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1 un “equilibrio del terror”, un disfrute pasa- jero o una supuesta calma, sino una paz universal, total y definitiva. Jesús paga el precio de la paz al vencer la hostilidad en su cuerpo crucificado y convertirse así en “nuestra paz” (Ef 2,14). A Santa Faustina Jesús le dijo: “La humanidad no encontrará la paz hasta que no se dirija con confianza a mi misericordia”. La existencia real de la paz no consiste en la eliminación de todas las dificultades o la satisfacción de todos los deseos; esto, en todo caso, hace que el hombre quede “sa- tisfecho”, pero no en paz. La verdadera paz la recibimos cuando, desde la confianza en la Palabra del Señor, buscamos y promo- vemos la reconciliación con Dios, con el prójimo y con nosotros mismos: solo así, la paz también puede reinar en la tierra. Por eso debemos celebrar cada día un “ani- versario” en el que nos reconciliamos con todos y les perdonamos a todos sus deudas. Tras dos grandes aniversarios, el Año de la Misericordia en 2016 y el Centenario de Fátima en 2017, el año 2018 se presenta como un año “normal”. No obstante, hay un motivo y una interpelación que tienen validez siempre y todos los años: la misión de la paz. De hecho, la paz es el objetivo último de todos los aniversarios, conme- moraciones e iniciativas, y por eso la Igle- sia celebra el primer día del año la Jornada Mundial de la Paz. “Shalom” significa la plenitud del tiempo, la llegada de nuevos tiempos mesiánicos. Pero si el Mesías ya ha llegado, ¿por qué no reina todavía la paz en el mundo? En realidad, Jesús nos entrega antes de la Pasión el regalo último de su paz, que vuelve a traer como primer regalo en la Pascua de Resurrección… una paz “que supera todo juicio” (Flp 4,7). La paz de Cristo no se puede medir; es un objeto de la fe. Solo Dios es poseedor de la fe, y Él se la ofrece como regalo a cada uno de nos- otros. “Pero no una paz como la da el mundo” (Jn 14,27), un armisticio temporal, El gran santo ruso Serafín de Sarov nos aseguró: “Adquiere la paz interior y miles de personas alrededor tuyo encontrarán la salvación”. Esta paz no es la calma interior que prometen las religiones de Lejano Oriente. El científico Max Thürkauf ex- plica así la diferencia: “El budista se guarda su tranquilidad para sí, mientras que el cristiano se la regala al prójimo; una calma que es paz. La paz es una calma compartida, regalada. Un cristiano no puede permanecer tranquilo en su interior mientras el prójimo vive aterrorizado”. Queridos amigos, esperemos que el año 2018 sea, para nos- otros, un año “inquieto” en el que, día tras día, busquemos y regalemos la paz de Cristo para que el mundo sepa que Jesús es el Mesías, el Príncipe de la Paz. Os bendice vuestro agradecido P. Martin Maria Barta Asistente Eclesiástico La verdadera paz la recibimos cuando, desde la confianza en el Señor, promovemos la reconciliación. “Comprometámonos con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia. Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la paz”. Papa Francisco, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 2017 “Artesano de la paz”: seminarista en Nigeria. N°. 1 · Enero de 2018 Los donativos entregados a esta Fundación son deducibles en la Declaración de la Renta. C.I.F. nº R-2800175-H

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un “equilibrio del terror”, un disfrute pasa-jero o una supuesta calma, sino una pazuniversal, total y definitiva. Jesús paga elprecio de la paz al vencer la hostilidad ensu cuerpo crucificado y convertirse así en“nuestra paz” (Ef 2,14). A Santa FaustinaJesús le dijo: “La humanidad no encontrarála paz hasta que no se dirija con confianzaa mi misericordia”.

La existencia real de la paz no consiste enla eliminación de todas las dificultades o la

satisfacción de todos los deseos; esto, entodo caso, hace que el hombre quede “sa-tisfecho”, pero no en paz. La verdadera pazla recibimos cuando, desde la confianza enla Palabra del Señor, buscamos y promo-vemos la reconciliación con Dios, con elprójimo y con nosotros mismos: solo así,la paz también puede reinar en la tierra.Por eso debemos celebrar cada día un “ani-versario” en el que nos reconciliamos contodos y les perdonamos a todos sus deudas.

Tras dos grandes aniversarios, el Año de laMisericordia en 2016 y el Centenario deFátima en 2017, el año 2018 se presentacomo un año “normal”. No obstante, hayun motivo y una interpelación que tienenvalidez siempre y todos los años: la misiónde la paz. De hecho, la paz es el objetivoúltimo de todos los aniversarios, conme-moraciones e iniciativas, y por eso la Igle-sia celebra el primer día del año la JornadaMundial de la Paz. “Shalom”significa la plenitud del tiempo,la llegada de nuevos tiemposmesiánicos. Pero si el Mesíasya ha llegado, ¿por qué noreina todavía la paz en elmundo?

En realidad, Jesús nos entrega antes de laPasión el regalo último de su paz, quevuelve a traer como primer regalo en laPascua de Resurrección… una paz “quesupera todo juicio” (Flp 4,7). La paz deCristo no se puede medir; es un objeto dela fe. Solo Dios es poseedor de la fe, y Élse la ofrece como regalo a cada uno de nos-otros. “Pero no una paz como la da elmundo” (Jn 14,27), un armisticio temporal,

El gran santo ruso Serafín de Sarov nosaseguró: “Adquiere la paz interior y milesde personas alrededor tuyo encontrarán lasalvación”. Esta paz no es la calma interiorque prometen las religiones de LejanoOriente. El científico Max Thürkauf ex-plica así la diferencia: “El budista seguarda su tranquilidad para sí, mientrasque el cristiano se la regala al prójimo; unacalma que es paz. La paz es una calmacompartida, regalada. Un cristiano nopuede permanecer tranquilo en su interior

mientras el prójimo vive aterrorizado”.

Queridos amigos, esperemosque el año 2018 sea, para nos-otros, un año “inquieto” en elque, día tras día, busquemos y

regalemos la paz de Cristo para que elmundo sepa que Jesús es el Mesías, elPríncipe de la Paz.

Os bendice vuestro agradecido

P. Martin Maria BartaAsistente Eclesiástico

La verdadera paz la recibimoscuando, desde la confianzaen el Señor, promovemos la reconciliación.

“Comprometámonos connuestra oración y acción aser personas que aparten desu corazón, de sus palabrasy de sus gestos la violencia.Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestraoración. Todos podemosser artesanos de la paz”.

Papa Francisco, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 2017“Artesano de la paz”: seminarista en Nigeria.

N°. 1 · Enero de 2018Los donativos entregados a esta Fundación son

deducibles en la Declaración de la Renta.C.I.F. nº R-2800175-H

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Seminarista

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La riqueza de la GraciaEn ningún otro lugar, la Iglesiacrece tan rápido como en África, yen ningún otro lugar es mayor la ri-queza en vocaciones, hay tantasescuelas católicas y tantos semi-naristas como en este continente.Sin embargo, en ningún otro lugarla Iglesia es tan pobre.

Para los Obispos y rectores de los semina-rios, el creciente número de solicitudes esmotivo de alegría, y siempre comprueban sise trata de una vocación o tan solo del deseode encontrar una vida arreglada y segura…aunque segura no lo sea en muchos lugares,y en algunas diócesis pueda ser incluso pe-ligrosa. Así, en la Diócesis de Dori, en el“país de las personas honestas” (BurkinaFaso), en la frontera con Mali, es precisotener valor y perseverancia para consagrar la

vida a Cristo. Allí la población es de las máspobres de África y los grupos islamistas quesiembran el terror traspasan en ocasiones lasfronteras. No obstante, Damián, Ambrosio,Daniel y otros 42 seminaristas quieren serviral Señor. Estudian y viven en las vacacionesen las parroquias para conocer mejor la rea-lidad de esta zona del Sahel, porque así po-drán entender más adelante mejor a la gentey conducirla hacia Cristo. Nosotros apoya-mos su formación con 18.000 euros.

En la República Centroafricana, el Ar-zobispo de Bangui está orgulloso de sus se-minaristas, pues todos aprobaron el añopasado los exámenes finales, y tres inclusocon matrícula de honor. Y eso a pesar dela situación de guerra en el país. Estos jó-venes varones quieren llevar a su pueblo lareconciliación y la paz de Cristo. Nosotros

ayudamos al Obispo y a sus 53 futuros sa-cerdotes con 25.000 euros. En Tanzaniason 46 candidatos al sacerdocio, y en Nige-ria, Sudán, Kenia, Angola y la RepúblicaDemocrática del Congo son muchos cien-tos de jóvenes los que, gracias a vuestra ge-nerosidad, pueden consagrar su vida aDios. Así es como participamos en la ri-queza de la gracia de las vocaciones. •

Pakistán es un país peligroso para los cristianos, pues los fanáticos y lasleyes anticristianas les hacen difícil la vida.No obstante, muchos jóvenes quieren ser sacerdotes, y en el seminario de FranciscoJavier de Lahore se preparan para “dar testi-monio para el Señor que ha superado lamuerte y la oscuridad”, nos escribe el rectorAsif John. Su situación es ahora aún más di-fícil debido a que el vehículo del seminariosufrió un grave accidente (lo cual no es deextrañar en vista de las carreteras sin asfaltar)y desde entonces no hace más que averiarse.

Dar testimonio para el Señor

Este coche lo necesita el seminario parahacer las compras para los 96 estudiantes ylos docentes en el centro de la ciudad a 20kilometros de distancia, y ante todo, paracumplir con sus tareas pastorales. Que elcoche deje de funcionar es solo una cuestiónde tiempo, por lo que no debería esperarsemás, visto que, además, las continuas repa-raciones cuestan mucho dinero. Nosotroshemos prometido 12.000 euros para un

Ora et labora en el “país de las perso-nas honestas”: un seminarista trabajaen el huerto en Burkina Faso.

vehículo nuevo, y esto supone un auténticorayo de esperanza para el seminario. •

Recompensa del estudio: seminaristas en Tanzania en el camino hacia la ordenación.

“¿No ardía acaso nuestro corazón, mien-tras nos explicaba las Escrituras?” Estu-diar para una vida como apóstol de Cristo.

Todo donativo recibido se destinará a éste o a proyectos similares, con el fin de hacer posible la labor pastoral de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

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Ucrania

Su corazón late por CristoEn el este, una guerra soterrada; en el oeste, la corrupción omnipresente; y por todos lados, una inflación ga-lopante. En medio del mal, los futuros sacerdotes cantan sus alabanzas al Señor. En medio del caos, los futurossacerdotes veneran la sabiduría divina y estudian por la paz y la reconciliación.

En los seminarios greco-católicos de Ivano-Frankivsk y Ternopil-Zboriv de la parte oc-cidental de Ucrania se mira con esperanzahacia el futuro, pues el sentimiento de sa-berse parte de una gran comunidad refuerzala certeza de que Dios está con nosotros. EnIvano-Frankivsk son 221 seminaristas, y enTernopil-Zboriv, 153; todos ellos proceden-tes de varias diócesis. Con esfuerzo y sacri-ficio se han renovado totalmente los viejosedificios de los seminarios, que fueron des-tinados a otros usos y arruinados por los soviéticos. Ahora se vuelven a llenar de jó-venes varones cuyo corazón late por Cristoy la Iglesia. Pero, en la actualidad, no solo elecónomo del seminario percibe cómo subensin cesar los precios de la luz, el agua, el gasy los alimentos. Desde hace años, los seminarios intentanafrontar la crisis con el cultivo de campospropios, la apicultura y algo de cría de ani-males, y no es raro que el seminario ayudetambién a los necesitados de la región. Sinembargo, no es suficiente. ¿Ayuda del Es-tado? Cero. El costo de vida medio de un futuro sacerdote en Ucrania occidental as-ciende en estos momentos a unos 3.500euros por año. Nosotros hemos prometidocontribuir este año con 600 euros por semi-

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, Papúa Nueva Guinearegistra el mayor número de accidentes de tráfico en los países del Pacífico.

Porque las vocaciones son valiosas

Viaje peligroso: viajar en Papúa NuevaGuinea.

Ello se debe a carreteras que apenas mere-cen llamarse así, y también al hecho de quemuchas personas sean transportadas en lazona de carga descubierta de un camión ocamioneta. Y es que estas camionetas sonmás baratas que un minibús. También elseminario del Buen Pastor solo dispone deun camión, pero no se debe ahorrar por ellado equivocado, pues las vocaciones sonvaliosas. El seminario cuenta con 35 estu-diantes, y el año que viene serán 15 más.Ahora ya la superficie de carga está llenay la vieja camioneta pronto dejará de fun-cionar, por lo que nos piden una subven-ción para un sencillo minibús, en el quetambién se podría transportar a los profe-sores. Los desplazamientos serían más se-guros y los estudiantes podrían realizar

excursiones pastorales a parroquias leja-nas. Los vehículos son caros aquí. Hemosprometido 23.700 euros para que las voca-ciones no se caigan de la camioneta enplena marcha. •

narista, y esto también es una inversión enlas comunidades ucranianas de la diáspora,pues muchos de los jóvenes sacerdotes deambos seminarios se trasladarán a Kazajis-

tán, Italia u otros países y continentes paraanunciar la paz a los hombres de buena vo-luntad. ¿Quién ayuda a estos futuros sacer-dotes a seguir cantando alabanzas a Dios? •

221 jóvenes voces para Cristo. Pero antes de cantar tocaescuchar, sobre todo en el seminario.

Pese a la crisis y la guerra, el número de vocaciones es alto:ordenación sacerdotal en el seminario de Ivano-Frankivsk.

Todo donativo recibido se destinará a éste o a proyectos similares, con el fin de hacer posible la labor pastoral de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

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Encuentro de r

ectores

Pastores de futuro pastores

El santo Papa y Doctor de la Iglesia Gregorio Magno hace en su homilía paraTodos los Santos un recuento de algunas características de la gran comuni-dad de los santos: alegría, serenidad, consuelo, fraternidad. Según él, esta esla recompensa de la entereza, la fortaleza del alma y la capacidad creadora.

Y justamente este ambiente es el que expe-rimentan los rectores y directores de semi-narios mayores de muchos países ycontinentes cuando pasan juntos cuatro se-manas en Roma en el Pontificio Colegio In-ternacional “Maria Mater Ecclesiae”. Lamayoría proviene de África e Iberoamérica.Evidentemente, hay un programa con po-nencias, Misas comunes, oración, Rosario,grupos de trabajo sobre la pastoral matrimo-nial y familiar, y demás temas de la pastoral.No obstante, lo más importante es el encuen-

tro entre amigos de Dios, a saber, la comu-nidad de los “llamados a ser santos”, comoSan Pablo calificaba a los cristianos en suscartas. El año pasado acudieron 89 prove-nientes de 24 países.En la mayoría de los casos, son países po-bres de solemnidad como Ecuador, Viet-nam o la República Centroafricana, dondela Iglesia no tiene ni recursos ni espaciospara tales encuentros. El mayor grupo –casila mitad– provenía de Madagascar, y ape-nas ninguno podría costear el viaje y la

manutención en Roma. Nosotros apoyamoseste encuentro de cuatro semanas con153.000 euros.

Para los rectores y formadores, estos encuen-tros anuales en Roma con hermanos de todoel mundo son una experiencia que les in-funde fuerzas en el alma y valor para el fu-turo para hacer frente a las dificultades en suspaíses. El P. Etienne Randriamanantsoa deMadagascar quiere “compartir estas expe-riencias y las ponencias con los hermanos sa-cerdotes de mi diócesis”. El P. Luis TakualiUtuku de la República Centroafricana sesiente renovado y enriquecido. Lo que le haimpresionado son los aspectos de la forma-ción tratados en profundidad, sobre todo, lasponencias sobre la madurez y la psique hu-manas, y ya está desando transmitir estos co-nocimientos a sus estudiantes. El P. IsidoroMakutu de Tanzania, también entusiasmadocon la formación integral de los futuros sa-cerdotes, está convencido: “La semilla quese siembra aquí traerá frutos en todo elmundo”. El P. Sean Byrnes de la Diócesis deWagga, Australia, ve hoy su vocación desdeun nuevo punto de vista: “Es la llamada deDios a ser pastores de futuros pastores”.Todos regresan con ánimos renovados a suspaíses, y perciben lo que el apóstol San Pabloescribió en su carta a Timoteo: El fin de laformación es “suscitar el amor que brota deun corazón puro, de una buena conciencia yde una fe sincera” (1 Tim, 1,5). •

Juntos en la oración: porque dondehay dos o tres reunidos en mi Nombre…

Fraternidad y alegría en Cristo: los “llamados a ser santos” de 24 países.

© Legionaries of Christ

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Venezuela

“Cristo mendigacon nosotros”

Silenciosa, una joven religiosaentra en el ruidoso local. Pertenecea la congregación de las Hermani-tas de los Pobres y pide limosna.Cuando le tiende la palma de lamano a un individuo conocido en laciudad por odiar a la Iglesia, este,con una sonrisa despectiva, le es-cupe en la cara. Ella se limpia elrostro y dice: “Esto era para mí.¿Tiene también algo para los po-bres?”. Al hombre se le hiela lasonrisa en la cara, la mira con ojoscomo platos, le pide perdón y le dauna limosna mayor de lo que ella seesperaba.

A Mons. Raúl Castillo, Obispo de LaGuaira, Venezuela, le gusta contar esta his-toria real, y dice que hace falta mucho valorpara depositar la dignidad propia en la palmade la mano y pedir limosna. Pero él sabe:“Cristo mendiga con nosotros”, pues aquí setrata, como ya escribió el Papa emérito Be-nedicto XVI en su libro sobre Jesús, del “pri-mer amor de Dios: los necesitados”. Entreestos también están para Mons. Castillo los

sacerdotes, las religiosas y los seminaristas.Pero estos son los que luchan contra la granpobreza espiritual de hoy de la que habla elPapa Francisco en Evangelii Gaudium. “Lapeor discriminación que sufren los pobres esla falta de atención espiritual”. Los 19 futu-ros sacerdotes del seminario de San Pedroson conscientes de ello; ellos ven la pobrezadel país, la falta de víveres y la sobreabun-dancia de violencia, y ellos mismos sufren araíz de estas carencias. Mons. Castillo pidepara ellos lo más imprescindible: jabón, hue-vos, leche, harina, papel… No tienen dinero,y este tampoco valdría mucho, pues padecenla inflación más alta del mundo. Con dinerodel exterior podrían afrontar la necesidadmaterial y prepararse para la necesidad es-piritual venidera. Alguno de ellos ha cono-cido el dolor y el sufrimiento. Cuando LuisCarlos escuchó la llamada de Dios, estaba

prometido. La separación no fue fácil. A losdiez años, César Rafael enfermó de un cán-cer linfático. Una quimioterapia lo salvó,pero a los 14, el cáncer regresó. Tras la pos-terior quimio- y radioterapia no ha vuelto aenfermar. Interrumpió sus estudios de Inge-niería Mecánica a los dos años para ingresaren el seminario. La madre de Esteban Marcanos falleció cuando él tenía un año,por lo que se crio con sus abuelos. Cuandomurió su padre, tenía 16. No obstante, nodejó de creer en el amor de Dios, y hoy estáen el seminario.

Nadie sabe a dónde se dirige el país, pero nohay duda de que la pobreza espiritual irá enaumento. Luis, César y Esteban quieren di-luirla con los sacramentos, signos del amor,y para ello se preparan también los ya veintejóvenes varones del seminario de la Madredel Redentor en Carupano. También ellostemen al futuro y también a ellos les falta lomás básico para sobrevivir. Nosotros hemosprometido 12.000 euros para Carupano y15.000 para La Guaira. De esta forma con-tribuimos a acercarnos a una meta que elPapa formula así: “La opción preferencialpor los pobres debe traducirse principal-mente en una atención religiosa” (EvangeliiGaudium, 200). •

Armarse contra la pobreza espiritual:seminaristas estudiando.

Cantar para el Señor: seminaristas en el ensayo del coro.

Plantar y arar contra el hambre: seminaristas en el campo.

Mendiga para las vocaciones: Mons. Raúl Castillo, Obispo de La Guaira.

© Raul C

astillo

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JohannesHeereman ,PresidenteEjecutivo

Queridos amigos:A quien busque propósitos para el añonuevo debe leer a San Pablo. En laCarta a los romanos ofrece gran nú-mero de consejos prácticos y persona-les: El que tenga el don de la profecía,que lo ejerza según la medida de la fe;el que tenga el don del ministerio, quesirva. El que tenga don de exhortación,que exhorte. (cfr. Rom 12,6 ss). Es decir:Debemos aprovechar al máximo nues-tro potencial; debemos mejorar. Este elobjetivo de nuestros propósitos.Pero San Pablo no solo ofrece este en-foque individual, sino también uno so-cial cuando escribe: “Ámense cordial-mente con amor fraterno, estimando alos otros como más dignos. Alégrensecon los que están alegres, y lloren conlos que lloran. Consideren como pro-pias las necesidades de los santos ypractiquen generosamente la hospitali-dad. Bendigan a los que los persiguen,bendigan y no maldigan nunca. Vivanen armonía unos con otros, no quieransobresalir, pónganse a la altura de losmás humildes” (Rom 12,10 ss).Estos no son solo buenos propósitos,sino todo un programa para allanar elcamino a la paz de Cristo en la tierra yasí experimentar la paz de Cristo en el corazón.En este sentido, os deseo a todos unFeliz Año Nuevo rico en bendiciones.

Necesidad, amor y gratitud: vuestras cartas

Con la aprobación y la bendición deDios Hace unos cinco años conocí a Ayuda ala Iglesia Necesitada, y puedo asegurarque estoy entusiasmado con la Funda-ción. Desde entonces intento por todoslos medios conocer mejor su labor e in-formar a otros de ella. Pero, sobre todo,quiero permanecer fiel a su Fundaciónmediante un apoyo económico, pues setrata de una organización que realmentecuenta con la aprobación y la bendiciónde Dios.

Una benefactora brasileña

Corazón abierto Después de leerles a mis hijos algo delBoletín 8, estos han decidido entregarparte de sus ahorros a pañales y lechepara los bebés sirios. Gracias por estaspropuestas concretas para ayudar, pues

han abierto el corazón de mis hijos. Una madre desde Francia

Esperanza para la IglesiaVuestra revista nos llena de esperanza enrelación con el futuro de la Iglesia, pesea toda la hostilidad a la que se ve ex-puesta esta última. Dios bendiga a cadauno de ustedes con el don del EspírituSanto, para que puedan dar continuidada esta magnífica obra al servicio de Dios.

Una señora australiana

Servicio irremplazable Ruego acepten mi profunda gratitud porsu labor a favor de nuestros hermanos yhermanas perseguidos y necesitados entodo el mundo. Con ella realizan un ma-ravilloso e irremplazable servicio paraJesucristo.

Un benefactor alemán

El ambiente es bueno enel seminario de Hrodna,Bielorrusia. El rectorRoman Raczko da lasgracias “en nombre dela familia de nuestro se-minario” por la ayudadel año pasado. Graciasa este apoyo, los 33 fu-turos sacerdotes pudie-ron disfrutar de unaformación académica y espiritual sólida. Además, los estudiantes vi-sitaron frecuentemente orfanatos, hogares para niños discapacitadosy residencias de ancianos para “ocuparse de esos hijos de Dios”. Todoello forma parte de la formación en Hrodna, cuyo objetivo es “la mejorpreparación para el sacerdocio de nuestros estudiantes”. Y algunosde los nuevos sacerdotes acaban trasladándose a Brasil y Camerún“para trabajar allí entre niños pobres”. El P. Roman asegura: “No soloen la Santa Misa recordamos a diario a nuestros bienhechores, sinotambién en peregrinaciones de los estudiantes y sus formadores asantuarios marianos cercanos”.

Redacción: Jürgen LiminskiEditor responsable: ACN InternationalEl Boletín es gratuito, aunque se aceptan donativos para ayudar a suenvío. Impreso en España. De licentiacompetentis auctoritatis ecclesiasticae.D.L.M.-11011-1986www.acn-intl.org

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