushabitantes,ysiempresemanifiestafuera,nuncaenelinterior—añadióLiz.EsohizocallaraGina,quenopudodisimularunaexpresióndecontrariedad,peroyohabríapreferidonooírloapesardehaberlessolicitadounaexplicación.FueinútilquelepidieraaLizquenosiguierahablandodeltema,pueslohizoaunqueprocurénoescucharla.Sinalardeardeello,reconozcoqueposeounagranhabilidadparaabstraermeynoprestaratención.Así,procurédesviarmispensamientoshaciaotras cuestiones mientras veía cómo abría y cerraba su boca sacando de ella palabras que no mellegaban.Yolollamaba«eljuegodelasorda».Sinembargo,nopudeevitaroírloúltimoquedijo:—Laencargadadelabiblioteca,missPennington,sabemuchodeestascosas,deleyendasirlandesasytodoeso.Ellatepodráinformarmejorquenadie.Porcierto,losKavanaghsondesangrecelta.Apuestoloquequierasaqueverásalabanshee...,enelfondoteenvidio—concluyó. Laposibilidaddequeesosucedierameaterrorizó.¿CómopodíaenvidiarmeLizporalgoasí?MissO’Connor tenía razón:erademasiado impresionable.Esanoche tuveunaextrañapesadilla relacionadaconlabanshee,yenlosdíasqueprecedieronamimarchamedediquéavagarcomounfantasma—sí,comoun fantasma—por lacasaypor los jardinesdespidiéndomede todo, sinhacercasodel intensovientoquedeshojabalosarbustosylosárboles,nidelfríoquemellegabahastaloshuesos.Elhechode

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iraabandonarelinternadomeeximíadelasleccionesdeesasemana,sibientuvequeatendernopocosconsejoseinstruccionesacercademiconductafutura.Enmásdeunaocasiónestuvetentadadeira labiblioteca para consultar a miss Pennington sobre la banshee, pero no lo hice a pesar de que micuriosidadsehabíavueltotanintensaomásquemitemor.MissO’ConnornovolvióahablarmedelabansheeytampocolohicieronLizniGina,talvezparanoañadirmáspreocupaciónalaquetenía,conscientesdequeyasehabíadicholaúltimapalabrasobremidestino laboralydequenoexistíaposibilidaddevolveratrás.La tristezayel temorsefundíanenmiánimo a partes iguales, y la última tarde que pasé en el internado procurando estar a solas, bajo unabrumaqueteníaelolordelinvierno,meabatióunasensacióndemelancolíaanteloinciertodemifuturoyportenerqueconvivirenlosucesivocondesconocidos.Cuandollególamañanadeldomingo,despuésde una visita a la capillame despedí demis compañeras, demis profesoras y de la directora, ymeparecióadvertirelbrillodeunaslágrimasenlosojosdemissO’Connor,quenollegaronaafluir.Besócalurosamentemismejillas.—Cuídatemucho,queridaniña,ynoolvidesqueestaréaquíypodráscontarconmigoparacualquiercosaqueprecises—dijo,altiempoquemeentregabaunahojadepapeldoblada—.Llámameencuantopuedasparaquesepacómoteva.TedoyladirecciónyelteléfonodeunamigomíoqueviveenWexford;nodudesenrecurriraélencasodenecesidad.YtenencuentaqueelnombredeesaciudadenirlandésesLochGarman,lodigoparaquenoteextrañesioyesquelosKavanaghlallamanasí.Medilavueltaconelfindeimpedirquemevieranllorarpormarcharmedellugardondeibaadejartantos recuerdos. Cargada con la maleta donde llevaba mis escasas pertenencias, subí a la vieja ydestartaladacamionetaqueibaallevarmealaestación,conducidaporSean,elhombresiemprevestidoconunguardapolvosque se encargabade transportar los alimentosdesde la ciudadal internado,y enproporciónigualdeviejoqueella,ynoquisevolvermeamiraratrás,atenazadaporunaangustiaquemecortabalarespiración.Sentíacomosielmundoseestuvieradesplomandosobremí. Encorrespondencia conmi sombríoestadodeánimo,habíaamanecidoundía tristeyelpaisaje sehallabacubiertoporunacapadebrumaqueconvertíatodoamialrededorenfigurasfantasmales.Inclusolosoloresquemellegabanatravésdelcristalrotodelaventanillaerandistintosaloshabituales.Hastaelolorde lashojasquemadasmeparecíaotro.Mehabíandichoque,acausadelpésimoestadode lacarretera, que la camioneta recorría dando tumbos, se precisaba al menosmedia hora para cubrir ladistanciaqueseparabaalinternadodelaestación,peromisdeseosderetrasarlallegada,deprolongarmiestanciaenaquelloslugaresfamiliares,lograronqueeltrayectosemehicieramuchomáscortodeloquehabríaquerido,aunquealbajarteníaelcuerpodoloridoaconsecuenciadetantosvaivenes.Fueelpropio Sean quien adquirió el billete de tren con el dinero que le había dado la directora y, antemisorpresa,mepasóconélunacajitaforradaconterciopelonegro.—Perdoneelatrevimiento,peromeheenteradodequevaaKavanaghHall—dijo.—Enefecto—asentí,extrañadaporqueSeannuncasedirigíadirectamenteaningunadenosotras.—Mehepermitidotraerleestacajita.Contieneunacruzcelta.Lerecomiendoquelallevedíaynochecolgadaalcuello.Laprotegerá...Dentrotambiénhayunamuletorúnicoquedeberíadejaralladodelapuertadesudormitorioalacostarse.Mimanoderechatemblabaalhacermecargodelacajita. —¡Por Dios, Sean! ¿De qué o de quién deberá protegerme? ¿Qué hay en esa casa? —inquirí,impresionadaamipesar.—Delabanshee,señoritaAlice,delabanshee.Ruegueparaquenosecrucenuncaensucamino,paraquenoveajamássurostronioigasullanto.—¿Sullanto?—repetícomouneco.—Cuandollora,lamuerteseciernesobreellugardondehaaparecido...,esunaenviadadelaParcayno hay que mirarla de frente. No, no... —cabeceó—, no deberían haberla enviado a esa mansión.

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KavanaghesunapellidomalditoenIrlanda...Sobretodo,nodejedellevarconsigoestacruzydejarelamuletocomoprotectordeldormitorio...Tengaencuentaque... Era evidenteque seproponía añadir algo, pero tras cabecear se alejódemí conpasos titubeantes,comohuidizos,ylevisubiralacamionetaymarcharsedejándomesolaantelapuertadelaestación,másinquietaquenunca.Todos,merefieroamissO’Connor,Liz,Ginay,ahora,Sean,mehabíanhabladocontemordelabanshee,comosifueralopeorconloquepodíacruzarmeenminuevodestino.ConcrecientenerviosismoaguardéenelandénlallegadadeltrenquedebíallevarmeaWexford.Laespera se me hizo también corta, como si las saetas del reloj avanzaran con mayor celeridad de lohabitual,ypocodespués,sentadayaenmicompartimento,sinlacompañíadeningúnotroviajero,asolasconmidolorymimalestar,nohicesinopensarencuantomehabíandichoantesdemipartida.Esosí,mientrastantoabrímásdeunavezlacajitaparaexaminardecercaelamuleto,decolorazulíndigo,asícomolacruzcelta,consucírculoalrededor,yleíelnombredelamigodemissO’Connorqueestahabíaescritoenelpapel:JohnWalcott.Todavíaignorabaloshorroresenlosquemeibaaverenvuelta.

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Capítulo1SORPRESASENKAVANAGHHALL EL tiempo parecía haberse confabulado contra mí para hacerme llegar cuanto antes a Wexford yalejarmeasíconindeseadarapidezdemicírculodeamigas,alasqueveíacomounafamiliaporqueeralaúnicaquehabíaconocido,pueselviajefuecomounbrevesueño.Aunasí,tuveocasióndereflexionarsobreloquehabíasidomivida.Enciertaformayoeraunavíctimadelaguerra.Misprogenitores,porloquesabía,habíanmuertoduranteunodelosnumerososbombardeosnazissobreLondresyyo,queparaentoncesdebíadetenerdosotresañosdeedad—nuncahesabidoconcertezalafechademinacimiento—,fuirescatadamilagrosamenteconvidadeentrelosescombrosdelacasaporunvoluntariocivilquemellevóaunaresidenciahabilitadaparahuérfanosyniñosconpadresdesaparecidosaconsecuenciadelaguerra.Despuésdetranscurridoeltiemposuficienteparacomprobarsialguienmereclamaba,locualno sucedió y supongo que no debió de suceder en ningún caso, una mujer irlandesa me trasladó alinternadodondecrecí,situadoenlosalrededoresdeDublín.Poresomeconsiderabairlandesa,comolehabíadichoaLiz.Allí,encompañíadeotrashuérfanas—nohabíamásquechicas—,seencargarondemieducacióny,cuandollegóelmomento,meexplicaronlascircunstanciasenquehabíasidorecogidaymeinformarondequetodaslasinternasestábamosdestinadasalserviciodomésticoamedidaquefueranllegandolaspeticionesdelasfamilias,locualsucedíaamenudoporquelaguerrayahabíaquedadoatráscomounapesadilla,nosindejarun rastrodemuerteydestrucción,y la sociedad recuperabasupulsohabitual.Eraunainstituciónestataly,porlotanto,secaracterizabaporciertafrialdadeneltrato,salvoalgunasexcepciones, no obstante sus responsables se preocupaban por ejercer bien su cometido. Pero esprobablequetantoelambientecomoelconocimientodelosucedidoamispadresinfluyerannopocoenalimentarmicarácterretraídoy,comohabíaapuntadomissO’Connor,misensibilidadaflordepiel.Laslágrimassedeslizaronpormismejillasenmásdeunaocasiónduranteelviaje,perocuandoeltrenllegóalaestacióndeWexfordestabamáscalmada(¿oresignada?),aunquenoporellomenosinquietaantelaincertidumbredeloqueibaaencontrarenKavanaghHall.Paraentonceshabíadecididocambiarmiformadeserenloquefueraposible;sermenosimpresionabledeloquecreíamissO’Connor,hacermásfirmemicaráctersincerrarlosojosalmundo;enunapalabra,madurar.Enelandén,rociadoporloschorrosdevapordelamáquina,habíaentreotrosunhombretanviejocomoSean,perovestidoconunelegante trajeoscuro,queesperabaconunpapelalzadodondefigurabaminombreescritoamanocondesigualesletrasmayúsculas.—SoyAlice—mepresentéenvozbajaabriéndomepasoentrelosviajerosquesehabíanapeado.Nocorrespondiódándomesunombreynisiquieradiolugaraesbozarunasonrisa;selimitóabajarelpapel y hacerme una seña para que le siguiera. Acelerando el paso porque el hombre caminabamuydeprisa, tuvequellevaryomismamimaletahastauncocheaparcadofrentea lapuertadelaestación.ComparadoconlacamionetadeSeaneraunvehículodelujo.Elhombremeindicóquedebíasentarmeenlapartedeatrásyarrancóelautomóvilsindarmetiempoapenasahabermeacomodado. —Debo llevarte—dijo tuteándome; fueron sus primeras y únicas palabras hasta casi el final deltrayecto. Desde la ventanilla vi desfilar un paisaje desconocido, primero las calles de la ciudad, menosconcurridasquelasdeDublínperoquizásmáspintorescas,ydespuésunospáramosmásdeprimentesquelos que rodeaban al internado.La carretera estaba solitaria y el conjunto resultabapoco acogedor.Elchófernodijonadaenellargotrayectohastaque,trastomarunacurvacerrada,nosinternamosporenmediodeunbosqueyalratovisurgiralfondounedificioque,supuse,debíadeserKavanaghHall.—Ahíestálamansióndondevasatrabajarapartirdeahora—meespetóconsequedad. Teníaunavozgrave,casicavernosa,ysepodíadecircualquiercosadesutonomenosqueresultara

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afable. En cuanto a la mansión, pude examinarla con curiosidad conforme el automóvil se ibaaproximandoaella,luegodehaberdejadoatráselbosquecilloparacontinuarporuncaminoflanqueadoporjardinesyárboles,entreloscualesmepareciódivisaralaizquierdaunapequeñacasa.Setratabadeunsombríoedificiorectangulardetrespisos,alzadoenmediodeunclaroalfinaldelosjardines;variosbalconesyventanasasomabandeentreunascortinasdehiedra,yantelabreveescalinataconbalaustradaquesubíaalascolumnatasdelaentradahabíaunafuentesecaornadaconunaextrañafiguradepiedra.Yonohabíavistonuncaunlugartanimpresionante,peronomeinspirabasimpatía;alcontrario,habíaenél algo indefinible que provocaba temor y rechazo, y resultaba una anomalía en el atractivo paisajevegetal.¡Yeraallídondetendríaquevivirapartirdeahora!Nosedivisabaactividadalgunacuandoelchóferdetuvoelautomóvil.Sialguienmehubieradichoquelacasaestabadeshabitadalohabríacreído.—Yapuedesbajar,preséntateamistressFranklandydilequeereslanueva.Teestáesperando—medijoconelmismotonosecoconelqueantessehabíadirigidoamí;alverquemeencaminabahaciaelportón de entrada añadió—: ¡Por esa puerta no, imbécil, tendrás que llamar a la del servicio,acostúmbrateya!Sinindicarmeaquépuertaserefería,sealejóconelcocheparadarlavueltaaledificioyesomehizotitubear,confusa,hastaqueadvertílapresenciadeotrapuertabastantemáspequeñasituadaaunostresmetros a la izquierda. Imaginé que debía de ser aquella y, luego de dudar una vez más, tiré de lacampanilla,quelanzóunsonidohiriente.Tuvequeesperarunratohastaquemevianteunajovenvestidadenegro.—¿MistressFrankland?Soylanuevaempleada—dije.—NosoymistressFrankland.MinombreesAngie.Entra,lediréqueyahasllegado.Lecorrespondíconunatímidasonrisayaguardéenunreducidovestíbulodesnudodemobiliarioyconlasparedesdesconchadas,iluminadoconunasolabombilla.Aambosladoshabíadospuertasquedebíande llevaraotraspartesde lacasa.Angiehabíadesaparecidopor lapuertade la izquierday,mientrasesperaba, miré por la de la derecha. Al otro lado divisé un inmenso vestíbulo rebosante de tapices,cuadros, armaduras ymuebles viejos y ostentosos; del techo pendía una gran araña de luz de variosbrazosconcolgantesdorados,yhabíaunachimeneaapagadaencimadelacualdestacaba,esculpidoenpiedra,loquesindudadebíadeserelescudofamiliardelosKavanagh:unáguilaconlasalasextendidasydossablesentrecruzados.Nohabíanadieenél,peroeratanenormeymeapartétandeprisaparanosersorprendida, quepodía habermepasado inadvertida la presencia de algunapersona.De inmediatomedesagradóunfuerteoloracerradoyamoho.Lajoventardóunratoenreaparecerynolohizosola,sinoencompañíadeunamujerdemedianaedad,alta,delgada,decabelloentrecano,expresiónseverayvestida tambiéndenegro.Observédereojomivestidoazulceleste...,¿acasotodosvestíandenegroenaquellacasa?Lareciénllegadameescrutódepiesacabezaantesdehablar.—Eresmuyjoven—comentó.—Enseptiembrecumplídieciochoaños—repuse,aunque,comoyahedicho,noestabasegurademifechadenacimiento;eraloquemehabíandichoenelinternado.—Parecesunaniña...BienvenidaaKavanaghHall.Empezarásatrabajarhoymismo.Angietemostrarátuhabitación.Tienesmotivosparaestarcontenta;lacomidaesbuenay,adiferenciadeloquesucedeenotrascasas,aquícadacualdisponedesupropiaestancia,aunqueseapequeña;serespetalaprivacidad,sibiencuandoestésenelladeberásacudira las llamadasquese tehagan,por loquedeberásprestaratenciónalsonidodelcuadrodetimbresinstaladoenelpasillodeloscuartosdelaservidumbre;esfácilhabituarseaél,noteextrañequelascampanillaspuedansonardurantelanoche...Supongoquetehabránenseñadoaayudarenlacocinayaserviryrecogerlamesa.—Sí,señora.MistressFranklandcabeceóyvolvióaexaminarmedepiesacabeza.

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—¿Hastraídootraropa?—preguntó.Supeenelactoquelohacíaparaaveriguarsiteníaunvestidonegro.—Tengootrosdosvestidos,unodeellosnegro—repuse. —Eresrápidaendartecuentadelascosas.Mealegro,peroteproporcionaréununiforme—afirmó,dejándomesolaconlajoven.—Voyallevartelamaleta—dijoesta,inclinándoseparacogerla.—Gracias,Angie,nohacefalta,hecargadotodoelviajeconellayporpocomásaúnpuedollevarlahastamicuarto.—¿NotehaayudadoPatrick,elhombrequehaidoarecogertealaestación?—anteminegativaañadió—:Esel chóferde los señores, tienen trescochesyél seencargadeconducirlos todos.Trabajaaquídesdehacemuchosaños...,nadiesabecuántos...,sepuededecirqueformapartedelacasa.Puedequetehayaparecidobrusco,peroenelfondonoesmalapersona.—Mehallamadoimbécil—mequejé.—Escapazdedecircosaspeores;nolehagascaso,avecesesalgosoezperonovamásallá.MistressFranklandtampocoestanseveracomodaaentenderlaprimeravezquesehablaconella.Sustituyóalantiguomayordomocuandoestemurióyeslaesposadelcocinero;ahorahacedegobernanta,ocomolegustadeciraella,deamadellaves.Yairásconociéndolosatodos,venconmigo...Porcierto,teconvienesaberqueenestaépocadelañohaypocosdíasdesol,adiferenciadeloquesucedeenprimaverayenverano.Lluevedemasiado,lastormentasduranmuchotiempoytodoparecemástriste.Loséporquenacíenestecondado. LepreguntéaAngieporqué losKavanaghpasabanelotoñoyel inviernoenun lugardeclima tanlluvioso,peronocontestó.Laverdadesqueestabalejosdesentirmetancontentacomohabíasugeridomistress Frankland. Ni siquiera el hecho de disponer de un dormitorio propio, en contra de lo quesucedíaenelinternado,dondeteníamosunocomún,aliviabaelsentimientodesoledadylatristezaquemeembargaban,nilarepulsiónqueyaempezabaainspirarmeaquellacasa,nosésiinfluidaenparteportodoloquehabíaoídodecirsobrelabanshee.FuidetrásdeAngieporelmismolugarpordondeanteslahabíavistoirseysalimosaunoscuropasillocontrespuertasaladerecha,cerradasaexcepcióndelaúltima,queporloquevialpasarllevabaalacocina.Dabaunaimpresióndeabandono,aloquecontribuíaelolorahumedadyamoho,comositodalacasafueraungigantescosótano.Acontinuaciónlaseguíporunainacabableescaleradecaracolconresbaladizospeldañosdepiedrasituadaalfondo,porlacualllegamosaotrocorredormenososcuroyagobiante,perobastantemáslargo,enelquehabíavariaspuertasy,asutérmino,unventanalporelcualsefiltrabaunapálidaluzexterior.Mellevóalaúltimadeellas,lamáspróximaadichoventanal,nosinhabermeseñaladoantesuncuadrodetimbresadheridoaunadelasparedes. —Con estos timbres reclaman nuestra presencia —me explicó—. Son los que te ha mencionadomistressFrankland.Recuerdaquetusllamadasconsistiránentrestimbrazosseguidos,aunquesienesosmomentosnoestásporaquílosdemástenemoslaobligacióndeatenderlasentunombre.Valelomismoalainversa.Peronolesagradaqueseaotraquienacuda...Cuandovayassabrásquiénteloordena,puescadahabitación tieneenel cuadroelnombrede suocupante, soloescuestióndememorizardóndeseencuentracadalugar...Yestevaasertudormitorio—concluyóabriéndomelaúltimapuerta.Elcuarto,quedisponíadeunareducidaventana,estabaamuebladoconloimprescindible:unacama,unasillademadera,unamesitadepatasbajasconvariasvelassobreella,quizáscomoayudadecaraalosapagones,frecuentesenaquellosdías,yunarmarioconespejo.Habíaunabombillaeneltecho.Lahabitación era igual de oscura que los lugares que habíamos atravesado para llegar, y la visibilidadapenasmejorócuandoAngiediolaluz.Suspiréalpensarqueeldormitorioeracomounaceldayyoibaaserlaprisionera. —Adivino loqueestáspensando:es tristeypocoacogedora, sinembargoyaveráscómopronto te

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parecerásuficiente.Laventanadaaunpatio interioryporeso la luzes tanescasa.ComotehadichomistressFrankland,empezarásatrabajaralahoradelacena.Sesirvealassieteenpuntodelatarde,niantes ni después, tanto en otoño como en invierno. Dispones de tiempo para descansar de tu viaje.Imaginoqueloirásaprendiendo,pero¿necesitassaberahoraalgomás?—Hemossubidoporunaescaleradecaracolyaquíestánlashabitacionesdelservicio...,¿pordóndesevaalrestodelacasa?—Ah,sí,loolvidaba,hashechobienpreguntándolo.Porraroquetepuedapareceresporlaprimerapuertadeestepasillo.Allíverásunahabitaciónsinmueblesy,alsalir,unaescaleraquellevaalaparteprincipal,dondelosseñoreshacensuvida.Alascocinassellegaporlaescaleradecaracol.Enlapartebaja,dondeestáelcomedor,unapuertasituadaaladerechadelvestíbulocomunicaconlacocina,perosolo se utiliza para servir desayunos, almuerzos y cenas. En lo que respecta a la limpieza de lashabitaciones se puede utilizar la escalera principal. Al principio seguro que te resultará un pocolaberíntico,pueslacasaconstadetrespisosyporesapuertasesalealtercero,perofueconstruidaasíhacesiglosynohasidoobjetodeningunareformadesdeentonces...,esloquesedice. «Los antepasados de estos Kavanagh se preocuparon de establecer distancias entre ellos y laservidumbre»,pensé.—¿Decuántosmiembrossecomponelafamilia?—inquirí—.Enelinternadonomeexplicaronnada.—Solosoncinco:elseñorRandolphKavanaghysuesposa,Maggie,elhijomayor,Charles,soltero,ylahija,Kate,casadaconPeterFeeney.Charlesnodatrabajo,escomosinoexistieraporquedesdehacemucho tiempo pasa día y noche encerrado en su laboratorio y ha prohibido que nadie entre en él nisiquierapara limpiarlo...,noquieropensarenquéestadodebedeestar.Tampocoquierequeentremosparanadaensuhabitación,ydigolomismo.Losseñoressedirigiránpocoati,transmitensusórdenesamistressFrankland;lamásinsistenteeslahija,pero,porloqueheoídodecir,ellaysumaridotienenlaintencióndemarcharsemañana.DebessaberquemistressKavanaghfuehaceañosunapianistaconocidayleagradaquelasalademúsicaseconservelomáslimpiaposible,aunquenoselehacemuchocasoyellasemantienealejadadelpiano...Quizásteestoydandodemasiadainformaciónytehagasunlío.—No,no,megustasaberlo.Sétocarunpocoelpiano,estábienquehayaunasalademúsica...¿Ylosdemás?—ApartedemíydemistressFranklandysumarido,quesellamaRichard,estánPatrickelchóferyotracriadaalaqueyaconocerás,Mary—hizounapausaparaañadir—:Conrespectoalpiano,niseteocurrapensarquepodrástocarlo.Teavisarécuandolleguelahoradelacena. Comprobé pormi reloj que disponía de un rato para intentar familiarizarme con la habitación. Loprimeroquehicealquedarmesola,inclusoantesdesacardelamaletamisescasasropasyguardarlasenelarmario,fueabrirlaventanayasomarmeconelfindeaveriguarloqueibaatenerantemíadiarioapartirdeesedía.Debajodemihabitaciónnohabíamásqueunasventanascerradastraslascualesnosefiltrabaningunaluz,tandesconchadascomolasdelasalitadondehabíasidorecibida.Lavistaeramásdeprimenteque ladel internado,pero lopeoreraelpunzante, insoportableolorahumedadyamoho.Cerrédeprisaparaevitarqueimpregnaraelairedelahabitación,masfuedemasiadotardeymevienlanecesidaddeabrirlaventanaparaventilarla;envano,yaquefuerahedíaigualmente.Measoméalcorredorporquesentíalanecesidaddeexaminarloconmayordetenimiento,puesAngienomehabíadadotiempoparahacerloyqueríaconocerloqueibaarodearmedesdeesedía.Todoestabaenconsonancia:elaire, la luz,elolor, laatmósferadepresiva...Meaproximéalventanaldonde ibaamorirelpasillo.Aprimeravistadabalaimpresióndequeloscristalesestabansucios,peroalmirarlosdecercadescubríquenoeranneutrossinoahumados,oalmenosteníanelcolordelhumo.¿Porquéloshabríanelegidoasí?¿Habíaenesacasaalgúntipodeprevencióncontraelsol?¿Seríaparanoveralabansheecuandoapareciera?Alotro ladosedivisabaunpaisajequeno teníanadaqueverconelquehabíaenfrentedelamansión,elquehabíarecorridoencocheconPatrick.Nadadebosquecillosnide

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jardines,solounpáramodondeelvientosecebabaconlosmatorralesyhacíarodardeunladoaotrolasramassecasylashojasdesprendidas. Retrocedí sobre mis pasos para acercarme a la primera puerta del corredor y no tuve la menordificultad para abrirla.Me recibió una estancia vacía, con las paredes desnudas, en la que, tal comohabíadichoAngie,nacíaunaescaleradepiedra.Todoloqueacababadevermedesmoralizóydudédequepudierapermanecerenesacasadurantemuchotiempo.Pero¿adóndepodíairenmisituación?¿Ylabanshee?Sí,ademásestabalaleyendadelabanshee,enlaquehabíapensadoinstintivamentealmirarporelventanal.Suficienteentretodolodemásparahacermedesearacostarmeynodespertarenvariosdías.Aquellamansióneraunaexcentricidadensímismayquienesordenaronconstruirlaasídebierondeser,enconsecuencia,personasexcéntricas,ynosolopormarcartantolasdiferenciasdeclase,lasdistanciasentre señores y criados, sino por su tortuoso trazado, que amimodestamanera de ver se saltaba lasreglasdelalógica.Porcierto,«excéntrico»erauntérminoquemegustabadesdequelohabíaleídoenunlibro.Volvíaamihabitacióncuandoderepenteseabriólapuertadelaestanciacontiguayvisaliraunajovenvestidaconununiformenegro.Eraunpocomásaltaqueyoyteníalateztanpálidaquedabalaimpresióndeestarenferma.AlvermehizoungestodesobresaltoeintuíquedebíadetratarsedeMary,laotracriadadelaquehabíahabladoAngie.—Noesperabaencontrarmeconnadieporaquí—dijocomojustificandosureacción.—MellamoAlice—sonreíalpresentarme—.Vamosasercompañeras. —Sí, había oído decir que hoy llegaría una nueva..., ya nos iremos viendo —se despidió sincorresponderamisonrisa,dándoselavueltaparaalejarseyentrarporlapuertadecomunicaciónconelrestodelacasa. Noparecíaalegrarsedehabermeconocidoypenséquedebíadeserunaantipática.Denuevoenmidormitorioprocedíadejarmisropasdistribuidascomopudeentreelarmarioylamesillaymetumbédespués de comprobar que la puerta tenía pestillo, el cual tuve cuidado de echar. Lo único que megustabadeaquellacasaeraque,suponíayo,comoentodaslasgrandesmansiones,debíadecontarconuna estupenda biblioteca. Yo había sido una gran lectora en el internado; leía siempre que teníaoportunidad,sacandotiempodedondefueraycontandoconundiccionariodondebuscabaelsignificadode las palabras queno entendía, y estoy segura de que esas lecturas influyeron enmi formación tantocomolasclasesquerecibía.Eraunacostumbrequemehabíacostadoalgúncastigoymecreófamadedistraída. Miss O’Connor fue la única que me apoyó en ese hábito animándome a no cejar yrecomendándomelibrosdeentrelosquehabíaamialcanceallí,quenoeranmuchos.Yosabía,omásbiensospechaba,queenminuevavidasoloibaadisponerdetiempolibreporlasnoches,peroconfiabaenquealmenosmepermitiríansubiramihabitaciónalgúnlibrodelabiblioteca. Casi inconscientemente,mismanos se deslizaron hacia la cajita queme había regaladoSean en laestacióndeDublínyextrajelosdosobjetosparamirarlosdenuevoconinterés.Estuvedándolesvueltasduranteunosminutoshastaquedecidíhacercasoasurecomendación.Demomentocolguédemicuellolacruzceltaymedijequeantesdeacostarmemeocuparíadedejarelamuletojuntoalaentradademicuarto.Debídequedarmedormidasentadaenlacamaporquemeasustaronunosgolpesenlapuerta.Alabrirlosojosmecostórecordardóndeestaba,porquetodoamialrededormeresultabaajeno,extraño,peromelevantépresurosaaloírnuevosgolpes.Dilaluzantesdeabrirporquelaoscuridadsehabíahechototal.LaquellamabaeraAngie,quetraíaunasropasentrelasmanos.—Perdona,mehedormido—meexcusé. —Piensa que pueden llamarte a cualquier hora... Bien, ha llegado la hora del trabajo. Toma esteuniformeypóntelo,creoqueesdetutalla.Teesperofuera,procuranotardar.Hiceloquemehabíapedido,sinrecordarlequeyateníaunvestidonegro,yapenasdispusedetiempo

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paracontemplarmeenelespejodelarmario.Casinomereconocíalvermevestidaconeluniforme,quemedabaunaspectodecolegiala.—Voy...,voyenseguida—gritécuandovolvióagolpearenlapuerta.—Tequedabien,hetenidobuenojo—dijoencuantomereuníconella—.Dateprisa,losKavanaghsonmuyestrictosconloshorarios,notoleranniunminutoderetraso. Tal como preveía, bajamos a la cocina por la escalera de caracol. Ya me había dado cuenta aldespertarme,lanochehabíacaídoylamansiónestabaenpoderdelaoscuridad,apenasrotaporlaluzdeunasmiserablesbombillasqueescasamenteiluminabandevezencuandoalgunospeldaños.Unadeellasparpadeabaamitadde laescalera,comosiestuvieraapuntodefundirse.Angie lagolpeósuavementecondosdedosylaluzquedófijacuandoparecíaqueíbamosaquedarnosaoscuras.—Lacasaestámaliluminada,¿no?—comenté.—Noseteocurradecírseloalafamilia,tampocoamistressFrankland...Unachicafuedespedidaporhacerlo.—¿Eramiantecesora?—No.EsasellamabaJulieyundíadesapareciósindecirnadallevándosesuropa,nodejónadaensuhabitación. En la cocina habíamás luz, pero el calor era agobiante a causa de las llamas de los fogones, encontrasteconlagelidezquereinabaenmihabitación,enelcorredoryenlaescalera,ymepreguntécómoseríaelambientede lacasaen lomáscrudodel invierno.MistressFrankland losupervisaba todosinintervenir,elcocinero—aquienmepresentaron—ultimabalospreparativosdelacenayMary,laotracriada,salióarrastrandouncarritocargadodecubiertos,platos,vasos,copasyservilletas.—Habéistardadoenbajar—nosreprochóelamadellaves.—Hasidopormiculpa—dije—.Estabacansadadelviajeymehedormido...,nohepodidoevitarlo.—Esquelehellevadotardeeluniforme—seexcusóAngie.—Apartirdeahoratendráscuidadoconlapuntualidad.ComopruebatetocaservirlacenaconAngie.Ellaseencargarádelaguaydelvino.Confíoenquenocometerásningunatorpeza,laprimeraimpresiónseráimportanteparadecidirtupermanenciaenlacasa. Así fuecomo,encuantovolvióMaryconelcarritovacío, salíconAngieal inmensovestíbuloquehabía visto a mi llegada, donde la luz era mucho más que suficiente aunque no había nadie paraaprovecharla.Micompañerayyoportábamosenotroscarritosunahumeantesopera,unajarrallenadeaguayunabotelladevino. —Ahíestálacapilladelafamilia—cuchicheóAngieseñalándomeunapuertaconarco—.Hayotramáspequeñaenelsótano,dondeestánlas tumbasde losKavanagh.El laboratoriodeCharles tambiénestácercadelpanteón...,ignorocómopuedesoportarlaproximidaddelosmuertos,yoseríaincapazdeestarunratoallíymealegrodenotenerquelimpiaresesitio,puessolodepensarlomedanescalofríos.Entoncesnohabríasabidoexplicarlo,peroesaspalabrasmeprovocaronunestremecimiento.Entramosenuncomedoramplísimo,conunavistosalámparadearañaeneltecho,acuyalargamesahabíasentadasvarias personas entre las que me resultó fácil identificar, por las diferencias de edad, a RandolphKavanagh,asuesposayasuhija,peronoalhombremásjovenquehabíaallí.Unadelassillasestabadesocupada,sinembargoloscubiertosylaservilletasehallabancolocadosdondelescorrespondía,ydemomentonosupesielausenteeraelhijomayoroelmaridodelahija,sibienelhechodequeeljovenestuvierasentadojuntoaestamehizopensarquedebíadetratarsedePeterFeeney.EsperéaqueAngiehubierallenadoceremoniosamentelascopasconaguayvino,luegodedaraprobaresteamisterKavanagh,yprocedíaservirlasopahaciendoloposibleparaquenosenotaraeltemblorde mis manos. No me había pasado inadvertido que mi compañera había llenado también las copascolocadasfrentealasillavacía,peroaunasítitubeécuandometocóatendereseplato.Unafríamiradadel ceñudo Randolph Kavanagh me instó a llenarlo. Observé que seguía mirándome como si yo no

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hubieraentendidosusilenciosaorden,hastaque reparéenqueelobjetodesuatencióneramicuello.Hizoungestoautoritariomoviendoeldedoíndicedesumanoderecha.—Lacruz—murmuró—,quítateesacruz.Leobedecísonrojada,conlasmiradasdetodosloscomensalespuestassobremí.Unavezservidalasopa,Angieyyoregresamosalacocina,peroantesnosdetuvimosenelvestíbulo.—NosabíasidebíallenarelplatodelhijodelosKavanagh—dije,nerviosa,sinalzarlavoz.—Charlesfaltaamenudo,ymásaúndesdehaceunassemanas,ylaspocasvecesqueestánopruebabocado;aratosmedaporsospecharquesealimentanosécómoensulaboratorio,porquenuncasedejaverporlacocinanipideanadiequelesirvaalgodecomer...Tieneunamiradaextraña...Sinembargo,tenemosordendeservir siempresuplato,escomosiesperaransu llegadaencualquiermomentoosenegaranaaceptarquenovaavenir.—¿YporquémehaordenadomisterKavanaghquemequitaralacruzcelta?—¿Porquélallevas?—inquirióAngieenlugarderesponderme.—MeladioelchóferdelinternadoalsaberqueibaatrabajarenlacasadelosKavanagh,pidiéndomequelallevaradíaynochealcuello.Esalgoasícomounaproteccióncontralabanshee.—¿Labanshee?—lavozdeAngieparecíauneco—.¿Quémássabessobreeso? Le repetí cuanto me había dicho Liz en el internado, así como la reacción de la profesora missO’Connoralenterarsedequemehabíandestinadoaquí.—Noacabodecreerlo,pero...—dejélafrasesinterminar.—Existe,existe...Yomismaoíanochesullanto.Serámejorquecuandoestésasolasentuhabitaciónnotedesprendasdeesacruzcelta.Nolallevesnuncadelantedelafamilia.Mástardetecontaréalgoqueignorassobrelabanshee...,peronoperdamostiempo,hayqueservirelsegundoplatoencuantooigamoslallamadadeuntimbreenlacocina.Enlasegundavisitaalcomedorlasilladelhijoseguíadesocupadaytuvequeretirarintactoelplatodesopaparaservira todospescadoalhorno, incluida la raciónque lecorrespondíaalausente.EstavezRandolphKavanaghni siquieramemiró, solo lohizosuhija,Kate,paracuriosearmicuello,comosiquisieracerciorarsedequehabíacumplidolaordendesupadre,entantoAngieseocupabaderellenarlas copas vacías pese a que antes había dejado la botella y la jarra a los comensales. Una de lasenseñanzasquemehabíanimpartidoenelinternadoeraqueentrelasgrandesfamiliasesnormaquelaservidumbreseencarguederellenarlascopas.Enestaocasiónleordenaronquesequedaraytuvequevolversolaalacocina,reprimiendomisganasdepreguntarleacercadelabanshee.Lalámparadearañailuminaba todo el vestíbulo, dejando solo en penumbra la escalera, pero aun así procuré atravesarlodeprisa porque el lugarme inspiraba repulsión, yme quedé en silencio en la cocina, observada pormistress Frankland, sumarido yMary, hasta que el timbre reclamómi presencia en el comedor parallevarlafuenteconlospostres. Al pasar por el vestíbulo divisé una figura de pie, unos peldañosmás arriba del nacimiento de laescalera,lossuficientesparapermanecerenlaoscuridadsinmostrarsurostro.SupusequedebíadeserCharlesKavanagh,peromeasustóverloallí,inmóvilcomounaestatuaocomounadelasarmadurasqueornaban el recinto, y entré tan precipitadamente en el comedor que estuve a punto de tropezar. Lasinstrucciones que había recibido eran dejar en lamesa la fuente con la fruta, con lo cualmi servicioacababa hasta que la familia se hubiera retirado. Así pues, debía marcharme, mas titubeé, a la vezintimidadayasustadaporlafiguraqueacababadeverenlaescalera. —¿Aquéestásesperando?Yapuedesretirarte—medijoMaggieKavanagh;teníaunavoztanroncacomoladesumarido,queyoeraincapazdeasociarconladeunapianista. Angie hizo lo propio con su mirada, instándome a salir, y noté que los latidos de mi corazón seaceleraban.Alguien había desconectado la luz del vestíbulo, ahora en poder de las sombras. Caminédeprisahacialapuertaquellevabaalacocinay,aunquemehabíadichoamímismaquenomiraríahacia

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laescalera,lohice.Lafiguranoestabaallí,peroadvertísupresenciaenelhuecoabiertoalavueltadelosprimerospeldaños.Seguíainmóvilymiintuiciónmedijoquenomeperdíadevista.¿Quéclasedehombreeraaquel,quenoacudíaacomerniacenar,sepasabalosdíasensulaboratorioyespiabalosmovimientos de una doncella? Mi compañera había dicho que tenía una mirada extraña. ¿Sería undemente?Porfortuna,lleguéenseguidaalacocina. —Parecequehayasvistoun fantasma—comentóRichardFrankland,burlón,mirándomea losojos;concluidosutrabajoporesanoche,habíaencendidouncigarrilloyexhalabasatisfechoelhumo.—No...,noesnada—meapresuréanegar—.Solosonlosnerviosdelprimerdía.GuardésilenciomientrasMary,alaqueencontrémáspálidaqueennuestroencuentroenelcorredor,preparabanuestrosplatosenunamesa.—Voyaversiestánsatisfechosconlacenayconelservicio—dijomistressFranklandentantosalía.Angieregresóantesqueella.Teníaunaexpresiónseriaquemepreocupó,perocuandolainterroguéconlamiradamoviónegativamentelacabeza.NossentamosacenarencuantomistressFranklandsereunióconnosotros. —Parecequetodohasidocorrecto—medijoalentrar—.Nohancomentadonadasobretiyesoesbuenaseñal,aunqueparamayorseguridadhabráqueesperaramañana. Miestadodeánimome impidiócenarbien.Apenasprobébocadoapesardequeesedíanohabíacomido,yRichardFranklandyAngieseinteresaronpormisalud.Lestranquilicéculpandodenuevoalos efectos del largo viaje. Por lo demás se habló poco durante la cena y, como cada miembro delservicioteníaatribuidasunasfuncionesconcretas,fuelapálidaMaryquienseocupódeiralevantarlamesadelcomedoryponerenordenlacocina.—Siquieres,subeatuhabitación—medijomistressFrankland—.Convienequeduermasporqueenestacasamadrugamos.Deberás levantarte a las seis; eldesayuno se sirvea las siete,después toca lalimpiezadelacasa.Sinembargo,nomelevantédelasilla.—¿Sucedealgo?—mepreguntóelamadellaves.—¿Hayotramaneradesubiralúltimopisoquenoseaporlaescaleraporlaquehemosbajado?—¿Notesientescapazdesubirtantospeldaños?—lavozdelamujerteníaunmatizburlón.—Porsupuestoquesí—repuseconfirmeza.—Sepuedesubirtambiénporlaescaleradelvestíbulo,peroalosseñoresnolesagradaquelauseelserviciosalvocuandodebelimpiarlashabitaciones—elamadellavesnohizosinorecordarmeloqueanteshabíadichoAngie.—Estátambiénmuyoscura,lohevistoalpasarporelvestíbulo—argüí,sinmencionarquehabíavistoaunhombreobservándomesinmostrarsurostro.—Sinoleimporta,mistressFrankland,laacompañaré.Essuprimerdíaaquíypodríadesorientarse;podríamoshacerunaexcepciónyutilizarlaescaleradelvestíbulo—intervinoAngie,locualleagradecíensilencio.LainterpeladaasintióconlacabezaymedicuentadequeMarymededicabaunamiradavacía.Salídela cocina conAngie, que a tenor demi experiencia en esedíameparecíamás agradablequemiotracompañera,yenelvestíbulo,queseguíasumidoenlaoscuridad,mirécontemorhaciaelhuecodondepocoanteshabíavistoaCharlesKavanagh.—Tienesmiedo,¿verdad?—inquirióAngie—.¿Oteasustaquelamansiónseatangrandeytenerqueencargartedetantashabitaciones?Habitualmentenohayquelimpiarlastodas,sololasqueseutilizan;encuantoalasotras,incluidaslasdeltercerpiso,vacíassalvoladeCharles,valeconunavezalmes.Entodocasotendrásayudaparaeso.SindejardesubirlecontécómohabíansidomisencuentrosconelhijodelosKavanaghylainquietudquemehabíaproducidoversufigurainmóvilentrelassombras,comoacechante.Habíamosllegadoal

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primerpisosinhabervistoanadie.—¿CómosabesqueeraCharles?—¿Quiénibaasersino?Eselúnicoquefaltabaenlacena.Angiesedetuvoduranteunossegundosparadecirenunsusurro:—Tienesrazón,Alice,peroavecestengolasensacióndequeenestacasahayalguienmás.—Nomehabíasdichonadadeeso. —Te repito que es solo una sensación, puedo estar equivocada;más todavía, debo de estarlo, nodeberíahabértelocomentado...,noseteocurradecírseloanadie.Yoibamirandoconaprensiónlanegruraqueseextendíaaambosladosdecadadescansilloycreíaquealguien nos espiaba apostado en ella. La verdad es que esa casa de proporciones gigantescas meinspiraba cada vezmayor recelo, ymi deseo en esosmomentos era no obtener el visto bueno de lafamiliayserdevueltaporelloal internado.Enel tercerpisosolohabíauncorredor,situadoestea laderecha,puesalaizquierdaestabalapuertaporlacualseaccedíaalosdormitoriosdelaservidumbre,Angievolvióadetenerse.—Noolvidoqueteprometícontartealgomássobrelabanshee—medijo.—Esperaaqueestemosllegando—repusesindejardemirarlanegruraquesedibujabaalotrolado.Laestanciavacíaquetuvimosqueatravesarparallegaralcorredordondeestabannuestrosdormitoriosnoeragrande,perofuiabuenpasoparasalircuantoantesdeellaynomesentímejorhastaquevilaspuertas de nuestros dormitorios. Ya en el umbral de mi habitación le pedí a Angie, luego de haberpulsadoelinterruptordelaluz,quemedijeraloqueseproponíacontarme.—Tehedichoqueanocheoíelllantodelabanshee—comenzó—.Nolavi,aunquesíoísullanto,queeraungemidocontinuo.Sehablapocodeeso,perotienedosformasdellanto;uno,entrecortado,anuncialamuertenaturaldealguienenlacasa.—Meexplicaronquedealguiendelafamilia.—Nonecesariamente.Seráladealguienqueviveenlacasa,podríatratarsedecualquieradelosqueestamosaquí.Dejaquesiga...Elotroadviertedeunamuerteviolentayelqueoíeraprecisamenteese...,ungemidocontinuocomotehedicho,lopercibídurantecasitodalanoche.Siempreprovienedefueradelacasa.—¿SelohascontadoalosKavanagh?—Noquierenoírhablardeltema.Talveznolosepas,peroKavanagheselapellidodeunadelasmásantiguasynoblesfamiliasdeIrlandadesangreceltaylabansheesemanifiestasobretodoenellas.Esnormalquelesdesagrade.EntoncescomprendíelporquédelrechazodemissO’Connor:yohabíaidoapararaunlugarmarcadoporlahistoriadelabanshee. —Nose lohedichoa la familia,peronodebídeser laúnicaque laoyó,puesestanochemistressFranklandme ha confirmado que su hija y sumarido van a emprendermañana un largo viaje que losmantendráalejadosdurantevariosmeses—concluyóAngie.—¿Ynosientespánicodespuésdeeso?¿Quéclasedemuerteviolentasería? —Nadielopuedesaber.Ysí,noestoytranquila,sinomemarchoesporquenotengoningúnsitioadondeir...Soyhuérfana.—Comoyo. —Cuelga en tu cuello la cruz celta, yo tengootra enmi dormitorio que voy a usar.Nos protegerá.Cierrabienlapuertaycubrelaventanadetuhabitación,asínotearriesgarásaveralgoquenoquerríashabervisto.—Angie...—dijemientrasentraba—.Meparecequemañanameirédeaquí. —Noseastonta,sibiennoestámaltomarprecauciones.Alaluzdeldíaloverásconotrosojos.Yademás...,secomebiencomotehandichoyeltrabajoestábienpagado,noesfácilencontrarunafamilia

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quedéestesueldo.—¿Yporquésemarchaelmatrimonio?—objeté. —Es posible que sean supersticiosos —repuso, dándose la vuelta para irse a su habitación—.Recuerda,deberáslevantartealasseis. Al cerrar lapuertadetrásdemípenséenel llantode labanshee, en la figuraquemehabíaestadoobservando en el vestíbulo y en la súbita desaparición demi antecesora en aquel trabajo. Por eso dimuchasvueltasenlacama,atentaacualquierruidoquepudierapercibir,ytardéenquedarmedormida.

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Capítulo2LOSGEMIDOSDELABANSHEEANTESdecaerenbrazosdelsueñonohabíatenidoocasióndeoírnada,peroluegomedespertaronunosruidos.Nosabíaquéhorapodríaser,aunquemeparecíaquellevabaunbuenratodurmiendo,ynomeatrevíadarlaluzparaconsultarelreloj,pormásquelaoscuridadresultaraintranquilizadoraenmisoledad.Alprestaratenciónpercibídenuevolosruidos:eranalgosemejanteaunprolongadogemidoyesomehizorecordar loquehabíadichoAngie.Noquisemirarhacia laventana,quehabíadejadosincubrirapesardelconsejodemicompañera,ymecubrílacabezaconlasropasdelacamahastaquemereprochémicobardecomportamiento.Seprodujounbrevesilencioyenseguidacontinuaronlosgemidos,hirientesparalosoídoscomounanotafalsaenmediodeunaarmoniosacomposiciónmusical.Proveníandelexterior,deesoestabasegura.Perotambiéneraexteriorelotroladodelaventana...Cuandopercibíunrumordepasosenelcorredorsupusequealgunadelascriadas,oquizásRichardFrankland,debíadehaberselevantadoysalidodesuhabitaciónacausadelosgemidos,yaquenopodíaserquelabansheehubierahechoactodepresenciaenelinteriordelacasa.AngiemehabíacomentadoquesospechabadelapresenciadealguienmásenKavanaghHall,apartedelafamiliaylaservidumbre...¿Ysiquienestabaenelcorredorfueraesealguien?ConfiandoenquelospasospertenecieranaAngie,melevantédispuestaaasomarmefueradeldormitorio,perolaatracciónquelaventanaejercíasobremíresultóaúnmáspoderosayduranteunossegundosmeparecióadvertirunrostroasomado,alavezquenotabaunaagudasensacióndefrío.Atraídayasustadapor loquehabíavisto,hicealgoquenuncamehabría creído capaz de hacer: me aproximé a ella. No había nadie, y sin embargo... No tardé enarrepentirmedetaninusitadorasgodevalorycubrírápidamentelaventanaconmiuniformenegroparadespuésdirigirmehacialapuertallevándomeunamanoalpechotratandodesofocarmispalpitaciones.Elfríosehabíahechotodavíamásintensoeneldormitorio;erademasiadofuerteinclusoparaunanochedemediadosdediciembreymehacíatemblarporquesolollevabapuestoelcamisón,reciocomotodoslosquenosentregabanenelinternadoperoinsuficienteparaafrontaraquellatemperatura. Meagachéparatocarel talismán,quehabíadejadojuntoalapuertaantesdeacostarme,acariciélacruzceltaquependíademicuelloyabrí.Enelcorredornohabíanadie,peroyoestabaseguradequelospasosqueacababadeoírnoformabanpartedeunsueño.Seguíoyendolosgemidos,loscualesproveníandelventanal,acompañadosahoraporelsonidodelviento.Lanegruraexterioryloscristalesahumadosimpedíanvernadaconnitidez,peroamedidaquemeaproximéfuidistinguiendoalotroladolafiguradeuna anciana.No pude verle el rostro porque estaba de espaldas a lamansión, solo advertí que teníalargoscabellosylevitabaalavezqueseibaalejando,comoimpulsadaporlasráfagasdeviento.—¿Quéestáshaciendoaquí?—preguntóalguiendetrásdemí.Aquellavisiónyloinesperadodelapreguntamehicierondarunsalto.LaquemehablabaeramistressFrankland,quienañadiósindarmetiempoaquelerespondiera:—Aestashorasdeberíasestardurmiendo.—Heoídounosgemidos...,labanshee—balbucí.—Hasdebidodesufrirunapesadilla,yonoheoídonada.Veaacostarteotravez.Labansheenoexiste,noesmásqueuncuento. —Leprometoquelahevisto...,estáfuera;eraviejaysedesplazabaporelaire—dijeseñalandoelventanal. MistressFrankland fuea asomarseporélpesea loquehabíadicho, comosimipalabrashubierandespertadoenellaunacuriosidadmorbosa.Únicamenteseoíaelsilbidodelviento.—Nohaynadie,comonopodíaserdeotromodo...Vuelveatudormitorio;sinodescansas,mañananopodrás tenerte en pie. Y será mejor que no vuelvas a despertarme sin motivo, yo también necesitoreposar.

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Hiceloquemepedía,perotodavíamevolvíhaciaelladesdelapuertaparadecirle:—Yhabíaalguienmirándomeatravésdelaventanademihabitación.—¡EnelnombredesanPatrick!¡Cómopuedesdeciresosituventanaestáeneltercerpisodelpatiointerior!Parahacerlotendríanquetreparporlaparedyenestacasanadiehaceesascosas...,nadiesededicaaespiarlosdormitoriosdelascriadas,¡estoesKavanaghHall!—concluyócontonodeofendida. Lo dijo con tal convicción que me hizo dudar de haber sido observada desde la ventana de mihabitación, pero no de lo demás: yo estaba segura de haber oído los gemidos y de haber visto a labansheedetrásdelventanalal finaldelcorredor.Cerré lapuerta,echéelpestilloyvolvíaacostarmeluego de arrojar una mirada a la ventana tapada con mi uniforme. Ni siquiera una orden de misterKavanaghmehabríahechoquitarlodeallí. Mistress Frankland no se había equivocado. Cuando me levanté a las seis en punto gracias a midespertadorme sentía tan cansada y ojerosa como si no hubiera dormido, y tuve que lavarme variasvecesenelbañocomúnhastaquemenotéunpocomásdespejada.Quitéelvestidoquecubríalaventanapara arrojar unamirada al sórdido panorama del patio de luces. Todo lo sucedido parecía ahora unsueño. Esamañana tardéenveraAngie,porquemeasignaron la limpiezadelpisosegundoyaella ladelprimeroynopodíamoscoincidir,porloquetuvequecontenermisganasdecontarleloquehabíavisto.Por fortuna, lacasanoolía tan intensamentecomoeldíaanterior,oesomepareció,yel frío, aunquepersistente,eramássoportable.Elamadellavesmeindicólashabitacionesquedebíalimpiar.Antemidecepción,nometocó labiblioteca,queestabaenelprimerpiso,ysí lasalademúsica,dondehabíaunasbutacasdepiel,dosviolinesydosflautas,unpianoconalgunaspartiturascolocadasencimadelatapayvarioscuadrosconpapelespautadosyrostrosdemúsicos;enunrincónhabíaunreproductordediscoscubiertodepolvo,locualindicabalopocoquedebíadeusarse.LoencontrétodomásrevueltodeloquesindudalehabríagustadoamistressKavanagh.Tambiénmetocóensuertelalujosahabitacióndela hija y sumarido. Por el estado en que encontré los armarios, la cómoda, los cajones y las camassupusequedebíandehabersemarchadoyadeviaje;eldormitoriodabalasensacióndehabersidoobjetodeunapresuradoabandono,peroloatribuíalaaristocráticanormadedejarenmanosdelaservidumbrelatareadelimpiaryordenarlasmansionesdonderesidían.Enlasalademúsicamedistrajemásdelacuentapues,comolehabíadichoaAngie,enelinternadohabíaaprendidoatocarunpocoelpiano,ylasteclasnegrasyblancas—eltranscursodelosañosylafalta de cuidados había vuelto a estas de color marfil— me atraían, aunque recuperé el tiempo quellevabaderetrasoenmitrabajolimpiandomásdeprisalasotrasestancias.Esosí,procurénopulsarlas,deacuerdoconlasinstruccionesquehabíarecibido.TeníaganasdeveraAngie,alaqueyaconsiderabamiconfidenteenlacasa,porquenopodíaapartardemíelrecuerdodeloocurridodurantelanochey,comohedicho,deseabacomentárselo.Labansheesehabíamanifestadodosveces—unaantesdemi llegadaaKavanaghHall—,peronohabía acontecidoningunamuerte,almenosqueyosupiera.¿Esosignificabaquepodíasucederencualquierinstante?¿Unamuerteviolenta, paramayor abundancia?Másdeunavez estuve tentadadebajar a labibliotecaparasentirmeenunambientemejoraunquesolofueraporunosinstantes,peroconvineconmigomismaquenodebía hacerlo sin haber solicitado permiso a mister Kavanagh, a quien, aprovechando la ocasión, lerogaríaquemeprestaraalgúnlibro;losechabayaenfalta.Medisponíaabajaralvestíbuloparairalacocina,cuandomedicuentadequeseguíallevandolacruzcelta.ErararoquemistressFranklandnomelohubierareprochadoylaguardépresurosaenunbolsillodel uniforme antes de que pudieran verla los demás.Abajo encontré aMary, cuyo rostrome pareciótodavía más blanquecino. Al pasar a mi lado no dijo nada, pero yo no estaba dispuesta a dejar desaludarla.Girólacabezapararespondermeconvoztenue.—Mary,¿estásenferma?—lepreguntéluego.

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—¿Quétehacepensareso?—Estásmuypálida,¿hashechoquetevisiteunmédico?—No,notepreocupes,esmiconstitución...,siemprehesidodetezpálida,peronosedebeaningunaenfermedad.SinoestuvierabienlosKavanaghnomehabríanaceptadoasuservicio.Dichoesoentróenotrahabitación,perotuvetiempodeverquellevabaunpañueloanudadoalcuello,comositemieraqueelfríoreinanteenlamansiónpudieraafectarle.AprovechéqueMaryhabíadejadoentreabiertalapuertadelacapillaparaasomarmeasuinterior,puestodalacasameinspirabaunagrancuriosidad.ComomehabíadichoAngie,eradegrandesdimensiones,muchomayorqueladelinternado.Dentrohabíasillasforradasconterciopelonegro,unconfesonario,unarmonioy,porsupuesto,unaltarprofusoendorados;delasparedescolgabancuadrosdemotivosreligiososquecontrastabanconlosdebatallas,caceríasypaisajesboscososymarinosqueornabanelvestíbulocompitiendoconlasarmadurasylosvistosostapices.Olíaacerrado,ainciensoadheridoalasparedesdesdehacíasiglos.Mefijéelpropósitodeirconociendopocoapocotodosloslugaresyrinconesdelamansión...,siesqueporfinmequedaba en ella; pero, como tambiénhabía dichoAngie, refiriéndose esa vez a símisma, tendría quemeditarlobienantesdedecidirmeporquenoteníaadondeirfueradeallí.¿YtambiénconoceríaellaboratoriodeCharlesKavanagh?¿Ylacriptaconlastumbasdelafamilia?Porelmomentonosemeocurríanrespuestasparaesaspreguntas.ViaAngieenlacocina.Estabahablando,sentadaenunasilla,conRichardFrankland,quien,depieycon un cuchillo en la mano, empezaba a preparar la comida. El hecho de que el ama de llaves noestuviera presente hacía que el ambiente parecieramenos tenso, pues aquellamujer poseía el don decrisparacualquiera.—¿Yahasterminadoenelsegundopiso?—mepreguntóAngie.—Sí,veníaparasabersihayalgomásquehacerporlamañana.—Bienagustotecederíamipuestositienestantasganasdetrabajar,aunquemetemoquemiesposanolo permitiría—dijoRichard Frankland dejando escapar una risotada—.Estoy envejeciendo y trabajodemasiado—consultósureloj—.Haceuncondenadofríoperonotevendríamalunpocodeairepuro,tedespejaráporqueenestacasaapenassepuederespirar.MistressFrankland,quierodecirmimujer,aúntardarámásdemediahoraenvolveralacocinaynoseenterarádequehassalido.—Tengoquecontartealgo—ledijeamicompañera.—Espera,irécontigo—repusolevantándosedelasilla. Noesperéasalirdelvestíbuloparaempezaracontarlemiodiseanocturna.Fuera,conloscabellosrevueltosporelviento,Angiecomentócuandoterminédehablar:—Yotambiénoílosgemidos,peronoquiselevantarme.SabíaquemistressFranklandestaríaatentaysilohacíavendríadetrásdemí,ynoquisedarlelasatisfaccióndetenerqueexplicarleporquémehabíalevantadodelacamaysalidoalpasillo.Esmuyautoritaria...Demodoquevistealabanshee...Altiempoquelecontestabamirélospeldañosdelaescaleradesgastadosporlosbordes,lafuentesecaylosjardinesaparentementedesiertos.Alrededordelacasatodoeransignosdedecadencia.—Fuesoloporunossegundos,perosí,lavi.Sinembargo,siquieresquetedigalaverdad,measustómásunrostroquesorprendíasomadoamiventana.Estabamuyoscuroynopudeverquiénera.MistressFranklandargumentóqueesoeraimposibleporqueparaasomarseamihabitaciónharíafaltatreparporlapareddelpatiointerior...,vinoasugerirquenohayningúnserhumanocapazdehacerlo.Yrecordéloquemehabíasdichoacercadequehayalguienmásenlacasa.—Tambiéntedijequeerasolounasensación;nodebeshacermecaso...,soydemasiadorecelosa.Elvientoarrastrabahastaelnacimientodelaescalerahojassecasypétalosdefloresprocedentesdelos jardines; habían formado un parapeto junto al primer peldaño del que surgía el olor dulzón de laputrefacciónvegetal.—Angie,continúopensandoenabandonarestacasa...,marcharmecomohanhechoKateKavanaghysu

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marido.Noestoyagustoenella,meimpresiona...,cualquiercosamesobresalta.—Sí,loshevistocuandosubíanconPatrickaunodeloscoches.Nosésielmotivodesumarchaeslodelabanshee...,podríaser.EncuantoalodeirtedeKavanaghHall,miconsejoesquelopiensesbien,noteseráfácilencontrarotrotrabajosinollevasunarecomendación,yaunasípodríasnecesitarmeses.—Puedoregresaralinternado...—¿Esloquedeseas?Apesadumbrada,neguéconlacabeza. —Quizá llamepor teléfono amissO’Connor, la profesora con la que teníamás confianza; ellameaconsejará—cambiéinmediatamentedetemaporquemesentíaincómodahablandodeeso—.¿Enquétebasasparacreerquehayotrapersonaenlacasa?—Yatehedichoque...,bueno,comoquieras,llámalointuición.Algunanochemehesentidoobservadamientrasrecorríalacasa.—¿Yentuhabitación?—Nuncaallí.Enocasionesheoídoruidosdepasosyunarespiraciónagitadacuandolafamiliaestabareunidaenelcomedor,elúnicolugardondecoincidentodosadiario.—PodríaserCharles,elhijo.—No,sabíaqueenesosmomentosestabaensulaboratorioyyatedijequenoacudealosalmuerzosnialascenas.—¿Noseteocurrióbajaracomprobarloparaasegurarte?—Alice,evitoesapartedelacasasiemprequepuedo,esmuylúgubre,nomegusta.—Comprendo—asentí;peronoeracierto,puesnocomprendíaporquémicompañerapreferíavivirenla duda; yo no era valerosa pero me desagradaba la incertidumbre; y como la conversación seguíaresultándomeincómodaquisecambiarotravezdetema.—Eldíademillegadavidesdeelcocheunacasitacercadeljardín;mellamólaatención—dije.—Estádesocupada,creoquehaceañosestuvodestinadaaljardinero.—¿Ynadieseocupaahoradelosjardines? Me proponía añadir algo cuando oí a mistress Frankland llamándonos desde la puerta. Parecíacontrariadaynosurgióaentrar.—Haymuchoporhacerhastalahoradeservirelalmuerzoalafamilia,alasdoceymedia.Nooshedadopermisoparaquesalieraisaparlotear. Durante el resto de la jornada no hubo nada digno de ser resaltado, excepto queMary oscilaba almoversedeunladoaotrocomosiestuvieraapuntodecaeralsuelo.Nadiemáspareciórepararenello,oalmenosnadiehizoningúncomentarioal respecto, aunquemedi cuentadequeel amade llaves lamirabadevezencuando.—Maryestámuydébil—lecomentéaAngieenunaparte.—Nuncahasidounachicafuerte,perotienesrazón,llevaunosdíaspeorquedecostumbre—admitió.EsedíatampocopudeveralhijodelosKavanagh,quienparaentoncesyasehabíaconvertidoenunenigmaparamí.¿Quépodíaretenerlotantashorasensulaboratorio?¿Aquéactividadsededicaba,capazdellevarloatalesextremosdeaislamientovoluntario?Angieyyotuvimospocasocasionesparahablarymequedéconlasospechadequemerehuía,comosimisugerenciadequepodíaabandonarlamansiónlahubiesemolestado.YoqueríahaberhabladoconRandolphKavanaghsobreelasuntodeloslibrosylabiblioteca, mas no se me presentó la oportunidad porque parecía enfadado, tal vez, creí en esosmomentos,porlamarchadesuhijaysuyerno.Así,altérminodenuestracenamedispuseasubiramihabitación,sinlibroysinlacompañíadeAngie,pensandoqueteníaquehabituarmeamovermeporlamansiónyperdereltemorairsola.Lohiceporlaescaleradelvestíbulo,arrostrandolasirasdemistressFranklandsimedescubría.Medisponíaaabrirlapuertaparasaliralcorredordondeestabannuestrashabitaciones,peromedetuveeneldescansilloporquemesentíespiadadesdelaoscuridaddelotrolado.

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—¿Esusted,Charles?—pregunté,tragandosaliva.Solopodíaserél,pueseraabsurdopensarqueelviejoRandolphKavanaghosuesposasededicaranaespiardeesemodoalaservidumbre...,anoserquesetrataradeesaotrapersonadelacualmehabíahabladoAngie.—¿MisterKavanagh?—volvíapreguntarenunsusurro.Diunospasostitubeanteshacialanegruraalavezquesacabadelbolsillolacruzceltaparacolocarlaalrededordemicuello.Aunquemiprácticareligiosaerarutinaria,comoladetantaspersonas,confiabaen las recomendaciones que me habían hecho tanto Sean como Angie. El sonido de una respiraciónsilbante que surgía del oscuro corredor bastó para detenerme. Supongo que tenía que haber sidomásaudazydecidirmeaaveriguarquiéneraelqueasí respiraba,pero retrocedí sinpensarlodosvecesydandosaltosfuiaabrirlapuertaparaecharacorrerhaciamidormitorio,nosinanteshabergritado:—¡Quienquieraquesea,nodeberíahacereso! Cerrédegolpe lapuertade lahabitacióny sindejarde acariciar la cruzvolví a cubrir laventanamanteniendocerradoslosojosparanomiraralexteriorydiciéndomeamímismaqueenlosucesivonoquitaríaelvestidodeallí.Elincidentemehabíapuestonerviosay,comonoteníalecturaalguna,mantuvelaluzapagadamientrasinvocabalallegadadelsueño.Cuandoavecesmirabaalaventanameparecíaqueelvestidoquelacubríaseestabamoviendo,perorechacélaideaporqueestabacerradaydentrodela habitación no había nada ni nadie que pudieramoverlo.Al poco rato oí pisadas y el ruido de laspuertasde lasotrashabitaciones al ser cerradas,y almenos enaquellapartede la casa se instalóunprofundo silencio. ¿Cuántas veces tendría que manifestarse la banshee antes de que ocurriera unamuerte... violenta?No pudemenos que admitir queKateKavanagh y Peter Feeney habían hecho bienmarchándosedelamansión,ellosquepodíanhacerloycuyafortunalespermitíairadondequisieran;porlomenoshabíantomadolaprecaucióndetratardeprotegersusvidas.¿Porquénosehabíanidotambiénlosdemás?Notardéenpercibirotravezlosgemidos.Enestaocasiónmáslargos,comosinofueranaterminarnunca,peroreprimílasganasdesaliralcorredorymetapélosoídosparaatenuarelsonido.Ynosoloduraronmástiempo,sinoqueserepitieronunpardevecesalolargodelanochehastaquenovolvíaoírlosporqueelsueñomeloimpidió.Aldíasiguientemellevédossorpresas,unaagradableyotradesagradable.Angievolvióamostrarsesimpáticaylocuazconmigo,locualmehizopensarquelanocheanteriordebíadeestarpreocupadaporalgodeloquenoqueríahablar,ymedijoqueMary,laotradoncella,sehabíamarchadosindecirnada.—Nisiquierahacobradoysusropasnoestánensuarmario—añadió.—¿Ycómosehaidoasí?—meinteresé—.LaciudadestálejosyelchófersemarchóayerconKateysumarido.—Patrickyaestádevuelta.LosllevóaltrenenelqueibanaviajaraDublín,dondealparecervanasubiraunaviónparairaFlorencia.Aprovechóparapasarlatardeenlaciudad,aélselopermiten,peroaseguraquenohavistoaMary. —¿Se tehaocurridopreguntarlesa losKavanagh?A lomejorsedespidiódeellos—inquirí,pococonvencidademisugerencia.—MistressFranklandaseguraquenosabennada.LadesaparicióndeMarymedejópreocupada,ymásteniendoencuentaqueeralasegundadoncelladelaqueenpocosdíassedesconocíasuparadero.Eradifícilquesehubieramarchadocaminando,dadaladistanciaquenosseparabadelaciudad.¿SabríaalgoCharlesKavanagh?¿Yporquémedabaporpensarprecisamenteenél?EsverdadqueyonosentíacariñoporMary,quienporsupartetampocohabíahechonada para ganárselo, pero me apenaba que hubiera podido sucederle algo... ¿Habría sido la víctimaanticipadaporlosgemidosdelabanshee?Entalcaso,¿dóndeestabasucuerpo? El día resultó tristón, como si la inesperada e inexplicable ausencia deMary hubiera cubierto la

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mansión con un velo ceniciento, y transcurrió sin que nadie supiera nada de ella. Charles Kavanaghtampocosepresentóalalmuerzonialacena,ylosseñoresdelacasamanteníanunairecircunspecto,yenocasionesmirabanhacialosventanales,comoatraídosporelsonidocrecientedelvientoalempujarlascristaleras.Antelaperspectivadetenerqueafrontarotranochesinlectura,decidíabordaraRandolphKavanaghcuando la pareja ya había acabado de cenar.Demomento semostró perplejo al preguntarle si podíasolicitarleunfavorymemirófrunciendoelceño,dandoaentenderquenoestabaacostumbradoaesetipodecosas.—Verá,señor...,soyunaenamoradadeloslibros,desdequeaprendíaleerestoyhabituadaahacerlotodos losdías,peroresultaqueno tengoningunoysientoquemefaltaalgo.Séquehayunamagníficabiblioteca ymepreguntaba si...—vacilé— simedaría permiso para tomar prestado algún libro paraleerloenmihabitaciónalahoradedormir,nopretendodescuidarmisobligaciones.Subocaseentreabrióenunconatodesonrisaque,noobstante,murióantesdenacer. —Eres la primera criada que me solicita eso. Con franqueza, me sorprendes, aunque tu modo deexpresartedenotaquehahabidomuchoslibrosentuvidayquehansidobienasimilados.Sí,sí,esalgoexcepcional...Elproblemaestáenquenosésiloslibrosdelabibliotecatepodráninteresar...,haypocaliteratura,ymenosaúnmoderna,ymuchísimoslibrosdehistoria,biografíasytratadosdeteología.—Estoyabiertaatodotipodelecturas,seguroquemeinteresarían. En los ojos deRandolphKavanagh había un extraño brillo cuandome dijo, después de pasarse laservilletaporloslabios: —Puedes subirte libros, pero siempre de uno en uno, y trátalos con extremo cuidado, pues hayejemplaresmuyvaliosos.Procuratenerlospocotiempo,yaquemedisgustaverhuecosenlasestanterías;tendríalasensacióndequenoshanrobadoalguno.Nodeberáscogerningunodelosqueestánprotegidosenunaurnadecristal.Nadiedebetocarlos.Detodasmanerasnopodríashacerloporqueestácerradaconllave.—Muchasgracias,señor.Estésegurodequelostrataréconextremocuidado—repusesinmoverme.—¿Ybien?¿Deseasalgomás? Aunque yo sabía que no debía abusar de la buena disposición quemostraba haciamí,me atreví apedirlequemepermitieraencargarmedelalimpiezadelabiblioteca.—EsodeberásconsultarloconmistressFrankland,queesquienseencargadeorganizarlostrabajosenlacasa.Nocreoqueponganingúnobstáculo...Nopodíaesperarque llegaría ahaber aquíunacriadaaficionadaalalectura...Lodijoconuntonoquedabaaentenderquelaconversaciónhabíaacabadoporsuparte.Cuandosalídel comedor estaba tan satisfecha con el fruto demi atrevimiento yme sentía tan agradecida, que noprestéatenciónalvientoyestuvoapuntodepasarmedesapercibidaunafiguraenelvestíbulo,depieenelmismolugardondelahabíavistoenlaocasiónanterior.Permanecíaasimismoinmóvil,aunquealdarunospasoshaciaella,arrastradaporlaosadíaquemehabíadadomipequeñotriunfo,viquesedirigíahaciaelhuecodedetrásdelaescalera.Fuiaasomarmeallíperonovianadie,comosiderepentesehubieravolatilizado.Nomeasustétantocomolaotravez,peroelsucesotampocomedejóindiferente.Enlacocinaayudéalavarcubiertos,fuentesyplatos,yporprimeravezenvariosdíascenéconapetito.Encuantoacabamosconnuestrasfaenas leexpuseamistressFranklandelpermisoquemehabíadadomisterKavanaghyexpresémideseodeencargarmedemantenerlimpialabiblioteca.Angie,sentadaamiizquierda,memirósorprendida. —Loquemepidesesalgo irregular—repusoelamade llaves—.Siel señor tepermitequecojasprestadoalgúnlibronotengonadaqueoponer,esonoesasuntomío,sibienhabríapreferidoquemelohubieras consultado antesdehablar con él.En cuanto a lootro, los trabajos estánbiendistribuidosypodríascrearunproblemadeorganización.

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—PeroMarynoestá,hadesaparecido,yAngieyyotendremosquerepartirnossutrabajo,habráquereorganizarlotodo.—Vamos,Mina,dejaquelachicaseocupedelabibliotecasitantoleagradanloslibros.Ahoraqueestarde para rectificar me habría gustado ser como ella cuando tenía su edad y así habría tenido laoportunidaddeconseguirmejorestrabajos—intervinoRichardFranklandenmifavor.—¿Tienesalgoquedecir?—mistressFranklandconsultóamicompañera.—Pormínohayningúninconveniente—respondió.Elamadellavesmiróhaciaeltechoenactitudreflexiva.—Deacuerdo,labibliotecaserátuyamañana—concediódemalagana.RichardFranklandmediounascariñosaspalmadasenunhombro.Sinpoderocultarmisatisfacción,ledijeaAngiequeibaapasaryaporlabibliotecaparacogerunlibroconelpropósitodeempezaraleerloesamismanoche,perotrassubirlosprimerospeldañosmeacordédelafiguraapostadaenelvestíbuloy,dotadadeunvalorqueantesmehabríasido inimaginable,nacidosindudademimomentodeeuforia,retrocedíparavolveraasomarmeallugarpordondelahabíavistodesaparecer.Antemidesconcierto,noadvertípuertaalgunaporlaquepudierahabersalido.Entretantoelvientohabíacrecidoenintensidadysehacíanotarinclusodentrodelacasa,azotandolostejadosyhaciendovibrarconmayorfuerzaloscristalesdeventanasybalcones.Labibliotecanodefraudómisexpectativas.Aldarlaluz,esta,aunquetenuecomotodaslasdelacasa,se derramó sobre unas paredes rebosantes de libros, por lo que alcancé a ver en su mayor parteencuadernadosenelegantepiel.Eltechoeratanaltoqueexigíaelusodeunaescaleraparallegaralosquehabíaenlasestanteríassuperiores.Aunladodestacabaunabutaca,depieltambién,ajuegoconloslibros,asícomounamesitademadera,yenelcentrodelasalaunaesferaarmilaryunmuebleconvasosybotellasdewhisky.EnunrincónestabalaurnadecristaldelaquehabíahabladomisterKavanagh,ydentrodeellavarios librosencuadernados,algunosdeellosenpergamino.Había tambiénunaventanacerrada.Loavanzadodelahoranomepermitíademorarmeybusquéunoentrelosquehabíacolocadosen las estanterías bajas hasta decidirme por un volumen de Walter Scott, El viejo de los muertos.Empezabaapasarsushojas,embriagadaporelolordelaencuadernaciónydelpapel,paraasegurarmedequehabíaelegidobien,cuandolaluzseapagósúbitamenteyunavozdesconocidamepreguntóquéhacía allí a esas horas.Al volverme, divisé la figura de un hombre recortada en la puerta.Manteníaocultosurostro.—Estoyesperando...,¿quéhacesennuestrabiblioteca?—repitió.Eraunavozsilbante,comosielquehablabatuvieraproblemaspararespirar,yquenopodíapertenecermásqueaCharlesKavanagh,laúnicapersonadelacasaalaquenohabíaoídohablar.ConellibrodeWalterScottenlasmanosmeencaminéhacialapuerta,altiempoqueelhombreentrabaenlabibliotecaysealejabahaciaunrincónapartándosedemí. —Me llamo Alice, soy la nueva criada —procuré mostrarme serena—. Mister Kavanagh me haautorizadoasubirunlibroamihabitación.Acabodecogeruno—loalcéparamostrárselo.—Simipadretehadadopermiso,estábien;yonolohabríahechoporquenosoytanindulgentecomoél,perodeseoquesepasquenoquieroquenadieentrepor lanocheen labiblioteca.Desdeahora, sibuscasunlibrohazloduranteeldía,aprovechaelratoenquetetoquelalimpieza—dijoconsequedad—.Otracosa:supongoquemipadretehabráadvertidodequenodebestocarlosqueestánencerradosenelrincóndeenfrente,enlaurnadecristal.Unossonlibrossobreocultismoyotrossobrelahistoriadenuestra familia, y ningún extraño tiene derecho a curiosearlos. Los de ocultismo pueden resultarpeligrososparamentesignorantes.—Ledoymipalabradequenoloshetocado;además,porloquehadichosupadre,estánguardadosbajollave. Charles Kavanagh no contestó, aunque yo esperaba que dijera algomás. El silencio comenzaba a

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pesarme,pormásquelorompieranelsonidodelvientoylarespiracióndemiinterlocutor,yluegodemusitarunapresurado«buenasnoches»salírápidamentedelabiblioteca.Quizáselhechodehabervistoallíalhijode losKavanaghmehizopensarqueyanohabríanadiequemesiguierauobservarahastallegaramihabitación—anoseresaotrapresenciade laquemehabíahabladoAngie—,y subíconciertoaplomo.Elolordelamansiónnomemolestabatantocomoelprimerdía,talvezporqueempezabaaasociarloconella,comopartedesupersonalidad,ynisiquieradediquéunamiradaaloscorredoresnia la sala que tuve que atravesar para acceder al nuestro. Por las rendijas de las puertas de lashabitacionessefiltrabanunosdébilesrayosde luz, locual indicabaquetodossehabíanretiradoya,yentréen lamíadespuésdehabercolgadoenmicuelloporcautela lacruzcelta.Meacostéenseguida,decididaaleerunrato,apesardelaescasaluzdelabombilla,yolvidarmedelacasa.Nopudepasardelacuartapágina,cuandoelviejodelosmuertoseshalladoexpirandoenlacarreteradeLockerway,porquemedistrajeronunosarañazosenlapuerta,semejantesalosqueharíaunperroquetrataradeentrar.Dejésobrelacamaellibroylosarañazosserepitieron,superponiéndosealsonidodelviento,alavezquepercibíunarespiracióngutural,esforzada.Nadiemásdebíadehabersedadocuenta,yaquenopercibínielsonidodeunapuertanirumordepasosenelcorredor.¿Seríaposiblequesoloyolos hubiera oído, o quizás los habían oído y tenían miedo de salir a comprobar quién estaba en elcorredor?—Alice—susurróunavozdébil—,cariño,abrelapuerta,tengoqueentrar.Eldormitorioestabafrío,peroenmifrentesehabíaformadounapelículadesudor.—Tengoqueentrar—insistiólavoz—.Soypapá,nopuedespermitirquemequedeenestecorredor...,heladocomounatumba.Unaslágrimasmeresbalaronporlasmejillasalrecordarcondolorquemipadrehabíamuertohacíamuchosaños,igualquemimadre.Meagachéparacogereltalismányapoyarlocontralapuerta.Larespiracióncobrómásfuerzapara,pocodespués,desvanecersedeltodo,ysolopercibílamía.Permanecióelsilbidodelvientoylosruidosquedespertabaalarremetercontraeltejadoylascristaleras.Coincidiendoconellovolvíapercibirla,ahora en la ventana, donde oí también unos golpes agudos e hirientes que hacían pensar que estabanproducidosporunoshuesosgolpeandoelcristal.—Soypapá—dijodenuevolavoz—.Alice,necesitotuayuda...,nosabesloqueeslasoledad. ¡Claroqueconocíaloqueeralasoledad!TodossabíanenKavanaghHallqueyoerahuérfanaymepareció cruel que, quien quiera que fuese el que así hablaba, jugara conmigo de esemodo. Llevé eltalismánhastaallíyloapoyéconfuerzacontramivestidomientrasconlaotramanoacariciabalacruzcelta.«¡Vete,vete!»,pensaba.Novolvíaoírlavoz,nilarespiración,nilosgolpes;únicamenteelviento,queresultabacasitanatemorizadorcomoellos.Estuveunratosinsabercómoreaccionaralsilencioquesehabíaformado.Loúnicodeloqueestabaseguraeradequenoqueríasaliralcorredorniapartardelaventanalaimprovisadacortinaformadapormivestido.Apaguélaluzparasimularquedormíay,sentadaenlacama,divueltasmentalmentealoqueestabasucediendo,inexplicableparamí.LaamistaddeAngieylalibertaddedisponeramiantojodelabiblioteca no bastaban para hacermás gratosmi trabajo ymi estancia en la casa, como tampoco erasuficienteelbuensueldoqueibaapercibir.Nopodíaseguirasíy,frustradapornohaberpodidoleerapesardedisponerporfindeunlibro,yasustadaporloqueacababadeoír,decidíquealdíasiguienteabandonaríaKavanaghHallo telefonearía amissO’Connorparapedirle consejo.Encuantocerré losojos,apretándoloshastacasihacermedaño,mepareciópercibirunoshirientesgemidos.

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Capítulo3UNAHISTORIAATERRADORANOpudehacerniunacosaniotra.EnlacocinameenterédequeRandolphKavanaghysuesposasehabían marchado inesperadamente por la mañana temprano en un automóvil conducido por Patrick,dejando dicho que tardarían unos cuantos días en regresar, y dando instrucciones paramí a mistressFrankland,urgiéndomeaquesobretodomeocuparadelimpiarconesmerolabiblioteca(segúnmisterKavanagh)ylasalademúsica(segúnmistressKavanagh).—Almenosahoratendréqueprepararmenoscomida—dijorisueñoRichardFrankland—.Seráncomounasvacaciones.Sumujertorcióelgestoylofulminóconlamirada.—Paratisí.Eltrabajoenlacasavaasercasiigualparalosdemás,novamosanotarnada—dijo.—YomehabíapropuestomarcharmehoymismodeKavanaghHall—salté,sinpodercontenerme. —¿Tanmaltevaconnosotros?¿Estásdescontentaconeltratoquerecibes?—mepreguntómistressFrankland. —No,nose tratadeeso—meapresuréanegar—.El trabajoestábien..., esqueunaoyedenochecosasquedanquepensar.—¡Yaestamosconelcuentodelabanshee!—Laheoídogemir,yunavezmásestapasadanoche.—Soloesuncuento—repitiómistressFrankland,desdeñosa.—Sisolofuerauncuentonosehabríanmarchadolosseñores,ayerlahijaysumarido,yhoymisterKavanaghysuesposa.Elloscreenenlabansheeyporesoquierenestarlejosdeestelugarparaquelaamenazanolesafecte—dijeconatrevimiento,mirandoalosojosalamadellaves.—QuedaCharles,elhijo,élnosehaido—alegó.—Sí,peroCharles...—noacabélafrase.—Charles,¿qué?—No,nada...Angieasistíaensilencioalaescena,depieenunrincón. —Mira, pequeña, nadie te va a forzar a quedarte si noquieres, porque estono es una cárcel, perotendrásqueesperarhastaquevuelvanlosseñores.AlparecerlehascaídobienamisterKavanaghyesseguroquelemolestaríanoencontrarteasuregresoymeharíaresponsabledetumarcha.Teaconsejoquemeditestudecisión,puesenningunapartetendrásunsueldocomoelquevasapercibiraquí.—Nicomeríastanbien,aunqueestémalqueseayoquienlodiga—intervinosuesposo—.Nohagascasoalosruidos...,estaesunabuenacasa.Anocheselevantóunfuertevientoyesfácilquedeformaracualquiersonido,sabesqueenIrlandaelvientoestáasociadoalashistoriasdefantasmas.MeparecíaestaroyendoaAngie.Ibaacontarleslodelavozylasllamadasamipuertayamiventana,peromedicuentadequehacerloseríainútilporquenosepuedeconvencerdealgoaquienesyaestánconvencidosdelocontrario.TuvequecederysalíalvestíbuloconlaintencióndetelefonearalinternadoypedirquesepusieramissO’Connor.Antemisorpresa,descubríquenohabíalínea. —Elvientodebiódeprovocaranocheunaaveríaenloshilos—meexplicóAngie,quehabíasalidodetrás de mí—. Supongo que no tardarán mucho en repararlos, pero por ahora estamos aislados; nisiquiera podríamos contar conPatrick para llevarnos a la ciudad si surgiera una necesidad, cosa queesperonosuceda...Oye,mecuestareconocerlo,peromistressFranklandtienerazón,lomejorseráqueesperesaquevuelvanlosKavanagh...,siesciertoquelehascaídobienalseñorveráscomomejorarátusituaciónenlacasa.—¡DebohablarconmissO’Connor!—grité,colgandodegolpeelteléfono—.¡Necesitohacerlo! —Ten paciencia Alice, no tardarán en reparar la avería—repitió Angie—. No vas a sacar nada

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enfureciéndoteasí. —Angie..., tú no sabes lo que sucedió anoche. Alguien arañó en la ventana y en la puerta de mihabitacióndiciendoqueeramipadre.Mepidióqueledejaraentrar...,yélestá...,está...Mivozsequebróaldeciresto.—Procuratranquilizarte.¿Estásseguradequeoístedecireso?Asentíentrelágrimas.—Yotravezlosgemidosdelabanshee—logrémurmuraraduraspenas. —Vamosa trabajaryveráscomotesientabieny teolvidasdeesascosas...Puedesempezarpor labiblioteca,quetantotegusta,entretantomeencargarédelasestanciasdelvestíbulo,incluidalacapilla.Lallamécuandosedabalavueltaparamarcharse.—¿HahabidoalgunanoticiadeMary?—quisesaber.—Ninguna—reforzósunegativamoviendolacabezaconfatalismo.EncontradeloquehabíadichoAngie,mecostóarrinconarenmimentelossucesosdelanoche.Estabaofuscaday tenía lasensacióndeestarviviendocon losojosabiertosunapesadilla.Elhechodehaberoídogemiralabansheeacontinuacióndelosarañazosydelavozquedecíaperteneceramipadre,algoque nunca podría comprobar a través demis recuerdos porque jamás le había oído hablar,me hacíapensarquepodíatratarsedelanunciodemipropiamuerte,comosimiprogenitormequisierareclamardesdeelmásallá.Teníaunnudoen lagargantay sentíaunaopresiónenelpecho,apartedeuna levesensacióndemareo,porloquedecidíqueencuantoterminaralalimpiezalepediríauntranquilizanteamistressFrankland.Seguroquehabríaenelbotiquín,eraunmedicamentoquenopodíafaltarenunacasacomoaquella.Labibliotecamerecibióenunadiscretapenumbra,ycuandomedispuseasubirlapersianadeestilovenecianoquecerrabalaventanamedicuentadequenorespondíaamiesfuerzoporqueestabaatascada.Talvez lamanteníanasíparaevitarquealguien lasubierayel soldañara losdelicados lomosde loslibros. ¿Peroqué sol...?Enesosmomentos empezabaa llover.Di la luzyme senté en labutacaparaintentar tranquilizarmeantesdeemprenderel trabajo.No temíaquemesorprendieran,yaque lohacíadentrodemihorario,quemepermitíaestarallí,y,porotraparte,losKavanaghsehabíanmarchadodelacasa,exceptoCharles,quiendebíadeestarcomosiempreenellaboratorio,porloqueestabaseguradeque no entraría nadie de la familia. Procuré dejar de pensar en los incidentes nocturnos paseando lamiradaporloshermososlomosdeloslibrosquellenabanlaestancia,ymicuriosidadsecentróprontoenla urna donde se hallaban encerrados los que no me estaba permitido tocar; un curioso lugar paraguardarlos.LoslibrossobreocultismoylahistoriadelafamiliaKavanagh...Loslibrosprohibidos... Supusequehabían reservadoparaellosun lugar tan insólitocomounaurnadecristalconel findetenerlosalavista...Siempremehangustadoelsonidodelalluviayelaromadelatierramojada,elcualmehabíahechosaliralborozadanopocasvecesaljardíndelinternadopararespirarlo,ylamenténoestarfuera,peroencompensaciónteníaelolorpeculiardeloslibros,quemeagradabatantoomás.Oyendoabatirselalluviacontra la casame levanté de la butaca para acercarme a la urna.La prohibición despertaba enmí unatractivoirresistible.Teníaquehojearesoslibros.Habíadejadoabiertalapuertayantesdehacerotracosafuiacerrarla,puesdeesaformatendríamenosposibilidadesdeservistapormistressFranklandoporAngiesipasabancasualmenteporallí.Elcorredorestabaensilencioyprocurénohacerruidoconlapuerta. ¿Dóndeestaríanlas llavesdelaurna?LomásprobableeraquelasguardaramisterKavanaghensudormitoriooensudespacho,ysiexistíaunduplicadodebíadeestarenpoderdeCharles,locualharíaimposiblequepudierahacermeconél.Comonoteníatiemposuficienteparabuscarlasllavesdemister

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Kavanagh, y tampoco sabría dónde encontrarlas,me propuse abrir la urna como fuera.No sé quémeimpulsóahacerlo.Sicumplíaconmipropósitodemarcharmedelacasanoimportaríaquedescubrieranquelacerradurahabíasidoforzada,siempreycuandonofaltaraningúnlibroynopudieranacusarmedeladrona.Meparecía improbable que abrieran la urna a diario, y cuando se percataran de ello estaríalejosdeKavanaghHall.Dealgunamanera,violandolossecretosdelafamiliameibaaresarcirdelosmalosratosqueestabapasandoeneselugar.¡Algunosdebíandeserterriblessilosocultabancontantoempeño!Enelinternado,unacompañerayyohabíamosabiertoeldiariodeotrachicaqueestabaprotegidoconun pequeño candado utilizando una horquilla para el pelo. Recordaba cómo lo habíamos conseguido,dedicándolebastantetiempo,esosí,y,aunquelacerraduradelaurnaeramayorymáscomplicada,meapliquéaintentarabrirla,arrojandodevezencuandoalgunamiradafurtivahacialapuertadelaestanciaconobjetodeasegurarmedequeseguíacerrada.Fueenvano:resistióatodosmisesfuerzos.Entoncesrecordéqueenmihabitaciónteníaunastijerasyunalimaparauñas.Teníaquesubiracogerlas.Conelloibaaperderuntiempoprecioso,peronoteníamásremedioquehacerlosiqueríaabrirlaurna,anoserque fueraapor las llavesdemisterKavanagh,yesome llevaríamás tiempo todavíaporque ignorabadóndebuscarlas. Salí, con cuidado de dejar la puerta bien cerrada, y me dirigí a mi dormitorio esperando no sersorprendidaytenerquedarexplicacionesporencontrarmeenunapartedelacasadondeaesashorasnodebería estar. Por suerte nome tropecé con nadiemientras subía y pude hacerme fácilmente con lastijeras y la lima. Bajaba ya cuandome pareció oír un ruido a la altura del segundo piso y tuve quedetenermeporunossegundos,hastaquemeconvencídequehabíadebidodesufrirunafalsaimpresión,porquenodetecténingunaseñaldevida.Laescaleraapestabaahumedad.Noeraunoloragradablecomoeldelatierramojadasinohediondo,comosilalluviahubieraempapadotraposviejos.Enlabibliotecavolvíaaislarmecerrandolapuertayfuihasta laurnaconmis improvisadasherramientasentantoqueseguía oyendo caer la lluvia. Ya no podía echarme atrás. Al cabo de unos minutos de manipular lacerraduralogréabrirla,yalverelresultadomehiceunreproche.Eltrabajohabíasidotanchapuceroquecualquierapodríadarsecuentaaprimeravistadeloquehabíasucedido.¡Quéimportaba! Ante mi decepción, porque mis conocimientos culturales no llegaban a tanta altura, descubrí quealgunoslibrosestabanescritosenlatín,aunquealrepasarlostítulosmedicuentadequenoeraprecisosaberel idiomaparaentenderdequétemastrataban.Cincodeelloshacíanreferenciaaldiablo, tresocuatroseocupabandelascriaturasdelanoche—entreellaslabanshee,delacualhabíaungrabadoquela mostraba como una vieja aterradora—, uno era un tratado de vampirismo, y otro, este de títuloindescifrable,eraobradeuntalabadMartensyconteníanumerososgrabados,fórmulas,invocacionesysignosdeltodoincomprensiblesperoquemeresultabanatractivos.HabíansidoeditadosentrelossiglosXVIIyXVIII,yelmásrecienteenAlemaniaenlosprimerosañosdelXIX.LosotrosdosconsistíanenlahistoriadelafamiliaKavanagh,escritaamanocondiferentestiposdeletra,locual,unidoalhechodequelatintafueradistintayqueenlosprimerosfragmentosestuvieracasiborradayel textoengaélicoantiguo, indicabaque estosdebíande ser antiquísimosyque cada sucesivageneración seocupabadeponerlaaldíaañadiendodatos.Enlaportadadeambosfigurabagrabadoenrelieveelescudofamiliarque había tenido ocasión de ver en la chimenea del vestíbulo. El segundo tenía bastantes páginas enblancoylosúltimosapuntesefectuadosenélestabanescritosconunatintanegra,másreciente. Dipor supuestoqueenesosúltimosencontraríaunaexplicaciónpara tantosenigmasencerradosenaquella casa, pero me llevé otro desengaño porque se trataba de apuntes inacabados, y a menudoincoherentes,comosiquienloshabíaescritopretendieraquenadiesinoélconsiguieraentenderlos.Estosdosmeresultaronmásconfusoseinquietantes:Wilfredconocióuntiempodeluzdelqueseevadióparavivirenlaoscuridadsinfin,peroprontovaaconocerotrosinsalirdeellaytodosnos...

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Despuésdemuchastentativasfallidasempiezoavislumbrarlasalidadeltúnel,estoes,comienzoavislumbrarloscontornosdelaoscuridadwilfrediana,«commeilfaut»,soloeracuestióndeesperarlaconfluenciadeloselementospropiciosparapoderaspirara... Iba a dejar a un lado los dos libros para dedicarmi atención a los otros, en especial al del abadMartens, cuyos grabados me atraían, cuando al palpar la contraportada del primero noté un bultorectangularbajo lapielnegraconquehabíasidoencuadernado.Eraevidentequeallíhabíaalgo,yalacercarlo amis ojos descubrí una fina incisión en la piel que parecía efectuada con un bisturí o unacuchilla,ydespuéscerradatoscamenteconpegamento,delquetodavíaquedabaelrastrodeunashuellassecas.ComoyanopodíaretrocederdespuésdeloquehabíahechoyesperabaestarlejosdelacasaalregresodeRandolphKavanagh,laabríconlaayudadelastijeras.Dentroencontrécuatrohojasdepapelfinoescritasamanoconunaletraderasgosanticuados,quenosiemprefuicapazdedescifrar.«Deniñoyanoseparecíaaquienes,segúnlascrónicasdelafamilia,habíansidosusantepasados;para entonces gustaba de la transgresión de toda norma de conducta y uno de sus pasatiempospreferidoseraelabusodesusprivilegiosylahumillacióndelosmásdébiles,queparaéleranlosquesehallabansometidosasupodere influencia,dentroy fuerade lamansión, sirvientes,capellanes,campesinosyartesanos.Sinadiehubierasabidodequiénse trataba, lohabrían tomadoporunsermonstruoso,consucabezadesproporcionadaconrespectoalcuerpo,consusojosdecolorcambianteysusmanosexageradamentelargasconuñasacabadasenpunta.NoeraunKavanagh,perolamentodecir,encuantoKavanagh,quesuapellidodenotabasinlugaradudasqueeraunodelosnuestros.Fue autoritario, insolente y cruel en la infancia, disipado al besar el umbral de la adolescencia yfervorosoamantedelasfiestasyceremoniasmacabrasantesdehabercumplidolamayoríadeedad.Se sabe que un peregrino y su hija que una noche tormentosa habían solicitado alojamiento en lamansión de la familia fueron asesinados por él, Wilfred de Kavanagh, y su sangre bebida en unaceremonia blasfema durante la cual se celebró una misa negra que llevó a usar la capilla comomingitorio.Algunosdelospresentesafirmaronquedurantelaceremoniahabíanvisitoaparecerunagigantesca formanegradotadadeunsoloojoquenoparpadeaba.Nadie seatrevióa intervenir,nitampocoadejarconstanciaporescritodeestetipodehechos,yporesolohagoyoahora,reuniendolosdatosytestimoniosquehepodidoencontrar,enocasionespagandoporellos,yluchandocontraciertossilenciosquenopodían...(detráshabíaunaspalabrasilegibles).LosKavanaghhemossidoguerreros,crueles,aunquenuncadeniños,einjustosconlosdemás,peroWilfredhizodeesaconstanteunaabominación.Digamosquehastaentonceshabíamosconservadounfondohumano,puesentodaslaspersonascoexistenunladooscuroyunosolar,peronoenWilfred,tan siniestro, retorcido y, lo repito, oscuro que había hecho desaparecer de su persona cualquieratisboluminoso.Aélsedebióquelascrucesdenuestrascapillasfamiliarespermanecieraninvertidasdurante mucho tiempo y que fueran sustituidos por pinturas blasfemas los cuadros píos que lasornaban.ElancianocapellándelaCarlafueexpulsado,bajoamenazademuertesiseatrevíaaponerlos pies en la que también había sido su casa, y nadie osaba hacer algo para poner coto a tantosdesmanes. Ignoro qué habría sido de nosotros, los Kavanagh, de no haber existido Manfred, elhermanodeWilfred,quienalalargaimpusolacalmaylacorduraenestanuestratierra,sibientuvoquehacerloconayuda.EsposiblequesinélnuestroapellidohubieraterminadoconWilfred,elser...(seguíanotraspalabras ilegibles).Manfred se vio obligadoahuir de lamansión, pero con él fue eldeseode regresar algúndía paraacabar con ese reinadode terror. Y sucedió lo esperado:Wilfredculminó sus pactos satánicos bajo la promesa de recibir a cambio la recompensa de una juventudeterna, convirtiéndose en una criatura nocturna, en un ser que dormía por el día, oculto en lasentrañasdelamansiónparanoverseexpuestoalsol,ydespertabaysemovíaporlanocheparairenbuscadelasangrequenecesitabaconelfindeprolongarsuvidadurantesiglossialguiennoosabacortarleelcuelloconunarmaafilada,operforarsucorazónconunaestacademaderaprocedentede

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unaltar consagrado, y colocar en su boca la cruz celta, por lo queno servía ningunade nuestrascapillas,lascualestuvieronqueserreconsagradaspararecuperarsucondicióndeterrenosacro. Wilfrednosehabíaquedadosoloenlamansión;leacompañabaunfielsirvientecuyonombrenohacealcaso.LosKavanaghnuncahemossidomuyconsideradosconelservicio,peroWilfredledebiómuchoa ese criado, tanto como losdemás teníanmotivospara su reprobación,pues se encargódevigilarquenadieprofanaraelperversosueñodesuamo,yacambiosuvidafuerespetadaporeste,noporpiedad,que ladesconocía,sinoporegoísmo,ycuandoelsirvientemurió,cosaquea todosnossucederá antes o después pormás que en los días de la juventud no lo creamos,Wilfred tuvo quebuscarrefugioenloslugaresmásrecónditosdelacasa.Habríasidoigualquenolohubierahecho,porquenadieseatrevíaaaproximarseaKavanaghHall,ymenosaúnaentrarenella,conloquesuseguridadestabagarantizada.Wilfredpracticabaelcultoalasoledad,conunúnicopracticante,élmismo,ehizodenuestramansiónellugarmássolitariodelatierra.TranscurrierondeesamaneralosañosconunWilfredquenoconocíaelenvejecimiento,hastaque,ciertodía,uninvestigadoralemánexperto en ocultismo, llamado Karl-Ludwig Barnholm, de quien se comentaba que le unía ciertoparentesco con el famoso abad Martens, puso fin a la situación con ayuda de Manfred, que leacompañaba,llevandoacaboelritualprecisoparaladesaparicióndelaalimañaconformahumana,vergüenza y horror de los Kavanagh hasta el punto de que solo el honor y el peso del atavismofamiliarmeimpidieronrenunciaramiapellido.GraciasaBarnholmsesupoqueWilfrednosehabíalimitado a beber la sangre de sus víctimas sino que se había alimentado de ellas, devorando suscuerposya fueraparcialmenteoporentero.CuandoWilfreddeKavanaghdejóde ser loquehabíasido,Manfredhizo inhumarloen lacripta,enunnichoselladoa lacuriosidaddelmundo.Sidemíhubieradependido,habríaquemadoelcuerpoyesparcidoalvientolascenizasparaquenorestaralamenor huella de su paso entre nosotros. Ha transcurrido desde entonces mucho tiempo y no hanfaltadolasocasionesenquehetenidolatentacióndehacerlo,perosiempreheacabadodesistiendoanteelhorrordeabrirelnicho,selladocon,apartedeunalápidadondenoconstasunombremaldito,espesas telarañas negras cual añosos sudarios y las microscópicas criaturas generadas por lahumedadsubterránea.Loquemehorrorizaessaberquecuandolleguelahorademimuerteacabaréinhumadoallí,tenercomoeternocompañerodesepulcroaeseserabominablequenoiba... (seguíanunaspalabrasilegibles).Lalecturadeldocumento,quenollevabafechanifirmaaunqueostentabaenlacabeceradelascuatrohojaslareproduccióndelescudodelosKavanagh,mesobrecogióytardéenrecuperarelsentidodelarealidad.Nisiquieramehabíadadocuentadequelabibliotecaolíaamoho.¡YoestabaviviendoenelmismolugardondeWilfreddeKavanaghhabíallevadoacabosusabominaciones,ylosrestosdeestesehallaban en el subsuelo, debajo de donde pisaba a diario! ¿Y qué podían significar las anotacionesrecientesreferidasaunnuevotiempodeluzparaWilfredsinsalirdelaoscuridad?Porfortuna,todoellopertenecíaalpasadoyeseKavanaghseríasolopolvoocultodetrásdeunadelasparedesdelacripta,peroeraindudablequeenlaatmósferadelamansiónhabíanquedadoseñalesdesuperversainfluencia.Noobstante,eldescubrimientomefascinóehizoquemeolvidaradeltranquilizante.Nohabíadejadodelloverycuandomiréhacialapuertadelabibliotecalavientreabiertayyoteníalacertezadehaberlacerrado.Recorrí con lamirada laestanciaparaasegurarmedequenohabíanadie,perolociertoeraquealguiensehabíaasomadomientrasestabaabstraídaconlalecturadeldocumento,yhabíatenidoquedarsecuentaforzosamentedeloqueyoestabahaciendo.Sinembargo,loqueacababade leerenaquellospapelesmehabíaproducido tal impresiónqueno tardéenolvidareldetallede lapuerta.Limpiélabibliotecacomounaautómata,nosinanteshaberdejadolascuatrohojasenelmismolugardondelashabíahallado,asícomopuestoenordenloslibrosycerradolaurna,yencuantoconcluíbajéalvestíbuloparaintentardenuevollamarporteléfonoalinternado.Lalíneaseguíaaveriada.

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—¿Tanprontohasacabadotutrabajo?—inquiriómistressFranklanddetrásdemí.Aquellamujereraunaexpertaenprovocarmesobresaltos.—No,todavíanoheterminado—repliquéenvozbaja;nopodíamentirle. —¿A qué estás esperando? Por muy urgente que sea tu llamada, lo primero es cumplir con tuobligación.Porotrolado,estamossinlíneatelefónica.—Yamehedadocuenta—repuse—.Discúlpeme,ahoramismovoyaseguirconlalimpieza.Hicesinganaselrestodemitrabajo,poniendoescasointerésyqueriendoacabarlopronto,porquemimente estaba ocupada con el documento y con la figura de Wilfred de Kavanagh. Dudaba si debíacontarle aAngiemihallazgoyponerla en antecedentesdel pasadode la casa, y si al finoptépornodecirlenadafueparanodelatarme.¿QuiénsabíasiAngie,aunquehabíamostradobuenavoluntadhaciamí,nose lodiríaamistressFrankland?EraalgoquenomeconveníamientrasestuvieraenKavanaghHallporquepodríadisfrutardeciertaventajaconrespectoalosdemás.Sesuelehablardelafascinaciónqueejerceelmalsobreelserhumano,yesosucedióconmigo.CuantomáspensabaenWilfreddeKavanagh,inhumadoenlacriptadelafamilia,mayoreramideseodebajaralasentrañasdelamansiónparacuriosearelnichosinnombretraselcualsehallabansuscenizas.Estabamuerto y, por lo tanto, no podía hacermenada y yo estaríamás cerca de una leyenda negra..., de unaabominacióndelanaturaleza.ElúnicoquemepodíasorprenderhusmeandoporesapartedelacasaeraCharlesKavanagh,peroyamelasingeniaríaparabajarcuandosupieraconcertezaquenoestabaensulaboratorio.Ysieraverdadqueseencerrabaparamantenerseaisladode losdemás,no teníaporquéoírmesiyoprocedíaconcuidado. La idea llegóaobsesionarmeamedidaque iba transcurriendoeldía.MissO’Connor teníarazónaldecir que yo era impresionable, pero ignoraba que la acumulación de lecturas habían alimentado miimaginaciónymicuriosidad,haciendoestainsaciable,yveíacomounaaventuramiproyectadaincursiónenlacripta:casicomounviajealpasadoparaarrojarunatemerariamiradaalosabismosdelMal.Eradifícil,dadalavigilanciaalaquenossometíamistressFrankland,quepudierainternarmeenelladedía,sobretodoporlatarde,cuandohabíamosacabadodelimpiarlashabitaciones,porloquemeresignéaesperar hasta la noche. Además, estando los Kavanagh fuera de la mansión, con toda seguridad nosretiraríamosantesadormir.Loquemedejóperplejafueque,aunsabiendoqueCharlesKavanaghnosepresentaría a almorzar ni a cenar y que su familia no se hallaba presente, tuvimos que disponerigualmentesuscubiertosyservirlelosplatos,queporsupuestoretiramosintactos.Esanoeraunadelasmenoresincógnitasquemeplanteaba:¿dequé,dóndeycómosealimentabaelhijodelosKavanagh? Tal como había dicho el cocinero, la ausencia de los Kavanagh supuso para él unas pequeñasvacaciones:selimitóaprepararnuestroalmuerzo,nuestracenaylosdeCharles,quealalargafueparanosotrosenlacocina.Haciendohonoralclimadelpaís,lalluviadegeneróentormenta,acompañadadeunfuerteaparatoeléctrico,yloúnicoqueseoyódurantelatardefueronlostruenos.Mejordicho,nofueloúnico...Enunaocasiónenlaque,despuésdeintentardenuevo,envano,llamaralinternadodesdeelteléfonodel vestíbulopercibí unamúsica lejanaqueparecíaprovenir deunode lospisos superiores.Extrañada,subíainvestigardedóndeprocedíayelsonidomellevóalasalademúsica.Eraunamelodíamuy bella, que jamás había oído, y tenía como fondo unos ruidos molestos. Nadie tocaba ningúninstrumento y vi que se trataba de un disco colocado en el reproductor. ¿Quién lo habría puesto?Eraevidentequenadiedelaservidumbre,ysilosKavanaghnoestabansolopodíatratarsedeCharles;deunCharles que había salido de su refugio en el laboratorio..., ¿o de esa otra persona, desconocida, quevagabapor lacasa?Diunospasoshaciaelreproductor,acuyoladoyacía lafundadeundiscodondefiguraba,conletrasdegrantamaño,elnombredeSchubert.Enelinternadohabíaunodeesosaparatosperoapenasnosdejabantocarlo:seconsiderabaqueeraparaelusoexclusivodeladirectoraydelasprofesoras,ysolomuyde tardeen tardenospermitíanescucharundisco, losuficienteparaqueahorasupieraqueaquellosruidosmolestoseranunacrepitacióndefondoproducidaporeluso.Lamúsicaera,

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comohedicho,bellísimayobróelgratoefectoderelajarme.Porunosminutosmeparecióhabersidotransportadaaotromundoenelquelaluzhubierasustituidoalassombras.Cuandoeldiscoacabósurecorrido,elmicrosurcosedetuvoytodoquedóenrelativosilencio.Devezencuando,unrelámpagoteñíadeazullívidoelcristaldelaventana,ytraséllanegrurasedibujabaalotrolado,seguidadeunfuertetrueno.Aunquedebuenaganahabríavueltoareproducireldisconomeatreví,comosienlassombrasquepoblabanlosrinconeshubieraunosojosinquisidorespendientesdemismovimientos. De vuelta al vestíbulo me llevé el teléfono al oído, pero seguíamos estando incomunicados. Elauricularcadavezestabamásfrío.Dandoporsupuestoquemitrabajoyahabíaterminadoporesedía,lepreguntéamistressFranklandsipodíaretirarmeya.—Pensábamoshabersalidohoyquenoestánlosseñoresparadarunavueltaporlosjardinesypasarunratoalairelibre,perolatormentaloimpide...,demaneraquesí,puedesretirarte—dijo.Acontinuaciónlehiceotrapreguntasobrealgoqueenlosúltimosminutosmeestabadandovueltasporlamente.—¿Dóndeestánlosretratosdelafamilia?Sinoesunproblemamegustaríaverlos...Heoídodecirqueenlasmansionesdelaaristocraciasuelehaberunagaleríaderetratosdelosantepasadosynohetenidoocasióndeverlaaquí.AldeciresopensabaenWilfreddeKavanagh:queríasabercómohabíasido,verloinmovilizadoenunlienzo,observarcómoelpintorhabíareproducidosusfacciones,suexpresión,sumirada. —¡Vaya, tucuriosidades insaciable!—replicómistressFrankland;sumaridolamiró,extrañadosindudapor lamordacidadde su tono—.En lo referente a los cuadros es fácil de satisfacer, están enelcorredordeltercerpiso,allídondeseencuentralahabitacióndelhijodelosseñores.Unescalofríorecorriómiespalda:nomeagradabalaproximidaddeCharlesKavanagh.Leagradecílainformaciónysalí,masenestaocasiónquisesubiraldormitorioporlaescaleradecaracolquellevabaanuestrocorredorynoporladelvestíbulo.Elcaminomedesagradabatantoomásqueelotro,peromepropuseevitarlatentacióndeentrarenelcorredordeltercerpisoparaverahoralosretratos;preferíahacerloa la luzdeldíaaunque tuviesequepulsar igualmenteel interruptorde la luz, sabedoradequeCharlesestaríaentoncesensulaboratorioynopodríasorprenderme.Subíconcuidadoporquelospeldañosdepiedraestabandesgastadosporelusoylaspocasbombillasapenasbastabanpara iluminar algún trecho, y luegomedirigí directamente al dormitoriopensandoencómollevaralaprácticamiplandebajaralacriptacuandotodosestuvierandurmiendo.Sinembargo,antes de entrar miré por costumbre la cristalera, por la cual resbalaba la lluvia como un arroyo enminiatura impidiendo ver nada al otro lado. ¿Se aparecería la banshee en una noche así? Entre mispertenenciasnofigurabaunalinterna,porloquedeberíaservirmedeunadelasvelasquehabíaencimade la mesita, aunque era seguro que en el sótano tendría que haber alguna luz de la que podríaaprovecharme,siempreycuandoCharlesKavanaghnoestuvieraensulaboratorio.DejépasarunratoencompañíadeWalterScottmientrasenlacasaseibaimponiendoelsilencio,ydebodecirquenohubonadaquelorompiera,nigolpesenlapuertanienlaventana,nipasos,nisusurros,nilosgemidosdelabanshee.Despuésdedejarellibro,asegurarmedequellevabaalcuellolacruzceltayguardarunavelayunacajadecerillasenunbolsillo,medisponíaasalircuandooí tressonidosdecampanillaseguidos.Eramillamada.Alguienrequeríamipresencia.Casinotuvenecesidaddeiracomprobarenelcuadrodetimbresquiénmehabíallamado.SiCharleseraelúnicoKavanaghqueestabaahoraenlamansión,eraindudable que la llamada procedía de su estancia; de esa estancia que ninguna de nosotras entraba alimpiar; pero aun así fui amirar: la llamada había sido hecha desde la habitación número tres y, deacuerdoconlasinstruccionesrecibidas,nopodíanegarmeaacudir.Mirémireloj:pasabanunosminutosde las once de la noche. ¿Qué podía querer de mí a esas horas? Su requerimiento solo podía estarvinculadoconmipresenciaen labiblioteca leyendolashojasocultasenunode los librosprohibidos.

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Alguien me había visto con ellas en las manos, y ese alguien debía de ser Charles, por lo que meesperabaunabuenareprimenda.Alotroladodeldescansillodominabalanegrura.Latormentanosolonocesabasinoqueibaenaugeylointerpretécomounapremonicióndelaescenaborrascosaquemeesperaba.Bien,pensé,almenosmeserviráparapoderverhoyenlugardemañanalosretratosdelosKavanagh.Conesaintenciónpulséelinterruptor de la luz del corredor que, para no variar, era débil e insuficiente, pero me permitiócontemplarlosfijadosparalaeternidadensusnichosdelasparedes.Entreellos,unhuecodejabaalavista un pedazomás blanquecino de una de las paredes que de inmediatome resultó sospechoso: laausenciadeunretratoeneselugarhablabaporsísola.Losretratospertenecíanahombresymujeresdeseveraexpresión.Lamayorpartedeellosllevabanespesasbarbasyteníanunamiradacrueldelacualnoselibrabanellas,cargadasdecamafeosycollares.Unamiradarápidaalosnombresmeconfirmóquefaltaba el retrato deWilfred deKavanagh.Alguien, probablemente el autor de los apuntes que habíaleído,sehabíaencargadodehacerlodesaparecerporconsiderarlounainfamia,unamanchaenelnombredelafamiliaquesolopodíaserborradadeesaforma.¿Lohabríandestruido?Enelcorredorhabíadospuertasacadalado,yyohabíasidorequeridaenlanúmerotres,peroningunade ellas ostentaba indicación alguna. ¿Qué orden numérico seguían? Por lógica descarté la primera yllaméenlasdossiguientes.Unavozmeconcediópermisoparaentrarenlasegunda.Laestanciaestabasinluzynopudevernada.—Notemuevasdeahí...,Alice.Reconocílavozquesehabíadirigidoamíenlabiblioteca.—Tehehechovenirporqueestamañanatehedescubiertocurioseandoloslibrosquenodebíastocar—prosiguió—.Yo tehabíaadvertido,y tambiénmipadre,dequenose teocurrierahacerlo.Noshasdesobedecido...,dime,¿quéhasleído? —Nada.No he tenido tiempo—mentí, sorprendida yomisma por el aplomo con que respondía—.Además, me he dado cuenta de que se trata de historias familiares que no son de mi incumbencia.Solamentemehaatraídohaciaelloslalógicacuriosidad.—Sí,claro,lafascinaciónqueinspiraloprohibido...,elcuartodeBarbaAzul...Dicesquenohasleídonada,perotehevistoconunospapelesenlasmanosyestabasleyéndolos. —No teníannadaquever con los librosde laurna—volví amentir—.Eranunospapelesquemedieronenelinternado.Consejosquedeberíaseguirenmitrabajo... Siguióun largo silenciodurante el cualnoté lamiradadeCharlesKavanagh fija enmí.Él tenía laventajadepermanecerocultoenlaoscuridad,invisibleamisojos.—Entraycierralapuerta—ordenó;yalverquenolehacíacasoinquirió—:¿Temesalgo?EnesosinstantesrecordéunafrasequehabíaleídomesesatrásenunlibroyquemissO’Connorhabíasubrayadoparamí:—Nohaynadaquetemer,exceptoeltemor—repliqué.—Eresmuyagudaylocelebro,peroprocuraquetuagudezanosealacausadetuperdición.—¿Quétratadedecirme? —Quiero decir que la cerradura de la urna ha sido forzada y que no lo hemos hecho ninguno denosotrosporquetenemoslallave...Quierodecirquealguienqueesagudodebeconocerloslímitesdesuagudeza.Loshay.Entretantoyohabíacerradolapuertaydadounospasosenelinteriordelaestancia,conrepugnanciaporelolorquedetectéenella.Debíadellevarmesessinserventilada.—Acércatemás—dijo;ycuandoleobedecíañadió—.Detenteahí.Suvozsonabamáscercana,yalavezmellegaronvaharadasdeunalientopútridoyelsonidodeunarespiraciónsilbante.Siunmuertopudierarespirar,algopor lodemásinconcebible,emitiríaunsonidosemejante.

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—PodríahaberhabladoconmistressFrankland,perohepreferidodecírteloati.Novuelvasahacerloquehashechoestamañana,ysimehasmentidoyhasleídoloquenodebíasolvídaloinmediatamente.Loúnico ciertoquehasdicho esqueno son cosasde tu incumbencia.Nuestra familiano es la tuya..., lonuestrosolonosperteneceanosotros.Cuandoibaadecirlequeyonoteníafamilia,unrelámpagoiluminóporunmomentolaventanaymediotiempodeverlafiguradeCharlesKavanaghenvueltoenlasombra.Eltruenoquesiguiómeimpidióoírbienelcomienzodeunanuevafrasesuya:—...guapaynoquerríaquedesaparecieras,tupresenciaponealegríaenestacasa.Esoestodo,puedesirte...Porcierto,eresmuyjoven—comentósinsaberquehabíadicholomismoquemistressFranklandalvermeporprimeravez.Parasalirdelaestanciaretrocedídeespaldasalapuerta,mirandodefrenteellugardondeestabamiinterlocutor.Yahabíapuestolamanosobreelpomocuandomepreguntó:—¿Hasvistoestosdíasalgoquetehayaparecidoextraño?Noquisedecirlequemehabíasentidoobservadaporélmismo.—Hevistoyoídoalabanshee—repliqué.—Ah,labanshee...—repitióconunsuspiro—.¿Yesoquellevasalcuello?—Esunacruzcelta...,protectora.—Noquieroverlaahínuncamás—ordenóconsequedad.Entoncessalísindecirnada.

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Capítulo4ALICEENLACASADELHORROR LA impresión que saqué al abandonar la estancia deCharlesKavanagh fue que había salidomejorlibradadeloquecreíaantesdeentrarenella.Meparecíabastanteraroqueelhombrenohubieseidomásalláensuinterrogatorioynosehubieramostradotanviolentocomotemía,siexceptuabasuairadareacción al ver la cruz celta, pues conmi conducta había desobedecido una orden, dada además conseveridad.Tampocohabíasentidotemor,pesealascircunstanciasenquesehabíadesarrolladolacharla.Perome olvidé de todo ello cuando, ya en el corredor,mis ojos volvieron a posarse sobre el huecodejadoenlaparedporel retratodeWilfreddeKavanagh,dondecasieraposiblepercibir todavía losefluviosdelmal.Faltabaelcuadroperopermanecíalaesenciadelmodelo.¿Habríaenalgunapartedelacasaungrabadoquemostrarasurostro,olafamiliatambiénlohabríahechodesaparecer?EntoncescaíenlacuentadequetampocohabíatenidoocasióndeverelrostrodeCharles,quiensiempresemanteníaocultoenlapenumbra,comosinoquisieradejarseverpormí.Eraunacuriosacoincidencia.LaconversaciónqueacababademantenerconelhijodelosKavanaghnohabíamenguadomipropósitodebajaralacriptaparacontemplarlalápidasinnombre,convertidayaenelcentrodemicuriosidad;alcontrario,elhechodehaberdejadoaesehombreensuestanciadionuevosvuelosamiimaginaciónysupusequese tratabadelmomentodehacerlosinarriesgarme tantoaser sorprendida.Demaneraquecrucélaestanciadesiertay,sinvacilar,empecémibajadaporlaescaleracircular.Comotodossehabíanretirado, lasbombillasestabanapagadas,por loque tuvequerecurrira laveladespuésdeprendersucaboconunacerilla,ysilaluzdelasbombillaseraexigua,laqueprestabalavelaeratodavíamenor;esomehizoextremar lasprecauciones, teniendocuidadodeque laceraderretidanogotearasobremimano. Paséde largoporeldesvíoquellevabaa lacocinaparacontinuarbajando,sibienantesbusquéenvanouninterruptordelaluz.Contodaseguridadteníaquehaberalguno,perodebíadeestarpocovisibleynodisponíadetiempoparaseguirbuscándolo.Lospeldañosseprolongaronmásalládeloquehabíacreídoycuandoalfinlleguéasutérminoseabrióantemíunlargocorredorabovedadodecuyotechoyparedesdesconchadaspendíannopocastelarañas.Elsuelosehallabasembradodetierradesprendidayelhedorerainsoportable,comosiestuvieraenloprofundodeunosario,rodeadaderestoshumanos.Laprimerapuertaquehalléenmicaminoestabacerradaysupusequesetratabadellaboratorio.Lapuertasegundacedióencuantolaempujé.DabaentradaalacapilladelaquemehabíahabladoAngieyera,enefecto,máspequeñay sórdidaque ladelvestíbulo.Másbienmerecíaelnombredeoratorio.Anteunreducidoaltarflanqueadopordosesculturasennegrecidas,tantoquenopudeversusrostros,habíaunosreclinatoriosforrados, igualquelosdearriba,conterciopelonegroperosuciosdepolvo.Enlaparedderecha colgaban tres cuadros a losque la familianodebíade concedermuchovalorporque estabanexpuestosalaerosióndelahumedadsubterránea.Esacapillasolodebíadeserutilizadacuandoalguiendelafamiliabajabaaorarporlosdifuntosyhabíaenellaalgodesagradable;simehubieranpreguntadoelmotivodemirechazonohabríasabidoresponder,masnoeraunlugarqueincitaraalrecogimientooalameditación.Estabasituadaenel sótanode lacasa,peroaunasíeramás fríayoscurade loquesepodíapreveryparecíacomosisiemprehubierafaltadoaireenella.Elcorredordesembocabaalavueltadeunrecodoenunovaladoportóndeverjas.LaúltimamoradadelosKavanagh.Elpanteóndelafamilia.Elhedor,elfrío,lahumedadylanegruraeranallítodavíamásacentuados;dehecho,lasverjasestabanheladascuandolastoqué,elhedormehizofruncirlasaletasdelanarizyalmirarhaciaelinteriornovinadamásqueoscuridad. Temíqueelportónestuvieracerradoconllave,perosolotuvequeempujar,confuerza,esosí,parapoder entrary el chirridoqueprovocóal girar sobre susgoznes fue tan estridenteque creí quehabíapodidoseroídodesdelaotrapuntadelacasa.Unavozinteriormeadvirtiódequeestabacometiendo

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unalocuraalinternarmeeneselugar,perohabíadejadoaCharlesKavanaghensuhabitaciónyloquemedisponíaahacercarecíadeimportanciadespuésdehaberquebrantadolaprohibicióndeabrirlaurnaconloslibros.Reconocíqueeraunainconsciente,peromisituaciónpersonalenlacasahabíallegadoatalpuntodeinestabilidadquesolopodíahacerlefrentebuscandorespuestasamisinterrogantes,ymeasaltóla sospecha de que tal vez estuviera dando salida a una parte oscura de mi personalidad que habíapermanecidosilenciadahastaentonces:algoquehabíaempezadoaasomartrasmillegadaaKavanaghHall.Amedidaqueavanzabaentrelanegrura,apenasrotaporlatenuelumbredelavela,ibanotandounfríomásinvasor.Comoprestabamayoratenciónalasparedesquealsuelotropecéconunsepulcrodepiedradonde estaba esculpido el nombre de un Kavanagh por encima de dos fechas (1589-1645), y prontoreparé en que no era el único que había allí, cual centenarios lechos ocultos a la vista en estanciascerradasparasiempre:erancuatrosarcófagoscolocadosenparalelo. Sinembargo loqueme interesabaeran losnichos,dispuestossimétricamentecomopudever,en lasparedes de la izquierda y la derecha.Lamayor parte se encontraban sellados con lápidas dotadas denombresy fechas,peroquedabanalgunoshuecos,cerradosasuvezcon telarañasaexcepcióndeuno,situadocercadelsuelo.Alcélavelaconelpropósitodeirleyendolosdatosrelativosalosinhumados,enbuscadeunoque carecierade ellos, ymevi en la necesidaddevolver a hacerloporquenohalléningunoquenolatuviera.Yeldocumentoquehabíaleídoenlabibliotecanopodíasermásexplícito:«una lápidadondenoconstasunombremaldito».Elafánconquebuscabamehizodejardevigilar laposición de la vela y la cera derretida goteó sobremimano, produciéndome tal dolor que reaccionédejándolacaeralsuelo,dondeseapagó.Alquedarmeaoscuraslamentéhaberbajadoalpanteón,porquenoeraellugaridóneoparaestarenesascondiciones,ysentícrecerdentrodemíunasensacióndevagoterrorquemecolocóunpesoenelestómago.Lavelanodebíadehabercaídomuylejos,pueselsuelonoeralisosinoaccidentado,yporlotantonopodíahaberrodado.Meagachéparatantearaciegasynodiconella,porloquemereprochénohabersidomásprevisorayllevarotraderepuesto. Sola entre la negrura, rodeada de muertos en aquel lugar hediondo, empecé a tener la punzantesensacióndequehabíaalguiencercademí.Nooíanada,peromiresquemoribaenaumentoymehizocontener la respiración. Nada, de nuevo, salvo el peculiar olor de la atmósfera viciada. Proseguí labúsqueda de la vela. Mis manos tropezaron con pedazos de suelo roto y se introdujeron en algunospequeñosagujerosquesehabíanformado,peroalfinlaencontré.Dudéantesdeencenderlaotravez,yaque lasensacióndenoestarsolanocesaba.¿Ysiprendíaelcabode lavelayesomepermitíaveraalguienmásenlacripta,confirmandomisospecha?Pero¿quiénpodríasersinohabíaoídollegaranadie?Entoncesmeacordédeque,segúnlasleyendas,losfantasmassedesplazansinhacerruido...Podíatratarsedeunespectro...Comocomprendíquenopodíaestarindefinidamentecontalincertidumbre,encendílavelaconmanostemblorosasymiréamialrededor.Todoparecíaindicarquemissentidosmehabíanengañado,puesnosolonovi anadie sinoque todopermanecía sumidoen laquietudde lamuerte, sinembargoestavezreparé en que al fondo del panteón se abría un agujero de gran tamaño y me acerqué a él: era elnacimientodeunpasadizoqueibaaperderseenlastinieblas.Nopudemenosquepreguntarmeadóndellevaríaysinoseríaposiblequeel justamenterepudiadoWilfreddeKavanaghhubierasidoinhumadoporallí,enunlugarapartadodelas tumbasdelafamilia,deacuerdoconelmonstruososerquehabíasidoenvida,comootraformaderepudiarlo.Peronoquiseaventurarmeporeseterreno.Porotraparterecordéqueacababadeverenelpanteónunnichosinlápidacuyabocanohabíancubiertolastelarañas,locualerabastanteextraño.¿YsifueraesalatumbadeWilfreddeKavanagh?Entalcaso...,¿quésentidoteníaqueestuvieraabierta,yquiénlohabríahechoyconquéfinalidad?Medebatíaenladudaacercadesilatumbaquebuscabaeraelnichovacíootendríaquemirarenelpasadizo,cuandoreparéenalgoqueantesmehabíapasadoporalto:debajodelnichoquemeresultaba

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sospechosohabíapedazosdeunalápida,comosihubierasidodestrozadaconunpico,queconservabantodavía residuos de telarañas adheridos a ellos. La llama de la velame ayudó a verificar que en lospedazos no quedaban trazas de ninguna inscripción: eso me hizo presumir que había dado con miobjetivo.De ser así,me aventuré a pensar, alguien había profanado la tumba y hecho desaparecer elcuerpo. Fue entonces cuando percibí con claridad un rumor de pasos por el corredor que llevaba allaboratorio, al oratorio y al panteón y, tras apagar con un soplo la vela corrí a buscar refugio en elpasadizo. LospasosnopodíanpertenecermásqueaCharlesKavanagh,aquienyohabía imaginado instaladocómodamenteensuestancia,ycomonodeseabarecibirotrareprimendasuya,queestavezseríamuchomássevera,nocabíadudadeello,mequedéenlabocadelpasadizoenesperadequesemarcharaencuantohubierahecholoqueseproponía.Peroenlugardeentrarenellaboratoriolospasossedirigieronhaciaelpanteónynotardóenllegaramisoídoselchirridoinconfundibledelportóndeverjas.Elreciénllegadorecorrióconelhazdeunalinternalosnichosylossarcófagos,deteniéndoseencadaunodeellos.Algohabíadebidodellamarsuatenciónylobuscabaenelrecintomortuorio.Elhazalcanzólaentradadel túnelymeviobligadaaretrocederunospasosparaevitarserdescubierta.Alparecer insatisfechoconelresultadodesuinspección,elhombrevolvióarecorrerconelhazelinteriordelpanteón.Noconseguíversurostro,peroviqueseencaminabahaciaelnichovacío.Laluzmóvildelalinternateníaalgodelúgubreyhacíapensarenunespectroqueestuvierarecorriendoelespacioreservadoalosmuertoscomosibuscarasupropiatumba.Elhombreseagachóainspeccionarlospedazosdelalápidaydespuéselinteriordelnicho.Mepreguntéquéestaríamirando.Estuvoasíduranteunosminutosquesemeantojaroneternosparaluegoencaminarsehaciadondeyoestabaescondida.Oíelcrujidodelatierrabajosuszapatos.Alapercibirmedeloquehacíaretrocedíunospasosmásytuvesuertededarconunhuecoenunadelasparedes,dondemerefugiécerrandolosojos,temiendoqueelhazfueraacaersobremirostro.Curiosamente,estabamenosasustadaqueantesporquesimedescubríasolopodíacastigarmecon el despido..., ¿de qué otra forma podría hacerlo si no? Sin embargo, no recibí sobre mis ojoscerradoselimpactodeningunaluzynotardéenadvertircómolospasossealejabanhastaquedelataronqueelhombrehabíasalidodelpanteón. Esperéunratomásqueprudenteantesdedejarmiprovidencialesconditey,a tientas,meencaminétambiénhacialapuerta.SiCharleshabíaentradoenellaboratorioyotendríaqueatravesarelcorredorsinhacerruidoparallegaralaescaleradecaracol,oesperardentrodelpanteónhastaqueseretiraraasuestancia,sielhombrenooptabaporpasarlanocheallí.Nosabíaquéhacer,puesambassolucionesme resultaban ingratas, en especial lade compartir el panteóncon losdifuntos, y esepensamientomedecidióasalir,peronopudeabrir.CharlesKavanaghhabíadebidodecerrarelportónconllave.Esedescubrimientomedesmoralizóy,sinaliento,dejélasmanosaferradasalasverjas,indiferentealoshumoresfríosquerecorríanmicuerpoporentero.Estandoinmóvilcomounade lasarmadurasdelvestíbulo, creí percibir unas voces procedentes del corredor, tal vez del laboratorio, lo cual mesorprendióporquesolohabíaoídollegaraunoynosabíaquiénmás,apartedeCharles,podíaestarenunlugardondenosestabavedadoel accesoacualquierhora.Lamentablemente, aunqueagucéeloídonopudeenterarmedequétratabalaconversación,sibienmeparecióqueunadelasvocesteníaunsonidogutural; un sonido antinatural, pensé. Al cabo de un rato dejé allí mi frustrada expectativa y busqué,siempreatientas,labocadelpasadizo.Eralaúnicasoluciónparaescapardemiencierro,confiadaenquehubieraunasalidaalfinaldeltúnel,llevaraadondellevase.Trashaberdadounospasosprendíelcabodelavelacuandomeparecióqueyanadiepodríaverlaluzsiseasomabaalpanteón.Estabatanexcitadaquetuvenecesidaddeconsumircuatrocerillasdelasseisquerestaban,locualmehizolamentarunavezmásmiimprevisión.Demomentonoadvertíningunaseñalde laexistenciadeuna salidadelpasadizo.Sería terrible,pensé,pasar lanocheen tan sombrío lugarhastaquetuvieraquevolversobremispasosy,sielportóndelpanteónseguíaestandocerrado,llamarla

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atención de Charles Kavanagh cuando volviera a su laboratorio. Entretanto, mistress Frankland, sumaridoyAngiemeecharíanenfaltaporlamañanaypensaríanquetambiényohabíadesaparecido,comolasotras. ¿Serían lasúnicasdoncellasde lasqueno sehabíavuelto a sabernada?Divagandoasímeasaltóunasospecha:¿ysisehallabanenelpasadizo?Entalcaso,Maryaúnpodríaseguirconvida,peronoasímiantecesora,quehabiendotranscurridotantotiempohabríamuertodeinanición.¿Tendríaalgoque ver con las desapariciones esa otra presencia de la que había hablado Angie? Lo rechacé porabsurdoymeconcentréenmicamino,cuyostecho,sueloyparedesestabantanresquebrajadoscomolosdelpanteón.Eloloreraigualdeinfameyelcaminoseguíaunacurvalevementeascendente. Ignorocómosucedió,mas lavelaresbalódeentremismanosycayóalsuelodejándomeaoscuras.Echémanodelascerillasparaversipodíahallarla,masnopudeprenderningunadelasdos,comosilahumedad hubiera destruido las propiedades del fósforo; además, la vela podía haber rodado odesaparecido por alguna de las muchas grietas que había en el suelo. Mi situación me pareció másangustiosa:estabamoviéndome,desorientada,poruntúnelquenuncahabíarecorrido,sinsaberadóndemellevabanisiteníaunasalidaporelotrolado.Portemoratropezarconunobstáculooconunadelasgrietas tuve que guiarme palpando con una mano la pared, desprendiendo grumos de tierra que sedeshacíanentremisdedosyalgoque,por lopegajosodel tacto,debíandeser telarañas.Todoesomellevó a pensar en la banshee. ¿Se habríamanifestado otra vez esa noche? ¿A quién de los cinco queestábamos en Kavanagh Hall irían destinados sus gemidos? Pero no, parecía imposible que semanifestaraenmediodeunatormentacomolaquesehabíadesatadoesedíasobrelacasa,conunfuerteestrépitoencristalesytejados.Lahumedaderaextrema,ylafaltadeaireylalentitudconquemeveíaobligadaaandarincrementaronmisensacióndeclaustrofobia.Habríadadocualquiercosaporsalirprontodeallí,ynisiquieraqueríapensarenlaposibilidaddequeeltúnelacabaraenunaparedciegaquemeobligaraadesandarelcaminorecorrido. Me sentía como una exploradora en una tierra virgen sobre quien pesara una amenazaindefinida.Estabayahartade lapendiente,de losgrumosde tierrayde las telarañas, cuandopercibíunosruidosquenosupeidentificarhastaquemedicuentadequeestabanproducidosporlatormenta.Sino lahabíaoídodesdequehabíabajadoa la cripta, significabaqueahorameencontrabacercade lasalidadeltúnel,enunlugardondelostruenosylalluviahacíannotarsuvozcomoenelrestodelacasa.Pensandoenesolleguéanteunaespeciedemuroadondeibaadesembocarelpasadizo.Latormentasehacíanotarconmayorclaridadallíy,porlotanto,elmurodebíadedaraalgunapartedelamansión.Elproblemaeraaccederalotrolado.Habíaleídoenalgunoslibrosqueenesetipodelugaresacostumbrabaahaberpuertassecretasqueantañohabríanservido inclusoparaaventurasgalantes,ycreíhaberdadoconuna;omuchomeequivocabaoteníaqueexistiralgúnmecanismocapazdeabrirla.Empecéatantearelmuroenbuscadeunresorteyloúnicoqueencontréfueunladrilloquesobresalíadelosdemás.Confiandoenmisuerte,loempujéy,comohabíasospechado,elmurogiródejandoamivista laparte traseradelosprimerospeldañosdelaescaleradelvestíbulo.¡Habíasalidoal lugarpordondehabíavistodesapareceraldesconocidoocupadoenespiarme!Casinopodíacreerloaunque,bienpensado,noresultabatanextrañoqueenlacasahubieraotroaccesoalacripta.Pero¿porquéCharlesKavanaghhabíabajadoporlaescaleradecaracolenlugardehacerloporlaescalinatacentral,locuallehabríaresultadobastantemáscómodo,dadoquesuhabitaciónestabaeneltercerpisoyaquellaparecíaestardestinadaalservicio?Larespuestaamipreguntallegóenformadeintuición:quizássehabíapropuestoacercarsehastamidormitorioconelfindeasustarme,aunqueyoignorabaquéseproponíaconello,yacontinuaciónhabíatomadoelcaminomáscortodesdeallí.Yanoteníadudadequeeraélquienprovocabamistemores,evocandoinclusoamipadre,yesepensamientome incitóa subirdeprisaamidormitorio, loquehice sinmirar loscorredoresque seabríanencadapiso.Apesardelaangustiaquemehabíaatenazadoenelsubterráneomesentíasatisfecha:habíapagadopormicuriosidad,perohabíadescubiertoquelatumbadeWilfreddeKavanaghestabaabiertayvacía,

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aunquenosabíasiesomeserviríadealgo.Decaminoporelcorredorhaciaeldormitorionotédetrásdemíunapresencia.Esomehizoacelerarelpaso,sinvolvermeamiraratrás,hastaqueabríconrapidezlapuerta.Entrelaoscuridadhabíaunbultooscurodeltamañodeunapersonaysolopudedistinguirelbrillodefuegodesusojos.Cerrélapuertadegolpe,sinimportarmequepudieradespertaraalguiendelosqueseencontrabanenlos dormitorios para el servicio, y en cuantomevi dentro demi habitación suspiré aliviadamientrasapoyabalaespaldacontralahojademadera.Encuantolohicenotéunfríoespantoso,mayortodavíadelquehabíaexperimentadoenlacripta,ymeapartérápidamenteacariciandolacruzcelta.Duranteunratoquedebiódesermáslargodeloquecreía,estuveprestandoatenciónconlaluzapagada,peronopercibínadaanómalo,soloelpersistentesonidodelalluviaacompañadodevezencuandoporuntrueno.¿Hastacuándoibaaduraraquellatormenta?Mesentíasuciaynotabaenmíunolorcomodetumba,pero,porsupuesto,nomeatrevíasaliralavarmeenelcuartodebañocomún. Mi odiseame había quitado las ganas de leer, pero aun así busqué el libro deWalter Scott paradedicarleunratohastaquemellegaraelsueñoygraciasaéldejaradepensarenloqueacontecíafuerademidormitorio.Ellibronoestabadondelohabíadejado,ypormuchoquebusqué,yaconlaluzdada,no lo encontré enningunaparte.Alguienhabía entrado aprovechándosedemi ausencia y se lo habríallevado;alguienque tuvierauna llavemaestracapazdeabrir todas laspuertasde lacasa.MeparecíaimprobablequehubierasidomistressFranklandporquenosehabríaatrevidoahacerlo.LaúnicapersonaquepodíatenerotrallaveasíenKavanaghHalleraCharles,pero...¿conquéintenciónsehabíallevadoel libro? ¿Para devolverlo a su sitio en la biblioteca, omás bien para darme a entender su poder, sucapacidad para entrar cuando quisiera enmi habitación? Comprobé que, con el nerviosismo, al salirhabíaolvidadoecharelcerrojodesdefuera,puesdenoserasínohabríapodidoentrarpormuchallavemaestraquetuviera.DecidíquealdíasiguientelecomentaríaamistressFranklandlanecesidaddecambiarlacerraduradeldormitorio, aunquedudabaquehubieraen la casaotrapara sustituirla,y si lahabíaprobablemente lallavemaestraserviríaparaabrirlatambién.Movidaporunasospechameacerquéalapuerta.Elamuletotampoco estaba en el suelo.Todo esohizo quemepreguntara por la extraña conducta del hijo de losKavanagh, amenudo encerrado en su laboratorio, sin acudir nunca al comedor, espiándome desde lapenumbra y ahora entrando enmi habitación para arrebatarme el libro y el amuleto, así como por elmotivodequelatumbadeWilfreddeKavanaghestuvieraabiertayvacía.¿HabríasidotambiénobradeCharles?Nopodíaentenderquehubieraalguieninteresadoenabrirunnichoyapoderarsedeunosrestoshumanos.EraevidentequeKavanaghHallencerrabaunsecreto,cuyaclavesehallabaenesehombre,ylacuriosidadqueesomeinspirabaeramayorquemitemor:comosimesintieraatraídaporelabismo,algoquenuncamehabía sucedido.CharlesKavanagh lohabíaexpresadoconclaridadalhablarde lafascinaciónqueinspiraloprohibido.Enesosmomentosignoraba,porfortunaparaelmantenimientodemicordura,quelaincógnitaoelsecretoibanaserdespejadosesemismodía.Antesdeacostarmeechéelcerrojo,frotélacruzceltaenelquiciodelapuertadearribaabajoydejélasilla apoyada contra ella, y como eso no bastaba para hacerme dormir con tranquilidad luego de lossucesosde lanoche,meesforcépormantenermedespierta, con losojospesadoscomoelplomoperoarrulladaporelsonidodelalluvia,hastaquecaíderrotadaporunsueñopobladodepesadillasenlasquelacripta,losnichosylosojosdefuegoocupabanunlugarpreferente. Al despertar aún tenía presente todo lo que había hecho antes de quedarme dormida, y mis ojosbuscaronafanosamentelasilla.Continuabaallídondelahabíadejado,peroyohabríajuradoqueestabaunpocomásseparadadelapuerta,comosialguiensehubierapropuestoentrarysehubiesearrepentidomientrassedisponíaahacerloaldarsecuentadequehabíaunobstáculo.Sinembargo,elcerrojoseguíaechado.Yanooítruenosysílacaídadelalluviasobrelacasa;comosucedemuchasvecesenestatierra

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nuestra,latormentasehabíaalejadoparadejarensulugarunalluviaqueconfrecuenciatardabavariosdíasendesaparecer.Dadoqueestabavestidayanotuvequeperdertiempoenhacerloy,trasducharmeconminuciosidad,procurandoborrardemíelolordejadopormiexpediciónnocturna,bajéalacocinaparareunirmeconmiscompañeras.ElmatrimonioFranklandyaestabaallíyporellosmeenterédequeAngiehabíadesaparecido. —Noestáensudormitorio, lahebuscadoynolahevistoporningunaparte—meexplicómistressFrankland—.¿Tehizoalgúncomentariodequepensaramarcharse?—No...,no...—balbucí;lanoticiamehabíadejadocasisinhablaytardéenreponerme,sentadaenlasilladondemehabíadejadocaer;siAngienodabaseñalesdevida,¿cuándomesucederíalomismoamí?Elcocineronosmirabaconexpresiónseverayelceñofruncido.Aunquenodijonada,supreocupacióneraevidente. —Esperemos que sea algo pasajero y reaparezca en cualquier momento... Ya es suficiente con ladesaparicióndeMary—agregóminutosdespuéselamadellaves,quehabíarespetadomisilencioylafuerteimpresiónquemehabíaproducidolanoticia.—¿TardaránmuchoenregresarlosKavanagh?—pregunté.—SegúndijoPatrickantesdemarcharse,variosdías. —Voy a comprobar si ya tenemos línea de teléfono—dije levantándome y pensando tanto enmissO’ConnorcomoenlaausenteAngie,enelprimercasoparadarmeánimoyproseguirconmiempeñoyenelsegundoparaalimentarmitemor. —No te molestes. Seguimos sin línea. Acabo de comprobarlo. Deduzco, por lo que tardan enarreglarla,quelaaveríahadebidodesergrave,aunquenotequepadudadequelosolucionarán.EstonoesDublínperotenemosunbuenservicio—replicómistressFrankland. Noquierodecirqueno la creyera,peropenséquemeaseguraríade ello a laprimeraocasiónquetuviera. La ausencia de los Kavanagh, la desaparición de Angie, que venía a añadir una nuevapreocupaciónparamí,yelhechodequeCharlesnoshubieraprohibidolaentradaasuhabitaciónnomedispensabademi trabajocotidiano.Además,debíaasegurarmedeque la lluvianohubieraentradoenningunaestancia.Encuantomequedésolaparaocuparmedemistareasfuiadescolgarel teléfonodelvestíbuloy,enefecto,mistressFranklandnohabíamentido.Despuéscorríhacialabiblioteca.EllibrodeWalterScottestabaensusitio,comosinuncalohubierasubidoamidormitorio.Alcogerlo,deentresuspáginassedeslizóunpapelqueantesnoestabaallí,yque recogídel suelo,adondehabía idoacaercomounahojadeárbolarrastradaporelviento.Enélhabíaescritaunafrase:«Lacuriosidadesmalaconsejeraypuederesultarmuypeligrosa».Memordíloslabioshastahacermedaño.¡Demaneraqueladesaparicióndellibroenmidormitorioeraunaadvertencia! MissO’Connorestabaengañadarespectoamí:eraciertoqueyohabíasidounaniñaimpresionable,pero no sabía nada demi valor: el mensaje, en vez de acobardarme,me infundió ánimo para seguiradelantecon la tareaquehabíaemprendido.PrimeroaveriguaríaquésucedíaconCharlesKavanaghyconlatumbadesuantepasadoWilfred,yacontinuaciónintentaríasaberporquélastresdoncellashabíandesaparecido; incluso podía darse el caso de que todo estuviera relacionado. La urna con los librosprohibidoscontinuabaejerciendounpoderosoatractivosobremíymepreguntésinohabríaenalgunodeellosunaexplicaciónparalosúltimossucesosacaecidosenKavanaghHall.Estaveztomélaprecaucióndeecharelcerrojodelapuertadelabibliotecayfuihacialaurna,cuyacerraduranohabíasidoreparadanicambiadaporotra.Loslibrosseguíanamialcance.Volvíacogerlosunoporunobuscandootrosdocumentos,yrecorríaltactolascubiertasdelasencuadernacionesconlaesperanza de que sucediera lo mismo que en la anterior ocasión. Sin embargo, me decepcionó noencontrarotrospapelesocultos.Peroalgo,nosésillamarlotambiénunaintuición,meanimóaretomarel

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librodelabadMartens—eldelosgrabados,invocaciones,signosyfórmulasquemehabíallamadotantolaatenciónenmianteriorvisita—,ycomencéapasarsuspáginasmirando todas las ilustraciones,sindudafácilesdeentenderparaunexpertoendemonologíayocultismo,cosaqueyonoera,peroaunasímeatraían. Dos me chocaron de forma especial: el grabado de un bebedor de sangre cuyos dientes sehundíanenelcuellodeunajoven,yotroqueenlapáginasiguientemostrabaalmismoserllevandoasubocaunpedazodelacarnedespedazadadesuvíctima.Eltextoestabaenalemánynocomprendíniunasola palabra, pero el recuerdo del documento que señalaba aWilfred deKavanagh como bebedor desangreycomedordecarnehumana,añadidoalhechodequeenélsecitaraalabadMartens,meincitóabuscarundiccionariodeeseidioma.Lohalléjuntoaotrosdefrancés,italiano,latín,griegoyespañol,yme apresuré a hacerme con él. Enseguidame di cuenta de que la traducción del texto iba a exigirmemuchotiempo,dadomiabsolutodesconocimientodelidioma,porloquedecidísubiramidormitorioellibro y el diccionario.Dejé ambos amano, bien visibles paramí, y dediqué el resto de lamañana aterminarmitrabajo.Despuésdetodo,pensé,loquemeproponíahacereraunatareaparecidaabuscarelsignificadodelaspalabrasquenoentendía.Lalíneatelefónicacontinuabamuda. Al regresar a la cocina le dije amistress Frankland queme dolía la cabeza y pedí permiso pararetirarme,dadoquelosseñoresnoestabanenlacasa.—Teequivocas—repuso—.Charlesestáentrenosotros.—Nosepresentaacomerniacenar. —¿Acasotehasolvidadodequehayqueservirsuplatoenelalmuerzoylacenaaunqueélnoestépresente?Deberás esperar hasta después del almuerzo, y luego, si aún te sientesmal, podrás retirartehasta la hora de la cena. Tendrás toda la noche para reponerte. No obstante, hay analgésicos en elbotiquín...¡Sisupieraslasvecesquehabríatenidoquequedarmedescansandoenlacamaacausadeundolordecabeza!Hiceunesfuerzoparanodarleunarespuestaairada.Enlugardeelloinquirí:—¿Hayalgunacerraduraparacambiarlademidormitorio?Laquehaynovabien. —¿Quéquieresdecirconesodequenovabien?Todas lascerradurasdeestacasasondeprimeracalidadyjamáshandadoningúnproblema.Micambiodetemaparecíahaberlesorprendido.—Alguienhaentradocuandoyoestabafueraymegustaríacambiarlaparapoderdormirtranquila—dijecontodalaserenidaddequefuicapaz,sindejardemirarlaalrostro. —Nohaycerradurasde recambio...Meextraña loquedicesporque soloyodispongodeuna llavemaestra.—¿YlosKavanagh? —Supongoque también tendránotra,peronuncaha sucedidoquealguiende la familia entre en lashabitacionesdelservicio,sinomásbienalcontrario.Nosecorrespondeconsuclase.—Puesalguienentró—insistí. —Quizá el chófer guarde en su armario o en su caja de herramientas alguna en desuso—insinuóRichardFrankland.—Aunqueasífuera,Patrickahoranoestáynodebemosrevolversuscosas,noseríacorrecto.Conello,mistressFranklandpareciódarporacabadalaconversaciónytuvequeesperarensilencioaquesumaridotuvieralistalacomida.Demalaganafui tresvecesconelcarritoalcomedor,servílosplatos de Charles Kavanagh y los retiré intactos, sintiéndome ridícula por tener que ejecutar porobligacióntanestúpidoritual.Cadavezqueatraveséelvestíbulomiréhaciaelrincónsituadodetrásdelaescalera,dondesehallabalapuertasecretadelpasadizo,yenningunadeellasvianadie.Aprovechéparadescolgartambiéntresveceselteléfono,perotodoseguíaigual.Entretantolalluvianodejabadecaerconunacadenciadiferentedeladelinternado,golpeandoloscristales,ydelexteriorllegabaunaluz

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grisácea, triste.Másde unavez pensé enAngie, enMaryy, por extensión, en la desconocida quemehabíaprecedidoeneltrabajo,sinextraermásqueunassospechastanterriblesquenoquiseseguirdandovueltasaltemadelasdesaparecidas.Porfinpudesubiramidormitorio.Lohiceporlaescaleradelvestíbulo,puesantesteníaquepasarporlabibliotecaparacogerellibrodelabadMartensyeldiccionario.Dabalaimpresióndequenadiehabíaentradoenelladespuésdemivisita.Losdoslibrosestabandondeloshabíadejadoymehiceconellossin dificultad.La cuestión era cómo llevarlos ami dormitorio.Teniendo en cuenta la ubicación de labibliotecaenlacasamerecíalapenasubirporaquellaescalera,aunarriesgándomeasufriruntropiezocon Charles, a quien no podría ocultar lo que llevaba en las manos. En el tercer piso miré condesconfianzaelcorredordondeestabalaestanciadelhijodelosKavanagh,perotodoestabaensilencioy, no sin alivio, atravesé decidida el cuarto vacío para salir al otro corredor y encaminarme a midormitorio. Igualquehabíahechopor lanoche, corrí el cerrojoydesplacé la sillahasta lapuertacolocándolacomoparapeto,ycomolaluzdeldíanofacilitabalalecturaconectélabombillaparadisponermeatratarde traducir las páginas que el abadMartens había dedicado en su libro a los bebedores de sangre ycomedoresdecarnehumana.Latareameresultómásdifícildeloquehabíaprevistoporqueeltemameresultabadesconocidoyelalemáneraunidiomadifícil;mecostómucho,pues,avanzarenlatraducción,quenopodíasersinoliteral,ycuandocayólanochetodavíaestabaempeñadaenlograrlo.Nomefaltabademasiadoparaconcluiry loque llevaba traducidomehabíadejadoaturdidaaunqueaúnno llegabaaentenderel significadodelhorrorque ibacreciendoantemivista.Calculéqueel restome llevaríaalmenosdoso treshoras.Habríaproseguido, sin acordarmeni siquierade losFrankland, si nohubierasido porque me interrumpieron unos golpes en la puerta. Sobresaltada, pregunté que quién era y merespondiólainconfundiblevozdelamadellaves.—¿Puedesabrir?—mepreguntó.—Enseguidavoy.Parahacerlotuvequemoverelcerrojoyretirarlasilla.MistressFranklandmemiróceñuda.—¿Quéhasidoeseruido?—quisosaberdesdeelumbral,mirandoalinteriordelahabitación.—Lasilla—laseñaléconundedo—.Yaledijequealguienhabíaentradosinestaryo.—Noseasniña—replicóesbozandoalgoparecidoaunasonrisa—.¿Quiénvaaquererentrar?LlegalahoradelacenaydebesservirladeCharles...¿Teencuentrasmejor?—No.Debedeserporeltemporal,siempremeproducendolordecabeza.—Tanjoven...¿Tienesfiebre?¿Hastomadounanalgésico?Neguéenvozbaja.—Tedaréunoenlacocina.Bajaenseguida,teestamosesperando.Pormuyabsurdaquemeparecieralasituación,notuvemásremedioqueobedecer.Escondíellibrodelabadyeldiccionariodebajodelacama,yluegodehabermelavadolasmanosydeempujarsinéxitolapuertadeldormitoriodeAngie,bajéporlaescaleraprincipalasabiendasdequeesodesagradabaalamadellavessisehacíafueradelhorariodelimpieza;casimesentíafelizaltransgrediresanorma.Teníaunasensaciónraraalsabermelaúnicadoncelladelacasa.Parecíaquenuncaibaaterminardellover;meestabahabituandoalcrepitarde la lluviasobre lascristalerasy los tejados,asícomoalululardelviento:todoelloformabapartedelamúsicadeKavanaghHall.EstavezeludítambiénmirarelcorredordelahabitacióndeCharles,ymeplantéprontoenlacocina,nosinanteshaberhechootrapruebainútilconelteléfono.Quizásesperabanpararepararlaaveríaaquecesaraeltemporal,oelserviciodistabadesertanbuenocomohabíaapuntadomistressFrankland,quienmeestabaaguardandoimpacienteconelcarrito cargado con los cubiertos, la botella devino, la jarra de agua, los vasos, el platoy la soperatodavíahumeante.—¿Cuántotendréqueesperarallevarelsegundoplato?—lepregunté.

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—Telodirécuandovuelvasdespuésdeservireste,notengasprisa. Así tuve que encarar otro acto de aquel teatro sin sentido, queme llevó de la cocina al comedorpasandoporelvestíbulo.Nosufríningúncontratiempoyregresélomásrápidoquemefueposible.—Esperaremosdiezoquinceminutos,yoteindicarécuándotienesqueir—medijoelamadellaves. MisterFranklandestabadistraído,comosi supensamiento sehallarapuesto lejosdeaquel lugar,yapenasmededicóunamiradaindiferente.Pendientedelavancedelassaetasdemireloj,diunrespingocuandoelamadellavesordenóquefueraaretirarelprimerplatoymedispusieraallevarelsegundo.Lohice con desgana, convencida de que estaba perdiendo el tiempo estúpidamente, y después tuve queesperardenuevohastaquemetocóservirelpostre.¿Serviraquién?¿Aunfantasma?Esperabaconansiedadelfinaldelaridículaceremoniaparareemprenderlatraducción,yporesolamejorpartedecumplirlafuecuandotuvequeretirarporfinlafruta,loscubiertos,losvasos,lajarradeaguay labotelladevino.Dejéapagada la luzdelcomedorysalíalvestíbulo.Nohabíanadaquemehubieraincitadoapensarlo,peroestabaseguradequeahoraibaaveralgo.Alpasarfrentealaescaleradescubríaalguiendetrásdelosprimerospeldaños,enlapartequellevabaalapuertadelpasadizo.Semanteníaenlapenumbraysusojosdespedíanunfulgorllameante,algoquenohabíaobservadoenmisencuentros con Charles Kavanagh, y eso me convenció de que Angie tenía razón al decir que habíaalguienmásenlacasa.Entrécorriendoenlacocina,arriesgándomeaqueelcarritocayeraalsuelocontodosucontenido.—¡Vayamodales!—gritómistressFrankland—.¿Tanmalteencuentrasquetienestantaprisaporsubiratuhabitación?MusitéunavagaexcusayprocedíalimpiarloquehabíallevadoaexcepcióndelosplatosqueibanaformarpartedelacenadelosFrankland,ycuandomedisponíaamarcharmeelamadellavesmedetuvo.—¿Notequedasacenar?—inquirió.—Notengoapetito. —Comoquieras.Hoytampocohascomido,mañananovengasdiciendoqueestásdébil...Tómateunanalgésico,insisto. Lo hice bajo su atentamiradamientrasmister Frankland preparaba los otros platos. «Dos ya estánservidos»,pensé.Mimayordeseoenaquellosmomentoseraacabarconlatraducciónliteralybuscarleunsentidomediantelalógicadelaconstruccióndelasfrases,algoparaloquemiexperienciadelectoraseríadegranayuda.Utilicélaescaleradecaracolparanoveramiobservador.Eralaúnicaventajadeirporallí,porqueelcaminoamidormitorioeramássinuosoylóbrego.Habíasubidoyavariospeldañoscuandocreípercibirunaspisadasporencimademí,ycomosupusequedebíadetratarsedeCharlesmedetuveporunossegundos,locualmepermitióoírlasconclaridad.Alguienbajabaporlaescalera.Comono quería encontrarme con él volví a la cocina.Los Frankland estaban cenando sentados a lamesa ydieronmuestrasdesorpresaalverme.—¿Tehasarrepentidoyvienesacenar?—mepreguntóelamadellaves.—Semehaolvidadocogerunlibrodelabiblioteca—balbucíparajustificarqueibaasubirporotrocamino.—Siteduelelacabezanodeberíasleer—dijosumarido.—Alcontrario,siempremevienebien...,meayuda. —Ten cuidado, no vayas a estropearlo, los libros de esta casa tienen un valor incalculable—meadvirtióella.Notéfijassusmiradassobremímientrasmeencaminabahaciaelvestíbulo.Porprimeravezconsiderélo amenazadoras que resultaban las armaduras en la oscuridad, como si fueran hombres demetal quepudieranecharaandarencualquierinstanteosetrataradeesconditesparaespectros,aunquetemíamásun encuentro conCharlesKavanagh, perodadoque le habíaoídobajar por la otra escalera, sindudahaciaellaboratorio,penséqueelcaminoestaríalibredesupresencia.Sinembargo,habíaalguienmás

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apartedeél.El temorpusoalasenmispiesysalvéconmayor rapidezquenunca ladistanciaquemeseparabademidormitorio. Ya dentro de él, volví a correr el cerrojo y a colocar el parapeto detrás de la puerta para, con lacompañía del incesante fondo de la lluvia, intentar seguir traduciendo las páginas del libro del abadMartens. El tiempo transcurrió paramí con inusitada rapidezmientrasmemovía por un laberinto depalabras que me iban sumergiendo en un mundo fantasmal poblado de rituales sin sentido y seresmalignos, hasta que di por concluida mi labor. Ahora debería procurar dar cierta coherencia a lotraducido.Suspiréalvertantasfrasespendientesdeordenarenlospapelesquehabíautilizadoparaescribir.Amedidaque les ibaencontrandoelsentidoqueantesnoveíamefuisintiendopeor.Casimemareé.Enesaspáginas sehablabadealgoquemeeraconocidoa travésde lospapelesde la familiaquehabíaleídoenlabiblioteca,pueshablabandebebedoresdesangrequedevorabancarnehumanaysemanteníanocultosporeldíaenlugaresoscurosbienalejadosdelexteriordondenadaninadiepodíaextraerlosdesuletargo,delquesalíanalacaídadelsol,yloexpuestoestabailustradoconnumerososejemplosdecasosacaecidosenEuropa,resueltosclavándolesunobjetopunzanteenelcuello.Lopeorfuecuandoleíloreferentealaformaderevivirlosdespuésdemuertoso,comoexplicabaelabadMartens,trashabersidoexterminadoscomosifueranelorigendeunaplagamaligna.Setratabadeunritualconsistenteenabrirelféretrodondehabíansidodepositados,derramarsobresusrestos(aunqueyafueransolopolvo)la sangredeun ser humano, preferentementedeunamujer para invocar así el nacimiento a la vida, ypronunciarunaoraciónsatánicaquefigurabasubrayadaenellibromásunpaternosterdichoalrevés,definalaprincipio. Todo encajaba: el nicho abierto y vacío y la desaparicióndemi antecesora, la primera de las quehabíantenidolugar,locualsignificabaquealguiensehabíaencargadodeefectuareserepugnanteritual.CharlesKavanagh.Porincreíblequepudieraparecer,WilfreddeKavanaghestabaahoravivo.Perohabíaalgomás.Enellibroseindicabaquequienseencargaradeponerenprácticaelritualpodíatransformarseasuvezdemodoprogresivoenunodeesosseres,siasílodeseaba,bebiendounpuñadodelascenizasmezcladasconunlíquido,aserposiblesangre,osi todavíaquedabandeél loshuesos,machacandounodeestoshastadejarloreducidoapolvoyprocediendodelamismaforma.

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Capítulo5LACASAABANDONADADESPUÉSdeleeresoquedésobrecogidahastaelpuntodequeestuveunratosinmoverme,ymihorrorfuecrecienteencuantooíunosgemidosfueradelahabitación:labansheesemanifestabaapesardelalluvia,anunciandoconellosotramuerteinminente.Releímielementaltraducciónliteralconlaesperanzadehabercometidounerror,pero laspalabrasy las fraseserancontundentesynodabancabidaaotraformadeordenarlas;teníanunsentidounívoco,solopodíanreferirseaaquello.Traguésalivamirandolapuerta, la sillay laventana tapada,ymimano sedeslizóhastami cuellopara acariciar la cruzcelta.¿Seríasuficienteprotecciónenaquelreinodeoscuridad?Ahoralocomprendíatodo:lasdesaparicionesdelasjóvenes;queelhijodelosKavanaghnobajaraacomerniacenaryestuvieracasitodoeldíaencerradoenellaboratorio;elsignificadodelalápidarota;elnichosinocupante;lafiguraalaquehabíasorprendidoobservándomeenelvestíbuloyenelrecododelaescalera;lasvocesquehabíaoídodesdelacripta...Erahorroroso.¿Dóndesemantendríaocultoala luzWilfred deKavanagh, a quien debían de pertenecer los ojos llameantes? ¿En el panteón, en ellaboratoriooenlapropiahabitacióndeCharles?¿Quizásenelpasadizoqueyohabíarecorridoaciegassinsabernada?¿EraposiblequelosKavanaghnosehubieranenteradodeloqueestabasucediendoensucasa?Comonolocreíaposible,esomehizosospecharquelosotrosmiembrosdelafamiliasehabíanmarchado sabedores de la situación y no volverían después de habernos dejado solos para servir dealimentoalossuyos.Unavezmuertalaservidumbre,estostendríanqueprocurárselofueradelosmurosdeKavanaghHall.RecordéaRandolphKavanaghordenándomeconsequedadquemedesprendieradelacruz.Eracomounsaltoeneltiempo,uninesperadoretornoaloslejanosdíasdehorrorvividosenaquelrecinto.¿CómoseríaelrostrodeeseWilfredredivivo?Nopodíasilenciarmidescubrimiento,teníaquedecírselocuantoantesalosFrankland,explicarleselpeligroquecorríamosdentrode la casay elporquéde ladesapariciónde lasdoncellas, pero titubeéantes de decidirme a apartar de la puerta la silla, descorrer el cerrojo y abrir. Lo queme proponíadecirlesresultabaexcesivamentefantásticoparaquelocreyeran,ysinembargodebíahablarconellos.Hiceloquehabíapensadoymeasoméalcorredor,dondeelúnicosonidoquellegóamisoídosfueeldelalluvia,fijayobsesivacomountormento.EchéaandarhaciaeldormitoriodelosFranklandsindejardemiraralaoscuridaddondesehallabanlaestanciavacíayelnacimientodelaescaleradecaracol,yllaméenlapuertaconlosnudillos.Nadierespondió.Apenasdejéunapausaparavolverahacerloysolotuvelarespuestadeunsilencioqueenmiscircunstanciasnopodíasermásaterrador.¿Estaríasolaenlacasa?,mepregunté.Alaterceratentativa,cuandomepreguntabadóndesehabríanmetidolosFrankland,percibíunrumorenelinteriordeldormitorioypocodespuésoíalamadellavespreguntandoquiénllamaba.—Soyyo,Alice—meidentifiqué,aunquemeparecíainnecesariopuestoquesoloestábamosenlacasaellosyyo;Charlesnohabríallamadoasupuerta;yeramejornopensarenlapresenciadeWilfred,ideaque,noobstante,mehizomiraramialrededor—.Debohablarurgentementeconustedes.Lodijeenunsusurro,peroaunasímeparecióquemispalabrassonabanconestridencia,rompiendoelpesadosilencio.—¿Sabesquéhoraes?Nohaynadatanurgentequenopuedaesperarhastamañana—repusomistressFrankland.—¡Esnecesario,créame!SetratadeAngie,Maryylaotrachicadesaparecida—alcélavoz.—Nomedigasquehanesperadoaaparecerahora,enplenanoche—ensutonodevozsecombinabanlairritaciónylaironía.—Séloqueleshasucedido.—Veteadormir,hablaremosmañana.

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—¡Porfavor,abra!—insistísindejardemirarconaprensiónlaoscuridad. Oí el ruido del cerrojo y enseguida mistress Frankland asomó su cabeza por la puerta, soloentreabierta.—Hedescubiertoalgoterrible...,hayalguienmásenKavanaghHall...,unsermonstruoso,unbebedordesangre.Esunantepasadodelafamilia,Charleslohahechoreviviryélmismoseestátransformandoenotroigual...Esseguroquelastreschicasestánmuertas. Cuando lo resumí, yo misma dudé de que lo hubiera expuesto con la debida fuerza y poder deconvicción.—¿Quétonteríasdices?¿Estáshablandodevampiroshoydía?—Lohesabidograciasamuchosdetalles;elprincipalloheencontradoenunlibrodelabiblioteca. —Oh, vuelve a la cama y deja dormir a los demás..., has debido de tener una pesadilla. Leesdemasiadoyesotehacetenerexcesivaimaginación.—Nohasidounmalsueño,leaseguroqueescierto.—Yahablaremosmañana—dijonoporprimeravez,altiempoquecerrabalapuertadejándomesolafuera.—¡Almenosdéjemepasarestanocheconustedes,medamiedoestarsola!—supliquéenvano.Tuvequehacerunesfuerzoparanoseguirllamandooprorrumpirengritosdeprotesta.Yahabíadadoporsupuestoquemihistorialeresultaríafantásticaenexcesoynomecreería,peroalmenosesperabaalgomásdeatenciónporsuparte.¿MehabríahechomáscasoRichardFrankland?Sunombreestuvoapuntodesaliragritosdemiboca,masintuíquetampocotendríanadaquehacerconélporqueparaesehombreúnicamenteparecíanexistirlacocinaylacomidaquepreparaba.Mifracasomedejóunamargosabordebocayanteunasituacióndifícil.Esanoche,despuésdeloquehabía leído,mi terrorhabíavencidoamicuriosidad,eramáspoderosoquemivoluntadde irhastaelfinalenmibúsqueda.Volvíaaserlamuchachaimpresionable,comomehabíadefinidomissO’Connor,ysi en esosmomentoshubierapodidohuir de la casa lohabríahecho sindudarlo, inclusodejandomisropasenelarmariodemidormitorioyllevándomesololopuesto,peroestábamosmuylejosdeWexfordy,aunquetodavíaquedabaunautomóvilenelgaraje,paramíeracomosinohubieraningunoporquenosabíaconducir.Patrick tampocoestabapara llevarmeaWexford,yno sé sidehaberestado lohabríahechosincontarconelpermisodelosKavanagh.Ymeesperabaunalarganochedurantelacualpodíasucedercualquiercosa,másaúntraslaadvertenciadelosgemidoscontinuosdelabanshee.Solopodíahacerdoscosas:encerrarmeeneldormitoriohastaelalbayvolverahablarconlosFrankland,confiandoenqueRichardsupieraconduciryenqueleconvencieraparallevarmealaciudad,obienpasarlanochefuera de la casa; la primera no me inspiraba confianza, teniendo en cuenta la experiencia del librosustraídodemihabitaciónenmiausencia,ylasegundaofrecíaelinconvenientedequeestaballoviendoynosabríadónderefugiarme,puestendríaqueexcluirelgaraje(penséquecontodaprobabilidadPatrickse habría llevado las llaves de la puerta). Fue entonces cuando se abrió paso enmimente, como unrelámpago entre las nubes, la casa que había visto desde el coche el día demi llegada y que, segúnAngie,había sidoen tiempos la residenciadel jardinero.Si lograba llegaraellanadie sabríaquemeencontraríaallí.Paraeso tendríaquearrostrar la lluviaybuscarlaaoscurasentre losárboles...,peroantesdesalirdeberíabajarporlaescaleraprincipaloporladecaracolyatravesarelvestíbulo.Sieramalopermanecerenmidormitorio,tambiénloeravagarsolaporlamansióneirdenocheenbuscadelacasa.Simedecidíporloúltimofueporque,peseatodo,meparecíapreferibleestarfueradeKavanaghHall.¿Deberíaservirmedelaescaleradecaracolodelaprincipal? Optépor la segundayestavezno llevéconmigounavela,no soloporqueno teníaelpropósitoderegresaramidormitorio:deseabapasar inadvertidaynoqueríaqueelmovimientodeuna llamaenlaoscuridad llamara la atención de nadie.Apretando los puños para infundirme valor, crucé la estancia

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desierta, frontera entre las dependencias de la familia y las destinadas a la servidumbre. El olor,reactivadoporlaintensahumedadqueseadheríaatodoslosporosdelacasa,erarepelente,peronomearredróporqueestabafirmementedecididaapasarlanochefuera.Meparecíaquecadazonadesombramásintensaquelasotrasescondíaunpeligro,ycadarincónunafiguraacechante,ynosemeocurriónadamejorquealzarlacruzceltaaunpardepalmospordelantedemí,comosiselaestuvieramostrandoaalguien.Salvésincontratiemposeltercerpiso,allídondenacíalaoscuridaddemediomundodeCharlesKavanagh—elotromediosesituabaenlasentrañasdelacasa—,confiandoenqueestesehallaraensulaboratorio.SolooconWilfreddeKavanagh...Volvíapreguntarmecómoseríaelrostrodealguienmuertohacíasiglosyquehabíavueltoalavida. Acadapasomesentíamáscercade lapuertade salida,perocuandopaséa la alturadel corredordondeestaba labibliotecanopudeevitarelpensamientodequeelhorrorqueme inundabaesanochehabía nacido entre los libros que tanto amaba. ¿Qué habría sucedido simi curiosidad nome hubierainducidoapasar laspáginasdeesosvolúmenessecretos?Quizásestaríasobrecogidapor laatmósferasiniestradeKavanaghHally ladesaparicióndelas tresdoncellas,perotambiénestaríamásindefensaantelaamenazaporqueignoraríaloquesecerníasobremí.Ahorateníaqueafrontarlapartemásdifícilenelinteriordelacasa:recorrerladistanciadesdelosprimerospeldañosdelaescalerahastalasalida,elrecovecodelapuertadelpasadizoyelvestíbuloconsussombrasyarmaduras.Aunqueestabapresadeunprofundomalestar,miréhaciadetrásdelaescaleray,alnovernadasospechoso,meplantéenelvestíbulo.Lasarmadurasmeinspirabanaprensiónyprocurénoperderlasdevistamientrasmedirigíahacialapuerta,temerosadequealgunadeellasecharaaandarderepente.Porloquepudeadvertirantesdesalir,continuaballoviendoconfuerza,perosabíaqueaunlado de la puerta había una especie de paragüero donde Randolph Kavanagh guardaba también suselegantesbastones.Dentrodeélhabíacuatroparaguas.Mehiceconunoyloabrí.Elpanoramaquemeesperabafueranoeramejorqueelquehabíadejadoamiespalda.Unacortinadelluviaimpedíaverlosjardines,tanoscurosporlodemáscomoelinteriordelamansión,ymenostodavíalosárbolesquenacíandetrásdelparque.Elcieloerauninmensovelonegro,sinresquicios.Comonopodía esperar a que aminorara la lluvia, lo cual no daba muestras de que fuera a suceder, abrí elparaguas,peroenelprecisoinstanteenquecerrabalapuertaamiespaldacreíoírunavozquedecía,omásbiensusurraba:«¿Adóndevas,pequeña?».Empujadaporesaspalabrasbajédeprisalospeldañosquellevabanalclaroyalafuente,antessecayahoraconlosbordesbrillantesacausadelalluvia,entantobuscabaenmisrecuerdoscómoorientarme.Yendoenelcochehabíavisto lacasaa la izquierdaentrelosárbolesdelbosque,antesdellegaralosjardines,porloquemeencaminécondecisiónhacialaderecha. El paraguas apenas servía de contención para el agua, que producía un fuerte tamborileo alabatirsecontralafrágiltela. Al llegara losprimerosárbolesdespuésdehaberatravesadounjardíncubiertodehojasmojadasyarrastradas por la lluvia,me volví amirar atrás para cerciorarme de que nadieme seguía, y tuve unescalofríoaladvertirdosbrillosrojizosenunadelasventanasdelafachada.DebíandeserlosojosdeWilfreddeKavanagh...,olosdeCharles,avanzadoyasuprocesodetransformación.Esomehizoapartarlamiradaconlamismarapidezquesihubierasufridolarepentinapicaduradeuninsectoymeinternépresurosaporlaespesura,sinquemeimportaranelbarronilararamúsicaproducidaporlalluviaensuchocarcontralashojasylasramasdelosárboles.Elparaguaseraunimpedimentoparaavanzarporquelosárbolesestabantanpróximosunosaotrosquedebíaesquivarlostroncosynopocasramasbajas;sinembargo, no podía prescindir de él. La oscuridad suponía otro obstáculo para mi búsqueda, peroconfiabaennotardarendivisarlamoledelacasa,másclaraqueelrestodelpaisaje.¿Quéharíasilahallabacerrada?Noquisepensarenesoyseguíavanzandoentrelosárboles,cambiandodeorientacióndevezencuando.Loszapatosmepesabanporelbarroquesehabíaaposentadoenellos,locualhacía

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másdificultosocadapasoquedaba,yteníaempapadoslosbajosylasmangasdelvestido. Ya desesperaba de encontrar la casa cuando la vi emerger súbitamente como en un sueño, a pocadistancia de donde me encontraba. Animada por ello, traté de ir más deprisa sin perder de vista laclaridad de sus formas, que destacaban en el paisaje vegetal, y cuandome vi ante ella y junto a uncobertizoquehabíaa su lado,noperdí tiempomirándola sinoquemedirigíhacia lapuerta,de toscamadera.Noestabacerrada.Elinteriorapestabaafaltadeventilación,amoho,avegetacióncorrompidayaputrefacciónorgánica,lacualatribuíaquealgúnanimalenfermoomalheridodebíadehaberbuscadorefugioparamorirasolasallí.Siqueríapasarlanocheeneselugartendríaquehabituarmeaconvivirconelhedor.Conlalógicadesconfianzadespuésdelosucedidoconellibroeneldormitorio,loprimeroquehicealentrarfueasegurarmedequelapuertacerrabasindificultadydequehubierauncerrojoderefuerzo,comoasí fue.Debíadeestaroxidadopor la faltadeusoypor losefectosde tantahumedad,perosolotuvequehaceralgodefuerzaparamoverlodeunladoaotro,comosucedealmanipularcosasquenohansidoutilizadasdesdehacetiempo.Cuandomisojosseacostumbraronunpocoalaoscuridaddelinteriordiviséunamesaytressillasdemadera,asícomounpequeñofogóndondesupusequeeljardinerodebíadeprepararsesuscomidas.Altocarlamesaylassillasdejélashuellasdemisdedos:estabancubiertasdepolvo,igualqueelsuelo.Lacasa,dadoelestadoenquesehallaba,noeraun lugaracogedorpero resultabapreferiblea tenerquepasarlanocheenKavanaghHall.Lomaloeraelhedor:nosolonomehabituabaaélsinoquecadavezmeparecíamáspenetrante.Casimemareaba.Soloalcabodeunratomedicuentadelapresenciadeunaescalerapor lacualsedebíadeaccederaotropiso,ycomonohabíaseñalesdequeen lapartebajahubierahabidounlechodedujequeeljardinerodormiríaarriba. Nosubíacomprobarlode inmediato;antesmeocupéderecorrer laestanciaparamirardecerca laúnica ventana que había en ella. Una resquebrajadura con los bordes sucios atravesaba el cristal endiagonal,ydosgruesosbarrotesdehierroseencargabandeprotegerladelexterior.Aunquenollevabanadaquemepermitieravermejorenlaoscuridad,advertíquelosbarrotesestabanoxidados,yaltirardeellos opusieron una gran resistencia, lo cualme infundió cierto alivio. La lluvia hacía invisibles losárbolesque rodeaban la casao, diríamejor, la cabaña.Debuengradohabría abierto la ventanaparaventilar la estancia y neutralizar el insoportable hedor, si tal cosa era posible, pero a pesar de losbarrotesmesentíamásseguramanteniéndolacerrada. Ahoradebía inspeccionarel restode lacasa.Mirécondesánimolaescalerademadera.SibiennoconservabaunbuenrecuerdodelasescalerasdeKavanaghHall,teníaquesubirparacerciorarmedequeenlapartedearribanohubieraunhuecoporelquesepudieraentrar.Frotéunayotravezenelsuelolassuelasdemiszapatosparadespojarmedelbarro.Losviejospeldaños,hinchadosdevejezydehumedad,crujieronbajomipeso,yconformesubíaelhedorseibahaciendomásrepugnante,hastaelpuntodequepensé en desistir, pero debía velar por mi seguridad. La escalera, cuyos crujidos no dejaron deacompañarmeenmisubida,dabaaunaestanciade idénticasproporcionesa laotra.Enellahabíaunasilla,uncamastro,unarmario,dosventanasprotegidasasimismoconbarrotes,unlucernariocubiertoconunaespeciedeplanchademetal,tambiénsucio,ymuchastelarañas.Yestabatambiénelhedor,másalláde los límites de lo descriptible. Había tanta suciedad en el lecho que jamás seme habría ocurridotumbarme en él. Pensando que en el armario podía haber mantas que, por mucho que fueran viejas,serviríanparaacomodarmesobreellasenelsuelo,fuiaabrirloyencuantolohiceproferíunosalaridos.Dentrohabíarestoshumanosyloshuesosdespuntabanentrelosboquetesabiertosenlacarnepodridacomo mástiles del barco de la muerte. Me pareció ver que algo se movía por ellos, probablementegusanos. El hedor provenía de ahí. Sin dejar de gritar, cerré con un golpe la puerta del armario yretrocedíhastaunadelasventanasparaquedarmeinmóvilunrato,sinpoderapartardemimenteaquellavisión. Tuve que reprimir un conato de vómito y hacerlo casime provocó un ahogo que hizo aflorarlágrimasamisojos.Losrestosdebíandeserlosdealgunadelasdoncellasdesaparecidas,yajuzgarpor

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su estado y por el tiempo transcurrido, nome costó imaginar que se trataba demi antecesora..., esocontandoconquenohubierahabidootradesapariciónantesdelasuyadelaquenotuvieranoticia.Estavezyanopudeevitarabrirlasventanas.Simedecidífueporlaprotecciónqueofrecíanlosbarrotesdehierroeinstadaporelaireirrespirabledelaestancia.Aunconlacompañíadelosrestoshumanosseguíacreyendo que había hecho lamejor elección de las que seme habían ocurrido, pero enmodo algunoresultabasatisfactoriani,menosaún,segura. ¿Dónde habrían escondido los cadáveres de Mary y Angie? Todavía debían de servirles comoalimento...LoquehabíavistoconfirmabaqueWilfreddeKavanaghseguíadevorandoasusvíctimasdespuésdehaber bebido su sangre, por lo que entraba dentro de lo posible que los cuerpos demis compañerasestuvieran todavíadentrode lamansión.Mimente eraun torbellinodepensamientos e ideas.Cuandologré serenarme un poco me dije que al día siguiente —si lograba salir con vida de esa noche—convenceríaamistressFranklandoasumarido,oaambos,paraquevinieranconmigoalaantiguacasadel jardinero, donde les ofrecería una prueba de la veracidad de mi historia, y juntos podríamosestablecerunplandefuga;algosenosocurriría.TalvezparaentoncesinclusofuncionarayaelteléfonoypodríasolicitarayudaalapolicíadeWexfordyalapropiamissO’Connor.Atravésdelasventanaselvientoarrojabaráfagasdelluviaalinteriordelaestancia,peroapesardelaventilaciónelolorpersistíacomounaenfermedadinfecciosaadheridaalapiel.Puestoquenoqueríaestarcercadelarmarioysumacabrocontenido,bajéalahabitacióndelaentradadespertandodenuevoen los viejos peldaños unos gemidos semejantes a los de la banshee, y observé impotente el cuadrodesoladoqueseofrecíaamisojos.Suciedad,abandono,telarañas,soledad,hedor...Nomecreíacapazdedormir,ymenosarriba,porloquemedecidíapermanecerdespiertaconfiandoenquenosucedieranada.Mirelojhabíadebidodesufrirungolpedurantemihuidayestabaparado.Ignorocuántopermanecíasí,comoatontadae incapazdemoverme,hastaquereparéenque la lluvia ibahaciéndosemenos intensa.Luegocesódeltodoyenseguidapudeoírelcantodealgúnanimalnocturnoponiendootramúsicadistintaenlanoche.Lacalmaparecíahabervueltoalpaisajearbolado,peroelululardelvientolodesmentía:eracomounrecordatoriodequetodoseguíaigualqueantes,aexcepcióndelalluvia.Entoncespercibíunaspalabrasque,unidasalasquehabíacreídooíralabandonarlamansión,mellenarondepánico:«Esinútil que pretendas esconderte, pequeña,mi olfato te va a descubrir». Fui a asomarme a la ventana,contralacualfrotéunpardeveceslacruzcelta.Alotroladonoseadvertíaotromovimientoqueeldelosárboles sacudidosporelviento, ahoravisiblesdespuésde la lluvia.Sinembargohabíaoídoesaspalabras...,¿oeramipropiomiedoquienlashabíaarticulado? No aparté la vista del ventanal, expectante, temerosa de ver despegarse una sombra de entre lassombras y avanzar hacia la casa, hasta que me pregunté si habría hecho bien dejando abiertas lasventanas de la estancia superior y no haber inspeccionado el lucernario; si este no se hallaba tanprotegidocomolasventanas,cualquierapodríaentrarporél.Perolasolaideaderegresaraaquelantrodehorrormeproducíarepugnanciayvolvíaconcentrarmiatenciónenelexterior.Misensacióndeestarrelativamenteprotegidadentrode lacasanodurómucho:desdeelventanalpodíavigilarsialguienseaproximabaa ellade frente, pero ¿y si llegabapor los lateralesopor lapartede atrás?Lo tendría aescasadistanciasinhabermeenteradoylaprimeranoticiadeelloseríaverloalotroladodelventanal.Estabasumidaentalesdigresionescuandooíunoscrujidosprovenientesdelaescalera.Almirarhaciaallí vi solo la oscuridad que tenía como compañía desde mi llegada, pero los peldaños enseguidavolvieronacrujir.Noerancrujidoscontinuados,producidosporalguienquebajaraconnormalidad,sinoespaciados, como si el que los arrancaba de lamadera se estuviera deteniendo en cada peldañopararegocijarse con el temor que podía causar. Yo no tenía nada con lo que defenderme, por lo que,conteniendoelalientoyalzandodenuevoantemílacruzcelta,fuihastaalnacimientodelaescalera.Me

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detuve en cuanto dejé de oír los crujidos ymiré angustiada ami alrededor buscando alguna clase dearma.Silacasahabíasidolaviviendadeljardinero,eraseguroquedebíadehaberutensiliosdecocinayherramientasdejardinería.Estaríaninutilizablesperoalgunopodríaservirmededefensa. Al lado del hogar había un cajón en el que encontré una docena de cuchillos y varias cucharas ytenedoresoxidados,comotodoenaquellacasa.Probélaresistenciadeunodeloscuchillosclavándoloen la mesa. Soportó la prueba, aunque estaba tan emponzoñado que casi daba miedo tocarlo, y demomento lo dejé clavado. Entonces recordé que había visto junto a la casa una especie de cobertizodonde el jardinero debía de haber guardado sus herramientas, entre las cuales no faltaría algo tanindispensableensuoficiocomounastijerasdepodar.Despuésdetantotiempotambiénestaríanenmalestado, pero resultarían mucho más contundentes que un cuchillo herrumbroso... Sin embargo, parahacermeconellastendríaquesalir,estardesprotegidaalairelibre.ElpensamientodevermefueradelacasaysufrirunencuentroconWilfreddeKavanagh,oconCharles,o,peoraún,conambos,bastóparaarredrarme,altiempoquevolvíapercibirloscrujidos.Desclavéelcuchilloy,conesteenunamanoylacruzceltaalzadaconlaotra,meencaminéhacialaescalera.Nolohacíasoloparaaveriguarquiénlosproducía:siqueríasentirmemejoromásfirmedebíacerciorarmedequeellucernarioeraseguroynopodríaservirdeentradaalacasa.Ahorafuiyoquienprovocóloscrujidos. Aprimera vistamis temores parecían infundados, pues no había nadie en la escalera, y atribuí loscrujidosalapropiamaderaenfermadevejezyatacadaquizásporlastermitas.Tampocovianadieenlaestanciadearriba.Nohabíaconseguidograncosadejandolasventanasabiertas,porqueelaireestabaigualdehediondoqueantes.Esomehizocerrarlasy,despuésdeecharunvistazoalexterior,coloquéunasilladebajodellucernarioevitandomiraralarmario.Aunquenomeinspirabaseguridad,mesubíaellayalcélosbrazoshastaalcanzarlachapademetalquelocubría,convertidaenundepósitodeóxido.Dadoquelachapameinspirabaalavezaprensiónytemorahacermeconellaunrasguñoqueseinfectaríaconfacilidad,nomeatrevíahacernadahastaquerasguéunpedazodelosbajosdemivestidoparautilizarlocomounguanteounpuntodeapoyoparaempujar.Lasillasetambaleabaligeramenteamenazandoconderrumbarse:lamaderadebíadeestartanpodridacomoelrestodelacasa...,ocomoelcuerpoquehabíadentrodelarmario...Laasociacióndeideasañadióotroescalofríoalosqueestabasintiendoesanocheypusounnudodeangustiaenmipecho,quesehizomásfuertecuandoevoquéalasdesaparecidasAngieyMary.Talcomohabíaprevisto,elpedazodevestidomeayudóaempujarhaciaarribalachapadellucernariosintocarlodirectamente. No cedió, pero tenía que saber si al otro lado también había barrotes o estaba aldescubierto,sibiennoerahabitualqueloslucernariosestuvieranprotegidosdeesamanera;enelcasodeque loshubiera, significaríaqueel jardinero loshabría colocadopara impedir la entradadealgúnanimal.Lachapasiguiósincederamisesfuerzos.Tanteandoporloslaterales,comoyahabíahechoenelpasadizo,descubríunadiminutapalancadelaquetirésindudar,yalfinlachapasedesplazódeunladoaotroproduciendounmolestochirridometálico.Habíadosbarrotesytambiénalgomás:unrostro.Setratabadeundesconocidoysusojosconsistíanendosbolasnegrascomolanoche.Encuantosonrióalvermeallísobresalierondesubocaunosafiladosdientesenlosqueadvertíseñalesdesangre.SinoeraCharlesdebíadeserelpropioWilfreddeKavanagh.Diunsaltohastaalcanzarelsueloaltiempoquela silla se derrumbaba levantando una nube de polvo espeso, hediondo. El desconocido siguiómirándomedesde el lucernario y sus dientes parecían cada vezmás grandes y agudos, y tambiénmáspérfidasusonrisa.Loslatidosdemicorazónseaceleraronmientrasretrocedíahastasituarmeentrelasventanas.Elrostrodesaparecióderepenteyporellucernariosoloseadvertíalanegruradeunanochesin estrellas.Me temblaban lasmanos y tuve que respirar hondo, sin queme importara el hedor delambiente,conelfindesuavizarelritmodemislatidos,perosentícomosielemponzoñadoaromadelamuertehubierahechopresaenmí.

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Unestrépitodecristaleshizoquemeapartaradeallíparasituarmeenmediodelaestancia:losdosdelas ventanas habían saltado violentamente por el aire. La visión de unas manos con largas uñasterminadasenpunta tanteandoentre losbarrotesmedejóparalizada,ymásaúncuandoadvertíque seaferrabanaelloscomosisepropusieraderribarlos.Lasmirécomohipnotizadahastaquearmándomedevalorcogíunapatadelasillarotaygolpeélasmanosconella.Eraunapobredefensacontraunsertanmonstruoso,peromesorprendióqueamiactolesiguieraunasuertederugido.Lasmanosdesaparecierondelaventanaysupropietariomeconcedióunatreguaquesirvióparahacermepensarquesiungolpeconlapatadelasillarotalehabíacausadodolor,esteseríamayorsileclavabaunpedazodecristalcuandovolvieraaasomarlas.Meagachéacogerunodelosquehabíaenelsuelo,alavezqueoía:«Huelesbien,pequeña,tengoavidezdesaboreartusangre».Sitratabadeintimidarme,loconsiguió.Peronosoltéelcristal,apesardequehabíaotrosesparcidospordebajodelasventanasalosquepodríarecurrir,enesperadequevolvieraaasomarlasmanos.Enesta ocasión lo que asomó fue su rostro aborrecible en el que se reflejaban todos los vicios yperversiones del mundo. Su sonrisa producía náuseas y sus dientes afilados, miedo. Lo peor condiferencia eran sus ojos; seguían siendo dos bolas negras como el carbón, inmóviles, inhumanas, queparecíanmirarmedesdeelinsondableabismodelaeternidad,ymepreguntéquéhabríanvistoantesdeposarsesobremifigura,durantesulargaestanciaenelpaísdelosmuertos.Viasomarsulenguaentrelosbarrotes,lamerlos,yluegolamerselabarbilla.Meprodujotalhorrorquenomeatrevíaaproximarmealaventana,olvidandoelpuntiagudocristalquellevabaenlamanoderecha,ylemostréadistancialacruzcelta. —Nolallevarássiemprecontigo..., tupadreteconvencerádequetelaquitesyvengashaciamí—susurró. No hice caso de la mención a mi progenitor. Después de eso dejé de verlo, y su momentáneadesaparicióncoincidióconunsilencioquebradoporelsilbidodelvientoyporelmurmullodelashojasdelosárboles,queaumentabanmisensacióndesoledad.Pensandoenelamanecer,lamentélaroturademireloj,locualmeimpedíasaberlahora,ymesentíaincapazdecalcular,acausadelaintensidaddelos hechos que había vivido, cuánto tiempo habría transcurrido desde que la noche se abatiera sobreKavanaghHall.Sindudamucho,peroenaquellaépocadelañolanocheerademasiadolargay,atenordelaoscuridadquellegabadelexterior,elalbaaúntardaríaenmanifestarse.Mehabíapropuestovigilardecercalapuertadeentradaalacasa,másfrágilydesprotegidaquelasventanas,peromeaterrabalaposibilidaddequeaquelsermonstruosoyaestuvieradentroylovieradefrente, sin tener otro lugar dondepoder refugiarme, y aunquedemoré elmomentodehacerlo tuvequebajar. Tampoco podía quedarme parada arriba sin saber lo que sucedía. Antes de bajar los últimospeldañosobservélaestanciaenvueltaporlasombraynoseguíbajandohastaconvencermedequeestabasolaenlacasa...Todavíasola,medijemirandolaventanaylapuerta,pero¿porcuántotiempo?¿QuéhabríapensadomissO’Connorsihubierapodidovermeenesasituación?¿Seguiríapensandoqueyoeradébileimpresionable?Pocoapocofuihastalapuertaycuandoestabaponiendounamanoenella,yaqueenlaotracontinuaballevandomi improvisada arma, un rugido rasgó el aire y el cristal del ventanal saltó igual que habíasucedidoconlosdearriba.Meapoyécontralapuerta,esperandoversurgirasimismounasmanosporlosbarrotesdehierro,peronosucedió.Ensulugaralguienembistiócontralahojademaderaynotécómooscilaba.Sinembargo,apesardesuvejezaguantólasembestidas.Volvíaoírunrugidoyviaparecerlasmanosporlaventana,queseretorcíancomosiseesforzaranporhacerseconunapresaqueestuvieraasualcance.Noesperéyechéacorrerhaciaallíparaclavarcondecisiónelcristalenunadeellas.Peseamidificultadparaverlascosasconnitidez,habríaestadodispuestaajurarquedelamanoheridasurgíaunasangre negra, más espesa de lo normal. Ambas desaparecieron más allá de los barrotes de hierro ypercibíunosrugidosdedolor.Aquelsereravulnerable.

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No sabía cuánto tiempo podría resistir ese asedio, ni si la puerta y la cerradura soportarían otrasembestidas.Lanochenodabaseñalesdedesapareceryentantonollegaraelalbayoestaríaexpuestaalasagresionesdemiacosador.Yadudabadehaberhechobienbuscandorefugioenlaantiguacasadeljardinero,dondeaquelserencontraríatardeotempranolaformadeentrar.Elpuntomásvulnerableeralapuerta.Teníaquereforzarla,peronadadeloquehabíaenlaestanciapodríaservirdecontenciónsimiacosadorconseguía romper lacerradurao lapuertanoresistíaasusempujones.Algo teníaquehacer,empero,yempujélamesahastasituarladetrásdelapuerta,igualquehabíahechoenmidormitorioconlasilla,levantandodenuevounpolvillomaloliente,ehiceotrotantocondosdelassillas.Duranteunosminutosnosucediónada...,hastaqueoíunavozpersuasivaquedecíaperteneceramipadre:—DejaentraraWilfred,hijamía,deesamanerapodrásreunirteconmigo,podrévertealcabodetantosaños...,lamuertemeseparódemasiadoprontodeti...—¡Mipadreestámuerto!—grité.Lavozcalló,peropocodespuésfuereemplazadaporotroscrujidosenlospeldañosdemadera.Cogíuno de los cristales rotos y me dispuse a esperar lo peor. Los crujidos no cesaban. ¿Cómo habríaconseguidoentrarsilasventanasdearribayellucernarioteníanlaproteccióndelosbarrotes?¿Tendríapoderesqueyoignoraba?Lospeldañosseguíancrujiendoantemí,aunqueenapariencianohabíanadiequelosprovocara,peronoporesodejédeempuñarelcristal.Cuantomásmirabalaescalera,tantomásoíatambiénelcrujidodelospeldaños.Sí,sindudaaquelserteníaotrospoderes:sieracapazdehablarconvocesyentonacionesdiferentes,asimismopodíahacercrujirlamadera...,ocrearlailusióndequecrujía.Leatribuícualquiercosa,inclusolaimitacióndelosgemidosdelabanshee.Estabaalucinadaycreí haber perdido el sentido de la realidad, comome había sucedido en la biblioteca de KavanaghHall...Todoeraposibleconél.¿Seríacapazdemoverlosmueblesconelpensamiento?¿Podíapensaruncadávervueltoalavida?Enocasioneshabíaleídocosasacercadecómolasparedesyelsuelodeunahabitaciónpodíangiraralrededordeunapersona,ynuncalohabíacreídoporquemeparecíaunaexageración,peroesofueloquemesucediómientrasestabadepieantelaescalera.Fuiacaeralsuelo,igualqueunviejomueblequesedesmorona.Porsuertedurósolounossegundosynolleguéaperderelconocimiento,porloquemeincorporéenseguida,sibiencontemordevolveradesplomarme.Notabalamenteturbiaydebilitadaslaspiernas, pero luego de recuperar el pedazo de cristal logré llegar a la silla que había quedado en elcentrodelaestancia.Sentada,tratédereponerme.Fueradelacasa,WilfreddeKavanaghinsistió,ahoraconsuvoz:—Veratupadreserácuestióndeunparpadeo...,nosentirásnadayteesperaalgograto...Congranhorrorpormiparteadvertíquelamesaylasillaquehabíadejadocomorefuerzodetrásdelapuerta se movían, cediendo al menos un palmo de terreno, y me levanté presurosa para volver acolocarlasen lamismaposiciónenquehabíanestado.Elser reaccionógolpeando lapuertay,cuandofrotéconlacruzceltalahojademadera,asomandounavezmáslasmanosentrelosbarrotesparaarañarelhediondoairedelaestancia.Mesentíperdida,puessabíaqueantesodespuésacabaríalograndosupropósito.Lasmanosseguíanretorciéndoseenelaireytuvelaimpresióndequesusuñashabíancrecidonotablementedesdequelashabíavistoenlasventanasdearriba.Tambiénmedicuentadequenohabíanirastrodelaheridaquelehabíaproducidoconelcristal.Reparéenelparaguascuandoestuveapuntodetropezarconél.Alentrarlohabíaarrojadoalsuelo,dejandoqueelaguadelalluviayelpolvodelacasaformaranunasuertedebarrilloenlatela.Lorecuperéyfuiconélalaventanasindesprendermedelcristal.NoloutilicécontralasmanossinoqueaguardéaqueWilfredmostrarasurostro,yaqueestabaconvencidadequenocesaríadeasustarmeeibaaverdenuevosuodiosasonrisaysusafiladosdientes.Noaguardómuchoparahacerlo,perocuandomedisponíaadarleenlabocaalavezconelcristalyconlapuntadelparaguasdebiódeadivinarmiintenciónyseapartódelaventanaprofiriendounrugidode

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furia.Aesolesiguióotroratodesilencio.Elasedioamenazabaconprolongarseydestrozarmisnervios,yyodudabacadavezmásdesalirconvidadeaquellacasaperdidaentrelosárboles.Lasagresionessereanudaron en la estancia de arriba: oí cómo el monstruoso ser golpeaba con algo fuerte contra losbarrotesdespertandounsonidometálico.Debíadeconfiarenquepodríaaprovecharsedequeyoestabaenlapartebajadelacasaparaintentarderribarlosantesdequepudierahacerlefrenteconelcristalocon el paraguas.Así,mevi obligada a subir y, en efecto, comprobé queWilfred deKavanagh estabaarremetiendocontralosbarrotesconunabarradehierroquequizáshubieraencontradoenelcobertizodelasherramientas.Lafuriaparecíahaberduplicadosufuerza,puesdelaventanasedesprendíanpuñadosdetierra,señalevidentedequelosbarrotesempezabanaceder.Desdedondeyoestabasituadanopodíautilizarmisarmasporqueenelgolpearcontralosbarrotesveíamáslabarradehierroquelasmanos,ehicealgoqueyadeberíahaberhecho:frotélacruzceltaenloslateralesdeesaventanaydespuésenlosdelaotra.Losgolpescesaroncomoporensalmo,peronoasílosrugidos,yalrecordarqueabajohabíahecholomismoenlapuertaynoenelventanal,bajécorriendoarepararmiolvido.Nosabía,nopodíasaber,paracuántotiemposerviríalaprotección,aunquedemomentoganéunpocomásde aplomo,quizás tambiénporquemehabíaparecidopercibir que la oscuridad exterior sehabíahechomenosintensa,yconfiéenquesetrataradelanunciodelallegadadelalba.Casinopodíacreerenmivalor,peroelserhumanoescapazdecualquiercosaalahoradelucharporsusupervivencia.Mesentéenlasilladelcentrodelaestanciaparamirarhaciaelventanal,pordonde,omeapercibiríadelnacimientodelalbaoveríadenuevolasmanosoelrostrodeaquelser.Ganóloprimero:unadébilclaridad seproyectó sobreel interiorde la casa.WilfreddeKavanaghhabíadebidode retirarsea surefugiodiurno.Noobstante,lacautelahizoquenomemovierahastaquelamañanasemanifestódeltodo,teniendoencuentaquehabíanacidootrodíanublado:losárbolesteníanelcoloroscurodelasnubes.Enla casa quedaban las huellas de lo sucedido, como un paisaje después de una batalla.Ahora tenía elcaminolibrepararegresaraKavanaghHall.¿Volveraaquellugar?Dadamisituación,nopodíahacerotracosaqueregresar,tratardeconvenceralosFranklanddeloqueestabaaconteciendoybuscarentrelostreslaformadeabandonarlamansióneintentarllegaralaciudad.

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Capítulo6ALICEREDESCUBRELASOLEDADLAlluviahabíaconvertidolatierraenunbarrizalsembradodehojassecasy,ajuzgarporlosdensosnubarronesquecubríanelcielocomounacamatapadaconunacolchaoscura,amenazabaconvolveraderramarsedeunmomentoaotro.Aunasínoquisecogerelparaguas,cuyotactomeproducíaescalofríosporhabermeservidodeélcomoarma,ymeinternéentrelosárbolesnotandodenuevoquemiszapatospesaban cada vez más. Al mirarlos advertí que tenía las piernas salpicadas de barro. Aunque fuerainoportuno tendría que ducharme; de esemodo también arrancaría demi cuerpo hasta elmásmínimovestigiodelanochequehabíavividoyenlaquehabíaestadoapuntodemorirdeunaformahorrorosa.La lluvia se había ocupado de borrar las huellas que yo había dejado cuando intentaba encontrar laantiguacasadeljardinero,ytuvequeguiarmepormiintuiciónparabuscarelcamino,perofuemásfácilqueporlanoche,sibienresultabacasiintransitabletraslosefectosdelatormenta,quehabíadejadopordoquier su rastro.El lugar apestaba a la putrefacción de hojas, ramas y cortezas desprendidas de lostroncosdelosárboles.Elvientonohabíaamainadoyhacíaentrechocarlasramasretorcidas,yalpocoratoelfríomehizotiritar. PorfinavistéKavanaghHall.Observadaadistancia lamansiónparecíaestarencompletoreposoypeseasusiniestroaspectonadiehabríasospechadoelhorrorqueencerrabadetrásdesusmuros.Crucéelclaroporelquese llegabaa lacasa,peromedetuveporunos instantes juntoa la fuente;elvientohabíasecadoelaguadesusbordes,ydelfondollegaba,igualquedeentrelosárboles,elolordulzóndela vegetaciónpodrida.No era una fuente bella; quizás nunca lo había sido, ni siquiera en los días deesplendordeKavanaghHall.Lapuertadelamansióncontinuabaabierta,talcomolahabíadejadoporlanoche, y al entrar barrí temerosamente el vestíbulo con la mirada hasta que me dije que a hora tantemprananodeberíatemerseragredida.Todoseguíatambiénigualenesapartedelamansión,comosinadahubierasucedido.Habíaunsilenciocomodesepulturaynopudemenosquepensarqueacababadeentrarenungigantescomausoleo.Nohabíanovedadenlalíneatelefónicaydescarguémifrustracióncolgandoconrabiaelauricular.Meextrañónoencontraranadieenlacocinaporque,apesardequeignorabalahora,laluzdeldíaindicabaqueenlacasayadeberíahaberactividad.Losutensiliosestabanguardadosensusrespectivoslugaresylos fogones aún no habían sido encendidos, lo que hacía que el frío se hiciera notarmás.Eso no erapropiodelcarácterdemistressFrankland,tanseveraconsusobligacionesytanintransigenteconlasdelosdemás.Llaméenvozaltaaellayasumaridosinobtenerrespuesta.¿Seríaposiblequesehubieranquedadodormidos?Comoeradedía,yporlotantonotemíasufriruntropiezoconWilfreddeKavanaghniconCharles,delquedabaporsupuestoqueyahabríaacabadodetransformarseenalguiencomosuterribleantepasado,subí por la escalera de caracol hasta el corredor con las habitaciones del servicio. La puertapertenecientealmatrimonioFranklandsehallabaentreabiertaydesuinteriornosurgíaniunleverumor,porloquenomecostóvencermisescrúpulosparaentrar.Lasropasdelacamaestabanrevueltas,comosi el ama de llaves y su marido se hubieran levantado deprisa, urgidos por algo, y no se hubiesenmolestadoenordenarlas,locualresultabaextrañoenmistressFrankland.Porlodemás,enlahabitaciónnohabíaningunaotraseñaldedesorden.Miréaversiencontrabaunanota,algoquepudieraexplicarsuausencia,peropenséqueaquellamujerjamáshabríaprocedidoasí,porquesihubieraqueridodejarmeunavisolohabríahechoenunlugarvisibledelacocinaoenlapuertademidormitorio.Nopodíamarcharmesinentrarenél.Tampocoallíhabíaningunanotaperomisropasyanoestabanenelarmario,sinoqueyacíanrevueltasporelsuelo.Habíadesaparecidode laventanaelvestidoquelacubríaytampocoencontréellibrodelabadMartensnimitoscatraducción.Ensulugarhalléunahojadepapeldondehabíatrazadaconsangreunacruzinvertida.Tratédevencermiinquietud,queelrecuerdode

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lanochepasadahacíatodavíamáspunzante,buscandoalosFranklandluegodedarmeunaducharápida.DemomentonosemeocurriómirarsiquieraenlahabitacióndeCharlesynoquisebajaralacripta,dondecreíaqueesteoWilfreddeKavanaghdebíandeestarocultosenesperadelanocheparasalir.Síinspeccionéelrestodelasestancias,inclusoelcomedor,sinencontrarlamenorhuelladelosFrankland.Encambiodescubríquelasparedesdelacapillaestabanmanchadasdesangre,queloscuadrosdelasparedeshabíansidorasgadosyqueelcrucifijodelaltarhabíasidoinvertidodejandoasuladounpedazodecarneaúnsanguinolenta.EsomehizotemerporlavidadelosFrankland.Sihabíansidoasesinados,yquizádespedazados,comotemía,¿enquépartedelacasaestaríansusrestos?¿YlosdeAngieyMary?Despuésdeconsultarlahoraenelrelojdelvestíbuloviqueaúnteníamuchotiempopordelantehastalanochey,sindetenermeapensarquéharíacuandolastinieblasusurparanellugardeldíaytuvieraquebuscarunescondite,pueseradeltodoimpensableintentarllegaralaciudadsindisponerdeunvehículoynoteníaintencióndevolveralacasadeljardinero,decidíseguirbuscandoalapareja;menegabaaaceptarlaincertidumbreyconfiabaenapoyarmeenlosFranklandparahuirdelacasa.Aunintuyendolainutilidaddemigestovolvíacomprobarsihabíalíneaenelteléfono,queseguíamudo.Mehallabasolae incomunicadaenKavanaghHallysimissospechasestabanfundadasnopodíaesperarel regresodeningúnmiembrodelafamilia.EstaveznotitubeéeniralahabitacióndeCharles,cuyapuertacedióencuantolaempujé.Traguésalivaantesdedarlaluzycuandoestallegóproferíungritodehorror.ElhijodelosKavanaghyacíaenelsueloenmediodeuncharcodesangreyteníaelcuellodestrozadoporunamordeduraquedejabaalavistalacarnedesgarrada.Elhuesorotodelaclavículaasomabadeentresusropas.Teníaqueserélporquesurostro,deformadoporunrictusagónico,noeraeldelserquemehabíaasediado;paramíeraundesconocidoyaparentabatenermásedadqueelbebedordesangreaquienhabíavistoa travésdel lucernarioy lasventanas.Noquisemoverme,mientrascontemplabaconcreciente terror el cadáver de Charles.Wilfred de Kavanagh era tan maligno que había matado a lapersonaquelehabíavueltoalavida.¿Quénoseríacapazdehaceralosdemás? Cuando tuveánimosuficienteparamoverme, salíde laestanciadejando lapuertacerraday,conelcorazón latiéndome violentamente, proseguí con mi empeño de buscar a los Frankland. El ominososilenciocomenzabaapesarmeynoexperimentéaliviocuandolalluvia,quevolvíaacaer,pusounrumornaturalenlaatmósferahaciendoquetodoparecieramásreal.SilosFranklandnoaparecían,significaríaqueestabasolaconWilfred,algoquehacíatodavíamásaterradoramisituación.Pedíayudaalamúsicaparaponerordenenmis ideasyaliviar el silencio.No temíaquepudieradespertar al serdemoníacocuyasfaccionesaúnteníapresentes,yaquesegúnellibrodelabadMartensnadapodríaextraerlodesuletargosinoeralanoche,yconesaintenciónfuialasalademúsica,dondelosdiscosyelreproductoracumulabanelpolvodelarrinconamiento,delolvido.VolvíaponereldiscoconmúsicadeSchubert,tanhermosa que me instó a quedarme de pie allí hasta que terminó, como si estuviera bajo los efectosparalizadoresdeunencantamiento.Cuandolasúltimasnotasseperdieronenelaire lopuseotravezysubíalmáximoelvolumen,puesnopodíaconcebirunacompañíamejorparamisoledad.Lamúsicameacompañóenminuevaexploracióndelacasa,durantelacualseguísinencontraralosFrankland.Esoacabódeconvencermedequedebíandeestarmuertos,ymetentólaideadebuscarporelpasadizooporlacripta,oinclusoporellaboratorio,elesconditediurnodeWilfreddeKavanaghconelfindecortarsucuelloconunobjetopunzante,talcomoseindicabaenellibro,peromefaltóvalorynosésihabríasidocapazdehacerlo.Si losFranklandnoaparecían,ytodoapuntabaaqueibaaserasí,debíapensarencómopasar lanoche fuerade lacasa.Solo teníaunaposibilidad:emprenderapieelcaminoalaciudad,confiandoenqueencontraríaunlugardondeprotegermehastaelamanecer.Yteníaquehacerlocuantoantes,porqueeldíatranscurredeprisaeninviernoylanochevolveríaadejarmeenmanosdeaquelser.Yasinlacompañíadelamúsica,quealdesaparecerhizoquesenotaramáselsilencio,encuestióndepocosminutosmecambiédevestidoydezapatosenelquehabíasidomidormitorio—tampocotenía

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muchoparaelegirentremisprendas—,yenseguidameplantéenelvestíbulo.Lalluviaeratanintensaquemearredró,peroyoeraconscientedequesimequedabaenaquellacasaseríamifin.Asípues,mehicecondosparaguasyafrontéunavezmáselexterior,nosinhabercomprobadoquelalíneatelefónicaseguíasilenciosa.Elcolordelatardeeratanoscuroquenopermitíasabersilanocheestabapróximaono,perograciasalrelojdepareddelvestíbulosabíaquedisponíaalmenosdedoshorasparaalejarmede allí.No semeocultabaque estabahuyendo, y en tanto atravesaba el clarohacia los jardines paratomarelcaminodelacarreterapenséqueconellodejabaaaquelmonstruodentrodelacasa;elmuertovivo se había quedado libre y buscaría otras presas con las que saciar su voracidad. ¿Sus futurasvíctimas,probablementebuscadasenWexford,llegaríanapesarsobremiconciencia?Pero¿quépodíahaceryo,solafrenteaél,salvotratardeponerasalvomivida?Observécondesánimoelpaisajequemerodeaba,cubiertoporunacortinadelluvia.Lascondicionesatmosféricasnoeranlasmejoresparaayudarmeainterponerlanecesariadistanciaentrelamansiónyyo,yWilfreddeKavanagheracapazdeganarterrenoconrapidez.«Huelesbien,pequeña»,habíadichoenlacasa del jardinero. ¿Era capaz de olfatear a distancia? Si disponía de ese poder sabría encontrarmedondequieraquemerefugiara.Pormásquemeesforzabanopodíarecordarsieldíademillegadahabíavisto desde la carretera otros lugares, aparte de la casa entre los árboles, que pudieran servirme derefugio por esa noche, pero supuse que con un poco de suerte quizás podría encontrar uno.Apreté elpaso, ignorando la lluvia que empapabamis piernas y escuchando los embates del viento contra losárboles.Caminéduranteunbuenratosinveraunladoyotrodelacarreteranadadondeprotegerme.Esomedesesperabaaúnmásamedidaquelanocheparecíairganandoterrenoaldía.Derepentemepareciópercibirunsonidosuperpuestoalfragordelalluvia,eidentifiquéquesetratabadelmotordeunautomóvil.Loprimeroquevideélfueronlosfarosencendidosacausadelaoscuridaddelatardecer,todavíamásacentuadaqueotrosdías,yelcochesefueagrandandopocoapocoantemí.Ahoguéunaexclamacióndejúbiloymesituéenmediodelacarreteraconelparaguasabiertoalzadoconuna mano y agitando con la otra el que llevaba de repuesto. El coche, que me resultaba vagamenteconocido,sedetuvoantesdellegaramialturaysupeporquémeerafamiliarcuandoechéacorrerhaciaéldispuestaapedirayudayviquelapersonaqueloconducíanoeraotraquemissO’Connor.Enestaocasiónnopudecontenerungrito.—Mehabíasparecidotú—dijo—.PorDios,Alice,¿quéestáshaciendofueradelacasaenunanocheasí?Laemociónprovocadaporelinesperadoreencuentroyporhaberhalladoporfinunapersonavivameimpidióhablar.UnaslágrimasinconteniblessedeslizaronpormismejillasytuvoquesermissO’Connorquienlohicieraprimero. —Tambiéndebedeextrañartevermeporaquí—dijo—.Estabapreocupadaporquenohabía tenidonoticiastuyasdesdequetefuiste,ymipreocupaciónsehahechomayorcuandoporlamañanaheleídoenlaprensaqueRandolphKavanagh,suesposayelchóferquelosllevabadeviajeconsuautomóvilhanfallecidoenunaccidente lejosdeWexford...Algo,nosé...,quizásmi intuición,mehaalertadodequeteníasqueestar enapurosynohevaciladoenvenir averte.Meparecía raro tu silencioyesomehaimpulsadoacogerelcocheparaenterarmedequésucede.LanoticiadelaccidentedelosKavanaghydePatrickmeimpresionó:estabarodeadademuertedesdemillegadaalamansión.Apenasconseguíbalbucir:—Sinolahellamadohasidoporquenofuncionabaelteléfono.—Pero¿quéhacesfueradelacasaaestashorasybajolalluvia?—insistió,yañadióconciertoairedesospecha—.Esperoquenohayascometidounafaltayestéshuyendo...Neguéconlacabezamientrasmirabalanegruraquerodeabaelvehículo.—Porfavor,missO’Connor—ledije—,vámonosdeaquí,tienequellevarmealaciudad...,estamosenpeligro.

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—MiqueridaAlice...,dimequétesucede,estásponiéndomenerviosa.—Sí,loharé,peroarranqueelcoche.Nopuedeimaginarsiquieraloquemehasucedido. La noche había caído del todo cuando mi antigua profesora hizo dar la vuelta al automóvil paraemprender el caminoaWexford.En tornoanosotrasnohabíamásqueunaoscuridadamenazante.Noempecéahablarhastaquevicómoelcochedejabaatráselbosque,másextensotambiéndeloquehabíacreído advertir al verlo por primera vez, y entonces le conté, con mayor desorden de lo que habríaquerido, los sucesosvividos en lamansión.MissO’Connormeescuchó sin interrumpirmeni siquieracuandomiinquietudhacíaquemispalabrassurgieranentrecortadas,nicuandocallabaparatomaralientoymirabatemerosahacialaventanillatraseradelcoche.Cuandoacabésemantuvoensilenciohastaquealcabodeunosminutoslanzóunsuspiro.—Tuhistoriaes...—empezóadecir.—¿Inverosímil?—acabélafraseporella—.Lejuroquetodoloquehedichoescierto,nohaynadademiinvención.—¿YlosKavanaghhansidocapacesdedejarossolosenesascircunstancias?¡Quémonstruosidad!—¿Entoncesmecree?—inquiríconansiedad. —Queyosepanuncahasmentido...—missO’Connorencendióuncigarrillomientrasdecíaesoy,apesardelfríoydelalluvia,abrióunaventanillaparadarsalidaalhumo—.Notengoexperienciaenesascosas,enlasquenicreonidejodecreer,perocreoquedebemosiraveraeseamigodelquetehabléenel internado, John Walcott. Como sabes, vive en Wexford y es un experto en ocultismo y en losobrenatural...Es increíblequeunacosaasísucedaenplenosigloveinte.No,no, ¡meparecealgo tanlejano...! —Siesascosasexisten,¿quédiferenciahayentreunsiglouotro?Noescuestióndeltiempoenqueacontece—argüí.—Escierto,avecesmitificamosdemasiadolaépocaenquevivimosynosenosocurrepensarqueelpasado sigue estando entre nosotros... ¡Pero resulta tan increíble! —opinó adoptando una actitudpensativa. —Sehará tardeparamolestarasuamigo—dije, siguiendo losmovimientosdel limpiaparabrisasymirandocómoelautomóvilibadevorandolacarretera. —No tardaremos tanto en llegar.Encuanto entremosen la ciudadpararé enunpuby entraremosatomaralgocaliente,quenoshace falta,ya llamarlepor teléfono.EsperoquenosehayamarchadodeWexford, ya que suele viajar mucho. Es seguro que le interesará lo que le digas..., siempre estárecopilandohechosydatos.Laúltimavezquehabléconélmedijoqueestabaescribiendounlibrosobrefenómenos extraños y sobrenaturales acaecidos en este siglo, de los que dice guardar una buenarecopilación...Porcierto,mesientoorgullosadeloquehicisteconellibrodeesetalabadMartens.—¿Aquéserefiere?—Atutraduccióndelalemán.Mehasdejadoatónita.Notéquemesonrojaba.—Bah...—repuse,quitándoleimportancia—.Fuegraciasaldiccionario;tuvesuertedequehubieraunoenlabiblioteca.Melimitéatraducirliteralmentecadapalabrayabuscardespuésunsentidoalasfrases.Podríahaberlohechocualquiera. —Cualquiera no..., se precisa tener mucha voluntad y curiosidad, y hacer un gran esfuerzo desuperación. Tampoco habría esperado tanto valor de ti como para llevarte a explorar a solas elsubterráneodeKavanaghHallohacerfrenteaeseWilfred.—Ustedacabadedecirlo:escuestióndevoluntadycuriosidad.Perodeboconfesarlealgoylepidoquenoseenfade.Cuandoabandonéel internadomecomentóqueyoeraunamuchacha impresionable,asustadiza,ydesdequemevisoladecidíserdiferente,comportarmeconentereza.—¡Quévoyaenfadarme!Lohasconseguidoconcreces.

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A pesar de saberme cada vezmás lejos deKavanaghHallme inquietaba la amenaza que suponíaWilfred,elhombrequedebíaseguirestandomuerto,convertidoenpolvoocultoenunnicho,ysersolouncapítuloborradodelahistoriadelafamilia,peronopudemenosquepreguntarmesihabríasidoelúnicocasoquesehabíadadoenladinastíadelosKavanagh.EradifícilqueelMalsurgieraporgeneraciónespontánea, a no ser que enWilfred hubieran confluido la violencia, los abusos de poder y la sangrehechaderramarporsusantepasadosfeudales.—TeestabapreguntandocómopodíasabereseWilfredquetupadrehabíamuertohaceaños—medijomissO’Connor. —Perdone, estabadistraída.Lo ignoro, pero simulóhablar con suvozydijoque esperabaquemereunieraconél.—¡Quéextraño!Empecéadistinguirlaslucesdelaciudadbrillandoentrelanegrura,aunquedifusastraselcristaldelparabrisas, como si el firmamento se hubiera invertido y se tratara de estrellas titilantes. El peligroparecía haberse esfumado, pero aun así no me sentía segura del todo mientras fuera de noche. MeimpresionóentrarenWexfordyverporlascallesapersonasvivasqueapesardelalluviasemovíanconlibertaddeunlugaraotro, lejosdelamortuoriaatmósferadeKavanaghHall, ignorantesdequeaunasmillasdeallíesacasaencerrabaaunmonstruoávidodesangre,aunaabominacióndelanaturaleza.Sinembargo,noestabaconvencidadequeel término«encerraba»fueraadecuado,porquesospechabaqueWilfredselasingeniaríaparasalir,igualquehabíahechoalirapormíenlapolvorientacasadeljardinero, para procurarse alimento ahora que no había nadie a su alcance dentro de ella. ¿Podríadesplazarse volando convertido en una especie de murciélago gigante, como se decía en las viejasleyendas?Resultabafascinanteverelcoloridodelosescaparates,apenasapagadoporlalluvia,yalaspersonasentrarysalirdeloscomerciosydeloscines.Eracomohaberaccedidoenunsuspiroaotromundodelque casi había estado excluida hasta entonces, o como una suerte de renacimiento. Tal como habíaanunciado, miss O’Connor detuvo el automóvil cerca de un pub y me hizo bajar para entrar en élcorriendo, donde fuimos recibidas por una vaharada de humo. El local estaba concurrido y las lucesiluminabantanpococomolasdelamansión,aunque,porsupuesto,noinspirabanrecelo.Encontramosalfondounamesa libreymissO’Connor, trashabersolicitadodoscafésbiencargadosdewhisky, fueallamarporteléfonodesdeunrincóndelmostrador.Laesperébebiendo.Elprimertragomehizoarderelestómago, perome reconfortó. Vi que de vez en cuando asentía con la cabeza y al volver ami ladosonreíaconsatisfacción.—Estáenlaciudadypuedeatendernosya.Nosesperaensucasa—dijo,yalbeberseelcaféañadió—:Veoquemehanhechocasoalprepararlo.¿Cómotesientes?—Mejor,aunquenoolvidonadadeloquehapasado,lotengoantemícomosiacabaradevivirlo.—Tranquilízate,creoquetesentarábienhablarconmiamigo.Nonosdemoramosmucho.Encuantoacabéelcafé,locualmellevóunpocomásdetiempoqueamissO’Connor,estaselevantóymehizounaseñaparasalir.—NoquierohaceresperaraJohn—dijo.Enesemomentoentrabaungrupodepersonasvociferantesytuvimosqueabrirnospaso.Denuevoalvolante,missO’Connorencaminóelcocheatravésdeundédalodecalleshastaquelodetuvodelantedeunsombríoedificiodedosplantasquemiréconresquemorporquenohabíaningunaluzencendidaenél.Debiódedarsecuenta,yaquecomentó:—EslacasamásadecuadaparaquelahabiteunhombrecomoJohnWalcott,oscura,algosiniestra...No tienes nada que temer, de lo contrario no te habría traído. John ocupa las dos plantas..., necesitamuchoespacioparaguardartodasucolección. Al tratarsedeunamigodemissO’Connoresperabavermeantealguiendesuedad,peroelhombre

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vestidodenegroqueabriólapuertadebíadetenerunossesentaaños.Altoyextremadamentedelgado,hastaelpuntodequesurostroseasemejabaaunacalaverarecubiertadepiel,susabundantescabellosysubarbaerangrisesysusojosnegrosteníanunamiradapenetrante.Nosinvitóapasarsonriendo. —Hacía mucho tiempo que no te veía, Susan—dijo, besando a miss O’Connor en las mejillas;volviéndosehaciamíañadió—:AsíquetúeresAlice...,bienvenida.Elinteriordelacasaeratanoscurocomoprometíaelexterioryapenaspudevernadaporelpasillo.Lasparedesdelahabitacióndondeentramosestabancubiertasdelibros,locualfueparamíunabuenaseñal a pesar del recuerdo de lo sucedido enKavanaghHall.No pude ver de qué clase de libros setrataba,porquelasestanteríasestabansemiocultasporlasombradebidoaquelaúnicaluzdelaestanciaprovenía de una lámpara de mesa, junto a la cual había un sillón de piel sobre el que reposaba unvolumenencuadernadoenpergamino.JohnWalcottacercódosbutacasehizoquenossentáramosenellasluego de apoyar el libro con cuidado sobre una mesa llena de papeles en la que había también unadiminutaestatuaamarillentayunasuertedeamuleto. —Siosparecequehaypocaluzpuedoconectarlalámparadeltecho...Estabaleyendo—dijocomojustificándose—.Eselambienteylaluzquemeagradancuandolohago.¿Osapetecetomaralgo?—Acabamosdehacerlo—repusomissO’Connor—.Encuantoalaluz,pormíestábienasí.Memostrédeacuerdo.—Convuestropermiso,yosívoyabeberalgo—dijoWalcott.Sedirigióaunmueblebar,dedondeextrajounvasoyunabotelladewhiskydelaquesesirvióunacantidadgenerosa.—¿Seguroquenoqueréis?—insistió—.Esunmagníficowhiskydemalta.Loreservoparalasbuenasocasionesyestaesunadeellas. Lodijomirándome,pero repuseesbozandounasonrisaque,me temo,debiódeparecersemásaunrictus:—Seloagradezco,peronoestoyacostumbradaabeberyloquehetomadoenelpubsemehasubidoalacabeza. Conelvasoenlamano,JohnWalcottsesentóenelsillón,tomóunsorboysequedómirándomeensilencio.Permanecióasí,paladeandoelwhiskyysinapartarlosojosdemí,hastaqueporfinhabló.—SusanmehadichoquetehasescapadodeKavanaghHalldespuésdevivirunaterribleexperiencia—dijoconseriedad—.Deboapuntarquenomecogeporsorpresa,esecaserónesunodeesoslugarescon pasado que hay en tantos países..., un lugar donde pueden suceder cosas—enfatizó las últimaspalabras—.Ahoraquieroquemelocuentes túmisma.Tenencuentaquecualquierdetallepuedetenerimportanciaaunqueteparezcainsignificante. Siempremehabíasentidointimidadaalahoradehablarcondesconocidos,peroelcaféconwhiskydebióde rompermis inhibicionesporquehiceunrelatodetallado,y tambiénmáscoherentedelque lehabíahechoamissO’Connorenelcoche,detodocuantohabíavividoyobservadoenlamansióndelosKavanagh.AmedidaqueavanzabaenminarraciónmedicuentadequelaarrugaverticalquesurcabalafrentedeJohnWalcottsehacíamásprofundaydequeensusojosaparecíauncuriosobrillo,comosimispalabrashubieranpulsadoenélunresorteinternoqueestimularasumente.Cuandoacabémirelatopidióque le contara de nuevomi incursión en la cripta, el estado en que había encontrado la capilla y lasformasdelasquemiagresorsehabíaservidoparatratardeentrarenlaviejacasadeljardinero,ysobretodoqueledescribieraelcadáverdeCharlesKavanagh.Paraentoncesyahabíaacabadodebebersesuwhisky.—Noheinventadonada—leaseguré.Sehabíacubiertoelrostroconlamanoderecha,apoyandodosdedosenlafrente,enactitudreflexivaocomosi lemolestara laescasa luzde laestancia,ymedicuentadeque tenía losojosentornados.Laapartóparadecirmeconvozsuave,abriéndolos:

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—Tecreo.MissO’Connormeanimóconlamirada,peronodijonada. —PorsupuestoteníaconocimientodeloshorrorescometidosporWilfreddeKavanaghafinalesdelsiglodieciocho,deloscualesyanadiehablahoyporquesecreeerróneamentequeelpasadoestámuertocuando,comotúmismahaspodidocomprobar,noestansorprendentequevuelvaaunqueseaadoptandoformasdistintas—añadióWalcott—.ElMalsetransmite...Ahoradebomeditarsobreloquehascontadoynecesitaréconsultaralgunoslibrosydocumentos. —Bien,nosveremosmañana—dijomissO’Connor levantándose—.Aliceyyotenemosquebuscaralojamientoenunhotelantesdequeseademasiadotardeparaencontrarunahabitaciónlibre. —¿Demasiado tarde enWexford?—repusoWalcott irónico—. ¿Sabes dónde estás?En esta ciudadnuncahayproblemasdealojamientoeninvierno,peronovaisairaningunaparteporqueenelpisodearribatengounacamaparacuandorecibovisitasdeamigos.—Noqueremoscausartemolestias. —¡Qué tontería, Susan! No es ningunamolestia. Incluso prepararé algo para cenar..., imagino quedebéisdetenerapetito.—No,loharéyo—seopusomissO’Connor.—Notemas,soyunbuencocinero.—MemarchécorriendodeKavanaghHallsinllevarmemimaletaynotengocamisón—apunté.—Esonoesproblema,sinoteimportatedaréunodemispijamasnuevos,teserviráparaunanoche.—Yolotengoenlabolsadeviaje,enelcoche.LohetraídoporquepensabadormirenunhoteldespuésdehabervistoaAlice—intervinomissO’Connor.—Silohubierashechonotelohabríaperdonado.Veaporélytomalallaveparaentrarysalir. Aproveché que Walcott y miss O’Connor me dejaron a solas para curiosear los libros de lasestanterías.Nuncahabíaoídohablarde los títulosque lleguéaveren los lomos,pero talvezporesomismoejercieronsobremíelatractivoquedespiertaenlasmentesinquietaslaposibilidaddeadquirirconocimientosnuevos,ydebuenaganamehabríadedicadoahojearlosapesardemiestadodeánimo.Pocodespuésdelregresodemiantiguaprofesoraconsubolsa,nuestroanfitriónnosavisódequelacenaestabalista.Habíapreparadounaensaladayunbistec,quecomimosenunasalacontiguaalahabitacióndondehabíamosestadohablando.Estavezmedicuentadequelasparedesdelpasilloestabanllenasderecortesdeprensayfotografías.Durantelacena,Walcottnomepreguntónadanihizocomentariossobremiodiseayselimitóainteresarseporelfuncionamientodelinternado. —Siempre me ha llamado la atención que lo llamen internado y no orfanato, como si fuera unaresidenciaparamuchachasdebuenafamilia...,noentiendolosmotivos,siloshay—comentó. —Supongo que se debe a que el término suenamenos deprimente—repusomissO’Connor, quienaceptó un whisky para la sobremesa; animada por ella, que dijo que no me sentaría mal beber algodespuésdelajetreodeldía,acabécediendoalainvitacióndeWalcottytométambiénunpoco.Yonodijenadaporqueelnombrenomeresultabaextraño,puessiemprelohabíallamadoasí.WalcottnosentretuvohablandodeunasectasatánicaquehabíaexistidoenDublínenlosañostreinta,sobrelacualhabíareunidounaabundantedocumentaciónquelavinculabaconelmovimientonaziysugustoporelocultismo,perolacharlanoseprolongómuchoporquepidióquenosacostáramosenseguida.—Esprobablequedebamoslevantarnosantesdelasalidadelsol—dijoaldespedirnosenelpisodearriba—.LástimaquenodispongadetiempoparaenseñarleaAlicemicoleccióndeobjetos...,procededecasitodoelmundo,mehallevadomuchosañosreunirlayestárepartidaporvariashabitaciones.Seráenotraocasión. Las desnudas paredes del dormitorio a donde nos llevó estaban casi cubiertas de desconchonesprovocados por la humedad y por la vejez de la pintura, y no había en élmás que un armario y unamesilla,ambosvacíos,yunaventanacuyapersiana,paramidesconsuelo,nopudimosbajarpormásque

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meesforcéporquesehallabaatascada.Perolacamaeracómoda,aunquemesentíararaconaquelpijamadeWalcott,ynomecostóquedarmedormida,cansadacomoestabayaturdidaporelwhisky.Antes, lecomenté amissO’Connor que si losKavanagh habíanmuerto serían inhumados en elmausoleo de lafamilia.—Supongoquesí,despuésdequeselespractiquelaautopsia—dijo.—Lahijayelyernodeberánregresardesuviaje...—Ytendránquehacersecargodeloscuerpos—concluyóSusan.Ellatambiéndebiódedormirseenseguida,puesnollegamosaintercambiarningunaotrafraseapartede«buenasnoches».Debíadellevarpocoratodurmiendocuandomedespertóunasensacióndepeligro.MisdíasynochesenKavanaghHall habían agudizadode tal formamis sentidosque cualquier cosameponía alerta.Larespiración regular demissO’Connor indicaba que dormía profundamente.Recorrí la estancia con lamiradaynovinadaque justificaramimalestar: soloestábamosenellamiantiguaprofesorayyo.Lomismo sucedió cuando fui amirarpor laventana.Fuera, todoyacía enuna calmaaparente, aunqueeltemormeimpidióabrirlashojasparaasegurarme.Lacalleestabaoscuraynoadvertínadasospechoso,pero la sensaciónpersistióduranteel tiempoquepermanecí asomada trasel cristal,nomuchoporquehacíabastantefrío,empañándoloconelvahodemialiento.Elúnicosonidoeraeldelalluvia,quemehabíaacompañadodesdelamansiónymeresultabacasifamiliar. Medisponía avolver a la camacuandopercibí unmovimiento furtivo en el exterior.Sin embargo,apenasduróel tiempodeunparpadeoyyanovolvíaadvertirnada.ProfiriendounsuspiropenséqueKavanaghHallhabíahechodemíunseraúnmásasustadizodeloquehabíadichomiantiguaprofesora,pero al acostarme vi dos ojos en la ventana que despedían elmismo fulgor rojizo que los que habíasorprendidovigilándomeenlamansióny lancéungrito.MissO’Connorse incorporódeunsaltoparapreguntarquésucedía,alavezquedabalaluzdelamesilla.—Hayalguienfuera...,alotroladodelaventana...,unosojos—musité. —Nohaynadie—repusoconvozsomnolienta—.Seguramentehaspadecidounapesadilla....,nomeextrañadespuésdetodoloquehasvividoenesacasa.Enefecto,detrásdelaventananosevislumbrabamásquelaoscuridaddelanoche.Debídegritarconfuerza,porqueJohnWalcottentróeneldormitoriotrashaberpedidopermisoaporreandolapuerta.Vestíalasmismasropas,locualindicabaquenosehabíaacostado,yllevabaenlasmanosunaagendadenotasyunlibro.—Heoídogritar—dijo.Enlugardedecir,comoyoesperabacuandoleexpliquéloquehabíavisto,queeraimposible,echóacorrerhacialaventanaparaabrirladeparenpar.Levimiraraunoyotrolado,perovolvióacerrarladespuésdeunosminutosdepermanecerexpectante.—Hadebidodeserunmalsueño—opinómissO’Connor. —Puede ser —repuso Walcott, pero su expresión se había endurecido y creí detectar ciertapreocupaciónensumirada—.Estarédespiertoenmihabitación.Notenéismásquellamarmesisucedealgoextraño...,sealoquefuere.—¿Novasadormir?—lepreguntómiantiguaprofesora.—Tengomuchoquehacerhastamañana.Descansad...,osdespertarécuandollegueelmomento.AlquedarnossolasleaseguréamissO’Connorquelosojosquehabíavistoenlaventanaeranreales,yreaccionómirandohaciaellaantesdeapagarlaluz.Notardéenvolveraquedarmedormidaporquemicansancioeraaúnmayorquemitemor,perolohicemirandoalaventana.NosdespertaronunosgolpesenlapuertaylavozdeJohnWalcottdiciendoquenosesperabaabajo.Todavíaeradenocheymesentíafatigada,peroaunasímeincorporésintardanza.MissO’Connormeimitóy,trasasearnosenelcuartodebaño,situadoenelmismopasillo,yvestirnos,bajamosalaestancia

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dondehabíamosestadohablandoanuestrallegadaalacasa.JohnWalcottnosaguardabadepie.Teníaencimadelamesaunmaletínabiertoquecerróencuantoentramos. —Aún tardarábastanteenamanecer.Sentaos,hehechocafé—dijo,ysaliópara regresarenseguidaportandounabandejaconunacafeteraytrestazas—.DeboirahoramismoaKavanaghHall,nopuedodejarquelasituaciónquesehacreadosigaasí...Estanocheheestadoreflexionandoycreoquedeberíairsolo,perolacolaboracióndeAlicepuedesermevaliosa.Asentíapesardequelasolaideadevolveraaquellamansiónmeresultabainsoportable.—Iréconusted—añadí.—Susan,túpuedesquedarteaquíovolveratutrabajo,mebastarálaayudadeAlice,queconocebienesacasa.—Nopiensodejarossolos...,nomeloperdonaría.—Sivienescorrerásunriesgoinnecesario—insistióJohnWalcott—.Ademásolvidastutrabajoenelinternado. —Podrán pasarse otro día sin mí. John..., Alice y tú sois mis amigos..., estaremos juntos en estaaventura. —¿Aventura?—Walcottnegócon lacabeza—.Yono loveoasí, esuna tarea,undeber.Tengoquehacerloposibleparaborraraesaalimañadelafazdelatierrayestoybienpreparadoparaello—entantolodecíadiounosgolpecitosenelmaletín.

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Capítulo7REGRESOAKAVANAGHHALLLAlluviahacíaqueelpaisajeurbanoparecieramástristeaesahoraqueaúnnoconocíaelamanecer.PorlacalledondevivíaWalcottnoseveíaniunalmaysololleguéadivisartresventanasiluminadascon una difusa luz amarillenta. Lo demás eran varios coches aparcados esperando, igual que suspropietarios, elmomento de reemprender su actividad diaria.CuandoWalcott y yo íbamos a subir alnuestrosiguiendoamissO’Connor,quelohabíahechoprimeroysequejabadeunfuertedolordecabezaque atribuía al whisky, creí percibir un aleteo por encima del edificio que me incitó a mirarmecánicamentealtejado,yalverqueWalcottmirabaenlamismadireccióncomprendíquenohabíasidounengañodemissentidosni tampocolaúnicaenadvertirlo.MissO’Connornodebiódedarsecuentaporqueya estaba sentada ante el volante para calentar elmotor.El aleteomehizo recordar lo que sedecíaenlasleyendasacercadelaconversióndelosvampirosengrandesmurciélagos,ylepreguntéaWalcottporello.—Tútambiénlohasoído,¿verdad?—repuso,sindejardemiraraltejado—.Escierto,soncapacesdeesatransformación.Subedeprisaalcoche,todavíanohaamanecidoyestaremosenpeligrosinotenemosalgunaprotección...Si se tratadeéldebedeestar furioso,porqueaestahora tendríaqueencontrarsecercadesurefugio.Estáarriesgándosemucho.—Estánubladoyllueve...,tardaráenhaberluznatural—apunté.—Sindudaesolehabráanimadoaseguirenelexterior.Dejademirarypasa.Unavezdentrodelcoche,mesentéenlapartedeatrásyWalcottlohizoenelasientocontiguoaldemissO’Connor,quiennotardóenarrancarelcoche,alavezquelollamaba«viejotrasto».Aunqueeldíaanteriorhabíamosefectuadoelmismorecorrido,alainversa,todosemeantojódesconocido.Lascallesse hallaban desiertas a excepción de unas pocas personas que, protegidas con paraguas, debían deencaminarseasustrabajosenlasfábricas,yquizásenlosmercados,ylafaltadeluzenlosescaparateshacía que el paisaje ciudadano resultara deprimente. Guardamos silencio, cada uno sumido en suspensamientos, hasta que el automóvil alcanzó la carretera.Como había sucedido el día anterior en eltrayectohastaWexford,parecíasolitaria.—¿Teacuerdasbiendelcamino?—lepreguntóWalcottamissO’Connor—.Sino,teiréindicando.—Aúnlotengopresentedesdeayer,nohapasadodemasiadotiempo.—¿Cómovaeldolordecabeza,missO’Connor?—meinteresé.—Supongoqueirácediendo.—Conducetodolorápidoquepuedas,debemosllegarparaelamanecerconelfindeaprovecharbienlaluzsolar—leurgiósuamigo.FuecomosimissO’Connorhubierarecibidounaordendesusuperioraenelinternado;aceleródetalmodoquemeasustóverlarapidezconqueelpaisajedesfilabaantemisojos.Apenashabíamosdejadoatráslosúltimosedificiosdelaciudadcuandovolvíapercibirelaleteo,ahoramáspróximo,altiempoquenotéquealgopesadoseposabasobreeltechodelautomóvil,einclusotuvelaimpresióndequeesteoscilabacomosilefueraimposiblecargarconelpeso.Enunmovimientoreflejollevélamanoderechaalacruzceltaparaacariciarla,yoíunaexclamacióndeiraporpartedeJohnWalcott.—¡Acelera,lotenemosencima!—gritó. El vehículo adquirió tal velocidad queme hizo dudar de si temíamás al ser que llevábamos connosotroscomopasajeroindeseadoosufrirunaccidenteenaquellacarreteraquelaintensalluviahacíaresbaladiza,unmiedoalimentadoporlanoticiadelamuertedelosKavanaghydePatrick,perocuandoloestabaconsiderandopercibíotravezunaleteoyvicómoungigantescomurciélagoalzabaelvueloysealejaba del automóvil.MissO’Connor detuvo el coche con tanta brusquedad queme sentí impulsadahaciaelasientodedelanteynotéqueelgolpemerepercutíaenelcuello.Paraentonces,elmurciélagoya

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habíadesaparecidodenuestravista.—¿Estásbien?—mepreguntómiantiguaprofesora.—Creoquesí...,nohasidomásqueunbruscotirón—repuse.—Parecequesolopretendíaasustarnos—comentóluegomissO’Connor.—Esposible,perolopeoresquesabequevamosaKavanaghHallyharáloposibleparaocultarsebienyquenopodamosencontrarlo—dijoWalcott.ElincidentenoshabíapuestonerviososymissO’Connorprendiófuegoauncigarrilloparacalmarse.Walcottsepusoamordisquearunapipaqueextrajodeunodelosbolsillosdesusobretodo.Yonopudesinorememoraralgunodelosfunestosepisodiosquehabíavividoenlamansión,pensandoquedentrodepocodeberíaenfrentarmedenuevoaaquellugarquecreíahaberdejadoatrásparasiempre.—¡Nonosdetengamos,arranca!—urgióWalcottsincesardemordisquearlapipa.Alolargodelcaminomefuidandocuenta,calibrandolavelocidadalaqueibaelautomóvil,dequecuandohuídelacasanohabríapodidollegarandandosinproblemasaWexforddesdeKavanaghHall,dadalaenormedistanciaquemediabaentreamboslugares,algoenloquenohabíareparadocuandomissO’Connormellevóalaciudad.Porotrolado,noviningúnsitiodondehubierapodidorefugiarmeporuna noche, pues hasta que llegamos al bosque todo era llanura. En cuanto los árboles rodearon lacarretera,Walcottabriósubolsayestuvohurgandoenelinteriorcomosiquisieraasegurarsedequenofaltabanadaenella.MissO’Connorlemirabadereojoperonolepreguntóporloquehacía. Una leve claridad se fue sugiriendo en el cielo indicando el nacimiento del día, mas no logróneutralizarelpoderosoefectovisualde lasnubesnegrasy la lluvia:eraunamañanaquenoconseguíaabrirsepasoentrelasbrumasdelanoche;loscoloresrojosdelfirmamento,fuertesomatizados,parecíanhaberdesaparecidodelmundo.Cuandoavistéentrelosárboleslacasadeljardinero,laseñalédiciendoqueallíhabíasidoacosadaporWilfreddeKavanagh. —Olvídalo ahora —me recomendó Walcott—, no dejes que te siga afectando el recuerdo de losucedido. Por fin surgió la mansión, casi difuminada tras una cortina de lluvia cada vezmás densa, y missO’Connordetuvoelvehículoante las escalerasque llevabanalporche, las cuales subimoscorriendo.Mispalpitacionescasimeahogabanenelmomentodeempujarlapuertadeentradaalacasa.Delinteriormanabaunsilenciodesepulcro,comosilapropiaMuertehubieraelegidolamansióndelosKavanaghparaaposentarse.Todoestabaen sombrasenunamañana tan imprecisacomoaquella,ymiprimerayextrañaimpresiónalverlafuequeelvestíbulosehabíadescolorido,deacuerdoconlaausenciadevida.Elaireera tangélidoquemehizotiritar.MiafándeserútilmehizoindicarleaWalcottpordóndeseaccedíaalacocinayalcomedor,peroélpaseólentamentesumiradadesdelaescalerahastalapuertaentreabiertadelacapilla.Llevabaelmaletínenlamanoderecha,apretándolocontalfuerzaquemedicuentadequesusnudillosblanqueaban.—Lodescribistemuybien—murmuró—.Mehacetenerlafalsasensacióndehaberestadoantesaquí...Loquebuscamospuedeestarencualquierlugardelacasa.—Peroesmásfácilqueseencuentreenalgúnsitiorecóndito—observómissO’Connormirándome.—Lacripta...—balbucí.—Tenedencuentaalgoimportante:sabíaqueveníamosaquí,yporlotantohabráintentadoponerseennuestrolugarparabuscarasíunoenelquenonosdieraporpensar...Lodifícilseráponernosenelsuyoparaadivinarloo,cuandomenos,intuirlo—dijoWalcott. Desdequehabíamosentradoenlacasaseguíamosenelmismositio,comosifuéramospiezasdeunjuegoqueesperaransermovidasporlosjugadores.Walcottmirabaahoradeunlugaraotroylaarrugadiagonal de su frente se había hechootra vezmás pronunciada.Entretanto, el hedor de lamansión sehabía apoderado de nuestros olfatos, y el frío de nuestros cuerpos, y observé que mi ex profesoraarrugaba la nariz y en su rostro se dibujaba una expresión de asco. Sin embargo, aWalcott pareció

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afectarlemáselfrío.—Estefríoesanormal...,unsignodesupresencia—murmuró.—Yelolor...—apuntóSusan. —Lacasa siemprehuelede esta formay la sensaciónde frío es continua—les comenté—.Olvidédecirlo,missO’connor,hoynisiquierasepercibeoloracomidacomootrosdías.—DejadellamarmemissO’Connor,yanoestamosenelinternado—replicóforzandounasonrisa—.MinombreesSusan...Nosécómoalguienpodíaviviraquí,esnauseabundo.—Ahoramegustaríaverelteléfono,noesnormalquecuestetantorepararunaavería—dijoWalcott,ycuando fui con él hasta donde estaba el auricular, se dedicó a inspeccionar el cable—.Es lo quemetemía.Alguienlohacortado,peroseráfácildearreglar.Lodejaremosparamástarde.Derepente,seencaminóhacialacapilla,nosinhaberarrojadootramiradaalnacimientodelaescaleradelvestíbulo,y leseguimosmientras leoíamusitarqueeraun lugardondenadiepensaríaencontraraaquelser.—Ahoraestesitiolepertenece...Tomóposesióndeélinvirtiendolacruzymanchandodesangrelasparedes—añadió alzando la voz, desmintiendo con ello lo que acababa de decir acerca de no saberponerseenellugardeWilfreddeKavanagh. Unhedormás intensoyrepugnantequeeldelvestíbulonosechóatrásymedicuentadequeSusanO’Connorseesforzabaporcontenerunanáusea,peroalfinentramos,precedidasporJohnWalcott.Decirquetodoseguíaigualquelaúltimavezqueyohabíapisadoelsuelodelacapillaseríainexacto,puesenel altar ensangrentado había un cadáver putrefacto junto al crucifijo invertido.Desdemás cerca pudeidentificar,apesardelestadodelcuerpo,semidevoradoademás,quesetratabadeMary,ladoncellaconlacualapenashabíallegadoaintercambiarunasfrases.—Noshadejadounahuellaparaacobardarnos—dijoWalcott. Pormipartepenséque solohabíamosencontradoaunade lasvíctimasdeWilfreddeKavanaghytodavíanosfaltabahallaraAngieyalmatrimonioFrankland.Ibaaserunrecorridodoblementesiniestro.La visión del cuerpo destrozado me había dejado sin habla y me resultó tan impresionante como elmacabrodescubrimientoenlacasadeljardinero,peroeraconscientedequedeberíaprepararmeparalopeor,yaquealbuscaralmonstruososerrenacidodelsepulcroeracasiseguroquetambiéndaríamosconellosenotrospuntosdelamansión.Amilado,Susanmanteníacerradoslosojosylanarizcubiertaconunpañueloysurostrohabíaadquiridoelcolordelacera.—Nonosiremosdelacapillahastahabernosaseguradodequenoestáaquí.Sihubieraelegidoestelugarseríaunabrillantemuestradeastucia...,enteoríaesunesconditeperfectoparaunserdemoníaco—comentóWalcott.Dichoeso,comenzóarecorrerlacapillapalmoapalmo,porloquedijoenbuscadealgúnresortequeabrieraunhuecocapazdeservirdeescondrijo.Viqueinclusoaplicabaunoídoalasparedesygolpeabaenellas.Susan seguía inmóvil y sin apartar el pañuelode lanariz, peroyo imité aWalcott porque lamansióneradetalesdimensionesqueíbamosaprecisarmuchotiempo,quizásdemasiado,pararastreartodossusrinconesyrecovecos,yeldíaeradecortoaliento,enespecialeninvierno.—Susan,vamos—laanimé.—¿Québuscamosaquí?—inquirió,comosisalieradeunsueño.—Walcottcreequeestepuedeserunlugartanbuenocomocualquierotro,omejortodavía,paraquesehayaescondidoenél.Estamosluchandocontrael tiempo, lacasaesmuygrande—repuse, tratandodehacerleverquesuayudaeranecesaria.Debiódeentenderlobien,porquedespuésdemusitarunaexcusaseunióalabúsqueda.Parecíahaberrecobrado la entereza. Su rostro había perdido el tono cerúleo, pero evitabamirar el lugar donde sehallabatendidoelcadáver,sibienelhedorrepugnabatantocomocontemplarlo.Trashaberrecorridolacapillahaciendopresiónenlasparedes,inclusolaquehabíadetrásdelaltar,ygolpearconfuerzaenel

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sueloparacomprobarsisonabaahueco,tuvimosquereconocerquenohabíamosconseguidonada.—Sihemosdehacerestoentodaslashabitacionesnotendremostiempoparainspeccionardearribaabajolacasa...,sontrespisosconsuscorrespondientespasillos—opiné.—Supongoqueno—contestóWalcott—.Demomentonovamosabuscarloenellasporquemeparecehartoimprobablequesehayaocultadoenuna...,esoleharíaestardemasiadocercadelexterior,anoserquehayaunaoquedadsecretaquelepermitaestarasuficientedistanciadelaluzsolar,perocomobiendicesregistrartodasnosllevaríahorasytampocopodemosestarsegurosdequetalhuecoexista,essolounasuposición.Bajaremosalsubterráneo,peromegustaríaecharunvistazoalcadáverqueencontrastearriba.DijistequeeraelhijodelosKavanagh...—Estáenelcorredordeltercerpiso—apunté.—Sí,lorecuerdo,ytambiéntengopresentequehayunapuertasecretaenelrecododelaescalera,quellevaalpasadizo,alpanteón,allaboratorioyaotracapilla...,¿meequivoco? —Es tal como ha dicho —corroboré mientras «veía» esos lugares como si me hallara antereproduccionesfotográficas.—Ahoravamosaverelcadáver—dijoWalcottsaliendodelacapillapordelantedenosotras.Noporestaracompañadayserdedíasentímenosresquemoralsubirporaquellaescalera,puesmisrecuerdos, alimentados por el constante sonido de la lluvia, que tanto asociaba conmi estancia en lamansión, estaban tan vivos que resultaban hirientes. Susan O’Connor, que parecía recuperada de laimpresiónque le había producido el hallazgodel cadáver descompuesto en la capilla,me tomóde lamanoylaapretóparadarmeánimo.Lesonreíporsuintención,peromuchometemoquedebiódeserunasonrisa torcida, pues cada peldaño que subía me angustiaba, y no pude menos que pensar cómoreaccionaríaellaanteelcadáverdeCharlesKavanagh.—Vasaveralgoespantoso—intentéprevenirla.—Loimagino. Cuando pasamos por delante del corredor donde se hallaba la biblioteca, por primera vez noexperimentédeseosdeentrarenella, locualnosedebíaaqueloslibroshubierandejadodeatraermeporculpade loshechos,sinoporque, talcomohabíaseñaladoyomisma, teníamosotroenemigoenelpasodeltiempoydebíamosocuparnosdeloesencial.EncuantollegamosaltercerpisomepusedelanteparallevaramiscompañerosalahabitacióndeCharles,dondetitubeéantesdeentrar.—¿Esesta?—mepreguntóWalcottseñalandolapuerta;yantemirespuestaafirmativafueélquienseencargódeabrirla.Dentroyanohabíaningúncadáver.Laestanciaestabaenpenumbraylaluznofuncionaba,peroaunasíeraevidentequefaltabaelcuerpo.Walcottabriósumaletínparasacarunapotentelinterna,graciasalacualcomprobamosquetampocoestabaenotrolugardelahabitación. —Nome he equivocado, lo encontré ahí—murmuré, señalando la zona del suelo donde lo habíadescubierto. —Debo decir que nome extraña que haya desaparecido; hasta lo sospechaba—comentóWalcott,agachándoseparainspeccionarelsueloconlalinterna—.Sí,aúnquedanmanchasdesangre.—Estabamuerto,nadiepodríavivirconesasheridas—casigrité.—Dejémoslodemomento.Loimportanteahoraesproseguirlabúsquedaenelsubterráneo.Atravésdelaestanciadesnudasalimosalcorredordelashabitacionesparalaservidumbre,silenciosocomounmuerto,yledijeaWalcottquemepermitieraecharunvistazoalquehabíasidomidormitorioyaldelosFrankland.—Novamosaretrasarnosporello,apenasmellevaráunpardeminutos—leaseguré.—¿Nadieusalosotrosdormitorios?—mepreguntó.—SoloeldelmatrimonioFrankland,eldeAngieyelmío. Encontrémisropasdesgarradasyesparcidasporeldormitorio.Mimaletahabíasidopisoteadayel

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cristaldelaventanaestabaroto,locualpermitíaoírconmayornitidezelsonidodelalluviaazotandolacasa.Enlasparedeshabíamanchasdesangrequeformabanunossignosextraños.Mesobresaltóverminombreescritoenrojoencimadelacama.Tambiénconsangre.—Estáobsesionadoconmigo—musité. —No le atribuyas ninguna clase de sentimientos u obsesiones; es una especie de fiera—me dijoWalcott—.Solo sucedequehas estado en estamansión, a su alcance, y te librastede supoder.Es elcazadorquerastreaasupresamedianteelolor...,estossereslotienenmuydesarrollado. Así fuecomosupeporquéWilfreddeKavanagh sehabía referidoamiolordurante suasedio.Loentendí,peronohizosinoaumentarelascoquemeinspiraba.Ladesaparicióndelcadávermeparecíaunhechoenigmático,ytodavíamedesconcertómásqueJohnWalcotthubieracomentadoquelosospechaba;sinembargo,nocreíoportunopreguntarleporelmotivo.EneldormitoriodelosFranklandnohabíaseñalesdequealguienhubieraentradodespuésdehacerloyoeldíaanterior.Esomeconfirmóquedebíandeestarmuertos,puesWilfrednohabíadesatadoallísuira:enesecasoyoteníalaconviccióndequehabíaalcanzadosuobjetivoydebíadesentirsesatisfecho.Porellonotardéensalirparabajarconmiscompañerosporlaescaleradecaracol.Walcott,luegodeecharun vistazo a las habitaciones en desuso, abrió de nuevo sumaletín y extrajo de él unmachete y otrapotentelinterna,paraquedarseconelarmayentregarnosestaylaquehabíasacadoenlahabitacióndeCharles.—Antesdecogerelmachetehefrotadoelfiloconunaraízdemandrágoraylohebañadoconvenenodeserpiente.Esaúnmáseficaz—nosinformó. Laescaleraenespiralmepareciómássiniestradecomolarecordaba,consuspeldañossuciosyelvacío que se abría a ambos lados, que daba la impresión de alcanzar hasta elmismísimo averno. Elvértigomeobligóadetenermeporunosinstantesconlosojoscerrados,ysicontinuéadelantefueporqueWalcottmeurgióahacerlo.Abajo,llevéamisamigoshaciaeltemidocorredor,nosinhabermiradodereojoendirecciónalacocina.—Aquíhayuninterruptor—dijoWalcottllevandosumanolibrealapared. La bombilla del subterráneo estalló después de alumbrar por una fracción de segundo, y saltóruidosamenteporlosaires.SusanO’Connorfuelaprimeraenconectarlalinternayenfocarelsueloparaevitarquepisáramosloscristalesrotos.Walcotttuvoqueforzarconunaganzúalacerraduradelapuertadel laboratorio.EsodeberíahaberbastadoparahacernosdudardequeWilfreddeKavanaghestuvieraallí—habiendo llegado al alba, era difícil que hubiera perdido el tiempo dedicándose a asegurar elcerrojo,oalmenosasíloconsiderabayo—,perocreoquetodossentíamosunamorbosacuriosidadporveraquelmisteriosolugar.Extrañamente,labombilladelaestanciatambiénsefundióencuantoWalcottpulsóelinterruptor,ysaltóasimismoporlosaires.«Escomosilasluceshubieransidomanipuladasporunhábilelectricistaparanorespondermásqueaunasolamano»,pensé.Recorrimosellaboratorioconloshacesdelaslinternas,queponíanunpuntodevidaenunaatmósferaquesolohacíapensarenlamuerte.Másomenosenmediodelaestancia,unalargamesademármolconmanchasdequemaduras servíade soporteaprobetas, alambiquesy retortas,y, encimadeunacamillacubiertaconunatelaquealgunavezdebiódeserblanca,habíainstrumentosquirúrgicos,entreellostresescalpelos. Al enfocarlos descubrí en ellos manchas de algo que parecía sangre seca, igual que minombreescritoeneldormitorio.PeroelhorrorsemanifestócuandoWalcottlevantóotratelabajolacualhabíaun cadáverparcialmentedevorado.Reconocí condificultad el rostrodeAngie.Y sobre todoalvernos ante un recipiente de cristal grueso de gran tamaño en cuyo fondo varios pedazos de carne,todavíaadheridosaloshuesoscortados,yacíancualdiminutosbañistasahogadosenunlíquidoglauco,locualhizoqueSusanyyoapartáramosalmismotiempoelhazdenuestraslinternasparadirigirloshaciaunapared.

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—Hayqueentenderestocomounadespensadeesemonstruo—comentófríamenteJohnWalcott,quiennosinstóaquevolviéramosaenfocarloconlaslinternas;elhallazgonoparecíahaberlealterado,yaquesededicóamirarconinteréslospedazosdecarne.Enlamesademármoldescubrimosentrelosinstrumentosdelaboratoriounpuñadodealgosemejanteaceniza, y nome costó adivinar de qué se trataba.Walcott no hizo sino confirmarlo cuando dijo estarsegurodequeaquelloerapolvoobtenidodemachacaralgúnhueso,quizásdeWilfreddeKavanagh,conelcualCharleshabríaprocedidoaejecutarelritualdesutransformaciónenunbebedordesangre.—Nolehaservidodemucho—dije.Walcottnorepusonadaaeso.Despuésdehabercontempladoloshorroresqueencerrabaellaboratorionospusimosabuscarunposibleesconditeenél,camufladoenalgunaparedoenelsuelo.Nolohabía,onosupimosencontrarlo.Alaluzdelaslinternas,labúsquedateníaalgodefantasmagóricaymásdeunavez loshaces resbalarondenuevopor el recipientede cristal con la carnemuerta.Antesde salir,miatención se concentró en una libreta de tapas negras que hallé casualmente en el único cajón de unamesitademaderaquehabíaenunángulodellaboratorio,ypasésuspáginascreyendoquehabríaapuntesen ella de Charles Kavanagh acerca de sus actividades—blasfemas las habría denominado el abadMartens—, pero me decepcionó que no fuera así, ya que las anotaciones consistían en numerosaspalabrasdeunidiomaarcaico,deltododesconocidoparamí,ymedisponíaadevolverlaallugardondelahabíaencontradocuandoJohnWalcottmepidióqueselaentregara,altiempoquereclamabalaluzdeuna linterna. Le alumbró Susan para facilitarle su consulta. Walcott murmuró algo que no entendí ycerrandolalibretaañadió: —Debemos llevárnosla, puede ser importante para nosotros..., en cualquier caso engrosará micolección.ElhechodequeapesardeltiempotranscurridonohubiéramosencontradoelesconditedeWilfreddeKavanaghañadiónuevasdosisdeangustiaalaqueyasentía,puesalentrarenlacasahabíaconfiadoenquedaríamosprontoconél.Paranoaumentarla,noquisepreguntar lahora,peronotécómocrecíamiimpaciencia.—Miremosenestaotracapilla—propusoWalcott. Notuvimosnecesidaddeforzarlacerraduraparaentrarporquelapuertaestabatanhinchadaquenopodíaserabiertanicerrada:eracomosiestuvieraclavadaalsuelo.El interiorhabíasidoviolentado,igual que en la del vestíbulo: la cruz estaba también invertida y cubierta de sangre, y cuadros,reclinatoriosyesculturashabíansidoarrojadosalsuelo.LoúnicoqueencontramosallífueelcadáverdemisterFranklandenelmismoestadoqueeldeAngie. —Vaasermásdifícildeloquecreíamos—opinóSusan,expresandoenvozaltamipensamientoy,probablemente,eldeWalcott.Peroaúnnosfaltabaporregistrarelpanteónyelpasadizo,doslugaresquemeinspirabanmásmiedo,si bien la sensación estaba unida a la esperanza de que nuestra búsqueda pudiera acabar allí. MesorprendióqueWalcottnodieramayoresmuestrasdenerviosismo;eraelqueparecíatenermássangrefría, y lo atribuí a que su dedicación y sus estudios sobre ocultismo y demonología le habían hechoinmunizarsecontralosefectosdeesaclasedeescenarios.Lapuertadelpanteónsehallabaabierta,comoladeloratorio,yWalcottnotuvoquehacerusodesuganzúa. Aunque hacía muchos años que nadie había sido inhumado en aquel lugar, nos recibió elcaracterístico olor de la muerte, distinto del hedor que había percibido en mi solitaria expedición,adheridoestealaatmósferadelacasaporasídecirlo.Hastalaoscuridadparecíamásespesaqueenlaotra ocasión. Eso hizo que el ambiente resultara sobrecogedor y me sintiera como una intrusa en unmundoquenodebíaestarhollando.Walcottmirópensativamentelostrozosdelalápidarota,einclusoacaricióunodeelloscomosisetrataradeunobjetopreciadoodeunareliquia,yleoímurmuraralgo.Porunmomentocreíqueibaallevárseloenelmaletín.

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Porfin,nuestroamigo,Susanyyoempezamosmirandolosnichoscercanosalsuelo,golpeandoenlaslápidas selladas con telarañas como si estuviéramos empeñados en invocar a un fantasma, y de ellosWalcott pasó a los de arriba, escalando con sorprendente agilidad de un nicho a otro igual que siestuvieraenfrentándoseaunamontaña,en tanto leayudábamos iluminandosuspasoscon las linternas.Paramoverseconcomodidadhabíavueltoadejarelmacheteenelmaletín,elcual reposabaapoyadosobrelapareddenichos,alladodelospedazosdelápida.—Nohaynada—dijo.Acabamosdeinspeccionarlosnichossinhacerningúnnuevohallazgo,yWalcottdecidiómirartambiénen los cuatro sarcófagos dispuestos enparalelo.Probó amover, sin conseguirlo, la piedra que cubríacada uno de ellos, y, pidiendo otra vez que le ilumináramos, inspeccionó la base donde se asentabanaquelloscontantafirmeza.—Esimposible.Hacesiglosquenosehanmovido—concluyó. Soloentoncesadvertíundetallequenohabíavistoen laanteriorocasión:en lossarcófagosestabaesculpidoelescudodelafamiliaconsuáguilaconlasalasextendidasylossablescruzados,elcualmeimpresionómásquecuandoloviporprimeravezdominandopomposamentelachimeneadelvestíbulo.Era el signo de un pasado esplendor, desvanecido entre las sombras del reino de la muerte. Paracompletarmipensamientosolofaltabaenéllainscripción«sictransitgloriamundi».Elhuecoporelqueseaccedíaalpasadizoseasemejabaaungigantescoojonegroqueseguíadelejosnuestrosmovimientos, tratandodeamedrentarnosparaquenoosáramospasara travésdeél.WalcottySusanmanteníanfijassusmiradasenlaoscuridadabiertaenelhueco,comosiestuvierancalibrandolasposibilidades de encontrar aWilfred deKavanagh en las entrañas de aquel lugar, que ni siquiera yoconocíaapesardehabermeinternadoyaunavezporél.Walcotthabíavueltoaempuñarelmacheteyfueelprimeroenatravesar elumbral, sideesa formapodíadenominarse tal agujero.Nosdisponíamosaseguirlecuandolevimosdarunsaltohaciaatrás.—¡Tarántulas!—gritó. Elgritome inmovilizó.Laarañaeraelanimalquemás temíadesdeniñayqueme inspirabamayorrepugnancia,ysaberquelashabíaapocospasosdemí,consuscuerpospeludos,bastópararemovermisterroresdormidos,quemehabíanacompañadohastalaadolescenciaconfidelidaddignademejorcausa:nopodíaverunasinsentirunescalofrío.Susanestabaaltantodelarepulsiónquemeinspiraban,pueshabía estado presente en un par de incidentes que yo había vivido a causa de ellas estando en elinternado,ybuscómimanoparapresionarla.—¡Necesitoluz!—nospidióWalcott.—Notemuevas,meencargodeello—medijoSusansoltandomimanoparaaproximarseasuamigo.Cerrélosojoscuandoelmachetepartióporlamitadaunadelastarántulas,ycasipudeoírelsonidodelacerorasgandoelaire,pero tuve tiempodeverquehabíaalmenosunadocenadeejemplaresqueextendíananuestrospiesunaalfombrapeludaencontinuomovimiento.ManteniendolosojoscerradosylosoídossordosesperéaqueWalcott terminarasu labor.Metemblabanlos labiosyunfríomortalsehabíaextendidoportodomicuerpo.Susanmeavisódequeelcaminoestabadespejado.—¿Esseguroquenohabrámás?—pregunté.—Nopodemossaberlo,perotenemosqueentrarahícomosea—respondióWalcott.—¿Dedóndehabránsalido?—seinteresómiexprofesora.—Loignoro,ysinembargoapostaríacualquiercosaaquesupresenciaporaquísedebeaél,pueslosbebedores de sangre tienen muchos mecanismos de autodefensa durante su fase de letargo. De todasformas,latarántulanoestanvenenosacomosesuelecreerpordesconocimientodelosarácnidos;síloes la viuda negra, por no hablar de otras especies letales—dijo, y volviéndose hacia mí añadió—.Lamentohaberteasustado,nohepodidoevitarlo.—Noesunconsueloquelashayapeores...,nopuedosoportaraninguna—repuse.

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El tropiezo con las tarántulas agudizómi estadode alerta, y a cadanuevopasoquedaba intentabaasegurarmedequenohubieraotraporelsuelo.¿Ysiestabanporlasparedesoenlabóveda,dondelastelarañascolgabancomosudarios?Sudarios,asíeracomohabíadescritolastelarañasdelosnichoselhombreaquiendebíalanoticiadelaexistenciadeWilfreddeKavanagh.Tratédenopensarmásenello.No obstante, disponía de tiempo para comprobarlo, porque Walcott no seguía adelante hasta haberinspeccionadocondetallecadapalmodeparedydesuelo.Siíbamostandespacio,medije,elatardecersenosecharíaencimasinhaberdadoconloqueestábamosbuscandoyenlugardemovernosconlibertadporlamansióntendríamosquededicarnosaprotegernuestrasvidas.—¿Nopodemosavanzarmásdeprisa?—inquirí. —Esprecisoquenoscercioremosdequenodejamosnadasin inspeccionardetrásdenosotros...,sifallamos,eseserseencargarádequenopodamosdisponerdeunasegundaoportunidad.Lasparedesdelpasadizo,queinspeccionábamospasandoalternativamentedeizquierdaaderecha,seasemejabantantoentresíqueteníamoslaimpresióndequeestábamosmirandosiemprelamisma,comosiestuviéramosinmersosenuncírculovicioso.CuandopasábamosdeunladoaotroWalcottsedeteníapara observar el suelo que mediaba entre ambos, pero solo veíamos paredes húmedas de las cualesdesprendíamos telarañas y grumos de tierra blanda al tocarlas, incluso solo con rozarlas, y un sueloinvadido por la tierra caída y por el polvo acumulados a lo largo del tiempo. El techo estaba tandeteriorado que amenazaba con derrumbarse sobre nosotros en cualquier instante y recé para que nosucediera.Cuandolamonotoníadenuestrosmovimientosempezabaaresultarmepesada,Susanseñalóunagujeroque,enprincipio,nopermitíaelpasodeunhombre,ymenosdeunindividuocorpulento. ¿Y si Wilfred de Kavanagh se había introducido por allí después de haberse transformado enmurciélago?LecomentéaJohnWalcottesaposibilidad,peromisugerencianoobtuvodeélmásqueunasonrisa.—Aunquehubieraqueridometerseporahínohabríapodidoporqueseríaunmurciélagodesumismotamaño;supongoque tedaríascuentacuandoseposóencimadelcochedeSusan—dijo—.Segúnmisdatos, la transformacióndeunbebedordesangrenoconllevauncambiode tamaño.Noobstante,paraqueteconvenzas,vamosacomprobarlo.Nosagachamoslostres,ySusanyyoenfocamoselinteriordelagujeroconlaslinternas.Tuvimosqueincorporarnosenseguida,puesloshacesmostraronunrebullirdepatasycuerpospeludosqueformabanotraalfombraanimal.Unescalofríorecorriómiespinadorsal.—Eselnidodelasarañas—comentóWalcott—,nohaynadaquehaceraquí. Comoconfirmando suspalabras,unade las tarántulas saliódel agujero,peronuestrocompañero leasestóungolpeconelmachete,encuyofiloquedabanrestosdelamatanzaquehabíahechoalaentradadelpasadizo.Walcottdebíadehaber reflexionadosobreel inconvenientedelpasodel tiempo,porquenosdijoqueenlosucesivoíbamosarepartirnoseltrabajodeinvestigarelrestodeltúnel.—Pasadmeunadelaslinternas,yomiraréporestelado—añadióseñalandoasuizquierda—.Vosotrasos encargaréis del suelo y de la otra pared.Confío en que estéis bien despiertas, si hay algo que osresultasospechosonoesperéisadecírmelo. Deesaformanosdividimosla tarea.EstabaseguradequeSusanO’Connoryyodebíamosdeestarsintiendolomismo:Walcotthabíadelegadoennosotrasunagranresponsabilidadytendríamosqueestaralaalturadesuconfianza,pueseramucholoquehabíaenjuego.Porelloavanzábamosconmáslentitudqueélasegurándonos,antesdedarelpasosiguiente,dequenodejábamosnadasinmirar,peroniélninosotrasdábamosconalgoquenosproporcionaraunapistasobrenuestroobjetivo.Elpasadizoparecíatanabandonadocomolapropiamansiónyestabatansilenciosocomoesta.Casimeestabaacostumbrandoaloloryalfríoquenosacompañabandesdequehabíamosentrado,puesademásteníalaventajadequemeresultabanmásconocidosqueamisamigos.Walcottibaahoratandeprisaquellegóunmomentoenquelaluzdesulinternaamenazóconunirsealaoscuridaddeltúnel,perdiéndoseen

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ladistancia,ytuvimosquepedirlequenosesperara.IgnoroquépensaríanélySusan,peroyoempezabaasentirelsabordeladerrotayacreerquenuncaencontraríamosaWilfreddeKavanagh,yconforme,segúnmiscálculos,nosíbamosacercandoaltérminodelpasadizomisensacióndefracasosehizototal.MeextrañabaasimismonohaberencontradotodavíaelcadáverdemistressFrankland. Walcott noshabía esperado, tal como le habíamospedido, y llegamos juntos al final del túnel, quereconocí en cuanto comencé a percibir con claridad el sonido de la lluvia, acompañado por algunostruenos.Lapreguntaquemehice fue inevitable:¿enqué recónditapartede lacasasehabríaocultadoWilfred para evitar que le descubriéramos? Me resultaba difícil creer que estuviera en una de lashabitaciones. —Parece que no resta nada por registrar en este lugar—dijoWalcott cuando la pared ciega nosimpidióseguiradelante—.¿Dóndeestáelresortequeabrelapuerta?Estavezloencontréconfacilidadporquecontabaconlaluzdelalinterna,peronologréhacerlogirar.Walcottmesustituyóyestuvounratoforcejeandoconélhastaqueconsiguiómoverlo.Lapuertanoseabrió.Dandomuestrasdeimpaciencianuestroamigohizootratentativa,dejóescaparunamaldiciónyseempeñóenelloporterceravez,envano. —No hay manera —dijo golpeando en el resorte—. Esta maldita puerta no se abre, alguien hamanipuladoelresorteparaanularlo.—¿Quévamosahacerahora?—preguntóSusan. —Solo tenemosunaopción: volver por el pasadizo hasta el panteóny salir desde allí al resto delsubterráneo.—Yconfiarenqueelportónnoestécerrado—añadí,recordandoloquemehabíasucedidolaotravez. LepreguntéaWalcottpor lahora,peroen lugarderespondermese limitóacomentarque teníamospoco tiempo hasta que oscureciera. Sus palabras no hicieron sino constatar que nuestra situación eraextremadamentepeligrosayqueloseríamássiquedábamosencerradosenelpanteónyenelpasadizo,locual coartaría nuestros movimientos cuando Wilfred de Kavanagh dejara su escondite diurnoconvirtiéndonos en fáciles presas suyas. Y si lográbamos salir del panteón dispondríamos de pocoslugares donde protegernos para pasar la noche. No puedo decir que estuviera arrepentida de haberacompañadoaJohnWalcott,puessabíaaloqueibaaexponermesiregresabaaKavanaghHallysentíaquedebíahacerlo,perololamentéporSusan,quepodíahabervueltoalinternado.Nuestroamigosacólapipa y la cargó y encendiómientras emprendíamos el camino de regreso, sin duda para reflexionar ocontrolarsusnervios.Lasráfagasdelaromáticohumopusieronunanotaagradableen laatmósferadelpasadizo y Walcott no parecía dar importancia a que eso pudiera dar a Wilfred una pista paralocalizarnos. Hicimos el camino de vuelta conmás rapidez, aunqueWalcott se detuvo tres o cuatro veces paracuriosear en la pared que habíamos inspeccionado Susan y yo, pero no quise interpretarlo como unamuestradedesconfianza,sinomásbienderabiapornuestrofracaso.Enciertomomentomeparecióverhuellasquedenotabanqueelsuelohabíasidoremovidorecientemente;sinembargonodijenadaconelfin de no detenernos más y salir cuanto antes de ese lugar, mientras me dedicaba a ir eliminandomentalmenteloposiblesesconditesdeWilfred.Nocreíaqueestuvierafueradelsubterráneo,peroteníala convicción de que habíamos batido bien todo el terreno, incluso los nichos, y Walcott se habíamostradosegurodequenadiehabíamovido lossarcófagosdepiedra.Yoardíaendeseosde llegaralpanteón para comprobar si el portón seguía abierto —¿quién lo habría podido cerrar si, aparte denosotros,Wilfred era el únicohabitantedel gigantesco sepulcro enque sehabía convertidoKavanaghHall?—,locualnosfacilitaríaalmenosunavíadeescape. Daba la impresión de que el pasadizo se había hecho mucho más largo desde que nos habíamosinternadoenél:nuncaacabábamosdellegaralagujerodesalida.Esonosforzóaapretarelpaso,ylaslinternas,queseguíamosllevandoencendidas,provocabanconnuestrosmovimientosunluminosozigzag

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en el accidentado suelo que causó la huida de varias ratas, a las que vimos ocultarse por resquiciosabiertosenlosbajosdelasparedes.Cuandoporfinllegamosalpanteón,Walcottcoincidióconloqueyopensaba cuando comunicó su certeza de que el bebedor de sangre debía de estar oculto allí o en elpasadizo.—Estoysegurodequelohemostenidodelantedenuestrosojosynohemossabidoverlo—dijo.Suvozteníauntonopesimistaqueatribuí,enestaocasiónyasinduda,asureconocimientodelfracasodenuestratentativa.Elportónestabaabiertoyalverlosemeocurrióunaidea.—Tambiéncreoquesenoshapasadoporalto—dije—.Podríamosdejarelportóncerradoconllave,puesdeesamaneraimpediremosquesalgacuandodespierte.—Estálaotrasalida—merecordóSusan.—Peroelresortequelaabrenofunciona—repuse.—¿Yquiénnosaseguraquenofuncioneporelladodelvestíbulo?—inquirióSusan.—Siseencuentraporaquínopodrámoverlodesdedentro.Mesentíacadavezmásconvencidademiidea.Walcott,quenohabíadichonada,intervinoennuestraconversación.—Alicepuedetenerrazón,habríaquecerrarlapuerta;loquesucedeesquenotenemoslallave—dijo,señalandolacerradura.Suspalabrasenfriaronmientusiasmo,peronoquisedarmeporvencida.—Lallavepuedellevarlaélencima,encuyocasonotenemosnadaquehacer,opuedeestarenalgunaparte del laboratorio. Hay un cincuenta por ciento de posibilidades de encontrarla..., aunque tambiénpodríahaberunduplicadoenlosbolsillosdemistressFrankland,creoquedebíadellevarencimatodaslasdelacasa—comenté.—Nohemosvistoaesamujerylomásprobableesqueestémuerta—opinóSusan.—Esverdad—reconocí—.Tendremosquelimitarnosallaboratorio,aunquenosllevarátiempo.—Nosdedicaremoslostresaello—dijonuestroamigo. Entramoscomounaexhalaciónenel laboratorioyviqueWalcottconsultabasureloj.Buscamosportodaspartes,peronoencontramosningunallavepeseaquelaslinternaseranbastantepotentes,ytuvequeaceptarquehabíafalladoenmiprevisión.—¿Porquénomiramosenlacapilla?—propusoSusan—.Puedequeesesersospecharaloqueíbamosahacercuandonoloencontráramosylaescondieraallí.Esunlugardondeanadieseleocurriríabuscarunallave. —Estoy pensando...—murmuróWalcott, como hablando para símismo—.Antes he dicho que eradifícilponerseenellugardeeseser...,perolointento...¡Claro,hayotrositio!Nohemosmiradoenlosbolsillosdelcadáverquehemosencontradoaquí.SeñalólatelaqueocultabaelcuerpodeAngie. —Sí,quizáshadadoporsupuestoquenonosatreveríamosaregistrarunasropasensangrentadas—opinóSusan.LaideadevolveravermeanteelcuerpodestrozadodeAngiemecolocóunnudoenlagargantaylesrecordéquehabíaotrocadávereneloratorio.—Habráqueregistrarambos. —Walcott...—dije—.Esachicaeraamigamíaynomesientocapazde...Sinote importa,prefieroregistrarel cuerpodeFrankland,elcocinero.Entretanto,mientrasvoyaloratorio,Susany túpodríaisencargarosdebuscareneldeAngie.—Comoprefieras,asíganaremostiempo.¿Notienesmiedodequedarteallísola? —Despuésde todo loquehepasadoenestacasanome importaestarasolasunosminutosmás—repuse.Dejéellaboratorioparairalacapilla,peroelpocotiempoqueinvertíyendodeunlugaraotro,pues

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ambosestabanpróximos,meimpresionómásdeloquehabíasupuestoynopudeevitarmoverlaluzdelalinternaprimerohaciaelnacimientodelcorredoryluego,asomándomeporelrecodo,hacialapuertadelpanteón, la cual habíamos dejado entreabierta, y ello me permitió divisar el bulto formado por lossarcófagos.Conesaluzellugarparecíamáslúgubreyaterrador,sobretodosipensabaqueWilfreddeKavanaghpodíaestarporallí...¿Yporquénoenlacapilla?Estabaseguradequelahabíamosregistradocondetalle,perosiemprequedabaunasomodeduda.Evitandopensarqueestabasola,hurguéconmanostemblorosasporlosbolsillosdeRichardFranklandenbuscade la llaveesforzándomepornomiraraquel rostrosemidevorado,quehabíavistoconciertafrecuenciaduranteunosdías.No la encontré.El olor de la sangreme revolvía el estómago.Un ruidodetrásdemíhizoquemevolvieraasustadaygirélalinternahacialapuerta.Nadasemovíaenelrecinto.EneseinstanteoígritaraWalcott:—¡Tenemoslallave! Cuando salía a reunirme con ellos, satisfecha de estar acompañada de nuevo,me aguardaban en lapuertadellaboratorioyWalcottmostrabaenaltounasllaves.Porunmomentomeasaltólasospechadequenosirvieraningunadeellas,perolaguardéparamímisma.Meencarguédecerrardegolpeelportóndehierroprovocandotalestrépitoquedebiódehacersenotarentodalacasa,yWalcottdejóenelsueloelmaletínyelmachete,ypidióqueenfocáramoslacerradura.Laprimeraylasegundallavenoentraronenella,perosí la tercera.Nuestroamigolahizogirar.UnoschirridosmetálicosacompañadosporunaexclamacióndetriunfoporpartedeWalcott,indicaronquehabíaconseguidocerrarelportón,aislandoelcorredordeaquelmundodetinieblas.

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Capítulo8NOCHESINFINAÚNnosehabíadesvanecidodeltodoelecoprovocadoconlasmaniobrasenlacerraduradelportón,cuandonosencaminamosdeprisahacialasalidadelsubterráneo.JohnWalcottibadetrásdenosotras,denuevoconelmacheteyelmaletín,encareciéndonosquenonosdetuviéramospornada. —Por lahoraquees, yaha anochecido—dijo—.Esemonstruohadebidodequedar aisladoen lacripta..., si es que está por allí. Por si acaso iremos al coche sin detenernos y no regresaremos hastamañanaparacompletarnuestratarea.Esperoquetengamosmejorsuerte. Habíamosapagado las linternas,peroesonoconstituíaunobstáculoporqueyoconocíadesobraelcamino. A pesar de la recomendación de nuestro amigo nos detuvo un repentino y fuerte rugido queparecíaprovenirdelsubsuelo,enelquelafuriasemezclabaconlaexcitaciónylaavidezdelcazadoralsentirsecercadesupresa.Mediolaimpresióndequehabíahechovibrarlasparedescomosihubieracaídounrayoenlacasa.—¡Noosdetengáis!—gritóWalcott—.Tenemosqueabandonarrápidamenteestelugar.Erainnecesarioquelodijera,porqueelrugidopusoalasennuestrospies.Noarrojéniunasolamiradaalacocinacuandopasamosporella,peroencuantollegamosalvestíbulo,queyaestabaenmanosdelaoscuridad, no reprimí una exclamación al percibir un hedormás agresivo y nauseabundo que paramídenotaba la proximidad del ser que habíamos estado buscando. El sonido de la lluvia lo hacía mássiniestro.—Debedeestarcercadeaquí...,esperaduninstante,voyacomprobaralgo—dijeaproximándomealrecodode la escaleraparaverificarmi sospecha, sinhacer caso aWalcott, quienmepidióqueno lohiciera.Lapuertasecretadelpasadizoestabaabierta.—¡Wilfredhasalidoynosécuántoratollevarásuelto!—grité. Pesea la inmensidaddelvestíbulo, ladistanciaquenosseparabade lasalidade lamansiónnoeramucha, pero nuncame había parecido tanta como en esemomento. Todo sucedió en pocos segundos,comosi la realidadhubiera sidoalteradaporun sueño:una figuraoscura surgió repentinamentede alladodeunade lasarmaduras,creando lasensacióndequeestasemovíahacianosotros,ysindarnostiempo a reaccionar se apoderó de Susan, quien profirió un chillido; su agresor la enmudeció con ungolpeenlanucay,deunsalto,llevándolabajounbrazocomosicargaraconunpelele,sealejóhacialaescalera.Walcottechóacorrerenposdeellosconelmacheteenlamano.Habíasoltadoelmaletín,elcualyacíaentreabiertoenelsuelodejandoversucontenido.Leseguí,perocuandolleguéjuntoaéldijosinapartarlamiradadeloaltodelaescalera:—Hadesaparecido.ElhorrorquemehabíaproducidoelsecuestrodeSusandelantedenuestrosojossinpoderhacernadaparaevitarlofuemayorqueelvividohastaentoncesenKavanaghHall,ymesentículpabledelasuertequepudieracorrernuestra amiga.Sentíaunaangustia indescriptibley lovi todoa travésdeun turbiovelodelágrimas.—Vamosabuscarlo...—balbucí—,hayqueimpedirquemateaSusan.—Yalohahecho...,¿nohasvistoelgolpequelehadadoenelcuello?Leharotolasvértebras.Sinolohubieraimpedidoelsonidodelalluviahabríamospercibidoelruido.Larabiayeldolormeimpidieronrazonar.Movílacabezadeunladoaotrosindarmecuentadedóndeme encontraba, como si un espeso velo rodearamimente igual que el anillo de gas rodea al planetaSaturno,yunmareohizoque lasparedesgiraranamialrededor.Noqueríaadmitir loqueacababadedecirWalcott,perosuexpresiónyelbrillodeunaslágrimasensusojosconfirmaronlarealidad:SusanO’ConnorhabíamuertoamanosdeWilfreddeKavanagh,yesoaumentómisentimientodeculpa,pues

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mesentíresponsableporhaberlainvolucradoenmiaventura;denohabersidoporlapreocupaciónquesentíapormíyquelahabíaimpulsadoaveniraKavanaghHall,estaríaimpartiendosusenseñanzasenelinternado.Superandocomopudemimareo,quemedejóflojaslaspiernas,volvíadecirleaJohnWalcottquedebíamosirtrasaquelser,perolorechazóconfatalismo. —Yanopodemoshacernadaporella,ysiahora tratamosdeenfrentarnosaeseser tienelaventajasobrenosotrosdequepuedeestaracechándonosencualquierparte—tomóairepara seguirhablando;cuandolohizolaslágrimascaíanporsusmejillas—.Seguiremosconelplandealejarnosconelcoche.Noconduzcotanbiencomo...,Susan—titubeóantesdepronunciarelnombre,comosiledolieradecirlo—,perointentaréllegaralaciudad. Hasta las armadurasme parecían hostilesmientras nos dirigíamos hacia la puerta, y elmareo queseguíanotandomeimpedíaavanzardeprisa.Unrelámpago,seguidodeunfuertetrueno,pusoconsuluzvioláceaunanotafantasmalenlaestanciaquehizoquetodo,inclusolaspuertasabiertasalaoscuridad,tambiénladelacapillaviolentada,resultaramásirreal.Lalluviahabíaarreciadodesdenuestrallegada,peronoeraesoloquenosimportaba.SusanO’Connorestabamuerta,yWalcottyyocorríamoselpeligrode convertirnos en otras víctimas deWilfred deKavanagh. Tras recoger y cerrar apresuradamente elmaletínsalimoscorriendohaciaelcoche,yal llegaraéldescubrimosquealguienhabíadestrozadoelvolante,dejandoinutilizadoelvehículo.—¡Malditaseaesamonstruosidaddelanaturaleza!—gritóWalcottalzandolacabezahaciaelcielo. Lalluvia leobligóacerrar losojos,masnoporellodejódemirarhacia loalto,ajenoalaguaquecorríaporsuscabellosyporsurostromezclándoseconsuslágrimas.Yonosabíaquéhacer,sibienlalluviahabíaaliviadounpocomimareo.Eldescubrimientodeldestrozodelvolante,que teníaqueserobradeWilfred,ylaviolentamuertedeSusaninfluíanparaquemisreflejosfueranmáslentos.—Debemosprotegernosdondesea,salvoenelcoche—dijoalfinWalcott—.Podríamosiraesacasadondeestuvisterefugiada.—Nopiensovolveraeselugarpornada...,estantocomoestarencerradadentrodeunajaula.—¿Prefieresregresaralamansión?Esotrajaula,perodemayortamaño. —Almenos en ella encontraremosalgún sitiodondeocultarnos, y en casodenecesidadpodríamosmovernosdeunoaotro...,enlaviejacasadeljardineroestaríamosviendocontinuamenteaesemonstruoynopodríasoportarlo...,no,no,yatuvebastante.Acabélafraseconunsollozo.—Decidámosloya—dijoWalcott—.Estamosperdiendountiempoprecioso.Alice...,lamentodecirlodeunamanera tanbrusca,peroeseserno tardaráenbeberse la sangrede laqueridaSusan,e inclusodevorarpartedesucuerpo...,sinolohahechoya,solodisponemosdeesemargendetiempoparatratardeescondernos. Pormuydolorosas que resultaran las palabras deWalcott no podían sermás ciertas. Si queríamosencontrarun refugioen lacasanopodíamospermanecerniunminutomás juntoauncochequeyanoservía para nada. Sin embargo..., ¿dónde buscarlo, si cualquier parte deKavanaghHall pertenecía alterritorio familiar deWilfred, conocedor de los secretos, trampas, rincones y recovecos que había enella, algunos de los cuales quizás podían serles desconocidos hasta a los actuales miembros de lafamilia?—¡Unmomento!—grité—.Mehabíaolvidadodelgaraje...,todavíaquedauncocheallíypodríamos...Nomedejóterminarlafrasey,sindejardemurmurarcontraelproblemadelpasodeltiempo,echóacorrerhaciaelgaraje,queencontramosa lavueltadeledificio,pordondeeldíademi llegadahabíavistodesapareceraPatrickconelautomóvil.Solotuvimosqueempujarlapuerta,antelacualsehabíanformado charcos de lluvia, pero antes de entrar intuí lo que íbamos a hallar: el tercer coche de losKavanagh tenía destrozado asimismo el volante. Lo que no había sospechado era que tambiénencontraríamosallíuncadáver.MistressFranklandyacíaenunrincóndelgaraje,sobreunasmanchasde

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aceiteseco,conunaexpresióndeespanto,eigualquelosotrosteníadesgarradoelcuelloydevoradospartedesusbrazosdejandoalavistaloshuesos.Walcottnoesperóadecirqueyanopodíamosretrasarnosmásymehizoabandonarelgaraje,yocasienmudecidadeespanto.Habíavistodemasiadoscadáveresenunasolajornada. Mientras subíamos por los peldaños que nos llevaban otra vez al interior de lamansión, no podíaapartardemílaideadequeestábamosponiéndonosenmanosdenuestroverdugo,ymepreguntésinohabría sidomejor aceptar la propuesta de ir a ocultarnos en la casa del jardinero, pero la voz de lafatalidadmesusurróqueeralomismohacerunacosaqueotra,puesadondequieraquefuéramosestaríaesperando el horror de Wilfred. Cuando entramos en el vestíbulo estábamos empapados, y no mesorprendióqueWalcottdijeraquedeberíamosdescalzarnosconobjetodenofacilitaraeseserlatareadeseguirnuestrorastro.Bajonuestrospies,unospequeñoscharcosdeaguaqueantesnohabíadelatabannuestrapresenciaenlacasa.—Inclusoestaríabientácticamenteocultarnosendoslugaresdistintosconelfindeponérselodifícil,peronoquieroarriesgartodavíamástuvida—añadió,ymedicuentadequeeraunabuenaidea.Solotitubeamosporunossegundosmirandolosposiblescaminosaseguir,ydejéqueWalcotttomaralainiciativa,aunquehabríapreferidoelsubterráneoasubirporlaescalera,yaquelaúltimavezquehabíavistoaWilfredhabíasidoprecisamenteallí,cargadoconelcuerpodeSusan.Perocelebrélaeleccióndemiamigoporquealgirarlacabezahacialaizquierdadesdelosprimerospeldañosobservéquelapuertasecretadelpasadizoestabacerradadenuevo.Alguienlahabíautilizado. —Debede estar por la cripta—dije envozbaja, señalandohacia el recodo—, esapuerta ha sidocerradadespuésdemarcharnos. —Mejorasí,deesaformabuscaremosunahabitaciónquenospuedaservir...Porahoranosehabráapercibido de que estamos dentro de la casa, aunque ha roto el volante de los coches para impedirnuestrahuida,ycuandopaseporelvestíbuloveráelaguaantelapuerta.—Oleránuestrapresencia...,losébien...,tieneunolfatoprodigioso—repuse,fatalista.—Aprovechemosnuestraventaja,quemetemonodurarámucho.Elsilencioylaquietudsequebraronentoncesconunrugidodeultratumbaqueexpandiósuecoporlamansión.Eraunrugidosemejantealquehabíamospercibidoantesdesdeelsubterráneoyqueahoranoshizosubircasiasaltoslospeldaños.—Espeorqueelaullidodeunlobohambriento...—comentóWalcott—.Notardaráenaparecer.Yopenséquesolounmuertovueltoalavidapodíaproferirunrugidocomoaquel.Lasituacióneratanapuradaquedecidimosquedarnosenelprimerpiso,yconloszapatosenlamanoentramosenlaúltimahabitacióndelcorredordeladerecha,unpocomásalejadadelabiblioteca.Ignorocuálhabríasidonuestrareacciónsihubiéramosencontradolapuertacerrada.¿Servirnosdelaestanciacontigua?EntramosconsumocuidadoyWalcottseocupódeecharelcerrojo.Hechoesonosapoyamoscontra una pared, respirandomás ruidosamente de lo que habríamos querido, pendientes del silencio:escuchándolo.Existelafalsacreenciadequeelsilenciosignificaunatotalfaltaderuido,peronoesasí:tienevozpropia,yunapersonacrecidaensoledadycondotesdeobservadoraestáencondicionesdedetectarla. Yo la conocía desde niña y tuve la ocasión de ratificarlo estando encerrada en aquellaestancia.Ennuestrocasonomerefieroalrítmicogolpeardelalluviacontraelbalcón,lafachadayeltejadodelacasa,sinoaalgomuchomássutil:alosinesperadoscrujidosdeunviejomueble,alsonidodetupropiarespiraciónanhelante,alacertezadequealgoespantosoestáapuntodemanifestarseynotardaráenhacersenotarante ti.LaausenciadeWilfreddeKavanaghcontenía los signosde suprontapresencia:lavozdelsilencioformabapartedeellos.Eracomolaconcienciadelaprovisionalidaddetodaslascosas,unasensaciónquesiempremehabíaacompañadoporqueenlavidasolomehabíatenidoamímisma,yesomehacíaestarmásdespierta,másreceptivaasensacionesqueaotrospodríanpasarlesporalto.

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Laestanciaestabadesnudademobiliario.InfluidaporlaterribleimagendelamuertedeSusan,quesignificaba la definitiva clausura de mi pasado, así como por el hallazgo de los cuerpos de quieneshabían sidomis compañeros en la casa, cadaminuto que transcurría aumentabami certeza de quemiexistenciallegabaasufin,ymeacometióeldeseodeabreviarlaagónicaesperaysaliraaguardarenelcorredorlallegadadeWilfreddeKavanagh,quien,supuse,notardaríaenaparecer.Sinomedejévencerporelderrotismo fueporquealgo se rebelódentrodemíymehizo revivir ladecisiónadoptadadíasatrás,eneltren,deconvertirmeenunapersonaluchadora:demadurar.Cerrélosojosparaconcentrarmeenelsonidodelalluvia,queenesosinstantesrelacionéconelsonidodelavida,yasumíquenodebíadarmeporvencida.Cuandovolvíaabrirlos,Walcottestabaamilado,mordisqueandosupipayconelmacheteenlamanoderecha.—¿Novaaencenderla?—lepregunté,recordandoelaromáticohumo,quemehabríaagradadovolverapercibir.—Noquieroquenosdescubraporeso—repuso. Otro rugido rasgó el aire de lamansión atravesando los espacios intermedios entre elmonstruo ynosotros,hastaimponerseennuestrosoídos.Díasatrásmehabríaprovocadotemblores,peroapretélospuñoshastahacermedañocon lasuñasen laspalmasde lasmanos,comorespuestaaldemoníacoser:preferíaeldoloraltemor.Walcottseagachóparaabrirelmaletínyextraerdeélunobjetoquemeresultóconocido:erauntalismánsemejantealqueSeanmehabíaentregadoeldíademimarchadelinternado,luegodesaparecidodemidormitorio,yquenohabíavueltoaver.—Frotafirmementeconestolapuerta—meordenó. Hice loquemepedía, procurandoconcentrarmeenmismovimientos.No tenía la seguridaddequeaquelloresultaraefectivoparaahuyentaraWilfred,ocuandomenosparaimpedirlelaentrada,peromementalicéencreerquesí,yalacabarmequedéconeltalismánenlamanoderechamientrasacariciabalacruzceltaconlaizquierda.Entretanto,Walcotthabíasacadodelmaletínotracruzparacolocarlaentornoasucuello.—¿Porquélacruzcelta...,noserviríaigualmenteotra?—lepregunté.—Elanilloquelarodealadiferenciadeotras:representaalsoltalcomoeraadoradoporlosdruidas,ysabesqueelsoldestruyealosbebedoresdesangre,quesonhijosdelanoche.—Esodebedeserunaleyenda...—Todoesunaleyenda—aseveró.—¿Hayalgomásquepodamoshacer?—meinteresésinocultarmiansiedad. —Solo una cosa y ya la has hecho. Lomás importante ahora es saber utilizar estemachete—mecontestó.Otrosonidoseimpusoentoncesaldelalluvia:unosgemidoslastimerosquecreabanlaimpresióndeestarsurgiendodevarioslugaresalavez.Notardéenreconocerlos.—Eslabanshee...,estárondandoporlacasaparaadvertirdeunainminentemuerte—murmuré.Conpasossigilososmeacerquéalbalcóny,forzandolavistaparatraspasarlacortinadelluvia,diviséunafigurasuspendidaenelaire,cercadelafachada.Elaguameimpidiódistinguirsusfacciones—silastenía—,perosuaspectoeraigualqueeldelafiguraquehabíavistodurantemiprimeranocheenlacasa.Walcott se aproximó también al balcón y, apoyando la frente contra el cristal, recitó unas frases enantiguo gaélico, de las cuales no pude entender nada, que parecían formar parte de un ritual deexorcismo.Fuecomounaexhibicióndemagia,porquelafiguraseesfumóenseguida,yconellacesaronlosgemidos.Entreesoy loquehabíadichoacercade lacruzceltacreíaverme inmersaenunmundoirreal. Aunque agradecí interiormentequeWalcott hubiera ahuyentado a la banshee, o almenos la hubieraalejadodelafachadadeKavanaghHall,eraconscientedequeelpeligronosehabíadiluido,peronopudemenos que preguntarme si los gemidos de la aparición se debían a la recientemuerte de Susan

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O’Connoroanunciabanladenuestroamigoylamía;otalvezladeambos.ElsudorvolvióaperlarmirostroymiréaWalcottsindecirnada.Entoncesreparéenquesucruzceltadesprendíaunleveresplandor,comosiestuvierahechadeelementosfosforescentes.—Sirvedeayudaenlaoscuridad—dijocuandointerceptómimirada—,perotienelacontrapartidadequedelatalaposicióndequienlalleva;comotodoenlavida,tieneventajaseinconvenientes.—Silavedesdelejosnoseacercará—comenté.—Síyno.Nuncahaynadaseguroconlosbebedoresdesangre.Enocasionespuedensermuyaudaces,yhatranscurridomuchotiempodesdequesesabíasueficacia...Porloqueamírespecta,creopreferiblequenolaveahastaquellegueelmomento. Aparte de la insistente lluvia no se oía más que silencio; un silencio pesado, ominoso, que nopresagiabanadabueno.—Estoyconteniendomisganasdeencenderlapipa—confesóWalcottdetrásdemí.Encorrespondencia,tambiénreprimímicrecientedeseodeabrirlapuertayasomarmealexterior.Lainactividad y la espera me angustiaban, y de buena gana habría salido aunque fuera solo por unossegundos.Mecontuvieronelrecuerdodelasedioalquemehabíavistosometidaenlacasadeljardinero,y el deWilfred de Kavanagh rompiendo el cuello de Susan y cargando con ella cual una satisfechaalimañaconsupresa.Teníalabocasecaymeesforcéportragarsaliva.Elsonidodeunospasosenelcorredorhizoquemepusieraentensión,perofueunafalsaalarma.Todavíaestabajuntoalapuertaesforzándomeporestimularmisglándulassalivarescuandopercibíunfuertealeteoenel exteriormezcladoconel sonidode la lluvia.Alvolverme,observéqueWalcott sehabía colocado de espaldas al balcón cubriendo la cruz celta con un brazo enroscado alrededor delcuelloconelpropósitodeocultarsufulgor.Unbultooscurosemejanteaungigantescomurciélagocruzóvariasvecespordelantedelbalcón,y enunade ellasvique se tratabade eso.WilfreddeKavanaghrevoloteaba en forma demurciélago por la fachada de la casa, sin duda buscando señales de nuestrapresenciaenalgunadelashabitaciones.Walcott,quesehabíaretiradoaunángulodelaestanciadondenopodíaservistodesdeelbalcón,meindicóhaciendoseñasquemereunieraconél.Lohicea tiempodeevitarquemismovimientos fuerandetectadosporWilfred:elcuerpodelbebedordesangreoscurecióaúnmáslanegruradibujadadetrásdelbalcón, indicandodeesa formasupresencia,ypermaneció inmóvil.Debíadeestarolfateándonos.Susojos,quehabíaentrevistoantesdereunirmeconWalcott,teníanelcolordelrubí.Estandoasípenséenlafacilidadconqueelserpodríaentrardondeestábamosporqueenelbalcónnohabíabarrotes;elúnicoobstáculointerpuestoentrenosotrosyéleraunfrágilcristal. Sielratodeesperahabíasidoangustioso,capazdeestarapuntodehacermecometerunalocura,eltiempoqueWilfredpermanecióolisqueandodesdeelbalcónresultóigualdedesesperantequesulargoasedioenlacasaentrelosárboles.Transcurríanlosminutosycontinuabasinmoverse,haciendonotarsupresenciaconlasalasdesplegadascomosiquisieracerciorarsedequehabíadadoconnosotros.Contuveelalientocuantopude,procurandonopensarensusojos,yWalcottdebíadeestarhaciendo lomismoporquenoemitíasonidoalguno,comosiloqueteníajuntoamífuerauncadáver.Yoteníaganasdegritarycasituvequemordermelalenguaparanohacerlo. Inopinadamente,Walcottme tocó en unhombropara indicarmepor señas que debíamos ir hacia lapuerta,deloqueinferíqueestabaconvencidodequeWilfredsedisponíaaentrardeunmomentoaotro.Miré con escepticismoel restode lapareddonde estábamos apoyados, pensandoquenosdescubriríaantesdequehubiéramosllegado,perolaexpresióndemiamigoeralavivaestampadelaresolución,einsistió en lo que había apuntado señalando de nuevo hacia la puerta.Había que hacerlo y para ellotuvimosquedejarallíloszapatos.Empecéamovermedespacio,notandoelalientodeWalcottenminuca,conlaespaldaapoyadaenlapared.Denuevo ladistancia semeantojó inmensa,mayorque la real.Aúnnohabíamosalcanzado la

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puertacuandomepercatédequeelbultodelbalcónhabíadisminuidodetamaño,adoptandolafiguradeun hombre, aunque esta no era la palabra adecuada para referirme al bebedor de sangre.Wilfred deKavanagh había recuperado su forma habitual, prueba fehaciente de que nos había descubierto y sepreparabaparairrumpirenlaestancia.Descorríelcerrojoy,sinpausa,llevélamanoalpomoparaabrirdegolpelapuerta.Salídeprisa,conWalcottdetrásdemíy,sinconsultarleloquepretendíahacer,bajéhaciaelvestíbuloconlaintencióndebuscarrefugioenelsubterráneo. —Has hecho bien—oí decir aWalcott—. Seguro que ahora nos buscará por otras habitaciones yentretantopodremosencontrarotrolugar.Yonoestabatansegura,peronolecontradije.Loquehicefuepreguntarmesiíbamosatenerquepasarasí el resto de la noche, de escondite en escondite, comidospor la incertidumbrey el temor, hasta elinevitablemomentodecaerenmanosdenuestroperseguidor.Apenashabíamosllegadoalvestíbulo,conlospieshelados,unestrépitode cristales indicóqueWilfredyahabía entradoen lahabitacióndondehabíamosestadoocultos,seguidoinmediatamenteporotrorugido.—Cercadeaquíhayunapartedelacasaquemeesdesconocidaporquesolopaséporellaeldíademillegada, cuandoAngieme condujo ami dormitorio...,—señalé hacia la zonade los fogones—.Esuncorredoroscurocon,porloquerecuerdo,trespuertas,laúltimadelascualescomunicaconlacocina,alquesepuede llegarpor lapuertadeservicioquehayenelexteriorypor laescaleraenespiral,peroignoroloquepuedehaberenlosotrosdoscuartos...,puedequeseutilizarancomodespensas.Nisiquierasésiestaránabiertaslaspuertas. MequedéconlaimpresióndequeWalcottsedejaballevarcondesgana,sindemasiadaconvicción.Aunqueyolohabíapasadomaldurantemiestanciaenlacasa,nopudemenosqueacongojarmealpasarotra vez por la cocina, donde todo parecía estar esperando que se reanudara la actividad cotidiana.Salimos de allí al breve corredor, cerca de la escalera de caracol y de los peldaños que bajaban alsubterráneo.Lasotrasdospuertasnoestabancerradasconllave,peronodabanmásqueaunashabitacionesque,comohabíaintuido,servíandedespensayhedíanaalimentosenprocesodedescomposición.Enelsuelohabíatambiénmanchasdeaceiteseco, igualqueenelgaraje.Ningunodelosdoscerrojosfuncionaba.Elegimoslamáspróximaalexterior.Miamigomanifestósudesaprobaciónchascandolalengua.—Estosíquesonjaulas,yademásdesprotegidas...—comentó—.Solosemeocurreunacosa,peroesmuyarriesgada. Antesdequeexpusierasuideaadivinécuálera,porquemehabíapasadoporlamentedesdequelehabíaoídodecirquehabríaestadobienrefugiarnosendoslugaresdistintos.EnvezdehuirdeWilfreddeberíamosprovocarle, ira suencuentroofreciéndoseunocomocebomientraselotroseocuparíadesaltarsobreéleintentaríadestruirlo;yteniendoencuentaqueWalcottestabamáscapacitadoqueyoparamanejar el machete, me tocaría el papel de cebo arriesgando mi vida. Por eso no mostré extrañezacuando,alpreguntarledequésetrataba,meexpusolomismoquehabíapensado.—Loimaginaba—dije—.Eslaúnicasalidasiqueremosevitarpasarlanochedandotumbosenvano. —Alice..., no puedo pedírtelo si no estás segura de poder hacerlo—repuso gravemente—. Tienemuchaagilidadynoresultaráfácil;incluso...—titubeó—,incluso,noquieroengañarte,podríasalirmal.—Nopodemosseguirasí,pormínohayinconveniente.—¿Notearrepentiráscuandollegueelmomento? Moví negativamente la cabeza procurando no pensar en lo queme esperaba a partir de entonces.Durante un par deminutos estuvimos considerando qué lugar sería elmejor para situarnos, y aunqueestábamos de acuerdo en que el vestíbulo tenía más amplitud y ofrecía mayor visibilidad, lo cualfacilitaríalosmovimientos,convinimosquelapartedelsubterráneoeralaadecuadaporquedeesemodoyo podría permanecer a la vista en el corredor yWalcott esperar oculto cerca demí, ya fuera en elumbral del laboratorio o en el de la pequeña capilla, para saltar sobreWilfred llegado el momento

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oportuno.Mesentíatanaturdidaquecasinomedabacuentadeloquehacía.—Manténbienalavistalacruzcelta,yantesdequedartesolafrotatucuello,turostroytupechoconel talismán—me recomendó—. Eso podría retenerlo durante unos segundos, los que necesitaré paraactuar.Novacilescuandoseteacerqueytenpresentequeaunquenomeveasestaréahíparaintervenir.Seréunapresenciainvisible...Esomehizosonreír. —Hace poco he pensado esomismo deWilfred... ¿Cree que tardarámucho en aparecer cuando...,cuandomequedesola?—preguntéconunhilodevoz.Walcottescrutómirostro,comosibuscaraenélseñalesdevacilaciónpormiparte.Sumiradaeramáspenetrantequenunca.—Telovuelvoapreguntar...¿Estásseguradequenovasaecharteatrás?Antemirespuestaafirmativaprosiguió: —Acerca de lo que has dicho, eso depende de lo que tarde en convencerse de que no estamos enningunahabitaciónde lacasa.Dealgosíestoyconvencido:dejaráel subterráneoparael finalporquecreeráqueeselúltimolugardondenosrefugiaríamos.Sitodalacasaessuterritorio,elsótanotodavíaloesmás,porquesetratadesumedionatural...,laoscuridad,elsuelodelosmuertos,ladistanciaconrespectoalexterior,alsol...Decaminohacialacriptaoímosdosnuevosypavorososrugidos.WilfreddeKavanaghdebíadeestarfuriosoporquenodabaconnosotros,ycadarugidoeramásimpresionantequeelanterior.Enseguidanossituamosenelcorredorymiréloqueallínosesperaba:unlaboratorioyunacapillaconuncadáverencadalugar;másallá,elpanteónconlosrestosdelosantepasadosdelafamiliaKavanaghy,juntoaél,labocanegradelpasadizo.¿Wilfredapareceríaporallíopordondehabíamosbajado?MesentíatanaturdidacomodespuésdehaberbebidolanocheanteriorenlacasadeWalcott.Cuantomásobservabacadalugar,tantomásamenazadormeparecía,comositodoelsubterráneofueraelcubildelMal.Trasmirarenelinteriordellaboratorioydelacapilla,ydeapostarseencadaunodeellosparahacer la prueba de saltar con ligereza al corredor, Walcott eligió el primero. Cuando se dispuso adejarmesolaguardóelmaletíndentrodelaestanciaymerecordóloquedebíahacer;sinembargo,noseretiróhastaquemehubefrotadoconeltalismánysehubocercioradodequelacruzceltaestabavisibleenmicuello.Entoncesmebesóenunamejilla.—Tenvalor—pidió. En cuanto le vi desaparecer en el laboratorio, cuya puerta dejó entornada, comprendí que iba anecesitarmuchocorajeparaenfrentarmeaunserdetalnaturaleza.Aúnteníapresenteloquehabíavividoenlacasadeljardinero.Depieenmediodelcorredormirabaaunoyotrolado,temerosadequellegaraelmomentodeverapareceraWilfred.Nohabíanvueltoaoírseotrosrugidos,peroelsilencioresultabaaúnmáspesadoyterrible.Eracomoestarencerradaenunmausoleoesperandoquesemovieralatapadeun féretro y su ocupante se levantara para dirigirse haciamí. Iba a estar junto a losmuertos con uncadáverredivivo. Laangustiade laesperasuperóa lasanteriores,alextremodequeel tiempoparecíanoexistir.Enaquel subterráneo no había noche ni día, solo horror.Hasta el aire estaba helado. La tensión quemedominabasehizonotaren lapérdidadeequilibrio:micuerposebamboleababajomisropasmojadascomosiestuvieraapuntodederrumbarse.PorunmomentocreípercibirlapesadarespiracióndeWalcottpero no volvió a suceder. ¿Olfatearía Wilfred, cuando llegara, la presencia de mi amigo en ellaboratorio? ¿No se daría cuenta de que le habíamos tendido una trampa elemental subestimando suinstinto?LasensacióndequeeltiemposehabíadetenidoseagudizómásaúnporqueWilfreddeKavanaghnodabaseñalesdevida;¿oseríamejordecirseñalesdemuerte?Nilapartedelacriptaquellevabaalaescalerade caracol, a la cocina, al vestíbuloy a las despensas, ni el acceso al corredor a travésdel

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pasadizoydelmausoleomostraban,porloquesededucíadelsilencio,lamenorseñaldemovimiento.Volvíaescucharelsilencio,tanrealqueparecíaartificial.Temerosadequeelfrotamientodeltalismánhubieraperdidosuposibleefectodesdequelohabíahecho,lollevéotravezamirostro,amicuelloyamipecho,ymepreocupédehacermásvisiblelacruzcelta.Casinohabíaterminadodehacerlocuandointuíotrapresenciaenelcorredor,amiespalda.Wilfredestabaenelúltimopeldaño,observándomeadistancia.Habíabajadoporlaescaleraenespiral.Alcélacruzhaciaélperodesaparecióencuantolohice.Micorazónlatíatandeprisaquetemísufrirunataque. Denuevo estaba sola.El frío de la cripta se hacía notar conmayor intensidaddebido amis ropasmojadasya lospiesdescalzos.Tiritaba.Alcabodeunratode tensaespera,unestrépitohizoquemevolvierahacialazonadelmausoleo.Wilfredhabíadebidodeabrirlapuertadesdeelinteriory,despuésdedarlavueltaalrecodo,dabaunospasoshaciamí.Pesealterrorquemeembargaba,alverlotancercaadvertí que no parecía el mismo que me había asediado en la vieja casa del jardinero. Si bien suexpresióneraigualdecruel,susrasgoserandiferentes. No tuve tiempoparapensarmás, puesdeun salto seplantó junto amípara apresarmepor el tallemientrassoplabasobremirostro,micuelloymipecho,ymearrancabalacruzceltaproduciéndomeunarañazo en el cuello. Walcott surgió empuñando el machete, pero el monstruo se lo arrebatóviolentamenteconungolpeyconotrololanzóhacialapared.Miamigodebióderecibirunfuertegolpeenlacabezaporquequedóexánime.Creíquemicaptoribaairarematarlo,peroenvezdeellodijo:—Mástardemeencargarédeti—luegosedirigióamí—.Notemas,novoyaquitartelavidacomohehecho con tu amiga. Te aguarda una larga existencia conmigo... He pensado en una compañera paraaliviarmiexistenciasolitariayhacedíasqueteheelegido.Nocostarámuchoconseguirlo,vaasermásfácildeloquecrees.Luegovolveréaportuacompañante...,sitodavíavivenopodráhuirdelacasa. Teníaunavozcavernosaquemeresultóvagamentefamiliar.Sualientoeratanfétidoqueprovocabanáuseas.Tratédedesprendermedesuabrazo,fríocomoelairedelacripta,peronologrésinoquemeaferraraconmásfuerza.Apuntodedesvanecerme,advertíquemellevabahaciaelpanteón.LoúltimoquevienelcorredorfueaWalcotttendidoenelsuelo.¿Quéhabíapretendidodecirelmonstruososer?¿Queibaaconvertirmeenalguiencomoél?Conlacabezacolgandoentresusbrazoslovi tododesdeotraperspectiva,comosilosnichosyelsuelohubierancambiadodelugar,yunaluzseabriócaminoenmientendimiento,oscurecidoporelpánicodehabercomprobadoquelacruzceltayeltalismánnomehabíanservidodeayuda:quienmellevabanoeraWilfredsinoCharlesKavanaghyporellosuvozmeresultabaconocida;nuncahabíavistoalaluzsurostroperolehabíaoídohablar.¿Yelcadáverquehabíahalladoensuhabitación?Enseguidaobtuvelarespuestaaunqueparecíacasiinverosímil.LapiedraquecubríaunodelossarcófagosestabacaídayCharlesmeintrodujoenél,encuyointerioryacíauncadávercasiconvertidoenpolvo:WilfreddeKavanagh. En vista de que Charles me había colocado dentro del sarcófago, encima de los restos de suantepasado, grité y entendí que su propósito era someterme al ritual de transformación que conanterioridad había ejecutado consigo mismo. Cuanto había leído en el manuscrito encontrado en labiblioteca se me reveló de nuevo en todo su horror. La idea me produjo tanto asco como sabermetumbadasobreelcadáverdeWilfred,quepocoapocoestabavolviendoalestadoenquesehallabaantesdequeCharlesloexhumaradelnicho.—Porfavor,no...,sáquemedeaquí—supliqué. CharlesKavanaghasomósurostroalsarcófago,esbozandounasonrisaquepermitíaversusdientesafilados.Nohabíaenélnadahumano.Introdujounacopaplateadaparaextraerdelcadáverunpuñadodecenizasydespuéslasacóparaverterenellaunchorrodelíquidoqueparecíavinorojo.—Estavezvoyahacerloconmisangre,serámásrápido—dijo,removiendolacopa.Lancéotrogritoehiceunesfuerzoparaincorporarme,perometumbóconungolpebrutal.Yoteníaelvómitoenlabocadelagargantacuandoseinclinóhaciamíconlacopaenunamano.

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—Tienesquebeberesto.Hazloyaporquedeboocuparmedetuamigoantesdequetengaquebuscarlootravez.Yalohabríahechosinofueraporquemeinteresasmás.Nosédedóndepudesacarfuerzas.Deunmanotazointentéderribarlacopa,próximaamislabios,peroloimpidióaunquepartedesucontenidocayósobremí.Surostro,queexpresabaunamaldadinfinita,sedistorsionóalrecibirderepenteunmachetazoenelcuello,y,sinquetuvieratiempoparavolverse,otrotajo le desprendió la cabeza del tronco y de su cuello brotaron borbotones de sangre. Incapaz demovermedentrodelsarcófagolevitambalearse.Susmanosseagitaronenelaireydesaparecierondemivista.Transcurrieronunosminutoshastaqueotrorostroseasomó.JohnWalcott.Miamigomeayudóasalirdeaquellugardehorror.EncuantopuselospiesenelsuelomedicuentadequelacruzceltadeWalcottestabacolocadaenlabocaentreabiertadelacabezacortada,yunleveresplandorquesalíadeellaponíaunaluzfantasmalenelpanteón.ElcuerpodeCharlesyacíaalospiesdelatumbadepiedra.—TepresentoaCharlesKavanagh—dijoWalcott.—¿Yasabíasqueeraél?—acertéapreguntarcondificultad. —Lo sospechaba desde que escuché tu historia, pero adquirí la certeza casi absoluta cuando nosencontramosconqueelcadáverhabíadesaparecidodelaestancia...CharlesvolvióalavidaaWilfredparacomprobarlaveracidaddelaleyenday,sisecumplía,conelpropósitodeejecutarelritualdesupropiatransformación.Paraél,Wilfredsoloera,digámosloasí,laherramientaparaconseguirlo.Fueloúltimoqueoíantesdeperderelconocimiento.***EsanochenopudimosmovernosdeKavanaghHall.Despertédemiestadodeinconscienciatumbadaenunsofádelvestíbulo,donde,segúnmedijodespuésWalcott,habíapermanecidodurantecasiunahora.Entretantohabíadejadodellover,perolaatmósferadelacasaseguíasiendofríayacuosa.Mientrasmiamigomeesperababebiendounwhiskyquesesirvióenlacocina,subíparaducharme,cambiarmederopayponermeunoszapatos—losúnicosquemequedaban—,yaunquesabíaqueCharlesestabamuertolohiceaúnconciertorecelo,comosinoacabaradecreerloquehabíavistoytemiesequevolvieraaaparecerporcualquierrincón.Elespejodelcuartodebañomedevolvióunrostrocasiirreconocible:lajovenquesecontemplabaenélparecíamuchomásviejadeloqueeraalllegaralacasa,comosidesdeentonceshubieranpasadoveinteaños.¿Eraelpagopormadurarounaconsecuenciadelmiedo?Estabatan asqueadaque inclusodespuésdehabermeduchadoyponermeotra ropa seguía sintiéndome sucia.Estuveunratomirandoporelventanalperonovilamenorseñaldelabanshee.Cuandobajéalvestíbulo,Walcott,quesehabíanegadoaponerse ropayzapatosdeningúnmiembrode la familiaKavanagh, sehabía ocupado de arreglar el cable del teléfono, que ahora funcionaba, y me informó de que en miausenciahabíaencontradoelcuerpodeSusan,amediodevorar,enunode losnichosdelpanteón.Noquisebajaraverla. —Voy a llamar a la comisaría para dejar unmensaje al inspectorDavenport, un buen amigomío.Dejarédichoquepasenabuscarnosmañana,porquenotenemosotraformadesalir,ydepasoquetraiganunaambulanciaparaloscuerpos—comentó,marcandounnúmero.Leoídejarelmensajeaunqueprestépocaatenciónasuspalabras,yluegosesentóamiladoenelsofá.Ensurostrotambiénquedabanhuellasdelatensiónalaquehabíaestadosometido.—Resultarácomplicadoexplicarlosucedido—medijo—,peroDavenportesunhombrelistoyestáabierto a este tipode cosas.Dehecho,hemoshabladoenmásdeunaocasiónde sucesosocultistasosobrenaturales.Loentenderá,noesunignorante,ytenemospruebassuficientes.—¿YcuandoregresenlahijayelyernodelosKavanagh?Deberánhacersecargodelentierrodelospadres...,ydelchófer.—Sí,tendránquehacerloaunqueensusplanesfiguraranovolverenmuchotiempo.Tambiéndebíande

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estar al tantode loque sucedía.Su testimonio serádecisivo, si bien esperono tener queverlos, o almenosnoverlosmucho.Apoyélacabezacontraelrespaldo,dejandoescaparunlargosuspiro.—¿Quétepasa?Estástriste...,veráscomoolvidasloquehasvividoenestelugar.—Supongoquesí—asentí—.Ahoraestabapensandoenelfuturo.Laúltimacosaquequerríahaceresregresar al internado... Por cierto, habrá que telefonear para comunicar a la directora la muerte deSusan...Nolosé,imaginoquedebíadetenerfamilia.—Conozcoasuspadres—dijoWalcott—.Seráunmaltragoperolosllamaréencuantoamanezca.Yno te preocupes con respecto a tu futuro porque tengo bastantes amigos enWexford y entre todos teencontraremosuntrabajo.Serácuestióndeunospocosdías.Mientrastantopodrásalojarteenmicasa,yluegotebuscaremosunalojamiento. Un vago resplandor empezaba a mostrarse a través de los ventanales, pero yo sabía que estabaamaneciendootrodíadescoloridoypenséque,sucedieraloquesucediese,aunqueWalcotttuvierarazónyolvidaraprontolovividoenKavanaghHall,seguiríasiendoasídurantemuchotiempo.SOBREELAUTORJoséMaríaLatorrenacióenZaragozayresideenBarcelona.Comonarradorhapublicadoalrededordecincuentanovelas,entreellasMiércolesdeceniza,Sangreeselnombredelamor,Osario,Lanochetransfigurada,Elhombredelasleyendas,Elsilencio,VisitadetinieblasyEnlaciudaddelosmuertos,asícomovarios títulosde literaturaadulto-juvenil,y librosdecuentoscomoLanochedeCagliostroyotrosrelatosdeterror.Asimismohaparticipadocomocoautorennumerososlibroscolectivos,entreloscuales figuranCien años de cuentos enEspaña,Lamaldición de lamomia: relatos de terror sobre elantiguoEgiptoyLacabezadelaGorgonayotrosrelatosdemonstruos.EnelterrenodelensayoesautordeElcinefantástico,NinoRota,laimagendelamúsica,Lossueñosdelapalabra,Lavueltaalmundoen80 aventuras y Avventura in cento film. Ha escrito guiones para televisión y ha sido el coordinadorgeneral de la revista «Dirigidopor...».Haobtenidonumerosospremios literarios.EnAlfaguaraSerieRojahapublicadotambiénElpalaciodelanocheeterna.

©Deltexto:2012,JoséMaríaLatorre©Deestaedición:2013,SantillanaInfantilyJuvenil,S.L.AvenidadelosArtesanos,628760TresCantos,MadridTeléfono:917449060Telefax:917449224www.leeresunbuenplan.esISBNebook:978-84-204-1379-2Imagendecubierta:RoyBishop/arcangel-images.comConversiónebook:JavierBarbadoSantillanaJuvenilesunselloeditorialdelGrupoSantillana

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