La rebelión de Túpac Amaru de Charles Walker

8
 Traducido por: Óscar Hidalgo Wuest

description

El libro de Charles Walker que ya está siendo comentado en varios lugares, ha llegado por fin al español.

Transcript of La rebelión de Túpac Amaru de Charles Walker

  • Traducido por:

    scar Hidalgo Wuest

  • E l 4 de noviembre de 1780, Jos Gabriel Condorcanqui Noriega, quien usaba cada vez ms el regio nombre inca de Tupac Amaru, haba almor-zado con Antonio de Arriaga en la casa de Carlos Rodrguez, cura de Yanao-ca. Si un productor de Hollywood hubiera solicitado el reparto principal para expresivos individuos que personificaran las relaciones polticas en los Andes coloniales, habra estado encantado con este tro. Tupac Amaru era el kuraka o cacique, la autoridad tnica encargada de recaudar el impuesto per cpita (tributo fue el eufemismo colonial) y mantener el orden en Yanaoca y otros dos pequeos pueblos, Pampamarca y Tungasuca, aproximadamente 80 kilmetros al sureste de la antigua capital inca del Cuzco. Los incas toda-va tenan gran influencia en esta rea. Los indios quechuahablantes consti-tuan la vasta mayora de la poblacin y veneraban a sus ancestros, derrotados por los espaoles en el siglo XVI, y a aquellos como Jos Gabriel Tupac Ama-ru, que reivindicaban su linaje de sangre de realeza inca. Bien educado y bilinge, Jos Gabriel, a sus 42 aos, se mova fcilmente entre los mundos espaol e indio. De hecho, este era su rol como kuraka.1

    Arriaga era el corregidor, la autoridad espaola que recaudaba los im-puestos, organizaba el despreciable reclutamiento de mano de obra para las

    1. Dado que esta historia involucra a muchos miembros de la familia Tupac Amaru, usar sus nombres de pila. Sigo la forma colonial y no pongo tilde en Tupac (Tpac).

    La ejecucin de Antonio de Arriaga

    Introduccin

  • 18 Charles Walker

    enormes minas de Potos, aproximadamente 1000 kilmetros al sur (hoy Bolivia), y supervisaba los asuntos regionales. Arriaga era un noble, nacido en 1740, en el Pas Vasco, en el norte de Espaa, cuya familia tena slidas conexiones con el Imperio americano de Espaa, pues sus integrantes eran miembros del importantsimo Consejo de Indias en Madrid y mercaderes.2 Originario de Panam, el padre Rodrguez era cura de la parroquia de Ya-naoca. l, junto con otro sacerdote, Antonio Lpez de Sosa, haban sido los primeros maestros de Tupac Amaru. Impresionados por la inteligencia del mozuelo, haban permanecido cercanos a l. La crianza de estos sacerdotes se haba afianzado: Jos Gabriel se mantuvo devoto e intelectualmente cu-rioso a travs de toda su vida. Entonces, como usualmente era el caso, Tupac Amaru, el kuraka, era indgena o mestizo; Arriaga, el corregidor, un espaol, y Rodrguez, un criollo, el trmino usado para las personas descendientes de europeos nacidos en las Amricas. Estas tres autoridades, kuraka, corregidor y cura, formaban un triunvirato que mantena el orden a lo largo de los An-des bajo el rgimen espaol. Otros dos curas, el escribano y el asistente de Arriaga, y numerosos sirvientes tambin los acompaaban en la comida. La esposa de Jos Gabriel, Micaela Bastidas, no se haba unido a ellos.

    Arriaga y Tupac Amaru se conocan bien. Arriaga tena una red de acti-vidades econmicas y, como recaudador de impuestos y principal autoridad, disfrutaba de capital y poder, y haba incluso prestado dinero a Tupac Ama-ru. Aunque los dos haban discutido previamente sobre el reclutamiento de mano de obra o mita para Potos, ellos compartan una amigable comida, celebrando el da de san Carlos, da del santo del padre Rodrguez y del rey de Espaa. Despus de que Arriaga disfrutara de una breve siesta, Tupac Amaru lo invitara a pasar la tarde en su casa de Tungasuca. Arriaga insistira en que deba volver a Tinta, su hogar y el pueblo ms grande en el rea, a alrededor de 25 kilmetros de Yanaoca, y empezara el viaje de cuatro horas a pie y caballo sobre varias colinas escarpadas. La inminente llegada del dinero del tributo, el impuesto per cpita indio que llenaba las arcas coloniales, lo motivara a regresar.

    Tupac Amaru y unos cuantos mozalbetes acompaaran al corregidor por un corto trayecto y entonces fingiran que regresaban a Tungasuca. En lugar de hacerlo, se apresuraran por delante a un lugar escondido en un pico y sorprenderan a Arriaga y su entorno cuando saltaran a sus pies. Arria-ga huira a un can y se escondera detrs de una apacheta, un santuario

    2. Su to Julin de Arriaga era miembro del Consejo de Indias, y su propio hermano posea barcos. Vase Arriaga, Relacin de mritos, 1771, AGI, Lima, leg. 1041.

  • 19Introduccin: la ejecucin de Antonio de Arriaga

    indgena o lugar sagrado hecho de piedras. Un indio, sin embargo, lo vera, y Tupac Amaru terminara atndolo. Ellos esperaran varias horas, hasta tarde por la noche, y entonces se llevaran a sus prisioneros encadenados hacia Tungasuca. Recluiran a Arriaga, su escribano Felipe Bermdez y dos escla-vos negros en una celda en el stano de la casa de Tupac Amaru.3

    Tupac Amaru obligara al aturdido Arriaga a escribir cartas a su tesorero en Tinta, en las que le deba requerir dinero y armas con el peculiar pretexto de que estaba planeando una expedicin contra piratas en la costa. El propio Tupac Amaru entonces ira a Tinta y usara la llave de Arriaga para tomar 75 fusiles, 2 esmeriles, algunas escopetas, un cajn de plvora, balas y cartuchos, los uniformes de una compaa de milicias, mulas, 22.000 pesos procedentes del ramo de tributos, 4 o 5 pias grandes de plata y muchas libras de oro.4 l tambin escribira mensajes en nombre de Arriaga a los alcaldes e individuos poderosos, en los que les solicitara que se reunieran en Tungasuca. Nume-rosas figuras militares y empresarios, tales como los espaoles Juan Antonio Figueroa y Bernardo La Madrid, cayeron en la trampa. Los kurakas tambin recibieron instrucciones de enviar a sus indios; miles se reunieron en Tunga-suca y llegaron a raudales durante das. Los rebeldes apostaron centinelas en el camino al Cuzco para mantener las noticias sobre las autoridades locales fuera de su alcance. Ellos tambin mantuvieron el paradero de Arriaga en secreto. Las masas congregadas en Tungasuca no saban que el corregidor estaba prisionero en el stano de Tupac Amaru y Micaela Bastidas.5

    Cuando Tupac Amaru coloc una pintura de la coronacin de espinas en la celda de Arriaga y envi al padre Lpez de Sosa a tomarle confesin, Arriaga supo que estaba en graves problemas. Asombrado por los eventos y consciente de que su vida estaba en peligro, ofreci su fortuna entera a la pa-rroquia de Pampamarca a cambio de su libertad, pero fue en vano. Lpez de Sosa y tres otros clrigos acompaaron al corregidor en su celda el 9 de no-viembre.6 Tupac Amaru explic a los reunidos en la cercana llanura que tena rdenes del poderoso visitador general, Jos Antonio de Areche, aprobadas

    3. Los dos principales recuentos varan en sus detalles. Melchor de Paz publica uno que dice que Arriaga agarr una pistola, mientras que Lpez de Sosa (1771) afirma en testi-monio que trat de escapar por un barranco. Vanse, respectivamente, Paz 1952, vol. 1: 231-236 y AGI, Cuzco, leg. 80.

    4. Mendiburu 1890, vol. VIII: 109-110.5. Coleccin documental de la independencia del Per (CDIP) 1971-1976, tomo II, vol. 2: 252-257.6. Para la explicacin de Lpez de Sosa de por qu l le dio confesin, vase Coleccin docu-

    mental del bicentenario de la revolucin emancipadora de Tupac Amaru (CDBRETA) 1980-1982, vol. I: 108-109.

  • 20 Charles Walker

    por la Audiencia de Lima. En los prximos meses, Tupac Amaru frecuen-temente se refiri a las rdenes o la autorizacin que haba recibido de las autoridades de Madrid, entre las que se inclua hasta al rey. Por supuesto, l no las tena, pero muchos de sus seguidores le crean o, al menos, sentan que Tupac Amaru estaba cumpliendo los deseos del Rey: que si Su Majes-tad solo supiera la situacin de los Andes, l comprendera. Se propagaron rumores de que Arriaga sera castigado; la asombrada multitud pregunt por qu. Muchos crean que era la voluntad de Dios.7

    El 9 de noviembre, movindose a caballo, Tupac Amaru orden que europeos, mestizos e indios se alinearan en columnas militares. l estaba elegantemente vestido:

    [...] casaca, pantalones cortos de tercipelo negro, que estaban entonces de moda, medias de seda, hebillas de oro en las rodillas y en los zapatos, sombrero espaol de castor, que entonces valan veinticinco pesos, camisa bordada y cha-leco de tiz de oro [sic], de un valor de setenta a ochenta pesos. Usaba el pelo largo y enrizado hasta la cintura.8

    Tupac Amaru repiti estas maniobras el siguiente da, instruyendo a los miles de presentes para que lo sigan a una cercana loma donde una horca ha-ba sido instalada. Algunos de sus seguidores ondeaban una bandera blanca con una cruz roja.9 Un mestizo lea una proclamacin en espaol y quechua: Por el Rey se mandaba que no hubiera alcabala [impuestos sobre la venta], aduana, ni mina de Potos, y que por daino se le quitase la vida al corregidor Don Antonio de Arriaga.10 Un testigo afirm que Tupac Amaru refera que

    [...] en nombre del Rey nuestro seor, se promulg la sentencia de muerte [contra el corregidor Arriaga], relatando que esta se haca por daino y tirano, que [adems] se asolase los obrajes, se quitasen mitas de Potos, alcabalas, adua-na, repartimiento y que los indios quedesen en libertad y en unin y armona con los criollos [...].11

    7. Vase AGI, Cuzco, leg. 31; otra copia de esta fuente se encuentra en AGI, Cuzco, leg. 80.8. Fisher (1966: 30-31) resume las pocas descripciones de su atuendo. 9. AGI, Cuzco, leg. 80, testimonio de doa Ignacia Sotomayor.10. CDBRETA 1980, vol. I: 504, documento de don Miguel Martnez, cura y vicario de

    Nuoa y Santa Rosa.11. Ibd., p. 508.

  • 21Introduccin: la ejecucin de Antonio de Arriaga

    Otro testigo lo cita como diciendo que l tena rdenes superiores de abolir impuestos y aduanas, expulsar a los corregidores y propietarios de mo-linos textiles y que sus acciones no iban en contra de Dios o del Rey: era man-dato del superior que viviesen los Indios y Espaoles hermanablemente.12 La multitud comprendi que estaba presenciando un evento trascendental. Los indios escuchaban, en su propio idioma, acerca de la abolicin del repar-timiento, la mita y la alcabala, y asistan a la condena de la mxima autoridad espaola en la regin. Mestizos y criollos nerviosamente se preguntaban si estos aparentemente bienvenidos cambios podran conducir a la agitacin y a indios peligrosamente independientes. Los espaoles no comprendan plenamente qu estaban viendo, pero teman por sus vidas.

    Un pregonero llev la procesin a la horca, anunciando que se estaban cumpliendo los deseos del rey y repitiendo la promesa de que las aduanas, las alcabalas y la mita seran de aqu en adelante abolidas. Tupac Amaru orden al pregonero hablar en quechua, una lengua nunca usada en eventos oficia-les o en documentos.13 Los tres curas acompaaron a Arriaga, rodeados por soldados. Una vez en la horca, los soldados llevaron al personal de Arriaga a su lado y lo forzaron a reemplazar su uniforme militar con el simple, peni-tenciario hbito de la orden franciscana. El esclavo negro de Arriaga, Antonio Oblitas, fue forzado a servir como ejecutor. En el primer intento, cuando tir para elevar a Arriaga, la cuerda se rompi, y esclavo y amo se desplomaron. Oblitas recibi varias cuerdas para llevar a cabo su tarea y personas cerca-nas a la horca, algunas de ellas aliados de Arriaga, tiraron para estrangularlo. Todos los comentaristas sealan el sepulcral silencio. Un testigo afirma que algunos indios pasaban por el cadver de Arriaga y se burlaban en quechua: Judo, no solas hacer esto? [Judio manachu caita rurahux canqui?].14 Como sucedera a lo largo del levantamiento, Micaela tuvo un rol activo. Un recuento mencionaba que ella excede en espiritu y malicia a su Marido: ella tuvo la maior inteligencia en el suplicio del correg. Arriaga y en medio de la flaquesa de su sexso, esforsaba las diligencias injustas de aquel omicidio cargando en su misma mantilla las Balas nesesarias para la guardia.15

    12. AGI, Cuzco, leg. 80, testimonio de doa Ignacia Sotomayor.13. Zudaire 1979: 53.14. AGI, Cuzco, leg. 80, testimonio de Antonio Lpez de Sosa. La traduccin de esta rara

    frase quechua en la documentacin archivstica fue una empresa internacional. En Se-villa, Luis Miguel Glave revis doblemente mi transcripcin, y Janett Vengoa, Rosala Puma Escalante y Zoila Mendoza ofrecieron sus habilidades en quechua.

    15. Informe de un clrigo sobre Tupac Amaru, 1781, Lilly Library, Universidad de India-na. Una cita casi idntica puede encontrarse en Paz y Guin 1952, vol. 1: 259-260.

  • 22 Charles Walker

    Las especulaciones sobre por qu Tupac Amaru y Micaela Bastidas ha-ban ejecutado al corregidor Arriaga circularon como una tormenta a travs de la multitud ese fatdico 10 de noviembre, y la gente no ha parado de ha-cer preguntas desde ese da. Entonces y hoy, dieron razones que iban desde las personales (un resentimiento) hasta las macropolticas (el debilitamiento del dominio espaol). Por supuesto, la biografa de Tupac Amaru es central para la explicacin. l haba presenciado las peores formas de la explota-cin espaola del pueblo indgena y se encontraba cada vez ms presionado para cumplir sus deberes como intermediario entre el mundo quechua y el espaol. El trabajo de Tupac Amaru como mercader y arriero lo llev por los Andes, mientras que sus batallas legales para recuperar un marquesado (un ttulo nobiliario) lo haban forzado a pasar ocho meses en Lima, la ca-pital del virreinato, en 1777, donde hizo importantes contactos y gan un profundo conocimiento del Per. Tuvo el respeto de los indios del Cuzco, razones para detestar al espaol y la experiencia y el mundo para organizar un levantamiento.

    En trminos ms amplios, en 1780 las autoridades coloniales continuaron intensificando las reformas borbnicas, una serie de medidas que incremen-taban los impuestos y las demandas de mano de obra sobre las poblaciones indgenas, al mismo tiempo que reducan su autonoma. Los reformadores espaoles buscaban restringir el pacto creado en el siglo XVI que garantiza-ba a los indios ciertos derechos, entre los que se incluan un alto grado de autonoma cultural y poltica, y el control de la tierra comunal a cambio de subordinacin y una lista de impuestos. Ellos incrementaron las demandas de mano de obra y de impuestos, y debatieron acerca de cmo (o si) asimilar a la poblacin nativa y convertir a los indios, una categora que implicaba inde-pendencia poltica y cultural, en sujetos espaoles. En la prctica, esto signifi-caba que los indios a lo largo del sur de los Andes enfrentaran altos y nuevos impuestos, el renacimiento de viejas y despreciadas prcticas tales como la mita de Potos y un ataque a sus autoridades tnicas, los kurakas.

    Las reformas tambin buscaban reducir el poder de la Iglesia. Las ten-siones entre las autoridades seculares y religiosas se intensificaron en la d-cada de 1770 y se hicieron visibles por la rebelin. El propio Arriaga haba luchado contra los curas en relacin con el protocolo y las finanzas. El hecho de que Tupac Amaru hubiera estado involucrado en estos eventos ayuda a explicar la propia rebelin y la simpata que despertaba en algunos curas. Como era de esperar, varios de estos se oponan a los esfuerzos del gobierno colonial por controlar y gravar sus parroquias. Al mismo tiempo, docenas de curas permanecan en sus parroquias y luchaban contra los rebeldes detrs

  • 23Introduccin: la ejecucin de Antonio de Arriaga

    de las lneas, sealndolos como apstatas y paganos, y fortaleciendo los nimos de los realistas. La Iglesia catlica, una expresin que no debera concebirse en singular, provea seguidores y oponentes. El levantamiento surgi de y puso a la vista estas y otras profundas tensiones en el sur de los Andes del Per.16

    Para finales de 1780, las fuerzas de Tupac Amaru haban derrotado a los espaoles en varios enfrentamientos. l y sus seguidores entraban a pe-queos pueblos y aldeas indias para ganar reclutas y provisiones. Buscaban matar a todos los corregidores (la mayora, sin embargo, hua antes de que los rebeldes llegaran) y aprisionaban a los terratenientes odiados por los in-dios locales. Los rebeldes arrasaban los pequeos molinos textiles presentes a lo largo del rea, que servan como prisiones virtuales para los trabajadores indios, y distribuan sus tejidos entre los conmocionados lugareos. Tupac Amaru y otros lderes hablaban en quechua a las masas indgenas y esparcan rumores de que el kuraka encarnara el regreso de los incas, pues, como in-dicaba su nombre, lo una un lazo con uno de los ltimos gobernantes incas, Tupac Amaru I (1545-1572). Por cierto, la extendida creencia en el posible retorno de un gobernante inca alimentaba la insurreccin.

    Estos ataques fueron solo el comienzo: el levantamiento rpidamente se propag a lo largo de los Andes. El Estado colonial colaps en gran parte del rea que se extiende de Cuzco hasta Puno, cerca del lago Titicaca en el sur, mientras que las autoridades no se atrevan a intentar recaudar los impuestos o hacer cumplir la mita. Con el colindante Alto Per o Charcas bajo el fuego de una coalicin de sublevaciones frecuentemente alentadas por los llama-dos kataristas y revueltas inspiradas por los eventos alrededor del Cuzco, brotando al norte y al sur, los espaoles enfrentaban el ms grande desafo militar desde el siglo XVI, con la que se convirti en la ms grande rebelin en la historia colonial. Aunque las autoridades inicialmente subestimaron la insurreccin, ellas se dieron cuenta, a finales de 1780, de que su control del Per y ms all de l estaba en peligro.

    La experiencia de la rebelin

    La rebelin de Tupac Amaru no es una historia sin contar. Generaciones de historiadores han escrito sobre ella, en un rango que va desde historias picas

    16. Las divisiones en la Iglesia incluan aquellas entre regulares (las rdenes mendicantes, tales como los dominicos y franciscanos) y seculares, as como entre la burocracia epis-copal y los curas de parroquia.