Libro complementario 15/09/2012

10

Click here to load reader

Transcript of Libro complementario 15/09/2012

Page 1: Libro complementario 15/09/2012

© Recursos Escuela Sabática

Cartas a los Tesalonicenses

Capítulo 11

Promesas a los perseguidos (2 Tesalonicenses 1:1-12)

na sencilla llamada telefónica podría haber aclarado muchos pro-blemas que afrontaban las iglesias de Pablo, pero, por supuesto, no había teléfonos entonces, de modo que los creyentes tenían que

rastrear a Pablo y enviarle, por mano, una carta con sus preguntas. Luego, Pablo dictaría una respuesta y la enviaría, por mano, a la iglesia. El proceso podría llevar meses; meses durante los cuales las falsas doctrinas y los ma-los entendidos tendrían tiempo de desarrollarse y esparcirse.

Esto parece haber sucedido en Tesalónica. En el tiempo que le llevó a Pablo reunir la información y escribir la respuesta que conocemos como 1 Tesalonicenses, surgieron nuevos problemas en la iglesia. Además, malas comprensiones y malas aplicaciones de lo que Pablo escribió en la primera carta pudieron haber complicado estas situaciones. Segunda Tesalonicenses es el intento de Pablo por corregir la situación. 1

En el primer capítulo de 2 Tesalonicenses, Pablo otra vez espera el re-sultado de su obra en favor de esa iglesia. En la segunda venida, los cre-yentes serán rescatados de sus perseguidores por la intervención es-pectacular de Dios en Cristo. Segunda Tesalonicenses 1 proporciona in-formación adicional acerca de la naturaleza de los eventos que rodean el re-torno de Cristo.

2 Tesalonicenses 1:1, 2 1 Pablo y Silvano y Timoteo a la iglesia de los tesalonicenses en Dios nuestro Padre y

U

Page 2: Libro complementario 15/09/2012

© Recursos Escuela Sabática

el Señor Jesucristo. 2 Gracia a ustedes y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Pablo tenía cierta manera habitual de expresar cosas, incluyendo el esti-

lo con el que saludaba a la gente en sus cartas. El comienzo de 2 Tesa-lonicenses es casi idéntico al inicio de 1 Tesalonicenses. En el mundo de hoy, podríamos sospechar que Pablo estaba utilizando una macro de su computadora, que comenzaría cada carta con la misma introducción básica. Sin embargo, encontramos una diferencia entre 1 y 2 Tesalonicenses; dife-rencia que todos los manuscritos griegos han preservado. Pablo cambia la introducción de “en Dios el Padre” (1 Tesalonicenses 1:1) a “en Dios nuestro Padre” (2 Tesalonicenses 1:1; la cursiva fue añadida). Este cambio añade un toque de relación. Hay personas que se sienten cercanas a Jesús, no obstante, tienen miedo de Dios el Padre. Pablo asegura a los tesaloni-censes que pueden tener tanta confianza en su relación con el Padre como la tienen con el Hijo. Jesús vino a esta tierra con el objetivo de mostrarnos cómo es el Padre. Ese punto se refuerza en el prólogo del cuarto Evangelio (Juan 1:1-18).

2 Tesalonicenses 1:3-10 3 Estamos obligados a dar gracias a Dios siempre por ustedes, hermanos, como es correcto, porque la fe de ustedes crece abundantemente, y el amor de cada uno de ustedes el uno por el otro está aumentando, 4 de modo que nosotros mismos nos jactamos acerca de ustedes entre las iglesias de Dios por causa de la paciencia de ustedes y la fe en todas las persecuciones de ustedes y en las aflicciones que están soportando, 5 la evidencia de los justos juicios de Dios, de modo que puedan ser hechos dignos

Page 3: Libro complementario 15/09/2012

© Recursos Escuela Sabática

del reino de Dios, por el cual están sufriendo, 6 siendo que es en realidad justo en la mente de Dios devolver con aflicción a quienes los afligen a ustedes, 7 y dar descanso a ustedes que están afligidos junto con nosotros, en la revelación del Señor Jesús del cielo con sus ángeles poderosos 8 en fuego llameante, dirigiendo venganza hacia quienes no conocen a Dios y que no obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, 9 quien paga la penalidad de la eterna destrucción, aparte del rostro de Dios y de la gloria de su poder, 10 en el día cuando venga para ser glorificado en todos sus santos, y para ser maravillado en todos los que creen, porque nuestro testimonio fue creído por ustedes.

Este es un texto denso, que debemos considerar. Yo lo hubiese dividido

en secciones menores, pero el pasaje completo de ocho versículos es una sola frase en griego. En varias versiones castellanas, la traducción no refle-ja esa situación. Aunque la oración, globalmente, se concentra principal-mente en los eventos que rodean la segunda venida de Jesús, la oración principal de la sentencia es: “Estamos obligados a dar gracias a Dios siem-pre por ustedes” (versículo 3). Los comentarios de Pablo sobre el regreso de Jesús (versículos 6-10) forman parte de la razón por la que él da gracias a Dios por ellos.

Ahora que han observado el fluir de toda la sentencia, con todas sus cláusulas subordinadas (he tratado de retener el sabor de la gramática grie-ga), repitamos los primeros dos versículos de esta sección (2 Tesalonicen-ses 1:3, 4) para que podamos concentrarnos más directamente en los deta-lles del texto.

Page 4: Libro complementario 15/09/2012

© Recursos Escuela Sabática

2 Tesalonicenses 1:3, 4 3 Estamos obligados a dar gracias a Dios siempre por ustedes, hermanos, como es correcto, porque la fe de ustedes crece abundantemente, y el amor de cada uno de ustedes el uno por el otro está aumentando, 4 de modo que nosotros mismos nos jactamos acerca de ustedes entre las iglesias de Dios porque la paciencia de ustedes y la fe en todas las persecuciones de ustedes y en las aflicciones que están soportando.

Una vez más, estamos en el ámbito de la oración; lugar que Pablo pare-

ce visitar con frecuencia, en estas cartas. El apóstol se siente obligado a dar gracias a Dios por los tesalonicenses, por dos razones. Primera, porque la fe de ellos está “súper creciendo” (una de las muchas palabras compuestas con “súper”). Hubo un tiempo en que Pablo se preocupó por la fe de ellos (1 Tesalonicenses 3:1-10), pero ya no es así: su fe estaba “creciendo abun-dantemente”. Pablo agradece a Dios porque el amor mutuo de los tesaloni-censes también se incrementa. En el griego original, ambos verbos (está creciendo y está aumentando) figuran en tiempo presente. Esto significa que los tesalonicenses estaban creciendo en forma consistente y continua en la fe, y abundando en amor. Esta clase de crecimiento es básico para cualquier iglesia saludable. Las plantas que no crecen morirán; lo mismo sucederá con las iglesias que no crecen espiritualmente.

Pablo apoya, o afirma, a los creyentes tesalonicenses, en parte, porque siguen sufriendo persecución; se jacta de la paciencia de ellos en la aflic-ción. Ellos han llegado a ser modelos del compromiso cristiano bajo fuego, ya sea porque su persecución fue más severa que la de la mayoría, o porque la forma en que respondieron a aquella fue singular entre las iglesias con las que Pablo trabajaba (ver 1 Tesalonicenses 1:6, 7).

Mi propia experiencia me enseñó que el desarrollo del carácter ocurre mejor en una atmósfera de gracia y de aceptación. Crecí en un buen hogar adventista, pero tendía a hacer lo correcto por temor al castigo de Dios, en

Page 5: Libro complementario 15/09/2012

© Recursos Escuela Sabática

vez de hacerlo por un claro sentido de que Dios me amaba y me aceptaba. No importa cuánto me esforzara, parecía cometer los mismos errores vez tras vez. Pero, cuando comencé a creer realmente en que Dios me aceptaba, comencé a experimentar un crecimiento espiritual espontáneo.

Al contemplar somos cambiados. Si pensamos que Dios es severo y vengador, tenderemos a llegar a ser severos y vengadores nosotros mismos. Pero, si creemos que Dios está lleno de gracia y de aceptación, tenderemos a asumir esas dos características. Cuando miramos a Jesús, no es difícil vis-lumbrar cuál es el retrato más exacto.

2 Tesalonicenses 1:5, 6 5 la evidencia de los justos juicios de Dios, de modo que puedan ser contados por dignos del reino de Dios, por el cual están ustedes sufriendo, 6 siendo que en realidad es justo en la mente de Dios recompensar con aflicción a los que los están afligiendo,

La palabra “evidencia”, al comienzo del versículo 5, significa la prueba,

o la indicación clara, de algo. Se refiere a algo en el versículo 4, pero ¿a qué? ¿Es la jactancia del apóstol la evidencia del “justo juicio de Dios”? ¿O es la paciencia y la fe de la iglesia? O, tal vez, ¿la clase de persecución que estaban soportando? La frase que figura más próxima a la palabra “eviden-cia”, normalmente, sería aquella a la que esta se refiere. Pero ¿qué prueba la persecución de los cristianos acerca del justo juicio de Dios? La eviden-cia acerca de la que Pablo escribe no es ciertamente una evidencia del jui-cio de Dios contra su pueblo. Por el contrario, señala al juicio futuro, en el cual el pueblo de Dios es vindicado y los que los persiguen recibirán lo que hicieron a los demás. (Veremos eso más adelante, en este capítulo.)

Hay un mensaje para nosotros aquí. El juicio de Dios pondrá las cosas en orden. Los que persiguen al pueblo de Dios un día afrontarán la justicia del Señor, y los que experimentaron injusticias hoy, por causa de su fe, pueden esperar el juicio de Dios con confianza. Cuando eso ocurra, será evidente que fueron el objeto del favor de Dios todo el tiempo.

El Nuevo Testamento anima a los creyentes a mostrar gracia, mise-ricordia y perdón hacia otros. Pero, cuando esas acciones chocan con mal-diciones, golpes y confinamiento, es animador pensar que la injusticia no

Page 6: Libro complementario 15/09/2012

© Recursos Escuela Sabática

durará para siempre. De modo que Pablo invita a los santos de Dios a ser pacientes (2 Tesalonicenses 1:3, 4; ver también Apocalipsis 14:12). Su pa-ciencia y su fe mientras soportan pruebas no solo hacen la vida más sopor-table, sino también revelan que Dios los ha elegido. En consecuencia, el su-frimiento por la fe personal puede ser una razón de regocijo (1 Tesaloni-censes 1:6, 7). Es una evidencia de la vida real, que demostrará de qué lado estaremos cuando venga Jesús.

En el versículo 5, el justo juicio de Dios se comprueba en su aprobación de los tesalonicenses. En el versículo 6, se advierte en la condenación y la destrucción de sus perseguidores. En ambos casos, el juicio es el resultado, en el tiempo del fin, de la conducta presente.

2 Tesalonicenses 1:7-9 7 y dar descanso a ustedes que están afligidos junto con nosotros, en la revelación del Señor Jesús del cielo con sus ángeles poderosos 8 en fuego llameante, dirigiendo venganza hacia quienes no conocen a Dios y que no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo, 9 quien paga la penalidad de la eterna destrucción, lejos del rostro del Señor y de la gloria de su poder.

En el mundo actual, muchas personas están incómodas con el lenguaje

de este texto. Sienten que un Dios de amor, de gracia y de misericordia no tendría nada que ver con “pagar” (versículo 6), venganza, castigo y la apli-cación de sufrimiento. Creen que hablar de violencia aumenta la violencia. ¿Cómo hemos de considerar estos pasajes? ¿Es Dios vengativo? Primero, debemos leer pasajes como este, en 2 Tesalonicenses, recordando el con-texto más amplio de la Biblia: específicamente, su mensaje de que Dios ama a todas las personas y que no quiere que ninguno muera.

Segundo, mientras los pensamientos de quienes escribieron la Biblia fueron inspirados por el Espíritu Santo, fueron los escritores humanos quienes escogieron las palabras que usaron. Elena de White señaló este he-

Page 7: Libro complementario 15/09/2012

© Recursos Escuela Sabática

cho: “La Biblia está escrita por hombres inspirados, pero no es la forma del pensamiento y de la expresión de Dios. Dios no está representado como es-critor. Con frecuencia los hombres mencionan que cierta expresión no pa-rece de Dios. Pero Dios no se ha puesto a sí mismo a prueba, en la Biblia, por medio de palabras, de lógica, de retórica. Los escritores de la Palabra eran los escribientes de Dios, no su pluma”. 2 Hasta cierto punto, entonces, el lenguaje violento de la Biblia puede explicarse como una adaptación a la necesidad humana.

Tercero, debemos tomar en cuenta el hecho de que las metáforas se usan libremente en la Biblia, y los hombres que escribieron la Biblia las eligie-ron para la comunicación con la gente que vivía en ciertos tiempos y luga-res.

Cuarto, cualquier buen gobierno, en el mundo actual, debe, en algún momento, ejercer violencia para limitar el mal. La violencia del gobierno no siempre es gráfica y sangrienta, por supuesto. Puede involucrar, mera-mente, la clase de limitación que se ejerce cuando un policía hace detenerse a una persona que va a exceso de velocidad, o cuando un agente del go-bierno audita los impuestos de los ciudadanos.

¿Considera usted a eso violencia? ¿A cuánta velocidad manejaría su vehículo, si no hubiese patrulleros? ¿Cuánto pagaría usted al Gobierno, si los impuestos fueran voluntarios? ¿Cuán ansiosos están los presos de per-manecer en la cárcel? Los buenos gobiernos proporcionan límites, que se necesitan a fin de que podamos vivir juntos en paz.

Cuando tratamos con un Adolfo Hitler o un Saddam Hussein, la violen-cia llega a ser necesariamente más brutal. El mal nunca se rinde volunta-riamente. Y, cuanto más grande el poder y la brutalidad del mal, mayor es la fuerza necesaria para deshacerlo. Las imágenes de este pasaje no son bo-nitas, pero nos aseguran que Dios hará todo lo necesario para terminar con la violencia y la opresión (ver Apocalipsis 16:4-7). Aunque la violencia de Dios es necesaria, está supervisada y limitada por Jesús, el misericordioso Salvador. Jesús comprende el costo del sufrimiento porque él lo experi-mentó. Podemos confiar en él, que ejercerá la justicia divina sin ir a los ex-tremos. Los malvados sufrirán, pero ni una gota más de lo necesario.

Sin embargo, la meta de Pablo, en este pasaje, no era gozarse en la ven-ganza, sino animar a los abusados y los oprimidos. El día de justicia viene, así que no necesitamos tomar la justicia en manos propias. Un Dios justo, que mide la justicia con cuidado, juzgará a nuestro favor. El núcleo de este juicio está realmente del otro lado de 1 Tesalonicenses 4. Ese pasaje expre-sa que la segunda venida permitirá que los tesalonicenses estén “con el Se-ñor”. Esto indica que la segunda venida echará a quienes persiguen a los

Page 8: Libro complementario 15/09/2012

© Recursos Escuela Sabática

tesalonicenses lejos del rostro del Señor, no porque él los odia sino porque el mal en sus caracteres los hace incapaces de soportar la gloriosa presencia de Dios.

2 Tesalonicenses 1:10 10 en el día cuando él venga para ser glorificado en todos sus santos, y para ser maravillado en todos los que creen, porque nuestro testi-

monio fue creído por ustedes. Segunda Tesalonicenses 1:3 al 10, la sentencia completa, proporciona

varios detalles importantes acerca de la segunda venida de Jesús. Cuando él retorne, “afligirá a los que afligían” y dará descanso a los afligidos (ver versículos 6, 7). Descenderá del cielo en compañía de ángeles poderosos (versículo 7). Vendrá con fuego flameante y ejecutará justicia en aquellos que han rechazado a Dios y al evangelio de Jesucristo (versículo 8). Los malvados serán destruidos a su venida (8, 9), y los justos traerán gloria a Cristo (versículo 10). He puesto el versículo 10 por separado, porque en él Pablo hace una transición del juicio de los malvados a la experiencia de los justos.

Algunos miembros de la iglesia en Tesalónica habían adoptado la idea de que el Día del Señor ya había venido (ver 2 Tesalonicenses 2:1-3 y el próximo capítulo de este libro). Pablo escribió estas líneas iniciales con ellos en mente. Estaba diciendo que la idea de que el Día del Señor ya es-taba en el pasado no se adecuaba a la evidencia. Era como si Pablo dijera: ¿Ha sido Dios plenamente glorificado en la tierra? (Definitivamente, no). ¿Han sido ya destruidos los malvados con fuego? (No; todavía están persi-guiendo a los creyentes.) Lo vivido del informe de Pablo respecto de la se-gunda venida era una prueba positiva de que el fin no había llegado toda-vía.

2 Tesalonicenses 1:11, 12 11 Con este fin en vista oramos siempre por ustedes, para que nuestro Dios pueda hacerlos dignos de su vocación, y que pueda llenarlos cada intención de bondad (de ustedes)

Page 9: Libro complementario 15/09/2012

© Recursos Escuela Sabática

y obra de fe con poder, 12 de modo que el nombre de nuestro Señor Jesús pueda ser glorificado en todos ustedes, y ustedes en él, de acuerdo con la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.

El versículo 11 deja en claro que el carácter importa; después de todo, el

carácter es lo único que llevaremos con nosotros a la eternidad. 3 Pablo ora porque Dios haga que cada tesalonicense sea digno de participar en el día cuando Jesús regrese. Pablo sabe de sus buenas intenciones y su fe activa, y ora para que Dios supla todo lo que ellos no pueden hacer; que él les dará lo que necesiten a fin de que lleguen a ser lo que él quiere que sean. Como en 1 Tesalonicenses 5:24, este no es un llamado para que los tesalonicenses dediquen esfuerzos extra, sino un llamado a que se pongan continuamente en las manos de Dios, de modo que pueda moldearlos y dar forma a sus ca-racteres. Después de todo, el carácter está constituido por pequeñas deci-siones tomadas cada día. Cuando elegimos poner a nuestros caracteres y a nosotros mismos en las manos de Dios momento tras momento, él hará lo necesario a fin de hacernos dignos de glorificarlo cuando regrese. Este cre-cimiento del carácter nunca es la base de nuestra salvación; más bien, es el fruto de una relación salvadora con Jesucristo.

En el versículo 12, Pablo pasa fácilmente de Dios a Jesús, usando los dos términos en forma indistinta. Aunque las cartas a los Tesalonicenses figuran entre los primeros escritos del Nuevo Testamento, es claro que el concepto de Pablo del monoteísmo -su creencia de que hay solo un Dios- incluye a Jesús. El Hijo no es un dios secundario o una deidad menor; es plenamente igual al Padre. Esta enseñanza es muy importante para noso-tros. Cuanto más grande es Jesús, más poderosa es su salvación; y más cla-ro el cuadro de Dios que recibimos al contemplar la vida, la muerte y la re-surrección de Jesús. Si Jesús está plenamente incluido en el concepto judío de Dios, entonces es la revelación más clara de cómo es Dios, en una forma que los humanos pudieran ver, manejar y comenzar a comprender.

La fe mostrada por un granjero adventista reveló que él comprendió las implicaciones de lo que está escrito en este capítulo. Un viernes, justo antes de que comenzara la cosecha, se extendió la noticia de que una enorme manga de langostas se dirigía hacia la región donde él vivía. Los granjeros

Page 10: Libro complementario 15/09/2012

© Recursos Escuela Sabática

vecinos se apuraron a trabajar todo el viernes de noche y todo el sábado, para cosechar sus campos antes de que llegaran las langostas.

Pero el granjero adventista se preparó para el sábado, como siempre. Sus vecinos trataron de convencerlo de que trabajara durante “su” sábado solo esta vez. Se preocuparon por él, y no querían ver cómo él y su familia resultarían dañados. Pero, el granjero adventista estaba decidido: obedece-ría el Mandamiento y dejaría su granja en las manos de Dios.

El domingo de mañana, el granjero adventista se despertó y miró por la ventana, para ver lo que había sucedido. Desafortunadamente, mientras to-dos los demás granjeros habían salvado sus cosechas, la de él había desapa-recido completamente: las langostas la habían devorado totalmente.

Esa mañana, los otros granjeros fueron a la casa del adventista, en ca-mino a su iglesia. “¿Qué sucedió?” le preguntaron. “¿Por qué Dios no pro-tegió tu cosecha, cuando fuiste tan fiel a lo que creías?”

La respuesta del granjero fue corta, y en armonía con 2 Tesalonicenses 1: “Dios no siempre arregla las cuentas finales en octubre”. 4

Referencias 1 Basado en las notas introductorias de 2 Tesalonicenses en la NKJV Study Bible (Nashvi-lle, Thomas Nelson Publishers, 1997), p. 2031. 2 Elena G. de White, Mensajes selectos, tomo 1, p. 24. 3 Ver Elena G. de White, Palabras de vida del gran Maestro (Florida, Bs. As., Asociación Casa Editora Sudamericana, 1971), pp. 277, 298; La educación (Florida, Bs. As., Asocia-ción Casa Editora Sudamericana, 1978), p. 307. 4 La época de cosecha, en esa región del hemisferio norte, se realiza durante los meses de septiembre y octubre (Nota del traductor).

Material facilitado por RECURSOS ESCUELA SABATICA © http://ar.groups.yahoo.com/group/Comentarios_EscuelaSabatica

http://groups.google.com.ar/group/escuela–sabatica?hl=es Suscríbase para recibir gratuitamente recursos para la Escuela Sabática