La Práctica Investigativa Desde Las Narrativas Pedagógicas

7
La práctica investigativa desde las narrativas pedagógicas: documentación y experiencia Así en lo narrado queda el signo del narrador, como la huella de la mano del alfarero sobre la vasija de arcilla. Walter Benjamin Sobre algunos temas en Baudelaire Toda investigación acerca de los hechos sociales está atravesada por la necesidad de revisar la escisión moderna entre sujeto y objeto. De existir esta dicotomía, el sujeto que conoce se enfrenta al sujeto conocido, se escinde, se duplica. Los planteos epistémico-metodológicos en la investigación social buscan superar este escollo, permitir al sujeto la actividad cognoscente sin suponer que se enfrenta a un otro sujeto objetivado, es decir, des-subjetivado. Una de las posibilidades es pensar el conocimiento desde el lugar del rescate de la experiencia a través de la narrativa. Para Brunner (1998), la narración pedagógica es una metodología etnográfica de trabajo para representar y dar sentido a la experiencia que se quiere comunicar. La investigación sobre narrativas pedagógicas busca llevar las historias relatadas para “describir esas vidas, recoger y contar historias sobre ellas, y escribir relatos de la experiencia “(F. Michel Commelly y D. Jean Clandinin, 2008:12) Según Walter Benjamin (1892-1940) las condiciones del conocimiento son las de la experiencia: no podemos “tocar lo real” sino a través del recuerdo de lo que nos sucedió. Desde esta concepción, la narración no transmite lo sucedido “en sí”, sino que lo encarna en la vida del narrador. Allí cobra sentido, es memoria de lo vívido donde emerge una conciencia reflexiva de la experiencia social. Se trata de identificar el vínculo dinámico, vital de la comunicación: esa fuerza que nos interpela como lectores a participar de lo relatado en tanto experiencia compartida. Sherezade lo sabía y allí jugaba la frontera entre su vida y su muerte; las narraciones hacen posible la vida si logran ser fuentes de sabiduría. A través de ellas podemos conocer y comprender lo que nos ha acontecido.

description

Se trata de una reflexión sobre las narrativas pedagógicas de experiencias docentes

Transcript of La Práctica Investigativa Desde Las Narrativas Pedagógicas

La prctica investigativa desde las narrativas pedaggicas: documentacin y experiencia

As en lo narrado queda el signo del narrador, como la huella de la mano del alfarero sobre la vasija de arcilla.Walter Benjamin Sobre algunos temas en Baudelaire

Toda investigacin acerca de los hechos sociales est atravesada por la necesidad de revisar la escisin moderna entre sujeto y objeto. De existir esta dicotoma, el sujeto que conoce se enfrenta al sujeto conocido, se escinde, se duplica. Los planteos epistmico-metodolgicos en la investigacin social buscan superar este escollo, permitir al sujeto la actividad cognoscente sin suponer que se enfrenta a un otro sujeto objetivado, es decir, des-subjetivado. Una de las posibilidades es pensar el conocimiento desde el lugar del rescate de la experiencia a travs de la narrativa.Para Brunner (1998), la narracin pedaggica es una metodologa etnogrfica de trabajo para representar y dar sentido a la experiencia que se quiere comunicar. La investigacin sobre narrativas pedaggicas busca llevar las historias relatadas para describir esas vidas, recoger y contar historias sobre ellas, y escribir relatos de la experiencia (F. Michel Commelly y D. Jean Clandinin, 2008:12)Segn Walter Benjamin (1892-1940) las condiciones del conocimiento son las de la experiencia: no podemos tocar lo real sino a travs del recuerdo de lo que nos sucedi. Desde esta concepcin, la narracin no transmite lo sucedido en s, sino que lo encarna en la vida del narrador. All cobra sentido, es memoria de lo vvido donde emerge una conciencia reflexiva de la experiencia social.Se trata de identificar el vnculo dinmico, vital de la comunicacin: esa fuerza que nos interpela como lectores a participar de lo relatado en tanto experiencia compartida. Sherezade lo saba y all jugaba la frontera entre su vida y su muerte; las narraciones hacen posible la vida si logran ser fuentes de sabidura. A travs de ellas podemos conocer y comprender lo que nos ha acontecido.El lenguaje es estratgico ya que la construccin de la voz de la experiencia cuya representacin ha sido problematizada por las pedagogas crticas. Hay en las narrativas una apropiacin de la palabra que permite politizar la prctica pedaggica y restituir el relato como performatividad de la identidad docente. Politizar, en la medida de que inscribimos la narracin en una poltica del conocimiento de las practicas docentes que no escinde la teora de las prcticas concretas. Tericos provenientes de los estudios del lenguaje (como J. L Austin, Jacques Derrida y Judith Butler) desarrollaron trminos como "performativo" y "performatividad". Un performativo, para Austin, refiere a situaciones en las que "la emisin del enunciado implica la realizacin de una accin. En algunos casos, la reiteracin y diferenciacin que anteriormente asoci con performance es clara. Derrida, por ejemplo, va ms lejos al subrayar la importancia de la citacionalidad y de la iterabilidad en el "evento de habla", planteando la cuestin de si una afirmacin performativa [podra] tener xito si su formulacin no repitiera un elemento "codificado" o repetitivo".Podemos hacer de las narraciones pedaggicas un material clave para nuestras investigaciones educativas solo si nos interrogamos sobre la articulacin entre subjetividad, lenguaje y narracin y si nos cuestionamos cmo la memoria es condicin de elaboracin del relato. Segn Maurice Halbwachs la memoria siempre es social, en la medida de que compartimos marcos colectivos (tiempo, espacio y lenguaje). Dice Halbwachs: lo ms usual es que yo me acuerde de aquello que los otros me inducen a recordar, que su memoria viene en ayuda de la ma, que la ma se apoya en la de ellos. Al menos, en estos casos, la manifestacin de mis recuerdos no tiene nada de misterioso (..). Puesto que los recuerdos son evocados desde afuera, y los grupos de los que formo parte me ofrecen en cada momento los medios de reconstruirlos, siempre y cuando me acerque a ellos y adopte, al menos, temporalmente sus modos de pensar Es en este sentido que existira una memoria colectiva y los marcos sociales de la memoria, y es en la medida en que nuestro pensamiento individual se reubica en estos marcos y participa en esta memoria que sera capaz de recordar eso que llamamos los marcos colectivos de la memoria seran el resultado, la suma, la combinacin de los recuerdos individuales de muchos miembros de una misma sociedad. Estos marcos ayudaran, en el mejor de los casos, a clasificar, a ordenar los recuerdos de los unos en relacin con los de los otros. Sin embargo, no explicaran la memoria misma, puesto que la daran por existente Estos marcos colectivos de la memoria no son simples formas vacas donde los recuerdos que vienen de otras partes se encajaran como en un ajuste de piezas; todo lo contrario, estos marcos son precisamente los instrumentos que la memoria colectiva utiliza para reconstruir una imagen del pasado acorde con cada poca y en sintona con los pensamientos dominantes de la podemos recordar solamente con la condicin de encontrar, en los marcos de memoria colectiva, el lugar de los acontecimientos pasados que nos interese. Un recuerdo es tanto ms fecundo cuando reaparece en el punto de encuentro de un gran nmero de esos marcos que se entrecruzan y se disimulan entre ellos. (Halbwachs2004, 7-11) El orden del relato configura la memoria y la narrativiza. Acto de reflexividad y de comunicabilidad de lo que saben hacer los docentes -ya sea porque lo han vivido o porque desean vivirlo-, donde podemos reconocer un potente mecanismo de subjetivacin que nos permite comprender los modos especficos de dar sentido a las prcticas de enseanza. El concepto de reflexin ha de entenderse como actividad interpretativa de los signos y los smbolos. Y slo por medio de ellos se abre el posible acceso al significado. La reflexin se encuentra, desde esta perspectiva, mediatizada por la interpretacin de los smbolos y los signos, constituyndose en puente entre la objetividad y la subjetividad, logrando unir la subjetividad escindida, recuperando la multiperspectiva del sujeto desde el sujeto que hace y el sujeto que narra, que conoce. En la investigacin, las narrativas como materiales de anlisis nos permiten superar la dicotoma entre el objetivismo y el subjetivismo. La cultura se convierte en la pinza que vincula las estructuras sociales con los sujetos que la producen y reproducen. Plantear la relacin dialctica entre sujeto y estructura es, pues, el principal aporte metodolgico de estas prcticas investigativas. El sujeto que narra su experiencia pedaggica participa de una cultura comn y su respuesta a una situacin concreta, su modo de dar sentido a la experiencia narrada es la materia a interpretar en esta hermenutica.Si bien Gadamer hace hincapi en que la hermenutica no es una metodologa sino una teora, consideramos que la comprensin desde la perplejidad del presente, nos lleva a plantear preguntas a partir de cuales interrogamos al texto narrativo. Donde, segn Carlo Ginzburg, encontramos vestigios de los sntomas del problema a indagar, principio de trabajo de la metodologa indicial. Se trata de actuar como un detective que del dato concreto, particular, secundario puede inducir las claves para acceder a un conocimiento global de lo acontecido: un mtodo interpretativo basado en lo secundario, en los datos marginales considerados reveladores (Ginzburg, C. 2006, 190)

Docentes que narran: el arte de hacerLa escena de escritura es una performance donde las luchas por las palabras, por el significado y por el control de las palabras, por la imposicin de ciertas palabras y por el silenciamiento o la desactivacin de otras, son luchas en los que se juega algo ms que simplemente palabras, algo ms que slo palabras (Jorge Larrosa, 2011). Es significativa en tanto la construccin del relato implica una puesta en palabras que requiere pararse a pensar, pararse a mirar, pararse a escuchar, pensar ms despacio, mirar ms despacio y escuchar ms despacio, pararse a sentir, sentir ms despacio, demorarse en los detalles, suspender la opinin, suspender el juicio, suspender la voluntad, suspender el automatismo de la accin, cultivar la atencin y la delicadeza, abrir los ojos y los odos, charlar sobre lo que nos pasa, aprender la lentitud, escuchar a los dems, cultivar el arte del encuentro, callar mucho, tener paciencia, darse tiempo y espacio (Jorge Larrosa, 2003).Este demorarse para narrar hace a la consistencia testimonial del relato, ilumina el tiempo pedaggico y comunica el pasado en el presente de la escritura. Nos dice que algo significativo ha sucedido que puede y debe ser narrado para el archivo de la memoria pedaggica. La narrativa pedaggica singulariza el trabajo cotidiano al visibilizarlo en el relato. As los fragmentos dispersos de lo cotidiano se hacen trama histrica.Dice Michel de Certeau (2000) que estas experiencias cotidianas que afloran en las narrativas son tcticas, maneras de hacer cuya astucia es responder al orden establecido desde la imaginacin creadora que difiere de una mera reproduccin de conocimientos adquiridos. Esa brecha que exhibe la narrativa entre la respuesta desde la imaginacin y la respuesta que obedece a una mecnica disciplinar es el potencial de la experiencia profana donde la pedagoga se nutre de pasiones. En tanto la experiencia es lo que nos pasa Si la experiencia es lo que nos pasa, y si el sujeto de experiencia es un territorio de paso, entonces la experiencia es una pasin. La experiencia no puede captarse desde una lgica de la accin, desde una reflexin del sujeto sobre s mismo en tanto que sujeto agente, desde una teora de las condiciones de posibilidad de la accin, sino desde una lgica de la pasin, desde una reflexin del sujeto sobre s mismo en tanto que sujeto pasional. (Larrosa, 2011)Las narrativas nos permiten conocer la pasin pedaggica como aquello que vale la pena llevar a la memoria social. La investigacin sobre las narrativas requiere una lectura densa para identificar y analizar la respuesta del sujeto a sus condiciones materiales. La narracin desautomatiza la experiencia al construirla como relato y as lo vivido en la cotidianeidad se realiza como diferencia, en el sentido derridiano. Para Jacques Derrida la escritura est fuera del lenguaje porque La historia de la verdad, de la verdad de la verdad, siempre ha sido el rebajamiento de la escritura y su represin fuera del habla plena (1989,12). En esta represin fuera del habla que sufrira la escritura, Derrida cree hallar el basamento de todo el pensar de occidente; ausencia que se sustenta en la presencia, paradoja de la prctica de la escritura en Occidente. Los textos que ponen en crisis esta impostura se constituyen en voces de la diferencia ya que rompen con el silencio.El espacio de la escritura constituye un lugar de la reflexividad acerca del sujeto/autora del texto. No hay una identidad a representar en el texto sino una zona de conflicto donde las palabras actan en disputa con la experiencia invisibilizada. La dimensin metacrtica o autogrfica del texto lleva a implicaciones no meramente personales: no slo que toda escritura es autogrfica sino tambin que ninguna escritura lo es del todo, que la autografa no puede nunca constituirse a partir de s misma, que siempre est implicada en la invocacin de un otro que, al ser escrita, viene a reconstituirse como anticipacin de un mismo, a su vez siempre entendida como entrada en la otredad (Alberto Moreiras, 1991).

CodaLos docentes escriben cotidianamente planificaciones, proyectos escolares, los informes de supervisores y directivos, los cuestionarios y planillas, los informes tcnicos sobre procesos y resultados de evaluaciones diversas (el boletn de calificaciones, los reportes de pruebas sistemticas de evaluacin de la calidad de los aprendizajes de los alumnos, las hojas de concepto del desempeo profesional docente, los cuadernos de actuacin), etc.; materiales de trabajo que van, poco a poco, despersonalizando la escritura, ya que son gneros donde dominan los intereses institucionales en tanto son insumos estratgicos para la gestin educativa. Las narrativas documentan la experiencia cotidiana que est por debajo de estos materiales, la primera persona emerge como protagonista del trabajo cotidiano.Al documentar estas experiencias, realizamos un archivo de las memorias pedaggicas con una metodologa poco convencional de indagacin interpretativa y narrativa de la vida escolar y de los saberes que se producen y circulan por ella; y con una modalidad poco explorada de desarrollo curricular diseado y llevado a la prctica por docentes y colectivos de docentes.

Bibliografa Batalln, G. (1988), Problemas de la investigacin participante y la transformacin de la escuela. Buenos Aires: Cuadernos de Formacin Docente N 5. Universidad Nacional de RosarioBENJAMIN, W. (1969) Imaginacin y Sociedad. Iluminaciones I , Madrid, Taurus, 1998.BENJAMIN, W. (1972) Poesa y Capitalismo. Iluminaciones II, Madrid, Taurus, 1999.CHARTIER, R. (1996)Escribir las prcticas, Buenos Aires, Manantial.DE CERTEAU, M. (2000) La invencin de lo cotidiano. Artes del hacer. Mxico, Universidad Iberoamericana.DERRIDA, JacquesDE CERTEAU, M. (1989) La escritura y la diferencia, Barcelona, AnthroposGADAMER, H. M. (1993)Verdad y Mtodo I, Salamanca, Ediciones SeguimeGINZBURG,C. (2006) El queso y los gusanos. El cosmos, segn un molinero del siglo XVI.Barcelona, Muchnik.Halbwachs, M. (2004) Los marcos sociales de la memoria, Barcelona, Anthropos Editorial.Connelly, F. Michael y Clandinin, D. Jean (1995), Relatos de experiencia e investigacin narrativa, en Larrosa, J. y otros, Djame que te cuente. Ensayos sobre narrativa y educacin. Barcelona, LaertesLARROSA, J. (2003) Entre las lenguas. Lenguaje y Educacin despus de Babel. Barcelona, LaertesLARROSA, J. (2009) Dejame que te cuente. Ensayos sobre narrativa y educacin. Barcelona, Laertes LARROSA, J. (2011) Experiencia y pasin. En La experiencia de la Lectura. Estudios sobre literatura y formacin. Google e-Book, Mxico, Fondo de Cultura Econmica.MOREIRAS, A. (1991) "Autografa: Pensador firmado (Nietzsche y Derrida)" en La autobiografa y sus problemas tericos, Estudios e investigacin documental, Barcelona, Anthropos 29, Suplementos On lineMOREIRAS, A. (2007) Documentacin narrativa de experiencias y viajes pedaggicos. Fasciculo 2 Qu es la documentacin narrativa de experiencias pedaggicas? Laboratorio de Polticas Pblicas -Buenos Aires,Argentina. enhttp://www.memoriapedagogica.com.ar/sist_info/fasciculos/fasciculo2.pdf