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MADRID

ABRIL 1960

N.° 7-60 H

LABOREO DEL OLIVAR

Cristóbal de la Puerta CastellóIngeniero Agrónomo.

MINISTERIO DE AGRICULTURADIRECCION GENERAI DE COORD^NACION, CREDITOY CAPACITACION AGRARIA • SECCION DE CAPACITAGION

LABOREO DEL OLIVAR

I^.ntre los tactores que intervienen en el cultivo econó-mico ciel olivo, la poda racional actúa mejorando la produc-c^ión ^ conservando la vitalidad clel árbol; el ahonado ^de-cttado nos aumenta aquéíla, daildo más fertili<lacl al suelo,y la humedad deí terreno, determinada por la cantidad delluvia caícla en íos olivares de secano, que es el caso gene-ral, nos proporciona ías buenas cosechas, que son las queeíevan el rendinliento meclio cíe un oíivar.

Para aprovechar al máximo estas lluvias, tan escasas ennuestro país, es indispensable eí buen íaboreo del sueío.

Mir-ando la producción nie^íia española de cinco en cincoaños, desde 1895 a 1959, se ve que el per-íodo 1913-1933 coin-cide con ttnas producciones unitarias aítas, que son de 10,4duintaíes n^étricos por hectárea en cacla uno de esos veinteaños. Antes y clespués de este período estos rendimientosson más bajos, acusánclose un descenso notable hasta nues-tros días. I?n aquel período de mejores producciones unita-rias, el olivar-ero ^ledicaba más ^tención al laboreo del sueí^^, en cambio, ai^enas einpleaba eí abono mineral ^- estahaem^ezando entoiices a dar t^rat-^mient^^s rontra las i^la^;^as.1)esde 1933 hasta hoy este cultiv^^ ha si^lo ^lesrui^l^do ^^, en^-eneral, al sei- bajo eí ^^recio ^le la aceituna, el ^^o^:o estímulo^l oíivarero se tradtijo en uno^, <íefirientes rtti^í^l<los cttltn-rales qtte clismiY^ttveron la ^ro^lucción. ^lhora, con l^uenasi^er,i^ectivas para ía venta del ^fruto ^^ ni<ís farili^lades en ellaboreo por ía continua mecanización clel caml^o, se enii^iezacíe nuevo a cuidar eí labor-eo, lo que, unido al abonado yl^oda r-acionaíes y íos tratamientos contra ías hlagas, haceprever se aícancen otra vez los superiores rendimietltos per-^íidos.

Vamos a ver, de un modo g-eneral, las ^iistintas í^boresanuales qtie se deben dar aí olivar.

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Labor de alza.r.

I?s la labor ttindal^ielital cle inviel-nu ^- la que se ^ía ei^ elañ^^ a^r^ lnayor pr^^furlcli^lad. Se hretencle afectar c^^tl esta.lab^n- nna ca^a relativamente ^;-rande <le tierra l^ara ^larlelnejor aircacióri v que Inteda «en^hal^ar» mejor el aáua dellttvia, dtle en ^eneral escasea hastante. La bttei^a labor eiiel invierno aulnenta, eii lo que c.abe, 1^ reserva de agua encl stlelu. 1?sta necesi^lad <le ^tacilitar la ^;enetración ^lel ag-uarle lluvia al máxilno es mayor, conlo es nattzral, en las lade-ras ^londe caiste el ^^elig'ro de l^^s arrastres, ^^e lo que habla-i-enlos lucg^^.

Esta labor es in^lispensable, aclemás, ^>ara evitar el des-^trr^>]1^^ }' n^^ulti^^licacibn cle la vegetación es^x^ntáilea y r^<^

h'ig. 1.-La labor de alzar con ytmta y arado de vertedera giratoria realiza witrabajo perfecto en toda clase de terrenos y pendientes. La Rambla (CÓrdoha).

(Foto del autor.)

establecer así un enemigo más del olivo que le quitaría a^;^uay alimento. lnteresa enterrar bien toda esa hierba, qtte conlos abonos se desari-olla bastante, lo que supone, a la vez, unbeneficio indirecto para la fertilidad del suelo,

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A1 margen de estos puntos tundamentales, la labor másprohulcla cíel invierno nos facilita, como hemos dicho, laaireación cle esas capas, evitando el excesivo apelmazamien-to del tei-i-eno, con lo que se consigue, aparte cle poder ente-rrar los abonos a la pi-otundid^ld conveniente, «tin aument^,de la intensidad de las reacciones químicas y biológicas en-ti-e las sustancias contenidas en la tiei-i-a y en los abonos, eloxíg^eno y el nitrógeno ^lel aii-e, el gas cai-bónico del misuloorigen y el hrocedente de fenómenos bioló^icos y oti-as sus-tancias del air-e disueltas en las aguas de ]ltivia» , según pa--labr-as textuales del pi-ofesor Mai-cilla.

Todas estas mediclas tienden a que las raíces absorbentesdel olivo dispongan de mayor- canticlad de agua y de elemen-tos asimilables.

Se ha de i-ealizar esta labor ^lespués de la recolección,cuanclo la tierra tenga buen temj^ero, lo cual en esta épocade lluvias es inl^ortantísimo.

I_a profundidad debe ser cíe 20 a 25 centímetros y lalabor lo más per-fecta y yunta posible, con lo que se consi-g-ue ente^^rai- bien las hierbas v no voltear deinasiado si seeinplean verte^leras.

Por todo lo dicho antes, y l^ara acercarse lo inás que sep^aeda a los olivos, es ^^referible hacer la laboi- con _^^^a-^^ta ^^a^-adn ^^e ^^ey^tedera gira.tnri^a, si^uien^lo en lo posible las cur-vas de nivel del ter-reno.

Los d^iscos son inás exigent^s hara el teml^ero, ti- su en^-o_ leo en el invierno es alg^o coinl^rometiclo.

Con todo, con la actual mccanización a^;-rí^.ola, es másbarato, en g-eneral, alzar con trac t^^^^ ^^ arnr^o de ^z^e^rtedera,aunque ha1^ de tenerse en cuenta, a este respecto, algunascosas:

- Los ti-actoi-es hesados, y los de ruedas todavía más,apelmazan la tierra;

- Las labores son inás deficientes, pi-incipalinente enlas la^lei-as, donde están la mayoría de los olivai-es esl>a-ñoles ;

- I^ stos problenlas se ag^ravan en los terrenos pesadoso excesivamente húmecíos ;

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-)3n estos casos hay que dar la labor con la oportu-ni^lad necesat-ia, lo que se consigue mejor con los aniinales.

Este ahelmazamiento de la rierra de que hablan^os, si seda la lab^^r- sieinhre a la misma profundidad, hace qtie seforme un subsuelo ^luro a esa distancia de la superficie,1>ara evitat- lo cual convendría variar alguna vez la pi-o-fundidad de la labor. Pero ha de tenerse en cuenta qtie,cuan^lo se clan s^>lanlente labores poco profundas añc^ trasaño, las raíces están nluy superficiales, y en determinadossuelc^s aún m^^s. Por esto hay due tcner cuidado en noaumentar, mucho y de una vez, la profundidad de la labor,pues se c^^rtai-ían bastantes i-aíces gi-uesas del olivo que Ile-gan hasta el centro cle las calles (este efecto se acusaría enuna o dos cosechas).

Por otra 1>arte, en olivares con afloraciones cle rocas o«hiedras nace^lizas», n^ es hosible el laboreo con tra^toYesy vertede^•c^, }- se tenclrá qtte i-ecui-rir-, según la cantidad cleesas piedras, a lc^s disa^s, tracción anin^al, arados es^^er.ia-les, aza^la, lleg^ándose en caso e^tremo al incultivo.

Labor de bina.

Para c^^ml^letar la labor anterior y destruir las malashierbas qtte brotan al ^lesaharecer el frío del invierno, esr.onveniente dar una seg-uncla labor, de ve^tede^^^a n1ej^^r dttede ^^iscos, en lab^^i- cruzada c^n la primera. ^n laderas d^n-de sean de temer arrastres de tierra hay due ^sebuir arandosel,7íin las curvas de nivel.

IĴl m^ment^ ^le i-ealizarla depende del clima local. Taolivarero de ca^la renión debe conocer n^ejor que na<lie elmomento opoi-tui^1^^ de dat- las labores, sirviéndose, en estec:aso, cle la referencia 1>ráctica de la vegetación esl^^ntáneay de la «costra» formacla en la sul^erficie del terreno. Unaépoca indicada suele ser el ines de abril.

La profiinclidad cle 15 centímetros sttele ser suficiente.También es Pi-efer-ible hacei- la bina con vtti^^tcc v c^^^ado

de verte^^era ^^^iYa-tori:a, sobre i^odo si ha sido lluvi^^so elfinal del invierno v la tierra está hítmeda. Interesa también

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hacerla tiunta l^ara tener menus supenc^ie de evahoración.Pero, hor las razones econónlicas antes referidas, }-

ahora c^n menos dificultades en la realización, se consig-uehuena lah^^r c^^ti tra^tnr ^^ ar^ar^n ^íc^ 7^E^rtedE^^i^n (^nli.crirru j,

I^ig. 2.-Labor de biua en el mes de aUril, con tractor de ruedas y arado de ver-tedera (polisurco). Osnna (Sevilla). (Foto del airtor.)

^lebiéndose arar con mulos las «hiladas» que queden sinlabrar.

En lo^ clilnas tenihlados, cu^n mayor desarrollo de la ve-g^etación est>ont^íuea y un adelanto en las labores de invier-no, es preciso a veces, entre la bina y los gradeos de verano,clar otras labores, que pueden ser una o dos cruzadas, contrcrcto^- ^^^ ar^^rdn ^e discos.

Cava de pies.

1^ continuación de la bina es necesario dar una cava dej^ies con azada en los «cuchillos» o«blancos» que quedensin labrar alrededor de cada olivo. La profttndidad será deunos 10 ó 12 centímetros, hara enterrar las hierbas o, al

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^nenos, se desarraiguen y mueran. Si no se puede dar, esconveniente que las labores anteriores se acerquen a los oli-vos lo más posible.

Fi^. 3.-La cava de pies con azacía en la primavera completa la labor alrededorde cada olivo, donde los tractores o las yuntas no han podido labrar. Naval-

carnero (Madrid). (Foto del autor.)

Labores de verano.

Las labores superficiales del verano son del todo nece-sarias, ante la escasez de lluvia caída en nuestras regionesolivareras, para conservar la humedad en el suelo en el pe-ríodo calttroso y seco del verano, época en la qtte el olivonecesita más del agua para consolidar la cosecha de eseaño y f avorecer la nueva brotación, que da la medida dela posible cosecha siguiente. Se puede decir, de modo ge-neral, que las labores de invierl^o van almacenando el agttade lluvia y las de verano la conservan.

Con estas labores :

- evitamos el nacimiento ^le algunas hierbas;

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- im^edi^nos la formación de grietas eu el suelo, queaumentan la superficie cle evaporación ;

- formamos una capa tnullida (capa aislante), que evi-ta el calentamiento de las ca^as inferiores, con el consi-g^uiente beneficio al ser tnenor la pérdida de ag^ua.

Por otra parte, y resumiendo un poco los efectos de to-das las labores :

- al terreno le hemos dado, con las labores anteriores,humedad v aireación;

- conseg^uimos así unas condiciones inu}^ favorables el^la zona labrada;

Fig. 4.-Labor superficial en el verano, con tractor ligero y grada de discos.Osuna (Sevilla). (Foto de] autor.)

- las labores superficiales del verano no alteran esascondiciones en las capas más profundas;

- con ellas, pues, respetarnos y favorecemos el ereci-lniento ^- exploración de las raíces finas absorbentes delolivo ;

- esto, a su vez, beneficia la estructura del suelo.

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^e ^leben clar unos tres o cuatro pases, espaciados a lolar:;^^^ clel vei-anc^, c<m tYactor y ĉ^r^Tda cle discn.c di^c^e^a, a po-^ler ser, de tirc^ excéntrico j^ara acercarse mej^^r a l^^s olivos.

Un trn^ct^^r^ li^ ĉ̂ c^r•n nos basta para ^lar con éait^^ est^^s gra-^le^^s ^^ siem^^re es más barat^^.

hero hem^^s ^le tener en ^.uenta ^jue las sucesivas labc^ressul^erficiales con grada de disc•o.c n^>s c^casiona una e^cesival^tilverización ^le la tiei-t-a, lo qtie ti-ae consibo, cuando lle-^;^an las lluvias cle ^>toño, que stielen ser t^^ri-enriales, estosclos im^x^rtantes efect^^s :

- mala infiltración de est^is aguas, c^n p^^c^> aprove-rhanliento de las mismas ;

- peligro ^le et-osión _^- arrastrc clel stlelc^ laboi-able enlas lacleras.

Iata pérdida de suelo laborable, hor este motiv^> del em-^^leo de las graclas de cliscos, la heinc^s visto j^rácticamenteen varias fincas cie la hrovinria cie ^evilla y l^tiecle traer,con el tiem^^o, c<>nsecttencias i atales. I^ste pr^^blema ahat-e-ció en el olivar- c^^n el rápido atimento de los tract<^res lige-r^^s, clue tan al>r^^l^iadc^s s^^n ^>ara lc^s gradeos ^lel verano,v hrer.isatnente en tina finca de mi^ j^a^íres en Ostina se tuv^^lue rectti-i-ir al empleo de «bi^^^teras» com^^ necesi^la^l in-mediata de evitzr esta er^^sión.

Para ello c^mviene hacer, cles^ntés ^íe la última lab^r deveran^ ^- en estas lacleras de due hablamos, un<^s surcos converte^let-a, sig-uien^l^^ las curvas ^le nivel y seharados enti-esí unos 10 ó 15 metros, según la hen^liente del terreno, quese mantendi-án hasta la época cle alzar. Se ^^^tiede herfecci^-nar ttn poco est^^, sieml^re dentro ^le la no fijeza de la obt-a,haciendo los stti-c^^s como líneas c^tiebra^las, «big^teras», ctt-yos áng-ulos inferic^res quedar^ín ajn-^^imadamente un me^-tro por encima y al lad^ de los c^livc^s, reafirnlancl^^ c^n aza-cla ese punto o vértice, para dejar ttna pec^tteiia «J^>oza»dc^nde se concentrar<ín las ag-uas. Istas faenas s^^n stificien-temente baratas.

Por todo esto, en las laderas sin aterrazar n^^ conviene

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el eml^leo cle las graclas cle discos, ^lue hulverizan denlasia-^io la tierra, dejándola «harinosa». Interesa el empleo deotros al^cros que la deje, en calnbio, con «grano l^^lás grue-

Curva dC irívc9

Fig. 5.-Los surcos o«bigoteras», después de la íiltima labor de verano y enlas laderas, se hacen de mayor profundidad en sus partes más bajas, cerca delos olivos, reforzándose el vértice inferior con la azada en las zonas de mayor

pendiente de la parcela.

so», para facilitar la infiltración del agua y evitar losarrastres

Resumiendo, poden^os establecer, en térlninos aproxi-niados, los sig^uientes casos para estas labores^ de verano:

-^terre^tios llanos: g^rada de discos ligera ;- terreiaos con ^endiente hast,a ^,cn 8 por .1 D0: g•rada

de discos ligera, haciendo «bigoteras» al final del verano ;

- terre^ios con ^end^iente inayor de un 8 j^or 100: gra-das canadienses, cultivadores, cuatrisurcos, etc. (haciendo

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«l^igt^teras», ^i es necesaric^), u bien atet^razat- el tel-reno,r<m lt, t^tie clesaharece el ^^roble^ila.

I,II hI1C^lti tilll ll"iCC^I11'L^lt' SC erill)IC11'^lll, CO]1 /Y[1C'ClO1l (1i1^1-

ni^^f, es^^s misni^^s aperos, clue realizan eon comocliclad ye^actitu^l l^ls reieridas lak^^n-es ^ul^erficiales (cultivadores,^;^raclas, cuatrisurc^^s), attnqtte ^^^r la lentitucl de estas ope-r^ci^^nes r^c^ c^m^hensa clarlas en el nítmero due sería ne-resari^^.

Estas lal^^^res ^le veran^^ están uiu_^- ^^lviclatlas en alg-tt-u^ts reni^mes (re^;ibn rentral v l^arte ^le !1rag^ón), tl^^tlde^^tr^^s ctilti^-^^s ^^ cliversas catl^as tiene^n al ^^liv<tr bastante

Fig. 6.-l,as numerosas laderas de olivos en Espatia, como estos cerros de Pega-lajar (Ja^n), exigen tm cuidado especial en el laUoreo. (Foto del autor.)

abanclt^ua^l^^. I^n estas zolias destacaii los t^livc^s que estánen tierras Irescas y pedi-egosas, incluso cori cantidades exa-gel•atlas de I^iedl-as sueltas que ctil>ren totalmente el suelo.I;sos oliv^res s^^n los que, j^or imhetlirse de till^ nlanera na-tural las c^cesivas I^ér^litlas de ag^ua en el verano, mantie-nen al árbt^l am la brotación }^ el color de la hoja que se-ñal^n ttna veg-etacibn sana y vigc^rosa, sin la thie el olivono puecle mantener hroducciones continuas ^- económicas..

Es, por tanto, el final del verano la época indicada paradtte el agricultor consciente observe con detenimiento el es-tado de sus olivos como indicador del laboreo, ^oda y abo-zr.ado que han cle exig^ir.

I?n esas zonas olivareras de Castilla la Nueva ^^ cuencacíel hbro, ttna solución práctiea y económica-principal-mente en lo que a labores de verano se refiere-poclría serla formación cle Cooperativas de Laboreo Mecánico, o loscontratos colectivos con Empresas privadas.

Labores en las nuevas plantaciones.

• En las nttevas plantaciones de olivos es necesario, enmttchos casos, llevar a cabo ttn suhsolado (labor mtty pro-funda sin volteo ) previo del terreno ; a veces hacen faltados pases cruzados, para terminar desmontes o preparar ysanear el suelo.

• I?n euanto a la a^ertzira de hoyos para estas planta-ciones, y con tnayor necesidad en el caso de colocación deestacas enterradas, se debe realizar con tiempo suficientepara qtte permanezcan abiertos todo el invierno, recojanbien las aguas de lluvia y puedan disponer así las estacasde la humedacl necesaria para su brotación en el verano.

Es absurdo economizar dinero haciendo hovos extre-madamente pec^tteños, principalmente en los suelos duros,en los qne htel;^o las raíces del olivo van a encontrar obs-táculos en su crecimiento. En los suelos eacesivamente du-ros está comprobado que el empleo de explosivos para estasaperturas es el medio más barato de hacerlos.

• En los primeros atios de la crianza del olivo, tanto enlas hlantaciones por estacas o zuecas o con plantones, esinteresantísimo efectnar unas cavas de j^ie ligeras durantetodo el verano. Con esto, cuando no contemos con ag^ua su-ficiente para regarlos, como sucede en las plantaciones ex-tensivas de nuestros secanos, conservamos la humedad al-rededor de los hequeños olivos en la zona precisamente quelas raicillas en crecimiento han de absorber el al;ua nece-

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saria para activar la brotación de las ^^einas, con iu que 5ereg^ula y acelei-a el desari-oll^^ ^le la parte ^érea clcl árlx^l.

Para estas ca^as ligeras .,e deben emplear ^^za^las ^leh^^ca pequeña ^- cle manao larao ^- li^er^^, coil ctt^^a, rarar-terísticas stt fa^^ilidad cle emhle^^ n^^s j^r^^l^orci<ma lai>^^rc^^ rá-^,idas y baratas.

^1 número cle cavas serán las necesarias, tres ^^ ruatro5uelen ser suficientes, ^^ara iml^edir el ^le^arr^^ll^^ ^le la^ hier-

I^ig. 7.-t3ancal, con nn^ro de piedra, en Las Hurdes (C^^ceres), hecho con clesfuerzo de muchos ai^os, y ctryos olivos puedeii apro^echar im terreno pobre

y quebrado. (Foto del autor.)

has y la f^n-^nación de grietas en el suel^^, por clon<le la hu-meclad desaharece.

^ Como en los primeros ai^los de la plantación de unulivar se snelen sei^ibra^^ l^r^s cnlí^s de cereales o leg-un^iino-sas, se pro^^urar^í alzar el rastrojo lo antes posible y no des-ctticlar después las labot-es siguientes.

5,^

^livos en ^errazas.

Los oliv^^s, ya lo henlos dicho, est^ín en gelleral ahro-vechandc, las ]adel^as ^l^^ncle los cttltiv^^s herbáce^^s n^^ l^i-e-valecen ^- cl^m<3e aquéll^^s se defienden lnej^^r cle las heladas,^lue tant^^^ ^lañ^^s haii causa^l^^ _̂-a. (L^,s r.asos cle :1ra^óli ^^Navarra s^m extr^^ri^^^. ) 1?sto ric^s l^l^tntea ^^r^^l^len^a,, _^-atradici^males, ^le lab^>re^^ y er^^sión.

En estas ladera^ las hércli<las ^le a^ua ^le llu^^i<t anualIx^r e^c^n-rentías sueler alcanzar ttn 2O Ix^r 1OO eii l^en^lien-

TERRAZAS

Fig. 8.-Las nuevas plantaciones de olivos en terrazas, y]os bancales, exigen ellaboreo siguiendo las curvas de nivel del terreno, defienden el suelo de ]a erosión

y aprovechan, totalmente, el agua de lluvia en beneficio del olivo.

1^ igs. 9 y 10.-La excesiva pulverizaciGn de la tierra en el verano con grada dediscos, aunque evita muy bien la pérdida de agua por evaporación en el suelo, dah^gar a estos arrastres y pérdida de suelo laborable en las ladcras (véase los sur-cos o«regajos» formados por el agua de lhrvia en otoño en la fotografía dearriba). Esta tierra arrastrada se pierde en los arroyos y ríos o se acumtila enlas partes bajas de las laderas, como se ve en ]a fotografía de abajo. Ubeda (Jaén).

(Fotografías del archivo del Servicio de Conservación de Suelos.)

^ ^-

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tes de ^-10 por 100, y hasta un 30 por 100 en pendientesde más de 20 por 100, varianiío estas canticlacles según latextura v izatu.raleza del terreno.

T^stas ciCras las expone^nc^s solamente a»uo clemc^stra-ción de la itlllx^rtancia del pr<^blerlla, sienclo 1a httmedacl,romo sabemos, el factor princihal por el que ha de lucharel olivarerc^, al>arte del arrastre de tierra laborable due im-j,lica la erosibn c^casionada hoi- las lluvias.

I^n este sentido, las obras de aba,^^-ccr^la^l^^s en I,evante.13ajo Ara^ón v Cáceres, clescíe tiempos anti^uc^s, suponet^tin tt-abajc^ eslc^rzaclo ^- cc^ilstiilte en benefici<^ ^le la l^rc^-clucción <le aceite _̂- clel al^r^^eechatliiento ti_^- c^mser^-acióri clelsttelo.

Ahoi-a se ahlicarl las nttevas técnicas cle rc^iiservacióilcle suelos. :Las nuevas plantacic^nes de olivos en teyra^za.c,auxiliadas 1>or el Ministerio cle Agricultura, con una y dc^sfilas de olivc^s entre ellas, segíui las penclientes, exigen ellaboreo en el sentido de las cw vas de tii^^el ^- nc^s retieneese porcentaje cle agtta a dishrnic:ióil }- en beneficic^ clel árbol.

Don 1^Tig^uel nrteba Nieto, al estudiar las j^lantacionesdel olivo en terrazas, analiza las condiciones due debe sa-tisfacer toda l^lantación racicmal, de esta fc^^rn^a, cc^n el fincle aprovechar al ináxinlo la i:ertilidad del suelc^ :

- Ha de evitarse todc^ lo posible la erosión.- La lluvia debe producir- sus más beneficiosos efer-

t^^s en todos lc^s árboles de la I^lantación.- Se ha cle procttrar la homog^eneidad má^ima en la

ciistribucibn del arbolado.- Se deben :facilitai- las l^rácticas cle ctiltivo c^ labc^res,

recolección, cava de pies, mantenimiento <le la tei-raza, etc.

Según Ortega Nieto, las filas cle olivc^s se cleben l^c^nerentre terrazas c lo más cerca l^osible de la ini erior paraque puedan ahrovechar la humeclad allí retenicla. Yero estadistancia clebe ser de unos cu^t^ o o cinco i^ietros, como mí-nimo, con el fin cle facilitar el labc^reo pc^r debajc^ de esa fila.

DEPOSITO LEGAL, M. 3.109 - 1958.ORÁtICAS UGUINA • YADRID