Lh III Tiempo Ordinario i

1805

Transcript of Lh III Tiempo Ordinario i

  • LITURGIA DE LAS HORASIII

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    2

  • OFICIO DIVINO

    TOMADO DEL TEXTOREFORMADO POR MANDATO DEL CONCILIO VATICANO IIY PROMULGADO POR SU SANTIDAD EL PAPA PABLO VI

    EDICIN TPICAAPROBADA POR LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAOLA

    Y CONFIRMADA POR LA SAGRADA CONGREGACINPARA LOS SAGRADOS RITOS Y EL CULTO DIVINO

    LITURGIA DE LAS HORASSEGN EL RITO ROMANO

    III

    TIEMPO ORDINARIOSemanas I - XVII

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    3

  • NDICE GENERAL

    CrditosCalendario: Propio del Tiempo - Propio de los santosPropio del Tiempo ordinario: Semanas I-XVII - Solemnidades del SeorOrdinario de la Liturgia de las HorasSalterio en cuatro semanasCompletasPropio de los Santos: Enero - Febrero - Marzo - Mayo - Junio - Julio - AgostoOficios comunesOficio de difuntosApndices

    PROPIO DEL TIEMPO

    ORACIONES DOMINICALES Y FERIALESLUNES DE LA I SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA I SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA I SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA I SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA I SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA I SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA II SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA II SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA II SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA II SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA II SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA II SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA III SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA III SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA III SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA III SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA III SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA III SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA IV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA IV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA IV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA IV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA IV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA IV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO V DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    4

  • SBADO DE LA V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA VI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO VIII DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA VIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA VIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA VIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA VIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA VIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA VIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO IX DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA IX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA IX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA IX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA IX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA IX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA IX SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO X DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA X SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA X SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA X SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA X SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA X SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA X SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO XI DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA XII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA XII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA XII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA XII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    5

  • VIERNES DE LA XII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA XII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA XIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA XIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA XIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA XIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA XIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA XIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA XV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA XV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA XV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA XV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA XV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA XV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIODOMINGO XVII DEL TIEMPO ORDINARIOLUNES DE LA XVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMARTES DE LA XVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOMIRCOLES DE LA XVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOJUEVES DE LA XVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOVIERNES DE LA XVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIOSBADO DE LA XVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

    SOLEMNIDADES DEL SEORDURANTE EL TIEMPO ORDINARIO

    LA SANTSIMA TRINIDADEL SANTSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTOEL SAGRADO CORAZN DE JESS

    PROPIO DE LOS SANTOS

    ENERO9 de enero, San Eulogio de Crdoba, presbtero y mrtir 10 de enero, Beata Ana de los ngeles Monteagudo, virgen Memoria (PER)

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    6

  • 13 de enero, San Hilario, obispo y doctor de la Iglesia 14 de enero, En la Archidicesis de Valencia: San Juan de Ribera, obispo Fiesta; en la

    Dicesis de Orihuela: Memoria15 de enero, SANTSIMO JESUCRISTO SEOR NUESTRO DE ESQUIPULAS.

    Propio de Guatemala: Solemnidad17 de enero, San Antonio, abad Memoria20 de enero, San Fabin, papa y mrtirSan Sebastin, mrtirSan Fructuoso, obispo y mrtir, y sus diconos, san Augurio y san Eulogio21 de enero, Santa Ins, virgen Memoria. En la Archidicesis de Valencia: Beata

    Josefa Mara de santa Ins de Benignim, virgen22 de enero, San Vicente, dicono y mrtir. En la Archidicesis de Valencia: Fiesta; en

    la ciudad de Valencia: Solemnidad24 de enero, San Francisco de Sales, obispo y doctor de la Iglesia Memoria25 de enero, LA CONVERSIN DEL APSTOL SAN PABLO Fiesta26 de enero, San Timoteo y San Tito, obispos Memoria27 de enero, Santa ngela de Mrici, virgen 28 de enero, Santo Toms de Aquino, presbtero y doctor de la Iglesia Memoria29 de enero, En la Archidicesis de Valencia: San Valero, obispo Memoria31 de enero, San Juan Bosco, presbtero Memoria

    FEBRERO2 de febrero, LA PRESENTACIN DEL SEOR Fiesta3 de febrero, San Blas, obispo y mrtir

    San scar, obispo5 de febrero, Santa gueda, virgen y mrtir Memoria6 de febrero, San Pablo Miki y compaeros, mrtires Memoria8 de febrero, San Jernimo Emiliani;

    Santa Josefina Bakhita10 de febrero, Santa Escolstica, virgen Memoria11 de febrero, Nuestra Seora de Lourdes14 de febrero, SAN CIRILO, MONJE, Y SAN METODIO, OBISPO Fiesta17 de febrero, Los siete Fundadores de la Orden de los siervos de la Virgen Mara 21 de febrero, San Pedro Damin, obispo y doctor de la Iglesia 22 de febrero, LA CTEDRA DEL APSTOL SAN PEDRO Fiesta23 de febrero, San Policarpo, obispo y mrtir Memoria

    MARZO4 de marzo, San Casimiro 7 de marzo, Santa Perpetua y santa Felicidad, mrtires Memoria8 de marzo, San Juan de Dios, religioso 9 de marzo, Santa Francisca Romana, religiosa

    MAYO 12 de mayo, San Nereo y san Aquiles, mrtiresSan Pancracio, mrtir 13 de mayo, Bienaventurada Virgen Mara de Ftima 14 de mayo, SAN MATAS, APSTOL Fiesta15 de mayo, San Isidro, labrador Memoria 17 de mayo, San Pascual Bailn, religioso. En la Archidicesis de Valencia: Memoria18 de mayo, San Juan I, papa y mrtir 19 de mayo, En la Archidicesis de Valencia: Beatos Juan de Cetina, presbtero, y

    Pedro Dueas, religioso, mrtires20 de mayo, San Bernardino de Siena, presbtero 21 de mayo, San Cristbal Magallanes, presbtero y compaeros mrtires 22 de mayo, Santa Joaquina Vedruna, religiosa

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    7

  • Santa Rita de Cassia, religiosa24 de mayo, Santa Mara, auxilio de los cristianos25 de mayo, San Beda el Venerable, presbtero y doctor de la Iglesia

    San Gregorio VII, papaSanta Mara Magdalena de Pazzi, virgenSanta Vicenta Mara Lpez Vicua, virgen

    26 de mayo, San Felipe Neri, presbtero MemoriaPropio de Ecuador y Per: SANTA MARIANA DE JESS PAREDES Fiesta

    27 de mayo, San Agustn de Cantorbery, obispo30 de mayo, San Fernando31 de mayo, LA VISITACIN DE LA VIRGEN MARA FiestaJueves despus de Pentecosts: JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE FiestaEn la Archidicesis de Valencia: Sbado anterior al II domingo de mayo: B. V. M.

    MADRE DE LOS DESAMPARADOS, patrona principal de la Ciudad y Regin Valenciana. En la ciudad de Valencia: Solemnidad y en la dicesis: Fiesta

    Sbado posterior al II domingo despus de Pentecosts: El Inmaculado Corazn de la Virgen Mara Memoria

    JUNIO1 de junio, San Justino, mrtir Memoria2 de junio, San Marcelino y san Pedro, mrtires 3 de junio, San Carlos Luanga y compaeros, mrtires Memoria 5 de junio, San Bonifacio, obispo y mrtir Memoria6 de junio, San Norberto, obispo

    San Marcelino Champaat, presbtero9 de junio, San Efrn, dicono y doctor de la Iglesia 11 de junio, San Bernab, apstol Memoria13 de junio, San Antonio de Padua, presbtero y doctor de la Iglesia Memoria15 de junio, Santa Mara Micaela del Santsimo Sacramento, virgen En la Archidicesis

    de Valencia: Memoria 19 de junio, San Romualdo, abad 21 de junio, San Luis Gonzaga, religioso Memoria22 de junio, San Paulino de Nola, obispoSan Juan Fisher, obispo, y santo Toms Moro, mrtiresDicesis de Orihuela: Beatos Ramn Esteban Bou, presbtero, y compaeros

    mrtires 24 de junio, LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA Solemnidad 26 de junio, San Pelayo, mrtirSan Josemara Escriv de Balaguer, presbtero. En la Prelatura del Opus Dei:

    Solemnidad; en la Prelatura de Caete: Fiesta27 de junio, San Cirilo de Alejandra, obispo y doctor de la Iglesia28 de junio, San Ireneo, obispo y mrtir 29 de junio, SAN PEDRO Y SAN PABLO, APSTOLES Solemnidad30 de junio, Santos Protomrtires de la Santa Iglesia Romana

    JULIO1 de julio, En la Archidicesis de Valencia: LA PRECIOSSIMA SANGRE DE N. S.

    JESUCRISTO Fiesta 2 de julio, En la Dicesis de Orihuela: DEDICACIN DE LA IGLESIA

    CONCATEDRAL. En la Iglesia Concatedral: Solemnidad. En la ciudad de Alicante: Memoria

    3 de julio, SANTO TOMS, APSTOL Fiesta4 de julio, Santa Isabel de Portugal 5 de julio, San Antonio Mara Zaccara, presbtero 6 de julio, Santa Mara Goretti, virgen y mrtir9 de julio, San Agustn Zhao Rong, presbtero, y compaeros mrtires

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    8

  • Propio de Colombia: NUESTRA SEORA DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIR, PATRONA PRINCIPAL DE COLOMBIA Solemnidad

    10 de julio, En la Archidicesis de Valencia: Beatos Carmelo Bolta, presbtero, y Francisco Pinazo, religioso, mrtires

    11 de julio, SAN BENITO, ABAD Fiesta13 de julio, San Enrique 14 de julio, San Camilo de Lelis, presbteroPropio de Per: SAN FRANCISCO SOLANO FiestaPropio de la Dicesis de Orihuela: LA DEDICACIN DE LA IGLESIA CATEDRAL. FiestaEn la Archidicesis de Valencia: Beato Gaspar de Bono, presbtero15 de julio, San Buenaventura Memoria16 de julio, Nuestra Seora del Carmen Per: Memoria17 de julio, Propio de la Dicesis de Orihuela: Santas Justa y Rufina, vrgenes y

    mrtires. En Orihuela: Fiesta20 de julio, San Apolinar, obispo y mrtirPropio de la Dicesis de Orihuela: Beatas Rita Dolores Pujalte y Francisca Aldea,

    vrgenes y mrtires21 de julio, San Lorenzo de Brindis 22 de julio, Santa Mara Magdalena Memoria23 de julio, SANTA BRGIDA, RELIGIOSA, PATRONA DE EUROPA Fiesta24 de julio, San Sarbelio Makll (o Makhluf), presbteroEn la Archidicesis de Valencia: Santos Bernardo, religioso, Mara y Gracia, mrtires

    Memoria25 de julio, SANTIAGO, APSTOL En Espaa: Solemnidad; en Per: Fiesta26 de julio, San Joaqun y santa Ana Memoria28 de julio, Propio de Per: NUESTRA SEORA DE LA PAZ Fiesta29 de julio, Santa Marta Memoria30 de julio, San Pedro Crislogo 31 de julio, San Ignacio de Loyola Memoria

    AGOSTO1 de agosto, San Alfonso Mara de Ligorio, obispo y doctor de la Iglesia Memoria2 de agosto, San Eusebio de Vercelli, obispo San Pedro Julin Eymard, presbtero 4 de agosto, San Juan Mara Vianney, presbtero Memoria5 de agosto, La Dedicacin de la baslica de Santa Mara

    OFICIOS COMUNES

    Comn de la dedicacin de una iglesiaComn de santa Mara VirgenComn de apstolesComn de mrtires:

    Para varios mrtiresPara un mrtir

    Comn de pastoresComn de doctores de la IglesiaComn de vrgenesComn de santos varonesComn de santas mujeresPara los religiososPara los que se han consagrado a una actividad caritativaPara los educadores

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    9

  • EL SALTERIO DISTRIBUIDO EN CUATRO SEMANAS

    SEMANA I: Domingo - Lunes - Martes - Mircoles - Jueves - Viernes - SbadoSEMANA II: Domingo - Lunes - Martes - Mircoles - Jueves - Viernes - SbadoSEMANA III: Domingo - Lunes - Martes - Mircoles - Jueves - Viernes - SbadoSEMANA IV: Domingo - Lunes - Martes - Mircoles - Jueves - Viernes - Sbado

    ORACIN PARA ANTES DEL DESCANSO NOCTURNO

    COMPLETAS

    DOMINGO: despus de las I Vsperas - despus de las II VsperasLUNES - MARTES - MIRCOLES - JUEVES - VIERNES

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    10

  • PROPIO DEL TIEMPO

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    11

  • LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    12

  • ORACIONES DOMINICALES Y FERIALES

    En los domingos del tiempo ordinario, en todas las Horas del Oficio del tiempo, se dice la oracin conclusiva correspondiente al propio domingo.

    En las ferias, en cambio, en el Oficio de lectura, la oracin conclusiva es la propia del domingo precedente o bien cualquiera de las siguientes:

    I

    Mustrate propicio, Seor, a los deseos y plegarias de tu pueblo; danos luz para conocer tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por nuestro Seor Jesucristo.

    II

    Dios todopoderoso, que gobiernas a un tiempo cielo y tierra, escucha paternalmente la oracin de tu pueblo y haz que los das de nuestra vida se fundamenten en tu paz. Por Jesucristo nuestro

    III

    Dios todopoderoso y eterno, aydanos a llevar una vida segn tu voluntad, para que podamos dar en abundancia frutos de buenas obras en nombre de tu Hijo predilecto. l, que vive y reina contigo. Seor.

    IV

    Seor, concdenos, amarte con todo corazn y que nuestro amor se extienda tambin a todos los hombres. Por nuestro Seor Jesucristo.

    V

    Vela, Seor con amor continuo sobre tu familia; protgela y defindela siempre, ya que slo en ti ha puesto su esperanza. Por nuestro Seor Jesucristo.

    VI

    Seor, t que te complaces en habitar en los rectos y sinceros de corazn, concdenos vivir por tu gracia de tal manera que merezcamos tenerte siempre con nosotros. Por nuestro Seor Jesucristo.

    VII

    Dios todopoderoso y eterno, concede a tu pueblo que la meditacin asidua de tu doctrina le ensee a cumplir, de palabra y de obra, lo que a ti te complace. Por nuestro Seor Jesucristo.

    VIII

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    13

  • Concdenos tu ayuda, Seor, para que el mundo progrese, segn tus designios, gocen las naciones de una paz estable y tu Iglesia se alegre de poder servirte con una entrega confiada y pacfica. Por nuestro Seor Jesucristo.

    IX

    Seor, nos acogemos confiadamente a tu providencia, que nunca se equivoca, y te suplicamos que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquellos beneficios que pueden ayudarnos para la vida presente y la futura. Por nuestro Seor Jesucristo.

    X

    Oh Dios, fuente de todo bien, escucha sin cesar nuestras splicas, y concdenos, inspirados por ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XI

    Oh Dios, fuerza de los que en ti esperan, escucha nuestras splicas y, puesto que el hombre es frgil y sin ti nada puede, concdenos la ayuda de tu gracia, para observar tus mandamientos y agradarte con nuestros deseos y acciones. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XII

    Concdenos vivir siempre, Seor, en el amor y respeto a tu santo nombre, porque jams dejas de dirigir a quienes estableces en el slido fundamento de tu amor. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XIII

    Padre de bondad, que por la gracia de la adopcin nos has hecho hijos de la luz; concdenos vivir fuera de las tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la verdad. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XIV

    Oh Dios, que por medio de la humillacin de tu Hijo levantaste a la humanidad cada, concede a tus fieles la verdadera alegra, para que quienes han sido liberados de la esclavitud del pecado alcancen tambin la felicidad eterna. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XV

    Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan extraviados para que puedan volver al buen camino, concede a todos los cristianos rechazar lo que es indigno de este nombre y cumplir cuanto en l se significa. Por nuestro Seor Jesucristo.

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    14

  • XVI

    Mustrate propicio con tus hijos, Seor, y multiplica sobre ellos los dones de tu gracia, para que, encendidos de fe, esperanza y caridad, perseveren fielmente en el cumplimiento de tu ley. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XVII

    Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte ni santo; multiplica sobre nosotros los signos de tu misericordia, para que, bajo tu gua providente, de tal modo nos sirvamos de los bienes pasajeros, que podamos adherirnos a los eternos. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XVIII

    Ven, Seor, en ayuda de tus hijos; derrama tu bondad inagotable sobre los que te suplican, y renueva y protege la obra de tus manos en favor de los que te alaban como creador y como gua. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XIX

    Dios todopoderoso y eterno, a quien podemos llamar Padre, aumenta en nuestros corazones el espritu filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XX

    Oh Dios, que has preparado bienes inefables para los que te aman, infunde el amor de tu nombre en nuestros corazones, para que, amndote en todo y sobre todas las cosas, consigamos tus promesas que superan todo deseo. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XXI

    Oh Dios, que unes los corazones de tus fieles en un mismo deseo, inspira a tu pueblo el amor a tus preceptos y esperanza en tus promesas, para que, en medio de las vicisitudes del mundo, nuestros corazones estn firmes en la verdadera alegra. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XXII

    Dios todopoderoso, de quien procede todo bien, siembra en nuestros corazones el amor de tu nombre, para que, haciendo ms religiosa nuestra vida, acrecientes el bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XXIII

    Seor, t que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, mranos siempre con amor de padre y haz que cuantos creemos en Cristo, tu

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    15

  • Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XXIV

    Oh Dios, creador y dueo de todas las cosas, mranos, y para que sintamos el efecto de tu amor, concdenos servirte de todo el corazn. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XXV

    Oh Dios, has puesto la plenitud de la ley en el amor a ti y al prjimo, concdenos cumplir tus mandamientos para llegar as a la vida eterna. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XXVI

    Oh Dios, que manifiestas especialmente tu poder con el perdn y la misericordia, derrama incesantemente sobre nosotros tu gracia, para que, deseando lo que nos prometes, consigamos los bienes del cielo. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XXVII

    Dios todopoderoso y eterno, que con amor generoso desbordas los mritos y deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia, para que libres nuestra conciencia de toda inquietud y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XXVIII

    Te pedimos, Seor, que tu gracia continuamente nos preceda y acompae, de manera que estemos dispuestos a obrar siempre el bien. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XXIX

    Dios todopoderoso y eterno, te pedimos entregarnos a ti con fidelidad y servirte con sincero corazn. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XXX

    Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y para conseguir tus promesas, concdenos amar tus preceptos. Por nuestro Seor Jesucristo o.

    XXXI

    Seor de poder y de misericordia, que has querido hacer digno y agradable por favor tuyo el servicio de tus fieles, concdenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos prometes. Por nuestro Seor Jesucristo.

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    16

  • XXXII

    Dios omnipotente y misericordioso, aparta de nosotros todos los males, para que, bien dispuesto nuestro cuerpo y nuestro espritu, podamos libremente cumplir tu voluntad. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XXXIII

    Seor, Dios nuestro, concdenos vivir siempre alegres en tu servicio, porque en servirte a ti, creador de todo bien, consiste el gozo pleno y verdadero. Por nuestro Seor Jesucristo.

    XXXIV

    Mueve, Seor, los corazones de tus hijos, para que, correspondiendo generosamente a tu gracia, reciban con mayor abundancia la ayuda de tu bondad. Por nuestro Seor Jesucristo.

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    17

  • 1SEMANA I DEL TIEMPO ORDINARIO

    Semana I del SalterioCuando la solemnidad de la Epifana del Seor se celebra el domingo que coincide con el da 7 u 8 de enero, la fiesta del Bautismo del Seor se celebra el lunes siguiente. El tiempo ordinario empieza el martes.

    LUNES I SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

    Oficio de lectura

    Lunes de la semana I del Salterio

    PRIMERA LECTURA

    Ciclo anual:

    Comienza el libro del Eclesistico 1, 1-20

    EL MISTERIO DE LA SABIDURA DIVINA

    Toda sabidura viene del Seor, y con l est por siempre. La arena de las playas, las gotas de la lluvia, los das de los siglos, quin los contar? La altura del cielo, la anchura de la tierra, la hondura del abismo, quin los rastrear? Antes que todo fue creada la sabidura; la inteligencia y la prudencia, antes de los siglos.

    La raz de la sabidura a quin se revel?; la destreza de sus obras, quin la conoci? Uno solo hay sabio, temible en extremo; est sentado en su trono.

    El Seor en persona la cre, la conoci y la midi, la derram sobre todas sus obras; la reparti entre los vivientes, segn su generosidad se la regal a los que le temen.

    El temor del Seor es gloria y honor, es gozo y corona de jbilo; el temor de Dios deleita el corazn, trae gozo y alegra y vida larga. El que teme al Seor tendr buen desenlace, el da de su muerte lo bendecirn.

    El principio de la sabidura es temer al Seor; ya en el seno se crea con el fiel. Asienta su cimiento perpetuo entre los hombres y se mantiene con su descendencia. La plenitud de la sabidura es temer al Seor, con sus frutos sacia a sus fieles; llena de tesoros toda su casa, y de sus productos las despensas.

    La corona de la sabidura el temor del Seor, sus brotes son la paz y la salud.

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    18

  • Dios hace llover la inteligencia y la prudencia, y exalta la gloria de los que la poseen. La raz de la sabidura es temer al Seor, y sus ramos son una vida larga.

    Responsorio Si 1, 6. 10. 1. 9R. La raz de la sabidura a quin se revel? El Altsimo la reparti entre los vivientes, * Se la regal a los que le temen. V. Toda la sabidura viene de Dios, el Seor en persona la cre.R. Se la regal a los que le temen.

    Ciclo bienal:

    Ao I:

    Comienza la carta del apstol san Pablo a los Romanos 1, 1-17

    SALUDO Y ACCIN DE GRACIAS

    Pablo, esclavo de Jesucristo, convocado para ser apstol y elegido para anunciar la Buena Nueva de Dios, que ya antes haba l prometido, por medio de los profetas en las sagradas Escrituras, acerca de su Hijo, nacido de la descendencia de David, sometido a la fragilidad humana, y, desde su resurreccin de entre los muertos, constituido Hijo de Dios con poder, por la accin del espritu de santidad: l, Jess, Mesas, nuestro Seor, por quien hemos recibido la gracia y el apostolado, para predicar la sumisin a la fe a todos los gentiles para gloria de su nombre, entre los cuales os contis tambin vosotros, los convocados de Jess, del Mesas: Desea la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Seor, a cuantos estis en Roma, amados de Dios, asamblea santa.

    Ante todo, doy gracias a mi Dios, por medio de Jesucristo, por todos vosotros, porque vuestra fe es celebrada en todo el mundo. Dios, a quien sirvo con toda mi alma, anunciando el mensaje evanglico de su Hijo, me es testigo de cmo sin cesar hago memoria de vosotros en todas mis oraciones, pidiendo que, por fin, alguna vez me allane el camino, para que, si sta es su voluntad, pueda ir a visitaros.

    A la verdad, tengo deseos de veros para comunicaros algn don sobrenatural para robustecimiento de vuestra fe o, mejor dicho, para alcanzar yo en vuestra compaa nuevos nimos en la profesin de nuestra comn fe.

    No quisiera, hermanos, que desconocieseis que me he propuesto muchas veces ir a visitaros hasta ahora he tropezado siempre con alguna dificultad para recoger tambin entre vosotros algn fruto, lo mismo que entre los dems gentiles. Me debo tanto a griegos como a brbaros, lo mismo a sabios que a ignorantes. De aqu mi empeo en predicar el Evangelio tambin a vosotros, los que estis en Roma.

    Pues no me avergenzo del Evangelio; es, en verdad, poder de Dios para salvacin de todo el que crea, primero de los judos y luego de los gentiles. Pues la justicia de Dios se revela en l de fe a fe, segn est escrito: El justo vivir por la fe.

    Responsorio Cf. Rom 1, 3. 4; 5, 1

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    19

  • R. Jesucristo Seor nuestro, nacido de la descendencia de David, sometido a la fragilidad humana, fue, desde su resurreccin de entre los muertos, * constituido Hijo de Dios con poder, por la accin del Espritu de santidad. V. Ya que hemos recibido la justificacin por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Seor Jesucristo.R. Constituido Hijo de Dios con poder, por la accin del Espritu de santidad.

    PRIMERA LECTURA

    Ao II:

    Comienza el libro del Gnesis 1, 1-2, 4a

    LA CREACIN DEL CIELO Y DE LA TIERRA

    En el principio cre Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusin y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.

    Dijo Dios:Haya luz, y hubo luz.Vio Dios que la luz estaba bien, y apart Dios la luz de la oscuridad; y llam

    Dios a la luz da, y a la oscuridad la llam noche. Y atardeci y amaneci: da primero.

    Dijo Dios:Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas de

    otras.E hizo Dios el firmamento; y apart las aguas de por debajo del firmamento,

    de las aguas de por encima del firmamento. Y as fue. Y llam Dios al firmamento cielos. Y atardeci y amaneci: da segundo.

    Dijo Dios:Acumlense las aguas de por debajo del firmamento en un solo conjunto, y

    djese ver lo seco; y as fue. Y llam Dios a lo seco tierra, y al conjunto de las aguas lo llam mares; y vio Dios que estaba bien.

    Dijo Dios:Produzca la tierra vegetacin: hierbas que den semillas y rboles frutales

    que den fruto, de su especie, con su semilla dentro, sobre la tierra. Y as fue. La tierra produjo vegetacin: hierbas que dan semilla, por sus especies, y rboles que dan fruto con la semilla dentro, por sus especies; y vio Dios que estaban bien. Y atardeci y amaneci: da tercero.

    Dijo Dios:Haya luceros en el firmamento celeste, para apartar el da de la noche, y

    valgan de seales para solemnidades, das y aos; y valgan de luceros en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra. Y as fue. Hizo Dios los dos luceros mayores; el lucero grande para el dominio del da, y el lucero pequeo para el dominio de la noche, y las estrellas; y los puso Dios en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra, y para dominar en el da y en la noche, y para apartar la luz de la oscuridad; y vio Dios que estaba bien. Y atardeci y amaneci: da cuarto.

    Dijo Dios:

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    20

  • Bullan las aguas de animales vivientes, y aves revoloteen sobre la tierra contra el firmamento celeste.

    Y cre Dios los grandes monstruos marinos y todo animal viviente, los que serpean, de los que bullen las aguas por sus especies, y todas las aves aladas por sus especies; y vio Dios que estaba bien; y los bendijo Dios diciendo:

    Sed fecundos y multiplicaos, y henchid las aguas en los mares, y las aves crezcan en la tierra.

    Y atardeci y amaneci: da quinto.Dijo Dios:Produzca la tierra animales vivientes de cada especie: bestias, serpientes y

    alimaas terrestres de cada especie.Y as fue. Hizo Dios las alimaas terrestres de cada especie, y las bestias de

    cada especie, y toda sierpe del suelo de cada especie: y vio Dios que estaba bien.

    Y dijo Dios:Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y

    mande en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimaas terrestres, y en todas las serpientes que serpean por la tierra.

    Cre, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le cre, macho y hembra los cre. Y los bendijo Dios, y les dijo Dios:

    Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra.

    Dijo Dios:Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda

    la tierra, as como todo rbol que lleva fruto de semilla; para vosotros ser de alimento. Y a todo animal terrestre, y a toda ave de los cielos y a toda serpiente de sobre la tierra, animada de vida, toda la hierba verde les doy de alimento.

    Y as fue. Vio Dios cuanto haba hecho, y todo estaba muy bien. Y atardeci y amaneci: da sexto.

    Concluyronse, pues, los cielos y la tierra y todo su aparato, y dio por concluida Dios en el sptimo da la labor que haba hecho, y ces en el da sptimo de toda la labor que hiciera. Y bendijo Dios el da sptimo y lo santific; porque en l ces Dios de toda la obra creadora que Dios haba hecho. Esos fueron los orgenes de los cielos y la tierra, cuando fueron creados.

    Responsorio Ap 4, 11; cf. Est 13, 10-11R. Eres digno, Seor Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, * porque t has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no exista fue creado.V. T hiciste, Seor, las cosas, el cielo y la tierra y cuantas maravillas existen bajo el cielo; t eres el Seor del universo.R. Porque t has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no exista fue creado.

    SEGUNDA LECTURA

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    21

  • De la carta de san Clemente primero, papa, a los Corintios(Caps. 59, 2-60, 4; 61, 3: Funk 1,135-141)

    EL VERBO DE DIOS, FUENTE DE SABIDURA CELESTIAL

    No cesamos de pedir y de rogar para que el Artfice de todas las cosas conserve ntegro en todo el mundo el nmero de sus elegidos, por mediacin de su amado siervo Jesucristo, por quien nos llam de las tinieblas a la luz, de la ignorancia al conocimiento de la gloria de su nombre.

    Haz que esperemos en tu nombre, t que eres el origen de todo lo creado; abre los ojos de nuestro corazn, para que te conozcamos a ti, el solo altsimo en las alturas, el santo que reposa entre los santos; que terminas con la soberbia de los insolentes, que deshaces los planes de las naciones, que ensalzas a los humildes y humillas a los soberbios, que das la pobreza y la riqueza, que das la muerte, la salvacin y la vida, el solo bienhechor de los espritus y Dios de toda carne; t que sondeas los abismos, que ves todas nuestras acciones, que eres ayuda de los que estn en peligro, que eres salvador de los desesperados, que has creado todo ser viviente y velas sobre ellos; t que multiplicas las naciones sobre la tierra y eliges de entre ellas a los que te aman por Jesucristo, tu Hijo amado, por quien nos has instruido, santificado y honrado.

    Te pedimos, Seor, que seas nuestra ayuda y defensa.Libra a aquellos de entre nosotros que se hallan en tribulacin, compadcete

    de los humildes, levanta a los cados, socorre a los necesitados, cura a los enfermos, haz volver a los miembros de tu pueblo que se han desviado; da alimento a los que padecen hambre, libertad a nuestros cautivos, fortaleza a los dbiles, consuelo a los pusilnimes; que todos los Pueblos de la tierra sepan que t eres Dios y no hay otro, y que Jesucristo es tu siervo, y que nosotros somos tu pueblo, el rebao que t guas.

    T has dado a conocer la ordenacin perenne del mundo, por medio de las fuerzas que obran en l; t, Seor, pusiste los cimientos de la tierra, t eres fiel por todas las generaciones, justo en tus juicios, admirable por tu fuerza y magnificencia, sabio en la creacin y providente en el gobierno de las cosas creadas, bueno en estos dones visibles y fiel para los que en ti confan, benigno y misericordioso; perdona nuestras iniquidades e injusticias, nuestros pecados y delitos.

    No tomes en cuenta todos los pecados de tus siervos y siervas, antes purifcanos en tu verdad y asegura nuestros pasos, para que caminemos en la piedad, la justicia y la rectitud de corazn, y hagamos lo que es bueno y aceptable ante ti y ante los que nos gobiernan.

    Ms an, Seor, ilumina tu rostro sobre nosotros, para que gocemos del bienestar en la paz, para que seamos protegidos con tu mano poderosa, y tu brazo extendido nos libre de todo pecado y de todos los que nos aborrecen sin motivo.

    Da la concordia y la paz a nosotros y a todos los habitantes del mundo, como la diste a nuestros padres, que piadosamente te invocaron con fe y con verdad. A ti, el nico que puedes concedernos estos bienes y muchos ms, te ofrecemos nuestra alabanza por Jesucristo, pontfice y abogado de nuestras

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    22

  • almas, por quien sea a ti la gloria y la majestad, ahora y por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amn.

    Responsorio Sal 76, 14-16R. Qu dios es grande como nuestro Dios? * T, oh Dios!, hiciste maravillas.V. Mostraste tu poder a los pueblos; con tu brazo rescataste a tu pueblo.R. T, oh Dios!, hiciste maravillas.

    Oracin

    Mustrate propicio, Seor, a los deseos y plegarias de tu pueblo; danos luz para conocer tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por nuestro Seor Jesucristo.

    MARTES I SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

    Oficio de lectura

    Martes de la semana I del Salterio

    PRIMERA LECTURA

    Ciclo anual:

    Del Libro del Eclesistico 11, 12-28

    CONFIAR EN DIOS SOLAMENTE

    Hay quien es pobre y vagabundo, anda falto de lo necesario, pero el Seor se fija en l para hacerle bien, y lo levanta del polvo, le hace levantar la cabeza del polvo, y muchos se asombran al verlo.

    Bien y mal, vida y muerte, pobreza y riqueza, todo viene del Seor; sabidura, prudencia y sensatez proceden del Seor, castigo y camino recto proceden del Seor. La ignorancia y la oscuridad se crearon para los criminales, y el mal acompaa a los malvados; pero el don del Seor es para el justo, y su favor asegura el xito.

    Uno se hace rico a fuerza de privaciones, y le toca esta recompensa: cuando dice: Ahora puedo descansar, ahora comer de mis pensiones, no sabe cunto pasar hasta que lo deje a otro y muera.

    Hijo mo, cumple tu deber, ocpate de l, envejece en tu tarea; no admires las acciones del perverso, espera en el Seor y aguarda su luz; porque est al alcance del Seor enriquecer en un instante al pobre. La bendicin del Seor es la suerte del justo, y a su tiempo florece su esperanza.

    No digas: He despachado mis asuntos, y ahora, qu me queda? No digas: Ya tengo bastante, qu mal me puede suceder? El da dichoso te olvidas de la desgracia, el da desgraciado te olvidas de la dicha; fcil es para Dios, a la hora de la muerte, pagar al hombre su conducta. Un mal momento, y te olvidas de los placeres; cuando llega el fin del hombre, se revela su

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    23

  • historia. Antes de que muera, no declares dichoso a nadie; en el desenlace se conoce al hombre.

    Responsorio Si 11, 19; Lc 12, 17. 18R. Cuando el rico dice: Ahora puedo descansar, ahora comer de mis pensiones, * No sabe cunto pasar hasta que lo deje a otro y muera.V. El hombre rico echa sus clculos: Derribar los graneros y construir otros ms grandes, y almacenar all todo el grano.R. No sabe cunto pasar hasta que lo deje a otro y muera.

    Ciclo bienal:

    Ao I:

    De la carta a los Romanos 1, 18-32

    LA CLERA DE DIOS CONTRA LA IMPIEDAD

    Hermanos: Desde el cielo viene revelndose la clera de Dios sobre todo gnero de impiedad e injusticia de los hombres, que en su maldad tienen cautiva la verdad; ya que son manifiestas a ellos las verdades que se pueden conocer acerca de Dios. Bien claro se las manifest l.

    As, despus de la creacin del mundo, conocemos sus atributos invisibles, aprehendidos mediante las criaturas, tales como su eterna omnipotencia y su divinidad. De manera que no tienen excusa. Y en verdad, no obstante el conocimiento que tenan de Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que acabaron en necios y ftiles razonamientos, viniendo a entenebrecerse su insensato corazn. Alardeando de sabios, se hicieron necios; y trocaron la gloria del Dios incorruptible por dolos o representaciones del hombre corruptible, de aves, de cuadrpedos y de reptiles.

    Por eso, los entreg Dios a la impureza, conforme a los depravados instintos de sus corazones; tanto que ellos mismos se afrentaron en sus propios cuerpos, por haber sustituido la verdad de Dios por la mentira de los dolos, y por haber adorado y servido a la criatura en lugar delCreador. Sea l bendito por siempre. Amn.

    Por eso, los entreg Dios a las pasiones vergonzosas. Sus mujeres cambiaron el uso natural por el uso contra naturaleza; e igualmente los varones, dejando el uso natural de la mujer, se abrasaron en mutua concupiscencia; cometieron torpezas hombres con hombres, y recibieron en sus propias personas el pago debido a su extravo.

    Y, como no se dignaron poseer el verdadero conocimiento de Dios, Dios los entreg a una mentalidad depravada, que los llev a cometer torpezas; se llenaron de toda suerte de maldad, de perversidad, de avaricia, de malicia, henchidos de envidia, homicidios, contiendas, fraudes, malignidad; chismosos, malas lenguas, aborrecedores de Dios, ultrajadores, soberbios, fanfarrones, forjadores de maldad, rebeldes a los padres, insensatos, infieles, sin amor, sin piedad; y de tal ndole, que, conociendo la sentencia divina que declara reos de muerte a quienes tales cosas hacen, no slo las hacen, sino que hasta aplauden a quienes las ponen por obra.

    Responsorio Rom 1, 20; Sb 13, 5. 1

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    24

  • V. Despus de la creacin del mundo, conocemos los atributos invisibles de Dios, aprehendidos mediante las criaturas. * Pues, por la magnitud y belleza de las criaturas, se descubre por analoga al que les dio el ser.R. Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a Dios.V. Pues, por la magnitud y belleza de las criaturas, se descubre por analoga al que les dio el ser.

    PRIMERA LECTURA

    Ao II:

    Del libro del Gnesis 2, 4b-25

    LA CREACIN DEL HOMBRE EN EL PARASO

    El da en que hizo el Seor Dios la tierra y los cielos, no haba an en la tierra arbusto alguno del campo, y ninguna hierba del campo haba germinado todava, pues el Seor Dios no haba hecho llover sobre la tierra, ni haba hombre que labrara el suelo. Pero un manantial brotaba de la tierra, y regaba toda la superficie del suelo. Entonces el Seor Dios form al hombre con polvo del suelo, e insufl en sus narices aliento de vida, y result el hombre un ser viviente.

    Luego plant el Seor Dios un jardn en Edn, al oriente, donde coloc al hombre que haba formado. El Seor Dios hizo brotar del suelo toda clase de rboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardn, el rbol de la vida y el rbol de la ciencia del bien y del mal.

    De Edn sala un ro que regaba el jardn, y desde all se reparta en cuatro brazos. El uno se llama Pisn: es el que rodea todo el pas de Javil, donde hay oro. El oro de aquel pas es fino. All se encuentra el bedelio y el nice. El segundo ro se llama Guijn: es el que rodea el pas de Kus. El tercer ro se llama Tigris: es el que corre al oriente de Asur. Y el cuarto ro es el ufrates.

    Tom, pues, el Seor Dios al hombre y le dej en al jardn de Edn, para que lo labrase y cuidase. Y Dios impuso al hombre este mandamiento:

    De cualquier rbol del jardn puedes comer, mas del rbol de la ciencia del bien y del mal no comers, porque el da que comieres de l, morirs sin remedio.

    Dijo luego el Seor Dios:No es bueno que el hombre est solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.Y el Seor Dios form del suelo todos los animales del campo y todas las

    aves del cielo y los llev ante el hombre para ver cmo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera. El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo, mas para el hombre no encontr una ayuda adecuada.

    Entonces el Seor Dios hizo caer un profundo sueo sobre el hombre, el cual se durmi. Y le quit una de las costillas, rellenando el vaco con carne. De la costilla que el Seor Dios haba tomado del hombre form una mujer y la llev ante el hombre. Entonces ste exclam:

    Esta vez s que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta ser llamada mujer, porque del varn ha sido tomada.

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    25

  • Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne. Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro.

    ResponsorioV. El primer hombre, Adn, se convirti en ser vivo; el ltimo Adn, en espritu que da vida. * El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo es del cielo.R. Nosotros, que somos imagen del hombre terreno, seremos tambin imagen del hombre celestial.V. El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo es del cielo.

    SEGUNDA LECTURA

    De la Regla monstica mayor de san Basilio Magno; obispo(Respuesta 2,1: PG 31, 908-910)

    TENEMOS DEPOSITADA EN NOSOTROS UNA FUERZA QUE NOS CAPACITA PARA AMAR

    El amor de Dios no es algo que pueda aprenderse con unas normas y preceptos. As como nadie nos ha enseado a gozar de la luz, a amar la vida, a querer a nuestros padres y educadores, as tambin, y con mayor razn, el amor de Dios no es algo que pueda ensearse, sino que desde que empieza a existir este ser vivo que llamamos hombre es depositada en l una fuerza espiritual, a manera de semilla, que encierra en s misma la facultad y la tendencia al amor. Esta fuerza seminal es cultivada diligentemente y nutrida sabiamente en la escuela de los divinos preceptos y as, con la ayuda de Dios, llega a su perfeccin.

    Por esto, nosotros, dndonos cuenta de vuestro deseo por llegar a esta perfeccin, con la ayuda de Dios y de vuestras oraciones, nos esforzaremos, en la medida en que nos lo permita la luz del Espritu Santo, por avivar la chispa del amor divino escondida en vuestro interior.

    Digamos, en primer lugar, que Dios nos ha dado previamente la fuerza necesaria para cumplir todos los mandamientos que l nos ha impuesto, de manera que no hemos de apenarnos como si se nos exigiese algo extraordinario, ni hemos de enorgullecernos como si devolvisemos a cambio ms de lo que se nos ha dado. Si usamos recta y adecuadamente de estas energas que se nos han otorgado, entonces llevaremos con amor una vida llena de virtudes; en cambio, si no las usamos debidamente, habremos viciado su finalidad.

    En esto consiste precisamente el pecado, en el uso desviado y contrario a la voluntad de Dios de las facultades que l nos ha dado para practicar el bien; por el contrario, la virtud, que es lo que Dios pide de nosotros, consiste en usar de esas facultades con recta conciencia, de acuerdo con los designios del Seor.

    Siendo esto as, lo mismo podemos afirmar de la caridad. Habiendo recibido el mandato de amar a Dios, tenemos depositada en nosotros, desde nuestro origen, una fuerza que nos capacita para amar; y ello no necesita demostrarse con argumentos exteriores, ya que cada cual puede comprobarlo por s mismo

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    26

  • y en s mismo. En efecto, un impulso natural nos inclina a lo bueno y a lo bello, aunque no todos coinciden siempre en lo que es bello y bueno; y, aunque nadie nos lo ha enseado, amamos a todos los que de algn modo estn vinculados muy de cerca a nosotros, y rodeamos de benevolencia, por inclinacin espontnea, a aquellos que nos complacen y nos hacen el bien.

    Y ahora yo pregunto, qu hay ms admirable que la belleza de Dios? Puede pensarse en algo ms dulce y agradable que la magnificencia divina? Puede existir un deseo ms fuerte e impetuoso que el que Dios infunde en el alma limpia de todo pecado y que dice con sincero afecto: Desfallezco de amor? El resplandor de la belleza divina es algo absolutamente inefable e inenarrable.

    Responsorio Sal 17, 2-3R. Yo te amo, Seor; t eres mi fortaleza; * Seor, mi roca, mi alczar, mi libertador.V. Dios mo, mi escudo y pea en que me amparo.R. Seor, mi roca, mi alczar, mi libertador.

    Oracin

    Mustrate propicio, Seor, a los deseos y plegarias de tu pueblo; danos luz para conocer tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por nuestro Seor Jesucristo.

    MIRCOLES I SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

    Oficio de lectura

    Mircoles de la semana I del Salterio

    PRIMERA LECTURA

    Ciclo anual:

    Del libro del Eclesistico 24, 1b-23

    LA SABIDURA EN LA CREACIN Y EN LA HISTORIA DE ISRAEL

    La sabidura se alaba a s misma, se glora en medio de su pueblo, abre la boca en la asamblea del Altsimo, y se glora delante de sus Potestades. En medio de su pueblo ser ensalzada, y admirada en la congregacin plena de los santos; recibir alabanzas de la muchedumbre de los escogidos y ser bendita entre los benditos, diciendo:

    Yo sal de la boca del Altsimo, como primognita de todas las criaturas. Yo hice amanecer en el cielo una luz sin ocaso y como niebla cubr la tierra; habit en el cielo con mi trono sobre columnas y nubes; yo sola rode el arco del cielo, y pase por la hondura del abismo; reg las olas del mar y los continentes y todos los pueblos y naciones; subyugu con mi valor los

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    27

  • corazones de poderosos y humildes. Por todas partes busqu descanso y una heredad donde habitar.

    Entonces el Creador del universo me orden, el Creador estableci mi morada: Habita en Jacob, pon en Israel tu heredad.

    Desde el principio, antes de los siglos, me cre, y no cesar jams. En la santa morada, en su presencia, ofrec culto, y en Sin me establec; en la ciudad escogida me hizo descansar, en Jerusaln reside mi poder.

    Ech races entre en un pueblo glorioso, en la porcin del Seor, en su heredad, y resido en la congregacin plena de los santos.

    Crec como cedro del Lbano y como ciprs del monte Hermn, crec como palmera de Engad y como rosal de Jeric, como olivo hermoso en la pradera y como pltano junto al agua. Perfum como cinamomo y espliego y di aroma como mirra exquisita, como incienso y mbar y blsamo, como perfume de incienso en el santuario.

    Como terebinto extend mis ramas, un ramaje bello y frondoso; como vid hermosa reto: mis flores y frutos son bellos y abundantes. Yo soy la madre del amor puro, del temor, del conocimiento y de la esperanza santa. En m est toda gracia de camino y de verdad, en m toda esperanza de vida y de virtud

    Venid a m, los que me amis, y saciaos de mis frutos; mi nombre es ms dulce que la miel, y mi herencia, mejor que los panal. El que me come tendr ms hambre, el que me bebe tendr ms sed; el que me escucha no fracasar, el que me pone en prctica no pecar; el que me honra poseer la vida eterna.

    Todo esto es el libro de la alianza del Altsimo, la ley que nos di Moiss como herencia para la comunidad de Jacob.

    Responsorio Jn 14, 6; Si 24, 9R. Yo soy el camino, la verdad y la vida. * Nadie va al Padre sino por m.V. Desde el principio, antes de los siglos, me cre, y no cesar jams.R. Nadie va al Padre sino por m.

    Ciclo bienal:

    Ao I:

    De la carta a los Romanos 2, 1-16

    EL JUSTO JUICIO DE DIOS

    No tienes ninguna excusa, t, hombre, quienquiera que seas, que te haces el juez: en aquello mismo en que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque haces eso mismo que condenas. Por otra parte, sabemos que el juicio de Dios es segn verdad contra los que cometen tales pecados. Y t, que condenas a quienes tal hacen y, con todo, lo haces t mismo, piensas escapar del juicio de Dios? O es que desprecias las riquezas de su bondad, de su paciencia y de su longanimidad, no reconociendo que esta bondad de Dios quiere llevarte al arrepentimiento?

    Por tu obstinacin y por la impenitencia de tu corazn, vas almacenando clera divina para el da de la ira y de la revelacin del justo juicio de Dios. l dar a cada uno segn sus obras: vida eterna a cuantos, perseverando en el

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    28

  • bien obrar, buscan la gloria, el honor y la inmortalidad; pero ira e indignacin a los contumaces que se rebelan contra la verdad y se someten al mal. Tribulacin y angustia para cuantos obran la maldad, primero para el judo, luego para el gentil; pero gloria, honor y paz para todos cuantos obran el bien, primero para el judo, y luego para el gentil. En Dios no hay acepcin de personas.

    Todos los que pecaron sin conocer la ley perecern sin la ley; y cuantos pecaron con conocimiento de la ley sern juzgados por la ley. Porque no los que escuchan la explicacin de la ley son justos ante Dios; sino que sern justificados aquellos que la pongan en prctica. Y as es. Los gentiles, que no tienen ley, cuando, guiados por la razn, cumplen los preceptos de la ley, ellos mismos, sin tenerla, son ley para s: ellos mismos demuestran la realidad de la ley escrita en sus corazones, cuando su conciencia les da testimonio de ello, y cuando sus dictmenes van proponiendo censuras o hasta mutuos elogios.

    Todo esto lo veremos el da en que Dios por medio de Jesucristo, conforme a mi mensaje evanglico, juzgue las acciones ocultas de los hombres.

    Responsorio Rm 2, 4-5; Sir 16, 13. 15R. Es que desprecias t, hombre, las riquezas de la bondad de Dios, de su paciencia y de su longanimidad, no reconociendo que esta bondad de Dios quiere llevarte al arrepentimiento? Por tu obstinacin y por la impenitencia de tu corazn, * vas almacenando clera divina para el da del justo juicio de Dios.V. Tan grande como su compasin es su escarmiento; cada uno recibir segn sus obras.R. Vas almacenando clera divina para el da del justo juicio de Dios.

    Ao II:

    Del libro del Gnesis 3, 1-24

    EL PRIMER PECADO

    La serpiente era el ms astuto de todos los animales del campo que el Seor Dios haba hecho. Y dijo a la mujer:

    Cmo es que Dios os ha dicho: No comis de ninguno de los rboles del jardn?

    Respondi la mujer a la serpiente:Podemos comer del fruto de los rboles del jardn. Mas del fruto del rbol

    que est en medio del jardn, ha dicho Dios: No comis de l, ni lo toquis, so pena de muerte.

    Replic la serpiente a la mujer:De ninguna manera moriris. Es que Dios sabe muy bien que el da en que

    comiereis de l, se os abrirn los ojos y seris como dioses, conocedores del bien y del mal.

    Y como viese la mujer que el rbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabidura, tom de su fruto y comi, y dio tambin a su marido, que igualmente comi. Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceidores.

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    29

  • Oyeron luego el ruido de los pasos del Seor Dios que se paseaba por el jardn a la hora de la brisa, y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista del Seor Dios por entre los rboles del jardn. El Seor Dios llam al hombre y le dijo:

    Dnde ests?Este contest:Te o andar por el jardn y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me

    escond.El replic:Quin te ha hecho ver que estabas desnudo? Has comido acaso del rbol

    del que te prohib comer?Dijo el hombre:La mujer que me diste por compaera me dio del rbol y com.Dijo, pues, el Seor Dios a la mujer:Por qu lo has hecho?Y contest la mujer:La serpiente me sedujo, y com.Entonces el Seor Dios dijo a la serpiente:Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los

    animales del campo. Sobre tu vientre caminars, y polvo comers todos los das de tu vida. Enemistad pondr entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: l te pisar la cabeza mientras acechas t su calcaar.

    A la mujer le dijo:Tantas har tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con dolor parirs los

    hijos. Hacia tu marido ir tu apetencia, y l te dominar.Al hombre le dijo:Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del rbol del que yo te

    haba prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacars de l el alimento todos los das de tu vida. Espinas y abrojos te producir, y comers la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comers el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de l fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornars.

    El hombre llam a su mujer Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes.

    El Seor Dios hizo para el hombre y su mujer tnicas de piel y los visti. Y dijo el Seor Dios:

    He aqu que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal! Ahora, pues, cuidado, no alargue su mano y tome tambin del rbol de la vida y comiendo de l viva para siempre.

    Y le ech el Seor Dios del jardn de Edn, para que labrase el suelo de donde haba sido tomado. Y habiendo expulsado al hombre, puso delante del jardn de Edn querubines, y la llama de espada vibrante, para guardar el camino del rbol de la vida.

    Responsorio Rm 5, 12. 20. 21R. Por un solo hombre entr el pecado en el mundo y, por el pecado, la muerte. * Donde abund el pecado sobreabund la gracia.V. As como rein el pecado produciendo la muerte, as tambin reine la gracia dndonos vida eterna.

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    30

  • R. Donde abund el pecado sobreabund la gracia.

    SEGUNDA LECTURA

    Del tratado de san Ireneo, obispo, contra las herejas(Libro 4, 6, 3. 5. 6. 7: SC 100, 442. 446. 448-454)

    EL PADRE ES CONOCIDO POR LA MANIFESTACIN DEL HIJO

    Nadie puede conocer al Padre sin el Verbo de Dios, esto es, si no se lo revela el Hijo, ni conocer al Hijo sin el beneplcito del Padre. El Hijo es quien cumple este beneplcito del Padre; el Padre, en efecto, enva, mientras que el Hijo es enviado y viene. Y el Padre, aunque invisible e inconmensurable por lo que a nosotros respecta, es conocido por su Verbo, y, aunque inexplicable, el mismo Verbo nos lo ha expresado. Recprocamente, slo el Padre conoce a su Verbo; as nos lo ha enseado el Seor. Y, por esto, el Hijo nos revela el conocimiento del Padre por la manifestacin de s mismo, ya que el Padre es conocido por la manifestacin del Hijo: todo es manifestado por obra del Verbo.

    Para esto el Padre revel al Hijo, para darse a conocer a todos a travs de l, y para que todos los que creyesen en l mereciesen ser recibidos en la incorrupcin y en el lugar del eterno consuelo (porque creer en l es hacer su voluntad).

    Ya por el mismo hecho de la creacin, el Verbo revela a Dios creador; por el hecho de la existencia del mundo, al Seor que lo ha fabricado; por la materia modelada; al Artfice que la ha modelado y, a travs del Hijo, al Padre que lo ha engendrado. Sobre esto hablan todos de manera semejante, pero no todos creen de manera semejante. Tambin el Verbo se anunciaba a s mismo y al Padre a travs de la ley y de los profetas; y todo el pueblo lo oy de manera semejante, pero no todos creyeron de manera semejante. Y el Padre se mostr a s mismo, hecho visible y palpable en la persona del Verbo, aunque no todos creyeron por igual en l; sin embargo, todos vieron al Padre en la persona del Hijo, pues la realidad invisible que vean en el Hijo era el Padre, y la realidad visible en la que vean al Padre era el Hijo.

    El Hijo, pues, cumpliendo la voluntad del Padre, lleva a perfeccin todas las cosas desde el principio hasta el fin y sin l nadie puede conocer a Dios. El conocimiento del Padre es el Hijo, y el conocimiento del Hijo est en poder del Padre y nos lo comunica por el Hijo. En este sentido deca el Seor: Nadie conoce al Hijo ms que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Las palabras se lo quiera revelar no tienen slo un sentido futuro, como si el Verbo hubiese empezado a manifestar al Padre al nacer de Mara, sino que tienen un sentido general que se aplica a todo tiempo. En efecto, el Padre es revelado por el Hijo, presente ya desde el comienzo en la creacin, a quienes quiere el Padre, cuando quiere y como quiere el Padre. Y, por esto, en todas las cosas y a travs de todas las cosas, hay un solo Dios Padre, un solo Verbo, el Hijo, y un solo Espritu, como hay tambin una sola salvacin para todos los que creen en l.

    Responsorio Jn 1, 18; Mt 11, 27R. Nadie ha visto jams a Dios; * el Hijo unignito, que est en el seno del Padre, es quien nos lo ha dado a conocer.

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    31

  • V. Nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar.R. El Hijo unignito, que est en el seno del Padre, es quien nos lo ha dado a conocer.

    Oracin

    Mustrate propicio, Seor, a los deseos y plegarias de tu pueblo; danos luz para conocer tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por nuestro Seor Jesucristo.

    JUEVES I SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

    Oficio de lectura

    Jueves de la semana I del Salterio

    PRIMERA LECTURA

    Ciclo anual:

    Del libro del Eclesistico 42, 15 43, 12

    LA GLORIA DE DIOS EN LA CREACIN

    Voy a recordar las obras de Dios y a contar lo que he visto: por la palabra de Dios son creadas, y de su voluntad reciben su tarea.

    El sol sale mostrndose a todos, la gloria del Seor se refleja en todas sus obras. Aun los santos de Dios no bastaron para contar las maravillas del Seor. Dios fortaleci sus ejrcitos, para que estn firmen en presencia de su gloria.

    Sondea el abismo y el corazn, penetra todas sus tramas, declara el pasado y el futuro y revela los misterios escondidos. No se le oculta ningn pensamiento ni se le escapa palabra alguna.

    Ha establecido el poder de su sabidura, es el nico desde la eternidad; no puede crecer ni menguar ni le hace falta un maestro. Qu amables son todas sus obras!; y eso que no vemos ms que una chispa.

    Todas viven y duran eternamente, y obedecen en todas sus funciones. Todas difieren unas de otras, y no ha hecho ninguna intil. Una excede a otra en belleza: quin se saciar de contemplar su hermosura?

    El firmamento puro es orgullo del cielo, y la bveda celeste, qu glorioso espectculo!

    El sol, cuando sale derramando calor, qu obra maravillosa del Seor!; a medioda abrasa la tierra, quin puede resistir su ardor? Un horno encendido calienta al fundidor, un rayo de sol abrasa los montes, una lengua del astro calcina la tierra habitada, y su brillo ciega los ojos. Qu grande el Seor que lo hizo!; sus rdenes espolean a sus campeones.

    Tambin brilla la luna en fases y ciclos y rige los tiempos como signo perpetuo, determina las fiestas y las fechas y se complace menguando en su

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    32

  • rbita, de mes a mes se renueva; qu maravilloso cambiar! Seal militar, instrumento celeste que atraviesa el firmamento con su brillo.

    Las estrellas adornan la belleza del cielo, y su luz resplandece en la altura divina; a una orden de Dios ocupan su puesto y no se cansan de hacer la guardia.

    Mira el arco iris y bendice a su creador: qu esplendor majestuoso!Abarca el horizonte con su esplendor cuando lo tensa la mano poderosa de

    Dios.

    Responsorio Ap 4, 11; Est 4, 17d. 17cR. Eres digno, Seor, Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, * Porque t has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no exista fue creado.V. T creaste todas las cosas, el cielo y la tierra y todas las maravillas que hay bajo el cielo, y eres Seor de todo.R. Porque t has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no exista fue creado.

    Ciclo bienal:

    Ao I:

    De la carta a los Romanos 2, 17-29

    LA DESOBEDIENCIA DE ISRAEL

    T, que presumes de tu nombre de judo, que descansas seguro en la ley, que pones tu gloria y confianza en Dios, que conoces su voluntad, e, instruido constantemente en la ley, sabes apreciar y escoger lo que ms importa; t, que crees ser gua de ciegos, luz de los que viven en las tinieblas, preceptor de ignorantes, maestro de menores de edad; t, que tienes en la ley la encarnacin de la ciencia y de la veracidad de Dios; t, en suma, que instruyes a otros, cmo no te instruyes a ti mismo?

    T, que predicas que no hay que robar, robas? Dices que no hay que cometer adulterio, y lo cometes? Abominas de los dolos, y te llevas las riquezas sagradas de sus templos? T, que pones tu gloria y confianza en la ley, deshonras a Dios con tus transgresiones de la ley; porque por vuestra culpa profieren los gentiles blasfemias contra el nombre de Dios, como dice la Escritura.

    Cierto que la circuncisin te vale, si practicas la ley; pero, si la quebrantas, tu circuncisin es como si no fuese. Por otra parte, no considerar Dios como circunciso al pagano que guarda los preceptos de la ley? Y ms: los que sin estar corporalmente circuncidados cumplan la ley a la perfeccin te condenarn a ti, que, con toda tu letra de la ley y tu circuncisin, quebrantas la ley.

    No aquel que lo es al exterior es verdadero judo; ni la que aparece fuera en la carne es verdadera circuncisin. El verdadero judo es aquel que lo es en su interior; y la verdadera circuncisin es la del corazn, la que es segn el espritu, no segn la letra de la ley. El verdadero judo es el que merece alabanzas no de los hombres, sino de Dios.

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    33

  • Responsorio Rom 2, 28. 29R. La verdadera circuncisin es la del corazn, la que es segn el espritu, no segn la letra de la ley. * Y merece alabanzas no de los hombres, sino de Dios.V. El verdadero judo es aquel que lo es en su interior.R. Y merece alabanzas no de los hombres, sino de Dios.

    Ao II:

    Del libro del Gnesis 4, 1-24

    CONSECUENCIAS DEL PECADO

    Conoci el hombre a Eva, su mujer, la cual concibi y dio a luz a Can, y dijo:He adquirido un varn con el favor del Seor.Volvi a dar a luz, y tuvo a Abel su hermano. Fue Abel pastor de ovejas y

    Can labrador. Pas algn tiempo, y Can hizo al Seor una oblacin de los frutos del suelo. Tambin Abel hizo una oblacin de los primognitos de su rebao, y de la grasa de los mismos, el Seor mir propicio a Abel y su oblacin, mas no mir propicio a Can y su oblacin, por lo cual se irrit Can en gran manera y se abati su rostro. El Seor dijo a Can:

    Por qu andas irritado, y por qu se ha abatido tu rostro? No es cierto que si obras bien podrs alzarlo? Mas, si no obras bien, a la puerta est el pecado acechando como fiera que te codicia, y a quien tienes que dominar.

    Can, dijo a su hermano Abel:Vamos afuera.Y cuando estaban en el campo, se lanz Can contra su hermano Abel y lo

    mat. El Seor dijo a Can:Dnde est tu hermano Abel?Contest:No s. Soy yo acaso el guarda de mi hermano?Replic el Seor:Qu has hecho? Se oye la sangre de tu hermano clamar a m desde el

    suelo. Pues bien: maldito seas, lejos de este suelo que abri su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Aunque labres el suelo, no te dar ms su fruto. Vagabundo y errante sers en la tierra.

    Entonces dijo Can al Seor:Mi culpa es demasiado grande para soportarla. Es decir que hoy me echas

    de este suelo y he de esconderme de tu presencia, convertido en vagabundo errante por la tierra, y cualquiera que me encuentre me matar.

    Respondi el Seor:Al contrario, quienquiera que matare a Can, lo pagar siete veces.Y el Seor puso una seal a Can para que nadie que le encontrase le

    atacara. Can sali de la presencia del Seor, y se estableci en el pas de Nod, al oriente de Edn. Conoci Can a su mujer, la cual concibi y dio a luz a Henoc. Estaba construyendo una ciudad, y la llam Henoc, como el nombre de su hijo. A Henoc le naci Irad, e Irad engendr a Mejuyael, Mejuyael engendr a Metusael, y Metusael engendr a Lmek.

    Lmek tom dos mujeres: la primera llamada Ad, y la segunda Sill. Ad dio a luz a Yabal, el cual vino a ser padre de los que habitan en tiendas y cran

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    34

  • ganado. El nombre de su hermano era Yubal, padre de cuantos tocan la ctara y la flauta. Sill por su parte engendr a Tbal Can, padre de todos los forjadores de cobre y hierro. Hermano de Tbal Can fue Naam.

    Y dijo Lmek a sus mujeres:Ad y Sill, od mi voz; mujeres de Lmek, escuchad mi palabra: Yo mat a

    un hombre por una herida que me hizo y a un muchacho por un cardenal que recib. Can ser vengado siete veces, mas Lmek lo ser setenta y siete.

    Responsorio 1 Jn 3, 12; Sb 10, 3R. Can, siendo del maligno, mat a su hermano; * porque sus obras eran malas, y las de su hermano eran buenas.V. Se apart de la sabidura el criminal iracundo, y su saa fratricida le acarre la ruina.R. Porque sus obras eran malas, y las de su hermano eran buenas.

    SEGUNDA LECTURA

    Del sermn de san Atanasio, obispo, contra los gentiles(Nms. 40-42: PG 25, 79-83)

    EL VERBO DEL PADRE EMBELLECE, ORDENA Y CONTIENE TODAS LAS COSAS

    El Padre de Cristo, santsimo e inmensamente superior a todo lo creado, como ptimo gobernante, con su propia sabidura y su propio Verbo, Cristo, nuestro Seor y salvador, lo gobierna, dispone y ejecuta siempre todo de modo conveniente, segn a l le parece adecuado. Nadie, ciertamente, negar el orden que observamos en la creacin y en su desarrollo, ya que es Dios quien as lo ha querido. Pues, si el mundo y todo lo creado se movieran al azar y sin orden, no habra motivo alguno para creer en lo que hemos dicho. Mas si, por el contrario, el mundo ha sido creado y embellecido con orden, sabidura y conocimiento, hay que admitir necesariamente que su creador y embellecedor no es otro que el Verbo de Dios.

    Me refiero al Verbo que por naturaleza es Dios, que procede del Dios bueno, del Dios de todas las cosas, vivo y eficiente; al Verbo que es distinto de todas las cosas creadas, y que es el Verbo propio y nico del Padre bueno; al Verbo cuya providencia ilumina todo el mundo presente, por l creado. l, que es el Verbo bueno del Padre bueno, dispuso con orden todas las cosas, uniendo armnicamente lo que era entre s contrario. l, el Dios nico y unignito, cuya bondad esencial y personal procede de la bondad fontal del Padre, embellece, ordena y contiene todas las cosas.

    Aquel, por tanto, que por su Verbo eterno lo hizo todo y dio el ser a las cosas creadas no quiso que se movieran y actuaran por s mismas, no fuera a ser que volvieran a la nada, sino que, por su bondad, gobierna y sustenta toda la naturaleza por su Verbo, el cual es tambin Dios, para que, iluminada con el gobierno, providencia y direccin del Verbo, permanezca firme y estable, en cuanto que participa de la verdadera existencia del Verbo del Padre y es secundada por l en su existencia, ya que cesara en la misma si no fuera conservada por el Verbo, el cual es imagen de Dios invisible, primognito de toda criatura; por l y en l se mantiene todo, lo visible y lo invisible, y l es la

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    35

  • cabeza de la Iglesia, como nos lo ensean los ministros de la verdad en las sagradas Escrituras.

    Este Verbo del Padre, omnipotente y santsimo; lo penetra todo y despliega en todas partes su virtualidad, iluminando as lo visible y lo invisible; mantiene l unidas en s mismo todas las cosas y a todas las incluye en s, de tal manera, que nada queda privado de la influencia de su accin, sino que a todas las cosas y a travs de ellas, a cada una en particular y a todas en general, es l quien les otorga y conserva la vida.

    Responsorio Cf. Pr 8, 22-30R. El Seor me estableci al principio, cuando no haba hecho an la tierra, antes de que asentara los abismos e hiciera brotar los manantiales de las aguas. * Todava no estaban cimentados los montes ni formadas las colinas cuando el Seor me engendr.V. Cuando colocaba los cielos, yo estaba junto a l como arquitecto.R. Todava no estaban cimentados los montes ni formadas las colinas cuando el Seor me engendr.

    Oracin

    Mustrate propicio, Seor, a los deseos y plegarias de tu pueblo; danos luz para conocer tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por nuestro Seor Jesucristo.

    VIERNES I SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

    Oficio de lectura

    Viernes de la semana I del Salterio

    PRIMERA LECTURA

    Ciclo anual:

    Del libro del Eclesistico 43, 13-33

    LA GLORIA DE DIOS EN LA CREACIN

    El poder de Dios traza el relmpago y acelera los rayos justicieros; crea para un fin un depsito y hace volar la nube como un buitre. Su poder condensa las nubes y desmenuza las piedras de granizo. La voz de su trueno estremece la tierra y, al verlo, tiemblan las montaas.

    Cuando l quiere, el brego sopla, la tormenta del norte, el cicln y el huracn. Sacude la nieve como bandada de pjaros y, al bajar, se posa como langosta; su belleza blanca deslumbra los ojos y, cuando cae, se extasa el corazn; derrama escarcha como sal, sus cristales brillan como zafiros.

    Hace soplar el glido cierzo, y su fro cuaja el estanque, hiela todos los depsitos y reviste el aljibe con una coraza; quema la hierba del monte como

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    36

  • la sequa y los brotes de la dehesa como una llama; pero el destilar del roco lo cura todo y fecunda enseguila la tierra reseca.

    Su sabidura domea el ocano y planta islas en el mar; los navegantes describen su extensin y, al orlos, nos asombramos; en l hay criaturas extraas y toda especie de monstruos marinos. Por l tiene xito su mensajero, y su palabra ejecuta su voluntad.

    Aunque siguiramos, no acabaramos; la ltima palabra: l lo es todo. Encarezcamos su grandeza impenetrable, l es ms grande que todas sus obras, el Seor es temible en extremo, y son admirables sus palabras.

    Los que ensalzis al Seor, levantad la voz, esforzaos cuanto podis, que an queda ms; los que alabis al Seor, redoblad las fuerzas, y no os cansis, porque no acabaris.

    Quin lo ha visto, que pueda describirlo?, quin lo alabar como l es? Quedan cosas ms grandes escondidas, slo un poco hemos visto de sus obras. Todo lo ha hecho el Seor, y a sus fieles les da sabidura.

    Responsorio Cf. Si 43, 27. 28R. Ensalzando a Dios, aunque muchos digamos, nunca acabaremos. * La ltima palabra: l lo es todo.V. Encarezcamos su grandeza impenetrable, l es ms grande que todas sus obras.R. La ltima palabra: l lo es todo.

    Ciclo bienal:

    Ao I:

    De la carta a los Romanos 3, 1-20

    TODOS LOS HOMBRES SE ENCUENTRAN BAJO EL DOMINIO DEL PECADO

    Hermanos: Cules son entonces las ventajas del judo, o qu utilidad le reporta la circuncisin? Muchas, bajo todos los conceptos. Ante todo, a ellos fueron confiados los orculos divinos.

    Pero, qu decir si algunos de ellos no los han llegado a creer? Que su infidelidad va a anular la fidelidad de Dios? De ninguna manera. Tengamos bien entendido que Dios es veraz y que, por el contrario, todo hombre es falaz. Como dice la Escritura: Para que seas proclamado justo en todas tus palabras y salgas vencedor, si a juicio te convocan.

    Entonces, si nuestra iniquidad hace resaltar efectivamente la justicia de Dios, qu diremos? Qu Dios es injusto al descargar su clera? (Digo segn nuestro modo de hablar.) De ninguna manera. Si as fuese, cmo iba Dios a condenar al mundo? Y, si la veracidad de Dios obtiene ms gloria por mi falsedad, por qu me tienen todava por pecador? Y por qu entonces no ensear (como se nos calumnia y como dicen algunos que enseamos) aquello de: Hagamos el mal para que venga el bien? Para stos es, segn toda justicia, su condenacin.

    En definitiva, nosotros, judos, tenemos alguna ventaja? No. Ya dejamos antes probado que tanto judos como gentiles se encuentran todos bajo el

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    37

  • dominio del pecado. As lo dice la Escritura: No hay justos, ni siquiera hay uno solo; no hay un sensato, no hay quien busque a Dios. Todos se han extraviado, todos se han corrompido; no hay quien practique el bien; no hay siquiera uno solo. Son sus gargantas cual sepulcro abierto; falsedades maquinan con sus lenguas; veneno de spid hay entre sus labios, rebosando sus bocas maldicin y amargor. Son veloces sus pies para derramar sangre. Ruina y miseria brotan a su paso. No dieron con la senda de la paz, ni ante sus ojos hay temor de Dios.

    Ahora bien, sabemos que todo cuanto dice la Escritura lo dice para los que viven sometidos a la ley; de modo que todos tienen que callar y todo el mundo tiene que reconocerse reo ante Dios. Porque, por las obras de la ley, no alcanzar ningn hombre la justificacin ante Dios. La ley no trae otra cosa que el conocimiento del pecado.

    Responsorio Sal 52, 3-4; Rm 3, 23. 10R. Dios observa desde el cielo a los hijos de Adn, para ver si hay alguno sensato que busque a Dios. * Todos se extravan igualmente obstinados, no hay uno que obre bien, ni uno solo.V. Todos pecaron y se hallan privados de la gloria de Dios; as lo dice la Escritura: No hay justos, ni siquiera hay uno solo.R. Todos se extravan igualmente obstinados, no hay uno que obre bien, ni uno solo.

    Ao II:

    Del libro del Gnesis 6, 5-22; 7, 17-24

    CASTIGO DE DIOS CON EL DILUVIO

    Viendo el Seor que la maldad del hombre cunda en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazn eran puro mal de continuo, le pes al Seor de haber hecho al hombre en la tierra, y se indign en su corazn. Y dijo el Seor:

    Voy a exterminar de sobre la haz del suelo al hombre que he creado, -desde el hombre hasta los ganados, las serpientes, y hasta las aves del cielo- porque me pesa haberlos hecho.

    Pero No hall gracia a los ojos del Seor.Esta es la historia de No: No fue el varn ms justo y cabal de su tiempo.

    No andaba con Dios. No engendr tres hijos: Sem, Cam y Jafet.La tierra estaba corrompida en la presencia de Dios: la tierra se llen de

    violencias. Dios mir a la tierra, y he aqu que estaba viciada, porque toda carne tena una conducta viciosa sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a No:

    He decidido acabar con toda carne, porque la tierra est llena de violencias por culpa de ellos. Por eso, he aqu que voy a exterminarlos de la tierra. Hazte un arca de maderas resinosas. Haces el arca de caizo y la calafateas por dentro y por fuera con betn. As es como la hars: longitud del arca, trescientos codos; su anchura, cincuenta codos; y su altura, treinta codos. Haces al arca una cubierta y a un codo la rematars por encima, pones la puerta del arca en su costado, y haces un primer piso, un segundo y un tercero. Por mi parte, voy a traer el diluvio, las aguas sobre la tierra, para

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    38

  • exterminar toda carne que tiene hlito de vida bajo el cielo: todo cuanto existe en la tierra perecer.

    Pero contigo establecer mi alianza: Entrars en el arca t y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo. Y de todo ser viviente, de toda carne, meters en el arca una pareja para que sobrevivan contigo. Sern macho y hembra. De cada especie de aves, de cada especie de ganados, de cada especie de sierpes del suelo entrarn contigo sendas parejas para sobrevivir. T mismo procrate toda suerte de vveres y hazte acopio para que os sirvan de comida a ti y a ellos.

    As lo hizo No y ejecut todo lo que le haba mandado Dios. El diluvio dur cuarenta das sobre la tierra. Crecieron las aguas y levantaron el arca que se alz de encima de la tierra. Subi el nivel de las aguas y crecieron mucho sobre la tierra, mientras el arca flotaba sobre la superficie de las aguas. Subi el nivel de las aguas mucho, muchsimo sobre la tierra, y quedaron cubiertos los montes ms altos que hay debajo del cielo. Quince codos por encima subi el nivel de las aguas quedando cubiertos los montes.

    Pereci toda carne: lo que repta por la tierra, junto con aves, ganados, animales y todo lo que pulula sobre la tierra, y toda la humanidad. Todo cuanto respira hlito vital, todo cuanto existe en tierra firme, muri. El Seor extermin todo ser que haba sobre la haz del suelo, desde el hombre hasta los ganados, hasta las serpientes y hasta las aves del cielo: todos fueron exterminados de la tierra, quedando slo No y los que con l estaban en el arca.

    Las aguas inundaron la tierra por espacio de ciento cincuenta das.

    Responsorio 2 Pe 2, 9; Mt 24, 37. 38. 39R. El Seor sabe liberar de la prueba a los hombres justos y reserva a los malvados para castigarlos en el da del juicio. * Lo mismo que sucedi en los tiempos de No suceder cuando venga el Hijo del hombre.V. Coman y beban, y, cuando menos lo sospechaban, sobrevino el diluvio que aneg a todos.R. Lo mismo que sucedi en los tiempos de No suceder cuando venga el Hijo del hombre.

    SEGUNDA LECTURA

    Del sermn de san Atanasio, obispo, contra los gentiles(Nms. 42-43: PG 25, 83-87)

    TODO, POR EL VERBO, COMPONE UNA ARMONA VERDADERAMENTE DIVINA

    Ninguna cosa de las que existen o son hechas empez a ser sino en l y por l, como nos ensea el evangelista telogo, cuando dice: En el principio ya exista la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada.

    As como el msico, con la lira bien templada, ejecuta una armona, combinando con los recursos del arte los sonidos graves con los agudos y los intermedios, as tambin la Sabidura de Dios, teniendo en sus manos el universo como una lira, une las cosas de la atmsfera con las de la tierra, y las del cielo con las de la atmsfera, y las asocia todas unas con otras,

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    39

  • gobernndolas con su voluntad y beneplcito. De este modo, produce un mundo unificado, hermosa y armoniosamente ordenado, sin que por ello el Verbo de Dios deje de permanecer inmutable junto al Padre, mientras pone en movimiento todas las cosas, segn le place al Padre, con la invariabilidad de su naturaleza. Todo, en definitiva, vive y se mantiene, por donacin suya, segn su propio ser y, por l, compone una armona admirable y verdaderamente divina.

    Tratemos de explicar esta verdad tan profunda por medio de una imagen: pongamos el ejemplo de un coro numeroso. En un coro compuesto de variedad de personas, de nios, mujeres, hombres maduros y adolescentes, cada uno, bajo la batuta del director, canta segn su naturaleza y sus facultades: el hombre con voz de hombre, el nio con voz de nio, la mujer con voz de mujer, el adolescente con voz de adolescente, y, sin embargo, de todo el conjunto resulta una armona. Otro ejemplo: nuestra alma pone simultneamente en movimiento todos nuestros sentidos, cada uno segn su actividad especfica, y as, en presencia de algn estmulo exterior, todos a la vez se ponen en movimiento: el ojo ve, el odo oye, la mano toca, el olfato huele, el gusto gusta, y tambin sucede con frecuencia que actan los dems miembros corporales, por ejemplo, los pies se ponen a andar. De manera semejante acontece en la creacin en general. Ciertamente, los ejemplos aducidos no alcanzan a dar una idea adecuada de la realidad, y por esto es necesaria una ms profunda comprensin de la verdad que quieren ilustrar.

    Es decir, que todas las cosas son gobernadas a un solo mandato del Verbo de Dios, de manera que, ejerciendo cada ser su propia actividad, del conjunto resulta un orden perfecto.

    Responsorio Tb 12, 6. 18. 20R. Bendecid a Dios y proclamad ante todos los vivientes los beneficios que os ha hecho, * pues l os ha mostrado su misericordia.V. A l debis bendecir y cantar todos los das, y narrar todas sus maravillas.R. Pues l os ha mostrado su misericordia.

    Oracin

    Mustrate propicio, Seor, a los deseos y plegarias de tu pueblo; danos luz para conocer tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por nuestro Seor Jesucristo.

    SBADO I SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

    Oficio de lectura

    Sbado de la semana I del Salterio

    PRIMERA LECTURA

    Ciclo anual:

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    40

  • Del libro del Eclesistico 44, 1-2. 16 45

    ELOGIO DE LOS ANTEPASADOS: DESDE HENOC A MOISS

    Hagamos el elogio de los hombres de bien, de la serie de nuestros antepasados: grande gloria les reparti el Altsimo, los engrandeci desde tiempos antiguos.

    Henoc camin con el Seor, ejemplo de religin para todas las edades.El justo No fue un hombre ntegro, al tiempo de la destruccin l fue el

    renovador; por l qued vivo un resto, y por su alianza ces el diluvio; con seal perpetua se sancion su pacto de no destruir otra vez a los vivientes.

    Abraham fue padre de un pueblo numeroso, en su gloria no cabe la mancha, porque guard la ley del Altsimo y pact una alianza con l, en su carne sell el pacto, y en la prueba se mostr fiel; por eso, Dios le jur bendecir en su descendencia a las naciones, multiplicarlo com o la arena de las playas, y a su prole, como a las estrellas del cielo; darle en herencia de mar a mar, desde el Gran Ro hasta el extremo del orbe.

    A Isaac le asegur descendencia, por causa de Abraham, su padre; le dio la alianza de sus antepasados, y la bendicin baj sobre Israel, a quien confirm la bendicin y le dio la herencia, seal las fronteras de las tribus, repartiendo lotes a las doce. De l naci un hombre amado por todos: Moiss.

    Amado de Dios y de los hombres, bendita es la memoria de Moiss: le dio gloria como de un dios, le hizo poderoso entre los grandes; a su palabra, se precipitaban los signos, lo mostr poderoso ante el rey, lo mand a su pueblo y le mostr su gloria; por su fidelidad y humildad, lo escogi entre todos los hombres, le hizo escuchar su voz y lo introdujo en la nube espesa; puso en su mano los mandamientos, ley de vida y de inteligencia, para que ensease los preceptos a Jacob, sus leyes y decretos a Israel.

    Responsorio Dt 6, 3; 7, 9; 6, 5R. Escucha, Israel, y pon por obra lo que el Seor te manda. * As sabrs que l es el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor con los que lo aman.V. Amars al Seor, tu Dios, con todo el corazn, con toda el alma, con todas las fuerzas.R. As sabrs que l es el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor con los que lo aman.

    Ciclo bienal:

    Ao I:

    De la carta a los Romanos 3, 21-31

    JUSTICIA DE DIOS POR LA FE

    Pero ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, atestiguada por la ley y los profetas, justicia de Dios por la fe en Jesucristo, para todos los que creen -pues no hay diferencia alguna; todos pecaron y estn privados de la gloria de Dios- y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redencin realizada en Cristo Jess, a quien exhibi

    LITURGIA DE LAS HORAS TOMO III: TIEMPO ORDINARIO SEMANAS I - XVII

    41

  • Dios como instrumento de propiciacin por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, habiendo pasado por alto los pecados cometidos anteriormente, en el tiempo de la paciencia de Dios; en orden a mostrar su justicia en el tiempo presente, para ser l justo y justificador del que cree en Jess. Dnde est, entonces, el derecho a gloriarse? Queda eliminado! Por qu ley? Por la de las obras? No. Por la ley de la fe. Porque pensamos que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley. Acaso Dios lo es nicamente de los judos y no tambin de los gentiles? S, por cierto!, tambin de los gentiles; porque no hay ms que un solo Dios, que justificar a los circuncisos en virtud de la fe y a los incircuncisos por medio de la fe. Entonces por la fe privamos a la ley de su valor? De ningn modo! Ms bien, la consolidamos.

    Responsorio Rm 3, 24-25; 5, 10R. Somos justificados gratuitamente, mediante la gracia de Cristo, en virtud de la redencin realizada en l, * a quien Dios ha propuesto como instrumento de propiciacin, mediante la fe en su sangre.V. Siendo an enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo.R. A quien Dios ha propuesto como instrumento de propiciacin, mediante la fe en su sangre.

    Ao II:

    Del libro del Gnesis 8, 1-22

    FINAL DEL DILUVIO

    Dios se acord de No y de todos los animales y de los ganados que con l estaban en el arca. Dios hizo pasar un viento sobre la tierra y las aguas decrecieron. Se cerraron las fuentes del abismo y las compuertas del cielo, y ces la lluvia del cielo. Poco a poco retrocedieron las aguas de sobre la tierra. Al cabo de ciento cincuenta das, las aguas haban menguado, y en el mes sptimo, el da diecisiete del mes, var el arca sobre los montes de Ararat. Las aguas siguieron menguando paulatinamente hasta el mes dcimo, y el da primero del dcimo mes asomaron las cumbres de los montes.

    Al cabo de cuarenta das, abri No la ventana que haba hecho en el arca, y solt al cuervo, el cual estuvo saliendo y retornando hasta que se secaron las aguas sobre la tierra. Despus solt a la paloma, para ver si haban menguado ya las aguas de la superficie terrestre. La paloma, no hallando donde posar el pie, torn donde l, al arca, porque an haba agua sobre la superficie de la tierra; y alargando l su mano, la asi y la meti consigo en el arca. An esper otros siete das y volvi a soltar la paloma fuera del arca. La paloma vino al atardecer, y he aqu que traa en el pico un ramo verde de olivo, por donde conoci No que haban disminuido las aguas de encima de la tierra.

    An esper otros siete das y solt la paloma, que ya no volvi donde l.El ao seiscientos uno de la vida de No, el da primero del primer mes, se

    secaron las aguas de encima de la tierra. No retir la cubierta del arca, mir y he aqu que estaba seca la