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LAS CARTAS DE HOGARES DON BOSCO Para profundizar en el. Ideario Miguel Aragón, sdb ÍNDICE DE LAS CARTAS INTRODUCCIÓN: Para situarse en el espíritu de las cartas……….. I. Carta sobre Jesucristo nuestro camino, verdad y vida… Anexo: Palabras especialmente significativas de Don Bosco…. II. Carta sobre la oración comunitaria en el grupo………. … Anexo: Lectio divina…… III. Carta sobre la interrelación personal: el encuentro….. . Anexo: Sugerencias sobre temas de conversación para el encuentro del matrimonio…. IV. Carta sobre la revisión de vida. Anexo: Método: “Ver, juzgar y actuar”….. V. Carta sobre el tema de la reunión….. Anexo: Entre los libros de la casa… VI. Carta sobre el proyecto personal de vida….. Anexo: Sugerencias para hacer un proyecto personal de vida….. VII. Carta sobre la presencia en la vida pública……… Anexo: Campo para el compromiso apostólico: la familia……… VIII. Carta sobre la reunión de amistad y otros encuentros y servicios…. Anexo: Encuentros y servicios ofrecidos por el Movimiento HDB….. INTRODUCCIÓN Para situarse en el espíritu de las cartas Efesios, 4, 17-24 Un Movimiento acogido con simpatía En 1965 nacen y comienzan su andadura los Hogares D. Bosco en la España salesiana. Su nacimiento se acoge con simpatía e ilusión en la Familia Salesiana, ese modo de vivir la comunión y la misión en la Iglesia. El tema de la familia es siempre un tema atractivo. Tuvieron una parte importante para el conocimiento y difusión de los Hogares Don Bosco las Delegaciones inspectoriales de Familia Salesiana y los Delegados y Delegadas inspectoriales de Cooperadores salesianos en coordinación con la Delegación Nacional de Cooperadores. Si bien, en casi toda la geografía salesiana española surgen grupos de Hogares D. Bosco, no es menos cierto que en los años setenta y en los ochenta adquieren un

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LAS CARTAS DE HOGARES DON BOSCO

Para profundizar en el. Ideario Miguel Aragón, sdb

ÍNDICE DE LAS CARTAS INTRODUCCIÓN: Para situarse en el espíritu de las cartas……….. I. Carta sobre Jesucristo nuestro camino, verdad y vida… Anexo: Palabras especialmente significativas de Don Bosco…. II. Carta sobre la oración comunitaria en el grupo………. … Anexo: Lectio divina…… III. Carta sobre la interrelación personal: el encuentro….. .

Anexo: Sugerencias sobre temas de conversación para el encuentro del matrimonio….

IV. Carta sobre la revisión de vida. Anexo: Método: “Ver, juzgar y actuar”….. V. Carta sobre el tema de la reunión….. Anexo: Entre los libros de la casa… VI. Carta sobre el proyecto personal de vida….. Anexo: Sugerencias para hacer un proyecto personal de vida….. VII. Carta sobre la presencia en la vida pública……… Anexo: Campo para el compromiso apostólico: la familia……… VIII. Carta sobre la reunión de amistad y otros encuentros y servicios…. Anexo: Encuentros y servicios ofrecidos por el Movimiento HDB…..

INTRODUCCIÓN

Para situarse en el espíritu de las cartas Efesios, 4, 17-24 Un Movimiento acogido con simpatía En 1965 nacen y comienzan su andadura los Hogares D. Bosco en la España salesiana. Su nacimiento se acoge con simpatía e ilusión en la Familia Salesiana, ese modo de vivir la comunión y la misión en la Iglesia. El tema de la familia es siempre un tema atractivo. Tuvieron una parte importante para el conocimiento y difusión de los Hogares Don Bosco las Delegaciones inspectoriales de Familia Salesiana y los Delegados y Delegadas inspectoriales de Cooperadores salesianos en coordinación con la Delegación Nacional de Cooperadores. Si bien, en casi toda la geografía salesiana española surgen grupos de Hogares D. Bosco, no es menos cierto que en los años setenta y en los ochenta adquieren un

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desarrollo espectacular en las inspectorías del sur, hoy Inspectoría de María Auxiliadora. A esta expansión contribuyó la extensión y ofrecimiento del naciente movimiento a todo matrimonio cristiano más allá del ámbito exclusivo de la Asociación de Cooperadores, como fue oficialmente en sus orígenes. Dos objetivos: estabilidad y pastoral de conjunto. Desde los inicios estuvo presente la intención de dotar al Movimiento HDB de estructuras propias que le dieran estabilidad. La entonces Inspectoría salesiana “Santo Domingo Savio” de Córdoba en los años setenta, años en los que trabajaba conjuntamente con la Inspectoría salesiana de Sevilla en este campo, recogió el espíritu y organización de los Hogares D. Bosco en un Ideario que pronto, con algunos retoques, fue asumido nacionalmente. Este Ideario es sustancialmente el actual, el que ahora está en vigor, pero renovado en junio de 2001. El Ideario y una formación inicial común, con temario apropiado, y una formación permanente, con temario anual común, contribuyeron a dar unidad espiritual a los grupos de Hogares D. Bosco y a todo el Movimiento. Una loable preocupación desde los inicios fue también su conexión con la pastoral familiar nacional a través, sobre todo, de la Subcomisión para la familia, de la Comisión Episcopal de Apostolado seglar. A nivel de Iglesia local, la preocupación en algunas inspectorías fue semejante. Como muestra, citamos el siguiente hecho. En una reunión de delegados diocesanos para la pastoral familiar en Andalucía, tenida en la Casa de Espiritualidad ‘San Antonio’ en Córdoba a finales de los setenta, siete delegados de las diez diócesis andaluzas, nombraron a los Hogares como realidad de pastoral familiar en su diócesis. Una de las aportaciones específicas de Hogares en algunas iglesias locales ha sido, y sigue siendo, la estimable colaboración en los cursillos prematrimoniales. Tres desafíos de presente y de futuro Cuarenta años de existencia y de experiencia de los Hogares D Bosco es un tiempo más que suficiente para afirmar su bondad por el bien realizado a innumerables matrimonios y familias y por la aportación específica que han hecho a la Iglesia en la Familia Salesiana. Pero no se trata de mirar hacia atrás sino al presente y hacia adelante. Mirando al presente, el Movimiento se encuentra con escasos grupos nuevos y con grupos y personas cargadas de años y en circunstancias muy diversas. Estas personas y estos grupos poseen la tónica generalizada de agradecimiento y amor a los Hogares, y la firme voluntad de permanecer en ellos. El Movimiento posee en estos veteranos un tesoro y busca caminos nuevos para su atención, al mismo tiempo que se afana por la promoción de grupos nuevos. Mirando al futuro, hacia el nuevo milenio que ya ha comenzado, Hogares Don Bosco mira al futuro con esperanza: “No tengáis miedo”, “Remad mar adentro”, que la familia es santuario de la vida y esperanza de la sociedad, es patrimonio de la Humanidad. Bienaventurados los que trabajan por la familia. Reforzar los procesos de maduración humana y cristiana de los matrimonios y de la misma familia, y crear sensibilidad apostólica es una urgencia insoslayable. Los miembros de HDB tienen una palabra que decir con el testimonio de su vida y con su acción comprometida en una sociedad tan zarandeada como la nuestra en temas tan vitales como el de la vida misma, el de la educación y el de la familia. En democracia no se puede estar de oyente ni ante la agresiva oleada laicista permanecer inactivo.

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Para afrontar las demandas del presente y prever los retos del futuro, el Movimiento HDB tienen que rejuvenecerse para rejuvenecer también a la Iglesia de la que forman parte. En un precomentario al aguinaldo-2005 y en el contexto del mismo, el Rector Mayor, D. Pascual Chávez, dice que cuando se habla de rejuvenecer a la Iglesia “no se trata de ninguna operación cosmética, sino de comprometerse a injertar en ella nuevas energías” y retornar a los orígenes de su juventud. Rejuvenecer los HDB comporta el desafío de crecer en cantidad y en calidad retornando al espíritu de sus orígenes, y hacerse presente en la vida pública, junto a los demás organismos eclesiales, en particular, en temas sobre la familia.. Son desafíos que hay afrontar con fe, esperanza y mucho amor. Las Cartas de Hogares, son una llamada a rejuvenecerse, a la fidelidad, al crecimiento y al compromiso. Son las bases, los grupos y cada uno de sus matrimonios, los que tienen que percibir y ser protagonistas del necesario rejuvenecimiento o revitalización del Movimiento para un mejor logro de sus fines. A la fidelidad al espíritu del Movimiento, al crecimiento del mismo y de sus miembros ,y a su compromiso social por la familia, quieren contribuir Las cartas de Hogares D. Bosco. Las cartas pretenden ser, por consiguiente, una llamada a la fidelidad al Ideario y a la dinámica propia de las reuniones de grupos, para que el Movimiento HDB crezca no sólo en cantidad, sino en calidad y en compromiso, que es una exigencia bautismal. El nombre de cartas quiere indicar que son como complementos del Ideario y una profundización en el mismo, porque el Ideario es la Carta por antonomasia de Hogares D. Bosco. La formación, más vivencial que teórica, es el medio indispensable para la transformación personal y comunitaria, según el modelo de Cristo. Las reuniones formativas de los grupos de Hogares se presentan como itinerario válido, eficaz y atractivo de formación permanente a través de sus tres elementos fundamentales, a saber, la oración, la revisión del matrimonio y del grupo, y la puesta en común del tema. Estas reuniones de grupo, junto con las reuniones de amistad y otros encuentros ofrecidos por el Movimiento, se convierten en un verdadero proceso de maduración espiritual y de compromiso para los esposos cristianos y, por consiguiente, para la familia. Los responsables, los primeros servidores. Tener responsabilidades de animación en el Movimiento es un servicio eclesial y un honor. La responsabilidad se ejerce con generosidad, con humildad y alegría. El Movimiento HDB se congratula porque todos sus miembros se implican en el servicio de animación, son irresponsables, como es un ejemplo el caso de los matrimonios secretarios y su turno rotatorio en los grupos o el caso de los matrimonios animadores espirituales. A otros matrimonios se les pide un servicio a favor del Movimiento en las comisiones locales, inspectoriales o nacional o en tareas apostólicas como la animación espiritual de grupos y los cursillos prematrimoniales. Es justo reconocer aquí el estimable servicio de animación prestado por Salesianos, Hijas de María Auxiliadora y algunos Sacerdotes diocesanos. Signo de madurez del Movimiento es también la puesta en marcha de la iniciativa de preparar matrimonios animadores espirituales (MAE) para la animación de los grupos que es ya una realidad en algunas localidades. Esto, sin detrimento del decisivo papel que realizan los matrimonios secretarios, sector de responsables que merece apoyo y esmerada atención en su preparación y en su acompañamiento.

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He visto el futuro y me parece bueno. Que los Hogares den mucha gloria a Dios y cuenten siempre con la protección materna de María Auxiliadora, como en su misión contó D. Bosco. Sevilla, 24 de enero de 2007

I CARTA SOBRE JESUCRISTO, NUESTRTO CAMINO, VERDAD Y VIDA

Ef. 1, 3-10

1. Esta primera carta la dedicamos a la espiritualidad ,o vida según el Espíritu, del Movimiento Hogares Don Bosco. Después de haber hablado de la razón del nombre y de la finalidad del Movimiento, el Ideario dedica el artículo 4.2 a la espiritualidad. Bajo el concepto de espiritualidad puede también incluirse el artículo 3 y todo el 4. Esta carta remite al lector a la lectura de esos artículos, meollo del Ideario, para una serena y profunda reflexión que puede ser materia de estudio, sobre todo, en la formación inicial de los grupos. La presente carta se limita a poner de relieve algunos aspectos de espiritualidad cristiana para aclarar o complementar.El título de la carta viene dado por el mismo Ideario: “La espiritualidad del Movimiento HDB, tiene su fundamento en Cristo y tiene su lugar propio en la Iglesia, llamada a ser Familia de Dios”.

2. Cristo, camino seguro. Sobre Cristo se han escrito páginas maravillosas brotadas de una profunda experiencia de unión vital con Él. Oigamos lo que Santa Tersa de Jesús dice en el libro de su vida: ”Con tan buen amigo presente, -Nuestro Señor Jesucristo-, con tan buen capitán que se puso en lo rimero en padecer, todo se puede sufrir. Él ayuda y da esfuerzo, nunca falta, es amigo verdadero. Y veo yo claro, y he visto después, que para contentar a Dios y que nos haga grandes mercedes quiere que sea por medio de esta Humanidad sacratísima, en quien dijo su Majestad se deleita. He visto que por esta puerta hemos de entrar, si queremos nos muestre la soberana majestad grandes secretos. Así que no queramos otro camino, aunque estemos en la cumbre de la contemplación; por aquí vamos seguros. Este Señor

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nuestro es por quien nos vienen todos los bienes. Él lo enseñará; mirando su vida es el mejor dechado”. 3. El Ideario habla de espiritualidad cristiana vivida desde el carisma salesiano y vivida, particularmente, desde el matrimonio y la familia, iglesia doméstica. La espiritualidad o vida en el Espíritu abarca todo el ser de la persona y todo el espectro del matrimonio y de la familia, y todo su obrar conyugal, familiar, social y apostólico. Pero será únicamente espiritualidad cristiana si el primado es de Dios en todos esos ámbitos, evitando tanto el intimismo como la evasión en la actividad. La espiritualidad cristiana es una espiritualidad de comunión y misión, que los HDB comienzan a vivir desde el matrimonio y familia. En una fórmula sintética, la espiritualidad se pude decir que es “comunión con Dios en Cristo por el Espíritu; comunión con la Iglesia, y comunión con el mundo”.

En las cartas sobre la oración en común, sobre el proyecto personal de vida y sobre el compromiso apostólico, los miembros de HDB encuentran sugerencias concretas para hacer que su vida sea una vida espiritualmente intensa. En todo ello se necesitará poner el esfuerzo personal y contar con la gracia de Dios. 4. La espiritualidad cristiana y salesiana es espiritualidad mariana. No hay Cristo sin María. En la Familia Salesiana honramos a la Virgen María, de modo especial con el Título de Auxiliadora y tenemos la convicción, transmitida por D. Bosco y por la tradición salesiana, de que Ella es la Maestra y guía de nuestra familia, y de que “Ella lo ha hecho todo”. El obispo salesiano mártir San Luis Versiglia expresó esa convicción afirmando:”Sin María Auxiliadota los salesianos no somos nada”. Para nosotros es más que una devoción, forma parte de nuestro carisma. La amamos, imitamos sus actitudes y la hacemos amar. Sobre todo, hacemos nuestra su consigna: “Haced lo que Él os diga”. 5. El Sistema Preventivo de D. Bosco no sólo es un método educativo, sino que se

ha redescubierto también como espiritualidad de la acción apostólica. El trinomio básico del sistema preventivo es: “Razón, Religión, Amor”. La razón indica el talante humanista, humanismo cristiano, de los miembros de la Familia Salesiana; la religión pone de relieve el primado de Dios en la vida, y el amor es el elemento unificador y vivificador de la razón y religión. El Ideario, en el art. 4.2, dedica buena parte a la descripción de los rasgos propios del espíritu salesiano en acción.

Para interrogarse - ¿Qué entiendes por vida espiritual? ¿Cómo vives tu unión con Jesucristo? - ¿Tu fe en Dios puede unificar y potenciar la calidad de tu vida personal, matrimonial, familiar y social? ¿Cómo? - Enumera y comenta los rasgos del espíritu salesiano señalados en el Ideario, art. 4.2. Puedes leer y comentar también el art. 3 y todo el 4.

ANEXO

“PALABRAS” ESPECIALMENTE SIGNIFICATIVAS DE SAN JUAN BOSCO QUE DESCRIBEN LOS RASGOS CARACTERÍSTICOS DEL ESPÍRITU SALESIANO

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(Carta de la Comunión, cap. 3) 1. DA MIHI ANIMAS 2. CON TAL DE GANAR ALMAS PARA DIOS, YO ME LANZO

HASTA LA TEMERIDAD 3. UNIDOS EN UN SOLO CORAZÓN HAREMOS DIEZ VECES

MÁS 4. TODA FATIGA ES POCA CUANDO SE TRATA DE LA

IGLESIAY DEL PAPA 5. ME BASTA QUE SEÁIS JÓVENES PARA QUE OS AME CON

TODA MI ALMA 6. NUESTRO MÉTODO SE BASA TOTALMENTE EN LA RAZÓN,

EN LA RELIGIÓN Y EN EL AMOR 7. MI ÚNICA AYUDA HA SIDO SIEMPRE ACUDIR A JESÚS

SACRAMENTADO Y A MARÍA AUXILIADORA (El comentario, si hace falta, se encuentra en la misma Carta de

Comunión, cap. 3) SUGERENCIA Puede ser de utilidad para un conocimiento básico del espíritu

salesiano el libro “Palabras clave de espiritualidad salesiana” cuyo autor es Miguel Aragón, salesiano. Está publicado en la CCS, Madrid-2004, en la “Colección D. Bosco”. El contenido, además de la presentación, prólogo e introducción, contiene doce palabras clave de la espiritualidad salesiana. Sigue un breve vocabulario salesiano sobre lugares, personas e instituciones a los que frecuentemente aludimos. Por último, sigue una breve reseña de cada uno de los santos y beatos salesianos distribuidos por meses, según la celebración de su memoria o festividad litúrgica.

Es un recurso para la vida espiritual y para la acción pastoral. II CARTA SOBRE LA <<ORACIÓN COMUNITARIA>>

EN LAS REUNIONES DE LOS GRUPOS HDB Mt. 13, 18-23

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1. Esta carta versa sobre la oración comunitaria en la reunión de grupo y es una invitación también a la oración personal, del matrimonio y de la familia. La oración comunitaria es una de las tres partes fundamentales de la reunión de grupo juntamente con la revisión y la puesta en común del tema.

El Ideario habla de la oración en común en el artículo 9,1 aclarando su espíritu e incluso el modo de hacerla. Comienza el artículo recordando el dicho de Jesús <donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy allí, en medio de ellos> (Mt. 18, 20). El Espíritu de Jesús está en cada uno de los miembros del grupo y en el grupo. En definitiva, es Dios el que, en su amorosa Providencia, ha hecho que los miembros del grupo confluyan en él para hacer brotar entre ellos especiales vínculos de amistad profunda, potenciar su matrimonio y familia y ponerles en la ocasión de hacer mayor bien, siempre desde una entusiasmante óptica cristiana. Esta oración del grupo, como toda oración, es una relación con Dios, un trato de amistad con Él. Es la acción divina la que da profundidad y fuerza, la que da eficacia a la oración y a la vida del grupo. El objetivo de la oración comunitaria en el grupo es crear un clima de fe, de interiorización y de reflexión que garantice la riqueza y fruto de la reunión. La oración en común tiene dos momentos: la proclamación y escucha de la Palabra de Dios, y la exposición de intenciones y sentimientos. Ambos momentos constituyen la oración comunitaria que es ambientada y animada por el matrimonio en cuya casa se celebra la reunión, o por turno, cuando sea el caso. 2. El primer momento de la oración comunitaria es la proclamación y escucha de la Palabra de Dios. Es bueno recordar aquí la expresiva frase de San Jerónimo: “Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo”. Conocer y escuchar la Palabra de Dios es, en cambio, conocer y contemplar a Cristo. La Virgen María es modelo para nosotros de escucha, acogida y puesta en práctica de la Palabra de Dios. Ella conservaba y meditaba en su corazón todo cuanto percibía del misterio de Jesús. Es una dicha llevar a la práctica lo que se escucha. San Agustín dice que cuando escuchamos, es como si sembráramos una semilla, y cuando ponemos en práctica lo que hemos oído, es como si esta semilla fructificara. El objetivo de este primer momento de la oración comunitaria es no sólo hacer oración, sino también habituar a los miembros del grupo a la meditación y al gusto de la Palabra para llegar a hacer de esta meditación una práctica habitual. Acostumbrarse a meditar todos los días la Palabra de Dios es un medio muy eficaz para ir adquiriendo progresivamente una mentalidad cada vez más evangélica y lograr así una acción más orientada. La mayor ventaja que aporta la meditación es que ayuda grandemente a descubrir la voluntad de Dios, de cuyo cumplimiento depende absolutamente la propia santificación, la propia felicidad, como personas y como esposos. Corresponde al animador espiritual señalar al grupo el texto bíblico para la reunión siguiente, si no viene sugerido ya por el tema que va a tratarse. En la proclamación de la Palabra se recomienda seguir el siguiente procedimiento:

-hacer una breve monición o ambientación de la lectura; - hacer una lectura detenida de la Palabra de Dios, repitiéndola si fuera necesario; - dedicar unos momentos de silencio para la meditación;

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- hacer una breve comunicación del eco que la Palabra ha tenido en el corazón de cada uno, y hacer aplicaciones concretas. No es éste el momento de hacer exégesis o aclarar dificultades teóricas que no favorecerían el clima propio de este momento de oración.

3. Terminado el momento de la proclamación y escucha de la Palabra de Dios, sigue el segundo momento de la oración en común o ronda de oración: la exposición de intenciones y sentimientos. Del conocimiento de la voluntad de Dios (la Palabra nos ha ayudado a conocerla), de la situación concreta que estamos viviendo personalmente, en el matrimonio o en la familia, y de la necesidad que se experimenta del apoyo divino en nuestra debilidad, brota la oración confiad, llena de amor. Esta oración se expresa en forma de adoración o alabanza, de acción de gracias y de súplicas. Es este uno de los momentos más emotivos, íntimos y provechosos de la reunión y que más contribuye a formar un solo corazón y una sola alma. Las intenciones, con su carga de intimidad discreta, van revelando a los demás matrimonios cosas que ellos también necesitan. ¿Quién no tiene una preocupación? ¿Quién no tiene necesidad de algo espiritual o material? ¿Quién no tiene que dar gracias a Dios por algo? Como se ve, las intenciones responden a circunstancias concretas, por eso es “oración circunstanciada”. Cuando todos han terminado de exponer sus intenciones, el animador espiritual propone intenciones universales, mediante las cuales la pequeña asamblea se une a la gran asamblea que es la Iglesia y concluye el momento de oración para pasar a la revisión de vida y al tema.

La reunión de grupo se concluyen siempre con la plegaria a María Auxiliadora que suele ser un Avemaría y la invocación familiar entre nosotros “María Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros”. Si se es persona orante, resultará espontáneo educar en la oración a los hijos, porque es en la familia, en el hogar, donde los hijos tienen que aprender de sus padres a orar. El grupo buscará alguna ocasión durante el año para orar también con los hijos. Esta carta termina exhortando a todos a orar por los HDB para mantenerse unidos espiritualmente y también a “orar frecuentemente por las familias y los jóvenes” (Id. 6. 6).

Para interrogarse - Después del Concilio Vaticano II, ¿hemos recuperado mucho la lectura de la Palabrada de Dios en la Iglesia? Y en los grupos ¿qué tratamiento damos a la Palabra de Dios? ¿En qué podríamos mejorar?

- ¿Cuándo y cómo escuchas y acoges personalmente la Palabra de Dios? ¿Te resultaría fácil la lectura frecuente de la Biblia? ¿Tendría ventajas esta lectura para ti personalmente, para tu matrimonio y para tu familia? Internet también nos puede ayudar al conocimiento, consulta y lectura de la Biblia. - ¿Qué te parece el método de la “lectio divina” del cual se habla en el anexo? ¿Cuándo se podría hacer oración con ese método?

5. ¿Cómo recordarse diariamente los miembros del grupo en la oración? ¿Cuándo rezar por la familia y los jóvenes? ¿Qué pedir?

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ANEXO LECTIO DIVINA

Como anexo incluimos un esquema de la “lectio divina”. Es una forma de orar con la Biblia, muy antigua en la Iglesia, para ayudar a profundizar, saborear y vivir mejor la Palabra de Dios. Este esquema es susceptible de ser adaptado al gusto y necesidades de cada uno. ESQUEMA DE LA LECTIO DIVINA PREPARACIÓN Y PETICIÓN

Comenzar haciendo silencio exterior e interior. Ponerse en la presencia de Dios. Invocación al Espíritu Santo, que es quien ilumina la inteligencia para comprender y es quien engendra en nosotros a Jesús.: “Ven Espíritu Santo, ven. Ilumina mi mente y enardece mi corazón”.

NÚCLEO CENTRAL 1. LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS. Lee y relee sencilla y detenidamente el texto bíblico elegido, fijándote bien en todos los detalles (lugar, personas, actitudes, qué dicen…).Intenta comprender qué dice el texto. 2. MEDITACIÓN Medita y haz como María que “guardaba todas estas cosas en su corazón”. Cuando empieces a comprender rumia las palabras en tu corazón y aplícalas a tu situación, a tu vida. Pregúntate qué te dice a ti personalmente Dios a través del texto. Acoge con asombro la Palabra de Dios, que es acoger al mismo Dios, y celebra su amor. 3. ORACIÓN. Ora con confianza. ¿Qué le dices ahora tú al Señor? Puedes tener un coloquio con el Padre, con el Hijo, con el Espíritu Santo. También dirígete a la Virgen María. Alaba, da gracias, pide perdón, intercede por los hermanos, por las situaciones que el texto te haya traído a la memoria. Da cauce libre a tus afectos y sentimientos. 4. CONTEMPLACIÓN Y COMPROMISO. Tu silencio y el silencio de Dios se unen. Experimenta a Dios presente. Expresa tu voluntad de identificarte con Jesucristo. Pregúntate qué tienes que hacer. La Palabra da fruto, se realiza en nuestras vidas, lleva a compartir y al compromiso. . ACCIÓN DE GRACIAS Termina dando gracias a Dios y dirigiéndote a María con la invocación:”María Auxiliadora de los cristianos, ruega por nosotros”.

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CARTA DE LOS HDB SOBRE LA <COMUNICACIÓN INTERPERSONAL> EN EL MATRIMONIO Rom. 12, 9-12 1. Esta carta está dedicada a la comunicación interpersonal en el matrimonio Hay que comenzar diciendo que esta comunicación humana es necesaria y no fácil, como se deduce de la experiencia. Se ha perdido el arte de conversar, que es un medio indispensable para crecer en comunión y comunicación profunda, que hagan crecer a las personas en libertad y amor, y en el don sincero del uno al otro. La comunicación exige hablar y escuchar, y no perder de vista su finalidad. Se necesitan y es necesario buscar relaciones interpersonales llenas de interioridad, gratuidad y espíritu de oración. Con el compromiso del encuentro se pretende ayudar a conseguir una comunión cada vez más profunda entre los esposos. La comunión entre los cónyuges es corporal, psíquica y espiritual. Los miembros de HDB, como creyentes, al hablar de comunión y comunicación, tienen siempre presente a la Santísima Trinidad, paradigma último de comunión y comunicación Y tienen presente el misterio de Cristo y de la Iglesia, que es por naturaleza comunión y comunicación. La realidad de la familia o comunidad familiar se construye en dos relaciones interpersonales: la relación conyugal y la relación parental. La comunión conyugal se expande en la comunidad familiar, lugar propio originario y privilegiado del crecimiento de las personas. El Ideario valora mucho la comunión y la comunicación entre los esposos, la favorece y la estimula, poniendo como compromiso de los miembros de los HDB la práctica cada mes del “encuentro del matrimonio” e, incluso, del “encuentro familiar”(Id. art. 4,6). Entender con claridad qué es el encuentro, motivarse de su necesidad y ser fiel en practicarlo es una gracia de Dios para los esposos y para la familia, además de ser un compromiso de los matrimonios HDB. 2. El encuentro del matrimonio no se concibe como un hecho aislado en la vida de los esposos, sino que se encuadra en el diálogo conyugal cotidiano del que el encuentro es un espacio privilegiado. El encuentro no es hablar los esposos para solucionar conflictos. Tampoco es para criticarse, ni mucho menos es un ajuste de cuentas. La experiencia atestigua que cuando el encuentro se distorsiona de esa o de otra manera, sucede que se termina no haciendo el encuentro o, si se hace, es a disgusto. El encuentro es, en cambio, un momento privilegiado de unión espiritual en el matrimonio, un momento de alegría semejante a los largos y sabrosos diálogos del noviazgo. Es como una revisión propia y profunda, en alta voz, en presencia del otro cónyuge y un medio para conocerse y comprenderse mejor. Los matrimonios que enfocan así el encuentro, lo desean y resulta altamente provechoso para ellos y para la familia. El diálogo fomenta el amor, ya que los participantes en el diálogo tienen que olvidarse de sí mismos y ver más que todo el bien del otro. Hay que ir con actitud benévola y positiva respecto al otro a quien hay que aceptar como es, con su historia, su ambiente,

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sus afectos, sus ideas, sus sentimientos, sus aficiones favoritas.. No se puede adoptar una postura de seguridad que lleve a cada uno a mantenerse en su presunta certeza, ni una postura de inseguridad que conduzca a la defensiva. El respeto hace que el otro sienta su dignidad personal. Es bueno terminar el encuentro con una “conversación sobre la conversación” tenida: me ha gustado, vamos encontrando el camino…Repitamos otra vez lo mismo, evitemos esta circunstancia… 3. Algunos matrimonios no ven con claridad qué temas tratar en el encuentro del matrimonio. Para ayudar se señalan aquí tres áreas de temas fundamentales del encuentro del matrimonio: el área de la vida personal de los esposos, el área del pequeño mundo conyugal y el área de la vida de familia. En el área de la vida personal de los esposos puede entrar la salud, la administración del tiempo, el trabajo y aspectos del proyecto personal de vida… En el área del pequeño mundo conyugal puede entrar cómo está contribuyendo el matrimonio a la propia realización personal y ayuda mutua, el aspecto sexual, la economía, la vida espiritual, la austeridad y sencillez… En el área familiar puede hablarse del ambiente de la familia, de la educación de los hijos, de las relaciones con otros familiares y amistades, de las aficiones y diversiones… Esta carta ofrece un anexo relativo a estas tres áreas fundamentales del encuentro del matrimonio estimando que puede ser útil para darle calidad. La realización del encuentro del matrimonio suele ser objeto de revisión en la reunión mensual de los grupos HDB. 4. El Ideario habla también del <encuentro familiar>. Es una práctica recomendable Esta carta se limita a hacer una sugerencia de cómo y cuándo hacer el encuentro familiar. Se puede hacer en una sobremesa cada fin de semana, o por lo menos cada mes, después del desayuno, comida o cena. El contenido es el propio de una revisión familiar. Puede ser el balance de lo que ha ocurrido durante la semana o el mes a cada uno de los miembros de la familia, la revisión de la marcha de ésta, el compartir, además, los proyectos y decisiones y, por supuesto, hacer en esta ocasión una oración familiar. Es fácil llegar al convencimiento de que la realización del encuentro familiar puede ser muy útil para educar y para la buena marcha de la familia y puede llegar a ser algo espontáneo, si se practica con los hijos desde que son pequeños. Para interrogarse - Señala las características más significativas de toda comunicación, según tu parecer.

-¿De qué lenguajes de comunicación se dispone en el matrimonio? ¿Están relacionados entre sí? -Señala algunos medios importantes para favorecer la comunicación interpersonal. ¿Te parecen válidas las sugerencias del anexo? ¿Por qué?¿Cuáles destacarías? -¿Es realizable el “encuentro familiar? ¿Qué ventajas le encuentras?

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ANEXO

SUGERENCIAS SOBRE TEMAS DE CONVERSACIÓN EN EL ENCUENTRO DEL MATRIMONIO (El esquema que se ofrece a continuación está tomado casi en su totalidad del libro de Hortelano “La comunicación interpersonal”). ÁREA PERSONAL DE LOS ESPOSOS Salud Nervios, cansancio, desequilibrio. A veces se atribuye a mala voluntad un problema de falta de salud. Cuando el cansancio se debe a causas físicas, hay que acudir al médico. Tiempo Mala distribución del tiempo, no se planifica. Reducir y planear actividades para mantenerse en condiciones óptimas. Agobio de tiempo. No hay tiempo ni para hablar. Trabajo El trabajo es un medio. Su fin es el bienestar de la familia. Usarlo en proporción, los dos. A veces se trabaja más como escape. Es más cómodo estar trabajando que afrontar los problemas y trabajos de la casa. Proyecta personal de vida Es también el encuentro una ocasión para intercambiar aspectos del proyecto personal de vida. ÁREA DEL PEQUEÑO MUNDO CONYUGAL Matrimonio ¿Cómo se está realizando cada uno de los esposos en él? ¿Corresponde el matrimonio al proyecto que cada uno tenía de él, a lo que se quería hacer de él? No se trata de que vayan las cosas bien al uno o al otro, sino al matrimonio. A veces es un tema del que se habla a otras personas. Ayuda mutua Interés por las cosas del otro: trabajo, problemas. Ayuda y colaboración en todos los órdenes. Aun en sus campos respectivos, el hombre y la mujer no se bastan. Todo son <nuestras cosas>. Cuando el otro necesita ayuda, se nota. La única ayuda real es la que se dan los dos. La ayuda externa es parcial. Dejarse ayudar. Los dos tienen necesidad mutua. Aspecto sexual Hablar de él para entender las diferencias constitucionales, de temperamento. Las relaciones son de los dos, para comunicarse. Valorarlas como muestra de amor. Economía Es frecuente causa de disgusto y mal humor. Entender que el problema es de los dos. No es el último problema. No hacer <drama> de las dificultades económicas. Tratar de

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ser mejor, no de tener más. Comprar un refrigerador, un ordenador o un coche a costa de la paz familiar, no es rentable. La vida espiritual Las relaciones con Dios no son las de dos solteros. Repasar la vida espiritual común: oración, sacramentos, apostolado, formación, lecturas. ¿Existe ayuda recíproca? ¿Se conversa sobre este tema? Austeridad y sencillez La vida sencilla es más fácil. Entender qué son las cosas importantes. Conciencia social. En el mundo hay hambre y paro. Casados del todo ¿Es una realidad lo de casados del todo? Cuerpos, corazones, inteligencia, voluntades, el ser en profundidad. En el matrimonio toda unión produce felicidad, pero cuanto más noble es el aspecto que se une, mayor y más duradera es la felicidad que produce. ÁREA DE LA VIDA DE FAMILIA Ambiente familiar No darlo por hecho o contentarse con el que existe. Hacerlo. Sencillez, alegría, comunicación. ¿Es acogedor? ¿Agrada a todos estar en casa? Hijos ¿Se piensa en ellos uno por uno, siempre? ¿Hay épocas en que se da más importancia a unos que a otros? Tratar de evitarlo. Los momentos transcurridos con los hijos no se repiten. Otros familiares Los que conviven tal vez en casa. Los que no. ¿El comportamiento es bueno con todos? ¿Hay quienes necesitan de nosotros? ¿Cuentan con nosotros? Terceras personas Pueden hacer daño a nuestro matrimonio. Jerarquía de valores. El matrimonio es lo más importante. Al bien del matrimonio hay que sacrificar lo que sea. Dejará el hombre la casa de su padre y de su madre, se unirá a su mujer y hará con ella un solo ser. Las intervenciones de los otros deben tender a unirnos. Si no, son perjudiciales. Diversiones, aficiones, amistades Hacer un esfuerzo los dos para resolver las diferencias. Que no separen las cosas que deben ser más agradables al matrimonio. No dar por sentado que se tienen gustos diferentes y que cada uno debe divertirse por su lado. Siempre se pueden encontrar gustos comunes.

IV CARTA SOBRE LA <REVISIÓN>

EN LA REUNIÓN DE LOS GRUPOS HDB

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Mt. 6, 22-24

1.Esta carta se refiere a la <revisión>, que es otro elemento importante de la reunión de grupo. Se habla de ella en el artículo 9,3 del Ideario. No nos detenemos, por innecesario, en decir qué es la revisión en el grupo, pero sí se recuerda que la revisión tiene mucho de comunicación. Esta comunicación irá en aumento a medida que avanza el proceso de maduración de la persona y del grupo. La revisión de vida, de suyo tiende a favorecer una comunicación profunda y, además, ayuda a formar mentalidades cristianas y personas comprometidas. Le precede siempre la oración que sitúa al grupo en actitud de fe, ante la presencia de Dios. Para que la revisión sea eficaz se deben evitar los discursos, las divagaciones, la pérdida de tiempo, el juicio sobre personas. No podrá darse auténtica revisión en el grupo, si no se practica la revisión personal cotidiana o examen de conciencia. Ni podrá haber revisión personal auténtica si no se parte del convencimiento de que es necesario volver sobre sí mismo y penetrar en lo interior con la ayuda de Dios. 2. Se tienen motivos para practicar la revisión de vida. Se revisa porque el proceso de cambio, de transformación de las personas, ha de ser permanente y la revisión ayuda. Se revisa para constatar mejoras, remediar los fallos y prevenir, para ponerse a punto, para garantizar el progreso. Las personas, el grupo, son fuente permanente de vida, de riqueza espiritual, por esto la revisión es un medio que en los HDB hay que valorar. Se han de tener siempre presentes las actitudes de Cristo para mirar las cosas con sus ojos. Este mirar a Jesucristo lleva también consigo un acercamiento a las Sagradas Escrituras y al Magisterio de la Iglesia. 3. Es lógico que uno se pregunte qué revisar. El Ideario dice que se trata de una revisión tanto de cada matrimonio como del grupo. Se revisa de cada matrimonio, el compromiso tomado en la reunión anterior, el encuentro del matrimonio y, en ocasiones, algunos aspectos del proyecto personal. Se trata de hacer sobre el objeto de la revisión una reflexión personal con los demás, de los hechos, circunstancias, motivaciones, consecuencias y repercusión de lo que nos afecta, así como de las exigencias de la fe de cara a esos mismos hechos. Y al final llegar a la concreción de alguna acción capaz de operar un cambio en el interesado y en su ambiente. Se revisa del grupo el grado de cumplimiento de los objetivos y la bondad de los medios empleados, el progreso del grupo como tal y en las relaciones de sus miembros entre sí, incluso más allá de las reuniones. Se revisan también las relaciones con los demás grupos favorecidas especialmente en los encuentros organizados por el Movimiento. No se trata de juzgar a las personas, ni de reprocharles nada, como tampoco se trata de adularlas. Se han de tener en cuenta en la revisión todos los aspectos, desde los metodológicos y materiales hasta las relaciones interpersonales y la vida afectiva del grupo. En la revisión, además, debe estar presente el sentido de conversión a Dios para que el compromiso tomado se traduzca en frutos de mejora del comportamiento. El compromiso, personal, del matrimonio o del grupo, ha de ser siempre una acción concreta, posible, a realizar a corto plazo y revisable.

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, 4. Pero, ¿cómo revisar? El Ideario dice que la revisión ha de hacerse con sencillez, sinceridad, evitando la rutina, respetando la intimidad. Para la revisión del grupo es aconsejable ponerse previamente de acuerdo sobre el método que se va a emplear. Se pueden usar diversos métodos o técnicas. Aquí se hace referencia a dos de ellos:

a) Seguir un sencillo esquema previamente confeccionado (ordinariamente preparado por el animador espiritual).

b) Dejando a cada uno que espontáneamente se exprese. Poseer una cultura de la revisión en los HDB es signo de calidad y garantía de una progresiva maduración personal, conyugal, familiar y social. Para interrogarse

- Enumera dos o tres ventajas de la práctica de la revisión. -¿Por qué se afirma que la revisión tiene mucho de comunicación? - Indica dos o tres cualidades que debe poseer una revisión seria. ¿Qué dificultades serían las mayores?

5- ¿Practicas el examen de conciencia diariamente? ¿Cómo puede hacerse?

ANEXO

MÉTODO “VER, JUZGAR Y ACTUAR”

Como anexo a la carta sobre la revisión de vida se expone aquí el llamado “método jocista” que tanto bien ha hecho y que estimamos de utilidad, porque ofrece un procedimiento sencillo para el análisis y eventual juicio de la realidad y posterior aplicación.

TRES MOMENTOS DEL MÉTODO

VER

Se exponen "hechos" relacionados con el planteamiento que se desea hacer.

Personas que intervinieron en los hechos.

Actitud de esas personas.

Circunstancias Condicionamientos de las mismas.

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JUZGAR Se trata de contemplar desde Dios la vida contrastando nuestra actitud con el plan de Dios. Juzgar con criterios humanos:

causas de esos hechos, consecuencias para personas, familia, sociedad.

Juzgar con criterios cristianos: ¿Qué piensa Jesucristo?

¿Qué piensa la Iglesia? ¿Qué pensamos nosotros? ACTUAR Es lo principal. Una consecuencia de lo anterior. Se trata de plasmar de forma concreta la voluntad de cambiar y de asemejarse a Jesús. El compromiso puede ser: -A largo plazo: para toda la vida. - A medio plazo: para un cierto tiempo.

-A corto plazo: lo que podemos hacer hasta la próxima reunión. Estos compromisos concretos sirven enormemente para una maduración

continuada, pero lo esencial es la actitud durante la vida. Con el trinomio “RAZÓN, RELIGIÓN, AMOR” del Sistema Preventivo de D. Bosco se puede construir un método semejante de revisión de vida.

V CARTA DE LOS HDB

SOBRE EL <TEMA> EN LA REUNIÓN I Cor. 14. 1-5

1. La presente carta trata sobre el tema en las reuniones que es también una de

las tres partes fundamentales de la reunión de grupo, juntamente con la oración en común y la revisión de vida. Una buena preparación y reflexión del tema influye positivamente en el interés de la reunión y en el tono del grupo. El Ideario habla del tema, o mejor, de la puesta en común en el artículo 9,2. Cuando en los grupos cristianos no se da, a veces, calidad formativa, se priva así a sus miembros de una preparación, hoy más necesaria que nunca, para dar razón de su esperanza y para encarar un mundo proclive al materialismo y a la adicción a nuevos ídolos. 2. A través del temario, principalmente, se ofrece a los miembros de los HDB una formación inicial y una formación permanente. La formación inicial tiende a que se capte el espíritu y estilo de los HDB. Su duración es, ordinariamente, de dos años. Se estudian temas relativos a la vida conyugal, a la educación de los hijos y al estudio del Ideario y de la Familia Salesiana. Los temas de formación permanente tratan de dar respuesta a problemas actuales relacionados con el matrimonio y familia y con la misión de la Iglesia.

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En los HDB los temas tienen como finalidad la formación doctrinal, que también ayuda a la maduración humana y cristiana de los matrimonios. El temario es propuesto por el Movimiento para favorecer así un sentir y pensar común en lo necesario, característica de toda comunidad cristiana. Esto no obsta a que con toda libertad el grupo, en alguna ocasión, trate temas que estime de utilidad.

3. Existen motivos fácilmente inteligibles para darse cuenta de la importancia del tema

y de su preparación. Es una oportunidad para ir adquiriendo progresivamente una sólida formación bíblica, teológica, ética, espiritual y pedagógica, que ayudará al enriquecimiento cultural y espiritual de cada persona, del matrimonio, de la familia, y del grupo mismo. En la formación se tiene en cuenta la diversidad de edad, condición y necesidades. La preparación del tema (hay que prepararlo siempre y bien) es una oportunidad para el diálogo en el matrimonio y pertrecha para hacer una aportación seria en el momento de la puesta en común que es lo que se hace en la reunión. La puesta en común provoca la reflexión y el diálogo para intercambiar puntos de vista y experiencias enriquecedoras. Es una costumbre loable tomar apuntes en la preparación del tema.

4. Para el éxito de la puesta en común se requiere tener en cuenta algunas cosas por parte de todos, particularmente por parte del animador de la reunión.. Entre estas cosas se pueden enumerar las siguientes: seguir una metodología previamente escogida; facilitar que participen todos, evitar los protagonismos, y las divagaciones que distraen y no aportan nada. .. También, todo animador tiene que evitar caer en dos tentaciones: debe evitar orientar al grupo en la discusión hacia su punto de vista personal y debe evitar interpretar lo que otros expresen, cosa muy delicada. Se procura que la reflexión sobre el tema concluya siempre con algún compromiso concreto y evaluable. Cuando se crea conveniente, se presenta brevemente el tema siguiente para facilitar su estudio. Para interrogarse

- ¿Qué experiencias tienes de la preparación de los temas y de la puesta en común?.

- ¿Conoces el Catecismo de la Iglesia Católica? ¿Qué has encontrado o puedes encontrar en él?

- Intercambia tus experiencias sobre libros interesantes que hayas leído. - ¿Qué medios de comunicación tiene la Iglesia (tenemos los católicos) en España de carácter nacional? ¿Cómo podemos darlos a conocer?

ANEXO ENTRE LOS LIBROS DE LA CASA

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En cada casa no suelen faltar algunos libros buenos para la propia formación y recreo. En este anexo se recomiendan algunos libros básicos que nos parecen indispensables para una familia cristiana del tercer milenio. Estos libros son: . LA BIBLIA O SAGRADAS ESCRITURAS . LOS DOCUMENTOS DEL CONCILIO VATICANO II . EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA . EL COMPENDIO DE DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

. UNA BIOGRAFÍA DE SAN JUAN BOSCO, SANTA MARÍA MAZZARELLO, SANTO DOMINGO SAVIO, BEATA LAURA VICUÑA.

………………

VI

CARTA SOBRE EL <PROYECTO PERSONAL DE VIDA>

Mt. 5, 3-12 1. El contenido de esta carta versa sobre el proyecto personal de vida que se conoce también entre nosotros con el nombre de regla de vida. Es un tema presente desde los orígenes de nuestro Movimiento y hay grupos en los que se practica con gran provecho personal, para los esposos, para la familia y para el mismo grupo. El proyecto personal de vida es algo que mira a la maduración humana y cristiana de las personas, cuya medida es Cristo y su Evangelio reflejado para nosotros en el espíritu de nuestro Ideario. El proyecto personal es la descripción de los objetivos que un miembro de HDB se propone alcanzar y de los pasos y medios concretos que quiere usar para aproximarse cada vez más a esa meta, a la luz de su vocación humana y cristiana, realizada desde el matrimonio y la familia. En la presente carta encuentran los HDB motivaciones, reflexiones y sugerencias acerca de dicho proyecto. Se trata, en definitiva, de adquirir robustez espiritual evitando la superficialidad.

2. Los cristianos laicos dan la impresión de que se conducen en su vida cristiana por un cierto desorden, poco menos que inevitable, determinado por las ganas personales, tan cambiantes, o por las circunstancias externas, más cambiantes todavía. Sin embargo, es aconsejable, también para los laicos, que tengan un proyecto personal o regla de vida acomodada a su condición de laicos. Los matrimonios de HDB quieren poner a Dios al centro de su vida. Por eso perciben que puede serles de gran utilidad el tener un proyecto personal explícito, es decir, trazarse una manera de vivir el Evangelio, al estilo de los HDB, al estilo salesiano. Las cosas importantes de la vida, como el

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trabajo, la paternidad y maternidad, la relación con Dios… no se viven de manera espontánea, sino que hay que ordenarlas. 3. Para motivarse sobre la conveniencia de tener un proyecto personal de vida, los miembros de HDB cultivan la reflexión. No resulta difícil comprender que un proyecto personal de vida ayuda a realizarse como persona y como matrimonio y da constancia y estabilidad al camino emprendido. No es bueno vivir en situación anómica (anomos quiere decir sin norma orientadora) ni dejarse contagiar por la enfermedad de la alergia a la ley. Conviene, además, recordar que la gracia divina no destruye la naturaleza humana, sino que la eleva y la perfecciona. El camino ascético, el de la generalidad de los cristianos, exige esfuerzo, exige cooperar a la acción del Espíritu de Dios con la mente y la voluntad. La gracia divina presta ayuda para superar el riesgo de una vida fragmentada y para superar las dificultades ineludibles, porque es Dios quien da el crecimiento espiritual (I Cor. 3,7). Si se practica el “a Dios rogando y con el mazo dando”, se descubrirá que con la oración, el mazo funciona mejor. 4. Los miembros de HDB son conscientes de que existen serias dificultades para el logro de una regla de vida o proyecto personal. Los esposos y el grupo pueden y deben ayudarse recíprocamente en la superación de esas dificultades. Jesucristo nos ha puesto a sus discípulos un listón muy alto:”Sed, pues, perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto (Lc. 6, 2-28)”. Nos ha propuesto la santidad, es decir, un alto grado de amor a Dios y a los hombres. Es una propuesta de por sí entusiasmante que hay que lograr que sea también entusiasmante para cada miembro de HDB. Pero “no tengáis miedo”. El proyecto personal de vida ha de ser sencillo, realista, progresivo. Eso sí, no es una declaración de intenciones, es algo a lo que cada uno “se obliga”. La superación del riesgo de una vida fragmentada y la consecución de una vida unificada exige esfuerzos. Pero ese es el camino posible para conseguir mejor la propia maduración personal, conyugal, familiar y social y responder así, con alegría, a la llamada de amor que Dios dirige a cada uno.

5. Sabemos que entre las personas, las diferencias, tanto en el plano espiritual como en el humano, son grandes. Por eso los HDB no proponen una Regla de vida común para todos, ni siquiera para la pareja. El proyecto es personal, aunque sea obvia la armonización con el proyecto de vida y amor que es el matrimonio. Hay una interdependencia entre los dos proyectos: se refuerzan y se ayudan recíprocamente. Aunque es proyecto personal. sin embargo, en el anexo de esta carta se ha querido evitar la dispersión de compromisos, ofreciendo las grandes líneas de lo que puede ser un proyecto personal de vida de los miembros de HDB. Esta carta termina recordando algo muy importante: el proyecto personal de vida exige también una evaluación, una revisión periódica personal y, discretamente, en la pareja y en el grupo. La carta sobre la revisión de vida puede orientar en este cometido. Para interrogarse

- Enumera algunos pros y contra para tener un proyecto personal de vida.

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- Comentar los puntos 1, 2, y 4, ilustrándolos con experiencias propias, a ser posible.

ANEXO SUGERENCIAS PARA HACER UN PROYECTO PERSONAL DE VIDA Ante todo, el interesado ha de preguntarse:¿ qué quiere Dios de mí y de mi matrimonio y cuál es mi situación actual, personal, conyugal y social?. Partiendo de ese punto, parece que las grandes líneas en las que pueden inspirarse los HDB para elaborar el proyecto personal de vida pueden ser las siguientes: 1. Centrar la vida en la Palabra de Dios. La lectura y escucha de la Palabra de Dios asiduamente, es un encuentro privilegiado con Jesucristo que es la Palabra encarnada. Es una gracia para orientar la propia vida personal, conyugal, familiar y social. Para ayudarse a que la lectura de la Palabra sea provechosa, es bueno asimilar el espíritu de la lectio divina, para mejor ejercitarse en la meditación y llegar a aplicaciones concretas. 2 Dedicar un tiempo a la oración como encuentro con Dios. Organizar la oración cotidiana, la frecuencia de los sacramentos, la participación y frecuencia de la misa, la oración conyugal y en familia, un tiempo para la meditación y para alguna lectura formativa espiritual, son posibles concreciones que se pueden adaptar al ritmo de cada uno. 3. El diálogo conyugal. El diálogo entre los esposos ha de ser continuo y sabemos que tiene su momento privilegiado en el encuentro (que se debe hacer en presencia del Señor). Ayuda a los esposos a resaltar la verdad y a mantener la serenidad. Es una forma conyugal del examen personal que es aconsejable hacer cotidianamente. Desemboca en decisiones concretas para la vida del matrimonio y la tranquilidad familiar. Para refrescar ideas y procedimientos, puede ayudar la lectura de la carta dedicada al encuentro. 4. Programar la comunicación cristiana de bienes en favor de otros más necesitados, como una manera de vivir la cultura de la austeridad compartida y ser exponente de real solidaridad. 5. Determinar la propia participación en alguna actividad apostólica, como modo de vivir la propia entrega personal a los demás y la superación del egoísmo. El fijarse dos horas semanales, al menos, para realizar alguna acción apostólica es una buena línea. 6. Orientar el esfuerzo personal a adquirir una virtud o a suprimir un defecto predominante. Se tenga muy en cuenta que favorezca el progreso en la vida conyugal y familiar. Hay que eliminar la viga que se lleva en el propio ojo, más que pensar en quitar la mota que llevan los demás. “Procurad adquirir las virtudes que creéis que faltan a vuestros hermanos, y ya no veréis sus defectos, porque ya no los tendréis vosotros” (San Agustín). En el proyecto personal es aconsejable incluir, de mutuo acuerdo los esposos, la asistencia al Encuentro Anual de Matrimonios que ofrece el Movimiento, y del que se habla en el punto 5 de la carta nº VII sobre las reuniones en el Movimiento.

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VII

CARTA SOBRE LA <PRESENCIA DE LOS HDB EN LA VIDA PÚBLICA> Mt. 5, 13-16 1. Esta carta séptima pretende presentar algunos puntos de reflexión sobre el compromiso apostólico de los HDB tan explícito en el Ideario. Al hablar de la finalidad dice: “propiciar un compromiso serio en sus miembros, en la construcción de la comunidad eclesial y humana” (2,3). Refiriéndose a la vida cristiana y apostólica de los HDB, afirma que se manifiesta también en “un serio compromiso apostólico, sobre todo en favor de las familias” (art.4). Desarrolla este compromiso apostólico en el art. 4, 3. En esta carta no se pretende abordar el tema en su totalidad, sino en aquello que se refiere a la presencia en la vida pública de los HDB, como institución y como personas, unidos a todos los que comparten los mismos valores. No a todos se pide el mismo compromiso, éste se adecua a las condiciones concretas de cada uno, pero nadie debe contentarse con cumplir sus deberes familiares y religiosos; tiene que hacerse presente allí donde se decide cuanto afecta a la sociedad. El cristiano es sal, levadura, luz. 2. En un mundo caracterizado por el continuo difundirse del indiferentismo, secularismo y un creciente laicismo sin precedentes, es más necesaria que nunca la urgencia de la nueva evangelización. Se impone la presencia sin demora en la vida pública de los laicos católicos, asociaciones y movimientos eclesiales. Es una exigencia de la dimensión social del creyente y de su misma fe. Por el bien de la persona humana, en el centro de la salvación de Cristo, no se puede consentir que se relegue a la Iglesia a la esfera privada. Los HDB no pueden permanecer inactivos, ni como mudos espectadores, ni trabajar en solitario. El compromiso apostólico es una exigencia de la participación del bautizado en el ministerio profético de Cristo. Los católicos tienen que hacerse presentes en la radio, en la prensa, en la televisión, en los laboratorios, en los parlamentos…De modo particular es necesario hacerse presente en los espacios que afectan a los jóvenes, a la educación y a las políticas familiares. Los HDB no pueden favorecer una visión intimista del matrimonio que no conduciría sino a su mismo detrimento. “Id por el mundo”. “¡No tengáis miedo!” La misión de la familia cristiana no se limita al mundo intrafamiliar. Tiene una misión que realizar en la sociedad y en la Iglesia. 3. Sin excluir ningún campo de la caridad cristiana, los HDB dan prioridad al campo del matrimonio, de la familia y de la vida, convencidos de que el derecho a la vida es el primero de todos y de que la familia es el lugar primario de <humanización> de la persona y de la sociedad.

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La mejor forma de generar un tejido familiar es recreando una estructura de familia basada en los valores intrínsecos que ésta tiene derivados del plan de Dios y grabados en su misma naturaleza. Dios ha proyectado que la familia esté fundada sobre el matrimonio de un hombre y una mujer, y esté abierta a la vida. Existe en nuestro pueblo una cultura cristiana acerca de la familia, rica en valores éticos y espirituales que hay que potenciar y rejuvenecer constantemente. Por otra parte, la cultura dominante plantea importantes desafíos a esta concepción de la familia (ver “Directorio de pastoral familiar”, de la Conferencia Episcopal Española 10-21). La obra de evangelización que estamos llamados a realizar como creyentes no puede quedar fuera del contexto cultural dentro del cual el hombre vive y en el cual su fe se engendra. En los órganos legislativos de distintos países, incluida España, se discuten propuestas, y en ocasiones se aprueban, contrarias en definitiva al bien de la persona. En nombre de un pretendido progreso existe la voluntad de imponer normas que están en contradicción no sólo con la concepción cristiana de la vida sino con la sabiduría de la misma naturaleza de las cosas. La Iglesia no quiere limitarse a una mera postura defensiva, sino influir en una legislación a favor del matrimonio y la familia, éticamente conforme a las leyes de la naturaleza y capaz de impulsar un desarrollo de las aptitudes presentes en la persona humana. 4. La función social de la familia debe manifestarse en su intervención en las políticas familiares, es decir, las familias deben ser las primeras en procurar que las leyes y las instituciones del Estado no sólo no ofendan sino que sostengan, defiendan y promuevan los derechos y deberes de la familia. En la exhortación apostólica Familiaris consortio Juan Pablo II habla de esos derechos que posteriormente recoge en la Carta de los derechos de la familia. Es de desear que los miembros de Hogares D. Bosco conozcan esos documentos y otros relativos al matrimonio y la familia de la Conferencia Episcopal Española. “Hay que esforzarse para que los Estados y la Unión Europea misma promuevan auténticas y adecuadas políticas familiares”, como dice la Exhortación Apostólica Ecclesia in Europa de Juan Pablo II. 4. La preventividad es una nota específica del método educativo de D. Bosco que forma parte de la espiritualidad salesiana de los HDB. Una acción familiar integral a favor de la familia no debe centrarse sólo en la asistencia de los más necesitados (desestructuración, discapacidad, crónicos, inmigrantes, madres solteras…) sino también en cómo prevenir las situaciones no deseables con medios apropiados, entre los que se cuentan los ofrecidos por el proceso educativo. El derecho a crear y mantener, sin discriminaciones, centros educativos de iniciativa social, y la defensa del área de religión en el sistema educativo, son derechos de los ciudadanos y de los padres, a los que no se puede renunciar y por los que hay que luchar sin complejos. 5. Ni los grupos son islas dentro del Movimiento ni el Movimiento HDB es una isla dentro del ámbito eclesial y de la sociedad. Por exigencias de la propia identidad y por una mayor eficacia de su acción evangelizadora, es obvio que los HDB no se pueden hacer presentes en la vida pública aisladamente, sino unidos a otros organismos que comparten la misma visión cristiana de la realidad y, en concreto, del matrimonio y familia. Los HDB, por ejemplo, no pueden estar ausentes de las plataformas existentes a favor de la familia como son PROFAM y el FORO ESPAÑOL DE LA FAMILIA. Esto conlleva una formación especializada que el Movimiento no puede dejar de ofrecer a los miembros que se sientan vocacionados o sean invitados a este particular compromiso.

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También a esta carta añadimos un anexo donde se enumeran campos relacionados con el matrimonio y familia como campos preferenciales del compromiso apostólico de los HDB. Para interrogarse

- ¿Por qué razones se debe estar presente en la vida pública como católicos? ¿la religión no es asunto privado?, ¿esto no es imponer a otros nuestra visión cristiana del mundo y de la realidad? Debatir el asunto. - ¿Es posible trabajar con eficacia sin crear cultura, algo compartido y vivido, de lo que pretendemos? ¿Qué se requiere para crear cultura o para mantenerla, si existe ya? - ¿Qué se puede hacer para trabajar unidos los diversos organismos apostólicos de la Iglesia local? - Comenta las diversas obras de apostolado familiar que se enumeran en el anexo, indicando si trabajas en alguna de ellas y refiriendo alguna de tus experiencias. - ¿Cómo dar a conocer y difundir los media de expresión eclesial?

ANEXO

CAMPO PARA EL COMPROMISO APOSTÓLICO: LA FAMILIA

La relación de estos campos de apostolado familiar están sugeridos en el decreto “Apostolicam actuositatem” del Concilio Vaticano II y en documentos pontificios y episcopales complementados con exigencias de la realidad. El Ideario alude también al tema en el artículo 4, 3. DIFERENTES OBRAS DE APOSTOLADO FAMILIAR - Participar en las asociaciones de madres y padres. - Colaborar en la dirección de los centros educativos. - Colaborar con las escuelas de padres. - Dar catequesis a niños y adolescentes y animar grupos cristianos. - Prestar asistencia a los jóvenes con orientaciones y ayuda económica. - Ayudar a los novios a prepararse para el matrimonio. - Ayudar a familias con necesidades especiales. - Dar cabida a familias inmigrantes en el Movimiento HDB. - Abrirse a la adopción de hijos. - Proveer a los ancianos no sólo de lo indispensable, sino también de otras cosas benéficas. - Colaborar con centros de orientación familiar. - Hacerse presente en plataformas a favor de la familia y en los medios de comunicación social.

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- Prestar atención a situaciones especiales (Ver “Directorio de la pastoral familiar de la Iglesia en España, IV, 5 y V).

VIII

CARTA DE LOS HDB SOBRE < LAS REUNIONES DE AMISTAD Y OTROS ENCUENTROS Y SERVICIOS>

I Jn. 4, 7-11 1. Esta carta la podríamos titular más allá de las reuniones de grupo. El grupo, en efecto, encuentra un abanico de relaciones familiares dentro del Movimiento que complementan la reunión formativa del grupo y las relaciones entre sus miembros. Algunas trascienden al mismo grupo. El Ideario en el art. 9, refiriéndose a ellas, dice:”Se recomienda, además, celebrar a lo largo del año <reuniones de amistad>, convivencias fuera de la localidad, encuentros con los hijos, reuniones de planificación del curso y revisión de la marcha del grupo”. Y en el artículo 11, refiriéndose a los responsables de todos los niveles, afirma el Ideario que son funciones suyas: “promover oportunamente encuentros, retiros, coloquios, etc. para los HDB (11,3); “mantener la conexión con otros grupos y responsables de HDB” (11,4); “garantizar la presencia del Movimiento en la Iglesia local y diocesana” (11,66). La presente carta, por consiguiente, no se restringe al funcionamiento del grupo como tal, sino que amplía las relaciones a otros grupos, a los encuentros convocados por el Movimiento y a los servicios ofrecidos. La carta hace referencia también a las relaciones con la demás Grupos de Familia Salesiana, y a los encuentros de carácter eclesial más general. 2. En primer lugar, se trata de las “reuniones de amistad” que el grupo programa en diversas ocasiones a lo largo del año y que tienen gran importancia. Sitúan al grupo en otro ambiente agradable y distendido que facilita múltiples relaciones entre los miembros y con los hijos, y de estos entre sí. Las reuniones de amistad se convierten también indirectamente en un nuevo estímulo para proseguir con renovado entusiasmo las reuniones formativas. Sobre todo, estas reuniones acrecientan la confianza, esa confianza, que sin caer en excesos de familiaridad, asegura, en cambio, que se cuenta con los miembros del grupo en todas las vicisitudes de la vida. La confianza y la amistad son valores preciosos y muy apreciados por todos.

3. Encuentros y servicios .Tener sentido de pertenencia al Movimiento HDB es necesario y beneficioso. El Movimiento da estabilidad al grupo y es garante de su condición eclesial y de su espíritu salesiano. El pago de la cuota es un signo visible de

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esa pertenencia, y en este sentido participa de un cierto carácter espiritual. El Movimiento convoca, en ocasiones, a sus miembros para tratar de su marcha, plantear problemas, hacer consultas y mirar al futuro. Ofrece, además, a sus miembros servicios en beneficio de los cónyuges y de la familia. Estos encuentros son ofrecidos a todos los matrimonios HDB y, en ocasiones, a toda la familia. Expresan la vitalidad y espíritu de familia del Movimiento y son enriquecedores afectiva y espiritualmente. Algunos, por su naturaleza, se convierten en cauce de participación activa en las decisiones que afectan a la marcha de Hogares en sus diversos niveles. No en todos se puede estar físicamente presente, pero sí que en algunos se debe estar gozosamente presente. Esta presencia es un signo de comunión entre los miembros de los HDB, que contribuye a hacer de la Iglesia, casa y escuela de comunión. 4. Los miembros de HDB se sienten miembros de la Familia Salesiana en la Iglesia. Se interesan por los encuentros convocados por el Consejo local de Familia Salesiana y por el Consejo educativo-pastoral de la obra salesiana a la que están vinculados y en los que están representados. Y se interesan, de modo especial, por todo cuanto en la Iglesia local se promueve a favor de la educación y la familia. Aquí se incluye también el fomento de las relaciones con las demás organizaciones apostólicas.

Aunque oportunamente se informa de estos encuentros y servicios a los miembros de HDB, a través del matrimonio-secretario o por correo, es bueno al inicio del curso pastoral tomar nota de ellos en la propia agenda para garantizar la presencia en aquellas reuniones o encuentros que se estimen más significativos, si no se puede participar en todos. 4. En la mayor parte de los encuentros generales que se organizan, se celebra la Eucaristía, porque la Iglesia vive de la Eucaristía. No se trata de poner en el programa del día un elemento que queda bien y contribuye al ambiente festivo de la jornada. Es que la Santa Misa, por su propia naturaleza sacramental, posee un calado de mucha hondura de salvación, capaz de dar profundidad a la comunión entre los participantes y de engendrar y disponer a un mayor compromiso identificándose más con Jesucristo que ofreció su vida por nosotros. Los miembros de HDB tienen voluntad de hacer de la Misa el centro de su vida entera. Un centro al que referirlo todo, las prácticas de piedad, las tareas familiares, profesionales y sociales, la diversión, el trabajo, el apostolado…La Eucaristía es el alimento donde se recobren fuerzas para ir adelante en el día a día: la cumbre hacia la que los católicos encaminan sus pasos y anhelos más íntimos, y el corazón donde aprenden a amar a los demás con total entrega. Esta entrega se convierte en ofrenda unida a la suprema ofrenda de Cristo por todos los hombres, ofrenda significada de modo especial en las palabras de Jesús al instituir la Eucaristía: “Haced esto en conmemoración mía” Tampoco falta en los encuentros alguna expresión devocional que manifieste la confianza y el amor a María Auxiliadora. La Eucaristía y María Auxiliadora entran de lleno en la más auténtica fidelidad a D. Bosco, apasionado siempre por Jesucristo y por la Iglesia. .

5“Encuentro Anual de Matrimonios” (EAM). Se incluye también en esta carta la propuesta de realizar anualmente un encuentro de matrimonios con perfil propio. Se trata de una experiencia dinámica y un espacio de reflexión y oración para profundizar en el conocimiento de sí mismo, de la pareja, y en el conocimiento de Dios.

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Se aplica una metodología más experiencial que teórica. Este encuentro anual de matrimonios (EAM) se ofrece a los matrimonios de HDB y a otros matrimonios que se estime oportuno.. Para favorecer la asistencia, es bueno ofrecer varios turnos durante el año, a nivel local o a nivel inspectorial. Un equipo de dos matrimonios y un sacerdote se responsabilizan de la animación del encuentro. La participación de la pareja es una ocasión privilegiada para su rejuvenecimiento espiritual y para verificar la marcha del proceso de maduración humana y cristiana, como matrimonio y como padres educadores. Es también una posibilidad para mejorar el conocimiento de las enseñanzas de la Iglesia. Su duración es la de un fin de semana.

Para interrogarse

- Indicar detalles que manifiestan la confianza existente en el grupo. - Qué aspectos positivos encuentras en las reuniones programadas a nivel local y qué aspectos habría que mejorar. . - ¿Qué se hace personalmente, y como grupo, para invitar a nuevos matrimonios a pertenecer al Movimiento? ¿Qué se puede hacer en adelante?

-¿Qué aportación pueden hacer los HDB al conjunto de la Familia Salesiana y a la Iglesia local? ´ Si has participado en algún EAM cuenta tu experiencia.

ANEXO ENCUENTROS Y SERVICIOS OFRECIDOS POR EL MOVIMIENTO HDB ENCUENTROS A NIVEL LOCAL Son convocados por la Comisión local o, en su caso, por el matrimonio-responsable local y el delegado. Generalmente estos encuentros suelen ser los siguientes: - apertura y clausura del curso pastoral - alguna convivencia anual - algunos encuentros formativos

A nivel de Familia Salesiana, programados por el Consejo local de F.S. y por el CEPOS (Consejo educativo-pastoral de la Obra salesiana), se ofrecen encuentros de amistad y de espiritualidad para favorecer la comunión y la formación conjunta. Entre esos encuentros se enumeran los retiros de Adviento y Cuaresma, la convivencia de

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Navidad, la Jornada o Asamblea local de F.S. el encuentro mariano de los días 24 y, por descontado, la fiesta de San Juan Bosco y la novena y fiesta de María Auxiliadora. ENCUENTROS A NIVEL INSPECTORIAL Y DE IGLESIA La Comisión Inspectorial de HDB organiza anualmente la Asamblea de Hogares a la que suele asistir algún responsable nacional. En ocasiones, a nivel inspectorial, se organizan también encuentros y celebraciones dirigidos a toda la Familia Salesiana. Se debe prestar también atención a la programación de la Iglesia local.