La pregunta de Heidegger por el ser 1

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La pregunta de Heidegger por el ser 1 ERNST TUGENDHAT (Universidad Libre de Berlín) La pregunta por el sentido del ser Heidegger introduce ya en la primera página de Ser y tiempo (ST) la pre- gunta por el ser como pregunta por el sentido del ser. Afirma en consecuen- cia, ya en ST, pero sobre todo en las variaciones siempre renovadas de sus úl- timos escritos, que los filósofos anteriores -la «metafísica»- sólo han preguntado por el ser del ente, y esto significa por el ente en cuanto ente, pero no por el sentido del ser o, como dice también posteriormente, por el ser mismo. En esto está claramente implícito que ser es siempre ser del ente, lo cual -si se toma, como hace Heidegger, «ser» como infinitivo de un «es» cual- quiera- no es de ninguna manera evidente en sí mismo. Por tanto, se alzan inmediatamente dos preguntas: qué se mienta con sentido del ser y por qué se presupone como algo evidente que ser es siempre ser del ente. Este triple escalonamiento, ente-ser ,del ente-sentido del ser, es presupuesto por Hei- degger explícitamente ya en el seguvdo 0 de ST. Heidegger intenta, de forma tortuosa y poco convincente, mostrar ahí en primer lugar, en un análisis feno- menológico, pretendidamente universal, de todo preguntar que éste está l Este texto es la versión reelaborada de una conferencia que pronuncié en mayo de 1991 en la Universidad de Tokio (los apartados finales dedicados a la temporalidad y al tiempo han sido añadidos para esta versión). Revista de Filosofía, 3.” época, vol. VII (1994) , núm. 11, págs. 3-26. Editorial Complutense, Madrid.

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La pregunta de Heidegger por el ser 1 ERNST TUGENDHAT

(Universidad Libre de Berlín)

La pregunta por el sentido del ser

Heidegger introduce ya en la primera página de Ser y tiempo (ST) la pre- gunta por el ser como pregunta por el sentido del ser. Afirma en consecuen- cia, ya en ST, pero sobre todo en las variaciones siempre renovadas de sus úl- timos escritos, que los filósofos anteriores -la «metafísica»- sólo han preguntado por el ser del ente, y esto significa por el ente en cuanto ente, pero no por el sentido del ser o, como dice también posteriormente, por el ser mismo. En esto está claramente implícito que ser es siempre ser del ente, lo cual -si se toma, como hace Heidegger, «ser» como infinitivo de un «es» cual- quiera- no es de ninguna manera evidente en sí mismo. Por tanto, se alzan inmediatamente dos preguntas: qué se mienta con sentido del ser y por qué se presupone como algo evidente que ser es siempre ser del ente. Este triple escalonamiento, ente-ser ,del ente-sentido del ser, es presupuesto por Hei- degger explícitamente ya en el seguvdo 0 de ST. Heidegger intenta, de forma tortuosa y poco convincente, mostrar ahí en primer lugar, en un análisis feno- menológico, pretendidamente universal, de todo preguntar que éste está

l Este texto es la versión reelaborada de una conferencia que pronuncié en mayo de 1991 en la Universidad de Tokio (los apartados finales dedicados a la temporalidad y al tiempo han sido añadidos para esta versión).

Revista de Filosofía, 3.” época, vol. VII (1994) , núm. 11, págs. 3-26. Editorial Complutense, Madrid.

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siemprereferido a una tríada: aquello de que se pregunta,aquello a que sepreguntay aquello que se pregunta. Sólo cuando Heidegger refiereconcreta-mente esto: 1) al ente, 2) al ser del ente y 3) al sentidodel serresultacom-prensible,paraeste caso, la distinción, suponiendoquese concedaque, enprimer lugar, sólo se llega al ser cuando se preguntaal ente (la tesis de queser es siempreser del ente) y, en segundolugar, que se comprendaen quémedidahaycomo tras el sertodavíaun sentidodelser.

Me centraréprimero en esta segundacuestión.Heideggerdice en la pri-merapáginade ST: «Y así es cosa de plantearde nuevola preguntapor elsentidodel ser.¿Estamoshoy por lo menosperplejospor no comprenderlaexpresión“ser”?»El usoqueHeideggerhacede las comillasno es uniforme.Por ejemplo, dos frasesdespuésvuelve a emplear«ser»entrecomillas, peroya aquíes discutiblesi se mientalaexpresión(la palabra)o no. Enla segundade lasfrasescitadas no hayambigliedadalgunasobrequese tratade la expre-sión; Heideggermismo lo dice. No hay, por tanto, dificultad algunaparacomprenderla preguntapor el sentido.La preguntapor el sentidodex tieneun sentidoclarosi con «x» se mientaunaexpresión.En consecuencia,la pre-guntaheideggerianapor el serno ofreceríaningunadificultad si se entendie-ra comopreguntaporel sentidode «ser»,y estoes lo único quese desprendede la cita de Platónque abrela primerapágina(Heideggertraducecorrecta-mente: «Lo que queréis decir propiamentecuando empleáis la palabra‘ente’»). PeroHeidegger,inmediatamente,paradejarlascomillas,vamásallá,y dice: «y asíes cosade plantearde nuevolapreguntapor el sentidodelser»,y es claro paratodo expertoque Heideggerno hablaaquídel sentidode laexpresion.

¿Dequéhablaentonces?Nos encontramosya aquí,en el primer párrafode laobra,anteuno de los desplazamientostan característicosde Heideggery por los cualesse nos sugiere,medianteunaprimeraformulacióninocente,quecomprendemosalgoque,en unasegundaformulación,yano es mentadoasí,sin quese nos digade quése estáhablandoahoraSi se le reprochaa lametafísicaquesólo hapreguntadopor el serdel entey no por el sentidodelser—eneserevidentemente—no sepuedequererdecirconesapalabrala pa-labramisma —estoes,«ser»— porquehablardel «ser»del ente no revelaríaningúnsentido.Es asombrosoque el lector de Heideggerqueno sólo quieramurmurarconél lo quedice, sinoco-ejecutarloabiertamente,seaabandona-do por el autorya aquí.A todo lo que, interpretando,voy a decir,puedere-plicarse:«PeroHeideggerno dice esoen absoluto.»En efecto,porqueno di-ce nadaal respecto.

Ya queHeideggermismoparte,en laprimerasección,dela expresión,lainterpretaciónqueparecesiempremásasequiblees queHeidegger,cuando

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hablade sersinutilizar comillas,mientael sentidode aquelloquequeremosdecircuandodecimos«es».Si es así, se preguntaríaentoncesen la preguntapor el ser—si la entendemoscomopreguntapor el sentidodel serdel ente—porel sentidodeun sentido.

Tengo que anticipar de nuevo, desgraciadamente,réplicas ingenuas.«No», podríadecirse,«Heideggerno mientade ningunamanerael sentidodeunapalabra,sino el serdel ente,estoes,aquelloquees mentado,por ejem-plo,cuandohablamosdelaexistenciadeun ente».Sólome quedadevolverlapregunta:¿quése mienta,por ejemplo,al hablarde existenciasino el sentidodelapalabra«existencia»?«En absoluto»,seresponderá,«¡la existenciade unenteno es elsentidode unapalabra!»¿Quées entonces?Mientrasno obten-gamosunarespuestacomprensible—y en Heideggerno encontramoscierta-menteninguna—, lo másfácil es decir que cuandodice ser quieredecir elsentidodelapalabra«ser».

No veo mássalidaquedistinguir dossignificadosde «sentido».CuandoHeideggerpreguntaporel sentidode ser,preguntaporel sentido2 del senti-do 1 de unapalabra.Quienencuentreestodemasiadopropiodel análisisdellenguaje,podría deciren su lugar: preguntapor el sentido2 (que no es encualquiercasoel de una palabra) de algo que mentamoscuandohablamosdel sentidode un ente,dejandoabiertoquéseaesealgo. El lector quequieraver todo lo menos lingúísticamenteposible puedeintroducir en adelantesiempreestaversión;detal formasólo pondráalgo incomprensible(algo quequedaabierto)en el lugar de algomedianamentecomprensible(el sentidodelapalabra«ser»);respectoa las dificultadessobrequéquieradecirHeideggerconsentido2 —llamémoslosusentidoespecialde sentido—no cambianada.Heideggerintenta,endospasajesde ST,en las páginas151 y siguientes(trad.pág. 169 ss) y 324 y siguientes(trad. pág. 351 ss), aclararquéquieredecircon «sentido’>.Ambos pasajessólo muestrande nuevoen quémedida Hei-deggerse da por satisfechocon dejarsin aclararincluso aquellaspalabrasqueparaél deberíanhabersido las másimportantes.En la página 151 dice:«Sentidoes el sobre-quédel proyectoa partir del cual resultacomprensiblealgo como algo.»Esto exige,claro está,unapreguntaulterior: qué se quieredecirconel«sobre-quédelproyecto».La mejorayudalaofreceel § 18, don-de se dice queel sobre-quédel comprenderes el mundo(pág.86/trad.pág.101).Y Heideggerentiendeelmundocomoestrechamentevinculadoconelpor-mor-de-quédel Dasein.El por-mor-de-quédel Daseinesel de supropioser,quees proyectadodeunamanerau otra y respectoal cual tambiénresul-ta comprendidoel enteintramundano.Así resultatambiéncomprensibleporquéHeideggerpuededeciren nuestracita de la página151 (trad. 169) que«sentidosólotieneel Dasein»y aclararestomásdecercadiciendoqueel Da-

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seintienesentidoen cuantoes abierto.¿Cobrasentidoalgo,o resultareferi-do al sentido,realmenteen cuanto es abierto?¿Y entoncesen qué medidaalgoa lo quepodemosreferirnosno tienesentido?Creoque Heidegger,sinadvertirlo,se dejadeterminaraquíotra vez porotro uso de lapalabra«senti-do». Decimos,en efecto,de alguienquesuvida tieneun sentido.Estotieneun sentidoanálogoacuandohablamosdel sentidode unaacción.Acciones(y porellas tambiénlavida deloshombres),porun lado,y palabras(tambiénse puedehablaraquínaturalmentede accioneslingúísticas),por otro lado,sonaquellasentidadesrespectoa lascualeshablamosnormalmentede senti-do, siendoel hablardel sentidode unaaccióno deunapersonamuy cercanoalhablarde un fin. Partiendodeesto, se puedecomprendertambiénporquéHeideggeral hablarde sentidose apegatan estrechamenteal hablarde unpo-mor-desin ver que podemosmuy bienhablardel sentido de la vida deunapersona,pero no del sentidodel ser. Heideggerse oculta estoal decirquealgocobrasentidoencuantoes«abierto».

Y asíllega de repenteen la mismapágina151 (trad. 169) a hablartam-biéndel sentidodel ser:«Y cuandopreguntamosporel sentidodel ser,no sevuelvepor ello la investigaciónmásprofundani cavilamossobrealgoquees-tuvierapor detrásdel ser,sino por él mismo encuantocaeen la comprensi-bilidad del Dasein.»¿Puedeentendersela distinciónquehaceaquíHeideggerentreel ser «encuanto caeen la comprensibilidaddel Dasein’>,estoes, encuantoes «abierto»,y en cuantono lo es?Se insinúaqueel ser, elmismoser,puedeseravecesabiertoy otrasvecesno, y si es abierto,hablamosde senti-do del ser.Pero¿noestáentoncesel ser,en cuantodebeseralgosobrelo quepodamoshablar —o, si estosuenaotra vez demasiadolingdístico, algo a loquepodamosreferirnos—siempreabierto?¿Quépuedesereseserno-abier-to quesostieneladistincióntal y comohasidohecha?¿Paraqué,endefiniti-va, toda esa distinción?¿QuiereHeideggerdecir, tal vez, al reprochara lametafísicaque no hayapreguntadoporel sentidodel ser,que no ha pregun-tadopor el sercomoporalgo abierto?Paracualquierconocedordela tradi-ción desdeParménidesy desdela metáforaplatónicadel sol estoseríaevi-dentementeun reprocheabsurdo.

El segundopasaje,el de la página324 ss. (trad.351 ss.),no añadenadanuevoal respecto.Tendríamos,por tanto, la opción de hablar, de acuerdoconla introduccióndel discursode la preguntapor el sentidodel ser,hablarde una duplicidad (sentido1,sentido2)o deberíamosreconocerque con el«sentido del ser» sólo se quiere decir simplementeel ser, sólo que comoabierto,cosaqueresultaría,sinembargo,trivial.

No se puedecontinuarde una maneratan abstracta.Sólo cuandoHei-deggeraclaraquequieremostrarque el sentidodel seres el tiempo,puede

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comprendersela triple articulaciónde ente-ser-sentidoy la distinciónproce-dentede ella entresentido1y sentido2.Resultatambiéncomprensiblecómoestoestávinculadoa su tesis de que la metafísicano ha preguntadopor elsentidodel ser. Porqueahorase nos dirá quelo que se ha entendidodesdelos griegospor seres «presencia»,«presente»,y «presente»sólo puedeenten-dersedesdeelhorizontedel tiempo.

La triple articulaciónsí seríaaquíadecuada.No tenemosaquí, como senossugeríaenlas páginas151 ss. (trad. 169 ss.) y 324 ss. (trad.351 ss.), dosveceslo mismosólo que, la segundavez, «entraen la comprensibilidaddelDasein»:el presenteno resultaabiertosólo cuandoes visto en el horizontedel tiempo. Comopresenteestá másbienesencialmentey de antemanoenese horizonte,y estopodríaserpasadopor alto sobretodo por alguienqueestátotalmentesumidoenla presencia.Estoes precisamentelo queHeideg-ger reprochaala filosofíaantigua.Pareceque,porfin, estamossobreunapis-taadecuada.

Al final, quierovolver a la preguntade si tiene realmentesentidodecirqueel tiempoes el sentidodel ser(y no sólo, comose limitan a decirlas dosprimerasseccionesde ST, quela temporalidadesel sentidodel serdel Da-sein).Porelmomento,quiero circunscribirmeadosobservaciones:

1. Debe preguntarse,evidentemente,por qué, si antesparecíatan lla-mativo distinguir entresentido1y sentido2,pareceahora —en relaciónconpresentey tiempo—tan natural.La respuestaes sencilla. Haypalabrascuyosentidosólo comprendemosen conexiónconotras palabras.Así podríade-cirse quesólo entendemos«presente»en el horizontede «tiempo»o, algomáscomprensible,sóloentendemoslapalabra«ahora»si entendemosal mis-mo tiempo las palabras«antes»y «después»o «pasado»y «futuro’> (las pala-brasdeMctaggart,la serie-By laserie-A) 2 Así resultaríaaclaradoel usore-petido quehaceHeideggerde la expresión«enel horizontedel tiempo».Aldistinguir entresentidoly sentido2Heideggertendríasimplementeala vistael fenómenode quehabitualmente(¿o debemosdecirsiempre?)comprende-mosunapalabrasólocuandocomprendemosalmismotiempootras.Estodaa tal diferenciaun sentidocorrecto,sólo que, evidentemente,casi trivial: elsentidode unapalabrasólo puedecomprenderseenconexiónconel sentidodeotras.

2. Lo arribaindicadose muestrade forma especialmenteplásticaen lareferenciade«presente»a «tiempo»o de«ahora»a «pasado»y «futuro».¿Có-mo puedetraspasarseestoa la preguntaporel sentidodel sermismo,queesindependientede esta respuestaparticular?¿Debemosdecirquetambiénde

2 VéaseP. Bien: Zeit undZeiterfahrungFrankfurt, 1972,págs.15 ss.

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la palabra«ser»es válido que su sentidosólo puedesercomprendidoen elhorizontede comprensiónde otras palabras?Seguramentesea así, aunqueaquí tropezamosinmediatamenteconla preguntapor las distintassignifica-ciones y formasde usar«ser>’ sobrela cualhablarémásadelante.Perola pala-bra «ser»,evidentemente,remite a máspalabrasy estructuraslingiiisticas, yno se puedenombraralgo determinadoqueestuvierarespectoal serun ran-go aparentementetan clarocomoel tiempoconrespectoal presente.Llego,por tanto,al resultadode queHeideggerha planteadosu preguntapor el serde unaforma (precisamentecomo preguntapor el sentidodel ser) que sólomuestraun sentidocomprensiblecuandose anticipala respuestade queeltiempo es el sentidodel ser. En consecuencia,Heideggerha formuladosupreguntadetal formay maneraqueno tieneningúnsentidoconindependen-ciade la respuestaqueya tieneantesí. Se muestraasí algodelestilode pen-samientopropiode Heidegger.Si hubieseestadoatentoaestaconexión,ha-bría estadotodavía en situación de ganarleen profundidadalgún sentidoparticular.

II. «Sersignificaserdel ente>’ (ST. pág.6/trad.pág.15)

Volveré, al final, sobrela tesisde Heideggerde queel tiempo es el senti-do del ser, perode momentotomarécomoalgo probadoqueno tienesenti-do algunoacreditadoel discursoheideggerianodel sentidodel ser.Por eso,acontinuación,sólo hablaréde ser. Si bienla preguntapor el sentidodel serno tieneningúnsentido,¿sepuedeporlo menoshablarcontodo sentidodela preguntapor el ser como, evidentemente,suponeHeidegger?Entraréenestacuestiónenel siguienteapartado.Unapreguntapreviaes si tiene sentidoengeneralentendersercomoserdelente.

El § 2 de ST es el másrico en conclusionesa esterespecto.ResultaaquíinmediatamentepalmarioqueHeideggerllega a esaconcepciónporque,porunaparte,pretendeasumirla antiguapreguntaaristotélicapor el«entecomoente»y porque,en segundolugar,presuponecomoalgoevidentequeel seresaquello «quedeterminaal entecomoente»(pág.6/trad. pág. 15). Luego llegaprecisamentea afirmarque«sersignificaserdelente’> (pág.6/trad.pág. 15;el subrayadoes mio). Sigue a esto pocas líneas despuésuna enumera-ción de todo lo que es ente,y, en la frase inmediatamentesiguiente,unaenumeracióndetodo lo quepuedecomprenderseporser.Al final, dice:«Serestáimplícito enel qué-esy el cómo-es,en la realidad,enla merapresencia,enla consistencia,enel valor, en laexistenciay enel ‘hay’». Estacita es pocohabitual,porqueHeideggerno hablayadespuésmásdetenidamentede laco-

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nexióndeestasy otrasformasdeemplear«ser>’.Peroahoradebemospregun-tarnos:¿enquérelación se halla estamultiplicidad de manerasde usar«ser’>con la tesis dequeseres siempreserdel ente?¡Tómesesólocomoejemplolasignificaciónnombradaen último lugar, «hay»! ¿Serefierela frase «hayuni-cornios»alente?¿Acuál?

A partirde otrasindicacionesdel segundo§ de STresultaclaroqueHei-deggerno sólo estabaguiadopor el discursodel ente como ente, sino tam-biénpor algúnusoplural dela palabra«ser>’ (véaseel cuartopárrafodel § 2).Efectivamente,se encuentradispersaentodalaobradeHeideggerla convic-ción expresade quetodo comprenderhumanoes primariamenteun com-prenderel ser.

Estatesisse puedeinterpretaren dospasos.PuestoqueHeideggerpartede la palabra«es» quetieneunapluralidadde usos,radicaahíla concepciónde queen todocomprenderlingilistico, en especialen todaslas frases,estáimplícito un comprenderel «ser».(Heideggerasumeenciertamedidael pasodadoporAristóteles,quienaclaraen MetafísicaV, 7, queen todoverboestácontenidoun «es»; evidentemente,Aristótelesno teníaante si unatesis tanamplia comoHeidegger,ya quesólo le interesabamostrarque en todaslaspredicacionesse expresaun ser ente; Aristótelesera un filósofo realmenteorientadopor la fórmula del ente como ente.)Pero Heideggerafirma tam-biénqueel comprenderel serllegamásalládel comprenderel lenguajeo, encualquiercaso,no era univoco a esterespecto.Aceptamos,en perjuicio deunainterpretaciónanalíticadel lenguaje,que concibió que el ser llega másallá queel lenguaje.Peroentoncesel hechosiguesiendoquelapalabra«es»,porla cual siempreestáy debeestarorientado(¿porquéotra cosapretende-ría estarguiadosi no, si preguntaporel ser?),debe,ante todo,sersoportedetodocomprenderlingúísticoy antetodotambiéndetodocomprenderfrasesparticulares.Entoncesse puededar el segundopasoy decirque es tentadorentendertambién todocomprenderno-lingilístico como un comprenderelser,aunqueental caso,cuandoyano se estáorientadoporel «es»,no se sabeyamuybiende quése estáhablando.Peroestono debeperturbarnos.Si unoquierepermaneceren el senodel lenguaje,entoncesvale la tesis restringida;si no, lamásamplia,aunquela restringidavale encualquiercaso.

¿No esentoncesmanifiestoqueHeideggerse encuentradehechoenunatensiónirresoluble,pues,por un lado,serdebeserserdel entey, porotro ladosse orientapor el «es» y vinculaestoconla tesis de quetodo comprenderesun comprenderel ser?

Lo peores, de nuevo,queHeideggerno ha visto esatensión.Podríain-tentarse,naturalmente,si tuviera queserabsolutamentenecesario,formularconstruccionesen las cualestambiénlas formasde usodel «es»en las cuales

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no se expresaun serdel entepuedanencambioreferirseal ente.Así podríadecirsequeenla frase«lo quepasaes quellueve», el «es’> se refiereal estadode cosaso al hechode quellueve,y seria,así, tambiénente.En la frase«hayunicornios’>,«existen/sonlos unicornios»la cosapareceya másdifícil. Pero¿conquéfin tenemosque retorcertanto las cosas?¿No parece,además,enalemán,adiferenciadel griego,«ente»unaexpresiónartificial quesuenaanti-gua y extraña?¿Resulta,pues,claro qué debequerer decirsecon «ser delente»?A lo sumo, la existenciade unacosa,pero se habla, junto al que-es,tambiéndel qué-es.¿Peroes estoasí?Tomemosel ejemploque Heideggerponeenlapágina4 (trad.pág.13): «el cielo es azul.»¿A quéenteserefiereel«es»?¿Al cielo o a aquelloque es mentadocon «azul»?¿O se refiereaam-bos?¿Siguesiendoentoncesválidala tesisdelserdel ente?

Podremosresumir, en consecuencia,diciendoque por lo menosno esalgo naturaldecirque todo «es»estápor el serde un ente. Semantieneaquísin dudaunatensión.Y no se ve qué hablaen definitiva a favor del estarorientadopor el enteal margende un estarapresadoporla tradiciónaristo-télica.

Resultaasítentadorabandonarla orientaciónpor el entey hablarsólode ser. Quienquisieraaferrarseincondicionalmenteal ente,y estopor ra-zonesqueyo desconozco,puedehacerlo;estono suponemuchasvariacio-nes,porqueunapartede las ambigiiedadesque, comoveremosahora,las-tran el hablardel ser, puedenencontrarseen el poco claro hablar del«ente».

III. Lapreguntaporelser

La concepciónde quela preguntapor el serengeneraltieneun sentidopresuponeque tiene un objeto unitario, que, en consecuencia,tiene plenosentidohablardel ser.¿Perono deberíaentoncesmostrarsequeel «es» tieneunasignificaciónunitaria?Hay unaseriede significacionesdel «es» quehansido diferenciadasdesdeantaño:existeñcia,cópula e identidad.A esto seañadeel «es’> veritativo; por ejemplo, cuandodecimos«es el caso que ayerllovió». Nadie ha mostradoque esascuatro significacionescaiganbajo unconceptounitario ni queno se trate sólo de un accidentede las lenguasin-doeuropeas.Es unadelas mayorespeculiaridadesde la forma en queHei-deggerplanteala preguntapor el serqueno le hayapreocupadonuncaesteproblemaseriamente.

Podríaapelarseaquí a la tesis aristotélicato on legetaipollachos,se habladel entey del ser en muchassignificaciones.Pero estaapelaciónes, en pri-

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mer lugar, falsa,porqueAristóteles—como yahe mostradoen otro lugar—no diferenciavariasformasde usodel «es»,sino quesólotienealavistava-riosaspectosde unaforma de uso,de lacópula.PerolaapelaciónaAristó-teleses tambiénfundamentalmentefalsa.Aristóteles,conacierto,ha perci-bido una importantediferencia semánticarespectoa la pluralidad: haypalabras(como «salud»:manzanasana,constituciónsanadel cuerpo)quetienendiferentessignificaciones,pero no puedenser subsumidasbajoungénerounitario (kath hen)y tienen,sin embargo,unaconexiónsemántica,un punto unitario de referencia(pros haz). De estapluralidadsemántica-mentellena de contenidose diferencia la mera pluralidad (homonimia)(Metafísica,1003 a 33 ss.).Aristótelespodíavalersede un punto de refe-renciaunitario parasus significacionesde ser quesecopertenecíanestre-chamente.Pero ¿podemosnosotroshacereso?Si no es así,hablarde/serpierdesusentido.

El problemase agravacuandoconsideramosla tesisde quetodocom-prender—y quisiéramoscircunscribirnosa la tesismásfácil de seguir:todocomprenderfrases—es soportadopor un «es>’. Puesestatesis incluye quetodaslasfrasessinun «es” (conjugadode algunamanera)puedensertradu-cidasporunafraseconun «es»tal.

Estees el problemadel queme ocupoen mí ensayo«La críticaanalíti-co-lingiiísticade la ontología».Quizáse debeserde nuevomástoleranteydecirquehayqueforzarpor necesidad,talestraducciones,peropuededu-darsede queno sepierdande esaforma en el lenguajediferenciasesencia-les (por ejemplo,la diferenciaentre«ser’> y «estar” del español;la diferen-ciaentresimplesfrasespredicativasy relacionales).

Aun cuandofuerarealizadaunatraduccióntal, seguiríaen pie la cues-tión de si las cuatrosignificacionesantesmencionadasde serpuedencom-prenderseunitariamente(en el sentidodelproslien).Talescombatesen re-tiradahansido hechosde manerasdistintaspor mí, en el citado ensayopágina492, y por CharlesKahn ~. Consideroambosintentos fallidos ypuedoremitir a mi recensiónparael casode Kahn 2~ Podemosllegar, enconsecuencia,al veredictode quehablarde la preguntapor e/ser—cuandose considera«es» comopalabraquereúnelos usosde «es>’ (y, sobretodo,cuandose vincula estoconla tesisde quetodocomprenderes comprenderel «es’>)— carecede sentido.

Ch. Kahn: Tite Verb «Be»inAncient Creek Dordrccht, 1973,capítuloS.

«Dic Seinsfrageund ihre sprachlicheGrundiage» <«La pregunta por el ser y su fundamen-to lingúístico»), PitilosopitisciteRundschau,24, 1977.

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IV. ¿Hayalgúnintentodesalvación?

En mi ensayoanteriormentecitado se me ocurrió que quizá la palabra«no>’ tengalaunitariedady elalcancequeno tienela palabra«es».Planteéasíla tesisde queexisteel «temade unareflexiónuniversal»queHeideggerpre-sume,peroes «accesibleenel lenguajesólo enel reflejode la negación»(pág.492). Creíateneren cuentade estamaneralas intencionesmáspropiasnosólo deHeidegger,sinodetodala tradiciónontológica,pues,desdeParmení-des hastaHeidegger,pasandopor Hegel, ha visto siempreconjuntamente«ser” y «nada».«Ser»,así se dice (expresamenteen Kant, vid, la pág.490 demi ensayo),significaposición,y lo quequieradecirposiciónse muestraen sucontraposiciónconrespectoala negación.La crítica quese debehacervalercontra las reduccionesontológicasartificiales de frasessimples,no vale yaparaestanuevaconcepción:las fraseselementalessiguensiendotal y comoson, y sólo se señalaque todasellaspuedensernegadas;lo mismovale tam-biénparalasfrasesdeexistencia,quesontan difíciles dereducira frasesco-pulativasy de hacerlascaer con éstasbajo un mismo punto de referencia.Esteintento>no obstante,resultatotalmentefallido, cosaqueyo entoncesnopodíatodavíareconocerdebidoa mi desconocimientode Frege.Tieneaquípleno sentidoretrotraersea aquelesquemadel análisissemánticoque tanclaramentese encuentraen SpeechActsde Searle(2.1): se puedeestructurarlamayorpartede un lenguajedemaneraquetodaslasfrasestenganla formaM(P) (el estilo indirecto—los «contextosintensionales’>—añadealgunacom-plicaciónque,sin embargo,ennadamodifica lo queaquíse trata).Por ejem-pío, la frase «esclaro»es analizableen el momentoafirmativo M (que,apa-rentemente,es expresadoverbalmenteen el llamadoser veritativo: «es asíque», «es verdad que») más el contenidoproposicional«es claro,,*. Deforma equivalentela frase «que se vuelva claro>’ sería analizableen el mo-mento imperativoM (que, presuntamente,se expresaríaverbalmenteme-diante«seaasí que>’), más (en estecaso)el mismo contenidoproposicional(naturalmente,los cambiosde conjugaciónno jueganparanosotrosen estecontextoningúnpapel).

Fregeha mostradode maneraconcluyente—si bienno entraréaquí enlos detalles~— quela negaciónse sitúaentreM y P, es decir,siempreresultanegadoel contenidoproposicional,no el momentodela afirmación(quepo-

* NTTugendhatseve obligadoenestepasaje,y así lo haceconstar,aalterarel ordenpro-piodela frasealemanaparaquepuedaservircomofrasesubordinada:«esistheil> («esclaro»)pasaaser«esheil ist» («claroes»)paraquepuedacompletar estistso dass>(«esasíque»).Estecambioes,evidentemente,innecesarioencastellano.

VéaseTugendhat/Wolf:Propádeuíik, 12.3.

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demosllamar M: afirmación, interrogación,opción, imperativo)6 De estama-nerase evidenciaquees insosteniblela tesisqueyo defendíaen mi ensayode1967,segúnla cual la negaciónse puedeconcebircomoel reflejo dela afirma-cióny, por tanto,comosuplenteverbaldeaquelloquesequieredecircon«ser».

La estructuraparalas frasesqueresultade «M(P)” podríadescribirsedela siguientemanera:M+(posible)negación+P.Con «(posible)negación»quie-ro decirque puedehabersiempreuna expresiónde negacióndelantede laexpresiónqueestáporP,perono tieneporquéhaberla,es decir: las proposi-ciones,poresencia,puedensernegadas.

En la página518 de mis Leccioneshe formuladola conjeturade que lacircunstanciade que el contenidoproposicionalde los lenguajeshumanospuedasiempresernegadoestáesencialmentevinculadoalo queallí denomi-né «carácterproyectivo’> de nuestrasfrasesy que es una interpretacióndeaquelloquese encuentraen «M». Estoes lo máslejosque,en mi opinión, sepuedellegarparaacercarsea aquelloqueHeideggerquieredecirconla tesisde que todo comprenderes un comprenderel sery que ser y no-serestánesencialmentevinculados.

Paraaclararestototalmentehay quedat un pasomás.Hayquepregun-tarseencuál deambosmomentos,M o P, seencuentranlas diferentessignifi-cacionesde ser.Parececlaroquelas significacionesclásicas—cópula,identi-dady existencia—correspondenaP, pero sabemostambiénahoraqueno esválido ni que representenalgounitario ni quetodo P contengauna de esassignificaciones.Resultaríatentadordecirqueel serveritativo perteneceatesis que yo defendíaen mis Lecciones.Pertenezcao no a M (y veremosenseguidaqueno es esteel caso),se destacagramaticaly sintácticamentede lassignificacionesde ser quepertenecensimplementea P. Si suponemos,enprincipio, queel serveritativo pertenecea M, entoncesseríalo másrazona-ble decirquela afirmacióno posiciónqueradicaen M es,por seramplia,lomáscercanoa aquelloque Heideggerquieredecircon«ser»; la amplituddeesteser(pero inclusode un serespecial)se puedesubrayarviendoqueel «esasí»puedepensarsecomo conjugablea travésde todoslos modos:es así,seaasí,etc., y podríadecirsetambiénahoraqueel «no>’ no es ciertamenteel re-flejo del ser,perosí queel serquese expresaen elmomentode laafirmación(M) (esto es, el ser veritativo)estáesencialmentevinculadocon la posibili-daddenegare!contenidoproposicional.

AnthonyKenny me ha señaladojustotrasla publicaciónde mis Leccio-

6 El casoespecialde la llamadanegaciónexterna(Searle:SpeechActs,2.4) no suponeobje-

ciónalguna,porquelasfrasesasertóricaseimperativasmássimplesno tienennegaciónexterna,y las expresionesperformativasquepermitenunanegaciónexternadependenen su semánticadelasfrasessintácticamenteequivalentesque,porsu parte,no permitenlanegaciónexterna.

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nes,quees incorrectotomarel llamadoserveritativo comopertenecientea M,y es,en verdad,lo suficientementecontundente:si la negaciónno puedealcan-zar a M, no puedeconcebirseM comoser veritativo,pues todo «esasí>’, etc.,puedeserevidentementenegado>delmismomodo quelo esel «esverdad»quese anteponea unafrase(el serveritativo recibetal nombreporqueambasex-presiones,como ya vio Aristótelesen Metafísica,V, 7, son equivalentes).Unargumentoulterior es, obviamente,el que me presentóKenny entonces:«esasí»como también«esverdad’>puedenaparecerjunto con partesproposicio-nalesdefraseen contextos(como enunafrasesi-entonces)en loscualesno es-tá contenidoningún momentode afirmación.En consecuencia,tambiénestemi último intentode salvaralgodela «preguntapor el ser»deHeideggerdebeconsiderarsefallido, así comoel intentode 1967 queeraincluso máscercanoa Heidegger.Las expresiones«es así que» y «es verdadque» deberánsertomadassimplementecomoprolongacionesdel contenidoproposicionalquesirvenparaenfatizary queno aportansemánticamentenada.Evidentemente,esto no modifica nada respectoa la afirmaciónanteriormenteformuladadequeesteserveritativo no perteneceal contenidoproposicionalnormal,perotampocoperteneceaM. Tampocoalteranadaenlo esencialdela tesisquefor-muléen la página518 demis Lecciones,segúnla cualen un lenguajedetermi-nado por«reglasproyectivas»y quetiene,porello, un componenteM, elcon-tenidoproposicionaldebepodersernegado.Lo único falso es quea partirdeahíseconcluyaalgoafavor deun sersupuestamentecontenidoenM.

Deboreconocerqueheperdidolabatallapor daralapreguntaheidegge-nanapor el serun sentidoque se puedaacreditar.Fue—con la solaexcep-ción de CharlesKahn— una batallaen solitario. Todoslos demáso repitensimplementea Heideggero no se preocupanpor estapregunta,estosúltimosquizáconrazón.

V. El sercomomundo

Pero no deberíamosrendirnostan pronto. A pesarde la aparienciadeinexorabilidadqueHeideggerintentadar retóricamentealcursode sus pen-samientos(y queha fascinadoa tantos,incluido ami mismo)y a pesarde sugrancapacidadparaun ver sistemáticoy de conjunto (bastaconfijarse en laconstrucciónde ST), deberíareconocersequeHeidegger,ciertamente,havisto muchascosasnuevas,peroeranmenguadassucapacidady suvoluntadde claridad,de un verdaderorecorrerpensandoalgo avistadouna vez. Sumanejodel conceptodesentido(primer§ de estetexto) es un ejemploentremuchosposibles.Sinduda,su discursosobreel sertieneunagranriquezade

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LapreguntadeHeideggerporel ser 15

facetas.Su intentodepresentareldiscursodelsercomoun puntode orienta-ción universalparael preguntarfilosófico, y su tesisde queen el «es>’ se pue-de encontraralgo quehaceposibletodonuestrocomprenderse haneviden-ciado comoinsosteniblesy no recuperablesmediantemodificaciones.PeropudieraserqueHeideggeren su preguntaporel servieseconjuntamenteunapluralidadde temas,algunosde ellosnuevospor dejarseinterpelarcomofe-nómenosespecialesdesery queparecenmerecedoresde serretenidos.Qui-sierallamar la atenciónaquísobredos de tales temas.Uno correspondeaaquello que ya ocupabael lugar central de sus primerosesfuerzos:lo queHeideggerdenominael ser del Dasein.Volveré despuéssobreestoporquepuedereconducirnosa la preguntapor la presuntaconexiónentretiempoyser.En losúltimos escritosremiteengranmedidaeseinterésde partida.Perose mantiene,tanto enel primerHeideggercomoenelHeideggerposterior,laconvicción de que el llamadoDaseines esencialmenteser-en-el-mundo,yestosignifica quese comprendeesencialmentecomo un ente en el mundo.Así, en ST, mundoes concebidoenprincipio de modopráctico ~, y Heideg-ger se consideraconfirmado a este respectotambiénhistóricamentepor labreve,perodegranefecto,historiadel conceptodemundoqueesbozaen Dela esenciadelfundamentaEn cualquiercaso,resultadifícil decircon exacti-tud qué se quieredecirconello y, por ejemplo,cómo se comportanentresílos mundosde diferentespersonas(una preguntaque, desdeluego, no seplanteacuandose hablade Daseinen singularetantum).En ¿Quées metafísi-ca?,y a menudo,posteriormente,Heideggerrealizala interesantedistinciónentre«todo del ente>’ y <‘ente en total». Lo primero mientala totalidad delente, y seríael conceptotradicional de mundo,conceptoni prácticoni cen-tradoenel Dasein,mientrasquelo segundoestadapor el hechode quecadauno de nosotros,enciertamanera,estamosen un espacioquehayquecom-prenderprácticamente.En general,cuandose tienequeexplicarquése quie-redecircon mundo,la referenciaal espacioes la mejoraproximación.Cadauno de nosotrosse encuentra,puededecirse,tanto en un espaciocomo en elespacio,puesel espaciodelimitado,porejemploelóvalode mi cara,es natu-ralmentepercibidocomopartedel espacioquelo abarcatodoy, no obstante,se da ala vezlacircunstanciade queeseespacio,en el cual seextiendeinme-diatamentemi espacioinmediato,y queabarcala totalidaddel enteespacial,sólo estácomotransfondo.

Lo mismoocurrecon la relaciónde mi mundocircundanteconrespectoal mundoobjetivo omniabarcante.El mundocircundantees, primero, deli-

Posteriormenteya no; véasemi Der WahrheitsbegriffbelHusserl<vid Heidegger,págs.399-402 (ElconceptodeverdadenHusserlyHeidegger).

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mitado, segundopráctico y tercero histórico,estápor una totalidad—queHeideggerenST (§ 18) designacomototalidad de la conformidad—queesabierta.Lo queantetodo interesaa Heideggeres mostrarque no nos referi-mossóloa unasumade objetosindividuales;losobjetosa los quenos referi-mosy tambiénlosotroshombres,la mayoríadelas vecesdemanerapráctica,pero, dadoel caso,tambiénteóricamente,se encuentransiempreya en unaconexión.No nosreferimossimplementeal ente sino, yendomásallá, siem-preya al «enteentotal».

¿Hay algunadeterminadaforma de accesoparaeste «entotal»?Una delas tesismejoresy másaprovechablesdeST es quela forma primariaen queestamosreferidos al «en total» han de ser nuestrosestadosde ánimo. Aúnmás claraes la tesisinversa(y asíes introducidatambiénporHeideggeren el§ 19): un estadode ánimo «ha abiertosiempreya el ser-en-el-mundocomotodo». El estadode ánimo no es, con seguridad,unasimple sensación,unestado interior. Por otra parte,se diferenciade aquello que solemosllamarpasión,a lo quese aproximaciertamenteen cuantono tieneningún objetointencionaldeterminado,en cuantocarecede dirección.¿Significaestoqueno tieneen absolutoel carácterdel estar-referida?Sí, podría decirse,en elestadode ánimome sientoyo, pero«me»siento,siento mi sery no un estadointerno,y enese«me»es co-mentadocómome vaenel mundo,y estosignifi-caqueelmundoesabierto.

Cuandopreguntamoscómose verbalizaestaaperturadel «entotal»,Hei-deggernos remiteen laprimerapáginade sucursoIntroduccióna la metafísi-ca a frasescomo«por quéhayengeneralentesy no másbiennada».Cuandoestamosperplejos,cuandosomosdichosos,perotambiéncuandonosaburr¡-mos,es siemprenuestromundocomotodoel queno sólo entraen la luz deeseestadode ánimo,sino que nos extrañaengeneralcomotal, ensu factici-dad.Asítambiénla explicaciónde laangustiaen¿Quéesmetaffsica?comoundescubrirel «entetotal»ensu«sustraerse».

He intentadomostraren mi ensayo«El ser y la nada»quepuedeverseaquíel fundamentoparala conexióntan curiosaen si mismade «el» sercon«la>’ nada,curiosaporqueel reversonegativode «ser»es realmente«no ser»yel reversonegativode «nada»es «algo». En esemismo lugar intentémostrarquepuedereconocersedesdesustextosmismos,apesarde las formasobjeti-vantesdeexpresiónde Heidegger,quetienerealmenteantelosojos unafrasede existencianegativa:«no haynadaalo quepuedaasirme»,«todo se me sus-trae».

Pero debemosdar un pasomás,porquees verdaderamentesignificativoparael conceptoheideggerianodesercomo es desarrolladotras ST, que elconcepto«ser’> seacomprendidocony apartirde sucontraposicióna«nada»

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LapreguntadeHeideggerporelser 17

y estosignifica, si la interpretaciónquerealicéen«El sery la nada»es acerta-da, que tambiénestá «el ser» por una frase de existenciapositivay amplia(«hayalgo»,«queengeneralhayser»),así como«la nada»estáporla negacióndeesafrasedeexistencia.

A partir de esto,puedeentendersepor quéen el último Heideggerel ser,peseatodasu copertenenciarespectoal ente,es descritocomo«lo quese di-ferenciade todo ente»,como «lo simplementeotro respectoal ente»~. Estono se hubierapodidodeciren ST y no se puedeentendertampocodesdeel«es» supuestamentesustentadorde todocomprender.«Ser»es ahorala pala-bra parael mundo~. Esto significa entonces,interpretadolingúísticamente,que«el ser»en generalno estáporel «es»en general,sinoporeste «es»espe-cial queseexpresaenel «hay»,queserefiereal«enteentotal»,al mundo.

Puestoqueaquíse tratade unaúnicasignificacióndel «es»(existencia)einclusodeun solo tipo defrasesexistenciales,se suscitaaquínaturalmenteelreprochede la equivocidad.Quiero decir que tambiéndeberíaasegurarseque Heideggercon esteconceptode ser —tanto con el conceptode mundocomotal comotambién conla tesis de la referenciadel estadode ánimo almundo—ha puestoa la vistaalgoimportante.Evidentementedebenhacersedosdelimitaciones:1) no veo ningúnpuntode apoyoparala tesis,que flotaentodoesto,dequetodocomprender(esdecir,el «es»engeneral)puedaen-tenderseapartir de esteser;2) hablartanto de mundocomodeestasseñala-dasfrasesexistencialesescualquiercosamenosalgopalmario.

Circunscribámonosa las frases existenciales.Wittgenstein dice lo si-guienteen su Conferenciasobreética(1929-30):«Y así me ocurreenmi casoparticular,unay otra vez, queme vienea la mentela representaciónde unavivencia totalmentedeterminaday que es,por ello, en ciertamedida,mi vi-venciapar excel/ence...Creoque lamejor maneraen queesavivencia se dejadescribircon palabrases diciendoque, cuandola tengo, me asombrode laexistenciadel munda Entoncesme inclino a utilizar formulacionesdel si-guientetipo: ‘qué extraordinarioque en generalexista algo’ o ‘qué extrañoqueel mundoexista’».

Wittgensteinaclara luegoquedebeasegurar«quela expresiónlingdísticade esavivencia es un sinsentido.Cuandodigo: ‘me asombrode la existenciadel mundo’ empleomal el lenguaje»,y fundamentoestodiciendoque unopuedeasombrarsede algo de lo que se puederepresentartambién que no

VéaseWegmarken,pág. 101.9 Respectoal conceptoheideggerianode mundo y a la conexiónser-mundo,véasemi Der

Wahrheitsbegriffbel Husserlund Heidegger,págs.2745, junto con la anotaciónnúm. 11 y los pa-sajesdeHeideggerallí citados.

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exista IO• No sé si éste esel puntoneurálgico.Lo queapareceya comoun malusodel lenguajeno eshablarde asombroenestesentido,sinoestafraseexis-tencialmisma.Porquese puedecreer,de maneraanálogaa lo queWittgens-tein dicesobreel asombro,quecuandose dice «F existe»,debesabersecómose aseguraríaque esafrase es verdaderao falsa.Tal cosapuedehacerseres-pectode aquellasfrasesexistencialesque Carnapha caracterizadocomo in-ternasy en lascualesse tratade la preguntasobresi existeen unaregión unadeterminadaclasede objetos,porejemplo,si existenlosunicornios,esdecir,si entrelos objetosespacio-temporaleshay algunosunicornios. ¿Peroquépuedesignificar decirqueexisteno no existenlos objetosespacio-tempora-les o, por ejemplo, los números?Carnaplas ha caracterizadocomo frasesexistencialesexternas j.

Perolas frasesqueHeideggeryWittgensteintienenaquíen mentedanunpasomásallá: se constatano sólola existenciade unaregión de objetos,sinoladelmundo.

El juicio apresuradode Wittgensteinde quetalesfrasessonun «sinsenti-do» muestraquesu conferenciaaúnestácercanaala épocadel Tractatus.Po-dría decirse:cierto,no tienenel sentidode lasfraseshabitualesdeexistencia,pero¿cómopuedeWittgensteincaracterizarlascomo su «vivenciapar erce-

1/ence’ si no tienen ningún sentidoen absoluto?La simple explicación deWittgensteindetomarlascomosinsentidosparecetan insuficientecomoqueWittgensteinno vea lanecesidaddepreguntarsiquieraporsusentido.

VI. El serdel Dasein,sertemporal

Con su conceptode sercomo contraconceptode la nada,Heideggercreía haberprofundizadoprecisamenteaquelloque ya en ST llamabaser,pero, cuandose considerael temalingiiísticamente,se muestrafácilmenteque,de estaforma, se caracterizamásbienun determinadofragmento,cierta-menteinteresante,de la pluralidaddel «es» queen ST estáen primer plano,fragmentoaprehensiblea travésde las frasesexistencialesexternasde alcan-cemáximo anteriormentedescritas.Con un segundofragmentodel «es»,taninteresanteal menoscomoéste,topóHeideggeren ST mismo y ya antesdeST al preguntarpor el ser del Dasein. Presumoque aquíradicauna de las

<O Wittgenstein: VonragíiberEthist~,Frankfurt, 1989,págs.14s.

II Véasesu conferencia«Empiricism,SemanticeandOntology’>, enRevue Internationale dePitilosopitie, 4 (1950), págs.20-40. R. Zimmermannhallevadoa caboun intentodeinterpreta-clonensulibro Der «SkandalderPitilosopitie»unddieSemantikFreiburg,1981.

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La pregunta de Heidegger por e/ser 19

más tempranasintuicionesde Heidegger.En primer lugar, estuvoconvenct-do desdemuy prontode queenel «soy»seencíerraun sentidode ser—queélllama«existencia»—quees fundamentalmentedistinto al del «es»,quedesignacomo simple presencia,y, en segundolugar (¿o al mismotiempo?),estabaconvencidode que deberíaserposible comprenderde modo renovadoelsentidodel seren total partiendodel «soy». Volverémásadelantesobreestasegundatesis, que tienecomo conceptosmediadoreslos conceptosde tem-poralidady tiempo.Consideremosenprincipioelprimer punto.

Evidentemente,la razónde por qué Heideggerintroduce realmenteenST la «preguntapor el ser», pero dice tan poco sobreella, resideen que lasdosprimerasseccionesdeST (estoes,todo lo queHeideggerde hechoescri-bió) estándedicadasexclusivamentea la preguntapor el serdel Dasein.Hei-deggercumpleel tránsitode la preguntapor el sercomotal a lapreguntaporel ser del Daseinen un pasajeciertamenteescabrosodel § 2. La preguntadepartidareza:¿cómopuedeponerseenmarchala preguntaporel serde modometódicamentecorrecto?Podríapensarsequeenla medidaen quese aclarelo quese quieredecircon«ser»o «es»,es decir, retrocediendoa un determi-nadocomprenderdel Dasein,y así tambiéntoparíamosseguramentecon elcomprenderel Daseinsupropio ser, pero sólo comoun comprenderentreotros.No asíHeidegger,porque,comoya hemosvisto, considerabainnecesa-ria lapreguntapreviapor aquelloquese quieredecircon«ser»o «es»,pueslarespuestaparaél es ya un hecho:seres el serdel ente.Y en estecontextoseinsertala reflexión metódicadel § 2: si seres siempreserdel ente, lo «pre-guntado»al preguntarpor el seres siempreinmediatamenteel ente, al quedebemospreguntarpor suser,y, por estarazón,lo único quehay queponeren claro metódicamenteal comienzoes desdequé enteponemosen marchala pregunta.Una premisaulterior quese presuponeaquíes que al preguntarpor el ser —esto es, al plantearla preguntauniversalpor el ente en cuantoente,si es quese entiendede estaforma— debemospartir inevitablementedeun entedeterminado,aunquetodavíano se ha denominadoconningunapa-labra,ni muchomenosfundamentado.

Peropodemosprescindirde todoestoy tomar en su derechopropio lapreguntapor el serdel Dasein.La tesis,de la cual dependíaHeideggerantetodo, eramostrarqueesteser(icomo ser!) teníaquecomprendersedemane-radiferenteal serde cualquierotro ente,tesisqueme parecefalsay paralaque tampocose aportaningún tipo de fundamentación.Lo único quehamostradoHeideggeres queesteentetieneuna relaciónrespectoa su propioser(y, porello, respectoa otros entesy al mundo)y que,partiendodeello, loquese ha entendidotradicionalmentecomoautoconcienciapuedesercom-prendidode maneradiferente.Heseguidoelcursode estasideas,queme sí-

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guepareciendomuy fecundo,en mi libro SelbstbewusstseinundSelbstbestim-mung(Autoconcienciay autodeterminación),peroque de ello se siga que elserde esteentequaserseaotro,no consigoverlo.

Pero,sigamosaquí o no a Heidegger,puededecirseen cualquiercasoque Heideggeral abordarasí el sery, estosignifica, la existencia(no en susentido,sino en sentidotradicional)del Daseinha puestoel dedosobreunuso del «es» en generalque hastaentoncesse comprendíade maneramuypococlara 12• Partiréaquísimplemente(no todoslos lectorestienenquese-guirme)de que el conceptode existenciaen general se ha explicadoen elsentidodel operadorde existencia,y que haytambiénnaturalmentefrasesexistencialesquese refierena individuos(como «nohayseñoraX» dichaporun profesoralqueunavisitale da flores parasu mujer) y que hay queenten-derasísinmás 13• Perohayunaformadehablardeexistenciaindividualquenoes reductibleal operadorde existencia(en sentidohabitual)y sin la cual,sinembargo,no podemospasar.Me refiero a frasescomo «él existió desdeen-tonceshastaentonces».Talesfrasesno puedenreducirsesimplementea fra-sescon«vivir», porquetambiénpuededecirsede un objeto sinvida queem,pezóa existir ental o cual momentoy dejóen tal otrode existir. Estesentidode «existencia»es digno de explicacióny precisaespecialmenteunaexplica-ción si se quiereasumiry proseguirla partede la tesisheideggeriana,sin du-da sostenible,segúnla cual cl hombrese comportarespectoa supropio ser,porqueesteseresun casodeesteexistir o vivir individual. Cuandocaracteri-zo esesercomosertemporal,nadatieneestoobviamentequever con la tesisheideggerianade la «temporalidad»del ser, sino quequieredecir sencilla-menteque se trata del sentidode la existencia,que es comprendidodemanerasimilar a la vida (de-hasta).He intentadoprecisaresteconceptodeseren mi ensayo«Existencein Spaceund Time («Existenciaen el espacioyel tiempo»),peromeadentréenun callejónsinsalida.

VII. Tiempoyser

Paraterminar quisieravolver sobrela tesisfundamentalde Heideggerse-gún la cualel sentidodel serpuedesercomprendidocomotiempo. En elpri-

¡2 Evidentemente,Heideggersedefenderiacontraesainterpretación.Debenegar,debidoa

sutesisdela total diferenciaentreexistencia(enel sentidoespecialqueél le da)y mcm presen-cia,queseaposible hablardelgéneroexistenciaindividual delcualfueseunaespeciela existen-ciahumana.No sólo la existencia,tambiénla predicación,etc., debenserparaHeidegger,enelámbitodela existencia(ensentidoheideggeriano),totalmentedistintasacomoson enel ámbi-to de la memapresencia.

“ VéaseTugendhat/WoltPropddeutik§ 11.

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mer apartadohe mostradocómosólo desdeestatesispuedeentendersequesehabledeun «sentidodelser».¿Cómohayqueenjuiciartal tesis?

a) E/conceptogriegodesery el tiempo

Heideggercreyódesdeel principioquepodíaplantearla tesisde quelaposicióngriegarespectoal ser remitía ya a unainterpretacióntemporalyque,ciertamente,Platóny Aristóteleshabíanentendidoel ser«comoparou-síao bien ousíw>, lo cual significa«presencia»,y el presentetienequecom-prendersecomo «modo temporal>’ (ST, pág. 25/trad., pág. 36). No voy adiscutir queen la filosofía griega hayapasajes,incluso enParménides,quemuestranqueel ser se entendiótambiéncomo ser-presente.Pero el con-ceptode ousíano ayala estatesiscontotal certeza.Es uno de esosjuegosheideggerianosde prestidigitadorantelos cualesuno se preguntasi Heideg-ger no eraverdaderamenteconscientedel truco.La palabraousía,queper-tenecea la raíz de einai,y, por eso,podíasertomadapor los filósofos grie-gos más o menos como nosotrospodríamosemplearquizá la palabra«entidad”,significaen elusoprefilosóficodel lenguajetantocomo«propie-dad». Puestoquela propiedadcampesinapuedeconsistirtambiénen «casay hacienda>’,apareceen algunoqueotro de los diccionariosgriego-alemánqueconsideranla palabraalemana«presencia»(«Anwesen”),lo quepudieraestaren el alemánprefilosófico por «hacienda»(«Hof”). Heidegger,cons-cientede estasignificaciónespecial,daasociativamente,sin embargo,un rá-pido salto ala palabra«presencia»tal como puedeser empleadafilosófica-mentey lo proyectasobreousía.La haciendacampesina,cuandopuedeserdenominadaousía,quieredecirsimplementelas posesionesy los bienes,yno tienelo másmínimo quever conpresente.El truco se completamedian-te la afirmacióndel pasajede la página25 (trad., pág.36) de ST quereza«parousía, o bien ousía”. pareinai significaen efecto«ser cabe»y podría,enese sentido,traducirsecomopresencia,perola equivalenciaentreparouszay ousíaes sencillamentefalsa.

Pero incluso aunquese pudieramostrarque «presente»es un aspectoesencialpara«ser>’ segúnlosgriegos,es difícil apreciarcómopuedeseguirsede esto la tesis de Heidegger.El tambiénparecehaberlovisto así. La tesisdebeacreditarsedirectamente,y Heideggerlo ha pensadoen ST a travésde la tesis de la temporalidaddel ser del Dasein. En consecuencia,debeconsiderarseprimeramenteestatesis.

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b) La temporalidad comosentidodelserde/Dasein

La tesis de la temporalidadcomo sentidodel ser del Daseines la tesisfundamentalde la segundaseccióndeST. Si se quiereenjuiciarestatesisco-rrectamente,se debeentenderbiendesdeel principio quetieneunafuncióna favor de la tesis ulterior que debe alcanzarseen la terceraseccíon:queeltiempoes el sentidodel seren general.Estaes tambiénla razónpor la cualHeideggervinculaya la tesis de la temporalidaddel Daseincon unatesisul-terior, extremadamentefuerte: que la llamadatemporalidaddel Daseinesmásoriginariaqueeldenominadopor Heideggertiempo«vulgar>’, queyo ca-racterizaríamássencillamentecomotiemponatural,es decir,aquello queseentiendenormalmentepor tiempo: la seriede momentosque estánen unarelaciónde anterior y posterior (la serie-Bde McTaggart)y de los cualespuedendesignarsecomofuturos,respectoa cadapunto del tiempo,todoslosmomentosposterioresy como pasadolos anteriores(la serie-A de McTag-gart). Heideggerconcedevalor tambiéna la tesis de quela temporalidadesmásoriginariaqueesetiempo naturalporquesólo así puedeconfiar en evi-denciardespués(tercerasección)el tiempocomprendidodesdela tempora-lidadcomosentidodel serengeneral.

El fragmentodecisivoenel queHeideggermuestradescriptivamentequéquieredecircon temporalidaddel Daseines el § 65, sumadoa los argumen-tosposterioresde los §§ 66 a 71, mientrasque,ulteriormente,en los§§ 78 a81 intenta establecerla tesis de su originariedad.No puedoentraraquí enunainterpretaciónque atiendaalos detallesy tendré,portanto,queexponermi interpretaciónsólodemaneraglobal.

Seríaincluso suficiente circunscribirsea la dilucidación heideggerianadel advenir,porquees muchomásdébil quela del «ser pasado».Porlo querespectaal advenir,Heideggerdefiendela tesisde quedebeverseel compor-tarserespectoal propio sercomo una referenciaal futuro. Al existir el Da-seinvienea sí (pág.325/trad.pág. 353).Si se ha entendidoya lo queHeideg-ger decía en la primera secciónsobreel existir —que es un comportarserespectoal seren cadacasopropio queleprecede—,estaexplicaciónresultaprácticamentetrivial. Pero Heideggerpone ahora en relacióneste aspectodescriptivode suargumentacióncon dostesis,queno distingueestrictamen-te, delas cualesla primeraes inofensivay lasegundaanticipaya la tesisde laoriginariedad.Ya queenun juegode palabrasinnecesariollama a la referen-cia al advenirmismo ad-venir, tieneque diferenciarobviamenteel ad-venírasí entendido del advenir entendidoen sentido normal (futuro), esto es,comoaquelloquetodavíano es.Estaesla tesisinofensiva.

La tesis queva másallá, y queestárelacionadaconlo anterior,es queel

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ad-venires másoriginario que el advenir.Estaes la tesis que,ciertamente,debeserprobadaenlos §§ 78 Ss. Pero,en realidad,seve a primeravistaqueesfalsa,porquesi no se da por supuestoque seva a seguirviviendo, quese-guiráhabiendoun tiemponaturalen mi vida, estoes,advenirensentidonor-mal,unavida quetodavíano es,no habríanadaa lo quepudierareferirmeenelad-venir.De estaformaquedarefutadala tesisde laoriginalidady los aná-lisis heideggerianosconvistasa la temporalidadquedanreducidosa la tesisinofensiva,consistenteen queel hombrees un entequeno sólo —comotodoentesujeto al tiempo natural—recorrefácticamenteunaserietemporal,sinoquese refiereen todomomentodesuvivir despiertotambiénal tiempoqueestáporvenir. Así entendidotienesentidohablarde la temporalidaddel Da-seiny Heideggertienetodala razónal decirque esta temporalidadno es latemporalidaden el otro sentido,segúnel cual algo recorreun tiempo, estransitorio.

c) La tesisde/tiempocomosentidodelser

Considerola tesisde la originariedadclaramenterefutada.Pero,en ade-lante,podemosinclusodejarestoabierto.Parapodervalorar la tesisplanea-da parala tercerasección,esto es, que el tiempo es el sentidodel ser —detodo ser—,bastacon preguntarsequépuedededucirsede lo quese ha mos-tradosobrela temporalidadespecíficadel Daseinconrespectoal sentidodelseren general.A primeravistanada,porquegraciasa la temporalidadasíen-tendidadebedistinguirseprecisamenteel ser del hombrede todootro ente.Heideggerrespondería:cierto, el ente sólo puedetener un tiempo natural,perosuser,entanto es aquelloque«entraenlaaperturadel Dasein>’,deberíaversealcanzadopor la temporalidadde esaapertura,incluso serdetermina-do de maneraquepudieradecirseentoncesqueel sentidodel seres el tiem-po.

Aclaremostotalmentela situaciónde partida.Tenemos,por un lado lapeculiar«movilidad»del Daseinensuunitarioestar-referida(<cad-venir»)a suadvenir,a su ser-pasadoy asu presente,y tenemos,porotro lado,el restodelosentes,dondesólotenemosun movimientoobjetivo de-hacia.¿Nodeberíatenertambiénelserdelenteunamovilidadanálogaa lamovilidadpropiadelDasein?

Tengola sospechade queHeidegger,cuandocomenzócon las investiga-cionesquele llevaron a ST y todavíacuandoescribíasusdos primerassec-ciones,teníasimplementeunavagaconfianzaen quelas cosas,dealgunama-nera,seguiríanesecurso,aunqueunasolamiradacerteralehabríamostrado

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que era imposible. La transposicióna cualquierotra cosa—aunquesea elser—de unaestructuraquecorresponde,esencialmente,a la concienciao alDasein,no tiene ningún sentido.Y así se evidencia,como completamentebanal, la razónpor la cual Heideggerno haescritola tercerasecciónde ST.Incluso desdefuerapuedeverseconfacilidad quela ideaque Heideggerte-nía no sólo era difícil de realizar,sino absurday de algún modo teníaquesospecharalgoa esterespecto.La razónparasu anteriorconfianzadebíaba-sarseen que veía la temporalidaddel Daseinen particular comohorizontedel comprenderdel Dasein.¿No se siguetambién de esto —así debe haberpensado—Jomismoparalacomprensibilidaddel serguacomprensibilidad?

VIII. «Tiempoy ser” traseldenominadogiro

El famoso«giro” queHeideggerha llevadoa caboenlos añosquesiguie-ron a ST puedeentendersecomo el intentode reaccionaranteesapregunta,enlamedidaen queproyectaen elsermismola«movilidad»queradicaenlatemporalidaddel Dasein,estoes, en la medidaen que ahorave en amboslados la mismamovilidad. Dos conceptosjueganen este respectoun papelmediador:el conceptoya explicadode mundoy el de «des-ocultamiento’>(que es, supuestamente,el conceptooriginario de verdad).Esteúltimo con-ceptoes decisivoparala problemáticadel tiempo.La ideaes la siguiente:sise partede queal ser del ente le correspondeel «estadode descubierto»—comodice Heideggeren ST— quees, en cierto modo,un desocultamientoplano,estático,y si se enraizaesedesocultamientoplano(merapresencia)enun des-ocultamientomóvil, de maneraquese tieneexperienciadel entevi-niendoa nosotrosdesdeel ocultamientoal desocultamientoy retrayéndosede nuevoa él, entoncesparecehaberselogradoquela movilidad de la tem-poralidaddelDaseinse extiendaa laaperturadel serdel entey, segúnelgiroheideggeriano,deberíainclusodecirsequeel Daseintienesu propiamovili-dadsólodesdelamovilidad delser,desdeel tiempoasíentendidocomosen-tido del serI4~

A partir de aquípuedeyaentendersetambiénpor quéHeidegger,al de-cir, dandoun pasomás,quela «metafísica»sólose dirigeal entecomoenteyno alsermismoy su sentido,quesehalla enel «olvido del ser»,hacesiemprereferenciaa que la metafísicaes ciegaparala «verdaddel ser»y, por tanto,

14 Véase,enespecial,la conferencia«Zeit undSein,enZur SachedesDenkens,y el ensayosobreAnaximandrode Holzwege.A modode compendioy conotrascitas,véasemi De, Wahr-heitsbegriffbeiHusserlundl-feidegger, págs.389ss.

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parasu «desocultamiento»t4~ Al margende estopuededecirsetambiénqueladimensiónabierta,desdela cual saleel entedel ocultamientoy vuelvea él,es el mundo.De estaforma, Heideggerpuedeestablecerunaconexiónentremundo,des-ocu/tamientoy tiempo.Esta conexiónestaríapor el ser que fueavistadoen ST conlapreguntaporel sentidodel sery queno fue visto porla«metafísica»,quefue «olvidado>’.

El puntoen quese quiebraestaconcepciónes,obviamente,la tesissegúnlacual lo quesemostrócomomovilidaddel Dasein(temporalidaddelDasein)puedeentendersetambiéncomo movilidad del ser. Me parecequesólo caberechazarestatesis.El referirsea del Daseines un fenómenosaigeneris.La for-maenqueHeideggerlo haexpuestopuedeentendersecomounaprolongacióndela ideahusserlianadela intencionalidad(y así fue visto por el propio Hei-degger),unaprolongacióntanto en direcciónal mundocomoen direcciónaltiempo.Perono tenemosposibilidadalgunadetenera la vistaunaequivalen-cia, queen cierto modo fueracomoun reflejo especular,porel ladodel serdelente.Estosemuestracon lamayor claridaden las palabrasqueHeideggertienequeemplearparadescribiresa supuestaequivalenciaespecular.Tiene queusarexpresionescomo«salirhacia»,«venira nosotros»,etc., palabrastodasquees-tán,obviamente,porun acontecimiento,porun proceso,estoes,poralgoquetienelugarenel tiempoqueHeideggerhadenominadovulgar.

Pararespondera esto,Heideggerpodríatal vezafirmarquesetratade unsalir-haciay un regresar-aque no transcurrenen el tiempo, sino en ciertosentidoen un instante.Peroestoes la cuadraturadel círculo.Mientrasconlatemporalidaddel Daseinha tratadoefectivamenteconun fenómenoqueeratemporal y, sin embargo,no era procesual(evidentemente,como tuve quehacervalercontraHeidegger,porqueserefiereaun proceso),no hayalgo se-mejanteen el ente, y cuandose afirma que, ciertamente,no en el ente, sinoenel ser,se tratade unamistificación. No hayun salir-hacia,queno seaunsalir-haciaenel tiempo(normal,«vulgar») I6~

Lo queHeideggerpretendíaconla tesisdel des-ocultamiento—dejandode ladola preguntateóricapor el sentidodel ser— era conjurarunaactituddel hombrequeno sólo tratay cuentaconel ente,sino quese dirige a él tal y

Enlugardeotrosmuchospasajes,meremitoaquísólo a Wegmarken,p. 199.16 Estaes la objeción decisivaUna segundaobjeción,más débil, diría: la movilidad, que

Heideggerseimaginaaquí parael ser,no es la equivalenciaespecularde la movilidad delDasein,queél hamostradoen ST(el comportarserespectodel futuropropio).A lo que,sin embargo,Hei-deggerpodríacontestar,conciertarazón,quejustamenteenesoestribael sentidode giro, enquela movilidad, tambiéndel Dasein,espensadade forma nueva.Porello, en el nivel deST nohabíaposibilidadalgunadeconsiderarel serengeneralcomomóvil. ParaHeideggerestosólo po-dría sucedersobrela basedel giro, dondela ideadeldes-ocultamientose torna directriz.La se-gundaobjeciónno es,pues,concluyente,perola fundamentalleafectatanto másclaramente.

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como,por ejemplo, podemosdirigirnos a una obrade arte al contemplarla.Así pudo hacerfrenteaunanecesidaddenuestrotiempo,siguiendounaacti-tud quasireligiosaque,sin embargo,parecíafilosóficamenteelevaday funda-mentada.Quien resulta de esta forma existencialmenteinterpeladoporlos escritostardíosde Heidegger,no se preocupahabitualmenteporquelosanálisis seanincompletoso contradictorios.Comoanversoprácticode estaactituddela aperturarespectoal des-ocultamiento,Heideggerhablóde lase-renidad.He interpretadoestaconexiónal final de mi libro Der Wahrheitsbe-gnff bei HusserlundHeidegger(El conceptode verdaden Husser/y Heidegger).Tambiénhe intentadomostraren él que Heidegger,consu concepcióndeunanuevaactitudhumana,ofrececobijo a aquellosque,por recordarel títulode un libro de Erich Fromm,«huyende la libertad».La nuevalibertad-pararesultapuestabocaabajo,es unalibertad cerrada,el conceptodedes-oculta-mientoes un sustitutoparala preguntaracionalpor la libertad,y el ethosdelaserenidadseriaalgohermosoen y parasi, sólo conqueno ocupaseel lugardela responsabilidad.

El último Heideggeres tan insensibleparalas cuestionesde la éticay lasociedadcomo lo fue el primero. «Si de acuerdocon el significadofunda-mentaldel término ethos—escribeHeideggerenla Carta sobreel humanismo(pag. 1097/trad.pág. 112)—el nombrede éticatienequesignificar querefle-xíonasobrela moradadel hombre,entoncesaquelpensarque piensalaver-daddel sercomoel elementoinicial del hombreen cuantoex-sistentees ensi ya la éticaoriginaria.» No se puededecirmásclaramente:la preguntaporel serhaocupadoel lugardela ética,esun sustitutodelaética.Aunqueelúl-timo Heidegger,el queevocala suaveserenidadrespectoa laverdaddel ser,se hadistanciadodenuevodel fascismo,tienequeseguirsiendopropensaalfascismounaposición que no sólo prescindede la responsabilidad,la liber-tad y la verdad,sino quelas sustituyepor otra cosa.Pero esteasuntohuma-no-existencialno era el temade esteensayo.Sólo se tratabade dilucidarin-trateoréticamentela llamadapreguntapor el ser. En cualquiercaso,habríaaúnquepreguntarquérazoneshanconducidopor estecaminoa un pensartan fuerte,y, sin embargo,tan poco claro,y por quéha podidoteneruna in-fluencia tan ampliay fuerte.Pero,por suparte,esteplanteamientode trans-fondocrítico cultural sólo puederesultaradecuadocuando(como ocurretana menudo)no procedede fuera,sino queha captadolo queinternamenteesdigno de cuestionarseteóricamente,porquees precisamenteesa fragilidadintrínseca(y no simplementeunatendenciageneralala metafísicay la místi-ca) laquedebeserinterrogaday comprendida.

(‘Traducción de Mercedes Muñoz)