La radio popular urbana

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LA RADIO POPULAR URBANA José Martínez Terrero ¿Por qué las radios populares funcionan mejor en el campo? G eneralmente las radios populares, entendidas como auténticas "vo- ees del pueblo" y como medios para el estímulo de las orga- nizaciones populares, han te- nido un mayor éxito en el me- dio rural latinoamericano que en el medio urbano; y han tenido un éxito mucho menor aún en la capital del país. Quizá a esto se deba el mayor número de emisoras populares rurales, y el escaso número de emisoras populares en las gran- des ciudades. Queremos averiguar si el hecho de que una Radio Popular esté en la ciu- dad, en vez de estar en el campo, in- fluya en su sintonía. Queremos ver las desventajas y ventajas que ofrece la Gran Ciudad para una radio popular. Finalizaremos con algunas recomenda- ciones generales para las emisoras po- pulares urbanas de América Latina. Al hablar de radios "populares" en el sentido antes expuesto, uno se refiere así mismo a las radios educati- vas. Sin embargo, hay dos clases de emi- soras educativas: las que imparten edu- cación formal y las que imparten edu- cación no formal. Para no mezclar los problemas de los diferentes tipos de emisora, sólo consideraremos en este pequeño estudio a las emisoras que José Martínez Terrero, economista, pe- riodista y profesor universitario. Autor del libro Comunicación Grupa! Libe- radora y de otros sobre publicidad. Fue miembro de la revista Comunica- ción y actualmente es Director de la Radio Fe y Alegría de Caracas, Vene- zuela. imparten educación no formal. Las ideas expuestas aquí no agotan el tema, sino que intentan ser un primer acercamiento a él y un primer esbozo de la problemática existente en él. Ojalá que ellas sean un punto de parti- da para un análisis más profundo del 1 tema y para un intercambio mayor de experiencias y puntos de vista. DESVENTAJAS DE LA GRAN CIUDAD La radio urbana está sujeta a una mayor competividad que las radios ru- rales. Por ejemplo, en Caracas hay unas 25 emisoras para una población de 4 millones de habitantes. Lo que quiere decir que a cada emisora le corresponde- ría una audiencia potencial de 160.000 habitantes. En Maracaibo hay 22 emi- soras. Hay más posibilidades de competir ventajosamente a nivel de sintonía, si se tienen en cuenta los siguientes re- quisitos: El primer requisito, y sobresale bas- tante sobre los demás, es que tenga gran potencia, es decir, que se escuche bien. Si tiene interferencias de cual- quier tipo, la audiencia se pasa en seguida a las emisoras que J mejor se oyen. Esta gran potencia se logra teniendo una Frecuencia Baja y con una gran inversión en transmisores. En esto suelen tener venta- ja las radios comerciales, que por ser más antiguas, logra- ron conseguir desde el prin- ¡ cipio las Frecuencias más aptas. ' Por otra parte su caracterís- tica comercial les permite obtener mayores recursos económicos, que al reinvertirse en mejores equipos (trans- misores), hacen aumentar su potencia. Por el contrario, la radio popular suele ser más reciente, y por lo tanto su Frecuencia es Alta y a la derecha del dial. La Frecuencia Alta puede tener lagunas sonoras cerca de la misma emi- sora, aunque puede llegar más lejos. Todo esto le resta posibilidades de gran potencia y de su posible ampliación. Por otra parte, el pueblo no posee regularmente receptores de capacidad suficiente para captar estas señales de- ficitarias con la nitidez suficiente, lo que induce al oyente a sintonizar otras emisoras. Hay que recordar que la gente po- ne la radio primordialmente para en- tretenerse, sea por medio de la músi- ca, de la noticia o de programas espe- ciales (radionovelas, programas cómi- cos, etc.). Busca una distracción cultu- ral. Busca menos el educarse propia- mente. 42

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¿Por qué las radios populares funcionan mejor en el campo? imparten educación no formal. Las ideas expuestas aquí no agotan el tema, sino que intentan ser un primer acercamiento a él y un primer esbozo de la problemática existente en él. Ojalá que ellas sean un punto de parti- da para un análisis más profundo del 1 tema y para un intercambio mayor de experiencias y puntos de vista. 42 43

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LA RADIO POPULAR URBANA

José Martínez Terrero

¿Por qué las radios populares funcionan mejor en el campo?

G eneralmente las radiospopulares, entendidascomo auténticas "vo-

ees del pueblo" y como mediospara el estímulo de las orga-nizaciones populares, han te-nido un mayor éxito en el me-dio rural latinoamericano queen el medio urbano; y hantenido un éxito mucho menoraún en la capital del país.Quizá a esto se deba el mayornúmero de emisoras popularesrurales, y el escaso número deemisoras populares en las gran- •des ciudades.

Queremos averiguar si el hecho deque una Radio Popular esté en la ciu-dad, en vez de estar en el campo, in-fluya en su sintonía. Queremos ver lasdesventajas y ventajas que ofrece laGran Ciudad para una radio popular.Finalizaremos con algunas recomenda-ciones generales para las emisoras po-pulares urbanas de América Latina.

Al hablar de radios "populares"en el sentido antes expuesto, uno serefiere así mismo a las radios educati-vas. Sin embargo, hay dos clases de emi-soras educativas: las que imparten edu-cación formal y las que imparten edu-cación no formal. Para no mezclar losproblemas de los diferentes tipos deemisora, sólo consideraremos en estepequeño estudio a las emisoras que

José Martínez Terrero, economista, pe-riodista y profesor universitario. Autordel libro Comunicación Grupa! Libe-radora y de otros sobre publicidad.Fue miembro de la revista Comunica-ción y actualmente es Director de laRadio Fe y Alegría de Caracas, Vene-zuela.

imparten educación no formal.Las ideas expuestas aquí no agotan

el tema, sino que intentan ser un primeracercamiento a él y un primer esbozode la problemática existente en él.Ojalá que ellas sean un punto de parti-da para un análisis más profundo del1

tema y para un intercambio mayor deexperiencias y puntos de vista.

DESVENTAJAS DE LAGRAN CIUDAD

La radio urbana está sujeta a unamayor competividad que las radios ru-rales. Por ejemplo, en Caracas hay unas25 emisoras para una población de 4millones de habitantes. Lo que quieredecir que a cada emisora le corresponde-ría una audiencia potencial de 160.000habitantes. En Maracaibo hay 22 emi-soras.

Hay más posibilidades de competirventajosamente a nivel de sintonía, sise tienen en cuenta los siguientes re-quisitos:

El primer requisito, y sobresale bas-

tante sobre los demás, esque tenga gran potencia, esdecir, que se escuche bien. Sitiene interferencias de cual-quier tipo, la audiencia se pasaen seguida a las emisoras que

J mejor se oyen. Esta granpotencia se logra teniendo unaFrecuencia Baja y con una graninversión en transmisores.

En esto suelen tener venta-ja las radios comerciales, quepor ser más antiguas, logra-ron conseguir desde el prin-

¡ cipio las Frecuencias más aptas.' Por otra parte su caracterís-

tica comercial les permite obtenermayores recursos económicos, que alreinvertirse en mejores equipos (trans-misores), hacen aumentar su potencia.

Por el contrario, la radio popularsuele ser más reciente, y por lo tantosu Frecuencia es Alta y a la derecha deldial. La Frecuencia Alta puede tenerlagunas sonoras cerca de la misma emi-sora, aunque puede llegar más lejos.Todo esto le resta posibilidades de granpotencia y de su posible ampliación.Por otra parte, el pueblo no poseeregularmente receptores de capacidadsuficiente para captar estas señales de-ficitarias con la nitidez suficiente, loque induce al oyente a sintonizar otrasemisoras.

Hay que recordar que la gente po-ne la radio primordialmente para en-tretenerse, sea por medio de la músi-ca, de la noticia o de programas espe-ciales (radionovelas, programas cómi-cos, etc.). Busca una distracción cultu-ral. Busca menos el educarse propia-mente.

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La radio comercial busca, ante todo,una gran sintonía. Para ello, su progra-mación está orientada al entretenimien-to, que le sirva de "gancho" para lapublicidad. La radio comercial tratade captar consumidores de los diferen-tes productos que promociona. Asírecibirá nuevos encargos publicitarios departe de las Empresas Anunciantes.

Para lograr este mayor entreteni-miento, echa mano de grandes recur-sos económicos, que le permiten obte-ner primicias de "hits" musicales, con-tar con un mayor número de periodis-tas y locutores, y producir programasde alto costo (radionovelas, noticieros,programas cómicos, etc.). En cambio,la radio popular cuenta con menos re-cursos económicos para poder competircon las emisoras comerciales en la ofer-ta de entretenimiento.

Por otra parte, es posible que seamás fácil entretener a una audienciarural que a una audiencia urbana. Lagente de la ciudad es más sofisticadaque la rural: ha leído más, ha visto más,tiene más educación formal y más acce-so a diversas fuentes culturales y a otrospatrones culturales. Por lo que es másdifícil decirle cosas interesantes y quele impresionen.

Inclusive, la oferta de la radio popu-lar de ser "voz de los que no tienen voz"quizá no atraiga demasiado a la audien-cia ordinaria, que busca la radio paraalienarse y descansar, olvidándose de losproblemas diarios.

Si ser "voz de los que no tienen voz"no da tanto entretenimiento, la genteno buscará esa "voz" altruista de laRadio Popular. Los intereses de la gen-te urbana son muy variados, y quizá a lagran mayoría no le interese tanto loque está ocurriendo en tal barrio. Encambio, los problemas de un sector ru-ral son muy parecidos a los de los demássectores, y el campesino estará interesa-do en ver cómo se soluciona el proble-ma, que aunque es local, es común.Hay más homogeneidad de interesesen el campo.

Las distancias intra-urbanas pareceque pesan más a los habitantes urbanosque a los de las zonas campesinas. Elhabitante de la ciudad vive inmersoen masas humanas, que lo empujan portodas partes y compiten con el espacioque él ocupa: barrios, autobuses, colasdel tráfico, mercados, fábricas, sitiosde trabajo, calles, aceras atestadas degente, ranchos minúsculos pegados unos

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a otros, apartamentos de pocos metroscuadrados, etc.

Por otra parte, el habitante de laciudad se halla hastiado por las distan-cias urbanas, que debe recorrer a diario.Si tiene trabajo, debe aguantar diaria-mente horas incómodas haciendo colao montado en autobuses repletos.

Por eso, no encuentra ningún alicien-te en viajar a la otra punta de la ciudad,y sólo lo hace hacia la emisora, presio-nado por alguna necesidad inmediataindividual o colectiva, si espera obteneralgo concreto.

En cambio, el habitante de los case-ríos, por vivir más aislado, puede en-contrar interesante y hasta divertido eldesplazarse hasta el pueblo o ciudad ru-ral, donde está la emisora. Por una par-te, el pueblo mismo en sí ya atrae alcampesino. Pero, además, podrá haceruso de la emisora popular eon entrevis-tas, eventos musicales, etc.

(En la película "Sangre de Cóndo-res", una muchacha campesina baja avender su mercancía en el mercado delpueblo. Un norteamericano, queriendohacerle un favor, se ofrece a comprarletoda su mercancía ahí mismo, para queno baje hasta el pueblo. La muchachase niega, pues así ella no podrá conver-sar con sus amigas del pueblo y ente-rarse personalmente de las novedadeslocales. A ella le interesa menos venderal momento toda la mercancía, y pre-fiere venderla poco a poco en'el merca-do, mientras conversa).

HETEROGENEIDAD DE LASCULTURAS URBANAS

Las grandes ciudades latinoamerica-nas, a consecuencia del proceso de ur-banismo acelerado, se encuentran cons-tituidas por grupos, provenientes de dis-tintas regiones. Lógicamente, quieneshan emigrado hacia esas ciudades llevanun caudal cultural diverso. A ello sesuman valores aportados por inmigran-tes extranjeros.

Todo ello origina culturas muy hete-rogéneas, que dificultan la labor deemitir mensajes radiales más universales,que sean captados con precisión portodos. En cambio, la zona rural sueletener una gran homogeneidad cultural.

En las ciudades es donde se hacemayor penetración cultural extranjeri-zante, como una forma de dominacióny dependencia. De ahí la adopción,por parte de las masas mas vulnerables,los jóvenes, de patrones musicalesy culturales en general, ajenos a los

valores más comunes del país.Esta última circunstancia es la que

ha dado origen a las mal llamadas emi-soras "juveniles"' en las que es notablela influencia de la música comercialnorteamericana, alienante y escasa devalores verdaderos.

Ante esta avalancha extranjerizante,se dificulta el interés por la expresióncultural nacional de la Radio Popular.

Ciertamente los jóvenes sienten la ne-cesidad legítima de afirmarse a travésde una subcultura que les dé identidadfrente a los adultos. El reto está enlograr internalizar en ellos la músicanacional, como internalizaron tantas tra-diciones nacionales. Asimismo el retoestá en crear expresiones juvenilesnacionales adecuadas. Por falta de ma-terial nacional, las expresiones juveni-les extranjeras cubren esta laguna. Enconcreto, ¿cuánta música nacional juve-nil se produce?

Los habitantes de la Gran Ciudadno se sienten apegados a ella. A menú-r odo denigran de su propia ciudad. Perma-necen en ella a disgusto por razoneseconómicas (mejores salarios), o fami-liares (mejor educación para sus hijos,mejor atención médica, etc.) Por ello,muchos quisieran regresar. al lugar dedonde en muchos casos proceden.Esto hace a la gente menos comunica-tiva, y más reservada e individualista.

En cambio, la gente de los caseríos yp«eblos está más apegada a su tierra,su cultura, sus costumbres y amigos.Esto hace a la gente del campo másparticipativa, comunicativa, menos indi-vidualista y hasta más alegre.

En la ciudad la agudización del sis-tema competitivo capitalista, relaciona-do con el excesivo grado de densidadpoblacional, produce en sus habitantesun conjunto de valores más materialis-tas en comparación con otros más hu-manos del medio rural. Preocupa a loshabitantes de la ciudad el "status",la adquisición de una vivienda o apar-'tamento mejor que el de los demás,el asistir a restaurantes o estableci-mientos de lujo, el estar a la moda, eladquirir más dinero, el tener un carromás lujoso, etc.

Ello hace a la gente de la ciudad másreservada e indiferente al bien de losdemás, más preocupada por sí misma ymás mercantilizada y más agresiva. (Es-to se nota, por ejemplo, al manejarcarro).

Todo ello hace que en la ciudad lagente ande más ocupada y disponga demenos tiempo para actividades no co-

merciales, como oír radio. Esto lo hacegeneralmente en situaciones de aten-ción paralela, es decir, realizando otrasactividades (cocinar, lavar, manejar, me-canografiar, leer la prensa, etc.) o cuan-do se desplaza por la ciudad dentro delos vehículos. Esto exige una programa-ción más "asequible" a esta situación.

En cambio, en los pueblos y caseríos,por ser tan poco diversas las actividadesde sus habitantes y por la carencia deotros elementos de comunicación y par-ticipación, es más factible encontrartiempo para oír la radio. Para los de laciudad, el campo es bonito, pero a lalarga más aburrido.

La población rural tiene una cultu-ra básicamente oral y, por lo tanto,tiene poco desarrollado el hábito de lalectura. La cultura popular latinoameri-cana se ha transmitido y difundido prin-cipalmente por vía oral, más que porvía escrita, aun teniendo en cuentalos medios arqueológicos y jeroglíficos.

Es verdad que los niveles de analfa-betismo y semi-analfabetismo son altosentre los sectores mayoritarios de lasciudades, pero aquí la lectura y el tra-bajo intelectual abstracto comienzan arestar clientes a la tradición exclusiva-mente oral. Por otra parte, el medioambiente se va haciendo cada vez menosoral y más pendiente de la lecto-es-critura.

El campo de interés del hombre dela ciudad es más diverjo, especializadoy reducido individualmente. Hay másdiversidad de intereses, que sólo afec-tan a grupos específicos. Al que trabajaen aseo urbano o albañilería sólo leinteresa lo relacionado con ese trabajo,que por otra parte puede exigir pocaespecialización. Además, tales trabajosson muy variados entre sí tomados enconjunto.

En cambio, el campesino debe saberde todo y necesita asesoría en agricul-tura (con sus mil variedades), cría deanimales, mecánica rural, etc. Estostemas, además, son comunes a todoslos campesinos y les interesa a todospor igual (homogeneidad de intereses).Por lo que pueden ser tratados en laradio con gran sintonía de audiencia.

VENTAJAS DE LA GRAN CIUDAD

Las desventajas que se han enume-rado anteriormente no niegan la posibi-lidad de Radios Populares en las grandesciudades, ya que en éstas existen venta-jas para una buena programación par-ticipativa de los sectores populares.

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característica ésta que debe predominaren la concepción de la radio popular.Esta podría utilizar las siguientesventajas:

En las capitales hay más organizacio-nes populares (Asociaciones de Veci-nos, Centros Culturales, etc.). Los ba-rrios, y aun las residencias multifamilia-res tienden hoy a cobrar más concienciade su unidad por los problemas comu-nes: tráfico, zonas verdes, servicios desalud, etc. Esta dinámica puede serespecialmente promovida, incluso poremisoras de baja potencia, pero queresponden al perfil de intereses de esaespecie de "pueblos periféricos", queconstituyen las grandes barriadas.

Obviamente la existencia de organi-zaciones populares, vecinales, culturales,etc. responde a la misma necesidad decrear y reforzar los órganos intermediosde la sociedad civil, descoyuntada entreel aparato estatal y la desintegraciónindividualista. La radio popular urbanadebería ser la voz de tales organizacio-nes, apoyarlas, dar a conocer sus ac-tividades.

Las radios comerciales tienen lagu-nas, que pueden y deben ser aprovecha-das por la radio popular urbana. Porejemplo: las noticias del barrio no salendetalladas en los noticieros de las emiso-,ras comerciales. Esto lo puede hacer laradio popular preferentemente a travésde la misma voz de la gente.

Asimismo la radio comecial no consi-dera tanto al destinatario popular.La radio popular debe estar pendientedel pueblo: su forma de hablar (refra-nes, chistes, etc.) sus intereses, etc.

En la radio comercial las noticiasson leídas directamente o con pocoscambios de los télex o de los titularesy primeros párrafos de los periódicos.La radio popular debería traducir ycomentar las noticias, sobre todo, lasinternacionales, en un lenguaje popular.Para ello se recomienda el uso de "In-terpress Service".

La gente de la ciudad convive conmás fuentes de organización: empresas,"comercios, etc., y por ello siente más lanecesidad de organizarse y unirse aotras fuerzas (vg. la radio popular)en la búsqueda de soluciones. La gentedel pueblo/caserío vive más libre eindependiente.

Hay más teléfonos, lo que puede fa-cilitar el trabajo de los reporteros o co-municadores populares, quienes pue-den expresar de viva voz los problemaso informaciones de la comunidad.

Es más fácil llegar a los barrios y'de-

tectar sus problemas con entrevistas,etc., por su cercanía geográfica. Lastransmisiones de los propios barrioso comunidades se hacen más factibles.De ahí que las emisiones remotas deentrevistas, encuentros, reuniones, festi-vales, etc., pueden nutrir una buena pro-gramación popular y participativa, yaque no se presentan las dificultades deltraslado de equipos a largas distancias,como en el medio rural.

En lo.s caseríos hay que caminarlargas horas para llegar hasta ellos.

SOLUCIONES YRECOMENDACIONES

Entre las recomendaciones sugeridasanteriormente, cabría destacar:

La potencia de las emisoras popula-res en las ciudades debe ser elevada almáximo para facilitar la sintonía de lapoblación y evitar la interferencia deotras emisoras. Más aún, cuando lospotenciales oyentes de las emisoras

La radio popular deberíatraducir las noticias al

lenguaje del puebloy comentarlas.

populares se encuentran ubicados en lasperiferias de las ciudades. Por lo cual,hay que lograr la potencia necesariapara cubrir la topografía, en muchoscasos irregular, que caracteriza a muchasciudades.

Utilizar más el recurso "entreteni-miento" e "información". En realidadtodo programa popular y educativodebe tener un 80o/o de entretenimien-to, aparte de que todo el estilo de laradio debe ser entretenido. Por su par-te, las noticias pueden ser generadasdentro del medio popular, pero que nosólo sean quejas, denuncias y reclamos,sino que destaquen lo positivo de laparticipación popular.

Debido a la mayor sofisticación dela audiencia urbana, el personal de laradio urbana necesita más formaciónque el de la radio rural, debe tener unamayor preparación e información, y de-be haber analizado los problemas quepresenta con más detención y refle-xión.

Indagar qué es lo que necesita la

gente, qué busca en la radio, o qué lepuede brindar la radio para solucionarsus necesidades.

En una zona rural puede tener éxi-to el dar consejos agrícolas, de salud, decocina, etc. Así aumenta su bienestar yaun su ingreso, que proviene de su pro-pia actividad agrícola. En la ciudad suingreso viene de una empresa ajena aél; su trabajo es más especializado, ypor lo tanto necesita saber menos queel trabajador campesino, lo que, en estesentido, resta posibilidades a la radiourbana.

En una zona urbana, la gente puedemotivarse con cursos especiales: paraobtener la Primaria, el Bachillerato, eltítulo de contabilidad, y otros cursosde capacitación, sobre todo si tales cur-aos se dan con formas más radiofóni-cas, de manera que puedan ser delagrado de la audiencia abierta. Puedenimpartirse conocimientos de capacita-ción laboral, consejos o informacionessobre aspectos médico-sanitarios, econo-mía doméstica, asuntos socio-cultu-rales, etc.

Estos estudios le permitirán obtenerun sueldo mayor, preocupación fun-damental de la gente de la ciudad, outilizar mejor los recursos humanos anuestra disposición.

No quiere decir esto que la radiotenga que dedicarse necesariamente aenseñar esto a través de sus espaciosradiofónicos, pero sí podría promoverese tipo de educación, con métodospresenciales.

La radio puede motivar para que laaudiencia acuda a Centros de Educa-ción Formal. Inclusive puede dar algúntiempo a ese tipo de educación. La me-ta sería producir clases radiofónicas,que interesen a la audiencia cerrada dealumnos inscritos, que siguen el Esque-ma Impreso, y además a la audienciaabierta en general. Este es el reto de laEducación Formal por radio.

Una manera indirecta de descubrirlas demandas urbanas es analizar loscursos de las múltiples academias, cur-sos por correspondencia, etc. Así sedescubren las tendencias.

Esto puede servir tanto para progra-mar cursos semejantes con otra ópti-ca, corno para detectar lagunas especí-ficas.

En la actual crisis latinoamericanaparecen relevantes los temas relacio-nados con la economía alimenticia:unidades de consumo, defensa de sala-rios, información sobre alternativas deempleo, etc.B

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