La niña del Sol (Shams)

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LA NIÑA DEL SOL (SHAMS) Cuento elaborado por: Micaela Egúsquiza Mireille Farah Claudia Calva

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Cuento elaborado en el marco del Master en Comunicación y Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona

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LA NIÑA DEL SOL (SHAMS)

Cuento elaborado por: Micaela Egúsquiza

Mireille Farah Claudia Calva

Kana ya makan fi adim el zama, min zaman, zaman ktir, bil sahara kan fi kabila al lado de la Oasis Tamr, nació con el nombre de Shams, una hermosa niña hija de beduinos de uno de los jefes del Kabila Awlad al Hawa, Saif Al Sahara (la espada de Al Sahara). Esta niña de ojos verde esmeralda y de piel suave como la seda y blanca como las olas del mar era la bebé más hermosa nunca antes vista por aquellos lugares.. Los padres orgullosos de su hija, Shams, y no solamente por lo bella que era, sino porque la veían como un regalo de Dios, ya que eran mayores y habian perdido la esperanza de tener un niño después de tanto años de espera, la fueron a presentar ante su jefe. El jefe de la kabila, Saif Al Sahara junto con su esposa los recibieron llenos de envidia porque sus dos hijas, dicho sea de paso herederas de gran parte de la fortuna de la kabila, no eran tan agraciadas ni tan hermosas y no resistían que todos los pobladores, beduinos o dueños de tierras, no hablaran de otra cosa más que de la belleza de esa niña. Cuando vieron a la niña comprobaron su hermosura y su brillo propio, por lo que decidieron mandar a llamar al mejor astrólogo y mago del Sahara para que, por una parte les dijera el riesgo que corrían con la presencia de una niña como esa y por el otro lado, para que los ayudara a resolver el gran problema.  Unas semanas después, el astrónomo, mago y sacerdote del templo de Bael, dios de la lluvia y de las tormentas, el más fuerte de los dioses y el más poderoso, llegó a la Kabila Awlad Al Hawa cerca de la Oasis Tamr, para ayudar a el jefe de la Kabila Saif Al Sahara y a su esposa. Ellos desesperados, le contaron su desgracia y preocupación, por lo que enviaron a llamar a los padres de Shams para que la presentaran y el gran sacerdote la pudiera ver. Akbar Saher, como se llamaba el gran mago, quedó anonadado con la luz que irradiaba esa niña. Consultó a las estrellas y vió que tendría una vida plena porque además de ser hermosa, sería muy inteligente, buena con todos y fiel amiga, hija y en un futuro esposa y madre ejemplar... y fue en ese instante en donde supo que debía ayudar a Saif Al Sahara y a su esposa, porque el hijo del jefe de la Kabila Zaitun, una de las mas grandes Kabilas en el Sahara, fiel servidor del dios "Sol"  y cuestión importantísima: prometido de una de las hijas de Saif Al Sahara, se enamoraría perdidamente de esta niña y, a pesar de todos los problemas que le causaría su amor, se casaría con ella y serían muy felices para siempre. Al contarle esto a Saif Al Sahara y a su esposa, obviamente decidieron tomar cartas en el asunto, esa boda debía de realizarse pues era su oportunidad para subir en la escala social y llegar tocar herencia comun y mezclar la sangre pura de los jefes de las dos Kabilas con los beduinos servidores (lo que evitarían es que se mezclara con la sangre de los beduinos servidores ¿no?). El brujo, con órdenes Saif Al Sahara y una paga muy considerable, se puso a trabajar en el conjuro para hechizar a la niña y que se volviera fea, tonta y desagradable. Un mes después, Saif Al Sahara y su esposa enviaron a la casa de sus sevidores una gran canasta con regalos para Shams, en donde se encontraba un jugo de dátiles que contenía la horrible poción del brujo. Los vasallos sumamente agradecidos comenzaron a utilizar todo lo que sus amos les habían regalado y le dieron el jugo a la niña. Unos días después recibieron una nota: "Si ustedes le han dado el jugo de dátiles a su hija, no la podrán sacar de nuevo, la niña no podrá volver a ver el sol nunca más, porque puede morir". Los papás estupefactos y muertos de miedo consultaron con un viejo amigo astrónomo y les confirmó que podría ser una poción que funciona cuando alguien envidia mucho a otra persona y se la da para que no pueda volver a salir y nunca más ver las cosas hermosas que tiene el mundo. Los beduinos decidieron esconder a su hija y no volverla a sacar jamás ya que, tendría fiebre por el resto de sus dias y no podría ver el sol. Decidieron que estaría por siempre en una casita de madera que han construido al lado de su tienda para que no le diera un solo rayo astro rey y la cuidarían, la educarían y le darían todo el amor dentro de su casa  para siempre.  Así pasaron 16 años, la niña -que era fea fea- tenía la piel blanca blanca, nunca un rayo de sol le había tocado un solo milímetro de su dermis, sin embargo la presencia de la fiebre constante suplía el calor corpóreo requerido para su crecimiento en ausencia del contacto natural con los rayos del sol. Ella miraba hacia la puerta de la casa y se preguntaba qué habría afuera, detrás de la puerta de esa casa. Sus padres le contaban historias, le presentaban dibujos de la verde montaña, del azul del cielo, de la blanca nieve, de los girasoles amarillos, de los campos de trigo dorados, pero ella nunca podría verlos si no era en pinturas. Un día pensó en salir de su casa para conocer el mundo y se acercó a la puerta de su casa mientras sus padres se ocupaban de otras cosas. La puerta tenía una ventanita en lo alto muy muy pequeñita por donde se podía ver la calle. Ella, tomó una silla, se subió en ella y se asomó por la ventanilla. Después de un rato de estar viendo a la gente, un joven pasó caminando por enfrente y ella lo llamó: pst pst, hey! y el

chico que no veía nada volteaba hacia un lado, hacia el otro hasta que vio unos ojos brillante que asomaban una pequeña ventanita. Y dijo: ¿me llama a mi señorita? ¿qué desea? Ella le dijo, necesito un favor muy grande, sé que no me conoce y qué creerá que estoy loca, pero ¿podría usted ayudarme esta noche a salir de mi casa?, el muchacho confundido le dijo que por qué no podía salir y ella le contó brevemente su problema y por esa razón era que tendría que salir de noche. ¡Quiero conocer un poco del mundo de afuera! concluyó. Él lo pensó por un momento pues era algo muy arriesgado, podrían hasta llevarlo a un calabozo por tratar de abrir una casa que no era la suya. Además, él también era un muchacho especial, a diferencia de ella él siempre estaba frío como un muerto, nunca recibía tampoco los rayos el sol porque desde era niño era esclavo del señor sol que absorbía todo su calor .  Al final aceptó y le dijo que estaría esa noche enfrente de su casa con algunas herramientas para poder abrir la puerta, en realidad pensó que era imposible decir que no a esos ojos mezcla de tristeza, curiosidad y ternura.  Esa noche llegó el chico con unas pinzas, como era muy diestro con los trabajos de herrería no tuvo muchos problemas para abrir la puerta. En cuanto abrió la puerta, ella corrió hacia afuera no sin antes cerrar con cuidado la puerta para que sus padres no la escuchara, en fin, solamente serían unas horas y regresaría antes de salir el sol.

La realidad era que el muchacho solo salía de noche también por que era sirviente fiel del "señor Sol", el no gozaba de sentir de los rayos calientes, ni podía sentir como calentaban o como en ocasiones quemaban,  ya que solo vigilaba de él.Los dos chicos salieron con diferentes expectativas de aquella noche. Ellaconocería qué había afuera, vería la arena, el azúl del cielo y por lo menos la negra noche iluminada por la luna.

Durante la noche caminaron y caminaron, platicaron de muchas cosas, ella le contó sobre las historias que le contaban sus padres y él le platicaba a cerca de sus paseos por la noche. Al transcurrir la velada, el triste y de manera confidencial le platicó que sería siempre servidor del sol porque su cuerpo no tenia las condiciones suficientes para sobrevivir como las demás personas. Ella pensó que la coincidencia era magnífica ella siempre tendría la temperatura corporal alta, lo que no la dejaría salir de día nunca y él sería siempre frío., Pasaban y pasaban los minutos, y la charla prevalecía, comenzó a amanecer sin que ellos lo notasen.De repente los primeros rayos del sol comenzaron a salir, ella comenzó a notar que su fiebre desaparecía, comenzaba a bajar su temperatura y sus llagas y granos en la cara comenzaban a desvanecerse. Por el otro lado él ya no sentía el frío de siempre, su temperatura se tornó templada y se sentía con mucha alegría y vigor. Al salir completamente el sol y cuando la arena se tornó dorada dorada, se dieron cuenta que la fiebre de ella daba vida al cuerpo de el sin necesidad de esconderse y trabajar con el señor "Sol", así como ella tenía un semblante diferente, con mejillas rojas y ojos totalmente luminosso Ellos encontraron una conexión muy especial (donde la belleza no importaba), y compartían cualidades. Ella le daba vida a él y el a ella también. Así la complementariedad que encontraron en cada uno de ellos generó un amor que ha durado por los siglos de los siglos.Tute tute khelset el hadute!