La Mucuy - Geopolítica...

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  • La Mucuy Lugar

    Miguel A. Jaimes N.

    Con prlogo de Edmundo Aray

    2013

  • 1

    A Ral Vicente por sus cosas de Padre y a Luca Gabriela por las de hija

  • 2

    Una presentacin

    Hubo un da en que Gabriel Garca Mrquez se atrevi a sealarnos que hay un

    momento en que todos los obstculos se derrumban, todos los conflictos se apartan, y a uno

    se le ocurren tantas cosas que no se haban soado, y entonces no hay en la vida nada mejor

    que escribir. Y que no hay nada mejor que escribir cuando a uno se le hace difcil hablar.

    Sin darme cuenta la vida me ense que despus se pueden hacer los pequeos sueos

    que se escondieron como grandes. Sin saberlo, una tarde me sorprend atrapado en las

    quimeras de un valle corto, conocido desde hace todas las lunas juntas, como el sueo de

    algo posible.

    Y descubr caminando aquella carretera principal que sus antiguas casas y espacios

    estn baados de personajes, mitos, cuentos, leyendas, hechos naturales, flores, abejas,

    pjaros y yaragus, confundidos con los seres humanos que se parecen a ellos.

    All conoc a un verdadero poeta junto a un pintor con tantos colores en su vida como

    paisajes adornados por juguetes, antiqusimas recetas de comidas, dulces y bebidas, todos

    acompaados por melodiosos instrumentos antiguos, que al paso de Ukumarito (el Oso de

    Anteojos)se distrae, cuidador desde el pramo El Escorial y bebedor de las aguas de la seora

    quebrada a Liona.

    Angeladas y antiguas ancianas fabricantes de sueos en barro y pedazos de madera

    que viven en las imgenes de San Benito de Palermo y del santo patrn san Isidro Labrador.

    Misteriosos centenarios, sabios, conocedores de brebajes, cuyas manos mgicas

    llegaban a las plantas de los remedios, consejeros de todos, testigos de dcadas y aadas, solo

    vistas desde ellos y contadas como advertencia para el manejo de un futuro mejor.

    Recuerdos descaminados de perros cazadores, eptomes antiguos, extranjeros de

    brillantes ojos y tatareadas palabras, de aguardados secretos. Turbiones que calan en un

    solitario rocn, testigo de noches brilladas por blidos fugaces, luces misteriosas, todos los

    colimosdios: cuadrntidas, lridas, perseidas, dracnidas, orinidas, gemnidas y cuentos de

    hadas, ceretones, brujas y momoyes.

  • 3

    Mgicos y encantadores jugueteros cuenta cuentos, pesebres con imgenes tan vivas

    por la esperanza de manos que les guardan con la impresin de que hablarn en pasmosas

    noches de neblinas, miches y esperanzas.

    As fui atrapado en un mgico sueo agarrado en los dedos de parturientas,

    sobanderas y pcimas de brebajes con ramas calentadas entre topias y cuas, endulzadas por

    trapiches protegidos con paredes de tapias, de postigos entre abiertos, ensombrerados con

    tejas antiguas.

    Solsticios, caniculares, equinoccios, estaciones, cuaresmas, lunas, rayos, lucirnagas,

    lluvias, aos bisiestos, eclipses y sonrisas. Animales eternos, voces, abrazos con caminos,

    neblinas, garas, vapores, brumas, soles, oscuranas, plantas y hados guas donde cada uno

    encontrar sus pasos. Aqu quiero contarles todos los cuentos de un paraje pintado por

    arcngeles, duendes, hadas, hechizos y embrujos llamado la gloria de la esperanza.

    Bienvenidos todos con sus sueos, recuerdos, utopas, paisajes, horizontes e ilusiones;

    adelante, pasemos, estamos en La Mucuy.

  • 4

    Prlogo

    La Mucuy

    Pasin de Miguel Jaimes

    Leo las amantes pginas escritas por Miguel Jaimes. Pienso en el acuerdo entre el

    hombre y el mundo y entre el hombre y los hombres que intenta darle cuerpo a la existencia.

    Pienso o me dejo llevar por el sueo de Rousseau. Me detengo en la existencia de La Mucuy,

    alma palpitante de la montaa, fuente dichosa, inagotable. Pareciera vida de encantamiento:

    los ros se anuncian, los pjaros crecen por el cielo como si fueran pedazos de nubes, las

    plantas germinan con las estaciones, cierto, pero mueren y resucitan en las manos de mujeres

    que no piensan en la vida ni en la muerte, simplemente viven, son como son, la vida es un

    quehacer de la madrugada hasta la noche.

    Les perturba la existencia? Acaso se amargan cuando no llegan las lluvias cual

    debieran? Acaso cuando los ros crecen sin perdn de Dios, o la gente mueren sin pedir

    permiso? No me calzo con tales penas. Es de otro orden la respiracin.

    Pienso en la edad que anuncia el tiempo de volver a la otra vida. Es asunto natural.

    Entonces se prendern cirios, se tomar caf o chocolate, se bailar de pronto, se llenar la

    semana de rezos a cuenta del difunto, el rito se cumplir porque as est escrito en la tradicin.

    Es tan pequea la aldea como grande su universo. Dira que estamos en la metfora

    original como acaso escribira Octavio Paz. La semilla, la raz, el rbol, la nube montada en

    el horizonte, la palabra que slo expresa lo estrictamente necesario, porque ella solo revela,

    precisa el nombre de las cosas, cuanto hay que hacer conforme lo exige el da. Lo dems

    pareciera no existir.

    Metfora original de la existencia que se nutre de la sustancia de la tierra. Octavio

    Paz no dira la vida es como es, pues crea que la idea de cada y la de espacio desgarrado

    son inseparables de nuestra imagen de la semilla. Creo en l cuando habla del tiempo sin

    intermediarios, el agujero temporal sin fecha.

    En La Mucuy el principio se parece al fin. Pero he aqu que el fin no tiene fin. La

    gente de La Mucuy es mucho menos indefensa que nosotros. En palabras de Paz: Apenas cae

    en el hoyo, la semilla rellena la hendidura y se hincha de vida.

    Todo viene a cuento porque Miguel Jaimes se meti adentro de La Mucuy. Es parte

    de su existencia, de su respiracin, de sus buenos das y sus buenas noches de la esperanza

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    que llega para salud y regocijo de todos. Como si respiracin fuera. Como si la vida fuera lo

    que es, as con ms, con la cocina encendida, las solicitudes al santo patrono, a la propia

    virgen Mara para que cuide de la vida. Las oraciones son las de siempre. Seguramente el

    fogn estar encendido, las velas, acaso el fro en las vasijas que seguramente intentaron

    conservar algunos frijoles para el hombre que llega con o sin historia, con o sin

    perturbaciones del alma como el mismo fro que le vio llegar.

    Miguel Jaimes es quien cuenta. La Mucuy es su devocin, su sagrario. Con similar

    fervor aborda la escritura. No hace ilusin de sus iluminaciones, las vive simplemente. Las

    cuenta para enriquecer la memoria. Oye aqu y all. Mira por dentro de la vida diaria. Navega

    por las aguas del encantamiento, aguas venerables, fuente para la contemplacin.

    Su lenguaje tiene el significado que por aos de aos le ha dado el pueblo a las cosas.

    Triunfo de la palabra, del modo cultivado de vivir. Del ritual de la existencia. Transparencia

    de la palabra como transparente es La Mucuy.

    Pienso en Ramn Palomares, excelso poeta, en su apropiacin de la palabra

    campesina: de ella se nutre, acostumbrado a convertirla en revelacin potica.

    En Jaimes fondo y forma se conjugan, cuanto narra es palabra del ojo y del odo,

    sustancia de la tierra y de sus hombres y mujeres. Cronista apegado a la realidad, libre de

    tentaciones fabuladoras. Triunfa el memorialista, la palabra justa.

    Conservamos con emocin a las muditas, que no saben de maldad o cosa fea.

    Edicta y sus menuditos cuadros con barro de arcilla criolla, inspirada por las imgenes que

    diariamente ve desde el patio de su casa y las inspiraciones pictricas que le traen los

    recuerdos. Nos sobrecoge Undvar Sosa, hijo de La Mucuy Baja, rodeado de artistas y

    msicos, empeado en inmortalizar obras en plastilina. Es de apreciar el trabajo de Gabriel

    Maldonado, tallista, autor de arrendajos, cristofus, colibrs pecho blanco, tijeretas, tucusitos,

    turpiales, guacamayas, y pare de contar. Escuchamos, como si viniera de siglos, el sonido del

    Stradivarius faciebadanno 1716. Made in Germany, de don Juan Antonio Maldonado.

    Tiempo de Aguinaldos. Se afinan los instrumentos: cuatro, tambor, furro,

    charrasca, maracas, gira y guitarra. Se entonan los cantos, taen las melodas. Pronto vendr

    la ceremonia de quema del ao viejo. Aparecern los pastorcitos, se escucharn las rimas:

    Me siento muy orgulloso de ser de La Mucuy y de aguinaldo le doy al padre esta botella de

    cocuy. Se buscarn albricias y laurel para darle buen olor al pesebre. El ltimo da del ao

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    bailarn hasta el amanecer. Titilan las lucecitas de navidad. Olor a guiso de hallacas.

    Aguinaldos, villancicos y gaitas por doquier.

    Adviento. El mes iluminando esperanzas cristianas. Luego vendrn las paraduras.

    Algunas de los cielos. Se rezar con devocin. Repartirn pan hecho en fogones de lea,

    bebern vino de cambur. Con los padrinos brindarn.

    Carnavales. Inicio de hacer muchachos y luego celebrar sus nacimientos en

    noviembre. Comadronas que en sus tiempos libres vivan de las cosechas de plantas

    aromticas. Don Lencho, el sobandero, sabio con las manos, superior a los fisiatras. La

    Semana Mayor, protegida por la fe a san Isidro Labrador, patrono de La Mucuy: tiempo de

    descanso, pues los campesinos dejan de trabajar para reunirse con la familia, asistir a las

    celebraciones religiosas y degustar los siete potajes. Cayapas, matrimonios, espantos.

    Parturientas y parteras, jugueteros. Ukumaritoel gran oso de anteojos. Pintas para

    programar las labores o incluso emprender un viaje por carretera. Las Repintas,

    predicciones de las nubes. Nada escapa al cronista. Es muy grande el embeleso.

    Transcurren los das sin penumbras del espritu. Con atardeceres, noches y

    amaneceres que el trabajo saluda para contento de los habitantes de La Mucuy. Cursa la vida

    como el ro cuyas aguas ofrecen su canto al terruo entre rumores del viento, de piedras y de

    pjaros.

    Recorres las pginas de este libro como si respiraras los aires de la montaa. Disfrutas

    sus relatos, te llenas de personajes que, cuando menos lo piensas, aparecern como estrellas

    que hablarn de s, de su existencia en los mbitos del encantamiento.

    Mencin hago de personajes que fueron o son vida misma en La Mucuy, que se

    enmontaaron como por arte de magia, con sus investigaciones Marc de Civrieux, el

    hombre que vino del Orinoco, sus pinturas, sus poemas, Benito Mieses, Hermes Vargas.

    Gisela Barrios, de nobles sentimientos, inolvidable, heredera de la biblioteca de Marc: Los

    grandes espacios. Una y otra vez pasean por las crnicas de Jaimes como si personajes

    fueran de alguna novela por ficcionar.

    Cuentos, historias, leyendas, recuerdos, memoriales, tradiciones y fbulas conforman

    este precioso libro de Miguel Jaimes. Escritor que gusta de s, de su trabajo sin pausa. (Cuatro

    aos: ms de doscientas crnicas). Visiona y cuenta. Escucha y cuenta. Ama su trabajo. Ama

  • 7

    a los innumerables personajes de La Mucuy, sus vivencias, sus remembranzas, sus alegras

    y pesares, su andadura de todos los das. Nos convoca a compartir ese amor.

    Miguel Jaimes ostenta con orgullo los galardones recibidos: Premio mejor

    columnista, 2011 (Diario Frontera). Premio Estadal Mencin Periodismo. Ministerio de

    Cultura, 2012 y el segundo lugar nacional mencin periodismo del ministerio del poder

    popular para la cultura. Celebramos sus xitos.

    No es difcil predecirle los muchos ms por obtener.

    Edmundo Aray

    Mrida, marzo de 2013

  • 8

    ndice

    Prlogo

    Una presentacin 8

    La casa del silencio. Las muditas de La Mucuy Baja 9

    Hroes de plastilina. La esquina de la Piedra en La Mucuy baja 11

    El seor de la plastilina 12

    Sueos en plastilina 13

    El seor de las aves 14

    Sueos en plastilina 16

    El buey careto y las barras de oro 18

    Aguinaldos 19

    Los villancicos de Toa 21

    El pesebre de milpas 22

    Navidad 23

    Las carruchas 24

    Fin de ao y caonazo 26

    Paraduras 27

    Adviento 28

    Lagunas encantadas 29

    La cacera 30

    Historias de un recuerdo 32

    La prdida de los cazadores 33

    La primera historia de amor 34

    Carnavales 35

    Comadronas 36

    Encantos 37

    El sobandero don Lencho 39

    Semana Santa 40

    Las cayapas 41

    Los grandes espacios 42

    Marc de Civrieux. El hombre que vino del Orinoco 43

    La biblioteca 45

    Libros 46

    La cocina 47

    Casa de la diversidad 48

    Ukumarito 50

    El guardin de la montaa 51

    Casas de tapia 52

    Casas 53

  • 9

    Chicha de maz 54

    Chicha andina 56

    Conchabado 57

    La crecida 58

    Rezos 59

    Marucha 61

    Aos 62

    Partida 63

    ngeles 64

    Hroes 65

    Soledad 67

    Fiesta 68

    Arco iris 69

    Bodega 70

    Matrimonios 72

    Espantos 73

    Parturientas 74

    Parteras 75

    Novenario 76

    Trapiche 78

    Panadero 79

    Juguetes 80

    Jugueteros 81

    Ponche 82

    Cena 84

    Misa 85

    Pintas 86

    Repintas 87

    Cabauelas 88

    Cancula 89

    Pintor 91

    Encantador 92

    Cuadros 93

    Candelaria 94

    Gisela 96

    Cruz 97

    Ceniza 98

    Difuntos 99

    Inmigrante 100

    Final 101

    Chicharras 103

  • 10

    Poeta 104

    Orfebre 105

    Momoyes 106

    Ches 108

    Isidro 109

    Ramalazos 110

    Bola 111

    Ro 112

    Maldiojo 114

    Solsticio 115

    Juan 116

    Bautista 117

    Tristezas 119

    Elba 120

    Luto 121

    Tallas 122

    Pan 123

    Columnista 124

    Perros 126

    Caniculares 127

    Polenta 128

    Cien 129

    Dos 131

    Apariciones 132

    Muertos 134

    Santos 135

    Lenidas 136

    Pesebres 136

    Cnticos 137

    Alumbrado 138

    Arco 139

    Ciclos 140

    Cuadrntidas 141

    Brujas 142

    Spleen 143

    Psicopompo 144

    Meigas 145

    Mohana 146

    Paula 147

    Lridas 148

    Pegaso 149

  • 11

    Agero 150

    Encanto 151

    Mucuy 152

    Augurios 153

    Sinbo 154

    Lluvias 155

    Luna 156

    Padre 157

    Bautizador 158

    Celestina 159

    Bisiesto 160

    Calendas 161

    Perseidas 162

    Esturin 163

    La Mucuy 164

    Nenfares 164

    Reliquias 165

    Cosecha 166

    Tres 167

    Moradas 168

    Candelaria 169

    Cazador 170

    Ajos 171

    Meses 172

    Enero 173

    Febrero 174

    Marzo 175

    Abril 176

    Mayo 177

    Junio 178

    Julio 179

    Agosto 180

    Septiembre 181

    Octubre 182

    Noviembre 183

    Diciembre 184

    Tras La Mucuy 185