Lesiones deportivas comunes en el baloncesto diapositivas

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Cristian Francisco Jiménez Alonso

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Cristian Francisco Jiménez

Alonso

• En este trabajo de investigación se buscara poder dar

soluciones para cualquier tipo de lesión común causada

durante un juego o un entrenamiento de baloncesto la

idea de este trabajo es que cualquier persona interesada

en este tema esté informada de dichas lesiones que

pueden ser causadas en este deporte y una manera de

prevenir que se vuelva más grave o poder tratarlas en

caso de emergencia, también contendrá temas

interesantes de las diferentes partes del cuerpo y esta

información no solo es útil para este deporte en

específico sino que también puede servir para una lesión

de la vida cotidiana o de algún otro deporte parecido

como han bol fut bol o diferentes deportes.

• 1.- ¿Que es una lesión deportiva?

• 1.1.- ¿Cuál es la diferencia entre lesiones agudas y

lesiones crónicas?

• 1.2.- ¿Qué hacer en caso de una lesión?

• 2.- Lesiones comunes al jugar baloncesto

• 2.1 consejos para prevenir lesiones

• 3.- La lumbalgia

• Lesiones que ocurren durante la práctica de un deporte o durante el ejercicio físico. Algunas ocurren accidentalmente. Otras pueden ser el resultado de malas prácticas de entrenamiento o del uso inadecuado del equipo de entrenamiento. Algunas personas se lastiman cuando no están en buena condición física. En ciertos casos, las lesiones se deben a la falta o escasez de ejercicios de calentamiento o estiramiento antes de jugar o hacer ejercicio. Las lesiones deportivas más comunes son:

• Esguinces o torceduras de ligamentos y desgarros de músculos y tendones

• Lesiones en la rodilla

• Hinchazón muscular

• Lesiones en el tendón de Aquiles

• Dolor a lo largo del hueso de la canilla (tibia)

• Fracturas

• Dislocaciones.

• Existen dos tipos de lesiones deportivas: agudas y crónicas. Las lesiones agudas ocurren repentinamente mientras se está jugando o haciendo ejercicio. Las lesiones agudas más frecuentes incluyen esguinces de tobillo, distensiones en la espalda y fracturas en las manos. Los síntomas de una lesión aguda incluyen:

• Un dolor grave repentino

• Hinchazón

• No poder apoyarse en una pierna, rodilla, tobillo o pie

• Un brazo, codo, muñeca, mano o dedo que está muy adolorido

• Dificultades en el movimiento normal de una articulación

• Extrema debilidad en una pierna o un brazo

• Un hueso o una articulación que están visiblemente fuera de su sitio.

• Las lesiones crónicas ocurren después de practicar un deporte o hacer ejercicio por un largo tiempo. Los síntomas de una lesión crónica incluyen:

• Dolor mientras está jugando

• Dolor mientras está haciendo ejercicio

• Dolor leve incluso en reposo

• Hinchazón.

• Nunca trate de “aguantar” el dolor de una lesión deportiva. Deje de jugar o hacer ejercicio cuando sienta dolor. El continuar sólo puede empeorar la lesión. Algunas lesiones deben ser inmediatamente examinadas por el médico. Otras las puede tratar usted mismo.

• Llame a un médico cuando:

• La lesión causa dolor severo, hinchazón o adormecimiento

• Usted no puede sostener ningún peso en el área lesionada

• Una lesión previa le duele

• Una lesión previa se hincha

• La articulación no se nota normal o se nota inestable.

• Si usted no tiene ninguno de estos síntomas, puede tratar la lesión en su casa sin peligro. Si el dolor u otros síntomas empeoran, debe llamar a un médico. Use el método HICER (Hielo, Compresión, Elevación y Reposo) para aliviar el dolor, reducir la hinchazón y acelerar la recuperación. Siga estos cuatro pasos tan pronto ocurra la lesión y continúe haciéndolo al menos por 48 horas.

• Hielo. Ponga una compresa de hielo en el área lesionada por 20 minutos, de cuatro a ocho veces al día. Para esto, puede usar una compresa fría o una bolsa de hielo. También, puede usar una bolsa plástica llena de hielo molido y envuelta en una toalla. Quítese el hielo después de 20 minutos para evitar una quemadura de frío.

• Compresión. Distribuya igual presión (compresión) sobre el área lesionada para ayudar a reducir la hinchazón. Puede usar un vendaje elástico, una bota especial, un yeso o un entablillado. Pregúntele a su médico cuál de éstos es mejor para su lesión.

• Elevación. Para ayudar a reducir la hinchazón, ponga el área lesionada sobre una almohada, y asegúrese de que quede a un nivel más alto que su corazón.

• Reposo. Reduzca sus actividades regulares. Si se ha lesionado el pie, el tobillo o la rodilla, no se apoye en esa pierna. Ayúdese con una muleta. Si el pie o tobillo derecho está lesionado, use la muleta en el lado izquierdo. Si el pie o tobillo izquierdo es el que está lesionado, entonces use la muleta en el lado derecho.

• Los siguientes consejos pueden ayudarle a evitar las lesiones deportivas:

• Cuando se agache, no doble las rodillas más allá del punto medio

• No tuerza las rodillas al estirarse. Mantenga los pies planos en la superficie lo más que pueda

• Cuando brinque, doble las rodillas al aterrizar

• Los ejercicios de calentamiento son imprescindibles antes de practicar cualquier deporte

• Haga ejercicios de estiramiento antes de practicar deportes o hacer ejercicio

• No se esfuerce demasiado

• Haga ejercicios de enfriamiento después de practicar deportes o hacer ejercicio

• Use calzado de talla apropiada, que provea estabilidad y que absorba el impacto

• Use superficies que sean lo más blandas posibles para hacer ejercicio; no corra en el asfalto o el cemento

• Corra en superficies planas.

• Para adultos:

• No sea un “guerrero de fin de semana”. No trate de hacer en uno o dos días la actividad física que corresponde a una semana

• Aprenda correctamente el deporte que practica. Esto le ayudará a reducir el riesgo de lesiones por “uso excesivo”

• Use equipo protector

• Conozca los límites de su cuerpo

• Aumente el nivel de ejercicio gradualmente

• Esfuércese por hacer ejercicios para todo el cuerpo, incluyendo ejercicios cardiovasculares, de fortalecimiento y de flexibilidad.

• Para padres y entrenadores:

• Agrupe a los niños según el nivel de sus habilidades y el tamaño del cuerpo, no por la edad, especialmente cuando se trata de deportes de contacto

• Paree al niño con el deporte. No obligue al niño a jugar un deporte que no le gusta o que no esté capacitado para hacer

• Busque programas deportivos que tengan entrenadores atléticos certificados

• Asegúrese de que todos los niños reciban un examen físico antes de jugar

• No permita jugar a un niño lesionado

• Lleve al niño a ver a un médico, si es necesario

• Provea un ambiente seguro para practicar deportes.

• Para niños:

• Desarrolle una buena condición física para poder practicar deportes

• Vaya al médico para un examen físico antes de empezar a practicar deportes

• Siga las reglas del juego

• Use equipo protector, de talla apropiada y que sea adecuado para el deporte

• Aprenda a usar el equipo atlético

• No juegue cuando esté muy cansado o con dolor

• Haga siempre ejercicios de calentamiento antes de jugar

• Haga siempre ejercicios de enfriamiento después de jugar.

• Luxación de dedo

• Se suele producir cuando te golpea el balón en la punta de los dedos.

• Es muy doloroso e inmediatamente aparece la hinchazón y la poca movilidad del dedo. ¿Precauciones? Si ya se ha tenido una luxación anteriormente, lo mejor es jugar un tiempo apoyando ese dedo con otro con la ayuda de esparadrapo. Pero eso es un poco de masoquismo, si se puede reposar unas dos semanas, mejor, evitamos recaídas.

• Esguinces

• Los esguinces se producen normalmente, cuando pisamos mal y suele ser a otro jugador, en movimiento, el clásico, cayendo de un salto, etc. Vienen recogidos por grados, 1º, 2º y 3º.

• El grado 1º es el más leve. No hay rotura ni derrame, apenas hay hinchazón de la zona.

• El grado 2º es moderado. Existe algo de rotura y derrame, de ahí su hinchazón inmediata y su hematoma.

• El grado 3º es grave. Existe rotura de tejidos, vasos sanguíneos, ligamentos... Puede ser una rotura total o parcial.

• Ante un esguince nunca, repito, nunca, os atéis aún más fuerte las zapatillas. Eso es una leyenda urbana que corre por ahí. Cuando te haces un esguince, de 1º, 2º o 3º grado, lo primero que existe es una distensión de ligamentos y una posible rotura de vasos sanguíneos y pequeñas venas. Si encima, aplicamos presión a la zona, podemos agravar el esguince, por no mencionar, que la presión irregular que ejerce una bota de baloncesto no es la misma que la de un vendaje compresivo, esto es muy importante.

• Lo que sí es muy recomendable, es aplicar inmediatamente después de la torcedura, hielo. Es lo que se llama, crioterapia. No apoyar en la medida de lo posible, aplicar un vendaje compresivo y pedir cita a tu traumatólogo habitual para que te mire en seguida.

• - Hielo, No apoyar, Vendaje compresivo, Médico -

• Un esguince de 1º grado, nos puede llevar entre una semana y diez días de recuperación si se hace bien el descanso y la rehabilitación. Aplicamos hielo 3 veces al día, unos 10/15 minutos (no aplicar directamente, usar un paño) cada vez que lo hagamos, con una pomada, teniendo el pie en alto un par de días y no apoyando... En 10 días estamos trotando o jugando.

• Un esguince de 2º grado, ya es posible que quieran ponerte un yeso. Quizás lo más común, una férula. Es posible que tengamos que estar entre 15/20 días con ella, ir a rehabilitación y que se nos quede bien. Pero como siempre, hay que ser muy estricto con el programa de rehabilitación y reposo. Date un par de meses para estar de nuevo a tope. No fuerces.

• Un esguince de 3º grado, es una lesión importante. Estamos hablando ya de roturas de ligamento. Aun siendo en porcentaje, ¡ojo!, es muy importante. Seguramente te escayolen durante 30 o más días. Tendrás que hacer rehabilitación y poco a poco empezarás a andar, trotar, hasta finalmente correr y jugar... Los esguinces de 3º grado, te pueden apartar entre 3 y 5 meses de las pistas, según tu capacidad de regeneración y de cómo hagas la rehabilitación y el reposo. Esto, claro está, si no hay una rotura mayor del 80 o 90% del ligamento, si no, es posible que tengas que pasar por quirófano, que es algo, que por experiencia os digo, no es muy agradable.

• Se trata de una inflamación de tendones. De 4 tendones en concreto;

• Tendón rotuliano.

• Tendón de los cuádriceps.

• Tendón poplíteo.

• Tendón de la pata de ganso.

• La tendinitis se produce por varias razones, la más común, es la repetición de movimientos o de ejercicios que por alguna circunstancia (ausencia de masa muscular, exceso de peso, baja forma, etc.) nos irrita los tendones y los inflama, provocando dolor y malestar. También es posible que sea por una caída, movimientos bruscos, movimientos antinaturales, etc. Aunque sea menos común.

• Lo mejor es el reposo, hielo, masajear la zona con alguna pomada antiinflamatoria, pero como siempre, lo mejor de lo mejor (reposo aparte) es visitar nuestro traumatólogo.

• Existen también, antiinflamatorios como el ibuprofeno o el Robaliza estupendos para las lesiones

• Todas estas lesiones se producen por un deterioro de un modo u otro del disco intervertebral que se encuentra entre vertebra y vertebra. Son comunes estos deterioros en los discos bajos (cintura/cadera) y altos (cuello). Encontramos desde "simples" inflamaciones del disco, hasta la rotura.

• - Lumbalgia: suele ser una inflamación de la zona, un desplazamiento del disco (malas posturas, esfuerzo, muchas horas de pie o sentado en mala postura), etc., y este, presiona levemente los nervios produciendo malestar.

• - Lumbalgia mecánica: es aquella que se ha producido por unos movimientos específicos. Por ejemplo, un reponedor de supermercado, un taxista, un deportista que expone su espalda a impactos sobre el suelo por saltos (nosotros). Siempre que se lleven a cabo esos movimientos, aparece el dolor. El disco hace lo mismo que en la lumbalgia. Sólo que ahora, si no cesamos esos movimientos que nos fastidian, podemos hacerla crónica o crear una hernia.

• - Disco Patía lumbar: la disco Patía empieza a ser una lesión seria. Es el desgaste del disco. Las vértebras comienzan a rozarse y a provocar por tanto, dolor. No tiene remedio o cura. Sólo rectificar ciertos hábitos que sólo nos llevan a empeorarla.

• - Hernia de disco: el disco sufre una rotura. Es la peor lesión de las cuatro. Aquí podemos empezar ya a pensar en ciertos casos en quirófanos.

• El disco, está compuesto por dos partes. Una parte externa, de tejido cartilaginoso y una parte interna, de tejido pulposo. Cuando un disco se rompe, lo hace en su parte cartilaginosa, entonces, lo que ocurre es que la parte interna, el tejido pulposo, escapa del disco y presiona directamente sobre los nervios que recorren la columna. Presiona e incluso llega a bloquearlos. Los famosos brotes de hernia. No son más que un pinzamiento de esos nervios con el tejido pulposo.

• Recomendaciones varias, hay que definir, que lo mejor es el reposo de por vida de la actividad que haga sufrir la espalda, sin duda, pero también es un sacrificio que no todos somos capaces de hacer. Lo mejor es cambiar algunas conductas diarias y estimular ciertos músculos para que hagan de "faja natural".

• - No dormir boca abajo. Nunca. Hay que dormir boca arriba o de lado. Dormir boca abajo dirige el paso hacia abajo, con lo cual, tendemos a forzar la columna y la curvamos hacía abajo, presionando el disco y agravando la lesión.

• - No lavarse la cara justo después de levantarse. Hay que esperar unos minutos hasta que la musculatura esté apta para sujetar la espalda.

• - Cuando estemos de pie un rato, en una cola, fregando los platos, etc., no estar completamente erguidos. Reposar el peso de una pierna a otra alternando. Incluso abriendo las piernas de manera paralela para bajar el centro de gravedad.

• - Sentarse de manera correcta a comer, en el ordenador. Espalda recta, ni inclinados hacia delante ni recostados en el sillón.

• - Perder peso. A veces no nos damos cuenta, estamos 5, 10 o 25 kilos por encima de nuestro peso, y eso recae en la ya delicada columna.

• Los músculos a ejercitar son; abdominales, lumbares, cuádriceps e isquiotibiales. Una buena musculatura restará esfuerzos a nuestra cansada y lesionada espalda.

• En definitiva, calentar y estirar bien, es absolutamente fundamental, reduce riesgos innecesarios y estamos mejor preparados. Y no ser perezosos a la hora de tener que vendarse los tobillos, evita males mayores, fortaleced la zona abdominal y lumbar.

• Disfrutar del baloncesto con seguridad es el mejor consejo que puedo dar.

• La lumbalgia es una patología muy frecuente en nuestro medio, con una enorme repercusión sanitaria y socio laboral. Con la edad, se inicia una cascada degenerativa en la columna lumbar, que comienza en el disco intervertebral, continuando por las facetas articulares y demás elementos vertebrales. Esta degeneración del raquis forma parte del envejecimiento normal del individuo, aunque en ocasiones puede causar dolor y/o alteraciones neurológicas.

• Para comprender la fisiopatología del dolor lumbar, será preciso conocer que la inervación de la columna lumbar se hace fundamentalmente por tres ramos nerviosos: ramo dorsal de los nervios espinales lumbares (o rami dorsal), nervio sin vertebral de Luschka y ramos ventrales de la cadena simpática. Existen dos tipos de patrones de dolor en la columna lumbar: el dolor irradiado y el dolor referido.

• La cascada de la degeneración consta en tres estadios. El primer estadio sería la disfunción. El anillo fibroso se fisura y pierde la capacidad de contener al núcleo pulposo. Esto ocasiona primero el síndrome de disrupción discal y, si el núcleo supera el contorno del annulus, las hernias discales. El segundo estadio de Kirkaldy-Willis es el de inestabilidad. En este estadio la movilidad en el segmento móvil aumenta de forma patológica. En esta revisión describiremos los signos radiológicos asociados a esta inestabilidad. La tercera fase es la de estabilización, caracterizada por la estenosis, asociada o no a inestabilidad.

• Durante su vida, el 70-80% de los adultos tendrá algún episodio de lumbalgia y el 30-40% presentará cervicalita, tratándose en su mayoría de episodios auto limitados con evolución favorable, que se cronifican en un 10% aproximadamente.

• La patología responsable más frecuente es la mecánico degenerativa, y las estructuras anatómicas implicadas son variadas: articulaciones interapofisarias, discos intervertebrales, raíces nerviosas, articulaciones sacroilíacas, músculos y ligamentos; pero el diagnóstico específico sólo se alcanza en un 10-15% de los casos. Es importante descartar patología grave como infección, neoplasia, fractura o enfermedades sistémicas que requieran tratamientos específicos, así como alteraciones psicológicas. Se estudian los síndromes más importantes desde una perspectiva topográfica vertebral (compartimento anterior, medio y posterior), así como la estenosis de canal y la articulación sacro ilíaca. Se revisan los tratamiento conservadores, tanto los farmacológicos como los no farmacológicos y su vigencia actual a raíz de las últimas publicaciones, y se excluyen la infusión espinal, estimulación medular y la cirugía.

• Bibliografía Citas textuales

• 1. Caillet, René. Rodilla, Brazo, Hombro, Dorso, Cuello. Editorial El Manual Moderno S.A. (1979).

• 2. Cavero J., René. Patología del pie. 1ª Edición. Editorial Universitaria (1991).

• 3. Edeiken, J. Diagnóstico radiológico de las enfermedades de los huesos. 3ª Edición. Editorial Médica Panamericana (1984).

• 4. Hoppenfeld, S. Neurología Ortopédica. (1981).

• 5. Jaffe, Henry L. Metabolic, Degenerative and InflamatoryDiseases of Bone and Joints. 1ª Edición. Editorial Lea and Febiger (1975).