La vida es un soplo

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¿Por qué la vida es un soplo? La vida es un soplo, un instante que solo se vive una vez, Oscar Niemeyer demuestra a través de su trayecto como arquitecto que las ideas se pueden hacer realidad si la pasión le gana a la razón, Niemeyer tenía una forma de ver el mundo muy distinto a cualquier colega que tenía por esos días, logro trabajar con grandes arquitectos de esos tiempos como lo fueron Lucio Costa y Le Corbusier y los hizo caer en su forma de pensar, sus trabajos de ‘líneas curvas y sensuales’’ marco la arquitectura de la época, hacia ver moderna y revolucionaria una idea que nadie creía, la vida se basa en eso, en tomar decisiones, hacer reales los sueños, sin importar el rechazo a la forma de pensar de los demás. Era tan interesante y novedoso lo que hizo Niemeyer que logro construir con ayuda de Costa la nueva Brasilia, el cual fue un proyecto fantástico y difícil porque era construir una ciudad desde cero, construir ciudad con naturaleza y hacerlo uno solo, para Niemeyer la arquitectura lo era todo, la gente nace y muere en un minuto y no alcanza a percibir lo que hay ahí afuera, la belleza del universo, el veía en la arquitectura algo mágico, algo que no fueran solo cuatro muros y ya, que la gente al pasar mirara en sus obras un pasado, un presente y un futuro, que sin importar en el año que uno estuviera notara y pensara que la obra que había hecho era moderna y sorprendente. El universo es un montón de curvas, la mujer, el paisaje, las montañas y entorno en sí, Niemeyer trataba de hacer de sus obras una parte del universo, la naturaleza no tenía que acoplarse a la obra sino que en cambio, la obra debía acoplarse a la naturaleza, ese era el principio básico y desde mi punto de vista lo logro. La arquitectura está adherida a todo, la política, la economía, la sociedad, el hábitat…para Niemeyer la arquitectura era la solución a los problemas sociales, debía tener un fin porque la arquitectura solo es para la gente con dinero y en ocasiones las obras sociales tenían que ser diferentes, modernas, que cumplieran con una labor que por mínima generar emoción al verlas. Para mí, Niemeyer vivía para construir paisajes, cada obra que hizo es diferente y novedosa, hace ver un poco futurista el mundo, la línea recta era aburrida, sin gracia y muy repetida, en lo que él pensó fue en hacer algo que gustara desde la primera mirada, la vida se convierte en un soplo porque hay que

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Oscar Niemeyer

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¿Por qué la vida es un soplo?

La vida es un soplo, un instante que solo se vive una vez, Oscar Niemeyer demuestra a través de su trayecto como arquitecto que las ideas se pueden hacer realidad si la pasión le gana a la razón, Niemeyer tenía una forma de ver el mundo muy distinto a cualquier colega que tenía por esos días, logro trabajar con grandes arquitectos de esos tiempos como lo fueron Lucio Costa y Le Corbusier y los hizo caer en su forma de pensar, sus trabajos de ‘líneas curvas y sensuales’’ marco la arquitectura de la época, hacia ver moderna y revolucionaria una idea que nadie creía, la vida se basa en eso, en tomar decisiones, hacer reales los sueños, sin importar el rechazo a la forma de pensar de los demás. Era tan interesante y novedoso lo que hizo Niemeyer que logro construir con ayuda de Costa la nueva Brasilia, el cual fue un proyecto fantástico y difícil porque era construir una ciudad desde cero, construir ciudad con naturaleza y hacerlo uno solo, para Niemeyer la arquitectura lo era todo, la gente nace y muere en un minuto y no alcanza a percibir lo que hay ahí afuera, la belleza del universo, el veía en la arquitectura algo mágico, algo que no fueran solo cuatro muros y ya, que la gente al pasar mirara en sus obras un pasado, un presente y un futuro, que sin importar en el año que uno estuviera notara y pensara que la obra que había hecho era moderna y sorprendente. El universo es un montón de curvas, la mujer, el paisaje, las montañas y entorno en sí, Niemeyer trataba de hacer de sus obras una parte del universo, la naturaleza no tenía que acoplarse a la obra sino que en cambio, la obra debía acoplarse a la naturaleza, ese era el principio básico y desde mi punto de vista lo logro. La arquitectura está adherida a todo, la política, la economía, la sociedad, el hábitat…para Niemeyer la arquitectura era la solución a los problemas sociales, debía tener un fin porque la arquitectura solo es para la gente con dinero y en ocasiones las obras sociales tenían que ser diferentes, modernas, que cumplieran con una labor que por mínima generar emoción al verlas. Para mí, Niemeyer vivía para construir paisajes, cada obra que hizo es diferente y novedosa, hace ver un poco futurista el mundo, la línea recta era aburrida, sin gracia y muy repetida, en lo que él pensó fue en hacer algo que gustara desde la primera mirada, la vida se convierte en un soplo porque hay que aprovechar cada instante y cada idea, hacerlas reales, no nos podemos permitir que todo quede en el papel, puede que al comienzo la idea sea rechazada o ignorada pero si se confía en las capacidades se debe y se puede hacer una idea realidad, Niemeyer pensaba diferente y veía la arquitectura de una manera distinta, fue rechazado en ocasiones pero logro hacer de cada dibujo algo tangible, convertir una idea en obra que aparte de tener una utilidad para la sociedad, al verla tenía que ser bella, para Niemeyer eso era la vida.

‘’No es el ángulo oblicuo que me atrae, ni la línea recta, dura, inflexible, creada por el hombre. Lo que me atrae es la curva libre y sensual, la curva que encuentro en las montañas de mi país, en el curso sinuoso de sus ríos, en las olas del mar, en el cuerpo de la mujer preferida. De curvas es hecho todo el universo, el universo curvo de Einstein’’.

- Oscar Niemeyer

Iván Darío Reyes HinestrozaCC. 1023936437

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Catedral de Brasilia / Oscar Niemeyer

Teniendo una historia tan significativa, la arquitectura de Brasilia, refleja tanto la riqueza

y la importancia de la cultura, como una ciudad planificada. La iglesia como institución

tiene mucha importancia en la sociedad, por lo que el diseño de ésta materializa un

significado y personalidad únicos que se contraponen a las formas presentes en

su entorno. Oscar Niemeyer pretendía hacer una clara declaración mediante la

expresión de grandes proporciones y diseño único presentes en la Catedral de Brasilia,

lo que derivó posteriormente a que  recibiera el Premio Pritzker en 1988.

La primera piedra fue colocada a principios de septiembre de 1958, cuando los

diseños comenzaron a ser propuestos y totalmente planeados

por Oscar Niemeyer. Con un diámetro de 70 m, la única

estructura visible de la catedral son dieciséis columnas de hormigón de

forma muy peculiar. La intención de alcanzar el cielo con las dos manos se ve

representada por largos elementos que se proyectan en altura, curvaturas blancas y de

sección parabólica hacen el gesto.

Después de la adición de las ventanas exteriores

transparentes, la catedral fue dedicada el 31 de mayo de 1970. Una continua vigilancia

simbólica resguarda la catedral desde el exterior, cuatro esculturas de bronce de 3 m

cada una, cumplen ese rol. Estos representan a los evangelistas y se hicieron con

la ayuda de Dante Cruz en 1968.

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Más esculturas se pueden ver el interior de la nave, donde tres ángeles se encuentran

suspendidos por cables de acero desde la estructura central. Con un tamaño que varía

entre los 2.22 y 4.25 m de largo y un peso de 100 kg, 300 kg cada uno, fueron

realizados por Alfredo Ceschiatti y Croce Dante en 1970.

Azulejos de cerámica pintados a mano cubren las paredes del baptisterio de forma

ovalada, estos fueron hechos por Athos Bulcão, un pintor y escultor brasileño,

en 1977. La Catedral se completa con su campanario que acoge cuatro campanas de

bronce que fueron donadas por España. Más detalles obvios del

interior son las vidrieras de colores, con diferentes tonos de azul, blanco y

marrón. Estos enormes vitrales fueron integrados y diseñados para encajar entre las

columnas de acero, el resultado fueron paños triangulares de

30 m de alto que se extienden a través de 10 m. El

altar fue donado por el Papa PabloVI, así como la imagen de

la Virgen Patrona de Aparecida. Al entrar en la Catedral, se

alza una columna de mármol con imágenes de los

pasajes de la vida de la Virgen, pintado por Athos Bulcão.

Debido a que está ubicado

en la Esplanada dos Ministerios, no hay una comunidad

que asista a los servicios fijos. La mayoría de los que vienen a

la misa son turistas o trabajadores de la Esplanada. La Catedral está abierta todos los

días para visitas públicas. Arquitecto: Oscar Niemeyer Ubicación: Brasilia, Brasil Año

de Proyecto: 1958- 1960 Referencia imágenes: Wikimedia Commons, Flickr Christoph

Diewald, upaloompa,Marcel Marra, Xavier Donat, Aurelia Jewels, Gabriel Tavares, Ale

Amorim, Carina Magri.

Catedral de Brasilia. Tal vez Río de Janeiro o Sao Paulo, sean las ciudades más famosas de todo Brasil, pero en realidad la capital es Brasilia. La misma se encuentra ubicada en el centro del país a una distancia de 950 km. de Río. Esta es una ciudad joven, cuya construcción se inició en el año 1956, con los diseños del arquitecto Oscar Niemeyer y del urbanista Lúcio Costa, por lo que figura en la lista de ciudades más nuevas a nivel mundial. Hace ya 12 años Brasilia forma parte de la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO, por lo que además de ser una de las ciudades más jóvenes del mundo, es la única ciudad perteneciente al siglo XX, que figura en dicha

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valiosa lista. Esto se debe a que en el momento de su construcción, se perseguía el obtener una ciudad utópica y socialista, en que las clases sociales no existieran y todos pudieran convivir. Se construyó de la nada y posee forma de avión, sus avenidas son amplias y posee hermosas edificaciones que tienen diseños ultramodernos. Entre ellos se encuentra la llamada Catedral de Brasilia, cuyo nombre real es Catedral Metropolitana de Nuestra Señora Aparecida. La misma es un diseño realizado por el arquitecto Niemeyer. Esta

es bastante llamativa y de no tener una cruz, probablemente nadie supiera que se trata de una iglesia. Esta construcción tiene forma hiperboloide, elaborada de hormigón y posee un llamativo techo de vidrio, el cual da la sensación de que conecta la tierra con los cielos. La idea del arquitecto era lograr que la catedral no necesitara cruz ni imágenes de santos, pues el edificio era el que debía de traducir la idea religiosa en sí. Esta es una construcción dotada de líneas puras y compactas, la cual aparece con la misma pureza desde cualquier ángulo o punto que se observe. Tiene una galería en penumbras, con la cual los fieles son protegidos y hay un conjunto de luces y de sombras con los que se pueden sumergir en un lugar totalmente místico que se encuentra en cierta forma apartado del mundo real. Esta catedral se encuentra semienterrada, posee 16 columnas convexas las cuales representan dos manos que se mueven hacia el cielo y su interior está dotado de vidrieras. Próxima a la entrada hay cuatro estatuas ciclópeas, que se conocen como los Cuatro Evangelistas.  .

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