Lesiones de La Placa Epifisiaria

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Lesiones de la placa epifisiaria La epifisiolisis es un término médico que se refiere a una fractura del cartílago de crecimiento o fisis de un hueso largo. El cartílago de crecimiento, ubicado entre la epífisis y la metáfisis del hueso y constituido por células cartilaginosas que están estratificadas de manera muy precisa, responsables del crecimiento en longitud del hueso. Entre un 15% al 25% de las fracturas de la infancia se tratan de fracturas que afectan al cartílago fisario de crecimiento. La fractura puede ir recorriendo o cruzar dicha estructura, provocando como resultado la separación de una parte o la totalidad de la epífisis de la metáfisis. Clasificación de Salter y Harris: Grado I: Epifisiolisis pura, es decir, ocurre solo en la zona de crecimiento cartilaginoso de tal manera que la separación entre la metáfisis y la epífisis es completa, por lo general sin desplazamiento de los fragmentos. Grado II: Epifisiolisis con un fragmento de la metáfisis unido a la fisis, imagen que es conocido como Signo de Thurstand Holland. Grado III: Es una fractura fundamentalmente articular pero que incluye una porción de la fisis, es decir, atraviesa toda la epífisis y parte del cartílago de crecimiento. Grado IV: Es la fractura que atraviesa toda la epífisis y atraviesa igualmente toda la fisis. Grado V: Se produce una compresión de la fisis por acercamiento violento de la epífisis y la metáfisis. Etiología

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Lesiones de la placa epifisiariaLa epifisiolisis es un término médico que se refiere a 

una fractura del cartílago de crecimiento o fisis de un hueso largo. El cartílago de crecimiento, ubicado entre la epífisis y la metáfisis del hueso 

y constituido por células cartilaginosas que están estratificadas de manera muy precisa, responsables del crecimiento en longitud del hueso. 

Entre un 15% al 25% de las fracturas de la infancia se tratan de fracturas que afectan al cartílago fisario de crecimiento. La fractura puede ir 

recorriendo o cruzar dicha estructura, provocando como resultado la separación de una parte o la totalidad de la epífisis de la metáfisis. 

Clasificación de Salter y Harris:

Grado I: Epifisiolisis pura, es decir, ocurre solo en la zona de crecimiento cartilaginoso de tal manera que la separación entre la metáfisis y la 

epífisis es completa, por lo general sin desplazamiento de los fragmentos.

Grado II: Epifisiolisis con un fragmento de la metáfisis unido a la fisis, imagen que es conocido como Signo de Thurstand Holland.

Grado III: Es una fractura fundamentalmente articular pero que incluye una porción de la fisis, es decir, atraviesa toda la epífisis y parte 

del cartílago de crecimiento.

Grado IV: Es la fractura que atraviesa toda la epífisis y atraviesa igualmente toda la fisis.

Grado V: Se produce una compresión de la fisis por acercamiento violento de la epífisis y la metáfisis.

Etiología

Las fracturas de la placa de crecimiento ocurren dos veces más frecuentemente en varones que en las niñas, porque los cuerpos de las niñas 

maduran a una edad más temprana que los varones. Como resultado, sus huesos terminan de crecer antes, y sus placas de crecimiento se 

sustituirán por un hueso más fuerte y sólido.

Un tercio de todas las lesiones de la placa de crecimiento se producen en las competencias deportivas como fútbol, baloncesto o gimnasia, 

mientras que alrededor del 20 por ciento de las epifisiolisis ocurren como resultado de actividades recreativas, como andar en bicicleta, pasear 

en trineo, esquiar, o patinar.

Diagnóstico

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Después de investigar sobre cómo se produjeron las lesiones y examinar el niño, determinar el tipo de fractura mediante radiografías y decidir 

sobre un plan de tratamiento. 

Tratamiento

Grado I

Es 100% conservador, la sintomatología depende del sitio y mecanismo de lesión, suele acompañarse de inflamación, dolor súbito e 

incapacitante, con limitación de los movimientos pasivos y activos.

Reducción cerrada es lo más fácil porque la inserción periótica permanece intacta alrededor de la mayor parte de la circunferencia

El pronóstico es excelente siempre que la inmovilización y el riesgo sanguíneo de la epífisis sean los indicados.

Grado II

La reducción cerrada es fácil de obtener y mantener. La bisagra periostica y el fragmento metafisiario evita que se produzca una corrección 

excesiva en el momento de la reducción.

El pronóstico en cuanto al crecimiento es excelente siempre y cuando el aporte sanguíneo a la epífisis este intacto

Grado III

A veces la cirugía es necesaria para volver a unir las superficies a la normalidad. Las perspectivas para el crecimiento o el pronóstico son 

buenas si el suministro de sangre al separarse de la epífisis sigue intacta, si la fractura no es desplazada, y en caso de que no se forme un 

puente de hueso nuevo en el lugar de la fractura. 

Grado IV

La cirugía es casi siempre necesaria para restaurar la superficie articular a la normalidad y ajustarla perfectamente a la placa de crecimiento. A 

menos que se logre una alineación perfecta y esa alineación se mantiene durante la cicatrización, el pronóstico para el crecimiento normal es 

pobre. 

Grado V

Esta lesión es poco frecuente y se produce cuando el extremo del hueso es aplastado y la placa de crecimiento se comprime debe evitarse la 

carga del peso corporal al menos durante 3 semanas para evitar una mayor compresión en la placa epifisiaria. Es más probable que se 

produzca en la rodilla o el tobillo. El pronóstico es malo, ya que el retraso prematuro en el crecimiento es casi inevitable. 

Complicaciones

Detención del crecimiento por lesión fisaria parcial o total. Puede generar importantes deformidades angulares o acortamientos del 

miembro afectado.

Necrosis vasculares epifisarias. Se deben a lesión de los vasos epifisarios, son más frecuentes en la cadera y cabeza del radio.

Artrosis precoz. Debida a una mala reducción en los tipos III y IV.