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    La prctica de la psicoterapia relacional(libro de Joan Coderch)

    Publicado en la revista n 038Autor: Codosero Medrano, Angels

    Libro: Coderch, Joan. La prctica de la Psicoterapia Relacional . Editorial goraRelacional. Madrid. 2010. 335 p.

    En la introduccin , Coderch, rescata en!ati"a el car#cter pri$ordial$enteterap%&tico del psicoan#lisis, co$o $%todo de a &da para las personas '&e

    s&!ren pert&rbaciones e$ocionales( ade$#s de ser &tili"ado para lain)estigaci*n de la $ente, para la constr&cci*n de &na teor+a sobre eldesarrollo la patolog+a de la $is$a. Considera '&e los analistas han deincorporar, poder integrar, los conoci$ientos de otros ca$pos dein)estigaci*n para enri'&ecer s& acer)o te*rico pr#ctico, co$o son losdesc&bri$ientos de las ne&rociencias, la psicolog+a cogniti)a, la !iloso!+a delleng&a e, la ling-+stica, la teor+a de la co$&nicaci*n, la sociolog+a, las t%cnicasen la obser)aci*n de beb%s la relaci*n de estos con s&s padres, '&e obligana &n replantea$iento, sobre los conoci$ientos en los '&e hasta ahora se ha!&nda$entado el psicoan#lisis. a$bi%n, a lo largo de generaciones deanalistas, se ha dado l&gar a n&e)as perspecti)as de la $ente h&$ana, as+co$o las relaciones entre analista/paciente, '&e ha propiciado, '&e lo '&e en&n co$ien"o era &na nica teor+a, se ha a di)ersi!icado en &n n $eroi$portante de orientaciones esc&elas. M&chas de estas teor+as co$parten'&e la $ente h&$ana se estr&ct&ra por con!ig&raciones relacionales, siendo%stas el res&ltado de la internali"aci*n, de la ininterr&$pida interacci*n del ser h&$ano con la $atri" social, con la '&e con)i)e desde el naci$iento, dandol&gar al psicoanlisis relacional.

    El captulo 1, Psicoanlisis relacional y neurociencia , se podra considerar que es eleje principal, a partir del cual se desarrolla todo el libro. En l, hace un esbozo de lasvinculaciones entre psicoan lisis ! neurociencia en "eneral, ! de aquellascontribuciones de la neurociencia, que son un punto de apo!o para la teora relacionaldentro del psicoan lisis.

    Coderch considera '&e la actit&d de los psicoanalistas ante las ne&rocienciasha de ser co$o la de los !+sicos de laboratorio. e p&eden ad'&irir todos losconoci$ientos precisos sobre la ne&ro!isiolog+a los desc&bri$ientos de lane&rociencia, con ellos, a &dados por la e periencia cl+nica, )er cles sonlas aportaciones de la ne&rociencia '&e con!ir$an n&estras hip*tesis teor+as.

    Coderch, entiende '&e la colaboraci*n $&t&a no ha de signi!icar &n golpe$ortal para los principios del psicoan#lisis, sino '&e, sin perder s&

    http://www.aperturas.org/revistas.php?n=042http://www.aperturas.org/autores.php?a=Codosero-Medrano-Angelshttp://www.aperturas.org/autores.php?a=Codosero-Medrano-Angelshttp://www.aperturas.org/revistas.php?n=042
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    especi!icidad, ha de salir re!or"ado, dado '&e las disciplinas cient+!icas noposeen principios sagrados e ina$o)ibles. n claro e e$plo de estacolaboraci*n la pode$os )er en el $# i$o representante de la ne&rociencia enla act&alidad,Eric Kandel, pre$io 4*bel de $edicina !isiolog+a en el 2000, ala!ir$ar '&e el psicoanlisis todava representa la perspectiva ms coherente eintelectualmente satisfactoria de la mente, ade$#s de hacer &n lla$a$iento ala colaboraci*n entre psicoan#lisis, ne&rociencia psicolog+a cogniti)a.

    Coderch se ci e a a'&ellos desc&bri$ientos de la ne&rociencia '&e $&estranla i$portancia de las relaciones h&$anas, '&e &sti!ican el $odelo relacionalen psicoan#lisis, co$o son: el desarrollo de la con!ig&raci*n cerebral, el!en*$eno de la plasticidad cerebral, la in)estigaci*n de la $e$oria, eldesc&bri$iento de las ne&ronas espe o, la )alidaci*n de la psicoterapia a tra)%sde la t%cnica de la i$agen, por lti$o los est&dios del self la representaci*ndel self , los p&ntos de contacto con la in)estigaci*n del yo.

    Con respecto al desarrollo de la configuracin cerebral , la ne&rociencia hap&esto de relie)e '&e el cerebro h&$ano precisa ine c&sable$ente de larelaci*n para alcan"ar s& total $ad&ra con!ig&raci*n. on necesarias lasesti$&laciones '&e pro)ienen del e terior, las '&e dar#n l&gar a la !or$aci*nde los i$prescindibles circ&itos ne&ronales, co$pletando as+ la tarea iniciadapor el control del geno$a. e p&ede decir, sin l&gar a d&das, '&e el cerebro$ad&ro es el res&ltado del progra$a gen%tico $#s las in!l&encias del entorno.Esta con!ig&raci*n se prolonga d&rante toda la )ida. n e e$plo de esto se

    enc&entra en la in)estigaci*n de la $entali"aci*n, o lectura de la mente, de6onag seg&idores, '&e es el proceso a tra)%s del c&al los seres h&$anosllegan a ser capaces de captar estados $entales propios de los otros. 7etodas las teor+as '&e e plican este proceso, Coderch , escoge la teora de lasimulacin , donde la base del cerebro est# dise ada para crear estados$entales ig&ales a a'&ellos otros '&e el s& eto est# obser)ando, gracias alsiste$a de ne&ronas espe o. a$bi%n se ala la $entali"aci*n co$o e eprincipal del desplieg&e de la $ente, para la co$prensi*n de s& patolog+a, '&e se est# i$poniendo en l&gar del co$ple o de Edipo, '&e oc&pa el e eprincipal en el psicoan#lisis cl#sico.

    Con respecto a la investigacin de la memoria , nos co$enta bre)e$ente losdi)ersos siste$as de $e$oria s& locali"aci*n cerebral: la $e$oria de cortad&raci*n 8ic*nica, de traba o9, la $e$oria de larga d&raci*n 8$e$oriae plicita o declarati)a, di)idida a s& )e" en se$#ntica epis*dica, $e$oriano declarati)a o i$pl+cita di)idida a s& )e" en de con!ig&raci*n, e$ocional deprocedi$iento9. Considera '&e &no de los aspectos de $a or inter%s, por lo'&e respecta a la con!l&encia de a$bas disciplinas en torno a la $e$oria, es lalla$ada $e$oria de procedi$iento, lo '&e ha s&p&esto &na re)ol&ci*n en elest&dio de la $e$oria, ha per$itido saber '&e e isten dos clases deinconsciente

    : el inconsciente dinmico o reprimido y el inconsciente implcito ono reprimido. a$bi%n nos rec&erda '&e reud se adelant* casi &n siglo, cons&s obser)aciones, a la concepci*n act&al de la $e$oria, con s&

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    desc&bri$iento del !en*$eno de la trans!erencia. io '&e los pacientesrepet+an con el analista s&s !antas+as, e$ociones, con!lictos, senti$ientos, etc.'&e hab+an )i)ido en s& in!ancia con s&s progenitores, co$port#ndoserelacional e$ocional$ente con el analista seg n las e periencias del pasado.Esto es el $#s $oderno e e$plo de la $e$oria, el de la in!l&encia de los

    hechos del pasado sobre el co$porta$iento, las e periencias del presentedel s& eto.

    #o! sabe$os que, "racias a los detallados estudios del co$porta$iento de los bebs, atravs de las re"ularidades de la relaci%n con quienes los cuidan, desde el inicio, captanlas situaciones ! las reacciones de los otros, para satis&acer sus necesidades ! evitar eldolor' es decir utilizan de &or$a intuitiva lo que deno$ina$os estrategias heursticas .Estas estrate"ias poseen una &inalidad adaptativa en un deter$inado ! espec&icoconte(to, ! se")n su (ito, quedan &ijadas, ! se repiten en otros conte(tos en los que

    pueden no representar la $ejor soluci%n, convirtindose entonces en desadaptadas.

    Estas estrate"ias se desarrollan de &or$a inconsciente, ! lle"an a tener $ s &uerzarepetitiva que las que consciente$ente son aprendidas ! &or$uladas, quedando inscritasen la memoria de procedimiento, ! constitu!endo el conocimiento relacional implcito *Stern y grupo Boston +.

    na vez establecidos estos $odelos $entales i$plcitos, con&i"uran las sucesivase(periencias $ediante cuatro procesos a&ectivos ! co"nitivos- 1+ e(pectativas +atenci%n ! desatenci%n selectiva 3+ atribuci%n de si"ni&icado ! /+ construcci%ninterpersonal. in e$bar"o, ta$bin e(iste entre los seres hu$anos la capacidad paraaprender de la e(periencia, de re&le(ionar, de reconocer los errores ! de recti&icar, enlu"ar de construir hip%tesis ad hoc para e(plicar c%$o los aconteci$ientos no se han

    presentado co$o se esperaban. a neurociencia nos a!uda a poder co$prender esta&ijaci%n ! repetici%n de los $odelos $entales i$plcitos, que tanto perturban nuestroes&uerzo teraputico, ! que nos ha llevado a hablar de resistencia ! trans&erenciane"ativa. 2oderch considera que se ha abusado del uso de la resistencia, co$o luchacontra los prop%sitos del analista para descubrir la verdad, ! se ha olvidado laresistencia co$o se al de alar$a ! ansiedad &rente a lo nuevo.

    El autor apo! ndose en su e(periencia clnica, en lo dicho hasta ahora ! en la psicolo"aco"nitiva, lle"a a la conclusi%n de que los $odelos $entales i$plcitos con&i"uran losras"os predo$inantes o eje principal de la transferencia. 4de$ s, las investi"aciones dela neurociencia co"nitiva con&ir$an, por va e(peri$ental, que no ha! di&erencia, en un

    proceso analtico, entre relaci%n real ! trans&erencia, puesto que el ser hu$ano es unaunidad or" nica &uncional, ! responde a cada est$ulo co$o una totalidad. Perota$poco e(iste una relaci%n real, analizado ! analista, en el sentido positivista, !desprendida e independiente, de todas las e(periencias ! aprendizajes del pasado,consciente e inconscientes, dado que no e(iste una percepci%n 5objetiva6. Pero s que

    pode$os decir que la trans&erencia es ubicua, ! que toda la relaci%n del sujeto con el$undo que le rodea ! consi"o $is$o, es transferencia. 7 que toda relaci%n que sedesarrolla entre analizado ! analista, lla$$osla trans&erencia o contratrans&erencia, noes una creaci%n del uno o del otro, sino co creada.

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    2oderch hace re&erencia a que el cerebro no es flexible, sino plstico, con lo cual cadae(periencia que a&ronta percepciones, e$ociones, deseos, &antasas, dejan en l unahuella i$borrable, de $anera que, la pr%(i$a e(periencia, ser vivida ! resuelta conotro cerebro. Esta &unci%n de plasticidad tiene lu"ar en la sinapsis. os psicoanalistastrabaja$os sobre esta plasticidad.

    i hasta ahora, 2oderch , hace hincapi en que el cerebro es un %r"ano constituido por ! para la relaci%n ! la co$unicaci%n, ahora se sabe que las neuronas espejo son la partedel cerebro destinada a esta $isi%n. Este descubri$iento es de "ran inters, tanto para el

    psicoan lisis co$o para la psicolo"a co"nitiva. El inters recae, sobre todo, en el hechoque las neuronas no s%lo se e(citan en el sujeto observador cuando observa actos$otores, sino cuando observa e(presiones &aciales o escucha tonalidades vocales, que$ani&iestan e$ociones. Pri$ero &ue descubierto en el rea pre $otora, ventral lateral,

    pero ta$bin en el sector de la corteza parietal conectado con esta rea. En estos$o$entos se habla de siste$a en espejo, pues parece que todo el cerebro &or$a parte de

    este siste$a. #a! autores, co$o Gallese, Eagle y Migohe, que hablan de si$ulaci%nincorporada, co$o un proceso que hace que cuando percibi$os los "estos ! e(presiones&aciales de otro, co$prende$os la e$oci%n que est e(peri$entado, co$o un estadocorporal que co$parti$os, ! no por in&erencia o analo"a. 2oderch , recalca que lasneuronas espejo, no s%lo reproducen un acto $otor, sino que codi&ica la intenci%n delacto.

    2oderch enlaza con otra de las interesantes hip%tesis aportadas por la neurociencia, lae(istencia de una teora intencional en el cerebro, en la etapa pre verbal, que per$itecaptar las intenciones con los que realizan deter$inados $ovi$ientos o e(presiones&aciales. 9odo ello, per$ite entender $ejor las hip%tesis !a planteadas por reud, co$ola co$unicaci%n inconsciente a inconsciente entre paciente ! analista. 4l i"ual que la$entalizaci%n, ! la identi&icaci%n pro!ectiva que, en un principio, !lein dijo que era la&antasa de la pro!ecci%n en un objeto interno de las pulsiones ! parte del self . 2on

    posterioridad Bion y "osenfeld le dan un car cter $ s interpersonal, ! pasa a ser un$ecanis$o &unda$ental para la co$unicaci%n hu$ana. 9odo esto es lo que nos per$itesentir e$pata con los otros ! hacerse car"o de sus e$ociones.

    2oderch se pre"unta por el e&ecto teraputico de lo tratado hasta ahora. En virtud del&eed bac:, al cual hace re&erencia, el paciente recibir del analista una si$ulaci%nincorporada, que ser una versi%n $odi&icada de la propia e(periencia, lo cual tendr une&ecto re"ulado de su estado e$ocional, ! que puede dar respuestas a la internalizaci%ntrans$utadora * !ohut#, las interpretaciones a&ir$ativas *;illin"$o+, ! el conoci$ientorelacional i$plcito co$partido * tern+. 4de$ s, estos conoci$ientos sobre lasneuronas espejo, se han de su$ar con la incorporaci%n, la intro!ecci%n, ! laidenti&icaci%n. e")n 2oderch , es en la identi&icaci%n donde la &unci%n del siste$a enespejo del cerebro jue"a uno de los papeles $ s i$portantes, ade$ s de la $otivaci%nde ser co$o el otro, o adquirir las cualidades del otro.

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    2oderch selecciona tres trabajos sobre el te$a. no de ellos son los trabajos de Stephen Mitchell, que e(presa la &alta de consenso, porque el self no se re&iere a al"osi"ni&icativo, sino a $uchas cosas si"ni&icativas. >estaca, la aportaci%n $ s ori"inal de

    Mitchell a la co$prensi%n del self co$o dos $et &oras- la $et &ora espacial, perspectivadel self co$o sin"ular ! continuo, ! la $et &ora te$poral perspectiva del self co$o

    $)ltiple ! discontinuo. >esde este punto de vista, los selfs son lo que las personase(peri$entan ! hacen, $ s que al"o que e(iste en al")n lu"ar, as sintetiza a$bas

    posiciones ! de&ine al self co$o la or"anizaci%n subjetiva de si"ni&icado que el sujetocrea a travs del tie$po, haciendo cosas, ! teniendo pensa$ientos ! senti$ientos sobres $is$o. Estas dos perspectivas del self no son e(clu!entes ni inco$patibles, debido aque las personas se co$portan, en ocasiones, con continuidad, ! en otras condiscontinuidad, ! or"anizan sus e(periencias de &or$a $u! diversa en cada conte(to.

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    En el ca$po analtico se ha e(tendido el e$pleo del di lo"o que lla$a$osconversacional co$o &or$a de trabajo analtico, en oposici%n al estilo del analistasilencioso, que s%lo escucha las asociaciones, ! que interviene en al"una ocasi%n conuna breve e(plicaci%n. 4nte la objeci%n de que 5 a mayor dilogo menor desarrollo dela transferencia' , 2oderch responde que incluso los silencios son co$unicaci%n, ! que

    toda co$unicaci%n es di lo"o. El di lo"o analtico se $ani&iesta a travs de la psicolo"a de cada uno de los co$ponentes de la dada, re&irindose a la totalidad de la$ente, ! as se constru!e el entra$ado de la psicolo"a de dos personas. >esde esta

    perspectiva se parte de la idea que el $utuo interca$bio de co$unicaci%n no provienede la psicolo"a individual, sino del resultado de la dialctica psicolo"a individual

    psicolo"a de dos personas.

    El di lo"o analtico es una continua interacci%n, en la cual uno ! otro se in&lu!en$utua$ente, de $anera que los senti$ientos ! pensa$ientos que cada uno co$unica no

    provienen s%lo de lo que se lla$a $ente aislada, sino que est $ediatizado por la

    in&luencia que el otro ejerce sobre l a travs de la co$unicaci%n. as investi"acionesentorno a la interacci%n paciente?analista no s%lo han condicionado a una nueva &or$ade concebir el proceso analtico, ! el papel del terapeuta dentro de l, sino ta$bin aldesarrollo de una teora acerca del desarrollo de la $ente, de su patolo"a ! su &or$a detrata$iento, as se puede hablar de una orientaci%n interaccional dentro del psicoan lisisrelacional.

    as interacciones internalizadas &or$an $odelos de esque$as interactivos, queconducen a or"anizar las nuevas interacciones de acuerdo con las e(periencias previas.4 $edida que se viven nuevas interacciones, est s van ensa$bl ndose con las anti"uas,en sucesivas capas de co$plejidad creciente. Para co$prender tanto la &or$aci%n co$oel sentido de estos esque$as o $odelos $entales, nos recuerda que desde el naci$iento,los pri$eros cuidadores atienden sus necesidades tanto so$ ticas co$o e$ocionales, !a travs de la interacci%n con ellos, el beb aprende a re"ular sus necesidades ! estados.na vez se han construido los esque$as, o $odelos $entales b sicos, para laconstrucci%n del self ! los $ecanis$os autorre"uladores, a travs de nuevasinternalizaciones, los seres hu$anos son capaces de abstraer ras"os co$unes !a"ruparlos en cate"oras, ! as sucesiva$ente, &or$ando la base de los conceptos, ideas,

    predicciones, ! teoras, con lo que el individuo se orienta en la vida ! trata deco$prender las situaciones que presenta, ! sus interacciones con los otros.

    #a! una cierta tendencia a entender los esque$as desde un punto de vistae(clusiva$ente co"nitivo, pero en realidad est n constituidos por pensa$ientos,senti$ientos, ! ele$entos sensoriales' aunque desde la perspectiva co"nitiva e(tre$a,las e$ociones no se tienen en cuenta. 2oderch considera que, en los esque$as $entales,intervienen todos los co$ponentes psquicos, ! por tanto, ta$bin las &antasas, porquelos deseos &or$an parte de los esque$as $entales, ! los deseos sie$pre co$portan&antasas conscientes e inconscientes. Por lo tanto, desde la teora de la interacci%n, la

    psicopatolo"a es la construcci%n de los esque$as $entales desadaptativos !desre"ulativos de la self) e(periencia, ! que dan lu"ar a interacciones con&lictivas conlos otros, ori"inados por e(periencias a$enazadoras productoras de su&ri$iento,ansi%"enas, &alta de sintona etc., con los pri$eros cuidadores. as de&iciencias de los

    padres en el papel re"ulador de la e(citaci%n, ! las necesidades del ni o, di&icultan la

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    aparici%n ! creci$iento de la capacidad de autorre"ulaci%n en las pri$eras etapas de lavida, ! esto i$pide la &or$aci%n de un self coherente, vi"oroso ! estable, que ha deconstituir la colu$na vertebral de la $ente del sujeto.

    os esque$as $entales patol%"icos tienen un car cter &uerte$ente de&ensivo, !a queson construidos para evitar el su&ri$iento.

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    personal. @reud !a ide% el psicoan lisis co$o $todo teraputico, pero a lo lar"o de lahistoria, el psicoan lisis pierde la &inalidad teraputica para centrarse en la investi"aci%nde la $ente.

    El autor sit)a el ori"en del psicoan lisis relacional en arry Stac/ Sulli(an y Sndor erenc+i . e")n la teora relacional, la $ente s%lo nace ! se relaciona en un conte(tointerhu$ano, de $anera que no puede concebirse aislada$ente, sino sie$pre encontinua interacci%n con los otros. 7 sit)a la teora relacional en los trabajos de

    erenc+i , el cual se distancia de reud por su insatis&acci%n en la teora pulsional. 4slas ideas de erenc+i &ueron olvidadas, hasta que aparecen en los trabajos de airbairn,

    para que posterior$ente aparezcan con &uerza dando lu"ar a la teora relacional o psicoan lisis relacional, o interpersonal? relacionalista, to$ando el $odelo relacional para su aplicaci%n clnica, este )lti$o se ha ido desarrollando por la i$portancia que haido adquiriendo el concepto de d&icit &rente al concepto &reudiano de con&lictointrapsquico.

    erenc+i, !a en los a os veinte, se $uestra inquieto ante la insu&iciencia de lainterpretaci%n del con&licto intrapsquico ! busca otras actitudes que quedan re&lejadasen sus trabajos. erenc+i rescata la teora del trau$a de @reud, que haba abandonadoco$o causa de la patolo"a psquica, ! valora la relaci%n paciente terapeuta co$o laclave para el ca$bio psquico. @erenczi no hace re&erencia al ter$ino d&icit, pero s quese re&iri% a las di&icultades en el &unciona$iento psquico, que le llevar al estudio de laevoluci%n ! posible patolo"a de la $ente, no se reduce al co$plejo de Edipo ! que loses&uerzos teraputicos se deban a la resoluci%n del $is$o.

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    repri$ido son los objetos $alos, lo que el ni o ha vivido co$o a"resivo, e(plotador,insatis&actorio, ! &rustrante. 4 di&erencia de reud que crea que se repri$a losi$pulsos edpicos diri"idos hacia los objetos, as co$o los senti$ientos ! recuerdos,li"ados a dichos i$pulsos a causa de la culpa. Por lo que para airbairn el co$plejoedpico se encuentra lejos de la i$portancia &unda$ental para el desarrollo ! patolo"a

    de la $ente hu$ana que le atribu!e @reud.

    2oderch cita a los autores $ s i$portantes que han contribuido al concepto de d&icit !la necesidad del $odelo relacional, co$o Balint ! su teora de la &alla b sica *1AB8 #0 *.1innicott con su concepto de la $adre 5su&iciente$ente buena6 ! la necesidad del$odelo relacional *1ABC,1ABD+' . !ohut creador de la psicolo"a del self *1AD1+ ! 2.

    Bo3bly con el attacha$ent *1ABA+.

    En psicoan lisis, el d&icit se re&iere a la insu&iciente recepci%n o su$inistro de al"o que

    el sujeto debera haber recibido de los padres o cuidadores, en una deter$inada etapaevolutiva de la vida. El d&icit no es s%lo la ausencia de lo que se necesita, de lo

    positivo, sino la presencia de lo perjudicial de lo ne"ativo. Este concepto va li"ado al dede&ecto operativo *Pine, 1AD/+, en el sentido de que el de&ecto de las &unciones del !o,que es lo que se $ani&iesta en los snto$as, ! perturbaciones, e(puestas en laconsecuencia del d&icit. 2oderch nos recuerda que he$os de di&erenciar entresenti$ientos vacos, insu&iciencia, ! las &unciones de&ectuosas del !o, porque puedenestas )lti$as tener su ori"en en otras causas, sean "enticas, neurol%"icas, etc. El d&icitse e(presa a travs de la e(periencia subjetiva ! de la realidad clnica, el concepto dede&ecto presupone un bajo rendi$iento en al"una rea de la vida psquica.

    El d&icit est constituido por lo que se ha deno$inado $odelo $ental i$plcito, oesque$as $entales o principios or"anizadores, que dan lu"ar a que las respuestase$ocionales ! de conducta, ante diversas situaciones de la vida, se repitaninvariable$ente, con $u! escasa probabilidad de $odi&icaci%n ! enriqueci$iento atravs de las e(periencias que la vida puede o&recer. e sabe que estas respuestas, pobres! desadaptativas, son e(presi%n de circuitos neuronales que se han construido co$oresultados en la e(periencia, vividos por el sujeto en los pri$eros a os de vida. 7cuantas $ s veces se e(citan estos circuitos neuronales, $ s &recuente$ente quedan&ijados. ! con $a!or &acilidad se e(citan de nuevo ante los est$ulos que los hanori"inado. 7 s%lo a travs de nuevas e(periencias de relaci%n, ! no de nuevosconoci$ientos en la relaci%n.

    e")n el criterio de 2oderch, a la hora de di&erenciar entre pacientes intrapsquicos ! pacientes con d&icit, considera que en la base de toda alteraci%n psquica e(iste und&icit estructural del self, ! que la di&erencia se ha de ver tan s%lo en tr$inos de

    predo$inio de sinto$atolo"a de con&licto intrapsquico o de d&icit. 4de$ s, a adeque la teora de las dos pulsiones ha sido total$ente desacreditada por la neurociencia, !

    por tanto, la construcci%n que se si"ue de su supuesta e(istencia no puede sostenerse, locual con&iere $a!or validez a la teora relacional, para la co$prensi%n del&unciona$iento $ental, ! su trata$iento de las perturbaciones.

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    Para 2oderch , el $odelo relacional es el verdadero heredero de la tcnica de reud,cuando nos ar"u$enta, a travs de varios trabajos, dos actitudes $u! distintas, entre laque presentaba a sus pacientes, ! que la tcnica cl sica no es en realidad la creada por@reud, sino por sus se"uidores' ade$ s que era $u! capaz de distin"uir la trans&erenciade lo que es la relaci%n real entre l ! su paciente. 2oderch coincide con la escuela

    :leinniana en que toda relaci%n del paciente con el terapeuta es trans&erencia, perodando al concepto trans&erencia un sentido $ s a$plio, ! una e(tensi%n $u! distinta.

    =o entiende la trans&erencia co$o e(clusiva$ente la repetici%n, en la &i"ura delanalista, de las &antasas ! pulsiones diri"idas hacia los pri$eros objetos. Para l, larelaci%n del paciente con el analista es trans&erencia, al i"ual que lo es del analista al

    paciente, aunque se ha lla$ado 5contratrans&erencia6, !a que todo es trans&erencia,nuestros pensa$ientos, nuestros senti$ientos, dentro ! &uera del an lisis. atrans&erencia es la $anera co$o el analizado or"aniza su e(periencia de la situaci%nanaltica de acuerdo con la totalidad de sus e(periencias pasadas, tanto consciente co$oinconsciente, !a sean estas )lti$as propias del inconsciente no repri$ido de

    procedi$iento. >e esta &or$a, $ s que una &or$a de repetici%n del pasado, latrans&erencia es una $anera de or"anizar el presente para dotarlo de sentido.

    Para acabar, 2oderch , de &or$a concreta ! sinttica, nos da las caractersticasdi&erenciales del psicoan lisis relacional ! su aplicaci%n clnica.

    En el captulo /, El espacio teraputico y la autoridad del psicoanalista , nos habla dela creaci%n de un espacio, a la vez $aterial ! psicol%"ico, donde inclu!e el encuadre, !toda la realidad psquica ! $aterial que lo sostiene, junto con la autoridad del analistaco$o una presencia constante que in&iltra ! $atiza todos los ele$entos de este espacio.

    2oderch entiende por espacio teraputico el creado por el paciente terapeuta, es decir, por dos subjetividades, lo cual hace que inclu!a el ca$po intersubjetivo. =o se re&iere alcreado, si$ple$ente por el encuentro de dos subjetividades, sino al creado por elreconoci$iento del otro co$o un self equivalente al $o, que a su vez $e reconoce a$, si"uiendo las ideas de Stern y Benjamin . Este espacio intersubjetivo es posible aunas circunstancias $ateriales en un tie$po concreto, unas condiciones acordadas !unas condiciones e(ternas entre el paciente ! el terapeuta.

    e")n el autor, la relaci%n analtica debe ser asi$trica, aunque i"ualitaria, ! en &unci%nde esta asi$etra, la responsabilidad del analista es la creaci%n de este espacioteraputico. a asi$etra no s%lo es que uno necesita a!uda ! otro no, sino de otros&actores co$o el contenido, el tie$po de las interpretaciones, la personalidad quein&lu!e poderosa$ente en el &unciona$iento psquico del paciente, ! con&i"ura elespacio teraputico, ade$ s de ser una caracterstica &unda$ental del $odelo relacional.

    >entro del $odelo relacional es de su$a i$portancia el espritu de ne"ociaci%n que preside a la relaci%n. Esta ne"ociaci%n debe abarcar un a$plio abanico de puntosconcretos, detalles ! circunstancias espec&icas que e(isten desde el principio, o pueden

    presentarse en el curso del proceso.

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    2on respecto a la autoridad del analista en el curso del proceso psicoanaltico, ! portanto dentro del espacio teraputico, 2oderch, opina que sie$pre ha sido una cuesti%nco$pleja. El psicoan lisis sie$pre ha pretendido ser una disciplina cient&ica, ! sutrata$iento, un $todo que re)na las condiciones de ri"urosidad ! e(actitud, propias de

    los e(peri$entos llevados a cabo en las ciencias e$prico naturales. 7 con esta pretensi%n, el hecho que el e(peri$entador analista posea al"una clase de autoridadsobre el analizado, a$enaza esta pretensi%n de validez cient&ica del proceso. adi&icultad reside en que en el trata$iento psicoanaltico, el sujeto a investi"ar es un serhu$ano, ! la investi"aci%n se realiza a travs de la relaci%n, porque aunque la )nica$isi%n sea la interpretaci%n, no he$os de olvidar que sta es un acto de relaci%n. oste%ricos del psicoan lisis se han es&orzado en li$itar esta autoridad a travs de re"lastcnica de anoni$ato, abstinencia ! neutralidad. Para 2oderch, estas re"las han hechoque la &i"ura del analista se convierta en una caricatura irreal, ! produzca el e&ectocontrario al pretendido, au$entando, en lu"ar de reducir, la autoridad ante el paciente.2oderch cree que es i$posible borrar esta i$a"en de autoridad del analista dentro de ladada, aunque el analista ha de ser consciente de la in&luencia que esta i$a"en deautoridad est ejerciendo en la $ente del paciente.

    En el captulo C, sobre Reglas clsicas del anlisis: del anonimato, abstinencia yneutralidad al psicoanalista como participante observador, revisa las re"las cl sicasdel an lisis, ! nos $uestra la enor$e co$plejidad que se encierra en estos conceptos

    para poderlos $odular en la pr ctica del $odelo relacional.

    2oderch piensa que el anonimato, la abstinencia y la neutralidad constitu!en usosr"idos ! petri&icados, sin verdadero sentido ! co$prensi%n para el que las lleva a cabo.

    obre el anonimato del psicoanalista nos se ala que, desde el co$ienzo, el pacienteobserva "ran cantidad de detalles sobre la personalidad del analista que, junto con lasinterpretaciones e in&erencias que el analista realiza a partir de la actitud ! palabras delanalista, se acu$ulan. in e$bar"o, el psicoan lisis tradicional, se e$pe a en que la

    personalidad del analista ha de estar oculta, para que el &en%$eno trans&erencia surja del paciente sin in&luir para nada en ella. 4l adentrarnos en la re"la del anoni$ato, nosencontra$os de nuevo con el te$a de la interacci%n, puesto que si se predica elanoni$ato, es para que la personalidad del analista no ten"a in&luencia en las &antasasdel paciente, para que quede al $ar"en del desarrollo de la trans&erencia. Para 2oderchresulta increble que dos personas que, durante a os, se hallan juntas dialo"ando verbalo subverbal$ente, en una relaci%n tan nti$a co$o es la dada analtica, no estn encontinuo in&lu!ndose $utua ! recproca$ente. 4de$ s que el siste$a en espejo delcerebro con&ir$a, sobre bases objetivas, que la ininterru$pida interacci%n entre losseres hu$anos que co$parten un espacio de di lo"o, es un hecho objetiva$entede$ostrable $ediante las tcnicas neuro&isiol%"icas de i$ "enes. e ala que losde&ensores del an lisis tradicional, ! por tanto apo!ados en la interpretaci%n co$o uninterca$bio verbal, se olvidan de que cada palabra es un acto de habla.

    2oderch considera que de las tres re"las tradicionales, la abstinencia &ue la $ sa$plia$ente aceptada, dado que la teora pulsional presupone que para que los

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    con&lictos intrapsquicos puedan ser co$prendidos, analizados ! resueltos, se ha dereproducir en la relaci%n con el analista, la neurosis trans&erencial. 7 para que ello ten"alu"ar, era necesario que tanto las pulsiones libidinales co$o a"resivas, no deben obtener la $ s $ni$a "rati&icaci%n, con el &in de que se reproduzca el con&licto pri$ario, en larelaci%n teraputica. Este esque$a &ue aceptado, e(ceptuando por un lado a %dler y

    2ung , que acabaron si"uiendo su ca$ino propio, ! por otro eren+ci que intent%continuar, pero acabo quedando condenado al ostracis$o.

    2oderch nos $uestra co$o contrasta con este $eticuloso cuidado para evitar la"rati&icaci%n, el hecho de que el psicoan lisis es en s $is$o una "rati&icaci%n, puestoque para el paciente !a es una "rati&icaci%n el disponer de al"uien que le reciba !escuche puntual$ente, ! con toda se"uridad que $uestre una disposici%n a a!udarle atravs de la palabra, incluso aunque sea inco$prensible.

    2oderch est de acuerdo en di&erenciar entre "rati&icaci%n ! provisi%n, aunque las cosasson $ s co$plicadas de lo que parecen en un principio. En su opini%n, la "rati&icaci%n

    per se debe ser descartada, pues sera un &actor de perturbaci%n del proceso psicoanaltico, pero la provisi%n de las necesidades han de ser tenidas en cuenta en su justa $edida, para el adecuado desarrollo del proceso psicoanaltico, ! toda provisi%nco$porta una "rati&icaci%n. e")n 2oderch , se ha olvidado en la aceptaci%nincondicional de la re"la de abstinencia, por "ran parte de los analistas- la necesidad derecibir a$or. >esde los estudios de F. pitz sabe$os per&ecta$ente, que la necesidad derecibir a$or, es tan perentoria e indispensable, co$o la de recibir ali$ento ! a"ua.4de$ s nos recuerda que el setting psicoanaltico &acilita la re"resi%n ! la reactivaci%nde deseos in&antiles. 2oderch nos recuerda que la $etodolo"a psicoanaltica es dura !&rustraste, por lo que es preciso un adecuado equilibrio entre &rustraci%n ! provisi%n denecesidades. Por ello, a&ir$a que no sera posible si la interpretaci%n no dispusiera dedos &unciones. a pri$era la de hacer consciente al"o que el paciente desconoce de s$is$o, ! la se"unda trans$ite una actitud de aco"i$iento, tolerancia, e$pata !

    benevolencia, ! que se relaciona con lo que Strachey lla$a car cter $utativo de lainterpretaci%n. Esto est relacionado con lo que la &iloso&a del len"uaje e(plica sobrelos actos del habla.

    En relaci%n con la neutralidad , 2oderch nos habla de la con&usi%n de dicho tr$ino,debido a que en ocasiones se utiliza indistinta$ente junto al de abstinencia. =os hablade las cuatro $aneras de entender la neutralidad, coe(istiendo cada una de ellas en laactualidad- a+ la neutralidad co$o abstinencia, entendindola co$o aleja$iento decualquier "rati&icaci%n de los deseos del paciente. 4l"unos autores opinan que reud desarroll% el concepto de abstinencia, co$o $anera de de&enderse de lacontratrans&erencia er%tica que despiertan en l las apasionadas pacientes histricas.@reud se es&orz% en reco$endar una actitud de indi&erencia que Strac/ey lo tradujo enin"ls por neutralidad. Por lo que se ve sur"e co$o derivado de la i$prescindibleabstinencia para hacer &rente a la trans&erencia er%tica. b+ la neutralidad co$o reserva !distancia analtica. >esde esta perspectiva, el analista no debe opinar absoluta$entenada entorno a los asuntos de la vida e(terna del paciente, ni en las decisiones que ha deto$ar, ni e(presar juicios o valoraciones personales. =i e(presar a&ecto o si$pata. c+a neutralidad benevolente, donde reco"e unas caractersticas que le parecen interesantede Schaffer . El analista per$ite que todo el $aterial con&lictivo sea presentado,

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    interpretado ! elaborado sin to$ar partido en la consideraci%n de estos con&lictos. Elanalista evita i$poner sus valores, ! no propone nada acerca de la acci%n que el

    paciente eval)a, ni e(presa juicios respecto al paciente o personas que le rodean. a personalidad del analista queda subordinada a la tarea analtica, ade$ s de repudiarcualquier actitud hostil en la relaci%n con el paciente. 2oderch, a ade que esta lista de

    Schaffer , le parece $u! inteli"ible co$o re"la pr ctica de co$porta$iento con larelaci%n al respeto G a la individualidad del paciente' pero otra cosa es la co$prensi%nde la neutralidad co$o co$ponente intrnseco de la relaci%n analtica, condici%n b sica

    para que estas u otras re"las que puedan darse sean real$ente neutrales.

    a )lti$a &or$a de neutralidad que revisa es la neutralidad del analista co$oi$plicaci%n, ! selecciona para ella a cuatro autores- Hill, #o&&er, Herson ! @ran:lin.

    a verdadera neutralidad es al"o que debe residir dentro del analista ! no en la $atriz

    relacional creada por paciente ! terapeuta. 7 esta neutralidad consiste en un senti$ientode i$plicaci%n con el paciente ! con el proceso psicoanaltico. a neutralidad no es

    posible desde el e(terior. 4quel que ve a otro desde a&uera no es nunca neutral, dado quela neutralidad en una dada se da cuando cada uno de los co$ponentes es capaz de ver,sentir ! co$prender al otro co$o el otro se ve, se siente ! se co$prende a s $is$o, sinque ello presupon"a una prdida de su propia historia ! e(periencia.

    En el captulo B, res cuestiones a debate enactment, autorevelacin !sel"#discloure$ ymetas del psicoanlisis, trata tres cuestiones centrales dentro de la pr ctica relacional.

    >esde 1A8B que 2acobs public% su trabajo 4n 5ountertransference enactment , eltr$ino enactment puede traducirse en 5puesta en escena6, 5dra$atizaci%n6, pero2oderch, pre&iere $antener el tr$ino ori"inal. 2acobs, a travs de una ancdota,advierte, que desde el $is$o $o$ento del pri$er encuentro se activa la trans&erencia,tanto en el paciente co$o en el analista. 4de$ s, la trans&erencia del analista, ejerceuna &uerte in&luencia en la percepci%n del paciente ! en c%$o se presentar latrans&erencia en este )lti$o. =o sie$pre la contratrans&erencia del analista esconsciente, ! en al"unas ocasiones vivida inconsciente$ente ! no analizada, puedee$pujar al analista a la acci%n en colusi%n con las &antasas, ansiedades ! deseos del

    paciente. 7 esto es lo que lla$a$os enactment , o dicho de otro $odo es lacontratrans&erencia convertida en acci%n. e")n Iacobs debe ser detenido o interpretado.

    os partidarios del psicoan lisis tradicional, "racias al enactment , han podido aceptar lae(istencia de la interacci%n paciente analista, pero con la condici%n que esta interacci%nes un error del analista, debido a que no ha sabido controlar su trans&erencia ! haentrado en una situaci%n de anti an lisis. En ca$bio los analistas relacionales, han vistoen el concepto enactment, la posibilidad de ver aceptada la interacci%n paciente analistadentro de la totalidad del concepto psicoanaltico.

    a intervenci%n de Iacob concuerda con al"o que 2oderch lleva tie$po plante ndose, !es que ha! pacientes que viven en la trans&erencia deter$inadas &antasas ! deseos, o

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    que tratan de hacernos entender al"o que no pueden e(presar con palabras, o intentanarrastrarnos a deter$inados co$porta$ientos, es decir pacientes que nos inducen a unenactment, pero en una situaci%n en la que nosotros he$os podido observar lo queocurra, los senti$ientos que provocaban, ! no he$os entrado en la actuaci%n que nos

    proponan. 7 esto es un enactment co$unicativo por parte del paciente, ! que el analista

    observa sin su$er"irse en ellos.

    Boes/y, un &reudiano, considera que el analista debe estar e$ocional$enteco$pro$etido para que el paciente avance, es decir, que el analista debe 5&allar6 en el$anteni$iento de una actitud analtica, sin que esto ha!a de considerarse un errortcnico, o una actuaci%n contratrans&erencial en el sentido cl sico. En ca$bio "eni/ ,dice que es i$posible separar la subjetividad del analista de cualquier cosa que ha"a odi"a, con lo cual las interpretaciones sie$pre est n in&luidas por las ansiedades ocon&lictos del analista que las &or$ula.

    #a! autores que valoran el enactment co$o un suceso )til. Para "oughton , el enactment se re&iere a poner en acci%n lo que uno est e(peri$entando interna$ente, sin tener elsentido pe!orativo del acting)out . o que acaba$os viendo es que la "ran disparidad de

    posturas, en torno al enactment, indican que no ha habido una apro(i$aci%n.

    e")n 2oderch la posici%n $ s coherente con el psicoan lisis relacional, es que elenactment no es otra cosa que la trans&erencia en un sentido a$plio ! or"anizativo.>espus di&erencia entre enactment nor$al e inevitable, ! el enactment patol%"ico.

    En cone(i%n con el enactment est la re(elaci$n y autore(elaci$n *sel& discloure+.i"uiendo a Meissner, psicoanalista nortea$ericano, la autorevelaci%n es un proble$a,

    porque choca &rontal$ente con la $etapsicolo"a tradicional, a pesar que en el $o$entoactual, son pocos los que persisten en ne"ar su e(istencia en el proceso psicoanaltico, eincluso su utilidad en deter$inadas ocasiones.

    2oderch , por lo e(puesto hasta ahora sobre el anoni$ato, la posibilidad de esconder la propia personalidad, a los ojos del terapeuta es pura ilusi%n' pues constante$enteesta$os revelando, involuntaria$ente e inevitable$ente, una $irada de detalles !

    ras"os de nuestra personalidad. >entro de este co$plejo te$a, aquello que es di&cildeslindar entre revelaci%n involuntaria ! autorevelaci%n, aquello que e(presa de s$is$o al &or$ular una interpretaci%n. a corriente principal del psicoan lisis se ha$antenido a&errada al principio b sico- las interpretaciones que un analista &or$ula sere&ieren a un estado $ental del paciente, pero nunca al analista. 2oderch pone enentredicho esto, pues un analista interpreta ! da a conocer a su paciente el contenido ! la&or$a de su pensa$iento, es decir, autorevela su $ente ! su estilo analtico.

    2oderch propu"na, al i"ual que otros autores, que el psicoanalista desarrolle unsenti$iento de libertad ! &le(ibilidad que ha"a posible que elija entre la posibilidad dee$plear o no la autorevelaci%n, pero no co$o una re"la, en nin"uno de los dos casos.

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    @inal$ente, en este captulo analiza cu les son las $etas del psicoan lisis co$o $todode investi"aci%n de la $ente hu$ana ! co$o trata$iento de deter$inados trastornos

    psquicos. Este punto ha se"uido ator$entado hasta el presente, ! en los institutos de psicoan lisis se si"ue reco$endando a los analistas en &or$aci%n que no deben

    es&orzarse en la $ejora del paciente, sino en analizar su $ente, %sea hacer consciente loinconsciente, ! que si se produce una $ejora, ser un e&ecto secundario en el que elanalista no debe centrar sus es&uerzos. En lo que respecta a 2oderch, ! desde la

    perspectiva relacional, es que la $eta del psicoan lisi es ! debe ser teraputica.

    2oderch distin"ue entre $etas, procesos ! resultados, a)n a sabiendas que se $ezclan !con&unden. Para el autor dentro del $odelo relacional, la $eta $ s i$portante no eshacer consciente lo inconsciente, sino la $eta )lti$a puede describirse co$o la deconse"uir que el paciente sea capaz de vivir e(periencias sentidas co$o real$enteautnticas ! propias, para lle"ar a la creaci%n de un sentido personal de su vida, "racias

    a la oportunidad que proporciona el analista para e(plorar su propia subjetividad ei$a"inaci%n.

    En el )lti$o captulo La relacin paciente#analista como agente teraputico trata laidea sobre que la relaci%n paciente terapeuta posee ele$entos su&icientes para producirlas $odi&icaciones psquicas deseadas. Para ello es necesario que el terapeuta sea

    percibido por el paciente co$o objeto bueno. En la actualidad, la orientaci%n psicoanaltica centrada en lo dicho anterior$ente, ! que no tienen )nica$ente co$osoporte la interpretaci%n ! el insi"ht son- a+ la psicolo"a del self, de !ohut b+ elintersubjetivis$o de 4range, Storolo3, %t3ood c+ la teora de la interacci%n de Miller y

    *opart d+ el Hrupo de Joston para el Estudio del Proceso de ca$bio Psquico, Stern, 6yon)"uth entre otros, ! e+ ! el psicoan lisis relacional de Mitchell.

    Para 2oderch , la co$paraci%n entre la &uerza teraputica entre el psicoan lisis cl sico !el relacional, per$anecer en el reino de la clnica subjetiva, dado que un procesoanaltico o psicoteraputico es una relaci%n inti$a entre dos personas, ! da lu"ar a quelos resultados dependan de la conjunci%n de dos $entes, )nicas e irrepetibles.

    2uando nos habla que el terapeuta debe presentarse co$o un objeto bueno, se re&iere aun analista sencillo, que se co$porta se")n los patrones de nuestro conte(to sociocultural, ! su actitud es de cercana hacia el paciente. El terapeuta que se o&rece co$oobjeto bueno posee seis caractersticas- 1+ actitud con&ir$ativa *;illin"$o+ + hacerinnecesarias las represiones 3+ identi&icaci%n din $ica /+ aceptaci%n del a$or del

    paciente C+ provisi%n de e$pata ! B+ supervivencia. as cuatro )lti$as han sidodescritas por S/olnic/.

    En conclusi%n, la presente obra nos $uestra, a travs de "ran cantidad deconoci$ientos, ! a travs de la e(periencia del autor, co$o el psicoan lisis se ha idotrans&or$ando, a lo lar"o del tie$po, para situarse en el conte(to actual en un

    psicoan lisis basado en el $odelo relacional.

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