La Multitud Trascendental

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La multitud trascendental El verdadero artista y el verdadero arte de un pueblo es aquel que abre nuevos caminos impulsados por las cambiantes condiciones objetivas […] El nuevo realismo no es una simple retórica o una declamación sin fondo ni objetividad; por el contrario, es el espejo sugestivo de la gran realidad espiritual, social, política y económica de nuestro siglo. Antonio Berni, “El nuevo realismo”, 1936 El ahogo de algunas experiencias maravillosas puede ser tal que impulsa al movimiento, dispara al cuerpo y lo obliga a emprender viaje para complacer el ahogo. En movimiento, este comienza a disiparse y logra ser apenas una molestia en un apretujado cuerpo. Bruscos y repentinos golpes me arrojan a la calle y mi tamaño vuelve a ser el mismo de siempre. Al llegar veo que los senderos siguen aún verdes y que el aire que respiro es el habitual. Para cuando cruzo las puertas del museo el ahogo vuelve y se apodera de mi garganta, puedo sentir toda esa ansiedad brotar y anunciar que ahora mi cuerpo se siente pequeño. El ahogo desaparece casi por completo cuando logro ver las manchas que luego se tornan rostros. Me vuelvo pequeña ante tanta inmensidad y ya no puedo entender que soy yo frente a todo esto. Creo saber apenas quién era al levantarme antes de que el ahogo invadiera mi cuerpo, pero creo con certeza que desde entonces he cambiado varias veces. No puedo aclarar nada porque ya no soy yo misma. El efecto de una obra de tal magnitud es fatal. Arrasa con la superficialidad y despoja. Avanza como los mares y obliga a la costa a ceder ante ella, finalmente cedo y me olvido de mi “yo”. Le dejo paso a la aventura, en este instante no hay tiempo para explicaciones porque ellas ocupan demasiado tiempo. Esta es la combinación perfecta. La tierra que Berni ha transitado ha dado sus primeros frutos. Sus dibujos y colores han emprendido un viaje distinto, juegan a tocarse con la realidad, estos rostros sufren y este sufrimiento está disponible para todos aquellos que quieran verlo. El alma de esta obra incomoda, ella se vuelve infinita entre tantas interpretaciones, traspasa lo individual ahogándose en el llanto más profundo de los colectivos con los que juega a pintar. Ella logra ser y no ser, en ella se dibujan las diferencias porque estas la constituyen, la multiplicidad recorre cada uno de sus extremos, ella es la unidad colectiva. Detrás de ella hay una naturaleza dura y sensible donde el dolor no lleva mascara. El cuerpo se enreda en un tiempo y espacio indeterminado y se ve forzado a resignarse ante tan vasta producción para colocar su mirada ante ojos que alguna vez captaron la tristeza de una época que se vuelve hacia uno como un día perdido en el ayer. Esta es la expresión del sueño de Berni y de todos aquellos que quieran ver su aventura inspirada en la realidad. Esta obra es la combinación exquisita entre la poesía del autor y la libertad de su pincel que esbozan el estilo de su realidad. Todo es confuso aquí, por momentos me recuerdo pero creo que ya he olvidado mi verdadero tamaño, esta obra me empujó hacia lo amorfo e indeterminado. Una influencia que presiona y termina ahogando da lugar a la alteridad. Por momentos dejo de pensar

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  • La multitud trascendental

    El verdadero artista y el verdadero arte de un pueblo es aquel que abre nuevos caminos impulsados por las cambiantes condiciones objetivas [] El nuevo realismo no es una simple retrica o una declamacin sin

    fondo ni objetividad; por el contrario, es el espejo sugestivo de la gran realidad espiritual, social, poltica y econmica de nuestro siglo.

    Antonio Berni, El nuevo realismo, 1936

    El ahogo de algunas experiencias maravillosas puede ser tal que impulsa al movimiento, dispara al

    cuerpo y lo obliga a emprender viaje para complacer el ahogo. En movimiento, este comienza a

    disiparse y logra ser apenas una molestia en un apretujado cuerpo. Bruscos y repentinos golpes

    me arrojan a la calle y mi tamao vuelve a ser el mismo de siempre. Al llegar veo que los senderos

    siguen an verdes y que el aire que respiro es el habitual. Para cuando cruzo las puertas del museo

    el ahogo vuelve y se apodera de mi garganta, puedo sentir toda esa ansiedad brotar y anunciar

    que ahora mi cuerpo se siente pequeo. El ahogo desaparece casi por completo cuando logro ver

    las manchas que luego se tornan rostros. Me vuelvo pequea ante tanta inmensidad y ya no

    puedo entender que soy yo frente a todo esto. Creo saber apenas quin era al levantarme antes

    de que el ahogo invadiera mi cuerpo, pero creo con certeza que desde entonces he cambiado

    varias veces. No puedo aclarar nada porque ya no soy yo misma. El efecto de una obra de tal

    magnitud es fatal. Arrasa con la superficialidad y despoja. Avanza como los mares y obliga a la

    costa a ceder ante ella, finalmente cedo y me olvido de mi yo. Le dejo paso a la aventura, en

    este instante no hay tiempo para explicaciones porque ellas ocupan demasiado tiempo.

    Esta es la combinacin perfecta. La tierra que Berni ha transitado ha dado sus primeros frutos. Sus

    dibujos y colores han emprendido un viaje distinto, juegan a tocarse con la realidad, estos rostros

    sufren y este sufrimiento est disponible para todos aquellos que quieran verlo. El alma de esta

    obra incomoda, ella se vuelve infinita entre tantas interpretaciones, traspasa lo individual

    ahogndose en el llanto ms profundo de los colectivos con los que juega a pintar.

    Ella logra ser y no ser, en ella se dibujan las diferencias porque estas la constituyen, la

    multiplicidad recorre cada uno de sus extremos, ella es la unidad colectiva. Detrs de ella hay una

    naturaleza dura y sensible donde el dolor no lleva mascara. El cuerpo se enreda en un tiempo y

    espacio indeterminado y se ve forzado a resignarse ante tan vasta produccin para colocar su

    mirada ante ojos que alguna vez captaron la tristeza de una poca que se vuelve hacia uno como

    un da perdido en el ayer. Esta es la expresin del sueo de Berni y de todos aquellos que quieran

    ver su aventura inspirada en la realidad.

    Esta obra es la combinacin exquisita entre la poesa del autor y la libertad de su pincel que

    esbozan el estilo de su realidad. Todo es confuso aqu, por momentos me recuerdo pero creo que

    ya he olvidado mi verdadero tamao, esta obra me empuj hacia lo amorfo e indeterminado. Una

    influencia que presiona y termina ahogando da lugar a la alteridad. Por momentos dejo de pensar

  • en lo inmediato y le permito a mis ojos deslizarse. Hay un hecho que logra descolocar al ser, un

    hecho que detiene toda periodicidad. Esos rostros parecen ser los de afuera, esos rostros no

    poseen da ni mes ni ao, estos rostros fueron, son y sern los mismos. Puedo ver a una unidad

    desbordante que supera la idea de colectividad, una unidad que logra transformar y re significar la

    nocin. Esta obra es el espritu de todas las pocas, este lienzo se desprende de su materialidad y

    al desprenderse de ella transita la actualidad como eco de un pasado que vuelve una y otra vez.

    Los rostros que se haban agrupado lograron acontecer como multitud, estos rostros ligados a ese

    instante estaban despojados de toda provisionalidad. La figura comienza a desdibujarse, ah es

    donde todo lo dicho y pensado se desvanece y yo me quedo sin palabras, sin ideas, sola con la

    nada para explicar tan ingobernable conjunto. Trato de buscar en mi cabeza palabras que puedan

    describir de manera justa lo que mis ojos ven, por momentos creo encontrarlas pero luego las

    desestimo y corren a ocultarse. Por momentos, la multitud se asemeja a un movimiento, una

    corriente que se fija en un instante donde la nocin de tiempo ya no es el mismo artificio que

    conocemos, pero luego llego a la conclusin de que la nica certeza que puedo tener es que ese

    movimiento perdurar porque l ser quien dialogue con el presente hasta convertirse algn da

    en futuro.

    Los veo reencontrarse en lo que alguna vez fueron. Una identidad que ha sido fragmentada pero

    que hoy se rene y yo no soy ms que una afortunada testigo de ese instante que funda toda

    interpretacin. Ese instante emancipado del tiempo dio sentido a todo lo dems y la convirti a

    ella en espritu de todas las pocas. Aqu todo es paradoja, los dominios se invierten, este es el

    lugar donde no importan los cuerpos sino un nico cuerpo resultado de la cohesin de muchos, la

    gran razn aqu no es el cuerpo sino el espritu de toda esta multitud.

    El ser se deja trasponer, avasallado por otros y por l mismo se transforma en lo impensado para

    los ojos de la poca. Aquellos individuos resignan la inmediatez de sus yoes para trascender en

    una multitud. Ella se escurre, no se da cuenta del poder que emerge de sus manos. Ella es la

    estructura de estructuras individuales, es el conjunto homogneo que echa sus races en los vastos

    campos de lo heterogneo. Ella nos mira hacia abajo porque realmente esta elevada, la pequea

    razn no es instrumento de un cuerpo sino de muchos, ella aqu puede ser interpretada

    infinitamente.

    Ese instante esboza en mi la idea de que eso que veo es el movimiento incesante entre uno y otro,

    una mezcla heterognea, diluida en aquello susceptible a todas las exteriorizaciones de amor de

    cada uno de aquellos rostros, una alianza entre sus miembros por la permanencia colectiva, una

    sntesis perfecta que persigue al smbolo y que aspira a una instancia intocable, inmortal,

    trascendental para cada una de sus unidades.

  • Acerca de la obra

    Manifestacin es una obra del pintor rosarino Antonio Berni. Ella se encuentra en el museo de arte

    latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). La ficha de esta obra dice que fue terminada en 1934,

    que sus medidas son 180 x 249 cm y que es temple sobre arpillera pero lo ms importante no est

    a la vista: Sus obras tan reales como crticas fueron el producto de transitar caminos que lo

    llevaron a combinar arte con revolucin. Sus obras eran los relatos de multitudes. Sus pinturas no

    le alcanzaron para alcanzar la intensidad de expresin a la que aspiraba as que se puso a recorrer

    las calles en busca de objetos para completar sus obras, en palabras del pintor: cirujeando logr

    reflejar en sus obras la complejidad de la sociedad que observaba. l reivindic la fuerza de las

    masas trabajadoras que sostenan al pas y ello sobrevive en cada una de sus obras hasta el da de

    hoy.