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    Octu6re noviemre

    MINISTERIO

    DE FONlENTO

    SERVICIO DE PUBLICACIONES A6R COLAS

    At^O ^ III.

    Estas

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    ces vivaces, llores blancas o teidas de color morado ms o

    menos tuerte, y frutos globulosos del grosor de una cereza.

    EI carcter m s sealado de esta planta lo constituye

    los

    tub^rculos (patatas), a los que se considera hoy como expan-

    siones de la extremidad de las ramas subterrneas: son masas

    de c^luias llenas de almidn, por entre las cuales pasan algu-

    nos vasos y fibras leosas. En los tub^rculos aparece

    varias

    ycmas (ojos) con la misma d isposicin regular que en los

    tallos a;reos, pero todava de. mayor facultad germinativa,

    pues sc desarro llan hasta sin tierra, cuando se guardan las

    patatas en u

    sitio som bro y hm cdo. lle ah la dificultad

    que tiene la buena conservac in de las patatas.

    Variedades. - Hay ms de Soo variedades d^ patatas. EI

    tamao de los tubrculos vara desde el de una nuez, con

    peso de pocos gramos, al de u

    meln dc varios kilos; las for-

    mas pueden referirse a tres fundamentales: esfrica, ovoidal

    y alargada, casi cilndrica; el color de la carne pucde ser

    blanco, gris plido, amarillo, rojizo, violado y hasta negruz-

    co: la picl puede ser lisa y rugosa.

    Entre las variedades extranjeras m s afam adas se citan:

    V ctor,

    M arjolin, Rosa len: j^rarra, l^oyal o Irr^^ lesa, K oja ^de orlig^:

    y 13laraclaarci,

    que estn calificadas como tzm pranas y se plan-

    ta

    de diciembre a febrero;

    Mag^auna honum, Canad. Saucisssr.

    Ilolana'esa roja, Copo ^fe 7ziei^e y Ele/irnte bla^nco,

    que figuran en-

    t re las que , por ser m s sensibles al fr o, no pue den p lan-

    tarse en pleno invierno, y se las Ilam a patatas tardas, sien-

    do las seis m uy estimadas, por su finura y bucn gu sto, para

    la alim entacin hum ana. Hay otras con las que se ha buscado

    la

    m ayor produccin posible para nutrir los anim ales doms-

    t icos, y po r tal m otivo se las llam a

    forrajeras;

    tales so

    ^ las

    llamadas

    Ina^erator, Insli/.ttto de L3eauvais, ^l'larav illa de A ^rrari-

    ca, l^vorila de Flandes, L a Jeance,

    etc., alguna s de las cuales.

    y sobre todo las dos prim eras, se em plean corrientemen te en

    los usos culinarios por su bu ena calidad. Otras variedade s sc

    destinan, de preferencia, a la extraccin de ia fcula o a las

    destileras, y por ello se las llam a

    i^iduslriales,

    com o ocurre

    con la Ina^erator

    (ya citada anteriormente),

    Harinosa r-oja,

    As-

    ^asia, V ictoi-ia .lzrgctsta, A lenas, Gi^ a^tle sirt iRaral, Ele^ atrle bla^i-

    co n:ejorada,

    etc.

    Las va riedades ricas en tculas da

    del rq

    al z.{^por ioo de este producto.

    Como cultivadas en Espaa aparecen ms de cien varieda-

    des. Las ms extendidas, entre las de origen y nombre espa-

    irol, son: las

    Gallegas, que se cultivan en las cuatro provincras

    de su nombre y en las de Vizcaya , Burgos, Valladolid, Soria,

    Cceres, Badajoz, Sevilla y alguna otra; las

    Manclzegas, que

    de la comarca de su origen se han extendido a Badajoz, Cce-

    res, Jan, Toledo, Soria, Valencia, Mlaga, Crdoba, Sevilla y

    f luelva, y las `L3urgalesas, que aparecen citadas en los informes

    de I'oledo, Guadalajara y Cuenca .

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    Entre las de procedencia extranjera est

    ms generaliza-

    das en ;^spaa las llamadas

    Imreralor o 1?^nj^er,z^ior,

    vul^o

    Irr-

    glcsa,

    que se cultiva en Granada, Lugo, Vizcaya, Cuenca (don-

    de no ha tenido ^ran aceptacin) y lluesca;

    l:'arly ^^ose, o

    ro-

    sa tem^^ranan, muy prccoz, de piel rosada y carne amarilla,

    quc se cita cn Granada, A lava, Vizcaya, lluelva, Canarias

    (p

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    es una adaptacin de la

    Early Rose inglesa, y que la segunda

    lo es de la 'arineuse rot^ge,

    aunque otros las refieren al tipo

    ingls

    Kid^iey.

    Son estimadsimas tambin, aunque muy lo-

    calrzadas, las Ihicenses,

    de Ibiza. La de A^^o>>er

    algo menos hna

    que las anteriores, no es tampoco tan basta como algunas pa-

    tatas gallegas, y tiene la ventaja de ser muy feculenta y resis-

    tente; se cultiva mucho en Toledo y en la parte meridional de

    la proviocia de 1^9adrid. La

    Sanlirqzrea, ovalada, morena y bas-

    tante precoz, se cultiva en las provincias de Sevilla y Cdiz.

    Con el nombre de A ra,onesas

    hay ms de una variedad, gene-

    ralmente alargadas y grandes, muy compactas y de fcil con-

    servacin.

    La poca de la plantacin vara mucho, no slo con las va-

    riedades sino tambin de una provincia a otra. Lo ms gene-

    ral es que la siembra de patatas tempranas se haga en lebrero

    y marzo, y la de las tardas en m ayo y junio; hasta julio se

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    prisianero en alemania, haba tenido que comer patatas mu-

    chas veces , y decidi propagar el cultivo de este tub^rculo,

    para lo cual tuvo e l acierto de procurarse desde un principio

    el apoyo de Luis XVI. Lo que tal vez no se hubiera implanta-

    do mediante una predicacin razonada, se hizo por se^uir la

    moda yue impuso la Corte.

    Terrenos

    y zonas

    de cultivo.---La patata resiste todos los

    climas., desde el del Ecuador hasta Arkangel. Sin embar^o, es

    preciso defenderla con gran cuidado contra las heladas; y en

    los pases clidos vegeta bien, si no falta la humedsld, pero da

    productos inferiores. Los terrenos ms adecuados son los

    frescos y ligeros, de considerable profundidad y bien espon-

    jados; la compa

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    la gran cantidad de sustancias minerales que de ella extrae (y

    que al cabo pueden restituirse con ]os abonos) como por los

    residuos que deja y las toxinas o venenos que la planta segre-

    ga, y que daaran mucho a otras plantas anlogas que siguie-

    ran inmediatamente, la patata debe cultivarse en rotacin dc

    cosechas. En algunas zonas de Aragn se aconseja frecuente-

    mente una rotacin dc cuatrn aos, ocupando ano el camo

    y dos los cereales; en Galicia suele preferirse la alternativa con

    las races y las plantas pratenses; autores estimables propo-

    en ]a rotacrn siguiente: patatas, trigo, vezas, trigo o cebada,

    tr^bol, y tambiin esta otra: patatas, trigo (sembrando trbol

    en medio de ^1 a principio de primavera), trbol, trigo. En

    cada com arca habr que atenerse, para decidir, a las condi-

    ciones del clima, suelo y mcrcados.

    I,as labores prepa ratorias del suelo debcn h aeerse dos o

    tres m eses antes de enterrar los tub;rculos; han de ser pro-

    fundas, de laya o arado

    de^^erlea'er^a;

    y, en este ltim o caso, re-

    petirse dos y au

    tres veces (r). Inm ediatamente se estercofa

    en cantidad dc ^o a^^.ooo k ilos por hectrea. A1 mes siguientc

    de Ir.l estercoladura puede esparcirse a voleo el superfosfato

    de cal v el ^ulfato de potasa, ntim am ente m ezclados, y en la

    proporcin de _l^o kilos del primero por r jo del segundo. Das

    antes de proceder a la plantacin, se distribuye el sulfato de

    am ona.co (unos r75 kilos) y el nitrato de sosa (^^^o a^oo). Si

    el terreno no es suficie ntemen te calcreo, debe agregarse an-

    loga cantidad de yeso, que ayuda adem s a hacer m s suelta

    la tierra.

    l^l superlosfato es sustituible por las escorias 'I'homas en

    cantidad que dC^ el mismo cido losfrico utilizable, v en vez

    del nitrato de sosa, puede emplearse una cantidad equivalente

    de nitrato de cal.

    Las frmulas de abonos que hem os iodicado no deben m i-

    rarse como una prescripcin absoluta, sino com o cantidades

    aproxima das y con relacin a terrenos m edios y a ^osechas de

    r5 a ^>o.ooo kilos por hectrea. A veces se han ob tznido ;S.ooo

    kilos, y hasta se cita

    ejemplos de bo y aun de roo.ooo; claro

    est que esto es excepcional, pero ni aun excep cionalme nte

    sera fcil obtenerlo sin emplear cantidades de abonos muc ho

    m ayores que las indicadas. En cam bio, son m ucho m s fre-

    cuentes (y en estos ltimos ar^os, sobre todo) las ocasiones en

    que no se logra o btener ni ro.ooo kilos siquiera. Es una gran

    verdad qu e en el cultivo de la patata

    ^^ro cieben natnca esc^zt^^marse

    l^^s ahonos;

    pero la pequeez de la cosecha puede o bedecer a la

    ([^

    liellenoux, en su sistema especial de cultivo intensivo para obtener gran-

    des cosechas, recotnieuda que se ]taga un desConde previo a la profnndidad de

    ^^a

    metro cou la pala o la garlancha, o arar, cuando menos, a cuarenta o cuaren-

    ta y cinco centmetros. Claro es qt:e lo primero coustituye uu caso verrladera-

    meute estremo.

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    de^eneracin de la variedad empleada, a la insuticiencia dcl

    cultivo. a las enfermedades y plaf,ras diversas, etc., etc.; mien-

    tras todo csto no se corrija, de poco servira, por s solo, em-

    plear c^.ntidades de abonos que fueaen, por ejemplo, dos o tres

    veces 1as correspondientes a la coseeha probable. f:n las tierras

    ^;ranticas, y en bastantes de las arcillosas, puede rcducirse

    hasta la tercera parte la cantidad dc abono potsico, sobre todo

    si se emplea el ycsa No es convenientc prescindir

    unca por

    eomplcto del abono potsico.

    Por rehla g^eneral, las patatas tempranas rcquieren ma,yor

    cantidad de abono, y, sobre todo, ms rpidamente absorbi-

    ble que las tardas. Un autor americano da com o gua, par

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    Riegos.-Las patatas cultivadas en secano so

    ordinaria-

    mente ms nutritivas y sabrosas y se conservan m ejor que

    las de regado, pero las cosechas son mucho ms reducidas.

    En el peso de la patata recizn cosechada entra el agua por

    un ^o o un ^j por roo; una cosecha abundante representa una

    gran cantidad de agua fijada en los tubrculos, y, por tanto,

    otra muchsimo mayor que se ha puesto en movimiento en la

    vegetacin. Se comprende, segn esto, la ventaja de los rie-

    gos, pero ha

    de ser muy discretamente adm inistrados. Fuera

    de tiempo, o demasiado abundantes, daan ms que favore-

    cen, perdindose entonces, no slo en calidad, sino tambi

    en can tidad. Es frecuente oir entre los agricultores experi-

    mentados que

    los j^zialares se deseca^t regndolos

    No se olvide

    que las aguas son a veces vehculo para el transporte de gr-

    menes de un lugar a otro, y, sobre todo, desde la superficie

    de la tierra al nrvel de los tubrculos (pginas rr y r^).

    De ninguna manera ha de regarse inmediatamente des-

    pus de plantar; si las Iluvias no han proporcionado su

    cien-

    te humedad, debe regarse antes de la plantacin.

    E1 riego siguiente no debe darse hasta que las plantas es-

    tn bien nacidas y la mata alcance unos 5 centmetros de al-

    tura. llespus se regar a m edida que el aspecto de la hoja

    indique la

    ecesidad: un color verde, muy abscuro o negruz-

    co, revela falta de humedad: los tonos claros o amarillentos

    acusan agua en exceso.

    Los caballones deben ser altos, y en cada vez ha de regar-

    se por un surco s y otro no, utilizando en los riegos pares

    los surcos que no se regaron en los impares. Esto di

    culta

    que el agua sc rena en exceso en algunas porciones de

    terra.

    Es preferible que cl agua corra muy despacio, y bastantc

    tiempo, por un surco estrecho y profundo, que no dar suelta

    a una corriente ancha y rpida durante corto rato. El agua no

    debe llegar a ms de la mitad de la altura de ]os caballones.

    As se reparte me jor; va primero a la parte profunda, de la

    que asciende, por capilarrdad, a la superficial, y favorece es-

    pecialmente el desarrollo de las races profundas, que es lo

    que ms conviene a la salud de la planta.

    nespus de estar formados los tubrculos, deben suprimir-

    se los rregos en absoluto, para que aqullos puedan madurar

    en debidas condiciones.

    Com o para la generalidad de ]as plantas, es preferible el

    agua potable a la salobre de pozo, y se ha de evitar el regar co

    agua demasiado fra.

    Causas de la ruina del cultivo en algunas zonas. la

    ocurrido en muchas partes, en E^paa y fuera de ella, que la

    cosecha de patatas ha disminudo y que la calidad del pro-

    ducto desmerece grandemente. Las causas del mal son ml-

    tiples, y tan ntimamente relacionadas entre s, que es impo-

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    sible di^tin^uir la parte que corresponde a cada una en los

    difrren'_es casns.

    La causa directa suele ^er una enCe rmedad , una pla^a. Los

    ^^ri^ul^.nres conncen ya vc^ rias. y luchan contra ellas com o

    burnam cnte hucden : pero la patata es atacacla por multitud

    dc cnerni^os, la m ayor l^artc dc c ilos u^icroscpicos e invisi-

    ble^, por tanto, p^u^a quic^n no cucnte con m edios especiales

    dc estuclio. Cu ando los sntomas aparen tes no coincid^

    con

    los de i^iin;;^una en(e rinedad con ncida, el agricultor ve que la

    cosech^t di^m inuye, que los tub^rculos no se de sarrollan o

    quc ap^ircccn daaco^: pero no sabe p or qu^, Y, por conse-

    cu^n cia, dil^ilm entc podr luchar contra el ma l.

    La causa fund< ul^ental es muy posiblc quc sea siempre, o

    casi ^iem pre, la mi^m a: la dc^ene racin o envejecimiento de

    la

    hatata, quc durante c uatro si^^los viene reproduci^ndose

    por yem a^, y no por sem illa^: cada planta es, en cierto mod o,

    una con tinuacin o renov acin de la que le di ori^cn, y no

    es propi,imente una planta dcl todo nuev a. Sc^ com prende

    quc la^ plant;^s rcpr^duciclas por mcdio de yemas ten^;^an una

    vitalidad m c^nor. La di(erencia es considerablc en la ^en erali-

    dad dc Ins ^irbole^. pequeiia cn otris plantas y, dc^clc lue^^o, la

    patata ha ciaclo prucbas de p odcr resistir. mejor que

    in^;una

    otra, e^,c- proccdiiniento de reproduccin ; pero cu atro si^los

    repre^entan inuch^in^as gene raciones sucesivas, }' no es de

    extraar qu^^, al c^rbo, haya lle^;^ado el envejecimicnto, Debili-

    tada la planta, sus nurneroscrs cnemi^;os

    aturales encuentran

    m ay^r iacilidad para su ataquc. l 'or eso, m ultitud de ho n^;os

    y de in^cctos par sitos, quc si^a^h rc han existido, no consti-

    tuan en I^ an tiguo tan terribles plagas como ahora.

    ^[:u^^to, ^^ na^s, que el envejccimiento

    atural dc la patata,

    ha contribud^:r rr debilitar c^a planta la codicia huma na. AI

    aum ent

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    o la agravacin de las plagas resultan extraordinariamente

    favorecidas por todo cuanto contribuya a dcbilit

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    dad producida por los `l3ol^ylis

    y por la

    Plzyloj^hlora,

    cuando

    se. trata de una sola enfermedad, produciendo as gran confu-

    sin e

    el agricultor estudioso (^.).

    F:I hongo parsito ataca primero las hojas bajas por su

    cara inferior, en donde aparecc formando unas clorescencias

    blanquecinas, a las que correspondcn en la cara superior unas

    manchas lvidas, algo amarillentas, que suelen comenzar jun-

    to al borde dc las hojas, y se van multiplicando y agrandan-

    do, osc;ureci^ndose luego, hasta ennegrecerse, en cuyo esta-

    do aparecen com u cubiertas por un velo blanquecino. La en-

    ferme

    ad se va propagando, rnientras tanto, a las hojas ms

    altas, y la planta queda pronto desorganizada, apareciendo los

    patatares como tostados o abrasados, alteracin que Mdava

    si;;ucn atribuyendo algunos labradores a las escarchas y otras

    mil causas imag^inarias.

    LI desarrollo del hongo parsito es muy rzpido y activo,

    sobre todo en tiempo h m edo y caluroso. Ll viento se encar-

    ga de favorecer el transporte dc ]os grmenes dc u oas hojas

    a otras y de una a otra planta. Un par de sem anas puede bas-

    tar para que unas cuan tas matas infestadas propaguen la epi-

    dem ia por todo ui1 cam po.

    De ordinario, la enfermedad no ataca sino a las plantas que

    han Ilegado ya a la floracin, pero se han visto algunas ex-

    ccpciones; especialmente si se cultiva una variedad tcm prana

    y otra tarda en su proximidad, y la primera q ucda infestada,

    el

    m al pucde propagarse a la segunda en cualquier ^poca de

    su desarrollo

    Los estragos de la enferm edad no se limitan al ag^osta-

    m iento r^pido de la parte a^rea de la planta, di(icultando,

    por cot:sccue ncia, el desarrollo de los tubrculos. Adem ts, los

    g^^rmencs d^l hongo parsito, producidos en asombrosa abun-

    clancia, cacn ai suclo, y, arrastrados por las aguas de lluvia o

    dc riego, pcnetran en la tierra e invaden los tub:rculos, pro-

    ducicndo primcro un as man chas deprimidas de color rojizo

    os^uro, que va n extend indose hasta po drir la patata, quc

    unas veccs queda eadurecida (podredumbre o gangrena seca)

    y otra^ se reduce a una especie de pulpa aguanosa, quc des-

    pidc un olor caracterst ico (podred um bre o gan grena hr-

    meda).

    La alteracin de las patatas almacenadas conduce r,ormal-

    (t)

    "I'ambin ocurre que otros autores resei^au ]a enfermed a

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    mente a la gangrena seca; el fro detiene la marcha de la en-

    fermedad: por eso, cuando se trata de g^randes cantidades, sc

    recurre en algunos pascs a las cmaras i^rigorficas. L'ajo tie-

    rra, la gangrena de las patatas se resuelve, por lo general,

    en la podredumbre hm eda, porque otros organismos conti-

    nan la obra empezada por la Ph^^lorhlhora.

    Favorecen el desarrollo del parsito: r.^ I?I calor y la hume-

    dad: por eso, las

    ieblas hmedas, las lluvias excesivas y]os

    riegos extemporneos pueden ser perjudiciales; ^. La alcali-

    nidad del suelo, razn por la cual no se debe abonar con es-

    tircolcs enterizos frescos y fuertrs, si no es mcscs antes de

    la plantaci

    para dar lugar a que se ultime su fermentacin;

    3.^ El exceso de nitrgeno, por lo cual no sc debe abusar de

    los abonos nitrados y amoniaca]es.

    En cambio, el cido loslrico y la potasa contienen e] des-

    arrollo de esta en(ermcdad y de algunas otras. Lo m ismo

    ocurre co

    la acidez en ger;eral, y de ah las vent,^jas de las

    cosechas enterradas en vcrde y del empleo del yeso, que deja

    tambi^n residuos cidos, al cabo de las reacciones que expe-

    rimenta en la tierra vegetaL L.a caliza, en cambio, aumenta la

    alcalinidad del suelo.

    I-.a invasin de ]a gangrena, y lo mismo de casi todas las

    enfcrmedades dc la patata, pucde hacerse: r. I'or grmenes

    procedentes de una cosecha anteri^r infectada, que han que-

    dado en el suelo como latentes o dormidos, sin desarrollarse,

    pero conservando mucho tiempo su vitalidad: esta es una de

    las razones que aconsejan alargar las rotacioncs, ya que esos

    grmenes

    o viven bien con las leguminosas y los cerealcs,

    por ejemplo; conviene tam bin recoger y destruir los restos

    de plantas enfcrmas: a.^ Por g^rmenes importados co

    las

    simientes, razn por la cual slo deben em plearse tub^rculos

    obtenidos en patatares absolutamente sanos y desechar todos

    los que presenten la m

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    lquido por m edio de una m ueca de tela cuyo tejido sea m uy

    claro, o dc una tabla a^u jereada. Se disuelven aparte z lcilos

    de carbo nato de sosa cristalizado e n otros to litros de a^u

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    las invasioues del

    I'lzytoj^htlzora

    mediante el azufrado, con

    preferencia al caldo cprico. La operacin se conduce lo mis-

    mo que para las vi^as.

    E

    otros sitios emplean, en vez del caldo cprico, una sim-

    ple disolucin de sulfato de cobre.

    E^z%erjnedaa'es a/i^res co^z la garxgrena.-E1

    hongo llamado

    :^illernaria sola^^ai

    ataca tam bi^n a las hojas, en las que produ-

    ce manchas negras, pequefias,irregulares, de brdes bien ne-

    tas y arrugas concntricas. Los progresos de . este parsito

    son ms lentos que los del

    P{zylorhthora, pero como inicia el

    ataquc mucho ms pronto, se llega antes al agostamiento de

    la planta. Ocurre de preferencia en los terrenos secos y c-

    lidos.

    El

    Cercosp^ora co^zcors

    produce una enfermedad que suele

    confundirse con la anterior; las manchas son mayores, menos

    delimitadas y sin marcas conc^ntricas.

    EI

    .1^lacros^oriiia sola^zi

    ataca tambin a las hojas y e

    po-

    ca ms temprana que el Phylophlhora.

    Determina la rizadu-

    ra de ]as hojas y manchas negras, dcbidas a la produccin dc.

    numcrosas esporas. Estc hongo pasa el invierno en los tro-

    zos de hojas, etc., que se dejan en el terreno. Deben recogersc

    y quemarse todos los residuos. El dar^o producido en la cosc-

    cha no resulta del ataque directo del tubrculo, sino por la

    perturbacin en las funciones de las hojas y consiguientes de-

    ticiencias de

    utricin (r).

    Hay tam bi^n varias cspecies menos comunes del gtncro

    f lzytorJzJlzo^^a

    que producen daos m uy parecidos a los dcl

    PJzvtoj^hlhor^^x rxz^esta^2s.

    Todas estas enfermedades se combaten con los caldos c-

    pricos o con el azufrado, lo mismo que la gangrena.

    Sar a^z y olras e^t%er^^ ze^f ades que alacan la ^iel del tuhrc2rlo.-

    Co n el nom bre de asarnv^ de las patatas se designa en rea-

    lidad varias enferm edades que tienen com o sntom a com n

    la aparicin de picada s y m aneha s rugosas c^;ractersticas.

    Son prod ucidas por varios hongos inferiores

    (Oosror^x sc^xbies,

    S ^rosfiora scabies

    etc.), en estrccha relaci

    con las bacterias

    del suclo, segn as investigaciones ms modernas. Las man-

    chas o c ostras aparecen localizadas y pueden extenderse has-

    ta cubrir toda la superficie del tubrculo; no pen etran a pro-

    fundidad, salvo que abran paso a la infeccr

    las heridas o las

    picadas de insectos. Esta enfermeda d se de sarrolla mejor en

    los terrenos alcalinos y puede atacar tamb i^n a]a remolachr,r.

    La semilla claramente atacada de sarna debe desecharse; la

    simplemente sospechosa y la poco atacada puedcn emplearse

    desinfectndolas, medante ]a inmersin durante dos hor

  • 7/24/2019 La Patata. Magrama 1914.

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    5

    m ente antes de la plantzt^in; cste; reme dio cs eficacsimo

    _tr^rt^n rto c.til^ in%ctzd^z l.z liet^r.r,

    pues en tal caso no hay m ts

    ren)edio ^^uc alar^^u^ mucho la rot^tcin y em plear abonos y

    ^un)icndas que de n lcidez al t^rreno.

    .

    I_a

    s zr z bermej^z

    aparece irecaentemente en el Oeste dc

    ^\m^ri^a ;tsociada con la comn, principalmente en ]as tierras

    fuertes y reK^ttdas con exceso. Ls pla^a temible, porque sus

    ;;

    rmenes no se matan cou ]r.t solucin de formalina.

    En la G ran B retai)a se ha set ialado hace p ocos a os la

    cxistencia dc una enfern)edad caractcrizada por unas grandes

    berrugas y costras irre^ulares, de color pardo qu e pasa a

    e-

    ^^^ro,

    y que a veces cubrcn toda la patata. Lltmanla

    s:irrri

    ne-

    ^,ra,

    y P arcce producida por e l hong'o

    Oe^^om^^ces ler^^^id^s

    /Cln yso^l;ayclis ertc^ohilica^,

    euyas esp oras pasan el invier-

    no en ei ^uelo, y el micelio ataca a los tallos jvenes en el ve-

    rano. 1arnbi^

    llatnan algunos autores sarna ne^ ;^ra a otra en-

    icrmcda d un tanto anlo^a, producida por el

    Syrtclaitritrrrr ert-

    ^ol^inlicunr,

    que lles^^a hasta a destruir los tub^rculos.

    L^i

    s.zrn^z ^ulrerrrlenl.z

    est producida por un parsito llama-

    do t^cnicamcnte Sj^nrr osj^ora ,S^^ l^zrri; las costras se resuclven

    ^n m asas pardas pulverulentas; e

    m uchos casos se obscrvan

    tat))bi^n hinchazones o excrecencias en los tt.tb^rculos. I?n[er-

    medad poco estudiada y que se ha propagado con ra-pidcz de

    la Europa (^^n tral al Canad^, y que es de temer haga su apa-

    t'1Gn e

    nL1CST O p11S.

    Otra enfcrmedad procedentc de Europa, y que se ha cx-

    tendido rapidsimam ente por los Estados U nidos del Este, r^

    la que llaman caspa p lateada, producida por el hongo

    S/^on-

    .^^^locl.zdiz,m ^z lrot^ireras.

    1\^lanchas oscuras, e me dio de las cua-

    les se observan puntitos negros, cuando se tniran con aten-

    ^in; si sc limpia trotando, la superficie atacada del tub^rculo

    toma u n aspecto reluciente, con alguna sem ejanza a plateado,

    .t causa de I.r separaci

    de las c^ lulas exteriores de la picl;

    de ah el nombre dado a la cnlcrn^edad. La patata no sc pu-

    dre; pero una vez m uerta la piel, va desecn dose y arrug^n-

    dosc r^pidam ente, desmereciendo m ucho su valor com ercial.

    Los [,r^rmenes no se m atan por inmersin durante unas horas

    la forrnalina, del :^ al ^3 por t.ooo,

    i e

    el sublima do corro-

    sivo al r^^ al z por t.ooo tamb i^n.

    Roit.z.

    -^11^uno s autores desig^na

    indistintam ente, eon

    los nomb res vultiares de sarna y de rot5a, las enferme da-

    des c^ue acabam os de describir; otros reserva

    el nombre dc

    roii

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    16/24

    l6

    decoloracin del tallo y su arrugamiento, Es tambizn ire-

    cuente la ri_aa`i^r^a

    de las hojas.

    L.a

    ^noritia tte^^r^a (1%laclrle,^,

    en inf;^l^s) produce unas venas

    negruzcas c

    el^tallo, y en los tejidos d^l tubrrc ulo un a nillo

    oscuro, m uy por b ajo de la super(icie. Al^;unas patat^is se

    pudre

    a parttr de la insercin dcl tallo. Es enferm edad que

    puede contenerse con una seleccin cuidados,i de la semilla.

    EI ag^e nte productor es una bacteria

    lL>^cillrrs Tlr^^lo^ l^lorusj.

    Ha y otra enfermedad parecida, causada por el Liacleriznn sola-

    ^iace^zratna,

    que ataca tam b^n a los tom ates, pepinos y beren-

    jenas; se earacteriza por el rapidsimo ag ostam icnto dc las

    hojas, la decoloracin de los vasos del ta11o y la rpida altera-

    cin dcl tubtrculo. Esta ltim a enferm edad no tiene rem edio

    conocido, pero, afortunadamente_, es m u_} rara y no se sabe

    que cxista en Espaa.

    Otros varios hon^os

    (httsariu^^ n o.x ysrorttrn,

    V crlicilliu^n

    7lhonlrum

    etc.) causan enferm edadcs p arecidas, cl.lyo snto-

    m a m s caracterstico es la coloracin parda o nel;ruzca yue

    aparece, a travs de los tubrculos, junto a su insercin en el

    tallo. Se supo ne que estos parsitos ingresa

    en la planta por

    las raicillas y ascienden por el sistem a vascular, entorpecien-

    do la circulacin y determ inando el ma rchitamiento rpido

    de la parte area.

    /;n%raeda tes c^ue ^zo ^ro^tucen lesi^^ era los la^brcr^los.

    - E n

    los ltimos aos 1^an hecho grandes daos en Ellemania y e

    Am^^rica otras enfermcdades un tanto misteriosas, transmisl-

    bles con los tub^rculos que sirven para la plantacin, pcro

    sin que en los tub^rculos mismos se note lcsin, mancha ni

    seal alguna. En alemn y en inKls se da a estas enfcrmeda-

    des nombres distintos que aluden a la rizadura o abarquillado

    de las hojas, que es uno de los principales sntomas (l); en

    espaol no tieneu

    ombre todava, aunque es p robable que

    est

    n arruinando e l cultivo en a lgunos puntos. En la ve^a

    del ^iloca (provincias de Teruel y"Laragoza) se dan casos

    lrecuentsimos de una deeeneracin de 1a patata que presen-

    tan al^;unas analo^;as con estas enfermedades, aunque hasta

    la

    fecha no ten^;amos bastantes motivos para suponer su

    identidad.

    La ms tpica de estas enfermedades es la Ilamada por los

    norteamericanos

    le^r/=roll.

    Las hojas se arru^an y se doblan

    hacia arriba por su ne.rvio central; frecuentemen te, amari-

    ]lean o toman un tinte rojizo o purpreo. La enlermedad se

    inicia a principios de verano, y est ya adelantada al final de

    julio.

    Las plantas no mueren rpidamente, como bajo la

    accin del l^'usaritim

    y otros hon^os estudiados en el apartado

    (t)

    No se olvide rlue tamhin pro

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    17/24

    anterior; puede

    incluso vivir casi tanto com o las plantas

    ^anas; pero su desarrollo queda entorpecido, y la formacin

    de los tubrculos impedida o dificultada en extremo. A me-

    nudo

    o se cncuentra ninguna patata; otras veces se encuen-

    tran un;1s cuantas, pequeitas, agrupadas alrededor de la

    base del tallo, mientras que en los estolones o vstagos ras-

    treros se forman numerosos tubrculos rudimentarios.

    La formacin de tub^rculos areos es algunas veces otro

    ,ntoma de esta enfermedad, pero tambin se observan en los

    casos de a lteracin del tallo por el

    `I^hisocto^iia y

    otros honbos.

    Ya s^ ha dicho que el

    leaf ^^oll y

    las enfermedades anlogas

    son hereditarias, es decir, transmisibles con la plantacin. Su

    causa es desconocida. Desde luego, no parecen ser oeasiona-

    das por ningn hongo parsito, ni tal vez por ninguna bacte-

    ria. lloy es general la creencia de que se trata ms bien de un

    desorden tisiolgico, de un tipo anorm al de desarrollo que,

    ^n su fo^:ma extrema, alcanza la condicin de carcter adqui-

    rido v trar.smisible por herencia.

    N se conoce ningn remedio especfico para estas g^raves

    cnfcrmedades. FI modo racional de luchar contra ellas con-

    siste e

    extremar el cuidado en la seleccin de la simiente,

    procurndose tubrculos absolutamente sanos, procedentes

    de un distrito indemne . Solamente observando las plantas

    productoras al tiempo dc la 17oracin, y luego muy poco an-

    tea de la cosecha, se podr tener la seguridad de que los tu-

    brculos destinados a la plantacin est

    libres dc tan traido-

    ras enfermedadcs.

    narece que stas se exaltan en algunos terrenos y pierden

    uerza en otros, pero no est determ inado cules son las cir-

    eunstancias particulares que en uno u otro scntido inluyen.

    Y, dcsde luego, la rotaci

    de cosechas, los abonos completo^

    v abuodantes y los cuidados culturales, como todo lo que

    ^ontribuya a fortaleccr la planta, aminoran los estragos de la

    enfermedad.

    Gangrena sec^z, pz^lverule^it^z.-[3ay

    tres o cuatro especies de

    hongos del gnero

    I^usariirna que atacan a las patatas, sirvin-

    doles dc va de entrada las lesiones del tubrculo, producidas

    mecnicamente o por la accin de otros hongos. Esta enfer-

    medad no ataca a la planta durante su desarrollo; pero, si se

    planta

    tubrculos parcialmente atacados, el hongo conserva

    su vitalidad y ataca a]a nueva cosecha cuando se la almace-

    na. No se conocen medios curativos: los preve^itivos son: se-

    leccin de las semillas, procur.ar no herir las patatas al des-

    enterrarlas y almacenarlas en locales frescos, bien limpios y

    desinfectados.

    Ol? os ho^zQos qi^e alacart a las ^atatas alntace^^adas hi^tedas,---

    pertenecen los gneros M onosporium, Cej^halos^oriunz, N eclria

    y sus af.ines. Se les combate en algunos pases espolvoreando

    co

    flor de azufre. Alguna p atata que otra, restante del ao

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    anterior y con espora de

    ?^^ectria

    sobre ella, puede propagar

    1a enfermedad en toda la nueva cosecha almacenada. Nunea

    se encarecer bastante la conveniencia de limpiar los locales y

    desinfectarlos a fondo.

    nsectos enemigos

    de la patata.-Citaremos, en primer lu-

    gar, el

    bara^enillo (Elate^- linealz^s),

    cuyos huevecillos son ligera-

    mente ovatados y blanquecinos; la larva es muy alargada, ro-

    jiza,

    de brillo metlico, dura, con i i articulaciones y unos

    i 5

    mil;metros de longitud cuando llega a su total desarrollo;

    despu^s se transforma en ninfa, y, finalmente, en una especie

    de mosca, con tres pares de patas y dos antenas curvas y bas-

    tante largas. Ataca tambin a diversos cereales, remolachas,

    cebollas, etc. Para combatirle se recomienda: m antener el

    campo muy limpio en el intcrvalo de una cosecha a fa plan-

    tacin sigurente, para privarles de alimento; ]levar al campo,

    ^uando se den las labores preparatorias de arado y escarifica-

    dor, un buen nm ero de pollos, que com en las larvas, a la^

    que son m uy aficionados; hacer hormigueros, pues el fuego

    es el

    mejor destructor de insectos y g^rmenes super

    ciales.

    }?n Italia suelen encargar a muchachuelos que recojan las lar-

    vas, a medida que el arado o el escarificador las saca a la su-

    perficie. Algn autor recom ienda esparcir cal viva por toda

    la super5cie del campo y despus regar; esto puede ser eficaz

    para destruir las larvas y los huevecillos, pero tiene el incon-

    venientc de aum entar la alcalinidad del suelo, lo cual favore-

    ce el desarrollo de a lgunos hongos parsitos.

    Fste gvsano taladra los tallos de ]a planta por su base. Se

    presenta en varias provincias espaolas: en las que ltima-

    mente lo hemos visto citado son las de lluelva y Teruel.

    La

    Dor/er^a o

    chinche de la patata

    (Doryj^laor-a dece^niliraeat^z .

    ctecempirnctala)

    es originaria de Am .rica, y ha hech o ya gran-

    des estragos en los cam pos alemanes y franceses. En Espa a

    la hem os visto citada en Jan y C iudad Rea l, y tal vez se en-

    cueotre en o tras varias provincias. Es un co lepterode ro a i^

    m ilm etros d^e ]argo, cuerpo ovalado, litros de color am ari-

    Ifento claro, con cinco lneas neg ras longitudinales: en la ca-

    beza tiene una mancha negra en form a de corazn, y sobre el

    trax una marca negra en form a de V , alrededor de la cual

    tiene algunos pun tos ne gros; la parte inferior del cuerpo es de

    color rojo. Produce e n el ao varias generaciones de larvas,

    que devoran las hojas y se meten luego bajo tierra para ]levar

    a t^rmino su me tamorfosis. No ataca directam ente al tubrcu-

    lo.

    D e preferencia debe com batirse a este insecto en la prime-

    ra edad de la larva. Com o insecticidas se em plean el sulfuro

    de carbono y el verde de S cheele, que son m uy enrgicos,

    pero m uy peligrosos. Tam bin se recom ienda una em ulsin

    de r5 partes de aceite de colza en 8S de agua jabonosa.

    La

    ti7ia o polilla

    de las patatas

    (Phtlzo^-in^cea operculellaJ

    es

    un insecto cuyas larvas diminutas minan las hojas en todas

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    direcciones y acaban p or devorar el exterior; atacan i^ualmen -

    tc la piel y la carne de los tubreulos enterrauos o almac ena-

    dos, com unicndoles un olor infeeto. Se producen dos o tres

    l;^eneraciones en el transeurso del verano, y luef;o otra gene-

    racin invernante, que es la que aseg ^ura la continuidad de la

    especie. Cada hem bra pone unos ^o huevos de m edio mil-

    m etro de lon^itud, de color blanco nacarad o al principio y

    aplornados despus, que se aviva

    a los diez das. Las inycc -

    ^:iones de sulfuro de carbono m atan las larvas que pueda ha-

    her en la _ierra, pero las centenidas en los tub^rculos resisten

    roccdimiento de ataque; sc recomienda un ^ran esmero en

    cl cultivo; destruyendo y que m ando todos los residuos de

    plantas Gue h aya en el terreno susceptibles de contener el in-

    ^^ecto; wa^lc^rse de algunos animales, ovejas y cerdos, por ejem-

    l^lo, com o auxiliares en la destruccin de las larvas; lar^a ro-

    tacin de cosechas, dando p referencia a las legutninosas, a las

    que el insecto no ataca : acuerdo e ntre los agricultores de la

    c

    om arca. absteni^ndose todos d e plantar patatas en el aiio, a

    li

    de cv itar que la plaga, destruda en casi todas pa rtes, re-

    ^ista e.n un cam po o do s desde donde p ueda volver a infestar

    los dem< s. Tam bi^n sc recom ienda inyectar el suelo con bi-

    ^ulfuro dc carbono v fum igar con esta misma sustancia, o con

    ^^ 1

    cido cianhdri^o, las patatas atacadas, destinadas a la plan-

    tacin: pero e stas fumigaciones son pelil;rosas

    y rao debeyi Iz:z-

    cerse siiio a

    inleri^enci^a de j^erso^a^ e.t j^cr^inae^^ lad^z.

    Se ha citado ltimamente la

    j^olilla o palomill^x

    de la patata

    cn la provincia dc Alicante.

    Gtcscrno cte l^as razces.

    -Hay un nematodo, gusano peque-

    simo, Ilamad o por los naturalistas

    Ilelerocfera rzc^ icicol^z ,

    que

    ataca a las races de varias plantas, como las patatas, rem ola-

    cha, ^;anolioria,

    m elones, pepinos, berenjenas, toma tes, etc-

    t^^ra, etc. L,a hem bra tiene forma de pera a largada, correspon-

    diendo la cabeza a la parte estrecha , y su long^itud total es de

    tres cuartos de milmetro a u

    m ilmetro; el m acho es filifor-

    me, de u

    m ilmetro a m ilmetro y m edio. Los tejidos de am-

    bos son casi transparentes; esto, unido a su peq uei^ez, hacc

    que se a m uy difcil distinguir estos parsitos a simp lc vista.

    La hem bra produce d e ro a i5 huev os por da , y, en total,

    unos Soo. "^luchos de ellos avivan dentro del cuerpo de la m a-

    dre. Las larvas, cuando salen al exterior, abandona n la raz

    en que ha

    nacido y se abren paso a o tra. Sus avances son

    m uy lentos; y as, la diseminacin de la plaga no sc ha ce,

    prcticame^n te, si no es po r el transporte de plantas atacadas,

    o de la tierra infectada qu e puede ir adhe rida al calzado, a los

    apero s, las rueda s, etc. Cua ndo las ]arvas lle^;an a la raz,

    p^^rforan sus tejidos y all viven, alim entndose d e ]os ju;;os

    dc^ la planta y provocando la formacin de unos nudos, a m a-

    ne^ra d e agallas. E1 parsito ataca, no slo a las races de la

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    patata, sino tambin a los tub^rculos, cuya piel se pone ru-

    gosa y salpicada de verrugas.

    ^

    Esta plaga ha hecho en Europa enormes daos al cultivo

    de ]a remolacha azucarera, y est causando verdaderos des-

    trozos en la patata y otros cultivos er, el Oeste y el Sur de los

    Estados Unidos. EI

    Helerodera radiccola A ^z rilhzla z-aclicicola

    es uno de tantos parsitos como hay muy extendidos, y en

    los que no ^e para la atencin mientras los daos que causan

    no so

    muy grandes; y cuando constituyen verdadera plaga,

    se habla por mucho tiempo de una entermedad mist^riosa,

    hasta que se determina bien la causa. No sabemos, hasta aho-

    ra, que exista en Espaa este mal, pero bien pudiera aparecer

    cualquier da, sobre todo en las zonas ms c lidas.

    Los m edios de lucha contra la plaga puestos en prtica

    son: el vapor de agua a presin para los invernaderos, semi-

    lleros, etc.; el sulfuro de carbono , la solucin de formalina

    al r por roo y el encharcamiento del suelo, cuando se trata de

    tierras en que hay plantas perennes, algunas de las cuales

    pueden resultar pcrjudicadas por el tratamiento, por lo cual

    deben apiicarse esos remedios con suma discrecin. Cuando

    no hay en e l tcrreno plantas perennes, los remedios propues-

    tos son: encharcamiento; dedicarlos, durante dos o tres aos

    seguidos, al cultivo de plantas no atacadas por la plaga, entre

    las cuale^ se cuenta

    varios cereales y leguminosas; dejar, en

    caso extremo, libre la tierra de toda vegetacin durante dos

    aos. En todo caso, es conveniente reforzar las dosis de abo-

    nos, especialmente de los potsicos. Como medio preventivo,

    impedir el acceso de las aguas de Iluvia y de las sobrantes de

    los riegos que pasen por un terreno prximo infestado, pues

    los grmenes arrastrados por las aguas son uno de los medios

    ms activos de diseminacin de la plaga.

    En algunas com arcas espaolas, principalmente del No ro-

    este, se presenta una plaga a qu e los agricultores llaman im -

    propiam ente langosta. Trtase de las larvas de un insecto

    (^oz^ otis segelz^m ),

    coutra el cual no ha luchado con xito hasta

    ahora m s que po r la caza directa y dedicando al cultivo te-

    rrenos que no estn infectados, por no haber produ cido, desde

    antes de la invasin, ni patatas ni m az, al que tam bin ataca

    el insecto. El

    A ^rostis segetunz

    se ha presentado en Alm era,

    atacaodo principalmente a las zanahorias. E

    los patatares de

    M urcia causa daos una especie a(n

    (A grotis lineatz^n^ ), que

    Ilaman vulgarmente

    oradilla o doracfilla.

    Los

    ^nelolontas o

    gusanos blancos, llamados as porque

    en tal estado (larva) pasan hasta dos aos, los

    ^rillotalpas o

    alcacranes cebolleros, los pulgones y otros varios insectos fre-

    cuentes en las huertas, pueden causar tambin daos en los

    patatares, pero no constituyen una plaga caracterstica de

    stos. Los primeros se combaten con inyecciones de sulfuro

    de carbono, que son el remedio radical contra los insectos que

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    viven bajo tierra (r); contra los grillotalpas se ha recomen-

    dado tambi^n echar agua hirviendo por los agujeros que con-

    ducen a las galeras que abren. Contra los pulgones se em-

    plean: el jui;o de tabaco; las pulverizaciones con lisol al t f/^

    por ioo; emulsin de r parte de petrleo en roo de agua jabo-

    nosa, y o^^ras mil frmulas.

    Durante ]os aos ltimos han adquirido alguna importan-

    cia los daos causados por los melolontas

    en las provincias de

    Soria, 13urgos, Ciudad Real y Ja^n. Los producidos por el gri-

    Ilotalpa fueron mayores que de ordinariu, en Soria, Burgos,

    5antander y I'alencia.

    Con sec:uencias prcticas que se deduc en del estudio de las

    plagas de la patata.-La noticia de tan num erosas enferm eda-

    de.^ y parrsitos (y no los hemo s citado todos, ni con rnucho),

    producir^^, e

    bastantes agricultores una im presin de de s-

    eonsuelo, sobre todo al considerar -que para la gran m ayora

    de estos rnales no existe remedio especial conocido. Sin em-

    harl;o, uca observacin m s detenida perm ite

    otar que se

    ha llegado ya a varios resultados positivos y tiles.

    En primer trmino, las podredumbres produ eidas por las

    varias e^l-^ecics de hongos p arsitos dcl gi^nero

    f'iayloj^hlhora,

    v lo m isrno las diversas enfermedades atincs, se combaten

    ^on ^to co

    las pulverizaciones de caldos clpricos o co el

    tzufrado.

    Varias dc las especies de sarn^ i se evitan tratando con la

    ^;oluci

    dc fr>rmalina los tub

    rculos destinados a la planta-

    c,in (p;. r-1)

    Ls.t ;e;r^cralidad de las p;agas que no ticnen reme dio espe-

    ^;ial

    conor,ido se desarrollan me jor a(avor d^a la alcalnidad

    del terreno, y algunas a favo r de u

    exce;o de uitr^eno. En

    cam bio, la acider del terreno y los abonos lo^latados y hot-

    sicos les son fatales. Un abon o abund ante, en cuya frm ula

    no se olvide la potasa, el superfos^a to ni el yeso, es doblem en-

    te til e

    todos los casos, pues favorece el desarrollo de la

    plaata y contiene el de sus enem igos.

    Invadida la planta, los grmene s del mal pueden pasar a la

    tierra, quedando sta inectada. La desin(eccin d irecta del

    ^uelo po r m edios qum icos es costosa, difcil y hasta peli-

    t;rosa e

    ocasiones. Dar bueno s resultados e

    al^;n caso es-

    pecial, pe^ro

    ^ao d^ ebe inlenlarse sin el consejo y direcciiz de per;eo-

    na entertdi,.>'a.

    El me jor remed io est en una lar;a rotacin de

    cosech as, dedieando tres aos seguidos el terreno a cultivos

    de cereales, le^um inosas pratenses, etc., que no son ataca-

    dos por los enem igos de la patata, quedando stos as priva-

    dos de m edios de sostenimiento. La rotacin sera de todas

    (^ )

    En el

    B oletn dt A gricul/r^ra T cnica y F ^connrica eorrespondieute al roes-

    de ahril de iq^4 se public un trabajo sobre la .Desiufecciu de las tierras por

    el sulfuro de carbono..

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    maneras recomendable, por cuanto la patata es una planta

    esquilmante.

    Algunos recursos extremos, ensayados e

    casos graves,

    para luchar contra un mal determinado, pudieran aplicarse

    contra los dems. Ejemplos: e1 dejar la tierra libre de vegeta-

    cin durante uno o dos aos; el ponerse de acuerdo los agri-

    cultores de una zona para coincidir en la rotacin de cose-

    chas (pg. ry). En Amrica se ha intentado que la Autoridad

    imponga esa coincidencia, o, por lo menos, impida el cultivo

    de la patata en toda la zona durante el tiempo que se fije.

    Se han buscado, pero no encontrado hasta ahora, varie-

    dades nuevas inmunes a las principales enfermedades, o

    cuando m enos, de una gran resistencia contra ellas. Desde

    luego, que siempre hay unas ms resistentes que otras; as

    la

    Magnuzn bonurn,

    la

    Impe^-ator y

    algunas se citan como me-

    nos atacables, relativamente por la

    Phytophthorn.

    Lo esenc ial es procurarse para la plantacin tubrculos

    absolul^zaente sanos

    y bien desarrollados (pg. z3). Algunos

    grmenes se matan con la solucin de formalina y con las

    tumigaciones con sulfuro de carbono o con cido cianh-

    drico. Para tener la certeza de que los tubrculos destioados

    a la plantacin estn sanos en absoluto, no basta verlos co

    excelente aspecto y libres de toda huella y mancha: es preci-

    so asegurarse personalmente, o por el dictamen de persona

    entendida y de confianza, que los tales tubrculos proceden

    de plantas de vegetacin vigorosa y que no mostraron anor-

    malidad alguna, ni antes ni despus de la floracin.

    Los ensayos con variedades nuevas de las que no se ten-

    ga absoluta garanta deben hacerse en escala reducida y en

    lotes de tierra cuya situacin y disposicin faciliten, en Io po-

    sible, la localizacin de la enfermedad (si se presentase algu-

    na), y su extincin antes de que se propague a los dems

    campos.

    En las zonas invadidas debe cuidarse con verdadero celo

    de impedir que los pies, los animales, los tiles de ]abran-

    za, etc., transporten de un cam po' a otro pequeas cantida-

    des de tierra y de residuos vegetales, por insignificantes que

    parezcan.

    Ha de ponerse m ucho tiento en la aplicacin de los rie-

    gos, ya que los hechos fuera de tiempo y de medida son per-

    judiciales y ayudan a la propagacin de a lgunas plagas (p-

    ginas ii y zz.)

    Las labores preparatorias han de ser profundas, por cuan-

    to conviene facilitar que las races de la planta alcancen la

    mayor profundidad posible; los sucesivos cuidados cultura-

    les deben ser esmerados ; el aporcado es de suma utilidad

    para favorecer el desarrollo de los tubrculos y hacer ms

    difcil que Ileguen hasta ellos los grmenes arrastrados por

    las aguas.

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    En u na palabra: simiente sana y bien selecconada; buen

    eultivo co

    labores profundas y riegos discretamente adm i-

    istrados; abonos abundantes cn los que no talte. la debida

    proporcin de losfatos y de potasa; larga rotacin de cose-

    ^^has: tales son los cuatro puntos fundam entales en que se

    apoya todo bu en sistema de abundante produccin patatcra.

    Y, a la vcz, esos

    sort los ^^aejores ^^ented ios conlrcz las plagas so-

    bre todo contra las muchas que no tienen remedio especfico

    eonocido.

    As ha podido darse el caso de que cl especialista alemn

    de mayor autoridad en la materia haya declarado que la apa-

    ricin de las en(ermcdades un tanto misteriosas que hemo^,

    descrito en las pgs. i6y i7,

    aun habiendo hecho grandes es-

    tra^os en los primeros aos, y aun no habindose llegado to-

    dava a determinar exactamente su naturaleza, ha sido, en fin

    de cuentas, un bcneficio para la agricultura alcmana, por cuan-

    to dcspert el inters de todos e indujo, aun a los ms reacios,

    a poner c

    prctica los m^todos perleccionados de cultivo. EI

    resultado final ha sido u

    aumento e

    e] total de la pro-

    duccin.

    Por ltimo: siempre que se observe alguna pla^;a no bi^n

    conocida, deben los a^ricultores llamar la atenci de las per-

    sonas t^cnicas en la m ateria, procurtndose su consejo con

    ocasiu de al^n viaje o visita a los campos; y, en ltimo caso,

    remitiendo ejemplares bien acondicionados y e

    las distintas

    fases de la plag^a, para poder proceder a su estudio.

    Cmo se obtiene una simiente seleccianada.-Escjanse tu-

    brculos procedentes de plantas sanas y de buena produccin,

    que no est:

    demasiado maduros, sean firmes y compactos,

    uniiormes de tamao y configuraci

    y de 6 a

    onzas de

    peso. Divdaseles en cuatro partes, aproximadamente iguales,

    medante dos cortes dads por su eje Ion^^itudinaL Deschen-

    se todos los tub^rculos que tengan la ms pequea alteracin

    en la piel o que muestren manchas decoloradas o anillos en

    la carne.

    Los c:uatro pedazos de un mismo tubrculo se han de plan-

    tar en la misma tila a distancias de 3o a 35 centmetros, con

    las yemas u ojos hacia arriba. Entre ^;rupo y grupo se deja

    doble distancia. F_sto permite reconocer durante su desarrollo

    las plan _as nacidas de un mismo tub^rculo. Arrnquense las

    plantas que resulten no ser exactamente de la variedad-tipo

    adoptada.

    Inneresario es advertir que el campo ha debido ser abo-

    nado abundamente en tiempo oportuno y que ha de cultivar-

    se con todo esmero.

    Antense las plantas ms vigorosas y de ms perfecto des-

    arrollo.

    Antes de que maduren demasiado, se arrancarn y

    guardarn separadamente los tubrculos producidos por cada

    grupo de cuatro plantas, elegidas y nacidas de la m isma si-

  • 7/24/2019 La Patata. Magrama 1914.

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    miente. Lo ms prctico es guardarlos en sacos numerados.

    Estos tubrculos, siempre que no tengan ninguna seal de

    alteracin, se plantarn en el campo de cosecha a la vez si-

    ^;uiente. Los tubrculos ms perfectos de cada saco se elegi-

    rn para plantarlos en el campo productor de simiente.

    De este modo, no slo se evita la degeneracin de la varie-

    dad, sino que se va mejorndola,poco a poco, tanto en calidad

    y uniformidad de los productos (y, por consiguiente, en pre-

    cio), como en cantidad. En circunstancias normales, el au-

    mento determinado en las cosechas por la buena seleccin de

    ^imiente se calcula en r 5 zo por roo. Cuando se trata de luchar

    contra las plagas, y contra la degeneracin de la patata, so-

    bre todo, la ventaja obtenida es entonces muchsimo mayor.

    Las variedades importadas de localidades diferentes no

    son tan productivas el primer ao como en el pas de origen.

    Conservacin de las patatas.-Hay que defenderlas contra

    la germinacin extempornea y contra los agentes de descom-

    posicin. Debe comenzarse por escogerlas; guardar las que

    no est n sanas es exponerse a estropearlas todas. Antes de al-

    macenarlas, tnganse al sol algunas horas para secarlas.

    EI local debe ser fro, sin que hiele (3 a 8 grados). I_as cue

    vas suelen ser demasiado templadas, y los graneros demasia-

    do fros y expuestos a variaciones de humedad y de tempe-

    ratura. Estas de

    ciencias pueden corregirse actuando sobre

    la ventilacin. 1^9a1 aireadas las patatas, adquieren u

    sabor

    dulzano y se inutilizan a veces para el consumo. r1 la luz ver-

    dean y toman un sabor acre. La irumedad faciiita ia ^ermina-

    cin y la propagacin de los hongos; la sequedad hace que

    las patatas se empobrezcan.

    A ser posible, no amontonarlas, sino extenderlas sobre un

    suelo bien seco. Si la falta de sitio obliga a formar montones

    grandes, pnganse chimeneas de tir y respiraderos laterales

    cada 4 0 5 m etros, con tubos de hoja de lata.

    Pueden guardarse las patatas al aire libre, abriendo, en te-

    rreno elevado y permeable, fosos de r m etro de lado y o,5o de

    profundidad, donde se colocan las patatas bien secas y sin

    tierra adherida, formando montn sobre la super

    cie. Cbren-

    se con ramitas de aulagas o enebro, que ahuyentan los roe-

    dores, y se recubre todo con pajas o planchas de csped bien

    cortadas. Djese un respiradero, que se tapar cuando llueva.

    Si no han de servir para simiente, la conservacin de las

    patatas se facilita privndolas del poder germinativo, bien por

    supresin de las yemas (lo cual es lento y pesado), bien te-

    nindolas diez horas en una solucin de crdo sulfrrco al r

    al 2 por roo (segn la dureza de la piel), bien encalndolas al

    tiempo de almacenarlas (6 a ^ kilogramos por tonelada). Como

    el detalle cambia con las variedades, debe comenzarse hacien-

    do un ensayo con pequeos lotes.

    Il4AD$ID . - lmp. d la Sno.

    de M. Minneea de los

    $os, Miguel Servet, 13.